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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN

FACULTAD DE MEDICINA VETERINARIA Y ZOOTECNIA

Patología clínica diagnostica


Ev.4 Ensayo de exámenes preoperatorios en el funcionamiento renal

Profesor: Marco Antonio Cantú Martínez


Alumno: Jorge Mario Martínez Mendoza 2123894
Grupo: 061

General Escobedo N.L. a 29/02/2024


índice
Introducción ........................................................................................................................................ 3
Pruebas de funcionamiento renal ...................................................................................................... 3
Urea ................................................................................................................................................. 3
Creatinina:....................................................................................................................................... 4
Densidad urinaria ............................................................................................................................ 4
Pruebas de concentración de orina................................................................................................. 5
Prueba de privación de agua ........................................................................................................... 5
Pruebas de depuración o aclaramiento .......................................................................................... 5
Urianálisis ........................................................................................................................................ 6
Examen físico de la orina ................................................................................................................. 6
Examen químico de orina ................................................................................................................ 7
Examen microscópico de sedimento ............................................................................................... 9
Fisiopatología en el diagnostico renal en las diferentes especies ..................................................... 10
Conclusión ......................................................................................................................................... 10
Bibliografías ....................................................................................................................................... 11
Introducción

El riñón es un órgano multifuncional e importante para mantener la homeostasis.


Como tiene una alta reserva funcional, los signos clínicos de una insuficiencia renal
observan cuando no funciona más de 75% de las nefronas. El riñón recibe
aproximadamente 25% del gasto cardiaco total. La composición de la orina cambia
a causa de ciertos mecanismos fisiológicos, enfermedades del aparato urinario,
enfermedades generalizadas, trastornos metabólicos o alteraciones en otros
órganos, por lo que, con base en el análisis de la orina y el examen físico de los
animales, se pueden identificar muchas patologías. La unidad funcional del riñón
que produce la orina es la nefrona, la cual está constituida por el glomérulo, la
cápsula de Bowman, el asa de Henle, los túbulos contorneado proximal,
contorneado distal y colector.

El buen funcionamiento renal depende del volumen y presión adecuados durante la


perfusión sanguínea. Estas condiciones promueven un correcto flujo sanguíneo
renal y velocidad de filtración glomerular. La regulación renal se lleva a cabo
principalmente por la hormona antidiurética o la vasopresina (ADH), la aldosterona,
la angiotensina, la renina y la hormona adrenocorticótropa (ACTH).

Pruebas de funcionamiento renal


Incluyen los analitos o pruebas (especialmente urea, creatinina y densidad urinaria)
que nos permiten conocer el sitio y el grado de la alteración renal y establecer un
diagnóstico o pronóstico.

Urea
Es el principal producto del catabolismo de las proteínas, es filtrada por los
glomérulos. No es un indicador óptimo, la especificidad es limitada, ya que de 25%
a 40% de urea se reabsorbe en los túbulos. Los valores de referencia en suero
(mmol/L) son: perro 3.9-8.9, caballo 3.8-7.6, vaca 2.5-6.6.
Alteraciones en los valores de urea
Disminución:

• Insuficiencia hepática
• Proteínas bajas en la dieta
• Puentes portosistémicos
Aumento:

• Insuficiencia renal (hiperazotemia renal)


• Obstrucción de los uréteres o uretra, uroperitoneo (hiperazotemia posrenal)
• Disminución del flujo sanguíneo renal y reducción de filtración glomerular
(hiperazotemia prerrenal)
• Exceso de proteínas en la dieta
• Hemorragia intestinal

Creatinina:
La creatinina se elimina con más facilidad que la urea y generalmente se eleva
después de la urea, por eso, para evaluar la función renal es importante determinar
en el suero las concentraciones de urea y creatinina.

• Hiperazotemia. Es el aumento de urea y creatinina en el suero, mientras que


la uremia incluye hiperazotemia junto con signos clínicos (poliuria-polidipsia,
oliguria, anemia, úlcceras en mucosas de boca, etc.). Hay factores
extrarrenales que pueden modificar los valores de urea. En ocasiones se
presentan neuropatías, como proteinurias sin hiperazotemia; por eso es
importante hacer un análisis de orina.
• Valores de cr es de creatinina aumentados eatinina aumentados durante
enfermedad renal primaria - hiperazotemia renal, hiperazotemia prerrenal y
posrenal. Valor aumentado en perro: >126 µmol/L; en caballo y bovino: >156
µmol/L. Existe una somera correlación entre el grado de elevación y el tipo
de hiperazotemia. Valores séricos de creatinina de 130 a 250 µmol/L
sugieren, con una buena probabilidad, hiperazotemia prerrenal, mientras que
los valores mayores de 250 µmol/L, una hiperazotemia renal o posrenal. La
concentración sérica de creatinina en los potros, en los primeros tres días de
vida, se puede encontrar aumentada, especialmente en los prematuros.

