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Pontificia Universidad Católica de Valparaíso

Departamento de Derecho privado


Integración de Derecho civil

TEORÍA DE LOS BIENES Y LOS


DERECHOS REALES

SUMARIO:

I.- Apunte
II.- Dossier de estudio
1. Conceptos fundamentales: PEÑAILILLO, Daniel, Los
bienes. La propiedad y otros derechos reales (Santiago.
Editorial Jurídica de Chile, 2010).
2. Clasificaciones de las cosas: PEÑAILILLO, Daniel, ob. cit.
3. Dominio: PEÑAILILLO, Daniel, ob. cit.
4. Posesión: BARCIA LEHMANN, Rodrigo, Manual de
Derecho civil. De los bienes (Santiago, Editorial Jurídica
de Chile, 2010).
5. Modos de adquirir: BARCIA LEHMANN, Rodrigo, ob. cit.
6. Acción reivindicatoria: PEÑAILILLO, Daniel, ob. cit.
7. Acciones posesorias: PEÑAILILLO, Daniel, ob. cit.
INTEGRACIÓN DE DERECHO CIVIL
TEORÍA DE LOS BIENES Y LOS DERECHOS REALES

1. GENERALIDADES

Esta materia se encuentra regulada en el Libro II, “De los bienes, su


dominio, posesión y goce”; correspondiente a los artículos 565 en adelante
del Código Civil.

En primer lugar, resulta necesario delimitar el ámbito de regulación de


los derechos reales, distinguiéndolo del ámbito de los derechos personales,
así, el derecho de las obligaciones regula el intercambio de bienes y servicios
para la satisfacción de las necesidades de los individuos; en tanto, la materia
jurídica de los derechos reales: a) fija o radica los bienes en el patrimonio de
cada individuo, y b) determina los poderes o facultades que el sujeto tiene
sobre ellos.

En segundo lugar, resulta básico distinguir entre cosas y bienes, a las


cuales se refiere el legislador en su artículo 565, y que erróneamente, a
nuestro juicio, éste hace sinónimos:

Las cosas, son todas aquellas que ocupan un lugar en el espacio. En


particular este concepto es aplicable a las cosas corporales, que pueden
ser percibidas por los sentidos. Pero resulta más complejo conceptualizar lo
que vendrían a ser las cosas incorporales (aquellas que carecen de una
realidad tangible), que nuestro código iguala a los derechos, ya que se debe
tener presente que existen cosas respecto de las cuales no se puede decir
que son corporales, pero que tampoco consisten en derechos, nos referimos
aquí a las producciones del talento e ingenio, a las cuales hace alusión el
artículo 584, y que la doctrina ha denominado inmateriales.

Los bienes, son las cosas en cuanto son útiles al hombre y


susceptibles de apropiación. Por lo tanto, son dos requisitos los que deben
cumplir las cosas para ser bienes: tienen que ser útiles para satisfacer una
necesidad o deben prestar alguna utilidad, y deben ser susceptibles de
apropiación.

1
La utilidad. Se entiende como la aptitud de una cosa para satisfacer
una necesidad del individuo o un interés cualquiera de éste, económico
o no.
- La apropiabilidad. Se entiende como la necesidad de que sean
susceptibles de dominio, de poder ingresar al patrimonio de una
persona, por ende tener propiedad sobre los mismos.

Si están estas notas características podemos diferenciar una cosa de


un bien. Dentro del CC chileno si uno analiza sus disposiciones, la doctrina
mayoritaria coincide en afirmar que el legislador no distingue y emplea de
manera indistinta la noción cosa y bien.

2. CLASIFICACIÓN DE LAS COSAS

El derecho se ocupa de las clasificaciones de las cosas por diversas


razones prácticas:

i. Para determinar qué reglas se aplican a las distintas categorías de


cosas;

ii. Los requisitos para adquirir y enajenar no son comunes a todas las
cosas; y

iii. Tampoco son iguales los actos que una persona puede ejecutar con
las cosas que están bajo su posesión.

El artículo 565 nos presenta la primera gran clasificación de las cosas:


Cosas Corporales e Incorporales:

o Cosas Corporales. “Las que tiene un ser real y pueden ser percibidas por
los sentidos” (por ejemplo, una casa o un libro).
o Cosas Incorporales. “Son meros derechos”, como créditos o
servidumbres activas.

La importancia de esta clasificación radica en la forma en que operan


los distintos modos de adquirir, así, por ejemplo, la ocupación y la accesión
son modos de adquirir que solo sirven para la adquisición de cosas
corporales; por otro lado, en lo que se refiere a la tradición y a la
prescripción, éstas se sujetan a reglas distintas dependiendo del tipo de cosa
de que se trate.

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Se crítica esta clasificación, ya que estos preceptos consagran lo que
la doctrina denomina “cosificación de los derechos”, al considerar “cosas” o
“bienes” a los derechos. Objetándola en el sentido de que se asocian dos
categorías fundamentalmente diferentes (las cosas materiales y los
derechos), no existiendo una rea clasificación, sino mas bien, una simple
agrupación; ya que toda clasificación es una distinción entre dos o más
partes de un solo todo, y en este caso se partiría de supuestos diferentes.

Un concepto propio de cosas incorporales es: Son aquellas que teniendo


una entidad abstracta son el resultado de una creación intelectual.

2.1. COSAS CORPORALES

Partiremos el estudio de las cosas corporales, dentro de las cuales


encontramos otra de las clasificaciones importantes. Así el artículo 566,
distingue entre:

- Cosas muebles.
- Cosas inmuebles.

Es importante señalar que esta clasificación no solo se aplica a las


cosas corporales, ya que por aplicación del artículo 580 también es aplicable
a las cosas incorporales (de ahí dependerá el estatuto aplicable a los
distintos derechos).

Lo que justifica que el legislador le haya dado tanta importancia a ésta


distinción es que siempre ha tendido a proteger con mayor intensidad los
bienes inmuebles, lo que obedece a razones históricas debido a que en la
época de dictación del CC la importancia radicaba en las cosas inmuebles
(como fundos, terrenos y casas), no así en los muebles.

A partir de las expresiones del legislador, se dice que el criterio de


distinción es si pueden transportarse o no de un lugar a otro, pero la doctrina
ha agregado a este criterio el requisito de que este traslado pueda llevarse a
cabo sin detrimento de la naturaleza de las mismas.

La importancia de esta clasificación radica en el distinto régimen


jurídico aplicable a los bienes muebles e inmuebles, como veremos a
continuación en algunos ejemplos.

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i. Respecto del contrato de compraventa, si se está en presencia de cosas
muebles es consensual, mientras que si estamos en presencia de
cosas inmuebles es solemne.
ii. Cuando se está en presencia de la transmisión por sucesión por causa
de muerte, los herederos para disponer de los bienes hereditarios,
requieren una serie de inscripciones solo tratándose de bienes
inmuebles.
iii. En materia de sociedad conyugal, si estamos en presencia de bienes
inmuebles y éstos son aportados o adquiridos a título gratuito durante
la vigencia del régimen, ingresan al patrimonio propio de los cónyuges,
pero si estamos en presencia de bienes muebles, ingresan al haber
social relativo.
iv. En materia de tradición, uno de los requisitos indispensables es la
entrega, la cual se efectúa de forma distinta si estamos en presencia
de bienes muebles o inmuebles, o derechos reales constituidos sobre
ellos.
a. Si la cosa es mueble basta la simple entrega material de la cosa,
la que incluso en algunas hipótesis puede ser ficta.
b. En presencia de bienes inmuebles, se requiere la inscripción en
el conservador de bienes raíces.
v. Tratándose de la prescripción adquisitiva, los plazos de prescripción
adquisitiva ordinaria son distintos (art. 2508 CC): 5 años en los
inmuebles, 2 años para los muebles.
vi. Rescisión por lesión enorme, no procede sobre bienes muebles, solo
sobre bienes inmuebles.
vii. A propósito de las cauciones reales, hay dos derechos reales que se
conectan: el derecho real de hipoteca y el derecho real de prenda. En
el derecho real de hipoteca se habla por regla general de bienes
inmuebles, en cambio, la prenda recae sobre bienes muebles.

A. Cosas corporales muebles:

Aquellas cosas que pueden trasladarse de un lugar a otro sin detrimento


de su sustancia o naturaleza.

o Bienes muebles por naturaleza: estos corresponden al concepto dado


anteriormente.
o Bienes muebles por anticipación (art. 571): son los productos de los
inmuebles y las cosas accesorias a ellos, las que se reputan muebles,

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aún antes de su separación, para el solo efecto de constituir un
derecho sobre dicho producto o cosa a una persona distinta del dueño.
Esto en definitiva, es importante porque cambia el estatuto jurídico
aplicable a estos bienes.

Norma de interpretación legal: art. 574.

Cuando por la ley o el hombre se usa de la expresión bienes muebles sin


otra calificación, se comprenderá en ella todo lo que se entiende por cosas
muebles, según el artículo 567.

En los muebles de una casa no se comprenderá el dinero, los documentos


y papeles, las colecciones científicas o artísticas, los libros o sus estantes, las
medallas, las armas los instrumentos de artes y oficios, las joyas, la ropa de
vestir y de cama, los carruajes o caballerías o sus arreos, los granos, caldos,
mercancías, ni en general otras cosas que las que forman el ajuar de una
casa.

B. Cosas corporales inmuebles

Son aquellas cosas que no pueden transportarse de un lugar a otro sin


detrimento de su sustancia o naturaleza. Admiten una clasificación:

o Bienes inmuebles por naturaleza: estamos aludiendo al concepto


tradiciónal de bienes inmuebles. Es decir, aquellos que no pueden
trasladarse de un lugar a otro sin detrimento de su naturaleza o
sustancia. El artículo 568 en su primera parte se refiere a estos bienes
inmuebles por naturaleza.
o Bienes inmuebles por adherencia o incorporación: se entienden
aquellas cosas que por su naturaleza son bienes muebles pero que se
encuentran adheridos o incorporados de manera permanente a un bien
inmueble y que por esta razón, el legislador los considera bienes
inmuebles (art. 569). La exigencia es que se encuentre adherido o
incorporado permanentemente a un bien inmueble. Tratándose de los
productos y los frutos de una cosa, mientras se encuentren en su
fuente de origen y estén permanentemente incorporados tienen
naturaleza jurídica de bienes inmuebles. Ahora bien, tratándose de
estos frutos que si bien son bienes inmuebles, se pueden reputar
muebles antes de su separación para constituir derechos sobre dicho

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producto a favor de un tercero. Así lo refleja el legislador, en sus
artículos 568, 569, 571 CC.
o Bienes inmuebles por destinación (art. 570): se trata de cosas que por
su naturaleza, también son bienes muebles, pero que se reputan
inmuebles por estar destinados permanentemente al uso, cultivo o
beneficio de un predio. Muchas veces, incluso en el artículo 570, el
legislador confunde las categorías de bienes inmuebles por
destinación con los bienes inmuebles por adherencia, por ejemplo en
los casos de las losas de un pavimento o los tubos de la cañería.
Una separación momentánea de la destinación que se le había
dado, no implica mutar la naturaleza jurídica de un bien inmueble,
pues para lograr aquel objetivo, la separación debería ser permanente.

C. OTRAS CLASIFICACIONES DE LAS COSAS CORPORALES

i. Cosas corporales específicas y genéricas:

Esta clasificación no se encuentra expresamente contenida en la ley. El


criterio de distinción es el grado de determinación de la cosa. En el caso de
las cosas genéricas, ellas se encuentran determinadas por caracteres
comunes que comparten otras cosas que pertenecen a un mismo grupo, por
ejemplo un perro. En el caso de las cosas específicas, son aquellas cosas
que se encuentran individualizadas en cuanto a sus caracteres propios, que
permite diferenciarla de otras que pertenecen un mismo género, por ejemplo
el perro Lazie. Debemos agregar que las cosas no son genéricas o especificas
por si solas, sino que dependerá del grado de determinación que le asignen
las partes.

Usualmente se dice que las cosas muebles son genéricas, y las


inmuebles son específicas; pero esto no es una relación necesaria, como lo
vemos en el ejemplo dado, donde el perro Lazie es un mueble específico.

El legislador también habla de cosas genéricas limitadas: cosas


genéricas que forman parte del género pero que pueden identificarse dentro
de ellas (se acota cuáles son dentro de ese género). Aquí las reglas aplicables
son las de especie o cuerpo cierto.

La importancia de esta distinción se presenta en materia de


obligaciones, ya que cuando se está obligado a entregar una cosa o cuerpo
cierto, solo se cumple la obligación cuando se entrega esa cosa en particular

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(pues existe la obligación de conservación), pero si la cosa es genérica, se
está obligado a entregar cualquier cosa dentro del género, al menos de
calidad mediana (arts. 1510 y 1548).

También tiene importancia de cara a la extinción de la obligación; ya


que si sobreviene caso fortuito, la especie o cuerpo cierto perece,
extinguiéndose la obligación, en cambio las cosas genéricas no se extinguen,
el género no perece, sino que se puede cumplir entregando cualquier cosa
del mismo género que sea de una calidad media.

ii.Cosas consumibles o no consumibles:

A partir del artículo 575 la doctrina distingue entre consumibilidad e


inconsumibilidad objetiva y subjetiva.

Una cosa es consumible o no desde una perspectiva objetiva, si


atendida su función según su naturaleza, su primer uso importa o no su
destrucción. Distinguendo además entre consumibilidad física y jurídica.

o Será física cuando el primer uso de la cosa importe su destrucción


física o bien una alteración sustancial. Por ejemplo la madera en un
asado.
o Será jurídica cuando su primer uso importa la enajenación de la cosa.
Por ejemplo el dinero.

Una cosa es consumible o no, desde una perspectiva subjetiva,


dependiendo del destino que le dé el titular de la cosa, dependiendo de si su
primer uso implica o no la destrucción de la cosa, o ya bien su enajenación.

La importancia de la clasificación, se encuentra en que existen ciertos


actos y ciertos derechos que no pueden recaer sobre cosas consumibles. Así
encontramos casos como el del usufructo, el cual necesariamente debe
recaer sobre una cosa no consumible (art. 764). Otro caso lo encontramos
en materia de contratos, en particular el comodato, el cual también debe
recaer sobre cosa no consumible, pues se debe restituir la misma.

iii. Cosas fungibles y no fungibles:

A propósito de esta clasificación, no existe uniformidad respecto del


criterio de distinción. En primer lugar encontramos aquella doctrina que
señala que cosas fungibles son aquellas que carecen de individualidad

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propia, y que, por ende, su poder liberatorio es igual a toda otra cosa del
mismo género, como por ejemplo, el dinero, y cosa no fungible, en cambio,
es aquella que tiene individualidad, y que por ende, no puede ser remplazada
por otra cosa similar, por ejemplo, el original de un cuadro. Esta distinción
es más bien objetiva.

Si bien está pensada en el hecho de poder sustituir una cosa por otra,
la doctrina ha ampliado esto clasificando también los hechos. Un hecho será
fungible cuando puede ser ejecutado por cualquier persona; y será no
fungible cuando solo lo puede ejecutar el deudor atendidas las
características propias de él (caso típico de los contratos de confianza o
intuito personae).

Otro tanto se discute, pues el art. 575, al hablar de las cosas fungibles
y no fungibles, pareciera ser que las confunde con las cosas consumibles.
Se ha dicho que esta confusión es un tanto lógica, pues generalmente las
cosas fungibles, además serán consumibles, aunque debemos precisar que
aquello no es absoluto1.

iv. Cosas principales o accesorias

El criterio de distinción es si la cosa puede existir de manera


independiente. Será accesoria cuando existe de manera dependiente a otra.
Por ejemplo el suelo es una cosa principal, y el árbol accesorio. Se aplica
esto también a las cosas incorporales, por ejemplo los derechos reales de
hipoteca o el derecho de servidumbre. Importa distinguir ambos tipos de
cosas para determinar los casos en que lo accesorio sigue la suerte de lo
principal.

v.Cosas divisibles e indivisibles

El criterio de distinción es si la cosa admite o no admite división,


manteniendo su misma función, estructura y valor, aunque sea proporcional.
Esto se puede ver desde una perspectiva física o de una perspectiva jurídica.
Físicamente todas las cosas corporales son divisibles, porque en el fondo no
hay ninguna cosa que no sea fraccionable, ya sea aplicándole mayor o menor
esfuerzo. La divisibilidad jurídica se distingue entre divisibilidad material y
divisibilidad intelectual. Una cosa es materialmente divisible cuando es

1 Por ejemplo, una botella de champaña “Don Perignon” del año 1968, es claramente
consumible, pero podría argumentarse que no es fungible.

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susceptible de dividirse en partes homogéneas, sin que ello importe una
pérdida de la aptitud para servir a la finalidad que cumple. Una cosa es
intelectualmente divisible si ideal o imaginariamente es susceptible de
división. La regla general es que todas las cosas son susceptibles de ésta
división intelectual, tanto las cosas corporales como las incorporales
(excepciones las encontramos en la ley, como el caso de la servidumbre, la
cual no es posible dividirla intelectualmente).

vi. Cosas presentes y cosas futuras

El criterio de distinción en este caso, es la existencia de la cosa al


momento de celebrarse una determinada relación jurídica (art. 1461), así
como en el caso de la compraventa de cosa futura (art. 1813). Las cosas
presentes, son aquellas que tienen una existencia real al momento de
celebrarse una relación jurídica. Las cosas futuras son aquellas que no
existen en el preciso momento en que se celebra la relación jurídica.

vii. Cosas comerciables y cosas incomerciables

El criterio de distinción es si la cosa es o no susceptible de dominio y


posesión privada. Las cosas comerciables, son aquellas que si son
susceptibles de dominio y posesión privada, y las incomerciables, son
aquellas que no pueden ser objeto de dominio y posesión privada. A propósito
de las segundas encontramos algunas que son incomerciables por su propia
naturaleza: aquellas que son comunes a todos los hombres (art. 585), ya sea
por su destinación (art. 589), o por razones de moralidad u orden público.
Por cierto, la regla general es la comerciabilidad de las cosas.

viii. Cosas inalienables y cosas alienables

El criterio de distinción es la posibilidad de enajenar las cosas. Las


cosas inalienables, son aquellas que no puede ser enajenada de manera
válida, y las cosas alienables, son aquellas que si pueden ser enajenadas
válidamente. Es importante resaltar la relación existente entre esta
clasificación y la anterior, pues sucede que las cosas incomerciables siempre
serán inalienables, pero las cosas inalienables no siempre serán
incomerciables, como por ejemplo en los derechos llamados personalísimos
(uso y habitación)

ix. Cosas singulares y cosas universales:

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Una cosa singular implica que sea una cosa que es identificable por si
misma de otras, es decir aquellas que constituyen una unidad simple o
compleja (simple: ladrillo, compleja: casa), en cambio, cuando se habla de
cosas universales nos referimos a aquellas que comprenden un conjunto de
cosas singulares que por la función que cumplen o desempeñan se consideran
un todo.

Respecto de las cosas universales, podemos distinguir entre


universalidad de hecho y universalidades de derecho o jurídicas:

o Universalidades de hecho: conjunto de cosas que manteniendo su


individualidad se encuentran unidas por estar afectas a una misma
finalidad, normalmente de orden económico, la que pueda emanar de
su propia naturaleza o no. Por ejemplo un rebaño de animales. Esta
solo prevén la perspectiva positiva o activa, es decir un conjunto de
bienes, nunca se ve la parte pasiva (las obligaciones) que se
consideran universalidades jurídicas.
o Universalidades jurídicas: conjunto de relaciones jurídicas constituidas
sobre una base de bienes, reguladas de un modo especial y que para
la ley forman un todo desde el punto de vista jurídico. El clásico
ejemplo es el patrimonio, y muy vinculado con ello el derecho real de
herencia. Algunas de sus características son:
• La universalidad jurídica es una abstracción jurídica,
independiente de los bienes que la componen.
• Comprende tanto elementos activos como pasivos, de hecho se
dice que tienen por finalidad cubrir eventualmente el pasivo.
Esto quiere significar que las universalidades jurídicas pueden
estar compuestas tanto de créditos, como de deudas,
buscándose en último término la satisfacción de las
obligaciones contraídas por su titular (como en el caso del
patrimonio, art. 2465), o por sus sucesores (como en las deudas
hereditarias, art. 951 inc. 2°).
• Permite explicar dentro de esta abstracción, la subrogación real.

Diferencias entre universalidades de hecho y de derecho:

o Las universalidades de hecho, solo están conformadas por elementos


activos (bienes o derechos), en cambio las universalidades contienen
elementos pasivos.

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o Jurídicamente en las universalidades de hecho los bienes que las
integran mantienen su individualidad (un rebaño), en cambio en las
jurídicas esto no ocurre, se mira la cosa como un todo, pierden su
individualidad (herencia).

2.2. COSAS INCORPORALES: DERECHOS REALES Y DERECHOS PERSONALES

Esta distinción la art. 565 al referirse a que las cosas incorporales


consisten en meros derechos, como créditos (derechos personales) y
servidumbres (derechos reales). Luego es el art. 576 el que clasifica las cosas
incorporales en derechos reales y personales.

2.2.a. Noción del derecho real (concepciones clásicas y


obligaciones).

Del artículo 567 CC podemos extraer que un derecho real es aquel que
se tiene sobre una cosa sin respecto de determinada persona. De éstos nacen
las acciones reales, que conllevan un poder o señorío sobre una cosa. Puede
haber un solo titular de este derecho o más de uno.

La doctrina igualmente ha planteado un concepto más amplio que el


expresado por nuestro legislador al señalar que son aquellos que creando
una relación inmediata y directa entre la persona y la cosa a cuyo poder ella
se encuentra sometida de una manera más o menos completa, son por esto
mismo susceptibles de ser ejercidos no solamente contra una persona
determinada, sino frente y contra todos. La relación se circunscribe entre el
titular (sujeto) y la cosa (objeto del derecho)2.

En cuanto al objeto del derecho real, que es la cosa sobre la cual este
recae, hay cierta discusión. Así, los clásicos han dicho que solo pueden
recaer sobre cosas corporales, a lo que la postura más moderna ha señalado
que podrían recaer sobre cosas incorporales (derechos sobre derechos),

2 Se critica esto, porque las relaciones jurídicas se dan entre personas, cuyo objeto puede
ser una cosa, pero la relación no puede ser con la cosa misma. Ante ésta crítica, se señala
que tratándose de los derechos reales existe un sujeto pasivo universal para asimilarlo a la
estructura de los derechos personales. Esto implica que el titular del derecho real tiene la
facultad y el derecho de exigir respecto de cualquier miembro de la comunidad que respete
el ejercicio de su derecho, el resto de la sociedad contrae una obligación cuyo objeto es no
perturbar el ejercicio de este derecho real. Con todo, esto se trata de acercar la estructura
del derecho real a la estructura del derecho personal. Se la llama la doctrina “obligaciónista
de los derechos reales”.

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basándose en el art. 583 que señala que sobre las cosas incorporales hay
una especie de propiedad. También se señala como argumento el artículo
584, pues existirían derechos sobre las producciones del talento, los que a
todas luces consisten en cosas incorporales.

2.2.b. Clasificaciones de los derechos reales

A. Derechos reales de goce y derechos reales de garantía.

Esta distinción se realiza en base a las facultades que otorga el derecho


real.

o Derechos reales de goce: Existe una utilización directa de la cosa, es


decir, un aprovechamiento directo, total, y absoluto o limitado, según
sea el caso, por parte del titular. Ejemplo: servidumbres activas,
dominio, usufructo.

o Derechos reales de garantía: En este caso la cosa se utiliza


indirectamente, por su valor de cambio, y confiere la facultad al titular
de este derecho real, de solicitar al juez que se proceda a enajenar la
cosa objeto de este derecho real para pagar con su valor la obligación
asegurada que no fue cumplida. Es el valor de la cosa el que está
asegurado el cumplimiento de la obligación. Ejemplo: prenda e
hipoteca. Estos se relacionan con el Derecho de Garantía General
previsto en el artículo 2465 del CC.

B. Derecho real de dominio, y los derechos reales desmembrados del dominio


o limitativos del mismo

o El derecho real de dominio es aquel que otorga las más amplias


facultades respecto de una cosa.

o Los derechos reales desmembrados o limitativos, son aquellos que


otorgan solo algunas de las facultades comprendidas en el dominio,
de ahí que se llamen desmembrados. También se les llama limitativos,
pues restringe el uso de dicha facultad por parte del titular del
dominio, como por ejemplo en el caso del usufructo.

2.2.c. Discusión sobre la taxatividad de la enumeración legal de


los derechos reales

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En materia de derechos reales existe una discusión respecto del origen
de éstos que implica determinar si se encuentra en la ley (son de un número
cerrado), o bien si su creación queda entregada a la autonomía de la
voluntad de las partes (serán de número abierto). A favor de que el número
de los derechos reales sea cerrado se señala que las normas que los regulan
son de orden público, y que se rigen por el principio de la libre circulación de
los bienes, por lo que permitir a las partes crear, mediante la autonomía de
voluntad, derechos reales, permitiría atentar contra dicho principio. El
argumento para que los derechos reales sean de número abierto, es en base
al principio de la autonomía de la voluntad, ya que son las partes las que
pueden satisfacer de la mejor manera sus intereses, al darles la posibilidad
de crear todos los derechos reales que requieran.

A este respecto, se sostiene que la visión que acoge el Código civil es


que los derechos reales son de número cerrado, ya que solo la ley puede dar
origen a derechos reales. Ahora bien, otra cosa es señalar que el Código, en
su art. 577, haga una numeración taxativa, puesto que hay derechos reales
que están fuera de este artículo, e incluso fuera del Código (ejemplos, art.
579 a propósito del derecho real de censo, en relación al art. 2022; y fuera
del Código Civil, encontramos el art. 7 del Código de Aguas, que regula el
derecho real de aprovechamiento de aguas. Otro ejemplo lo encontramos en
el Código de Minería, con derecho de pedimento y manifestación minera).

2.2.d. Conceptos básicos de los distintos derechos reales

Dominio:

El artículo 582 CC señala que el dominio, que se llama también


propiedad es aquel que recae sobre una cosa corporal para gozar y disponer
arbitrario de ella no siendo contrario a la ley o contra derecho ajeno. Hay que
tener en cuenta que se señala que el derecho real de dominio recae sobre
una cosa corporal. Luego, en el art. 583 CC señala que sobre las cosas
incorporales hay una especie de propiedad.

La acción clásica que lo proteger es la acción reivindicatoria, que es


aquella que tiene el dueño respecto del poseedor no dueño.

Derecho real de Herencia:

Es el derecho que recae sobre el conjunto de bienes, derechos y


obligaciones transmisibles de una persona fallecida, o bien una cuota de ellos.

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Tiene por objeto una abstracción jurídica (la herencia), distinto del derecho
real de dominio que existe respecto de una cosa determinada. En definitiva,
la vigencia del derecho real de herencia es meramente transitoria, toda vez
que la comunidad que por regla general surge respecto de los herederos está
destinada a desaparecer. Así, el derecho real de herencia actuaría como ante
sala del derecho real de dominio de los bienes del causante, por parte de sus
herederos.

Este derecho real puede ser adquirido por tres modos distintos: la
sucesión por causa de muerte, la tradición (art. 1909 y 1910, en materia de
cesión de créditos) y por prescripción adquisitiva (el art. 2512 n°1, establece
un plazo de 10 años3).

La acción protectora es distinta a la del dominio, pues en este caso es


la llamada acción de petición de herencia, que se encuentra regulada en los
artículos 1264 y siguientes del CC y se define como la acción real que se
confiere al heredero que demuestra esta calidad jurídica, para que se le
reconozca y declare su derecho y, en consecuencia, se le restituyan los efectos
hereditarios que detenta un tercero que se dice sucesor universal del
causante. Es una acción real, mueble, patrimonial, divisible (le corresponde
a cada heredero en razón de su cuota en el as hereditario), y tiene la
particularidad de perseguir una universalidad jurídica, y no una cosa
singular como la reivindicatoria. Para que proceda, se debe estar en el
siguiente supuesto: un heredero que no está en posesión de la herencia, la
cual está siendo poseída por otro que se atribuye la calidad de tal, sin serlo;
y su objeto por lo tanto es que se reconozca al demandante su calidad de
heredero, y que como consecuencia de ello, se condene al falso heredero que
la está poseyendo, a restituirla4.

Derecho real de Usufructo:

3 Excepto el caso del falso heredero al que se le haya conferido la posesión efectiva,

caso en el cual solo serán 5 años (art. 1269 en relación al art. 704 n°4).
4 En lo relativo a los frutos y mejoras, esto se regula en el artículo 1266, que señala que

se aplicarán las mismas reglas que en materia de reivindicación, que se analizarán más
adelante (art. 904 y ss.). En cuanto a los deterioros, se regulan en el art. 1267, el que se
remite al artículo 1688, siendo el criterio la buena o mala fe (y en el caso de la buena fe,
que el falso heredero se haya hecho más rico).

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Art. 764 CC. La facultad que confiere este derecho es la de gozar y usar
la cosa, y en caso de tener que restituirla, se tiene además la obligación de
conservación.

El derecho real de uso y habitación, son el derecho de usufructo de


manera restringida. El uso implica gozar limitadamente las utilidades y
productos que produce una cosa, y si ésta facultad consiste en la posibilidad
de morar en una casa, se llama derecho de habitación, como se extrae del
artículo 811 CC. Estamos ante un derecho personalísimo, por ende
inalienable.

Aquí también hay una coexistencia de derechos, pues cuando


hablamos de usufructo también habrá un derecho real de dominio, así es
dueño de su derecho real de usufructo, aunque respecto del bien reconoce
dominio ajeno.

Servidumbre activa:

Éstas consisten en un gravamen impuesto en un predio a favor de otro,


siendo estos predios de distintos dueños. El predio que se ve beneficiado se
denomina dominante, siendo desde este punto de vista activa, mientras que
el predio que sufre el gravamen es pasivo, llamado predio sirviente. Art. 820
y 821 CC.

Derecho real de Prenda:

Se llama prenda tanto el contrato, el derecho real y la cosa misma.


Cuando hablamos del derecho real de prenda nos referimos a aquel que
consiste en la entrega de una casa mueble que se da para garantizar el
cumplimiento de una obligación propia o ajena. Dentro de la estructura del
CC, la prenda es con desplazamiento, esto quiere decir que la tenencia de la
cosa pasa a manos del acreedor (Art. 2384). Igualmente nuestro derecho
regula la situación de la prenda sin desplazamiento, la que se encuentra
regulada por una ley especial, la ley 20.190 sobre prenda sin desplazamiento

Derecho real de Hipoteca:

Se puede definir como un derecho real de garantía que recae sobre un


bien inmueble que permanece en poder del constituyente, y que otorga al
acreedor el derecho de perseguir el bien en manos de quien se encuentre, y
de pagarse preferentemente con el producto de la venta en pública subasta.

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En el caso de la hipoteca, el constituyente puede ser el deudor personal,
o un tercero.

Censo:

Primero es necesario precisar que el censo puede ser un derecho real o


personal. El supuesto de este derecho consiste en que una persona se
encuentra obligada al pago de una suma de dinero, y para garantizar el
cumplimiento de esta obligación otorga una propiedad en garantía. Si se
persigue al obligado directamente, estamos ante un derecho personal, pero
si se busca hacer valer la garantía, estaríamos en presencia de un derecho
real (Art. 2022 CC).

2.2.e. Paralelo entre derechos personales y derechos reales

Recordemos que el artículo 577 da un concepto de lo que es derecho


real, señalando que derecho real es el que se tiene sobre una cosa sin
respecto a determinada persona. Sin perjuicio del concepto legal, la teoría
clásica da una definición un poco más extensa de lo que son los derechos
reales, la cual destaca los principales caracteres y elementos al señalar que
los derechos reales son aquellos que creando una relación inmediata y
directa entre la persona y la cosa a cuyo poder ella se encuentra sometida
de una manera más o menos completa, son por esto mismo susceptibles de
ser ejercidos no solamente contra una persona determinada, sino frente y
contra todos.

Por su parte, los derechos personales, son aquellos que solo pueden
exigirse de ciertas personas que por un hecho suyo o por la sola disposición
de la ley han contraído la obligación correlativa (Art. 578). Las acciones que
emanan de éstos son personales, lo que significa que se tienen respecto de
la persona o personas que han contraído la obligación correlativa, a
diferencia de las reales que se tienen contra cualquiera que sin tener
derecho afecte la situación de la cosa objeto del derecho.

Tanto las acciones como los derechos, el legislador los reputa mueble
o inmuebles según la cosa que ha de ejercerse o sobre la que recae. Respecto
de los hechos el legislador siempre los reputa muebles (art. 580 y 581).

Diferencias entre derechos reales y personales

16
i. De acuerdo a su estructura. El derecho real tiene un titular y un
objeto, en cambio, el derecho personal posee un sujeto activo,
un sujeto pasivo y una prestación5.

ii. De acuerdo a su objeto. Los derechos reales tienen por objeto


una cosa que puede ser corporal o incorporal, en cambio, los
derechos personales tienen por objeto una prestación que puede
ser de dar, hacer o no hacer.

iii. Según su fuente. Los derechos reales nacen de los modos de


adquirir, en cambio, los derechos personales nacen de las
obligaciones.

El artículo 588 enumera los modos de adquirir el dominio,


señalando la ocupación, accesión, sucesión por causa de muerte,
prescripción adquisitiva y la tradición. Por su parte, el artículo
1437 se refiere a las fuentes de las obligaciones, y en esta materia
el Código Civil adopta la teoría clásica, por lo que éstas son: los
contratos, los cuasicontratos, los delitos, los cuasidelitos y la ley.

iv. Desde el punto de vista del número. Los derechos reales son
de numerus clausus o número cerrado, es decir, solo existen los
tipos que las leyes expresamente establecen. En cambio, los
derechos personales son de numerus apertus o número abierto,
esto es, hay tantos derechos personales como la imaginación sea
capaz de concebir, son ilimitados. Esta diferencia se justifica
porque las normas que gobiernan los derechos reales, son normas
imperativas, en cambio, las normas que gobiernan los derechos
personales, por regla general, son normas supletorias de la
voluntad de las partes.

5 Hay quienes dicen que en los derechos reales también es posible encontrar un
sujeto pasivo, lo que ocurre en este caso, es que no es un sujeto pasivo determinado,
sino que es un sujeto universal e indeterminado, porque existiendo un derecho real, toda
persona debe abstenerse de realizar una conducta que pueda afectar el ejercicio de ese
derecho. Quienes postulan esta idea, dicen que no serían derechos completamente
distintos. Si bien es cierto, no se puede negar que existiendo un derecho real existe
un deber general de abstención, no cabe hablar de un sujeto pasivo u obligado,
precisamente porque este deber de abstención no forma parte del pasivo de nadie, en
cambio, cuando existe una obligación, es parte del patrimonio del deudor.

17
v. De acuerdo a su eficacia. Los derechos reales tienen una eficacia
erga omnes, es decir, tienen eficacia general, sin respecto a
determinada persona, en cambio, los derechos personales tienen
una eficacia limitada, vinculan exclusivamente al deudor (eficacia
relativa). La eficacia cobra especial importancia en función de las
garantías: hipoteca y prenda. La hipoteca y la prenda son garantías
reales y al tener eficacia erga omnes, el acreedor hipotecario o
prendario podrá perseguir la cosa en manos de quien se
encuentre. Hay también garantías que son personales, como el
fiador y el codeudor solidario, estas tienen una eficacia relativa,
limitada al patrimonio del fiador o codeudor en la medida que lo
tenga.

vi. Desde el punto de vista de su protección. Los derechos reales están


protegidos por acciones reales como la reivindicatoria, así lo
señala el artículo 577, en cambio, los derechos personales están
protegidos por las acciones personales.

vii. Desde la perspectiva de la duración. Los derechos reales


normalmente se constituyen para tener una duración prolongada
en el tiempo, en cambio, los derechos personales son efímeros,
nacen para extinguirse, por ejemplo, el contrato de compra venta.

viii. Desde la perspectiva de la prescripción. Los derechos reales se


adquieren por prescripción adquisitiva, pero no se extinguen por
prescripción extintiva. Lo que sucede en este caso, es que el
derecho se extingue de manera consecuencial cuando otro lo
adquiere por prescripción adquisitiva. En cambio, los derechos
personales no se adquieren por prescripción adquisitiva, pero si
se extinguen por prescripción extintiva.

3. EL DOMINIO O PROPIEDAD

El dominio de encuentra regulado en el Título II, Libro II del CC, “Del


Dominio”.

El derecho real de dominio es una de las principales


instituciones que reglamenta el CC, y se encuentra definido en el art. 582:
El dominio, que se llama también propiedad, es el derecho real en una cosa

18
corporal, para gozar y disponer de ella arbitrariamente, no siendo contra la
ley o contra derecho ajeno.

Se trata de una definición analítica del dominio, que con un criterio


cuantitativo se dedica a enumerar las facultades que el derecho confiere al
propietario sobre el objeto sobre el cual recae.

El CC no distingue entre dominio y propiedad; pero algunos autores


consideran que la palabra dominio debe quedar reservada a los casos en
que este derecho real recae sobre cosas materiales; y la palabra propiedad,
que consideran, más genérico, lo emplean respecto de todo género de
derecho susceptible de apreciación pecuniaria, hablándose así de la
propiedad de un crédito, de la herencia, de cierta marca de fábrica o patente
de invención, etc.

Otros autores consideran que la diferencia entre las palabras dominio


y propiedad está en que ambos términos obedecen a distintos puntos de
vista de lo mismo, la palabra dominio resaltaría el carácter subjetivo que
reviste el derecho de propiedad, es decir, como poder o facultad que sobre
la cosa corresponde a su titular; y la palabra propiedad por otro lado, tendría
un preponderante contenido objetivo al acentuar la pertenencia de la cosa
a la persona.

En la definición el legislador afirma que el dominio permite gozar y


disponer arbitrariamente de la cosa sobre la que recae; manifestando el
carácter absoluto que detenta este derecho. La redacción de esta frase
obedece a que nuestro CC hace suya la definición romana, sin embargo, hoy
en día no puede concebirse como una facultad de disposición arbitraria, ya
que este derecho cuenta con una serie de restricciones, genéricas y
específicas -a las que más adelante aludiremos-, que en términos generales,
podemos decir que están constituidas por la ley y el derecho ajeno, lo que
consecuentemente ha motivado a algunos autores a hablar de derecho
general en vez de derecho absoluto.

Por último, este concepto omite señalar dos características importantes


del dominio: la exclusividad y la perpetuidad.

3.1. Objeto del Derecho Dominio

El dominio tal como lo señala el art. 582 recae sobre cosa corporal, es
decir, aquellas que tienen un ser real y pueden ser percibidas por los sentidos.

19
Para comprender bien lo que aquí se señala, debemos acudir primeramente
a la Constitución, que en su art. 19 n°24 asegura el derecho de propiedad
en sus diversas especies, lo que se ha utilizado como argumento a favor de
que el derecho real de dominio puede recaer sobre cosas corporales e
incorporales. Luego, el legislador en el art. 583 habla de que en las cosas
incorporales habría una “especie de propiedad”6, así el usufructuario tiene
la propiedad de su derecho de usufructo. Por su parte, el art. 584 señala
que las producciones del talento o del ingenio son una propiedad de sus
autores.

Conforme a lo anterior, a la luz del ordenamiento jurídico vigente,


podemos decir que tanto las cosas corporales como incorporales reciben
protección en cuanto objetos del derecho de propiedad.

3.2. Clasificaciones del Dominio o Propiedad

i. En base a su titularidad

o Propiedad individual: Se trata de aquella en que su titular es un


particular
o Propiedad asociativa o colectiva: Se trata de aquella en que su titular es
un grupo de individuos, como el caso de las cooperativas.

ii. En base a la naturaleza de su objeto

o Propiedad común o civil: Se trata de aquella regulada en el Código civil.


o Propiedades especiales: Son todas aquellas reguladas en leyes
especiales, en las que las normas del Código civil actúan de forma
supletoria.

iii. En base a la integridad de sus facultades

o Propiedad Plena: Se trata de aquella que está provista de todos sus


atributos (uso, goce y disposición).

6 Para el profesor Alessandri, el legislador al hablar de especie de propiedad, no lo hace


con la finalidad de postular que existe una propiedad distinta sobre las cosas incorporales,
sino que es la misma que recae sobre las cosas corporales, solo que es una especie pues
tiene ciertas particularidades. En cambio el profesor Guzmán, señala que existiría un
concepto genérico de propiedad, del cual se desprenderían conceptos específicos, como el
plasmado en el art 582, que sería solo aplicable a las cosas corporales.

20
o Propiedad Nuda: Se trata de aquella que solo contiene el derecho de
disposición jurídica del objeto en el que recae, perteneciendo a otro las
facultades de uso y goce, como es el caso del usufructo (art. 582 inc.
2°).

iv. En base a su duración

o Propiedad absoluta: Se trata de aquella que no está sometida a duración


o término. Esta es la regla general.
o Propiedad fiduciaria: Se trata de aquella que está sometida al evento de
traspasarse a otro si se cumple una condición (art. 733).

3.3. Características del Dominio

i. Es un derecho absoluto.

Este carácter se extrae de la expresión arbitrariamente utilizada por el


código, y tiene dos alcances:

o El dueño puede ejercitar sobre la cosa todas las facultades posibles.


o El dueño tiene un poder soberano para usar gozar y disponer de ella
sin que nadie pueda impedírselo.

La concepción de que el dominio importa un poder arbitrario e ilimitado


siempre se ha considerado una tesis exagerada, ya que el ordenamiento
jurídico concede facultades libres y exclusivas dentro de los límites que él
mismo fija. Por ello el CC reconoce el poder soberano del propietario, pero
dentro de los límites naturales del dominio, que se recogen en la propia
definición legal: la ley y el derecho ajeno.

La doctrina moderna, para evitar equívocos, ha sustituido el carácter


absoluto del derecho de propiedad por el de general. Así el dominio, es un
derecho general en cuanto autoriza a su titular para aprovecharse de todas
las utilidades que la cosa es capaz de proporcionar, salvo las excepciones
que importan la existencia de otros derechos reales sobre la misma cosa.

Además, debemos señalar que el derecho de propiedad es un derecho


independiente porque existe por sí y no presupone otro derecho, como
acontece con los demás derechos reales, que presuponen la existencia de la
propiedad.

ii. Carácter exclusivo.

21
El derecho de propiedad es un derecho exclusivo porque por su
esencia supone un único titular facultado para usar, gozar y disponer de la
cosa, y por ende, para impedir la intromisión de cualquier otra persona

El carácter exclusivo del dominio no obsta a que puedan existir sobre


la misma cosa otros derechos reales, sin que ello desnaturalice al dominio,
y en este caso estos otros derechos importarán una limitación de la libertad
de acción del propietario. Tampoco atenta contra este carácter la existencia
de la copropiedad, que es el derecho real de dominio que tienen dos o más
personas sobre una misma cosa. En este caso el carácter exclusivo del
derecho de propiedad implica que no puede haber, al mismo tiempo, sobre
una misma cosa, derechos de propiedad independientes, lo cual no acontece
en la copropiedad, ya que cada uno de los comuneros tiene una parte
indivisa del derecho y no todo éste.

iii. Carácter perpetuo7.

El carácter perpetuo del derecho de propiedad se manifiesta en que


no se encuentra sujeto a limitación de tiempo, y puede durar tanto como
dure la cosa sobre la cual recae, de esta forma subsiste con independencia
del ejercicio que se pueda hacer de él.

El propietario solo pierde su dominio si deja de poseer la cosa y un


tercero la adquiere al entrar en posesión de ella durante el tiempo requerido
por la ley para que éste adquiera el dominio por prescripción. También,
pierde el propietario su dominio al desprenderse de la cosa, sea a favor o no
de otra persona, lo cual se denomina facultad de disposición.

Además de las características recién analizadas, la doctrina moderna


que ve en la propiedad una unidad orgánica y no una suma de facultades,
señala como características fundamentales de este derecho real: la
elasticidad y la abstracción.

7 El carácter perpetuo del derecho de dominio ha sido objeto de discusión por algunos
autores, los cuales sostienen que este derecho es generalmente perpetuo, pero nada obsta
a que surja un derecho de propiedad temporal, éste sería el caso de la propiedad fiduciaria,
que es aquella que está sujeta al gravamen de pasar a otra persona en el evento de
cumplirse una condición. Ciertos autores dan el nombre de propiedad imperfecta a esta
clase de propiedad.

22
El dominio es abstracto en el sentido de que tiene existencia distinta
e independiente de las facultades que contiene y otorga. Por esta razón,
aunque una facultad esencial o bien su ejercicio se sustraiga al propietario
en razón de un derecho concurrente, el dominio abstractamente permanece
igual, no se desnaturaliza (como en el caso del derecho de usufructo, donde
el titular del dominio conserva la nuda propiedad).

La elasticidad del derecho real de dominio se manifiesta en la virtud


que éste tiene para reducirse, en mayor o menor medida, por la concurrencia
de otros derechos, y de expandirse nuevamente en toda su amplitud en
cuanto cesa el derecho concurrente que lo comprimía.

3.4. Extensión del Derecho Real de Dominio

El derecho real de dominio se extiende a la totalidad de la cosa que


constituye su objeto. Ahora bien, determinar la extensión de este derecho,
tiene importancia para delimitar de manera precisa el objeto sobre el cual
pueden ejercerse las facultades emanadas de él. Es necesario sí hacer
algunos distingos:

o Si se trata de bienes muebles los contornos materiales de la cosa


constituyen su límite.
o Si se trata de bienes inmuebles es necesario hacer ciertas precisiones

i. Extensión lateral u horizontal: ello se platea principalmente respecto


de la propiedad del suelo, en estos casos el dominio se extiende hasta
sus deslindes o linderos; pero puede acontecer que el dueño no tenga
certeza de los linderos de su predio, pudiendo ejercer el derecho que
le confiere la servidumbre legal de demarcación que confiere el
artículo 842. Ello en la práctica se traduce en una acción que ejerce
el dueño en tribunales, para que sea un perito designado por éste
quien establezca por donde debe ir el deslinde, una vez que ellos han
sido establecidos, podrá el dueño entablar la servidumbre de
cerramiento (art. 844 y ss).

ii. Extensión vertical. El CC contiene muy pocas normas que pueden


relacionarse con la extensión vertical del dominio. Acá se plantean dos
problemas: la extensión del dominio hacia el subsuelo y hacia el
espacio.

23
El espacio aéreo es aquel que está sobre el predio, este es vacío, no se
trata de un bien. En cambio, lo que sí tiene un ser real es el aire que
está en dicho espacio, se trata de una cosa que la naturaleza ha hecho
común a todos los hombres, es decir, incomerciable e inapropiable. Si
bien el CC no lo señala, resulta evidente que el dueño del terreno lo
es también del espacio superpuesto, se trata de una proyección del
dominio del suelo. El verdadero problema se ha presentado en
determinar hasta donde llega el dominio, por ello los autores
(encabezados por el profesor Alessandri) han creado el concepto de
altura útil, es decir, será dueño del espacio superpuesto en la medida
que sea necesario para obtener todo el provecho del predio, esté será
entonces el límite vertical8.

El CC no contempla norma alguna relativa al subsuelo. Sin embargo,


existen disposiciones que dan a entender que existe dominio sobre él,
como por ejemplo el art. 942, en que se permite al dueño de un predio
exigir que se corten las raíces del árbol que penetren en su suelo. En
este caso resulta también aplicable el criterio de utilidad, es decir, la
extensión del dominio al subsuelo será en la medida en que el interés
y provecho del derecho, por parte del dueño, lo justifique, y siempre
que queden a salvo las limitaciones del interés común9.

3.5. Contenido del Derecho de Dominio

El derecho de propiedad tiene un contenido activo y pasivo. El


contenido activo del dominio consiste en las facultades que confiere este
derecho a su titular, y el contenido pasivo lo conforman los deberes que
emanan del dominio.

A. La Propiedad como Poder

La propiedad mirada como poder apunta a las facultades que el derecho


de propiedad confiere a su titular.

8 Igualmente este derecho sobre el espacio aéreo podrá encontrar limitaciones en el plan
regulador comunal, en las distintas normas de urbanismo, etc. Otras tantas limitaciones
se encuentran en el Código Aeronáutico.
9 Igualmente podrán encontrarse limitaciones en otros cuerpos legales, como por ejemplo

en el Código de Minería.

24
La doctrina moderna considera que estas facultades son ilimitadas y
no susceptibles de enumeración. La doctrina clásica, en cambio, se
encargaba de hacer enumeraciones de estas facultades que a la postre
siempre resultaban incompletas. Sin embargo, desde el derecho romano se
mencionan tres facultades inherentes el dominio: el uso, el goce o disfrute y
el consumo material. Estas facultades se engloban en las facultades
materiales del dominio, es decir, aquellas que se realizan mediante actos
materiales que permiten el aprovechamiento del objeto del derecho. Junto a
estas facultades, tradicionalmente se mencionan las facultades jurídicas
que son aquellas que se realizan mediante actos jurídicos, y que para ser
ejecutadas requieren de facultad de disposición jurídica.

Facultades Materiales

i. Facultad de Uso. Esta facultad se traduce en poder ocupar la cosa en


todos los servicios que es capaz de proporcionar, aún cuando vayan en
contra de su propia naturaleza, sin que ello importe disfrutar los
productos de la cosa, ni su destrucción inmediata, porque en éstos
casos se confundiría con las otras facultades materiales. Sin embargo,
como resulta evidente, el traspasar los confines propios de la facultad
de uso carece de importancia para el propietario, pues éste tiene
también las facultades de goce y consumo.

En la práctica es frecuente que la facultad de uso vaya acompañada


con la facultad de goce con la cual se confunde. Por esta razón el legislador,
en el concepto que proporciona de dominio no considera al uso como una
facultad independiente de la de gozar, ya que se entendió que la primera
estaba comprendida en la segunda. Lo anterior no quiere decir que la
facultad de uso no constituya una facultad del dominio independiente del
goce (ejemplo, el ejercicio del derecho sobre cosas no fructíferas, ya que estas
al no ser aptas para producir frutos naturales, se limitan al mero uso, como
puede ser el ejercicio del derecho de uso sobre un piano).

ii. Facultad de Goce: Es aquella facultad que habilita para beneficiarse de


los frutos y los productos que la cosa sobre la que recae el derecho real
de dominio da10. Es en virtud de esta facultad que el dueño de una cosa
pasa a serlo de los productos y frutos de ella.

10 En estricto rigor, los productos corresponden más bien a la facultad de disposición,


ya que implican la destrucción de la cosa objeto del derecho.

25
Nuestro Código civil al igual que el Code francés justifica la
adquisición de los productos y frutos que la cosa da a través del modo
de adquirir llamado accesión; lo que la doctrina critica porque el origen
del dominio de los frutos y productos está en la facultad de goce, no
siendo necesario recurrir a la accesión.
La doctrina distingue entre frutos y productos. Los frutos son lo que
la cosa da periódicamente, ayudada o no por la industria humana y sin
detrimento de la cosa fructuria. El CC distingue entre frutos naturales
y civiles, siendo los primeros, los que da la naturaleza con o sin ayuda
de la industria humana (art. 644), y los civiles son los precios,
pensiones o cánones de arrendamiento, entre otros (art. 647). Por su
parte los productos son aquellos que da la cosa pero que carecen de
periodicidad, y que para su obtención implican una disminución o
destrucción de la cosa (como por ejemplo, talar los árboles que se
encuentran en el predio).
iii. Facultad de consumo material o físico, o de disposición material. Es
aquella facultad que habilita para destruir materialmente la cosa,
transformándola o degradándola.
a. Destruir es inutilizar, aniquilar o dejar abandonada la cosa.
b. Transformar es variar la naturaleza de la cosa, su forma o
destino.
c. Degradar la cosa es realizar obras en ella que traen como
consecuencia su desvalorización.

Sin lugar a dudas esta es la facultad característica del dominio, ya


que los demás derechos reales si bien autorizan a sus titulares para
usar y gozar de la cosa de una forma más o menos completa, jamás
dan poder para destruirla o transformarla. Por otro lado, esta facultad
es una manifestación del carácter absoluto del derecho de propiedad,
pero debemos recordar que presenta como límite la ley y el derecho
ajeno.

Facultades Jurídicas

La facultad jurídica con la que cuenta el dueño de la cosa consiste en


la de disposición jurídica, que puede definirse como la facultad que tiene el

26
sujeto para desprenderse del poder que tiene sobre la cosa sea o no a favor
de otra persona, por actos entre vivos o por causa de muerte11.

Son formas de disposición jurídica la enajenación, la renuncia y el


abandono.

La enajenación en un sentido amplio es todo acto de disposición entre


vivos por el cual el titular del derecho transfiere su derecho a otro o constituye
un nuevo derecho real que viene a limitar o gravar el ya existente. En un
sentido restringido es el acto por el cual el titular transfiere su derecho a otra
persona.

Debemos precisar que la facultad de disposición no es nota


característica solo del dominio, ya que en principio es común a todos los
derechos reales, y se extiende a todos los derechos personales (cesión de
créditos).

Requisitos de la facultad de disposición jurídica:

o Que exista capacidad de disposición. Cuando hablamos de este tipo de


capacidad, nos estamos refiriendo a la aptitud general del sujeto para
disponer libremente de sus derechos, lo que no es otra cosa que la
capacidad de ejercicio manifestada en el ámbito de los derechos
reales12.
o Que se tenga la titularidad del derecho.
o Que el derecho sea apto para ser transferido13.
o Que no existan prohibiciones legales ni voluntarias (por ejemplo,
supuestos de objeto ilícito del art. 1464).

A propósito de las limitaciones a la facultad de disposición,


encontramos el tema de las Cláusulas de no enajenar, y si estas se aceptan
en nuestro derecho. El verdadero problema se presenta en los casos en que
el legislador nada dice respecto de ellas (pues hay casos en que se pronuncia
aceptándolas y en otros rechazándolas), surgiendo las siguientes

11 La facultad de enajenar, es distinta de la capacidad de disposición, la que corresponde


a la capacidad de ejercicio.
12 Cuestión distinta es la facultad de disposición, que consiste en el poder específico

para disponer de un bien determinado.


13 Como recordaremos, existen derechos que no pueden ser transferidos, y que solo

pueden ser aprovechados por su titular, como por ejemplo los derechos personalísimos, o
los inalienables.

27
interrogantes ¿qué acontece si se establece una cláusula que impida
enajenar un bien? ¿Cuál es la validez de esta cláusula?

Sobre el particular existen diversas posiciones doctrinales14. La


doctrina nacional ha adoptado una postura ecléctica en este punto dándole
valor a estas cláusulas, siempre y cuando, no sean prohibiciones perpetuas
y se esgrima un interés legítimo en la prohibición, apoyándose para esto en
una norma relativa a los legados, el art. 1123. Sostienen que el alcance de
esta disposición es amplio, no solo circunscrita a los legados, sino que a
todos aquellos casos en que no se encuentre prohibida por la ley su
establecimiento, y siempre que se trate de una prohibición relativa.

La cláusula de no enajenar constituye una obligación de no hacer,


supuesta su validez, como lo hace esta doctrina, si es infringida sería
aplicable el art. 1555, relativo a la ejecución forzada de esta clase de
obligaciones, es decir, procede la indemnización de perjuicios si no puede
deshacerse lo hecho; y si el contrato es bilateral tendrá aplicación la
resolución por inejecución.

B. La Propiedad como Deber.

La propiedad como deber se traduce en una serie de restricciones


establecidas por el legislador frente al gran poder que otorga este derecho.
Estas pueden clasificarse en restricciones específicas y restricciones
genéricas.

Existen ciertas restricciones que son inmanentes al dominio, pero que


no representan un menoscabo a la propiedad, sino que constituyen límites
naturales del mismo, por lo que debemos distinguir estas limitaciones de
aquellas que constriñen la aptitud normal del dominio, ya que ellas implican

14 Existen otras dos doctrinas al respecto. La primera, que le concede validez general a
las cláusulas de no enajenar, señalando como argumentos: que en derecho privado puede
hacerse todo aquello que no está prohibido, si el legislador lo prohibió en determinados
casos, la regla general debería ser la validez, y como argumento de texto, el art. 53 n°3 del
reglamento del Conservador de Bienes Raíces, que permite inscribir las prohibiciones
convencionales referente a los inmuebles. La segunda postura, que le niega valor general a
las cláusulas de no enajenar, señalan que del mensaje del código se extrae el principio de
la libre circulación de los bienes, que además si se hubiere querido que fuese la regla
general no se habría consagrado para ciertos casos (como en el usufructo), e indican que el
art. 582 habla de disposición arbitraria.

28
un menoscabo del contenido regular del derecho, se establecen desde afuera
comprimiendo sus límites naturales.

Clasificación de las restricciones

o Genéricas, son aquellas que nacen del concepto y naturaleza misma del
derecho de propiedad (art. 582). Se dice que son limitaciones
inmanentes al dominio y que buscan asignar al derecho su sentido
normal. Estas pueden ser positivas o negativas.
o Específicas, legales o por razón de interés social (limitaciones
propiamente tales), estas imponen un cercenamiento de las facultades
que confiere el dominio. Estas pueden ser por utilidad pública o de
utilidad privada

Restricciones Genéricas.

o Restricciones Positivas: Abuso del Derecho.

Su campo de aplicación no está limitado al ejerció del derecho de


dominio, sino que en realidad se refiere a todos los derechos reales, e incluso
los derechos personales.

El problema que esta teoría pretende solucionar, es determinar si se


incurre en responsabilidad cuando en el ejercicio de un derecho propio,
lesionamos un derecho ajeno. Existiendo básicamente dos tendencias:

- Una postura plantea que el ejercicio de un derecho no puede hacer


incurrir en responsabilidad. El ejercicio de un derecho es lícito aún cuando
por obra de él se dañen a terceras personas, no habría, entonces obligación
de indemnizar los perjuicios.

- La otra postura proclama que el ejercicio de los derechos es relativo.


Los derechos solo pueden ejercerse conforme a los fines previstos por el
legislador, por lo que si se excede de dichos límites se incurre en
responsabilidad15.

15 Esta postura señala que para que el ejercicio de un derecho sea abusivo cumpla los
siguientes requisitos: Ejercicio de un derecho externamente legal, se provoque un daño a
un interés no protegido, y que el daño si antisocial o inmoral.

29
En nuestro país no existen normas que regulen de un modo sistemático
la teoría del abuso del derecho, pero en la legislación comparada se han
establecido dos criterios:

- Debe regirse por las reglas y principios de la responsabilidad civil


extracontractual, por lo que habrá responsabilidad cuando un derecho se
ejerza dolosa o culposamente.

- Existe abuso del derecho cuando los actos que importan su ejercicio
sean contrarios a los fines económicos o sociales del mismo o cuando, sin
una apreciable utilidad propia, se realizan solo o principalmente para dañar
a otro.

La doctrina nacional generalmente ha invocado el art. 2314, como


fundamento de esta teoría, aunque este precepto no ha tenido en mira el
abuso del derecho, nada se opone a su aplicación, pues su texto no distingue
si el acto o la omisión dañosa se ha realizado dentro del ejercicio de un
derecho o fuera de él16.

o Restricciones Negativas: limitaciones a la facultad de excluir.

Lo normal es que el dueño tenga la facultad de excluir a toda persona


de su propiedad, dejar fuera a todos aquellos que no tengan derecho alguno
sobre la cosa. Sin perjuicio de aquello, en algunos casos esta facultad puede
verse limitada:

i. Derecho de uso inocuo

Es el derecho de aprovecharse de una cosa ajena, por razón de utilidad,


no sufriendo el dueño perjuicio alguno o sufriéndolo en una cuantía
despreciable.

Es un derecho que actúa sobre cosa ajena, no un simple permiso ni


una tolerancia del dueño de ésta, no es tampoco de parte de quien se
aprovecha el resultado de un capricho o un abuso. La calificación de inocuo
revela que el uso o goce de la cosa no causa un verdadero perjuicio a su

16 El profesor Alessandri estima que este esfuerzo interpretativo no parece acertado, ya


que la disposición se refiere al que ha cometido un delito o cuasidelito, y éstos, por
definición, implican obrar sin derecho, y las hipótesis de abuso se presentan, precisamente,
cuando se daña a otro en el ejercicio de un derecho y sin salirse de su órbita

30
dueño; y el aprovechamiento debe ser útil para quien lo hace, ya que es la
utilidad la base de este derecho.

En nuestro CC el uso inocuo no tiene la calidad de derecho, por ello


no podemos catalogarlo como una limitación al derecho de dominio. Solo
está reconocido en forma implícita en algunas disposiciones, como un acto
que depende de la mera tolerancia o benevolencia del dueño, por ejemplo el
art. 2499.

ii. Derecho de acceso forzoso o coactivo.

Es el derecho que en razón de manifiesta necesidad, la ley concede a


una persona para entrar ocasionalmente o transitoriamente, en un predio
ajeno con el fin de llevar a cabo un acto relacionado con una cosa que le
pertenece o está a su cargo, o para cualquier otro fin admitido por la ley.

En nuestro CC no existe una disposición general al respecto, solo


existen normas que regulan hipótesis específicas (ejemplo, art. 620, art.
943). También es un caso de acceso forzoso la obligación impuesta por la
ley a los propietarios de terrenos colindantes con playas, mar, ríos, o lagos
de facilitar gratuitamente el acceso a éstos, para fines turísticos y de pesca,
cuando no existan otras vías o caminos públicos al efecto (D.L. 3500).

El profesor Alessandri sostiene que este derecho es de aplicación


general, ya que en último término, la negativa caprichosa para dar acceso a
la propiedad que nos pertenece constituiría un abuso del derecho si la
necesidad del tercero es seria y manifiesta. Corresponderá al juez apreciar
estas circunstancias, ciertamente todo daño que se cause al predio ajeno
como consecuencia de este derecho deberá ser indemnizado.

iii. Principio del mal menor

Conforme a este principio se concede un derecho a un extraño para


aprovecharse de una cosa ajena a fin de salvar de un peligro inminente un
bien o un interés jurídico de mayor valor que aquélla. En estos casos el
propietario no puede oponerse al acto del tercero, su facultad de excluir
queda limitada.

En nuestro país el CC no contiene norma alguna que se refiera a este


principio, lo que sí ocurre en el Código Penal, en que tiene por efecto eximir

31
de responsabilidad criminal al que para evitar un mal ejecuta un hecho que
produzca daño en la propiedad ajena17.

Tal como se advierte, en sede penal se ve la situación desde la


perspectiva del tercero, pero nada dice respecto del dueño de la cosa. Ahora,
como las limitaciones son de derecho estricto podríamos afirmar que el
propietario no está obligado a tolerar la actuación de un tercero. Sin
embargo, debemos considerar a nuestro ordenamiento jurídico como un
todo, el cual incluye ciertos principios que lo informan, dentro de los cuales
está le equidad, la que en el presente serviría para llenar una laguna legal,
pudiendo concluir que el propietario está obligado, en estos casos, a aceptar
la actuación del tercero, en virtud del principio del enriquecimiento sin
causa y la equidad, debiendo el tercero indemnizar en caso de causar daño.

Restricciones Específicas

Si bien, como señalamos, estas restricciones tienen por objeto tutelar


el interés social, es posible distinguir, en atención al interés inmediatamente
protegido, entre las restricciones establecidas en razón de utilidad pública
y de utilidad privada.

i. Restricciones de utilidad Pública.

Algunos autores consideran como un primer ejemplo de restricciones


de utilidad pública a la expropiación. Es discutible considerarla como tal,
porque en el fondo es una privación, pero al menos siempre existe la
posibilidad de que se sufra una expropiación por utilidad pública.

Entre las restricciones de utilidad pública nos encontramos con


aquellas en interés de la seguridad y el ornato público, entre las que se
encuentran las de la Ley de urbanismo y construcción, por ejemplo, la altura
que puede tener un edificio, su material de construcción, etc.

También se encuentran restricciones en razón de la salubridad pública.


De acuerdo con la CPR, el derecho de propiedad está sometido a las

17 Deben concurrir las circunstancias que siguen, conforme al art. 10 n°7 del Código
Penal Chileno.
- La realidad o peligro inminente del mal que se trata de evitar
- Que el mal que se trata de evitar sea mayor que el causado para evitarlo.
- Que no exista otro medio practicable y menos perjudicial para impedirlo.

32
limitaciones y obligaciones que la ley imponga para permitir asegurar su
función social, tal función comprende, entre otras, cuanto exija la
salubridad pública. Las declaraciones constitucionales han encontrado
traducción concreta en un sinnúmero de leyes, siendo la fundamental o
básica el Código Sanitario.

Es posible además encontrar restricciones en interés del medio


ambiente. Un ejemplo de este tipo de limitación es la restricción vehicular.

