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Julián - ¡Saludos, queridos amigos!

Soy yo, su amigo inquebrantable, tu fiel servidor y hoy


me encuentro aquí, frente a ustedes, para desentrañar un misterio de proporciones épicas.
¿Han oído hablar del cuervo que insistentemente golpea a la puerta en la medianoche? ¡Sí,
el famoso Cuervo de Edgar Allan Poe! Bueno dejemos, Que Franklin Poe cuente su versión

Franklin - una noche oscura y tormentosa, como sacada de una novela gótica. Yo, en mi
humilde morada, disfrutando de la tranquilidad, cuando de repente... ¡golpeteo en la
puerta! Sí, suena como el inicio de un chiste malo, ¿verdad? Pero esta vez no hay un
repartidor de Rappi desorientado, ni un pollo al otro lado, ¡sino un cuervo!

Así que decido hacer lo que cualquier persona valiente haría: abrir la puerta y ver qué
demonios quiere este pájaro, Y ahí está, el cuervo, con su pico afilado y su mirada
penetrante. "¿Qué tal, amigo?", le digo con una sonrisa, "¿Qué te trae por aquí en plena
madrugada?".

El cuervo, en lugar de darme una respuesta normal como "¡Hola Guapo!" o "¡Estoy
buscando un gusano como tú!", decide soltar su único vocablo: "Nunca más". ¡Sí, así es!
"Nunca más". Como si fuese mi jefe diciéndome siempre lo mismo.

Ahí estoy yo, tratando de mantener la compostura frente a este cuervo de actitud
existencialista. "¿En serio?", le digo con sarcasmo, "¿Esa es tu gran aportación a la
conversación? ¿'Nunca más'? ¿No tienes nada más interesante que decir?

Pero el cuervo, imperturbable, sigue repitiendo su mantra como si fuese mi jefe, “Nunca
Mas”, “Nunca Mas”, “Nunca Mas” Así que decido intentar una táctica diferente. "Oye,
pajarito", le digo con una sonrisa, "¿sabes cuál es el animal más gracioso del mundo? El
pájaro loco". Pero el cuervo no se mueve, ni siquiera un leve aleteo de risa, así como
ustedes .. yo se fue un chiste muy malo.

Así que después de varios intentos fallidos de hacerle reír, decido rendirme. "Está bien,
amigo ", le digo resignado, "puedes quedarte ahí en tu rincón oscuro y misterioso. Pero
recuerda, la próxima vez que quieras tener una conversación, ¡podrías considerar ampliar
tu vocabulario con nacho lee!"

Y así termina mi encuentro con el famoso Cuervo de Poe, dejándome con más preguntas
que respuestas y una nueva habilidad: la capacidad de conversar con aves de rapiña.

Porque al final del día, ¿qué es la vida sino una serie de encuentros extraños y
conversaciones aún más extrañas?

Tarea:
- Propuesta de Acciones
- Intervenir el texto con ideas propias
- Traer texto aprendido
- Propuesta escénica para limpiar en el ensayo

Nota: No se me asuste Franklin, que yo lo voy a estar acompañando.

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