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LA ÉPICA ROMANA
1. Introducción al género.
La épica es un género narrativo en verso que tuvo su origen en Grecia (Ilíada, Odisea)
y comenzó siendo oral y cantada. Sus principales características pueden desglosarse así:
Es una obra de longitud extensa.
Habitualmente está escrita en hexámetros.
Celebra las hazañas de un héroe, es decir, tanto los personajes como las
empresas que estos tienen que superar son de carácter elevado.
Intervienen en el desarrollo de la acción elementos sobrenaturales y
maravillosos, con frecuencia de origen divino.
Desde el punto de vista literario, la épica se define por su claridad y sencillez,
por el uso de fórmulas que se repiten y de símiles o comparaciones que
marcan la transición entre
episodios.
El hecho de que la épica sea un género narrativo la aproxima a la historia, pero se
diferencia del género histórico no solo en que está escrito en verso y el otro en prosa,
sino, al mismo tiempo, en que el historiador trata de explicar la concatenación de los
hechos que narra, mientras que el poeta prescinde de este rasgo y su único fin es el de
celebrar, en forma de canto, tales hechos.
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peripecias, hermosas descripciones de paisajes, viajes, armas, etc…, y adornados por una
técnica de composición peculiar, como ya hemos dicho: recursos formularios,
comparaciones y símiles, epítetos típicos, etcétera.
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Como el verdadero fundador de la épica en Roma, al fundir en ella elemento y
sentimientos épicos e históricos y al darle la forma definitiva de hexámetros, Enio es el
gran predecesor de la épica latina, a la que otorgó un tono artístico elevado, aunque con
la falta de equilibrio clásico (que se aprecia en las aliteraciones abusivas, un estilo a
veces analítico o cierta desorganización en la composición) propio de la época arcaica,
de cuya épica conservamos muy pocos fragmentos.
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Los libros 1-IV tienen por protagonista a Dido, reina de Cartago: Eneas,
arrastrado a Cartago por una tempestad, es acogido por Dido, que le insta a
narrar sus aventuras desde la destrucción de Troya hasta la muerte de su padre
Anquises al llegar a Sicilia. Dido se enamora de Eneas, pero este, instigado por
los dioses, se ve obligado a abandonarla para cumplir el cometido de fundar la
nueva Troya, lo que conduce al suicidio de la reina.
Los libros V-VIII tienen por protagonista a Eneas que, tras celebrar juegos
fúnebres en honor de su padre, acompañado por la sibila de Cumas desciende a
los infiernos, donde se le hará ver el futuro de Roma. Posteriormente Eneas
desembarcará en las costas del Lacio y tomará por esposa a Lavinia, hija del rey
Latino.
Los libros IX-XII están protagonizados por Turno, el caudillo itálico que lucha
por la libertad de su patria frente a los extranjeros que van a establecerse en
ella. La serie de episodios bélicos que se desencadenan darán en la muerte de
Turno a manos de Eneas.
En su lectura «política» ya hemos hecho referencia a que, si bien la Eneida denota las
aventuras de Eneas, sin embargo connota la historia de Roma y de su pueblo: no en vano
la elección del troyano Eneas como fundador relacionaba a Roma con la cultura griega,
al tiempo que con la gens Julia - a la que pertenecía Augusto-, que toma su nombre de
Julo, el hijo de Eneas, hijo a su vez de Venus. De igual forma, Roma se manifiesta
vinculada a todo el orbe conocido, lo que viene representado por el matrimonio de
Eneas, primero con la troyana Creusa (Oriente), luego con Dido (África) y, finalmente,
con Lavinia (Occidente).
Pero, además, Eneas, el piadoso, pius, encama todos los valores morales que Augusto
pretendía en su regeneración del Imperio tras las guerras civiles: la abnegación ante el
deber (fides) y el respeto escrupuloso a los antepasados a los dioses (pietas).
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tragedias de Séneca, la Tebaida es una epopeya de la crueldad, cuyos temas principales
son la lucha por el poder y el odio implacable, lo que dota a la obra de una lectura
política. En la Aquileida, de la que solo pudo componer 2 libros, relata Estacio la infancia
y adolescencia de Aquiles.
Pero, sin duda, la pieza más sobresaliente, de época neroniana, es la Farsalia de
Lucano, sobrino de Séneca y también estoico, en 10 libros. Su obra supuso una
revolución literaria al transformar la épica legendaria y maravillosa en épica histórica
romana. De ahí estos rasgos:
• Faltan las características esenciales de la epopeya.
• El tema es exclusivamente romano.
• Se eliminan los elementos maravillosos y mitológicos.
• La lejanía brumosa y poética es sustituida por la más estricta actualidad
• Los personajes actúan según las ideas estoicas del autor.
• En la narración se advierten los sentimientos del poeta.
La Farsalia, dedicada a Nerón, narra la guerra civil entre César y Pompeyo. El héroe
en primera instancia es César, pero este cede su papel a Pompeyo y, sobre todo, al
estoico Catón de Útica, que encarna todas las virtudes del aristócrata republicano
tradicional, opuesto, como el propio Lucano, que murió por ello, al régimen imperial. Si
Virgilio había cantado la grandeza de Roma, Lucano, en un tono pesimista, canta su fin.
Para ello utiliza un estilo retórico, sobreabundante, expresionista, que se complace en
lo sobrenatural y horrendo, y sentencioso, en el que el retrato psicológico de los
personajes juega un papel destacado. Al ir contra los cánones literarios, Lucano fue
objeto de una reacción brutal por parte de toda la crítica antigua, que lo consideraba
más un historiador que un poeta épico.
La epopeya Punica de Silio Itálico representa una síntesis de toda la épica precedente.
A pesar de que su obra relata el episodio histórico de la segunda guerra púnica, la
proliferación de escenas mito lógicas la aproximan a la épica legendaria. Punica es una
epopeya artificial que imita descaradamente a Virgilio y toma como fuente la historia
de Tito Li vio y su tono dramático.
Ya en época tardía (siglo v) Claudiano cultivó la épica mitológica (El rapto de
Proserpina) e histórica (Guerra contra los godos), y la literatura cristiana se sirve de este
género para ilustrar las muestras de valor y piedad de los mártires, o para darle un tono
alegórico. Prudencia y Fortunato son sus representantes más destacados.
5. El epilio
La literatura alejandrina había manifestado su rechazo por toda composición poética
de largas dimensiones. Surge así, como sustituto del poema épico, el epilio, un epos de
dimensión reducida, lleno de erudición y muy cuidado desde el punto de vista de la
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forma. En consonancia con el alejandrinismo de la época, los epilios son obras sin una
función social, en las que predomina el arte por el arte. Catulo nos ha dejado una
muestra de este subgénero en sus 408 versos de las Bodas de Tetis y Peleo, epilio en el que
los dioses acuden al matrimonio de estos dos personajes mitológicos y donde Catulo
encastra un segundo epilio, el episodio de Ariadna abandonada por Teseo,
contraponiendo así el amor feliz al amor desgraciado.