También se encuentran limitaciones de utilidad pública en las leyes


que protegen el patrimonio cultural, por ejemplo, en la Ley de monumentos
nacionales

ii. Restricciones de utilidad Privada

Comprende básicamente el estatuto referido a las relaciones de


vecindad. Al examinar el Código Civil, las relaciones de vecindad no están
tratadas de manera sistemática. Ahora bien, podemos definir a estas
normas como el conjunto de reglas que se refieren a derechos y deberes de
las personas debido a que viven en estado de vecindad, proximidad o
cercanía. Precisamente esta relación cotidiana entre las personas son las
que nos llevan a establecer ciertas restricciones en el uso y goce de la
propiedad, en pos de la vida en conjunto con otros sujetos. Como podremos
imaginarnos, es tal la cantidad de conflictos de vecindad que podrían
plantearse, que difícil resultaría establecer una norma legal que los
solucionase todos, por lo que la doctrina ha planteado como criterio para
solucionar estos problemas, el de la normalidad, en el ejercicio de los
derechos a que cada vecino corresponde y en el destino de los bienes que
físicamente originan contigüidad, por lo tanto quienes atenten contra este
normal desarrollo de las relaciones, se pondrá al margen de la “lícita relación
de vecindad”. Ejemplos de estas restricciones se encuentran en los artículos
941 y 942 CC.

En este punto, debemos hablar de las obligaciones reales o propter rem,


que son aquellas que incumben al propietario o al poseedor de una cosa por
el solo hecho de serlo. También encontramos las cargas reales, y ciertas
hipótesis de responsabilidad.

Características de las obligaciones reales

33
o El deudor se determina atendiendo a la persona que es propietaria o
poseedora de la cosa, precisamente el deudor es tal por su calidad de
poseedor o dueño de la cosa.
o Esta clase de obligaciones se traspasan al sucesor de forma
automática, de modo que al cambiar el titular de la posesión o
dominio, cambia al mismo tiempo el sujeto pasivo de la obligación, sin
que sea necesaria ninguna estipulación o declaración por parte del
sucesor en cuanto a hacerse cargo de la obligación. Es por esto que
se les denomina obligaciones ambulatorias18.
o Generalmente el deudor de estas obligaciones puede liberarse de estas,
abandonando la cosa.

Debemos distinguir las obligaciones reales de las cargas reales. Las


cargas reales son aquellos gravámenes que, con carácter periódico o
intermitente, pero en todo caso reiterado, nace de la ley o del contrato, y que
pesa sobre el que es dueño o poseedor precisamente por ese carácter
(ejemplo, las contribuciones o impuestos por bienes raíces, los derechos
municipales de aseo).

Además, dentro del contenido pasivo del derecho real, encontramos


ciertas hipótesis de responsabilidad que afectan al dueño o poseedor de una
cosa por el hecho de serlo. Así por ejemplo, el art. 2323 señala que es
responsable el dueño de un edificio por los daños producto de la ruina de
este, por falta de reparación. Se trata de una hipótesis de responsabilidad
extracontractual asociada a la propiedad o posesión de una cosa.

4. LA PROPIEDAD INDIVISA

4.1. De la Copropiedad y la Comunidad

En un sentido amplio, hay comunidad cuando un mismo derecho


pertenece a dos o más sujetos conjuntamente. A su vez, la doctrina distingue
entre dos clases de comunidad, la proindiviso y la prodiviso.

18 Ejemplo de esta clase de obligaciones la encontramos en la Ley 19.537 sobre

copropiedad inmobiliaria que en su art.4º,4 que establece la obligación del propietario de


la unidad por los gastos comunes que seguirán siempre el dominio, aún los devengados
antes de su adquisición, ello por supuesto es sin perjuicio del derecho del propietario para
dirigir el pago a su antecesor en el dominio y de la acción de saneamiento por evicción en
su caso

34
La verdadera comunidad es la comunidad proindiviso, aquella en
que el derecho de cada comunero se extiende a toda y cada una de las partes
de la cosa común. Y suele hablarse de comunidad prodiviso en aquellos
casos en que el derecho de cada titular recae sobre una parte físicamente
determinada de la cosa única, parte que corresponde exclusivamente al
respectivo sujeto.

4.2. Precisiones Terminológicas: indivisión, condominio,


copropiedad

La distinción que generalmente se acepta es aquella que entiende que


son sinónimos copropiedad y condominio por una parte (especie), y
comunidad o indivisión por otra (género).

Existe comunidad o indivisión cuando varias personas tienen sobre la


totalidad de una misma cosa y sobre cada una de sus partes derechos de
idéntica naturaleza jurídica, o un solo derecho. Este derecho puede ser el
dominio, el usufructo, la herencia, etc.; pero cuando se trata del dominio, la
comunidad o indivisión toma el nombre específico de copropiedad o
condominio.

La copropiedad es el derecho de propiedad que recae sobre el total de


una misma cosa y sobre cada una de sus partes, que tienen dos o más
personas conjuntamente. El derecho de cada copropietario recae sobre la
totalidad de la cosa y cada una de sus partes y no sobre una parte
materialmente determinada de ella.

4.3. Naturaleza jurídica de la Copropiedad19

19 Debemos recordar que existen dos tipos de comunidad, la Comunidad Romana, y la


Comunidad Germana. La comunidad romana descansa sobre la distinción entre la parte
ideal o abstracta que pertenece a cada comunero, llamada cuota parte o parte alícuota, y
la cosa misma. Sobre su parte alícuota cada propietario tiene un derecho de dominio pleno
y absoluto, pudiendo, por ende, disponer de ella, sin necesidad de contar con el
consentimiento de los otros copropietarios (puede cederla, hipotecarla, reivindicarla, etc).
Sobre la cosa misma ningún copropietario tienen un derecho exclusivo, pues los derechos
de cada uno de encuentran limitados por los derechos de los otros. En general, cualquier
acto material o jurídico sobre la cosa requiere el consentimiento de todos los comuneros.
En la germana, la cosa pertenece a la colectividad formada por los copropietarios, o sea,
todos se consideran como un solo titular del dominio. Cada comunero no tiene ningún
derecho, real ni abstracto sobre parte alguna de la cosa en tanto dura la indivisión. Cada

35
En este punto buscamos determinar si la copropiedad es un derecho
real distinto del dominio, o solo una modalidad de este. Hay quienes
sostienen que solo sería una modalidad del dominio, en que cada titular
tiene un fragmento del derecho de propiedad. La postura contraria, señala
que es un derecho real diverso, que otorga a su titular la facultad de
aprovecharse de ciertos frutos de la cosa, usarla en cierta medida y tener
cierta gestión en su administración.

4.4. Fuentes de la indivisión.

La indivisión puede surgir de un hecho, la voluntad del titular de la


cosa, o de la ley.

o Un hecho: el hecho más frecuente que da nacimiento a una comunidad


es la muerte del causante, la cual origina la comunidad hereditaria
cuando hay dos o más herederos.
o Voluntad del titular: la indivisión nace de un contrato si dos o más
personas adquieren en común una cosa por cualquier título traslaticio
de dominio seguido de la tradición o si el dueño exclusivo de un bien
se desprende de una cuota de su dominio cediéndola a otra u otras
personas.
Dentro de las fuentes voluntarias, encontramos el cuasicontrato
de comunidad. Su reglamentación la encontramos en el párrafo 2°,
del Titulo XXXIV, del Libro IV. Sin embargo, encontramos normativa
en materia de derechos reales (Libro II). En cuanto cuasicontrato, la
ley lo define en el art. 2304: “La comunidad de una cosa universal o
singular, entre dos o más personas, sin que ninguna de ellas haya
contratado sociedad o celebrado otra convención relativa a la misma
cosa, es una especie de cuasicontrato.”. Las normas contenidas en
dicho Título, operan como supletorias de la voluntad de las partes,
cuando éstas nada hayan dicho.
o Ley: Los supuestos cubiertos por la ley de copropiedad inmobiliaria.

4.5. Duración de la indivisión

En virtud del principio de libre circulación de los bienes, en principio


las comunidades son de carácter temporal, manifestación que encontramos

comunero posee un derecho parcial de goce sobre la cosa común porque está limitado por
el de los demás.

36
en el art. 1317 y que es concreción del adagio nadie está obligado a la
indivisión, previéndose el carácter imprescriptible de la acción de partición.
Esta regla general puede sufrir dos clases de excepciones:

o Pactos de indivisión. Dentro del plazo pactado (máximo de 5 años), los


comuneros no pueden dividir la cosa común.
o Casos de indivisión forzosa: Medianería, art. 851 CC; Ley sobre
copropiedad inmobiliaria.

4.6. Clases de indivisión

Atendiendo al objeto: Indivisiones singulares y universales

o Singulares: Son las que recaen sobre uno o más objetos singulares.
o Universales: Son las que tienen por objeto una universalidad.

Atendiendo a la fuente: Indivisiones legales, contractuales, o que emanan de


un hecho.

Atendiendo a la duración: Indivisiones temporales y perpetuas

o Perpetuas: Son aquellas que no pueden dividirse. Estas siempre tienen


su fuente en la ley. Debemos mencionar que la perpetuidad en la
indivisión es excepcional, encontrándose pocos casos en nuestro
derecho, como el caso de la medianería del artículo 851, en relación a
las paredes divisorias.
o Temporales: Son aquellas que están destinadas a dividirse por la
voluntad de las partes. Estas son la regla general.

4.7. Derechos de los comuneros

Para estos efectos debe distinguirse entre los actos jurídicos que
pueden realizarse respecto de la cuota parte y los actos materiales de uso o
goce que pueden hacerse sobre la cosa común.

Noción de cuota parte: es la porción ideal, fija y determinada o


determinable a la que cada comunero tiene derecho sobre la cosa común. Ella
señala la proporción en que los comuneros han de gozar de los beneficios
de la cosa, sufrir las cargas y obtener una parte material de la misma cuando
se divida o su valor, si ellas es materialmente indivisible.

A. Derechos sobre la cuota.

37
Cada comunero es considerado dueño individual y exclusivo de su
cuota-parte, puede disponer de ella libremente: transmitirla, venderla,
hipotecarla, etc., sin necesidad del consentimiento de los otros comuneros.
Es importante determinar la cuota de cada comunero, pues esta representa
la proporción en la que pueden participar en la cosa común, y cómo deben
contribuir a las cargas de la misma. Las disposiciones en que se recoge este
derecho son los artículos 1812, 2417 y 892.

B. Derechos sobre la cosa común.

En principio, los comuneros son los primeros llamados a regular los


derechos que les corresponden en la cosa común. Ahora bien, si nada dicen,
se aplicarán las normas supletorias del cuasicontrato de comunidad (2304
y ss., del CC).

En lo que respecta a los derechos que tienen los comuneros sobre la


cosa, la disposición fundamental es el artículo 2305 que señala que el
derecho de cada uno de los comuneros sobre la cosa común, es el mismo
que el de los socios en el haber social. Esta norma es importante, porque se
remite a las normas del contrato de sociedad, y más particularmente al art.
2081.

4.8. Administración de la cosa común.

Para estos efectos hay que distinguir según exista o no administrador


que gestione los intereses de los comuneros.

A. No existe administrador que gestione los intereses comunes:

Como todos los comuneros tienen los mismos derechos sobre la cosa
común, todos ellos tiene las mismas facultades para intervenir en su
administración. Los actos administrativos deben ser adoptados por la
unanimidad de los comuneros.

Cada uno de ello tiene el derecho a oponerse a los actos que los demás
comuneros pretenden realizar, ello se denomina ius prohibendi. Este
derecho de veto no procede respecto de los actos destinados a conservar la
cosa común. Su ejercicio debe ser oportuno, vale decir, antes de la
realización del acto que se trata de impedir, ya que de lo contrario el
comunero que se pretende oponer nada puede hacer, sino solicitar en un

38
momento posterior, en la partición, la indemnización de los perjuicios si lo
realizado le ocasionó daño.

Mandato tácito y recíproco entre los comuneros. Este mandato


existe entre los socios por disposición expresa del CC en el art. 208120.

Parte de la doctrina y también de la jurisprudencia no se remite al


inciso 1º del art. 2081 que es el que establece este mandato tácito y recíproco
ya que el art. 2307 señala que las deudas contraídas en pro de la comunidad
durante ella, no obliga sino al comunero que las contrajo, el cual tendrá
acción en contra de la comunidad por el reembolso de lo que hubiere pagado
por ella. Si existiese mandato, todos los comuneros quedarían obligados por
la actuación del mandatario y esta norma dispone precisamente lo contrario.

Ante las dificultades que acarrea la unanimidad en las decisiones de


administración la legislación más reciente como por ej. En la ley de
copropiedad inmobiliaria ciertos acuerdos se adoptan por la mayoría. En
una forma más general, el CPC también contempla la adopción de decisiones
por mayoría absoluta en materia de administración nombramiento de
administradores, su remuneración y atribuciones, giro que deba dársele a
los bienes comunes, etc.

B. Si existe administrador que gestione los intereses comunes.

Él será el encargado de la administración, puede ser escogido por la


unanimidad de los comuneros o bien por la mayoría absoluta si interviene
la justicia ordinaria. En ciertos casos, el administrador se determina de
acuerdo a las reglas legales, así por ejemplo, al disolverse la sociedad
conyugal por fallecimiento de uno de los cónyuges, la administración, si hay
hijos menores, corresponde al cónyuge sobreviviente.

4.9. Actos de aprovechamiento de la cosa común

Conforme al artículo 2310 CC, los frutos de la cosa común deben


dividirse entre los comuneros, a prorrata de sus cuotas. Por lo tanto a cada
uno de los comuneros gozara de estos de acuerdo a la extensión de su

20 Nuestra jurisprudencia ha establecido que este mandato tácito y recíproco de


administración también existe entre los comuneros, ya que la ley dispone en el art. 2305
que el derecho de cada comunero sobre la cosa común es el mismo que el de los socios en
el haber social.

39
derecho. Todo esto sin perjuicio que los comuneros de forma unánime
adopten una forma diversa de aprovechar la cosa común.

4.10. Obligaciones de los Comuneros

o Deben contribuir a las expensas necesarias para la conservación de


la cosa, ello es proporcionalmente a su cuota. 2309- 2305 en relación
con 2081 nº3.
o Ninguno de los comuneros puede hacer innovaciones en los bienes
comunes sin el consentimiento de los otros. Entendiéndose por
innovaciones las que cambien el destino de la cosa. 2305 en relación
con 2081 nº 4.
o Obligación de restituir a la comunidad. Cada comunero está obligado
a restituir a la comunidad lo que saca de ella, incluso los interese
corrientes de dineros comunes que haya empleado en negocios
particulares. 2308

4.11. Responsabilidad de los comuneros

Responsabilidad por deudas anteriores al nacimiento de la comunidad.

El principio básico es que cada comunero responde del pago de las


deudas que afecta a los bienes comunes a prorrata de sus respectivas cuotas
de interés en la comunidad.

Responsabilidad por las deudas comunes contraídas durante la comunidad


y en pro de ella.

Respecto de estas deudas no es obligado sino el comunero que las


contrajo, el cual tiene acción en contra de la comunidad para el reembolso
de lo que hubiere pagado por ellas. En rigor la acción es contra los demás
comuneros y no contra la comunidad, porque ella no es una persona
jurídica.

Si la deuda ha sido contraída por los comuneros colectivamente, sin


expresión de cuotas, todos ellos, no habiendo estipulado solidaridad, son
obligados al acreedor por partes iguales, salvo el derecho de cada una contra
los otros para que se le abone lo que haya pagado demás sobre la cuota que
le corresponde.

Inexistencia de responsabilidad por las deudas personales de los comuneros.

40
Respecto de las deudas que benefician exclusivamente al comunero
deudor, y no a los demás comuneros, él es el único obligado frente a su
acreedor quien puede embargar la respectiva cuota en el bien común.

Responsabilidad por los daños causados en las cosas y negocios comunes.

Ante estos supuestos cada comunero es responsable hasta la culpa leve


por la destrucción o daños producidos a la cosa o negocio en común (art.
2308).

La cuota del comunero insolvente grava a todos los demás en las prestaciones
a que son obligados entre sí los comuneros (2311-1347).

El fundamento de esta regla es la equidad, mira a la igualdad de los


comuneros y busca evitar el perjuicio del que ha hecho el desembolso.

4.12. Extinción de la comunidad

Las causales las encontramos en el art. 2312.

o Por la reunión de las cuotas de todos los comuneros en una sola


persona.
o Por la destrucción de la cosa común.
o Por división del haber común. La partición

4.13. Noticia sobre la copropiedad inmobiliaria

La copropiedad inmobiliaria no se encuentra regulada en el Código


Civil, sino en una ley especial que es la número 19.537, denominada Ley
sobre copropiedad inmobiliaria de diciembre de 1997 y que reemplazó a la
ley 6.071 denominada “ley de propiedad horizontal”.

Ni la ley 19.537, ni tampoco su predecesora han definido lo que es la


copropiedad inmobiliaria, pero cierta doctrina la define como aquella forma
especial y excepcional de división de la propiedad que se ejerce sobre las
distintas viviendas, oficinas, locales comerciales, bodegas, estacionamientos,
recintos industriales, sitios, y otros en que se divida un condominio
atribuyendo al titular de cada una de dichas unidades un derecho de
propiedad exclusivo y absoluto sobre la misma, y un derecho de copropiedad
forzosa sobre los bienes de dominio común.

41
La virtud de esta definición es que s e pone énfasis en el aspecto
característico de este régimen de copropiedad, cual es la coexistencia
indisoluble de dos tipos de propiedad: la propiedad individual respecto de lo
que la ley define como unidades, y la propiedad común respecto de aquello
bienes que la ley declara bienes comunes, como por ejemplo, las murallas
exteriores21.

Ámbito de aplicación de la Ley 1 9. 5 3 7

El ámbito de aplicación de esta ley, lo señala el artículo 1°, y en


términos generales se puede decir que ésta regula los condominios,
entendiendo para tal efecto como condominio, lo que señala su artículo 2°.

Artículo 1°. La presente ley regula un régimen especial de propiedad


inmobiliaria, con el objeto de establecer condominios integrados por inmuebles
divididos en unidades sobre las cuales se pueda constituir dominio exclusivo
a favor de distintos propietarios, manteniendo uno o más bienes en el dominio
común de todos ellos.

Artículo 2°. Para los efectos de esta ley, se entenderá por: Condominios:
Las construcciones o los terrenos acogidos al régimen de copropiedad
inmobiliaria regulado por la presente ley22.

21 Artículo 2. Para los efectos de esta ley, se entenderá por:


2.- Unidades: En esta ley se utilizará la expresión "unidad" para referirse a los
inmuebles que forman parte de un condominio y sobre los cuales es posible constituir
dominio exclusivo.
3.- Bienes de dominio común: a) Los que pertenezcan a todos los copropietarios por ser
necesarios para la existencia, seguridad y conservación del condominio, tales como
terrenos de dominio común, cimientos, fachadas, muros exteriores y soportantes,
estructura, techumbres, instalaciones generales y ductos de calefacción, de aire
acondicionado, de energía eléctrica, de alcantarillado, de gas, de agua potable y de sistemas
de comunicaciones, recintos de calderas y estanques; b) Aquellos que permitan a todos y
a cada uno de los copropietarios el uso y goce de las unidades de su dominio exclusivo,
tales como terrenos de dominio común diferentes a los indicados en la letra a) precedente,
circulaciones horizontales y verticales, terrazas comunes y aquellas que en todo o parte
sirvan techo a la unidad del piso inferior, dependencias de servicio comunes, oficinas o
dependencias destinadas al funcionamiento de la administración y a la habitación del
personal; c) Los terrenos y espacios de dominio común colindantes con una unidad del
condominio, diferentes a los señalados en las letras a) y b) precedentes;
22 Tipo A , las construcciones, divididas en unidades, emplazadas en un terreno de

dominio común, y

42
La ley en su artículo 1° señala que regula un régimen especial de
copropiedad inmobiliaria, lo que lleva a plantear necesariamente cual es la
naturaleza jurídica de la copropiedad inmobiliaria ¿es algo similar a la
propiedad o es algo distinto? El profesor Alessandri señala que la naturaleza
jurídica de la propiedad horizontal es objeto de discusiones en la doctrina.
Pero un sector muy autorizado de ésta enmarca tal propiedad en la figura de
la comunidad pro diviso; la cosa común sería el edificio único del cual forman
parte, orgánicamente, todos los pisos o departamentos: cada uno de estos
seria la parte dividida de la comunidad total de la cosa única, el edificio.
En realidad, hay coexistencia de varia propiedades exclusivas con la
comunidad de algunas partes

Es importante señalar que para que un condominio se le aplique la ley


19.537, es necesario que se acoja expresamente a las disposiciones de esta
ley. La importancia de esto está señalada en el inciso final del artículo 1°
que señala que solo las unidades que integran condominios acogidos al
régimen de copropiedad inmobiliaria que consagra la presente ley, podrán
pertenecer en dominio exclusivo a distintos propietarios. De lo contrario lo
accesorio sigue la suerte de la principal, por lo tanto, si el terreno es común,
los dueños no pueden hablar de dominio exclusivo, ya que solo se permite
enajenar comunidades en dominio exclusivo si se acoge a la ley de
copropiedad inmobiliaria. Esto se relaciona con las denominadas ventas
verdes, que no son propiamente una venta, sino una promesa de
compraventa, ya que si no existen las unidades jurídicas, estas no se pueden
vender.

Derechos de los copropietarios

En esta materia, hay que partir por lo dispuesto en el artículo 3° de la


ley, que señala que cada propietario es dueño exclusivo de su unidad y
comunero de los bienes comunes.

Por lo anterior, cuando se habla de los derechos de los copropietarios,


es necesario distinguir entre el derecho de los copropietarios en la unidad,

Tipo B, los predios, con construcciones o con proyectos de construcción aprobados, en


el interior de cuyos deslindes existan simultáneamente sitios que pertenezcan en dominio
exclusivo a cada copropietario y terrenos de dominio común de todos ellos.

43
y los derechos de los propietarios en la copropiedad en los bienes que la ley
define como comunes.

i) Derechos de los copropietarios en la unidad. Para estos


efectos se debe entender por unidad, de acuerdo con el artículo 2 de la
ley, los inmuebles que forman parte de un condominio y sobre los cuales
es posible constituir dominio exclusivo, como el departamento, la bodega, el
estacionamiento.

Esta idea se reafirma en el art. 16 inc. 1. Las unidades de un


condominio podrán hipotecarse o gravarse libremente, sin que para ello se
requiera acuerdo de la asamblea, subsistiendo la hipoteca o gravamen en
los casos en que se ponga término a la copropiedad.

A pesar de su dominio exclusivo, es evidente que dada la situación en


que se encuentra su inmueble, tiene algunas restricciones en cuanto al uso
y goce. El artículo 32 se refiere a estas limitaciones: Los copropietarios,
arrendatarios u ocupantes a cualquier título de las unidades del
condominio, deberán ejercer sus derechos sin restringir ni perturbar el
legítimo ejercicio de los derechos de los demás ocupantes del condominio.

Esto se vincula con el tema de las restricciones específicas o


limitaciones que importan un cercenamiento de las facultades que confiere
el dominio a su titular. Pueden distinguirse dentro de las restricciones
específicas, las restricciones de utilidad pública, y las de utilidad privada,
correspondiendo a estas últimas las restricciones vinculadas con la
vecindad.

ii) Derechos de los copropietarios en los bienes comunes. Aquí


se debe partir señalando que el legislador se encarga de individualizar
cuales son los bienes que tienen carácter de común. Si se examina la ley
en el artículo 2 nº 3, se puede comprobar que el legislador señala distintas
categorías de bienes comunes, esto porque no todos los bienes comunes
están sujetos al mismo estatuto, por ejemplo, hay bienes que el legislador
declara como comunes y que nunca pueden dejar de serlo -mientras el
condominio esté afecto al régimen de copropiedad inmobiliaria-, en cambio,
hay otros bienes comunes que cumpliendo ciertos requisitos pueden dejar
de serlo.

44
La ley en al art. 3° señala que los copropietarios son comuneros en los
bienes de dominio común. Esta es una comunidad especial que se rige por
una ley especial, que es la Ley 19.537, por el reglamento de esta ley, y
también por el reglamento del respectivo condominio. Este es un derecho
cuotativo.

Características de los bienes comunes

i. Indivisibilidad. Este carácter está reconocido en parte por el art. 8


inc. final que señala que el terreno de dominio común no puede
subdividirse mientras esté acogido a la ley 19.537. Esto es una
excepción de la regla consagrada en el artículo 1317 del Código Civil
que señala que la división de la cosa común puede siempre expedirse.
La ley contempla excepciones a esta característica, las cuales están
señaladas en el artículo 14.
Esta característica es la que permite afirmar que en la
copropiedad, respecto de los bienes comunes existe una indivisión
forzosa y perpetua, forzosa porque la impone la ley, y perpetua porque
en principio existe mientras exista el bien.
ii. Inseparabilidad. Esto implica que los bienes comunes y más
específicamente los derechos que les corresponden a los
copropietarios en los bienes comunes, no pueden circular de manera
independiente de la respectiva unidad. (art. 14).
iii. Accesoriedad . Lo principal es la unidad y lo accesorio los derechos
en los bienes comunes, y por ende, todo acto jurídico que se celebre
respecto de la unidad, se extiende naturalmente a los derechos de los
bienes comunes (art. 14).

¿En qué cuota tienen derecho a los bienes comunes? El art. 3 inc. 2
señala que la extensión de su derecho en los bienes comunes viene
determinada por la unidad, y si es mayor o menor depende del valor de la
unidad, de su avalúo.

Obligaciones de los copropietarios

Los copropietarios están sujetos a una serie de obligaciones que están


señaladas en el reglamento de copropiedad, las cuales pueden ser aplicadas
por acuerdo de la asamblea o por el comité administrativo o derivadas de la
ley 19.537.

45
Sin duda la obligación más importante es la obligación de pagar los
gastos comunes. El artículo 4° señala que cada copropietario debe
contribuir tanto a los gastos comunes ordinarios, como los gastos comunes
extraordinarios, ambos definidos en el artículo 2 nº4. La ley establece que
en caso de que el dominio de una unidad corresponda a dos o más
personas, todos ellos serán obligados solidariamente al pago. La obligación
de pagar los gastos comunes es un ejemplo clásico de una obligación
ambulatoria o propter rem.

Órganos del régimen de copropiedad inmobiliaria

Los órganos existentes en esta ley son tres: la asamblea de


copropietarios, el comité administrador, y el administrador.

o Asamblea de Copropietarios23. Es indiscutiblemente el órgano


supremo dentro del régimen de la copropiedad inmobiliaria, ya que en
este órgano está sustentada la voluntad de todos los copropietarios.
Este órgano decide quienes van a desempeñarse en el comité de
administración y también designa al administrador.
o Comité de Administración. El comité de administración es un órgano
de carácter resolutivo, capaz de adoptar decisiones dentro del marco
de la administración. El rol fundamental de este comité representa a
la asamblea de copropietarios con todas las facultades salvo aquellas
que son materia de asamblea extraordinaria. De conformidad con la
ley 19.537 la designación del comité le corresponde a la asamblea de
copropietarios.
o Administrador. Desde el punto de vista ejecutivo es el personaje más
importante de la copropiedad inmobiliaria. Es la persona natural o
jurídica designada por la asamblea de copropietarios, y a la cual le
corresponde fundamentalmente los actos de administración y la
conservación de los bienes, de acuerdo con la facultad que le entrega
la asamblea, el comité, la ley 19.537, y el reglamento de esta ley. Una

23 La ley 19537 distingue dos tipos de asamblea, la asamblea ordinaria y la asamblea

extraordinaria. Las asambleas ordinarias se celebran con la periodicidad que señala el


reglamento, y en ellas se pueden tratar todos los temas atingentes al condominio, salvo las
materias que la ley señala que deben tratarse en asamblea extraordinaria (esto es por los
quórum de constitución y aprobación). De conformidad con el artículo 17, las asambleas
extraordinarias se celebran cada vez que las necesidades del condominio así lo requieran,
o por petición del comité de administración, o por cierto número de copropietarios.

46
de las funciones más importantes es la representación judicial que
tiene el administrador respecto de los copropietarios, él los representa
tanto activa (cobrar gastos comunes) como pasivamente (acoge los
recursos de protección).

Desafección del condominio al régimen de copropiedad

El artículo 38 de la ley se refiere a la desafección del condominio al


régimen de copropiedad, lo cual se hará mediante solicitud de la asamblea
a la dirección de obras municipales.

4.14. Noticia sobre las propiedades especiales

Normalmente, cuando se habla de propiedades especiales se está


haciendo referencia fundamentalmente a la propiedad intelectual y a la
propiedad industrial, aun cuando este tipo de propiedades podría aumentar,
como por ejemplo la propiedad indígena (la ley le otorga ciertos beneficios,
como no pagar contribuciones); el profesor Somarriva se refiere también a
la propiedad minera, la propiedad austral, etc.

4.14.a. Propiedad Intelectual.

Podemos definirla como el poder o el conjunto de facultades de carácter


personal y patrimonial que la ley concede al autor de una obra científica,
artística o literaria y exclusiva de aquel que puede publicarla, modificarla o
explotarla económicamente y, en general, disponer de la misma sin otras
limitaciones que las establecidas por la ley. Esta se encuentra regulada en
la Ley Nº 17.336 sobre propiedad intelectual la Ley 18.957 que introdujo
modificaciones a la Ley 17.336. Se puede citar además La Convención
Interamericana sobre Derecho de Autor; la Convención Universal sobre
Derecho de Autor y el Convenio de París para la Protección de la Propiedad
Intelectual.

4.14.b. Propiedad Industrial.

Podemos definirla como aquella propiedad que proviene de las


producciones, de la inventiva y del ingenio proyectada a la industria. Se
encuentra reglada por el D. L. Nº 958 sobre Propiedad Industrial
complementada por el D. F. L. 242/60 del Ministerio de Hacienda, y también
la Ley 18.935/90 que igualmente dictó normas sobre Propiedad Industrial,

47
posteriormente derogada por el Art.73 de la Ley 19.039/91 sobre Privilegios
Industriales y Protección a los Derechos de Propiedad Industrial.

Aparte de lo ya dicho, mencionaremos que el profesor Alessandri


cuestiona su calidad de propiedades, ya que el Código señala que el derecho
real de propiedad recae sobre cosa corporal. Dicho autor postula que la
propiedad intelectual y la industrial tienen tantas singularidades que
resulta más apropiado tratarlas dentro de una categoría propia, la de los
derechos intelectuales en sentido amplio, o como derechos sobre cosas
incorporales. Así, envuelven un aspecto pecuniario conformado por
derechos patrimoniales, pero también envuelven un aspecto personal, por
lo que desde esta perspectiva se incluyen dentro de los derechos de la
personalidad.

4.14.c. Propiedad Austral e Indígena

Además podemos agregar, dentro de este tipo de propiedades a la


propiedad austral e indígena que son especiales en cuento a su constitución
y por estar regidas por normas especiales

La Propiedad Austral, es aquella que da normas y regula el dominio de


los inmuebles que se hallan en la zona que tiene el mismo nombre y que se
encuentra regida por una ley especial sobre propiedad austral, cuyas
normas están contempladas en el D. L. 74/74. Así también, la Ley 19.606
(DO.14.04.1999) establece incentivos para el desarrollo económico de las
regiones de Aysén y de Magallanes, y de la provincia de Palena.

Por su parte, la Propiedad Indígena, se encuentra reglamentada por la


Ley Nº 19.253/93 referente a todos los pueblos aborígenes de Chile.
También tenemos la Ley Nº 19.253 (D.O .05.10.93) Establece Normas sobre
Protección, Fomento y Desarrollo de los Indígenas, y Crea la Corporación
Nacional de Desarrollo Indígena

5. LA ACCIÓN REIVINDICATORIA

5.1. Generalidades

Su estudio genéricamente se enmarca en el estudio de las acciones de


defensa del derecho de dominio o propiedad. En este punto, la doctrina suele

48
distinguir las acciones dominicales de aquellas acciones que protegen de
forma indirecta el dominio.

Las acciones dominicales son aquellas que protegen de forma directa el


dominio. Ellas están encaminadas a distintos objetos:

o Reprimir violaciones o perturbaciones del derecho de propiedad ya


consumadas, como por ejemplo: La acción reivindicatoria
o Prevenir el daño o peligro que pueda temerse, como por ejemplo: Los
Interdictos de obra nueva y obra ruinosa, éstos permiten proteger
tanto el dominio como la posesión.
o Demarcar la propiedad, que en definitiva apunta a su conservación,
como es el caso de la servidumbre de demarcación.

También están aquellas acciones que protegen de forma indirecta el


dominio, como es el caso de las acciones posesorias, que tutelan el hecho
que constituye la posesión debido a que ella es indispensable para el
ejercicio de las facultades del derecho real de dominio; puede el dueño
valerse de ellas fundándose en su posesión y proteger de esta manera
indirectamente su derecho de propiedad.

5.2. Regulación:

La acción de dominio o reivindicatoria está regulada en el Título XII,


Libro II del CC.

5.3. Concepto

Lo proporciona el art. 889: La reivindicación o acción de dominio es la


que tiene el dueño de una cosa singular, de la que no está en posesión, para
que el poseedor de ella sea condenado a restituírsela.

A partir de este concepto diremos que son supuestos de la acción:

o Que el actor tenga el derecho de propiedad sobre la cosa que


reivindica.
o Que esté privado o destituido de la posesión de ésta.
o Que se trate de una cosa singular.

Esta acción expresa el poder de persecución y la inherencia del derecho


a la cosa, propia de todo derecho real. El que sea una acción real significa
que puede reclamarse la cosa objeto del derecho, respecto de cualquier

49
persona que atente contra este. Aunque esta acción se regula en referencia
al dominio, igualmente protege el resto de los derechos reales, con excepción
del derecho real de herencia, que tiene una acción especial para su tutela
(“acción de petición de herencia”).

5.4. Relación con las acciones posesorias

Las acciones posesorias son aquellas que tienen por objeto conservar o
recuperar la posesión de los bienes raíces o de los derechos reales
constituidos en ellos. Debido a lo anterior es que la jurisprudencia ha
sostenido que son compatibles con el ejercicio de la acción reivindicatoria
ya que persiguen el mismo fin jurídico: obtener la restitución de la cosa
singular de que ha sido privado el demandante. Se vuelve más fácil ejercer
una acción posesoria que una reivindicatoria debido a que para esta última
se requiere acreditar debidamente el dominio.

Sin embargo, entre estas acciones hay profundas diferencias:

i. En las acciones posesorias se hace valer la posesión, en la acción


reivindicatoria, el dominio.
ii. El éxito de la acción reivindicatoria queda subordinada a la prueba
del dominio, cuestión que es irrelevante tratándose de las acciones
posesorias.
iii. La acción reivindicatoria procede respecto de bienes muebles e
inmuebles. Las acciones posesorias solo tratándose de inmuebles.
iv. La acción reivindicatoria no prescribe extintivamente al igual que el
derecho de propiedad que protege. Las acciones posesorias, en
cambio, no pueden intentarse sino a contar de un plazo muy corto a
contar del hecho que ellas sancionan.

5.5. Cosas que pueden ser reivindicadas

Cosas Corporales e incorporales

Ello porque la acción reivindicatoria se funda en el dominio o


propiedad, y de conformidad a nuestro CC, este derecho puede recaer sobre
cosas corporales e incorporales (art. 890 inc. 1°).

La misma norma que señala que cosas pueden reivindicarse, indica


como excepción a las cosas muebles compradas por el poseedor en una feria
u otro establecimiento industrial en que se vendan cosas muebles de la

50
misma clase. Sin embargo, el contexto de la norma revela que no constituye
una excepción a la regla general de que todas las cosas corporales pueden
reivindicarse. La excepción apunta a que el reivindicador no puede exigir
lisa y llanamente la entrega de aquéllas, sino que debe rembolsar al
poseedor lo que haya dado por ella y lo que ha gastado en repararla y
mejorarla. El reivindicador podrá repetir estas cantidades contra el que se
apoderó de la cosa y la llevó a estos establecimientos.

La jurisprudencia ha sostenido que la enumeración de lugares que


efectúa el art. 890 no es taxativa sino una enumeración cuyos miembros
son genéricos y ha considerado incluidas en dicha norma las cosas
adquiridas en la bolsa de comercio y en remates públicos.

Singularidad de la cosa

Una característica que deben tener las cosas corporales o incorporales


para poder ser reivindicadas es la singularidad, el art. 889 dispone que solo
puede reivindicarse cosas singulares, las cuales pueden reivindicarse en su
totalidad o una cuota proindivisa de la especie o cuerpo cierto. Debemos
recordar que también se consideran como tales las universalidades de hecho
como un rebaño, una biblioteca. Quedando entonces excluidas las
universalidades jurídicas, por esta razón la herencia está protegida por una
acción especial, la de petición de herencia, art. 126424. Recordemos también
que los otros derechos reales pueden reivindicarse como el dominio, art. 891
ej. Usufructo.

Entonces, puede reivindicarse una cuota determinada proindivisio de


una cosa singular, art. 892. Para que proceda la reivindicación en este caso
la cosa singular debe estar aún indivisa, además la cuota proindiviso que se

24 Precisemos que lo anterior no significa que el heredero no pueda entablar la acción


reivindicatoria, el legislador lo faculta expresamente para hacer uso de ella sobre las cosas
hereditarias reivindicables, que hayan pasado a terceros y no hayan sido prescritas por
éstos. Art.1268. La acción de petición de herencia la ejercerá cuando el demandante
pretende ser heredero y en esta calidad reclama toda la sucesión o una parte de ella. El
proceso gira entonces en la determinación de cuál de los contendientes es heredero, es el
reconocimiento de esta calidad lo que trae aparejado la entrega de todos los bienes que
conforman la herencia o una parte de ellos. En la acción reivindicatoria en cambio es la
calidad de propietario, lo que el demandado discute al actor sobre las cosas que éste
reivindica. Entonces, el demandado sostiene que los bienes que el heredero que ejerce tal
acción posee no forman parte de la herencia, sea porque el difunto jamás fue dueño de
ellos, sea porque se los enajenó en vida

51
reivindica en la cosa común debe estar determinada, ya que de lo contrario
el juez no sabría cómo ordenar la restitución.

Nadie discute la posibilidad de reivindicar una cuota proindiviso de una


cosa singular cuando ésta constituye el único objeto de la comunidad
(comunicabilidad de la cuota), en estos supuestos la cuota de la masa es a
su vez la cuota del bien mismo, es decir si a un comunero le pertenecen la
mitad de los derechos de la comunidad, a su vez le pertenece la mitad del
bien, teniendo el dominio sobre ello25.

5.6. Determinación de las cosas que se reivindican.

La cosa que se reivindica debe determinarse e identificarse en tal forma


que no quepa duda alguna que la cosa cuya restitución se reclama es la
misma que el reivindicado posee. Respecto de los inmuebles es necesario
precisar la situación, cabida y linderos de los predios.

5.7. Quién puede reivindicar

El propietario: en principio solo puede reivindicar él, por la propia


definición de esta acción, de allí entonces, que el comprador a quien aún no
se ha hecho tradición de la misma no tiene acción reivindicatoria. Cualquier
propietario puede reivindicar, el que tiene la propiedad plena, nuda, la
propiedad absoluta o fiduciaria (art. 893). El copropietario de una cosa
singular puede reivindicar la cuota determinada que le corresponde.

Par lo anterior es necesario que el dueño no esté en posesión de la cosa,


ya que es justamente esto lo que se busca recuperar, por ello tiene la carga

25 La discusión se presenta respecto de la reivindicación de cuotas de una cosa singular


que forma parte de una comunidad universal. Algunos sostienen que en la comunidad
universal, por ejemplo una herencia, cada comunero solo es dueño de su cuota en la
comunidad total y abstracta, pero carece de cualquier derecho sobre los bienes
individualmente considerados, respecto de ellos solo tiene una expectativa de dominio para
el evento en que se le lleguen a adjudicar. Por esta razón, como no es dueño no podrá
entablar la acción reivindicatoria que por definición presupone esa calidad. Otros afirman
que si es posible porque el tenor literal de la norma no distingue, solo exige que la cuota
que se trata de reivindicar se refiera a una cosa singular y no a la universalidad jurídica
dentro de la cual puede estar comprendida. Negar la acción reivindicatoria de una cuota
determinada proindiviso de una cosa singular que forma parte de una universalidad, sería
dejar prácticamente en la indefensión al comunero que no se tomó en cuenta para efectuar
la enajenación de esa cosa.

52
de probar su dominio y la circunstancia de que el demandado es el actual
poseedor de la cosa que pretende reivindicar.

Es clara la posibilidad de utilizar esta acción ante la pérdida de la


posesión de cosas muebles o inmuebles no inscritos, pero se discute la
procedencia de la acción reivindicatoria tratándose de un propietario que
teniendo un inmueble inscrito a su nombre, éste le es arrebatado
materialmente. La solución a esta interrogante se encuentra en el tema de
la adquisición, conservación y pérdida de la posesión de los inmuebles
inscritos. Si se estima que la inscripción es única y suficiente prueba de
posesión, no cabría hablar en tal situación de pérdida de la posesión y sería
improcedente el ejercicio de la acción reivindicatoria. Por el contrario, si
estimamos que a pesar de haber posesión inscrita, la privación material de
la tenencia del dueño, le priva de una parte integrante de su posesión,
podría entablar la acción reivindicatoria.

5.8. Contra quien se puede reivindicar

i. El actual poseedor, arts. 889 y 895

Carece de relevancia para estos efectos el hecho que el poseedor sea


regular o irregular. Es importante identificar correctamente al actual y
verdadero poseedor, ya que la sentencia producirá efecto relativo entre las
partes, y en caso de haberse dirigido contra un falso poseedor no empecerá
al verdadero.

Puede acontecer que quien tenga la cosa en su poder sea un mero


tenedor, y el dueño ignore quien es el poseedor. No puede el dueño entablar
la acción reivindicatoria contra el mero tenedor, de allí la importancia de
saber quién es el poseedor. Para estos efectos la ley faculta al dueño para
hacer comparecer al mero tenedor de la cosa que se reivindica, y éste tiene
la obligación de declarar el nombre y residencia de la persona a cuyo nombre
tiene la cosa, art. 896. Esta gestión se lleva a efecto por una medida
prejudicial, es decir, aquellas que tiene por objeto preparar la entrada en
juicio de las partes.

Poseedor ficto

Si el mero tenedor o cualquier otra persona obrando de mala fe, se da


por poseedor de la cosa que se reivindica sin serlo, será condenado a la
indemnización de todo perjuicio que de este engaño haya resultado al actor

53
(Art. 897). Por ejemplo los gastos del juicio, la pérdida de la propiedad
porque otra adquirió por prescripción adquisitiva al no haber podido
interrumpir la prescripción, etc.

Si se trata de la reivindicación de una cosa poseída por varios en


común, debe dirigirse en contra de todos los comuneros, ya que uno no
representa a los demás (o al menos se discute –mandato tácito y recíproco-
).

Reivindicación contra los herederos del poseedor

La acción reivindicatoria en cuanto persigue reintegrar al dueño en la


posesión debe dirigirse solo contra él o los herederos que posean la cosa y
por la parte que en ella posean (art. 899).

ii. Poseedor que dejó de serlo, arts. 899 y 900

El supuesto consiste en que éste poseedor ha enajenado la cosa en


cuestión, y en consecuencia ha dejado de ser el actual poseedor. Debemos
distinguir si este poseedor que dejó de serlo estaba de buena o mala fe.

Poseedor de buena fe

o Si durante el juicio se ha puesto en imposibilidad de restituir la cosa


por su culpa, queda sujeto a las reglas del poseedor de mala fe.
o Si el poseedor de buena fe, antes de trabada la litis, en la creencia de
que es suya la cosa, la enajena, haciéndose por esta causa imposible
o difícil su persecución, la acción reivindicatoria procede contra quien
enajenó la cosa para la restitución de lo que haya recibido por ella
(solo entonces si es a título oneroso, tampoco hay restitución de nada
si puede dirigirse directamente contra estos 3ºs que han adquirido, la
imposibilidad se debe solo a la enajenación, no así por ej. si los
terceros han destruido la cosa.). Se conoce esto como acción
reivindicatoria ficta porque la cosa que se pretendía reivindicar ya no
se encontraba en su poder
El reivindicador que recibe del enajenador lo que se ha dado a
éste por la cosa, confirma por el mismo hecho la enajenación. El
dominio se entiende transferido al adquirente desde el momento de la
tradición que hizo el enajenador.

Poseedor de mala fe

54
Respecto de él, la acción reivindicatoria procede cuando ha dejado de
poseer por culpa o por cualquier hecho suyo, sin que importe la existencia
o inexistencia de obstáculos para perseguir la cosa. La acción contra él se
dirige como si actualmente poseyese, vale decir, se le demanda la restitución
de la cosa misma, con todos sus accesorios, frutos y demás prestaciones por
deterioro de ésta.

Por lo tanto, si es vencido en juicio deberá recuperar la cosa para


poder restituirla, y si no lo puede lograr deberá pagar su valor, además de
las prestaciones antes dichas. Si el poseedor enajenó a sabiendas de ser
ajena la cosa, y por dicha enajenación la persecución de la cosa se ha hecho
imposible o difícil, deberá indemnizar al reivindicador de todo perjuicio.

iii. El mero tenedor, art 915.

Son supuestos de esta norma:

o La calidad de mero tenedor del demandado.


o El carácter indebido de la retención, debe carecer de causa legal que
lo justifique.

Desde el momento en que la restitución es sin derecho, resulta


indiferente el ánimo con que se haga, es decir, con la intención de señor o
dueño o de mero tenedor. Por lo que ésta disposición puede hacerse valer
por ejemplo, contra el acreedor prendario del demandante, si una vez
cumplido el contrato de prenda o declarado nulo o resuelto se resiste a
devolver la cosa sin motivo legal que autorice la restitución. Lo mismo puede
presentarse en materia de arrendamiento, comodato, etc.

Surge el problema de determinar si esta disposición confiere acción


reivindicatoria contra el mero tenedor haciendo excepción a que ella procede
solo contra el poseedor.

o Parte de la doctrina, señala que la remisión a las normas de esta


acción es amplia, de modo que procede esta acción contra el mero
tenedor.
o Otra parte de la doctrina estima que el mero tenedor no puede ser
sujeto pasivo de esta acción, ello no está establecido expresamente en
el art. 915. La han considerado como una acción puramente
restitutoria contra el mero tenedor, a la que el Código hace aplicable
las reglas de este Título, pero solo aquellas que se concilien con la

55
acción ejercida y que se traduce básicamente a las prestaciones por
deterioros, frutos y mejoras (de lo contrario se llega al absurdo de
tener que probar el dominio contra el mero tenedor).

5.9. Presupuestos para el ejercicio de la acción reivindicatoria

i. Privación o pérdida de la posesión. El actor debe estar privado de la


posesión de la cosa que pretende reivindicar. El dominio no se
reclama, sino lo que se persigue es recuperar la posesión de la cosa,
puesto que no se ha dejado de ser dueño; el dominio constituye el
fundamento de la acción, lo cual es distinto.

ii. Prueba del dominio. Para probar este, se debe distinguir el modo de
adquirir el dominio.

a. Derivativo: Debe probarse que el dominio de la cosa lo han tenido


los antecesores del reivindicante, ello hasta que se llegue al
adquirente por modo de adquirir originario (“prueba diabólica”),
o hasta que haya transcurrido el plazo de prescripción
adquisitiva, pudiendo operar aquí la figura de la accesión de
posesiones (art. 2500 y 717).

b. Originario: Se debe probar el dominio acreditando los hechos


materiales que lo configuran.

5.10. Prestaciones mutuas

Son los hechos y pagos que recíprocamente deben realizar, uno en


favor de otro, reivindicador y poseedor vencido.

A. Prestaciones del poseedor vencido en favor del reivindicador.

i. La restitución de la cosa reivindicada, en el plazo que el juez señale,


art.904.

Este es uno de los pocos casos en que el juez puede fijar un plazo para
el cumplimiento de una obligación. Y aquí no es necesario un juicio ejecutivo
destinado a ejecutar la sentencia para obtener la restitución de la cosa, si el
poseedor vencido no se allana a restituir, se procederá con auxilio de la
fuerza pública.

Lo que comprende la restitución lo señala el art. 905.

56
La restitución del inmueble se efectúa dejándolo desocupado y en forma
que el reivindicante pueda entrar en su posesión. En la práctica,
generalmente la entrega se realiza ante un ministro de fe y las partes o sus
representantes, ya que es frecuente dejar constancia del estado en que el
inmueble se encuentra, sus mejoras y deterioros.

Finalmente diremos que los actos de administración ejecutados por el


demandado caducan.

ii. Indemnización por los deterioros que ha sufrido la cosa

Para estos efectos hay que distinguir si el poseedor estaba de buena o


mala fe.

o Si está de mala fe, es responsable de todos los deterioros que por su


culpa o hecho haya sufrido la cosa, art. 906. No responde por caso
fortuito, a menos que se haya constituido en mora de restituir.
o Si está de buena fe, mientras ella permanezca no responde de los
deterioros que por su culpa o hecho haya sufrido la cosa, sino en
cuanto se hubiere aprovechado de ellos.

El poseedor de buena fe inicial permanece en ella hasta la


contestación de la demanda, pues desde que conoce los títulos invocados en
ésta, aunque pueda seguir confiando en los propios, no puede tener la
convicción absoluta de su derecho, que es lo que supone la buena fe.

iii. Restitución de los frutos

En este punto también debemos distinguir si el poseedor vencido está


de buena o mala fe, y ello se refiere al tiempo de la percepción de los frutos,
art. 913

o El poseedor de mala fe debe restituir los frutos civiles y naturales de


la cosa, no solo los percibidos sino también aquellos que el dueño
hubiera podido obtener con mediana inteligencia y actividad. Si los
frutos no existiesen o se hubieren deteriorado, deberá pagar el valor
que tenía o hubiesen tenido al tiempo de la percepción. Art. 907 inc.
1 y 2.
o El poseedor de buena fe no está obligado a la restitución de los frutos
antes de la contestación de la demanda, en cuanto a los percibidos

57
después, está sujeto a las reglas del poseedor de mala fe, art.907 inc.
3.

Finalmente el legislador dispone que en toda restitución de frutos se


abonará al que la hace los gastos ordinarios que ha invertido en producirlos,
ello porque cualquier persona para obtener los frutos hubiese incurrido en
ellos.

iv. Gastos del pleito y de conservación y custodia.

Solo respecto del poseedor de mala fe existe la obligación de


reembolsarlos, art. 904. Respecto de las costas habrá que estar a lo que
disponga el juez en la sentencia.

B. Prestaciones del Reivindicador al Poseedor vencido.

i. El abono de los gastos ordinarios que ha invertido en la producción de los


frutos.

ii. El abono de las expensas o mejoras que el poseedor haya hecho en la


cosa.

Las expensas o mejoras son los gastos hechos para una cosa. Ellas
pueden ser necesarias o no necesarias. Las primeras se subdividen en
ordinarias y extraordinarias. Las segundas: en útiles y voluptuarias.

o Expensas Necesarias.

Son aquellas que aseguran la conservación de la cosa, que de no


realizarse producen su menoscabo, deterioro o pérdida. Estas pueden ser
ordinarias o extraordinarias.

Las ordinarias son los gastos más o menos periódicos que exige el uso
natural de la cosa y que son indispensables para su conservación y cultivo.
Por su parte las extraordinarias son las que tienen lugar a largos intervalos
de tiempo y que conciernen a la conservación y permanente utilidad de la
cosa.

Por regla general todo poseedor tiene derecho a que se le indemnicen


las mejoras necesarias, pues el dueño de todas formas hubiese tenido que
efectuarlas, art.908 inc. 1.

58
Si se invirtieron en obras permanentes, se abonarán al poseedor en
cuanto hubieren sido realmente necesarias, pero reducidas a lo que valgan
las obras al tiempo de la restitución, la razón está en que el poseedor se ha
aprovechado de estas obras desde que se hicieron hasta que ha debido
restituir art. 908 inc. 2. Estas obras son las expensas extraordinarias

Si se invirtieron en cosas que por su naturaleza no dejan un resultado


material permanente, deben abonarse al poseedor en cuanto aprovechen al
reivindicador y se hayan ejecutado con mediana inteligencia y economía,
art. 908 final.

o Expensas no necesarias

Son aquellas que pueden dejarse de hacer sin que se produzca un


menoscabo, pérdida o deterioro de la cosa. En este caso podemos distinguir
entre expensas útiles y voluptuarias.

Son útiles las que aumentan el valor venal de la cosa. Y serán


voluptuarias las que solo consisten en objetos de lujo y recreo, que no
aumentan el valor venal de la cosa, en el mercado, o si lo hace, lo aumentan
en una proporción insignificante.

En relación con las expensas no necesarias útiles, habrá que distinguir


si el poseedor está de buena o mala fe, y ello al tiempo en que fueron hechas:

i. Poseedor de buena fe: tiene derecho a que se le abonen pero solo


aquellas hechas antes de la contestación de la demanda. El
fundamento está en la buena fe que lo amparaba, por ello nada obsta
a que el reivindicador pruebe que el poseedor la perdió antes, no
estando obligado en este caso a abonarlas.
Al reivindicador le asiste un derecho, ya que tiene la facultad de elegir
entre el pago de lo que valgan estas mejoras al tiempo de la restitución
de las obras en qué consisten, o el pago de lo que en virtud de dichas
mejoras valiere más la cosa en dicho momento.
Respecto de las mejoras hechas después de la contestación de la
demanda, le asisten los mismos derechos que al poseedor de mala fe,
art.910.
ii. Poseedor de mala fe: no tiene derecho a que se le abonen estas mejoras,
pero puede llevarse los materiales de ellas, siempre que pueda
separarlos sin detrimento de la cosa reivindicada, y el propietario

59
rehúse pagarle el precio que tendrían dichos materiales después de
separados; el art. 912 señala cuando se entiende que la separación le
provoca detrimento a la cosa.

En lo referido a las expensas voluptuarias el propietario no está


obligado a pagarlas a ningún poseedor, éste solo tiene con respecto a ellas
el derecho que se concede al poseedor de mala fe respecto de las mejoras
útiles (Art. 911 inc. 1) por lo que podrá llevarse los materiales mientras éstos
puedan separarse sin detrimento de la cosa reivindicada.

5.11. Derecho a retención del poseedor vencido, art. 914 CC

Este derecho le asiste tanto al poseedor de buena como de mala de fe.


Para que produzca efectos debe ser declarado judicialmente a petición del
poseedor vencido que no ha visto satisfechas las prestaciones que el
reivindicante victorioso le debe. Si recae sobre bienes inmuebles debe
inscribirse en el registro de hipotecas y gravámenes del Conservador de
Bienes Raíces respectivo, y respecto de los muebles, la retención puede ser
restringida por el juez a una parte de ellos, a la que baste para garantizar el
crédito mismo y sus accesorios.

Estos bienes retenidos por resolución judicial ejecutoriada se


consideran hipotecas o constituidos en prenda en favor del poseedor para
efectos de su realización y pago.

5.12. Prescripción de la acción

Esta acción se ve afectada por la prescripción, pero no por la extintiva,


ya que por el propio carácter del dominio no se extingue por la falta de
ejercicio o por el paso del tiempo, sino que puede ser afectada por la
prescripción adquisitiva, ya que el poseedor puede llegar a adquirir el
derecho real de dominio que sirve como fundamento de ésta acción. Esto es
así por la extinción consecuencial que produce la prescripción adquisitiva
respecto de los derechos reales, lo que en este caso deriva del carácter de
acción propietaria que tiene la acción reivindicatoria, pues estas no se
extinguen directamente, sino que solo una vez que el derecho fue adquirido
por otro (art. 2517).

5.13. La acción publiciana, art. 894 CC

60
El fundamento de esta acción se encuentra en la equidad y presunción
de dominio. Es dictado de la equidad preferir en la posesión al que ostenta
un mejor derecho a la misma, y una posesión avalorada por el justo título y
la buena fe, se erige en una presunción de dominio de gran fuerza.

Presupuestos de la acción.

i. El haber perdido la posesión de la cosa.


ii. La posesión perdida debe ser regular.

Es decir, proceder de justo título y haberse adquirido de buena fe,


mediando también la tradición si el título es traslaticio de dominio.

iii. Haberse hallado en el caso de poder ganar la cosa por prescripción.

Surge el problema de determinar cuándo se está ante este caso. Parte


de la doctrina sostiene que ello es así cuando ha transcurrido el plazo
íntegro de prescripción y ésta todavía no se ha alegado ni por consiguiente,
declarada judicialmente. Ello porque si otra persona se apodera de la cosa
se produce la interrupción natural de la prescripción y la consecuente
pérdida de todo el tiempo transcurrido con anterioridad; el poseedor deja de
estar en vías de usucapir. Otros autores sostienen que el transcurso íntegro
del plazo de prescripción no es necesario26.

iv. La publiciana solo puede hacerse valer contra un poseedor de


condición inferior al demandante, art. 894 inc. 2.

Esta regla se explica respecto del verdadero dueño, porque el poseedor


regular que no hubiera perdido la posesión habría tenido que restituir la

26 Esta última postura se fundamenta en los siguientes argumentos: La historia de la


ley. Según anotaciones de don Andrés Bello al proyecto de 1853 la fuente de este artículo
es la legislación romana, y en ella la acción se concedía al poseedor de justo título y buena
fe que no había cumplido el plazo para usucapir; El tenor literal de la norma, pues no alude
a quien puede alegar la prescripción sino a quien estaba en vías de ganar la cosa por este
modo de adquirir; La falta de necesidad de esta acción si ha transcurrido el plazo, pues el
poseedor ejercería la acción reivindicatoria y alegaría la prescripción como fundamento de
su dominio; La negación de la acción publiciana contra el demandado de igual o mejor
derecho que el poseedor demandante, demuestra que no se requiere del cumplimiento de
todo el plazo de prescripción, de ser así la hipótesis del verdadero dueño jamás podría
ocurrir.

61
cosa, una vez probado, el dominio frente al dueño. No puede servir para
quitarle al dueño lo que es suyo.

Tampoco opera contra el que posee con igual derecho que el


demandante poseedor regular que perdió la posesión porque en igualdad de
causa prevalece la posesión actual. Y si el actual poseedor tiene mejor
derecho que el poseedor regular que perdió la posesión, con mayor razón se
entiende que este último no pueda esgrimir la acción publiciana contra
aquél.

Los tribunales, considerando fines prácticos, han estimado que el actor


que hace uso de la acción reivindicatoria implícitamente ha invocado
también la acción publiciana para el evento que no logre probar su dominio
sobre la cosa reclamada, siempre que tenga mejor derecho a poseer que el
contenedor.

Tanto el propietario como el poseedor en los casos de la acción


publiciana no deben estar en posesión para poder entablar su acción.

6. LA POSESIÓN

6.1. Generalidades

Regulación: La regulación de esta materia la encontramos en el Libro


II, en su Título VII “De la posesión”, arts. 700 y ss.

Concepto: El art. 700 señala que es la tenencia de una cosa determinada


con ánimo de señor y dueño.

Ahora bien, debemos situar la posesión en un contexto: ¿Cuáles son


las calidades jurídicas que puede detentar una persona respecto de una
cosa determinada? desde la perspectiva de cual confiere mayores facultades
puede ser dueño, art. 582, en segundo lugar puede ser poseedor, o bien
mero tenedor (art. 714: Se llama mera tenencia la que se ejerce sobre una
cosa, no como dueño, sino en lugar o a nombre del dueño)

Dentro de la anterior trilogía se pueden dar combinaciones: dueño no


poseedor, poseedor no dueño. Lo normal será que el dueño sea poseedor,
esto es porque el legislador presume dueño al poseedor, art.700 inc. 2°.

62
6.1.a. Dominio y Posesión.

A. Semejanzas.

o Ambas recaen sobre una cosa determinada


o Son exclusivas (o sea, se admite un dueño o un poseedor, lo cual no
implica que no puedan existir co-poseedores), de ellas se desprenden
facultades más o menos idénticas.

B. Diferencias.

o El dominio supone una relación jurídica entre el propietario y la cosa;


la posesión, para algunos, solo entraña una relación de hecho.
o El dominio solo se puede adquirir por un modo, en cambio se puede
poseer una cosa por varios títulos (art. 701).
o El dominio está protegido por una acción real que es la reivindicatoria:
la posesión se protege por las acciones posesorias.

6.1.b. Posesión y mera tenencia.

A. Semejanza.

o Ambas tienen el “corpus”, que es la relación material entre una persona


y la cosa (tenencia).

B. Diferencias

o La posesión tiene un elemento que no está presente en la mera tenencia


que es el “animus”, el cual transforma la detentación en posesión.
Este elemento anímico implica la predisposición sicológica del
poseedor en orden a actuar como propietario de la cosa, la mera
tenencia supone tener una cosa reconociendo dominio ajeno.
o Por otra parte, la posesión permite llegar a adquirir el dominio de la
cosa por prescripción adquisitiva; la mera tenencia jamás conduce a
la prescripción porque ésta supone necesariamente la posesión.
Art.716

Como anticipamos, la posesión es la tenencia de una cosa determinada


con ánimo de señor y dueño, sea que el dueño o el que se da por tal, tenga la
cosa por sí mismo o por otra persona que la tenga en lugar y a nombre de él
(art. 700).

63
Este concepto del CC es una manifestación de la concepción subjetiva,
con base en las fuentes romanas, puesto que en él se destaca no solo la
relación de hecho entre la persona y la cosa, sino también un elemento
psicológico que es el ánimo de comportarse como dueño. Respecto de la
tenencia material de la cosa, el poseedor la ejerce ya sea directamente o por
intermedio de un tercero que la tiene en su lugar o a su nombre: el caso del
mero tenedor, el cual tiene materialmente una cosa, pero reconociendo
dominio ajeno (art. 714).

6.2. Elementos de la posesión

A. Elementos material o externo. La tenencia o Corpus

Definido como el poder físico o potestad de hecho que tiene el poseedor


sobre la cosa y en cuya virtud, permite disponer de ésta (corpus). Según la
doctrina clásica este elemento no supone necesariamente un contacto o
aprehensión física de la cosa, sino que consiste en la manifestación de un
poder de dominación sobre la cosa (incluso es posible hablar de posibilidad
de disponer de la cosa, como puede suceder en los bienes raíces). Esta
flexibilidad se relaciona con la aceptación de las formas simbólicas de la
tradición. Ej. Art. 725, art. 727.

Entonces, en nuestro CC existe la tenencia, que significa una


ocupación material y actual de la cosa, pero que no siempre existe una
aprehensión física, sino más bien cuando existe la posibilidad de disponer
materialmente de la cosa sin injerencia de extraños.

B. Elemento subjetivo: animus.

La posesión requiere de la existencia de una voluntad especial del que


posee. Es éste el elemento que caracteriza a la posesión y que marca la
diferencia respecto de la mera tenencia. Este elemento consiste en un
elemento intelectual, psíquico, que consiste en tener la cosa como dueño,
como propietario, de comportarse como tal, de ejercer los atributos del
dominio. Este ánimo no solo debe existir en el fuero interno del individuo ya
que de ser así su prueba sería la sola declaración de voluntad del poseedor,
por eso es que este se debe desprender del título en cuya virtud se detenta
la cosa. Por lo anterior, podemos decir que este elemento no alude a la
convicción de ser dueño sino de simplemente comportarse como tal. La

64
convicción de ser dueño constituye la buena fe pero también se puede ser
poseedor de mala fe.

6.3. Naturaleza jurídica de la posesión.

La doctrina discute acerca de si la posesión es un hecho o un derecho.


Según la doctrina clásica, la posesión es un hecho que se encuentra
protegido y reconocido jurídicamente, lo que se manifiesta en el
otorgamiento de derechos al poseedor respecto de la cosa que posee. El CC
sigue esta posición, lo cual se manifiesta en diversas disposiciones partiendo
por la propia norma que señala que la posesión es la “tenencia de una cosa”.

Como manifestaciones del reconocimiento de este hecho, el legislador


establece las siguientes ventajas a favor del poseedor:

o El poseedor goza de una presunción legal de dominio, ya que se reputa


dueño mientras no se pruebe lo contrario (art. 700 inciso 2º).
o La posesión conduce a la prescripción adquisitiva del dominio (art.
2495).
o El poseedor de un bien inmueble es titular de las acciones posesorias
que lo amparan en su posesión (art. 916).
o De acuerdo con las reglas relativas a las prestaciones mutuas, que son
de aplicación general, el legislador establece en el art. 907 y siguientes
las prestaciones que se le deben al poseedor no dueño vencido.
o El poseedor regular tiene derecho al ejercicio de la acción publiciana.
El art. 894 concede el ejercicio de la acción reivindicatoria al poseedor
regular aunque no logre probar el dominio, siempre que se encuentre
en condición de ganarlo por prescripción adquisitiva.

Existen otras posturas respecto de la naturaleza jurídica de la


posesión. La doctrina alemana afirma que la posesión es un derecho sobre
la cosa, puesto que obedece a la idea de derecho subjetivo que no es otra
cosa que un interés jurídicamente protegido. Por lo tanto, se deberá optar
por determinar si es un derecho real o personal. Por otro lado Savigny señala
que originariamente la posesión es un hecho porque se funda en
circunstancias materiales (corpus), sin embargo a la vez es un derecho, por
las consecuencias jurídicas atribuidas a este hecho y porque hay casos en
los cuales los derechos el poseedor son independientes del hecho mismo.