Densidad urinaria
Los valores en animales domésticos sanos van de 1.001 a 1.060, los valores más
frecuentes están entre 1.015 y 1.050.
El punto crítico de densidad urinaria (PCDU) en el perro es de 1.030; en el caballo,
de 1.020; en la vaca, de 1.025 y en el gato, de 1.035; estos valores se utilizan para
diferenciar las hiperazotemias.
Los valores de isostenuria (1.008-1.012) sin hiperazotemia indican que el riñón es
capaz de concentrar la orina.

Pruebas de concentración de orina


La hemoconcentración (deshidratación) estimula la liberación de la hormona
antidiurética en la hipófisis. Esta hormona incrementa la reabsorción de agua en las
células epiteliales de los túbulos colectores, aumenta la concentración de orina y en
forma proporcional, la densidad urinaria. La prueba de privación de agua es la más
sencilla de todas las pruebas de concentración de orina y proporciona suficiente
información sobre el estado de la función renal. Las pruebas de concentración de
orina presentan limitaciones y no se usan frecuentemente.

Prueba de privación de agua


Esta prueba está indicada en casos de poliuria/polidipsia, especialmente en
hipostenurias (DU menor a 1.008). No debe realizarse en animales hiperazotémicos
y deshidratados.
Antes de la prueba es necesario:

• Revisar signos de hidratación


• Pesar el animal
• Determinar hematocrito y proteínas plasmáticas
• Vaciar totalmente la vejiga urinaria
• Medir la densidad urinaria
• Restringir el acceso al agua y dar alimento seco
Durante la prueba en necesario
Hacer evaluación clínica y pesar al animal cada 2 horas (o cada 30 min en poliuria
severa) evaluar la densidad urinaria cada 2-4 horas, vaciando completamente la
vejiga (en cada ocasión se recomienda determinar hematocrito y proteínas
plasmáticas para evaluar el grado de deshidratación)

Pruebas de depuración o aclaramiento


La prueba de excreción fraccional urinaria es la prueba de depuración de uso más
frecuente, aunque se pueden emplear la prueba de depuración de creatinina y otras
para evaluar la función renal. Las sustancias para obtener la tasa de filtración
glomerular (TFG) deben caracterizarse por ser filtradas en su totalidad por el
glomérulo, y no ser reabsorbidas o secretadas en los túbulos; ni tener efecto sobre
la masa de filtración. Excreción fraccional (EF) urinaria sirve para evaluar la
depuración renal de diferentes sustancias ( Na+, K+, Ca2+). También es útil para
determinar algunas deficiencias minerales.

Urianálisis
El examen de orina (físico y químico) es rápido, sencillo, económico en comparación
con otras pruebas y es una herramienta básica. Por medio de una tira reactiva
(prueba de campo) se puede mejorar el diagnóstico, especialmente de
enfermedades en estadios subclínicos. El examen del sedimento por lo general se
realiza en el laboratorio.
Indicaciones para urianalisis

• Ayuda en el diagnóstico, diagnóstico diferencial de enfermedades renales y


otras enfermedades.
• Diagnóstico de varias enfermedades y trastornos en etapas subclínicas.
• Monitoreo de enfermedades
• Monitoreo de eficacia y seguridad de tratamientos.
• Control de alimentación o raciones alimentarias (in vivo)
• Parte del examen prequirúrgico.
• Se realiza en todos los animales enfermos, con PU/PD y con pérdida de peso
corporal.

