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Marcelo Corvalán M.
2023 – 2
INDICE
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1. CUESTIONES GENERALES Y CLASIFICACION
B. LAS COSAS
b. i.- Concepto
Antes, la cosa se asociaba con res, que era todo aquello que ocupaba un lugar en el espacio,
por ende, cosa era todo aquello que poseía corporeidad materia y que pudiera percibirse por
los sentidos.
Esta percepción de cosa generaba muchos problemas prácticos, por lo que fue
necesario ampliar el concepto de cosa, a aquellos objetos que carezcan de corporeidad
material. Así, el concepto de cosa comprende todo aquello que, sin ser un individuo de la
especie humana, tiene existencia, ya sea real o abstracta, corporal o incorporal.
b. ii.- Relación entre la cosa y el bien
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Teóricamente, se suele distinguir entre cosa y bien, señalándose que en entre ellas hay una
relación de genero especie, siendo la cosa el género y la especie el bien. Así, el bien sería
una cosa que proporciona una utilidad al hombre y es susceptible de apropiación.
- Debe entenderse la utilidad en un sentido amplio, esto es que la cosa pueda
proporcionar un beneficio moral o económico.
- Debe ser susceptible de apropiación; implica que la cosa pueda ser apropiable, aun
cuando actualmente no pertenezca a un particular.
- Debe poder ser singularizado en el mundo externo; debe ser susceptible de una
descripción, ya sea por categoría, por cantidad, por la situación en la que se
encuentra o por la función que cumple.
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7. Cosas singulares y universales
8. Cosas principales y accesorias
9. Cosas apropiables y no apropiables
10. Cosas comerciables y no comerciables
11. Bienes particulares y bienes públicos o nacionales
C.1 COSAS CORPORALES E INCORPORABLES (Art. 565 y ss.)
En base al artículo 565, se definen las cosas corporales como aquellas que tienen un
ser real y pueden ser percibidas por los sentidos, es decir, se trata de cosas que tiene una
identidad física dentro del mundo material.
Así mismo, define las cosas incorporales, señalando que ellas consisten en meros
derechos; no tienen existencia material, sino que se trata de una creación intelectual.
Art. 565. Los bienes consisten en cosas corporales o incorporales. Corporales son
las que tienen un ser real y pueden ser percibidas por los sentidos, como una casa,
un libro. Incorporales las que consisten en meros derechos, como los créditos, y las
servidumbres activas.
Tanto las cosas corporales como las incorporales están protegidas por el derecho de
propiedad; así se desprende de los artículos 582 y 583.
Art. 582. El dominio (que se llama también propiedad) es el derecho real en una
cosa corporal, para gozar y disponer de ella arbitrariamente; no siendo contra la ley o
contra derecho ajeno.
La propiedad separada del goce de la cosa, se llama mera o nuda propiedad.
Art. 583. Sobre las cosas incorporales hay también una especie de propiedad. Así,
el usufructuario tiene la propiedad de su derecho de usufructo.
La relevancia de hacer dicha distinción es importante para determinar el modo de adquirir
el dominio de una o de otra. (v. gr. la ocupación y tradición solo pueden recaer sobre cosas
corporales; la cesión, a su vez, es el modo de adquirir los derechos personales; y la
prescripción tiene reglas según si la cosa es corporal o incorporal).
COSAS CORPORALES
El art. 566 dispone que las cosas corporales se dividen en mueble e inmuebles; el criterio
distinción esta dado por la capacidad que ellas tienen de transportarse o trasladarse de un
lugar a otro sin desmedro de su naturaleza.
Art. 566. Las cosas corporales se dividen en muebles e inmuebles
Si se considera el criterio que se usa para distinguir a las cosas corporales muebles e
inmuebles, las cosas incorporales no podrían ser consideradas como muebles e inmuebles.
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Sin perjuicio de lo anterior, el art. 580, señala que los derechos y acciones (cosas
incorporales), se reputaran mueble o inmueble según lo sea la cosa en que ha de ejercerse o
que se debe. (v. gr. El derecho de usufructo sobre un inmueble es una cosa incorporal
inmueble, lo es igualmente, la acción del comprador para que se le entre la finca comprada;
en cambio, la acción del que ha prestado dinero, para que se le pague, es mueble.)
Art. 580. Los derechos y acciones se reputan bienes muebles o inmuebles, según lo
sea la cosa en que han de ejercerse, o que se debe. Así el derecho de usufructo
sobre un inmueble es inmueble. Así la acción del comprador para que se le entregue la
finca comprada es inmueble; y la acción del que ha prestado dinero, para que se le
pague, es mueble.
Si lo que se debe no es una cosa, sino un hecho el art. 581 lo reputa como mueble, la norma
dispone que los hechos que se deben se reputan mueble.
Art. 581. Los hechos que se deben se reputan muebles. La acción para que un
artífice ejecute la obra convenida, o resarza los perjuicios causados por la
inejecución del convenio, entra por consiguiente en la clase de los bienes muebles.
Importancia de la distinción entre cosas corporales muebles e inmuebles
- Respecto de los modos de adquirir el dominio: hay algunos de ellos que solo
proceden respecto de bienes muebles, como la ocupación. En cambio, tratándose de
la tradición, accesión y prescripción tienen reglas diversas según si la cosa es
mueble o inmueble.
- Hay ciertos derechos reales que tienen aplicación solo si se trata de una cosa mueble
o inmueble (v. gr. La hipoteca y la servidumbre solo pueden recaer sobre cosas
inmuebles.)
- Hay derechos de garantía que sólo pueden constituirse respecto de cosas muebles o
inmuebles. Por ejemplo, la prenda sólo puede recaer sobre muebles, y la hipoteca
sobre inmuebles (con excepción de las aeronaves).
- En la sociedad conyugal, los bienes muebles e inmuebles tienen reglas distintas para
determinar si ellos formarán parte del haber propio de cada cónyuge, o ingresarán al
haber absoluto o relativo de la sociedad conyugal.
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- En materia posesoria, tratándose de inmuebles se aplica la denominada "teoría de la
posesión inscrita", lo que significa que la posesión de los bienes inmuebles se
adquiere, prueba y conserva mediante la inscripción del título en el CBR.
- En cuanto a la lesión enorme, ella sólo procede cuando la compraventa recayó sobre
un bien inmueble.
- El Código Penal regula los delitos de robo y hurto sólo respecto de bienes muebles;
respecto de inmuebles, el delito es tipificado como usurpación.
Cosas corporales muebles: El art. 567 inc. 1 las define como aquellas cosas que pueden
transportarse de un lugar a otro, sea moviéndose ellas a sí mismas, o sea que sólo se
muevan por una fuerza externa. La doctrina ha sumado como requisito que no exista, por
dicho traslado, un detrimento o cambio en la sustancia de la cosa.
El código clasifica las cosas corporales como:
- Muebles por naturaleza o propiamente tales: (falta diapo)
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Art. 569. Las plantas son inmuebles, mientras adhieren al suelo por sus
raíces, a menos que estén en macetas o cajones, que puedan transportarse
de un lugar a otro.
Las cosas separadas permanentemente que sean bienes del inmueble al que
estuviese adherido, se reputaran muebles, así también se consideraran muebles antes
de su separación para los efectos de constituir derechos sobre dichos bienes en favor
de otras personas que no sea el dueño.
Si la separación es momentánea, no dejan de ser inmuebles, por esa separación
momentánea.
Art. 573. Las cosas que por ser accesorias a bienes raíces se reputan
inmuebles, no dejan de serlo por su separación momentánea; por ejemplo,
los bulbos o cebollas que se arrancan para volverlas a plantar, y las losas o
piedras que se desencajan de su lugar, para hacer alguna construcción o
reparación y con ánimo de volverlas a él. Pero desde que se separan con el
objeto de darles diferente destino, dejan de ser inmuebles.
- Por destinación: Se reputan inmuebles, aunque no por su naturaleza no lo sean, las
cosas que están permanentemente destinadas al uso, cultivo, beneficio de un
inmueble, sin embargo, de que puedan separarse sin detrimento. En conclusión, por
una ficción legal, se reputan inmueble por su especial destinación.
Requisitos para que se entienda inmuebles por destinación
La cosa mueble debe ponerse en el inmueble
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Los utensilios de labranza o minería, y los animales actualmente destinados
al cultivo o beneficio de una finca, con tal que hayan sido puestos en ella
por el dueño de la finca;
Los abonos existentes en ella, y destinados por el dueño de la finca a
mejorarla;
Las prensas, calderas, cubas, alambiques, toneles y máquinas que forman
parte de un establecimiento industrial adherente al suelo, y pertenecen al
dueño de éste;
Los animales que se guardan en conejeras, pajareras, estanques, colmenas,
y cualesquiera otros vivares, con tal que éstos adhieran al suelo, o sean parte
del suelo mismo, o de un edificio.
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En materia de compraventa, en conformidad al art. 1830, los inmuebles por
destinación están incluidos en la venta de un bien raíz; similar es la norma
del art. 2420, respecto de la hipoteca.
Art. 1830. En la venta de una finca se comprenden naturalmente todos los
accesorios, que según los artículos 570 y siguientes se reputan inmuebles.
Art. 2420. La hipoteca constituida sobre bienes raíces afecta los muebles
que por accesión a ellos se reputan inmuebles según el artículo 570, pero deja
de afectarlos desde que pertenecen a terceros.
Se da una situación similar a la de los inmuebles por adherencia; si el
inmueble por destinación se separa del bien raíz para los efectos de
constituir derechos en favor de alguien distinto del dueño, entonces el
inmueble por destinación recobra su verdadera naturaleza de bien
mueble.
COSAS INCORPORALES
Consisten en meros derechos, carecen de existencia física, solo pueden ser percibidas de
forma intelectual; son una abstracción.
Art. 565. inc. 3. (…) Incorporales las que consisten en meros derechos, como los
créditos, y las servidumbres activas.
El art. 576 agrega que los derechos pueden ser reales o personales.
Art. 576. Las cosas incorporales son derechos reales o personales.
Derechos reales
El art. 577 (de memoria), define el derecho real es aquel que se ejerce en una cosa sin
respecto de una determinada persona.
Para Planiol, son aquellos que creando una relación inmediata y directa entre una persona y
una cosa a cuyo poder ella se encuentra sometida de una manera más o menos completa,
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son por esto mismo, susceptibles de ser ejercido no solamente contra una persona
determinada, sino, frente y contra todas.
Art. 577. Derecho real es el que tenemos sobre una cosa sin respecto a
determinada persona.
Son derechos reales el de dominio, el de herencia, los de usufructo, uso o
habitación, los de servidumbres activas, el de prenda y el de hipoteca. De
estos derechos nacen las acciones reales.
En el derecho real existe una relación directa e inmediata entre el titular del derecho y la
cosa; si un tercero desconoce o perturba este derecho, la ley confiere acciones para
protegerlo. (v. gr. Si se vende una casa hipotecada, al acreedor-banco- le dará lo mismo
quien sea el dueño. El deudor seguirá siendo el que conformo la hipoteca; por definición la
hipoteca es una caución, obligación accesoria. Art. 46).
Elementos presentes en el derecho real
- Sujeto activo: se trata de la persona que es titular de este derecho, de forma tal que
lo tiene incorporado en su patrimonio.
- Objeto: se refiere a la cosa sobre la cual recae el derecho real, siendo indiferente de
si es corporal o incorporal.
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A diferencia de como ocurre con los derechos personales, en los derechos reales solo la ley
puede establecer cuáles son. La enumeración del art. 577 no es taxativa, existen otros
derechos reales como el de aprovechamiento de aguas; el de concesión minera.
Además, el art. 579 agrega el censo, derecho que puede ser real o personal según el caso.
- Los derechos reales en general no se extinguen por el paso del tiempo, es decir, no
se le aplican la prescripción extintiva, mientras que los derechos personales se
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extinguen si no se reclaman dentro de cierto lapsus de tiempo, es decir, se le aplica
la prescripción extintiva.
- Los derechos reales admiten la prescripción adquisitiva (art. 2498), mientras que se
discute si procede en los derechos personales, ya que no está claro que admitan
posesión.
Art. 2498. Se gana por prescripción el dominio de los bienes corporales raíces
o muebles, que están en el comercio humano, y se han poseído con las
condiciones legales.
Se ganan de la misma manera los otros derechos reales que no están especialmente
exceptuados.
Acciones
El código civil, al definir los derechos reales y personales, declara que de ellos nacen
respectivamente, las acciones reales y personales (arts. 577 y 578).
La acción, desde un punto de vista civil, es el derecho mismo que se hace valer en juicio,
con la finalidad de que el sea respetado.