6.4. Cosas susceptibles de poseerse.

65
Se debe tratar de cosas que se encuentren en el comercio humano y que
sean determinadas, pudiendo ser estas corporales o incorporales (art. 715).
En cuanto a las cosas incorporales, solo se refiere a los derechos reales y no
a los personales, ello en razón de:

i. El art. 715 alude a la posesión de cosas incorporales, en general.


ii. El art. 2498 señala que se ganan por prescripción adquisitiva el
dominio y los demás derechos reales que no estén exceptuados, y no
incluye a los derechos personales.
iii. El mensaje de CC señala a modo ejemplar que el “arrendatario nada
posee” haciéndolo extensivo a todos los derechos personales ya que
estos solo gozan de una acción personal.
iv. El art. 583 establece que sobre las cosas incorporales hay también
una especie de propiedad, pero luego da un ejemplo de propiedad sobre
un derecho real. Esta norma desde la perspectiva de la posesión
relacionada con las anteriores no se puede entender sino referida a las
cosas incorporales como derechos reales.

6.5. Cosas no susceptibles de poseerse

i. Servidumbres discontinuas y continuas inaparentes (art. 822 y 882).


ii. Derechos personales, a pesar del tenor literal del art. 1576 inciso 2º
que se refiere a la posesión del título donde consta el crédito y no al
derecho personal mismo.

6.6. Clases de posesión.

6.6.a. Posesión Regular e irregular.

A. Posesión regular.

Concepto, art. 702 CC.

Es la que procede de justo título y ha sido adquirida de buena fe,


aunque esta no subsista después de adquirida la posesión.

Requisitos.

i. Justo título

El código no define que debe entenderse por justo título, ni siquiera al


hablar de los títulos traslaticios de dominio.

66
Podemos definirlo como el acto jurídico exento de vicios que sirve de
causa o antecedente de la posesión.

El art. 703 solo se limita a señalar que el justo título es constitutivo o


traslaticio de dominio. En relación a los títulos constitutivos señala que son
la ocupación, la accesión y la prescripción, todos modos de adquirir
originarios, pero que no obrarán como tales, por no reunir todos los
requisitos y solo habilitan para adquirir la posesión. Así, en el caso de la
ocupación27 para que pueda operar como modo de adquirir originario se
requiere que la cosa carezca de dueño, si ello no se cumple el ocupante no
adquirirá por ese modo, quedará en calidad de poseedor.

La doctrina generalmente critica que se incluya la prescripción porque


ella supone posesión, y lo que es efecto no puede constituir causa. Se intenta
justificar su inclusión en cuanto legitima la situación del poseedor irregular
que ganó el dominio por prescripción.

El artículo además señala cuales son los títulos traslaticios de dominio,


diciendo que estos son los que por naturaleza sirven para transferir el
dominio. Ejemplos: venta, permuta, donación entre vivos.

En el inciso tercero señala que son títulos traslaticios las sentencias


de adjudicación en juicios divisorios y los actos legales de partición. Parte
de la doctrina considera respecto de ellos que se trata de títulos declarativos
y no traslaticios, prueba de ello está en el art. 718. El CC asimilaría estos
actos de singularización del dominio a los traslaticios ya que los primeros
producen algunos efectos similares de los segundos, como por ejemplo el
saneamiento por evicción, y que las particiones pueden rescindirse igual que
los contratos.

El art. 703 inciso final se refiere a la transacción como justo título y


ésta lo es solo en cuanto transfiera la propiedad de un objeto no disputado,
ya que se está constituyendo un nuevo título (2446), por lo que respecto de
las cosas disputadas es título declarativo.

27 La ocupación como modo de adquirir solo se aplica a las cosas corporales muebles ya
que los inmuebles sin dueños pertenecen al Estado, art. 590. Pero algunos consideran que
en este caso se adquiriría la posesión irregular, porque una cosa es hablar de un modo de
adquirir y otra es considerar a la ocupación como título de la posesión.

67
Los títulos declarativos son aquellos que solo se limitan a reconocer
una situación de dominio preexistente. Como solo aclaran una situación
preexistente, para averiguar cuan legítima es una situación del poseedor es
necesario retroceder hasta donde se encuentre el hecho o acto en virtud del
cual se entró a poseer

La expresión justo título en materia de posesión alude a la causa


jurídica de la misma, a la circunstancia de que la posesión deriva de un
hecho o acto jurídico que por su naturaleza y por su carácter de verdadero
y válido es idóneo para atribuir en abstracto el dominio.

Se habla en abstracto, porque se toma en cuenta el título en sí mismo


prescindiéndose de otras circunstancias ajenas a él que pudieran
determinar que no se produzca la adquisición del dominio a pesar de ser el
título justo, de allí que si el título traslaticio fue realmente otorgado por
quienes aparecen aunque su declaraciones no sean verdaderas, es siempre
justo.

Títulos que no son justos.

El CC se encarga de señalar qué títulos no son justos en el artículo


704.

o El falsificado, esto es, no otorgado realmente por la persona que se


pretende;
o El conferido por una persona en calidad de representante de otra sin
serlo.
o El que adolece de un vicio de nulidad. Respecto de este el art. 705 señala
que la validación de este título sea por la ratificación o por el
transcurso de tiempo, se retrotrae a la fecha en que fue conferido el
título.
o El meramente putativo, como el del heredero aparente que no es
realmente heredero. Es título traslaticio aparente.

Esta enumeración del art. 704 es genérica y no taxativa, sin embargo,


es difícil imaginarse otro caso.

ii.Buena fe.

Concepto

68
Es la conciencia de haberse adquirido el dominio de la cosa por medios
legítimos, exentos de fraude y de todo otro vicio (art. 706 inciso 1º). En el
concepto del legislador hay una clara vinculación del título traslaticio con la
buena fe.

Es la convicción de no obrar contra derecho. En la teoría de la buena


fe, existen dos tipos de ella, por un lado la objetiva, propia de las
obligaciones y contratos, que exige un comportamiento leal y honesto,
configurándose como un estándar de conducta que se aprecia en abstracto;
y por otro la subjetiva, propia de los derechos reales, la convicción o creencia
de actuar lícitamente, que se aprecia en concreto.

Momento en que debe existir la buena fe

Nuestro Código, siguiendo al francés, exige que la buena fe sea inicial,


al señalar que la posesión regular es la que procede de justo título y ha sido
adquirido de buena fe, aunque no subsista después de adquirida la
posesión, no pasando por esto a ser posesión irregular. Esta será una
cuestión de hecho en cuanto a su determinación, que tendrá que calificar el
juez según las circunstancias del caso.

Influencia del error en la buena fe

o Error de hecho

El art. 706 inciso tercero señala que un justo error en materia de hecho
no se opone a la buena fe. Por lo tanto, el error de hecho no es incompatible
con la buena fe, pero no es cualquier error, sino que debe ser justo, es decir
debe ser excusable (el que en apariencias justifique el error padecido), debe
tener un fundamento de razón aceptable conforme a los principios de
justicia.

o Error de derecho.

Art. 706 inciso cuarto indica que el error de derecho constituye una
presunción de mala fe que no admite prueba en contrario. Esto es una
consecuencia del art. 8 que establece la presunción del conocimiento de la
ley.

Prueba de la buena fe

69
El art. 707 establece una presunción simplemente legal de buena fe,
señalando que la buena fe se presume, excepto en los casos en que la ley
establezca la presunción contraria. En todos los otros casos la mala fe debe
probarse.

Sin perjuicio de la ubicación de la disposición en materia posesoria se


tiene entendido que la disposición es de general aplicación. Razones:

o Los términos del 707 son muy amplios y comprensivos, sin que se
pueda aducir que por la ubicación del precepto éste tenga aplicación
restrictiva, ya que existen muchas normas que tienen carácter general
a pesar de su ubicación.
o La mala fe guarda relación con el dolo y si se pretendiera que la buena
fe debe probarse equivaldría a sostener que la mala fe se presume y
ello no está ni en la letra ni en el espíritu del legislador, pues el art.
1459 establece que el dolo no se presume.
o Solamente en el art. 707 establece la presunción de buena fe, en
cambio en muchos otros casos determinados establece expresamente
la presunción de mala fe y ello porque se trata de excepciones a la
regla general que no requiere ser reiterada.

Excepciones: casos en que la mala fe se presume.

o El error en materia de derecho. La doctrina ha entendido que esta


presunción tiene aplicación solo en materia posesoria.
o Constituye mala fe, en los poseedores de los bienes del desaparecido,
el haber sabido u ocultado la verdadera muerte de esta o su existencia
(art. 94 Nº 6).
o La existencia de un título de mera tenencia hace presumir la mala fe y
no da lugar a la prescripción extraordinaria, a menos que concurran
otras circunstancias.

iii. La tradición si el título es traslaticio de dominio (art. 702 inciso 3°).

Procedencia del requisito.

En aquellos casos en que el justo título es traslaticio de dominio se


requiere además, la tradición. Obviamente que este requisito solo rige para

70
aquellos casos en que el título es de esta especie y además declarativo (como
ya vimos, nuestro código los asimila), no cuando es constitutivo.

La razón de esta exigencia está en que los títulos traslaticios solo dan
al acreedor un derecho personal para exigir la tradición y es ésta la que
coloca la cosa en poder del adquirente. En los demás casos no se requiere,
puesto que se trata de modos imperfectos para adquirir el dominio pero que
sirven de justo título para adquirir la posesión.

Presunción de tradición (Art. 702 inciso final).

La posesión de una cosa a ciencia y paciencia del que se obligó a


entregarla hará presumir la tradición, a menos que está haya debido
efectuarse por la inscripción del título. Por lo tanto, esta presunción se
aplica solamente a los muebles, ya que según el art. 724 las cosas cuya
tradición se efectúa por la inscripción del título, su posesión se adquiere
solo por dicha inscripción. Parte de la doctrina excluye también a las
servidumbres porque requieren de escritura pública según el art.698 CC.

Ventajas del poseedor regular.

o Puede adquirir el dominio por prescripción ordinaria, cuyo plazo es más


breve que en el caso de la extraordinaria, siendo de 2 años en el caso
de los bienes muebles y 5 años para los bienes raíces.
o Está amparado por la presunción de dominio sobre la cosa que posee
(art. 700 inciso 2º).
o Goza de las acciones posesorias y la acción publiciana.
o Conserva los frutos de la cosa poseída mientras se encuentre de buena
fe, y tiene derecho al reembolso de las mejoras útiles introducidas en
la cosa poseída.
o Acción publiciana.

B. Posesión irregular.

Concepto

Es la que carece de uno o más de los requisitos de la posesión regular


(art. 708).

La doctrina se plantea si es posible que pueden faltar todos los


requisitos y halla igualmente posesión (aun irregular). Sin embargo, hay que

71
tener presente que si el título de posesión invocado es uno traslaticio de
dominio, nadie puede adquirir posesión alguna sin que medie tradición (la
entrega de la cosa, en caso de los muebles e inmuebles no inscritos; la
inscripción, en el caso de los inmuebles sometidos al régimen conservatorio),
porque tal es la única forma que puedan concurrir los dos elementos de la
posesión, corpus y animus, que son indispensables para poder ingresar en
la posesión. La tradición, entonces, en los títulos traslaticios de dominio,
más que un requisito que puede o no faltar en la posesión regular (para que
sea irregular), es un presupuesto de toda posesión, indistintamente de que
sea regular o regular, por aplicación del art. 700 del CC. El único sustento
contrario a lo que hemos señalado, es decir, que conlleve a afirmar que
pueden faltar todos los requisitos en la posesión irregular (incluso la
tradición) es el tenor gramatical de la disposición, que es bastante débil,
habida cuenta de que sin tradición, ni siquiera, al menos en los títulos
traslaticios, podemos hablar de posesión.

Por lo tanto, se está frente a una posesión irregular en los siguientes


casos:

o Cuando esta no procede de justo título


o Cuando no ha sido adquirida de buena fe.

Puede ocurrir que el poseedor irregular, a pesar de haber adquirido la


posesión de buena fe, mantenga su calidad de poseedor irregular (ejemplo,
existía buena fe inicial, pero el título era injusto).

Ventajas del poseedor irregular.

o Puede adquirir el dominio por prescripción adquisitiva extraordinaria


de 10 años, sean bienes muebles o inmuebles los que haya poseído.
o También está amparado por la presunción de dominio del art. 700
inciso 2º.
o También goza de las acciones posesorias, mas no de la acción
publiciana, la que como sabemos está reservada para los poseedores
regulares.

6.6.b. Posesión útil e inútil (art. 709).

Importancia de la clasificación.

72
Ella nos permite distinguir entre aquellas posesiones aptas para
adquirir el dominio por prescripción adquisitiva (posesiones útiles) de
aquellas que no lo son (posesiones inútiles o viciosas). Dentro de las
primeras se comprende a la posesión regular e irregular; en las segundas se
comprenden a las llamadas posesiones viciosas, aquellas que adolecen de
un vicio de violencia o clandestinidad.

A. Posesión violenta (art. 710).

Concepto.

Es la que se adquiere por la fuerza, esta puede ser actual o inminente.


Es decir, ella puede consistir en vías de hecho o amenazas. Esta violencia
debe ser inicial al momento de sea adquirida, por lo que si después pasa a
ser violenta, ella no deja de ser pacífica, salvo el caso del art. 711.

Contra quién se ejerce la violencia (art. 712 inciso 1º).

o Verdadero dueño.
o Contra el que la poseía sin ser dueño.
o Contra el que la tiene en lugar y a nombre de otro.

Por quién puede ejercer la fuerza (art. 712 inciso 2º).

Puede ejercerla tanto el que la adquiere, como sus agentes y respecto


de éstos últimos, sea que la ejerzan con el consentimiento del adquirente o
bien que éste la ratifique posteriormente.

B. Posesión clandestina.

Concepto

Es aquella que se ejerce ocultándola a los que tienen derecho para


oponerse a ella (art. 713).

Por lo tanto, no es necesario que el ocultamiento de la posesión se


haga respecto de todo el mundo, es un vicio relativo. Aquí se ataca al
elemento de la publicidad que debe tener la posesión, y en razón de ello es
que a diferencia de la anterior, ésta puede darse en cualquier momento de
la posesión y no solo al inicio de esta. Es un vicio temporal se puede dejar
de ser poseedor clandestino cesando la clandestinidad.

C. Efectos de la posesión viciosa

73
En esta materia existen dos posiciones contrapuestas:

o Posición clásica.

En virtud de ésta se niega todo efecto a la posesión y con base a ello la


denomina inútil. Por lo tanto, esta especie de posesión no estaría amparada
por las acciones posesorias ni tampoco habilitarían para adquirir el dominio
por prescripción adquisitiva.

o Posición moderna.

Esta atribuye efecto a las posesiones que vayan acompañadas de los


vicios de violencia y clandestinidad, así se señala que un poseedor regular
puede mantener la cosa en clandestinidad y su posesión no se verá alterada
y no será inútil, ya que el requisito de la buena fe es solo inicial y tratándose
del vicio de violencia, la posesión sería irregular porque no existiría buena
fe inicial.

En relación a la posesión irregular, podrían darse tanto la violencia


como la clandestinidad y ello no obstaría a que se pudiera adquirir por
prescripción adquisitiva extraordinaria.

Además, el art. 2510 Nº 3 regla segunda exige que la posesión no haya


sido violenta ni clandestina, pero esto solo lo hace para el caso especialísimo
del poseedor que tiene título de mera tenencia y no lo hace en los casos
anteriores que se refieren a la posesión irregular propiamente tal.

En conclusión, podemos decir que la posesión viciosa es útil, ya que


pone al poseedor en el camino de la prescripción adquisitiva, sin olvidar que
en el propio mensaje del CC se asocia a la posesión irregular con la viciosa,
al establecer como uno de los requisitos, dentro de otros, para la posesión
regular, el que se haya adquirido sin violencia ni clandestinidad.

6.7. Adquisición, conservación y pérdida de la posesión

6.7.a. Generalidades

Por tratarse de un hecho jurídico no se transfiere por acto entre vivos


ni se transmite por causa de muerte (art. 717)

Es el art. 720 CC el que se preocupa de establecer quiénes pueden


adquirir la posesión, y así señalar que la pueden adquirir no solo

74
personalmente, sino que también por intermedio de un mandatario o por
sus representantes legales.

En cuanto a la capacidad del adquirente, el art. 723 determina que los


incapaces pueden adquirir la posesión de las cosas muebles aún sin ser
autorizados o representados por quien corresponda, con tal que concurran
la voluntad y la aprehensión material. Pero para ejercer la posesión si es
menester que se cumplan con las formalidades habilitantes
correspondientes. Esta regla no se extiende a los infantes y dementes, ellos
son incapaces en materia posesoria. Por lo tanto tratándose de los
sordomudos que no puedan darse a entender claramente y los impúberes
mayores de 7 años, se deberá aplicar la regla general del inciso 1º.

Si bien la regla general en materia de posesión es que para que esta se


adquiera se requiere de corpus y animus (art. 723), se establece una
excepción en relación a la herencia en que la posesión se adquiere desde el
momento que es deferida, incluso aunque el heredero lo ignore, por lo que
en este caso pueden faltar el corpus y el animus. Algo similar se produce en
relación a la adquisición de la posesión respecto del corpus y animus en los
inmuebles inscritos.

6.7.b. Normas especiales de la adquisición, conservación y pérdida.

Debemos distinguir la adquisición, conservación y perdida de bienes


muebles y de los bienes inmuebles, y dentro de estos últimos, si se
encuentran inscritos o no.

A. Bienes muebles.

Adquisición.

La adquisición de la posesión de los bienes muebles se produce desde


el momento en que concurre la voluntad (animus) y la aprehensión material
del bien, lo que resulta de interpretar a contrario sensu el art. 726 CC.

Hay que tener presente la regla especial en cuanto a capacidad para


adquirir la posesión de bienes muebles del art. 723.

Conservación.

Para conservar la posesión sobre esta clase de bienes basta el animus,


aunque momentáneamente no se tenga el corpus, lo que se desprende del

75
art. 725 en que se permite al poseedor conservar la posesión aunque
transfiera la tenencia de la cosa por cualquier título que no sea traslaticio
de dominio; y del art. 727, norma que se refiere específicamente a los bienes
muebles y establece que la posesión de éstos se conserva aunque el poseedor
ignore accidentalmente su paradero.

En cuanto al animus, en relación a la conservación de la posesión, el


legislador establece una presunción simplemente legal que se refiere a que
éste se presume mientras la cosa permanezca en poder del que la poseía.
Esto lo debemos entender relacionado con el art. 726 en donde se establece
el fin de la presunción o el límite de la misma, ya que se pierde la posesión,
es decir el animus y el corpus, una vez que la cosa es apoderada por otro
con ánimo de señor y dueño.

Pérdida

Ello acontecerá al perderse cualquiera de los elementos o ambos. En


esta materia se debe distinguir diversas situaciones:

o Pérdida del corpus y del animus: ello se produce cuando hay


enajenación y cuando hay abandono.
o Pérdida del elemento corporal: esta ocurre cuando otro se apodera de
la cosa poseída con ánimo de hacerla suya (art. 726) y cuando sin
pasar la posesión a otras manos se hace imposible el ejercicio de actos
posesorios (Ejemplo: cuando un animal bravío recobra su libertad,
cosa que se cae al mar).
o Pérdida del animus: aquel poseedor conserva la tenencia, pero pierde
el ánimo de señor y dueño (Ejemplo, constituto posesorio)

B. Bienes inmuebles no inscritos.

Adquisición.

En esta materia se debe distinguir tres situaciones:

i. Simple apoderamiento material con ánimo de señor y dueño (art. 726


y 729).

Del art. 726 se desprende que la posesión se adquiere por el simple


apoderamiento y ello hacer cesar la posesión anterior. Por su parte, el
artículo 729 determina que se adquiere la posesión del bien inmueble no

76
inscrito, cuando concurren los mismos requisitos que se requieren para la
posesión de bienes muebles, incluso con apoderamiento violento y
clandestino.

Cabe hacerse la siguiente pregunta: ¿debe inscribirse o no? Se debe


llegar a la conclusión de que no es necesaria la inscripción para la
adquisición de la posesión, porque el art. 724 solo lo exige para los
inmuebles inscritos y en este caso se trata de un inmueble que no se
encuentra en el sistema de la propiedad inscrita, pero en todo caso siempre
la posesión inscrita es una garantía para el poseedor. La posesión será
irregular ya que el poseedor estará de mala fe, al saber que el inmueble tiene
otro dueño.

ii. Si se trata de un título no traslaticio de dominio.

Dentro de éstos se cuenta a los títulos constitutivos (ocupación,


accesión y prescripción), más la sucesión por causa de muerte.

o En relación a la sucesión por causa de muerte.

No será necesaria la inscripción del inmueble no inscrito ya que el


heredero adquiere la posesión legal una vez que es deferida la herencia (art.
688 y 722). Las inscripciones del 688 no operan como modo (no es la forma
de realizar la tradición), sino que tienden a resguardar la historia de la
propiedad raíz. La sucesión por causa de muerte en este caso opera como
un modo de adquirir el dominio del derecho real de herencia (dentro de la
cual encontramos el inmueble no inscrito).

o En relación a la ocupación.

Parte de la doctrina considera que no puede ser invocada en relación a


los bienes inmuebles, puesto que respecto de estos el propietario es el
Estado. Para quienes aceptan la ocupación como título justificativo de la
posesión respecto de estos bienes, señalan que no se requiere inscripción
para su adquisición.

o En relación a la accesión.

En este caso tampoco sería necesario inscribir para adquirir la


posesión, esto porque en la accesión lo accesorio sigue la suerte de lo

77
principal. Si se reconoce la posesión del bien principal sin la inscripción no
podrá exigirse en este caso la inscripción

o En relación a la prescripción.

Ella no puede ser invocada como antecedente de la posesión ya que a


ella se llega precisamente en virtud de la posesión. La prescripción
adquisitiva es el medio de que se valen los poseedores para adquirir el
dominio. Además, un mismo modo no puede ser a la vez su título. Existe
una relación de medio a fin entre la posesión y la prescripción.

iii. Si se invoca un título traslaticio (art. 686; 698 y 702).

El supuesto es que se pretende adquirir la posesión de un inmueble no


inscrito en virtud de un título traslaticio de dominio ¿es necesaria la
inscripción para la adquisición? ¿Es necesario que se lleve a efecto la
tradición?

Frente a esto, la doctrina distingue acerca de si se pretende adquirir la


posesión regular o irregular.

o Posesión regular: es necesario

Como bien sabemos si se trata de un título traslaticio de dominio, es


necesaria la tradición para adquirir la posesión regular, además el art. 686
establece que la tradición de los bienes inmuebles, sin distinguir acerca de
si se encuentran inscritos o no, se debe hacer por medio de la inscripción
en el registro del CBR; por su parte, el art. 696 establece como sanción a la
no inscripción, la de no conceder la posesión respecto del bien inmueble de
que se trate, dejando al adquirente en calidad de mero tenedor. De
conformidad a ello, sin inscripción no se adquiere ni siquiera la posesión
irregular. Finalmente, el art. 724 exige que para adquirir la posesión de los
bienes inmuebles se necesita la inscripción, sin hacer distinción alguna (no
distingue ni tipo de inmueble, ni clase de posesión). En consecuencia, con
base a las disposiciones en comento debemos optar por la necesidad de
inscribir en el registro del CBR para la adquisición de la posesión regular de
esta especie de bienes inmuebles.

o Posesión irregular.

78
Para parte de la doctrina es necesaria la inscripción ya que debe
cumplirse con lo señalado en el art. 724 “nadie podrá adquirir la posesión
de ella (inmueble), sino por este medio (inscripción)”, la falta de tradición
transforma la posesión en irregular, constituyéndose ésta en la regla
general, pero la excepción es la de los bienes inmuebles establecida en el
art. 724, en donde no se distingue entre posesión regular e irregular.

Se menciona además como apoyo a esta posición que es la única forma


de hacer realidad la aspiración del mensaje del CC, ya que de éste se
desprende el deseo del legislador en orden a hacer sinónimos la inscripción,
posesión y dominio.

Para otros autores, no es necesaria la inscripción para dar lugar a la


posesión irregular en atención a que por una parte, la posesión irregular es
aquella que carece de uno o más requisitos de la posesión regular. Como
esta posesión exige de tradición para los títulos traslaticios de dominio,
simplemente no se cumpliría con un requisito pasando la posesión a ser
irregular. Por otra parte, se invoca un argumento de sentido común ya que
de ser cierta la posición contraria, quien invoque un título traslaticio de
dominio se vería perjudicado, ya que si no se invoca este título, incluso un
poseedor de mala fe que no tenga un justo título podrá ser poseedor
irregular. En cambio, un poseedor que haya adquirido de buena fe con justo
título no podría adquirir la posesión irregular. Se invocan además, el art.
729 en virtud del cual es perfectamente posible poner término a la posesión
de un inmueble no inscrito mediante violencia o clandestinidad. Entonces,
no habría inconveniente en que, a pesar de no efectuarse la inscripción, de
invocarse un título traslaticio de dominio se pueda adquirir la posesión
irregular.

Se señala que el art.724 solo se aplica a los bienes inmuebles


inscritos, de lo contrario no tendrían sentido los art. 726 y 729. Y finalmente
el art. 730, que también estaría confirmado la posición de que no se requiere
la inscripción, porque se trata de la situación en que un mero tenedor que
usurpa la cosa y la enajena a su propio nombre, en cuyo caso la persona a
quien se le enajenó adquiere la posesión de la cosa.

Conservación.

Respecto de ésta se deben aplicar las mismas normas de los bienes


muebles, es decir, se conserva la posesión mientras se mantenga el corpus

79
y el animus, aunque se transfiera la mera tenencia. Esto se entiende sin
perjuicio de que el adquirente de la posesión del inmueble no inscrito haya
optado por la inscripción del mismo, en cuyo caso en esta materia se deberá
estar a las reglas de conservación de la posesión inscrita.

Pérdida.

La posesión de un inmueble se pierde si falta el corpus y el animus.


Así, se pierde la posesión cuando otro se apodera del bien con ánimo de
señor y dueño (art. 726); también cuando otro adquiere la posesión de un
inmueble no inscrito clandestina o violentamente, donde el que la poseía la
pierde (art. 729); por último si el mero tenedor usurpa el bien y lo enajena a
su nombre, al que se le enajena adquiere la posesión.

En esta materia se puede presentar el siguiente problema: la inscripción


de un título que no emana del poseedor. Nos encontramos en esta situación
cuando una persona enajena un inmueble no inscrito, cuya posesión
pertenece a otra persona y el adquirente inscribe el título relativo a este
inmueble. El problema es el siguiente: ¿pierde la posesión el poseedor no
inscrito que no participó en el contrato de enajenación o la conserva?, o en
otras palabras: ¿a quién se debe preferir, al poseedor no inscrito o al que
inscribió la posesión?

Existen dos posturas en relación a esta materia, y dependerá la


decisión del rol que se le otorgue a la inscripción en nuestro sistema
registral.

i. Teoría de la Inscripción ficción.

La inscripción por sí sola representa los elementos de la posesión


corpus y animus, lo que se desprende de distintas disposiciones:

o Art. 696, al hablar de la inscripción en términos generales, se refiere


a la posesión efectiva en el sentido de que mientras no se practique
la primera no surge la segunda, por lo que evidencia que la
inscripción representa los dos elementos de la posesión.
o Art. 730, que le atribuye a la competente inscripción la virtud de
otorgar la posesión del inmueble.
o Art. 924, que determina que la prueba de la posesión de los derechos
inscritos se hace por la inscripción de los mismos.

80
o Algunos fallos han sostenido que existe una presunción de derecho
de la existencia del corpus y del animus que viene dada por la
inscripción.

Sin perjuicio de lo anterior, esta posición no ha estado exenta de


críticas. Se ha dicho por la doctrina que de admitirse esta teoría tendremos
que aceptar el caso en que se enajena un inmueble ajeno no inscrito y que
el comprador inscribe, frente a lo cual éste adquiere la posesión sin tener la
tenencia material del bien, en virtud de esta teoría se tendría que reconocer
este derecho al comprador. En este caso, no habría aprehensión material,
que es la única forma de hacer cesar la posesión no inscrita (art. 729), sin
embargo, adquiere la posesión por la sola inscripción.

ii. Teoría de la Inscripción garantía de la posesión.

La inscripción debe ir acompañada con una realidad posesoria. De


modo que, frente al choque de intereses entre un poseedor que no tiene la
tenencia material del bien y aquel que se comporta como señor y dueño,
debe preferirse a este último. En este caso la inscripción es garantía de un
hecho que consiste en la posesión material del bien, pero en aquellos casos
en que no se dé esto, la inscripción es solo un papel, no confiriendo
posesión. En las ventas dobles (art. 1817) se puede dar el problema relativo
a que existan dos poseedores inscritos, y en este caso se deberá decidir por
alguno de ellos. Para la teoría de la ficción se prefiere al que inscribió
primero, aún cuando no esté en posesión (se opta por interpretar el concepto
de posesión y el de entrega o tradición como sinónimo de inscripción). En
cambio para esta teoría se tendrá que preferir al que se encuentre en
posesión material, no obstante no tener su título inscrito.

C. Bienes inmuebles inscritos o teoría de la posesión inscrita.

Esta doctrina ha sido creada por los autores a partir de varias


disposiciones diseminadas en el CC, teniendo presente que le son aplicables
no solo a los bienes inmuebles inscritos sino también a los no inscritos, o al
menos su aplicación en doctrina se discute. De esta manera, la inscripción
en el registro del CBR se constituye como la tradición, requisito, garantía y
prueba de la posesión sobre bienes inmuebles (art. 686, 696, 702, 724, 728,
730 inciso 2º, 2505 y 924)

i. La inscripción como forma de hacer tradición.

81
El legislador señala en el mensaje del Código civil, que la transferencia
y transmisión del dominio, y la constitución de todo derecho real sobre
inmuebles, salvo las servidumbres, exige de una tradición “y la única forma
de tradición que para estos actos corresponde es la inscripción en el registro
conservatorio”. Manifestaciones: Art. 686; art. 702 inciso final.

ii. La inscripción como requisito de posesión.

Dice el mensaje del CC: “La inscripción es la que da la posesión real


efectiva; y mientras ella no se ha cancelado, el que no ha inscrito su título, no
posee: es un mero tenedor”. Manifestaciones: Art., 724; y el art. 696.

iii. La Inscripción como garantía.

Siendo la inscripción el requisito de la posesión, adquiriéndose ésta el


poseedor la conserva mientras subsista la inscripción y ella no es cancelada
de conformidad a la ley. El mensaje del CC también hace referencia a la
garantía de la inscripción, al señalar que mientras ella no sea cancelada, la
posesión se conserva por el poseedor; además, implícitamente lo reconoce al
decir que en otras legislaciones la inscripción es garantía no solo de la
posesión sino que también de la propiedad. Manifestaciones: art. 728; art.
730 inciso 2º; art. 2505.

iv. La inscripción como prueba de la posesión.

Se manifiesta en el art. 924 que señala que la posesión de los derechos


inscritos se prueba por la inscripción.

Adquisición de la posesión.

Si se invoca:

i. Título no traslaticio de dominio.

En este caso no se aplica el art. 724, porque este solo se refiere a los
títulos traslaticios de dominio. En esta hipótesis, no se requiere de la
inscripción para la adquisición de la posesión. Así, si se trata de la sucesión
por causa de muerte, la posesión se adquiere por el solo ministerio de la ley,
y las inscripciones del 688 no constituyen tradición. En el caso de la
accesión, se aplica el principio de que lo accesorio sigue la suerte de lo
principal y en el caso de la ocupación, ya vimos que ésta en principio no
procede respecto de inmuebles, ya que estos pertenecen al Estado. Y por

82
último, en relación a la prescripción, también dijimos que esta solo opera
como modo de adquirir y que es el medio que se vale la posesión para
adquirir el dominio. En el fondo, se aplican las mismas reglas que para los
inmuebles no inscritos.

ii. Títulos traslaticios de dominio.

La posición mayoritaria de la doctrina es la que señala que para


adquirir la posesión, sea esta regular o irregular, es necesaria la inscripción
el CBR, todo ello por aplicación de la teoría de la posesión inscrita que se
basa en las disposiciones ya comentadas, en especial la del art. 72428.

Conservación y pérdida de la posesión.

La norma aplicable es la del art. 728, de acuerdo con este precepto la


posesión solo se pierde por la cancelación de la inscripción. Mientras
subsiste la inscripción el apoderamiento material no produce la pérdida de
la posesión, ya que se requiere de la cancelación de la inscripción. Algunos,
minoritariamente, sostienen que el simple apoderamiento material del bien
conduciría a la posesión irregular y que la norma del 728 está reservada
para la posesión regular. Frente a ello se contra argumenta con que el art.
728 no hace distinción alguna y el artículo 2505, tampoco.

Además, con base a lo dicho, los actos de simple apoderamiento no


interrumpen tampoco la prescripción adquisitiva.

Formas de cancelar la inscripción.

o Voluntad de las partes.

28 Un sector minoritario sostiene que, para adquirir la posesión irregular no sería


necesaria la inscripción, ya que uno de los requisitos de la posesión regular es la tradición
y si falta este la posesión sería irregular (art. 702 y 708). Críticas a esta posición: El art.
724 no distingue entre posesión regular e irregular; El art. 728 señala que el poseedor
inscrito no pierde la posesión mientras subsiste la inscripción; Si se acepta esta doctrina,
tendríamos que aceptar la existencia de dos poseedores, el inscrito y el no inscrito, sobre
una misma cosa; Por otra parte, el mensaje señala, como lo hemos reiterado, que la
inscripción otorga la posesión real y efectiva del inmueble y mientras no se haya cancelado
la inscripción anterior, nada se posee, sino que es un mero tenedor, por lo tanto si no se
inscribe el título, solo se adquiere la mera tenencia y no la posesión irregular. Por lo tanto,
siempre será necesaria la inscripción para adquirir la posesión, sea esta regular o irregular.

83
Es una convención entre dos o más persona en orden a dejar sin efecto
una inscripción. En este caso habrá que exhibir al CBR un instrumento
auténtico en que conste dejar sin efecto la inscripción existente a nombre
de uno de ellos, con lo que cobra vigencia la inscripción precedente, bastará
una subinscripción al margen en que se exprese que se cancela, y así el
inmueble quedará sometido a la inscripción anterior. Ejemplo: la
resciliación de un contrato de compraventa.

o Cancelación por nueva inscripción.

En que el poseedor inscrito transfiere su derecho a otro. Es la situación


más normal, la sola inscripción cancela de pleno derecho a la anterior por
lo que se le ha denominado “cancelación virtual” sin que sea necesario una
subinscripción en la anterior para cancelarla, por conveniencia se suele
hacer. Recordar que en el título hay referencia a la transferencia anterior.

o Cancelación por decreto judicial.

Cuando se ha seguido un juicio y en él se obtiene el reconocimiento de


la posesión. Ejemplo: como consecuencia del ejercicio de la acción
reivindicatoria, publiciana o posesorias. Se debe exhibir al CBR copia del
fallo.

6.7.c. El mero tenedor que usurpa la cosa y la enajena a su nombre

Con relación al tema que abordamos en este acápite, debemos


referirnos al art. 730. Su inciso 1º trata del mero tenedor que usurpa la cosa
y la enajena a su nombre. De acuerdo a este inciso la norma solo se aplica
a los bienes muebles e inmuebles no inscritos.

o El mero tenedor que usurpa no adquiere la posesión ni la hace perder.


o El mero tenedor que usurpa y enajena la cosa a su propio nombre, hace
perder y adquirir la posesión, pero ello solo se aplica a los bienes
muebles e inmuebles no inscritos.

La misma situación anterior, pero referida a los inmuebles inscritos, se


regla en el inciso 2º, el adquirente no adquiere la posesión sino por la
competente inscripción. La inscripción ampara al poseedor aunque el
adquirente esté de buena fe, y este solo adquiere la posesión, en cuanto
obtenga la competente inscripción.

84
“Competente inscripción”

Para algunos la competente inscripción es la que emana del poseedor


inscrito es decir, se exige la vinculación de las inscripciones, debiendo en
consecuencia tratarse de un título que emane del poseedor inscrito sea justo
o injusto, puesto que se acepta la apariencia que da este último. Por lo tanto
el art. 730 no exige la inscripción del adquirente del título por el cual está
adquiriendo del usurpador (el art. 728 exige la inscripción en que el
poseedor inscrito transfiere su derecho a otro). Si no existiere la vinculación
entre los poseedores inscritos se estaría destruyendo la garantía de la
inscripción, ya que bastaría de un título legalmente otorgado entre el
usurpador y el adquirente y que éste se inscribiera sin el conocimiento del
poseedor inscrito, creándose un verdadero recelo por parte de estos últimos
en el sentido de que estarían constantemente preocupados por la
circunstancia de que otro les haga perder su posesión inscrita.

Otro sector de la doctrina sostiene, en cambio, que la expresión


competente inscripción se refiere simplemente a la inscripción del título
realizada en forma legal de acuerdo a las normas del Reglamento del CBR,
sin ver si la nueva inscripción está vinculada o no con la del poseedor
inscrito.

Por otro lado, el art. 728 se refiere a la situación normal en que el


poseedor inscrito ha enajenado el bien que posee y esta sería la regla
general, en cambio el 730 se refiere a otra situación que constituye la
excepción, y que es el caso de que un mero tenedor que usurpa transfiere el
bien y aquí la competente inscripción que se exige podrá ser la del título
otorgado por el mero tenedor y el adquirente, sin importar que no provenga
del poseedor inscrito. Lo anterior vendría a reafirmarse con el art. 2505, ya
que éste dispone que no hay prescripción contra título inscrito, sino en
virtud de otro título inscrito y el plazo de prescripción empieza a correr desde
la inscripción del segundo, lo cual a su vez estaría en armonía con el art.
683, que señala que la tradición en los casos y modos que la ley establece
permite al adquirente ganar el dominio por prescripción adquisitiva, aunque
el tradente no hubiere tenido derecho a ello.

Por lo tanto, el caso del 730 estaría dentro de las normas anteriores, ya
que se trata de una situación especial distinta a la regla general del art. 728,
en donde se establece un modo distinto de inscripción. Aquí, además de la
inscripción competente, se requiere de la posesión material del bien, es decir

85
se requieren actos de posesión (art. 683 y 670). Lo anterior, por aplicación
de la teoría de la inscripción garantía.

Por lo tanto, si bien se permite la inscripción desvinculada de la


anterior para la adquisición de la posesión, para que ello ocurra la
inscripción no debe ser de papel, en el sentido de que no haya habido
entrega material y no exista animus y corpus por parte del adquirente.

La jurisprudencia en esta materia no ha sido uniforme, inclinándose


en algunos casos por no darle valor alguno a la inscripción desvinculada
con la del poseedor inscrito, y por otro se la ha dado valor, exigiéndose una
inscripción efectuada en forma legal y acompañada de una realidad
posesoria.

6.8. Accesión de posesiones

La accesión de posesiones permite al poseedor agregar a su posesión


las de sus antecesores, y tiene importancia en materia de acciones
posesorias y en relación a los plazos de prescripción adquisitiva.

La base de este figura la encontramos en el art. 717, que nos parte


diciendo que la posesión del sucesor principia en él, es decir el sucesor no
es continuador en la posesión de su antecesor, independientemente que se
trate de una sucesión universal o singular. Esta figura de la accesión de
posesiones no se contradice con la idea de que la posesión no se transmite
ni se transfiere, puesto que el sucesor solo se está aprovechando de las
ventajas que el ordenamiento jurídico otorga a la posesión anterior. Además,
si no existiera el mecanismo de la accesión de posesiones, prácticamente no
podría funcionar la protección de las acciones posesorias, puesto que se
exige un año de posesión tranquila y no interrumpida (art. 918); y el de la
prescripción adquisitiva.

La accesión de posesiones es una facultad del poseedor que la ejerce


en vista a su conveniencia, pero si opta por ella, se hace dueño de la
posesión anterior con todas sus calidades y vicios. El poseedor podrá así
mismo agregar una serie ininterrumpida de antecesores (art. 717 y art.
2500).

Características de la accesión de posesión

86
i. Es facultativa para el actual poseedor, la utilizará en la medida que
convenga a sus intereses.
ii. Procede tanto respecto de antecesores inmediatos, como mediatos
(art. 717 inc. 2). El requisito es que la cadena debe ser interrumpida.
iii. Al apoderarse o aprovechar el tiempo de posesión de poseedores
anteriores, este tiempo se suma con sus calidades y vicios.

Los requisitos para que pueda utilizarse el mecanismo de accesión de


posesión son:

i. Debe existir un vínculo jurídico entre el actual poseedor y su


antecesor.
ii. Las posesiones que se suman deben ser continuas y no
interrumpidas.
iii. El tiempo de las posesiones que se suma debe ser útil para prescribir.

6.9. La posesión del derecho real de herencia

En esta materia se deben distinguir las tres clases de posesiones que


pueden darse respecto de la herencia: La posesión legal, material y efectiva

i. La posesión legal.

Ésta se adquiere desde que es deferida la herencia (muerte del


causante) por el solo ministerio de la ley y aún cuando el heredero lo ignore
(art. 722). Se presume por el legislador, suponiendo la concurrencia de los
requisitos de ella establecidos en el artículo 700 (corpus y animus); en el
hecho puede faltarle al heredero ambos elementos, pero el legislador
siempre la presumirá. En consecuencia, la posesión legal siempre será una
de carácter regular y jamás lo será viciosa, porque el legislador siempre
presume la concurrencia de los elementos. Esta posesión solo se da respecto
del heredero verdadero y no del putativo (así se ha fallado).

La posesión legal del heredero no es la misma del causante, ya que el


heredero adquiere su propia posesión por la ley; esto se desprende al
relacionar el artículo 772 (la posesión de la herencia se adquiere) con el
artículo 717 que señala que la posesión del sucesor principia en él.

¿Cuál es la utilidad de esta figura? Esta figura se justifica por la


necesidad de mantener una continuidad en la posesión. La posesión es un
hecho, y en cuanto hecho no se transfiere ni se transmite; el legislador

87
señala expresamente que principia en el sucesor (art. 717). El problema que
podría presentarse si no existiera esta figura, es que podría existir un
tiempo sin posesión, ya que si se espera el animus y el corpus del
heredero, existiría un intervalo de tiempo sin posesión; por lo tanto, el
objetivo de esta figura es evitar esta situación, y con ello se permitiría
entonces que el heredero pueda hacer uso de la figura de la accesión de
posesiones, porque si no fuese así, se interrumpiría la continuidad.

ii. La posesión real o material

Esta corresponde a la posesión definida por el artículo 700, y puede


estar radicada tanto en el verdadero heredero como en el falso o putativo.
Naturalmente la situación normal va a ser aquella en que el corpus y el
animus están radicados en el verdadero heredero, pero podría ocurrir que
estos elementos estuvieran radicados en una persona que se atribuyera el
carácter de heredero sin serlo, y la importancia que cobra la posesión real
en esta hipótesis, es que ésta va a servir de base para la prescripción
adquisitiva.

iii. Posesión efectiva

Es la que se concede por resolución judicial o administrativa a quien


tiene la apariencia de heredero. Basta que un heredero la pida, siempre que
lo haga también para los restantes.

Se confiere por resolución judicial o administrativa, ya que hoy no


existe una única forma de tramitar las posesiones efectivas en Chile.
Tratándose de las posesiones efectivas intestadas abiertas en Chile, éstas se
tramitan ante el Registro Civil, de conformidad con el procedimiento previsto
en la ley 19.903, y se confieren en virtud de una resolución administrativa
que dicta el Director Regional del Servicio de Registro Civil e Identificación.
Y tratándose de las posesiones efectivas correspondientes a sucesiones
testadas abiertas en Chile, y testadas o intestadas abiertas en el extranjero,
éstas se tramitan antes los Tribunales Ordinarios de Justicia (Tribunal Civil
competente), y se confiere en virtud de una resolución judicial dictada en
un procedimiento voluntario, a la cual se le denomina, en la jerga común,
“auto de posesión efectiva” (resolución que no es un auto).

88
De las dos fórmulas de tramitación de la posesión efectiva, claramente
la mayoritaria es la que se tramita en sede administrativa. Por lo tanto, los
aspectos a destacar de la Ley 19.903 son:

i. El artículo 1 de ésta ley, se refiere a su ámbito de aplicación, cual


es, la sucesiones intestadas abiertas en Chile.

ii. El artículo 2 indica que la solicitud de la posesión efectiva puede


presentarse ante cualquier Oficina de Registro Civil, no hay una oficina
competente. Si se presentan solicitudes en distintas oficinas, éstas se
acumularán en la oficina en que se hubiere presentado la primera solicitud.

iii. El artículo 3° especifica que la solicitud de posesión efectiva,


tiene que necesariamente hacerse en el formulario dispuesto para ese efecto
por el Registro Civil, que señala los datos que el solicitante debe incluir.

iv. El artículo 4° se refiere a la necesidad de acompañar a esta solicitud,


un inventario de los bienes del causante. Este artículo nos señala de qué
manera deben individualizarse los bienes, tanto muebles como inmuebles,
especialmente la necesidad de incluir una valoración de dichos bienes, y
además establece que el inventario tiene el carácter de solemne para todos
los efectos legales, tema que es muy importante, tratándose del beneficio de
inventario.

v. El artículo 5° señala que quien emite la resolución de posesión


efectiva, es el Director Regional respectivo, y el artículo 6° especifica a
quienes se otorga la posesión efectiva. Sobre la base de esta última
disposición, el Registro Civil no está limitado por la solicitud, es decir, no
está obligado a conferir la posesión efectiva a aquellos que están en la
solicitud, sino que tiene que conferirla a todos aquellos que, de conformidad
con los antecedentes que maneja, tengan el carácter de herederos.

vi. El artículo 7° consagra la obligación de publicar la resolución


administrativa que confiera la posesión; y el artículo 8° señala que efectuada
la publicación, el Director Regional del Registro Civil ordenará la inscripción
en el Registro Nacional de Posesiones Efectivas. Asimismo, el art. 8° señala
que una vez inscrita la resolución, ésta no va a poder ser modificada sino
en virtud de una resolución judicial, o en virtud de una propia resolución
del Servicio, pero solo en caso de errores formales manifiestos, o en caso de
modificación del inventario.

89
Tratándose de las posesiones testadas, éstas se otorgan en virtud de
una resolución judicial dictada en un procedimiento de carácter
voluntario, la cual se rige por las normas de los artículos 877 y siguientes
del CPC.

Las importancias de la posesión efectiva, son las siguientes:

o Determina o identifica quienes tienen aparentemente el carácter de


herederos. El otorgamiento de la posesión efectiva no confiere el
carácter de tal, esto queda claro tanto en las disposiciones del CC,
cuando por ejemplo habla del “falso heredero al cual se le ha dado
la posesión efectiva”, como en las disposiciones del CPC, o en las
normas de la Ley 19.903, ya que en éstas se señala que la posesión
se conferirá a aquel que “aparentemente tenga el carácter de tal”.
o Con la tramitación de la posesión efectiva se hace posible la aplicación
del impuesto a las herencias y a las asignaciones y donaciones. Este
impuesto no grava a la masa hereditaria, sino a las asignaciones,
además confiere exenciones de acuerdo al grado de parentesco que
se tenga con el causante (a mayor grado de parentesco, mayor es la
exención). El pago de los impuestos constituye un requisito
indispensable para que los asignatarios puedan disponer de los
bienes hereditarios (arts. 25 y 54 de la Ley 16.271).
o Permite al heredero que ha obtenido la posesión efectiva (falso heredero)
adquirir en un plazo de prescripción más breve, que es de cinco años
(arts. 1269 y 704).
o Permite la conservación de la historia de la propiedad raíz, porque
constituye un paso necesario para explicar cómo bienes que figuraban
inscritos a nombre del causante, ahora van a estar inscritos a nombre
de sus herederos.
o Valida el pago hecho al heredero putativo. El legislador precisa a la
persona a quien debe hacérsele el pago para que sea eficaz (art. 1576),
y la ley valida el pago hecho a un heredero putativo (“el que paga mal,
paga dos veces”).

6.10. Acciones posesorias.

Concepto.

Son aquellas que tienen por objeto conservar o recuperar la posesión de


bienes raíces o de derechos reales constituidos en ellos (art. 916).

90
Características.

i. Es una acción real. Se ha discutido esta característica por la calificación


de la posesión como un hecho no porque nazca de un derecho real, ya
que la posesión es un hecho, sino porque puede ser ejercida erga
omnes.
ii. Es una acción inmueble, porque se ejerce en relación a inmuebles.
iii. En cuanto a los aspectos procesales, se les llama interdictos o
querellas posesorias y son tramitadas según las normas del juicio
sumario.

Clases de acciones posesorias.

o Querella de amparo.

Tiene por objeto conservar y mantener la posesión frente a actos


constitutivos de turbaciones y molestias de terceros. Además, puede tener
por objeto la indemnización de los perjuicios sufridos por el poseedor,
derivados de la turbación o molestia.

o Querella de restitución.

Tiene por objeto recuperar la posesión perdida de un bien raíz o de un


derecho real constituido sobre él y también es posible demandar la
indemnización de perjuicios.

o Querella de restablecimiento.

Es en cierto modo híbrida, puesto que ampara tanto a la posesión


arrebatada violentamente, como a la mera tenencia (art. 928).

Consideraciones generales

o Son acciones protectoras de la posesión.

En las cuales no se tomará en cuenta el dominio (art. 923 inciso 1º),


sino que solamente se necesita probar los requisitos de la posesión tranquila
y por más de un año completo.

o Sujeto activo.

Todo aquel que ha estado en posesión tranquila y no interrumpida de


un año completo (art. 918). También la puede ejercer el heredero (art. 919).

91
En el caso de la querella de restablecimiento, se le otorga esta acción incluso
al mero tenedor (art. 928).

o Fundamento de estas acciones.

Tienden a mantener la seguridad jurídica y la paz social, evitándose la


justicia de propia mano, ya que lo que se protege no es el dominio, sino la
posesión. Además, el procedimiento a que se somete el ejercicio de la acción
es el sumario y no el ordinario o de lato conocimiento como en la acción
reivindicatoria. La acción posesoria es especial y no afecta el ejercicio de las
acciones ordinarias como la reivindicatoria.

o Plazo de interposición.

Se requerirá que la acción no esté prescrita, ello ocurre en un año desde


el hecho que da origen a la acción. En el caso de la querella de amparo, el
plazo se cuenta desde el acto de molestia o embarazo. En el caso de la
querella de restitución, es desde que el poseedor anterior la ha perdido y si
la nueva posesión ha sido violenta contará desde el último acto de violencia
o desde que haya cesado la clandestinidad (art. 920)

o Procedencia.

La acción posesoria solo procede respecto de las cosas que pueden


ganarse por prescripción, por lo tanto no procedería respecto de las
servidumbres inaparentes o discontinuas.

o Sujeto pasivo.

La acción posesoria se dirige, por regla general, contra el autor del


hecho que afecta a la posesión, salvo el caso del art. 927 en donde la acción
puede dirigirse no solo en contra del usurpador, sino también contra toda
persona cuya posesión haya derivado de éste.

o Tiene derecho a pedir:

i. Que no se le turbe o embarace su posesión o se le despoje de ella.

ii. Que se le indemnice de todo el daño que ha recibido.

iii. Que se le dé seguridad contra el daño que fundadamente teme.

Prueba de la posesión: art. 924 y 925.

92
Una primera interpretación señaló que el art. 924 se refería únicamente
a la prueba de la posesión de los derechos reales distintos al dominio,
dejando reservado el art. 925 para la prueba de la posesión del dominio
sobre bienes inmuebles inscritos o no, sea posesión regular o irregular.

Posteriormente surgió una segunda interpretación que le da a estas


normas un sentido y alcance distintos. El art. 924 se refiere a la posesión
de los inmuebles inscritos donde el título que se invoca sea uno traslaticio
de dominio. Y el art. 925 se refiere a la prueba de la posesión sobre bienes
inmuebles no inscritos e inmuebles inscritos cuando el título que se invoca
es constitutivo o transmiticio, y en este caso la prueba recaería sobre hechos
materiales. En el caso de los títulos transmiticios (sucesión por causa de
muerte) se podrá probar la posesión por las inscripciones del art. 688. Si
éstas no se hubieren realizado se podrá probar por la inscripción del
causante, pero para los que no sostienen la transmisión de la posesión se
debería recurrir necesariamente al art. 925 (actos materiales). Para el caso
de que la inscripción sea inferior a un año o existan inscripciones paralelas,
también se deberá recurrir a la prueba por el art. 925.

Para algunos la norma del art. 924 constituye una presunción de


derecho en el sentido que la inscripción superior a un año hace
improcedente la prueba de la posesión material.

7. LA MERA TENENCIA

7.1. Concepto

Es la tenencia que se ejerce sobre una cosa, no como dueño, sino en lugar
y a nombre del dueño. En otras palabras se trata de todo aquel que tiene
una cosa reconociendo dominio ajeno (art. 714).

7.2. Elementos

La mera tenencia involucra solo uno de los elementos de la posesión


que es el corpus o sea la detentación material de una cosa. Ya se ha
analizado la relación que existe entre la posesión y la mera tenencia.

7.3. La mera tenencia frente a la cosa.

Dentro de la trilogía de posiciones que se pueden tener respecto de una


cosa, la mera tenencia es la más débil, ya que ella nunca dará lugar a la

93
prescripción adquisitiva, ya que ésta tiene como presupuesto a la posesión,
la cual es jurídicamente antagónica a la mera tenencia.

La mera tenencia no se muda en posesión por el simple lapso del tiempo


(art. 716) o por voluntad del mero tenedor; en otras palabras, este último
jamás podrá mejorar su título. Como manifestación de ello encontramos el
art. 730, que dispone que la sola usurpación de la cosa por parte del mero
tenedor no hace cesar la posesión, salvo que la enajene a su nombre a un
tercero. Esto es una aplicación de la norma del art. 683 en cuanto el
adquirente puede ganar el dominio por prescripción adquisitiva, no obstante
el tradente no hubiere tenido derecho a ello.

Pero nos encontramos con una excepción a la regla anterior, contenida


en el art. 2.510 regla 3ª. En dicha norma se dispone que podrá ganarse el
dominio por prescripción extraordinaria cuando exista un título de mera
tenencia y a concurrencia de dos circunstancias copulativas:

i. Que el que se pretende dueño no pueda probar que en los últimos


10 años se haya reconocido su dominio por el que alega la
prescripción.

ii. Que el que alega la prescripción pruebe haber “poseído” sin


violencia, clandestinidad ni interrupción por el mismo lapso de 10
años.

Ahora bien, debemos señalar que la norma en comento no es una


excepción al principio de que el mero tenedor no puede mejorar su título por
el transcurso del tiempo sino que es una confirmación del mismo, ya que el
propio art. 2510 señala que la mera tenencia no dará lugar a la prescripción,
a menos que concurran circunstancias que son demostrativas de posesión,
ya que el que alega la prescripción no ha reconocido dominio ajeno y debe
haberla “poseído” por 10 años. En este caso lo que ocurre es que la cosa
llega a manos del mero tenedor en virtud de un título de mera tenencia, pero
luego la situación se transforma en el hecho en una posesión.

Finalmente, debemos recordar que la mera tenencia puede ser en


virtud de un derecho personal (ej. arrendatario), o un derecho real (ej.
usufructuario, acreedor prendario, usuario).

94
8. MODOS DE ADQUIRIR29

8.1. Generalidades

Dentro de la estructura del CC hay que tener en cuenta dos nociones


básicas:

- Título: es un acto jurídico que sirve de antecedente para la adquisición


del dominio u otro derecho real.
- Modo: es un hecho o acto jurídico que produce efectivamente la
adquisición del derecho de dominio u otro derecho real.

En el artículo 588 del CC, el legislador se encarga de enumerar los


modos de adquirir, indicando que estos son: La ocupación, la accesión, la
tradición, la prescripción adquisitiva, la sucesión por causa de muerte y
además hay que incorporar a la ley (en el caso de la expropiación).

Los modos de adquirir el dominio o los derechos reales, tienen las


siguientes funciones:

i) Adquirir el dominio
ii) Adquirir otros derecho reales
iii) Adquirir la posesión de una cosa
iv) En ciertos casos, actúan de justo título. Este es el caso de la
ocupación, la accesión, y la prescripción (art. 703). Como vimos a propósito
de los justos títulos, estos tres casos, que si bien son modos de adquirir el
dominio, pueden actuar como títulos constitutivos en caso que no reúnan
todos los requisitos para ser considerados modo.
v) En ciertos casos, en virtud de estos se puede pasar a ser titular
de derechos personales. Como en el caso de la cesión de créditos –tradición-
, o bien, en la adquisición de un crédito en virtud de la sucesión por causa
de muerte.

8.2. Exigencia del título traslaticio.

29 Por ejemplo, el contrato de compraventa: los contratos solo producen efectos


obligacionales, por lo que al celebrarlo no me hago dueño, sino que lo soy con la tradición,
que es la que produce la adquisición del derecho. El contrato es el título traslaticio y para
cumplir con la obligación emanada de éste, tengo que necesariamente cumplir con la
tradición.

95
El legislador expresamente exige el título traslaticio de dominio a
propósito de un modo de adquirir, la tradición, en el art. 675 CC, pero no lo
hace respecto de los demás modos de adquirir, de ahí que haya discusión
respecto si es o no necesario el título en los demás modos.

Gran parte de la doctrina dice que sí es necesario el título (lo que emana
del derecho romano), ya que a pesar de que no se señale expresamente, hay
ciertas normas en nuestro ordenamiento que permiten afirmar su exigencia
respecto de la ocupación, accesión y prescripción adquisitiva, que en éste
caso se denominan títulos constitutivos (art. 703); y tratándose de la
sucesión por causa de muerte, se distingue si es testada o intestada. Si es
testada, el título viene dado por el testamento, y en el caso de que sea
intestada, éste papel lo tendrá la ley (art. 952).

Sin embargo, hay quienes afirman que dentro del sistema chileno, el
único modo de adquirir que requiere de la confluencia título-modo es la
tradición, ya que en el resto de los casos el legislador no lo exige.

8.3. Ámbito de aplicación de los modos de adquirir.

Son las cosas que puedo adquirir a través de ellos: el derecho real de
dominio y los demás derechos reales, e incluso derechos personales (por
ejemplo, en la tradición –cesión- de derechos o la sucesión por causa de
muerte). Es importante señalar que solo se puede adquirir un derecho por
un solo modo de adquirir.

8.4. Clasificación de modos de adquirir

i) Modos de adquirir originarios y derivativos

o Modos de adquirir originarios: Son aquellos en que el derecho real se


adquiere de manera independiente de los derechos que haya podido
tener otra persona, el derecho no deriva de nadie, es autónomo,
desligado, sin relación con un eventual antecesor. Estos son la
ocupación la accesión y la prescripción adquisitiva.
o Modos de adquirir derivativos: Son aquellos en que la adquisición del
derecho presupone necesariamente un antecesor del cual este deriva,
de allí que implique que el alcance y características del derecho
dependan necesariamente del antecesor. Estos son la tradición y la

96
sucesión por causa de muerte (nadie puede transferir ni transmitir
más derechos de los que tiene).

La importancia de esta clasificación, dice relación con la extensión del


derecho que se adquiere. En los modos originarios, para medir el alcance
del derecho que se adquiere hay que atender al titular y a nadie más, esto
en razón de que el derecho nace ex novo en el patrimonio del adquirente;
así por ejemplo, si se adquiere por ocupación se mira solo el acto de
ocupación. En cambio en los modos derivativos, la extensión y límite del
derecho que se adquiere viene determinado por el derecho que tenía el
antecesor o tradente de la cosa (el dominio se adquiere con la intervención
de la voluntad del tradente, puesto que el derecho del adquirente deriva de
éste), esto porque como ya dijimos, nadie puede transferir o transmitir
más derechos de los que tiene . Por ello, en la tradición, si el tradente no
es dueño, no transfiere el dominio; y si la cosa está hipotecada, también
pasa con la hipoteca; y el causante no transmite a los herederos sino los
derechos que tiene (art. 682 y 683).

Para probar el dominio que se ha adquirido en virtud de un título


derivativo, se debe recurrir al mecanismo de la prescripción adquisitiva, ya
que ésta, además de ser un modo de adquirir originario, sirve como forma
de probar el dominio. En este caso se debe contar el tiempo hacia atrás
de posesión y si éste no es suficiente para completar los plazos de
prescripción adquisitiva, se recurre al mecanismo de la accesión de
posesiones (arts. 717 y 2500); así, si el adquirente en virtud de un modo
derivativo prueba el dominio a través de la prescripción adquisitiva quedará
indemne de cualquier pretensión que pudiere tener un tercero. Si no se
recurriere a la prescripción adquisitiva, el adquirente debería probar el
dominio volviendo al modo originario (“prueba diabólica”).

ii) Modos de adquirir a título universal y singular

o Modos de adquirir a título universal: en este caso se adquieren


universalidades de bienes de una persona o una parte alícuota de ella.
o Modos de adquirir a título singular: Son los modos en que se adquieren
bienes o derechos determinados.

Son modos de adquirir que pueden operar a título singular o universal:


sucesión por causa de muerte (legados o herencias)

97
Son modos que puede operar solo a título singular: Ocupación o
Accesión.

Son modos que operan por regla general a título Singular: la tradición
y prescripción adquisitiva (será universal en el caso que se trate del derecho
real de herencia).

La importancia de esta clasificación radica en el hecho que en los modos


que operan a título universal, el adquirente es un continuador del causante,
por lo tanto le sucede en todos los derechos y obligaciones transmisibles
(universalidad), en cambio en los que son a título singular, el adquirente
solo adquiere la cosa y los derechos y obligaciones que con ella se
relacionan. Además, esto se proyecta en el campo de los efectos, puesto que
las normas aplicables a los modos a título universal van a ser las de los
bienes muebles, porque éste es el estatuto general, no dependiendo de si la
universalidad está conformada por bienes muebles o inmuebles.

iii) Modos de adquirir por acto entre vivos o por causa de muerte

o Modos de adquirir por acto entre vivos: Son aquellos en que la


adquisición del derecho no presupone la muerte de su titular.
o Modos de adquirir por causa de muerte: Son aquellos en que la
adquisición del derecho presupone la muerte de su titular.

Existe solo un modo de adquirir que requiere la muerte del titular como
presupuesto del modo de adquirir, y este es la sucesión por causa de muerte.

iv) Modos de adquirir son a título gratuito u oneroso

o Modos de adquirir a título gratuito: Quien adquiere el derecho real, no


tiene que hacer ninguna contraprestación pecuniaria, como es el caso
de la accesión, ocupación, prescripción adquisitiva, sucesión por
causa de muerte, y eventualmente la tradición (si el título es gratuito).
o Modos de adquirir a título oneroso: El adquirente del derecho real debe
realizar un sacrificio pecuniario, como en el caso de la tradición,
cuando su título es oneroso (como en la compraventa).

La crítica que se le formula a esta clasificación es que viene de la


clasificación de los contratos (donde el criterio de distinción es si el contrato
reporta utilidades para una o ambas partes), se habla entonces de actos

98
jurídicos, pero los modos de adquirir son de actos o HECHOS jurídicos, por
lo que clasificarlos de gratuito o no tendría sentido solo en la tradición (que
es un acto jurídico), ya que los demás son todos por naturaleza gratuitos.

8.5. LA TRADICIÓN

Encuentra su regulación en el Título VI, del Libro II CC, en los arts.


670 a 699. Además se debe agregar el Reglamento del Conservador de
Bienes Raíces, a propósito de la Tradición de bienes raíces, y los arts. 1901
y ss., del CC a propósito de la Tradición de los derechos personales (Cesión
de Créditos).

8.5.a. Concepto.

Es un modo de adquirir el dominio de las cosas que consiste en la entrega


que el dueño hace de ellas a otro, habiendo por una parte la facultad e
intención de transferir el dominio y por otra la capacidad e intención de
adquirirlo.

Lo que se dice del dominio se extiende a los otros derechos reales


distintos de éste.

8.5.b. Características

i. Es un modo de adquirir derivativo.

Es un modo de adquirir derivativo, el adquirente deriva su dominio de


otro sujeto -el tradente-, y por ello no se transfieren ni se adquieren más
derechos de los que el tradente tenía. El art. 682 y 683 hace aplicación de
esto.

ii.Opera por lo general a título singular.

Es un modo que por lo general opera a título singular, adquiriéndose


cosas determinadas. Excepcionalmente operará a título universal, en el caso
de la tradición del derecho real de herencia.

iii. Puede operar a título gratuito o a título oneroso.

Es un modo de adquirir que puede operar a título oneroso o gratuito. Y


ello viene determinado por el título o causa del modo de adquirir.

iv. Es un modo de adquirir entre vivos.

99
Pues como ya se ha dicho, solo la sucesión por causa de muerte
opera como modo de adquirir mortis causa.

v. Opera respecto del dominio y los demás derechos reales e incluso


derechos personales.