Examen físico de la orina


• Color. El color normal de la orina va desde amarillo pálido hasta amarillo
ámbar y está. dado por urocromos y algunos otros pigmentos. Cuando se
observan tonalidades claras generalmente están asociadas a una
concentración baja de solutos.
• Olor. El olor de la orina está dado por la presencia de ácidos orgánicos
volátiles y deriva- . dos de la urea. El olor amoniacal puede deberse a
alcaluria, o a la presencia de bacterias que han transformado la urea en
amoniaco.
• Aspecto. Normalmente la orina debe ser transparente. La turbidez de la orina
puede asociarse a la presencia de solutos que inician su precipitación,
cantidades elevadas de células, bacterias, moco o grasa.
• Volumen. Generalmente se menciona en la anamnesis. En promedio, el
volumen de orina producido por kg de peso en 24 horas es de 25 a 40 mL en
el perro, 10 a 20 mL en el gato, 16 a 40 mL en el bovino, 5 a 15 mL en el
caballo, 5 a 30 mL en el cerdo y 10 a 35 mL en la cabra y el borrego. El
aumento de volumen de orina, llamado poliuria, se asocia a diferentes causas
patológicas y/o iatrogénicas, enfermedades o un incremento en el consumo
de agua.
• Osmolalidad. Pocas veces se realiza en los laboratorios de diagnóstico,
debido a que casi ninguno cuenta con equipos para su medición, el método
más utilizado es el punto de congelamiento. La medición indica la cantidad
de partículas en suspensión.
• Densidad. En orinas con densidad baja tendrán una significancia mayor los
analitos de los exámenes físico y químico, que en los casos de orinas con
densidad alta. Por ejemplo, la proteinuria de 0.3 g/L (1+) en la orina con la
densidad de 1.010 corresponde a 0.6 g/L (2+) en la orina con densidad de
1.020. La densidad puede tener valores desde 1.001 hasta 1.060, en algunos
casos, hasta 1.080. Normalmente, la orina de las especies domésticas se
encuentra entre 1.015 y 1.045. En los casos de isostenuria, 1.008 a 1.012 sin
hiperazotémia; esto indica que el riñón está siendo capaz de diluir la orina.
En casos de hiperazotémia, con una densidad mayor al PCDU (1.030 en
perros, 1.020 en caballos, y en bovinos 1.025).

• Espuma: Una orina normal se puede hacer un poco de espuma al ser


agitada, pero ésta se deshace rápidamente. En casos de bilirrubinuria puede
formarse una espuma un poco más espesa, de un color amarillo-verdoso y
que se disuelve lentamente.

Examen químico de orina


Generalmente se realiza por medio de tiras reactivas comerciales. En el momento
previo al examen de cada orina es conveniente hacer una ligera agitación,
principalmente para resuspender los eritrocitos que pudieran estar presentes en la
muestra.

• El PH: está altamente influido por el tipo de dieta, los herbívoros tienen orina
alcalina, mientras que los carnívoros tienen orina generalmente ácida. Los
valores aproximados de pH son de 7.8 a 8.4 en vacas lecheras, de 7.5 a 8.5
en caballos y de 5.5 a 7.0 en pequeñas especies. El cerdo, como es
omnívoro, tendrá un pH urinario dependiente del tipo de dieta. El intervalo
máximo posible de pH en perros es 4.5-8.5, en bovinos 5.0-9.0.
• Proteinuria: Generalmente, en los animales sanos no se detectan proteínas
en la orina con tira reactiva ni con ácido sulfosalicílico, sólo en perros y gatos
sanos, máximo 1+, si la densidad urinaria es superior a 1.025.
• Glucosuria. La determinación de glucosa con tira reactiva o con Clinitest debe
ser negativa en orinas de animales sanos. Observar glucosuria puede
deberse a dos causas genéricas: el sobrepasar el umbral de la capacidad de
reabsorción tubular proximal por hiperglucemia (> 12 mmol/L), o el daño renal
tubular proximal, que impide una apropiada reabsorción. Existen glucosurias
con hiperglucemia y sin hiperglucemia. La glucosuria indica la determinación
de glucosa plasmática, excepto en los animales estresados. Se observan
disminuciones falsas de glucosuria (con tira reactiva) por administración de
ácido ascórbico, tetraciclinas, salicilatos o cuerpos cetónicos.
• Glucosuria con hiperglucemia: Diabetes mellitus, hiperadrenocorticismo,
estrés en gatos. Muy frecuentemente se determina glucosuria durante y
después de infusión IV de glucosa.
• Glucosuria con normoglucemia: Síndrome de Fanconi (raza Basenji), IRA,
administración de aminoglucósidos.
• La Bilirrubinuria. bilirrubina no se detecta en la orina con tira reactiva ni con
Ictotest® en animales domésticos sanos, excepto en los perros, donde se
acepta una cruz de bilirrubina con una densidad urinaria ≥1.025. En las
demás especies siempre es significativa la bilirrubinuria. La prueba de
Ictotest® es un tanto más sensible y por ello, de mayor confiabilidad. Es muy
importante que las mediciones de bilirrubina se hagan en muestras que no
han sido expuestas a la luz, ya que la sustancia es fotosensible y su
descomposición produce metabolitos que no detecta la tira, tales como la
biliverdina. Si se detectan bilirrubinas en orina es necesario revisar las
posibles causas de ictericia, aun cuando clínicamente no se observe este
signo. En los casos de hemoglobinuria puede existir bilirrubinuria en perros
(machos), debido a la posible conjugación de la bilirrubina no conjugada en
los túbulos renales.
• Urobilinógeno. Urobilinógeno. Se Urobilinógeno. determina traza a + (0.1 a
1.0 U Ehrlich) en la orina con una tira reactiva o con la prueba de Ehrlich en
animales domésticos sanos. En perros, generalmente te existe una
eliminación de bajas cantidades de urobilinógeno. Su diagnóstico es útil
principalmente para dar apoyo si se sospecha de una ictericia prehepática
importante y para la detección de obstrucciones biliares totales.
• Hemoglobina/sangre oculta. oculta. En oculta. los animales sanos no se
determinan con tira reactiva, sólo en orina obtenida durante la micción
espontánea de hembras en celo, o en presencia de metritis y vaginitis; en
estos casos se hace cateterización o cistocentesis que es una reacción
inespecífica para distinguir entre hemoglobina, eritrocitos intactos o
mioglobina, por esta razón es muy importante confrontar este resultado con
los datos obtenidos en el examen de sedimento.
• La Hematuria. macrohematuria puede detectarse desde el examen físico, ya
que la orina se observa turbia y una vez en reposo, pueden detectarse los
eritrocitos sedimentados.