Desde una perspectiva procesal, la acción es un poder autónomo, distinto del derecho
material o sustantivo, que tiene por objeto obtener una determinada resolución
jurisdiccional. (v. gr. Derecho a tutela judicial efectiva.)
- Acciones reales y personales: del derecho de dominio, por ejemplo, nace la acción
reivindicatoria, acción, por consiguiente, de carácter real.
- La acción de arrendador para exigir el pago de las rentas por parte del arrendatario,
así, al provenir de un derecho real, será una acción personal.
Excepciones
Es toda defensa que el demandado puede oponer a la acción ejercida por el demandante. En
general, se estima que la excepción no es sino la otra cara de la misma acción, pero
analizado desde el punto de vista del sujeto pasivo.
- Excepciones perentorias: Su finalidad es destruir, enervar la acción deducida, se
oponen respecto del fondo de la acción deducida (v. gr. Si una parte demanda a la
otra para que le pague el precio del contrato de compraventa, y el demandado opone
la excepción de pago.)
Art. 303 (293) CPC. Sólo son admisibles como excepciones dilatorias:
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1a. La incompetencia del tribunal ante quien se haya presentado la
demanda;
2a. La falta de capacidad del demandante, o de personería o representación
legal del que comparece en su nombre;
3a. La litis pendencia;
4a. La ineptitud del libelo por razón de falta de algún requisito legal en el
modo de proponer la demanda;
5a. El beneficio de excusión; y
6a. En general las que se refieran a la corrección del procedimiento sin
afectar al fondo de la acción deducida.
- Excepciones anómalas: son perentorias, que las puedo oponer, incluso, después de
que conteste la demanda, hasta la citación para oír sentencia en primera instancia o
hasta antes de la vista de la causa en segunda instancia. Aquí se encuentran las
excepciones de prescripción extintiva, de cosa juzgada, de transacción y de pago
efectivo de la deuda cuando ella se funda en un antecedente escrito.
- Cosa genérica: Se encuentra determinada por los caracteres comunes a todos los
individuos de su género y especie. La cosa genérica admite mayor o menor
determinación, pero nunca al punto de individualizar la cosa dentro de una misma
especie.
Esta clasificación se efectúa teniendo en cuanta la mayor o menor determinación de la cosa.
Estas no se encuentran recogidas expresamente en el Código Civil, sin embargo, hay
diversas disposiciones que se refieren a ellas;
- Art. 951. Se sucede a una persona difunta a título universal o a título singular.
El título es universal cuando se sucede al difunto en todos sus bienes, derechos
y obligaciones transmisibles, o en una cuota de ellos, como la mitad, tercio o
quinto.
El título es singular cuando se sucede en una o más especies o cuerpos ciertos,
como tal caballo, tal casa; o en una o más especies indeterminadas de cierto
género, como un caballo, tres vacas, seiscientos pesos fuertes, cuarenta fanegas
de trigo.
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- Art. 1508: Obligaciones de género son aquellas en que se debe
indeterminadamente un individuo de una clase o género determinado.
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cumpla la condición, pues entonces, pereciendo totalmente la especie mientras
pende la condición la pérdida será del vendedor, y la mejora o deterioro pertenecerá al
comprador.
C.3 COSAS CONSUMIBLES Y COSAS NO CONSUMIBLES
I. Consumibilidad objetiva:
Son aquellas cosas que, por su propia naturaleza, se destruye en el primer uso,
natural o civilmente, esto es:
- En el caso de la primera, la cosa desaparece se acaba físicamente
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consumición. (v. gr. Cuando el dinero se utiliza no para gastarlo sino para
invertirlo.)
Importancia de la clasificación.
- El art. 575 i. 1 señala que sólo las cosas muebles admiten clasificarse en fungibles y
no fungibles. Con todo, ciertos autores aceptan hoy que la fungibilidad pueda
extenderse a bienes raíces.
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3a. Que ambas sean actualmente exigibles.
Las esperas concedidas al deudor impiden la compensación; pero esta disposición
no se aplica al plazo de gracia concedido por un acreedor a su deudor.
- El contrato de comodato sólo puede tener por objeto una cosa no fungible (art.
2174); en cambio, el contrato de mutuo sólo puede tener por objeto una cosa
fungible (art. 2196).
Art. 2174. El comodato o préstamo de uso es un contrato en que una de las partes
entrega a la otra gratuitamente una especie, mueble o raíz, para que haga uso de
ella, y con cargo de restituir la misma especie después de terminado el uso.
Este contrato no se perfecciona sino por la tradición de la cosa.
Art. 2196. El mutuo o préstamo de consumo es un contrato en que una de las partes
entrega a la otra cierta cantidad de cosas fungibles con cargo de restituir otras
tantas del mismo género y calidad.
Los derechos, como cosas incorporales, admiten solo una división intelectual y no material.
Si embargo, excepcionalmente, la ley prohíbe la división intelectual de algunos
derechos, como ocurre con las servidumbres (arts. 826 y 827) o con la prenda y la hipoteca
(art. 2405 y 2408)
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Art. 826. Dividido el predio sirviente, no varía la servidumbre que estaba
constituida en él, y deben sufrirla aquel o aquellos a quienes toque la parte en que se
ejercía.
Art. 2405. La prenda es indivisible. En consecuencia, el heredero que ha pagado su
cuota de la deuda no podrá pedir la restitución de una parte de la prenda, mientras
exista una parte cualquiera de la deuda; y recíprocamente, el heredero que ha
recibido su cuota del crédito no puede remitir la prenda, ni aun en parte, mientras
sus coherederos no hayan sido pagados.
Art. 2408. La hipoteca es indivisible.
En consecuencia, cada una de las cosas hipotecadas a una deuda y cada
parte de ellas son obligadas al pago de toda la deuda y de cada parte de ella.
C. 6 COSAS PRESENTES Y COSAS FUTURAS
Esta clasificación no se hace en cuanto a las cosas mismas, sino a la forma en que las
personas van a realizar actos jurídicos sobre ellas.
Así las personas pueden disponer o establecer relaciones jurídicas sobre cosas que
existen al momento de su manifestación de voluntad y entonces hablaremos de bienes
presentes.
Pero la autonomía privada permite incluso realizar actos jurídicos sobre bienes que
al momento que se expresa la voluntad no existen, pero hay una esperanza de que
puedan existir en el futuro. Aquí la doctrina habla de bienes futuros.
Esta clasificación no está contemplada expresamente en el cc, pero se menciona
ella en diversas disposiciones: 1461, 1813, 1113 y 2419.
Art. 1461. No solo las cosas que existen pueden ser objetos de una declaración de
voluntad, sino las que se espera que existan; pero es menester que las unas y las
otras sean comerciables, y que estén determinadas, a lo menos, en cuanto a su género.
Art. 1813. La venta de cosas que no existen, pero se espera que existan, se
entenderá hecha bajo la condición de existir, salvo que se exprese lo contrario, o que
por la naturaleza del contrato aparezca que se compró la suerte.
Art. 1113. El legado de una cosa futura vale, con tal que llegue a existir.
Art. 2419. La hipoteca de bienes futuros sólo da al acreedor el derecho de hacerla
inscribir sobre los inmuebles que el deudor adquiera en lo sucesivo y a medida que
los adquiera.
- Cosas presentes: son aquellas que tienen una existencia real en el momento de
constituirse la relación jurídica
- Cosas futuras: ellas nos existen al tiempo de constituirse la relación jurídica,
pero si se espera que racionalmente existan. La futuridad de una cisa
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- Futuridad objetiva: la cosa en realidad no existe, pero espero que exista
- Futuridad subjetiva:
C.7 COSAS SINGULARES Y COSAS UNIVERSALES
- Cosa singular: son aquellas que plantean una individualidad orgánica unitaria,
constituyen una unidad, y esa unidad puede ser natural o artificial
Simple: son aquellas que coinciden con a la definición anterior
Compuesta: son aquellas que son producto de la unión de dos o mas
cosas singulares, formando en definitiva un solo todo, como un
automóvil
- Cosas universales: cuando juntamos un conjunto de cosas singulares, las que, si
bien, no tienen una unidad física, pero tienen un lazo invisible que las vincula;
esto es una abstracción.
La universalidad puede ser:
- Universalidad de hecho: Corresponde al conjunto de bienes muebles de
naturaleza idéntica o diferente que, no obstante permanecer separados entre ellos
y conservar su individualidad propia, forman un solo todo, por tener una misma
vinculación o destinación.
- Criterio de valor: Esto significa que hay cosas que sirven para el uso, ornato
o complemento de otra cosa.
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Art. 659. Si de las dos cosas unidas, la una es de mucha más estimación que la
otra, la primera se mirará como lo principal y la segunda como lo accesorio.
Se mirará como de más estimación la cosa que tuviere para su dueño un
gran valor de afección.
- Criterio de la finalidad: Esto significa que hay cosas que sirven para el uso,
ornato o complemento de otra cosa.
- Criterio del volumen: Es un criterio supletorio, que mira como principal la cosa
de mayor volumen.
Art. 661. En los casos a que no pudiere aplicarse ninguna de las reglas
precedentes, se mirará como principal lo de más volumen.
Relevancia de la distinción.
A partir de ella se crea el principio de que "lo accesorio sigue la suerte de lo principal", el
que tiene una gran aplicación en nuestro derecho (v. gr. En general, extinguida la obligación
principal, se extingue también la obligación accesoria. Del mismo modo, el dueño de la
cosa principal es también dueño de lo que ésta produce)
C.9 COSAS APROPIABLES Y COSAS INAPROPIABLES
- Cosas apropiables: Son aquellas susceptibles de propiedad, de que un sujeto las
adquiera. Puede tratarse de propiedad pública o privada, pero ellas deben poder
adquirirse. Las cosas apropiables se clasifican en:
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En nuestro sistema, solo las cosas muebles pueden ser inapropiadas, ya
que en conformidad al art. 590, los inmuebles que no tienen dueño
pertenecen al Fisco.
Art. 590. Son bienes del Estado todas las tierras que, estando situadas
dentro de los límites territoriales, carecen de otro dueño.
Se subclasifican en:
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1º. De las cosas que no están en el comercio;
2º. De los derechos o privilegios que no pueden transferirse a otra persona;
3º. De las cosas embargadas por decreto judicial, a menos que el juez lo autorice o
el acreedor consienta en ello;
4º. De especies cuya propiedad se litiga, sin permiso del juez que conoce en el
litigio.
- Cosas comerciables: son comerciables aquellas cosas que pueden ser objeto de una
relación jurídica privada
- Cosas incomerciables: no pueden ser objeto de una relación jurídica y por ende no
pueden constituirse sobre ellas un derecho real o personal
Por su naturaleza: las cosas que la naturaleza ha hecho comunes a
todos los humanos
Por su destinación dad por la ley: cosas que han sido sustraídas de su
destino natural para destinarlas a un fin publico
Cosas consagradas al culto divino: los autores estiman que se tratan de
cosas comerciables, porque se encuentran dentro del comercio humano.
Además, en conformidad al art 586, ellas quedan sujetas al derecho
canónico.
Inalienabilidad e incomerciable
Las cosas inalienables son aquellas que no pueden ser enajenadas por el sujeto que
es titular de ellas, en cambio, las cosas incomerciables son las que no pueden formar parte
del patrimonio de una persona.
- Bienes nacionales: Son aquellos cuyo dominio pertenece a la nación toda, según
dispone el art. 589 inc. 1.
Los bienes nacionales se clasifican en:
1. Bienes nacionales de uso público (589 cc): son aquellos cuyo dominio pertenece a
la nación toda y su uso a todos los habitantes, como las calles, plazas, puentes o
caminos. Si bien el uso de estos bienes pertenece a todos los habitantes de la nación,
dicho uso queda sujeto a regulación por la autoridad competente (art. 598); e incluso
es posible que se permita a través de la figura de los permisos y concesiones, un uso
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particular, lo que no altera la naturaleza jurídica de esta clase de bienes (art.599 y
602).
Utilización de los bienes nacionales de uso público.
Se trata de establecer cómo los particulares pueden hacer uso de estos bienes. El uso
puede ser:
- Común: Será común cuando el uso lo pueden ejercer todos los habitantes de la
nación, sin perjuicio de la regulación que al efecto dicta el Estado (art. 598).
Ejemplo, las plazas o caminos.
- Privativo: En este caso, se reserva una porción del dominio público a una persona
determinada, lo que se hace a través de un permiso o de una concesión.
La alta mar. Se define como todas las partes del mar no incluidas en
la zona económica exclusiva, en el mar territorial o en las aguas
interiores de un Estado, ni en las aguas archipelágicas de un Estado
archipelágico. 5e trata de un bien que la naturaleza ha hecho común a
todas las personas y, por lo tanto, no es susceptible de dominio, ni
aun de dominio público, por lo que no se trata de un bien nacional de
uso público.