Es un modo de adquirir no solo del dominio, sino que también de los


demás derecho reales e incluso de los personales (cesión de créditos, art.
1901 y ss.): art. 670 inciso 2º; art. 686 inciso 2º; art. 698 (normas que se
refieren a los derechos reales, excepto el de herencia); art. 699 (que se refiere
a los derechos personales).

vi. A veces opera como justo título.

En los casos en que el tradente no es dueño de la cosa que entrega,


la tradición no operará como modo de adquirir sino que conferirá la posesión
de la cosa y el título traslaticio de dominio de la tradición operará como justo
título de la posesión que habilitará al adquirente, cumplidos los demás
requisitos, para adquirir por prescripción el dominio de la cosa (ej. contrato
de compraventa).

8.5.c. Naturaleza Jurídica de la Tradición

Esta es una convención, puesto que a través de ella se extingue la


obligación de efectuar la entrega que ha nacido del contrato (toda obligación
de dar contiene la de entregar). Es un acto jurídico a través del cual se
extinguen las obligaciones, por ello le son aplicables todos los requisitos
generales a éstos, sin perjuicio de los requisitos particulares.

Debe tenerse en cuenta, que es una convención, no un contrato, no


busca crear nuevas obligaciones, sino que extinguirlas.

8.5.d. Importancia de este modo de adquirir

o Es un acto de usual ocurrencia en nuestra vida diaria, puesto que para


adquirir el dominio de las cosas que constantemente compramos se
debe efectuar la tradición. Ejemplo, Contrato de compraventa (sea de
muebles o inmuebles).

o Opera en la adquisición del dominio, derecho reales y derechos


personales. Esta amplitud en cuanto a su campo de aplicación no es

100
exclusiva de este modo, sino que también se da en la sucesión de
causa de muerte.

o La tradición de una cosa ajena es válida, o sea, el hecho de que tradente


no sea dueño de la cosa no invalida la tradición, pero el adquirente no
adquirirá el dominio. Sin embargo, en virtud de la tradición podrá
llegar a ganar el dominio de que su tradente carecía, por prescripción
adquisitiva (arts. 682-683 CC), por lo tanto estamos ante una
tradición válida, pero que tiene un efecto diverso al normal, pues
actúa como justo título de posesión, permitiendo al adquirente no
dueño, adquirir el dominio mediante la prescripción adquisitiva.

8.5.e. Entrega y tradición.

El art. 670 define a la tradición como el modo de adquirir el dominio de


las cosas que consiste en la entrega que el dueño hace de la cosa a otra
persona, habiendo por una parte la facultad e intención de transferir el
dominio, y por la otra la capacidad e intención de adquirirlo. En términos
generales, se alude a la entrega material, pero se debe tener presente que la
entrega no siempre constituye tradición, ya que ésta puede realizarse en
virtud de un título de mera tenencia, como por ejemplo en el contrato de
arrendamiento.

Constituirá tradición cuando existe la facultad e intención de


transferir por el tradente y capacidad e intención de adquirir el dominio por
parte del adquirente. Aquí se demuestra la vinculación que existe entre el
modo y el título, porque esta intención debe estar manifestada en el título
traslaticio de dominio. Así, en la simple entrega, el titulo será de mera
tenencia (ejemplos: arrendamiento o comodato), en cambio si se trata de la
tradición, el título siempre deberá ser uno traslaticio de dominio (ejemplos:
compraventa, permuta, aporte en sociedades), aunque el tradente no sea
dueño, ya que en este caso no adquiere el dominio, pero si la posesión de la
cosa tradida.

El legislador en determinadas circunstancias confunde la expresión


tradición con la entrega. Por ejemplo, en el caso de los contratos reales (art.
1443) señala que son aquellos en que es necesaria para su
perfeccionamiento “la tradición de la cosa”, esto en parte es correcto
(mutuo), pero en otros casos no (comodato y el depósito). El art. 1824, al
establecer las obligaciones del vendedor, señala entre una de ellas la

101
“entrega o tradición”, haciendo sinónimos ambos conceptos. Y también hay
casos en que utiliza los conceptos correctamente, como en el art. 2212 al
hablar de “entrega” en el depósito, o en el art. 2197 cuando se indica que el
contrato de mutuo se perfecciona por la “tradición”.

8.5.f. Requisitos de la Tradición

i. La presencia de dos partes, que se denominan tradente y


adquirente.

Esto se desprende del carácter de convención que tiene la tradición, y


así lo señala el art. 670 al mencionar a las dos partes como elementos
constitutivos del concepto. El tradente es aquel que hace entrega con la
facultad y la intención de transferir el dominio de una cosa, y el adquirente
es aquel que recibe la cosa con la capacidad y la intención de adquirir el
dominio de la cosa tradida.

Requisitos que deben darse en el tradente:

a) Debe ser dueño de la cosa que entrega o del derecho que transfiere.

En el caso que el tradente no sea dueño de la cosa que entrega, como


ya lo hemos señalado, la tradición es plenamente válida, lo cual se confirma
por los art. 682 y 683, pero no transfiere el dominio, sino que da al
adquirente la posesión de la cosa que lo pone en el camino de ganarla por
prescripción adquisitiva (tradición actúa como justo título).

Se debe tener presente el efecto retroactivo de la tradición, ya que si el


tradente de la cosa ajena llega a ganar el dominio por cualquier causa, se
entenderá que adquirió el dominio desde el momento en que se efectuó la
tradición. Aplicación de esta idea existe en el art. 1819 CC (art. 682 inciso
2º).

b) Debe tener capacidad y facultad para transferir el dominio.

Se debe precisar, que el código habla de “facultad” para transferir,


llevando al equívoco inicial de pensar que no se le exige capacidad al
tradente para realizar esta convención, lo que se debe descartar de
inmediato. Si bien el legislador coloca énfasis en la facultad de disposición,
por tratarse de una convención, el tradente debe ser plenamente capaz
conforme a las reglas generales.

102
Se precisa que debe tener facultad de transferir el dominio para dejar
establecido que se requiere de poder disposición, es decir, se exige
“legitimación”, que no es otra cosa que la idoneidad del sujeto para celebrar
el acto de que se trata (en este caso la tradición de una cosa, la que
idealmente tendrá como efecto la transferencia del derecho real de dominio,
o del derecho de que se trate). Así, si el tradente es un representante legal
que entrega un bien del representado, deberá cumplir con las formalidades
correspondientes, ya que sin estas no puede actuar (el representante carece
de legitimación), o incluso quien actúa por sí podría carecer de la facultad
de disposición (como en el caso de los bienes sociales en la sociedad
conyugal del art. 1749). Ahora bien, la falta de legitimación, acarreará como
sanción la que corresponda atendiendo el acto de que se trate.

Se puede señalar además que respecto del tradente cabe la


representación (art. 671):

o La cosa puede ser entregada por los mandatarios o representantes


legales, entonces la tradición hecha por el mandatario o representante
se entiende hecha por el tradente mandante o representado.

o En el caso de las ventas forzadas que se hacen por decreto judicial a


petición del acreedor, el juez actúa como representante legal del
tradente, que es la persona cuyo dominio se transfiere.

Requisitos que deben darse en el adquirente:

La ley exige que este sea capaz de adquirir y además la intención de


adquirir. Por tratarse de un acto jurídico, el legislador está exigiendo plena
capacidad (sancionándose esta conforme las reglas generales por falta de
capacidad).

Cabe hacer presente que la doctrina ha estado dividida en torno a


que debe entenderse por capacidad para adquirir el dominio, existiendo
diversas posturas:

o Postura del profesor Alessandri: señala que el adquirente requiere tener


capacidad de goce, es decir, tener aptitud legal para adquirir
derechos, pero en este caso se va más allá, señalando que se trataría
de lo que se conoce como “legitimación”, que sería la capacidad de
goce aplicada al ámbito de la tradición.

103
o Postura del profesor Somarriva: señala que el adquirente requiere la
capacidad de administración y da como razón la norma del art. 1578
Nº 1 que se refiere a que no vale el pago hecho a persona que no tiene
la libre administración de sus bienes.

o Postura del profesor Peñailillo: señala que lo único que se exige es la


capacidad de ejercicio, aplicando las normas de los actos jurídicos, y
como ya se ha dicho, la tradición es una convención

ii. Consentimiento de ambas partes (arts. 672 inciso 1º, 673 inciso
1º, 676 y 677).

Fundamento de la necesidad de consentimiento

La tradición es una convención y como tal, para su existencia y


perfeccionamiento, requiere del concurso de voluntades de las partes. Esta
voluntad puede manifestarse por las partes, ya sea personalmente o por
intermedio de un representante. Se debe precisar, que en este caso estamos
ante un consentimiento que debe ser expresión de una intención específica
del tradente y adquirente, que será la de transferir y adquirir el dominio,
respectivamente, de la cosa que se trata.

Cabida de la representación.

Para que la tradición efectuada por el representante legal o el


mandatario sea válida, se requiere además que este actúe dentro de los
límites de las facultades que se desprenden del mandato o que le imponga
la ley (art. 674). Esto no es otra cosa que aplicación de las reglas generales
de los actos jurídicos (art. 1448)

Vicios del consentimiento

A propósito de este requisito, se requiere además que la manifestación


de voluntad esté exenta de vicios. En relación a esto debemos decir que la
tradición se invalida por los mismos vicios del consentimiento que el resto
de los actos jurídicos, pero en esta materia encontramos reglas específicas
a propósito del error.

El consentimiento debe recaer en la cosa tradida, sobre el título que


le sirve de antecedente a la tradición, y sobre la persona a quien se le hace
la entrega, por lo tanto no puede existir error respecto de aquellos aspectos.

104
En el art. 676 y 677 se regula el error en la cosa tradida, en el título y el
error en la persona:

o Error en la cosa tradida o en la identidad de la especie (art. 676).

Este error debe recaer en la identidad específica de la cosa tradida, es


decir, se refiere a un caso de error esencial u obstáculo, que impide la
formación del consentimiento, dando lugar a la nulidad absoluta.

o Error en la persona a quien se hace la entrega (art. 676).

Este error debe recaer sobre la identidad de la persona y no respecto


del nombre. Esto constituye una excepción a la regla general, que señala
que el error en la persona no vicia el consentimiento, salvo el caso de los
contratos intuito personae. Es importante la identidad de la persona a quien
se efectúa la entrega, ya que a través de esta se está cumpliendo la
obligación de dar que nace del contrato (art. 1576 y 1577).

o Error en el título (art. 677 relación con el 1453).

Este error debe recaer en el título de la tradición y se da esta hipótesis


en dos casos:

i. Cuando una sola de las partes entiende al título como traslaticio de


dominio y la otra como de mera tenencia. Ejemplo: una persona
entrega una cosa a título de comodato y la otra cree recibirla a titulo
de donación.

ii. Cuando ambas partes entienden que existe un título traslaticio de


dominio, pero hay error en la naturaleza del mismo. Ejemplo: una
entrega la cosa a título de mutuo y la otra la recibe creyendo que se le
está haciendo una donación.

En relación a esta especie de error hay que tener presente que el error
en el título es un vicio que se extiende o afecta a la tradición, ya que sin
título no hay tradición, teniendo en cuenta que este error da lugar a la
nulidad absoluta del título.

o Finalmente, en relación a los representantes, el error de éstos invalida


también la tradición (art. 678).

Sanción ante la falta de consentimiento

105
El art. 672 y 673, establecen una excepción a las normas relativas a la
nulidad absoluta en la teoría de los actos jurídicos, puesto que en los incisos
segundos de ambos artículos, después de señalar que se requiere para que
sea válida la tradición la voluntad de las partes, dispone que la tradición
que al principio fue inválida por haberse hecho sin la voluntad de cualquiera
de las partes o de sus representantes, se valida retroactivamente por la
ratificación de la parte que no manifestó su voluntad (si existe voluntad
viciada debemos aplicar las reglas generales). La razón de esta excepción
está en la circunstancia de que la tradición de una cosa ajena es válida, la
cual mediante la ratificación operaría de forma normal.

Parte de la doctrina explica esta situación considerando que la sanción


ante la inobservancia de este requisito es la inoponibilidad de fondo al
verdadero dueño, y no un caso de nulidad de la tradición, ya que la tradición
de una cosa por el poseedor no dueño, a pesar de ser válida, no le empecé
al verdadero dueño de la misma. La expresión nulidad empleada por el
legislador sería simplemente incorrecta.

iii. Existencia de un título traslaticio de dominio válido (art.


675).

Si no hay título traslaticio de dominio no habrá tradición. Si bien al


comienzo de estos apuntes vinimos en señalar las diferencias existentes
entre derechos reales y personales, afirmando que los primeros nacen de los
contratos y los segundos se transfieren mediante modos de adquirir, en este
punto el sistema confluye de forma unitaria, y veremos que el título (contrato
de compraventa por ejemplo) implica la realización de la tradición (cumplir
la obligación de entrega tanto material como jurídica). El título en la
tradición es importante porque en éste se contiene la voluntad de transferir
y de adquirir de las partes y además permite diferenciar la simple entrega
material, de la tradición, que requiere de este elemento intencional. De este
modo el título traslaticio opera como causa de la tradición.

Título

Es el acto jurídico que sirve de antecedente más o menos próximo a la


adquisición del dominio o a la causa inmediata del derecho. También se llama
título traslaticio al documento en que hay constancia de lo anterior (ejemplo,
una escritura pública). Aquí se agrupan todos aquellos actos que por su

106
naturaleza sirven para transferir el dominio, cualquiera que sea la clase de
acto jurídico de que se trate.

Requisitos del Título Traslaticio

o El título debe ser válido, art. 675 CC. En otros términos, la nulidad del
título hace que no pueda operar la tradición, ya que todo defecto o
vicio de aquél alcanza a ésta (recordar, el título como manifestación
de voluntad). Una manifestación de que el título debe ser válido está
en el art. 679, que señala que si la ley exige solemnidades para la
enajenación, no se transfiere el dominio sin ellas.

o Este título debe ser válido respecto de la persona a la que se le confiere.


Así por ejemplo, no es título válido la compraventa entre cónyuges no
separados judicialmente o entre padre e hijo de familia no emancipado
(art. 1796).

iv. La entrega de la cosa.

Todo modo de adquirir implica la realización de un hecho material que


en el caso de la tradición consiste en la entrega, el cual podemos elevar a la
categoría de elemento substantivo, que le da su fisionomía propia. Analizar
este requisito implica determinar la forma o manera en que se efectúa la
tradición, y las cosas sobre las que recae.

A. Tradición de derechos reales sobre una cosa corporal mueble

Antiguamente no se distinguía entre tradición de cosas muebles e


inmuebles, nuestro legislador innovó en esta materia regulando en forma
distinta la tradición de una u otra especie de bienes (en la antigüedad
bastaba la sola entrega material).

Así, el CC en su art. 684 señala que la tradición de una cosa corporal


mueble deberá hacerse significando una de las partes a la otra que le
transfiere el dominio y
luego establece las formas o medios como se puede significar lo anterior. De
modo que la tradición de derechos reales sobre cosas corporales muebles
puede ser de tres tipos:

o Tradición real.

107
Es aquella en que la cosa es materialmente pasada de la mano del
tradente a la del adquirente. Se le llama tradición mano a mano. Por su
naturaleza, solo es aplicable a las cosas que por su volumen y peso permiten
esta entrega material de una persona a otra.

o Tradición ficta.

Es aquella en que el tradente no entrega físicamente la cosa al


adquirente de mano a mano, sino que es efectuada por actos jurídicos, hechos
o gestos, que manifiestan la voluntad de transferir el dominio. En ésta no hay
desplazamiento material de la cosa del tradente al adquirente, pero hay
hechos, símbolos o gestos que dan cuenta de la voluntad de transferir el
dominio y de la voluntad de adquirirlo. Respecto de ella, el art. 684 establece
4 casos:

a. Tradición simbólica

Se refiere a aquella en virtud de la cual el tradente entrega al adquirente


las llaves de donde se encuentra la cosa objeto de la tradición o
encargándose el uno de poner la cosa a disposición del otro en el lugar
convenido. A propósito de la entrega de las llaves, algunos han señalado que
esta forma implicaría una tradición real, al permitir la toma de posesión
inmediata.

b. Tradición larga mano.

Es aquella en virtud de la cual el tradente muestra la cosa objeto de la


tradición (art. 684 nº 2). Se supone que el adquirente aprehende
ficticiamente la cosa al extender sobre ella “una larga mano suya” (occulis et
affecti).

c. Tradición breve mano.

Esta se produce cuando el mero tenedor adquiere el dominio de la cosa


y la retiene en su poder con ánimo de dueño. En este caso el mero tenedor
ve mejorado su título (que no era traslaticio de dominio), ya que el nuevo es
traslaticio de dominio, y la tradición se entiende cumplida por el
otorgamiento del título, puesto que la entrega material ya se había efectuado
en virtud del antiguo título. Se recurre a esta ficción para evitar un rodeo
inútil, a pesar de que el contrato solo produce efectos obligacionales (art.
684 inciso 5). Ejemplo, contrato de arrendamiento sobre un automóvil,

108
respecto del cual se celebra, posteriormente una compraventa, siendo el
comprador el arrendatario.

d. Cláusula de constituto posesorio30.

Como en la situación anterior, se evita una doble entrega, en este caso


una persona que es propietaria pasa a tener la calidad de mero tenedor.

e. Tradición de muebles por anticipación (art. 685).

A los cuatro casos del artículo 684 debemos agregar el supuesto que
nos entrega la norma siguiente, donde la tradición se verifica al momento
de efectuase la separación de esos objetos. Para que valga como tradición es
necesario que la separación se efectúe con consentimiento del dueño.

Se ha discutido a propósito de si la enumeración contenida en el art.


684, es o no taxativa. La Corte Suprema, ha señalado que no es taxativa, en
consecuencia, las partes podrían crear otras formas de tradición (sin
embargo la Corte no esgrime argumentos para fundamentar dicha
conclusión). La mayoría de la doctrina la considera taxativa, ya que la
creación de medios simbólicos es una ficción que solo puede ser creada por
texto expreso de la ley. Ello se debe a que la tradición ficta es una excepción
a la regla general del art.723 que exige, que para que haya posesión es
necesaria la aprehensión material o legal de la cosa.

B. Tradición de muebles registrales. Los vehículos motorizados.

Existen normas especiales respecto de algunos bienes muebles, como:


naves, aeronaves, vehículos motorizados terrestres, en que se exige
inscripción en un registro especial y constancia en cuanto a las
transferencias de su dominio. Cabe preguntarse si en estos casos dicha
inscripción es la forma de efectuar la tradición. En realidad no lo es, ya que
siguen aplicándose las reglas generales (En el caso de los vehículos
motorizados, el registro que lleva el Servicio de Registro Civil e Identificación
tiene importancia solo para efectos de prueba del dominio, ya que se
presume propietaria de un vehículo motorizado a la persona a cuyo nombre

30 Ejemplo: soy dueño de un auto y lo vendo, pero resulta que continúo en poder del
mismo en calidad de depositario, en ese caso para efectuar la tradición no será necesario
entregar la cosa y que luego me la entreguen de nuevo en depósito. Por el solo hecho de
celebrarse esos contratos se ha efectuado la tradición al comprador.

109
figure inscrito en el registro, salvo prueba en contrario. Lo que se contiene
tanto en la Ley 18290 como en el DS 1111 de 1984, reglamento del registro
de vehículos motorizados31).

C. Tradición de derechos reales sobre cosas corporales inmuebles


(Párrafo Tercero, art. 686 y siguientes).

o Forma de efectuarla.

La tradición de los derechos reales sobre cosas corporales inmuebles


se realiza mediante la inscripción del título de dominio en el registro del CBR.
De igual forma se realiza la tradición de los derechos de usufructo y uso
(cuando recae sobre bienes raíces); de los derechos de habitación y censo, y
de hipoteca. Hacen excepción a esta regla el derecho real de servidumbre,
cuya tradición se realiza por escritura pública (art. 698 –salvo el caso de
servidumbre de alcantarillado en que se vuelve a las reglas generales), art.
686; y el derecho real de herencia, el cual al recaer sobre una universalidad
distinta de los bienes que la componen, se sujeta a las reglas de los bienes
muebles, no porque sea éste de esta naturaleza, sino que ese es el estatuto
general.

o Finalidades de la inscripción en el registro del conservador de bienes


raíces.

i. Única forma de efectuar la tradición de los derechos reales constituidos


sobre bienes inmuebles (art. 686). Esta norma no puede ser alterada por
las partes, ya que es de orden público.

ii. Mantención de la historia de la propiedad raíz, de las mutaciones,


gravámenes y restricciones en la titularidad real de los inmuebles.
Algunas inscripciones solo cumplen este rol o finalidad a pesar de que
el CC no lo expresa. Ejemplo: arts. 688 y 689. El 688 prevé las
inscripciones relacionadas con la disposición de los inmuebles
hereditarios y el 689 se refiere a la inscripción de la sentencia
ejecutoriada de prescripción adquisitiva (art. 2513). En el caso de las
inscripciones del decreto de posesión efectiva y demás inscripciones del

31 Si el acto que sirvió de título a la transferencia de un vehículo fuere consensual, se


acreditará mediante declaración escrita conjunta que suscribirán ante el Oficial de Registro
Civil e Identificación el adquirente y la persona a cuyo nombre figure inscrito el vehículo, o
mediante instrumento público o instrumento privado autorizado ante Notario, art35.

110
688, éstas tienen por objeto explicar el porqué dicho inmueble es de
propiedad de los herederos (en caso alguno ellos adquieren el dominio
como consecuencia de dichas inscripciones).

iii. Las inscripciones también cumplen un rol de publicidad de la propiedad


raíz, ya que la pone a la vista de todos. Es un cuadro que representa
instantáneamente sus cargas, mutaciones, restricciones y divisiones
sucesivas. En este sentido, encuentra su fundamento en la seguridad
y certeza jurídica.

iv. Se discute si constituye o no, solemnidad de ciertos actos o contrato


sobre inmuebles: Por regla general la inscripción es la forma de realizar
la tradición, pero para un sector de la doctrina en algunos casos
también cumple el rol de solemnidad del acto o contrato.

En todo caso se debe tener presente que para aquellos que se atienen
al tenor literal de la norma del 2410, la inscripción juega un doble
papel. Pero para los que disienten con los anteriores, señalan que esta
inscripción no es requisito de formación de los contratos, sino que lo
es para el cumplimiento de ellos (la inscripción en el contrato de
hipoteca no es otra cosa que el cumplimiento de la obligación nacida
de éste, que es justamente la transferencia de dicho derecho real). Este
cumplimiento o inscripción de los contratos se confunde con la
tradición, en cuya virtud el adquirente deviene en titular de un derecho
real (este último argumento se formula por quienes niegan el doble rol
de la inscripción en todos los casos).

v. La inscripción también juega un rol de requisito, prueba y garantía de la


posesión:

- Requisito de la posesión: art. 724, ya que sabemos que ésta es la única


forma de adquirir la posesión de bienes inmuebles inscritos

- Prueba de la posesión: En el derecho chileno la inscripción no prueba


el dominio, sino que la posesión (art. 924). Hay que recordar que la
prescripción adquisitiva no solo opera como modo de adquirir el
dominio, sino que también puede servir como medio de prueba del
mismo (accesión de posesiones).

111
- Garantía de la posesión: En esta materia debemos recurrir al mensaje
del CC. Además ésta se desprende del art. 728 inciso 2º; art. 2505;
730 inciso 2º.

vi. La inscripción habilita para adquirir por prescripción adquisitiva. Esto


está relacionado con la función anterior, ya que la posesión es
necesaria para adquirir por prescripción adquisitiva. Además, si
tenemos presente la situación en que el tradente no es dueño del
inmueble que pretende enajenar, el adquirente para ganar el dominio
debe entrar en posesión del bien y esto se logra por la inscripción y solo
en ese momento podrá adquirir el dominio por prescripción adquisitiva
una vez que se cumplan sus requisitos (arts. 682, 683, 724, 2505). Por
otra parte, en esta materia como ya lo hemos estudiado, quien adquiere
la posesión sobre un bien inmueble, podrá hacer uso del mecanismo
de la accesión de posesiones, en virtud del cual se agregan los plazos
anteriores de posesión (arts. 717 y 2500).

o Estudio crítico del sistema registral chileno

Regulación

Artículos 686 y siguientes del Código civil, también en el reglamento


del Conservador de bienes raíces; sin perjuicio de que leyes especiales han
encomendado al CBR otras funciones. La organización y funcionamiento del
registro están contenidos en el Reglamento y en el Código Orgánico de
Tribunales, en sus arts. 446 y ss.

Naturaleza jurídica del Reglamento del CBR.

A propósito de este reglamento, se ha entendido que tiene el carácter


de una ley, ya que a pesar de recibir el nombre de reglamento este se dictó
por el ejecutivo en virtud de una delegación de facultades efectuada al
Presidente de la república en el artículo 695 CC, por lo que tendría el
carácter de un DFL.

El Conservador de Bienes Raíces (CBR)

Funciona como oficina en cada comuna o agrupación de comunas que


constituya territorio jurisdiccional de juzgado de letras, a cargo de un
funcionario denominado Conservador de Bienes Raíces (Santiago, el oficio

112
está a cargo de 3 funcionarios). Este funcionario es un ministro de fe
encargado de llevar los registros conservatorios de bienes raíces.

Su función la realiza sobre la base de tres libros que debe llevar, que
son los que siguen:

i. Repertorio.

Es el libro de ingreso de las oficinas, se encuentra foliado de antemano


y sus hojas deben estar rubricadas por el juez de turno. En él se van
anotando todos los títulos que se presenten al conservador en orden
cronológico de llegada, e incluso con indicación de hora, cualquiera que sea
su naturaleza (art. 21 y 24).

En este repertorio deberán anotarse todos los títulos que se presenten


al conservador proceda o no su inscripción. E incluso aunque se vaya a
rechazar la inscripción, igualmente se debe anotar en este repertorio (art.
14-15). En relación a este punto se debe tener presente que el Conservador
de bienes Raíces en principio debe inscribir todo título que se le presente
(art. 12), salvo los que sean legalmente inadmisibles para su inscripción (art.
13-15), pero en todo caso los fundamentos de toda negativa se deberán
expresar con individualidad en el mismo título (art. 14 inciso 2º).

Es importante tener presente que en el repertorio solo se anotan los


títulos, y dichas anotaciones tendrán una duración de 2 meses si no se
convirtieren en inscripción (art. 15 inciso 2º). Frente a esto se nos presenta
la importancia que tienen las anotaciones en el repertorio, al tener presente
el art. 17 del reglamento, que dispone que las inscripciones producen efectos
desde la fecha de la anotación en el repertorio. Por ejemplo: si anoto un
título con fecha primero de marzo y me traban embargo 10 días después y
la inscripción se produce el día 24 del mismo mes, el embargo no producirá
sus efectos, ya que la inscripción se entiende practicada con fecha 1º de
marzo.

ii. El Registro.

Es considerado el centro del sistema y está integrado por tres registros


particulares, todos los cuales son anuales.

a. Registro de propiedad.

113
En éste se inscribirán las traslaciones de dominio, es decir se
inscriben en él todas las transferencias, transmisiones y adquisiciones por
prescripción.

b. Registro de hipotecas y gravámenes.

En él se inscriben las hipotecas, los censos, los derechos de


usufructo, uso y habitación, fideicomisos, servidumbres y otros gravámenes
semejantes.

c. Registro de interdicciones y prohibiciones de enajenar.

Se inscribe la interdicción por disipación y demencia, y además todo


impedimento o prohibición legal, judicial o convencional que limite en
alguna medida las facultades de disposición del propietario del bien raíz.

Aspectos generales de todos los registros

o Todos los registros empezarán y terminarán con el año, las


inscripciones se harán bajo una serie particular de números,
independiente del repertorio. Los registros se foliarán a medida que se
vaya avanzando en ellos (art. 33 a 37).

o Los documentos que el conservador debe retener (minutas y


documentos que no se hayan bajo registro o protocolo de una oficina
pública y a los cuales hace referencia la inscripción), se deben agregar
numerados al final del respectivo registro por el mismo orden de las
inscripciones (art. 39).

o Con la finalidad de mantener el encadenamiento de las inscripciones


de inmuebles, y por ende su historia, se exige, cuando procede, la
mención de la inscripción precedente (fojas, nº, año y nombre del
registro en que está art.80, 682 CC).

o En las inscripciones anteriores no canceladas, el Conservador debe


insertar una nota de referencia a las posteriores, art.92.

o En cada uno de los registros se inscribirán además las cancelaciones y


subinscripciones que correspondan a las respectivas inscripciones
(art. 3).

114
o Se regula la forma de suplir las faltas o insuficiencias del título
traslaticio. La falta absoluta mediante escritura pública; los defectos
o insuficiencias mediante minutas, art 82.

o Los errores, omisiones y otras modificaciones que sea necesario


efectuar una vez practicada la inscripción se salvan al margen derecho
al frente de la designación modificado, mediante las llamadas
subinscripciones (arts. 88, 89,91)

o En relación a las forma de las inscripciones, éstas se escribirán entre


dos márgenes y entre una y otra no puede haber más de un reglón en
blanco; en el margen izquierdo se debe anotar la naturaleza del título
(ej. compraventa) y el Nº que le corresponde en el repertorio y en el
margen derecho se harán las subinscripciones y cancelaciones (art.
75-76 y 88).

o El conservador es obligado a otorgar cuantas copias y certificados se le


pidan, judicial o extrajudicialmente, acerca de lo que consta o no en
los registros (art. 50).

iii. Índice particular y general.

a. Índice particular.

Cada registro contiene un índice por orden alfabético de los otorgantes


de los títulos y el asunto o materia de la inscripción (art. 41). En un apéndice
de este índice se inventariarán los documentos agregados a fin de cada
registro.

b. Índice general.

En este se anotan las mismas partidas que en el índice particular por


orden alfabético de los otorgantes, y en la medida que se vayan haciendo las
inscripciones de los tres registros.

Títulos que deben y pueden inscribirse.

i. Títulos que deben inscribirse.

El art. 52 Nº 1 enumera los títulos traslaticios de dominio y de derechos


reales que recaen sobre inmuebles y que deben inscribirse. Erróneamente
se incluye al derecho de uso y habitación, que según el art. 819 es un

115
derecho personalísimo que no puede transferirse. El art. 52 Nº 2 se refiere
a los títulos constitutivos de derechos. El Nº 3 señala que deben inscribirse
la renuncia de los derechos anteriores. El Nº 4 señala los decretos de
interdicción, de rehabilitación, el que confiere la posesión definitiva de los
bienes del desaparecido y el que concede el beneficio de separación.

Hay otros títulos traslaticios. Que deben inscribirse, ello lo ordenan


leyes especiales.

ii. Títulos que pueden inscribirse (art. 53).

Estos son enumerados en el artículo 53 del reglamento, siendo los más


importantes:

o Títulos sujetos a condición

o Gravámenes personales, todo obligación que se imponga a una persona


cuya prestación signifique un menoscabo de un inmueble suyo o
restricción a su derecho de dominio. Ejemplo, prohibición de caza y
pesca

Reclamación judicial frente a la negativa de inscribir.

Presentado un título a inscripción pueden ocurrir dos situaciones:

o Una vez anotado el título en el repertorio se preceda a la inscripción


(esta es la situación normal).

o Que tenga defectos el título, igualmente se debe anotar en el repertorio,


pero el conservador fundado en el art. 13 puede negarse a inscribir el
título cuando sea en algún sentido legalmente inadmisible. En ese
caso la parte perjudicada con la negativa del conservador puede
recurrir al juzgado de letras competente y solicitarle que se mande al
conservador a hacer la inscripción que se negó a efectuar. Se pedirá
informe al conservador y el juez resuelve sin más trámite, para el caso
que acoja la solicitud ordenará al conservador hacer la inscripción, si
la deniega el afectado podrá apelar en la forma ordinaria (arts. 18, 19,
20).

Las inscripciones se deben efectuar en la comuna (s) donde esté


ubicado el predio. Si se practica en otro registro será inútil. La

116
jurisprudencia además ha fallado que la inscripción en un registro que no
corresponda es nula absolutamente.

Inscripciones paralelas

Se denomina así la situación en la cual en el registro aparecen dos o


más inscripciones con apariencia de estar vigentes –sin nota de cancelación
al margen- respecto de un mismo inmueble. Ello puede acontecer
principalmente porque:

o Art.728. La sola nueva inscripción en que el poseedor inscrito transfiere


su derecho a otro, deja sin efecto la anterior y no se toma la
preocupación de efectuar una nota marginal en la anterior. En la
práctica es poco frecuente que ocurra esta omisión.

o Inscripción practicada en virtud de la legislación de saneamiento de


títulos (DL.2695 sobre saneamiento de título traslaticio de la pequeña
propiedad raíz, rural y urbana y la ley 16.741 sobre población en
situación irregular). La inscripción que se practique, en virtud del
procedimiento de saneamiento, deja sin efecto de pleno derecho las
inscripciones anteriores que existan sobre el predio saneado, sin
necesidad de cancelarla mediante nota al margen.

o Debido a la inscripción por minutas. Minutas, en sentido amplio, se


entienden como una presentación escrita que un interesado formula
al CBR, relatando su situación de dueño y usualmente respaldada en
documentos, para lograr que un inmueble se inscriba a su nombre.
En la actualidad es difícil que se de esta inscripción

Visión crítica

o Registro de carácter personal. El registro no es en relación a la


propiedad sino respecto a las personas que hicieron la inscripción, no
dice relación con el bien inmueble en particular, lo que dificulta la
certeza respecto de la situación de dicho bien.

o Es de inscripciones. Lo que significa que es un extracto del título y no


el título traslaticio. No hay transcripción del título, por lo que no
siempre hay certeza sobre la real ubicación de un inmueble, pues
tampoco deben presentarse los planos.

117
o Ostenta escasa legalidad. La posibilidad del conservador para
impugnar y no inscribir el título son muy limitadas y porque además
no existe nunca un cotejo acerca de la cabida o los deslindes del
inmueble, por lo que no es poco usual que estos en los hechos sean
modificados.

o Ausencia de un sistema ordenado y coordinado para todos los


conservadores de la República.

o La inscripción es vulnerable, esto es, no prueba el dominio, sino


simplemente la posesión.

o Puede dar lugar a inscripciones paralelas, obstruyendo la prueba de la


posesión e incidiendo en la adquisición del dominio por la vía de
prescripción adquisitiva.

D. Tradición de los derechos personales o cesión de créditos nominativos.

Los derechos personales son cosas incorporales, y pueden transferirse


entre vivos como trasmitirse por causa de muerte.

La cesión de créditos es una convención en cuya virtud el acreedor


transfiere su crédito a otra persona, llamada cesionario, que pasa a ocupar la
situación jurídica del cedente, en el derecho cedido.

La cesión de créditos junto a la novación subjetiva por cambio de


acreedor y al pago con subrogación, son las principales figuras en virtud de
las cuales existe un cambio en el sujeto activo de una relación obligatoria,
ya que por un acto o contrato se reemplaza al acreedor.

Aquí se aplican las reglas generales relativas a la tradición, ya que


se requiere de un título traslaticio de dominio, que es el contrato entre el
cedente y el cesionario, y el modo de adquirir tradición, que en este caso se
efectúa por la entrega del título del cedente al cesionario (art. 699). Título
empleado, en este caso, como el instrumento en que consta el crédito.

Requisitos de la cesión de créditos.

i. Entre cedente y cesionario.

118
o Que el crédito sea susceptible de cederse. La regla general es que lo
sean, pero excepcionalmente no lo serán, sea por prohibición legal
(Ejemplo: derecho de alimento; uso y habitación); o por prohibición
judicial (Ej. créditos embargados).

o Debe mediar un título traslaticio de dominio (art. 675 -1901)32. Ello


porque en éste consta el crédito que se está cediendo. Por esta entrega
se produce el perfeccionamiento del contrato de cesión, sin que se
requiera para ello el consentimiento del deudor. La doctrina
mayoritaria suele afirmar que la entrega puede ser real o simbólica;
pero parte de la doctrina critica ello, considerando que el art.699 es
una norma especial y excepcional.

ii. Requisitos necesarios para que la cesión sea oponible en relación


al deudor y a terceros.

El cesionario debe notificar de la cesión al deudor o que el deudor la


acepte (art. 1902).

El art. 1904 señala la forma en que debe realizarse esta notificación, y


dice que debe hacerse con exhibición del título, que llevará anotado el
traspaso del derecho con la designación del cesionario, y bajo la firma del
cedente. A la luz del art. 1903, la notificación tendría que preceder al cobro
judicial, pero en la práctica se acepta que se haga conjuntamente, es decir,
se notifica de la cesión y de la demanda. La importancia de esto radica en
que la notificación de la cesión no interrumpe civilmente la prescripción
extintiva, pero la de la demanda si lo hace.

Por otra parte, la cesión le será oponible al deudor o terceros cuando el


deudor la acepta. Esta aceptación puede ser expresa o tácita, y el art. 1904
se refiere a esta última señalando que consiste en un hecho que la supone,
como la contestación de la demanda o un principio de pago33.

32 Se debe tener presente la norma del art. 1906 en el sentido que la entrega del título

comprende la de las fianzas, privilegios e hipotecas. En relación a esta última por razones
prácticas se debe inscribir en CBR, a pesar que por la aplicación del adagio de que lo
accesorio sigue la suerte de lo principal, no sería necesaria la inscripción.
33 Se debe tener presente que el deudor no puede oponerse a la cesión, ya que carece de

interés jurídico para hacerlo. Además de aceptarse su oposición se estaría aceptando un


detrimento de la facultad de disposición del crédito que tiene el acreedor.

119
¿Qué ocurre si no se realiza la notificación de la cesión y esta tampoco
se acepta? (art. 1905).

Aquí se produce la inoponibilidad de la cesión al deudor y a terceros,


por lo tanto el deudor podrá pagar al cedente liberándose, y los acreedores
del cedente podrán embargar su crédito.

Si se ha cedido un mismo crédito a dos o más personas, se hace


prevalecer el derecho del cesionario que haya notificado primero al deudor
o que éste haya aceptado su cesión.

Efectos

o El cesionario en virtud de esta figura pasa a ocupar el lugar jurídico en


el crédito del cedente.

o Como consecuencia de lo anterior, la cesión comprende los privilegios


inherentes al crédito, sus fianzas e hipotecas (al hablar de fianzas se
está refiriendo a todas las clases de cauciones, sean reales o
personales, distintas a la hipoteca).

Excepción: no se traspasan las acciones y excepciones personales del


cedente (art. 1906), es decir las que toman en cuenta la situación
personal de éste. Ejemplo, el beneficio de competencia, la suspensión
de la prescripción. Existe una contra excepción establecida en el art.
1684, puesto que la acción de nulidad relativa a pesar de que su
ejercicio le corresponde solo a aquellos en cuyo beneficio se ha
establecido por la ley, puede ser ejercida por el cesionario.

o Si se cede un crédito proveniente de un contrato bilateral, la cesión no


comprende las obligaciones del cedente, por lo tanto el deudor no
puede exigir el cumplimento del cesionario de las obligaciones del
cedente que emanaron del contrato bilateral. Lo que ocurre es que en
virtud de la cesión se pasa a ocupar el lugar del cedente en el crédito
y no en el contrato.

o En cuanto a la responsabilidad del cedente, se debe distinguir entre


título oneroso y gratuito:

- A título oneroso. El cedente responde solamente de la existencia


del crédito al tiempo de la cesión y de que éste le pertenecía en

120
ese tiempo, salvo que expresamente se haya hecho responsable
además de la solvencia del deudor al tiempo de la cesión. Pero
puede comprender además la solvencia futura en cuyo caso
debe señalarse expresamente. En cuanto a la responsabilidad
por la solvencia del deudor, el cedente solo se hace responsable
hasta la concurrencia del precio o emolumento de la cesión, a
menos que se hubiere estipulado otra cosa. (1907).

- A título gratuito. El CC no se pronuncia sobre esta clase de


cesión en cuanto a la responsabilidad del cedente, por lo que
podemos concluir que en este caso al cedente no le cabe
responsabilidad alguna.

o Efectos entre el cesionario y el deudor. Como consecuencia de que el


cesionario pasa a ocupar el mismo lugar jurídico del cedente, éste
puede ejercer todas las acciones que se comprendan en la cesión, y a
su vez, el deudor podrá oponer todas las excepciones que tenía contra
el cedente, pero en el caso de la compensación es necesario que
distingamos dos situaciones

- Si el deudor acepta sin reserva alguna la cesión, no podrá


oponer la compensación de los créditos que tenía con el cedente
antes de la aceptación (art. 1659 inciso 1º).

- Si la cesión no ha sido aceptada, el deudor puede oponer al


cesionario todos los créditos que antes de la notificación haya
adquirido contra el cedente, aunque fueren exigibles después
de la notificación (art. 1659 inciso 2º).

Campo de aplicación de la cesión de créditos (art. 1908)

Esta cesión de créditos solo es aplicable a los créditos nominativos, que


son aquellos en que se señala determinadamente el sujeto del acreedor. En
cuanto a los créditos a la orden, o al portador, le son aplicables las normas
del Código de Comercio y leyes especiales. Así por ejemplo, la transferencia
de los créditos a la orden, se produce por el endoso y en relación a los
documentos al portador, por la entrega material.

8.5.g. Noticias sobre la tradición del derecho de herencia y


derechos litigiosos

121
A. Derecho real de herencia.

Supuesto

El heredero, una vez fallecido el causante, transfiere a otro heredero o


a un tercero la totalidad o una cuota de la herencia, produciéndose el efecto
que el cesionario pasa a ocupar el lugar del cedente en la herencia. El
cesionario adquirió por tradición y no por sucesión por causa de muerte.

Requisitos.

i. Que se realice una vez fallecido el causante. (Prohibición de pactos de


sucesión futura)

ii. Se requiere de la existencia de un título traslaticio de dominio.

Este puede ser oneroso (art. 1909-1910) o gratuito (art. 1386 y


siguientes en relación a las donaciones entre vivos).

iii. En esta especie de tradición no se están transfiriendo bienes


determinados

Es decir, no versa sobre ningún bien particular, ya que estamos en


presencia de una universalidad jurídica, un conjunto de derechos y
obligaciones trasmisibles del causante (recordar que el concepto de
tradición, habla de “cosa”, no singular, no determinada, simplemente cosa).

Forma o manera de realizar la tradición

El código no se refiere expresamente a cómo debe efectuarse la


tradición en este caso. Vemos que las inscripciones relativas a la herencia
del art. 688, que buscan mantener la historia de la propiedad raíz, no
cumplen la función de efectuar la tradición del derecho real de herencia,
sino que en virtud de ellas los herederos pueden disponer libremente de los
bienes inmuebles hereditarios.

La postura mayoritaria34 en la doctrina y jurisprudencia considera que


la herencia es una universalidad jurídica distinta de los bienes específicos

34Otra parte de la doctrina, basándose en el art.580 señala que la herencia es clasificable


como mueble o inmueble según los bienes que la integran. Así si la herencia está integrada
solo de muebles la tradición se efectúa conforme a las reglas de éstos. Si es mixta,

122
que la integran, no pudiendo ser calificada de mueble o inmueble y siendo
la inscripción una manera excepcional de efectuar la tradición, establecida
solo para los inmuebles, deberá optarse por el estatuto general que es el los
muebles, no se requerirá inscripción, bastando cualquier manifestación en
que conste la intención de transferir el dominio.

En la práctica para disponer de los inmuebles de la herencia, se


deben practicar las inscripciones del art. 688

Efectos de la tradición del derecho real de herencia

El principal efecto de la tradición es que el cesionario pasa a ocupar el


lugar jurídico del cedente en la herencia, es decir el cesionario se verá
beneficiado por los derechos que contenga la herencia, pero además deberá
soportar las cargas y las obligaciones.art. 1909.

B. Tradición de los derechos litigiosos.

Concepto

Es el traspaso o transferencia que hace, a cualquier título, el


demandante de sus derechos litigiosos a un tercero, una vez que se ha
notificado la demanda. El objeto de la tradición es el evento incierto de la
litis, por lo que es una convención aleatoria, ya que se puede ganar o perder.

Un derecho se entiende litigioso para estos efectos, desde que se


notifica judicialmente la demanda.

Forma en que se efectúa

Se cede un derecho litigioso cuando el objeto directo de la cesión es el


evento incierto de la litis, del que no se hace responsable el cedente. En
cuanto a la forma la doctrina se encuentra dividida:

o Para algunos, el que se trate de un derecho litigioso no impide


calificarlo como derecho real o personal. Habrá que estar a ello
entonces. Si es un derecho real, podrán regir las reglas de los muebles
o inmuebles según sea el caso. Si se trata de un derecho personal las
reglas de la cesión será la de estos derechos.

compuesta de muebles e inmuebles, o solo inmuebles se requerirá de la inscripción en el


CBR, se siguen por ende las reglas de los bienes inmuebles.

123
o Otros postulan que aun cuando en términos mediatos lo cedido pueda
ser un derecho real o personal, en términos inmediatos lo cedido es el
evento incierto de la litis, de allí que la tradición –al no señalar la ley
la forma- tendrá que estar constituida por una manifestación de
voluntad en tal sentido, concretamente una actuación realizada en el
litigio por el cesionario, con consentimiento expreso o tácito del
cedente y conocimiento de las demás partes del juicio, por la que el
cesionario sustituye al cedente en la posición que éste tenía en la
controversia.

La jurisprudencia ha admitido que la actuación en el litigio por parte


del cesionario, en reemplazo del cedente, con su consentimiento expreso o
tácito, podría constituir una forma de entrega simbólica del art. 684.

Efectos.

o El cesionario ocupa el lugar jurídico del demandante.

o El deudor de los derechos litigiosos podrá pagar al cesionario el precio


de la cesión más los intereses desde la notificación de la cesión, esto
es lo se conoce con el nombre de derecho de rescate o de retractación
(art. 1913 inciso 1º).

Excepciones a este derecho de rescate:

- Cuando la cesión fue gratuita;

- Cuando fue hecha por el ministerio de la justicia;

- En las cesiones que van comprendidas en la enajenación de una


cosa de que el derecho litigioso forma una parte o accesión (ver
otras excepciones del art. 1913 inciso tercero nº1, 2, 3).

El plazo para ejercer este derecho del deudor es de 9 días contados


desde la notificación del decreto en que manda a ejecutar la sentencia.

Responsabilidad del cedente

No hay responsabilidad, puesto que el derecho litigioso cedido


constituye una contingencia incierta de ganancia o pérdida.

8.5.h. Efectos de la tradición en general.

124
En esta materia se deben distinguir dos situaciones:

o Tradente es dueño de la cosa objeto de la tradición.

En este caso la tradición opera como modo de adquirir el dominio,


transfiriendo el dominio de la cosa. La tradición al ser un modo de adquirir
derivativo va a sujetar el dominio del adquirente a los mismos límites y
alcances que tenía el tradente. Por lo tanto, un gravamen real o una
condición resolutoria van a afectar al adquirente de la misma forma que
hubiesen afectado al tradente.

o Tradente no es dueño.

En este caso la tradición es válida, pero no produce los efectos propios


del modo de adquirir, transferir el dominio, y se deben distinguir dos
situaciones:

i) El tradente es poseedor regular o irregular de la cosa.

La tradición confiere la posesión al que recibe la cosa, y lo pone en vías


de ganar el dominio por prescripción, art. 683. El poseedor entra en una
nueva posesión, pero podrá agregar la de su antecesor con todas sus
calidades y vicios. Si el tradente adquiere con posterioridad el dominio se
entenderá que el adquirente lo adquirió desde la fecha de la tradición (art.
682 inciso 2º).

ii) El tradente es mero tenedor de la cosa que entrega al adquirente.

En esta situación se debe distinguir si se trata de bienes muebles o


inmuebles no inscritos, por un lado, y por otro, si se trata de bienes
inmuebles inscritos:

- Muebles o inmuebles no inscritos

Si el mero tenedor usurpa la cosa y la enajena a su nombre, el


adquirente adquiere la posesión del bien y pone fin a la posesión anterior
(art. 730 inciso 1º).

- Inmuebles inscritos.

En ese caso frente a la misma situación, no se adquiere la posesión


por un lado ni se pierde por el otro, sino en virtud de una competente

125
inscripción (existe discusión en la forma de entender esta última
expresión35) (art. 730 inciso 2º).

Cuándo procede pedir la tradición (art. 681)

Por lo general ésta se puede pedir inmediatamente después de


celebrado el contrato, pero hay tres casos en los cuales no se puede pedir la
tradición de lo que se debe por existir:

o Un plazo pendiente para el pago

o Un título sujeto a condición suspensiva

o Cuando ha intervenido decreto judicial que prohíbe la tradición.


Ejemplo: arts. 1464 y 1578.

Tradición sujeta a modalidades (art. 680).

La tradición puede estar sujeta a condición resolutoria, condición


suspensiva y plazo, aún cuando el artículo 680 CC no lo señale
expresamente. Para que sus efectos queden sujetos a estas modalidades es
necesario que consten en el título, lo que repercutirá en el modo (art. 680
inciso 1º).

Pacto de reserva de dominio

Según el inciso 2º del art. 680 CC, se permite que a pesar de la entrega
de la cosa el adquirente no se haga dueño, cuando el vendedor se haya
reservado el dominio hasta el pago o hasta el cumplimento de una condición.
Es decir, según esta disposición se permite lo que se ha denominado como
pacto de reserva de dominio.

Por la nomenclatura que emplea la norma, se entiende que esta


posibilidad está circunscrita a la compraventa, por ello debe ser concordada
con los art. 1873 y 1874 que regulan los efectos del incumplimiento de las
obligaciones del comprador, en donde se establecen las acciones que tiene
el vendedor en contra de éste y además expresamente se dice que el pacto
de reserva de dominio no produce más efectos que el de otorgar las acciones

35 Se ha dicho por algunos que la competente inscripción será aquella que deriva del
legitimo antecesor (quien tenía la cosa a su nombre), y otros en cambio señalan que sería
válida la inscripción realizada con todas las formalidades legales, independientemente de
quien proceda.

126
de resolución o de ejecución forzada para el evento en que no se pague el
precio.

La doctrina ha sostenido que ante la pugna entre estas dos


disposiciones, debe primar el art. 1874 por tratarse de una norma especial.
Además, se debe agregar que las normas que regulan los modos de adquirir
son de orden público y solo se acepta la modificación por voluntad de las
partes con carácter de excepcional.

8.6. LA SUCESIÓN POR CAUSA DE MUERTE COMO UN MODO DE ADQUIRIR

8.6.a. Generalidades

Cuando se utiliza simplemente el término “sucesión”, ésta puede ser


entendida en dos sentidos: uno objetivo y uno subjetivo. En el primero,
cuando se habla de sucesión se alude al conjunto de bienes que pertenecían
al causante, y que por su muerte pasan a los asignatarios; en tanto, en el
segundo sentido, se usa el término para referirse a los asignatarios mismos,
de modo que la “sucesión” del causante estará compuesta por quienes sean
llamados a ella en el caso concreto. Sin embargo, cuando se habla de
“sucesión por causa de muerte”, se alude en sentido estricto a uno de
los modos de adquirir que establece el artículo 588 CC.

El tratamiento de este modo de adquirir no está en el Libro II, sino que


es objeto de regulación en un libro especial, que es el Libro III, que se
denomina precisamente “De la sucesión por causa de muerte y de las
donaciones entre vivos”. En este libro no existe un concepto legal de
sucesión por causa de muerte, pero pese a ello, el artículo 951 (con el cual
se inicia este Libro III) da elementos importantes que le permiten a la
doctrina armar un concepto.

La definición dada por el profesor Somarriva, es la que lo delimita como


un modo de adquirir el dominio del patrimonio de una persona difunta, o sea,
el conjunto de sus derechos y obligaciones transmisibles, o una cuota de dicho
patrimonio, como un tercio o un medio, o especies o cuerpos ciertos, como tal
cosa, tal caballo, o cosas indeterminadas de un género determinado, como
cuarenta fanegas de trigo.

127
A partir del art. 951, se podría decir que es un modo de adquirir la
universalidad de los bienes, derechos y obligaciones transmisibles de una
persona difunta, no el modo de adquirir “el dominio del patrimonio”.

La utilidad de esta especificación, es que se pone acento en que lo que


se transmite no son todos los derechos y obligaciones, sino que solo
aquellos que son transmisibles; sin embargo, la regla general es la de la
transmisibilidad de los derechos y obligaciones. Un ejemplo de derecho
intransmisible, es el derecho de uso y goce (porque es personalísimo), o el
usufructo (por disposición de la ley); o derechos personales de carácter
intransmisible, como el derecho de alimentos. Las obligaciones también,
por regla general, son transmisibles, sin embargo hay obligaciones
intransmisibles, como las emanadas de contratos intuito personae, como el
contrato de mandato.

De la definición dada aparece de manifiesto una cuestión central, ya


que los derechos que se pueden adquirir en virtud de la sucesión por causa
de muerte pueden ser de naturaleza distinta, esto porque se puede adquirir
la universalidad de los bienes, derechos y obligaciones transmisibles, o una
cuota de ellos; y también sirve para adquirir una o más especies o cuerpos
ciertos, y asimismo se puede adquirir una o más especies indeterminadas
de cierto género. Esta distinción que efectúa la norma respecto de los
derechos que pueden adquirirse es clave, porque de esto depende el tipo de
asignación y el tipo de asignatario de que se trate.

En el caso de adquirir la universalidad de los bienes, derechos u


obligaciones transmisibles, o una cuota de estos, la asignación se
denomina herencia, es decir, se está hablando del derecho real de herencia,
y el asignatario se denomina heredero. Si se adquiere una o más especies o
cuerpos ciertos, el objeto se denomina legado, la asignación se denomina
legado de especie o cuerpo cierto, y el asignatario legatario de especie o
cuerpo cierto. Y en caso de adquirir uno o más individuos indeterminados
de cierto género, la asignación se llama legado de género, y su asignatario
se denomina legatario.

8.6.b. Características

Las características de este modo de adquirir son:

i) Es un modo de adquirir derivativo. Esto porque los derechos que se

128
adquieren en virtud de la sucesión por causa de muerte no nacen
en los sucesores, sino que derivan del causante. Este carácter
derivativo incide en materia de prueba, ya que el sucesor solo
podrá probar que es dueño, en la medida que el causante lo haya
sido (no hay un surgimiento ex novo).

ii) Es el único modo que opera por causa de muerte. El hecho que da
lugar a este modo de adquirir es precisamente la muerte del
causante.

iii) Es un modo de adquirir que puede operar a título singular o a título


universal. Esto porque a través de la sucesión por causa de muerte
se puede adquirir una universalidad jurídica, o también bienes
determinados. Es universal cuando se adquiere el derecho real de
herencia, y es singular en el caso de los legados.

iv) Es un modo de adquirir a título gratuito. Esto porque para operar, no


importa un sacrificio económico por parte el adquirente. Esto no
implica que el asignatario siempre reciba un beneficio, ya que en
el caso de los herederos, éstos también heredan obligaciones, y la
responsabilidad de ellos en principio es ilimitada (en cuanto a su
extensión), sin perjuicio de limitarla en virtud del beneficio de
inventario, en que la responsabilidad se limita hasta el provecho que
se obtenga.

v) Es un modo de adquirir que opera por fases. La sucesión por causa de


muerte tiene tres fases distinguibles (sin perjuicio de que puedan
darse en un mismo momento), que son la apertura, delación y
aceptación o repudiación.

a. Apertura, es el hecho que habilita a los herederos para tomar


posesión de los bienes hereditarios, y se los transmite en
propiedad. El hecho al que se refiere la definición es la muerte
del causante, la que puede ser natural o presunta, por lo tanto
el momento de la apertura es la muerte, así lo señala el artículo
955. Por regla general la sucesión se abre en el último domicilio
del causante.

b. Delación, es el actual llamamiento de la ley a aceptarla o


repudiarla (art. 956). Esta se produce, por regla general, al

129
momento de la muerte del causante, de ahí que puede darse al
mismo tiempo que la apertura. La excepción a esto está dada
por los asignatarios llamados condicionalmente, la que a su vez
tiene una contra-excepción, que consiste en que el asignatario
de caución suficiente para el caso de que la condición no se
cumpla36.

c. Aceptación o repudiación. Esto se encuentra regulado en los


artículos 1222 y siguientes.

i. Aceptación, es un acto jurídico unilateral, en virtud del


cual el heredero o legatario manifiesta su voluntad en
orden a asumir la calidad de tal, con los derechos y
obligaciones que de ello deriva. Solo se puede aceptar una
asignación después que esta haya sido deferida.

ii. Repudiación, es un acto jurídico unilateral, en virtud del


cual el sujeto llamado a suceder rechaza la calidad de
heredero o legatario, y con ello, los derechos y obligaciones
que de ello emanen. Se puede repudiar desde la muerte
del causante.

8.7. LA PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA

8.7.a. Conceptos relevantes

La prescripción en general se encuentra definida en el art. 2492 del


Código Civil:

“Es un modo de adquirir las cosas ajenas, o de extinguir las acciones y


derechos ajenos, por haberse poseído las cosas o no haberse ejercido dichas
acciones y derechos durante un cierto lapso de tiempo y concurriendo los
demás requisitos legales”.

De esta definición se desprende que la prescripción puede ser

36 La contra-excepción encuentra un límite, que es que el testador no haya ordenado que


la cosa la tenga otro pendiente la condición.

130
adquisitiva o usucapión, y extintiva o liberatoria37.

La prescripción adquisitiva es un modo de adquirir el dominio y demás


derechos reales ajenos, por su posesión continua durante cierto tiempo,
concurriendo los demás requisitos legales.

8.7.b. Regulación

El legislador ha reglamentado la prescripción en el Título XLII del Libro


IV, casi al final del Código civil, y lo ha hecho conjuntamente para ambas
prescripciones38. El párrafo 1º establece las reglas generales aplicables a
ambas prescripciones. El párrafo 2º se ocupa de la prescripción adquisitiva,
y los párrafos 3 y 4 los dedica el legislador a la prescripción extintiva.

La ubicación de su regulación ha sido criticada por algunos autores


en el sentido de que la prescripción adquisitiva debió haber sido
reglamentada junto a los modos de adquirir, mientras que la prescripción
extintiva dentro de los modos de extinguir las obligaciones. Sin embargo, su
ubicación y tratamiento conjunto dentro del CC, tiene las siguientes
justificaciones:

i. Se siguió al Code francés.


ii. Ambas prescripciones tienen reglas o elementos comunes, dado que
ambas deben ser alegadas, pueden renunciarse una vez cumplidas,
y corren a favor o en contra de toda persona.
iii. En razón de una circunstancia de orden psicológico, pues el tiempo
es un factor estabilizador de las relaciones jurídicas y se quiso cerrar
el CC con esta institución que tiende a consolidar los derechos y
relaciones jurídicas.

8.7.c. Fundamento y justificación de la Prescripción

37 La prescripción extintiva es un modo de extinguir las acciones o derechos por no


haberlos ejercido su titular durante el tiempo señalado por la ley, concurriendo los demás
requisitos legales. En su oportunidad veremos que más que extinguirse la acción por
prescripción, lo que se extingue es el mérito ejecutivo de la misma, pues la obligación de
conformidad al artículo 1470 nº 2, subsiste como natural.
38 Los comentaristas han discutido acerca de la conveniencia de un tratamiento conjunto

de ambas prescripciones: los elementos comunes de tiempo e inactividad del titular del
derecho, así como las reglas comunes, y las distintas funciones de cada una de ellas han
intervenido en la discusión.

131
Su fundamento y justificación se encuentran en razones de orden
social y práctico.

o La seguridad social exige que las relaciones jurídicas no permanezcan


eternamente inciertas, sino que por el contrario se consoliden. Resulta
evidente que se asegura la paz social estableciendo que transcurrido
cierto tiempo a nadie se le reconoce, ni siquiera al antiguo propietario,
la facultad de atacar el derecho de quien tiene la cosa actualmente en
su poder. Además, resulta útil sancionar con la prescripción al titular
del derecho que lo pierde por su negligencia.
o Tratándose de la prescripción adquisitiva, además hay un argumento
práctico, ya que la inscripción del título en el registro del Conservador
de Bienes Raíces, como se sabe, no es prueba dominio, ya que ella es
requisito, garantía y prueba de la posesión.
En este contexto debe tener presente que la tradición como
modo de adquirir derivativo implica necesariamente, para que se
produzca la trasferencia del dominio, que el antecesor haya sido
dueño y así hasta arribar a aquel que haya adquirido a través de un
modo originario. En este escenario, la prescripción subsana todos los
inconvenientes, pues basta con acompañar, por lo general, títulos de
10 años para probar el derecho que se alega.

8.7.d. Reglas Generales Comunes Aplicables a toda Prescripción

1º Debe ser alegada

El que quiera aprovecharse de la prescripción debe alegarla, el juez no


puede declararla de oficio, así se desprende del art. 2493.

Esta regla es aplicación de principios generales en materia procesal,


según los cuales el juez debe actuar a petición de parte (principio
dispositivo), solo excepcionalmente actúa de oficio, como por ejemplo en
materia de prescripción de la acción penal, de la pena o la prescripción del
carácter ejecutivo de un título (art. 442 CPC).

Por lo anterior, la persona que quiera favorecerse de la prescripción,


sea adquisitiva o extintiva, deberá alegarla en el juicio en que se discuta el
dominio de la cosa o en el juicio en que se discuta la obligación al
cumplimiento.

132
2º No admite renuncia anticipada39

En esta materia tiene aplicación lo dispuesto por el art. 12 del CC.


Antes de que la prescripción se cumpla (sus requisitos), no estamos ante un
derecho que solo mire el interés individual del renunciante sino que
considera el interés de toda la colectividad, de allí que no pueda renunciarse
antes de que se cumpla el plazo exigido para que opere.

Una vez que se cumplen todos sus requisitos, la situación cambia, el


derecho establecido en el interés general se transforma en un derecho de
interés particular, autorizando expresamente la ley su renuncia (art. 2494).

Esta renuncia puede ser expresa, si se hace en términos formales y


explícitos; o tácita si quien puede alegarla realiza un hecho o acto que
implica reconocer el derecho del dueño o del acreedor.

La renuncia de la prescripción es un acto abdicativo40, que por la


importancia que tiene, el legislador exige la capacidad de enajenar del
renunciante (art. 2495). Ahora bien, no se trata de que la renuncia de la
prescripción sea un acto de enajenación, sino que es un acto de disposición
que importa una inmediata disminución del patrimonio. No se exige un
poder de enajenar en general, sino que del derecho determinado que se
podría haber incorporado o permanecido en el patrimonio del prescribiente
si éste se hubiere aprovechado del beneficio legal.

La estipulación de renuncia anticipada es nula absolutamente, ya que


al estar infringiendo una ley prohibitiva carecería de objeto, o bien podemos
estimar que tiene objeto pero este es ilícito (art. 1466 y 1682 del CC).

39 En relación a esto, han surgido las siguientes interrogantes ¿Puede el representante


renunciar a la prescripción, adquisitiva o extintiva, que ha corrido a favor del
representado? Y ¿puede el fiador oponer la prescripción al acreedor, en caso de renuncia
del deudor? Por un lado, el mandatario (representación convencional) puede hacerlo,
siempre y cuando se le hayan otorgado las facultades para ello; en el caso de los
representantes legales, en materia de bienes muebles, no existe problema, pero en caso de
los inmuebles, se exige autorización judicial (así lo ha dicho el profesor Somarriva). en el
caso de la renuncia de la prescripción por el deudor principal, el fiador podrá oponérsela
al acreedor. Es decir, puede oponerse la excepción de prescripción a pesar de que haya
sido renunciada por el deudor principal (art. 2496).
40 La renuncia en este caso es aquel acto en cuya virtud el renunciante se abstiene de

aprovecharse de los beneficios de la prescripción.

133
3º La prescripción corre a favor y en contra de toda persona

Ello claramente lo establece el artículo 2497. En su época esta


disposición vino a poner término a las situaciones de desigualdad, ya que el
Fisco y las iglesias se encontraban en una situación privilegiada respecto de
los plazos de prescripción.

En cuanto a las personas naturales, estas deben tener la libre


administración de lo suyo, lo que es posible desprender de los casos de
suspensión de la prescripción ordinaria contemplados en el artículo 2509
n° 1, en que se contemplan personas que carecen de esta facultad.

8.7.e. La Prescripción Adquisitiva

Tal como lo habíamos indicado, es un modo de adquirir el dominio y


demás derechos reales ajenos, por su posesión continua durante cierto
tiempo, concurriendo los demás requisitos legales.