Examen microscópico de sedimento.


La técnica para desarrollar este examen es mediante la centrifugación de 10 mL de
orina (2 000 rpm aproximadamente en centrífugas clínicas) durante cinco minutos,
preferentemente en un tubo cónico. Una vez transcurrido este tiempo, el
sobrenadante se separa en otro tubo, dejando 1 mL para resuspender el sedimento.
En caso de no tener los 10 mL exactos, del volumen original se deja
aproximadamente la décima parte del sobrenadante. En seguida, se pone una gota
de sedimento en un portaobjetos, se coloca un cubreobjetos sobre la gota y se
observa en el microscopio, haciendo una revisión inicial con objetivo seco débil
(100X) y posteriormente con objetivo seco fuerte (400X) y procurando bajar el
condensador para facilitar la identificación de las diferentes estructuras. Esta forma
de observación puede llevarse a cabo en una preparación húmeda con o sin
colorante. Existen colorantes comerciales para este propósito, como el Sedistain;
también es posible observar preparaciones secas, que se pueden teñir para facilitar
la detección de algunos componentes, sobre todo de tipo celular, aunque, puede
haber alteración en la cantidad o forma de otros componentes, como son los
cilindros o los cristales.
Fisiopatología en el diagnostico renal en las diferentes especies

Conclusión

En las especies domésticas, las fisiopatologías renales representan un conjunto


diverso de condiciones que afectan la salud y el funcionamiento de los riñones.
Desde infecciones y trastornos genéticos hasta enfermedades metabólicas y
lesiones, estas patologías pueden tener un impacto significativo en la calidad de
vida de los animales. La comprensión de la fisiopatología renal en especies como
bovinos, equinos, ovinos, y mascotas como perros y gatos es esencial para el
diagnóstico, tratamiento y manejo efectivo de estas enfermedades.
La detección temprana y el diagnóstico preciso son cruciales para iniciar
intervenciones terapéuticas que puedan prevenir la progresión de la enfermedad
renal. La diversidad de patologías renales, que van desde la nefritis y la pielonefritis
hasta la formación de cálculos renales y enfermedades genéticas como la
poliquistosis, subraya la necesidad de un enfoque integral en la atención veterinaria.
El tratamiento de las fisiopatologías renales en animales domésticos puede implicar
cambios en la dieta, administración de medicamentos, manejo de enfermedades
subyacentes y, en algunos casos, procedimientos más avanzados como la diálisis
o el trasplante renal. La atención veterinaria centrada en la prevención, el monitoreo
regular y la educación del propietario son elementos clave para mantener la salud
renal en animales domésticos

Bibliografías
• González Rubiera, E. Álvarez Díaz, A. y Torrens, S. 1998. Manual de
Fisiología animal. Ed. Inst. Polit. Nacional. México
• González Rubiera, E y Álvarez Díaz, A.1993. Compendio de Fisiología.
Ed. F.Varela. La Habana.
• Dukes, H.H. 1970. Duke’s Physiology of Domestic Animals. Cornell
University Press. Ithaca and London.

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