Playa de mar (art. 594): El art. 604 dispone que ninguna nave
nacional o extranjera puede tocar o acercarse a una playa. Excepto a
los puertos, a menos que algún peligro las fuerce a ello. Dispone, que
los náufragos tienen libre acceso a la playa.
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Art. 594: la extensión de tierra que las olas bañan y desocupan
alternativamente hasta donde llegan en las más altas mareas.
3. Bienes del Estado o bienes fiscales: Son aquellos cuyo dominio se encuentra
radicado en el Estado o Fisco, como sujeto de derecho, y cuyo uso no pertenece
generalmente a todos los habitantes de la nación. Se trata de bienes comerciables y
que pueden enajenarse, hipotecarse, embargarse o adquirirse por prescripción. Por
ej, el art. 2497 señala que las reglas relativas a la prescripción se aplican igualmente
a favor y en contra del Fisco.
Ejemplos de bienes fiscales son:
- Las tierras que, estando situadas dentro de los límites territoriales, carecen de otro
dueño (art. 590).
- Los bienes que caen en comiso y las multas que se aplican a beneficio fiscal.
- Las herencias que pertenecen al Estado por no haber heredero de mejor derecho (art.
995).
- Las nuevas islas que se formen en el mar territorial, o en ríos y lagos que puedan
navegarse por buques de más de 100 toneladas (art. 597).
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2. DERECHOS REALES Y MODOS DE ADQUERIR EL DOMINIO
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Constitución que asegura el derecho de propiedad sobre toda clase de cosas corporales e
incorporales.
Art. 583. Sobre las cosas incorporales hay también una especie de propiedad. Así,
el usufructuario tiene la propiedad de su derecho de usufructo.
Art. 584. Las producciones del talento o del ingenio son una propiedad de sus
autores. Esta especie de propiedad se regirá por leyes especiales.
Doctrinariamente hablando, el dominio es el poder jurídico más amplio que se tiene sobre
una cosa.
- Ello, porque al examinar los demás derechos reales, se concluye que ellos son
siempre limitados (como el usufructo, la servidumbre, la hipoteca o la prenda) y
tienen una utilidad especifica; en cambio, el dominio es el derecho real que le
confiere una mayor amplitud de potestades a su titular.
Elemento de la definición legal
La definición del art. 582 contiene varios elementos, que se pueden clasificar en:
- Elementos relativos a la naturaleza: Son dos, la definición nos dice que el
dominio es un derecho y enseguida que ese derecho es real.
- Elementos que se refieren a los límites del ejercicio: Cuando se habla de: "no
siendo contra la ley o contra derecho ajeno"
a. ii.- Características
- Es un derecho real: Se ejerce directamente sobre una cosa, sin respecto a
determinada persona, es decir, no se requiere que un tercero deba ejecutar alguna
conducta que permita al titular ejercer el dominio. Se trata del más intenso y fuerte
de los derechos reales.
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- Es un derecho absoluto: El titular del derecho de dominio puede ejercer sobre el
objeto las más amplias facultades, de forma ilimitada, independiente y soberana; el
art. 582 usa para concluir esta característica el término "arbitrariamente" (sólo
depende del titular), sin perjuicio de los límites que establece la misma norma al
referirse a la ley y al derecho ajeno. Ha algunos autores en vez de absoluto les gusta
hablar de derecho "omnicomprensivo".
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Sin embargo, para algunos autores, teniendo en consideración la naturaleza jurídica del
dominio como un derecho absoluto, no es posible enumerar taxativamente las facultades
del dominio, ya que ellas corresponden a todas aquellas que son inherentes a la propiedad.
Clasificación
- Facultad de uso: Consiste en la posibilidad del dueño de servirse de la cosa tal cual
como ella es, para los fines a que está destinada (o no, ya veremos.). Es relevante
destacar que el uso no puede decir relación con los frutos de la cosa, porque
entonces estaríamos refiriéndonos a la facultad de goce.
El uso no importa beneficiarse de los frutos (caso que corresponde a la facultad de
goce) así como tampoco la destrucción de la cosa, porque en tal evento estaremos
en presencia del ejercicio de la facultad de disposición.
Ejemplos de uso: habitar una casa, dormir en una cama o conducir un vehículo.
La facultad de uso no necesariamente se limita a aquellas utilidades a las que está
naturalmente destinada la cosa, ya que se incluye dentro de la libertad del
propietario de usar la cosa de un modo distinto a su uso natural;
como por ejemplo si se ocupa una sábana o frazada como cortina, lo
relevante es que con el uso no se destruya la cosa, pues entonces la facultad
de uso se convierte en faculta de disposición en su sentido material.
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"nuevos bienes" un modo de adquirir el dominio: La accesión en su modalidad de
accesión de frutos.
También la facultad de goce puede ser concedida a un tercero distinto del
dueño a través de la constitución de derechos reales (usufructo) y personales
(arrendamiento 1915, anticresis 2345 cc).
Art. 2435. La anticresis es un contrato por el que se entrega al acreedor una
cosa raíz para que se pague con sus frutos.
- Facultad de disposición: Es la facultad de disposición es la más amplia y completa
dentro de los atributos o facultades del dominio; habilita al dueño para destruir
materialmente la cosa, para transformarla, degradarla, consumirla, conservarla o
desprenderse de ella.
La facultad de disposición distingue entre:
Facultades materiales: se ejercen mediante la ejecución de actos materiales
que modifican o destruyen la cosas, siempre teniendo como límite la ley y
derecho ajeno.
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En resumen, para ejercer la facultad de enajenar, deben cumplirse los siguientes
requisitos:
El enajenante debe ser capaz de ejercicio Y ADEMAS el enajenante debe ser
titular del derecho de dominio sobre la cosa, o debe actuar como
representante del titular o con su autorización. En este sentido, el art. 672
dispone que para que la tradición sea válida debe ser hecha voluntariamente
por el tradente o por su representante.
Art. 672. Para que la tradición sea válida debe ser hecha voluntariamente
por el tradente o por su representante.
Una tradición que al principio fue inválida por haberse hecho sin
voluntad del tradente o de su representante, se' valida retroactivamente por
la ratificación del que tiene facultad de enajenar la cosa como dueño o como
representante del dueño.
El derecho debe ser apto para que su titular se desprenda de él, es decir, no
debe ser un derecho inalienable o personalísimo.
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la doctrina, quienes discute si es o no válido a la luz de nuestro ordenamiento jurídico,
que un sujeto consienta libremente en que la cosa que ha adquirido no podrá ser enajenada
a un tercero.
En nuestra legislación distinguimos:
- Disposiciones, legales que prohíben expresamente las cláusulas de no enajenar,
como ocurre en materia de legados (art. 1126), arrendamiento (art. 1964), censo (art.
2031) e hipoteca (2415).
Art. 1126. Si se lega una cosa con calidad de no enajenarla, y la
enajenación no comprometiere ningún derecho de tercero, ia cláusula de no
enajenar se tendrá por no escrita.
Art. 1964. El pacto de no enajenar la cosa arrendada, aunque tenga la
cláusula de nulidad de la enajenación, no dará derecho al arrendatario sino
para permanecer en el arriendo, hasta su terminación natural.
Art. 2031. No vale en la constitución del censo el pacto de no enajenar la
finca acensuada, ni otro alguno que imponga al censuario más cargas que las
expresadas en este título.
Toda estipulación en contrario se tendrá por no escrita.
Art. 2415. El dueño de los bienes gravados con hipoteca podrá siempre
enajenarlos o hipotecarlos, no obstante, cualquiera estipulación en
contrario.
- Disposiciones legales que dan valor y reconocen las cláusulas de no enajenar, como
ocurre en materia de propiedad fiduciaria (art. 751), usufructo (art. 793) y donación
(art.1432)
Art. 751. La propiedad fiduciaria puede enajenarse entre vivos y
transmitirse por causa de muerte, pero en uno y, otro caso con el cargo de
mantenerla indivisa, y sujeta al gravamen de restitución bajo las mismas
condiciones que antes.
No será, sin embargo, enajenable entre vivos, cuando el constituyente haya
prohibido la enajenación: ni transmisible por testamento o abintestato,
cuando el día prefijado para la restitución es el de la muerte del
fiduciario; y en este el día de la restitución.
Art, 793. El usufructuario puede dar en arriendo el usufructo y cederlo a
quien quiera a título oneroso o gratuito.
Cedido el usufructo a un tercero, el cedente permanece siempre
directamente responsable al propietario.
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Pero no podrá el usufructuario arrendar ni ceder su usufructo, si se lo
hubiese prohibido el constituyente; a menos que el propietario le releve de
la prohibición.
El usufructuario que contraviniere a esta disposición perderá el derecho de
usufructo.
¿Qué sucede entonces cuando el legislador no autoriza ni prohíbe expresamente las
cláusulas de no enajenar?
Se reconocen al respecto tres posiciones doctrinarias:
- Doctrina a favor de las cláusulas de no enajenar; esta doctrina le reconoce
validez al pacto en virtud del cual una de las partes se obliga a no enajenar la cosa, y
se dan las siguientes razones:
El titular de una cosa tiene amplios poderes sobre ella, a punto tal que puede
incluso destruirla. Entonces, si el dueño está facultado para destruir la cosa,
con mayor razón está facultado para renunciar a una facultad propia del
dominio como es la enajenación. Es decir, se aplica un argumento a fortiori
de interpretación.
El art. 53 N° 3 del Reglamento del CBR, dispone que pueden inscribirse los
impedimentos o prohibiciones referentes a inmuebles, sean convencionales,
legales o judiciales, que embaracen o limiten de cualquier modo el libre
ejercicio del derecho de enajenar. Es decir, se reconocen las prohibiciones de
enajenar convencionales.
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El principio "pacta sunt servanda", en el sentido que, si una de las partes se
obligó a no enajenar, dicha obligación debe ser respetada porque los
contratos son ley para los contratantes.
Esta norma dispone que toda obligación de no hacer una cosa se resuelve en
la de indemnizar los perjuicios, si el deudor contraviene y no puede
deshacerse lo hecho.
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tiene rango legal, por haber sido dictado por mandato del art. 695 cc, de
forma tal que puede asimilarse a un DFL. Del mismo modo, el Reglamento
fue redactado por Andrés Bello, de forma tal que bien puede utilizarse para
consultar el espíritu del Código Civil en materia de bienes.
Esta tesis se funda en lo dispuesto en el art. 1126, según el cual, si se lega una cosa
con calidad de no enajenarla, y la enajenación no comprometiere ningún derecho de
tercero, la cláusula de no enajenar se tendrá por no escrita.
A contrario sensu, si la enajenación compromete el derecho de un tercero,
entonces la cláusula si tiene validez.
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- Respecto de terceros: La cláusula de no enajenar les es inoponible, salvo que ellos
hayan estado de mala fe, esto es, cuando conocían dicha estipulación. El
conocimiento de la cláusula de no enajenar deberá analizarse conforme a los
artículos 1490 y 1491, que, en definitiva, le imponen al tercero la obligación de
restituir la cosa por haberse encontrado de mala fe.
La obligación del dueño de un árbol que extiende sus ramas sobre suelo
ajeno, o penetran en él con sus raíces (art. 942)
- El abuso del derecho: El abuso del derecho se configura cuando una persona ejerce
su derecho en forma contraria a los fines económicos o sociales del mismo, o bien,
cuando ese derecho se ejerce sin que ello importe la obtención de una utilidad para
el dueño y, en cambio, se causa un perjuicio a terceros.
Un ejemplo de ello se encuentra en el artículo 56 del Código de Aguas, el que sirve
de fundamento a la teoría del abuso del derecho.
La norma señala que cualquiera puede cavar en terreno propio un pozo para
la bebida y uso doméstico, aun cuando pueda afectarse con ello el agua de
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otro pozo. Pero si de este pozo no se reportare utilidad alguna, o no tanta que
pueda compararse con el perjuicio ajeno, el titular será obligado a cegarlo.
Cuando se produce una situación de abuso del derecho, el afectado puede ejercer en
contra del agente una acción de reparación de los perjuicios causados y. además,
solicitar que cese o se atenúe el acto que afecta a sus derechos.
- Función social: La propiedad no está sólo destinada a servir los intereses
individuales del dueño, sino que ella también debe propender a la obtención del bien
común, lo que supone la existencia de ciertas limitaciones. Por ello, en aras de la
función social y del bien común, el legislador puede imponer ciertos límites al
ejercicio del derecho de dominio.
Las servidumbres.