A. Características

i. Es un modo de adquirir originario porque si bien la cosa que se adquiere


tenía anteriormente un dueño, el prescribiente no la adquiere por
traspaso de su dueño, la adquisición se produce con independencia de
cualquier relación de hecho y de derecho con el titular anterior.
ii. Sirve para adquirir el derecho real de dominio y demás derecho reales,
con excepción de las servidumbres discontinuas e inaparentes. Los
derechos reales distintos del dominio se adquieren por prescripción, en
términos generales, si se trata de derechos constituidos por quien no
es dueño o de forma imperfecta. El art. 2512 señala que de la misma
forma que se adquiere el dominio, se adquieren los demás derechos
reales. No sirve para adquirir los derechos personales, pues nos
sumamos a la postura que sostiene que no existe posesión respecto de
ellos.
iii. Es por regla general un modo de adquirir a título singular, vale decir,
solo se pueden adquirir cosas singulares. Excepcionalmente, como
mencionamos a propósito de la tradición, puede operar a título
universal cuando se adquiere a través de ella el derecho real de
herencia.
iv. Es un modo de adquirir a título gratuito, ya que no requiere ningún
desembolso económico, ni contraprestación.

134
v. Es un modo de adquirir por acto entre vivos, pues no tiene por
presupuesto necesario la muerte de una persona.

B. Requisitos necesarios para que opere

i) Cosas susceptibles de ser adquiridas por prescripción


adquisitiva.

La regla general es que las cosas sean susceptibles de adquirirse por


prescripción, solo excepcionalmente algunas de ellas no admiten ser
adquiridas por prescripción, y son:

o Los derechos personales. Esta excepción se justifica porque


tradicionalmente se ha considerado que respecto de ellos no cabe
posesión41. Además, el art. 2498 no los señala.
o Los derechos de la personalidad. Ya que estos son inherentes a toda
persona, se tienen por el solo hecho de ser tal. Recordar que estos
tienen una naturaleza extra patrimonial
o Las servidumbres discontinuas de cualquier clase y servidumbres
continuas inaparentes. Respecto a su posesión, algunos autores han
estimado que ellas no pueden poseerse, pues de serlo podrían
adquirirse por prescripción adquisitiva. Otros en cambio, señalan que
pueden poseerse, pero para finalidades distintas de su adquisición
por prescripción, como para invocar las demás ventajas de la
posesión. Claramente el art. 917 la considera cosas que no pueden
ganarse por prescripción.
o Las cosas propias. Es un principio de derecho que una cosa solo puede
ser adquirida por un modo, y si ya se es dueño es porque se adquirió
por otro modo.
o Las cosas incomerciables. Aquellas que no admiten dominio ni
posesión por parte de los particulares. Ejemplo, las cosas que la
naturaleza ha hecho comunes a todos los hombres.
o Las cosas indeterminadas. Ya que como sabemos, el fundamento de la
prescripción es la posesión, esta solo procede respecto de cosas

41 Históricamente la posesión ha tenido su origen y se ha desenvuelto respecto de las


cosas corporales que son las efectivamente aprehensibles. Posteriormente se hizo
aplicación a los derechos reales, mas ha estado discutida su aplicación a los derechos
personales a partir de ciertas normas del código civil (arts.715, 2456, 1576). Sin embargo,
la posición mayoritaria niega esta posibilidad. Cfr. Peñailillo Arévalo, Daniel, Los Bienes
(Santiago, 2010), pp.334-337.

135
determinadas (art. 700).

ii) La posesión.

Solo la verdadera posesión, la que se ejerce con ánimo de señor o


dueño, conduce a la adquisición de la propiedad por prescripción. Cualquier
posesión calificada de útil sirve de sustrato de la prescripción adquisitiva.
Por lo tanto el mero tenedor, jamás puede adquirir por prescripción
adquisitiva.

En esta materia, a propósito de lo dispuesto por el art. 2499, se


distingue entre actos de mera facultad y mera tolerancia, lo que es
importante porque ninguno de ellos confieren posesión ni dan fundamento
a prescripción alguna.

Son actos de mera facultad lo que cada uno puede ejecutar en lo suyo,
sin necesidad de consentimiento de otro. El no ejercicio de un acto a que
faculta el derecho de que se es titular nada puede envolver a favor de un
extraño.

Los actos de mera tolerancia no están definidos por el legislador. Ellos


desde el punto de vista de quien los tolera son aquellos que entrañan el
ejercicio de un derecho cual es permitirlos o no, y a cuya ejecución no se opone
por benevolencia, pues considera que no atenta contra el contenido de su
derecho. Desde la perspectiva del tercero, estos actos los realiza basándose
en la condescendencia del titular del derecho ejercitado.

Para calificar un acto como de mera tolerancia o no, es preciso atender


al ánimo o voluntad de las dos partes. Habrá un acto de esta naturaleza si
el que lo ejecuta, lo realiza sin ánimo de realizar un acto posesorio o el
ejercicio de un derecho propio y el otro lo tolera por pura condescendencia.

iii) Transcurso de un plazo.

La necesidad de este requisito se encuentra en dar la posibilidad al


verdadero propietario para reclamar la cosa que está en poder de otro, solo
si después de cierto tiempo el dueño persiste en su inactividad o negligencia
para obtener la devolución del bien que le pertenece, la ley concede
preferencia al poseedor, dejando la cosa definitivamente en sus manos.

Por lo tanto, la posesión debe prolongarse en el tiempo, pero no es

136
preciso que sea una misma persona la que posea durante todo el tiempo
necesario para adquirir por prescripción, pues se puede acudir a la accesión
de posesiones (art. 717, 920, 2500 del CC).

Respecto del plazo en concreto nos referiremos al abordar las clases de


prescripción adquisitiva (la ordinaria y la extraordinaria).

C. Instituciones que afectan los requisitos de la prescripción adquisitiva

Interrupción de la prescripción

La interrupción la definiremos como la pérdida del tiempo transcurrido


para ganar por prescripción, en virtud de un hecho al que la ley le atribuye
ese mérito, acaecido antes de que el lapso para prescribir se cumpla. En
definitiva hace inútil todo el tiempo transcurrido.

La interrupción tiene lugar si acontece un hecho que destruye


cualquiera de los requisitos esenciales de la prescripción adquisitiva, es
decir, si se pierde la permanencia en la posesión de la cosa, o si cesa la
inactividad del dueño al reclamar éste su derecho. En el primer caso la
interrupción es natural, en el segundo, es civil.

Este plazo queda definitivamente perdido y no se puede computar en el


cálculo del tiempo de prescripción. Art. 2501.

i) La Interrupción Natural

Todo hecho material, sea del hombre o de la naturaleza, que hace perder
la posesión de la cosa. Se encuentra prevista en el art. 2502.

De conformidad a esta disposición cabe distinguir dos especies de


interrupción natural:

a) Es por un hecho de la naturaleza, si sin haber pasado la posesión a


otras manos se ha hecho imposible el ejercicio de actos posesorios.

Esta especie de interrupción supone que, si bien el prescribiente


conserva la posesión de la cosa, ciertos hechos o circunstancias de la
naturaleza o del hombre, ajenos a su voluntad, imputables o no, le hacen
imposible el ejercicio de actos posesorios sobre la cosa.

El ejemplo que proporciona el CC en su art. 2502 n°1 es el de la heredad

137
inundada, de acontecer ello el plazo de prescripción se detiene. Sin embargo,
en estos casos, habiendo desaparecido la causa que hace imposible el
ejercicio de actos posesorios, la prescripción vuelve a correr pudiéndose
computar el plazo de prescripción ganado anteriormente para completar el
tiempo que el legislador exige al poseedor para adquirir el dominio por
prescripción, vale decir, el plazo ganado anteriormente no se pierde (es por
este motivo que este caso se asemeja más a un supuesto de suspensión)42.

b) Es por un hecho del hombre, si se pierde la posesión por haber


entrado en ella otra persona.

Si bien en este caso igualmente existe imposibilidad de ejercer actos


posesorios, se diferencia del caso anterior esto ocurre porque no se conserva
la posesión de la cosa, ella la tiene otra persona con ánimo de señor o dueño.

En este caso, además de detenerse el plazo de prescripción que estaba


corriendo, el ganado con anterioridad se pierde, a menos que tenga lugar la
excepción contemplada en el art. 2502 nº 2, vale decir, si se recobra
legalmente la posesión de conformidad al título de las acciones posesorias.
Esto ha llevado a los autores a sostener que solo tiene aplicación si se
recobra la posesión de inmuebles por esta vía, ya que solo ellos están
amparados con acciones posesorias, no así los muebles (aún cuando su
posesión sea recobrada legalmente). Sin embargo, esta interpretación choca
con lo dispuesto en el art.731 “el que recupera legalmente la posesión
perdida se entenderá haberla tenido durante todo el tiempo intermedio”,
debemos concluir entonces que por cualquier medio legal por el que se
recupere la posesión, ya de muebles ya de inmuebles –acción reivindicatoria,
publiciana, posesoria– será aplicable la excepción comentada.

ii) La Interrupción civil

Todo recurso judicial intentado por el que se pretende verdadero dueño


de la cosa, contra el poseedor (art. 2503 inciso 1° CC).

Requisitos

42 Debemos sí tener en consideración lo dispuesto en el art. 653 del CC. De conformidad


a esta disposición, si la inundación dura más de 5 años se pierde el dominio y la posesión;
si con posterioridad a los 5 años las aguas se retiran y restituyen el terreno, el dominio y
la posesión sobre el mismo se adquiere por los propietarios ribereños por accesión.

138
i. El primer requisito que exige el legislador es que se trate de un recurso
judicial. Respecto a qué debe entenderse por ello, algunos autores
entienden que se refiere únicamente a la demanda judicial (en el
sentido de los art. 253 y 254 del CPC); otros en cambio, señalan que
recurso judicial equivale a demanda judicial en sentido amplio, vale
decir, cualquier petición o acción hecha valer ante los tribunales
encaminada a resguardar el derecho conculcado, manifestándose
clara la voluntad del actor o peticionario de conservarlo y no
abandonarlo. En la jurisprudencia ha predominado el sentido
amplio. Si la demanda o petición se formula ante un tribunal
incompetente, la doctrina y jurisprudencia mayoritaria estiman que
la interrupción de todas formas se produce.
ii. El segundo requisito es que la demanda o petición haya sido legalmente
notificada por el pretendido dueño al poseedor de la cosa, y ello
porque el legislador expresamente dispone que no se interrumpe la
prescripción si la demanda no ha sido notificada en forma legal, art.
2503 nº1.
iii. El tercer y último requisito es que la demanda se entable y notifique
antes de que se haya completado el plazo de prescripción, por
razones obvias, ya que si el plazo se ha cumplido, el poseedor podrá
excepcionarse.
Finalmente, haremos presente que la doctrina discute si la
interrupción se produce desde el momento de la presentación de la
demanda o recurso judicial o bien desde que ella es notificada.

Como excepción a lo anterior, existen casos en los que a pesas de existir


recurso judicial, no se produce la interrupción civil de la prescripción,
previstos en el art. 2503 –notificación que no se ha hecho en forma legal,
desistimiento de la demanda o declaración de abandono de la instancia, y
sentencia de absolución-.

Efectos de la Interrupción

El efecto propio de la interrupción es hacer perder todo el tiempo que


ha transcurrido para adquirir por prescripción.

Este efecto tiene ciertas excepciones, por una parte la interrupción


natural en su primer caso (art. 2502 nº1), su efecto se reduce a no contar
en el plazo de prescripción el tiempo de duración de la interrupción; y por
otra, la interrupción natural del segundo caso, es decir, si el poseedor por

139
medio de acciones legales recupera la posesión perdida, en esta hipótesis no
se entiende haber habido interrupción para el desposeído.

La interrupción de la prescripción se aplica tanto a la prescripción


adquisitiva ordinaria como extraordinaria. Las razones para afirmar ello son
las siguientes:

o El legislador se ocupa de reglar la interrupción antes de clasificar la


prescripción en ordinaria y extraordinaria, lo que indica que ella se
aplica a ambas prescripciones.
o En el caso de la suspensión de la prescripción, que luego estudiaremos,
el legislador se refiere solo a la prescripción adquisitiva ordinaria, lo
que no acontece tratándose de la interrupción.
o Veremos más adelante que el art. 2510 refiriéndose a la prescripción
adquisitiva extraordinaria también requiere que la posesión sea
ininterrumpida.

Suspensión de la prescripción

La suspensión la definiremos como aquel beneficio legal establecido a


favor de ciertas personas, en cuya virtud se detiene el plazo de prescripción
en tanto dura la causa que lo autoriza.

En ella existe la detención del curso del plazo de la prescripción durante


el tiempo que dure la causa suspensiva, pero desaparecida ésta, el plazo de
prescripción continúa, sumándose al habido con anterioridad, de modo que
el único plazo que no se computa es el transcurrido mientras existió y
subsistió la causal de suspensión.

Este beneficio está establecido en favor de ciertas personas que están


imposibilitadas de ejercer por sí mismas cualquier acción judicial en contra
del poseedor. Su fundamento entonces, se encuentra en la injusticia que
supondría dejar correr la prescripción en contra de personas que se
encuentran imposibilitadas de hacer valer sus derechos

La suspensión es aplicable solo a la prescripción adquisitiva ordinaria,


no así a la extraordinaria. Y su aplicación excepcional, para los casos
expresamente previstos por el legislador en los arts. 2509 y 2511.

Los beneficiados son:

140
i. Los menores, los dementes, los sordos o sordos mudos que no
puedan darse a entender claramente, y todos los que están bajo
potestad paterna o tutela o curaduría. Este caso incluye a los
incapaces de ejercicio, ya absolutos, ya relativos. En el caso del
dilapidador está comprendido en la segunda parte, ya que
necesariamente debe ser declarado en interdicción para ser
considerado incapaz relativo, instancia en la cual se procede al
nombramiento de un curador.
ii. La mujer casada en sociedad conyugal mientras dure ésta. Al
respecto cabe precisar que la mujer casada bajo el régimen de
sociedad conyugal es plenamente capaz. El beneficio de la
suspensión en este caso se fundamenta en el hecho de que en dicho
régimen la administración ordinaria corresponde al marido, sin que
ella pueda administrar sus bienes propios, en atención a lo anterior
la misma norma dispone que: “No se suspende la prescripción en
favor de la mujer separada judicialmente de su marido, ni de la sujeta
al régimen de separación de bienes, respecto de aquellos que
administra”.
iii. La herencia yacente. Se denomina herencia yacente a los bienes de
un difunto cuya herencia no ha sido aceptada y a los cuales el juez
les designa un curador43. Este curador tiene en general las
facultades que dicen relación con la administración, custodia y
conservación de los bienes de la herencia, incluyéndose dentro de
ella la facultad de interrumpir la prescripción por medio de la cual
podrían adquirirse bienes del difunto. A pesar de ello, la ley beneficia
en último término a quienes en definitiva acepten la herencia del
difunto, por lo que suspende la prescripción que puede correr en
relación con alguno de los bienes de la herencia.

Finalmente el art. 2509 dispone que la prescripción se suspende


siempre entre cónyuges. Sobre el alcance de la expresión “siempre” existe
discusión en doctrina, existiendo dos posiciones, la primera plantea la
suspensión de la prescripción adquisitiva ordinaria siempre entre cónyuges;

43 El curador de la herencia yacente es un curador de bienes y no de una persona como


podría inducir a pensar el art. 2509, mal podría serlo del difunto y tampoco de la herencia,
ya que no es una persona jurídica.

141
la segunda, siempre en cualquier prescripción44.

La postura mayoritaria señala que la prescripción, sea ordinaria o


extraordinaria, se suspende entre cónyuges por las siguientes razones:

o El art. 2509 dispone que la prescripción adquisitiva ordinaria se


suspende en favor de las personas que la disposición enumera, lo que
se reitera en el art. 2511 que prescribe que la prescripción adquisitiva
extraordinaria no se suspende a favor de las personas enumeradas en
el art. 2509, y resulta que esta última norma no enumera a los
cónyuges entre las personas beneficiadas por la suspensión. sino que
están contemplados en un párrafo aparte.
o El art. 2509, al final, y en una disposición separada e independiente de
la enumeración establece que la prescripción, sin calificarla de
ordinaria, se suspende siempre entre cónyuges.
o Se suele mencionar, además, la comunidad de vida que importa la vida
matrimonial, fundamento válido para toda clase de prescripción.

Efectos de la Suspensión

En favor de estas personas y de la herencia yacente no corre la


prescripción adquisitiva ordinaria. Respecto de los cónyuges, jamás corre
prescripción ni ordinaria ni extraordinaria, lo que revela que la posesión que
tenga uno de los cónyuges sobre los bienes del otro, siempre es inútil.

En caso que hubiere corrido algún tiempo de prescripción antes de que


se hubiera configurado la causal de suspensión, se detiene la prescripción
hasta que cese la causal y después sigue corriendo. En todo caso, el tiempo
ganado con anterioridad a la suspensión no se pierde y se computa para el
plazo de prescripción.

44 La postura minoritaria sostiene que solo la prescripción adquisitiva ordinaria se


suspende entre cónyuges, sea que estén o no casados bajo el régimen de sociedad conyugal,
basándose en las siguientes consideraciones: i) La suspensión es un beneficio que la ley
otorga y tiene por lo tanto un carácter excepcional, sin que quepa una interpretación
analógica para hacerla aplicable a la prescripción adquisitiva extraordinaria. ii) La
expresión siempre, sostienen dice relación con el párrafo anterior, vale decir, con
independencia de si la mujer se encuentra separada judicialmente o separada de bienes del
marido. iii) La expresión enumerados que emplea el art. 2511 está tomada en el sentido de
indicadas, referidas o enunciadas y no en el sentido de señaladas con número.

142
Paralelo entre la interrupción y la suspensión

Sucintamente podemos indicar las siguientes diferencias entre la


suspensión y la interrupción de la prescripción.

i. La fuente. La Interrupción es producto de un hecho de la naturaleza


o del hombre. La suspensión tiene su fuente en la ley, obrando de
pleno derecho.
ii. Quiénes pueden alegarla. La Interrupción puede alegarla cualquiera
persona que tenga interés en ella si la interrupción es natural, y
quien ha entablado la acción si la interrupción es civil. La
suspensión es un beneficio excepcional, por esta razón solo puede
alegarla aquel en cuyo beneficio se encuentra establecida.
iii. Efectos. La Interrupción hace perder, por regla general, todo el
tiempo transcurrido de prescripción. La suspensión solo produce el
efecto de descontar el tiempo que ha durado la causa de suspensión
o impedir que comience a correr el plazo de prescripción.
iv. Ámbito de aplicación. La Interrupción opera tanto en la prescripción
adquisitiva ordinaria como la prescripción adquisitiva
extraordinaria. La suspensión, según el art. 2509 solo se aplica a
la prescripción adquisitiva ordinaria y no a la prescripción
adquisitiva extraordinaria, siendo discutida su aplicación en el caso
de los cónyuges.

D. Diversas clases de Prescripción Adquisitiva

La prescripción adquisitiva admite ser clasificada en ordinaria y


extraordinaria. A continuación nos referiremos a ellas:

1. La prescripción adquisitiva ordinaria

Para estar en presencia de ella, además de requerir que la cosa sea


susceptible de ser adquirida por prescripción y que la posesión sea
ininterrumpida, deben cumplirse dos requisitos propios:

o Debe tratarse de Posesión Regular. Recordemos que la posesión regular


es la que procede de justo título y ha sido adquirida de buena fe aun
cuando ésta no subsista, siendo necesario además la tradición si el
título invocado para poseer es un título traslaticio de dominio.
o Y por otra, el transcurso del plazo que el legislador señala: dos años
tratándose de los bienes muebles y cinco años tratándose de los

143
bienes inmuebles, art.2511.

Si bien no existe norma expresa respecto a la forma de computar el


plazo de prescripción habrá que aplicar las reglas generales sobre el
particular, arts. 48, 49 y 50 CC, vale decir, se trata de un plazo continuo
que corre sin interrupción, incluyendo los días domingo y feriado. Además
es de días completos de medianoche a medianoche lo que significa que el
primer día no se cuenta.

2. La prescripción adquisitiva extraordinaria

Al igual que la prescripción adquisitiva ordinaria, la prescripción


adquisitiva extraordinaria cuenta con elementos propios:

o La posesión irregular, art. 2510. Si bien de dicha norma no se desprende


la necesidad de estar en presencia de la posesión irregular, la doctrina
infiere ello a partir de que la posesión regular conduce a la
prescripción adquisitiva ordinaria. A ello se suma la necesidad de que
exista posesión para poder prescribir, coligiéndose que es la posesión
irregular la que conduce a la prescripción adquisitiva extraordinaria,
la cual de todas formas debe ser ininterrumpida.
o El trascurso de un lapso de 10 años, art. 2511. En este caso no se hace
distinción acerca de la naturaleza del bien que se trata de adquirir por
prescripción adquisitiva.

Requisitos del art. 2510

i. No es necesario para que opere título alguno45. Aquí se encuentra otro


argumento para sostener que la posesión que antecede a la
prescripción adquisitiva extraordinaria es la irregular, ya que a ella
le falta uno de los requisitos de la posesión regular, en este caso el
justo título.
ii. Se presume en esta prescripción de derecho la buena fe, a pesar de la

45 Hay autores, sin embargo, que estiman que también para adquirir el dominio por
prescripción adquisitiva extraordinaria el poseedor irregular necesita de título posesorio, lo
que claramente se desprendería de los arts. 702, 704 y 708. La razón de la redacción de la
norma obedece a que los títulos injustos solo tienen una apariencia de título, no poseen de
verdad existencia jurídica, de esa perspectiva no constituyen un título posesorio real,
justificándose la afirmación del legislador. De lo contrario, concluyen, al no ser poseedor
por carecer de un título posesorio estaríamos ante un mero tenedor, y la mera tenencia es
indeleble y no habilita a adquirir por prescripción.

144
falta de un título adquisitivo de dominio. Resulta curioso que el
legislador presuma de derecho la buena fe si consideramos que a
esta prescripción conduce la posesión que no fue adquirida de buena
fe, o sin justo título y en este último caso lo normal es que quien lo
invoque esté de mala fe.
iii. La existencia de un título de mera tenencia hace presumir la mala fe
y no da lugar a la prescripción, a menos que concurran dos
circunstancias. Esta regla ha traído los mayores problemas de
interpretación, pues da a entender que podría hacerse dueño
mediante prescripción adquisitiva extraordinaria un mero tenedor,
lo que pugna con los principios básicos de este modo de adquirir que
suponen la posesión del prescribiente (Véase arts. 716- 719 y 730).

La norma del art. 2510 exige la concurrencia de dos requisitos


copulativos. En ellos se reproducen los principios de la prescripción que
supone posesión útil por el plazo legal en el prescribiente. El problema se
presenta porque éste jamás ha sido jurídicamente poseedor de la cosa, pues
su relación con la misma emana de un título de mera tenencia. El legislador
reconoce expresamente este hecho y ello justifica la presunción de mala fe
que consagra respecto del mero tenedor, pero agrega que igual puede
adquirir el dominio.

Según el tenor del artículo, se puede desprender que el mero tenedor


jamás podría ser dueño por prescripción adquisitiva ordinaria, solo por la
extraordinaria cuando, no obstante el título de mera tenencia, ejerce “actos
posesorios” sobre la cosa, sin violencia y sin ocultarlos al que tiene derecho
a oponerse a ellos, por el lapso de 10 años ininterrumpidos.

La prescripción adquisitiva extraordinaria del mero tenedor supone por


otra parte, que quien se pretende dueño no haya podido probar que en los
últimos 10 años, el que alega la prescripción haya reconocido en forma
expresa o tácita su dominio.

Aquí se debe tener presente el art. 716, el cual consagra el principio de


que nadie puede mejorar su título por su propia voluntad o el transcurso
del tiempo, y además señala como excepción a dicho principio el Nº 3 del
art. 2510.

La doctrina y el texto legal (art. 716) establecen que la mera tenencia


es inmutable, el solo transcurso del tiempo no la transforma en posesión, y

145
no obstante que el art. 2510 Nº 3 pareciere anunciar una excepción al
axioma anterior, puede observarse que en realidad no hay tal excepción,
sino que al contrario, es una confirmación del art. 716, ya que se trata de
un poseedor, es decir, de un tenedor con ánimo de señor y dueño. En efecto,
la ley exige para considerar al mero tenedor como poseedor, la concurrencia
de otras circunstancias, no dependientes de la voluntad del tenedor, que
deben sumarse al transcurso del tiempo. Si en definitiva opera la mutación
de la mera tenencia en posesión, es porque se han realizado actos de parte
del mero tenedor como también de parte del propietario que alteran por
completo la situación jurídica de ambos; es decir, concurriendo las dos
circunstancias indicadas en el final del art. 2510, la mera tenencia se
convierte en posesión, no solo por la voluntad del tenedor ni por el simple
transcurso del tiempo, sino también, principalmente, por la negligencia del
dueño, que no logra acreditar que el mero tenedor reconoció en los últimos
diez años el dominio que pretende el primero.

Con todo, también es cierto, como advierten algunos autores, que la


regla tercera del art. 2510 viene a debilitar el rigor del principio de que el
mero tenedor no podría nunca transformarse en poseedor.

E. Prescripción de derechos reales distintos del dominio.

En este punto hay que considerar lo dispuesto por el artículo 2498 del
CC. Conforme a él y como habíamos indicado, todos los derechos reales se
pueden adquirir por prescripción, excepto las servidumbres discontinuas y
continuas inaparentes. En cuanto al lapso necesario para adquirir los
derechos reales distintos del dominio se siguen las mismas reglas que éste,
salvo tratándose del derecho real de herencia, censo y servidumbres que se
rigen por lo dispuesto en el art. 2512.

Por lo tanto, si el derecho real de que se trata, distinto del dominio, será
adquirido por prescripción hay que distinguir si existe o no una regla
especial respecto a su plazo de prescripción. Si no la hay, aplicamos las
mismas reglas que para el dominio, debiendo distinguir si la prescripción
adquisitiva es ordinaria o extraordinaria. En el primer caso, si el derecho
real se ejerce sobre bienes muebles o inmuebles, el plazo requerido será 2 y
5 años respectivamente. Y si es extraordinaria, el plazo requerido será de 10
años.

Las reglas especiales que proporcionan el art.2512 son las siguientes:

146
o Las servidumbres continuas y aparentes pueden adquirirse por
prescripción de 5 años.
o El derecho real de censo se adquiere por prescripción en el plazo de 10
años.
o El derecho real de herencia se adquiere por prescripción en el plazo de
10 años. Puede también adquirirse en el plazo de 5 años en el
supuesto del art. 704 infine: caso del heredero putativo a quien por
decreto administrativo o resolución judicial se le ha concedido la
posesión efectiva. Ello está en armonía con el art. 1269 que consagra
la acción de petición de herencia, que es aquella que tiene el heredero
para reclamar la herencia que ocupa otra persona como heredero
putativo, que se extingue por regla general, por su no ejercicio en 10
años, a menos que este haya adquirido por prescripción en el plazo de
5 años.

F. Efectos de la prescripción.

El efecto esencial es que hace adquirir el dominio al poseedor una vez


que se han cumplido sus requisitos y ha sido alegada por él. La adquisición
opera retroactivamente, vale decir, se reputa dueño al poseedor no solo a
partir del día en que se ha cumplido el plazo de la prescripción, sino que
también en el pasado, desde el momento en que comenzó a poseer.

La sentencia que declara la prescripción adquisitiva del dominio de un


bien raíz o de cualquier otro derecho real constituido en él, deberá
inscribirse en el registro del Conservador de Bienes Raíces del territorio en
que esté ubicado el inmueble. La inscripción juega un rol de publicidad
destinada a proteger a terceros, ya que mientras ella no se efectúe, es
inoponible a éstos. Además cumple el rol de mantención de la historia de la
propiedad raíz, y finalmente tienen por objeto colocar el inmueble en el
régimen de posesión inscrita. Art 2513.

Finalmente, debemos tener presente el art. 2505. Esta disposición es


un corolario del art. 728 que impide adquirir la posesión de inmuebles
inscritos a través de actos materiales de apoderamiento. Esta norma da
lugar a dos problemas vistos tradicionalmente a propósito de la posesión:

i. Es o no necesario que el título del prescribiente esté vinculado al del


poseedor inscrito anterior, vinculándose a lo que debe entenderse por
competente inscripción:

147
o Aquella que se ha practicado cumpliendo formalmente las
ritualidades de las inscripciones, según el reglamento del
Conservador de Bienes Raíces. (arts. 2505, 2513, 683). Desde
esta perspectiva no puede entenderse que lo sea la que emana
del poseedor inscrito porque esta situación está contemplada en
el art. 728. Aquí se acogería la hipótesis de una inscripción
completamente desligada de la anterior, es decir, ésta
inscripción no necesariamente debe emanar del anterior
poseedor inscrito.
o La que emana precisamente del poseedor inscrito, ya que así
queda protegida la continuidad del registro. Esta exigencia, aún
en el caso del usurpador, la doctrina la fundamenta en distintas
hipótesis: art 1818 cuando el poseedor inscrito ratifica la venta
hecha por el usurpador; cuando el usurpador después
adquiere, art. 1819. Incluyen la que incluso aparentemente
emana del poseedor inscrito como acontece con los títulos
injustos o nulos.
ii. El segundo problema consiste en determinar si esta norma tiene
aplicación solo en la prescripción adquisitiva ordinaria o también en
la prescripción adquisitiva extraordinaria. Esto se estudia a propósito
de la adquisición y pérdida de la posesión de inmuebles inscritos.
Si se acepta que es posible adquirir la posesión de inmuebles
inscritos sin inscripción, habrá que concluir que el art. 2505 no se
aplica a la prescripción adquisitiva extraordinaria. En cambio, si para
los inmuebles inscritos se exige siempre la inscripción para adquirir
la posesión, habrá que concluir que el precepto es aplicable a toda
prescripción.

148
Capítulo I
CONCEPTOS FUNDAMENTALES

1. Referencia al plan. El Derecho de ción no implica en modo alguno ausen-


los bienes trata de los principios de doc- cia de relación; por el contrario, como ya
trina y preceptos legales que les son apli- se ha insinuado, la estructura física con-
cables, tanto en su contemplación estática diciona con frecuencia los principios ju-
como en ciertos aspectos de su dinámica, rídicos que las gobiernan, al punto que
al ser objeto de negociaciones jurídicas. muchas evoluciones de la regulación tie-
Implica, pues: determinar su concepto, cla- nen su explicación en los progresos del
sificarlos en base a su naturaleza material conocimiento y de las aplicaciones de las
y a otros factores (que originan diferen- cosas como materialidades.
ciados estatutos jurídicos), analizar el po-
der –pleno o parcial– que se puede tener 3. Función. En apreciación integral,
sobre ellos, establecer los modos de lo- externa, el rol que cumple la disciplina de
grar esa potestad y decidir la protección los derechos reales puede resumirse en
que a ese poder adquirido se confiere. los términos siguientes. Mientras el Dere-
cho de obligaciones regula el intercambio
1 bis. Denominación. En el lenguaje de bienes y servicios para la satisfacción
jurídico, el tema así reseñado es conoci- de las necesidades de los individuos, la
do con varias denominaciones: Derecho materia jurídica de los derechos reales:
de los bienes, Derecho de cosas, Dere- a) fija o radica los bienes en el patrimo-
chos reales. nio de cada individuo (regulando los pro-
Las dos primeras parecen ser las más cesos o mecanismos para que se produzca
difundidas en el medio nacional (y, so- esa radicación); y b) determina los pode-
bre todo cuando se usan abreviadas: “bie- res o facultades que el sujeto tiene sobre
nes”, “cosas”, lo que es frecuente, evocan ellos (describiéndolos y regulando su ejer-
la distinción tripartita de Gayo: personas, cicio).
cosas y acciones). Pero no son muy des- Con lo dicho es fácil percatarse de la
criptivas de la materia que incluyen. Más estrecha vinculación entre estos dos capí-
bien aluden a la primera parte, en la cual tulos. Las dos funciones están rela-
se tratan los conceptos de cosa y bien, y cionadas: el intercambio se produce a
se los clasifica. partir de bienes radicados en dos patri-
En la doctrina extranjera es bastante monios; y llegaron una vez a radicarse en
empleada la expresión “derechos reales” cada uno, por un intercambio anterior.
que, aunque también parcial, es más com- Esa relación de las funciones provoca la
prensiva, y se centra precisamente en el vinculación entre las regulaciones res-
sector jurídicamente más relevante. pectivas. Un ejemplo de esa relación lo
proporciona el contrato más frecuente,
2. Límites. Pertenece al ámbito de las la compraventa, la cual, por una parte, es
ciencias de la naturaleza (física, química, el instrumento típico para la realización
biología, etc.) el examen de la estructura del intercambio y, por otra, solo o con la
material de las cosas; empero, la separa- ayuda de un modo de adquirir (según el

13
Los bienes

sistema elegido por el legislador del res- cho privado que, desde luego, ha de ha-
pectivo ordenamiento), conduce a la ra- cer lugar a nuevas clasificaciones y subcla-
dicación del objeto vendido en un nuevo sificaciones de los bienes; c) en fin, recí-
patrimonio (el del comprador). Se irán proca influencia se observa entre la orga-
viendo muchas demostraciones de esta nización jurídica de la propiedad territorial
vinculación, que termina conformando la y el desarrollo del crédito, en el sector
estructura del denominado Derecho pa- que es cubierto por la garantía territorial
trimonial. (hipotecaria). Es que al estar muchos sec-
La mencionada fijación de cosas en tores de la economía regulados por textos
patrimonios, con la determinación de po- legales, las relaciones son inevitables (v.
deres sobre ellas, está precedida por una además, infra, Nº 57, y lo dicho sobre vin-
decisión fundamental: el campo de apli- culaciones en infra, Nº 220, nota).
cación de la propiedad privada (que será Esta constatación conduce también a
tratada más adelante; v. infra, Nº 57). una frecuente relación con el Derecho
administrativo, señaladamente –como se
3 bis. Relación con la Economía. La verá– en los capítulos de los denomina-
advertencia precedente conduce a consta- dos “dominio público” (incluyendo los
tar la estrecha vinculación que esta sección derechos reales administrativos), restric-
jurídica presenta con la disciplina de la Eco- ciones a la propiedad privada y servidum-
nomía. Como es corriente también en otras bres.
materias del Derecho, es evidente la inci-
dencia de las alternativas económicas; la 4. Cosa y bien. La elaboración de los
visión económica de los bienes, determi- conceptos de “cosa” y “bien” ha ocupado
nada por su aprovechamiento o utilidad, la atención de la doctrina, que ha produ-
impone decisiones que afectan y simple- cido nutrida literatura sobre el tema y
mente invaden el ambiente del Derecho (como es de suponerlo), sin resultados
privado. Desde luego, se puede apuntar, uniformes. Se describirán aquí las nocio-
por ejemplo, que la consideración del rol nes primarias.
económico que a los distintos bienes
corresponde ha influido decisivamente en 5. Como punto inicial, se puede afir-
el surgimiento de las llamadas “formas es- mar que “cosa” es todo lo que ocupa un
peciales de propiedad”, las cuales, con sus lugar en el espacio; es decir, que tenga
especiales estatutos jurídicos, continúan corporeidad sensible (una mesa, un libro;
perfilándose con incesante intensidad, has- es el primitivo concepto romano expresa-
ta el extremo de casi atomizar la universal do en el término “corpora”, más tarde ex-
noción del dominio. Entre otros rasgos tendido en el de “res”). Que aquello es
de esa vinculación pueden mencionarse: cosa parece evidente, pero las dificultades
a) las alternativas económicas fundamen- surgen de inmediato si se pretende am-
tales que se adopten en un momento de- pliar la noción de cosa a entidades que
terminado en un país, como de economía carecen de corporeidad material.
más libre o más dirigida, son las que a su Deben ser mencionados entonces los
vez gradúan la apropiabilidad de bienes, bienes (o cosas) inmateriales, como las
de modo que el derecho de propiedad se que nuestros textos denominan produc-
extenderá a un mayor número de bienes, ciones del talento o del ingenio (art. 584
o se contraerá, según aquellas decisiones; del CC.), cuya importancia no cesa de
b) las medidas económicas de control pú- aumentar por el desarrollo de las crea-
blico a la producción y comercialización ciones artísticas, científicas y tecnológi-
de ciertos bienes (como los productos que cas y, particularmente, con el desenvolvi-
satisfacen directamente necesidades ele- miento de la computación.
mentales de las personas), van imponien- Se incorporan también las energías
do la revisión de la dogmática del Dere- (como la electricidad, los distintos gases,

14
Conceptos fundamentales y clasificaciones

cada una con sus particularidades físicas), líquidos, los gases). La precisión es pedi-
cuyo enorme valor asimismo es ostensi- da por las legislaciones, entre otras mate-
ble, aumentando los problemas jurídicos rias, a propósito de la determinación del
a medida que la ciencia y la tecnología objeto del acto (entre nosotros, en los
mejoran las posibilidades humanas de des- arts. 1460 y 1461; el problema también es
cubrimiento, captura y control. planteado al tratarse el más completo de
Utilizando la exclusión se ha intenta- los derechos reales: el dominio; y por eso
do precisar la noción de cosa mediante allí se volverá sobre el punto).
una referencia a la persona, proponién-
dose que cosa es todo lo que no es perso- 6. Los derechos como cosas. La cali-
na; el postulado puede servir como base, ficación de los derechos como cosas ha
pero puede verse que no determina los sido también latamente discutida (el tema
límites del concepto. En cambio confiere se relaciona con la noción de derecho
motivo para observar otra dificultad, cual subjetivo y, en todo caso, se examinará a
es la de si habría posibilidad de calificar través de la clasificación que se origina,
de cosa a ciertas partes del cuerpo huma- entre bienes corporales e incorporales,
no, sobre todo cuando en la práctica se cuya referencia es necesaria dada la exis-
celebran relaciones jurídicas respecto de tencia de nuestros textos que la contem-
ellas (por ej., respecto de la sangre, la piel, plan; v. infra, Nº 12 y sgts.).
etc.; generalmente esas relaciones se cele-
bran luego de la separación de tales par- 7. Cosa y objeto de derecho. La doc-
tes del cuerpo, con lo que –puede soste- trina no da por coincidentes los concep-
nerse– han dejado de integrarlo); el tema, tos de cosa y objeto de derecho. El objeto
con actualidad desde hace ya algún tiem- del derecho puede recaer sobre cosas,
po, entre nosotros cuenta con varios tex- pero no sólo sobre ellas. Con referencia
tos legales y ha sido también analizado en a los derechos subjetivos patrimoniales,
muchas de sus concomitancias. puede observarse que, tratándose de los
derechos reales, éstos recaen sobre cosas;
5 bis. La patrimonialidad del con- el objeto del derecho real es una cosa
cepto de cosa. Constituye otro centro determinada y, como se observará más
de discordia. Se ha sostenido que una adelante, tratándose del derecho de do-
valoración patrimonial, en el sentido de minio se llega hasta la identificación del
apreciación económica, pecuniaria, es derecho con la cosa sobre la que recae.
indispensable en la noción jurídica de En cuanto a los derechos personales, su
cosa, lo que justificaría las relaciones objeto consiste en la prestación del deu-
jurídicas privadas sobre ellas; pero se dor, y esa prestación supera el concepto
ha refutado enfáticamente la exigencia, jurídico de cosa; si la prestación consiste
extendiéndose el concepto a entidades en dar algo, se aprecia una vinculación
como el nombre, el domicilio, las cua- estrecha entre el objeto del derecho y la
les, teniendo naturaleza extrapatrimo- cosa (el objeto consiste, en cierto respec-
nial, son generalmente aceptadas como to, en la cosa); pero si la prestación es de
objeto de relaciones jurídicas. hacer o no hacer algo, entonces ya no
recae sobre una cosa, sino en una con-
5 ter. La individualidad de la cosa. ducta, positiva o negativa, que ha de adop-
Estrictamente, la individualidad no pare- tar el deudor.
ce ser indispensable como elemento del
concepto jurídico de cosa; mas esa 8. Bien. Por su parte, el concepto de
individualidad resulta imprescindible al “bien” tampoco es descrito unánimemen-
pretenderse concluir relaciones jurídicas te. Con frecuencia se ha entendido que
sobre ellas (esa necesidad se observa es- entre las cosas y los bienes existe una re-
pecialmente en algunas cosas, como los lación de género a especie; bienes son

15
Los bienes

las cosas que, prestando una utilidad para nuevas aplicaciones o utilidades a cosas
el hombre, son susceptibles de apropia- ya existentes). No se le divisa pronto tér-
ción; también se ha exigido que estén mino y, ciertamente, va complicando y
apropiadas. Estas expresiones obligan a alejando la elaboración de conceptos de-
formular algunas dudas. Es previo preci- finitivos.
sar el alcance de esa “utilidad”; si se asi- El Código chileno no define lo que
mila a la valoración económica, según se es cosa, ni bien, y en él queda entonces
ha visto, es exigida por algunos ya en la abierta la discusión conceptual. Se ha en-
cosa; dicha utilidad también presenta ca- tendido que bien es una cosa que presta
racterísticas de subjetividad y de relativi- utilidad económica al hombre.
dad que sería necesario determinar en
cada caso concreto. La llamada “cantidad 10. Los anteriores no son más que
no inferior a las necesidades humanas” puntos de partida o elementos de juicio
como principio de medida de utilidad que pueden conducir a una noción
puede contribuir a soluciones, pero siem- aproximada de las cosas y los bienes y
pre que la utilidad sea exigida. En cuan- permiten, con mayores antecedentes,
to a la “apropiación”: en ella influye la adoptar criterios y posiciones en situacio-
naturaleza de ciertas entidades como apre- nes de duda.
hensibles o no por el ser humano y la Y es la ocasión de sentirse eximido
capacidad de aprehensión de éste; y debe del deber de formular acabadamente el
precisarse también la referencia a la cla- contenido de estos dos conceptos. Entre
se de apropiación de que se trata, ya que quienes se dedican al examen de la ela-
puede exigirse que sea apropiable por los boración conceptual se tiene convenido
particulares o estimarse suficiente que que, como al definir un término se recu-
pueda ser apropiada por la colectividad rre siempre a otro y luego para definir
(por la Nación; por el Estado). En el re- éste se utiliza otro y así sucesivamente,
sultado influirá, una vez más, la naturale- para no hacer infinita la remisión es ne-
za del objeto (el alta mar, por ej., es cesario dar por supuestos algunos con-
naturalmente inapropiable) y también la ceptos primarios, con una acepción
reglamentación positiva que puede excluir aproximada tácitamente aceptada. Los
arbitrariamente ciertas cosas del ámbito conceptos aquí mencionados, sobre todo
del dominio privado. el de cosa, pertenecen a esa categoría.

9. Expansión de los conceptos. Si se 10 bis. Textos legales. Siendo el cen-


busca una tendencia en la construcción tro de la materia el derecho de propie-
de estos conceptos (cosa y bien), se apre- dad, tal como ocurre en la generalidad
ciará su constante ampliación, cada vez de las legislaciones, en Chile la base está
más comprensiva, estimulada por los nue- en la Constitución (art. 19 Nos 21 a 25,
vos elementos y circunstancias producto destacadamente los Nos 23 y 24); el prin-
del desarrollo científico y tecnológico (se cipal conjunto de normas legales está en
crean cosas, tangibles o intangibles, aun el Libro II del CC. (“De los bienes, y de
virtuales; aumenta la transformación; se su dominio, posesión, uso y goce”); pero
logra capturar y controlar cosas y ener- también –como se irá viendo– hay mu-
gías que antes no era humanamente po- chas otras normas a través de todo el Có-
sible; en fin, se inventan o descubren digo y en leyes especiales.

16
Capítulo II
CLASIFICACIONES

11. Advertencia. Desde los tiempos del 13. Estos preceptos consagran lo que
Derecho romano el Derecho de los bie- la doctrina suele denominar “cosificación
nes ha sido objeto de una intensa siste- de los derechos”, decisión por la cual se
matización, que tiene como uno de sus considera cosas a los derechos; al ser con-
puntos de partida su agrupación en dis- siderados objeto de propiedad, se termi-
tintas clases, en base a diferentes crite- na –como también se ha dicho– en su
rios. “propietarización”.
Con el transcurso del tiempo algunas La clasificación fue formulada ya en
de esas clasificaciones pierden importan- el Derecho romano y mantuvo presencia
cia, en tanto que aparecen otras, debido durante toda la época medieval; pero se
a la influencia de distintos factores. Se- debilitó ostensiblemente en las codifica-
rán consignadas las de mayor interés, no ciones europeas (el CC. francés la omi-
siempre formuladas directamente por el tió), aunque fue acogida en algunas
Código. hispanoamericanas.
La doctrina extranjera actual la consi-
dera, pero sin gran preocupación (y, por
1) BIENES CORPORALES E cierto, ha sido impugnada). Tal vez la prin-
INCORPORALES cipal objeción se refiere a que las cosas
corporales son el objeto de los derechos
12. Conceptos. El CC. establece esta (en una relación vertical) y entonces no
clasificación: “Los bienes consisten en co- es procedente pretender luego que éstos
sas corporales o incorporales. a su vez son cosas, junto a los primeros
Corporales son las que tienen un ser (en una relación horizontal), con lo cual,
real y pueden ser percibidas por los sen- además, se posibilita la situación de dere-
tidos, como una casa, un libro. chos sobre derechos; en el mismo senti-
Incorporales las que consisten en me- do, constituyendo dos categorías tan
ros derechos, como los créditos, y las ser- diferentes, no se trata de una clasificación,
vidumbres activas” (art. 565). sino más bien de una arbitraria agrupa-
Para completar el cuadro positivo ción. Se ha reconocido aquella dificultad
deben agregarse de inmediato los lógica pero, con base en la dilatada tradi-
arts. 576: “Las cosas incorporales son ción, se destaca su utilidad en el tráfico
derechos reales o personales”, y 583: jurídico, en el que con frecuencia se ob-
“Sobre las cosas incorporales hay tam- serva a los derechos funcionando como
bién una especie de propiedad. Así, el objetos de derechos (de lo que la cesión
usufructuario tiene la propiedad de su de créditos es un notorio ejemplo).
derecho de usufructo”. Así, aparte del chileno, parece difícil
Después de permanecer mucho tiem- encontrar un ordenamiento en el que
po en la ley, esos textos han llegado a haya logrado tan destacada importancia.
ganar consagración constitucional (C. Conforme al texto, las cosas incorpo-
Pol., art. 19 Nº 24). rales son los derechos. Es claro entonces

17
Los bienes

que donde no hay derecho no hay cosa la legislación de arrendamiento rústico.


incorporal. Pero aquí (como en el con- Se dictó un cuerpo legal que extendió la
cepto de “bien”) vuelve a surgir la inte- duración mínima de esos arriendos (a un
rrogante de la patrimonialidad; es que plazo mínimo de diez años, cualquiera
todos los derechos son cosas incorpora- hubiera sido el plazo inferior pactado) y
les, incluso los extrapatrimoniales (como en sus disposiciones transitorias se orde-
los llamados “derechos de la persona”) o nó aplicable incluso a los contratos en
sólo los patrimoniales. En el sistema del actual vigencia. Entonces, arrendadores
Código, una alternativa es concluir que afectados sostuvieron que aquellas nor-
sólo lo son los patrimoniales; esta postu- mas los privaban del “derecho” a pedir la
ra puede ser sostenida si en el concepto restitución de sus inmuebles, lo que equi-
de “bien” ya se exige la patrimonialidad, valía a privarlos de una “cosa” de su do-
puesto que el texto dispone que son los minio (con cita de los tres preceptos antes
bienes los que contienen las cosas corpo- transcritos: 565, 576 y 583) y que esa ley
rales e incorporales; en el mismo sentido no reunía los requisitos de una ley ex-
puede añadirse que más adelante (en el propiatoria; en estas circunstancias, esa
art. 576) se dispone que se dividen en norma legal era inaplicable por inconsti-
reales y personales, y son los patrimonia- tucional. Los tribunales acogieron el plan-
les los que son así clasificados. Pero tam- teamiento.
bién se ha sostenido que son cosas Desde entonces, su aplicación ha ido
incorporales, haciendo prevalecer el con- aumentando incesantemente, el que se ha
cepto que el Código tiene de las cosas visto favorecido porque a aquella consagra-
incorporales; aunque no son bienes, son ción legal en los tres preceptos anotados se
“derechos” y, por tanto, son cosas incor- han agregado dos textos concurrentes de
porales (todo lo cual tiene importancia la Constitución: a) el art. 19 Nº 24 que, junto
para la posterior aplicación del art. 576, con proclamar la protección de la propie-
conforme al cual sobre las cosas incorpo- dad, consagra la propiedad sobre los dere-
rales hay una “especie” de propiedad). chos (sobre “toda clase de bienes, corporales
Por su parte, cuando el texto constitu- e incorporales”); b) el art. 20, que estable-
cional asegura a todas las personas el de- ce –como se sabe– el llamado recurso de
recho de propiedad sobre toda clase de protección, para proteger concretamente
bienes, corporales e incorporales, presen- diversos derechos constitucionales, entre
ta problemas semejantes (qué es bien y ellos el de propiedad.
qué es bien incorporal); como la Consti- Una observación de los casos en que
tución tiene sus propios elementos de in- se ha aplicado permite concluir que la
terpretación, lo antes dicho queda para anudación de estas dos decisiones: que
ella como una alternativa de comprensión. los derechos son cosas y que sobre estas
cosas (incorporales) hay también una es-
14. Aplicación. La aplicación práctica pecie de propiedad (sin mayor atención
de estos textos presenta en Chile una evo- a la prevención de que se trata de una
lución notable. “especie” de propiedad), ha orientado su
Durante mucho tiempo fue escasa- aplicación en el sentido de conferir pro-
mente aplicado. Pero desde fines de la tección a la generalidad de los derechos
década de los 60 del siglo recién pasado de los particulares (y aun más allá, como
ha ido en constante incremento, tanto lo diremos), lo que se traduce, por cier-
en el número de casos a los que se trata to, en un intenso fortalecimiento de ellos.
de aplicar, como en la naturaleza de los Esta protección se ha configurado,
derechos a los que se intenta extender. entre otros, en dos importantes campos,
En esa época se inició su empleo fre- cada uno con su propia vía:
cuente en la materia de vigencia de la ley a) En la protección de derechos ante
en el tiempo (retroactividad), respecto a agresiones legislativas, que se cometen a

18
Conceptos fundamentales y clasificaciones

través de la retroactividad. Si una ley dis- recho, expresamente se dispusiere retro-


pone que ella se aplicará incluso a situa- activa (dejando inaplicable para esa ma-
ciones ya producidas (por ej., una nueva teria el art. 9º citado), ahora, con este
ley de arrendamiento, que se dispone apli- planteamiento, mediante la protección
cable incluso a los contratos en actual constitucional, se logra rechazar las leyes
ejecución), y se detecta que vulnera un retroactivas cuando vulneren un derecho
derecho de un particular (arrendador o adquirido.
arrendatario), ya adquirido, se acude a Por último, debe advertirse que en la
aquel razonamiento, se propone que esa aplicación práctica de la materia queda
ley priva de la propiedad de ese derecho pendiente la precisión de algunos temas
y que, por tanto, es una ley expropiatoria (difíciles de abordar en abstracto). Entre
que, por no reunir los requisitos que la ellos:
Constitución exige para expropiar, es in- a) La distinción entre privación y res-
constitucional; y se concluye pidiendo la tricción de ejercicio, aplicada a un dere-
declaración de inaplicabilidad de esa ley, cho; cuándo una ley, acto o hecho, priva
por inconstitucional. de un derecho y cuándo sólo restringe su
b) En la protección de derechos ante ejercicio. La respuesta es importante por-
agresiones de una autoridad o de parti- que las normas constitucionales autori-
culares, que se cometen mediante actos zan al legislador disponer la privación del
administrativos o materiales, de variada dominio (o de sus atributos esenciales)
naturaleza, que se estiman ilegales o ar- sólo mediante ley expropiatoria (con va-
bitrarios. Entonces se plantea que tal rias exigencias), que no es necesaria para
acto o hecho, ilegal o arbitrario, importa introducir restricciones a su ejercicio
privación, perturbación o amenaza de de- (para más examen v. infra, Nº 57 bis).
terminado derecho del supuesto afecta- b) La calificación de derecho; qué
do, el cual acude al recurso de protección elemento(s) distingue(n) a un derecho
(art. 20 de la C. Pol.); y cuando observa de meras expectativas, simples facultades,
que ese derecho no está directamente pro- prerrogativas, situaciones, opciones, etc.
tegido por ese recurso, propone que, en La respuesta es importante porque son
todo caso, es dueño de ese derecho y, al los derechos los calificados de cosas in-
agredírsele (en forma de privación, per- corporales y, por tanto, sobre los que hay
turbación o amenaza), se le está agredien- (una especie de) propiedad.
do (en la misma forma) su derecho de c) La determinación del ámbito pro-
propiedad, derecho que sí es uno de los tegido; si todos los (auténticos) derechos
que están protegidos por ese recurso (in- (patrimoniales y extrapatrimoniales) que-
cluso, cuando el derecho supuestamente dan incluidos en la calificación de “cosas
afectado está directamente protegido, sue- incorporales”, o sólo alguna categoría, con
le sostenerse que el acto o hecho ha vul- la consecuencia de que sobre ellos hay
nerado aquel derecho y, además, el de (una especie de) propiedad y de que, por
propiedad sobre él). tanto, quedan amparados (a través de
Puede apreciarse que por esta vía ha ella).
sido enorme el fortalecimiento de los de- En las dos últimas precisiones la ju-
rechos individuales, de toda naturaleza. risprudencia, por una parte, ha debido
Concretamente, en materia de retroactivi- pronunciarse sobre variadas proposicio-
dad, su protección, inicialmente estable- nes y, por otra, ha resultado, al menos
cida sólo por ley (art. 9º del CC.), ha sido para decidir recursos de protección, ge-
por este camino elevada a rango consti- nerosa hasta el extremo.
tucional. Como la norma que impide la d) Aunque la Constitución ha conce-
retroactividad de las leyes es sólo una ley bido que hay, simplemente, propiedad
(el art. 9º del CC.), y podría, por tanto, sobre los bienes incorporales, para algu-
dictarse una ley que, privando de un de- nos particulares efectos y aun, en alguna

19
Los bienes

medida para la interpretación de la nor- en conjunto el derecho real y el perso-


ma constitucional, cuál es el sentido de nal; han sido resumidas en nuestro texto
la expresión “especie de propiedad” em- de Obligaciones, que luego será citado).
pleada en el art. 583 del Código. Se hará referencia aquí sólo al plantea-
miento, bastante difundido, de la llama-
15. Con base en la formulada califica- da “obligación pasivamente universal”. Se
ción del Código (bienes incorporales) se entiende que entre el derecho real y el
tratará a continuación de los conceptos derecho personal no existe una diferen-
de derechos real y personal. Las clasifica- cia substancial. En último término, el
ciones posteriores se establecen con refe- derecho real también importa una rela-
rencia fundamental a los bienes corporales. ción entre sujetos, pero mientras en el
derecho personal dicha relación se pro-
16. Bienes incorporales. Como se ha duce entre acreedor y deudor, recayendo
dicho, según el Código “son derechos rea- sobre la prestación, en el derecho real
les o personales” (art. 576). esa relación tiene lugar entre el titular y
el resto de las personas, recayendo, des-
17. A) Derechos reales. El Código de- de luego, sobre la cosa de que se trata;
fine el derecho real adoptando un con- de este modo, el titular tiene el derecho
cepto que es considerado el clásico de que se respete por todos el ejercicio
(art. 577). Se concibe como una relación de sus facultades sobre la cosa, y todos
persona-cosa, inmediata, absoluta; un de- los demás, la obligación de ese respeto,
recho en la cosa (ius in re). Puede enten- absteniéndose de perturbarlo.
derse como un “poder o señorío” que tiene Clasificación. El contenido de los dis-
un sujeto sobre una cosa. Cuando ese po- tintos derechos reales conduce a agru-
der es completo, total, se está en presen- parlos en derechos reales de goce y de
cia del derecho real máximo, el dominio; garantía.
pero puede ser parcial, incompleto, lo que Los derechos reales de goce permiten la
acontece en los demás derechos reales utilización directa de la cosa (uso, per-
(usufructo, prenda, hipoteca). El titular cepción de frutos). El primero de ellos,
es una persona, pero pueden también ser el más completo, es el de dominio; junto
varias (como en la copropiedad). Y, debi- a él están otros con facultades limitadas:
do a ese poderío directo, la cosa ha de ser usufructo, uso, servidumbre.
siempre determinada. Si debe necesaria- Los derechos reales de garantía permiten
mente ser corporal o podría ser incorpo- utilizar la cosa indirectamente, por su va-
ral, nos lleva nuevamente al problema del lor de cambio; contienen la facultad de
concepto de cosa, ya referido, y que esta- lograr, con el auxilio de la justicia, su ena-
rá siempre presente en el estudio del De- jenación para obtener con el producto
recho de los bienes. una prestación incumplida (prenda, hi-
Pero esa concepción del derecho real poteca).
como una relación persona-cosa ha sido En otro sentido, el carácter integral
intensamente discutida; se objeta que es del derecho de dominio conduce a con-
impropio concebir una relación entre una siderarlo separadamente, formando cate-
persona y una cosa, en circunstancias que goría, ante los demás que, en conjunto,
en Derecho las relaciones jurídicas se es- suelen denominarse “derechos reales en
tablecen entre sujetos, y es el objeto de cosa ajena”.
esa relación el que podrá recaer sobre La reserva legal en la creación de derechos
una cosa. reales. Por sus caracteres (como se verá lue-
Por la disconformidad con aquella go) los derechos personales son infinitos;
noción han surgido numerosas proposi- tantos cuanto los particulares acuerden,
ciones para la concepción del derecho con las modalidades que les impriman sus
real (que –como es comprensible– tratan convenios. Es antigua la discrepancia acer-

20
Conceptos fundamentales y clasificaciones

ca de la actitud que debe adoptarse res- nacionales (como el derecho de aprove-


pecto de los derechos reales: si la crea- chamiento de aguas, el del concesiona-
ción de derechos reales (tipos) debe rio; sus peculiaridades requieren un
quedar entregada a la voluntad de los par- análisis especial, que trata la disciplina
ticulares (numerus apertus) o debe quedar correspondiente). En cuanto al origen
limitada por la ley, en términos de que (sólo legal o también por los particula-
sólo la ley puede establecer cuáles son los res) el Código no formula declaración;
derechos reales admitidos (numerus clau- atendidos los textos y los fundamentos
sus). En favor del número abierto se adu- antes enunciados, predomina la conclu-
ce, principalmente, la autonomía de la sión de que sólo la ley puede crearlos; lo
voluntad y la mejor posibilidad de ade- compartimos (la opinión discrepante pos-
cuarse a las necesidades de los negocios. tula que son admisibles ciertos derechos
Para el número cerrado hay fundamentos reales no contemplados en la ley, con el
de orden político-económico; el carácter fundamento de que no hay norma que
de orden público que tienen las normas expresamente imponga reserva legal, y lle-
sobre la organización de la propiedad, en gó con la proposición de admitir el dere-
esta materia impide que se convengan va- cho de superficie, conocido en doctrina y
riadas vinculaciones que entrabarían la cir- legislaciones extranjeras).
culación de los bienes, conduciendo a un Aunque puede haber quedado claro,
trastorno del régimen económico (lleván- conviene precisar que la voluntad de los
dolo a caracteres feudales); en este mis- particulares es generalmente la que ori-
mo sentido, y con componentes técnico y gina los derechos reales en concreto. Así,
práctico, se observa que ostentando el de- para que se configure un usufructo será
recho real una respetabilidad universal necesario que un sujeto se lo conceda a
(erga omnes) para cumplir con ese respeto otro en un convenio, en un testamento;
es indispensable que esté bien determina- incluso en casos como el usufructo legal
do, bien definido y conocido: su conteni- del padre o del marido, hace falta que
do, alcance y restricciones; difusos o para que tengan lugar, junto al precepto
desconocidos estos caracteres, no es pro- legal que los establece se agreguen otros
cedente exigir aquel respeto; y una liber- supuestos (que haya matrimonio, por ej.),
tad de los particulares para su constitución en los que es decisiva la voluntad de los
conduce a una imposibilidad o, al menos, particulares. Pero el usufructo, como fi-
a una intensa dificultad en aquella defini- gura jurídica, está previamente diseñado
ción y su conocimiento. en la ley; de modo que cuando se plan-
Los Códigos frecuentemente omiten tea el problema de si los particulares pue-
un formal pronunciamiento sobre el di- den crear derechos reales, lo que se
lema, circunstancia que favorece la dis- discute es si ellos podrían elaborar, en
cusión. Actualmente, en la doctrina y en sus pactos, un derecho real no contem-
las legislaciones (con interpretación doc- plado en abstracto por los textos legales.
trinaria donde los textos lo permiten) pa-
rece prevalecer la decisión del número 18. B) Derechos personales. También
cerrado. lo define el Código (art. 578). En otros
Entre nosotros, con un anuncio no términos, es el vínculo obligatorio en el
del todo definitorio (“Son derechos rea- extremo del acreedor; es la contraparti-
les”), el art. 577 menciona un conjunto da de la obligación del deudor. Un acree-
que no ha resultado taxativo. Desde lue- dor, un deudor y una prestación (dar,
go, casi a continuación de aquel precep- hacer o no hacer) constituyen los elemen-
to el Código agrega uno más (art. 579). tos de la relación. El acreedor tiene el
Deben considerarse también los denomi- derecho a exigir al deudor la prestación
nados “derechos reales administrativos”, y el deudor la obligación de efectuarla al
que consagran algunos textos legales acreedor (el tema tiene reservado un ca-

21
Los bienes

pítulo especial, el Derecho de obligacio- cida para ellos una especial protección,
nes). recogida en la generalidad de las codifica-
ciones. Sin embargo, el progreso de la in-
19. Las acciones. Luego de definir el dustria ha originado la producción de
derecho real y el derecho personal, el muchos bienes muebles (instrumentos
Código declara que de ellos nacen, res- electrónicos, medios de transporte, obje-
pectivamente, las acciones reales y las ac- tos de propiedad intelectual, etc.), cuyo
ciones personales (arts. 577 y 578). En el valor puede llegar a superar el de los in-
Derecho adjetivo contemporáneo es muy muebles. Por otra parte, la producción en
discutido, y más bien negado, que la ac- gran escala, que necesita de cuantiosos re-
ción emane del derecho (en todo caso, cursos económicos para sus instalaciones
el análisis jurídico de la acción es mate- industriales, ha motivado el surgimiento
ria propia del Derecho procesal). de ciertas instituciones jurídicas, como las
sociedades de capital, que a su vez ha de-
20. Referencia a una clasificación. Des- rivado en una particular “movilización de
pués de enunciar los conceptos anterio- los inmuebles”, al existir ciertos títulos
res, el Código aplica a los derechos y (como las acciones), representativos del
acciones la clasificación de los bienes cor- valor de una parte del haber social y que
porales en muebles e inmuebles (art. 580); pueden transferirse fácilmente. Siempre los
son muebles e inmuebles según lo sea la inmuebles –por naturaleza– se han traspa-
cosa en que han de ejercerse (derechos sado de un sujeto a otro sólo en los títulos
reales) o que se debe (derechos persona- (y conviene recordarlo), pero con estas
les); y agrega que los hechos que se de- sociedades tales transferencias, y parciales,
ben se reputan muebles (art. 581). se multiplican notablemente.
Con lo expuesto puede concluirse:
primero, que el aparecimiento de muchos
2) BIENES MUEBLES E INMUEBLES muebles de valor debe llevar, y ha lleva-
do, al legislador a proteger algunos de
21. Advertencia. Según se ha dicho, ellos, dictándose al efecto normas espe-
esta clasificación es aplicable tanto a los ciales; entonces, la protección a los in-
bienes corporales como a los incorpora- muebles, como uno de los fundamentos
les (arts. 566 y 580); como ya se ha trata- de la distinción, se debilita (pero mantie-
do de éstos, lo que sigue está referido ne su interés debido a que por su diversa
fundamentalmente a los corporales. naturaleza y utilidad estos bienes siguen
recibiendo distinto tratamiento jurídico);
22. Formulación. “Las cosas corpora- y segundo que, como puede verse corrien-
les se dividen en muebles e inmuebles” temente, el desarrollo de las áreas urba-
(art. 566). nas y específicamente del comercio, ha
Nacida en el Derecho romano, pau- ido también incrementando el valor de
latinamente esta clasificación fue adqui- los inmuebles: por su utilidad mercantil,
riendo importancia, hasta transformarse en sectores céntricos de las ciudades alcan-
en una de las fundamentales, si no en la zan valores excepcionales; y, concretados
más importante, de las clasificaciones de en una edificación habitacional, siguen
los bienes; la naturaleza y el rol económi- ostentando una demanda bastante segu-
co distintos imponen diversidad de nor- ra y en gran cantidad. En este sentido es
mas en muchas materias. fácil constatar que, en contrapartida del
Por largo tiempo, y hasta la llegada aumento de muebles valiosos, con el pro-
del desarrollo industrial, los inmuebles (el greso económico general los inmuebles
suelo) constituían el bien económico por están recibiendo una constante mejoría
excelencia, representantes de poder y pres- material que incrementa su valor; en el
tigio; desde entonces ha quedado estable- medio urbano, en obras de urbanización

