europeo, automáticamente nos viene a la cabeza el término ―BD‖ (Bande Dessinée) debido al tremendo empuje sociocultural que tiene el cómic en la escena franco-belga.
Y, dentro de esa escena,
podemos separar los dos núcleos de interés que hay en ella: los cómics de procedencia francesa (destacamos los personajes nacidos de la revista ―Pilote‖, editada por Dargaud, como el archiconocido ―Astérix‖, de Goscinny y Uderzo), y por otro lado los cómics de procedencia belga (abanderados por el no menos conocido ―Tintín‖, de Hergé). Pero lo que en general no se tiene tan claro es que el cómic europeo, tal y como lo conocemos hoy, nació en Bélgica.
En Bélgica, se dio una curiosa
circunstancia que provocó que la industria local adquiriese una determinada escuela: la prensa católica belga tomó la iniciativa de incluir en sus publicaciones historietas para niños a partir de los primeros años 20 del siglo pasado, y se distribuían en centros scout y centros educativos o de reunión ligados a la Iglesia Católica. ¿Qué es la Escuela Bruselense? ¿Y eso de la línea clara? El nombre viene, obviamente, porque nació en Bruselas. El padre de este estilo, como ya hemos indicado, fue Hergé, que desarrolló su estilo dibujando para las páginas de la revista ―Tintín‖, editada por Éditions du Lombard, cuyas oficinas estaban situadas en el centro de Bruselas. Se delimitan las figuras mediante una línea continua muy bien delimitada (la línea clara –de ahí el nombre-). Se degradan muy poco los colores, y se huye de los claroscuros. Se tiende a respetar la narrativa clásica en el montaje de las viñetas, en recuadrado o en rectángulo y con unas dimensiones uniformes. Suele circunscribirse al género de la historieta de aventuras. Se tiende a congelar el movimiento, usando muy pocas líneas cinéticas (o ninguna). Se enmarca a los personajes gráficamente caricaturizados en un entorno realista muy bien trabajado. Georges Prosper Remi (Etterbeek, Bélgica, 22 de mayo de 1907 - Woluwe-Saint-Lambert, Bélgica, 3 de marzo de 1983) fue un historietista belga, más conocido por el seudónimo artístico Hergé, por ser esa la pronunciación en francés de sus iniciales en orden invertido Hergé fue el creador de Las aventuras de Tintín en 1929,1 que a día de hoy siguen ejerciendo una importante influencia en el mundo de la historieta, particularmente en Europa. Además de esta serie, Hergé creó otras con diferentes personajes, entre las que cabe señalar Las aventuras de Jo, Zette y Jocko y Quique y Flupi. Jean Giraud (Nogent-sur-Marne, Val- de-Marne; 8 de mayo de 1938-París, 10 de marzo de 2012)1 fue un historietista e ilustrador francés, que se dio a conocer con el seudónimo Gir y el western El Teniente Blueberry en 1964, para luego revolucionar la historieta de ciencia ficción de los años 1970 y principios de los 1980 con el seudónimo de Moebius y obras como El garaje hermético (1976-1979) o El Incal (1980). Tal fue su fama, que los medios de comunicación de su país llegaron a clasificarlo como compañero de los llamados nuevos filósofos franceses (Barcelona, 15 de marzo de 1936) es un historietista español, perteneciente a la segunda generación o generación del 57 de la Escuela Bruguera, junto a autores como Figueras, Gin, Nadal, Raf, Segura o Martz Schmidt.12 Creador de multitud de series humorísticas, entre las que destaca Mortadelo y Filemón, muchas de ellas se perciben en España como un icono esencial de varias generaciones y muchos otros dibujantes de cómic posteriores reconocen su gran influencia.
Desde 1990 solo hace aventuras de
Mortadelo y Filemón —a excepción del período 2003-2009, cuando también creó nuevas aventuras de Rompetechos Alan Moore es un escritor británico y guionista de cómics, labor esta última en la que ha destacado por sus trabajos reconocidos por la crítica y popularmente aclamados como Watchmen, V de Vendetta, From Hell y The League of Extraordinary Gentlemen
Trabajó primero para el mercado de su país en revistas como 2000AD o
Warrior. A partir de 1984 trabajó en el mercado estadounidense, principalmente para DC Comics. Desde mediados de la década de los 90 trabaja mayormente en editoriales independientes a ambos lados del Atlántico.
Su pintoresco pasado, aunado a una actitud con ciertos matices misantrópicos y
su autoproclamada conversión en mago del caos, lo han vuelto célebre hasta el punto de convertirse en un ícono. Políticamente se declara anarquista, ideología que refleja en algunas de sus obras. Alan Moore es una de los guionistas de cómics más amados por el fandom, no sólo por ser considerado cómo el hombre que llevó a la mayoría de edad a las historietas de superhéroes con tres de sus obras magnas (Marvelman, V for Vendetta y Watchmen), sino también por ser un hombre que solía no subestimar a sus lectores, y escribía historias con complejidades narrativas pocas veces vistas hasta antes de él, sobre todo en el cómic comercial.