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DERECHOS REALES

Apuntes de las clases del Profesor Daniel Ogalde

Marcelo Corvalán M.
2023 – 2
INDICE

1. CUESTIONES GENERALES Y CALSIFICACION


a. Los bienes y la relación jurídica..…………………………………………………………3
b. Las cosas.…………………………………………………………………………………3
c. Clasificación de las cosas…………………………………………………………………4
c. 1. Cosas corporales y cosas incorporales …………………………………………4
c. 2. Cosas específicas y genéricas……………………………………………….…
14
c. 3. Cosas consumibles y no consumibles…………………………………………15
c. 4. Cosas fungibles y no fungibles...………………………………………………
16
c. 5. Cosas divisibles e indivisibles…………………………………………………
18
c. 6. Cosas presentes y futuras………………………………………………………
18
c. 7. Cosas singulares y universales…………………………………………………
19
c. 8. Cosas principales y accesorias…………………………………………………
20
c. 9. Cosas apropiables y no apropiables……………………………………………
21
c. 10. Cosas comerciables y no
comerciables……………………………………….22
c. 11. Bienes particulares y bienes públicos o
nacionales…………………………..23

2. DERECHOS REALES Y MODOS DE ADQUERIR EL DOMINIO


a. Derecho real de dominio o
propiedad…………………………………………………….27
a. i. Generalidades y
Concepto……………………………………………………...27
a. ii. Características…………………………………………………………………
28
1
a. iii. Atributos o facultades del dominio……………………………………………
29
a. iv. Situaciones que se generan en relación con el derecho de
dominio…………..37
a. v. Clasificación de la
propiedad…………………………………………………..39
a. vi. Extensión objetiva del
dominio……………………………………………….40
b. Comunidad o
copropiedad……………………………………………………………….42

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1. CUESTIONES GENERALES Y CLASIFICACION

A. LOS BIENES Y LA RELACIÓN JURÍDICA


Como estudiamos el semestre pasado, el acto jurídico debe tener un objeto, que son los
derechos y obligaciones que del emanan y a su vez dichos derechos y obligaciones deben
tener un objeto que es la cosa misma que se debe dar o el hecho que debe ejecutarse o
abstenerse.
Así, al estudiar los bienes, estudiaremos el objeto de la relación jurídica y el objeto de la
obligación, desde la perspectiva de las cosas que pueden ser objeto de una relación jurídica
o de una obligación.

B. LAS COSAS
b. i.- Concepto
Antes, la cosa se asociaba con res, que era todo aquello que ocupaba un lugar en el espacio,
por ende, cosa era todo aquello que poseía corporeidad materia y que pudiera percibirse por
los sentidos.
Esta percepción de cosa generaba muchos problemas prácticos, por lo que fue
necesario ampliar el concepto de cosa, a aquellos objetos que carezcan de corporeidad
material. Así, el concepto de cosa comprende todo aquello que, sin ser un individuo de la
especie humana, tiene existencia, ya sea real o abstracta, corporal o incorporal.
b. ii.- Relación entre la cosa y el bien

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Teóricamente, se suele distinguir entre cosa y bien, señalándose que en entre ellas hay una
relación de genero especie, siendo la cosa el género y la especie el bien. Así, el bien sería
una cosa que proporciona una utilidad al hombre y es susceptible de apropiación.
- Debe entenderse la utilidad en un sentido amplio, esto es que la cosa pueda
proporcionar un beneficio moral o económico.

- Respecto de la apropiación; el bien debe ser susceptible de caer bajo el dominio


del humano.
Si una cosa reúne ambas características, decimos que estamos frente a un bien. En la
práctica, el legislador considera la cosa y el bien como sinónimos, por lo que el concepto de
cosa y bien se utiliza indistintamente.
b. iii.- Características que se concluyen de la noción jurídica de cosa
- Extrañeza al sujeto; es cosa aquello que no es persona.
- Debe ser relevante; el interese que genera la cosa debe ser merecedor de la
protección del ordenamiento jurídico.

- Debe ser susceptible de apropiación; implica que la cosa pueda ser apropiable, aun
cuando actualmente no pertenezca a un particular.

- Debe ser capaz de prestar utilidad a la persona.

- Debe poder ser singularizado en el mundo externo; debe ser susceptible de una
descripción, ya sea por categoría, por cantidad, por la situación en la que se
encuentra o por la función que cumple.

C. CLASIFICACIÓN DE LOS BIENES (COSAS)


Los bienes están regulados en el Libro II del Código Civil; “De los bienes, y de su dominio,
posesión, uso y goce”.
El Título I del Libro II, denominado “De las varias clases de bienes”; Art 565 y ss.
establecen las distintas categorías o clasificación de bienes:
1. Cosas corporales e incorporales
2. Cosas específicas y genéricas
3. Cosas consumibles y no consumibles
4. Cosas fungible y no fungibles
5. Cosas divisibles e indivisibles
6. Cosas presentes y futuras

4
7. Cosas singulares y universales
8. Cosas principales y accesorias
9. Cosas apropiables y no apropiables
10. Cosas comerciables y no comerciables
11. Bienes particulares y bienes públicos o nacionales
C.1 COSAS CORPORALES E INCORPORABLES (Art. 565 y ss.)
En base al artículo 565, se definen las cosas corporales como aquellas que tienen un
ser real y pueden ser percibidas por los sentidos, es decir, se trata de cosas que tiene una
identidad física dentro del mundo material.
Así mismo, define las cosas incorporales, señalando que ellas consisten en meros
derechos; no tienen existencia material, sino que se trata de una creación intelectual.
Art. 565. Los bienes consisten en cosas corporales o incorporales. Corporales son
las que tienen un ser real y pueden ser percibidas por los sentidos, como una casa,
un libro. Incorporales las que consisten en meros derechos, como los créditos, y las
servidumbres activas.
Tanto las cosas corporales como las incorporales están protegidas por el derecho de
propiedad; así se desprende de los artículos 582 y 583.
Art. 582. El dominio (que se llama también propiedad) es el derecho real en una
cosa corporal, para gozar y disponer de ella arbitrariamente; no siendo contra la ley o
contra derecho ajeno.
La propiedad separada del goce de la cosa, se llama mera o nuda propiedad.
Art. 583. Sobre las cosas incorporales hay también una especie de propiedad. Así,
el usufructuario tiene la propiedad de su derecho de usufructo.
La relevancia de hacer dicha distinción es importante para determinar el modo de adquirir
el dominio de una o de otra. (v. gr. la ocupación y tradición solo pueden recaer sobre cosas
corporales; la cesión, a su vez, es el modo de adquirir los derechos personales; y la
prescripción tiene reglas según si la cosa es corporal o incorporal).

COSAS CORPORALES

El art. 566 dispone que las cosas corporales se dividen en mueble e inmuebles; el criterio
distinción esta dado por la capacidad que ellas tienen de transportarse o trasladarse de un
lugar a otro sin desmedro de su naturaleza.
Art. 566. Las cosas corporales se dividen en muebles e inmuebles
Si se considera el criterio que se usa para distinguir a las cosas corporales muebles e
inmuebles, las cosas incorporales no podrían ser consideradas como muebles e inmuebles.

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Sin perjuicio de lo anterior, el art. 580, señala que los derechos y acciones (cosas
incorporales), se reputaran mueble o inmueble según lo sea la cosa en que ha de ejercerse o
que se debe. (v. gr. El derecho de usufructo sobre un inmueble es una cosa incorporal
inmueble, lo es igualmente, la acción del comprador para que se le entre la finca comprada;
en cambio, la acción del que ha prestado dinero, para que se le pague, es mueble.)
Art. 580. Los derechos y acciones se reputan bienes muebles o inmuebles, según lo
sea la cosa en que han de ejercerse, o que se debe. Así el derecho de usufructo
sobre un inmueble es inmueble. Así la acción del comprador para que se le entregue la
finca comprada es inmueble; y la acción del que ha prestado dinero, para que se le
pague, es mueble.
Si lo que se debe no es una cosa, sino un hecho el art. 581 lo reputa como mueble, la norma
dispone que los hechos que se deben se reputan mueble.
Art. 581. Los hechos que se deben se reputan muebles. La acción para que un
artífice ejecute la obra convenida, o resarza los perjuicios causados por la
inejecución del convenio, entra por consiguiente en la clase de los bienes muebles.
Importancia de la distinción entre cosas corporales muebles e inmuebles
- Respecto de los modos de adquirir el dominio: hay algunos de ellos que solo
proceden respecto de bienes muebles, como la ocupación. En cambio, tratándose de
la tradición, accesión y prescripción tienen reglas diversas según si la cosa es
mueble o inmueble.

- Hay ciertos derechos reales que tienen aplicación solo si se trata de una cosa mueble
o inmueble (v. gr. La hipoteca y la servidumbre solo pueden recaer sobre cosas
inmuebles.)

- Hay derechos de garantía que sólo pueden constituirse respecto de cosas muebles o
inmuebles. Por ejemplo, la prenda sólo puede recaer sobre muebles, y la hipoteca
sobre inmuebles (con excepción de las aeronaves).

- En el perfeccionamiento de ciertos contratos (v. gr. Contrato de compraventa, si se


trata de un bien mueble será un contrato consensual, y si es inmueble será solemne.)

- En materia de protección de incapaces, los tutores y curadores están sujetos a más


restricciones cuando se trata de ejecutar actos sobre bienes inmuebles del pupilo.

- En la sociedad conyugal, los bienes muebles e inmuebles tienen reglas distintas para
determinar si ellos formarán parte del haber propio de cada cónyuge, o ingresarán al
haber absoluto o relativo de la sociedad conyugal.

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- En materia posesoria, tratándose de inmuebles se aplica la denominada "teoría de la
posesión inscrita", lo que significa que la posesión de los bienes inmuebles se
adquiere, prueba y conserva mediante la inscripción del título en el CBR.

- En cuanto a la lesión enorme, ella sólo procede cuando la compraventa recayó sobre
un bien inmueble.

- En materia comercial, en general los actos de comercio se refieren a los bienes


muebles; los actos que recaen sobre inmuebles son actos civiles.

- El Código Penal regula los delitos de robo y hurto sólo respecto de bienes muebles;
respecto de inmuebles, el delito es tipificado como usurpación.

Cosas corporales muebles: El art. 567 inc. 1 las define como aquellas cosas que pueden
transportarse de un lugar a otro, sea moviéndose ellas a sí mismas, o sea que sólo se
muevan por una fuerza externa. La doctrina ha sumado como requisito que no exista, por
dicho traslado, un detrimento o cambio en la sustancia de la cosa.
El código clasifica las cosas corporales como:
- Muebles por naturaleza o propiamente tales: (falta diapo)

- Muebles por anticipación: (falta diapo)


Cosas corporales inmuebles: El art. 568, dispone que las cosas inmuebles son las que no
pueden transportarse de un lugar a otro; agrega que las casas o heredades se llaman predios
o fundos.
Art. 568. Inmuebles o fincas o bienes raíces son las cosas que no pueden
transportarse de un lugar a otro; como las tierras y minas, y las que adhieren
permanentemente a ellas, como los edificios, los árboles.
Las casas y heredades se llaman predios o fundos.
El código clasifica las cosas incorporales como:
- Por naturaleza: Son aquellas que coinciden con la definición del art. 568, esto es,
aquellas que no pueden transportarse de un lugar a otro.

- Por adherencia: Son bienes que se adhieren permanentemente a un bien inmueble


por naturaleza, como ocurre con los edificios o las plantas. Lo fundamental es que la
adherencia sea permanente; una corporación estable, fija, intima; no es necesario
que la permanencia se perpetua, pero tiene que ser estable.

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Art. 569. Las plantas son inmuebles, mientras adhieren al suelo por sus
raíces, a menos que estén en macetas o cajones, que puedan transportarse
de un lugar a otro.
Las cosas separadas permanentemente que sean bienes del inmueble al que
estuviese adherido, se reputaran muebles, así también se consideraran muebles antes
de su separación para los efectos de constituir derechos sobre dichos bienes en favor
de otras personas que no sea el dueño.
Si la separación es momentánea, no dejan de ser inmuebles, por esa separación
momentánea.
Art. 573. Las cosas que por ser accesorias a bienes raíces se reputan
inmuebles, no dejan de serlo por su separación momentánea; por ejemplo,
los bulbos o cebollas que se arrancan para volverlas a plantar, y las losas o
piedras que se desencajan de su lugar, para hacer alguna construcción o
reparación y con ánimo de volverlas a él. Pero desde que se separan con el
objeto de darles diferente destino, dejan de ser inmuebles.
- Por destinación: Se reputan inmuebles, aunque no por su naturaleza no lo sean, las
cosas que están permanentemente destinadas al uso, cultivo, beneficio de un
inmueble, sin embargo, de que puedan separarse sin detrimento. En conclusión, por
una ficción legal, se reputan inmueble por su especial destinación.
Requisitos para que se entienda inmuebles por destinación
 La cosa mueble debe ponerse en el inmueble

 La cosa debe destinarse al uso, cultivo o beneficio del inmueble, y no el


dueño del inmueble.

 Es necesario que la destinación sea permanente, es decir, que haya cierta


estabilidad o fijeza.

 No es necesario que la destinación la haga el dueño del inmueble, salvo en


los casos en que el art. 570 se refiera expresamente al dueño.
El art. 570 contiene una enumeración a título ejemplar de inmuebles por
destinación:
Art. 570. Se reputan inmuebles, aunque por su naturaleza no lo sean, las
cosas que están permanentemente destinadas al uso, cultivo y beneficio de un
inmueble, sin embargo, de que puedan separarse sin detrimento. Tales son,
por ejemplo:
Las losas de un pavimento; En realidad, son inmuebles por
adherencia
Los tubos de las cañerías;

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Los utensilios de labranza o minería, y los animales actualmente destinados
al cultivo o beneficio de una finca, con tal que hayan sido puestos en ella
por el dueño de la finca;
Los abonos existentes en ella, y destinados por el dueño de la finca a
mejorarla;
Las prensas, calderas, cubas, alambiques, toneles y máquinas que forman
parte de un establecimiento industrial adherente al suelo, y pertenecen al
dueño de éste;
Los animales que se guardan en conejeras, pajareras, estanques, colmenas,
y cualesquiera otros vivares, con tal que éstos adhieran al suelo, o sean parte
del suelo mismo, o de un edificio.

Caso especial de las cosas de comodidad y ornato:


El art. 572 distingue dos situaciones:
 Las cosas de comodidad u ornato serán consideraran muebles cuando se
clavan o fijan en paredes de las casas y pueden removerse fácilmente sin
detrimento de las mismas paredes.

 Por el contrario, esas cosas se considerarán inmuebles cuando ellas estén


embutidas en las paredes de la casa, de forma tal, que se forme un solo
cuerpo.
Art. 572. Las cosas de comodidad u ornato que se clavan o fijan en las
paredes de las casas y pueden removerse fácilmente sin detrimento de las
mismas paredes, como estufas, espejos, cuadros, tapicerías, se reputan
muebles. Si los cuadros o espejos están embutidos en las paredes, de manera
que formen un mismo cuerpo con ellas, se considerarán parte de ellas,
aunque puedan separarse sin detrimento.
En estos casos, hay que distinguir si se causa daño o detrimento a la cosa en
donde estén puestas dichas cosas de comodidad y ornato.
Inmuebles por destinación y contratos
¿Qué sucede si al celebrarse una convención sobre un bien inmueble, nada se
dice de que ocurrirá con los inmuebles por destinación; se incluyen o no en la
convención?

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 En materia de compraventa, en conformidad al art. 1830, los inmuebles por
destinación están incluidos en la venta de un bien raíz; similar es la norma
del art. 2420, respecto de la hipoteca.
Art. 1830. En la venta de una finca se comprenden naturalmente todos los
accesorios, que según los artículos 570 y siguientes se reputan inmuebles.
Art. 2420. La hipoteca constituida sobre bienes raíces afecta los muebles
que por accesión a ellos se reputan inmuebles según el artículo 570, pero deja
de afectarlos desde que pertenecen a terceros.
 Se da una situación similar a la de los inmuebles por adherencia; si el
inmueble por destinación se separa del bien raíz para los efectos de
constituir derechos en favor de alguien distinto del dueño, entonces el
inmueble por destinación recobra su verdadera naturaleza de bien
mueble.

 Fin o término de la destinación: se regula el término de la destinación en el


art. 573. De lo dispuesto en la norma, se obtiene una regla general, en orden
a que no se pone fin a la destinación cuando se verifica simplemente una
separación momentánea o transitoria; por el contrario, para que la
destinación termine, es necesario alterar o modificar en destino de la
cosa.
Art. 573. (…) Pero desde que se separan con el objeto de darles diferente
destino, dejan de ser inmuebles.

COSAS INCORPORALES

Consisten en meros derechos, carecen de existencia física, solo pueden ser percibidas de
forma intelectual; son una abstracción.
Art. 565. inc. 3. (…) Incorporales las que consisten en meros derechos, como los
créditos, y las servidumbres activas.
El art. 576 agrega que los derechos pueden ser reales o personales.
Art. 576. Las cosas incorporales son derechos reales o personales.

Derechos reales
El art. 577 (de memoria), define el derecho real es aquel que se ejerce en una cosa sin
respecto de una determinada persona.
Para Planiol, son aquellos que creando una relación inmediata y directa entre una persona y
una cosa a cuyo poder ella se encuentra sometida de una manera más o menos completa,

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son por esto mismo, susceptibles de ser ejercido no solamente contra una persona
determinada, sino, frente y contra todas.
Art. 577. Derecho real es el que tenemos sobre una cosa sin respecto a
determinada persona.
Son derechos reales el de dominio, el de herencia, los de usufructo, uso o
habitación, los de servidumbres activas, el de prenda y el de hipoteca. De
estos derechos nacen las acciones reales.
En el derecho real existe una relación directa e inmediata entre el titular del derecho y la
cosa; si un tercero desconoce o perturba este derecho, la ley confiere acciones para
protegerlo. (v. gr. Si se vende una casa hipotecada, al acreedor-banco- le dará lo mismo
quien sea el dueño. El deudor seguirá siendo el que conformo la hipoteca; por definición la
hipoteca es una caución, obligación accesoria. Art. 46).
Elementos presentes en el derecho real
- Sujeto activo: se trata de la persona que es titular de este derecho, de forma tal que
lo tiene incorporado en su patrimonio.

- Objeto: se refiere a la cosa sobre la cual recae el derecho real, siendo indiferente de
si es corporal o incorporal.

- Sujeto pasivo: la doctrina clásica (Alessandri y F. Rozas) estiman que en los


derechos reales no hay sujeto pasivo.
Para H. Corral, no puede existir una relación jurídica entre una persona y una cosa
sin más; por el contrario, todo derecho supone una relación jurídica entre dos
sujetos.
De ambas interpretaciones, se puede deducir que, si bien el derecho real crea una relación
directa e inmediata entre el titular y la cosa, igualmente importa una relación entre dos
sujetos, siendo en este caso el sujeto pasivo la comunidad total, la sociedad, quienes
asumen la obligación de respetar, no turbado o molestar al sujeto activo, titular de
derecho real.
Clasificación del o los derechos reales
- De goce o principales: son derechos autónomos e independientes, que permiten la
utilización directa de la cosa, cuya finalidad es su aprovechamiento de ella, como
ocurre con el dominio, el usufructo, la servidumbre.

- De garantia o accesorios: permiten el uso de la cosa de forma indirecta, según su


valor de cambio, en el entendido que el derecho real asegura el cumplimiento de
una obligación principal, como ocurre con la hipoteca y la preda.
Enumeración

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A diferencia de como ocurre con los derechos personales, en los derechos reales solo la ley
puede establecer cuáles son. La enumeración del art. 577 no es taxativa, existen otros
derechos reales como el de aprovechamiento de aguas; el de concesión minera.
Además, el art. 579 agrega el censo, derecho que puede ser real o personal según el caso.

Derechos personales o de créditos


El art. 578 (de memoria), nos define que son los derechos personales o de crédito.
Art. 578. Derechos personales o créditos son los que sólo pueden reclamarse de
ciertas personas, que, por un hecho suyo o la sola disposición de la ley, han
contraído las obligaciones correlativas; como el que tiene el prestamista contra su
deudor por el dinero prestado, o el hijo contra el padre por alimentos. De estos
derechos nacen las acciones personales.
Concluimos que existe un acreedor que puede exigirle una prestación al deudor (dar, hacer
o no hacer algo) y a su vez dicho deudor tiene la obligación de cumplir con la prestación
debida.
En el derecho personal existe una relación directa entre el sujeto activo (acreedor) y el
sujeto pasivo (deudor), dado por un acto voluntario o por disposición de la ley,
quedando unidad en una relación de dependencia jurídica.
Elementos
- Sujeto pasivo: acreedor, es quien tiene la facultad de exigir el cumplimiento de la
prestación.

- Objeto: es la prestación que debe llevar a cabo el sujeto pasivo.

- Sujeto activo: deudor; tiene el imperativo de satisfacer la obligación, de suerte tal


de procurarle un beneficio al acreedor.

Paralelo entre los derechos reales y derechos personales.


(faltan 4 puntos)
- El derecho real tiene un sujeto pasivo indeterminado; en cambio, el derecho
personal tiene un sujeto pasivo determinado, el deudor, puesto que solo se puede
reclamarse en contra de quien ha contraído la obligación correlativa.

- Los derechos reales en general no se extinguen por el paso del tiempo, es decir, no
se le aplican la prescripción extintiva, mientras que los derechos personales se

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extinguen si no se reclaman dentro de cierto lapsus de tiempo, es decir, se le aplica
la prescripción extintiva.

- Los derechos reales admiten la prescripción adquisitiva (art. 2498), mientras que se
discute si procede en los derechos personales, ya que no está claro que admitan
posesión.
Art. 2498. Se gana por prescripción el dominio de los bienes corporales raíces
o muebles, que están en el comercio humano, y se han poseído con las
condiciones legales.
Se ganan de la misma manera los otros derechos reales que no están especialmente
exceptuados.
Acciones
El código civil, al definir los derechos reales y personales, declara que de ellos nacen
respectivamente, las acciones reales y personales (arts. 577 y 578).
La acción, desde un punto de vista civil, es el derecho mismo que se hace valer en juicio,
con la finalidad de que el sea respetado.
Desde una perspectiva procesal, la acción es un poder autónomo, distinto del derecho
material o sustantivo, que tiene por objeto obtener una determinada resolución
jurisdiccional. (v. gr. Derecho a tutela judicial efectiva.)
- Acciones reales y personales: del derecho de dominio, por ejemplo, nace la acción
reivindicatoria, acción, por consiguiente, de carácter real.

- La acción de arrendador para exigir el pago de las rentas por parte del arrendatario,
así, al provenir de un derecho real, será una acción personal.
Excepciones
Es toda defensa que el demandado puede oponer a la acción ejercida por el demandante. En
general, se estima que la excepción no es sino la otra cara de la misma acción, pero
analizado desde el punto de vista del sujeto pasivo.
- Excepciones perentorias: Su finalidad es destruir, enervar la acción deducida, se
oponen respecto del fondo de la acción deducida (v. gr. Si una parte demanda a la
otra para que le pague el precio del contrato de compraventa, y el demandado opone
la excepción de pago.)