22
Conceptos fundamentales y clasificaciones

y nuevas edificaciones habitacionales, co- sea un mueble o un inmueble (arts. 2384


merciales e industriales, y en el medio y 2407).
rural, en plantaciones (de bosques y fru-
tales) y en instalaciones industriales, 24. A) Bienes muebles. Los define el
agroindustriales, mineras, hidráulicas. art. 567. A su vez, se subclasifican en:
1º) Muebles por naturaleza, que se ajus-
23. Aplicación. En Derecho positivo tan al concepto del precepto citado; y
son innumerables las disposiciones que 2º) Muebles por anticipación. Los con-
establecen la diferencia; se señalarán algu- sagra el art. 571. Con esta disposición, son
nas contenidas en el Código, la mayoría ciertos bienes inmuebles por naturaleza,
de las cuales constituyen protección para por adherencia o por destinación que,
los inmuebles: para el efecto de constituir un derecho
a) La compraventa de Bienes Raíces sobre ellos en favor de otra persona que
es solemne, requiere escritura pública; la el dueño, se reputan muebles antes de su
de muebles es simplemente consensual separación del inmueble al que pertene-
(art. 1801). cen.
b) La tradición de los inmuebles se Y al reputarse muebles, se les aplican
efectúa por la inscripción del título en el todas las normas de éstos, cuando se tra-
Registro del Conservador de Bienes Raí- ta de constituir derechos sobre ellos a
ces (art. 686); la de los muebles se efec- favor de terceros (de ahí, por ej., la dis-
túa por la entrega material o por diversas posición del art. 1801, inc. 3º).
formas simbólicas (art. 684). Con el fin de aclarar la acepción del
c) Para ganar por prescripción ordi- término “muebles”, de frecuente uso, exis-
naria el dominio de inmuebles es necesa- ten algunas disposiciones especiales, como
rio poseerlos por un plazo mayor que el las de los arts. 574 y 1121.
exigido para los muebles (art. 2508). Para los documentos como cosas hay
d) Cuando se transmiten inmuebles varios textos especiales (para las energías,
por sucesión por causa de muerte, para que Códigos del siglo XX califican de co-
que los herederos puedan disponer de sas muebles, v. supra, Nº 4 y nota).
ellos es necesario cumplir con ciertas di-
ligencias que no se exigen tratándose de 25. B) Bienes inmuebles. El concepto
muebles (art. 688). es consignado en el art. 568. Debido a
e) En las reglas de la sociedad conyu- que el legislador considera jurídicamen-
gal se establece que los inmuebles que se te como inmuebles a ciertos bienes que
hayan aportado o que los cónyuges ad- naturalmente no lo son, se ha formulado
quieren durante el matrimonio a título una conocida distinción:
gratuito, pertenecen al haber del respec- 1º) Inmuebles por naturaleza. Correspon-
tivo cónyuge; los muebles que los cónyu- den al contenido de la disposición referi-
ges aportan o adquieren a cualquier título da (sobre los límites y las dificultades en
durante el matrimonio, forman parte del su individualización, v. infra, Nos 63 y 264).
haber social (arts. 1725 y sgts.). 2º) Inmuebles por adherencia. Del art. 568
f) La acción rescisoria por lesión enor- se desprende que son ciertos bienes que,
me procede sólo en la compraventa y per- siendo muebles, se reputan inmuebles por
muta de inmuebles (art. 1891). estar adheridos permanentemente a un
g) La enajenación de inmuebles del inmueble. Y con esto se concluye que es
pupilo debe efectuarse con ciertas forma- necesario que el bien esté adherido al in-
lidades, como la pública subasta previo mueble, según el tenor del art. 568, y que
decreto judicial (arts. 393 y 394). la adherencia sea permanente.
h) Tratándose de cauciones reales, se Conviene aclarar que mientras per-
establecen dos instituciones diferentes, la manecen adheridos a su fuente de ori-
prenda y la hipoteca, según la garantía gen, los productos de la tierra y los frutos

23
Los bienes

de los árboles son inmuebles, pues for- transitoriamente alejados de él. Se ha sos-
man con ella un solo todo; separados per- tenido que es necesario que este destino
manentemente, son muebles; y se reputan sea conferido al bien por el dueño del
muebles, según ya se ha dicho, antes de inmueble; algunos de los ejemplos que
su separación, para los efectos de consti- menciona el art. 570 exigen este requisi-
tuir derechos sobre ellos en favor de otra to y en tales situaciones no puede discu-
persona que el dueño. tirse, pero la ley no lo establece en
Ha sido discutida la calificación de términos generales, por lo que es discuti-
inmuebles por adherencia de ciertas cons- ble la exigencia.
trucciones, como puentes, líneas telegrá- Debe reconocerse, en fin, que para
ficas, eléctricas, etc. También la de edifi- solucionar las múltiples situaciones que
caciones construidas en terreno ajeno; pueden producirse sobre la calificación de
se las ha calificado ya de inmuebles por bienes en estas categorías (y sobre lo cual
adherencia, ya de muebles por anticipa- hay abundante jurisprudencia) deben te-
ción. En las soluciones influyen, princi- nerse en cuenta las particularidades ma-
palmente, las características materiales de teriales y circunstancias del caso. Se ha
la adherencia, más o menos permanente; resuelto que en el proceso de esta califi-
se ha pretendido que también influye el cación hay cuestiones de hecho y de De-
dominio de la construcción, de modo que recho. Así, determinar si un bien que no
si fue un tercero el que construyó (no el es inmueble por naturaleza, está o no des-
dueño del suelo), debería concluirse que tinado al uso, cultivo o beneficio de un
es mueble (con el art. 571); no parece inmueble, es una cuestión de hecho, que
aceptable esa afirmación y el precepto ci- depende de la observación de circunstan-
tado no se refiere a esta situación. cias materiales; en tanto que, establecido
3º) Inmuebles por destinación. Con el ese destino, determinar (calificar) si es o
art. 570, son ciertos bienes muebles que no inmueble por destinación, es una cues-
la ley reputa inmuebles por estar perma- tión de Derecho.
nentemente destinados al uso, cultivo o
beneficio de un inmueble. 26. Inmuebles (predios) rústicos y no
Para reputar inmuebles a estos bie- rústicos; urbanos y rurales. Desde hace
nes la consideración es eminentemente ya varias décadas, en el Derecho chileno
práctica y fácil de percibir; se trata de ha ido adquiriendo interés una subclasi-
evitar el menoscabo de ciertos bienes que ficación de los inmuebles, como conse-
para su mejor aprovechamiento requie- cuencia de la dictación de estatutos dife-
ren de otros elementos complementarios renciados para la actividad agropecuaria
(los arts. 1118, 1121 y 2420 obedecen al y el desarrollo urbano. Originariamente,
mismo objetivo). Como consecuencia, ce- las diferencias surgen: por las caracterís-
lebrado un acto jurídico sobre un inmue- ticas físicas del suelo (que a veces confor-
ble sin especificar la suerte de tales ma, por ej., una montaña de aptitud fo-
objetos, ellos se entienden incluidos; restal y otras una llanura de aptitud
pero la voluntad de las partes puede ex- agrícola) y por la decisión de instalarse
cluirlos. un asentamiento humano (con el que sur-
Con las disposiciones del Código, se ge la ciudad). La situación se torna más
entiende que el bien debe estar destina- compleja a medida que se toman en con-
do al uso, cultivo o beneficio del inmue- sideración más factores, que se configu-
ble (no del propietario del inmueble) y ran principalmente por la interacción de
el destino debe ser permanente. Se ha condiciones o aptitudes naturales del sue-
exigido también que debe estar en el in- lo con la industria humana. En el medio
mueble, debido a que es éste el que co- rural surgen las actividades agrícola, ga-
munica su carácter; pero habría que nadera, forestal; más aún, aparece la acti-
aceptar, en todo caso, que pueden estar vidad minera y la necesidad de regular el

24
Conceptos fundamentales y clasificaciones

uso del agua; incluso se generan activida- que, por obedecer a distintos criterios, esos
des ostensiblemente mixtas, como la agro- términos pueden coexistir (un predio pue-
industrial (con el procesamiento de ali- de ser urbano y rústico). Así, se ha defini-
mentos en el sector de origen) o la do el predio rústico como “todo inmueble
foresto-industrial (por ej., con las plantas susceptible de uso agrícola, ganadero o
de celulosa). En el urbano la compleji- forestal, esté situado en sectores urbanos
dad es producida por el crecimiento de o rurales” (art. 1º, letra a) de la derogada
la ciudad y las variadas actividades que la ley 16.640, de Reforma Agraria). Los que
población reunida decide emprender (el no sean susceptibles de aquellos usos, hay
tema requiere también de análisis a pro- que considerarlos, en consecuencia, pre-
pósito del derecho de propiedad, por lo dios no rústicos. En cambio, hay que en-
que más adelante se efectuarán otras re- tender por predio urbano todo inmueble
ferencias). que se encuentre situado dentro del lími-
Explicablemente, entonces, la legisla- te urbano de las ciudades, y por predio
ción ha sido frondosa y cambiante; y –como rural el que se encuentre ubicado fuera
se insinuó– sectorizada (aunque perma- de ese límite (que es una línea imaginaria
necen normas comunes: las fundamenta- trazada en torno a cada ciudad, en con-
les sobre propiedad, implantadas en la formidad a la legislación pertinente; v. in-
Constitución; en gran medida las del Có- fra, Nº 57 quáter).
digo Civil; incluso las de algunas leyes es- Como puede apreciarse, mientras la
peciales, como el DL. 2.695 sobre sanea- clasificación de inmuebles en rústicos y
miento de títulos de dominio). no rústicos se basa en un criterio funcio-
A diferencia de lo que acontece en nal, la distinción entre urbanos y rurales
otros ordenamientos, entre nosotros, en se funda en un criterio geográfico. Ese dis-
el medio rural, la legislación no está re- tinto criterio clasificador trae como con-
unida en un cuerpo orgánico y ni siquie- secuencia que en un inmueble determi-
ra es posible destacar algunos textos nado ambas clasificaciones pueden
calificables de fundamentales; simplemen- coexistir, y hay inmuebles que son rústi-
te existe una multitud de normas espe- cos y urbanos (porque son susceptibles
cializadas (si alguno debe mencionarse de uso agrícola... y están ubicados dentro
en primer término ha de ser el DL. 3.516). del radio urbano de una ciudad).
En el ámbito urbanístico los textos fun- Si se utilizara una sola de estas clasifica-
damentales son la Ley General de Urba- ciones, al dictarse normas para el ámbito
nismo y Construcciones y la Ordenanza agrario como opuestas a las dictadas para
General de Edificación y Urbanización. el de las ciudades, se evitarían dificultades
El contenido de esta legislación es de (en materia de subdivisiones de inmuebles,
suficiente complejidad y volumen como por ej., ha habido textos legales que para
para dedicarle estudios especializados subdividir predios “urbanos” ordenan ob-
(por eso es que aquí sólo se ha observa- tener autorización de cierta autoridad, y
do esa notable diferenciación, con algu- para subdividir predios “rústicos”, requiere
nas explicaciones). Se hace necesaria, sí, la autorización de otra, originándose así un
una precisión conceptual (considerando conflicto cuando el predio es simultánea-
que estamos formulando clasificaciones mente urbano y rústico).
de los bienes). El Código hace también referencia a
Los numerosos textos relativos a estas esta distinción (por ej., arts. 407, 1749,
materias han incurrido en una confusión 1756), pero al no consignarse en él un
terminológica que ha provocado algunos concepto de predio rústico de orden fun-
conflictos; en algunas ocasiones se han cional, parece aceptable concluir que uti-
dictado disposiciones para los predios ur- lizó la base de ubicación geográfica, que
banos y luego para predios rústicos, con ha sido la habitualmente empleada (v.
contenido excluyente, en circunstancias además, infra, Nº 57 quáter).

25
Los bienes

3) BIENES MEDIOS DE te de un) medio de producción (por ej.,


PRODUCCIÓN Y BIENES DE cuando se encuentra formando parte de
CONSUMO una unidad económica mayor).
La importancia de la clasificación es
27. Conceptos. En términos genera- evidente; ella permite constatar claramen-
les, medios de producción son bienes des- te cómo la función económica de los dis-
tinados a producir otros bienes. Bienes tintos bienes influye decisivamente en su
de consumo son aquellos destinados di- tratamiento jurídico. Usándola, las doc-
rectamente a la satisfacción de necesida- trinas que propician una socialización o
des personales. colectivización en las estructuras econó-
Conviene aquí destacar dos observa- micas proponen la inapropiabilidad por
ciones: los particulares de los medios de produc-
a) Por la finalidad productiva que los ción, los cuales –postulan– deben perma-
caracteriza, los medios de producción son, necer en dominio de la sociedad, repre-
generalmente, de estructura compleja y de sentada por el Estado.
apreciable valor. Esa estructura y ese valor En todo caso, las legislaciones de los
varían enormemente; el incremento del países que no se incorporan al plantea-
proceso productivo tanto en cantidad miento mencionado contienen normas
como en diversidad de bienes producidos que excepcionalmente establecen la in-
explica fácilmente la complejidad y varie- apropiabilidad de algunos medios de pro-
dad que presentan estos bienes. Es bas- ducción de la economía del país respecti-
tante común que cuenten entre sus com- vo, como las industrias o actividades
ponentes con uno o más bienes raíces que denominadas “estratégicas”, particularmen-
les sirven de asiento; la fábrica, medio de te fundamentales para el desarrollo eco-
producción por excelencia, exhibe como nómico nacional. Matizando los principios
uno de sus elementos substanciales un pre- referidos, en algunas legislaciones se in-
dio en donde se instalan los demás ele- troducen las organizaciones de cooperati-
mentos que la componen. Desde el punto vas y de autogestión, en las que la propie-
de vista del Derecho Civil patrimonial pue- dad de ciertos medios de producción
de apreciarse que, constituyendo estos me- queda entregada no a la colectividad sino
dios de producción una agrupación orga- a quienes laboran en ellos.
nizada y armónica de bienes –usualmente Entre nosotros, la C. Pol. establece
siguiendo principios científicos y técnicos– unas normas que a este respecto resultan
cada uno de estos componentes es, a su trascendentales: las del art. 19 Nos 21 a
vez, susceptible de clasificarse en las cate- 25 (v. además, infra, Nos 45 y 57).
gorías tradicionales de bienes, especialmen- Por último, en los bienes de consumo
te entre muebles e inmuebles. Pero ade- suele distinguirse entre esenciales y no esen-
más, con el concepto amplio de inmuebles ciales, considerando su carácter de impres-
ya examinado, que comprende tanto los cindibles o no para la normal subsistencia
inmuebles por naturaleza como los por y desenvolvimiento de las personas (ali-
adherencia y destino, un medio de pro- mentos básicos, como pan, azúcar, leche;
ducción (como un solo todo) puede ser vestuario de uso ordinario; etc., pertene-
calificado como un inmueble, partiendo cen a los bienes de consumo esenciales,
del asiento territorial a que hemos hecho que entre nosotros han sido denominados
referencia. Pueden también constituir una “artículos de primera necesidad”). Por cier-
universalidad, según se dirá más adelante. to, la línea divisoria es difusa (quedando
b) Con frecuencia la calificación de muchos en dudosa calificación).
un bien determinado es dependiente de Las normas legales sobre fijación de
su situación respecto de otros; en ciertas precios máximos, de almacenamiento y
condiciones un bien puede ser de consu- distribución, han ido configurando posi-
mo, en tanto que en otras puede ser (par- tivamente la subdistinción.

26
Conceptos fundamentales y clasificaciones

4) BIENES CONSUMIBLES Y NO terioro ocasionado por el uso, deterioro


CONSUMIBLES que en determinadas situaciones es con-
siderado por la ley para ciertos efectos.
28. Conceptos. Por su naturaleza, esta Algunos autores llegan a configurar una
clasificación es aplicable sólo a los bienes categoría especial, la de los bienes
muebles. Se encuentra confusamente con- deteriorables, intermedia entre los con-
tenida en el art. 575 del CC. sumibles y los no consumibles.
Se ha llegado a precisar en esta clasi- Esta clasificación, en sus nociones obje-
ficación una distinción entre consumibi- tiva y subjetiva, aunque principalmente en
lidad objetiva y subjetiva. la primera, tiene importancia en la celebra-
Son objetivamente consumibles los bie- ción y ejecución de ciertos actos que otor-
nes que atendida su natural función se gan derechos sólo de uso y goce de una
destruyen por el primer uso. Y se conci- cosa, que posteriormente debe restituirse.
ben una destrucción natural y una civil. Así, por ejemplo, el usufructo no puede re-
Se destruyen naturalmente si desapare- caer sobre una cosa consumible, que pre-
cen físicamente o sufren una alteración tende utilizarse en su natural destino.
substancial; se destruyen civilmente si su Dentro de los bienes consumibles hay
uso implica enajenación. Así, los alimen- una categoría especial, la de los bienes
tos son naturalmente consumibles (pues llamados “corruptibles”, que deben con-
se alteran substancialmente o desapare- sumirse en breve tiempo, pues pronto
cen con el primer uso); las monedas son pierden su aptitud para el consumo; como
civilmente consumibles (pues su uso algunas frutas, ciertos medicamentos, etc.
implica enajenarlas). Son objetivamente no Considerando tales características, en oca-
consumibles los bienes que, considerando siones la ley los somete a un tratamiento
su natural función, no se destruyen ni especial (así, por ej., arts. 488 del CC. y
natural ni civilmente por el primer uso 483 del CPC.).
(como una mesa, un automóvil).
Son subjetivamente consumibles los bienes
que, atendido el destino que les asigna su 5) BIENES FUNGIBLES Y NO
actual titular, su primer uso importa enaje- FUNGIBLES
narlos o destruirlos. Son subjetivamente no con-
sumibles los bienes que, atendido ese destino, 29. Conceptos. No obstante los diver-
su primer uso no importa enajenarlos. sos criterios existentes para abordar esta
Combinando ambas clases de consu- clasificación, en general puede decirse que
mibilidad, puede haber bienes que per- son fungibles las cosas que por presentar
tenecen a una de las consumibilidades y entre sí una igualdad de hecho, se les con-
no a la otra. Por ejemplo, los libros de sidera como de igual poder liberatorio.
una librería son consumibles subjetiva- En orientación exclusivamente física, son
mente para el librero, pero son no bienes fungibles los que pertenecen a un
consumibles objetivamente; una botella mismo género y se encuentran en el mis-
de licor o un elaborado producto alimen- mo estado.
ticio son objetivamente consumibles, pero, La noción es, en todo caso, objetiva,
destinados a exposiciones o muestras, son en oposición a otra subjetiva a que luego
subjetivamente no consumibles. En otros se hará referencia.
casos, el bien es consumible desde am- Esta clasificación y sus aplicaciones se
bos puntos de vista, como los alimentos han ido extendiendo debido al incremen-
de un almacén, que son consumibles sub- to de la producción industrial masificada
jetivamente para el almacenero, y tam- que crea, en grandes cantidades, bienes
bién objetivamente consumibles. de iguales características y funciones.
Por cierto, el carácter no consumible Sin embargo, la noción de fungibili-
de un bien no se opone al paulatino de- dad sólo puede plantearse en términos

27
Los bienes

generales, que necesitan de adaptación a consumibles pertenecen a las fungibles, sig-


las variadas circunstancias en que se apli- nificando que las cosas consumibles son una
ca, esto es, cuando en una relación de- especie de las fungibles, un grupo de ellas.
terminada se pretende reemplazar un A propósito de esta misma disposición
objeto por otro. Además, la similitud es conviene aclarar la situación de las espe-
un calificativo graduable y, entonces, casi cies monetarias; sin duda son fungibles,
siempre la fungibilidad va a depender del ya que las de igual valor tienen idéntico
grado con que esa semejanza se exija. poder liberatorio; y además son consumi-
Desde otro punto de vista, el concep- bles, pues empleadas en su normal desti-
to amplio inicialmente expuesto permite no, perecen, desaparecen, se destruyen
aplicarlo no sólo a las cosas, sino también civilmente con el primer uso. Cuando el
a los hechos. Así, habrá hechos que se Código afirma “en cuanto perecen para
considerarán fungibles (como aquellos el que las emplea como tales, son cosas
cuya ejecución no requiere de condiciones fungibles”, debe enmendarse el último
o destrezas especiales), y otros no (como término y concluir “consumibles”.
la pintura de un cuadro, en que tiene im- En todo caso, son muchas las oportuni-
portancia la persona que lo ejecuta). dades en que se hace referencia a las cosas
En cuanto a la naturaleza mueble o fungibles (arts. 764, 1656, 2196, 2198, etc.).
inmueble de los bienes, aunque habitual-
mente la fungibilidad objetiva es aplica- 31. Fungibilidad subjetiva. Sin que sea
da a los muebles, en ciertas situaciones aceptada unánimemente, se ha propues-
es también aplicable a los inmuebles to una acepción subjetiva de la fungibili-
(como en los lotes de terrenos, sitios). dad. Conforme a ella, dos o más cosas
En el CC. chileno parece aplicarse sólo a son subjetivamente fungibles cuando el
los muebles (art. 575, inc. 1º). interesado les atribuye igual valor econó-
mico y de uso y, en todo caso, igual po-
30. Consumibilidad y fungibilidad. Ge- der liberatorio, sin que intervenga el va-
neralmente, las cosas consumibles son al lor de afección (tal ocurre, por ej., con
mismo tiempo fungibles (así ocurre, por una persona que necesitando un auto-
ej., con la mayoría de los alimentos); pero móvil y un camión, acepta recibir uno,
ambos caracteres no van necesariamente luego de pagar el precio del otro).
unidos. Hay bienes consumibles no fungi- Con esta noción, hay cosas que, sien-
bles (como una bebida exclusiva y cuida- do objetivamente fungibles, subjetivamen-
dosamente preparada). Y hay bienes fun- te pueden no serlo; ocurre principalmen-
gibles no consumibles objetivamente te cuando está presente el llamado valor
(como los libros de una misma edición, de afección (así, un reloj corriente, como
las varias reproducciones de una obra de muchos, por ser un antiguo recuerdo de
arte). Entonces, sólo puede afirmarse que familia puede no ser fungible para su ac-
a menudo concurren ambos caracteres, tual propietario).
pero son independientes. Acogida esta idea de fungibilidad sub-
Una apreciación general permite con- jetiva adquiere importancia en institucio-
cluir que la fungibilidad es más frecuen- nes como la dación en pago, las obliga-
te que la consumibilidad, ya que muy co- ciones alternativas, la compensación
rrientemente la fungibilidad concurre en convencional.
las cosas consumibles y además se pre-
senta sola; así acontece en todos los artícu-
los de uso habitual, durables, generalmen- 6) BIENES PRINCIPALES Y
te producidos en serie. ACCESORIOS
Lo anterior puede servir como explica-
ción de la confusión en que incurre el 32. Conceptos. Bienes principales son
art. 575 del Código, según el cual las cosas aquellos que tienen existencia indepen-

28
Conceptos fundamentales y clasificaciones

diente, sin necesidad de otros. Bienes ac- que están destinadas al uso, cultivo o be-
cesorios, los que están subordinados a neficio de otro mueble o inmueble (la
otros sin los cuales no pueden subsistir vaina de una espada, los implementos de
(el suelo es un ejemplo de la primera labranza –llamados entre nosotros inmue-
clase; los árboles, de la segunda). bles por destinación–, etc.);
El Código no formula esta clasifica- c) Cosas accesorias en sentido estricto: al-
ción pero la reconoce implícitamente en gunos autores llaman así a cosas que sin
muchas de sus disposiciones (por ej., ser integrantes ni pertenencias de otra, por
arts. 587, 1122, 1127, 1830). voluntad de las partes se incluyen en otra
La clasificación no sólo se aplica a los que se reputa principal, sin tener con ésta
bienes corporales; también a los incorpo- una unidad de destino económico.
rales o derechos (así, por ej., la servidum- Sin formular estos conceptos, el Có-
bre es accesoria del derecho de dominio digo da reglas sobre el dominio de estas
sobre el predio en que la servidumbre se clases de cosas utilizando siempre el
ejerce, la hipoteca es accesoria del crédi- principio de que lo accesorio sigue la suer-
to que garantiza, etc.). te de lo principal pero basándose, como
Son varios los factores que se consi- se ha dicho, en diversos criterios (se volve-
deran para decidir, entre dos o más co- rá sobre el punto al tratar la accesión; v.
sas, cuál es accesoria de la otra. El más infra, Nº 90).
frecuentemente considerado es el de sub-
sistencia (por lo que tal factor se incor-
pora al concepto), pero son muchas las 7) BIENES DIVISIBLES E
situaciones en que se atiende a otros: el INDIVISIBLES
valor (como en la relación motor-com-
bustible); la finalidad (como en la rela- 34. Conceptos. Desde un punto de
ción vaina-sable); el volumen, etc. En la vista físico, todos los bienes corporales
adjunción, los arts. 659, 660 y 661 apli- son divisibles, y es conocido el avance de
can estos criterios para determinar la ac- las ciencias naturales en la búsqueda de
cesoriedad y, en consecuencia, decidir la la unidad mínima de materia.
suerte de los bienes adjuntos. Jurídicamente, hay dos conceptos de di-
La clasificación tiene importancia de- visibilidad, uno material y otro intelec-
bido a la existencia del principio de que tual.
lo accesorio sigue la suerte de lo princi- a) Son materialmente divisibles los bie-
pal. Así, traspasado un derecho sobre una nes que al ser fraccionados cada parte man-
cosa principal, generalmente se entiende tiene la estructura, función y valor pro-
traspasado el derecho sobre las acceso- porcional del todo original (no pierde la
rias; extinguido un derecho sobre una homogeneidad, función ni valor propor-
cosa principal, se extingue el derecho so- cional). Un líquido (como el agua) es di-
bre las accesorias. visible; un animal es indivisible (al fraccio-
Hay autores, e incluso ciertas legisla- narlo, cada porción tendrá una estructura
ciones, que distinguen tres especies de distinta a la del animal fraccionado y, ade-
cosas accesorias. más, no cumplirá –en proporción– su fun-
ción); un diamante generalmente será in-
33. a) Partes integrantes: sin ostentar divisible, porque al fraccionarlo disminuye
una definición uniformemente aceptada, significativamente su valor (las partes, en
son los componentes de una cosa que, conjunto, tendrán un valor considerable-
estando incorporados a ella, pierden o mente inferior a la piedra primitiva). De
carecen de individualidad (como las par- todos modos, es difícil efectuar la califica-
tes de un reloj, la lana de un animal); ción abstractamente; en cada caso obran
b) Pertenencias: son cosas muebles que muchas circunstancias: ubicación, calidad,
tienen una propia individualidad, pero substancia, destinación, etc., que influirán

29
Los bienes

decisivamente en la calificación del obje- el derecho de cada uno de los otros (se
to (v. al respecto el art. 1337, Nº 1). volverá sobre este punto al tratar la copro-
b) Son intelectualmente divisibles las co- piedad. En cuanto a los derechos perso-
sas que pueden fraccionarse en partes nales, el tema es tratado en el capítulo del
ideales, imaginarias, aunque no puedan Derecho de obligaciones; en todo caso,
serlo materialmente. está vinculado a la divisibilidad de su con-
Desde este punto de vista, todos los trapartida, la obligación, con sus re-
bienes son divisibles. Lo interesante aquí glas; entre nosotros, los arts. 1524 y sgts.).
es destacar que: por su naturaleza, al no
tener consistencia física, los bienes incor-
porales, derechos, sólo son intelectual- 8) BIENES SINGULARES Y
mente divisibles; y por disposición legal, UNIVERSALES
hay ciertos derechos que no pueden divi-
dirse ni siquiera intelectualmente (como 35. Conceptos. Son bienes singulares
el derecho de servidumbre, conforme a los que constituyen una unidad, natural
los arts. 826 y 827). o artificial. Son bienes universales las agru-
En cuanto a los derechos reales, den- paciones de bienes singulares que no tie-
tro de nuestro Derecho positivo algunos nen entre sí una conexión física pero que,
son indivisibles (como los derechos reales relacionados por un determinado víncu-
de servidumbre, arts. 826 y 827; de pren- lo, forman una unidad funcional.
da, art. 2405; y de hipoteca, art. 2408). La En la realidad, sólo existen los que
situación del derecho de dominio es espe- aquí se han llamado cosas singulares,
cial. Frecuentemente se sostiene que el de- como puede desprenderse de los concep-
recho de dominio es típicamente divisible; tos anotados.
pero conviene efectuar una aclaración: dis-
tinta es la divisibilidad del derecho de do- 36. Las universalidades. El tema de
minio de la del objeto sobre el que recae. las universalidades constituye en Derecho
Dividido el bien que se tiene en dominio, un capítulo arduo y de dilatadas contro-
éste se sigue ejerciendo indivisiblemente versias doctrinarias. Aquí se formularán
sobre cada una de las partes. El dominio tan sólo algunos alcances fundamentales.
puede considerarse un derecho divisible Para avanzar conceptos, se procederá a
en cuanto es el típico derecho real que establecer la difundida distinción entre
admite desmembraciones, al ser posible universalidades de hecho y universalida-
desprenderse de una o más facultades de des de Derecho o jurídicas.
las que concede, y constituirlas en otro;
así, es el derecho el que se divide, aunque 37. Universalidades de hecho (univer-
el objeto sobre el que recae no sea tocado sitas facti). Suelen definirse como el con-
(en este sentido, la más usual de las divi- junto de bienes que, no obstante conservar
siones que se imprimen al dominio es su individualidad, forman un todo al estar
aquella en que el propietario mantiene la unidos por un vínculo de igual destino,
nuda propiedad y confiere a un tercero generalmente económico.
las facultades de uso y goce, con lo que el En la actualidad la restricción a los
derecho real de dominio origina otro de- bienes muebles parece estar superada. Ini-
recho real, el de usufructo). Por otra par- cialmente se impuso debido a textos le-
te, se tiene generalmente entendido que gales (de ordenamientos que tenían
si sobre un mismo objeto varias personas presente los autores) y a la influencia que
ejercen el derecho de dominio, configu- en la gestación de estos conceptos tuvo
rándose una comunidad sobre el objeto, la doctrina mercantil. Ella desenvolvió la
no hay división del dominio; en tal caso, noción de universalidad de hecho con
cada sujeto ejerce todo el derecho de domi- motivo del análisis del establecimiento de
nio, sólo que limitado en su ejercicio por comercio y, por otra parte, en esos tiem-

30
Conceptos fundamentales y clasificaciones

pos se sustentaba el principio de que todo la finalidad común, como vínculo unifi-
lo inmueble es civil. cador, adquiere una especial relevancia
a) Los bienes que la componen pue- (el establecimiento de comercio es cita-
den ser de la misma naturaleza (como do como un típico ejemplo de esta cate-
los animales de un ganado, los libros de goría de universalidades).
una colección) o de naturaleza diferente Finalmente, para algunos autores la
(como el conjunto de bienes corporales universalidad de hecho requiere que el
e incorporales que componen el llamado destino común del conjunto de bienes sea
“establecimiento de comercio” que, en conferido por el propietario de dichos bie-
ciertas circunstancias, puede estimarse nes (así, por ej., un conjunto de vestuario
una universalidad de hecho, aunque el en un local de ropavejero no constituiría
punto es discutido). universalidad de hecho, porque su dueño
b) Los bienes que la componen man- no le ha impuesto un destino determina-
tienen su propia individualidad, función do al conjunto y, por lo mismo, está dis-
y valor, por lo que no se consideran uni- puesto a enajenar separadamente cada
versalidades de hecho las meras partes o prenda específica, en tanto que en manos
fracciones de un bien singular (así, un de un coleccionista podría constituirla).
saco de trigo no es una universalidad de Luego, impreso el destino unificante, se
hecho, porque los granos aisladamente mantiene la universalidad aunque algunas
considerados son sólo partes de un bien de las cosas sean objeto de negociación
singular que es el saco de cereal). Lo mis- separada. Y cesa la universalidad por la
mo ocurre con ciertos objetos que ad- voluntad contraria, que la hace desapare-
quieren valor sólo apareados (como un cer, voluntad que ha de manifestarse por
par de zapatos); se trata de cosas singu- hechos exteriores que la demuestran con
lares, pero indisolublemente unidas, que evidencia. Así, para su existencia, la uni-
aisladas pierden utilidad. versalidad depende en gran medida de un
c) El vínculo que une a las cosas sin- problema de interpretación de la volun-
gulares para formar la universalidad de tad del que la configura.
hecho es el de un común destino o finali-
dad, que generalmente es de carácter eco- 38. Universalidades de Derecho (uni-
nómico. La precisión del fin da lugar a versitas juris). Están constituidas por un
situaciones discutibles, especialmente tra- conjunto de bienes y relaciones jurídicas
tándose de las llamadas “destinaciones activas y pasivas, considerándose que ju-
genéricas” (como el ajuar de una habita- rídicamente forman un todo indivisible.
ción, las herramientas de un artesano). a) En doctrina dominante, como ca-
d) La doctrina entiende que la uni- racterística distintiva estas universalidades
versalidad de hecho sólo comprende bie- contienen tanto elementos activos como
nes, es decir, sólo elementos activos y no pasivos.
pasivos, deudas, que serían aceptables úni- b) Existe una correlación funcional
camente en las universalidades jurídicas. entre los elementos activos y pasivos, de
e) Dentro de las universalidades de modo que el activo está precisamente para
hecho se ha llegado a distinguir dos cate- responder del pasivo existente o eventual.
gorías: las colecciones y las explotaciones. c) Dentro del conjunto de bienes que
Las colecciones de objetos están cons- componen la universalidad funciona tam-
tituidas por bienes singulares de natura- bién, como norma general, el principio
leza homogénea (como el rebaño, la de la subrogación real, por el cual los
biblioteca). bienes que ingresan al continente uni-
Las explotaciones están constituidas versalidad a costa de otros que salen, pa-
por bienes singulares de diferente natu- san a ocupar la posición jurídica de éstos.
raleza y muchas veces incluyen también En el Derecho chileno la universali-
bienes incorporales; en tales condiciones, dad jurídica típica es la herencia; la doc-

31
Los bienes

trina señala, discutiblemente, también ta, conforme al art. 1811; la conocida ena-
otras, como la sociedad conyugal, el patri- jenación de una herencia no implica, al
monio del fallido, el patrimonio reserva- menos respecto de terceros, sino traspa-
do de la mujer casada y aun el patrimonio so del activo hereditario).
general de toda persona. Por lo mismo, suele afirmarse que sólo
la universalidad de hecho puede consi-
39. Sin pretender que las diferencias derarse un bien, en el sentido jurídico
entre universalidad de hecho y de Dere- usual (porque en el sentido real de cosa,
cho sean fáciles de observar, en última sólo lo son los bienes singulares que la
instancia, mientras la unidad en la uni- componen), de modo que la univer-
versalidad de hecho es configurada por salidad de Derecho sería tan sólo una abs-
el hombre, en la de la universalidad de tracción jurídica.
Derecho es impuesta por la ley. Pero, más En nuestro Derecho positivo no exis-
al fondo, la diferencia está a su vez basa- te una reglamentación de las universali-
da en una circunstancia anterior: la uni- dades lo que, por lo demás, es común en
versalidad de hecho se funda en la real las legislaciones. Esta circunstancia ha pro-
unidad o, al menos, cercanía, de los bie- vocado también entre nosotros discusio-
nes que la componen, característica que nes, especialmente a propósito de una
trae consigo una natural unidad de desti- universalidad de creciente aplicación, ya
no, que el titular viene a confirmar, o a mencionada: el establecimiento de comer-
definir entre varios posibles; en la jurídi- cio. La distinción entre bienes universa-
ca, inicialmente sólo hay una masa de bie- les y singulares tampoco está expresamen-
nes, heterogéneos, sin ningún vínculo real te formulada.
entre ellos (o, al menos, no necesaria- Sin embargo, tanto la distinción de
mente con uno), pero surge un interés bienes singulares y universales como la
general, externo al conjunto, que acon- de universalidad de hecho y de Derecho,
seja conferirles tratamiento único para se suponen por el Código (pueden citar-
ciertos efectos y, entonces, sensible a ese se los arts. 1317 y 2304 para la distinción
interés, es la ley la que viene a imponer entre los bienes singulares y universales;
trato único al conjunto, surgiendo así la el art. 951 se refiere a la herencia como
universalidad de Derecho. universalidad de Derecho y el art. 788 im-
Como la universalidad de hecho pre- plica un caso de universalidad de hecho).
senta una real unidad de destino (gene-
ralmente económico) más que sólo jurí-
dica, frecuentemente las legislaciones 9) BIENES SIMPLES Y
positivas le aplican el régimen que co- COMPUESTOS
rresponde a los bienes singulares que la
componen. En cambio, la universalidad 40. Conceptos. Según su estructura,
de Derecho es tratada por la ley como los bienes pueden ser simples o compues-
una unidad puramente jurídica, aplicán- tos. Bien simple es el que tiene una es-
dole normas particulares sin considerar tructura uniforme y no admite divisiones
la objetiva naturaleza de los bienes que en partes que adquieran propia indivi-
la integran. Eso explica que la mayoría dualidad. Se ha dicho también que tales
de los negocios jurídicos que pueden ce- son sólo los bienes creados por la natura-
lebrarse sobre bienes específicos pueden, leza (un animal, una planta, un trozo de
asimismo, celebrarse sobre la universali- madera).
dad de hecho (venta, donación, aporte a Bien compuesto o complejo es el for-
una sociedad, arriendo, etc.); en cambio, mado por dos o más cosas simples uni-
no siempre son admitidos respecto de la das, fusionadas o mezcladas, que pierden
universalidad de Derecho (puede verse, su individualidad en la composición. Se
por ej., la restricción para la compraven- tiene entendido que estos bienes son pro-

32
Conceptos fundamentales y clasificaciones

ducto sólo de la acción del hombre (como desde un punto de vista objetivo o desde
un automóvil, un edificio). el punto de vista de alguna de las partes;
Tratándose de las cosas compuestas o en este último sentido, la cosa es estima-
complejas, la relación jurídica recae so- da futura cuando, existiendo realmente,
bre el todo sin necesidad de especificar no pertenece al sujeto, pero se espera
cada una de las partes. Asimismo, si tem- que en el futuro la adquiera.
poralmente uno de los componentes está b) La futureidad admite graduacio-
separado, sigue perteneciendo al bien nes, tratándose especialmente de cosas
todo (como cuando se ha separado la rue- compuestas (así por ejemplo, a la época
da de un carro); en tal caso, la relación de la relación jurídica un edificio puede
jurídica sobre el todo sigue afectando a encontrarse en una etapa inicial de cons-
dicha parte, temporalmente separada. En trucción, y entonces puede resultar du-
otro sentido, es posible que en ciertos doso su calificativo de bien actual o futu-
casos un componente recupere su indivi- ro).
dualidad, en cuyo evento puede también c) Asimismo, existe una graduación
ser objeto de una relación jurídica distin- en relación con las probabilidades de
ta (como si se separa definitivamente una existencia de las cosas futuras. En este
rueda del carro, que se enajena como tal, sentido se distinguen bienes futuros de
luego de ser reemplazada). existencia esperada y de existencia alea-
Formulada la distinción entre cosas toria, según haya más o menos probabi-
simples y complejas, en estas últimas se lidades de existencia (el fruto de un ár-
ha llegado a subdistinguir entre: cosas bol es ejemplo de los primeros; el pro-
compuestas, aquellas formadas por una ducto de una pesca, de los segundos).
unión física de componentes; y cosas Se trata de conceptos eminentemente re-
colectivas, aquellas formadas por una lativos (v. arts. 1461, 1813).
unión puramente económica o de desti-
no (como un rebaño o una explotación
industrial o comercial). Y a través de es- 11) BIENES COMERCIABLES E
tas clasificaciones se ha llegado también INCOMERCIABLES
a la noción de universalidad de hecho
(como puede verse, la clasificación está 42. Conceptos. Los bienes se clasifi-
vinculada con la accesoriedad, ya exami- can en comerciables e incomerciables se-
nada). gún puedan o no ser objeto de relacio-
nes jurídicas por los particulares.
Bienes comerciables son los que pue-
10) BIENES PRESENTES Y den ser objeto de relaciones jurídicas pri-
FUTUROS vadas, de manera que sobre ellos puede
recaer un derecho real o puede consti-
41. Conceptos. Atendiendo a la exis- tuirse a su respecto un derecho personal
tencia real de los bienes al momento de (v. arts. 1461, 2498). Bienes incomercia-
crearse una relación jurídica, pueden cla- bles (o no comerciables), son los que no
sificarse en presentes y futuros. Es tam- pueden ser objeto de relaciones jurídicas
bién, como se ve, una clasificación pura- por los particulares; no puede existir a su
mente jurídica, porque en la realidad sólo respecto un derecho real ni personal.
son bienes los aquí llamados presentes. Entre estos bienes incomerciables pue-
Presentes son los que a un momento den distinguirse:
determinado (al celebrarse una relación a) Bienes incomerciables en razón de
jurídica) tienen una existencia real; futu- su naturaleza (como la alta mar, el aire);
ros, los que a esa época no existen y tan en realidad, estas cosas (llamadas “cosas
sólo se espera que existan. comunes a todos los hombres” conforme
a) La futureidad puede considerarse al art. 585), son las únicas que no son

33
Los bienes

objeto de relaciones jurídicas en general ciables; la ley civil chilena no los excluye
y las únicas a las que se puede aplicar la de las relaciones jurídicas privadas; los
expresión de cosas que están fuera del preceptos citados que, por la época en
comercio humano; más aún, si en el con- que fueron dictados, se refieren a la Igle-
cepto de bien se incorpora la apropiabili- sia Católica, demuestran la comerciabili-
dad, estas cosas no son “bienes” (v. su- dad de estos bienes, en cuanto pueden
pra, Nº 9). ser objeto de relaciones jurídicas priva-
b) Bienes incomerciables en razón de das.
su destino, los que, siendo naturalmente
comerciables, se han substraído del co-
mercio jurídico para dedicarlos a un fin 12) BIENES APROPIABLES E
público; como las plazas, calles y otros INAPROPIABLES
bienes nacionales de uso público. Puede
observarse que pueden ser objeto de cier- 43. Conceptos. Relacionada con la cla-
tas relaciones jurídicas, aunque de carác- sificación precedente, ahora en base ex-
ter público, como las concesiones que clusivamente al dominio, ésta distingue
otorga la autoridad; sólo desde el punto entre bienes apropiables e inapropiables,
de vista del Derecho privado pueden ser según sean o no susceptibles de propie-
considerados también incomerciables (v. dad. Son inapropiables las cosas comu-
infra, Nº 48). nes a todos los hombres (antes califica-
Hay bienes respecto de los cuales exis- das de absolutamente incomerciables).
te una prohibición de celebrar determi- Dentro de los apropiables pueden
nadas relaciones jurídicas, generalmente distinguirse: apropiados e inapropiados;
prohibición de enajenar o de celebrar ac- y apropiables por los particulares e in-
tos y contratos. Es impuesta por la ley, el apropiables por éstos.
juez o la voluntad de los particulares. Esas
prohibiciones son establecidas a veces con 44. 12. 1) Bienes apropiados e inapropia-
caracteres absolutos, otras sólo en ciertas dos. Inapropiados son los que siendo sus-
circunstancias; a veces permanentes y ceptibles de apropiación, carecen actual-
otras temporales; por razones públicas o mente de dueño. Puede acontecer que
de interés privado. Tales bienes son co- nunca hayan tenido propietario (y enton-
merciables y tienen solamente limitada ces son llamados res nullius), o pueden
su comerciabilidad (así ocurre con cier- haberlo tenido, pero fueron abandona-
tas obras declaradas patrimonio nacional, dos por el dueño con intención de des-
con ciertos productos químicos explosi- prenderse del dominio (en cuyo caso son
vos o tóxicos, con los bienes embargados llamados res derelictae). En el Derecho chi-
judicialmente o cuya propiedad se litiga, leno, la existencia de bienes inapropia-
etc.). dos (llamados “mostrencos” cuando son
Incluso hay ciertos derechos que no muebles y “vacantes” cuando son inmue-
sólo no pueden enajenarse, sino que no bles), queda limitada sólo a los muebles
pueden en general traspasarse, como ocu- (por lo dispuesto en el art. 590).
rre con los llamados derechos personalísi-
mos; cuando su contenido es patrimonial 45. 12. 2) Bienes susceptibles de apropia-
(como el derecho de uso y habitación) su ción por los particulares y no susceptibles de
calificación como bienes comerciables es apropiación por los particulares. La organiza-
discutible. ción de la sociedad ha impuesto siempre
En cuanto a las llamadas “cosas desti- la necesidad de que ciertos bienes, por
nadas al culto divino”, bienes que están su naturaleza susceptibles de apropiación,
destinados al cultivo de la actividad reli- no queden entregados al dominio de los
giosa (a ellas se refieren, por ej., los particulares, sino que han de pertenecer
arts. 586, 587, 1105), son bienes comer- a toda la comunidad, para la satisfacción

34
Conceptos fundamentales y clasificaciones

de necesidades generales. Determinados dades a las que los particulares no pue-


bienes, especialmente inmuebles, como den tener acceso. En una norma que re-
calles, caminos, etc., siempre se han con- sulta fundamental para los ordenamien-
siderado indispensables para la vida so- tos jurídico y económico del país el art. 19
cial y, por tanto, se declaran inapropia- Nº 23, la C. Pol. establece, como regla
bles por los particulares. Sin embargo, la general, la libre apropiabilidad; en su con-
inapropiabilidad por particulares de otras junto, los Nos 21 a 25 del art. 19 consig-
categorías de bienes, como los llamados nan las bases y la orientación sobre la
“medios de producción”, origina una de materia (v. además, supra, Nº 27 e infra,
las diferencias más profundas entre di- Nº 57).
versas concepciones político-económicas
de organización de la comunidad, y las 46. En el Derecho chileno se acos-
consecuencias de las distintas alternati- tumbra denominar a los bienes de domi-
vas son fundamentales. De ahí que las nio de los particulares “bienes privados”
legislaciones consagren en textos la deci- (o “bienes particulares”), y a los de la
sión del poder gobernante. Así, en los nación toda, “bienes públicos” o “nacio-
países en que rige un principio de libre nales”, subdistinguiéndose en éstos los
apropiabilidad, el grado de intervencio- “bienes nacionales de uso público” (o
nismo del poder público se va reflejando “bienes públicos”) y los “bienes del Esta-
en la cantidad e importancia de los bie- do” (o “bienes fiscales”) (el art. 589 del
nes reservados a la propiedad colectiva. CC. establece también esta clasificación).
Por otra parte, respecto de ciertos bie-
nes que se estiman de importancia fun-
damental en la economía o en otras acti- 13) BIENES PRIVADOS Y PÚBLICOS
vidades de interés nacional (como la (O NACIONALES)
seguridad o la salubridad públicas), se
configura una propiedad compartida: 47. Bienes privados son los que perte-
mediante la formación de sociedades, per- necen a los particulares. Bienes públicos
tenecen al Estado y a particulares, distri- o nacionales son “aquellos cuyo dominio
buyéndose el dominio a través de las co- pertenece a la nación toda” (art. 589). El
rrespondientes “acciones”. estudio de la regulación de esta clase de
Más aún, respecto de esos bienes de bienes corresponde a las disciplinas del
importancia trascendental, en ocasiones Derecho público. Se destacarán aquí sólo
el Estado decide reservarse exclusivamen- algunos conceptos, principalmente a par-
te el dominio. También suelen quedar en tir de las pocas disposiciones contenidas
su dominio por imposibilidad o extrema en el Código.
dificultad de los particulares de apropiár-
selos debido a la magnitud o riesgo de la 48. A) Bienes nacionales de uso pú-
inversión que significan. blico. Son aquellos cuyo dominio perte-
Desde otro punto de vista, no siem- nece a la nación toda y su uso a todos los
pre queda claro qué bienes pertenecen a habitantes (art. 589). El mismo Código
la comunidad por reserva de manera que se encarga de señalar algunos ejemplos
no sea posible a los particulares apropiár- de estos bienes (plazas, calles, puentes,
selos, y cuáles otros pertenecen actual- caminos, mar adyacente). La tuición de
mente al Estado por diversas razones, pero estos bienes queda encargada a distintas
que son susceptibles de apropiación por autoridades, según su naturaleza: Munici-
los particulares, los cuales podrían even- palidades, reparticiones del Ministerio de
tualmente adquirirlos del Estado o ela- Obras Públicas, Fuerzas Armadas, División
borarlos ellos mismos. En el hecho, lo de Bienes Nacionales del Ministerio de
que generalmente se fija, y tampoco siem- Bienes Nacionales. Leyes especiales regla-
pre de manera completa, son las activi- mentan cada sector (v. a este respecto la

35
Los bienes

importante regla del art. 135 de la Ley marítimo, terrestre, fluvial y lacustre, y
General de Urbanismo y Construcciones). aéreo. Se consignará un panorama nor-
Presentan características como las si- mativo de cada uno (su estudio más de-
guientes: tenido pertenece al Derecho administra-
a) Su uso pertenece a todos los habi- tivo; más aún, algunos son la base de toda
tantes de la nación. una disciplina especial).
b) Aunque en el Código no se ex- 1º. Dominio público marítimo. En este
presa que estos bienes son incomercia- ámbito, en el Código los textos principales
bles, por su destino están fuera del co- son los arts. 593 y 596 (en la nueva re-
mercio. Así, se ha resuelto que sobre ellos dacción, dispuesta por la ley 18.565); tam-
no es posible posesión exclusiva o domi- bién los arts. 585, 594, 604, 612, 613, 614.
nio privado; por lo mismo, los particula- Pero fuera de él, son muchos los textos
res no pueden ganarlos por prescripción legales atingentes a este dominio, inclu-
(art. 2498); y son inalienables (en su ca- yendo Tratados, Convenciones, Declara-
rácter de bienes públicos no pueden ena- ciones, subscritos por Chile con otros paí-
jenarse ni gravarse). ses (cuyo examen pertenece a la disciplina
c) Pero la autoridad puede otorgar a del Derecho internacional).
particulares “permisos” y “concesiones” 2º. Dominio público terrestre. Compren-
sobre ellos o, más usualmente, sobre par- de todos los bienes nacionales de uso pú-
tes de bienes nacionales de uso público, blico de la superficie del territorio del
para ser destinados a fines específicos de Estado (calles, plazas, caminos, etc.; las
los que se beneficie también, en último normas están en los arts. 589 y 592 del
término, la comunidad; en el Código, los CC. y en numerosos textos especiales).
arts. 598, 599 y 602 se refieren a estas au- 3º. Dominio público fluvial y lacustre.
torizaciones. La naturaleza y caracteres Comprende todas las aguas del territorio
de los derechos que adquieren los bene- nacional. La materia ya ha conformado
ficiarios de estos permisos y concesiones, toda una disciplina (el Derecho de
sobre todo en lo no precisado en el acto Aguas), con su texto fundamental (el Có-
de autorización, han sido discutidos en digo de Aguas)(este dominio se refiere a
la doctrina, especialmente administrativa las aguas terrestres, porque las marítimas
(se han propuesto desde antiguas con- conforman el aquí llamado dominio pú-
cepciones de derechos reales civiles has- blico marítimo; así lo expresa el art. 1º
ta la formulación de toda una teoría ge- del C. de A.).
neral del derecho real administrativo, Con anterioridad a la vigencia de la
manteniéndose, para ciertas situaciones, ley 16.640 (de 1967, sobre Reforma Agra-
la calificación de simples permisos de ocu- ria), había aguas que eran bienes nacio-
pación; asimismo, con frecuencia los tri- nales de uso público y otras que pertene-
bunales han tenido que emitir decisiones cían a los particulares. Desde esa ley
al respecto). (actualmente derogada), todas las aguas
También puede ser necesario o con- existentes en el territorio nacional son bie-
veniente para el Estado desprenderse del nes nacionales de uso público (art. 595 del
dominio de algunos de estos bienes; para CC., en el nuevo texto que le dio la citada
ello es menester que se “desafecte” de su ley; art. 5º del C. de A.). Los particulares
condición de bien nacional de uso públi- pueden servirse de algunas aguas para
co, eliminándosele tal calidad y destino determinadas necesidades, mediante el
(v. además, lo dicho sobre vinculaciones, denominado “derecho de aprovechamien-
en infra, Nº 220, nota). to de aguas”, el que es calificado de dere-
Para el análisis de los distintos estatu- cho real (art. 6º del C. de A.), con reglas
tos legales de estos bienes, en el Derecho especiales en el citado Código. La Direc-
privado nacional se acostumbra distinguir ción General de Aguas es el organismo
diferentes “dominios”: dominio público administrativo encargado de la materia.

36
Conceptos fundamentales y clasificaciones

4º. Dominio público aéreo. La doctrina no, estos bienes pertenecen al Estado te-
generalmente estima que el espacio, con- niendo presente que, según el Derecho
siderado entidad vacía en la que se mue- positivo, pueden formalmente pertene-
ven los objetos corporales, no es un bien cer a personas jurídicas de Derecho pú-
ni una cosa. El aire que se encuentra en blico distintas del Fisco.
él, si se estima una cosa, en estado natu- Teóricamente, el régimen jurídico
ral pertenecería a la categoría de “cosas de estos bienes sería el de las normas
comunes a todos los hombres”. de Derecho privado. Sin embargo, siem-
De lo anterior resulta que cuando se pre se han dictado leyes especiales que
expresa que el propietario de un predio reglamentan la adquisición, administra-
es dueño del espacio existente sobre su ción y disposición de estos bienes (ac-
inmueble, lo que se quiere expresar es tualmente, DL. 1.939; y deben tenerse
que tiene derecho a ocuparlo (con cons- siempre presente las importantes dispo-
trucciones, plantaciones, etc.), con las res- siciones de los arts. 19 Nº 21 y 60 Nº 10
tricciones que la ley imponga. De la mis- de la C. Pol.).
ma manera, cuando se dispone que el Las decisiones que toma el propieta-
Estado tiene soberanía en el espacio ubi- rio común para administrar su propiedad
cado sobre su territorio (art. 1º del C. se adoptan, respecto de estos bienes, me-
Aeronáutico), quiere manifestarse que él diante normas legales y reglamentarias. De
es el facultado para regular la utilización esta manera, las disposiciones del Dere-
de dicho espacio. Sin embargo, especial- cho privado común adquieren sólo un va-
mente con el desarrollo de la aeronavega- lor supletorio (v. por ej., el art. 2497).
ción, se han discutido ampliamente las La División de Bienes Nacionales del
facultades que corresponden a cada Esta- Ministerio de Bienes Nacionales es la ins-
do sobre el espacio y los límites hasta don- titución que principalmente administra
de se han de ejercer. Al efecto se han los bienes fiscales.
formulado planteamientos, se han suscri- Entre ellos pueden mencionarse: bie-
to Tratados Internacionales y han surgi- nes muebles e inmuebles afectos al fun-
do disciplinas jurídicas (el Derecho aé- cionamiento de los servicios públicos; bie-
reo y el Derecho espacial o cósmico); nes que componen las herencias en que
entre nosotros, con un texto fundamen- sucede el Fisco como heredero intestado
tal, el denominado Código Aeronáutico (art. 995); nuevas islas que se forman en
(se volverá sobre el tema al tratar los lí- las circunstancias que señala el Código
mites materiales del derecho de dominio; (art. 597); la denominada captura bélica
v. infra, Nº 63). (art. 640); las tierras que, ubicadas den-
tro del territorio nacional, carecen de otro
49. B) Bienes fiscales. El Estado pue- dueño (art. 590).
de ser sujeto de derechos privados. Son En relación con este último precep-
los llamados bienes fiscales los que cons- to, se estima que establece una verdade-
tituyen el patrimonio privado del Esta- ra presunción de dominio a favor del
do; le pertenecen en cuanto sujeto de Fisco, de manera que quien le dispute
relaciones patrimoniales privadas. Con un inmueble debe acreditar dominio,
el art. 589 puede decirse que estos bie- aunque tenga la posesión (con ello, el
nes fiscales son los bienes nacionales art. 590 constituye una excepción al
cuyo uso no pertenece a la nación toda. art. 700, que presume dueño al posee-
Aquí la expresión Estado ha de enten- dor); la conclusión parece apropiada si
derse en un amplio sentido, que incluye se tiene en cuenta la dificultad que sig-
a ciertos patrimonios separados, más o nifica para el Fisco probar el hecho ne-
menos autónomos, como los bienes mu- gativo de que el bien no tiene otro
nicipales y, en general, de todos los esta- dueño. A este respecto se ha resuelto
blecimientos públicos; en último térmi- que lo que en la citada disposición se

37
Los bienes

establece es una presunción de dominio se exige a quien entabla acción poseso-


y no de posesión, por lo que si el Fisco ria (la situación de las minas no será
pretende entablar acción posesoria so- referida aquí; su estudio, con el Código
bre un inmueble, debe probar la pose- correspondiente, es tratado en discipli-
sión a la que esa acción protege, como na distinta; en el CC., v. art. 591).

38
Capítulo I
LA PROPIEDAD. CONCEPTO, EVOLUCIÓN Y CARACTERES

50. Advertencia. Antes de acometer gente a los modos de adquirir la propie-


este tema conviene prevenir que, por su dad.
naturaleza y trascendencia, dista mucho
de haber unanimidad en sus concepcio- 51. Legislación. Con lo dicho se com-
nes fundamentales. Su concepto, sus mo- prende también que las bases estructura-
dalidades en épocas primitivas, la clase les se consagren siempre en la Constitución
de bienes que han de ser susceptibles de Política, de manera que la reglamentación
propiedad privada, las facultades que debe legal se somete a esos textos, superiores y
significar para el propietario, las restric- de mayor estabilidad (como ya se ha di-
ciones y cargas que debe soportar, moti- cho, entre nosotros fundamentales son las
van controversias interminables. La lite- reglas del art. 19 Nos 21 al 25 de la C. Pol.).
ratura sobre tales materias es abundante Por otra parte, la naturaleza de la ins-
y difundida, los postulados jurídicos se titución conduce a que normas relativas a
relacionan y suelen confundirse con los ella se encuentren –dispersas o agrupadas
económicos, sociológicos, políticos y, en en temas– a través de todo el ordena-
definitiva, la discusión termina centrán- miento jurídico; sobre todo con la crecien-
dose en diferentes concepciones filosófi- te intervención del poder público, se
cas y de organización social. aprecia una creación constante de normas
Tomando en consideración las últi- legales a su respecto (agrarias, urbanísti-
mas décadas quizás sólo una generali- cas, laborales, tributarias, penales), para
zación puede formularse: de una con- transformarlo, restringirlo o protegerlo.
cepción muy liberal del dominio, que El CC. la trata en el Libro II (arts. 582
otorga las más amplias facultades al pro- y sgts.). Aunque normas relativas a la pro-
pietario para el ejercicio de su derecho, piedad se encuentran a través de todo
se ha evolucionado en el sentido de im- el Código, ahí están las fundamentales
ponerle restricciones y cargas a fin de en cuanto a los modos de adquirirla, sus
que de ese ejercicio pueda obtenerse restricciones por existencia de derechos
provecho no sólo para el propietario, reales limitados y su protección. Su trans-
sino también para la colectividad, ten- ferencia por la vía de la contratación y
dencia que culmina en la decisión de su transmisión mortis causa, terminan por
reservar para el dominio de la comuni- vincular al derecho de propiedad con
dad, representada por el Estado, cier- toda la regulación del Derecho patrimo-
tos bienes de importancia básica en la nial (v. también supra, Nº 3).
vida nacional. Pero tal tendencia nun-
ca ha estado exenta de objeciones, al 52. Concepto. El Código declara que
menos en el grado de su intensidad. “el dominio (que se llama también pro-
A continuación se consignarán sólo piedad) es el derecho real en una cosa
algunos alcances en los puntos aludidos, corporal, para gozar y disponer de ella
antes de tratar una materia más técnica arbitrariamente; no siendo contra ley o
en el Derecho nacional, como es la atin- contra derecho ajeno” (art. 582, inc. 1º).