Todas estas limitaciones son constituidas por actos o negocios jurídicos, sólo
respecto del usufructo (252) y las servidumbres puede hablarse también de origen
legal y/o judicial.
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A los derechos reales limitados o en cosa ajena de goce, hay que agregar los
derechos reales en cosa ajena de garantía (prenda, hipoteca y, censo), ya que en ellos
el propietario también ve amenazada la permanencia de su derecho de dominio en la
medida en que no se cumpla la obligación garantizada y el acreedor ejecute la
garantía sobre el bien, pidiendo su venta en pública subasta.
Asimismo, a los derechos reales tradicionales (señalados en el art. 577 i.2) hay que
agregar la constitución del derecho real de conservación medioambiental (Ley
20.390), por el cual el propietario de un predio lo grava a favor de un tercero, que
adquiere la facultad de exigir que se adopten diversas medidas con el objeto de
conservar el medio ambiente.
a. v. - Clasificación de la propiedad
Según su extensión
- Plena o nuda: La propiedad plena habilito al titular del derecho de dominio a ejercer
todos sus atributos. En cambio, en la nuda propiedad el titular esté despojado de las
facultades de usar y gozar de la cosa, manteniendo sobre ella sólo la disposición
(art. 582 inc. 2).
Según su objeto
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- Civil: La propiedad civil es aquella reglamentada en el Código Civil, y que puede
recaer sobre cosas corporales o incorporales.
- Intelectual: Es aquella que se refiere a las producciones del talento. Está regulada en
la Ley N° 17.336
- Industrial: Es aquella que se refiere a las producciones del ingenio. Está regulada en
la Ley N° 19.039.
En el plano horizontal
- Cosa mueble: el dominio se ejerce dentro de los contornos de esa cosa, y por lo
tanto la situación no plantea mayores inconvenientes.
- Bien raíz: el dominio se ejerce dentro de los deslindes de este, y si ellos no son
claros el Código le reconoce a todo dueño una acción especial (acción de
demarcación) cuya finalidad es la colocación de hitos o mojones que permitan la
demarcación del predio. Esta acción puede ir acompañada del cerramiento, con la
finalidad de fijar materialmente la extensión horizontal de la propiedad (artículos
842, 843, 844 y 845).
En la práctica, cada vez que se vende un predio que ha sido parte de otro de
más extensión que fue objeto de una subdivisión, se levanta un plano con
indicaciones de los deslindes y sus medidas, plano que se archiva en el
Registro de documentos del respectivo CBR.
Los deslindes suelen tener importancia en contratos como los de venta y de arriendo
cuando los predios se venden no según la cabida, sino como especie o cuerpo cierto,
pero con señalamiento de linderos (1833. 2y 1978)
Art. 842. Todo dueño de un predio tiene derecho a que se fijen los límites
que lo separan de los predios colindantes, y podrá exigir a los respectivos dueños
que concurran a ello, haciéndose la demarcación a expensas comunes.
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Art. 844. El dueño de un predio tiene derecho para cerrarlo o cercarlo por
todas partes, sin perjuicio de las servidumbres constituidas a favor de otros
predios.
El cerramiento podrá consistir en paredes, fosos, cercas vivas o muertas.
En el plano vertical
En este caso, la extensión del dominio se estudia en relación con los bienes raíces. Y
para estos efectos, hay que distinguir:
- La superficie: La superficie es el espacio superior del suelo con todas las
edificaciones y plantaciones que en él se contienen. En ella no hay mayor
inconveniente en el sentido que evidentemente el dominio de un predio se extiende
a toda su superficie.
Lo mismo sucede con las ramas de un árbol (art. 942). Respecto del
subsuelo, el art. 942 se refiere a las raíces de los árboles.
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Asimismo, el dueño del predio superficial lo es también de la tierra y las
rocas del subsuelo, pero ello no se extiende a los minerales, ya que ellos son
de dominio del Estado (art. 19 n. 24 constitución), sin perjuicio de que pueda
solicitarse una concesión minera al respecto, la que se constituye por
sentencia judicial.
B. COMUNIDAD O COPROPIEDAD
Terminología.
En general se habla indistintamente de copropiedad, comunidad, indivisión, pro
indivisión, condominio o propiedad colectiva. Pero en estricto rigor, habrá "comunidad "en
la indivisión que existe cuando dos o más sujetos tienen un derecho de idéntica naturaleza
jurídica sobre la totalidad de un mismo objeto y habrá "copropiedad" cuando dos o más
sujetos tengan el dominio sobre la totalidad de un mismo objeto.
En otras palabras, hay comunidad cuando varias personas tienen sobre una misma
cosa un mismo derecho y si ese derecho que tienen sobre la cosa es el derecho de dominio,
entonces se habla de copropiedad o condominio.
- Siempre los copropietarios serán comuneros, siempre.
Nuestro Código Civil.
No definió la copropiedad, pero sí trató a la comunidad como un cuasicontrato, en
los arts. 2304 y ss. recoge también a la comunidad al tratar sobre la partición de bienes,
arts. 1317 y ss.
Art. 2304. La comunidad de una cosa universal o singular, entre dos o más
personas, sin que ninguna de ellas haya contratado sociedad o celebrado otra
convención relativa a la misma cosa, es una especie de cuasicontrato.
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Art. 606. Por la ocupación se adquiere el dominio de las cosas que no pertenecen a
nadie, y cuya adquisición no es prohibida por las leyes chilenas, o por el Derecho
Internacional.
Art. 624. La invención o hallazgo es una especie de ocupación por la cual el que
encuentra una cosa inanimada que no pertenece a nadie, adquiere su dominio,
apoderándose de ella.
De este modo se adquiere el dominio de las piedras, conchas y otras
substancias que arroja el mar y que no presentan señales de dominio anterior.
Se adquieren del mismo modo las cosas cuya propiedad abandona su dueño,
como las monedas que se arrojan para que las haga suyas el primer ocupante.
No se presumen abandonadas por sus dueños las cosas que los navegantes
arrojan al mar para alijar la nave.
v. Los modos de adquirir pueden ser hechos o actos jurídicos.
En términos amplios, todos los modos de adquirir son hechos jurídicos, ya que producen
consecuencias de derecho. Pero son hechos jurídicos propiamente tal es la prescripción, la
accesión y la sucesión por causa de muerte: en cambio, son actos jurídicos la tradición y la
ley.
- Respecto de la ocupación, Fernando Rozas entiende que se trata de un acto jurídico,
porque supone la intención del adquirente de adquirir el dominio: en cambio;
- Res derelictae, cosas que tuvieron dueño, pero han dejado de tenerlo, como las
cosas cuya propiedad es abandonada, como las monedas que se arrojan para que las
haga suyos " primer ocupante (art. 624), los animales domesticados que han
recuperado su libertad (art. 608) y el tesoro (art. 625).
En virtud de este requisito se concluye que la ocupación solo procede respecto de cosas
muebles, porque los inmuebles que no tienen dueño pertenecen al Estado y, por lo tanto, en
realidad no existen inmuebles sin propietario.
2. Que la adquisición no esté prohibida por la ley chilena o por el derecho
internacional. Por ejemplo, en conformidad al art. 622. la caza y la pesca deben llevarse a
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cabo de acuerdo con la normativa especial que las rige, y estas actividades se encuentran
prohibidas en los períodos de veda. Del mismo modo, tanto la ley chilena como el derecho
internacional prohíben las presas o capturas hechas por bandidos, piratas o insurgentes (art.
641). Leer arts.
3. Que haya aprehensión material de la cosa. Es el elemento físico u objetivo de la
ocupación, lo que permite precisar que ella solo procede respecto de cosas corporales. Las
cosas incorporales no pueden adquirirse por ocupación porque respecto de ellas no hay
aprehensión material. La aprehensión material puede ser actual o incluso inminente, como
cuando el cazador hiere al animal para capturarlo y lo persigue (arts. 617 y 618). Leer arts.
4. Que haya intención de adquirir el dominio. Es el elemento psíquico o subjetivo de la
ocupación, y es que la persona debe tener el ánimo de pasar a ser dueño de la cosa que
aprehende.
CARACTERÍSTICAS DE LA OCUPACIÓN
- Es un modo de adquirir el dominio originario (art. 703 i.2).
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Si el animal herido entra en tierras ajenas donde no es lícito cazar sin permiso del
dueño, podrá éste hacerlo suyo.
Art. 618. No es lícito a un cazador o pescador perseguir al animal bravío que es ya
perseguido por otro cazador o pescador; si lo hiciere sin su consentimiento, y se apoderare
del animal, podrá el otro reclamarlo.
Situación de los animales domésticos: El art. 623 se refiere al animal doméstico fugitivo.
señalando que su dominio no se pierde ni aun cuando haya entrado en tierras ajenas.
Art. 623. Los animales domésticos están sujetos a dominio.
Conserva el dueño este dominio sobre los animales domésticos fugitivos, aun
cuando hayan entrado en tierras ajenas; salvo en cuanto las ordenanzas de policía rural o
urbana establecieren lo contrario.
- Situación de los animales domesticados: Mientras estos animales conserven la
costumbre de volver al amparo o dependencia del hombre, siguen la regla de los
animales domésticos; pero perdiendo esa costumbre, vuelven a considerarse
animales bravíos.
Art. 608. (…) y domesticados los que sin embargo de ser bravíos por su
naturaleza se han acostumbrado a la domesticidad y reconocen en cierto modo el
imperio del hombre.
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Se adquieren del mismo modo las cosas cuya propiedad abandona su dueño, como
las monedas que se arrojan para que las haga suyas el primer ocupante.
No se presumen abandonadas por sus dueños las cosas que los navegantes arrojan
al mar para alijar la nave.
Para que opere la invención o hallazgo, se requiere que la cosa sea inanimada, que sea una
res nullius o res derelictae, que quien encuentre la cosa se apodere materialmente de ella y
que dicho apoderamiento se haga con intención de adquirir el dominio.
b. El descubrimiento de un tesoro.
Es una especie de invención o hallazgo. El art. 625 define al tesoro «como la moneda o
joyas, u otros efectos preciosos, que elaborados por el hombre han estado largo tiempo
sepultados o escondidos, sin que haya memoria ni indicio de su dueño».
Para que opere el descubrimiento de un tesoro como ocupación, es necesario que se trate de
monedas. joyas u otros efectos preciosos, que deben haber sido elaborados por el hombre
(por ello, los minerales no son un tesoro). Además, estas cosas deben haber estado
sepultadas o escondidas por largo tiempo.
Si el tesoro es descubierto por el propietario del suelo, éste se hace dueño de todo el tesoro
(art. 626 i. 3). En cambio, si lo descubre un tercero en suelo ajeno de manera fortuita, o
buscándolo con permiso del dueño, el tesoro se divide por partes iguales entre el propietario
del terreno y el descubridor (art. 626 i. 1 y 2). Por último, si lo descubre un tercero en suelo
ajeno sin o contra la voluntad del dueño, el tesoro pertenece íntegramente al propietario del
suelo.
Respecto del descubridor, no cabe duda que éste adquiere el dominio del tesoro o de una
porción del mismo, por ocupación. Respecto del propietario del suelo, en las situaciones
que le corresponde alguna porción del tesoro descubierto por un tercero, se estima que el
modo de adquirir no es la ocupación sino la ley.
Por último, los arts. 627 y 628 regulan el permiso para cavar en suelo ajeno en búsqueda de
un tesoro.
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En consecuencia, el punto está en que, en la especie al parecer perdida, el dueño no ha
manifestado su intención de abandonar la cosa (no es una res derelictae), pero si ella es
encontrada por un tercero, entonces a través del procedimiento que establece la ley, se
intentará encontrar al dueño, y si éste no es habido, la cosa se transforma en res derelicta
para efectos de que quien la encontró adquiera el dominio de ella por ocupación.
Este procedimiento está regulado en los arts. 629 a 634, sin perjuicio de que existen reglas
especiales, por ej, en la ordenanza general de aduanas o en la LOC de municipalidades.
4. De especies náufragas.
Esta clase de ocupación está regulada en los arts. 635 a 639. Se consideran especies
náufragas las siguientes:
- Las naves, sus efectos muebles, su aparejo y carga, siempre que se encuentren a la
deriva en la superficie de las aguas, o hayan sido arrojadas al mar.
- Cualquier objeto que haya caído al mar, a un río o lago, durante el proceso de carga
o descarga de una nave o en cualquier otra ocasión.
- Aquellas cosas que los navegantes arrojan al mar para alijar la nave.
El art. 635 impone el deber de denunciar las especies náufragas a la autoridad marítima
competente. Si el dueño aparece, no habrá ocupación, pero éste deberá pagar los gastos y
un premio por el salvamento. Si no se presenta el dueño, se sigue el procedimiento
establecido para las especies muebles al parecer perdidas (arts. 629 y ss).