- Excepciones dilatorias: Tienen por objeto corregir el procedimiento antes de entrar


a discutir el problema planteado, no mira al fondo de la acción y deben ser
interpuestas dentro del término del emplazamiento (Termino: plazo para contestar la
demanda)

Art. 303 (293) CPC. Sólo son admisibles como excepciones dilatorias:

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1a. La incompetencia del tribunal ante quien se haya presentado la
demanda;
2a. La falta de capacidad del demandante, o de personería o representación
legal del que comparece en su nombre;
3a. La litis pendencia;
4a. La ineptitud del libelo por razón de falta de algún requisito legal en el
modo de proponer la demanda;
5a. El beneficio de excusión; y
6a. En general las que se refieran a la corrección del procedimiento sin
afectar al fondo de la acción deducida.

- Excepciones anómalas: son perentorias, que las puedo oponer, incluso, después de
que conteste la demanda, hasta la citación para oír sentencia en primera instancia o
hasta antes de la vista de la causa en segunda instancia. Aquí se encuentran las
excepciones de prescripción extintiva, de cosa juzgada, de transacción y de pago
efectivo de la deuda cuando ella se funda en un antecedente escrito.

- Excepciones mixtas: son perentorias, que pueden oponerse como si fueran


dilatorias, antes de contestar la demanda. Son la Expecion de cosa juzgada y la
excepción de transacción.

C.2 COSAS ESPECIFICAS Y COSAS GENERICAS


- Cosa especifica: Ella se encuentra determinada por sus características propias, que
la distinguen de todas las demás de su mismo género y especie.

- Cosa genérica: Se encuentra determinada por los caracteres comunes a todos los
individuos de su género y especie. La cosa genérica admite mayor o menor
determinación, pero nunca al punto de individualizar la cosa dentro de una misma
especie.
Esta clasificación se efectúa teniendo en cuanta la mayor o menor determinación de la cosa.
Estas no se encuentran recogidas expresamente en el Código Civil, sin embargo, hay
diversas disposiciones que se refieren a ellas;
- Art. 951. Se sucede a una persona difunta a título universal o a título singular.
El título es universal cuando se sucede al difunto en todos sus bienes, derechos
y obligaciones transmisibles, o en una cuota de ellos, como la mitad, tercio o
quinto.
El título es singular cuando se sucede en una o más especies o cuerpos ciertos,
como tal caballo, tal casa; o en una o más especies indeterminadas de cierto
género, como un caballo, tres vacas, seiscientos pesos fuertes, cuarenta fanegas
de trigo.

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- Art. 1508: Obligaciones de género son aquellas en que se debe
indeterminadamente un individuo de una clase o género determinado.

- Art. 1509: En la obligación de género, el acreedor no puede pedir


determinadamente ningún individuo, y el deudor queda libre de ella, entregando
cualquier individuo del género, con tal que sea de una calidad a lo menos
mediana.

- Art. 1510: La pérdida de algunas cosas del género no extingue la obligación, y


el acreedor no puede oponerse a que el deudor las enajene o destruya, mientras
subsistan otras para el cumplimiento de lo que debe.

- Art. 1590: Si la deuda es de un cuerpo cierto, debe el acreedor recibirlo en el


estado en que se halle; a menos que se haya deteriorado y que los deterioros
provengan del hecho o culpa del deudor, o de las personas por quienes éste es
responsable; o a menos que los deterioros hayan sobrevenido después que el
deudor se ha constituido en mora, y no provengan de un caso fortuito a que la
cosa hubiese estado igualmente expuesta en poder del acreedor. (…)
Relevancia de esta distinción
Si el deudor de una obligación de dar debe una cosa especifica, esa obligación de dar le
impone, además, la obligación de conservar y custodiar la cosa hasta su entrega (arts. 1548
y 1549). En cambio, si la cosa que el deudor debe es genérica, no existe la obligación de
conservarla y custodiarla, y se aplica el aforismo “non perit” -el género no perece-.
Art. 1548: La obligación de dar contiene la de entregar la cosa; y si ésta es una
especie o cuerpo cierto, contiene además la de conservarlo hasta la entrega, so
pena de pagar los perjuicios al acreedor que no se ha constituido en mora de
recibir.
Art. 1549: La obligación de conservar la cosa exige que se emplee en su custodia el
debido cuidado.
- La denominada teoría de los riesgos (art. 1550 y 1820) se aplica solo respecto de
las especies o cuerpos ciertos, no respecto de las cosas genéricas.
Art. 1550. El riesgo del cuerpo cierto cuya entrega se deba, es siempre a cargo del
acreedor; salvo que el deudor se constituya en mora de efectuarla, o que se haya
comprometido a entregar una misma cosa a dos o más personas por obligaciones
distintas; en cualquiera de estos casos, será a cargo del deudor el riesgo de la cosa,
hasta su entrega.
Art. 1820. La pérdida, deterioro o mejora de la especie o cuerpo cierto que se
vende, pertenece al comprador, desde el momento de perfeccionarse el contrato, aunque
no se haya entregado la cosa; salvo que se venda bajo condición suspensiva, y que se

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cumpla la condición, pues entonces, pereciendo totalmente la especie mientras
pende la condición la pérdida será del vendedor, y la mejora o deterioro pertenecerá al
comprador.
C.3 COSAS CONSUMIBLES Y COSAS NO CONSUMIBLES
I. Consumibilidad objetiva:
Son aquellas cosas que, por su propia naturaleza, se destruye en el primer uso,
natural o civilmente, esto es:
- En el caso de la primera, la cosa desaparece se acaba físicamente

- La segunda, se trata de una abstracción jurídica, enajenación de la cosa


Cosas objetivamente no consumibles: aquellas cosas, que no se destruyen con el
primer uso, atendiendo a su naturaleza.

Importancia de esta distinción


Es relevante porque los actos jurídicos que tienen por objeto disfrutar de un bien no
puede tener como objeto una cosa que se consuman objetivamente. Hay excepciones
como el cuasiusufructo y el depósito irregular (art. 789 y 2221).
Art. 789. Si el usufructo se constituye sobre cosas fungibles, el usufructuario se
hace dueño de ellas, y el propietario se hace meramente acreedor a la entrega de otras
especies de igual cantidad y calidad, o del valor que éstas tengan al tiempo de
terminarse el usufructo.
Art. 2221. En el depósito de dinero, si no es en arca cerrada cuya llave tiene el
depositante, o con otras precauciones que hagan imposible tomarlo sin fractura, se
presumirá que se permite emplearlo, y el depositario será obligado a restituir otro
tanto en la misma moneda.
II. Consumibilidad subjetiva

- Cosas subjetivamente consumibles: son aquellas que, atendido el especial


destino que le asigna su titular, su primer uso importa destrucción o enajenación,
debido al fin a que están afectas. (v. gr. El libro es un objeto objetivamente
consumible, pero para la persona que se dedica a la venta de libros, es
subjetivamente consumible, porque él lo ha destinado a la venta.)

- Cosas subjetivamente no consumibles: se trata de cosas que, no obstante ser


objetivamente consumibles, están destinadas a cualquier uso que no importe su

16
consumición. (v. gr. Cuando el dinero se utiliza no para gastarlo sino para
invertirlo.)

C.4 COSAS FUNGIBLES Y NO FUNGIBLES


Generalmente las cosas consumibles son, a su vez, fungibles (ej. Alimentos), pero ambos
caracteres son independientes.
- Cosas fungibles: Son aquellas que presentan entre sí una igualdad funcional, y
que se las considera como jurídicamente equivalentes para satisfacer una
obligación, es decir, tienen igual poder liberatorio (v. gr. Las especies
monetarias, ya que las de igual valor tienen el mismo poder liberatorio.)

- Cosas no fungibles: Son aquellas que no presentan dicha igualdad o


equivalencia, de forma tal que su poder liberatorio no es el mismo. No se
pueden fungir unas a otras por presentar características individualizadoras
especiales.

Importancia de la clasificación.
- El art. 575 i. 1 señala que sólo las cosas muebles admiten clasificarse en fungibles y
no fungibles. Con todo, ciertos autores aceptan hoy que la fungibilidad pueda
extenderse a bienes raíces.

- El art. 575 i. 1 confunde la fungibilidad con la consumibilidad, ya que la norma


dispone que las cosas muebles pueden ser fungibles o no fungibles, pero las define
con relación a si son consumibles o no consumibles.
Art. 575. Las cosas muebles se dividen en fungibles y no fungibles. A las primeras
pertenecen aquellas de que no puede hacerse el uso conveniente a su naturaleza sin
que se destruyan. Las especies monetarias en cuanto perecen para el que las
emplea como tales, son cosas fungibles.
- En la compensación como modo de extinguir las obligaciones, porque la
compensación legal opera cuando se trata de cosas fungibles (art. 1656 n 1).
Art. 1656. La compensación se opera por el solo ministerio de la ley y aun sin
conocimiento de los deudores; y ambas deudas se extinguen recíprocamente hasta
la concurrencia de sus valores, desde el momento que una y otra reúnen las calidades
siguientes:
1a. Que sean ambas de dinero o de cosas fungibles o indeterminadas de igual
género y calidad;
2a. Que ambas deudas sean líquidas;

17
3a. Que ambas sean actualmente exigibles.
Las esperas concedidas al deudor impiden la compensación; pero esta disposición
no se aplica al plazo de gracia concedido por un acreedor a su deudor.
- El contrato de comodato sólo puede tener por objeto una cosa no fungible (art.
2174); en cambio, el contrato de mutuo sólo puede tener por objeto una cosa
fungible (art. 2196).
Art. 2174. El comodato o préstamo de uso es un contrato en que una de las partes
entrega a la otra gratuitamente una especie, mueble o raíz, para que haga uso de
ella, y con cargo de restituir la misma especie después de terminado el uso.
Este contrato no se perfecciona sino por la tradición de la cosa.
Art. 2196. El mutuo o préstamo de consumo es un contrato en que una de las partes
entrega a la otra cierta cantidad de cosas fungibles con cargo de restituir otras
tantas del mismo género y calidad.

C. 5 COSAS DIVISIBLES Y NO DIVISIBLES


Desde un punto de vista físico, conceptualmente todas las cosas corporales son divisibles,
es decir, todas ellas pueden dividirse porque siempre se pueden fraccionar. En cambio,
desde la perspectiva jurídica hay dos clases de divisibilidad: el material y la intelectual.
- Divisibilidad material: Se trata de aquellas cosas que, sin destrucción, pueden
fraccionarse en partes homogéneas entre sí, sin sufrir un menoscabo
considerable. Será materialmente indivisible un animal vivo, dado que su
división importa destrucción; así también pasa con una joya, caso en que su
división puede significar que se menoscabe considerablemente su valor.

- Divisibilidad intelectual: Se trata de aquellas cosas que pueden ser divididas en


forma ideal o imaginaria, aun cuando no admitan una división material. En
general, todas las cosas admiten una división intelectual (por ejemplo, un terreno
que lo compran cuatro amigos se divide en cuotas de 25% a cada uno), salvo
que la ley expresamente lo prohíba, como ocurre con lo dispuesto en el art. 1317
i. 3, el que señala que deben mantenerse indivisos los lagos de dominio privado,
el derecho de servidumbre y la propiedad fiduciaria.

Los derechos, como cosas incorporales, admiten solo una división intelectual y no material.
Si embargo, excepcionalmente, la ley prohíbe la división intelectual de algunos
derechos, como ocurre con las servidumbres (arts. 826 y 827) o con la prenda y la hipoteca
(art. 2405 y 2408)

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Art. 826. Dividido el predio sirviente, no varía la servidumbre que estaba
constituida en él, y deben sufrirla aquel o aquellos a quienes toque la parte en que se
ejercía.
Art. 2405. La prenda es indivisible. En consecuencia, el heredero que ha pagado su
cuota de la deuda no podrá pedir la restitución de una parte de la prenda, mientras
exista una parte cualquiera de la deuda; y recíprocamente, el heredero que ha
recibido su cuota del crédito no puede remitir la prenda, ni aun en parte, mientras
sus coherederos no hayan sido pagados.
Art. 2408. La hipoteca es indivisible.
En consecuencia, cada una de las cosas hipotecadas a una deuda y cada
parte de ellas son obligadas al pago de toda la deuda y de cada parte de ella.
C. 6 COSAS PRESENTES Y COSAS FUTURAS
Esta clasificación no se hace en cuanto a las cosas mismas, sino a la forma en que las
personas van a realizar actos jurídicos sobre ellas.
Así las personas pueden disponer o establecer relaciones jurídicas sobre cosas que
existen al momento de su manifestación de voluntad y entonces hablaremos de bienes
presentes.
Pero la autonomía privada permite incluso realizar actos jurídicos sobre bienes que
al momento que se expresa la voluntad no existen, pero hay una esperanza de que
puedan existir en el futuro. Aquí la doctrina habla de bienes futuros.
Esta clasificación no está contemplada expresamente en el cc, pero se menciona
ella en diversas disposiciones: 1461, 1813, 1113 y 2419.
Art. 1461. No solo las cosas que existen pueden ser objetos de una declaración de
voluntad, sino las que se espera que existan; pero es menester que las unas y las
otras sean comerciables, y que estén determinadas, a lo menos, en cuanto a su género.

Art. 1813. La venta de cosas que no existen, pero se espera que existan, se
entenderá hecha bajo la condición de existir, salvo que se exprese lo contrario, o que
por la naturaleza del contrato aparezca que se compró la suerte.
Art. 1113. El legado de una cosa futura vale, con tal que llegue a existir.
Art. 2419. La hipoteca de bienes futuros sólo da al acreedor el derecho de hacerla
inscribir sobre los inmuebles que el deudor adquiera en lo sucesivo y a medida que
los adquiera.
- Cosas presentes: son aquellas que tienen una existencia real en el momento de
constituirse la relación jurídica
- Cosas futuras: ellas nos existen al tiempo de constituirse la relación jurídica,
pero si se espera que racionalmente existan. La futuridad de una cisa

19
- Futuridad objetiva: la cosa en realidad no existe, pero espero que exista
- Futuridad subjetiva:
C.7 COSAS SINGULARES Y COSAS UNIVERSALES
- Cosa singular: son aquellas que plantean una individualidad orgánica unitaria,
constituyen una unidad, y esa unidad puede ser natural o artificial
 Simple: son aquellas que coinciden con a la definición anterior
 Compuesta: son aquellas que son producto de la unión de dos o mas
cosas singulares, formando en definitiva un solo todo, como un
automóvil
- Cosas universales: cuando juntamos un conjunto de cosas singulares, las que, si
bien, no tienen una unidad física, pero tienen un lazo invisible que las vincula;
esto es una abstracción.
La universalidad puede ser:
- Universalidad de hecho: Corresponde al conjunto de bienes muebles de
naturaleza idéntica o diferente que, no obstante permanecer separados entre ellos
y conservar su individualidad propia, forman un solo todo, por tener una misma
vinculación o destinación.

- Universalidad de derecho: Se define como el conjunto de relaciones jurídicas


constituidas sobre una masa de bienes, reguladas de modo especial por la ley, de
suerte tal que forman un solo todo desde el punto de vista jurídico (v. gr. el
patrimonio de una persona, la sociedad conyugal o una herencia.)
La universalidad de derecho se caracteriza porque la unidad que hay entre las cosas
que la componen, está establecida en la ley. Además, en las universalidades de derecho
siempre habrá un activo y un pasivo.
C.8 COSAS PRINCIPALES Y COSAS ACCESORIAS
- Cosas principales: Son aquellas que tienen una vida independiente, sin
necesidad de recurrir a otras cosas.

- Cosa accesoria: Son aquellas que se encuentran subordinadas a otras cosas


para existir (v. gr. un árbol)
Como distinguir una cosa principal de una accesoria; hay que distinguir criterios:
- Criterio de subsistencia: Se debe analizar qué cosa tiene más valor que la otra.

- Criterio de valor: Esto significa que hay cosas que sirven para el uso, ornato
o complemento de otra cosa.

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Art. 659. Si de las dos cosas unidas, la una es de mucha más estimación que la
otra, la primera se mirará como lo principal y la segunda como lo accesorio.
Se mirará como de más estimación la cosa que tuviere para su dueño un
gran valor de afección.

- Criterio de la finalidad: Esto significa que hay cosas que sirven para el uso,
ornato o complemento de otra cosa.

Art. 660. Si no hubiere tanta diferencia en la estimación, aquella de las dos


cosas que sirva para el uso, ornato o complemento de la otra, se tendrá por
accesoria.

- Criterio del volumen: Es un criterio supletorio, que mira como principal la cosa
de mayor volumen.

Art. 661. En los casos a que no pudiere aplicarse ninguna de las reglas
precedentes, se mirará como principal lo de más volumen.
Relevancia de la distinción.
A partir de ella se crea el principio de que "lo accesorio sigue la suerte de lo principal", el
que tiene una gran aplicación en nuestro derecho (v. gr. En general, extinguida la obligación
principal, se extingue también la obligación accesoria. Del mismo modo, el dueño de la
cosa principal es también dueño de lo que ésta produce)
C.9 COSAS APROPIABLES Y COSAS INAPROPIABLES
- Cosas apropiables: Son aquellas susceptibles de propiedad, de que un sujeto las
adquiera. Puede tratarse de propiedad pública o privada, pero ellas deben poder
adquirirse. Las cosas apropiables se clasifican en:

 Cosas apropiadas: Son aquellas que actualmente tienen un propietario.


 Cosas alienables o inalienables: Según si su propietario las puede
enajenar por acto entre vivos o por causa de muerte.
Por regla general los bienes apropiados son alienables, ya que la
facultad de disponer de ellos es un atributo esencial del dominio.
No obstante, por excepción algunos bienes, son considerados
inalienables cuya enajenación es sancionada con objeto ilícito
(1464 n 2), o algunos no se pueden enajenar por acto entre vivos
(intransferibles) o por causa de muerte (intransmisible), como los
derechos de uso y habitación (819 CC) o el derecho de pedir
alimentos.

 Cosas inapropiadas: Son aquellas que, no obstante ser apropiables, no


pertenecen a nadie.

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En nuestro sistema, solo las cosas muebles pueden ser inapropiadas, ya
que en conformidad al art. 590, los inmuebles que no tienen dueño
pertenecen al Fisco.

Art. 590. Son bienes del Estado todas las tierras que, estando situadas
dentro de los límites territoriales, carecen de otro dueño.

Se subclasifican en:

 Res nullius: son aquellas cosas que nadie se ha apropiado, como,


por ej. Los animales salvajes.
 Res derelictae: zona aquellas cosas que, si bien ya fueron
apropiadas, su dueño las abandono con la intención de
desprenderse del dominio de ellas.

- Cosas inapropiables: son aquellas que no son susceptible de apropiación, no


admiten dominio, ni público ni privado. Genéricamente, las cosas inapropiadas
reciben la denominación de “cosas comunes a todos los hombres”. Su uso y goce
son determinados entre individuos de una noción de las leyes de esta, y entre
distintas naciones por el derecho internacional.
Art. 585. Las cosas que la naturaleza ha hecho comunes a todos los
hombres, como la alta mar, no son susceptibles de dominio, y ninguna nación,
corporación o individuo tiene derecho de apropiárselas.
Su uso y goce son determinados entre individuos de una nación por las leyes
de ésta, y entre distintas naciones por el derecho internacional.
C.10 COSAS COMERCIABLE Y COSAS NO COMERCIABLES
El código no recoge esta clasificación de forma orgánica, pero las mencionas, en los
atts. 1461. 1464 y 2498 y atiende a si el o los bienes pueden o no ser objeto de relaciones
jurídicas entre particulares. La distinción aparece en el CC cuando se exige que el acto
jurídico sea comerciable, también en el objeto ilícito.
Art. 1461. No sólo las cosas que existen pueden ser objetos de una declaración de
voluntad, sino las que se espera que existan; pero es menester que las unas y las
otras sean comerciables, y que estén determinadas, a lo menos, en cuanto a su género.
La cantidad puede ser incierta con tal que el acto o contrato fije reglas o contenga
datos que sirvan para determinarla.
Si el objeto es un hecho, es necesario que sea física y moralmente posible. Es
físicamente imposible el que es contrario a la naturaleza, y moralmente imposible
el prohibido por las leyes, o contrario a las buenas costumbres o al orden público.
Art. 1464. Hay un objeto ilícito en la enajenación:

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1º. De las cosas que no están en el comercio;
2º. De los derechos o privilegios que no pueden transferirse a otra persona;
3º. De las cosas embargadas por decreto judicial, a menos que el juez lo autorice o
el acreedor consienta en ello;
4º. De especies cuya propiedad se litiga, sin permiso del juez que conoce en el
litigio.
- Cosas comerciables: son comerciables aquellas cosas que pueden ser objeto de una
relación jurídica privada

- Cosas incomerciables: no pueden ser objeto de una relación jurídica y por ende no
pueden constituirse sobre ellas un derecho real o personal
 Por su naturaleza: las cosas que la naturaleza ha hecho comunes a
todos los humanos
 Por su destinación dad por la ley: cosas que han sido sustraídas de su
destino natural para destinarlas a un fin publico
 Cosas consagradas al culto divino: los autores estiman que se tratan de
cosas comerciables, porque se encuentran dentro del comercio humano.
Además, en conformidad al art 586, ellas quedan sujetas al derecho
canónico.
Inalienabilidad e incomerciable
Las cosas inalienables son aquellas que no pueden ser enajenadas por el sujeto que
es titular de ellas, en cambio, las cosas incomerciables son las que no pueden formar parte
del patrimonio de una persona.

C.11 COSAS PARTUCULARES Y COSAS PUBLICAS O NACIONALES


- Bienes particulares: Son aquellos que pertenecen a individuos o a personas
jurídicas privadas.

- Bienes nacionales: Son aquellos cuyo dominio pertenece a la nación toda, según
dispone el art. 589 inc. 1.
Los bienes nacionales se clasifican en:
1. Bienes nacionales de uso público (589 cc): son aquellos cuyo dominio pertenece a
la nación toda y su uso a todos los habitantes, como las calles, plazas, puentes o
caminos. Si bien el uso de estos bienes pertenece a todos los habitantes de la nación,
dicho uso queda sujeto a regulación por la autoridad competente (art. 598); e incluso
es posible que se permita a través de la figura de los permisos y concesiones, un uso

23
particular, lo que no altera la naturaleza jurídica de esta clase de bienes (art.599 y
602).
Utilización de los bienes nacionales de uso público.
Se trata de establecer cómo los particulares pueden hacer uso de estos bienes. El uso
puede ser:
- Común: Será común cuando el uso lo pueden ejercer todos los habitantes de la
nación, sin perjuicio de la regulación que al efecto dicta el Estado (art. 598).
Ejemplo, las plazas o caminos.

- Privativo: En este caso, se reserva una porción del dominio público a una persona
determinada, lo que se hace a través de un permiso o de una concesión.

