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TEORIA CREACIONISTA

El creacionismo es la creencia religiosa de que el universo y la vida se originaron de actos


concretos de creación divina.

Se conoce como creacionismo (también como teoría creacionista o teoría fijista) a una forma
de pensamiento religioso que atribuye la creación del Universo y de la vida a una entidad
superior de tipo divino, es decir, a Dios. Sostiene que esta entidad lo habría creó todo (de allí el
nombre de la doctrina), lo planificó todo y estaría además envuelta en el mantenimiento de todo.

Quienes optan por el creacionismo rechazan otras explicaciones respecto al origen de la vida y
del universo, incluso las que cuentan con mayor sustento científico, como el “big bang” o la
evolución por selección natural, entre otros hallazgos científicos comprobables. Las diversas
variantes de doctrinas creacionistas, en su mayoría están guiadas por un texto sagrado como
la Biblia.

Tipos de creacionismo

No existe una clasificación oficial de las formas de pensamiento creacionista, pero a grandes
rasgos podemos hablar de:

 Creacionismo clásico. Se trata del que se adhiere a la interpretación literal de las sagradas
escrituras, especialmente la Biblia, y niega toda forma de evolución biológica,
especialmente la humana. Tampoco creen en fósiles, genética o evidencia geológica, y se
adhieren al relato cosmológico del Génesis bíblico.

 Creacionismo contemporáneo. Alejándose de las posturas más ortodoxas, se opone


todavía a las explicaciones cientificistas, pero lo hace a través de la presentación de
razonamientos pretendidamente lógicos, racionales o incluso del mismo ámbito científico,
lo cual a menudo ocasiona que incursione en la pseudociencia. A menudo sus argumentos
apuntan a catalogar como “sólo una teoría” (en el sentido popular del término y no el
científico) al evolucionismo, obviando décadas de estudios formales y comprobaciones, así
como el hecho de que no existen pruebas de ningún tipo que lo refuten.

Origen del creacionismo

La historia del creacionismo está vinculada a la de las grandes religiones humanas. Ellas le dieron
al hombre de la antigüedad una explicación de índole mística, mágica o divina respecto a las
preguntas que no podía contestar, como eran justamente las referentes al origen de la vida,
del ser humano o del universo.

Sin embargo, nunca se habló de “creacionismo” hasta surgieron otras explicaciones, de


índole científica, en el siglo XIX. Esto se debió principalmente al éxito de los estudios de Charles
Darwin, quien demostró el impacto de la selección natural en la generación de las especies.
TEORIA ESPONTANEA

La Teoría de la generación espontánea fue el nombre que recibió la creencia de que ciertas
formas de vida animal y vegetal surgían de manera automática, espontánea, a partir de
la materia orgánica, la materia inorgánica o alguna combinación de ambas.

Esta teoría estuvo vigente por muchos siglos, desde la Antigüedad. Aunque es una hipótesis que
jamás pudo probarse científicamente, muchos creyeron comprobarla mediante
la observación directa.

René Descartes e Isaac Newton, quienes desconocían el mundo de la microbiología. Aplicaba a las
criaturas pequeñas tenidas por plagas o parásitos, como moscas, piojos, garrapatas e incluso
ratones.

La creencia era que si se dejaban en un recipiente los elementos correctos (digamos: ropa interior
sudada y trigo), se encontraría al cabo de cierto tiempo en su lugar algún tipo
de animales (digamos: ratones).

Esta teoría sobre el origen de la vida no contradecía la reproducción convencional, ya que las
criaturas obtenidas por generación espontánea eran tan perfectas e idénticas como las nacidas de
la reproducción sexual.

De este modo, podía sustentarse que, en la carne descompuesta, los excrementos o las mismas
entrañas del ser humano, se daban por generación espontánea diversas formas de vida, en vez de
pensar que de algún modo habían éstas llegado hasta allí.

Refutación de la Teoría

La Teoría de la generación espontánea se refutó a través de tres experimentos específicos:

 El experimento de Redi (1668). Llevado a cabo por Francesco Redi, médico italiano, quien
dudaba de que los insectos pudieran surgir espontáneamente de la putrefacción, y
suponía que en algún momento algún insecto adulto debía depositar huevos o larvas
sobre la materia en descomposición. Para comprobarlo ubicó tres trozos de carne en tres
envases distintos: uno de ellos abierto y los otros dos sellados con gasas que permitieran
el ingreso del aire al frasco pero no de las moscas adultas. Tras pasar el tiempo, hubo
gusanos en la carne expuesta y no en las selladas, aunque sí hallaron huevos de mosca
sobre las gasas.

 El experimento de Spallanzani (1769). Desarrollado posteriormente por el sacerdote


católico y naturalista Lázaro Spallanzani, fue una suerte de preludio a la pasteurización. El
italiano depositó caldo de carne en dos envases, luego de haberlos calentado a
una temperatura que matara a los microorganismos existentes y de haberla sellado
herméticamente en el envase. Así demostró que los microorganismos no nacen
espontáneamente de la materia, sino que provienen de otros microorganismos.
 El experimento de Pasteur (1861). Desarrollado por el francés Louis Pasteur, padre de
la técnica de preservación de alimentos conocida como la pasteurización, consistió en la
introducción de caldo de carne en dos balones de destilación de boca larga y encorvada
(en forma de “S), que se va haciendo más fina conforme asciende. La forma del tubo
permitía la entrada de aire, pero hacía que los microorganismos se quedaran en la parte
inferior del envase, sin acceder a la carne. Así, calentó el caldo hasta esterilizarlo y
simplemente esperó: tras varios días, no hubo señales de descomposición, tras lo cual
Pasteur procedió a cortar la boca del envase y allí, al poco tiempo, sí se dio la
descomposición, demostrando así que los microorganismos provenían de otros
microorganismos y que, en general, toda forma de vida proviene de otra forma
de vida que le antecede.

