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Universidad Autónoma del

Estado de Hidalgo
Derecho y Jurisprudencia

Catedrático: Alfredo Rene Uribe Manriquez

Procedimientos Penales Especiales

Alumna: Calva Carlos Perla Lizbeth

Semestre: 5°1

Principios Políticos del Procedimiento


Penal
Alberto Bovino
Principio de oficialidad

El texto aborda el principio de oficialidad en el ámbito penal, que establece que la


persecución penal es responsabilidad del Estado. Se destaca la evolución histórica
desde sistemas basados en la acción privada hacia el actual modelo de oficialidad.
Se mencionan influencias de la Inquisición y cambios legislativos, como el artículo
71 del Código Penal, que establece la iniciativa estatal en la persecución penal,
salvo excepciones.

Se señala que el principio de oficialidad implica que el Estado tiene el monopolio de


la persecución, juzgamiento y aplicación de penas, fundamentado en el interés
público y la prevención del delito. Se discute la influencia del derecho internacional
de los derechos humanos en la administración de justicia penal, destacando un
cambio de paradigma.

La influencia de tratados internacionales y decisiones de organismos regionales en


la interpretación de garantías procesales es mencionada. Se destaca la obligación
del Estado argentino de cumplir con las obligaciones derivadas de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos.

Principio de legalidad procesal

El texto aborda la cuestión del principio de legalidad procesal en el contexto de la


justicia penal. Destaca que este principio, que obliga a los órganos estatales a
perseguir penalmente cualquier posible delito de acción pública, ha generado
críticas fundamentales. Se cuestiona la viabilidad y la base teórica de este principio,
argumentando que impone una carga imposible a los órganos públicos y puede
interferir con la autonomía del ministerio público.

El principio de indeclinabilidad, que impide la suspensión o interrupción de la


persecución penal una vez iniciada, también es objeto de análisis. Se señala que
esta rigidez puede llevar a prácticas irracionales e ilegítimas en la justicia penal,
contribuyendo a una selectividad en la persecución penal y limitando la
consideración de circunstancias particulares en la imposición de sanciones.
El texto critica los fundamentos del principio de legalidad procesal, destacando la
falta de coherencia en relación con teorías utilitarias sobre la pena y la igualdad ante
la ley. Además, se argumenta que este principio obstaculiza la implementación de
políticas más flexibles y adaptadas a las circunstancias específicas de cada caso.

En última instancia, se aboga por una transformación en el modelo de


enjuiciamiento penal, proponiendo la adopción de enfoques más modernos y
flexibles. Se mencionan mecanismos alternativos, como la suspensión del
procedimiento penal a prueba, la conciliación y la reparación del daño, que van en
contra de los principios tradicionales del derecho penal, pero se consideran
necesarios para superar la crisis identificada en la justicia penal.

El texto aborda el principio de oportunidad en el contexto de la persecución penal,


destacando su surgimiento frente a la imposibilidad práctica de perseguir todos los
delitos, según el principio de legalidad procesal. Se presentan dos modelos de
aplicación: el primero, propio de países anglosajones como Estados Unidos, donde
la oportunidad es la regla, otorgando a los fiscales una discrecionalidad casi
ilimitada. El segundo modelo, adoptado por países de tradición jurídica continental,
utiliza la oportunidad como excepción a la regla de legalidad.

Principio de oportunidad

El autor critica el primer modelo, señalando su alto grado de regresividad y


arbitrariedad, especialmente por la falta de control judicial sobre las decisiones del
fiscal. Argumenta que la discreción del fiscal no está sujeta a control alguno y
destaca el principio de división de poderes como razón para evitar la intervención
judicial en las decisiones de no perseguir.

En el segundo modelo, se destaca la justificación del principio de oportunidad en


teorías utilitarias de la pena y preventivas, reconociendo que el derecho penal no
es solo un imperativo de justicia, sino también una herramienta para prevenir
conductas socialmente indeseables. Se enfatiza la necesidad de utilizar criterios de
oportunidad para lograr una persecución penal más eficiente y racional.
El texto luego examina el principio de oportunidad en sentido amplio, discutiendo su
aplicación y justificación en el ámbito jurídico. Se mencionan los objetivos de
descriminalización y eficiencia del sistema penal, utilizando criterios específicos
para prescindir de la persecución en ciertos casos. Se critica la falta de aplicación
efectiva de estos criterios, y se plantea la necesidad de mecanismos adicionales
para racionalizar la política de persecución penal y evitar prácticas de dudosa
legitimidad.

Finalmente, se introduce el instituto de la suspensión del procedimiento penal a


prueba como un mecanismo alternativo, destacando su función de reducir la carga
procesal, beneficiar al imputado y permitir la reparación a la víctima. Se argumenta
que este enfoque diversificado del conflicto social delictivo es necesario para
superar la crisis en la justicia penal, impulsando una transformación que priorice la
conveniencia y eficacia sobre la rigidez del principio de legalidad procesal.