 Permiso: El permiso es un acto unilateral de la autoridad por medio del cual


se autoriza a un sujeto determinado para ocupar, en su beneficio y en forma
temporal, un bien nacional de uso público. Los arts. 599 y 602 se refieren al
permiso.

 Concesión: La concesión es una autorización que se otorga a un particular


para ocupar en forma privativa un bien público, confiriéndole derechos
sobre' el bien de que se trate. No obstante que la concesión es un acto
unilateral del Estado, ella se materializa en un contrato de concesión, que
genera derechos y obligaciones para las partes.

2. Dominio público: El derecho privado nacional acostumbra a distinguir diferentes


"dominios" públicos (DP marítimo, Terrestre, Fluvial y Lacustre, aéreo)

a. Dominio público marítimo. El que a su vez distingue:

 La alta mar. Se define como todas las partes del mar no incluidas en
la zona económica exclusiva, en el mar territorial o en las aguas
interiores de un Estado, ni en las aguas archipelágicas de un Estado
archipelágico. 5e trata de un bien que la naturaleza ha hecho común a
todas las personas y, por lo tanto, no es susceptible de dominio, ni
aun de dominio público, por lo que no se trata de un bien nacional de
uso público.

 Playa de mar (art. 594): El art. 604 dispone que ninguna nave
nacional o extranjera puede tocar o acercarse a una playa. Excepto a
los puertos, a menos que algún peligro las fuerce a ello. Dispone, que
los náufragos tienen libre acceso a la playa.

24
Art. 594: la extensión de tierra que las olas bañan y desocupan
alternativamente hasta donde llegan en las más altas mareas.

 Mar territorial: Es la extensión del mar adyacente a la costa hasta la


distancia de 12 MILLAS MARINAS, medidas desde las respectivas
líneas de base. En conformidad al artículo 593, se trata de un bien de
dominio nacional.
 Zona contigua. Es la extensión del mar adyacente a la costa hasta la
distancia de 24 MILLAS MARINAS medidas desde las respectivas
líneas de base. El art. 593 precisa que el Estado, en esta zona
contigua, ejerce jurisdicción para objetos concernientes a la
prevención y sanción de infracciones de sus leyes y reglamentos
aduaneros, fiscales, de inmigración o sanitarios.

 Zona Económica Exclusiva. La plataforma continental de un Estado


comprende el lecho y el subsuelo de las áreas submarinas que se
extienden más allá de su mar territorial y a todo lo largo de la
prolongación natural de su territorio hasta el borde exterior de su
margen continental, o bien hasta una distancia de 200 MILLAS
MARINAS contadas a partir de las líneas de base.
En la plataforma continental, el Estado ejerce derechos de soberanía
exclusivos para los fines de la conservación, exploración y
explotación de sus recursos naturales (artículo 596). Asimismo, le
corresponde también jurisdicción según lo que prevea el derecho
internacional.

b. Dominio público terrestre. El dominio público terrestre comprende


aquellos bienes nacionales de uso público que se encuentran dentro de la
superficie terrestre del Estado. Por ejemplo, las calles, plazas, puentes y
caminos públicos (arts. 592,598-601).

c. Dominio público fluvial y lacustre. Se refiere principalmente a los ríos,


lagos y lagunas. La regla general está en el art. 595, según el cual todas
las aguas son bienes nacionales de uso público. A consecuencia de ser
bienes nacionales de uso público, el art. 603 dispone que no se podrán
sacar canales de los ríos para ningún objeto industrial o doméstico, sino
con arreglo a las leyes u ordenanzas respectivas.

d. Dominio público aéreo. El espacio aéreo no es lo mismo que el aire. El


aire es una cosa que la naturaleza ha hecho común a todos los hombres;
en cambio, el espacio aéreo es una cosa susceptible de apropiación,
aunque sea pública.
Soberanía sobre el espacio aéreo.
25
El espacio aéreo que se encuentra sobre alta mar se entiende que es un
espacio aéreo libre. En cambio, cuando el espacio aéreo se encuentra sobre el
territorio de un Estado, se han planteado diversas tesis.
División del espacio aéreo
Para los efectos de la prestación de servicios de información de vuelo, el
espacio aéreo se divide en regiones de información de vuelo, denominados
FIR por sus siglas en inglés (Flight Information Region). En Chile, existen
cinco FIR: Antofagasta, Santiago, Isla de Pascua, Puerto Montt y Punta
Arenas. Asimismo, la autoridad aeronáutica puede establecer espacios aéreos
prohibidos, restringidos o peligrosos.

3. Bienes del Estado o bienes fiscales: Son aquellos cuyo dominio se encuentra
radicado en el Estado o Fisco, como sujeto de derecho, y cuyo uso no pertenece
generalmente a todos los habitantes de la nación. Se trata de bienes comerciables y
que pueden enajenarse, hipotecarse, embargarse o adquirirse por prescripción. Por
ej, el art. 2497 señala que las reglas relativas a la prescripción se aplican igualmente
a favor y en contra del Fisco.
Ejemplos de bienes fiscales son:

- Las tierras que, estando situadas dentro de los límites territoriales, carecen de otro
dueño (art. 590).

- Los bienes muebles e inmuebles destinados al funcionamiento de un servicio


público.

- Los bienes que caen en comiso y las multas que se aplican a beneficio fiscal.

- Los impuestos y contribuciones.

- Las herencias que pertenecen al Estado por no haber heredero de mejor derecho (art.
995).

- Las nuevas islas que se formen en el mar territorial, o en ríos y lagos que puedan
navegarse por buques de más de 100 toneladas (art. 597).

- Las propiedades que se toman en guerra de nación a nación (art. 640).

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2. DERECHOS REALES Y MODOS DE ADQUERIR EL DOMINIO

A. EL DERECHO DE DOMINIO O PROPIEDAD

a. i.- Generalidades y Concepto


Se regula en el libro II, art. 582 (de memoria) y ss., sin perjuicio de que las normas
relativas a la propiedad se encuentran a través de todo el código.
Art. 582. El dominio (que se llama también propiedad) es el derecho real en una
cosa corporal, para gozar y disponer de ella arbitrariamente; no siendo contra la ley o
contra derecho ajeno.
La propiedad separada del goce de la cosa, se llama mera o nuda propiedad.
Esta definición pone énfasis en las facultades o atributos del dominio y si bien el art.
582 sigue la tradición romana (en el sentido que el dominio se concebía solo respecto de las
cosas corporales), el art. 583 dispone que sobre las cosas incorporales también existe
una especie de propiedad, normas que se complementan con el art. 19 N° 24 de la

27
Constitución que asegura el derecho de propiedad sobre toda clase de cosas corporales e
incorporales.
Art. 583. Sobre las cosas incorporales hay también una especie de propiedad. Así,
el usufructuario tiene la propiedad de su derecho de usufructo.
Art. 584. Las producciones del talento o del ingenio son una propiedad de sus
autores. Esta especie de propiedad se regirá por leyes especiales.
Doctrinariamente hablando, el dominio es el poder jurídico más amplio que se tiene sobre
una cosa.

- Ello, porque al examinar los demás derechos reales, se concluye que ellos son
siempre limitados (como el usufructo, la servidumbre, la hipoteca o la prenda) y
tienen una utilidad especifica; en cambio, el dominio es el derecho real que le
confiere una mayor amplitud de potestades a su titular.
Elemento de la definición legal
La definición del art. 582 contiene varios elementos, que se pueden clasificar en:
- Elementos relativos a la naturaleza: Son dos, la definición nos dice que el
dominio es un derecho y enseguida que ese derecho es real.

En primer lugar, la propiedad es conceptualizada como un derecho subjetivo; es


decir como un poder jurídico que se concede a una persona y que la faculta para
obrar de determinada manera. La cosa entonces no es la propiedad como tal (como
pensaban los romanos), sino que el objeto sobre el cual se ejerce ese derecho o
poder jurídico.
En segundo término, la definición califica al derecho como real, es decir, un derecho
que se tiene sin respecto a determina persona (art. 577).
- Elementos relativos a las facultades: están comprendidos en la frase "para gozar y
disponer de ella", hay consenso en la doctrina que la facultad de usar se incluye en
la de gozar.

- Elementos que se refieren a los límites del ejercicio: Cuando se habla de: "no
siendo contra la ley o contra derecho ajeno"
a. ii.- Características
- Es un derecho real: Se ejerce directamente sobre una cosa, sin respecto a
determinada persona, es decir, no se requiere que un tercero deba ejecutar alguna
conducta que permita al titular ejercer el dominio. Se trata del más intenso y fuerte
de los derechos reales.

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- Es un derecho absoluto: El titular del derecho de dominio puede ejercer sobre el
objeto las más amplias facultades, de forma ilimitada, independiente y soberana; el
art. 582 usa para concluir esta característica el término "arbitrariamente" (sólo
depende del titular), sin perjuicio de los límites que establece la misma norma al
referirse a la ley y al derecho ajeno. Ha algunos autores en vez de absoluto les gusta
hablar de derecho "omnicomprensivo".

- Es un derecho exclusivo: Supone un único titular facultado para usar, gozar y


disponer de la cosa. La exclusividad del derecho de dominio implica que no podrá
haber respecto del dominio o propiedad de una cosa, dos o más propietarios
independientes uno de otros. Esto no significa que eventualmente no pueda existir la
copropiedad, dado que en este caso el derecho de dominio sigue siendo uno, con un
solo titular, lo que ocurre es que ese titular puede estar compuesto por varias
personas. Así, el copropietario no es dueño de una porción de la cosa, sino que de
una cuota del derecho de dominio respecto de esa cosa.

- Es un derecho perpetuo: El derecho de dominio sobre una cosa persiste mientras


subsista la cosa; es decir no está sujeto a una limitación temporal. Por regla general,
el dominio no se pierde por su no uso, aunque en casos excepcionales, si un tercero
entra en posesión de la cosa, éste podría adquirirla por prescripción y en
consecuencia extinguirse el dominio del dueño anterior.

 Una excepción a la perpetuidad es la propiedad fiduciaria, ya que en ella el


dominio está sujeto al gravamen de pasar a otra persona por el hecho de
verificarse una condición (art. 733 i.1).

 Otra excepción a la perpetuidad (pero ya en desuso) es la acción de


retrocesión, ejercida por el particular que quiere recuperar un bien que le
había sido expropiado y que finalmente no fue destinado al fin que se
establecía para fundamentar la expropiación. (v. gr. si el Fisco expropia un
terreno para construir un camino y éste, después de un tiempo determinado,
no se construye, éste podría perder su propiedad por el no uso del bien que
anteriormente expropió)
a. iii.- Atributos o facultades del dominio
Concepto
Los atributos o facultades del dominio son la forma a través de la cual se ejerce este
derecho, permitiendo el aprovechamiento económico del mismo. Estas facultades, no
pueden ser consideradas como un derecho independiente.
- El derecho romano divide las facultades o atributos del dominio en tres: el uso o ius
utendi, el goce o ius fruendi y la disposición o ius abutendi.

29
Sin embargo, para algunos autores, teniendo en consideración la naturaleza jurídica del
dominio como un derecho absoluto, no es posible enumerar taxativamente las facultades
del dominio, ya que ellas corresponden a todas aquellas que son inherentes a la propiedad.
Clasificación
- Facultad de uso: Consiste en la posibilidad del dueño de servirse de la cosa tal cual
como ella es, para los fines a que está destinada (o no, ya veremos.). Es relevante
destacar que el uso no puede decir relación con los frutos de la cosa, porque
entonces estaríamos refiriéndonos a la facultad de goce.
El uso no importa beneficiarse de los frutos (caso que corresponde a la facultad de
goce) así como tampoco la destrucción de la cosa, porque en tal evento estaremos
en presencia del ejercicio de la facultad de disposición.
Ejemplos de uso: habitar una casa, dormir en una cama o conducir un vehículo.
La facultad de uso no necesariamente se limita a aquellas utilidades a las que está
naturalmente destinada la cosa, ya que se incluye dentro de la libertad del
propietario de usar la cosa de un modo distinto a su uso natural;
 como por ejemplo si se ocupa una sábana o frazada como cortina, lo
relevante es que con el uso no se destruya la cosa, pues entonces la facultad
de uso se convierte en faculta de disposición en su sentido material.

 Finalmente, debe considerarse que el propietario puede desprenderse de esta


facultad, ya sea concediendo a un tercer derecho reales (uso, habitación,
usufructo) o personales que lo faculten para usar la cosa (comodato y
arrendamiento).
En todos estos casos el tercero a quien se le da a facultad de uso (ya sea a través de
un derecho personal o real) se convierte en un mero tenedor (reconoce dominio
ajeno)
- Facultad de goce: La facultad de goce es la que permite al titular del derecho de
dominio apropiarse y beneficiarse de los frutos y productos de una cosa. Si bien el
articulo 643 trata los productos y frutos como sinónimos, la doctrina distingue;
serán frutos aquellos que se obtengan periódicamente de la cosa sin detrimento de
ésta, sea o no con ayuda de la industria humana. El producto carece de periodicidad
e importa la disminución de la cosa.
Art. 643. La accesión es un modo de adquirir por el cual el dueño de una cosa pasa
a serlo de lo que ella produce, o de lo que se junta a ella. Los productos de las
cosas son frutos naturales o civiles.
El Código consideró, sin embargo, que no era suficiente la facultad de goce para
justificar la adquisición de los frutos y productos, en el fondo la facultad de goce es
el fundamento de la adquisición, pero es necesario que opere respecto de estos

30
"nuevos bienes" un modo de adquirir el dominio: La accesión en su modalidad de
accesión de frutos.
 También la facultad de goce puede ser concedida a un tercero distinto del
dueño a través de la constitución de derechos reales (usufructo) y personales
(arrendamiento 1915, anticresis 2345 cc).
Art. 2435. La anticresis es un contrato por el que se entrega al acreedor una
cosa raíz para que se pague con sus frutos.
- Facultad de disposición: Es la facultad de disposición es la más amplia y completa
dentro de los atributos o facultades del dominio; habilita al dueño para destruir
materialmente la cosa, para transformarla, degradarla, consumirla, conservarla o
desprenderse de ella.
La facultad de disposición distingue entre:
 Facultades materiales: se ejercen mediante la ejecución de actos materiales
que modifican o destruyen la cosas, siempre teniendo como límite la ley y
derecho ajeno.

 Facultades jurídicas. Son jurídicas aquellas facultades que se ejercen a través


de un determinado acto jurídico, como ocurre con los actos de disposición o
de enajenación de la cosa. Se mantiene la identidad y calidad de la cosa, lo
que se merma o extingue es el derecho de dominio del propietario.
La enajenación puede ser total o parcial.
 Es total si el dueño deja de tener el derecho de dominio sobre la cosa; y

 Es parcial si el propietario conserva el dominio, pero de manera limitada por


la constitución de derechos reales en favor de terceros, por ejemplo,
usufructo, servidumbre, uso y habitación.
Disposición y enajenación
Desde luego la enajenación es la manifestación de la facultad de disposición en su
perspectiva jurídica. La enajenación puede ser entendida en sentido amplio o restringido:
- Sentido amplio: En sentido amplio, la enajenación es un acto por medio del cual el
titular del derecho de dominio transfiere la propiedad de la cosa, o constituye sobre
ella un derecho real a favor de un tercero. Por ejemplo, los arts. 2387 y 2414, en
materia de prenda e hipoteca, asimilan la facultad de empeñar o hipotecar una cosa,
a la enajenación.

 Los bancos desde siempre han entendido la enajenación en un


sentido amplio, en materia de hipotecas; al ser ellos los que ponen la
plata, ponen la música
31
Art. 2387. No se puede empeñar una cosa, sino por persona que tenga
facultad de enajenarla.
Art. 2414. No podrá constituir hipoteca sobre sus bienes, sino la persona
que sea capaz de enajenarlos, y con os requisitos necesarios para su
enajenación.
- Sentido restringido: En sentido restringido, la enajenación implica solo la
transferencia de dominio a favor de un tercero. En este sentido está utilizada la
palabra en los artículos 1754, 1135 o 393, en todos los cuales el legislador
diferencia la enajenación de la constitución de derechos reales o gravámenes sobre
la cosa.

 No se habla de vender, se habla de transferencia; la venta no la es la


única forma de transferir el dominio, en sentido restringido
Art. 1754. No se podrán enajenar ni gravar los bienes raíces de la mujer,
sino con su voluntad.
Art. 1135. Por la destrucción de la especie legada se extingue la obligación
de pagar el legado.
La enajenación de las especies legadas, en todo o parte, por acto
entre vivos, envuelve la revocación del legado, en todo o parte; y no subsistirá o
revivirá el legado, aunque la enajenación haya sido nula, y aunque las
especies legadas vuelvan a poder del testador.
La prenda, hipoteca o censo constituido sobre la cosa legada, no
extingue el legado, pero la grava con dicha prenda, hipoteca o censo.
Art. 393. No será licito al tutor o curador, sin previo decreto judicial,
enajenar los bienes raíces del pupilo, ni gravarlos con hipoteca, censo o
servidumbre, ni enajenar o empeñar los muebles preciosos o que tengan valor de
afección; ni podrá el juez autorizar esos actos, sino por causa de utilidad o
necesidad manifiesta.
Capacidad y facultad de disposición o de enajenar
- Capacidad de enajenar: Es la aptitud legal de un sujeto para disponer libremente
de una cosa sin el ministerio o autorización de otra persona, similar a la capacidad
como requisito de validez de un acto jurídico.

- Facultad de enajenar: Quien tenga la capacidad de enajenar, debe tener además la


facultad de hacerlo, lo que se asocia a la idea del poder, entendido como el derecho
subjetivo que tiene el titular de una cosa para desprenderse o disponer de ella.
Enajenación significa hacer ajeno, y para hacer ajeno algo es necesario que me
pertenezca y que a su vez me puedo desprender de ello.

32
En resumen, para ejercer la facultad de enajenar, deben cumplirse los siguientes
requisitos:
 El enajenante debe ser capaz de ejercicio Y ADEMAS el enajenante debe ser
titular del derecho de dominio sobre la cosa, o debe actuar como
representante del titular o con su autorización. En este sentido, el art. 672
dispone que para que la tradición sea válida debe ser hecha voluntariamente
por el tradente o por su representante.
Art. 672. Para que la tradición sea válida debe ser hecha voluntariamente
por el tradente o por su representante.
Una tradición que al principio fue inválida por haberse hecho sin
voluntad del tradente o de su representante, se' valida retroactivamente por
la ratificación del que tiene facultad de enajenar la cosa como dueño o como
representante del dueño.
 El derecho debe ser apto para que su titular se desprenda de él, es decir, no
debe ser un derecho inalienable o personalísimo.

 Que no concurra un agente legítimo y extraño que impida la enajenación


como, por ejemplo, un embargo.
Limitación o suspensión de la facultad de enajenar.
No obstante que la enajenación es un atributo esencial del dominio, es posible que
dicha facultad sea limitada o suspendida, debido a una disposición legal o por la voluntad
de los individuos. Así, por ejemplo, se encuentra suspendida, por disposición de la ley, la
facultad de enajenar cosas embargadas por decreto judicial o cuya propiedad se litiga (art.
1464 nos 3 y 4).
También la suspensión puede provenir de la voluntad del hombre, como ocurre
cuando en la propiedad fiduciaria, el constituyente prohíbe la enajenación de la cosa; o
cuando en el usufructo el constituyente prohíbe arrendar o ceder el usufructo.

Art. 1464. Hay un objeto ilícito en la enajenación:


(…)
3° De las cosas embargadas por decreto judicial, a menos que el juez lo
autorice o el acreedor consienta en ello;
4° De especies cuya propiedad se litiga, sin permiso del juez que conoce en
el litigio.
Estipulación que limita la facultad de disposición.
La cláusula de no enajenar es tratada en el contexto de los principios de libre
circulación de los bienes y la autonomía privada, cuya colisión ha generado diferencia entre

33
la doctrina, quienes discute si es o no válido a la luz de nuestro ordenamiento jurídico,
que un sujeto consienta libremente en que la cosa que ha adquirido no podrá ser enajenada
a un tercero.
En nuestra legislación distinguimos:
- Disposiciones, legales que prohíben expresamente las cláusulas de no enajenar,
como ocurre en materia de legados (art. 1126), arrendamiento (art. 1964), censo (art.
2031) e hipoteca (2415).
Art. 1126. Si se lega una cosa con calidad de no enajenarla, y la
enajenación no comprometiere ningún derecho de tercero, ia cláusula de no
enajenar se tendrá por no escrita.
Art. 1964. El pacto de no enajenar la cosa arrendada, aunque tenga la
cláusula de nulidad de la enajenación, no dará derecho al arrendatario sino
para permanecer en el arriendo, hasta su terminación natural.
Art. 2031. No vale en la constitución del censo el pacto de no enajenar la
finca acensuada, ni otro alguno que imponga al censuario más cargas que las
expresadas en este título.
Toda estipulación en contrario se tendrá por no escrita.
Art. 2415. El dueño de los bienes gravados con hipoteca podrá siempre
enajenarlos o hipotecarlos, no obstante, cualquiera estipulación en
contrario.
- Disposiciones legales que dan valor y reconocen las cláusulas de no enajenar, como
ocurre en materia de propiedad fiduciaria (art. 751), usufructo (art. 793) y donación
(art.1432)
Art. 751. La propiedad fiduciaria puede enajenarse entre vivos y
transmitirse por causa de muerte, pero en uno y, otro caso con el cargo de
mantenerla indivisa, y sujeta al gravamen de restitución bajo las mismas
condiciones que antes.
No será, sin embargo, enajenable entre vivos, cuando el constituyente haya
prohibido la enajenación: ni transmisible por testamento o abintestato,
cuando el día prefijado para la restitución es el de la muerte del
fiduciario; y en este el día de la restitución.
Art, 793. El usufructuario puede dar en arriendo el usufructo y cederlo a
quien quiera a título oneroso o gratuito.
Cedido el usufructo a un tercero, el cedente permanece siempre
directamente responsable al propietario.

34
Pero no podrá el usufructuario arrendar ni ceder su usufructo, si se lo
hubiese prohibido el constituyente; a menos que el propietario le releve de
la prohibición.
El usufructuario que contraviniere a esta disposición perderá el derecho de
usufructo.
¿Qué sucede entonces cuando el legislador no autoriza ni prohíbe expresamente las
cláusulas de no enajenar?
Se reconocen al respecto tres posiciones doctrinarias:
- Doctrina a favor de las cláusulas de no enajenar; esta doctrina le reconoce
validez al pacto en virtud del cual una de las partes se obliga a no enajenar la cosa, y
se dan las siguientes razones:

 El principio de autonomía privada, ya que en el derecho privado puede


hacerse todo aquello que la ley no prohíbe. Y en materia de cláusulas de no
enajenar, no existe una prohibición en términos generales, sino sólo para
casos particulares. Y tratándose de prohibiciones, ellas son de derecho
estricto y. por lo tanto, de interpretación restrictiva, no admitiéndose el uso
de la analogía.