TEORÍA DE LA PANSPERMIA

La Teoría de la Panspermia o Panspermismo es una teoría que sostiene que la vida en el planeta
Tierra es de origen extraterrestre. Su nombre proviene del griego y se compone de los
vocablos pan (“todo”) y sperma (“semilla”). Fue enunciado por primera vez en 1865, por Hermann
Richter (1808-1876) y otros estudiosos de la biología.

Otros científicos que apoyaron esta teoría fueron el químico sueco Svante August Arrhenius (1859-
1927), ganador del Premio Nobel de Química en 1903, y el astrónomo inglés Fred Hoyle (1915-
2001), aunque fue el científico sueco quien más contribuyó con su difusión.

Existen dos posibles modelos hipotéticos de funcionamiento de esta teoría:

 Panspermia natural. Propone que la vida llegó al planeta Tierra a través


de meteoritos o cometas provenientes del espacio, que impactaron en su superficie y la
“contaminaron” con las formas de vida primitiva, provenientes de otros astros.

 Panspermia dirigida o artificial. Propone que la vida llegó a nuestro planeta como parte
de un proceso deliberado de transporte de microorganismos o incluso de seres vivientes,
por parte de algún tipo de entidad superior o de tecnología intergaláctica.

La Teoría de la Panspermia es controvertida y posee tanto indicios que podrían sustentarla, como
cuestiones que no logra resolver. Por un lado, se conocen las condiciones muy adversas en que
algunos tipos de bacterias logran no sólo sobrevivir, sino reproducirse, como las extremófilas que
habitan algunos de los lugares más inhóspitos de la Tierra.

Esto hace suponer, junto con la discutida evidencia de vida microbiana extraterrestre hallada en el
meteorito ALH84001 y en el meteorito Murchison, que las bacterias podrían sobrevivir a las
condiciones del espacio exterior y servir para colonizar planetas lejanos.

Sin embargo, esta teoría no permite explicar el origen mismo de la vida, sino que se limita a pasar
su responsabilidad a entidades extraterrestres de las cuales no se tiene ningún indico
de existencia. Semejante mecanismo de pensamiento se aleja mucho de lo contemplado en
el Método Científico y lo tomado en serio por la ciencia.
TEORIA CATASTROFISMO

La teoría del catastrofismo se basa en la hipótesis de que en la antigüedad el planeta Tierra sufrió
diferentes catástrofes, como inundaciones, erupciones volcánicas y terremotos, que provocaron
que en distintos lugares del mundo los animales fallecieran. Tras estos fenómenos naturales a esas
zonas llegaron otras especies, de forma que los fósiles hallados en ellas son distintos entre ellos.

El principal impulsor del catastrofismo fue Georges Cuvier, durante el siglo XIX. Aunque los
cristianos siempre tuvieron una visión catastrofista de la historia, Cuvier usó las evidencias
científicas y no las bíblicas. Sin embargo, la Iglesia jugaba un rol importante en los descubrimientos
académicos, por lo que la visión religiosa de estos hechos se inmiscuyó en la ciencia. Muchos
científicos declaraban que las catástrofes tenían que ver con hechos sobrenaturales, como el
episodio del Arca de Noé.

En lo estrictamente científico, Cuvier estudió fósiles de mamuts y de elefantes, y descubrió que


eran dos especies diferentes, una extinta y la otra todavía existente. De estos estudios sacó la
conclusión de que la Tierra es mucho más antigua de lo que pensamos, y estaba en lo correcto.

TEORIA EVOLUTIVA

La teoría de la evolución es como se conoce a un corpus, es decir, un conjunto de conocimientos y


evidencias científicas que explican un fenómeno: la evolución biológica. Esta explica que los seres
vivos no aparecen de la nada y porque sí, sino que tienen un origen y que van cambiando poco a
poco. En ocasiones, estos cambios provocan que de un mismo ser vivo, o ancestro, surjan otros
dos distintos, dos especies. Estas dos especies son lo suficientemente distintas como para poder
reconocerlas por separado y sin lugar a dudas. A los cambios paulatinos se les conoce como
evolución, pues el ser vivo cambia hacia algo distinto.

La evolución está mediada por algo llamado generalmente "selección natural", aunque este
término es muy vago. Un término más correcto es la presión selectiva.

Los cambios evolutivos, como ya podemos deducir, suelen ser adaptativos, grosso modo, lo que
implica que adaptan a la especie según la presión selectiva que sufre (o la hace desaparecer para
siempre). La teoría de la evolución no es nada sencilla y ha ido creciendo enormemente durante la
historia de la biología. Hoy día este corpus es tan grande que se estudian efectos y apartados
concretos del mismo; y existen especialistas dedicado exclusivamente a comprender partes muy
específicos de la teoría.

Las primeras referencias al evolucionismo aparecen con los filósofos presocráticos, allá por el siglo
VI a. C. Anaximandro de Mileto habría intuido un evolucionismo rudimentario al decir que los
primeros seres vivos nacieron de la humedad y que los hombres vienen de los peces. Más de un
siglo después, Empédocles de Agrigento afirmaría que los seres vivos nacieron de la tierra, con
miembros y órganos unidos al azar, sobreviviendo solo las uniones más armónicas. En el siglo XVIII,
Lamarck se enfrentó al fijismo reinante proponiendo la teoría del transformismo, es decir, que las
especies se transforman con el fin de poder adaptarse al medio: “La función hace al órgano”.

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