Principio acusatorio penal

El principio acusatorio, en el ámbito penal, se refiere al desdoblamiento de las


funciones de perseguir y juzgar en dos órganos estatales diferentes. Este principio
busca garantizar la imparcialidad del tribunal al separar las funciones del ministerio
público y el poder judicial. En el pasado, el sistema inquisitivo fusionaba las
actividades persecutorias y judiciales en la persona del juez, lo que llevaba a una
falta de imparcialidad.

En la actualidad, varios países han adoptado un modelo de procedimiento penal con


características acusatorias para asegurar el respeto de los derechos humanos. El
principio acusatorio formal implica que la acusación debe ser mantenida por partes
legitimadas, como el ministerio público, y no por el tribunal encargado de fallar el
caso.

El principio acusatorio tiene un trasfondo histórico ligado a la Ilustración y la


separación de poderes. Se argumenta que la imparcialidad del tribunal es
fundamental y que el principio acusatorio contribuye a mantener esta imparcialidad
al separar las funciones persecutorias y judiciales.

En el contexto latinoamericano, se destaca que el principio acusatorio no solo está


relacionado con el derecho de defensa, sino también con la imparcialidad del
tribunal. Se critica la brecha entre funciones persecutorias y jurisdiccionales en los
sistemas procesales modernos, señalando que la imparcialidad del juez frente al
caso concreto a menudo se pasa por alto.

Se menciona que, en el ámbito anglosajón, el principio acusatorio se ha mantenido


más claramente, separando las funciones del fiscal y del tribunal. En contraste, en
el contexto cultural latinoamericano, el principio acusatorio resurgió de manera

La verdad material

El texto aborda el desarrollo histórico del sistema legal, centrándose en el derecho


germánico y la transición hacia la Inquisición. Destaca la influencia de la acción
privada y la composición en el derecho germánico, contrastándolo con el
surgimiento de la Inquisición y la transformación de los métodos judiciales en los
siglos XII y XIII. Se menciona la persistencia de la búsqueda de la verdad material
en la justicia, destacando la influencia de la Iglesia Católica y la consolidación del
modelo inquisitivo reformado en el siglo XIX. Luego, se examina la situación actual,
cuestionando la importancia de la averiguación de la verdad material en el
procedimiento penal y señalando la evolución hacia enfoques más consensuales y
menos centrados en la búsqueda absoluta de la verdad histórica.

Etapas del Procedimiento Penal:

- a) Investigación Preliminar o Preparatoria.

- b) Procedimientos Intermedios.

- c) Juicio Público.

- d) Impugnación de la Sentencia.

- e) Etapa de Ejecución Penal.


Importancia del Juicio:

- El juicio es la etapa central del procedimiento penal.

- Se basa en una acusación y se caracteriza por un debate oral, público,


contradictorio y continuo.

- Busca obtener una resolución de mérito que decida sobre las pretensiones
ejercidas.

- Representa la forma más clara de cumplir con la garantía de juicio previo.

Publicidad y Oralidad del Juicio:

- El juicio debe ser oral y público, en concordancia con los principios republicanos
establecidos en la constitución.

- La publicidad del juicio es tanto una exigencia constitucional como un principio


político del procedimiento.

- La regulación del acceso del público a la sala de audiencias puede ser legislada,
pero sin alterar la esencia del juicio.

Identidad Física del Juzgador:

- Se destaca la importancia de la identidad física del juzgador con los jueces que
presenciaron el debate.

- Implica la participación constante de los mismos jueces desde el inicio hasta la


conclusión del juicio

La Convicción en la Valoración Probatoria:

- La historia de los métodos de valoración de la prueba es crucial en el


enjuiciamiento penal.

- Existe una estrecha relación entre el modelo de procedimiento penal y el sistema


de apreciación de la prueba.

Autonomía de la Víctima:
- La autonomía de la víctima es un nuevo principio político en el derecho procesal
latinoamericano.

- Se establece una nueva relación entre víctimas y procedimiento penal, siendo


una tendencia estructural en los códigos más modernos.

- Diferente de la victimología, esta autonomía no es solo una moda política


criminal, sino un lineamiento estructural que atraviesa los códigos más recientes.

Conclusiones

En resumen, el texto aborda la evolución histórica y los principios fundamentales


del sistema legal en el ámbito penal, destacando la importancia del principio de
oficialidad, legalidad procesal, oportunidad y acusatorio. Se discute la necesidad de
adaptar los enfoques tradicionales a modelos más flexibles y eficientes para superar
las crisis identificadas en la justicia penal, priorizando la conveniencia y eficacia
sobre la rigidez de los principios establecidos.

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