5. La captura bélica.
En conformidad al art. 640, la captura bélica está constituida por todas las propiedades que
se toman en guerra de nación a nación, no sólo a los enemigos sino también a los neutrales,
y aún a los aliados y a los nacionales, según los casos.
Se entiende por captura bélica el despojo de los bienes del vencido por parte del vencedor.
Se distingue el botín, que es la captura de especies muebles durante una guerra terrestre; la
presa, que es la captura de naves y de las mercaderías en el mar y la conquista, que es la
captura que se efectúa del territorio enemigo.
En conformidad al derecho internacional, la captura bélica es una forma de ocupación que
solo se permite dentro de la guerra de Estado a Estado, precisando que la guerra no es entre
particulares. Por ello, la captura bélica no puede afectar la propiedad privada, y ella debe
darse solo respecto de bienes del Estado. Por la misma razón, la captura bélica sólo puede
ser invocada como ocupación, por parte de un Estado, no puede servir para que un
particular adquiera el dominio.
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LA ACCESIÓN
Concepto
Definida en el art. 643: «modo de adquirir el dominio por el cual el dueño de una cosa,
pasa a serlo de lo que ella produce o de lo que se junta a ella».
- Siguiendo a Alessandri, es necesario precisar que el hecho jurídico que origina la
accesión, que le sirve de causa eficiente, es la unión de una cosa a otra, sea natural o
artificialmente. y como ello sólo puede ocurrir respecto de cosas corporales, se
estima que la accesión no se extiende a las cosas incorporales.
Clases de accesión.
- Accesión de frutos. discreta o por producción: Esta forma de accesión se
caracteriza por cuanto ella proviene de la cosa misma, y se manifiesta en la
generación de los productos (como los minerales) o frutos (que pueden ser civiles,
como la renta de arrendamiento, o naturales, como las manzanas de un árbol).
- La Segunda, cuando dos cosas se unen, ellas dos desaparecen, dejan de existir para
formar una nueva cosa y, por lo tanto, es razonable asignar el dominio de esta nueva
especie a quien era titular de la cosa separada más importante.
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Naturaleza jurídica de la accesión.
Algunos autores plantean que, atendido el tenor literal de los arts. 588 y 643, la accesión es
un modo de adquirir el dominio. causa de muerte, y la prescripción.
Art. 588. Los modos de adquirir el dominio son la ocupación, la accesión, la
tradición, la sucesión por causa de muerte, y la prescripción
Art. 643. La accesión es un modo de adquirir por el cual el dueño de una cosa pasa
a serlo de lo que ella produce, o de lo que se junta a ella. Los productos de las cosas son
frutos naturales o civiles.
Para otros, la accesión no es un modo de adquirir, sino que solo una extensión de las
facultades que son propias del dominio y, en particular, de la facultad de goce, en el sentido
que el dominio preexistente sobre una cosa se amplía y se extiende a los frutos de ella, o a
aquello que se junta con la cosa de que se trata.
La postura ecléctica distingue según el tipo de accesión. En la accesión de frutos o discreta,
no hay un modo de adquirir el dominio, sino que una materialización de la facultad de goce
derivada del derecho de propiedad.
En cambio, en la accesión continua o propiamente tal, hay un modo de adquirir el dominio,
porque de otra forma no puede explicarse que una persona se haga dueña de la cosa que se
junta a otra que es de su dominio, es decir, que el dueño de la cosa principal adquiera el
dominio de la cosa accesoria que se junta con aquella.
Características de la accesión.
- Es un modo de adquirir originario.
- Es generalmente gratuito. Por excepción, en ciertos casos es a título oneroso.
- Es entre vivos.
- Es a título singular.
- Es un hecho jurídico propiamente tal. v Sólo opera en las cosas corporales.
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remuneración del tutor o curador, o con el art. 784 que se refiere a un derecho del
usufructuario de una mina o cantera.
No obstante, lo anterior, se entiende por fruto aquello que la cosa produce en forma
periódica, sin detrimento de su sustancia, como las frutas, las semillas, o la renta de
arrendamiento. En cambio, son productos los que derivan de las cosas sin periodicidad o
con detrimento de su sustancia, como los minerales de una mina o las piedras de una
cantera.
En ambas definiciones hay dos elementos en común: la accesoriedad y la utilidad. En
cambio, hay dos elementos diferenciadores: el fruto se produce periódicamente y deja
indemne la cosa, lo que no sucede con los productos.
Clasificación y estado en que pueden encontrarse los frutos.
- Frutos naturales. Ellos están definidos en el art. 644, y son los que da la naturaleza
ayudada o no de la industria humana.
Art. 645. Los frutos naturales se llaman pendientes mientras que adhieren
todavía a la cosa que los produce nonsido se oratos de listón arraigadas al suelo, o
los productos de las plantas
Frutos naturales percibidos son los que han sido separados de la cosa
productivo, como las maderas cortadas, las frutas y granos cosechados, etc.; y se
dicen consumidos cuando se han consumido verdaderamente o se han enajenado.
Relevancia de estos tres estados; Estos estados no son relevantes desde la perspectiva del
dueño de la cosa productiva, porque él va a adquirir el dominio de estos frutos, sea por
accesión, según algunos o, según otros, por extensión de la facultad de goce del dominio.
Pero para el dueño de la cosa es indiferente que el fruto se encuentre pendiente, percibido o
consumido.
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En cambio, la distinción si es relevante para los terceros, por cuanto dependiendo del estado
en que se encuentre el fruto, se determinará cuándo adquiere el dominio de ellos un tercero.
En concreto, el tercero adquiere el dominio de los frutos una vez que ellos hayan sido
percibidos por él, ya no por medio de la accesión, sino a través de la tradición.
b. Frutos civiles.
Se definen como las utilidades o réditos que se obtienen de una cosa, como equivalente del
uso o goce que ella le produce a un tercero en virtud de una determinada relación jurídica.
En consecuencia, el fruto civil representa el provecho, la utilidad, el rédito que el dueño
habría sacado de la cosa. Por ello, se dice que los frutos civiles no son producidos por la
cosa, sino que con ocasión de la cosa.
(v. gr. frutos civiles (647 i1): los precios, pensiones o cánones de arrendamiento o censo, y
los intereses de capitales exigibles (como el mutuo), o aquellos intereses impuestos a fondo
perdido; como la renta vitalicia).
Los frutos civiles pueden encontrarse en tres estados: el CC sólo contempla los dos
primeros, y la doctrina agrega el tercero:
- Pendiente. El fruto civil está pendiente mientras se debe.
- Percibido. El fruto civil está percibido desde que se cobra, esto es, siguiendo a
Alessandri y Peñailillo, desde que se recibe, desde que se obtiene su pago, desde
que efectivamente se paga.
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Así también las pieles, lana, astas, leche, cría, y demás productos de los animales,
pertenecen al dueño de éstos.
Frutos civiles. El art. 648 sigue la misma regla. Estos frutos pertenecen al dueño de la cosa
de que provienen, de la misma manera y con la misma limitación que los frutos naturales.
Art. 648. Los frutos civiles pertenecen también al dueño de la cosa de que
provienen, de la misma manera y con la misma limitación que los naturales.
Accesión propiamente tal, continua o por unión.
Concepto.
- Para Corral, la accesión propiamente tal es aquella que se produce cuando dos cosas
que estaban originalmente separadas pasan a formar un solo todo.
Aluvión. El art. 649 define al aluvión como el aumento que recibe la ribera
de la mar o de un río o lago por el lento e imperceptible retiro de las aguas.
En consecuencia, se forma un nuevo terreno por los sedimentos que el agua
va depositando, y debe entonces determinarse a quién pertenece el terreno
que ha quedado descubierto.
La regla general es que el terreno formado por el aluvión accede al dominio
del propietario ribereño (art. 650 i. 1°). Si hubiere varios propietarios
ribereños y las líneas de extensión de sus deslindes se cortan unas a otras, el
art. 651 contempla ciertas reglas especiales.
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para el sólo efecto de reclamarla y llevársela, Si el sujeto no la reclama
dentro del año subsiguiente, entonces adquiere el dominio de esta porción el
dueño del sitio a que fue transportada (art. 652).
Mutación del álveo o cauce de un rio, o división del río en dos brazos que no
vuelven a juntarse. El álveo o cauce es el suelo que el agua ocupa y
desocupa alternativamente en sus creces y bajas periódicas.
De mueble a mueble. Ella tiene lugar cuando dos cosas muebles pertenecientes a diferente
dueño, se unen. Esta clase de accesión puede adoptar tres formas: la adjunción, la
especificación y la mezcla.
- Adjunción. Artículo 657. Es una especie de accesión que se verifica cuando dos
cosas muebles pertenecientes a diferentes dueños, se juntan una a otra, pero de
modo que puedan separarse y subsistir cada una después de separadas, como cuando
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el diamante de una persona se engasta en el oro de otra, o en un marco ajeno se
pone un espejo propio. La doctrina precisa que lo que exige el Código no es que las
cosas puedan separarse, sino que ambas puedan distinguirse, que conserven su
contorno, de forma tal que, en el evento que fueran a separarse, ellas pudieren
mantener su ser específico.
Quién se hace dueño de la cosa resultante. hay que distinguir tres situaciones:
o Si la unión se produce con desconocimiento de una de las partes y sin mala
fe de la otra, el dominio de lo accesorio accederá al dominio de lo principal,
con el gravamen de pagar al dueño de la parte accesoria su valor (art.658).
o Si se usaron las cosas sin consentimiento del dueño y sin justa causa de error
por parte del tercero, el art. 667 señala que el tercero estará sujeto a perder lo
suyo y a indemnizar los perjuicios irrogados al dueño, sin perjuicio de la
acción criminal en caso de dolo. El i. 2° dispone que esta regla no se aplica
cuando la obra resultante excediere notablemente el valor de la materia,
salvo que se haya actuado a sabiendas, caso en el cual se vuelve a la regla
general del i. 1°.
Criterios para distinguir lo principal de lo accesorio. El Código contiene tres
criterios:
o Criterio del valor de la cosa, esto es, se entenderá como principal aquello
que es de mayor valor. El Código agrega que no solo se mirará el valor
económico, sino también el valor de afección (art. 659).
55
una nave. Alessandri la define como la creación o producción de una cosa nueva,
empleando materia ajena, sin el consentimiento del propietario.
Naturaleza jurídica. Para algunos autores, la especificación es una especie de
accesión, ya que se unen dos cosas distintas, que son la materia de propiedad de una
persona, y el trabajo o mano de obra de otro. En cambio, para otros autores, hay
solo una cosa, que es la materia ajena, ya que el trabajo humano no es jurídicamente
una cosa. Por ello, estos últimos autores estiman que la especificación es un modo
de adquirir en sí mismo, distinto de la accesión.
Efectos. Ellos están en el artículo 662:
o Si no ha habido conocimiento del hecho, por una parte, ni mala fe por otra,
el dueño de la materia tendrá derecho a reclamar la nueva especie, pero
pagando la hechura.
o Si la nueva especie vale mucho más que la materia, entonces la nueva
especie pertenecerá al especificaste y el dueño de la materia solo tendrá
derecho a la indemnización de perjuicios.
o Por último, son aplicables los artículos 665, 666 y 667.
- Mezcla. La mezcla se verifica cuando se forma una cosa por la unión de materias
áridas (sólidas) o líquidas, pertenecientes a diferentes dueños, de manera que ellas
no puedan separarse (art. 663). Alessandri la define como la unión de dos o más
cuerpos sólidos o líquidos que se compenetran o confunden en el conjunto, dejando
de ser distintas o reconocibles.
Diferencias con la adjunción y la especificación. Se diferencia de la
adjunción, ya que esto supone que las cosas se unen, pero que pueden separarse y
subsistir, mientras que la mezcla supone que las materias no pueden separarse
Se diferencia de la especificación, ya que ésta supone ejercer sobre la cosa de otro
dueño, mano de obra; en cambio, la mezcla supone la unión de dos cosas y que sean
de diferente dueño.
A quién pertenece la cosa formada por la mezcla. No habiendo conocimiento
del hecho, por una parte, ni mala fe por la otra, el dominio pertenecerá a dichos
dueños proindiviso, a prorrata del valor de la materia que a cada uno pertenezca. Si
una de las dos materias Tuviere un valor extraordinariamente superior a la otra, el
dueño de la cosa principal adquirirá el dominio de la cosa resultante, sin embargo,
deberá pagar al otro el precio de la materia restante (art. 663).