 Si el legislador prohibió expresamente las cláusulas de no enajenar solo para


casos particulares, se deduce que para el resto de los casos el legislador no
encontró motivo alguno para prohibirlas.

 El titular de una cosa tiene amplios poderes sobre ella, a punto tal que puede
incluso destruirla. Entonces, si el dueño está facultado para destruir la cosa,
con mayor razón está facultado para renunciar a una facultad propia del
dominio como es la enajenación. Es decir, se aplica un argumento a fortiori
de interpretación.

 Si se puede hacer lo más, se puede hacer lo menos; argumento a


fortiori. (v. gr. Se otorga un poder para celebrar la compraventa de
una casa y solo se expresa que se otorga la facultad de vender, pero
se solicita un contrato de promesa para comprar la cosa
posteriormente ¿se puede hacer el contrato de promesa? A fortiori,
sí).

 El art. 53 N° 3 del Reglamento del CBR, dispone que pueden inscribirse los
impedimentos o prohibiciones referentes a inmuebles, sean convencionales,
legales o judiciales, que embaracen o limiten de cualquier modo el libre
ejercicio del derecho de enajenar. Es decir, se reconocen las prohibiciones de
enajenar convencionales.

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 El principio "pacta sunt servanda", en el sentido que, si una de las partes se
obligó a no enajenar, dicha obligación debe ser respetada porque los
contratos son ley para los contratantes.

 Si se pacta una cláusula de no enajenar y ella es infringida, entonces se


aplica el artículo 1555. inc. 1, que se refiere a las consecuencias del
incumplimiento de una obligación de no hacer.

 Esta norma dispone que toda obligación de no hacer una cosa se resuelve en
la de indemnizar los perjuicios, si el deudor contraviene y no puede
deshacerse lo hecho.

Art. 1555. Toda obligación de no hacer una cosa se resuelve en la de


indemnizar los perjuicios, si el deudor contraviene y no puede deshacerse lo
hecho.

- Doctrina en contra de las cláusulas de no enajenar; Esta doctrina niega la validez


a las cláusulas de no enajenar, cuando el legislador no las ha permitido
expresamente, y para ello se dan las siguientes razones:

 El principio de la libre circulación de los bienes es un pilar del derecho civil,


es una norma de orden público y. por consiguiente, no puede ser ella alterada
por la voluntad de las partes.

 Si el legislador se vio en la necesidad de autorizar las cláusulas de no


enajenar para ciertos casos en particular, es porque en los demás casos no
existe la posibilidad de estipular dicha cláusula.

 Las cláusulas de no enajenar infringen el artículo 582 que, al definir el


dominio, señala como una de sus características que el titular puede disponer
arbitrariamente de la cosa.

 Las cláusulas de no enajenar también infringen el art. 1810, en el sentido


que pueden venderse todas aquellas cosas cuya enajenación no esté
prohibida por ley. De este modo, solo en los casos del art. 1464 debe
entenderse que una cosa no es susceptible de enajenación.

 El Reglamento del CBR es una norma reglamentaria que no puede


prevalecer sobre normas de carácter legal, ni menos sobre un pilar del
derecho privado. Aunque este argumento hoy es relativo, y se replica porque
la doctrina y la jurisprudencia han estimado que el Reglamento del CBR

36
tiene rango legal, por haber sido dictado por mandato del art. 695 cc, de
forma tal que puede asimilarse a un DFL. Del mismo modo, el Reglamento
fue redactado por Andrés Bello, de forma tal que bien puede utilizarse para
consultar el espíritu del Código Civil en materia de bienes.

 Para esta doctrina, si se pacta una cláusula de no enajenar, se podrá pedir la


nulidad de ella por objeto ilícito, ya que envuelve una contravención al
derecho público chileno (art.1462), al afectar un principio y pilar básico del
derecho.
Art. 1462. Hay un objeto ilícito en todo lo que contraviene al derecho
público chileno. Así la promesa de someterse en Chile a una jurisdicción no
reconocida por las leyes chilenas es nula por el vicio del objeto.
- Doctrina de las cláusulas de no enajenar relativas; Se trata de una postura
ecléctica formulada por Arturo Alessandri Besa.
Este autor plantea que, cuando el Código no las permite expresamente, las cláusulas
de no enajenar pueden pactarse en la medida que ellas cumplan con dos requisitos:

 Que la prohibición de enajenar no sea perpetua o de largo tiempo; de esa


forma se garantiza suficientemente el principio de la libre circulación de los
bienes;

 Que en virtud de dicha estipulación se esté resguardando un interés legítimo;


esto deja en evidencia que el objetivo de la cláusula no es transformar en
inalienable una cosa que naturalmente era susceptible de enajenación.

Esta tesis se funda en lo dispuesto en el art. 1126, según el cual, si se lega una cosa
con calidad de no enajenarla, y la enajenación no comprometiere ningún derecho de
tercero, la cláusula de no enajenar se tendrá por no escrita.
A contrario sensu, si la enajenación compromete el derecho de un tercero,
entonces la cláusula si tiene validez.

Art. 1126: Si se lega una cosa con calidad de no enajenarla, y la enajenación no


comprometiere ningún derecho de tercero, la cláusula de no enajenar se tendrá por
no escrita.

Para determinar los efectos de incumplimiento a la obligación de no enajenar,


impuesta mediante una cláusula relativa habrá que distinguir entre las partes.

- Si el contrato es unilateral: Se habrá infringido una obligación de no hacer y, por


lo tanto, se procede la indemnización de perjuicios a que se refiere el artículo 1555
inciso 1°.

- Si el contrato es bilateral: Entonces se aplica la regla general del artículo 1489, y


entonces puede pedirse la resolución del contrato con indemnización de perjuicios.

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- Respecto de terceros: La cláusula de no enajenar les es inoponible, salvo que ellos
hayan estado de mala fe, esto es, cuando conocían dicha estipulación. El
conocimiento de la cláusula de no enajenar deberá analizarse conforme a los
artículos 1490 y 1491, que, en definitiva, le imponen al tercero la obligación de
restituir la cosa por haberse encontrado de mala fe.

a. iv.- Situaciones que se generan en relación con el derecho de dominio

- Obligaciones reales o propter rem: Son aquellas obligaciones que afectan al


propietario o poseedor de una cosa, por el sólo hecho de tener esa calidad.

En este caso no se trata de un deudor que ha contraído la obligación correlativa, en


los términos del art. 578, sino que su calidad queda determinada debido a su
relación con una cosa, ya sea como propietario o poseedor de ella. Se les suele
denominar obligaciones ambulatorias en el sentido que cambian de deudor por el hecho
de que cambie la titularidad del dominio de la cosa a la que persiguen.

Ejemplos de obligaciones propter rem son las siguientes:

 Contribuir a las expensas de construcción, conservación y reparación del


cerramiento (art. 858).

 La obligación del codueño de una cerca viva, de derribar los árboles


medianeros si causaron daño a otro codueño (art. 859 inc. 2)

 La obligación del dueño de un árbol que extiende sus ramas sobre suelo
ajeno, o penetran en él con sus raíces (art. 942)

 La obligación del propietario de una unidad o departamento de pagar los


gastos comunes (art. 31 de la Ley N° 21.442, copropiedad inmobiliaria).

 La obligación que tiene el dueño de un terreno contiguo a la playa, de


admitir que los pescadores realicen ciertas actividades, y la prohibición de
imponer cercas u otras construcciones (art. 613 y 614).

- El abuso del derecho: El abuso del derecho se configura cuando una persona ejerce
su derecho en forma contraria a los fines económicos o sociales del mismo, o bien,
cuando ese derecho se ejerce sin que ello importe la obtención de una utilidad para
el dueño y, en cambio, se causa un perjuicio a terceros.
Un ejemplo de ello se encuentra en el artículo 56 del Código de Aguas, el que sirve
de fundamento a la teoría del abuso del derecho.
 La norma señala que cualquiera puede cavar en terreno propio un pozo para
la bebida y uso doméstico, aun cuando pueda afectarse con ello el agua de

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otro pozo. Pero si de este pozo no se reportare utilidad alguna, o no tanta que
pueda compararse con el perjuicio ajeno, el titular será obligado a cegarlo.
Cuando se produce una situación de abuso del derecho, el afectado puede ejercer en
contra del agente una acción de reparación de los perjuicios causados y. además,
solicitar que cese o se atenúe el acto que afecta a sus derechos.
- Función social: La propiedad no está sólo destinada a servir los intereses
individuales del dueño, sino que ella también debe propender a la obtención del bien
común, lo que supone la existencia de ciertas limitaciones. Por ello, en aras de la
función social y del bien común, el legislador puede imponer ciertos límites al
ejercicio del derecho de dominio.

 El art. 19 n. 24 de la Constitución dispone que la función social de la


propiedad comprende cuanto exijan los intereses generales de la nación, la
seguridad nacional, la utilidad y la salubridad públicas y la conservación del
patrimonio ambiental.

 La consecuencia de la función social de la propiedad es que existe la


posibilidad que, en virtud de una ley general o especial, y previo pago de
una indemnización, el titular del derecho de dominio sea privado de su
propiedad.

 El D.L. 2.186, de 1978, constituye la ley general en materia expropiatoria.

- Limitaciones legales: Ellas están indicadas en el artículo 732, y son:

 La propiedad fiduciaria, por haber de pasar a otra persona en virtud de una


condición.

 El gravamen de un usufructo, uso o habitación a que una persona


tenga derecho en las cosas que pertenecen a otra.

 Las servidumbres.

Art. 732. El dominio puede ser limitado de varios modos:


1°. Por haber de pasar a otra persona en virtud de una condición;
2°. Por el gravamen de un usufructo, uso o habitación, a que una persona
tenga
derecho en las cosas que pertenecen a otra; y
3°. Por las servidumbres.

Todas estas limitaciones son constituidas por actos o negocios jurídicos, sólo
respecto del usufructo (252) y las servidumbres puede hablarse también de origen
legal y/o judicial.

39
A los derechos reales limitados o en cosa ajena de goce, hay que agregar los
derechos reales en cosa ajena de garantía (prenda, hipoteca y, censo), ya que en ellos
el propietario también ve amenazada la permanencia de su derecho de dominio en la
medida en que no se cumpla la obligación garantizada y el acreedor ejecute la
garantía sobre el bien, pidiendo su venta en pública subasta.

Asimismo, a los derechos reales tradicionales (señalados en el art. 577 i.2) hay que
agregar la constitución del derecho real de conservación medioambiental (Ley
20.390), por el cual el propietario de un predio lo grava a favor de un tercero, que
adquiere la facultad de exigir que se adopten diversas medidas con el objeto de
conservar el medio ambiente.

a. v. - Clasificación de la propiedad

Según su extensión

- Plena o nuda: La propiedad plena habilito al titular del derecho de dominio a ejercer
todos sus atributos. En cambio, en la nuda propiedad el titular esté despojado de las
facultades de usar y gozar de la cosa, manteniendo sobre ella sólo la disposición
(art. 582 inc. 2).

Art. 582. El dominio (que se llama también propiedad) es el derecho real en


una cosa corporal, para gozar y disponer de ella arbitrariamente; no siendo
contra la ley o contra derecho ajeno.
La propiedad separada del goce de la cosa, se llama mera o nuda
propiedad.

- Absoluta o fiduciaria: La propiedad es absoluta cuando ella, no está sujeta a


condición alguna en cuanto a su término o duración. En cambio, es fiduciaria
cuando ella está sujeta al gravamen de pasar a otra persona en virtud de una
condición (art. 733).

Art. 733. Se llama propiedad fiduciaria la que está sujeta al gravamen de


pasar a otra persona, por el hecho de verificarse una condición.
La constitución de la propiedad fiduciaria se llama fideicomiso.
Este nombre se da también a la cosa constituida en propiedad fiduciaria.
La translación de la propiedad a la persona en cuyo favor se ha constituido
el fideicomiso, se llama restitución.
Según su titular

- Individual: Es individual cuando el titular del derecho de dominio es una sola


persona.

Según su objeto

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- Civil: La propiedad civil es aquella reglamentada en el Código Civil, y que puede
recaer sobre cosas corporales o incorporales.

- Intelectual: Es aquella que se refiere a las producciones del talento. Está regulada en
la Ley N° 17.336

- Industrial: Es aquella que se refiere a las producciones del ingenio. Está regulada en
la Ley N° 19.039.

a. vi. - Extensión objetiva del dominio

En el plano horizontal

- Cosa mueble: el dominio se ejerce dentro de los contornos de esa cosa, y por lo
tanto la situación no plantea mayores inconvenientes.

- Bien raíz: el dominio se ejerce dentro de los deslindes de este, y si ellos no son
claros el Código le reconoce a todo dueño una acción especial (acción de
demarcación) cuya finalidad es la colocación de hitos o mojones que permitan la
demarcación del predio. Esta acción puede ir acompañada del cerramiento, con la
finalidad de fijar materialmente la extensión horizontal de la propiedad (artículos
842, 843, 844 y 845).

 En la práctica, cada vez que se vende un predio que ha sido parte de otro de
más extensión que fue objeto de una subdivisión, se levanta un plano con
indicaciones de los deslindes y sus medidas, plano que se archiva en el
Registro de documentos del respectivo CBR.

Los deslindes suelen tener importancia en contratos como los de venta y de arriendo
cuando los predios se venden no según la cabida, sino como especie o cuerpo cierto,
pero con señalamiento de linderos (1833. 2y 1978)

Art. 842. Todo dueño de un predio tiene derecho a que se fijen los límites
que lo separan de los predios colindantes, y podrá exigir a los respectivos dueños
que concurran a ello, haciéndose la demarcación a expensas comunes.

Art. 843. Si se ha quitado de su lugar alguno de los mojones que deslindan


predios vecinos, el dueño del predio perjudicado tiene derecho para pedir que el
que lo ha quitado lo reponga a su costa, y le indemnice de los daños que de la
remoción se le hubieren originado, sin perjuicio de las penas con que las leyes
castiguen el delito.

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Art. 844. El dueño de un predio tiene derecho para cerrarlo o cercarlo por
todas partes, sin perjuicio de las servidumbres constituidas a favor de otros
predios.
El cerramiento podrá consistir en paredes, fosos, cercas vivas o muertas.

Art. 845. Si el dueño hace el cerramiento del predio a su costa y en su


propio terreno, podrá hacerlo de la calidad y dimensiones que quiera, y el
propietario colindante no podrá servirse de la pared, foso o cerca para ningún
objeto, a no ser que haya adquirido este derecho por título o por prescripción de
cinco años contados como para la adquisición del dominio.

En el plano vertical
En este caso, la extensión del dominio se estudia en relación con los bienes raíces. Y
para estos efectos, hay que distinguir:
- La superficie: La superficie es el espacio superior del suelo con todas las
edificaciones y plantaciones que en él se contienen. En ella no hay mayor
inconveniente en el sentido que evidentemente el dominio de un predio se extiende
a toda su superficie.

- El espacio aéreo y el subsuelo: Para algunos autores, el derecho de dominio se


extiende sólo a la superficie de un predio, y, no al espacio aéreo o al subsuelo, ya
que estos últimos son cosas que la naturaleza ha hecho comunes a todos los
hombres. La teoría fue criticada porque, por ejemplo, en el subsuelo están las
fundaciones de los edificios y las raíces de los árboles.
Para Von Ihering, la extensión del dominio hacia el espacio aéreo y hacia el
subsuelo, debe estar de acuerdo con el interés práctico que tiene el propietario de la
cosa. Es decir, el dominio se extenderá hacia el espacio aéreo o hacia el subsuelo, en
tanto así lo requiera el dueño del predio superficial para satisfacer sus necesidades.
Nuestra legislación no contempla normas expresas respecto de la extensión
del dominio hacia el espacio aéreo o hacia el subsuelo, no obstante, existen algunas
disposiciones que dan a entender que el propietario de un predio si extiende su
dominio verticalmente. Por ejemplo:
 Art. 931 i. 3, declara como denunciable toda obra voladiza que atraviesa el
plan vertical de la línea divisoria de dos predios, aunque no se apoye sobre
el predio ajeno, ni dé vista, ni vierta aguas lluvias sobre él.

 Lo mismo sucede con las ramas de un árbol (art. 942). Respecto del
subsuelo, el art. 942 se refiere a las raíces de los árboles.

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 Asimismo, el dueño del predio superficial lo es también de la tierra y las
rocas del subsuelo, pero ello no se extiende a los minerales, ya que ellos son
de dominio del Estado (art. 19 n. 24 constitución), sin perjuicio de que pueda
solicitarse una concesión minera al respecto, la que se constituye por
sentencia judicial.

B. COMUNIDAD O COPROPIEDAD
Terminología.
En general se habla indistintamente de copropiedad, comunidad, indivisión, pro
indivisión, condominio o propiedad colectiva. Pero en estricto rigor, habrá "comunidad "en
la indivisión que existe cuando dos o más sujetos tienen un derecho de idéntica naturaleza
jurídica sobre la totalidad de un mismo objeto y habrá "copropiedad" cuando dos o más
sujetos tengan el dominio sobre la totalidad de un mismo objeto.
En otras palabras, hay comunidad cuando varias personas tienen sobre una misma
cosa un mismo derecho y si ese derecho que tienen sobre la cosa es el derecho de dominio,
entonces se habla de copropiedad o condominio.
- Siempre los copropietarios serán comuneros, siempre.
Nuestro Código Civil.
No definió la copropiedad, pero sí trató a la comunidad como un cuasicontrato, en
los arts. 2304 y ss. recoge también a la comunidad al tratar sobre la partición de bienes,
arts. 1317 y ss.
Art. 2304. La comunidad de una cosa universal o singular, entre dos o más
personas, sin que ninguna de ellas haya contratado sociedad o celebrado otra
convención relativa a la misma cosa, es una especie de cuasicontrato.

2. Estudio en particular de los modos de adquirir el dominio Concepto.


OCUPACIÓN
Es un modo de adquirir el dominio de las cosas que no pertenecen a nadie, y cuya
adquisición no es prohibida por la ley o por el derecho internacional, mediante la
aprehensión material de ellas con la intención de adquirirlas. (art. 606 y 624)

43
Art. 606. Por la ocupación se adquiere el dominio de las cosas que no pertenecen a
nadie, y cuya adquisición no es prohibida por las leyes chilenas, o por el Derecho
Internacional.
Art. 624. La invención o hallazgo es una especie de ocupación por la cual el que
encuentra una cosa inanimada que no pertenece a nadie, adquiere su dominio,
apoderándose de ella.
De este modo se adquiere el dominio de las piedras, conchas y otras
substancias que arroja el mar y que no presentan señales de dominio anterior.
Se adquieren del mismo modo las cosas cuya propiedad abandona su dueño,
como las monedas que se arrojan para que las haga suyas el primer ocupante.
No se presumen abandonadas por sus dueños las cosas que los navegantes
arrojan al mar para alijar la nave.
v. Los modos de adquirir pueden ser hechos o actos jurídicos.
En términos amplios, todos los modos de adquirir son hechos jurídicos, ya que producen
consecuencias de derecho. Pero son hechos jurídicos propiamente tal es la prescripción, la
accesión y la sucesión por causa de muerte: en cambio, son actos jurídicos la tradición y la
ley.
- Respecto de la ocupación, Fernando Rozas entiende que se trata de un acto jurídico,
porque supone la intención del adquirente de adquirir el dominio: en cambio;

- Para Hernán Corral, la ocupación es un hecho jurídico, porque en ella el adquirente


no tiene la intención de producir efectos jurídicos, sino una intención material de
apoderarse de la cosa.
REQUISITOS DE LA OCUPACIÓN.
1. Que se trate de cosas que no pertenecen a nadie.
Esto es, pueden ser:
- Res nullius, cosas que nunca han tenido dueño, como los animales bravíos o
salvajes (art. 608), o piedras, conchas y otras sustancias que arroja el mar (art. 624);

- Res derelictae, cosas que tuvieron dueño, pero han dejado de tenerlo, como las
cosas cuya propiedad es abandonada, como las monedas que se arrojan para que las
haga suyos " primer ocupante (art. 624), los animales domesticados que han
recuperado su libertad (art. 608) y el tesoro (art. 625).
En virtud de este requisito se concluye que la ocupación solo procede respecto de cosas
muebles, porque los inmuebles que no tienen dueño pertenecen al Estado y, por lo tanto, en
realidad no existen inmuebles sin propietario.
2. Que la adquisición no esté prohibida por la ley chilena o por el derecho
internacional. Por ejemplo, en conformidad al art. 622. la caza y la pesca deben llevarse a

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cabo de acuerdo con la normativa especial que las rige, y estas actividades se encuentran
prohibidas en los períodos de veda. Del mismo modo, tanto la ley chilena como el derecho
internacional prohíben las presas o capturas hechas por bandidos, piratas o insurgentes (art.
641). Leer arts.
3. Que haya aprehensión material de la cosa. Es el elemento físico u objetivo de la
ocupación, lo que permite precisar que ella solo procede respecto de cosas corporales. Las
cosas incorporales no pueden adquirirse por ocupación porque respecto de ellas no hay
aprehensión material. La aprehensión material puede ser actual o incluso inminente, como
cuando el cazador hiere al animal para capturarlo y lo persigue (arts. 617 y 618). Leer arts.
4. Que haya intención de adquirir el dominio. Es el elemento psíquico o subjetivo de la
ocupación, y es que la persona debe tener el ánimo de pasar a ser dueño de la cosa que
aprehende.
CARACTERÍSTICAS DE LA OCUPACIÓN
- Es un modo de adquirir el dominio originario (art. 703 i.2).

Art. 703. El justo título es constitutivo o translaticio de dominio. Son


constitutivos de dominio la ocupación, la accesión y la prescripción.

- Es un modo de adquirir entre vivos.


- Es un modo de adquirir a título gratuito.
- Es un modo de adquirir a título singular.
- Solo procede respecto de cosas corporales muebles. Como señalamos, para algunos
es un acto jurídico, y para otros un hecho jurídico.
CLASES DE OCUPACIÓN
Estudiaremos la ocupación de i) cosas animadas, ii) de cosas inanimadas, ii) de especies
muebles al parecer perdidas, iv) de especies náufragas y v) la captura bélica.
1. De cosas animadas. (Arts. 607 y 623, y son principalmente la caza y la pesca)
Legislación aplicable. Los arts. 609, 611 y 612 disponen que la caza y la pesca se deben
someter a la legislación especial y ordenanzas que se dicten al respecto. La ley de caza es la
N° 19.473, y la ley de pesca es la N° 18.892.
Momento de la adquisición. Los arts. 617 y 618 distinguen distintas situaciones para saber
en qué momento el cazador o pescador adquiere el dominio del animal que caza o pesca.
Art. 617. Se entiende que el cazador o pescador se apodera del animal bravío y lo
hace suyo, desde el momento que lo ha herido gravemente, de manera que ya no le sea
fácil escapar momento que lo ha herido gravemente, de manera que ya no le sea fácil
escapar, y mientras persiste en perseguirlo: o desde el momento que el animal ha caído en
sus trampas o redes, con tal que las haya armado o tendido en paraje donde le sea lícito
cazar o pescar.

