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Melina Cabrera.

Guia 10

Nudge: Improving decisions about health, wealth, and happiness Richard H.


Thaler & Cass R. Sunstein
https://doi.org/10.1002/pa.2075

Los seres humanos toman malas decisiones por falta de atención plena, capacidad
cognitiva limitada y falta de autocontrol. Por lo tanto, la gente necesita un empujón para
tomar una buena decisión. Según Thaler y Sunstein, 'Nudge es una arquitectura de elección
que altera el comportamiento de las personas de una manera predecible sin prohibir
ninguna opción ni cambiar significativamente ningún incentivo económico. Para que se
considere un empujón, las intervenciones deben ser fáciles y baratas de evitar. Este texto
surge a modo de reseña sobre el libro mencionado en el título.

El libro comienza con la idea de Econos y Humanos. La economía neoclásica reivindica a


los individuos como Econos. Según ellos, todos los individuos son seres humanos
racionales con capacidades cognitivas ilimitadas y por tanto, toman decisiones racionales.
Por el contrario, los autores dicen que los individuos son racional y cognitivamente
limitados. Se observa que los humanos tenemos dos sistemas:
1. El sistema automático: es rápido y toma decisiones al instante.
2. El sistema reflexivo: es lento y toma decisiones mediante análisis.
Así, la primera parte del libro ofrece una descripción de la naturaleza de los seres humanos
y cómo estos toman una decisión.

La segunda parte del libro comienza con la ilustración de cómo


la gente gasta dinero. Según la economía neoclásica, las personas gastan y ahorran con
sensatez. Ahorran para el futuro y piden prestado sabiamente. Sin embargo, los autores
contradicen la explicación neoclásica y proclaman que los individuos son humanos;
cometen errores y difieren de los Econos. Ante dos opciones, las personas suelen escoger
la que les resulta más fácil en lugar de la más adecuada. por lo tanto las personas no
siempre decidimos según nuestras propias intenciones. Los autores ilustran cómo un
individuo maneja el ahorro, la inversión y el endeudamiento.

La tercera parte trata sobre Nudges y sus diversas aplicaciones en la sociedad. Se analiza
un programa de medicamentos, cómo aumentar la donación de órganos y la privatización
del matrimonio.

La cuarta parte concluye el libro con la respuesta a las críticas. Los autores apoyan el
empujón con el argumento de que, en primer lugar, ayuda a las personas a ahorrar más,
comer mejor, invertir de forma más inteligente y elegir un mejor plan de seguro. Aunque el
empujón tiene algunas limitaciones, su aplicación cuidadosa traerá resultados exitosos en la
sociedad. Además plantean que si el gobierno no quiere hacer Nudge, alguien más lo hará.
Si el gobierno no forma una arquitectura de elección, entonces alguien de fuera empujará a
la gente. Por lo tanto, el gobierno debería dar un empujón a la gente para que mejore su
salud, su riqueza y su felicidad.

Como reflexión, la tercera parte del texto me ayudó a pensar que los nudges pueden ser
utilizados por terceros para fines que no sean por el bien de los usuarios sino para el
beneficio de particulares, esto con el riesgo del detrimento del bienestar de las personas.
Por lo que es responsabilidad del estado verificar que sean orientados hacia el incremento
de salud de las personas y el bienestar general, como medida ética. Aunque éste mismo
puede no estar exento de arbitrariedades. El artículo brinda buenos ejemplos de Nudges y
otros que se pueden poner en duda. También remarca claramente la distinción entre un
Nudge y otras intervenciones de carácter coercitivo.

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