Otras normas aplicables. A la mezcla también se aplican los artículos 665
(derecho de restitución), 664 (derecho a pedir separación de la cosa), 666
(presunción de conocimiento).
56
De mueble a inmueble o accesión industrial. Estas accesiones están reguladas en los arts.
668 y 669, que contemplan la edificación, la siembra y la plantación.
Esta especie de accesión consiste en que en un inmueble se ha verificado una edificación.
plantación o siembra, con materiales que pertenecen a una persona diferente que el dueño
del suelo.
Esta accesión se denomina también industrial, ya que se requiere de actividad del hombre,
no opera por el solo hecho de la naturaleza.
La edificación, la plantación y la siembra, se rigen por las mismas normas. (art. 668 i. 3)
Requisitos:
- La ausencia de un título contractual entre el dueño del suelo y el dueño de los
materiales. plantas o semillas, lo que se deduce de la circunstancia que los arts. 668
y 669 parten del supuesto que ha habido ignorancia por una de las partes.
- Es necesario que los materiales se incorporen al suelo, y que las plantas y semillas
se arraiguen en él, ya que, mientras ello no suceda, el dueño podrá reclamarlos.
(artículo 668, inciso final)
57
o Si el dueño del inmueble ha procedido sin justa causa de error, debe además
indemnizar los perjuicios al dueño de los materiales. Y si el propietario del
inmueble procedió a sabiendas o con dolo, habrá lugar también a la acción criminal.
o Si el dueño de los materiales tenía conocimiento del uso que de ellos hacía el
propietario del inmueble, el primero solo podrá reclamar el justo precio de los
materiales u otro tanto de la misma naturaleza, calidad y aptitud, cualquiera sea la
actitud o posición del dueño del inmueble.
Edificación, plantación o siembra con materiales propios en suelo ajeno. Se distinguen las
siguientes situaciones:
o Si el dueño del suelo no tuvo conocimiento, la ley contempla una opción: o hace
suyo el edificio, plantación o siembra, pero debe indemnizar al poseedor de buena o
mala fe según las reglas de las prestaciones mutuas de la acción reivindicatoria; o
puede exigir al que edificó o plantó, el pago del justo precio del terreno con los
intereses legales por todo el tiempo que lo haya tenido en su poder, y al que sembró
a pagarle la renta y a indemnizarle los perjuicios.
TRADICION
Generalidades
Nuestro CC siguió el sistema romano, en el cual el solo contrato no basta para transferir el
dominio, sino que se requiere también de un modo de adquirir, en este caso la tradición.
Art. 670. La tradición es un modo de adquirir el dominio de las cosas y consiste en
la entrega que el dueño hace de ellas a otro, habiendo por una parte la facultad e
intención de transferir el dominio, y por otra la capacidad e intención de
adquirirlo.
Lo que se dice del dominio se extiende a todos los otros derechos reales.
Intervinientes. Son el tradente y el adquirente, definidos en el artículo 671.
o Tradente. Es quien por la tradición transfiere el dominio de la cosa entregada por él
o a su nombre. Es relevante destacar que el tradente transfiere el dominio con la
entrega, y, por lo tanto, no es tradente el arrendador, o el comodante o el
depositante.
58
o Adquirente. Es quien por la tradición adquiere el dominio de la cosa recibida por él
o a su nombre. Se destaca que no se recibe la cosa para reconocer dominio ajeno, no
se trata de un mero tenedor, sino que se recibe porque se está adquiriendo el
dominio.
Entrega y tradición. La entrega es el acto material por medio del cual se traspasa una cosa
de una persona a otra. Este concepto general, puede adoptar dos formas: la entrega
propiamente tal y la tradición. Ambos se diferencian en que el primero jamás permite que
por su intermedio se adquiera el dominio de la cosa; en cambio, mediante el segundo,
precisamente se transfiere la propiedad.
En consecuencia, entre el concepto general de entrega y el concepto de tradición, existe una
relación de género a especie, siendo la entrega el género y la tradición la especie, pues esta
constituye una entrega que tiene la particularidad de transferir el dominio. Así, toda
tradición requiere entregar la cosa, pero no toda entrega importa tradición.
Es relevante reconocer las diferencias de ambos conceptos, porque en varias ocasiones el
legislador utiliza indistintamente los conceptos de entrega y tradición como si fuesen
sinónimos. Así, el art. 1443 define los contratos reales como aquellos que se perfeccionan
con la tradición de la cosa, cuando en realidad existen contratos reales en los que la entrega
no constituye tradición, como ocurre con el comodato, la prenda civil o el depósito.
Art. 1443. El contrato es real cuando, para que sea perfecto, es necesaria la
tradición de la cosa a que se refiere; es solemne cuando está sujeto a la
observancia de ciertas formalidades especiales, de manera que sin ellas no produce
ningún efecto civil; y es consensual cuando se perfecciona por el solo
consentimiento.
Características de la tradición como modo de adquirir el dominio
o Ella opera entre vivos
o Puede tener como antecedente un título oneroso (Ej. compraventa) o gratuito (Ej.
donación).
o Regla general es a título singular, excepción: tradición derecho real de herencia, que
es a título universal.
59
o Mediante la tradición no sólo se adquiere el dominio de las cosas, sino que también
de los otros derechos reales (art. 670 i. 2).
- Capacidad de ejercicio. El tradente debe tener la aptitud legal para poder transferir
el dominio por sí solo. Si bien el art. 670 no exige capacidad, ella se deriva de la
circunstancia que la tradición es un acto jurídico y. por lo tanto, requiere de
capacidad. Si el tradente es incapaz, la tradición será nula. Con todo, evidentemente
el art. 671 acepta la representación en materia de tradición.
El adquiriente:
60
El adquirente debe ser capaz, y la doctrina discute qué capacidad.
- Alessandri: capacidad de goce, atributo que habilita a toda persona para adquirir
derechos.
- En la tradición, como modo de adquirir, hay dos normas especiales que priman, que
son los arts. 682 y 683. Por lo tanto, hay que estudiar qué efecto produce la
tradición cuando el tradente no es dueño de la cosa.
Evidentemente que en tal caso no habrá transferencia de dominio, por aplicación del
principio de que nadie puede transferir más derechos que aquellos de que es titular. La
tradición es válida y produce efectos jurídicos, con excepción de la transferencia de
dominio.
Los artículos 682 y 683 lo que hacen es regular las consecuencias jurídicas que produce la
tradición cuando el tradente no es el dueño de la cosa entregada, que son las siguientes:
- Si el tradente no es el verdadero dueño de la cosa que se entrega por el o a su
nombre, no se adquieren por la tradición otros derechos que los transmisibles del
mismo tradente sobre la cosa entregada.
61
En consecuencia, la falta de consentimiento produce la nulidad absoluta de la tradición. Sin
embargo, los arts. 672 y 673 permiten la ratificación de la tradición, no obstante que se trata
de un caso de nulidad absoluta.
Art. 672. Para que la tradición sea válida debe ser hecha voluntariamente por el
tradente o por su representante.
Una tradición que al principio fue inválida por haberse hecho sin voluntad del
tradente o de su representante, se valida retroactivamente por la ratificación del
que tiene facultad de enajenar la cosa como dueño o como representante del dueño.
Art. 673. La tradición, para que sea válida, requiere también el consentimiento del
adquirente o de su representante.
Pero la tradición que en su principio fue inválida por haber faltado este
consentimiento, se valida retroactivamente por la ratificación.
Tradición hecha por mandatario o representante judicial
Como ocurre con la generalidad de los actos jurídicos, la tradición también puede
materializarse por intermedio de mandatarios o de representantes legales. Por ello, el art.
671 i. 2 y 4, señala que la tradición hecha por o a un mandatario debidamente autorizado, se
entiende hecha por o al respectivo mandante.
Según lo dispuesto en el art. 674, la tradición así efectuada requiere que los mandatarios o
representantes obren dentro de los límites de su mandato o de su representación. Para V.
Vial, esta norma contiene un error, en el sentido que, si los mandatarios o representantes
obran fuera de los límites de sus facultades, no hay un problema de nulidad sino de
inoponibilidad.
Art. 674. Para que sea válida la tradición en que intervienen mandatarios o
representantes legales, se requiere además que éstos obren dentro de los límites de
su mandato o de su representación legal.
El art. 671 i. 3 agrega un caso especial de representación legal, ya que en los casos de
ventas forzadas por decreto judicial (remates), el juez será el representante legal del
tradente.
Error en la tradición
Al ser un acto jurídico, la tradición requiere que el consentimiento de las partes esté exento
de vicios. El CC trata especialmente el error como vicio del consentimiento en materia de
tradición (art. 676 a 678), por lo que, respecto de la fuerza y el dolo, se aplican las normas
generales.
En particular, el CC reguló el error en el objeto, el error en el título y el error en la persona.
- Error en la identidad de la especie que debe entregarse (error en el objeto).
Según el art. 676, se requiere también para la validez de la tradición que no se
62
padezca de error en cuanto a la identidad de la especie que debe entregarse. Este
error se asemeja al error obstáculo o esencial del art. 1453, cuya sanción es la
inexistencia o nulidad absoluta del acto.
Art. 676. Se requiere también para la validez de la tradición que no se padezca
error en cuanto a la identidad de la especie que debe entregarse, o de la persona a
quien se le hace la entrega, ni en cuanto al título.
Si se yerra en el nombre sólo, es válida la tradición.
Art. 1453. El error de hecho vicia el consentimiento cuando recae sobre la especie
de acto o contrato que se ejecuta o celebra, como si una de las partes entendiese
empréstito y la otra donación; o sobre la identidad de la cosa específica de que se
trata, como si en el contrato de venta el vendedor entendiese vender cierta cosa
determinada, y el comprador entendiese comprar otra.
- Error en el título. Este tratado en el artículo 677, según el cual este error puede
configurarse de dos formas:
cuando una sola de las partes supone un título translaticio de dominio, y por
ende la otra uno de mera tenencia; o
cuando por las dos partes se suponen títulos traslaticios de dominio, pero
diferentes.
El error en el título invalida la tradición porque el título es un antecedente
indispensable para poder llevar a cabo la tradición. Se trata de una especie de
error in negotio del artículo 1453
Art. 677. El error en el título invalida la tradición, sea cuando una sola de las
partes supone un título translaticio de dominio, como cuando por una parte se tiene
el ánimo de entregar a título de comodato, y por otra se tiene el ánimo de recibir a
título de donación, o sea cuando por las dos partes se suponen títulos translaticios
de dominio, pero diferentes, como si por una parte se supone mutuo, y por otra
donación.
- Error en la persona. En materia de tradición, se modifica la regia general del
artículo 1455, según el cual el error en la persona sólo vicia el consentimiento en los
actos o contratos intuito personae.
Art. 1455. El error acerca de la persona con quien se tiene intención de contratar
no vicia el consentimiento, salvo que la consideración de esta persona sea la causa
principal del contrato.
Pero en este caso la persona con quien erradamente se ha contratado,
tendrá derecho a ser indemnizada de los perjuicios en que de buena fe haya
incurrido por la nulidad del contrato.
63
En la tradición, el art. 676 dispone que se requiere para la validez de la tradición,
que no se padezca error en cuanto a la identidad de la persona a quien se le hace la
entrega. La razón de que el error en la persona invalide la tradición, se encuentra en
que la tradición supone el cumplimiento de una obligación de dar que nace de un
contrato, que solo puede exigirse entonces respecto de las partes de este. En el
mismo sentido, el art. 1576 en materia de pago, dispone que para que el pago sea
válido debe hacerse al acreedor mismo o a su mandatario.
El art. 676 i. 2 aclara que el solo yerro en el nombre no implica nulidad, y en ese
caso la tradición será válida. También es relevante precisar que el art. 676 SE
REFIERE SOLAMENTE AL ERROR EN LA PERSONA DEL ADQUIRENTE y,
por lo tanto, si el error recae respecto de la persona del tradente, se vuelve a la regla
general del art. 1455 y por lo tanto no habrá vicio del consentimiento.
- Error sufrido por mandatarios o representantes legales. El art. 678 señala que, si
la tradición se hace por medio de mandatarios o representantes legales, el error de
éstos invalida la tradición.
3.- Existencia de un título translaticio de dominio. La tradición supone la entrega de una
cosa, lo que a su vez importa el cumplimiento de una obligación que ha nacido de un
contrato celebrado entre los intervinientes de la tradición.
Pero no todos los contratos que obligan a una de las partes a entregar implican que la
entrega transfiera el dominio. Sólo tienen esta virtud los denominados títulos translaticios
de dominio. En consecuencia, cuando las partes celebran un contrato que es un título
translaticio de dominio, están asumiendo que la entrega de la cosa importará tradición.