41
Los bienes

Tal definición es consecuencia de una do a las cosas incorporales, pero matiza-


concepción analítica del dominio, que lo damente (al calificar el poder sobre ellas
concibe como un conjunto de facultades como una “especie” de propiedad; al res-
o prerrogativas identificables y de cierta pecto, v. supra Nos 12, 13 y 14; una pro-
autonomía y, por tanto, con un criterio posición particular, en la que el art. 582
cuantitativo se dedica a enumerar las fa- estaría definiendo sólo la categoría de pro-
cultades que el dominio confiere al pro- piedad sobre cosa corporal, y las de los
pietario sobre el objeto de su derecho. preceptos siguientes serían otras especies
Se opone a ella la concepción sintética, de un género no definido, pero cuya ca-
que lo concibe como un señorío monolí- racterística fundamental es la “exclusivi-
tico o poder pleno sobre el objeto de la dad”, en Nº 14, final, nota).
propiedad, con prescindencia de faculta- Pero si bien cuando de definición se
des identificables que puedan describirse trata se nos presenta de inmediato el tex-
separadamente y con autonomía; gene- to del art. 582 citado, el concepto vigen-
ra, por cierto, una definición distinta que, te tiene otro punto de partida, por
en lugar de enumerar facultades, con di- explicación jerárquica, la Constitución
rección cualitativa se reduce a describir (art. 19 Nos 23 y 24). Estas normas serán
los caracteres, vigor y restricciones a ese pronto examinadas.
pleno poder (además, cuando se traten
los derechos reales limitados se percibi- 53. Evolución. Entre los investigado-
rán consecuencias de estas diferentes con- res de las épocas primitivas es materia de
cepciones). discusión la forma primaria de propie-
Por el término “arbitrariedad” que in- dad y el sentido de la evolución. Con fre-
cluye, esa definición ha sido calificada de cuencia se sostiene que fue la propiedad
clásica, denunciándose en ella un conte- colectiva la predominante en los inicios,
nido absoluto, individualista, desprovisto y de allí se habría llegado a las formas
de preocupación social. Pero puede ob- comunitarias o familiares, hasta configu-
servarse que el complemento (“no sien- rarse la individual; pero también se ha
do contra ley o contra derecho ajeno”) afirmado la existencia de dispersión, apa-
permite sobradamente morigerar y aun reciendo, en distintos lugares, alternada-
impedir la arbitrariedad y el abuso; la ju- mente distintas formas.
risprudencia y, desde luego, el legislador
(como se explicará pronto al tratar la fun- 54. Evolución; continuación. En rela-
ción social), han quedado facultados para ción con los objetos del dominio, tal como
conducir la institución mediante estas res- se ha dicho en otra ocasión, hasta los tiem-
tricciones que posibilitan elaboraciones pos de la revolución industrial era la pro-
para que cumpla adecuada función; en piedad territorial la fundamentalmente
esos términos, estimamos que el concep- importante; el suelo y sus edificaciones
to es abierto y flexible (v. también infra, constituían definitivamente la riqueza
Nº 59). material de mayor envergadura; de ahí
Cuatro componentes son destacables que los estudios sobre la evolución de la
en esa definición: a) la calificación de institución están siempre referidos a la
“derecho”, con la derivada calificación de propiedad inmueble. Es a partir de aquel
“real”; b) la consignación de los atribu- acontecimiento que van apareciendo bie-
tos: de uso (implícito en uno expresado, nes muebles e inmateriales de apreciable
el de goce), goce y disposición (se verán valor y, por lo mismo, van influyendo tam-
más adelante), con la amplitud de la ar- bién en la estructuración y caracteres ju-
bitrariedad; c) las inmediatas restriccio- rídicos del dominio.
nes genéricas, ley y derecho ajeno; y d) un
campo de aplicación, cosas corporales 55. Evolución; estructura. Desde un
que, a continuación (art. 583), es amplia- punto de vista más bien técnico, a través

42
La propiedad y la posesión

de la historia del Derecho en dos épocas concedente, obrándose imperceptible-


se ha observado la existencia de una es- mente un desplazamiento de la propie-
tructura compleja de la propiedad: en los dad hacia el tenanciero; la evolución
tiempos del Derecho romano clásico y estaba ya consumándose al tiempo de la
durante el sistema feudal. La concepción Revolución Francesa. Con la Revolución
romana primitiva se asentaba en una pro- desaparecen definitivamente las cargas
piedad simple, con caracteres similares a feudales; el Código de 1804 consagra una
los conocidos en la actualidad; pero con propiedad liberada, única, pero con una
la extensión del Imperio se produjeron regulación que la dejaba con fisonomía
diferencias de regímenes, principalmen- individualista. Como otros, el Código chi-
te para los “fundos itálicos” (propiedad leno recibe esa concepción.
quiritaria) y para los “fundos provinciales”.
La situación persistió hasta los tiempos 56. Evolución; final. Desde allí, sim-
de Justiniano, en que ya se volvió a la ple nuevamente en su estructura, pero
unidad. Pero pronto después de produci- con escueta regulación, con amplias pre-
da esa simplificación, a la caída del Im- rrogativas del titular sobre el objeto, se
perio (en Occidente) se inició otro inicia otra evolución incesante, resumida
sistema, aún más complejo, en el que se en la expresión “función social”.
asentó el feudalismo, y que se mantuvo
(al menos formalmente) hasta fines del 57. Orientaciones actuales. El campo
siglo XVIII. A partir de arrendamientos de aplicación y los principios rectores:
perpetuos y numerosos otros contratos se equidad en el reparto y en el aprovecha-
fueron configurando unas atribuciones miento. El tratamiento de este tema debe
semejantes a las concesiones, como el iniciarse con lo que puede denominarse
“feudo” y el “censo”, en cuya virtud se una decisión fundamental, de carácter
fue descomponiendo el dominio entre un político-económico: la del campo de aplica-
titular del objeto y el concesionario de ción de la propiedad privada.
él; el “señor” era el titular del dominio, La naturaleza de las cosas y las posibi-
tras el “vasallo” o “tenanciero” que real- lidades racionales de la vida social exclu-
mente tenía, ocupaba la cosa, pero sin yen los dos extremos. La propiedad
tener la propiedad; con el tiempo, por la privada no puede ser eliminada comple-
extensión de los derechos de disfrute del tamente (teniendo presente los objetos
vasallo y por su perpetuidad, se le fue de uso personal) y no se puede extender
considerando también como una especie a la totalidad de las cosas (teniendo pre-
de propietario; el señor tenía entonces el sente la necesidad de una calle).
“dominio directo”, y el vasallo el “domi- Así, partiendo del supuesto de que
nio útil”; y queda así estructurado un sis- siempre habrán de existir bienes de pro-
tema con dos propietarios sobre una piedad privada y bienes de propiedad co-
misma cosa, sin que haya división entre lectiva (formalmente pertenecientes al
ellos, pero concebidos como derechos de Estado, o a la nación toda), la decisión se
propiedad de distinta naturaleza. Esa des- reduce a establecer el límite. Qué bienes
composición se llegó a ampliar, produ- permanecerán en poder de la comuni-
ciéndose una escala jerarquizada de dad y cuáles quedarán entregados al do-
titulares. Ya al final del período se va acen- minio de los particulares. En la fijación
tuando el derecho del vasallo (el domi- de ese límite (o confección del “inventa-
nio útil) a quien se llega a tener como el rio”) surge una diversidad de posiciones
propietario, con tan sólo una servidum- filosófico-políticas, que están siempre pre-
bre o carga en favor del primitivo señor, sentes en la vida social. En esos plantea-
carga respecto de la cual van aparecien- mientos han aparecido también terceras
do intentos por extinguirla. Se concluye, posiciones, como son las llamadas pro-
pues, en una especie de expropiación al piedad cooperativa, propiedad comuni-

43
Los bienes

taria, por las cuales se propone que cier- país. En Chile, por cierto la Constitu-
tos bienes sean, no de propiedad colecti- ción dispone de normas al efecto (se ve-
va ni privada, sino de grupos sociales (por rán pronto).
ej., los laborantes de una fábrica, que se- Tanto en la que se ha llamado deci-
rían dueños de ella). sión fundamental como en la regulación
La decisión es dinámica. Va adoptan- específica de los distintos temas de los
do diversos matices y sufriendo cambios derechos reales influyen, en diversa me-
en distintos momentos históricos, por los dida según la materia, numerosos facto-
cambios que experimentan muchos de res de variada naturaleza: actitudes filosófi-
los factores influyentes y por la alternan- cas, ideales de justicia, individual y social,
cia de ideologías en la autoridad gober- necesidades económicas y sociales con-
nante. tingentes, experiencias en el propio país
Examinada la realidad de un país en y en otras latitudes, la naturaleza de cier-
determinado momento, considerando la tos bienes, su función (principalmente
titularidad de los bienes conforme a las económica), sus características históricas
alternativas referidas (que siempre coexis- o artísticas, la trascendencia que algunos
tirán), se podrá apreciar que quedan con- tienen en la economía nacional (que ha
figurados “sectores” o “áreas” de propiedad conducido a llamar a algunos “bienes es-
colectiva, de propiedad privada y, aun, de tratégicos”), la magnitud de las inversio-
propiedad intermedia, que se van restrin- nes que requieren, el riesgo de la empre-
giendo o extendiendo, como resultado de sa de crearlos o desarrollarlos (v. además,
aquel aludido dinamismo, y lo hacen en supra, Nos 27 y 45 y lo dicho sobre vincu-
correlación, como en recipientes comuni- laciones en infra, Nº 220, nota).
cantes. Al tratarse aquí de formular una des-
Cuando en casos concretos se adopta cripción de rasgos fundamentales de di-
la decisión de que cierto bien quede en versa naturaleza, procede también con-
dominio colectivo y a la sazón está en signar el postulado (ideológico más que
propiedad particular, para lograr aquella técnico) conforme al cual se concibe a la
finalidad habrá de extraerse acudiendo propiedad como supuesto de eficacia de
al instrumento jurídico disponible para algunos otros derechos fundamentales
ese efecto: la expropiación por causa de (sólo los propietarios son libres; sin pro-
utilidad pública (pero también la expro- piedad no hay libertad); hay que supo-
piación puede utilizarse para redistribuir ner que al blandirlo no se está, cierta-
la propiedad privada; en Chile, las leyes mente, jerarquizando derechos o valores
de reforma agraria que se han dictado sino, como recién se destacó, se trata de
contemplaban la expropiación de predios advertir que la contracción excesiva del
con la finalidad posterior de ser asigna- campo de aplicación desvanece la efecti-
dos a cultivadores en dominio individual, va vigencia de otros derechos (y decimos
en unidades de dimensiones familiares). “contracción excesiva” porque la negación
Estos bienes que quedan en dominio absoluta de la propiedad no es razona-
del Estado a veces son excluidos de toda blemente concebible).
negociación con los particulares y otras En un proceso de síntesis se destacan
son objeto de algunas limitadas actuacio- algunos principios orientadores, que también
nes con ellos, mediante figuras jurídicas pueden ser enunciados como preocupa-
como los permisos y las concesiones (tra- ciones más constantes, con particular én-
tadas en Derecho administrativo). fasis en los tiempos recientes:
Por la trascendencia que tienen para a) Equidad en el reparto. Creados los
la comunidad, aquella relatada decisión bienes para servir al hombre, a todos los
fundamental y varios de sus caracteres hombres, con ellos también debe reali-
son diseñados, en sus rasgos fundamen- zarse aquel valor. Y esta realización se des-
tales, por la Constitución del respectivo envuelve en una equidad en el reparto, de

44
La propiedad y la posesión

modo que todos tengamos acceso a ellos, intensamente con la consideración eco-
al menos en lo más indispensable para sistémica y la planificación.
una aceptable calidad de vida. Siendo tantas y tan distintas las fun-
b) Equidad en el aprovechamiento. Per- ciones y utilidades que prestan las cosas,
teneciendo las cosas a dueños privados, se han ido configurando diversos estatutos
éstos deben explotarlas, obtener de ellas legales para distintas categorías de bie-
beneficio, no simplemente detentarlos nes, que van debilitando la noción unita-
por ostentación de poder u otras consi- ria del dominio, atomizándola. Y por este
deraciones equivalentes, y esa explota- camino han ido apareciendo las llama-
ción, aprovechando inicialmente al pro- das “formas de propiedad” (a las que se
pietario, reporte también beneficios a la hará referencia pronto).
comunidad. Se ha sintetizado en la bien
conocida expresión “función social de 57 bis. La base constitucional chile-
la propiedad” (sobre la que se volverá na; el campo de aplicación; la protección;
pronto). la función social, la reserva legal, las res-
Estos principios frecuentemente están tricciones y privaciones y la afectación de
presentes tanto en la elaboración de tex- la esencia; la privación o afectación sin
tos legales como en su interpretación y indemnización y su consecuencia; la pre-
aplicación, de modo que son verdaderas servación natural y cultural. Ya se ha ad-
constantes y rasgos distintivos del actual vertido que, atendida su trascendencia en
Derecho de cosas. la organización social y económica de una
Debe añadirse que la intensidad de comunidad, es universal la decisión de
estas restricciones y deberes provoca tam- incluir las normas básicas de la propie-
bién polémica, en términos semejantes a dad en el texto constitucional. Así acon-
la aludida al tratar el tema de la decisión tece también entre nosotros; y con noto-
fundamental (también deben tenerse pre- ria dedicación.
sentes las excepciones al carácter exclusi- En primer lugar, y no obstante la alu-
vo, que se verán pronto, infra, Nº 59). dida atención dispensada, incluyendo una
Finalmente, la influencia de aquellos afanosa protección, la Constitución no la
dos principios en la dictación de normas definió. En tales condiciones, parece na-
legales permite concluir que, en la dog- tural la remisión a la recién mencionada
mática del derecho de propiedad, la consi- del Código, sobre todo considerando su
deración de la función o utilidad (general- aludida flexibilidad, que se acomoda (sin
mente económica) que tiene el objeto, es obstáculo) a los substanciosos preceptos
un criterio que incide decisivamente en que impone la Constitución.
su reglamentación (v. supra, Nº 3 bis). Las reglas constitucionales se refieren
Desde otro punto de vista, y sobre al campo de aplicación, a su función so-
todo con las restricciones derivadas de la cial, a su protección, a los atributos o fa-
función social, puede apreciarse que la cultades esenciales y a ciertos objetos es-
propiedad ya ha superado el concepto peciales. Por cierto, cuanto dispongan al
simple de “derecho”. Para expresarla con respecto las leyes ha de acomodarse a ella.
realismo, observando cómo se presenta En cuanto a los atributos o facultades
efectivamente, adopta la fisonomía de una esenciales, se examinarán luego (infra,
“situación jurídica”, constituida por una Nº 60; y sobre la posibilidad de su priva-
posición jurídica que tiene un sujeto ante una ción, se volverá pronto, en este mismo
cosa. Y está compuesta por estos tres ele- párrafo)(reglas particulares para ciertos
mentos: un poder dominador integral (en objetos: minas, aguas, propiedad intelec-
el sentido de que cubre todo el objeto); tual, son tratadas en disciplinas especiali-
ciertas restricciones; y ciertos deberes. En zadas).
la propiedad inmueble (el suelo), la ecua- El campo de aplicación. El texto es el
ción poder-restricciones se va marcando art. 19 Nº 23, que establece como princi-

45
Los bienes

pio muy general, “la libertad para adqui- ses de la sociedad y no sólo de los parti-
rir el dominio de toda clase de bienes”; culares del propietario. Ya se observa su
esta fundamental norma se traba vigoro- influencia en la decisión sobre la titulari-
samente con otra, la del art. 19 Nº 21, que dad, para preservar un objeto en poder
reconoce y protege “el derecho a desa- del Estado o entregarlo al dominio de
rrollar cualquier actividad económica…”; los particulares; pero se desenvuelve en
en conjunto, sientan las bases del régi- la regulación específica de la propiedad pri-
men económico, que se consolida con la vada y en general de todos los derechos
descripción de los caracteres fundamen- reales. Y esa regulación entonces implica
tales que se reconocen al dominio y la acometer una tarea que en la generali-
protección que se le brinda, en el art. 19 dad de las legislaciones se ha erigido en
Nos 21 a 25, y se respalda (junto a otros) el centro de una discordia social, política
en el Nº 26. y jurídica: el hallazgo de la satisfactoria ecua-
La amplitud queda determinada en ción que armonice el interés individual (em-
dos sentidos; la generalidad de las cosas plazado en el derecho subjetivo) con el colectivo
son susceptibles de propiedad privada (afincado en la función social). Se manifies-
(art. 19 Nº 23); y se incluyen las cosas cor- ta principalmente en la introducción de
porales e incorporales (v. sobre este pun- “limitaciones” (o, mejor, “restricciones”)
to lo dicho en supra Nos 12, 13 y 14; en el y “obligaciones” (o, mejor, “cargas” o “de-
Nº 13 se trata la identificación del dere- beres”) a la propiedad privada; y llega a
cho con la cosa y, en nota, se advierte la su extremo con la “privación” del domi-
actitud del constituyente, de prescindir nio que, en la generalidad de las legisla-
de la identificación; para la adquisición ciones, conforma la expropiación (que
de inmuebles en zonas fronterizas, v. in- implica indemnización).
fra, Nº 60, final, y nota). Entre nosotros, la Constitución ha dis-
La protección. Se inicia con la procla- puesto para esta materia una “reserva le-
ma de su aseguramiento (de la propie- gal”; “sólo la ley puede establecer el modo
dad adquirida). Se dispone reserva legal: de adquirir la propiedad, de usar, gozar y
para el establecimiento de los modos de disponer de ella y las limitaciones y obliga-
adquirir el dominio y para imponer res- ciones que deriven de su función social”
tricciones, obligaciones y privaciones (se (art. 19 Nº 24 inc. 2º; la cursiva es nuestra).
verán pronto, en este mismo párrafo). La Y agrega que la función social comprende
privación (expropiación) es detenidamen- cuatro objetivos (el tercero descompuesto
te regulada (restringiéndose así el cam- a su vez en dos)(concebidos, como es espe-
po regulado por la ley). Se vuelve a rable en un texto de esta naturaleza, gené-
asegurar (junto a los demás derechos pro- ricamente). Por cierto, si es justificado exi-
tegidos) que no puede ser afectada en su gir ley para imponer restricciones, más lo
“contenido esencial” (art. 19 Nº 26). Y es es para disponer la privación del dominio;
incluida entre los derechos protegidos por y la Constitución así también lo establece
el recurso de protección (art. 20)(para la (en el inc. 3º del Nº 24 del art. 19). La pri-
adicional protección brindada por las le- vación tiene también mencionados sus ob-
yes ver infra, 4ª Parte, Nº 258 y sgts.). jetivos; dos (asimismo enunciados genéri-
La función social, la reserva legal, las camente). Y confiere indemnización (que,
restricciones y privaciones y la afectación de la antes que en las normas de la ley de expro-
esencia. Tomando base en aquellos que piaciones, tiene una –prolija– regulación
hemos llamado principios orientadores, constitucional, en el mismo inc. 3º). En
se ha difundido ampliamente la expre- otros términos, entre nosotros la “reserva
sión función social de la propiedad, para ad- legal” está dispuesta para la privación del
vertir que el dominio (en torno al cual dominio y aun para la sola restricción o deber.
giran los demás derechos reales) debe ser En la doctrina general la noción de reserva
ejercido con consideración de los intere- legal ha sido concebida con una intensi-

46
La propiedad y la posesión

dad graduable y en cada ordenamiento es piatoria. Esto significa que el constituyen-


habitual la discusión acerca del rigor con te concibe la expropiación de una parte
el que los respectivos preceptos la han aco- del derecho, permaneciendo la cosa en el
gido; ante nuestros textos constitucionales, patrimonio del expropiado pero con el
los autores nacionales de Derecho público derecho cercenado. En consecuencia, debe
mantienen asimismo la discusión para nues- procederse como en toda expropiación,
tro régimen (que frecuentemente es redu- cumpliéndose las exigencias que el texto
cida al dilema: reserva absoluta o relativa, dispone para ella; destacadamente, por
para surgir luego la proposición interme- cierto, la indemnización. Adoptada la ac-
dia). En materia de propiedad, entre noso- titud de proteger intensamente el domi-
tros parece adoptar estrictez, consideran- nio, la decisión de los redactores exhibe
do lo dispuesto en los arts. 19 Nº 24, 32 agudeza y realismo, porque pone el dere-
Nº 8 y 60. cho a resguardo de atentados esenciales
Las restricciones y los deberes pue- que adopten formas de restricciones man-
den estar dirigidos genéricamente al con- teniendo (formalmente) el dominio en el
tenido (respetando el esencial), a cierto titular (y que, de penetrar, evitarían los
atributo (sin que se configure la priva- reclamos, las diligencias y, sobre todo, la
ción de uno esencial) o a algunos de los indemnización, a que da lugar –sin duda–
caracteres del dominio (en esta alternati- la expropiación integral).
va el más alcanzado es el carácter absolu- La expresión “atributos o facultades
to, al punto que, habiendo sido, desde esenciales” debe ser aplicada con el con-
que apareció incorporado en las defini- tenido que la doctrina civil le atribuye (y
ciones de dominio, el centro del comba- que pronto será referida; infra, Nº 60). En
te, en virtud de la intervención hemos de otros términos, estimamos que aquella ex-
tenerlo por superado). Por otra parte, se presión empleada en el texto alude (está
vinculan a otros principios (como la doc- vinculada) a los atributos contenidos (bá-
trina del abuso del derecho). sicamente) en la definición del Código Ci-
Positivamente, se concretan en normas vil y que son los reconocidos tradicional y
sobre variadas materias. Entre nosotros es- secularmente por la doctrina y las demás
tán diseminadas por todo el Código Civil fuentes (decimos “básicamente” porque a
y en innumerables leyes especiales, tanto los emergentes de la definición del Códi-
de sectores productivos como habitacio- go debe agregarse otros: la exclusividad,
nales; tanto industrial como agropecuario, la administración y la reivindicabilidad o,
minero, urbanístico, etc. menos formalmente, la persecución, que
Conviene también puntualizar los tér- se mencionan también en infra Nº 60) (v.
minos con que se consagró la privación también el art. 6º de la Ley Orgánica Cons-
(en el inc. 3º). Notablemente, junto a la titucional sobre Conseciones Mineras).
privación total (expropiación, en su signifi- Por otra parte, el precepto ostenta ar-
cado tradicional, en la que es extraída toda monía con lo dispuesto en el Nº 26 que,
la cosa), la regla concibe también la priva- insistiendo en el resguardo de la genera-
ción parcial (que implica expropiación par- lidad de los derechos fundamentales, acu-
cial); y no se trata de una privación par- de a la noción de contenido esencial,
cial de la cosa, sino del derecho. Si un disponiendo que se asegura asimismo que
particular tiene, por ej., un predio, natu- las leyes no afectarán a los derechos en
ralmente puede ser expropiada una sec- su “esencia”. Tratándose del derecho de
ción de él; esa sección es íntegramente dominio, aquí resulta protegido con el
sustraída del dominio privado, que es tras- otro método; ya no (con la concepción
ladado al expropiante. Pero el texto agre- analítica) mediante el recurso a los atri-
ga que asimismo nadie puede ser privado butos esenciales, sino (en la sintética) acu-
“de alguno de los atributos o facultades diendo a la “esencia”. Estimamos que esta
esenciales del dominio” sin una ley expro- esencia o contenido esencial encuentra

47
Los bienes

su significado básico en la ya citada ex- los hechos a veces –al menos según el
presión “atributos esenciales” pero, inclu- dueño– constituyen verdaderas privacio-
yéndolos, la supera, con una fórmula más nes (parciales) del dominio, el cual (for-
integradora, prescindente de atributos in- malmente) es mantenido en manos del
dividualizables que la conforman por propietario.
suma y que pueden dejar intersticios; este En doctrina y jurisprudencia extranje-
contenido esencial traduce un exclusivo ras la materia ha sido bastante agitada. La
y directo aprovechamiento integral de las casuística, por los campos de donde sur-
cosas en sus posibilidades actuales y po- ge, es muy similar a la que se está presen-
tencialidades futuras, con posibilidad de tando aquí, y las soluciones oscilan entre
intercambio y poder de persecución. las mismas alternativas nuestras. Pero con
En suma, la Constitución autoriza a dos diferencias técnicas respecto de nosotros,
la ley (y sólo a la ley): para imponer res- que se manifiestan en el razonamiento;
tricciones y deberes, por cierto sin indemni- primero: autores y textos (frecuentemen-
zación (como que se imponen con base te menos explícitos que los nuestros), pres-
en la función social), y para privar del cinden de la expresión “atributos esencia-
dominio, integral (expropiación en su les” (que parece irse abandonando,
sentido tradicional) o parcialmente (por producto del decaimiento de la concep-
privación de un atributo o facultad esen- ción del dominio como suma de faculta-
cial), aquí mediante ley expropiatoria y, des) y la controversia es planteada pura-
por tanto, con la consecuente indemni- mente como un atentado al “contenido
zación. Además, vuelve a asegurar que la esencial” del derecho de propiedad; y, se-
ley no podrá afectar el derecho (en nues- gundo: no llegan a exigir expropiación
tro caso el de propiedad) en su esencia. (que es reservada sólo para la privación
En la confrontación de aquellos tex- total de la cosa); así, frente a leyes agreso-
tos con leyes determinadas que intervie- ras imprecisas, o se estiman restricciones
nen el derecho de dominio, pueden fundadas en la función social y, por tanto,
presentarse situaciones en las que será di- no indemnizables, o se consideran priva-
fícil precisar cuándo se estará en presen- ciones de contenido esencial, confirién-
cia de una restricción y cuándo de una dose la respectiva indemnización.
privación de un atributo esencial; y si se ha Entre nosotros los textos legales han
afectado o no el derecho de dominio en recaído, hasta ahora –como en otras lati-
su esencia (que en términos de controver- tudes– principalmente en los ámbitos ur-
sia los particulares afectados podrán plan- banístico, ecológico e histórico y artístico;
tear –y de hecho han planteado– al y las controversias prácticas, sobre todo
tribunal). En definitiva, éste viene a erigir- en los dos últimos. Más específicamente,
se en el conflicto fundamental que entre un ejemplo de esta situación lo propor-
nosotros presenta este capítulo, pero ya ciona la legislación (pronto será consig-
no tanto por imprecisión constitucional, nada) que ha afectado intensamente el
sino más bien por los términos en que la dominio de predios forestales, llegando
ley respectiva acomete la intervención. a impedir la explotación de ciertas espe-
Efectivamente, suele ocurrir que la le- cies amenazadas o en peligro de extin-
gislación procede a intervenir la propie- ción; si un predio determinado tiene
dad de ciertos bienes sin emplear la como valor exclusivo (o ampliamente do-
misma terminología de los textos supe- minante) esa especie, para el dueño la
riores, y a veces con expresiones que más prohibición equivale (o se asemeja mu-
bien sugieren que se trataría sólo de res- cho) a privarlo del dominio.
tricciones intensas a las facultades del ti- En primer lugar, conviene advertir
tular; en su calidad de “restricciones”, que en el reclamo no se está contra la
quedarían incluidas en la función social conveniencia de proteger el bien o la ca-
y no conferirían indemnización, pero en tegoría de bienes a los que se dirige la

48
La propiedad y la posesión

privación o pretendida restricción (la es- primero, por contravenir los incs. 2º y
pecie vegetal amenazada, el monumento 3º del Nº 24; en el segundo, por contra-
histórico o artístico, etc.); lo objetado es venir el Nº 26).
que esa protección o beneficio persegui- Pero en la práctica se ha intentado
do para toda la comunidad se logre a otro remedio: la indemnización, que es de-
costa de un solo particular o de un gru- mandada en lugar de atacar la norma le-
po de dueños de predios con esos carac- gal invasora, la cual habrá de quedar,
teres. De ahí que la impugnación haya entonces, vigente, manteniéndose la pri-
sido sustentada en las garantías de igual vación del atributo esencial o la afecta-
repartición de las cargas públicas y de ción de la esencia. En ciertas situaciones
igualdad ante la ley. (sobre todo en las llamadas servidumbres
Con sus textos, la Constitución viene administrativas), en algunas de las cuales
a ofrecer dos métodos para solucionar el hasta podría dudarse de su calificación
conflicto; y en ambos el problema es de como de restricciones o privaciones de
calificación. atributo esencial, los respectivos textos le-
–Con los incs. 2º y 3º, que distinguen gales confieren indemnización, con diver-
entre restricción y privación de atributo sos procedimientos. Pero quedan otras
esencial y exigen ley expropiatoria para (que irán aumentando) sin el remedio
esta última, se trata de calificar si la inter- expreso.
vención al dominio que la norma legal Con el primer método no parece posi-
impone constituye restricción (o deber) ble; aquí el planteamiento es que se trata
o privación. de una ley que expropia y que no reúne
–Con el Nº 26, que protege la esen- las exigencias que la Constitución impone
cia del derecho, se trata de resolver si la a toda ley expropiatoria, de modo que lo
ley agresora afecta o no al derecho de que procede es simplemente declararla in-
propiedad en su esencia. constitucional (a menos que se reúnan to-
Por cierto, esa calificación ha de em- dos los requisitos salvo la indemnización,
prenderse objetivamente, con prescinden- porque entonces, al conferirse, la situa-
cia de los términos que la ley interviniente ción queda ajustada a la Constitución).
emplee. Con el segundo es dudoso; el texto (el
Es importante destacar que se trata Nº 26) garantiza que las leyes “no podrán
de métodos distintos para solucionar el con- afectar los derechos en su esencia”; la nor-
flicto, cada uno con su texto, y, por tan- ma legal ha afectado el contenido esen-
to, no deben ser (como ha ocurrido en cial, quedando configurada así la incons-
algunos casos) confundidos o mezclados titucionalidad; la indemnización no es
(sin perjuicio de que, en su aplicación contemplada; tampoco es negada; enton-
práctica, puedan plantearse uno en sub- ces, ¿es la indemnización un remedio ante
sidio del otro); y ellos hacen innecesario una ley que contraviene la Constitución?
acudir a la equidad (como también ha ¿Queda remediada la contravención a tra-
acontecido). vés de una indemnización al afectado? La
La privación o afectación sin indemniza- respuesta inmediata es negativa; pero po-
ción y su consecuencia. Si la calificación es dría postularse que como se trata de una
de reproche, es decir, si se concluye que garantía a las personas, pudiere ser un re-
la ley ha impuesto una privación de atri- medio aceptable, cuando el afectado mis-
buto esencial sin los requisitos de una mo lo ha pedido. También podría estimar-
ley expropiatoria (sobre todo sin confe- se que con la indemnización el derecho
rir indemnización), o ha afectado al de- no ha sido “afectado en su esencia” (por-
recho en su esencia, hay que determinar que en el patrimonio del dueño se ha pro-
la consecuencia. En ambos caminos la ducido una subrogación real, en la cual el
conclusión es la inconstitucionalidad de deterioro ha sido reemplazado por la in-
la ley que impone la intervención (en el demnización).

49
Los bienes

En la práctica, al menos hasta ahora, por la doctrina administrativa) con la cita


no se ha procedido siempre con claridad de preceptos como el art. 38 inc. 2º de la
en el empleo de estas alternativas. En oca- Constitución y el art. 42 de la ley 18.575,
siones, con motivo de un recurso de pro- Org. Constit. de Bases Generales de la
tección, se ha pedido la declaración de Administración del Estado.
inaplicabilidad por inconstitucionalidad, Esta última referencia merece una
y ha sido acogida. En otras, sin impugnar observación. Estimamos que el problema
la vigencia de la ley se ha demandado no es de responsabilidad civil; al menos
puramente indemnización, y ha sido con- atendidos nuestros textos (sobre todo el
cedida; pero mezclando –estimamos que inc. 3º), no es necesario acudir a esa vía
indebidamente– los métodos aquí descri- (y, por tanto, no es necesaria –ni proce-
tos. En efecto, no se ha resuelto explíci- dente– la confrontación con todas las exi-
tamente que se trate de una formal res- gencias o elementos propios de esa res-
tricción que implica una real privación ponsabilidad). Si la norma constituye
de atributo esencial; manteniéndose el tri- privación de atributo esencial (o afecta
bunal en la sede del inc. 2º (restriccio- el derecho en su esencia) y, prescindién-
nes) se ha optado por estimar que se tra- dose de la ley expropiatoria y de la in-
ta de restricciones graves que atentan en constitucionalidad, la situación va a ser
contra del contenido esencial del dere- remediada con la indemnización, esta in-
cho de dominio y, ante la ausencia de demnización pertenece al ámbito de la
norma que confiera indemnización (las indemnización expropiatoria, que susti-
restricciones no la confieren), se ha con- tuye valor, y no en el sentido que tiene
ferido. Se ha acudido a varios fundamen- en la materia de responsabilidad civil. En
tos. Uno frecuente es la garantía de igual la responsabilidad civil se trata de repa-
repartición de las cargas públicas (a ve- rar un daño causado con dolo o culpa o
ces con el agregado de igualdad ante la aun sin ellos (si se trata de responsabili-
ley). Se añade que si bien al referirse el dad objetiva), en la que el daño se pro-
inc. 2º a las restricciones no confiere in- dujo como consecuencia de la actuación
demnización, tampoco la niega. Se ha del Estado dentro de su actividad, daño
empleado también la regla de que en los que no es el fin perseguido y es más bien no
estados de excepción constitucional se deseado; por lo mismo, el interés públi-
confiere indemnización por las limitacio- co no se beneficia con la exacta actividad
nes a la propiedad (art. 41 Nº 8 de la C. que provoca el daño. En cambio en la
Pol.), deduciéndose que si en esos esta- indemnización expropiatoria la autoridad
dos se confiere indemnización, con ma- agrede directamente al derecho de do-
yor razón procede por las restricciones minio, en ejercicio de sus potestades y
impuestas en estado de normalidad (olvi- para obtener un fin de utilidad pública.
dando que allí se trata sólo de una im- Nos parece que simplemente debe indem-
propiedad de lenguaje, porque el consti- nizarse, con la justificación (remota) de
tuyente agrega que se trata de limitaciones la igualdad ante la ley y del igual reparto
que importen privación de atributos esen- de las cargas públicas y, en términos in-
ciales, con lo que queda claro que se tra- mediatos, con la misma justificación que
ta allí simplemente de “privaciones” de explica la indemnización expopiatoria (in-
atributo esencial, situación en la que evi- tegral), de protección a la propiedad, por-
dentemente procede indemnización, con- que lo que se produce (conforme al inc.
forme al inc. 3º). Se ha agregado la equi- 3º) es una privación parcial del dominio,
dad (es equitativo concederla). En fin, se privación parcial del derecho, no de la
ha hecho expresa referencia a la respon- cosa, en la cual aquella privación viene
sabilidad del Estado y, dentro de ella, a la luego a proyectarse; instalada en el dere-
llamada “responsabilidad por hecho líci- cho, más precisamente la agresión se ra-
to” (en Chile afrontada principalmente dica (en términos de la concepción do-

50
La propiedad y la posesión

minical tradicional) en los atributos esen- que servirá para cimentar nuevos progre-
ciales, o (en expresiones de la concep- sos y para el disfrute y enriquecimiento
ción unitaria del dominio) en la poten- del espíritu. La legislación ha ido reflejan-
cia o magnitud fundamental (en el do también la preocupación. Entre noso-
contenido esencial) del poder del pro- tros, falta aún. El primer texto destacable
pietario. es la Ley de Monumentos Nacionales (v.
La preservación natural y cultural. En C. Pol., art. 19 Nº 10, inc. penúltimo).
tiempos recientes, la función social ha re-
cibido una destacada tarea de preservación. 57 ter. La planificación territorial, el
Aunque proviene desde antiguo, esta pre- uso del suelo, la división predial y la edi-
ocupación se ha impuesto últimamente ficación. Las diversas funciones que cum-
con gran persistencia, por razones bien ple el suelo en la producción agraria, las
conocidas, hasta llegar a entrar en con- instalaciones industriales y comerciales,
flicto con el progreso material. Principal- la vivienda y en general en la calidad de
mente, se refiere a dos ámbitos: vida de la comunidad, han conducido a
1º. La preservación de la naturaleza, para los legisladores a regular su uso y divi-
mantener el ambiente con caracteres be- sión imponiendo así intensas restriccio-
néficos para la vida humana, amenazado nes a la propiedad (generándose aquí,
por la contaminación industrial y por ele- como en otros capítulos, un conjunto nor-
mentos derivados del congestionamiento mativo posterior y paralelo al de los Có-
urbano (v. C. Pol., art. 19 Nos 8 y 24, inc. digos Civiles). En el ámbito urbano, para
2º). Como se irá viendo, se refleja en va- proceder a regularlo se comienza por una
riadas materias. En términos genéricos, en actividad previa, la planificación.
una multitud de restricciones y cargas al En el diseño general y en las decisio-
derecho de propiedad; en términos más nes específicas surgen controversias, en
específicos: en el uso de bienes muebles las que confluyen factores técnicos urba-
(vehículos motorizados, instalaciones in- nísticos, sociológicos y aun políticos, con
dustriales, productos y residuos químicos, destacada presencia de la interrogante so-
agua); y en el uso de inmuebles, del suelo bre el grado de restricciones al que se
(en las relaciones de vecindad, en las ser- puede llegar sin desnaturalizar el domi-
vidumbres, en las explotaciones mineras). nio. Por otra parte, frente a determinada
Entre nosotros, el Código ya contiene al- realidad de una comarca, cuyo desarro-
gunas normas (por cierto desorganizada- llo se planifica, entre los expertos surgen
mente); pero posteriormente el aumento variados objetivos a los que se confieren
legislativo no ha cesado (muchos de esos distintas prioridades: la funcionalidad ur-
textos se irán mencionando en capítulos bana, la preservación del ambiente y la
siguientes). El texto nacional que aparece vinculación de la persona con la natura-
como uno de los centros de donde se emi- leza, la conservación del patrimonio cul-
ten restricciones es la Ley de Bases del tural; se van reflejando en la concreta
Medio Ambiente. Las reuniones de Go- planificación y se impone alguno o se ter-
biernos, que culminan en Tratados y Con- mina en soluciones de compromiso.
venciones Internacionales, y la acción de Debe tenerse presente también que
Organizaciones no gubernamentales, han en el desenvolvimiento de las actividades
influido notablemente en las legislaciones que ahora serán reseñadas surge con no-
internas (sólo por introducir un orden en toria frecuencia la regulación ambiental;
la exposición y consulta, podemos distin- en cada una de ellas puede resultar nece-
guir una normativa restrictora con inme- saria una evaluación de impacto ambien-
diato fundamento ambiental y otra con in- tal (entre nosotros, conforme a la ley
mediato fundamento sanitario). 19.300 y su Reglamento).
2º. La del patrimonio cultural que la co- 1º. La planificación territorial. Es el con-
munidad va acumulando con el tiempo, junto de decisiones, instrumentos y nor-

51
Los bienes

mas con las que el Estado regula el uso En el ámbito regional, se confeccio-
del suelo ubicado en el territorio nacio- na un “Plan Regional de Desarrollo Ur-
nal. bano”, aplicable a los centros urbanos de
Entre nosotros, actualmente esta acti- las regiones. Se materializa básicamente
vidad se desarrolla fundamentalmente en en un Plano y una Memoria explicativa.
el sector urbano. El texto básico es la Ley Lo elabora la Seremi de Vivienda y Urba-
General de Urbanismo y Construcciones nismo respectiva y existe un procedimien-
(LGUC.), complementada por la Orde- to al efecto (arts. 30 y sgts. de la LGUC. y
nanza General de Urbanismo y Construc- 2.1.5. de la OGUC.).
ciones (OGUC.). En el ámbito intercomunal o metro-
Siguiendo en buena medida una ten- politano, se puede confeccionar un “Plan
dencia general en las legislaciones actua- Regulador Intercomunal” (o “Metropoli-
les, conforme a los textos vigentes la tano”), aplicable a las áreas urbanas y ru-
planificación: a) fija políticas (define ob- rales de diferentes comunas que por sus
jetivos sociales y económicos relativos al relaciones se integran en una unidad ur-
territorio); b) zonifica (fija zonas; es de- bana. Se materializa en un Plano, una
cir, divide una gran superficie –en base a Memoria explicativa y una Ordenanza. Lo
la división administrativa del territorio– elabora la Seremi de Vivienda y Urbanis-
en zonas o sectores; y c) asigna uso a cada mo y existe un procedimiento al efecto
sector (residencial, actividades producti- (arts. 34 de la LGUC. y 2.1.8 de la
vas, equipamiento, áreas verdes, etc.), en OGUC.).
un grado que podemos llamar genérico. En el ámbito comunal, se confeccio-
En cada predio, el uso específico (dentro na un “Plan Regulador Comunal”, aplica-
del genérico impuesto) es determinado ble a los centros poblados de la Comuna.
por el propietario (si el predio está ubi- Se materializa básicamente en un Plano,
cado en un sector productivo, el propie- una Memoria explicativa y una Ordenan-
tario define la actividad productiva za. Lo elabora la Municipalidad y existe
específica a que lo destinará). un procedimiento al efecto (arts. 41 y sgts.
La planificación se desenvuelve con dos de la LGUC. y 2.1.10 y sgts. de la OGUC.
referentes, uno geográfico y uno substan- Se dispone también qué Comunas y cen-
tivo. Geográficamente, en cinco ámbitos con tros poblados deben contar con Plan Re-
especificidad decreciente: nacional, regio- gulador Comunal).
nal, intercomunal, comunal y seccional. Dentro de la Comuna puede estable-
Substantivamente, mediante los llamados cerse uno o varios “Planes seccionales”,
“instrumentos de planificación territorial” aplicables a una porción de la Comuna.
(que son los medios o herramientas con Cada plan seccional se materializa en un
las que se ejecuta esta planificación); se- Plano, una Memoria explicativa y una Or-
gún nuestros textos son: la Política Nacio- denanza. Lo elabora la Municipalidad y
nal de Desarrollo Urbano, el Plan Regional existe un procedimiento al efecto (arts. 46
de Desarrollo Urbano, el Plan Regulador de la LGUC. y 2.1.14 y sgts. de la OGUC.).
Intercomunal o Metropolitano, el Plan Re- El “límite urbano” (antes llamado “ra-
gulador Comunal, el Plan Seccional y el dio urbano”) es una línea imaginaria, cur-
Límite Urbano (arts. 28 de la LGUC y 2.1.2 va, plana y cerrada que, dibujada en un
de la OGUC.). plano (si hay plan comunal será en el Pla-
En el ámbito nacional, se fija una “Pla- no Comunal), define el límite de los cen-
nificación Urbana Nacional”, que, como tros poblados, diferenciándolos del resto
se dijo, define objetivos sociales y econó- del área comunal (por cierto, es estableci-
micos relativos al territorio. Se materializa do considerando la realidad urbanística
en documentos internos de la autoridad existente al tiempo de confeccionarse y
pertinente (el Ministerio de Vivienda y sus proyecciones)(arts. 52 y sgts. de la
Urbanismo)(art. 29 de la LGUC.). LGUC. y 2.1.16 de la OGUC.).

52
La propiedad y la posesión

Ciertamente, cada plan se adecua al manteniéndose las características rústicas


del nivel superior; cada uno detalla al su- del predio” (art. 60 de la LGUC.).
perior, dentro de su ámbito (art. 2.1.3 de Cuando se aprueba el Plan que distri-
la OGUC.). buye el uso por zonas, las construcciones
2º. El uso del suelo. Actualmente la ge- existentes en cierta zona y que contravie-
neralidad del territorio nacional tiene uso nen el uso asignado a ella, se mantienen
regulado (para estos efectos se incluye (se “congelan”, no se destruyen, salvo si
un concepto de uso en el art. 1.1.2 de la se trata de ciertas “industrias” molestas o
OGUC.); pero con normas diferenciadas dañinas); no se pueden aumentar (am-
para el uso en áreas urbanas y rurales. pliar) ni es posible ejecutar nuevas cons-
a) El uso del suelo urbano. Tal como ya trucciones contra el uso asignado (aunque
se insinuó, la regulación del uso del sue- sí está admitido ejecutar obras conserva-
lo urbano se establece en base a la zonifi- tivas y aun introducir mejoras a lo exis-
cación (consignada en el Plan) más una tente). En cuanto a las actividades que en
lista legal taxativa de usos establecidos. esas construcciones se desarrollaban, si
Así, se zonifica (es decir, el territorio contravienen la asignación de uso conte-
comprendido en el Plan es dividido en nida en el Plan, continúan, por el tiem-
zonas, cada una con su nombre) y a cada po permitido según las habilitaciones
zona se asigna un uso (o varios usos) de vigentes (permisos, patentes, autorizacio-
entre los que la norma establece (el nes sanitarias, etc.), pero por influencia
art. 1.1.2 de la OGUC. define lo que se de estos y otros mecanismos administrati-
entiende por zona). vos, se va tendiendo a adecuar el uso es-
De las zonas, hay algunas que más que pecífico al genérico dispuesto (por ej.,
creadas por el hombre (planificador), son no se renueva la patente del local). Y en
“respetadas” por él, por diversas conside- el futuro, respecto de nuevas actividades,
raciones (como las “zonas de protección el predio sólo podrá ser destinado a un
natural”, “protección costera”, en el ob- uso específico dentro del uso genérico
jetivo de preservación de la naturaleza a asignado a la respectiva zona (arts. 57 y
la que recién se hizo referencia; v. supra, sgts. de la LGUC.).
Nº 57 ter). Por cierto, la expropiación contribu-
Los usos establecidos son: residencial; ye a consumar el uso planificado.
equipamiento (que a su vez incluye usos Puede observarse que el denomina-
científico, comercio, culto y cultura, de- do “cambio de uso del suelo” como pre-
porte, educación, esparcimiento, salud, tensión particular e inmediata de un
seguridad, servicios, social); actividades propietario, en el medio urbano no es
productivas; infraestructura; espacio pú- posible. La única posibilidad que un pro-
blico; área verde. pietario tiene de lograr el cambio de uso
El uso residencial se entiende siempre de su predio es esperar a que se produz-
admitido salvo que el respectivo instrumen- ca un cambio en el Plan (por el cual el
to de planificación territorial lo prohíba uso asignado a la zona en la que está su
expresamente (art. 2.1.25 de la OGUC.). predio cambie al uso anhelado).
A una zona se pueden asignar dos o b) El uso del suelo rural. En el ámbito
más usos simultáneamente (por ej., in- rural (fuera del límite urbano) se dispone
dustrial-residencial)(con lo que se am- una regla general: el predio rural tiene
plían al propietario las alternativas como destino genérico el uso rústico, es
específicas). decir, agrícola, ganadero o forestal (dentro
Si dentro del límite urbano hay pre- de ese uso genérico, el propietario decide
dios que por su especial naturaleza y ubi- el uso específico y, por cierto, puede cam-
cación no son edificables “no podrán biar libremente de agrícola a ganadero a
subdividirse y sólo se aceptará en ellos la forestal o viceversa)(art. 55 inc. 1º de la
instalación de actividades transitorias, LGUC. y art. 1º del DL. 3.516).

53
Los bienes

Ese uso genérico puede ser cambia- para la división, y certifica en el plano.
do; como aquí no hay Plan, el cambio no Con la resolución y el plano certificado el
puede referirse sino al que solicite el pro- propietario puede ir de inmediato (sin es-
pietario respecto de su predio (a diferen- perar a enajenar) al Conservador, quien
cia de lo que acontece –como se dijo– en subinscribe la resolución al margen de la
el ámbito urbano). Y ese cambio está re- inscripción de dominio, y resolución y pla-
gulado. El cambio de uso está vinculado a no son agregados al final del Registro de
la construcción. Mientras nada se constru- propiedad; y con copia de esos mismos
ya, no se requiere autorización para cam- instrumentos acude a la DOM. y solicita la
biar el uso (por ej., de estarse desarro- autorización para edificar.
llando una actividad agrícola, ganadera o El cambio es del genérico inicial
forestal, puede cambiarse a la extracción (agrícola, ganadero o forestal), a otro, de
de áridos). Si se pretende edificar es ne- entre los genéricos que se establecen, tam-
cesario obtener la autorización para el bién en lista legal taxativa (art. 55 de la
cambio de uso (y esta autorización es pre- LGUC.): construcciones industriales; equi-
via a la que sigue siendo necesaria: la au- pamiento (con las mismas especificacio-
torización de la DOM. para la respectiva nes del concepto ya designadas respecto
edificación). Se requiere autorización de del suelo urbano); turismo; poblaciones.
la Secretaría Regional Ministerial (Sere- Desde entonces (desde aquel primer
mi) de Agricultura, cumplidos ciertos re- cambio), la autorización para cualquier
quisitos, entre ellos la presentación de un nuevo cambio será de competencia de la
plano (arts. 55 y 56 de la LGUC. y reglas Municipalidad respectiva (es decir, se pro-
de la OGUC.). Con los informes favora- cede como si fuera urbano)(arts. 55 y 56
bles de ciertas otras instituciones, la Sere- de la LGUC según interpretación formu-
mi emite una resolución autorizando el lada por algunos comités institucionales
cambio de uso y certifica esa autorización del área).
en el plano. Con la resolución y el plano Cuando un predio rural obtiene cam-
certificado, el propietario acude a la DOM. bio de uso (por ej., a industrial), en todo
y solicita la autorización para edificar. Hay lo relativo a las normas reguladoras de
sí ciertas obras cuya ejecución no requie- ese nuevo uso queda sometido a la DOM.
re del cambio de uso. Pero eso no significa que cambie su cali-
El cambio de uso puede ser parcial ficación básica; sigue siendo predio rural
(para cierta superficie de un predio); y (porque está ubicado fuera del límite ur-
no se necesita dividirlo (no hay norma que bano) y, por tanto, salvo norma expresa
imponga la división y no se ve fundamen- en contrario, queda sometido al estatuto
to para exigirla). Pero puede pedirse con- de los predios rurales.
juntamente el cambio de uso con la Debe tenerse presente que los planes
división (en lotes no inferiores a 0,5 hec- reguladores (comunales, intercomunales
tárea). Como se verá, en esta situación se y, evidentemente, regionales) pueden ex-
vinculan: cambio de uso, división y edifi- tenderse a sectores de suelo que estén
cación. Aquí conviene formular dos ad- ubicados fuera del límite urbano, asig-
vertencias: a) al ser dividido el predio en nándoles usos determinados, fundamen-
varios lotes, el cambio puede ser parcial, talmente de protección y riesgo y de uso
es decir, el propietario puede mantener el rústico (por ej., “de interés silvoagrope-
uso agrícola, ganadero o forestal para uno cuario”) (arts. 30 y sgts. de la LGUC. y
o más de los lotes; y b) la autorización 2.1.5 y sgts. de la OGUC.). Estimamos
para ambas (cambio de uso y división) es que la circunstancia de que un predio
concedida por una sola autoridad (la Se- ubicado fuera del límite urbano quede
remi de Agricultura). La Seremi expide incluido en un Plan Regulador no lo con-
una sola resolución, que incluye las dos vierte en predio urbano y, por tanto, no
autorizaciones, para el cambio de uso y queda sometido a las normas de éstos;

54
La propiedad y la posesión

sigue siendo rural. Es el límite urbano el su predio para enajenarlo por partes. Y,
que decide calificación y estatuto aplica- tratándose de una comunidad, sea que los
ble; por tanto, en cuanto a su (primer) comuneros han llegado a serlo por suce-
cambio de uso ese predio queda someti- sión por causa de muerte, por disolución
do a las reglas mencionadas para el suelo de una sociedad conyugal, por disolución
rural. de una sociedad civil o comercial, o por-
Por otra parte, dentro del límite ur- que lo adquirieron en común por com-
bano puede haber predios rústicos. Esto pra, donación, etc.
implica afirmar que un predio puede ser En su gran mayoría, las normas regu-
al mismo tiempo urbano y rústico; es ur- ladoras de la división del suelo son las
bano, porque está ubicado dentro del lí- mismas, sea que se trate de división de
mite urbano; y es rústico porque está des- un predio que se tiene en comunidad o
tinado a uso agrícola, ganadero o forestal; de división de un predio de un solo pro-
ya se ha dicho (v. supra, Nº 26) que aquí pietario.
se está en presencia de dos clasificacio- Los términos “división”, “subdivisión”
nes, cada una con su propio factor: rústi- y “loteo” suelen usarse indistintamente
co y no rústico (en base a la función o (en el lenguaje corriente, y aun legal, el
rol); urbano y rural (en base a su ubica- término “loteo” ha conquistado en bue-
ción geográfica respecto del límite urba- na medida la preferencia en las divisio-
no). Como el Plan Regulador asigna uso nes para fin habitacional).
a todo el suelo urbano (y dentro de los La regulación de la división es conce-
usos no está el rústico), entonces, si un bible aun sin planificación pero, donde
predio urbano en el hecho (en la reali- existe, la regulación divisoria es influen-
dad) está destinado a un uso rústico (está ciada por ella; entre nosotros, así aconte-
destinado a una actividad agrícola, gana- ce en el medio urbano; en el rural, la
dera o forestal), como está sometido a regulación de la división está determina-
todas las normas del suelo urbano, mien- da principalmente por la categoría físico-
tras su dueño en nada innove, puede con- ambiental del suelo y por diversos otros
tinuar destinándolo al uso agrícola, gana- factores. En los dos ámbitos surge, como
dero o forestal (y puede efectuar cambios particular punto de controversia, el de la
dentro de las alternativas rústicas: de agrí- superficie mínima permitida.
cola puede cambiarlo a ganadero, etc.); Como ya se ha sugerido, se imponen
pero si quiere edificar, ha de someterse al restricciones diferenciadas según se trate
uso que corresponde a la zona en que de suelo urbano o rural.
está ubicado, conforme al Plan. a) La división del suelo urbano. En el
3º. La división predial. No corresponde suelo urbano las consideraciones se refie-
tratar aquí todo el proceso de partición ren al racional desarrollo de las ciuda-
de la comunidad (que es estudiado en la des, que incluyan apropiados espacios
denominada partición de bienes heredita- para la vivienda, el comercio, la indus-
rios, en el capítulo de la sucesión por cau- tria, el equipamiento, el esparcimiento y
sa de muerte, donde el Código dispone el contacto con la naturaleza.
normas que son de aplicación general a la Desde mucho tiempo en el país se
partición de comunidades de otro origen, han ido dictando normas reguladoras de
sin perjuicio de normas especiales para al- la división predial. Actualmente, se con-
gunas, como las de la partición de ganan- signan en la LGUC., con el complemen-
ciales de la sociedad conyugal). De lo que to de la OGUC. (deben tenerse en cuenta
aquí se trata es de las restricciones que se también: la ley 16.741 sobre Poblaciones
imponen, precisamente, a la división del en situación irregular y el DL. 2.695 so-
suelo, sea que se produzca porque un pre- bre saneamiento de títulos de la peque-
dio se va a distribuir entre sus varios co- ña propiedad, respecto de los cuales se
muneros o que un único titular va a dividir volverá más adelante).

55
Los bienes

En el medio urbano la división está rio que estima que su predio está en esas
vinculada al uso del predio y a una de condiciones solicita la declaración de su-
sus características, su urbanización. Es fá- ficiencia. Si la DOM. así la considera emite
cil percatarse de la justificación de estas una resolución declarando suficiente la
vinculaciones. Al uso, porque el destino urbanización (es conveniente conducir
del predio impone la necesidad de cier- esa resolución al Conservador pidiéndo-
tas superficies que permiten lograr satis- le que de ella tome nota al margen de la
factoriamente la finalidad proyectada. A inscripción de dominio, y la agregue al
la urbanización, porque al aumentar los final del Registro). Declarada suficiente
predios (con menor tamaño) aumentan la urbanización, debe presentarse a la
las posibilidades de mayor densidad po- DOM. una solicitud con un plano (y otras
blacional, con la secuela de dificultades especificaciones (arts. 65 de la LGUC. y
que trae consigo, y entonces la urbaniza- 3.1.2 de la OGUC.). La DOM. emite una
ción contribuye a mejorar la calidad de resolución autorizando la división y certi-
vida que la congestión tiende a deterio- fica en el plano esa circunstancia. Reso-
rar (el concepto de “urbanizar” se obtie- lución y plano son presentados al Con-
ne relacionando los arts. 134 de la LGUC servador de Bienes Raíces; el Conserva-
y 1.1.2 de la OGUC.). dor subinscribe la resolución al margen
Con la constatación de que el uso y de la inscripción de dominio y ambos ins-
la urbanización influyen en la regulación trumentos son agregados al final del Re-
de la división, procede referirse a la su- gistro de Propiedad (arts. 3.4.1 y siguien-
perficie mínima de los lotes producto de tes OGUC.). Ahora (el predio está dividi-
una división. Nuestros textos (como acon- do) el dueño tiene “varios predios” (y
tece en la generalidad de las legislacio- puede enajenar cada uno).
nes en este punto) han optado por evitar –División de predios no urbanizados. Para
la imposición de una superficie mínima subdividirlos es necesario urbanizarlos.
única nacional y se entrega la limitación Aquí es destacable el art. 136 de la LGUC.
a la autoridad local, con la instrucción que impide, con una gran amplitud, la
de mantenerla vinculada a aquellos dos celebración de actos y contratos que cons-
factores. Así, se ha dispuesto que toda tituyen títulos traslaticios de dominio (y
subdivisión debe ajustarse al Plan Regu- aun otros que se les asemejan) sobre par-
lador respectivo (especialmente a su Or- tes de predios, mientras no se cumplan
denanza, art. 71 de la LGUC.). En la las exigencias de urbanización y las auto-
Ordenanza de cada Plan Regulador se fija rizaciones que dispone, sea que la parcia-
la superficie mínima que ha de tener cada lidad enajenativa se refiera a lotes
lote de una división; y esa superficie mí- deslindados o a cuotas del predio (por-
nima es fijada para cada zona de uso es- que, entre otros actos, impide expresa-
tablecido en el Plan. mente la “formación de comunidades”).
Con estos antecedentes, para dividir Para obtener la autorización de divi-
un predio urbano es necesario obtener sión debe presentarse un proyecto de ur-
autorización de la DOM. respectiva (que banización (que incluye, por cierto, un
se materializa en una resolución y una plano). Ahora vemos que, más concreta-
constancia en el plano al que se hará re- mente, la división está vinculada precisa-
ferencia pronto, suscritas por el Director mente al proyecto de urbanización. Y las
de Obras Municipales). características de la urbanización van a
Para obtenerla, las exigencias están depender de las características y cantidad
diferenciadas. de los lotes que se pretende formar, y del
–División de predios urbanizados. Han uso que le corresponda al predio según
de tenerse por predios urbanizados aque- la zona en que esté ubicado (arts. 134 y
llos cuya urbanización sea declarada sufi- sgts. de la LGUC.). En suma, tratándose
ciente por la DOM. Entonces, el propieta- de predios no urbanizados el proyecto

56
La propiedad y la posesión

incluirá, integradamente, la urbanización irregular”, también conocida popularmen-


y el diseño del loteo (como es explicable, te como la ley de “loteos brujos”), que
las actividades no se han concebido sepa- asimismo establece un delito (art. 70).
radamente: primero proyectar y ejecutar Se impide a los Conservadores inscri-
la urbanización y después proyectar y efec- bir toda transferencia o adjudicación de
tuar la división). terrenos sin un certificado de la DOM.
Aprobado el proyecto, se pueden ini- que acredite el cumplimiento de las nor-
ciar las obras de urbanización. Ejecuta- mas sobre urbanización (art. 136 de la
das las obras, la DOM. procede a su LGUC.).
“recepción” y emite dos resoluciones: en b) La división del suelo rural. En el suelo
una recibe las obras (trámite que cumple rural los factores considerados se refie-
la función de controlar la coincidencia ren a la productividad agropecuaria, y es
entre lo proyectado y lo ejecutado); en la tema polémico y complejo el determinar
otra autoriza la división y certifica en el la extensión mínima aceptable bajo la cual
plano esa circunstancia. Resolución y pla- no debiera ser posible subdividir. Se han
no son presentados al Conservador de Bie- llegado a diseñar “unidades” métricas va-
nes Raíces; el Conservador subinscribe la riables, que son aplicadas a las distintas
resolución al margen de la inscripción de regiones de un país según las caracterís-
dominio y ambos instrumentos son agre- ticas productivas de su suelo.
gados al final del Registro de Propiedad El concepto de “minifundio”, exten-
(art. 136 de la LGUC.). Ahora (el predio sión de suelo que, como unidad aislada,
está dividido) el dueño tiene “varios pre- resulta antieconómico explotar, surge en
dios” (y puede enajenar cada uno). el debate como elemento destacable (aun-
Se contempla también la “garantía de que el progreso tecnológico, que amplía
la urbanización”. Es posible obtener au- las posibilidades del cultivo intensivo, ha
torización para enajenar lotes sin que el ido alterando antiguas medidas mínimas
predio esté urbanizado si se garantiza la de rentabilidad).
posterior ejecución de las obras (arts. 129 En Chile, desde muchas décadas se
a 136 de la LGUC.). Es fácil percibir la han ido dictando normas legales que im-
utilidad de esta alternativa, que ayuda al ponen restricción. Actualmente el texto
propietario en el financiamiento de las fundamental es el DL. 3.516. Es posible
obras; por lo mismo, en la práctica es dividir un predio en lotes de hasta media
frecuentemente utilizada. hectárea física como superficie mínima,
Reconociéndose realidades, se han des- norma que puede calificarse de bastante
tinado normas para divisiones que –de he- (y tal vez excesivamente) generosa (art. 1º
cho– se han efectuado en terrenos no del DL. 3.516).
urbanizados, sin cumplir la exigencia pre- El texto legal declara que en lotes
via de urbanizar (y sin garantizar la eje- iguales o superiores a 0,5 hectárea se pue-
cución de las obras)(art. 65, c. de la de dividir “libremente”, pero luego se im-
LGUC.). En definitiva, la LGUC. consta- ponen exigencias formales que conducen
ta la situación y dispone que las obras a concluir que ese adverbio debe ser ma-
deben ejecutarse. Como novedad, agrega tizado (aquella proclamada libertad no
que el “proceso enajenativo” no se podrá es tan absoluta). Se puede dividir libre-
efectuar mientras no se ejecuten las obras. mente en el sentido de que no es necesa-
Deben tenerse presente además dos tex- rio cumplir requisitos substantivos (pedir
tos represores, que inducen poderosamen- autorización, con demostración de causa
te a evitar que la situación se produzca: justificante); siendo los lotes resultantes
el art. 138 de la LGUC., que tipifica un iguales o superiores a 0,5 hectárea no hay
delito para quienes de hecho dividan y discrecionalidad en la autoridad; hay re-
enajenen sin urbanizar; y la ley 16.741 quisitos formales (objetivos), que la auto-
(llamada de “Poblaciones en situación ridad sólo constata como cumplidos; y

57
Los bienes

entonces debe emitir la certificación res- La división de predios (rurales y ur-


pectiva. banos), origina nuevos roles de avalúos
Decidido a dividir su predio, el dueño (para los lotes resultantes), asignados por
debe solicitar al Servicio Agrícola y Gana- el Servicio de Impuestos Internos a peti-
dero (SAG)(o a la DOM. en ciertas espe- ción del propietario.
ciales situaciones) una “certificación” de que Se impide a los Notarios autorizar es-
los lotes formados tienen una superficie crituras públicas de enajenación que no
igual o superior a aquel mínimo, acompa- se ajusten a las exigencias establecidas, y
ñando un plano que grafique los lotes, con a los Conservadores inscribir tales escri-
ciertas características, y varios otros docu- turas (DL. 3.516).
mentos. El SAG (o la DOM. en su caso) 4º. La edificación. Luego de la intensa
emite una resolución certificando aquella regulación precedente, todavía se añaden
circunstancia y hace otro tanto en el pla- restricciones al dominio en la actividad
no. Resolución y plano son presentados al constructiva (las justificaciones son, en
Conservador de Bienes Raíces; el Conser- general, las mismas que se han venido
vador subinscribe la resolución al margen mencionando para las actividades prece-
de la inscripción de dominio y ambos ins- dentes).
trumentos son agregados al final del Regis- Toda edificación, urbana o rural, debe
tro de Propiedad (mientras no se presente ser autorizada por la DOM. respectiva (tí-
al Conservador, en el Registro el predio tulo III de la LGUC. y OGUC.); y requie-
sigue como uno solo). Ahora (el predio re siempre de urbanización, sea el predio
está dividido) el dueño tiene “varios pre- urbano o rural (sólo que varían las exi-
dios” (y puede enajenar cada uno). gencias) (art. 116 de la LGUC. y OGUC.).
El texto dispone que cada lote está La DOM. fija las características de la
sujeto a la prohibición de cambiar su des- urbanización requerida según la edifica-
tino (art. 1º del DL. 3.516) (porque un ción de que se trate. Tratándose de pre-
“cambio de uso” debe ser solicitado y au- dios rústicos, cuando hay cambio de uso
torizado, como ya se dijo) (arts. 55 y 56 de suelo, como ahí se presenta un ante-
de la LGUC). Al tiempo de transferirse proyecto de construcción y la división es
cada lote, deben presentarse al Notario autorizada por la Seremi de Agricultura,
copias de aquellos mismos instrumentos; esa resolución fija las condiciones míni-
y en la escritura debe expresarse la pro- mas de urbanización que la DOM. más
hibición (que en todo caso es legal), bajo tarde sólo detalla.
consecuencia de nulidad absoluta (art. 1º Dispuesto a edificar, el propietario
del DL. 3.516). pide a la DOM. que emita un “certifica-
Nótese que los predios que durante do de informaciones previas” (art. 116
el imperio del texto actual nunca se han de la LGUC.). Con tal información, pide
dividido, si bien igualmente no pueden a la DOM. un “permiso de construcción”,
cambiar de uso salvo que lo pidan y ob- adjuntando los antecedentes propios del
tengan (como ya se dijo), no tienen sin anteproyecto de que se trate. La DOM.
embargo la prohibición (legal) expresa tiene un plazo de 30 días para pronun-
y, por lo mismo, ninguna en sus títulos ciarse. Concedido el permiso puede ini-
(salvo que el dueño la hubiere pactado ciarse la edificación. Deberá ajustarse a
con alguien). Desde la dictación del DL. los planos, especificaciones y demás an-
3.516 el predio que se divide recibe la tecedentes aprobados por la DOM. en
mencionada prohibición (legal) expresa el permiso (toda modificación debe ser
(y que además queda estampada en la autorizada). Ejecutadas las obras, la
escritura con que se inicia la enajenación). DOM. procede a su “recepción”, y si las
En ciertas circunstancias está permiti- estima ajustadas al proyecto aprobado,
da la división en lotes de superficie infe- emite el “certificado de recepción muni-
rior a 0,5 hectárea. cipal” (arts. 142 de la LGUC. y 3.4.1. de

58
La propiedad y la posesión

la OGUC.)(si se trata de copropiedad nómico) que corresponde a las varias cla-


inmobiliaria, se debe obtener además el ses de bienes.
certificado que acoge el inmueble a ese En un comienzo, esas normas dife-
régimen y señala las unidades enajena- renciadas eran escasas y no alcanzaban a
bles dentro del condominio, conforme constituir un estatuto relativamente com-
al art. 10 de la ley 19.537 sobre copro- pleto. Entonces, la propiedad continua-
piedad inmobiliaria). ba una sola, con algunas reglas especiales
Además, se disponen normas para: zo- para cuando el objeto del dominio era
nas de remodelación; zonas de construc- una habitación, un predio rústico, una
ción obligatoria; demolición de obras mina, el producto del talento, etc. Pero
ejecutadas en contravención a la normati- con el tiempo fueron aumentando tales
va vigente; terminación de construcciones disposiciones especiales, al punto de lle-
inconclusas; y reparación de construccio- gar a constituir un verdadero estatuto par-
nes mal conservadas (arts. 72 y sgts. y 148 ticular, regulador de todos los aspectos
y sgts. de la LGUC.). fundamentales de la materia, rigiendo las
En la obtención de las diversas auto- normas comunes tan sólo de manera su-
rizaciones mencionadas y en la aplicación pletoria. Paralelamente, la actividad doc-
de sanciones por supuestas infracciones, trinaria desarrolla principios y sistematiza
suelen presentarse dificultades (especial- normas, y luego comienza a hacer refe-
mente de interpretación de textos y de rencia a una nueva “forma de propiedad”;
calificación de obras ya ejecutadas o que se han ido configurando así las denomi-
se pretende acometer) que en ocasiones nadas propiedad agraria, minera, intelec-
han motivado recursos de protección. tual, etc.
Finalmente, téngase en cuenta que las Como estas distintas formas de pro-
normas reguladoras de estas actividades piedad se van delineando paulatinamen-
(planificación, uso, división y edificación), te, son pocas las características comunes
están influenciadas directamente por la que pueden detectarse, ya que no todas
realidad económica y demográfica; como se encuentran en un mismo estado de
ésta va cambiando, aquéllas tienen una desenvolvimiento normativo, doctrinario
limitada permanencia; cada cierto tiem- y jurisprudencial. Puede sí afirmarse que,
po han de irse modificando (v. además, estando los nuevos estatutos motivados,
supra, Nº 26). fundamentalmente, por la particular na-
En cuanto al subsuelo, se tratará pron- turaleza y función del objeto regulado, esos
to (v. infra, Nº 63). criterios deben considerarse también
como un elemento importante en la in-
58. Las llamadas formas de propiedad. terpretación e integración de los preceptos
La concepción tradicional del dominio se legales y de las negociaciones que sobre
ha caracterizado no sólo por imponer es- la materia pacten los particulares.
casas restricciones a la propiedad, sino tam-
bién por ostentar una regulación uniforme, 59. Caracteres. Desde mucho tiempo
con normas aplicables a la generalidad de la doctrina tiene asignados al derecho de
los bienes, cualquiera que sea su naturale- dominio estos caracteres: real, absoluto,
za, abundancia o calidad. exclusivo y perpetuo. Pero, como se verá,
La insistencia en el beneficio común deben ser matizados.
ha ido quedando reflejada en la legisla- a) Real. Es el derecho real por exce-
ción y fueron apareciendo preceptos le- lencia; empleando los términos del Códi-
gales modificatorios a las reglas comunes go, se ejerce sobre una cosa sin respecto
que justamente iban destinados a una de- de determinada persona (arts. 577 y 582;
terminada categoría de bienes. Las dife- v. supra, Nº 17).
rencias derivan, precisamente, de la b) Absoluto. Confiere al titular la posi-
distinta función o rol (principalmente eco- bilidad de ejercitar sobre el objeto las más

59
Los bienes

amplias facultades, de manera soberana, de la exclusividad del dominio (arts. 842


ilimitada e independiente. Siguiendo las y 844; v. también arts. 876, 878, 942) (para
codificaciones de la época, el Código es- la trascendencia fundamental que la ex-
tablece este carácter absoluto expresan- clusividad tiene en la noción misma de
do que su derecho lo ejercita “arbitraria- propiedad, v. supra, Nº 14, final, nota).
mente” (v. supra, Nº 52). Una importante forma de concreción
Esta es la característica que ha sido de esta característica es la llamada facul-
principalmente alterada en los términos tad de excluir; consiste en el poder o pre-
que se han reseñado, introduciéndosele rrogativa que tiene el dueño de impedir
restricciones de variada naturaleza y mag- a los demás el uso o goce o disposición
nitud, a través de la genérica y ya referi- de la cosa de que es propietario. Como
da expresión “función social”. Pero nues- puede verse, esta es una forma ostensible
tro texto soporta esta masiva incursión de hacer valer el dominio en la vida dia-
casi sin resentirse porque a aquella arbi- ria; fundado en la sola situación de ser
trariedad añadió de inmediato dos fron- dueño, puede impedir que cualquier otra
teras (la ley y el derecho ajeno) cuyas persona penetre en el objeto, se instale
naturales movilidades dejan a ese arbi- en él, lo gobierne (o tan sólo lo toque,
trio en un estado muy susceptible de ser con su cuerpo o con un objeto conduci-
modelado, con lo que el concepto del do por él; sólo que en la realidad las in-
dominio queda bastante flexible; y, por vasiones mínimas, a veces producto del
lo mismo, dejan adaptable la fórmula em- congestionamiento humano, deben ser
pleada para definirlo y, entonces, con bas- calificadas con prudencia). Por cierto,
tante capacidad de sobrevivencia (v. su- comprende intromisiones jurídicas y ma-
pra, Nº 52). teriales, pero es en éstas en donde con-
Considerando esas restricciones ya in- viene tenerla presente en cuanto terce-
tegradas al concepto de propiedad, suele ros pueden vincularse a la cosa ajena, por
reemplazarse el nombre de esta caracte- descuido o aun porque pretenden que es
rística por el de “generalidad” del domi- admisible por la circunstancia de que no
nio, en cuanto el propietario puede ob- la están dañando.
tener toda utilidad o provecho que la cosa Deben destacarse importantes excep-
puede proporcionar sin necesidad de tex- ciones, que desde mucho tiempo se han
to o autorización especial, salvo las res- venido elaborando:
tricciones legales y las limitaciones deri- 1º. El derecho de uso inocuo. Es el que
vadas de otros derechos reales sobre la se tiene en la cosa de otro para obtener
misma cosa; y se le agrega que es un de- un provecho sin causar al dueño perjui-
recho “independiente”, en cuanto no pre- cio alguno o causándolo en medida in-
supone la existencia de otro derecho real. significante (para una actividad específi-
Estos rasgos destacan al contrastar el do- ca, v. el art. 620). Hay Códigos que lo
minio con otros derechos reales que ca- establecen expresamente. En todo caso,
recen de aquella generalidad, otorgan su ejercicio requiere de específico con-
sólo algunas facultades especiales (como trol y prudencia.
la de uso, o las de uso y goce), y son, 2º. El derecho de acceso forzoso (o coacti-
además, dependientes, pues presuponen vo). Es el que se le reconoce al dueño o
la existencia de un dominio radicado en administrador de una cosa para entrar,
otro sujeto. transitoriamente, a una propiedad ajena,
c) Exclusivo: Se radica en un solo titu- a ejecutar algún acto relativo a la utiliza-
lar, y no puede haber dos o más propie- ción de aquel objeto (por ej., para reco-
tarios, independientes uno del otro, so- ger frutos caídos en un predio vecino,
bre una misma cosa con iguales poderes para reparar un muro, etc.). En Chile hay
sobre ella. Las actividades de demarca- textos aislados a este respecto (por ej.,
ción y cerramiento son manifestaciones arts. 620 y 943 del CC.).