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Si el animal herido entra en tierras ajenas donde no es lícito cazar sin permiso del
dueño, podrá éste hacerlo suyo.
Art. 618. No es lícito a un cazador o pescador perseguir al animal bravío que es ya
perseguido por otro cazador o pescador; si lo hiciere sin su consentimiento, y se apoderare
del animal, podrá el otro reclamarlo.
Situación de los animales domésticos: El art. 623 se refiere al animal doméstico fugitivo.
señalando que su dominio no se pierde ni aun cuando haya entrado en tierras ajenas.
Art. 623. Los animales domésticos están sujetos a dominio.
Conserva el dueño este dominio sobre los animales domésticos fugitivos, aun
cuando hayan entrado en tierras ajenas; salvo en cuanto las ordenanzas de policía rural o
urbana establecieren lo contrario.
- Situación de los animales domesticados: Mientras estos animales conserven la
costumbre de volver al amparo o dependencia del hombre, siguen la regla de los
animales domésticos; pero perdiendo esa costumbre, vuelven a considerarse
animales bravíos.

Art. 608. (…) y domesticados los que sin embargo de ser bravíos por su
naturaleza se han acostumbrado a la domesticidad y reconocen en cierto modo el
imperio del hombre.

- Situación de los animales encerrados: Los animales bravíos pertenecen al dueño de


la jaula o lugar donde el animal se encuentra encerrado, pero recuperada su libertad
natural, cualquier persona puede apoderarse de ellos, salvo que el dueño vaya en
seguimiento de ellos (art. 619). Los arts. 620 y 621 contemplan reglas especiales
respecto de las abejas y palomas.
2. De cosas inanimadas
a. La invención o hallazgo.
Se trata de una especie de ocupación por la cual el que encuentra una cosa inanimada que
no pertenece a nadie, adquiere su dominio apoderándose de ellas. Si la cosa no tiene dueño
porque éste la abandonó, del art. 624 i. final se desprende que dicho abandono debe ser
expreso, con el ánimo de desprenderse de la cosa y del dominio.
Art. 624. La invención o hallazgo es una especie de ocupación por la cual el que
encuentra una cosa inanimada que no pertenece a nadie, adquiere su dominio,
apoderándose de ella.
De este modo se adquiere el dominio de las piedras, conchas y otras substancias
que arroja el mar y que no presentan señales de dominio anterior.

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Se adquieren del mismo modo las cosas cuya propiedad abandona su dueño, como
las monedas que se arrojan para que las haga suyas el primer ocupante.
No se presumen abandonadas por sus dueños las cosas que los navegantes arrojan
al mar para alijar la nave.
Para que opere la invención o hallazgo, se requiere que la cosa sea inanimada, que sea una
res nullius o res derelictae, que quien encuentre la cosa se apodere materialmente de ella y
que dicho apoderamiento se haga con intención de adquirir el dominio.
b. El descubrimiento de un tesoro.
Es una especie de invención o hallazgo. El art. 625 define al tesoro «como la moneda o
joyas, u otros efectos preciosos, que elaborados por el hombre han estado largo tiempo
sepultados o escondidos, sin que haya memoria ni indicio de su dueño».
Para que opere el descubrimiento de un tesoro como ocupación, es necesario que se trate de
monedas. joyas u otros efectos preciosos, que deben haber sido elaborados por el hombre
(por ello, los minerales no son un tesoro). Además, estas cosas deben haber estado
sepultadas o escondidas por largo tiempo.
Si el tesoro es descubierto por el propietario del suelo, éste se hace dueño de todo el tesoro
(art. 626 i. 3). En cambio, si lo descubre un tercero en suelo ajeno de manera fortuita, o
buscándolo con permiso del dueño, el tesoro se divide por partes iguales entre el propietario
del terreno y el descubridor (art. 626 i. 1 y 2). Por último, si lo descubre un tercero en suelo
ajeno sin o contra la voluntad del dueño, el tesoro pertenece íntegramente al propietario del
suelo.
Respecto del descubridor, no cabe duda que éste adquiere el dominio del tesoro o de una
porción del mismo, por ocupación. Respecto del propietario del suelo, en las situaciones
que le corresponde alguna porción del tesoro descubierto por un tercero, se estima que el
modo de adquirir no es la ocupación sino la ley.
Por último, los arts. 627 y 628 regulan el permiso para cavar en suelo ajeno en búsqueda de
un tesoro.

3. De especies muebles al parecer perdidos.


En principio, no se trata de un caso de ocupación, porque no se trata de cosas que carecen
de dueño, no son res nullius ni res derelictae, no obstante, lo cual, como la identidad del
dueño se desconoce y puede que no se presente a reclamarlas, la ley establece un
procedimiento que permite transformar estas cosas, de forma tal que ellas se presuman
abandonadas y se permita entonces su adquisición a través de la invención o hallazgo.

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En consecuencia, el punto está en que, en la especie al parecer perdida, el dueño no ha
manifestado su intención de abandonar la cosa (no es una res derelictae), pero si ella es
encontrada por un tercero, entonces a través del procedimiento que establece la ley, se
intentará encontrar al dueño, y si éste no es habido, la cosa se transforma en res derelicta
para efectos de que quien la encontró adquiera el dominio de ella por ocupación.
Este procedimiento está regulado en los arts. 629 a 634, sin perjuicio de que existen reglas
especiales, por ej, en la ordenanza general de aduanas o en la LOC de municipalidades.
4. De especies náufragas.
Esta clase de ocupación está regulada en los arts. 635 a 639. Se consideran especies
náufragas las siguientes:
- Las naves, sus efectos muebles, su aparejo y carga, siempre que se encuentren a la
deriva en la superficie de las aguas, o hayan sido arrojadas al mar.

- Cualquier especie que aisladamente se encuentre en las playas, aun cuando


primitivamente haya formado parte de una nave, de su aparejo o de su carga.

- Cualquier objeto que haya caído al mar, a un río o lago, durante el proceso de carga
o descarga de una nave o en cualquier otra ocasión.

- Aquellas cosas que los navegantes arrojan al mar para alijar la nave.
El art. 635 impone el deber de denunciar las especies náufragas a la autoridad marítima
competente. Si el dueño aparece, no habrá ocupación, pero éste deberá pagar los gastos y
un premio por el salvamento. Si no se presenta el dueño, se sigue el procedimiento
establecido para las especies muebles al parecer perdidas (arts. 629 y ss).
5. La captura bélica.
En conformidad al art. 640, la captura bélica está constituida por todas las propiedades que
se toman en guerra de nación a nación, no sólo a los enemigos sino también a los neutrales,
y aún a los aliados y a los nacionales, según los casos.
Se entiende por captura bélica el despojo de los bienes del vencido por parte del vencedor.
Se distingue el botín, que es la captura de especies muebles durante una guerra terrestre; la
presa, que es la captura de naves y de las mercaderías en el mar y la conquista, que es la
captura que se efectúa del territorio enemigo.
En conformidad al derecho internacional, la captura bélica es una forma de ocupación que
solo se permite dentro de la guerra de Estado a Estado, precisando que la guerra no es entre
particulares. Por ello, la captura bélica no puede afectar la propiedad privada, y ella debe
darse solo respecto de bienes del Estado. Por la misma razón, la captura bélica sólo puede
ser invocada como ocupación, por parte de un Estado, no puede servir para que un
particular adquiera el dominio.

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LA ACCESIÓN
Concepto
Definida en el art. 643: «modo de adquirir el dominio por el cual el dueño de una cosa,
pasa a serlo de lo que ella produce o de lo que se junta a ella».
- Siguiendo a Alessandri, es necesario precisar que el hecho jurídico que origina la
accesión, que le sirve de causa eficiente, es la unión de una cosa a otra, sea natural o
artificialmente. y como ello sólo puede ocurrir respecto de cosas corporales, se
estima que la accesión no se extiende a las cosas incorporales.
Clases de accesión.
- Accesión de frutos. discreta o por producción: Esta forma de accesión se
caracteriza por cuanto ella proviene de la cosa misma, y se manifiesta en la
generación de los productos (como los minerales) o frutos (que pueden ser civiles,
como la renta de arrendamiento, o naturales, como las manzanas de un árbol).

- Accesión propiamente tal, continua o por unión: En este caso, la accesión se


verifica cuando una cosa se junta o une con otra cosa distinta, formando con ella un
solo todo. Esta accesión puede ser de inmueble a inmueble (accesiones de suelo), de
mueble a mueble, o de mueble a inmueble.
La accesión continua puede ser, a su vez:
- Accesión natural: Ocurre cuando la accesión se verifica debido a la fuerza de la
naturaleza, como en un aluvión.
- Accesión artificial: Es artificial cuando el origen de la accesión está en la industria
humana, como en la adjunción o en la edificación.
Fundamento de la accesión.
En general, el fundamento de la accesión como modo de adquirir, está en el principio de
que lo accesorio sigue la suerte de lo principal.
Respecto de la accesión discreta o de frutos, se ha dicho que su fundamento está en la
circunstancia de que las cosas pertenecen a las personas por las utilidades y frutos que de
ellas pueden obtenerse.
En cambio, respecto de la accesión continua o propiamente tal, se dan dos razones:
- La primera, que cuando se unen dos cosas y forman una sola, resulta conveniente
adjudicar el dominio de la cosa resultante a una sola persona, en vez de crear una
comunidad.

- La Segunda, cuando dos cosas se unen, ellas dos desaparecen, dejan de existir para
formar una nueva cosa y, por lo tanto, es razonable asignar el dominio de esta nueva
especie a quien era titular de la cosa separada más importante.

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Naturaleza jurídica de la accesión.
Algunos autores plantean que, atendido el tenor literal de los arts. 588 y 643, la accesión es
un modo de adquirir el dominio. causa de muerte, y la prescripción.
Art. 588. Los modos de adquirir el dominio son la ocupación, la accesión, la
tradición, la sucesión por causa de muerte, y la prescripción
Art. 643. La accesión es un modo de adquirir por el cual el dueño de una cosa pasa
a serlo de lo que ella produce, o de lo que se junta a ella. Los productos de las cosas son
frutos naturales o civiles.
Para otros, la accesión no es un modo de adquirir, sino que solo una extensión de las
facultades que son propias del dominio y, en particular, de la facultad de goce, en el sentido
que el dominio preexistente sobre una cosa se amplía y se extiende a los frutos de ella, o a
aquello que se junta con la cosa de que se trata.
La postura ecléctica distingue según el tipo de accesión. En la accesión de frutos o discreta,
no hay un modo de adquirir el dominio, sino que una materialización de la facultad de goce
derivada del derecho de propiedad.
En cambio, en la accesión continua o propiamente tal, hay un modo de adquirir el dominio,
porque de otra forma no puede explicarse que una persona se haga dueña de la cosa que se
junta a otra que es de su dominio, es decir, que el dueño de la cosa principal adquiera el
dominio de la cosa accesoria que se junta con aquella.
Características de la accesión.
- Es un modo de adquirir originario.
- Es generalmente gratuito. Por excepción, en ciertos casos es a título oneroso.
- Es entre vivos.
- Es a título singular.
- Es un hecho jurídico propiamente tal. v Sólo opera en las cosas corporales.

Accesión de frutos. discreta o por producción.


1. Los productos y los frutos.
El art. 643 señala que los productos de las cosas son frutos naturales o civiles, de lo que se
sigue que el Código confunde los conceptos "producto" y "fruto", no obstante que algunos
autores diferencian ambos conceptos.
En general, el Código utiliza indistintamente los conceptos de producto y de fruto. Aunque
en algunos casos en particular, los distingue, como ocurre con el art. 537 referido a la

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remuneración del tutor o curador, o con el art. 784 que se refiere a un derecho del
usufructuario de una mina o cantera.
No obstante, lo anterior, se entiende por fruto aquello que la cosa produce en forma
periódica, sin detrimento de su sustancia, como las frutas, las semillas, o la renta de
arrendamiento. En cambio, son productos los que derivan de las cosas sin periodicidad o
con detrimento de su sustancia, como los minerales de una mina o las piedras de una
cantera.
En ambas definiciones hay dos elementos en común: la accesoriedad y la utilidad. En
cambio, hay dos elementos diferenciadores: el fruto se produce periódicamente y deja
indemne la cosa, lo que no sucede con los productos.
Clasificación y estado en que pueden encontrarse los frutos.
- Frutos naturales. Ellos están definidos en el art. 644, y son los que da la naturaleza
ayudada o no de la industria humana.

Art. 644. Se llaman frutos naturales los que da la naturaleza ayudada o no


de la industria humana.

Los frutos naturales pueden encontrarse en tres estados, art. 645:


- Pendiente. El fruto natural está pendiente mientras adhiere todavía a la cosa que los
produce.

- Percibido. El fruto natural está percibido cuando ha sido separado de la cosa


productiva, como las maderas cortadas, las frutas o el grano de la cosecha.

- Consumido. El fruto natural está consumido cuando se ha consumido


verdaderamente o cuando se ha enajenado.

Art. 645. Los frutos naturales se llaman pendientes mientras que adhieren
todavía a la cosa que los produce nonsido se oratos de listón arraigadas al suelo, o
los productos de las plantas
Frutos naturales percibidos son los que han sido separados de la cosa
productivo, como las maderas cortadas, las frutas y granos cosechados, etc.; y se
dicen consumidos cuando se han consumido verdaderamente o se han enajenado.
Relevancia de estos tres estados; Estos estados no son relevantes desde la perspectiva del
dueño de la cosa productiva, porque él va a adquirir el dominio de estos frutos, sea por
accesión, según algunos o, según otros, por extensión de la facultad de goce del dominio.
Pero para el dueño de la cosa es indiferente que el fruto se encuentre pendiente, percibido o
consumido.

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En cambio, la distinción si es relevante para los terceros, por cuanto dependiendo del estado
en que se encuentre el fruto, se determinará cuándo adquiere el dominio de ellos un tercero.
En concreto, el tercero adquiere el dominio de los frutos una vez que ellos hayan sido
percibidos por él, ya no por medio de la accesión, sino a través de la tradición.
b. Frutos civiles.
Se definen como las utilidades o réditos que se obtienen de una cosa, como equivalente del
uso o goce que ella le produce a un tercero en virtud de una determinada relación jurídica.
En consecuencia, el fruto civil representa el provecho, la utilidad, el rédito que el dueño
habría sacado de la cosa. Por ello, se dice que los frutos civiles no son producidos por la
cosa, sino que con ocasión de la cosa.
(v. gr. frutos civiles (647 i1): los precios, pensiones o cánones de arrendamiento o censo, y
los intereses de capitales exigibles (como el mutuo), o aquellos intereses impuestos a fondo
perdido; como la renta vitalicia).
Los frutos civiles pueden encontrarse en tres estados: el CC sólo contempla los dos
primeros, y la doctrina agrega el tercero:
- Pendiente. El fruto civil está pendiente mientras se debe.

- Percibido. El fruto civil está percibido desde que se cobra, esto es, siguiendo a
Alessandri y Peñailillo, desde que se recibe, desde que se obtiene su pago, desde
que efectivamente se paga.

- Devengado. El fruto civil está devengado cuando se ha adquirido un título para


cobrar ese fruto civil.
Adquisición de los frutos naturales y civiles.
Frutos naturales. Art. 646. La regla es que ellos pertenecen al dueño de la cosa productiva,
pero sin perjuicio de los derechos constituidos por las leyes o por un hecho del hombre, al
poseedor de buena fe, al usufructuario o al arrendatario.
En consecuencia, la regla general es que los frutos naturales son para el dueño de la cosa
productiva, salvo los derechos constituidos por las leyes (por ejemplo, el usufructo legal de
los padres sobre los bienes del hijo sujeto a patria potestad) o por un hecho del hombre, al
poseedor de buena fe, al usufructuario o al arrendatario.
Art. 646. Los frutos naturales de una cosa pertenecen al dueño de ello; sin perjuicio
de los derechos constituidos por las leyes, o por un hecho del hombre, al poseedor de
buena fe, al usufructuario, al arrendatario.
Así los vegetales que la tierra produce espontáneamente o por el cultivo, y las
frutas, semillas y demás productos de los vegetales, pertenecen al dueño de la tierra.

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Así también las pieles, lana, astas, leche, cría, y demás productos de los animales,
pertenecen al dueño de éstos.
Frutos civiles. El art. 648 sigue la misma regla. Estos frutos pertenecen al dueño de la cosa
de que provienen, de la misma manera y con la misma limitación que los frutos naturales.
Art. 648. Los frutos civiles pertenecen también al dueño de la cosa de que
provienen, de la misma manera y con la misma limitación que los naturales.
Accesión propiamente tal, continua o por unión.
Concepto.
- Para Corral, la accesión propiamente tal es aquella que se produce cuando dos cosas
que estaban originalmente separadas pasan a formar un solo todo.

- Peñailillo precisa que esta unión puede provenir de la naturaleza o de la industria


humana. Respecto de esta clase de accesión no hay duda que se trata de un modo de
adquirir el dominio, porque un sujeto se hace dueño de una cosa que antes
pertenecía a un tercero. por juntarse a una de su propiedad.
En esta clase de accesión, en general, se sigue el principio de que lo accesorio sigue la
suerte de lo principal.
Clasificación.
 De inmueble a inmueble, natural o de suelo: El cc regula 4 formas de accesión: el
aluvión, la avulsión, la mutación del álveo o cauce de un rio o la división de un río
en dos brazos que no vuelven a juntarse, y la formación de una nueva isla.

 Aluvión. El art. 649 define al aluvión como el aumento que recibe la ribera
de la mar o de un río o lago por el lento e imperceptible retiro de las aguas.
En consecuencia, se forma un nuevo terreno por los sedimentos que el agua
va depositando, y debe entonces determinarse a quién pertenece el terreno
que ha quedado descubierto.
La regla general es que el terreno formado por el aluvión accede al dominio
del propietario ribereño (art. 650 i. 1°). Si hubiere varios propietarios
ribereños y las líneas de extensión de sus deslindes se cortan unas a otras, el
art. 651 contempla ciertas reglas especiales.

 Avulsión: La avulsión es el aumento que experimenta un predio cuando por


una avenida o por otra fuerza natural violenta, le es transportado parte de
otro suelo.
A diferencia del aluvión, en la avulsión hay una porción de tierra
determinada, de un propietario que es conocido. Y por ello, el dueño del
predio de donde ha salido la porción de tierra conserva su dominio sobre ella

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para el sólo efecto de reclamarla y llevársela, Si el sujeto no la reclama
dentro del año subsiguiente, entonces adquiere el dominio de esta porción el
dueño del sitio a que fue transportada (art. 652).

 Mutación del álveo o cauce de un rio, o división del río en dos brazos que no
vuelven a juntarse. El álveo o cauce es el suelo que el agua ocupa y
desocupa alternativamente en sus creces y bajas periódicas.

 Mutación del álveo o cauce.

 División del río en dos brazos que no vuelven a juntarse.

 Heredad inundada. La pregunta es qué ocurre si, a raíz de un fenómeno


natural, una propiedad se inunda de forma permanente y. posteriormente,
las aguas se retiran de la conserva su dominio. o se aplican las reglas
del aluvión para asignarle? La respuesta está en el art. 653, según el cual,
si una heredad ha sido inundada, el terreno restituido por las aguas
dentro i subsiguientes, volverá a sus antiguos dueños. En conformidad al
subsiguientes, volverá a sus antiguos dueños.
En conformidad al art. 2502 n. 1. ello constituye un caso de interrupción natural de
la prescripción. Si el agua desocupa la heredad después de 5 años, el antiguo dueño
pierde su dominio y el terreno se asignará a los propietarios ribereños según las
normas del aluvión
 Formación de una nueva isla. La isla debe formarse con carácter definitivo
en ríos o lagos que no puedan navegarse por buques de más de 100
toneladas. Si no se cumple este último requisito, entonces la nueva isla
pertenece al Estado (artículos 656 y 597). El art. 656 contempla reglas para
los casos de abrirse un río en dos brazos que vuelven a juntarse, la
formación de una isla en el lecho o cauce de un río y la formación de una
isla en un lago. En general, la idea es que la nueva isla accede a los
propietarios ribereños, según las reglas y distinciones referidas en el art. 656.

De mueble a mueble. Ella tiene lugar cuando dos cosas muebles pertenecientes a diferente
dueño, se unen. Esta clase de accesión puede adoptar tres formas: la adjunción, la
especificación y la mezcla.

- Adjunción. Artículo 657. Es una especie de accesión que se verifica cuando dos
cosas muebles pertenecientes a diferentes dueños, se juntan una a otra, pero de
modo que puedan separarse y subsistir cada una después de separadas, como cuando

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el diamante de una persona se engasta en el oro de otra, o en un marco ajeno se
pone un espejo propio. La doctrina precisa que lo que exige el Código no es que las
cosas puedan separarse, sino que ambas puedan distinguirse, que conserven su
contorno, de forma tal que, en el evento que fueran a separarse, ellas pudieren
mantener su ser específico.
Quién se hace dueño de la cosa resultante. hay que distinguir tres situaciones:
o Si la unión se produce con desconocimiento de una de las partes y sin mala
fe de la otra, el dominio de lo accesorio accederá al dominio de lo principal,
con el gravamen de pagar al dueño de la parte accesoria su valor (art.658).

o Si el dueño de la cosa principal tuvo conocimiento del uso que se hacía de


ella, se presumirá haber consentido ese uso y solo tendrá derecho a su valor
(artículo 666).

o Si se usaron las cosas sin consentimiento del dueño y sin justa causa de error
por parte del tercero, el art. 667 señala que el tercero estará sujeto a perder lo
suyo y a indemnizar los perjuicios irrogados al dueño, sin perjuicio de la
acción criminal en caso de dolo. El i. 2° dispone que esta regla no se aplica
cuando la obra resultante excediere notablemente el valor de la materia,
salvo que se haya actuado a sabiendas, caso en el cual se vuelve a la regla
general del i. 1°.
Criterios para distinguir lo principal de lo accesorio. El Código contiene tres
criterios:
o Criterio del valor de la cosa, esto es, se entenderá como principal aquello
que es de mayor valor. El Código agrega que no solo se mirará el valor
económico, sino también el valor de afección (art. 659).

o Criterio de la funcionalidad, esto es, si no hubiere tanta diferencia en la


estimación, se considera accesoria aquella que sirve para el uso, ornato o
complemento de la otra (art. 660).

o Criterio del volumen, esto es, se mirará como principal la de mayor


volumen. Para Alessandri, si con los criterios anteriores no ha podido
determinarse qué es lo principal y lo accesorio, entonces debe aplicarse un
criterio de equidad.