Por ello es por lo que el articulo 675 dispone: para que valga la tradición se requiere un
título translaticio de dominio, como el de venta, permuta, donación, etc.
A su turno, el art. 703 i. 3, define como título translaticio de dominio aquellos que por su
naturaleza sirven para transferirlo. Por ej. la compraventa, la permuta, la donación entre
vivos, la transacción cuando se transfiere la propiedad de un objeto no disputado, el aporte
en propiedad en un contrato de sociedad, el mutuo, el cuasi usufructo, la dación en pago o
la renta vitalicia.
Requisitos del titulo
- Debe ser válido en sí mismo. Si el título es declarado nulo, la tradición quedará sin
efecto desde el momento que carecerá de título que le sirva de antecedente.
- Debe ser válido respecto de la persona a quien se confiere. Por ejemplo, el título de
donación irrevocable no transfiere el dominio entre cónyuges (art. 675 i. 2); lo
mismo puede decirse de la compraventa entre cónyuges no separados judicialmente
o entre el padre o madre especto del hijo sujeto a patria potestad (art. 1796).
64
- Si la ley exige solemnidades especiales para la enajenación, no se transfiere el
dominio sin ellas. Por ejemplo, el art. 254 requiere para la enajenación de los bienes
raíces del hijo sujeto a patria potestad, la autorización judicial con conocimiento de
causa.
65
684 N° 3); cuando se entregan los títulos de dominio de la cosa o el
comprador fija su marca en las mercaderías compradas (art. 149 C.
Com); o cuando el tradente se encarga de poner la cosa a disposición
del adquirente (art. 684 N° 4). En este último caso, la doctrina
discute si la tradición se materializa una vez que el tradente asume
esa obligación de poner a disposición la cosa, o si se produce una vez
que la pone a disposición.
- Tradición de los frutos o productos de una cosa. El artículo 685 dispone que
cuando con permiso del dueño de un predio se toman en él piedras, frutos
pendientes u otras cosas que forman parte del predio, la tradición se verifica en el
momento de la separación de estos objetos. La norma está pensada, evidentemente,
para la transferencia de los llamados muebles por anticipación. El inciso 2° de la
norma le confiere derecho al adquirente para fijar el día y hora de común acuerdo
con el dueño, para entrar al predio a retirar los frutos o productos.
66
Art. 686. Se efectuará la tradición del dominio de los bienes raíces por la
inscripción del título en el Registro del Conservador.
De la misma manera se efectuará la tradición de los derechos de usufructo o
de uso constituidos en bienes raíces, de los derechos de habitación o de censo y del
derecho de hipoteca.
Acerca de la tradición de las minas se estará a lo prevenido en el Código de
Minería.
- Tradición de las servidumbres. (artículo 698). La servidumbre se constituye
simplemente mediante una declaración efectuada en escritura pública, por medio de
la cual el tradente expresa constituirla y el adquirente aceptarla. Agrega la ley que
esta escritura podrá ser la misma del acto o contrato.
En la práctica, y sólo por motivos de publicidad, esa escritura suele ser inscrita en el
Registro de Hipotecas y Gravámenes del CBR respectivo, pero ello no es una
exigencia legal.
Excepción: servidumbre sí requiere de inscripción para poder ser adquirida, la
servidumbre de alcantarillado en predios urbanos (Ley N° 6.977).
Art. 698. La tradición de un derecho de servidumbre se efectuará por
escritura pública en que el tradente exprese constituirlo, y el adquirente aceptarlo:
esta escritura podrá ser la misma del acto o contrato.
67
Registro de Propiedad del CBR respectivo, con la finalidad de conservar la historia
de la propiedad raíz.
Art. 1909. El que cede a título oneroso un derecho de herencia o legado sin
especificar los efectos de que se compone, no se hace responsable sino de su
calidad de heredero o de legatario.
- Tradición de los derechos personales. La tradición de los derechos personales que
un individuo cede a otro se verifica por la entrega del título hecha por el cedente al
cesionario (artículos 699 y 1901). Esta tradición puede adoptar dos formas puede
ser real, cuando el título constaba por escrito; o simbólica, porque puede ocurrir que
el título no haya constado por escrito, y entonces se procede a su escrituración y se
le entrega al cesionario.
El Código solo regula la tradición de los derechos personales o créditos
nominativos, pero no de los títulos que son a la orden o al portador. Los títulos
nominativos se transfieren mediante la cesión de derechos personales; los títulos a la
orden se transfieren mediante su endoso; y los títulos al portador, mediante la mera
entrega. Esto tiene relevancia, por ejemplo, en materia de letras de cambio, pagarés
y cheques, los que se regulan por el Código de Comercio y leyes especiales.
Art. 699. La tradición de los derechos personales que un individuo cede a
otro se verifica por la entrega del título hecha por el cedente al cesionario.
Efectos de la Tradición
Para determinar los efectos que produce la tradición, debe distinguirse si el tradente es o no
dueño de la cosa que entrega (artículos 682 y 683):
- Si el tradente es dueño de la cosa.
Entonces la tradición transfiere el dominio (efecto fundamental) pero al ser un modo
de adquirir derivativo, el dominio se transfiere con las mismas limitaciones, cargas y
gravámenes que tenía el derecho de quien concurre como tradente. Junto con el
dominio, el adquirente al recibir la cosa recibirá la posesión de esta. Si se trata de un
inmueble, la inscripción atribuirá la posesión de este.
Si el dominio del tradente estaba sujeto a gravámenes reales o estaba sujeto a una
condición resolutoria, pasará con esas limitaciones al adquirente.
Así por ejemplo si había constituido el tradente un derecho de usufructo o de
servidumbre sobre el inmueble objeto de la tradición, el adquirente adquirirá el
derecho de dominio limitado por esos derechos reales. Si el dominio del tradente
estaba sujeto a una condición resolutoria y ésta se cumple, al operar
retroactivamente se entenderá que el tradente nunca fue dueño y por lo tanto la
tradición tampoco habrá transferido la propiedad al adquirente. No obstante, las
condiciones resolutorias no afectarán a terceros que estén de buena fe, conforme a lo
previsto en los artículos 1490 y 1491.
68
- Si el tradente NO es dueño de la cosa. Tradición a non dominio
La tradición será válida, pero no transferirá el dominio. En conformidad a los arts.
682 y 683, esa tradición produce otro efecto jurídico, que es asignarle al adquirente
la calidad de POSEEDOR de la cosa y. por ende, cumpliendo los demás requisitos
legales, podrá adquirir el dominio de ella por prescripción. Lo anterior es sin
perjuicio de que el pago sea nulo cuando el que paga no es dueño de la cosa
respectiva.
Es decir, la tradición no produce el efecto de transferir el dominio: nemo plus iuris
ad alium tranferre potest, quam ipse haberet (Nadie puede transferir más derechos
de los que tiene)
Adquisición de otros derechos transferibles:
Si el tradente no es dueño, pero tiene otros derechos sobre la cosa que entrega y estos
derechos son transferibles entre vivos, el adquirente no adquiere el dominio, pero adquiere
estos otros derechos (682 i. 1)
Por ej. si el tradente no era dueño, pero si usufructuario de la cosa, el adquirente
adquirirá el derecho de usufructo sobre la cosa.
Sin embargo, esta consecuencia debe ser opcional para el adquirente ya que no puede
aceptarse que alguien adquiera derechos sin su consentimiento, ya que incluso puede
perjudicarlo.
Adquisición retroactiva de dominio:
En dos casos el adquirente, sin hacer nada de su parte, es reputado dueño de la cosa desde
que el tradente no dueño le hizo entrega de ella:
1. Cuando el verdadero dueño ratifica la tradición efectuada sin su consentimiento.
Art. 672. (…) Una tradición que al principio fue inválida por haberse hecho
sin voluntad del tradente o de su representante, se valida retroactivamente por la
ratificación del que tiene facultad de enajenar la cosa como dueño o como
representante del dueño.
2. Cuando el tradente que no era dueño llega a serlo después de la tradición por
cualquier modo; por ejemplo, si sucede por causa de muerte como único heredero al
propietario de la cosa.
682 i. 2: Pero si el tradente adquiere después el dominio, se entenderá
haberse éste transferido desde el momento de la tradición.
Esta norma es reforzada con otra que se ubica en el contrato de compraventa.
69
Art. 1819. Vendida y entregada a otro una cosa ajena, si el vendedor
adquiere después el dominio de ella, se mirará al comprador como verdadero
dueño desde la fecha de la tradición.
(…)
Por ello si el vendedor, una vez adquirido el dominio, hace tradición de la cosa a
favor de otra persona, estará haciendo una tradición a non dominio. 1819 i.2: Por
consiguiente, si el vendedor la vendiere a otra persona después de adquirido el
dominio, subsistirá el dominio de ella en el primer comprador.
¿Cuándo puede perderse la Tradición?
Regla general. Como en todo pacto jurídico puro y simple la regla general es que sus
efectos pueden exigirse inmediatamente de celebrado el contrato. Y la tradición requiere un
título translaticio de dominio que le sirva de antecedentes, de forma tal que se podrá exigir
la tradición una vez que se haya celebrado el acto o contrato que le sirve de título.
Esta regla está en el art. 681: Se puede pedir la tradición de todo aquello que se deba, desde
que no haya plazo pendiente para su pago: salvo que intervenga decreto judicial en
contrario.
Excepciones:
- Cuando hay plazo pendiente para el pago de la cosa: Por ej, ofrezco "pagarle" a
Pedro, esto es, entregarle una casa que le he vendido, el 1 de enero de 2024. Pedro
no podrá exigir la tradición sino una vez vencido el plazo.
- Cuando ha intervenido decreto judicial en contrario: Por ej, si debo a Juan, pura y
simplemente, una determinada cantidad de dinero, y por lo tanto debo hacerle
tradición de ese dinero. Pero Juan a su vez tenía varios acreedores y uno de ellos
pidió judicialmente la retención o embargo del crédito que Juan tenía conmigo. En
ese caso, Juan no puede exigirme la tradición, porque hay una resolución judicial
que lo impide. relación con art. 1578. (sanción: nulidad absoluta)
Art. 1578. El pago hecho al acreedor es nulo en los casos siguientes:
2° Si por el juez se ha embargado la deuda o mandado retener su pago:
- Cuando el título es condicional: Si el título está sujeto a una condición suspensiva,
evidentemente que el acreedor no puede exigir la tradición sino una vez cumplida la
condición.
Tradición sujeta a condición
Al menos teóricamente, aquí ya no se trata de que el título translaticio esté sujeto a
condición, sino que la tradición misma está sujeta a una condición. Pero, siguiendo a
Alessandri, lo que en verdad se sujeta a condición sigue siendo el título (de acuerdo). A este
70
respecto, el art. 680 dispone que la tradición puede transferir el dominio bajo condición
suspensiva o resolutoria, con tal que se exprese.
- Tradición sujeta a condición suspensiva. Consiste en que el tradente hace entrega
de la cosa al adquirente, pero esa entrega no transfiere el dominio, por cuanto se ha
estipulado una condición suspensiva, de suerte tal que, solo una vez cumplida esa
condición, el adquirente pasa a ser dueño de la cosa, sin necesidad de efectuar una
nueva tradición.
Por ejemplo, Juan le dona a Pedro un automóvil, y se lo entrega, pero para que éste
lo haga suyo si, por ejemplo, se recibe de abogado.
- Tradición sujeta a condición resolutoria. En este caso, el adquirente se hace
dueño de la cosa desde que se verifica la entrega de ella, sin perjuicio de lo cual, su
dominio estará expuesto a perderse en el evento que se verifique una condición
resolutoria, caso en el cual se reputará que ese sujeto jamás ha sido dueño de la
cosa. Reiteremos que, en realidad, lo que lleva la condición resolutoria es el título,
no la tradición.
- en segundo lugar, existe también el folio real, esto es, un registro que se lleva por
predio, los que se individualizan por un número u otro signo, de suerte tal que cada
inmueble está asociado a ese número.
El sistema chileno
1.- Normativa aplicable:
- El Código Civil y, especialmente, los arts. 686 y siguientes.
72
Interdicciones y Prohibiciones de Enajenar. Con todo, el mismo D.F.L. ordena que
el oficio de estos Conservadores será y se considerará como uno solo.
73
- Historia de la propiedad raíz. Esto significa que el Registro Conservatorio permite
estudiar cuáles han sido las diversas mutaciones que han afectado a un determinado
bien raíz.
74
- Los Conservadores. Están definidos en el art. 446 del COT, como ministros de fe
encargados de los Registros Conservatorios de Bienes Raíces, de Comercio, de
Minas, de Acciones de Sociedades Propiamente Mineras, de Asociaciones de
Canalistas, y otros que las leyes encomienden. Los arts. 446 y ss. de este cuerpo
legal, los regulan orgánicamente.