- Especificación. Artículo 662. La especificación se verifica cuando de la materia


perteneciente a una persona, hace otra persona una obra o artefacto cualquiera,
como si de uvas ajenas se hace vino, o de plata ajena una copa, o de madera ajena

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una nave. Alessandri la define como la creación o producción de una cosa nueva,
empleando materia ajena, sin el consentimiento del propietario.
Naturaleza jurídica. Para algunos autores, la especificación es una especie de
accesión, ya que se unen dos cosas distintas, que son la materia de propiedad de una
persona, y el trabajo o mano de obra de otro. En cambio, para otros autores, hay
solo una cosa, que es la materia ajena, ya que el trabajo humano no es jurídicamente
una cosa. Por ello, estos últimos autores estiman que la especificación es un modo
de adquirir en sí mismo, distinto de la accesión.
Efectos. Ellos están en el artículo 662:
o Si no ha habido conocimiento del hecho, por una parte, ni mala fe por otra,
el dueño de la materia tendrá derecho a reclamar la nueva especie, pero
pagando la hechura.
o Si la nueva especie vale mucho más que la materia, entonces la nueva
especie pertenecerá al especificaste y el dueño de la materia solo tendrá
derecho a la indemnización de perjuicios.
o Por último, son aplicables los artículos 665, 666 y 667.

- Mezcla. La mezcla se verifica cuando se forma una cosa por la unión de materias
áridas (sólidas) o líquidas, pertenecientes a diferentes dueños, de manera que ellas
no puedan separarse (art. 663). Alessandri la define como la unión de dos o más
cuerpos sólidos o líquidos que se compenetran o confunden en el conjunto, dejando
de ser distintas o reconocibles.
Diferencias con la adjunción y la especificación. Se diferencia de la
adjunción, ya que esto supone que las cosas se unen, pero que pueden separarse y
subsistir, mientras que la mezcla supone que las materias no pueden separarse
Se diferencia de la especificación, ya que ésta supone ejercer sobre la cosa de otro
dueño, mano de obra; en cambio, la mezcla supone la unión de dos cosas y que sean
de diferente dueño.
A quién pertenece la cosa formada por la mezcla. No habiendo conocimiento
del hecho, por una parte, ni mala fe por la otra, el dominio pertenecerá a dichos
dueños proindiviso, a prorrata del valor de la materia que a cada uno pertenezca. Si
una de las dos materias Tuviere un valor extraordinariamente superior a la otra, el
dueño de la cosa principal adquirirá el dominio de la cosa resultante, sin embargo,
deberá pagar al otro el precio de la materia restante (art. 663).
Otras normas aplicables. A la mezcla también se aplican los artículos 665
(derecho de restitución), 664 (derecho a pedir separación de la cosa), 666
(presunción de conocimiento).

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De mueble a inmueble o accesión industrial. Estas accesiones están reguladas en los arts.
668 y 669, que contemplan la edificación, la siembra y la plantación.
Esta especie de accesión consiste en que en un inmueble se ha verificado una edificación.
plantación o siembra, con materiales que pertenecen a una persona diferente que el dueño
del suelo.
Esta accesión se denomina también industrial, ya que se requiere de actividad del hombre,
no opera por el solo hecho de la naturaleza.
La edificación, la plantación y la siembra, se rigen por las mismas normas. (art. 668 i. 3)
Requisitos:
- La ausencia de un título contractual entre el dueño del suelo y el dueño de los
materiales. plantas o semillas, lo que se deduce de la circunstancia que los arts. 668
y 669 parten del supuesto que ha habido ignorancia por una de las partes.

- Es necesario que los materiales se incorporen al suelo, y que las plantas y semillas
se arraiguen en él, ya que, mientras ello no suceda, el dueño podrá reclamarlos.
(artículo 668, inciso final)

¿Quién se hace dueño del edificio, siembra o plantación?


Una vez producida la incorporación o arraigo, el dueño de lo principal se hace dueño de lo
accesorio y, desde luego, en este caso lo principal es el suelo, cualquiera sea su valor. Pero
como nadie puede enriquecerse a costa de otro, el Código fijó reglas para indemnizar a los
dueños de los materiales.
Indemnización en favor del dueño de los materiales.
El CC distingue dos situaciones:
o qué sucede cuando se edifica, planta o siembra con material ajeno en suelo propio; y
o
o qué sucede cuando se edifica, planta o siembra con material propio en suelo ajeno.
Edificación, plantación o siembra con materiales ajenos en suelo propio. Se distinguen las
siguientes situaciones:
o Si el dueño de los materiales no tenía conocimiento del uso que de ellos hacia el
propietario del suelo, y este último ha procedido con justa causa de error, el dueño
del inmueble debe pagar al dueño de los materiales su justo precio u otro tanto de la
misma naturaleza, calidad y aptitud.

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o Si el dueño del inmueble ha procedido sin justa causa de error, debe además
indemnizar los perjuicios al dueño de los materiales. Y si el propietario del
inmueble procedió a sabiendas o con dolo, habrá lugar también a la acción criminal.

o Si el dueño de los materiales tenía conocimiento del uso que de ellos hacía el
propietario del inmueble, el primero solo podrá reclamar el justo precio de los
materiales u otro tanto de la misma naturaleza, calidad y aptitud, cualquiera sea la
actitud o posición del dueño del inmueble.
Edificación, plantación o siembra con materiales propios en suelo ajeno. Se distinguen las
siguientes situaciones:
o Si el dueño del suelo no tuvo conocimiento, la ley contempla una opción: o hace
suyo el edificio, plantación o siembra, pero debe indemnizar al poseedor de buena o
mala fe según las reglas de las prestaciones mutuas de la acción reivindicatoria; o
puede exigir al que edificó o plantó, el pago del justo precio del terreno con los
intereses legales por todo el tiempo que lo haya tenido en su poder, y al que sembró
a pagarle la renta y a indemnizarle los perjuicios.

o Si el dueño del suelo tuvo conocimiento, la ley señala que, si se ha edificado,


plantado o sembrado a ciencia y paciencia del dueño del terreno, será este obligado
a pagar el valor del edificio, plantación o siembra. Los autores estiman que aquí no
hubo accesión, ya que si hay consentimiento entonces hubo tradición.

TRADICION
Generalidades
Nuestro CC siguió el sistema romano, en el cual el solo contrato no basta para transferir el
dominio, sino que se requiere también de un modo de adquirir, en este caso la tradición.
Art. 670. La tradición es un modo de adquirir el dominio de las cosas y consiste en
la entrega que el dueño hace de ellas a otro, habiendo por una parte la facultad e
intención de transferir el dominio, y por otra la capacidad e intención de
adquirirlo.
Lo que se dice del dominio se extiende a todos los otros derechos reales.
Intervinientes. Son el tradente y el adquirente, definidos en el artículo 671.
o Tradente. Es quien por la tradición transfiere el dominio de la cosa entregada por él
o a su nombre. Es relevante destacar que el tradente transfiere el dominio con la
entrega, y, por lo tanto, no es tradente el arrendador, o el comodante o el
depositante.

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o Adquirente. Es quien por la tradición adquiere el dominio de la cosa recibida por él
o a su nombre. Se destaca que no se recibe la cosa para reconocer dominio ajeno, no
se trata de un mero tenedor, sino que se recibe porque se está adquiriendo el
dominio.
Entrega y tradición. La entrega es el acto material por medio del cual se traspasa una cosa
de una persona a otra. Este concepto general, puede adoptar dos formas: la entrega
propiamente tal y la tradición. Ambos se diferencian en que el primero jamás permite que
por su intermedio se adquiera el dominio de la cosa; en cambio, mediante el segundo,
precisamente se transfiere la propiedad.
En consecuencia, entre el concepto general de entrega y el concepto de tradición, existe una
relación de género a especie, siendo la entrega el género y la tradición la especie, pues esta
constituye una entrega que tiene la particularidad de transferir el dominio. Así, toda
tradición requiere entregar la cosa, pero no toda entrega importa tradición.
Es relevante reconocer las diferencias de ambos conceptos, porque en varias ocasiones el
legislador utiliza indistintamente los conceptos de entrega y tradición como si fuesen
sinónimos. Así, el art. 1443 define los contratos reales como aquellos que se perfeccionan
con la tradición de la cosa, cuando en realidad existen contratos reales en los que la entrega
no constituye tradición, como ocurre con el comodato, la prenda civil o el depósito.
Art. 1443. El contrato es real cuando, para que sea perfecto, es necesaria la
tradición de la cosa a que se refiere; es solemne cuando está sujeto a la
observancia de ciertas formalidades especiales, de manera que sin ellas no produce
ningún efecto civil; y es consensual cuando se perfecciona por el solo
consentimiento.
Características de la tradición como modo de adquirir el dominio
o Ella opera entre vivos

o Puede tener como antecedente un título oneroso (Ej. compraventa) o gratuito (Ej.
donación).

o Es un modo de adquirir derivativo, el dominio no nace con la tradición, sino que


proviene de un antecesor que es el tradente. Ello es relevante porque el tradente sólo
puede transferir aquello de que es dueño y. por ende, el adquirente solo adquirirá
aquellos derechos de que el tradente era titular. Además, con la tradición la cosa se
transfiere con todos sus gravámenes o limitaciones, como prendas, hipotecas,
servidumbres, etc.

o Regla general es a título singular, excepción: tradición derecho real de herencia, que
es a título universal.

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o Mediante la tradición no sólo se adquiere el dominio de las cosas, sino que también
de los otros derechos reales (art. 670 i. 2).

o Mediante la tradición puede adquirirse el dominio de cosas incorporales, adoptando


el nombre de cesión.

o Se utilizan como sinónimos las expresiones "tradición" y "enajenación", en el


sentido que quien hace tradición de una cosa, la está enajenando.

o El título translaticio de dominio no constituye enajenación; en su virtud, una de las


partes se obliga a enajenar, obligación que se cumple mediante la tradición.

Naturaleza jurídica. No cabe duda de que se trata de un acto jurídico y, en particular, de


un acto jurídico bilateral, esto es, de una convención, porque requiere de la voluntad de dos
partes para su nacimiento (tradente y adquirente).
Es relevante aclarar que la tradición no es un contrato, porque no crea derechos y
obligaciones. Pero sí es una convención, porque la tradición extingue obligaciones.
Por ejemplo, en la compraventa, el vendedor tiene la obligación de entregar y transferir la
cosa al comprador. Efectuada la tradición, esa obligación entonces se extingue por haberse
cumplido.
Otros autores agregan que la tradición también modifica un derecho, en particular derecho
de dominio, en el sentido que éste estaba radicado en un titular, y ahora pasó a otro titular.
Requisitos de la tradición:
1.- Concurrencia de dos partes. Ello, porque la tradición es una convención. Y las dos
partes son el tradente y el adquirente.
Requisitos que debe cumplir el tradente y el adquirente.
El tradente:
- Facultad de transferir el dominio o poder de disposición. El tradente debe ser dueño
de la cosa o derecho que se transfiere, porque nadie puede transferir más derechos
de aquellos de que es titular.

- Capacidad de ejercicio. El tradente debe tener la aptitud legal para poder transferir
el dominio por sí solo. Si bien el art. 670 no exige capacidad, ella se deriva de la
circunstancia que la tradición es un acto jurídico y. por lo tanto, requiere de
capacidad. Si el tradente es incapaz, la tradición será nula. Con todo, evidentemente
el art. 671 acepta la representación en materia de tradición.

El adquiriente:

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El adquirente debe ser capaz, y la doctrina discute qué capacidad.
- Alessandri: capacidad de goce, atributo que habilita a toda persona para adquirir
derechos.

- Opinión mayoritaria: el adquirente debe ser capaz de ejercicio, porque la tradición


es un acto jurídico. Se cita como ejemplo el art. 1578 n. 1, según el cual es nulo el
pago hecho al acreedor que no tiene la administración de sus bienes.
Efectos de la tradición cuando el tradente no es dueño de la cosa.
- Cuando el tradente no es dueño de la cosa que pretende transferir, la tradición sigue
siendo válida porque no hay disposición legal que establezca que en ese caso es
nula, y la nulidad, como toda sanción, es de derecho estricto.

- En la tradición, como modo de adquirir, hay dos normas especiales que priman, que
son los arts. 682 y 683. Por lo tanto, hay que estudiar qué efecto produce la
tradición cuando el tradente no es dueño de la cosa.
Evidentemente que en tal caso no habrá transferencia de dominio, por aplicación del
principio de que nadie puede transferir más derechos que aquellos de que es titular. La
tradición es válida y produce efectos jurídicos, con excepción de la transferencia de
dominio.
Los artículos 682 y 683 lo que hacen es regular las consecuencias jurídicas que produce la
tradición cuando el tradente no es el dueño de la cosa entregada, que son las siguientes:
- Si el tradente no es el verdadero dueño de la cosa que se entrega por el o a su
nombre, no se adquieren por la tradición otros derechos que los transmisibles del
mismo tradente sobre la cosa entregada.

- Si el tradente adquiere después el dominio, se entenderá éste haberse transferido


desde el momento de la tradición.

- La tradición da al adquirente el derecho de ganar por la prescripción el dominio de


que el tradente carecía, aun cuando el tradente no haya tenido ese derecho. Es decir,
el adquirente pasa a ser poseedor y puede adquirir por prescripción.

2.- Consentimiento del tradente y del adquiriente. La tradición es un acto jurídico


bilateral, y por lo tanto requiere para su nacimiento del consentimiento del tradente y del
adquirente. Ello se desprende del mismo art. 670, que utiliza la expresión "intención" tanto
desde la perspectiva del tradente como del adquirente. El art. 672 también dice que la
tradición debe ser hecha voluntariamente. Y el art. 673 dispone que para que sea válida, la
tradición requiere del consentimiento del adquirente.

61
En consecuencia, la falta de consentimiento produce la nulidad absoluta de la tradición. Sin
embargo, los arts. 672 y 673 permiten la ratificación de la tradición, no obstante que se trata
de un caso de nulidad absoluta.
Art. 672. Para que la tradición sea válida debe ser hecha voluntariamente por el
tradente o por su representante.
Una tradición que al principio fue inválida por haberse hecho sin voluntad del
tradente o de su representante, se valida retroactivamente por la ratificación del
que tiene facultad de enajenar la cosa como dueño o como representante del dueño.
Art. 673. La tradición, para que sea válida, requiere también el consentimiento del
adquirente o de su representante.
Pero la tradición que en su principio fue inválida por haber faltado este
consentimiento, se valida retroactivamente por la ratificación.
Tradición hecha por mandatario o representante judicial
Como ocurre con la generalidad de los actos jurídicos, la tradición también puede
materializarse por intermedio de mandatarios o de representantes legales. Por ello, el art.
671 i. 2 y 4, señala que la tradición hecha por o a un mandatario debidamente autorizado, se
entiende hecha por o al respectivo mandante.
Según lo dispuesto en el art. 674, la tradición así efectuada requiere que los mandatarios o
representantes obren dentro de los límites de su mandato o de su representación. Para V.
Vial, esta norma contiene un error, en el sentido que, si los mandatarios o representantes
obran fuera de los límites de sus facultades, no hay un problema de nulidad sino de
inoponibilidad.
Art. 674. Para que sea válida la tradición en que intervienen mandatarios o
representantes legales, se requiere además que éstos obren dentro de los límites de
su mandato o de su representación legal.
El art. 671 i. 3 agrega un caso especial de representación legal, ya que en los casos de
ventas forzadas por decreto judicial (remates), el juez será el representante legal del
tradente.
Error en la tradición
Al ser un acto jurídico, la tradición requiere que el consentimiento de las partes esté exento
de vicios. El CC trata especialmente el error como vicio del consentimiento en materia de
tradición (art. 676 a 678), por lo que, respecto de la fuerza y el dolo, se aplican las normas
generales.
En particular, el CC reguló el error en el objeto, el error en el título y el error en la persona.
- Error en la identidad de la especie que debe entregarse (error en el objeto).
Según el art. 676, se requiere también para la validez de la tradición que no se

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padezca de error en cuanto a la identidad de la especie que debe entregarse. Este
error se asemeja al error obstáculo o esencial del art. 1453, cuya sanción es la
inexistencia o nulidad absoluta del acto.
Art. 676. Se requiere también para la validez de la tradición que no se padezca
error en cuanto a la identidad de la especie que debe entregarse, o de la persona a
quien se le hace la entrega, ni en cuanto al título.
Si se yerra en el nombre sólo, es válida la tradición.
Art. 1453. El error de hecho vicia el consentimiento cuando recae sobre la especie
de acto o contrato que se ejecuta o celebra, como si una de las partes entendiese
empréstito y la otra donación; o sobre la identidad de la cosa específica de que se
trata, como si en el contrato de venta el vendedor entendiese vender cierta cosa
determinada, y el comprador entendiese comprar otra.
- Error en el título. Este tratado en el artículo 677, según el cual este error puede
configurarse de dos formas:

 cuando una sola de las partes supone un título translaticio de dominio, y por
ende la otra uno de mera tenencia; o

 cuando por las dos partes se suponen títulos traslaticios de dominio, pero
diferentes.
El error en el título invalida la tradición porque el título es un antecedente
indispensable para poder llevar a cabo la tradición. Se trata de una especie de
error in negotio del artículo 1453
Art. 677. El error en el título invalida la tradición, sea cuando una sola de las
partes supone un título translaticio de dominio, como cuando por una parte se tiene
el ánimo de entregar a título de comodato, y por otra se tiene el ánimo de recibir a
título de donación, o sea cuando por las dos partes se suponen títulos translaticios
de dominio, pero diferentes, como si por una parte se supone mutuo, y por otra
donación.
- Error en la persona. En materia de tradición, se modifica la regia general del
artículo 1455, según el cual el error en la persona sólo vicia el consentimiento en los
actos o contratos intuito personae.

Art. 1455. El error acerca de la persona con quien se tiene intención de contratar
no vicia el consentimiento, salvo que la consideración de esta persona sea la causa
principal del contrato.
Pero en este caso la persona con quien erradamente se ha contratado,
tendrá derecho a ser indemnizada de los perjuicios en que de buena fe haya
incurrido por la nulidad del contrato.

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En la tradición, el art. 676 dispone que se requiere para la validez de la tradición,
que no se padezca error en cuanto a la identidad de la persona a quien se le hace la
entrega. La razón de que el error en la persona invalide la tradición, se encuentra en
que la tradición supone el cumplimiento de una obligación de dar que nace de un
contrato, que solo puede exigirse entonces respecto de las partes de este. En el
mismo sentido, el art. 1576 en materia de pago, dispone que para que el pago sea
válido debe hacerse al acreedor mismo o a su mandatario.

El art. 676 i. 2 aclara que el solo yerro en el nombre no implica nulidad, y en ese
caso la tradición será válida. También es relevante precisar que el art. 676 SE
REFIERE SOLAMENTE AL ERROR EN LA PERSONA DEL ADQUIRENTE y,
por lo tanto, si el error recae respecto de la persona del tradente, se vuelve a la regla
general del art. 1455 y por lo tanto no habrá vicio del consentimiento.

- Error sufrido por mandatarios o representantes legales. El art. 678 señala que, si
la tradición se hace por medio de mandatarios o representantes legales, el error de
éstos invalida la tradición.
3.- Existencia de un título translaticio de dominio. La tradición supone la entrega de una
cosa, lo que a su vez importa el cumplimiento de una obligación que ha nacido de un
contrato celebrado entre los intervinientes de la tradición.
Pero no todos los contratos que obligan a una de las partes a entregar implican que la
entrega transfiera el dominio. Sólo tienen esta virtud los denominados títulos translaticios
de dominio. En consecuencia, cuando las partes celebran un contrato que es un título
translaticio de dominio, están asumiendo que la entrega de la cosa importará tradición.
Por ello es por lo que el articulo 675 dispone: para que valga la tradición se requiere un
título translaticio de dominio, como el de venta, permuta, donación, etc.
A su turno, el art. 703 i. 3, define como título translaticio de dominio aquellos que por su
naturaleza sirven para transferirlo. Por ej. la compraventa, la permuta, la donación entre
vivos, la transacción cuando se transfiere la propiedad de un objeto no disputado, el aporte
en propiedad en un contrato de sociedad, el mutuo, el cuasi usufructo, la dación en pago o
la renta vitalicia.
Requisitos del titulo
- Debe ser válido en sí mismo. Si el título es declarado nulo, la tradición quedará sin
efecto desde el momento que carecerá de título que le sirva de antecedente.

- Debe ser válido respecto de la persona a quien se confiere. Por ejemplo, el título de
donación irrevocable no transfiere el dominio entre cónyuges (art. 675 i. 2); lo
mismo puede decirse de la compraventa entre cónyuges no separados judicialmente
o entre el padre o madre especto del hijo sujeto a patria potestad (art. 1796).

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- Si la ley exige solemnidades especiales para la enajenación, no se transfiere el
dominio sin ellas. Por ejemplo, el art. 254 requiere para la enajenación de los bienes
raíces del hijo sujeto a patria potestad, la autorización judicial con conocimiento de
causa.

Entrega de la cosa. Dado que la tradición importa el cumplimiento y extinción de una


obligación proveniente de un título translaticio de dominio, la entrega de la cosa no es solo
una entrega material, sino que una entrega jurídica. El legislador clasifica la forma en que
se hace la entrega dependiendo de la clase de bien sobre el cual ella recae.
- Tradición de bienes muebles. regla general (artículo 684 i. 1°): la tradición de una
cosa corporal mueble deberá hacerse significando una de las partes a la otra que le
transfiere el dominio y figurando esta transferencia por uno de los medios
siguientes. A continuación, la norma enumera distintas formas a través de las cuales
puede figurar la entrega de la cosa; enumeración que tanto la doctrina como la
jurisprudencia estiman que no es taxativa, de forma tal que las partes pueden hacer
la tradición de cualquier forma que implique que una de ellas le signifique a la otra
que le transfiere el dominio.
Art. 684. La tradición de una cosa corporal mueble deberá hacerse significando
una de las partes a la otra que le transfiere el dominio, y figurando esta
transferencia por uno de los medios siguientes:
1º. Permitiéndole la aprensión material de una cosa presente;
(…)
Según la enumeración del artículo 684, la entrega puede ser:
 Entrega material, real o verdadera: Es aquella que se efectúa materialmente,
en que físicamente se traspasa una cosa del tradente al adquirente,
aprehendiendo este último materialmente la cosa. Se le denomina tradición
de mano a mano.

 Entrega ficta: En estos casos, la tradición se efectúa mediante ciertos actos


que suponen la entrega de la cosa; no hay un traspaso material, sino que una
ficción. Se reemplaza la entrega material por un acto equivalente que la
supone. La entrega ficticia puede adoptar diversas formas:

 Tradición simbólica. Es aquella que se hace mediante un símbolo o


señal u otro signo que representa a la cosa tradida y la pone bajo el
poder o acción del adquirente. La tradición simbólica puede
efectuarse mediante la entrega al adquirente las llaves del granero,
almacén, cofre o lugar cualquiera en que esté guardada la cosa (art.

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684 N° 3); cuando se entregan los títulos de dominio de la cosa o el
comprador fija su marca en las mercaderías compradas (art. 149 C.
Com); o cuando el tradente se encarga de poner la cosa a disposición
del adquirente (art. 684 N° 4). En este último caso, la doctrina
discute si la tradición se materializa una vez que el tradente asume
esa obligación de poner a disposición la cosa, o si se produce una vez
que la pone a disposición.

 Tradición larga mano. En ella, se finge que el adquirente alarga su


mano hasta aprehender materialmente la cosa. El art. 684 N° 2
contempla esta especie de tradición, al señalar que ella se verifica
mostrando la cosa el tradente al adquirente.

 Tradición breve mano. Se verifica cuando el mero tenedor de la cosa


celebra con el dueño un título translaticio de dominio, de manera tal
que se transforma en propietario de aquel bien respecto del cual antes
era un mero tenedor. Ello ocurre, por ejemplo, en el leasing. El
articulo 684 N° 5 señala que la tradición también se produce por la
venta, donación u otro título de enajenación conferido al que tiene la
cosa mueble como usufructuario, comodatario, depositario o a
cualquier otro título no translaticio de dominio.

 Cláusula de constituto o constituto posesorio. Este caso es al revés


del anterior, en el sentido que el dueño de la cosa se constituye en
mero tenedor de ella, esto es, la transfiere, pero retiene su tenencia.
Por ej. la vende y enajena a otro; pero conserva el usufructo de la
cosa. El artículo 684 N° 5 se refiere a ella señalando que también se
produce la tradición por el mero contrato en que el dueño se
constituye usufructuario, comodatario, arrendatario, etc.

- Tradición de los frutos o productos de una cosa. El artículo 685 dispone que
cuando con permiso del dueño de un predio se toman en él piedras, frutos
pendientes u otras cosas que forman parte del predio, la tradición se verifica en el
momento de la separación de estos objetos. La norma está pensada, evidentemente,
para la transferencia de los llamados muebles por anticipación. El inciso 2° de la
norma le confiere derecho al adquirente para fijar el día y hora de común acuerdo
con el dueño, para entrar al predio a retirar los frutos o productos.

- Tradición de los bienes raíces. Ella está regulada en el artículo 686, y se


materializa mediante la inscripción del título en el Registro de Propiedad del CBR
respectivo. De la misma manera se efectúa la tradición de los derechos de usufructo
o de uso constituidos sobre bienes raíces, y de los derechos de habitación o de censo
y del derecho de hipoteca.

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Art. 686. Se efectuará la tradición del dominio de los bienes raíces por la
inscripción del título en el Registro del Conservador.
De la misma manera se efectuará la tradición de los derechos de usufructo o
de uso constituidos en bienes raíces, de los derechos de habitación o de censo y del
derecho de hipoteca.
Acerca de la tradición de las minas se estará a lo prevenido en el Código de
Minería.
- Tradición de las servidumbres. (artículo 698). La servidumbre se constituye
simplemente mediante una declaración efectuada en escritura pública, por medio de
la cual el tradente expresa constituirla y el adquirente aceptarla. Agrega la ley que
esta escritura podrá ser la misma del acto o contrato.
En la práctica, y sólo por motivos de publicidad, esa escritura suele ser inscrita en el
Registro de Hipotecas y Gravámenes del CBR respectivo, pero ello no es una
exigencia legal.
Excepción: servidumbre sí requiere de inscripción para poder ser adquirida, la
servidumbre de alcantarillado en predios urbanos (Ley N° 6.977).
Art. 698. La tradición de un derecho de servidumbre se efectuará por
escritura pública en que el tradente exprese constituirlo, y el adquirente aceptarlo:
esta escritura podrá ser la misma del acto o contrato.

- Tradición de derecho real de herencia. Una vez que fallece el causante, se


produce la transmisión de su patrimonio y los herederos adquieren del derecho real
de herencia sobre dicho patrimonio o una cuota de él, y lo adquieren por sucesión
por causa de muerte, que es un modo de adquirir el dominio.
Sin embargo, el heredero, una vez fallecido el causante, puede transferir su derecho
real de herencia (artículos 1909 y 1910), y para ello debe hacer tradición de este. Sin
embargo, la ley no ha determinado la forma en que se hace esa tradición. En
general, la doctrina y la jurisprudencia estiman que la herencia es una universalidad,
distinta de las cosas muebles o inmuebles que la componen, y. por lo tanto, la
tradición de ella se hace en conformidad a las reglas generales de las cosas muebles,
aun cuando dentro de ella existan bienes raíces.
Por ello, se estima que para la tradición del derecho real de herencia no se requiere
practicar inscripción alguna.
Con todo, debido a que el Registro Conservatorio cubre otras funciones distintas de
la tradición (como, por ej., la publicidad), si la herencia concede bienes raíces, la
escritura en que un heredero cede su derecho real de herencia debe inscribirse en el

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Registro de Propiedad del CBR respectivo, con la finalidad de conservar la historia
de la propiedad raíz.
Art. 1909. El que cede a título oneroso un derecho de herencia o legado sin
especificar los efectos de que se compone, no se hace responsable sino de su
calidad de heredero o de legatario.
- Tradición de los derechos personales. La tradición de los derechos personales que
un individuo cede a otro se verifica por la entrega del título hecha por el cedente al
cesionario (artículos 699 y 1901). Esta tradición puede adoptar dos formas puede
ser real, cuando el título constaba por escrito; o simbólica, porque puede ocurrir que
el título no haya constado por escrito, y entonces se procede a su escrituración y se
le entrega al cesionario.
El Código solo regula la tradición de los derechos personales o créditos
nominativos, pero no de los títulos que son a la orden o al portador. Los títulos
nominativos se transfieren mediante la cesión de derechos personales; los títulos a la
orden se transfieren mediante su endoso; y los títulos al portador, mediante la mera
entrega. Esto tiene relevancia, por ejemplo, en materia de letras de cambio, pagarés
y cheques, los que se regulan por el Código de Comercio y leyes especiales.
Art. 699. La tradición de los derechos personales que un individuo cede a
otro se verifica por la entrega del título hecha por el cedente al cesionario.
Efectos de la Tradición
Para determinar los efectos que produce la tradición, debe distinguirse si el tradente es o no
dueño de la cosa que entrega (artículos 682 y 683):
- Si el tradente es dueño de la cosa.
Entonces la tradición transfiere el dominio (efecto fundamental) pero al ser un modo
de adquirir derivativo, el dominio se transfiere con las mismas limitaciones, cargas y
gravámenes que tenía el derecho de quien concurre como tradente. Junto con el
dominio, el adquirente al recibir la cosa recibirá la posesión de esta. Si se trata de un
inmueble, la inscripción atribuirá la posesión de este.
Si el dominio del tradente estaba sujeto a gravámenes reales o estaba sujeto a una
condición resolutoria, pasará con esas limitaciones al adquirente.
Así por ejemplo si había constituido el tradente un derecho de usufructo o de
servidumbre sobre el inmueble objeto de la tradición, el adquirente adquirirá el
derecho de dominio limitado por esos derechos reales. Si el dominio del tradente
estaba sujeto a una condición resolutoria y ésta se cumple, al operar
retroactivamente se entenderá que el tradente nunca fue dueño y por lo tanto la
tradición tampoco habrá transferido la propiedad al adquirente. No obstante, las
condiciones resolutorias no afectarán a terceros que estén de buena fe, conforme a lo
previsto en los artículos 1490 y 1491.

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- Si el tradente NO es dueño de la cosa. Tradición a non dominio
La tradición será válida, pero no transferirá el dominio. En conformidad a los arts.
682 y 683, esa tradición produce otro efecto jurídico, que es asignarle al adquirente
la calidad de POSEEDOR de la cosa y. por ende, cumpliendo los demás requisitos
legales, podrá adquirir el dominio de ella por prescripción. Lo anterior es sin
perjuicio de que el pago sea nulo cuando el que paga no es dueño de la cosa
respectiva.
Es decir, la tradición no produce el efecto de transferir el dominio: nemo plus iuris
ad alium tranferre potest, quam ipse haberet (Nadie puede transferir más derechos
de los que tiene)
Adquisición de otros derechos transferibles:
Si el tradente no es dueño, pero tiene otros derechos sobre la cosa que entrega y estos
derechos son transferibles entre vivos, el adquirente no adquiere el dominio, pero adquiere
estos otros derechos (682 i. 1)
Por ej. si el tradente no era dueño, pero si usufructuario de la cosa, el adquirente
adquirirá el derecho de usufructo sobre la cosa.
Sin embargo, esta consecuencia debe ser opcional para el adquirente ya que no puede
aceptarse que alguien adquiera derechos sin su consentimiento, ya que incluso puede
perjudicarlo.
Adquisición retroactiva de dominio:
En dos casos el adquirente, sin hacer nada de su parte, es reputado dueño de la cosa desde
que el tradente no dueño le hizo entrega de ella:
1. Cuando el verdadero dueño ratifica la tradición efectuada sin su consentimiento.
Art. 672. (…) Una tradición que al principio fue inválida por haberse hecho
sin voluntad del tradente o de su representante, se valida retroactivamente por la
ratificación del que tiene facultad de enajenar la cosa como dueño o como
representante del dueño.
2. Cuando el tradente que no era dueño llega a serlo después de la tradición por
cualquier modo; por ejemplo, si sucede por causa de muerte como único heredero al
propietario de la cosa.
682 i. 2: Pero si el tradente adquiere después el dominio, se entenderá
haberse éste transferido desde el momento de la tradición.
Esta norma es reforzada con otra que se ubica en el contrato de compraventa.

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Art. 1819. Vendida y entregada a otro una cosa ajena, si el vendedor
adquiere después el dominio de ella, se mirará al comprador como verdadero
dueño desde la fecha de la tradición.
(…)
Por ello si el vendedor, una vez adquirido el dominio, hace tradición de la cosa a
favor de otra persona, estará haciendo una tradición a non dominio. 1819 i.2: Por
consiguiente, si el vendedor la vendiere a otra persona después de adquirido el
dominio, subsistirá el dominio de ella en el primer comprador.
¿Cuándo puede perderse la Tradición?
Regla general. Como en todo pacto jurídico puro y simple la regla general es que sus
efectos pueden exigirse inmediatamente de celebrado el contrato. Y la tradición requiere un
título translaticio de dominio que le sirva de antecedentes, de forma tal que se podrá exigir
la tradición una vez que se haya celebrado el acto o contrato que le sirve de título.
Esta regla está en el art. 681: Se puede pedir la tradición de todo aquello que se deba, desde
que no haya plazo pendiente para su pago: salvo que intervenga decreto judicial en
contrario.
Excepciones:
- Cuando hay plazo pendiente para el pago de la cosa: Por ej, ofrezco "pagarle" a
Pedro, esto es, entregarle una casa que le he vendido, el 1 de enero de 2024. Pedro
no podrá exigir la tradición sino una vez vencido el plazo.

- Cuando ha intervenido decreto judicial en contrario: Por ej, si debo a Juan, pura y
simplemente, una determinada cantidad de dinero, y por lo tanto debo hacerle
tradición de ese dinero. Pero Juan a su vez tenía varios acreedores y uno de ellos
pidió judicialmente la retención o embargo del crédito que Juan tenía conmigo. En
ese caso, Juan no puede exigirme la tradición, porque hay una resolución judicial
que lo impide. relación con art. 1578. (sanción: nulidad absoluta)
Art. 1578. El pago hecho al acreedor es nulo en los casos siguientes:
2° Si por el juez se ha embargado la deuda o mandado retener su pago:
- Cuando el título es condicional: Si el título está sujeto a una condición suspensiva,
evidentemente que el acreedor no puede exigir la tradición sino una vez cumplida la
condición.
Tradición sujeta a condición
Al menos teóricamente, aquí ya no se trata de que el título translaticio esté sujeto a
condición, sino que la tradición misma está sujeta a una condición. Pero, siguiendo a
Alessandri, lo que en verdad se sujeta a condición sigue siendo el título (de acuerdo). A este

70
respecto, el art. 680 dispone que la tradición puede transferir el dominio bajo condición
suspensiva o resolutoria, con tal que se exprese.
- Tradición sujeta a condición suspensiva. Consiste en que el tradente hace entrega
de la cosa al adquirente, pero esa entrega no transfiere el dominio, por cuanto se ha
estipulado una condición suspensiva, de suerte tal que, solo una vez cumplida esa
condición, el adquirente pasa a ser dueño de la cosa, sin necesidad de efectuar una
nueva tradición.
Por ejemplo, Juan le dona a Pedro un automóvil, y se lo entrega, pero para que éste
lo haga suyo si, por ejemplo, se recibe de abogado.
- Tradición sujeta a condición resolutoria. En este caso, el adquirente se hace
dueño de la cosa desde que se verifica la entrega de ella, sin perjuicio de lo cual, su
dominio estará expuesto a perderse en el evento que se verifique una condición
resolutoria, caso en el cual se reputará que ese sujeto jamás ha sido dueño de la
cosa. Reiteremos que, en realidad, lo que lleva la condición resolutoria es el título,
no la tradición.

Respecto a si puede operar la condición resolutoria tácita en la tradición, ello se ha


discutido. Para algunos, ella no procede porque el art. 680 i. 1 exige que la
condición se exprese, y la condición resolutoria tácita naturalmente no es expresa.
Lo que sí puede quedar sujeto a condición resolutoria tácita, obviamente, es el título
translaticio de dominio, si es que se trata de un contrato bilateral. Y por ello, otros
autores estiman que en realidad sí opera la condición resolutoria tácita en la
tradición, en el sentido que, si el título translaticio se resuelve, resulta lógico que la
tradición no pueda subsistir, porque carecería ya de su antecedente.

- Qué ocurre si la condición resolutoria consiste en el no pago del precio. El


articulo 680 inciso 2° dispone que, verificada la entrega por el vendedor, se
transfiere el dominio de la cosa vendida, aunque no se haya pagado el precio, a
menos que el vendedor se haya reservado el dominio hasta el pago, o hasta el
cumplimiento de una condición. Esta estipulación se denomina cláusula o pacto de
reserva de dominio. En otros términos, el vendedor no pierde el dominio de la cosa
no obstante haberla entregado, mientras el adquirente no efectúe el pago del precio.
Pero dicha norma entra en contradicción con lo dispuesto en el art. 1874 en materia de
compraventa, que da una solución distinta en caso de que en dicho contrato se pacte la
cláusula de reserva de dominio. Según las normas especiales de compraventa, el pacto de
reserva de dominio no produce su efecto natural, esto es, que no se transfiera el dominio
mientras no se paga el precio, sino que sólo le da al vendedor la opción de exigir el pago
del precio o la resolución del contrato.
La solución a esta contradicción es aplicar el principio de especialidad, de forma tal que, si
la cláusula de reserva de dominio se pacta en un contrato de compraventa, debe aplicarse el
art. 1874, que no le reconoce el efecto propio a ese pacto; en cambio, en cualquiera otra
71
convención, debe aplicarse el artículo 680 inciso 2°, que sí le reconoce el efecto propio a la
cláusula.
Art. 680. La tradición puede transferir el dominio bajo condición suspensiva o
resolutoria, con tal que se exprese.
Verificada la entrega por el vendedor, se transfiere el dominio de la cosa vendida,
aunque no se haya pagado el precio, a menos que el vendedor se haya reservado el
dominio hasta el pago, o hasta el cumplimiento de una condición.
La Tradición de bienes raíces y derechos reales constituidos sobre ellos
Sistema Registral Chileno
El derecho registral se define como el conjunto de principios y normas que regulan la
organización y funcionamiento del registro, la determinación de los objetos y actos
inscribibles y la forma y efectos de la inscripción. Si el registro se refiere a bienes raíces,
entonces se habla de un registro inmobiliario.
Materialmente hablando, el registro inmobiliario es el libro o cuaderno en que se
"matricula" un inmueble o se "inscribe un hecho que le afecta". Y para ello existen dos
sistemas principales;
- En primer lugar, el denominado folio personal, en el que los registros se organizan
tomando como pauta los nombres de las personas a quienes afecta cada anotación o
inscripción, vinculando las diversas inscripciones a través de anotaciones
marginales de referencia. El sistema chileno adoptó el folio personal; y

- en segundo lugar, existe también el folio real, esto es, un registro que se lleva por
predio, los que se individualizan por un número u otro signo, de suerte tal que cada
inmueble está asociado a ese número.

El sistema chileno
1.- Normativa aplicable:
- El Código Civil y, especialmente, los arts. 686 y siguientes.

- El Reglamento del Registro Conservatorio de Bienes Raíces, de 24-6-1857. Fue


redactado por Andrés Bello, y fue dictado según lo ordenado en el art. 695 del CC.
Por ello, gran parte de la doctrina ha señalado que este Reglamento tiene, en
realidad, rango de ley, puesto que se trata de una especie de DFL.

- El D.F.L. N° 247 de 20.05.1931, el que, sólo para el caso de Santiago, dispuso la


existencia de 3 Conservadores de Bienes Raíces, teniendo cada uno a cargo un
registro distinto: el de Propiedad, el de Hipotecas y Gravámenes y el de

72
Interdicciones y Prohibiciones de Enajenar. Con todo, el mismo D.F.L. ordena que
el oficio de estos Conservadores será y se considerará como uno solo.

- La Ley N° 16.665 sobre reconstitución de inscripciones en Registro de


Conservadores de Bienes Raíces.

- El Código Orgánico de Tribunales y. particularmente, sus arts. 446 y ss., que


regulan a los Conservadores como auxiliares de la administración de justicia.

2.- Características del sistema


- Se inscribe en los Registros un resumen o extracto de los títulos que se presentan al
Conservador. Por ello, se trata de un sistema de inscripción y no de transcripción, ya
que en este último se copia de forma íntegra y literal el documento de que se trate.

- La inscripción se efectúa en forma cronológica y relacionada, debido a que se trata


de un folio personal.

- Es un sistema de un grado de legalidad bajo, porque no es rol del Conservador


asegurar la validez de la inscripción, ni tampoco examinar la validez del título que
se le presente para inscribir.

- Es un sistema de folio personal, no de folio real.

3.- Fines de la inscripción en el sistema chileno


- Tradición. En conformidad a lo dispuesto en el art. 686, la inscripción del título en
el Registro Conservatorio constituye la única forma de efectuar la tradición del
dominio y de los demás derechos reales constituidos sobre un bien raíz, con
excepción de servidumbres.
Art. 686. Se efectuará la tradición del dominio de los bienes raíces por la
inscripción del título en el Registro del Conservador.
De la misma manera se efectuará la tradición de los derechos de usufructo o de uso
constituidos en bienes raíces, de los derechos de habitación o de censo y del derecho
de hipoteca.
Acerca de la tradición de las minas se estará a lo prevenido en el Código de Minería.
- Publicidad. El Registro Conservatorio permite que los terceros tomen conocimiento
acerca de la titularidad de los derechos reales y de los gravámenes que afectan a los
bienes raíces. En el Mensaje del CC, Andrés Bello señaló que como el Registro
Conservatorio está abierto a todos, no puede haber posesión más pública, más
solemne, más indisputable que la inscripción.

73
- Historia de la propiedad raíz. Esto significa que el Registro Conservatorio permite
estudiar cuáles han sido las diversas mutaciones que han afectado a un determinado
bien raíz.

- Prueba, requisito y garantía de la POSESIÓN. En nuestro sistema opera la


denominada "teoría de la posesión inscrita" que se resume en señalar que la
inscripción en el Registro Conservatorio constituye prueba, requisito y garantía
de la posesión sobre bienes raíces.
Prueba, porque la posesión sobre un bien raíz se acredita mediante la inscripción.
Art. 924. La posesión de los derechos inscritos se prueba por la inscripción y
mientras ésta subsista, y con tal que haya durado un año completo, no es admisible
ninguna prueba de posesión con que se pretenda impugnarla.
Requisito, la posesión sobre un bien raíz se adquiere mediante la inscripción. Art.
724. Si la cosa es de aquellas cuya tradición deba hacerse por inscripción en el
Registro del Conservador, nadie podrá adquirir la posesión de ella sino por este
medio.
Garantía, mientras subsista la inscripción, se mantiene la posesión del bien raíz
(728, 730, 2505).
Es relevante destacar que la inscripción prueba la POSESION, mas no el dominio, Si la
inscripción acreditara el dominio, habría que también acreditar que los antecesores eran
también dueños, ya que nadie puede transferir o transmitir más derechos de los que es
titular. Por ello, la inscripción sólo acredita la posesión, y en conformidad al art. 700 i. 2. el
poseedor se reputa dueño, es decir, tiene una presunción simplemente legal a su favor.
Con todo, para asegurar el dominio sobre un bien raíz, basta acreditar la posesión inscrita
de diez años hacia atrás, porque siendo éste el plazo máximo de prescripción adquisitiva,
acreditando 10 años de posesión del poseedor actual y sus antecesores, entonces ya se habrá
adquirido el dominio al menos por prescripción.
- Solemnidad de actos y contratos. Para algunos autores, la inscripción también puede
constituir una solemnidad en determinados actos y contratos. Se señalan como
ejemplos la donación de bienes raíces (art. 1400), el usufructo (artículo 767) y la
hipoteca (artículo 2410),
Para Somarriva, ello no es así, porque en dichas disposiciones el legislador no
estableció un elemento del acto o contrato, sino que la inscripción en esos casos
constituye la tradición del derecho real respectivo, esto es, el dominio e el caso de la
donación; el usufructo en el caso del art. 767; y la hipoteca en el caso del f. 2410.
4.- Organización y funcionamiento del Conservador de Bienes Raíces

74
- Los Conservadores. Están definidos en el art. 446 del COT, como ministros de fe
encargados de los Registros Conservatorios de Bienes Raíces, de Comercio, de
Minas, de Acciones de Sociedades Propiamente Mineras, de Asociaciones de
Canalistas, y otros que las leyes encomienden. Los arts. 446 y ss. de este cuerpo
legal, los regulan orgánicamente.

Nombramiento del Conservador de Bienes Raíces: artículos 7, 8 y 9 del Reglamento


Se trata de un abogado nombrado por el Presidente de la República, que debe
prestar juramento ante la Corte de Apelaciones respectiva y constituir fianza para
responder de toda falta o defecto en el ejercicio de su cargo.
- Libros que lleva el Conservador de Bienes Raíces.
Repertorio. Es un libro en que se anotan todos los títulos que se le presentan
cualquiera sea su naturaleza, en orden cronológico y en estricto orden de
presentación
El Conservador en ningún caso puede dejar de anotar en el repertorio el título
que se le presentare para ser inscrito. Si éste adolece de algún defecto, la
anotación en el repertorio caducará a los dos meses de su fecha, si no se
convierte en inscripción. A esto se le denomina "anotación presuntiva"
Si dentro de los 2 meses se subsana el reparo formulado por el Conservador, éste
debe practicar la inscripción la que producirá todos sus efectos desde la fecha de
su anotación
Registros. Artículo 31 del Reglamento, y son:
Registro de Propiedad. Se inscriben las translaciones (transferencias o
transmisiones) de dominio, y las respectivas cancelaciones, subinscripciones y
demás concernientes a las inscripciones practicadas en él.
Registro de Hipotecas y Gravámenes. Se inscriben las hipotecas, los censos, los
derechos de usufructo, uso y habitación, los fideicomisos, las servidumbres y
otros gravámenes semejantes, y las respectivas cancelaciones, subinscripciones
y demás concernientes a las inscripciones practicadas en él.
Registro de Interdicciones y Prohibiciones de Enajenar. Se inscriben las
interdicciones y prohibiciones de enajenar, e impedimentos indicados en el art.
53 n. 3 del Reglamento, y las respectivas cancelaciones, subinscripciones y
demás concernientes a las inscripciones practicadas en él.
Índices (arts. 41-46 reglamento):

75
Índice particular. En él se anotan por orden alfabético el nombre de los
otorgantes, el apellido de estos y el nombre del bien raíz materia de la
inscripción. Se llama particular porque se lleva respecto de cada Registro.
Índice general. El índice general se lleva por orden alfabético con las mismas
menciones que el índice particular, y se forma a medida que se vayan haciendo
las inscripciones en los tres registros que lleva el Conservador.