75
Índice particular. En él se anotan por orden alfabético el nombre de los
otorgantes, el apellido de estos y el nombre del bien raíz materia de la
inscripción. Se llama particular porque se lleva respecto de cada Registro.
Índice general. El índice general se lleva por orden alfabético con las mismas
menciones que el índice particular, y se forma a medida que se vayan haciendo
las inscripciones en los tres registros que lleva el Conservador.
76
casos tienen en común que su objetivo es dar publicidad a determinadas
circunstancias, con la finalidad de hacerlas oponibles a terceros.
Títulos que pueden inscribirse. Artículo 53 del Reglamento, se trata de títulos cuya
inscripción es voluntaria, pero que una vez practicado el registro, se siguen
consecuencias jurídicas de ello. Estos son:
Condición suspensiva o resolutoria del dominio de bienes inmuebles o de
otros derechos reales constituidos sobre ellos. Esto es relevante porque si se
inscribe la condición resolutoria, los terceros entonces estarán de mala fe, la
ley entiende que conocían la condición por estar inscrita, y por lo tanto
deberán restituir la cosa.
Art. 1491. Si el que debe un inmueble bajo condición lo enajena, o lo
grava con hipoteca, censo o servidumbre, no podrá resolverse la
enajenación o gravamen, sino cuando la condición constaba en el título
respectivo, inscrito u otorgado por escritura pública.
Todo gravamen impuesto en un bien raíz que no sea de aquellos indicados en
los números 1 y 2 del art. 52 Reglamento. Por ejemplo, las servidumbres, los
contratos de arrendamiento en el caso del art. 1962 y genéricamente
cualquier acto o contrato cuya inscripción sea permitida por la ley. (Por
ejemplo, comodato sobre inmuebles)
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en el sentido que entre las anotaciones del Conservador debe existir cierta
coherencia, de forma tal que, si se encuentra inscrita una prohibición de enajenar
convencional, no es lógico que el Conservador inscriba una transferencia de
dominio respecto del mismo inmueble.
La opinión mayoritaria es que el Conservador debe darle curso a la inscripción,
porque la validez y efectos de la cláusula de no enajenar son discutibles e, incluso,
puede interpretarse que ella no constituye sino una obligación de no hacer, de
manera tal que su infracción da lugar a una indemnización de perjuicios. Además, el
art. 13 del Reglamento se refiere a inscripciones legalmente inadmisibles, y aquí
estamos en presencia de una prohibición convencional, no legal. La negativa a
inscribir del Conservador es una excepción y. por lo tanto, debe ser interpretada
restrictivamente.
78
tanto, el título no va a producir la consecuencia que naturalmente trae
consigo
79
Proceso de inscripción.
Anotación. En el momento en que el Conservador recibe la copia auténtica
del título, lo anota en el Repertorio de acuerdo con el número que
corresponde cronológicamente (arts. 24 y 65 Reglamento). Esta es una
anotación que caduca a los dos meses, y se le denomina anotación
presuntiva.
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Si se trata de una variación sustancial y se requiere de un título nuevo,
entonces no se efectúa una subinscripcion, sino una nueva inscripción en la
cual se deja una nota de referencia.
Cancelación. Es el acto por el cual se deja sin efecto un asiento o inscripción
en el Registro. La cancelación, materialmente, se verifica mediante una
subinscripción. La cancelación puede ser total o parcial; y puede ser
convencional o judicial. El Conservador no puede efectuar cancelaciones de
oficio.
La cancelación es relevante porque desde que ella se produce, la persona a
cuyo nombre estaba inscrito el inmueble, deja de ser poseedor de él y. por lo
tanto, ya no se verá amparado por la teoría de la posesión inscrita.
Reinscripción. Consiste en volver a inscribir un mismo inmueble a nombre
del mismo propietario. Ello ocurre, por ejemplo, cuando se crea un nuevo
CBR
- Publicidad de los Registros. Los libros que lleva el Conservador son esencialmente
públicos y. por lo tanto, cualquier persona puede consultarlos y tomar nota de ellos
en la oficina del Conservador, quien además está obligado a dar cuantas copias y
certificados se le pidan, judicial o extrajudicialmente, acerca de lo que consta o no
consta en sus registros. En las copias se contendrán las subinscripciones y notas de
referencia correspondientes (artículos 49 a 51 del Reglamento).
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Cuando muere una persona, se abre su sucesión y opera en favor de los herederos, el modo
de adquirir el dominio sucesión por causa de muerte. Es decir, mediante este modo, opera el
traspaso de los bienes del causante a sus herederos o legatarios, por el sólo ministerio de la
ley.
En consecuencia, en virtud del principio de que el dominio se adquiere por un sólo modo,
los herederos no requieren que se les haga tradición de las cosas que heredan, porque
adquirieron el dominio por sucesión por causa de muerte. Sin perjuicio de lo anterior. para
disponer o enajenar de un bien raíz de la herencia, el artículo 688 exige que se practiquen
previamente ciertas inscripciones.
Inscripciones que deben practicar los herederos. El artículo 688 inciso 1°
dispone que, en el momento de deferirse la herencia, la posesión efectiva de ella se confiere
por el ministerio de la ley al heredero; pero esta posesión legal no habilita al heredero para
disponer en manera alguna de un inmueble, mientras no proceda a practicar las
inscripciones que a continuación se indican.
Es relevante destacar que el art. 688 limita la enajenación de inmuebles, por lo que,
respecto de las cosas muebles de la herencia, los herederos al pueden disponer de ellos (una
vez que hayan pagado el impuesto a la herencia).
- Inscripción de la posesión efectiva y del testamento, si lo hubiere. C N° 1 del
artículo 688, dispone que se debe inscribir el decreto judicial o la resolución
administrativa que otorgue la posesión efectiva el primero ante al Conservador de
Bienes Raíces de la comuna o agrupación de comunas en que haya sido
pronunciado, junto con el correspondiente testamento, y la segundo en el Registro
Nacional de Posesiones Efectivas.
La diferencia se efectúa porque si la herencia es testada, entonces la posesión
efectiva debe concederla el Juzgado Civil del último domicilio del causante; al es
intestado lo concede el Servicio de Registro Civil e Identificación.
- Inscripción especial de herencia, El N° 2 del art. 688 dispone que se deben practicar
inscripciones especiales prevenidas en los incisos primero y segundo del artículo
precedente. Ello se refiere a practicar la inscripción del título de dominio a nombre
de Todos los herederos, en el Registro Conservatorio del territorio en que esté
situado el inmueble, quedando los herederos poseyéndolo en comunidad.
En virtud de la inscripción especial de herencia, los herederos podrán disponer de
consuno de los inmuebles hereditarios. Es decir, pueden enajenar un inmueble de la
herencia, pero compareciendo todos los herederos conjuntamente.
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disponer po: sí solo de los inmuebles hereditarios que en la partición le hayan
cabido.
Posesión legal, posesión efectiva y posesión material de la herencia. Artículos 688 y 696
- Posesión legal. Es aquella que se verifica por el sólo ministerio de la ley, una vez
que se produce la delación de la herencia (arts. 688 y 722), O sea, en el momento en
que fallece el causante, por el sólo ministerio de la ley. el heredero adquiere la
posesión legal de la herencia, la que es particular porque no requiere ni el animus ni
el corpus, opera incluso sin el conocimiento del heredero.
Art. 722. La posesión de la herencia se adquiere desde el momento en que es
deferido, aunque el heredero lo ignore.
El concepto de posesión legal existe para darle continuidad al dominio de los
bienes, yo que cuando fallece el causante, el heredero puede aceptar o repudiar la
herencia. Y si demora en manifestar su voluntad, quedaría un interregno entre la
muerte del causante y la aceptación, período en que los bienes no serían poseídos
por ninguna persona y carecerían de titular. Por ello, el legislador recurrió a la figura
de la posesión legal, que opera desde el momento mismo de la muerte del causante.
- Posesión efectiva. Corresponde a la sentencia judicial o resolución administrativa
que reconoce al heredero la calidad de tal
- Posesión material. Es la tenencia de una cosa con animo de señor y dueño, es decir,
la posesión propiamente tal, definida en el artículo 700 CC.
Sanción en caso de infringirse el artículo 688. Se refiere a cuál es la sanción si es que se
dispone de un bien raíz de la herencia, sin que hayan mediado las inscripciones que exige el
art. 688.
La Jurisprudencia entiende que la sanción no es la nulidad ni del título ni de la tradición. La
sanción está contenida en el art. 696, según el cual los títulos cuya inscripción se prescribe
en los artículos anteriores, no darán o transferirán la posesión del respectivo derecho,
mientras la inscripción no se efectúe de la manera que en dichos artículos se ordena.
Ello ha sido criticado porque el art. 696 se refiere lógicamente a los títulos translaticios de
dominio, pero el art. 688 no contempla títulos translaticios, sino otros títulos que no dicen
relación alguna con la tradición. En otros términos, ni la resolución administrativa o
judicial que concede la posesión efectiva, ni la inscripción especial de herencia ni la
adjudicación, son títulos translaticios de dominio y. por ende, no es aplicable a este respecto
la sanción del artículo 696.
Para los autores que critican el criterio de la jurisprudencia, frente a la infracción del art
688, se plantean dos opciones
- Si se enajena una cosa sin haber cumplido las inscripciones del art. 688, no se
transfiere el dominio de ella, pero sí se transforma al receptor de la cosa, en
poseedor regular de ella, habilitándolo para adquirirla por prescripción y para
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ejercer las denominadas acciones posesorias y. dentro de estas últimas, la querella
de amparo, la que se podrá ejercer para poner remedio a la situación que afecta a
este poseedor, esto es, la falta de las inscripciones del artículo 688.
- La segunda opción, es que el acto por el cual se dispone de un bien hereditario, sin
haberse practicado las inscripciones del artículo 688, adolece de nulidad relativo, ya
que dichas inscripciones constituyen requisitos establecidos debido a la calidad de
heredero que tiene un sujeto. De este modo, se podría posteriormente proceder a las
inscripciones del artículo 688, lo que importaría una ratificación de la nulidad
relativa.
Qué ocurre con la cesión del derecho real de herencia. Si un heredero cede su
derecho real de herencia, no es necesario que previamente haya cumplido con el art. 688,
porque esta última norma solo se refiere a la disposición o enajenación de bienes raíces de
la herencia: en cambio, la cesión del derecho real de herencia o de una cuota de él, supone
el traspaso de una universalidad jurídica que no tiene el carácter de inmueble, y que es
distinta de las cosas que individualmente la componen.
Inscripción del legado de un inmueble. Los legados son asignaciones testamentarias a
título singular. Es decir, ya no se trata de una universalidad como la herencia, sino que de
una cosa singular. El legado, que es siempre a título singular, puede ser:
- Legado de especie o cuerpo cierto. Es cuando se lega una cosa determinada. En este
caso el legatario adquiere el dominio de la cosa directamente del causante y. por lo
tanto, el modo de adquirir es la sucesión por causa de muerte. En consecuencia, no
requiere para adquirir el dominio de inscripción conservatoria alguna. Pero si lo
legado es un bien raíz, el legatario debe inscribir el inmueble a su nombre por
motivos de publicidad e historia de la propiedad raíz. Para estos efectos, en la
práctica los Conservadores exigen que los herederos suscriban con el legatario una
escritura pública denominada de entrega de legado, y esa escritura es la que se
inscribe en el Conservador. La escritura de entrega de legado no es un acto de
disposición, no es un título translaticio, porque el legatario ya adquirió el dominio
por sucesión por causa de muerte.
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Otros sistemas registrales. No solo los bienes raíces están sujetos a registro. puesto que
hay distintos bienes muebles que también lo están, aunque la inscripción produce otras
diversas consecuencias jurídicas, por ejemplo:
- Ley N° 18.290 (ley de tránsito) indica que las transferencias de vehículo deben
anotarse en el Registro de Vehículos Motorizados que lleva el Registro Civil. En
este caso, la inscripción no constituye tradición, la que se sigue efectuando según
las reglas generales de los bienes muebles, pero sí produce ciertos beneficios
jurídicos, como. por ejemplo, acogerse a una presunción simplemente legal de
dominio del vehículo.
- Las aeronaves, deben ser inscritas en el Registro Nacional de Aeronaves que lleva la
Dirección General de Aeronáutica Civil. En este caso, la inscripción tampoco
constituye tradición, pero su omisión trae como consecuencia que el dominio del
nuevo propietario no será oponible a terceros mientras no se proceda a practicar la
inscripción
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