- Títulos que deben y pueden inscribirse.


Títulos que deben inscribirse. Deben inscribirse aquellos títulos que permitan la
tradición de los derechos reales. El artículo 52 del Reglamento contempla los títulos
que deben inscribirse, esto es, que en forma imperativa deben registrarse en el
Conservador. Estos son:
 Los títulos translaticios de dominio de los bienes raíces, los títulos de
derecho de usufructo, uso, habitación, censo e hipoteca constituidos en
inmuebles, y la sentencia ejecutoria que declare la prescripción adquisitiva
del dominio o de cualquiera de dichos derechos.
Esta primera enumeración está enfocada en las transferencias de dominio, a
los títulos que permiten transferir el dominio de un bien raíz o de derechos
reales constituidos sobre ellos. Por ello es curioso que mencione al derecho
de uso y habitación, ya que este derecho real no puede transferirse, es
personalísimo.
También la norma se refiere a la prescripción adquisitiva. En ese caso, el
propietario adquirió el bien raíz por prescripción y. por lo tanto, la
inscripción en el Registro de Propiedad no opera como tradición, sino que
cumple fines de publicidad y tiene por objeto mantener la historia de la
propiedad raíz (artículos 2513 y 689).

 La constitución de los fideicomisos que comprendan o afecten bienes raíces,


la del usufructo y habitación que hayan de recaer sobre inmuebles, la
constitución del censo, del censo vitalicio y de las hipotecas.

 La renuncia de cualquiera de los derechos numerados anteriormente. Esta


renuncia supone que el derecho se haya inscrito previamente. En el Registro,
la renuncia se materializa mediante una cancelación de la inscripción.

 Los decretos de interdicción provisoria y definitiva, los de rehabilitación, el


que concede la posesión definitiva de los bienes del desaparecido, y aquella
sentencia que concede el beneficio de separación de bienes. Todos estos

76
casos tienen en común que su objetivo es dar publicidad a determinadas
circunstancias, con la finalidad de hacerlas oponibles a terceros.

 Si bien no están en el artículo 52, también deben agregarse los casos de


ciertas inscripciones a que da lugar la sucesión por causa de muerte (arts.
688 cc y 55 del Reglamento). Asimismo, deben inscribirse las servidumbres
de alcantarillado de predios urbanos.

Títulos que pueden inscribirse. Artículo 53 del Reglamento, se trata de títulos cuya
inscripción es voluntaria, pero que una vez practicado el registro, se siguen
consecuencias jurídicas de ello. Estos son:
 Condición suspensiva o resolutoria del dominio de bienes inmuebles o de
otros derechos reales constituidos sobre ellos. Esto es relevante porque si se
inscribe la condición resolutoria, los terceros entonces estarán de mala fe, la
ley entiende que conocían la condición por estar inscrita, y por lo tanto
deberán restituir la cosa.
Art. 1491. Si el que debe un inmueble bajo condición lo enajena, o lo
grava con hipoteca, censo o servidumbre, no podrá resolverse la
enajenación o gravamen, sino cuando la condición constaba en el título
respectivo, inscrito u otorgado por escritura pública.
 Todo gravamen impuesto en un bien raíz que no sea de aquellos indicados en
los números 1 y 2 del art. 52 Reglamento. Por ejemplo, las servidumbres, los
contratos de arrendamiento en el caso del art. 1962 y genéricamente
cualquier acto o contrato cuya inscripción sea permitida por la ley. (Por
ejemplo, comodato sobre inmuebles)

 Todo impedimento o prohibición referente a inmuebles, sea convencional,


legal o judicial, que embarace o límite de cualquier modo el libre ejercicio
del derecho a enajenar. Son prohibiciones legales, por ejemplo, el embargo,
la cesión de bienes, el secuestro, el litigio, etc.
Este último caso contempla las prohibiciones convencionales que embaracen o
limiten de cualquier modo el libre ejercicio del derecho a enajenar. Y al respecto, se
discute en doctrina qué debe hacer el Conservador si recibe un título de
transferencia de dominio respecto de una cosa que está sujeta a una prohibición
convencional de enajenarlo. Una primera opinión es que el Conservador debe negar
la inscripción, porque sería legalmente inadmisible en los términos del art. 13 del
Reglamento; además, se produce lo que se denomina un impedimento de registro,

77
en el sentido que entre las anotaciones del Conservador debe existir cierta
coherencia, de forma tal que, si se encuentra inscrita una prohibición de enajenar
convencional, no es lógico que el Conservador inscriba una transferencia de
dominio respecto del mismo inmueble.
La opinión mayoritaria es que el Conservador debe darle curso a la inscripción,
porque la validez y efectos de la cláusula de no enajenar son discutibles e, incluso,
puede interpretarse que ella no constituye sino una obligación de no hacer, de
manera tal que su infracción da lugar a una indemnización de perjuicios. Además, el
art. 13 del Reglamento se refiere a inscripciones legalmente inadmisibles, y aquí
estamos en presencia de una prohibición convencional, no legal. La negativa a
inscribir del Conservador es una excepción y. por lo tanto, debe ser interpretada
restrictivamente.

- Formas y solemnidades de las inscripciones


Dónde debe efectuarse la inscripción. Articulo 687 CC, y artículos. 54, 56 y 59 del
Reglamento.
 Lugar de la inscripción. La regla general es que el título debe inscribirse en
el Registro Conservatorio del territorio en que está situado el inmueble.
Con todo, la legislación regula ciertas situaciones especiales:
Si el inmueble pertenece a varios territorios, deberá hacerse la inscripción
en cada uno de ellos.
Si un mismo título se refiere a dos o más inmuebles ubicados en distintos
territorios, debe efectuarse la inscripción en cada uno de los respectivos
territorios.
Los decretos de interdicción o los que prohíben o limitan el derecho de
enajenar, deben inscribirse en el domicilio o departamento en donde tenga
su domicilio la persona sobre quien recae el decreto o prohibición y, además,
en el Registro correspondiente al territorio donde se sitúan los inmuebles que
a esa persona pertenecieren.
En el caso de que exista un embargo, secuestro o cesión de bienes, se
requiere para la inscripción previo decreto del juez competente, que será
aquel del lugar donde se sitúa el inmueble.
 Qué ocurre si la persona se equivoca de Conservador. La jurisprudencia ha
señalado que, si se inscribe en un Registro Conservatorio que no
corresponde, esa inscripción es inútil, no produce efectos legales y, por lo

78
tanto, el título no va a producir la consecuencia que naturalmente trae
consigo

 Qué ocurre si debía inscribirse en dos o más Conservadores, y la inscripción


no se efectúa en todos ellos. También se ha fallado que la inscripción es
ineficaz respecto de todo el predio, es decir, tanto en la parte que
efectivamente se inscribió, como respecto de aquella en que se omitió la
inscripción.
Quién puede pedir la inscripción. Artículo 60 a 62 Reglamento.
Puede pedirla el interesado por sí o por medio de personeros o representantes
legales. Tratándose de la transferencia del dominio u otros derechos reales, debe
presentarse el Título en que consta el mandato o la representación. En la práctica,
los contratos que implican su posterior inscripción en el Conservador en general
llevan una cláusula en que se confiere poder al portador de una copia de esa
escritura para requerir la inscripción, de forma tal que cualquier persona que vaya
con esa escritura pueda pedirla.
Documentos necesarios para requerir la inscripción. El artículo 690 dispone que se
debe exhibir al Conservador copia auténtica del título respectivo, y del decreto
judicial en su caso. El art. 57 del Reglamento, agrega que, para el caso de tratarse de
un decreto judicial, se debe incluir una certificación al pie del respectivo escribano
(secretario) que acredite ser ejecutorio (que la resolución está firme o ejecutoriada).
Hay que hacer la prevención de que en el Conservador sólo se inscriben documentos
públicos, no se pueden inscribir documentos privados. Lo que sí se admite es la
presentación de las llamadas minutas, que es una presentación dirigida al
Conservador con la finalidad de suplir o enmendar algún antecedente equivocado en
el título que se le ha presentado (art. 82 Reglamento).
Si el título es otorgado en el extranjero, se requiere para proceder a la inscripción
una resolución judicial que acredite la legalidad de su forma y su autenticidad
(artículo 63 del Reglamento), aunque ello no será necesario si el documento se
otorgó ante un Cónsul chileno en el extranjero.
Contenido y forma de la inscripción. Esta materia está en los artículos 690 y 2432
del Código Civil, y 73 y siguientes del Reglamento.
Art. 690. Para llevar a efecto la inscripción, se exhibirá al Conservador
copia auténtica del título respectivo, y del decreto judicial en su caso.
La inscripción principiará por la fecha de este acto; expresará la naturaleza
y fecha del título, los nombres, apellidos y domicilios de las partes y la designación
de la cosa, según todo ello aparezca en el título; expresará además la oficina o
archivo en que se guarde el título original; y terminará por la firma del
Conservador.

79
Proceso de inscripción.
 Anotación. En el momento en que el Conservador recibe la copia auténtica
del título, lo anota en el Repertorio de acuerdo con el número que
corresponde cronológicamente (arts. 24 y 65 Reglamento). Esta es una
anotación que caduca a los dos meses, y se le denomina anotación
presuntiva.

 Inscripción. Efectuada la anotación, el Conservador hace un examen del


título y si estima que no hay causal para rechazo, modifica la anotación y la
transforma en inscripción. En conformidad al art. 17, convertida la anotación
en inscripción, ésta produce todos sus efectos desde la fecha de la anotación.

 Rechazo. En conformidad a los arts. 13 y 14, el Conservador está facultado


para negar una inscripción que en algún sentido sea legalmente inadmisible.
La misma norma contempla ejemplos de cuándo la inscripción es legalmente
inadmisible.
Frente al rechazo, el interesado puede subsanar el defecto y presentar
nuevamente el título para su inscripción, y si lo hace antes de dos meses,
entonces conserva valor su anotación presuntiva. Si el interesado estima que
su inscripción es procedente, puede ejercer la acción que le confiere el art.
18, que permite exigirle al juez competente que obligue al Conservador a
practicar la inscripción de que se trate. Si el juez obliga al Conservador a
practicar la inscripción, debe dejarse constancia de ello en la misma. Este
procedimiento se tramita conforme a las reglas de los actos judiciales no
contenciosos, y consiste básicamente en la presentación de un escrito de
reclamo contra la negativa del Conservador, luego el tribunal le pide informe
a este último, y luego se resuelve el reclamo.

 Situación especial de las inscripciones por avisos. Puede suceder que se


presente al Conservador la inscripción de un título respecto de una propiedad
que no ha estado antes inscrita y, en ese caso, se sigue un procedimiento
especial, cuyo principal objetivo es dar noticia a terceros que pudieren verse
afectados. Esto está regulado en los arts. 693 cc y 58 del Reglamento.

- Subinscripciones, cancelaciones y reinscripciones.

 Subinscripción. La subinscripción es una anotación que se hace al margen de


una inscripción, y frente a la modificación que de esta última se efectúa, y
siempre que su objetivo sea el de rectificar de oficio o a petición de parte,
errores, omisiones u otros defectos en que se pueda haber incurrido, y
siempre que la corrección pueda hacerse con los datos del mismo título (art.
88 Reglamento).

80
Si se trata de una variación sustancial y se requiere de un título nuevo,
entonces no se efectúa una subinscripcion, sino una nueva inscripción en la
cual se deja una nota de referencia.
 Cancelación. Es el acto por el cual se deja sin efecto un asiento o inscripción
en el Registro. La cancelación, materialmente, se verifica mediante una
subinscripción. La cancelación puede ser total o parcial; y puede ser
convencional o judicial. El Conservador no puede efectuar cancelaciones de
oficio.
La cancelación es relevante porque desde que ella se produce, la persona a
cuyo nombre estaba inscrito el inmueble, deja de ser poseedor de él y. por lo
tanto, ya no se verá amparado por la teoría de la posesión inscrita.
 Reinscripción. Consiste en volver a inscribir un mismo inmueble a nombre
del mismo propietario. Ello ocurre, por ejemplo, cuando se crea un nuevo
CBR

- Publicidad de los Registros. Los libros que lleva el Conservador son esencialmente
públicos y. por lo tanto, cualquier persona puede consultarlos y tomar nota de ellos
en la oficina del Conservador, quien además está obligado a dar cuantas copias y
certificados se le pidan, judicial o extrajudicialmente, acerca de lo que consta o no
consta en sus registros. En las copias se contendrán las subinscripciones y notas de
referencia correspondientes (artículos 49 a 51 del Reglamento).

- Responsabilidad del Conservador. (artículo 96-98)


Civilmente, el Conservador puede verse obligado a indemnizar los perjuicios
derivados de un error en la inscripción o en las copias. También puede ser
responsable administrativamente y se le puede imponer una multa. Si fuere del caso,
también se le puede atribuir al Conservador responsabilidad penal.
Inscripciones a que da lugar la sucesión por causa de muerte.
Introducción. La inscripción conservatoria cumple diversos fines en nuestra
legislación. El más relevante de ellos, es el de servir de tradición de los bienes raíces o de
derechos reales constituidos sobre ellos, según lo dispone el art. 686. Sin embargo, la
inscripción (como dijimos) cumple también otros roles, como los de publicidad y de
mantener la historia de la propiedad raíz.
Uno de los casos en que la inscripción no constituye tradición, sino que es exigida por la
ley para fines de publicidad e historia de la propiedad raíz, son las inscripciones a que da
lugar la sucesión por causa de muerte, previstas en el art. 688 CC.

81
Cuando muere una persona, se abre su sucesión y opera en favor de los herederos, el modo
de adquirir el dominio sucesión por causa de muerte. Es decir, mediante este modo, opera el
traspaso de los bienes del causante a sus herederos o legatarios, por el sólo ministerio de la
ley.
En consecuencia, en virtud del principio de que el dominio se adquiere por un sólo modo,
los herederos no requieren que se les haga tradición de las cosas que heredan, porque
adquirieron el dominio por sucesión por causa de muerte. Sin perjuicio de lo anterior. para
disponer o enajenar de un bien raíz de la herencia, el artículo 688 exige que se practiquen
previamente ciertas inscripciones.
Inscripciones que deben practicar los herederos. El artículo 688 inciso 1°
dispone que, en el momento de deferirse la herencia, la posesión efectiva de ella se confiere
por el ministerio de la ley al heredero; pero esta posesión legal no habilita al heredero para
disponer en manera alguna de un inmueble, mientras no proceda a practicar las
inscripciones que a continuación se indican.
Es relevante destacar que el art. 688 limita la enajenación de inmuebles, por lo que,
respecto de las cosas muebles de la herencia, los herederos al pueden disponer de ellos (una
vez que hayan pagado el impuesto a la herencia).
- Inscripción de la posesión efectiva y del testamento, si lo hubiere. C N° 1 del
artículo 688, dispone que se debe inscribir el decreto judicial o la resolución
administrativa que otorgue la posesión efectiva el primero ante al Conservador de
Bienes Raíces de la comuna o agrupación de comunas en que haya sido
pronunciado, junto con el correspondiente testamento, y la segundo en el Registro
Nacional de Posesiones Efectivas.
La diferencia se efectúa porque si la herencia es testada, entonces la posesión
efectiva debe concederla el Juzgado Civil del último domicilio del causante; al es
intestado lo concede el Servicio de Registro Civil e Identificación.
- Inscripción especial de herencia, El N° 2 del art. 688 dispone que se deben practicar
inscripciones especiales prevenidas en los incisos primero y segundo del artículo
precedente. Ello se refiere a practicar la inscripción del título de dominio a nombre
de Todos los herederos, en el Registro Conservatorio del territorio en que esté
situado el inmueble, quedando los herederos poseyéndolo en comunidad.
En virtud de la inscripción especial de herencia, los herederos podrán disponer de
consuno de los inmuebles hereditarios. Es decir, pueden enajenar un inmueble de la
herencia, pero compareciendo todos los herederos conjuntamente.

- Inscripción del acto de partición. El art. 688 N° 3 ordena practicar la inscripción


prevenida en el i. 3° del art. precedente, que se refiere a la inscripción de la
partición en el Registro Conservatorio en cuyo territorio esté ubicado el inmueble.
Agrega el artículo 688 que, sin esta inscripción, no podrá el heredero adjudicatario

82
disponer po: sí solo de los inmuebles hereditarios que en la partición le hayan
cabido.
Posesión legal, posesión efectiva y posesión material de la herencia. Artículos 688 y 696
- Posesión legal. Es aquella que se verifica por el sólo ministerio de la ley, una vez
que se produce la delación de la herencia (arts. 688 y 722), O sea, en el momento en
que fallece el causante, por el sólo ministerio de la ley. el heredero adquiere la
posesión legal de la herencia, la que es particular porque no requiere ni el animus ni
el corpus, opera incluso sin el conocimiento del heredero.
Art. 722. La posesión de la herencia se adquiere desde el momento en que es
deferido, aunque el heredero lo ignore.
El concepto de posesión legal existe para darle continuidad al dominio de los
bienes, yo que cuando fallece el causante, el heredero puede aceptar o repudiar la
herencia. Y si demora en manifestar su voluntad, quedaría un interregno entre la
muerte del causante y la aceptación, período en que los bienes no serían poseídos
por ninguna persona y carecerían de titular. Por ello, el legislador recurrió a la figura
de la posesión legal, que opera desde el momento mismo de la muerte del causante.
- Posesión efectiva. Corresponde a la sentencia judicial o resolución administrativa
que reconoce al heredero la calidad de tal
- Posesión material. Es la tenencia de una cosa con animo de señor y dueño, es decir,
la posesión propiamente tal, definida en el artículo 700 CC.
Sanción en caso de infringirse el artículo 688. Se refiere a cuál es la sanción si es que se
dispone de un bien raíz de la herencia, sin que hayan mediado las inscripciones que exige el
art. 688.
La Jurisprudencia entiende que la sanción no es la nulidad ni del título ni de la tradición. La
sanción está contenida en el art. 696, según el cual los títulos cuya inscripción se prescribe
en los artículos anteriores, no darán o transferirán la posesión del respectivo derecho,
mientras la inscripción no se efectúe de la manera que en dichos artículos se ordena.
Ello ha sido criticado porque el art. 696 se refiere lógicamente a los títulos translaticios de
dominio, pero el art. 688 no contempla títulos translaticios, sino otros títulos que no dicen
relación alguna con la tradición. En otros términos, ni la resolución administrativa o
judicial que concede la posesión efectiva, ni la inscripción especial de herencia ni la
adjudicación, son títulos translaticios de dominio y. por ende, no es aplicable a este respecto
la sanción del artículo 696.
Para los autores que critican el criterio de la jurisprudencia, frente a la infracción del art
688, se plantean dos opciones
- Si se enajena una cosa sin haber cumplido las inscripciones del art. 688, no se
transfiere el dominio de ella, pero sí se transforma al receptor de la cosa, en
poseedor regular de ella, habilitándolo para adquirirla por prescripción y para

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ejercer las denominadas acciones posesorias y. dentro de estas últimas, la querella
de amparo, la que se podrá ejercer para poner remedio a la situación que afecta a
este poseedor, esto es, la falta de las inscripciones del artículo 688.

- La segunda opción, es que el acto por el cual se dispone de un bien hereditario, sin
haberse practicado las inscripciones del artículo 688, adolece de nulidad relativo, ya
que dichas inscripciones constituyen requisitos establecidos debido a la calidad de
heredero que tiene un sujeto. De este modo, se podría posteriormente proceder a las
inscripciones del artículo 688, lo que importaría una ratificación de la nulidad
relativa.

Qué ocurre con la cesión del derecho real de herencia. Si un heredero cede su
derecho real de herencia, no es necesario que previamente haya cumplido con el art. 688,
porque esta última norma solo se refiere a la disposición o enajenación de bienes raíces de
la herencia: en cambio, la cesión del derecho real de herencia o de una cuota de él, supone
el traspaso de una universalidad jurídica que no tiene el carácter de inmueble, y que es
distinta de las cosas que individualmente la componen.
Inscripción del legado de un inmueble. Los legados son asignaciones testamentarias a
título singular. Es decir, ya no se trata de una universalidad como la herencia, sino que de
una cosa singular. El legado, que es siempre a título singular, puede ser:
- Legado de especie o cuerpo cierto. Es cuando se lega una cosa determinada. En este
caso el legatario adquiere el dominio de la cosa directamente del causante y. por lo
tanto, el modo de adquirir es la sucesión por causa de muerte. En consecuencia, no
requiere para adquirir el dominio de inscripción conservatoria alguna. Pero si lo
legado es un bien raíz, el legatario debe inscribir el inmueble a su nombre por
motivos de publicidad e historia de la propiedad raíz. Para estos efectos, en la
práctica los Conservadores exigen que los herederos suscriban con el legatario una
escritura pública denominada de entrega de legado, y esa escritura es la que se
inscribe en el Conservador. La escritura de entrega de legado no es un acto de
disposición, no es un título translaticio, porque el legatario ya adquirió el dominio
por sucesión por causa de muerte.

- Legado de género. Es de género cuando se legan especies indeterminados de cierto


género. El legatario de género no adquiere por sucesión por causa de muerte el
dominio de la cosa legada, sino que sólo adquieren un derecho personal o crédito
que les habilito para exigir a los herederos que cumplan con ese legado. En
consecuencia, el legatario de género, una vez que los herederos cumplen el legado,
adquiere la cosa legada por Tradición, siendo el tradente el heredero y el adquirente
el legatario.

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Otros sistemas registrales. No solo los bienes raíces están sujetos a registro. puesto que
hay distintos bienes muebles que también lo están, aunque la inscripción produce otras
diversas consecuencias jurídicas, por ejemplo:
- Ley N° 18.290 (ley de tránsito) indica que las transferencias de vehículo deben
anotarse en el Registro de Vehículos Motorizados que lleva el Registro Civil. En
este caso, la inscripción no constituye tradición, la que se sigue efectuando según
las reglas generales de los bienes muebles, pero sí produce ciertos beneficios
jurídicos, como. por ejemplo, acogerse a una presunción simplemente legal de
dominio del vehículo.

- Las aeronaves, deben ser inscritas en el Registro Nacional de Aeronaves que lleva la
Dirección General de Aeronáutica Civil. En este caso, la inscripción tampoco
constituye tradición, pero su omisión trae como consecuencia que el dominio del
nuevo propietario no será oponible a terceros mientras no se proceda a practicar la
inscripción

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