60
La propiedad y la posesión

3º. El principio del mal menor. En su intrínseca que, como germen interno,
virtud, cualquier persona puede aprove- puede llegar a provocar su extinción; en
charse de una cosa ajena para salvar una tanto, se reservan para ser tratadas como
cosa o un bien jurídico de mayor valor causales de extinción del dominio, las va-
que el daño que pueda causar, ante un rias circunstancias que, como agentes ex-
peligro inminente (v. un ejemplo en el ternos, lo extinguen. El dominio es revo-
art. 36 inc. final de la ley de copropiedad cable cuando se asume su eventual
inmobiliaria). extinción y, por lo mismo, que carece de
Estas proposiciones se vinculan estre- su vocación de perpetuidad. Las otras cau-
chamente a la noción de función social sales lo destruyen no obstante aquella vo-
del dominio; en definitiva, constituyen al- cación de perpetuidad; naturalmente per-
gunas aplicaciones concretas y, por cier- petuo (tenido por perpetuo), sin embargo
to, contribuyen a conferir la verdadera lo extinguen. Entre nosotros, la situación
dimensión del derecho de propiedad. Por más típica de dominio revocable es la
otra parte, en su funcionamiento prácti- propiedad fiduciaria (art. 733; se verá más
co requieren de criterio prudente y fir- adelante); en la expropiación es conoci-
me control. da la llamada “retrocesión”, que también
d) Perpetuo. Significa que el dominio implica una eventual excepción a esta ca-
sobre una cosa persiste mientras subsiste racterística del dominio (este carácter evo-
la cosa. No se extingue por el solo trans- ca la sucesión por causa de muerte, que
curso del tiempo o por el no ejercicio del se presenta como un medio para en cier-
derecho; por lo mismo, se tiene conclui- to modo extender, si es posible, la perpe-
do que su acción protectora, la reivindica- tuidad del dominio más allá de la vida
toria, no se extingue por el solo transcur- del titular).
so del tiempo. Mediante tiempo pueden e) Abstracción y elasticidad: En la doc-
perderse cuando un tercero posee la cosa trina moderna se han ido planteando es-
y llega a ganarla por prescripción (adqui- tas dos características del dominio, que
sitiva), teniendo lugar lo dispuesto en el explican mejor diversas situaciones con-
art. 2517: “Toda acción por la cual se re- cretas. Es abstracto en el sentido de que
clama un derecho se extingue por la pres- el poder del titular es independiente de
cripción adquisitiva del mismo derecho”. (está sobre) las facultades que integran
Debe tenerse presente, además, lo dispues- su contenido; de ahí que, aunque una
to en la Constitución (art. 19, Nº 24, inc. facultad, incluso esencial, se (aparente-
3º, que permite la privación del dominio mente) extraiga, el dominio permanece
sólo mediante expropiación, con la res- sin desnaturalizarse. Incluso, se ha esti-
pectiva indemnización)(v. también los pá- mado que la facultad queda potencial-
rrafos sobre: extinción del dominio, infra, mente dentro del derecho, más bien está
Nº 65 bis, y prescripción de la acción rei- inhibida y es sólo el ejercicio de la facul-
vindicatoria, con una discusión, infra, tad lo que ha pasado a otro o, sin pasar a
Nº 268). otro, el titular queda inhibido (así ocu-
Los ordenamientos jurídicos suelen rre, respectivamente, en el usufructo y
contemplar situaciones de dominio sin en la convención de no enajenar). Rela-
perpetuidad o, al menos, sin perpetuidad cionada con esa característica está la otra,
cierta; dicha esta última posibilidad en la elasticidad; a partir de su básica voca-
sentido inverso, con eventual terminación, ción de plenitud, el poder tiene la virtud
que implica un dominio temporal. Se trata de contraerse y expandirse; al concurrir
de un dominio revocable. Conviene dis- otros derechos reales de inferior jerar-
tinguir la revocación de otro género de quía, se contrae, para expandirse (auto-
causales de extinción del dominio (que máticamente) en cuanto cesa ese derecho
se verán más adelante, infra, Nº 65 bis). que lo comprimía; este carácter explica
La revocación se produce por una causal la situación que se produce, por ej., en el

61
Los bienes

usufructo: cuando el usufructo se extin- los productos de los frutos. Estos últimos
gue, el dominio se expande de inmedia- son los que la cosa da periódicamente,
to, recupera su plenitud, sin necesidad ayudada o no de la industria humana y
de un nuevo acto (restitutorio). sin detrimento de la cosa fructuaria; el
producto carece de periodicidad y dismi-
60. Atributos (o facultades). Uso, goce nuye la cosa (es claro, por lo mismo, el
(el entorno), disposición (las zonas fron- art. 537).
terizas). Esa concepción del dominio Con lo anterior no resulta justificado
como suma de prerrogativas individuali- recurrir a la accesión –como lo hace el
zables, asigna al propietario estas tres Código (arts. 643 y sgts.)– para conferir
facultades (llamadas también “atributos”) al propietario de una cosa los frutos y
fundamentales: uso, goce y disposición del productos de ella; pertenecen al dueño
objeto de su dominio. Para efectos cons- por la mencionada facultad de goce (v.
titucionales, pueden ser consideradas infra, Nos 81 y sgts.; v. además, el usufruc-
“esenciales”; y estimamos que (para los to, infra, Nº 228 y sgts.).
mismos efectos) a ellas ha de agregarse: Incluida en esta facultad, en las últi-
la reivindicabilidad, la facultad de admi- mas décadas se ha desenvuelto la caracte-
nistración y el que formalmente es el más rística del entorno.
notorio y tipificante de sus caracteres, la Ante el intenso desenvolvimiento de
exclusividad (v., para esta última, supra, la protección ambiental, junto al estímu-
Nº 14, final, nota; y, para el contenido lo de situaciones concretas, se postula que
esencial en general, v. Nº 57 bis). las características ambientales que rodean
a) La facultad de uso (jus utendi) signi- al objeto (señaladamente al inmueble)
fica que el propietario puede utilizar o integran también el derecho de dominio
servirse de la cosa. El Código (como su y quedan, por tanto, también protegidas,
modelo francés), no menciona separada- como los atributos.
mente este atributo, lo que ha conduci- 1º. Estimamos que no alcanza a erigir-
do a entender que lo incluye en la se en un atributo del derecho; si se llega
facultad de goce. Así aparece también en a calificar de atributo, por regla general
las definiciones de usufructo (art. 764) y no ha de considerarse esencial; se trata
arrendamiento (art. 1915), en que la fa- más bien de características del objeto que,
cultad de uso es evidente; con más evi- en consecuencia, quedan cubiertas por la
dencia aún aparece en la definición del protección que a él se le prodigan.
derecho real de uso (art. 811). La refiere 2º. Entonces, al igual que las partes
especialmente, sí, en otras disposiciones integrantes de la cosa sobre la que recae
(por ej., en los arts. 575, 1946, 1916, 2174, el derecho, ese entorno en principio que-
2220). Pero es claro que se trata de dos da intangible ante intentos de alteracio-
facultades distintas (aunque en la reali- nes por la autoridad o por terceros.
dad es difícil que el goce concurra sin el Decimos “en principio” porque, al igual
uso); y hay preceptos que se refieren a que el objeto propiamente, puede ser al-
ambas separadamente (arts. 592, 595, 598, terado en ciertas circunstancias y con de-
602). Por otra parte, si la cosa se extin- terminadas exigencias; esas características
gue por el primer uso (objetivamente, de entorno no podrían quedar más prote-
como un alimento, o para el titular, como gidas que la cosa misma. Además, esa in-
el dinero) el uso pasa a convertirse en tangibilidad debe evaluarse frente a otros
consumo. factores y, sobre todo, debe cotejarse con
b) La facultad de goce (jus fruendi) sig- las necesidades de modificación física del
nifica que el dueño puede beneficiarse entorno motivadas por interés de la co-
con los frutos y productos de la cosa. No munidad (que se incluyen en la función
obstante que el art. 643 los llama produc- social del dominio); de no ser así, la in-
tos, la doctrina siempre ha distinguido tangibilidad absoluta del entorno, debido

62
La propiedad y la posesión

a que es parte del dominio privado, trae- c) La facultad de abuso o disposición (jus
ría consigo la –insostenible– paralización abutendi) deriva de su carácter absoluto.
(o congelamiento) general del ambiente Significa que el dueño puede disponer
del país y, eventualmente, del planeta, al de la cosa según su voluntad y arbitraria-
menos en las zonas en que está distribui- mente. Pero las limitaciones de la ley y
do en propiedad privada. Debe conside- del derecho ajeno surgen aquí en toda
rarse asimismo el derecho de los demás su fuerza y controversia, como ya se ha
propietarios privados cuyos respectivos de- referido.
rechos de dominio deben ser también res- En esta facultad de disposición pue-
petados. Entonces, las dificultades se den distinguirse dos categorías:
conectan con las “relaciones de vecindad” – El dueño puede disponer material-
(v. infra, Nº 64). mente de la cosa, modificándola, destru-
3º. Como resultado de la evaluación yéndola. Pero deben tenerse presente las
comparativa podrá concluirse si ese en- limitaciones contenidas en la legislación
torno merece ser protegido o debe ren- protectora de obras de arte y monumen-
dirse a la alteración. tos históricos, y de la naturaleza (ya men-
Para esos efectos, pueden conside- cionadas en supra, Nº 57 bis); también
rarse los siguientes elementos de juicio: leyes económicas impiden una destruc-
a) No todas las características del entor- ción caprichosa de artículos de consumo
no han de quedar protegidas. Nótese que esencial (por ej., alimentos).
se pretende que quedan incluidas en el – El dueño puede disponer jurídica-
atributo del goce o disfrute; luego, ha de mente de la cosa, celebrando negociacio-
tratarse de características positivas, bene- nes con terceros respecto de ella: dándola
ficiosas para el predio. Y esta calificación, en arriendo, comodato, gravándola con
efectuada por el tribunal, debe resultar prendas, hipotecas u otras cargas y, en
de una apreciación objetiva, en lugar de fin, transfiriéndola (v. además, lo dicho
obedecer a la pretensión proveniente del sobre la disposición mortis causa al tratar
propietario (que frecuentemente estará el carácter perpetuo del dominio en
impulsado a la intangibilidad por varia- Nº 59, y lo que se dirá sobre la extinción
das motivaciones y no sólo por un objeti- del dominio, especialmente sobre el aban-
vo beneficio). En estas condiciones, dono, en infra, Nº 65 bis).
quedarían fuera de la protección las ca- Las zonas fronterizas. Es frecuente en
racterísticas objetivamente perjudiciales y las legislaciones la imposición de restric-
aun las inocuas. b) Por otra parte, para ciones para la negociación inmobiliaria
concluir si la alteración de la que se está en las denominadas zonas fronterizas y,
quejando un propietario merece o no pro- específicamente, para conferir derechos
tección, debe confrontarse también con reales o personales (disponer, en un sen-
la situación del resto de los vecinos, por- tido amplio), a extranjeros o, al menos, a
que pudiere ocurrir que cierta caracterís- nacionales de países limítrofes y a los Es-
tica del entorno, que para el quejoso es tados limítrofes mismos. Entre nosotros
beneficiosa, para ellos es perjudicial. En hay varias importantes (y se agregan al-
tales situaciones, la relatividad de los de- gunas para zonas costeras). Por cierto,
rechos y los principios y reglas sobre las son dictadas por razones de seguridad na-
relaciones de vecindad deben también ser cional (v. el art. 57 del CC.).
considerados. c) Por último, debe asimis-
mo averiguarse si, al adquirirse el objeto, 61. Estipulación limitativa de la facul-
tenía ya incorporada, legítima y definiti- tad de disposición. Es la convención por
vamente, la característica que ahora se la que el propietario de un objeto se obli-
altera. ga a no disponer de él. Recordando las
Entre nosotros hay algunos preceden- categorías de disposición, teóricamente
tes jurisprudenciales. puede referirse a no disponer material o

63
Los bienes

jurídicamente. La estipulación de no dis- el Reglamento del Registro Conservato-


poner materialmente no presenta mayor rio permite precisamente inscribir, en el
dificultad y, al menos entre nosotros, no Registro correspondiente, “todo impedi-
es frecuente. La de no disponer jurídica- mento o prohibición referente a inmue-
mente, no enajenar, es más aplicada y pre- bles, sea convencional, legal o judicial, que
senta conflicto. embarace o limite de cualquier modo el
La doctrina ha mantenido discusión libre ejercicio del derecho de enajenar”
acerca de la validez de esta estipulación. (art. 53, Nº 3).
En síntesis, los planteamientos antagóni- b) En contra, han sido rechazadas, es-
cos son los siguientes. Por una parte, se timándoselas nulas, porque: 1º. Atentarían
estima que la facultad de disposición en en contra de la libre circulación de la ri-
último término garantiza la libre circula- queza. Esta libre circulación y, por consi-
ción de la riqueza y la libertad de comer- guiente, la proscripción de trabas propias
cio, de modo que el establecimiento de de la época feudal, establecida en dife-
trabas a la disposición podría significar rentes disposiciones del Código y en el
una alteración substancial al sistema eco- Mensaje, es uno de los principios funda-
nómico, que podría adquirir caracteres mentales del ordenamiento jurídico y pue-
verdaderamente feudales; así, hay un in- de tenerse como una norma de orden pú-
terés público comprometido en mante- blico. 2º. Si en determinadas situaciones
ner en los propietarios la libertad de las cláusulas de no enajenar están expre-
disponer de los objetos de su dominio. samente permitidas, de allí se desprende
En contra, se opta por la libertad de los que generalmente no se tienen por váli-
particulares de contratar los convenios das. 3º. El art. 1810, dando a entender tam-
que estimen y, entre ellos, la de limitar la bién que sólo la ley puede prohibir enaje-
mencionada facultad dispositiva. nar, dispone que pueden venderse todas
En el Derecho chileno, en algunas las cosas cuya enajenación no esté prohi-
materias específicas se prohíbe la estipu- bida por ley. 4º. En cuanto a la disposición
lación de no enajenar (arts. 1126, 1964, del art. 53 del Regl. (citado), como se tra-
2031, 2415) y en otras se permite ta de una norma reglamentaria no puede
(arts. 751, 793, 1432). Y no existe una nor- dársele eficacia en lo que no se acomode
ma que en términos expresos y generales a la ley y, rechazándose estas cláusulas por
se pronuncie al respecto, circunstancia la ley (el Código), el Reglamento no po-
que posibilita también aquí la discusión dría establecerlas (pero se ha sostenido
para las materias restantes. En síntesis, el que habiéndose dictado el Reglamento en
problema se ha debatido en los siguien- virtud de una disposición del Código, el
tes términos. art. 695 tendría fuerza de ley). En esta po-
a) Se ha sostenido la validez de estas sición, las convenciones de no enajenar
estipulaciones, con los siguientes funda- adolecerían de nulidad absoluta por falta
mentos: 1º. No hay una prohibición ex- o ilicitud del objeto (arts. 10, 1461, 1466 y
presa general de estos pactos, y es 1682).
principio generalmente aceptado el que c) Finalmente, ha sido aceptada la va-
en Derecho privado se puede efectuar lidez en términos relativos; si se estable-
todo lo que no está expresamente prohi- cen por un tiempo no prolongado y existe
bido por la ley. 2º. Hay ocasiones en que una justificación. Se aduce para este efecto
la ley prohíbe expresamente esta cláusu- la norma del art. 1126 a contrario sensu (a
la, de donde se desprende que por lo la que se confiere una aplicación gene-
general es posible convenirla. 3º. Si el pro- ral).
pietario puede desprenderse del uso, goce Esta última parece ser la solución más
y disposición, caso en el que enajena la aceptable. Con ella quedaría desvirtuado
cosa, más bien podría desprenderse de el argumento del atentado al principio
sólo esta última facultad. 4º. Por último, de la libre circulación de los bienes que,

64
La propiedad y la posesión

por su naturaleza general (y no de un sas corporales, resulta necesario formu-


mero particularismo dispositivo), parecie- lar algunos alcances sobre los límites has-
ra ser la razón más contundente para ne- ta los que se extiende físicamente la
gar validez a estos pactos. En esta misma propiedad.
dirección, la jurisprudencia tiende a acep- Tratándose de bienes muebles, los
tar la validez de la estipulación por tiem- contornos materiales de la cosa constitu-
po determinado y prudente, y con justifi- yen su límite. La dificultad la ofrecen los
cado motivo. En alguna ocasión también fluidos (como el agua y otros líquidos,
se ha rechazado. los gases), en cuanto se necesita proce-
En cuanto al contenido de la estipula- der a su individualización como cosa, con
ción, impone una obligación de no hacer el auxilio de elementos externos, como
(no celebrar acto enajenativo). Supuesta un recipiente en que se contengan o una
su validez, si el deudor la infringe, es de- medida técnica (como el “gasto” respec-
cir, enajena el bien de que se trata, sería to del agua). Individualizados así estos
aplicable el art. 1555 (en lo concerniente bienes, allí quedarán igualmente estable-
a la inscripción de la prohibición cuando cidos los límites de su dominio.
recae sobre inmuebles y los efectos de esa Es en los inmuebles donde hacen fal-
inscripción, v. infra, Nº 128, final). ta mayores precisiones.
En el plano horizontal, los deslindes es-
62. Algunas clasificaciones tablecen la extensión de cada propiedad;
– En base a su titularidad, la propie- y si ellos no están claros, se recurre a la
dad puede ser individual, asociativa o co- operación de “demarcación”, la que se pue-
lectiva, según el propietario sea un de complementar con la de “cerramien-
particular, un grupo de individuos (for- to” (arts. 842 y sgts., que se tratarán en el
mando generalmente una persona jurí- capítulo de las servidumbres; las dificulta-
dica, como es el caso de las cooperativas) des que suelen surgir en la individualiza-
o el Estado. ción de los predios serán consideradas al
– Desde el punto de vista de la natu- tratar la acción reivindicatoria, infra,
raleza del objeto sobre el que el dominio Nº 264; v. también lo dicho en Nº 25).
recae, puede ser propiedad civil o común, En el plano vertical se plantean dificul-
agraria, urbana, intelectual, minera, ho- tades, que se traducen en la extensión
rizontal, etc. del dominio hacia el subsuelo y hacia el
– En cuanto a la integridad de facul- espacio (o “vuelo”).
tades del derecho de propiedad, puede Es conocido el antiguo postulado:
haber propiedad plena o nuda. La prime- “por arriba hasta el cielo, por abajo hasta
ra está provista de los atributos ya men- el infierno”. Con esta concepción no ha-
cionados de uso, goce y disposición; la bría límites en este plano vertical hacia
segunda contiene sólo el derecho de dis- el espacio, y hacia el subsuelo llegaría has-
posición jurídica del objeto en el que re- ta el centro de la Tierra (las líneas y pla-
cae, perteneciendo a otro las facultades nos serían convergentes hasta el centro,
de uso y goce, configurándose en éste un formando una pirámide invertida o una
derecho de usufructo (art. 582, inc. 2º). figura geométrica semejante).
– En cuanto a su duración, se distin- El otro extremo significa la inocupa-
gue entre propiedad absoluta, que no está bilidad de estos elementos, limitando al
sometida a duración o término, y fiducia- propietario a ejercer su derecho sola-
ria, que está sometida al evento de tras- mente en la superficie del inmueble (ac-
pasarse a otro si se cumple una condición titud que prácticamente impide o, al
(art. 733). menos, restringe excesivamente la utili-
zación de los inmuebles).
63. Extensión material. El subsuelo. Por la fuerza de la realidad (en cuan-
Para cuando el dominio recae sobre co- to el efectivo ejercicio del dominio impli-

65
Los bienes

ca la necesidad de emplear espacio y sub- pietario de la extensión de tierra corres-


suelo cercanos a la superficie) y el avan- pondiente; pero hay disposiciones que así
ce de las restricciones al derecho de lo dan a entender, como los arts. 931 y
dominio, se ha ido imponiendo, en la 942; con ellas, interpretadas a la luz del
doctrina y en las legislaciones, la posición postulado antes mencionado (y admitien-
intermedia y que se nos presenta como do que es controvertible), bien puede
más razonable, fundada en la noción de concluirse que le pertenece (el espacio,
utilidad. El propietario del inmueble ex- no el aire), en la medida de la utilidad
tiende su derecho al espacio que cubre que puede obtener; en todo caso, con
el inmueble y al subsuelo, en la medida limitaciones que se imponen en las nor-
en que el interés y provecho del ejercicio mas urbanísticas y sobre aeronavegación
de su dominio lo justifica; y quedando (v. supra, Nº 48, 4º). En cuanto al subsue-
siempre a salvo las limitaciones en el in- lo, igualmente, no hay disposición expre-
terés común. Este planteamiento (atribui- sa que lo atribuya (en dominio) al
do a Ihering) es seguido en muchos propietario. El art. 942 lo da por supues-
Códigos del siglo XX. Generalmente, es- to; por lo demás, resulta indiscutible en
tos textos atribuyen al dueño del suelo la alguna medida, si se considera que para
facultad de utilizar el espacio y el subsue- poder ejercitar su dominio el propietario
lo, aun con el derecho a excluir la intro- necesita siempre de la parte inmedia-
misión de terceros, en la medida en que tamente inferior a la superficie (para cul-
demuestre interés o provecho (salvo el tivos, cimientos de construcción, etc.).
uso inocuo) manifestando, expresamen- Asimismo, interpretado el texto con la
te o a contrario sensu, que más allá no concepción del interés o provecho, pue-
puede impedir la utilización por extra- de concluirse que el subsuelo pertenece
ños (también generalmente dejan a salvo al propietario, en la medida en que ten-
la regulación especial de las aguas y las ga un interés o le reporte una utilidad.
minas); pero habitualmente no se pro- Las legislaciones minera y de aguas dis-
nuncian sobre la titularidad de esas zo- ponen limitaciones en este punto (v. tam-
nas (en definitiva quién es el dueño); ni bién los arts. 625 y sgts. del CC. sobre
de las de utilización atribuida al dueño tesoros). Más allá, en la profundidad, ya
ni de las ubicadas más allá. El referido no tiene dominio, aunque puede él utili-
postulado parece aceptable para atribuir zarlo, pero sin impedir el uso de otros; y
(en la zona donde se demuestre interés) en cuanto a la titularidad de esa zona,
no sólo la utilización exclusiva y exclu- también las alternativas son: o es res nu-
yente (salvo el uso inocuo), sino también llius o, como parece más aceptable, es
el dominio, aunque se observa más vigo- del Estado (con el art. 590 y el concepto
roso para el subsuelo (en todo caso, tra- de soberanía).
tándose del vuelo nos referimos al espacio, Las necesidades de la vida actual, con-
no al aire). Más allá, hacia la profundi- cretamente las derivadas del congestiona-
dad y el espacio sobre la zona utilizable miento urbano, que incitan al aprovecha-
por el dueño surgen: primero, las alter- miento de los espacios dentro de las
nativas de res nullius o de propiedad del ciudades, han conferido notable importan-
Estado (con el concepto de soberanía); cia al subsuelo, que ofrece atrayentes posi-
y, luego, en zonas aún más lejanas de la bilidades para diversos usos, especialmen-
superficie, la noción de cosa común a te en estacionamientos de vehículos, líneas
todos los hombres (y su examen integra de comunicación, vías de transporte (de
otras disciplinas, como el Derecho aéreo personas mediante trenes, de energías me-
y del espacio). diante ductos). Existen algunas normas re-
En el Derecho chileno, en cuanto al guladoras, pero se hace necesario un cuer-
espacio atmosférico no hay disposición ex- po legal más completo y preferentemente
presa sobre su dominio en favor del pro- sistematizado, que oriente las futuras in-

66
La propiedad y la posesión

versiones en obras subterráneas (si se pre- meraciones ciudadanas. Por cierto, la cre-
tende estimularlas). Asimismo, en los pla- ciente aplicación de la propiedad hori-
nes reguladores (especialmente en los co- zontal contribuye a la aparición de
munales), ha de incluirse el tratamiento desasosiegos vecinales (y cobra mayor
del subsuelo. Y en esa regulación tendrá efectividad la sentencia “no tendrás paz
que distinguirse entre el subsuelo de in- si tu vecino no lo quiere”).
muebles que son bienes públicos (nacio- Para regular la materia en la genera-
nales de uso público y fiscales) y el de lidad de las legislaciones se contienen nor-
inmuebles que son bienes de dominio pri- mas diseminadas a través de todo el
vado. En todo caso, congruente con lo ya ordenamiento jurídico, y habitualmente
manifestado sobre la utilidad, tratándose no se destina un cuerpo orgánico al efec-
de obras (como aquellas recién mencio- to. Desde luego, es el derecho de propie-
nadas) que se ejecutan a gran profundi- dad el centro de estas relaciones y, por
dad, no parece necesario obtener la auto- tanto, deben buscarse en primer lugar
rización de los titulares del suelo ni las reglas del dominio, que (como se ha
imponer expropiación. dicho) están contenidas, a su vez, en mu-
chos cuerpos legales, pero básicamente
64. Las relaciones de vecindad. El uso en la Constitución y en el respectivo Có-
y goce de la propiedad, principalmente digo Civil.
territorial, diariamente da lugar a varia- Entre nosotros, de la Constitución
das relaciones entre propietarios, vecinos puede señalarse, fundamentalmente, la in-
o cercanos. Estas “relaciones” pueden violabilidad de la propiedad privada
mantenerse en términos de armonía y, (art. 19 Nº 24) y el derecho a vivir en un
más deseablemente, de cooperación, para ambiente libre de contaminación (art. 19
la solución de problemas comunes del Nº 8); en el Código Civil hay un cúmulo
vecindario o comarca, o pueden adquirir de disposiciones legales relativas a la ve-
caracteres de colisión de pretendidos de- cindad; están ubicadas especialmente en
rechos, con una sucesión imprevisible de los títulos de: la ocupación, la accesión,
consecuencias. Los caracteres de derecho las servidumbres y las acciones posesorias,
absoluto y exclusivo que en términos ge- particularmente las especiales.
nerales se asignan al dominio, constitu- Deben considerarse también las nu-
yen el punto de partida en la solución de merosas disposiciones del Código Penal
tales conflictos pero, además, habrá que (especialmente las relativas a las faltas),
tener en cuenta las nuevas orientaciones de la Ley General de Urbanismo y Cons-
de la propiedad hacia una utilidad colec- trucciones, de la Ley de Organización y
tiva, así como otros principios generales, Atribuciones de las Municipalidades y de
especialmente el del repudio al abuso del la Ley de Copropiedad Inmobiliaria (en
derecho. Y más específicamente son con- general, puede verse la amplia referencia
venientes algunas normas que dispongan a textos legales formulada en el epígrafe
a lo menos algunas fórmulas generales y, “Las restricciones por justificaciones am-
en casos determinados, incluso algunas biental y sanitaria”; supra, Nº 57 ter).
sanciones. Sin embargo, las fuentes de conflictos
Entonces, normas sobre relaciones de son tantas que jamás podrán los textos le-
vecindad son el conjunto de reglas que gales tener respuesta para cada uno de
se refieren a los derechos y deberes de ellos; de ahí que sea necesario propiciar
las personas debido a que viven en esta- alguna noción básica que pueda servir de
do de vecindad, proximidad o cercanía. directriz para orientar la innumerable ca-
Los problemas y, por tanto, la necesi- suística (y que puede surgir del espíritu de
dad de soluciones, se presentan en los la legislación, con base en textos específi-
sectores rurales y urbanos, pero sin duda cos como los señalados). Se ha propuesto,
son más numerosos y agudos en las aglo- acertadamente, que las colisiones han de

67
Los bienes

salvarse aplicando un criterio de normali- piedad familiar. Puede entenderse por


dad en: el ejercicio de los derechos que a propiedad familiar (o de dimensiones fa-
cada vecino corresponde y en el destino miliares), la que se afecta al fin de man-
de los bienes que físicamente originan la tenimiento y progreso de una familia. La
contigüidad; así, quien se aparte de ese casa habitación, las pequeñas y medianas
ejercicio o uso normal, en consideración a explotaciones industriales, artesanales y
las características materiales, ambientales, agrícolas, constituyen objetos en que se
culturales, etc., del vecindario, se pondrá, concreta.
a lo menos en principio, al margen de lo Ha sido en el sector agrario en don-
que puede denominarse “lícita relación de de los intentos de difundirla han conse-
vecindad”. A lo anterior puede agregarse, guido mayores resultados, quizás por la
como elemento complementario, la nece- naturaleza de las explotaciones agrícolas.
sidad de que exista entre todos a quienes En primer lugar deben mencionarse for-
afectan esas relaciones, una recíproca tole- mas familiares de propiedad de origen
rancia dentro de ese concepto de normali- puramente consuetudinario, en las que
dad, que es flexible y relativo. la fuerza de la costumbre ha ido configu-
Con dos factores coincidentes: el au- rando un patrimonio de familia que se-
mento y concentración de la población cularmente se ha ido transmitiendo de
y el desarrollo industrial (que provoca y generación en generación (como el case-
disemina ampliamente la contaminación río vasco y la casa aragonesa en el norte
de variada naturaleza), en la actualidad de España, el masso chiusso en el norte de
hay dos caracteres destacables que adop- Italia).
tan estas relaciones: a) por una parte se La introducción de esta propiedad ha
colectivizan los sujetos involucrados (agru- requerido, en muchas ocasiones, de alte-
pados en juntas de vecinos, comités de raciones a principios y legislación tradi-
administración, asambleas de copropie- cionales; de ahí que se ha llegado a esta-
tarios), y b) por otra, se extiende el campo blecer en leyes especiales o mediante
de acción de las agresiones, de las de- modificaciones al Código Civil respecti-
fensas y finalmente de las normas, aban- vo. Códigos Civiles más recientes la esta-
donando la sola interpredialidad (colin- blecen directamente. En España (patri-
dantes), expandiéndose a zonas muy monio familiar), en Italia (patrimonio
extensas, aunque sigan siendo los cerca- familiare y mínima unità colturale), en Esta-
nos vecinos los más intensamente afec- dos Unidos (homestead), se ha constituido
tados. Con estos elementos, el tema se la propiedad familiar en pequeñas em-
vincula a la función social de la propie- presas agrarias, con algún éxito. En las
dad (incluyendo la planificación territo- legislaciones latinoamericanas, las leyes de
rial), a la regulación ambiental, y a la res- reforma agraria han sido una vía por la
ponsabilidad civil (y disfruta de la antigua cual se han llegado a constituir, en mu-
y renaciente herramienta de las “accio- chos países, explotaciones agrícolas de di-
nes populares”). mensiones familiares cuando, luego de
Por último, ésta es (otra) ocasión de las expropiaciones de predios mal explo-
recordar el derecho a vivir en un ambien- tados o de excesiva extensión, se asignan,
te libre de contaminación (consagrado entre otras formas, en medianas exten-
en la Constitución –art. 19 Nº 8– y desen- siones a cultivadores directos.
vuelto en textos especiales). Una gran dificultad que enfrenta la
institución, y que en buena parte entra-
65. La propiedad familiar. Para lograr ba su difusión, es el de la titularidad. Al
que a la propiedad tenga acceso la gran no constituir la familia una persona jurí-
mayoría de la población, es frecuente en- dica, no es posible tenerla como el sujeto
contrar, en distintas legislaciones, la ten- titular de la propiedad familiar. En defi-
dencia al fomento de la denominada pro- nitiva, sobre todo para las relaciones con

68
La propiedad y la posesión

terceros, los bienes que componen ese elementos de propiedad familiar, en el


patrimonio deben quedar radicados con denominado “hogar obrero”; se trataba
certeza en una persona natural, ge- de estatutos que desarrollaron planes de
neralmente el padre; de ahí que lo que construcción de viviendas con ayuda de
se llega a lograr es imponer determina- fondos públicos o semipúblicos, que dis-
das limitaciones a una propiedad, en ma- pusieron la inalienabilidad, inembargabi-
nos de un padre de familia, y mediante lidad e indivisibilidad (con un régimen
ellas se obtiene que quede, en la prácti- de adjudicación preferente) de tales in-
ca, afecta al beneficio del grupo familiar. muebles, aunque sólo en determinadas
Como limitaciones y características condiciones (ley 1.838, de 1906, sobre ha-
más sobresalientes, se contemplan las de bitaciones obreras; leyes 5.950, de 1936,
inalienabilidad (mientras se mantengan y 7.600, de 1943, orgánica de la Caja de
ciertos supuestos, como hijos menores, la habitación popular; pero puede obser-
por ej.), inembargabilidad e indivisibilidad. varse que esas características persisten tan
Esta última es la característica imprescin- sólo para inmuebles construidos a través
dible para su subsistencia. Se dispone de esos sistemas y su aplicación no fue
como indivisible tanto por actos entre vi- muy extendida).
vos como en la transmisión por causa de En el medio agrario se han logrado
muerte. En caso de fallecimiento del ti- otros avances, aunque no de gran impor-
tular, si no es posible mantenerla en co- tancia. Primero, la legislación que creó
munidad, se dispone su asignación a un una Caja de colonización agrícola (actual-
solo heredero, configurando un “derecho mente fusionada con otras instituciones
de atribución preferencial”, mediante un del Estado; ley 4.496, de 1928, con nu-
orden de prelación que se establece, no merosas modificaciones posteriores y más
siempre coincidente con los órdenes suce- tarde sustituida por la ley 5.604, de 1935)
sorios tradicionales. Con esta atribución estableció la creación de “parcelas”, que
a un solo heredero se logra también evi- constituyeron unidades económicas agrí-
tar los inconvenientes de una ilimitada colas de dimensiones familiares, princi-
división de inmuebles (que en la agricul- palmente en predios fiscales; dichas
tura se traduce en la formación de mini- parcelas, asignadas a particulares, tenían
fundios) con variados perjuicios en la caracteres de indivisibilidad e inembar-
producción. La indivisibilidad general- gabilidad, pero sólo mientras se cumplían
mente se establece respecto del inmue- obligaciones para con la institución; el
ble que es base de la propiedad familiar, sistema, en todo caso, no se desarrolló,
utilizándose luego los conceptos de in- cuantitativamente, en términos aprecia-
muebles por adherencia y por destina- bles. Más tarde, la primera ley de Refor-
ción. ma agraria (Nº 15.020 de 1963), implantó
En Chile, igualmente ha sido la acti- la llamada “propiedad familiar agrícola”,
vidad agraria la que ha posibilitado en con caracteres similares a los de aquellas
alguna medida la implantación de la pro- parcelas; y, por último, la segunda ley de
piedad familiar; de todas formas, su desa- Reforma agraria (Nº 16.640 de 1967), es-
rrollo ha sido escaso. La Constitución de tableció la “unidad agrícola familiar”, que
1925 contenía la disposición de que el llegó a tener alguna vigencia práctica.
Estado ha de propender “a la constitu- Luego de la expropiación de un predio,
ción de la propiedad familiar” (art. 10 para incorporarlo al proceso de reforma,
Nº 4), texto que por mucho tiempo per- el sistema contemplaba la etapa de pre-
maneció como disposición puramente paración, transitoria, de asentamiento,
programática. por tres a cinco años; al final de esa eta-
Respecto de inmuebles urbanos, al- pa, el organismo aplicador de la reforma
gunos antiguos textos de la legislación debía destinar el predio, teniendo como
habitacional introdujeron determinados primera alternativa la de asignarlo, en for-

69
Los bienes

ma de unidades agrícolas familiares, a suelen atribuirse a la propiedad familiar,


campesinos, en dominio individual. Fue mencionados al comienzo (inalienabilidad,
revestida de los caracteres de inalienabi- inembargabilidad y, sobre todo, indivisibi-
lidad e inembargabilidad, temporalmen- lidad), aquí no son acogidos. En todo caso,
te, y de indivisibilidad perpetua, tanto por en esta constatación no debe verse una
actos entre vivos como por causa de muer- objeción porque, en otro sentido, esas alu-
te, contemplándose también el derecho didas características pueden presentar se-
de atribución preferencial a un solo he- rios inconvenientes económicos por la
redero. Con posterioridad, esta legislación limitación que implican a la fluida circula-
fue ampliamente modificada y finalmen- ción de los bienes.
te derogada. Finalmente, para nuestros efectos debe
La ley 19.335 ha implantado lo que mencionarse la gran reforma introducida
denomina “bienes familiares” (introdu- al Código Civil en materia de filiación (con
ciendo un párrafo, el Nº 2, con ese nom- repercusión sucesoria) por la ley 19.585.
bre en el Título VI del Libro I del CC., Como se sabe, el texto está dirigido prin-
arts. 141 y sgts.) (su estudio corresponde cipalmente a la igualación (destacadamen-
al Derecho de familia). Aquí sólo se desta- te en materia hereditaria) de los derechos
carán algunos elementos de su estructura. de los hijos de filiación matrimonial con
Como norma básica, se dispone que “el los de filiación no matrimonial y a facili-
inmueble de propiedad de ambos cónyu- tar la investigación de la paternidad. Pero
ges o de alguno de ellos, que sirva de resi- también en el texto, continuándose en una
dencia principal de la familia, y los muebles tendencia (que se venía desenvolviendo
que guarnecen el hogar, podrán ser de- en textos precedentes), se consignaron re-
clarados bienes familiares y se regirán, en- formas sucesorias a favor del cónyuge so-
tonces, por las normas de este párrafo, breviviente. Entre ellas, se introdujo la im-
cualquiera que sea el régimen de bienes portante institución de la atribución
del matrimonio” (art. 141, inc. 1º). Efec- preferencial de la vivienda familiar, que
tuada la declaración (mediante un proce- implica, por lo que aquí importa, su indi-
dimiento rápido que la ley establece) “no visibilidad, característica que, como se ha
se podrán enajenar o gravar voluntaria- dicho, es tan importante en la propiedad
mente, ni prometer gravar o enajenar, los familiar. Si al fallecer un cónyuge ha deja-
bienes familiares, sino concurriendo la vo- do entre sus bienes la vivienda familiar, el
luntad de ambos cónyuges. Lo mismo re- cónyuge sobreviviente tiene derecho a
girá para la celebración de contratos que atribuírsela, con el mobiliario que la guar-
concedan derechos personales de uso o nece, con cargo a su cuota hereditaria,
de goce sobre algún bien familiar” con preferencia a los demás herederos, y
(art. 142, inc. 1º). Los cónyuges, de co- si el valor de ellos excede del valor de su
mún acuerdo, pueden desafectar un bien cuota, en el exceso puede pedir derecho
familiar y el cónyuge propietario puede de habitación o uso vitalicio y gratuito
pedir al juez la desafectación fundado en (art. 1337 Nº 10). No se trata –como es
que no está actualmente destinado a los fácil percatarse– de la consagración de una
fines de la institución (art. 145). Por otra propiedad familiar; simplemente se intro-
parte, la declaración de bien familiar per- duce en la vivienda familiar un rasgo cer-
mite alguna protección respecto de los cano a la indivisibilidad (tan importante
acreedores, en cuanto los cónyuges pue- en la propiedad familiar): al fallecer el
den “exigir que antes de proceder contra titular, si estaba casado, el cónyuge sobre-
los bienes familiares se persiga el crédito viviente (que, conforme a las normas de
en otros bienes del deudor” (art. 148), go- esta misma ley, le hereda) queda como su
zando así de lo que en materia de fianza dueño exclusivo o, al menos, como dueño
se denomina beneficio de orden o excu- en parte y usufructuario vitalicio en el res-
sión. Como puede verse, los caracteres que to. Cuando el valor de la vivienda excede

70
La propiedad y la posesión

a la cuota que le corresponde, es cierto los derechos reales limitados (v. supra,
que en el exceso no es dueño (la nuda Nos 3 bis y 57 bis sobre la protección na-
propiedad del exceso pertenece a los de- tural y cultural).
más herederos) pero, como queda como En cuanto a la recuperación de liber-
usufructuario vitalicio, en la realidad la tad de ciertos animales, entre nosotros
vivienda se mantiene sin dividirse (que hay reglas en el título de la ocupación
–como se ha dicho– es la característica (arts. 608, 619, 620, 621).
que, junto a otras ya mencionadas y que Respecto a las especies al parecer per-
aquí no se presentan, conforman los rasgos didas, aunque también pudiere conside-
fundamentales de la propiedad familiar). rarse una transferencia, estimamos que más
bien es una extinción para el perdedor,
65 bis. La extinción del dominio. El de modo que, de producirse la subasta, el
Código no contiene una regulación siste- dominio es adquirido originariamente por
mática de la materia y la doctrina nacio- el subastador (las reglas están en los
nal no le ha dedicado mucha atención. arts. 632, 633, 637, 642).
Puede terminar por varias causas. Sue- Sobre la incomerciabilidad, cuyas hi-
le distinguirse entre modos absolutos y pótesis más factibles se relacionan con la
relativos. Con los primeros desaparece el transformación de una cosa en bien na-
derecho (si posteriormente la cosa llega cional de uso público, entre nosotros ge-
a adquirirse por un nuevo titular, la ad- neralmente tendrá lugar por la vía de la
quisición es originaria. Con los segundos, expropiación (que será aludida pronto,
sólo cambia de titular (produciéndose un en la siguiente categoría). Hay situacio-
traspaso). nes que podrían quedar incluidas aquí
a) Entre los absolutos, los hay con y (en cuanto pérdida del dominio priva-
sin voluntad del dueño. Pueden mencio- do), como son las que pueden producir-
narse: la destrucción de la cosa (puede se en la formación de un lago de
ser voluntaria o involuntaria), la recupe- dominio público (v. supra, Nº 48, nota)
ración de la libertad de los animales cau- o río, o –algo más esperable– por el cam-
tivos o domesticados (es sin voluntad), bio de cauce de un río, en predios parti-
las especies al parecer perdidas (es sin culares. El dueño perdería el dominio del
voluntad), la incomerciabilidad (es sin sector del predio que ahora es lecho o
voluntad), el abandono (por definición, cauce (al menos respecto del cauce de
es voluntario). ríos, se ha resuelto que es bien nacional
Tratándose de la destrucción material, de uso público).
frecuentemente quedan restos, residuos El abandono tiene interesante historia
o despojos (que pueden ser valiosos, como y ha recibido atención de la doctrina. Sue-
en el caso de la joya que se funde); aun- le menospreciarse su examen porque ten-
que se ha estimado que nacería un nue- dría escasa aplicación, pero parece estar
vo derecho de propiedad sobre ellos para cobrando interés con la abundancia de
el nuevo dueño, parece preferible con- residuos (con distintas denominaciones
cluir que es el mismo derecho que ahora específicas: basura, chatarra) que para al-
recae en el objeto reducido o transfor- gunas personas pueden carecer de valor
mado; así, frecuentemente lo que acon- y, más aun, pueden ser indeseables y, para
tece es una destrucción parcial (o una otras, pueden resultar valiosos; y surgen,
transformación). En todo caso, ante el además, los bien relevantes residuos “tóxi-
concepto de destrucción física, para el cos” (que llegan a trascender al Derecho
ámbito de los derechos reales lo que ha- Internacional). Desde luego, respecto de
bitualmente más importa o tiene mayor estos últimos hay ya bastante regulación
interés es la pérdida de la función o rol que debe tenerse presente (v. algunos tex-
económico de la cosa, que se percibe e tos aplicables en supra, Nº 57 bis, últimas
influye señaladamente en la extinción de notas).

71
Los bienes

En su aplicación surgen varias interro- mino del incumplimiento contractual;


gantes. Desde luego, sobre su admisión, algo semejante tendría que acontecer res-
que parece predominar ampliamente. pecto de las obligaciones propter rem las
¿Cuándo se pierde el dominio, al momen- cuales, en todo caso, gravarían a quien
to del abandono o cuando otro se apro- entre más tarde en el dominio o pose-
pia de la cosa abandonada? ¿Puede retrac- sión de la cosa, conforme a los principios
tarse el abandonante?, ¿se puede abando- y reglas de esas obligaciones.
nar una parte física?, ¿se puede abandonar Como el Conservador sólo efectúa
una cuota (por el único titular o por el cambios en el Registro con la presenta-
comunero)? ¿Qué acontece con los dere- ción de instrumentos públicos (el punto
chos reales y personales constituidos en la se verá luego), si el abandonante preten-
cosa o referidos a ella? ¿y con las obliga- de dejar sin efecto su inscripción, sería
ciones propter rem que puedan estar gra- necesaria una declaración de abandono
vando al titular abandonante? Si se trata por escritura pública, con la cual reque-
de un bien registrado, ¿debe o no efec- rirá la cancelación. El Conservador po-
tuarse alguna gestión en el Registro? dría negarse a inscribir, fundado en que
Aquí trataremos algunas. el art. 728 no contempla esta causal de
Estimamos que entre nosotros es ad- cese de la posesión inscrita, pero parece
misible. Puede acudirse a los arts. 12 y no justificarse; aquí se trata del abando-
624 del Código, y al art. 52 Nº 3 del Regl. no del dominio, no de la posesión inscri-
del Registro Conservatorio (v. también los ta (además, la taxatividad del citado tex-
arts. 829 y 858 del CC.). to está discutida, como se verá más
Se trata de un acto de disposición, adelante).
unilateral y no recepticio, de modo que b) En los relativos puede distinguirse
el dominio queda extinguido por el acto entre la transferencia voluntaria y la que
del abandono. se produce con prescindencia de la vo-
Cuando se trata de inmuebles, por el luntad del titular. En la primera se inclu-
art. 590 el Fisco adquiere el dominio ori- ye la tradición con todos los títulos tras-
ginariamente y de pleno Derecho por el laticios. En la segunda habitualmente se
modo de adquirir ley; si se trata de mue- incluyen diversas formas de la accesión,
bles, el eventual posterior adquirente ad- la expropiación, la prescripción adquisi-
quiere el dominio, asimismo, originaria- tiva (pero es muy discutible el carácter
mente (por ocupación). relativo –en el sentido de transmisivo con
Parece no haber inconveniente en ad- el que aquí es empleado el término– de
mitir que el comunero abandone su cuo- estas extinciones; es sostenible –y se ha
ta; más difícil es admitir el abandono por sostenido específicamente respecto de la
un único titular, de una cuota o de una expropiación y de la prescripción adqui-
parte física de la cosa (por esta vía, sobre sitiva– que el adquirente adquiere el do-
todo en la última, se podría pretender minio originariamente; en tal postura, que
“mejorar” la cosa que se mantiene). es la que compartimos, el expropiado y
Tratándose de derechos reales en cosa el antiguo dueño sufren una pérdida de
ajena, tendrían que mantenerse no obs- las aquí llamadas absolutas) (como el
tante el abandono; más tarde, el nuevo tema –según puede verse– se relaciona
adquirente tendría que respetarlos. En también con la perpetuidad del dominio,
cuanto a los derechos personales, la difi- v. además supra, Nº 59, en que se trata la
cultad tendría que solucionarse por el ca- revocación; también infra, Nº 268).

72
Capítulo III

LA POSESIÓN

§ 1. Aspectos preliminares conducirse tal como lo haría el dueño de


una cosa.
1. Introducción a la posesión en el De- b) Elemento interno (animus domini):
recho Civil. La palabra posesión proviene Es el ánimo de señor y dueño o la inten-
del latín possessio, que significa “poder de ción de considerarse como dueño y de ser
estar sentado”. Consiste principalmente considerado como tal.
en la facultad de ejercer actos de dominio Ambos elementos se encuentran presentes
sobre las cosas, pero no es una consecuencia en la definición del artículo 700 del C.C. De
del dominio. Ello es evidente desde que el este modo, respecto del corpus no se exige
poseedor puede no ser dueño. Sin perjuicio que el poseedor sea actual tenedor material
de ello, la doctrina tanto nacional como de la cosa. En torno al animus no se exige
extranjera no está de acuerdo en torno a que el poseedor sea efectivamente dueño,
la naturaleza de la posesión. sólo se solicita que tenga la intención de
La posesión está regulada en el Títu- ser dueño.
lo VII del Libro II del Código Civil, que se
denomina “De la posesión” (artículos 700 a 4. Doctrinas sobre la posesión.
720 del C.C.). Nuestro Código Civil, a di- a) Teoría clásica, subjetiva o volunta-
ferencia del Código napoleónico, trató la rista.
posesión en detalle y con una profundidad Esta teoría fue propugnada por Friedrich
adecuada. En cambio, la regulación de la Karl VON SAVIGNY y dominó sin contrapeso
posesión en el Code fue más bien superficial hasta antes de la codificación y antes de la
y hecha dentro de las normas que regulan promulgación del BGB.
la prescripción adquisitiva. Conforme a ella, lo que distingue a la
posesión no es el corpus o los actos mate-
2. Concepto de posesión. La posesión riales que se celebren sobre la cosa, sino el
está definida en el artículo 700 del C.C. ánimo de comportarse como dueño, desco-
como “...la tenencia de una cosa determinada nociendo que otro tenga un mejor derecho
con ánimo de señor o dueño, sea que el dueño o sobre la cosa. Así, para los seguidores de
el que se da por tal tenga la cosa por sí mismo, esta teoría la sola tenencia material de la
o por otra persona que la tenga en lugar y a cosa es diferente de la posesión, puesto
nombre de él”. A su vez, el inciso 2º agrega que debe existir un elemento subjetivo
que “el poseedor es reputado dueño, mientras o animus, que es la intención de señor y
otra persona no justifica serlo”. dueño.
3. Elementos de la posesión. Nuestro Código Civil se adscribe a la
a) Elemento externo (corpus o factum): doctrina clásica, puesto que lo esencial es
Es la tenencia material de una cosa deter- el animus, más que el corpus. Para esta Es-
minada, que consiste en la manifestación cuela la protección de la posesión se fun-
del poder de dominación o de disposi- damenta en evitar la autotutela, es decir,
ción sobre la cosa. Es la exteriorización que las personas deban defenderse manu
del derecho de propiedad o el hecho de militari de la agresión de un tercero. Pero

47
Tomo Cuarto - De los Bienes

la posesión no representa un derecho para a) Esta era la opinión de SAVIGNY y de


el poseedor, simplemente se trata de una la mayoría de los autores que sirvieron de
situación de hecho. inspiración a nuestro Código Civil.
b) Teoría objetiva. b) Ninguna disposición del Código Civil
Esta posición fue defendida por Rudolph permite colegir el carácter de derecho de
VON IHERING.52 la posesión.
La teoría objetiva nace como una res- c) El artículo 700 del C.C., expresa que la
puesta a la posición anterior y le concede un posesión es la tenencia de una cosa determi-
valor fundamental al elemento objetivo o la nada y la tenencia es un hecho material.
tenencia material de la cosa. De acuerdo a En definitiva, la posesión sería una ma-
esta teoría, para que exista posesión bastará nifestación o concreción del derecho de
la tenencia, sin exigirse que se considere propiedad.
a la cosa como propia. El Derecho, para Sin perjuicio de lo anterior, en la actuali-
los seguidores de la teoría objetiva, debe dad, en el Derecho comparado la posición
proteger la posesión porque mediante ella que considera a la posesión como un derecho
se protege el derecho de propiedad. Una cada vez goza de más adherentes.
consecuencia que esta teoría atienda sólo
6. Relación entre dominio, posesión y
al corpus consiste en que para los terceros
tenencia. Lo normal será que los tres es-
y el Derecho será imposible distinguir en-
tén en manos de una misma persona. Esto
tre poseedor y mero tenedor, salvo que se
porque la ley presume que el poseedor es
presente un título del cual se desprenda la
dueño (artículo 700.2º del C.C.). Pero pue-
mera tenencia. De esta forma, para repeler
de ocurrir que el dueño no sea poseedor,
un ataque contra su dominio el propietario
como sucede cuando otro tiene la cosa con
no necesita probar el dominio, le bastará
ánimo de señor y dueño. También puede
con acreditar la posesión.53
acontecer que el dueño no sea tenedor
5. La posesión como hecho. Para VON material de la cosa.
IHERING la posesión es un derecho, ya Para solucionar la tensión entre pose-
que los derechos subjetivos representan sión y dominio, el Derecho entrega dos
un interés protegido por la ley, y como herramientas:
de los derechos emanan acciones, el le- a) La acción reivindicatoria (artículo 889
gislador protege la posesión mediante las del C.C.).
acciones posesorias. Para POTHIER, que b) La prescripción adquisitiva, en virtud
fue seguido en este punto por la mayoría de la cual el poseedor pasa a constituirse
de la doctrina tradicional chilena, la pose- como dueño.
sión es un hecho. La posición de IHERING
7. Semejanzas y diferencias entre domi-
no tiene casi seguidores en Chile, puesto
nio y posesión. Las semejanzas entre estas
que las acciones posesorias obedecen a
figuras son las siguientes:
la presunción de dominio que favorece
a) Ambas se ejercen sobre cosas deter-
al poseedor.
minadas, o sea sobre una especie o cuerpo
Los fundamentos que señala tradicional-
cierto.
mente la doctrina a favor de esta posición
b) Ambas son exclusivas, sólo admiten
son los siguientes:
un titular.
c) Las utilidades o ventajas que reporta
52
VON IHERING, Rudolf, Estudios jurídicos. La lucha el dominio son similares a las que otorga
por el Derecho. Del interés en los contratos. La posesión, la posesión.
Editorial Heliasta, Buenos Aires, Argentina, pp. 199 Las diferencias entre estas figuras son
a 210. las siguientes:
53
PEÑA BERNALDO DE QUIRÓS, Manuel, Derechos
reales. Derecho hipotecario, tomo I, Centro de Estudios a) El dominio supone un poder legal
Registrales, tercera edición, Madrid, España, 1999, sobre la cosa, ya que es un derecho real. La
p. 161. posesión supone un poder de hecho, que

48
Capítulo III - La Posesión

no es consecuencia de un derecho sobre no responde por los frutos (artículo 906


la cosa. del C.C.).
b) No se puede ser dueño por varios ii) El poseedor de buena fe tiene dere-
títulos; en cambio, se puede ser poseedor cho a que se le abonen las mejoras útiles
por varios títulos (artículo 701 del C.C.). (artículo 909 del C.C.).
c) El dominio, por ser un derecho real, El poseedor regular en vías de adquirir
está amparado por la acción de dominio por prescripción está protegido por una
o acción reivindicatoria. La posesión sólo verdadera acción reivindicatoria, como lo
excepcionalmente se encuentra amparada es la acción publiciana.
por acciones, como la acción publiciana del
9. Cosas susceptibles de posesión. So-
poseedor regular que está en vías de adquirir
lamente las cosas determinadas son sus-
la cosa por prescripción y por las acciones o
ceptibles de posesión, ya que sólo respecto
interdictos posesorios, en caso de que recaiga
de ellas se puede tener el ánimo de señor
sobre inmueble (artículo 916 del C.C.).54
y dueño.
A. Diferencia entre posesión y mera tenencia.
La posesión exige la intención de conside- 10. Algunas particularidades en torno
rarse como señor y dueño. En cambio, la a la posesión.
tenencia exige lo contrario, o sea, el reco- A. Cuasiposesión. La doctrina señala que
nocer dominio ajeno. sobre las cosas incorporales puede haber
posesión. Así se desprende del artículo 715
8. Ventajas de la posesión.
del C.C., que señala que “la posesión de las
a) La posesión está amparada por una
cosas incorporales es susceptible de las mismas
presunción de dominio (artículo 700.2º
calidades y vicios que la posesión de una cosa
del C.C.).
corporal”.55
b) La posesión puede llevar al dominio
Una parte importante de la doctrina,
a través de la prescripción adquisitiva, la
compuesta principalmente por DE LA MAZA,
ocupación o la tradición.
sostenía que sólo los derechos reales son
La posesión más otros requisitos puede
susceptibles de posesión. Dicha doctrina
llevar a adquirir por prescripción ordina-
se basa en que los derechos personales son
ria al poseedor regular o extraordinaria al
el resultado de una relación jurídica entre
poseedor irregular.
personas, que no guarda relación directa
c) Mediante la posesión se puede ad-
con una cosa.
quirir el dominio de los bienes muebles
Por su parte, CLARO S. estimaba que sí
que no pertenecen a nadie (res nullius).
era posible la posesión de los derechos per-
d) La posesión de los bienes raíces o
sonales, porque el artículo 1576.2º del C.C.
derechos reales sobre ellos está amparada
permite la posesión del crédito, en cuanto
por acciones posesorias (artículo 916 del
reconoce como acreedor a una persona que
C.C.). No hay acción posesoria para proteger
se presenta como tal.56 Este argumento fue
la posesión de los bienes muebles.
e) La posesión de buena fe tiene ventajas
especiales en caso de ser vencido el posee- 55
Este artículo es fruto de la C.R.C.C. BELLO, en
dor por el dueño. Tales ventajas son: el artículo 858 del Código Inédito, señalaba:
i) El poseedor de buena fe hace suyos “Artículo 858. Sólo las cosas corporales son sus-
los frutos (artículo 907 del C.C.); es decir, ceptibles de verdadera posesión.
Las cosas incorporales, sin embargo, admiten una
cuasiposesión, que es susceptible de las mismas cali-
54
Alguna doctrina señala, precisamente porque dades y vicios que la posesión propiamente dicha”.
56
de los derechos emanan acciones, que la posesión CLARO SOLAR, Luis, Explicaciones de Derecho Civil
sería un derecho. El razonamiento sería el siguiente: chileno y comparado, volumen III, De los bienes, tomo
la posesión estaría protegida por las dos acciones séptimo: De los bienes II, Editorial Jurídica de Chile,
precedentemente señaladas y como las acciones Santiago de Chile, 1992, Nº 813, pp. 451 y 452. Por
emanan de derechos, entonces la posesión debe otra parte, GUZMÁN BRITO se ocupa también de este
ser un derecho. tema señalando que sería posible, conforme al ar-

49
Tomo Cuarto - De los Bienes

atacado por DE LA MAZA, quien señalaba del C.C. señala que “el pago hecho de buena
que la ley protege la apariencia, y especí- fe a la persona que estaba entonces en posesión
ficamente al deudor que paga de buena del crédito, es válido, aunque después aparezca
fe. Entonces, lo que realmente se protege que el crédito no le pertenecía”.
en el artículo 1576.2º del C.C. es la bue- Esta discusión lleva al análisis de uno de
na fe del deudor que paga en virtud de la los tópicos fundamentales de la teoría de
apariencia del acreedor.57 Por lo tanto, no los bienes a lo menos en Chile, cual es el
existe posesión sobre los derechos perso- determinar si el derecho de propiedad o la
nales. En este sentido, el artículo 1576.2º posesión pueden recaer sobre un derecho
personal. Desde una perspectiva netamente
tículo 1907 del C.C., ceder un crédito ajeno, supuesto
civil ello no es posible en consideración a
que descansaría sobre una eventual posesión de un los siguientes argumentos:
derecho personal. A su vez, para el referido autor a) Si se acepta la posesión de los dere-
nuestro Derecho también admitiría una posesión chos personales se debe considerar también
sobre un derecho personal en el artículo 2456.3º del que sobre los créditos puede haber domi-
C.C. GUZMÁN BRITO, Alejandro, Las cosas incorporales
en la doctrina y en el Derecho positivo, Editorial Jurídica
nio, posibilidad desechada en el Derecho
de Chile, Santiago de Chile, 1995, pp. 166 a 169. comparado. Ello se debe a que los derechos
personales u obligaciones no pueden tener
57
Esta disposición fue tomada por BELLO de los como origen los modos de adquirir, como
artículos 1239 y 1240 del Code y del Libro 5, Título la “prescripción adquisitiva o la ocupación”,
V, de la partida V, de las Siete Partidas. Este último lo que sería una consecuencia obligada de
cuerpo normativo es especialmente relevante, ya que aceptarse dicha posición.58 De este modo,
se refiere a los siguientes dos supuestos: a) el pago si existe un derecho de dominio sobre un
que hace el deudor al mayordomo o encargado de
su acreedor o b) el pago que se hace a una persona derecho personal obligado es reconocer
equivocada por indicación del propio acreedor. En que a las fuentes de las obligaciones se les
resumen, estos casos ponen de manifiesto que lo que sumarían los modos de adquirir el dominio.
se protege es la buena fe del deudor que paga en Ello es evidente desde que “el dominio sobre
razón de un acto del propio acreedor. Sin embargo, derechos personales” se podría adquirir
GUZMÁN BRITO señala, contra esta posición, que en
los antecedentes que tomó en cuenta el Code en los por los modos de adquirir el dominio.
artículos 1239 y 1240 estaba POTHIER. Y dicho autor, b) De admitirse tal posibilidad –que el
como destaca GUZMÁN BRITO, se refería a casos en que dominio recaiga sobre simples derechos
el pago efectuado por el deudor al acreedor putativo personales–, de los contratos –que nacen
extingue la obligación respecto de aquél. GUZMÁN derechos personales– nacerían derechos
BRITO, Alejandro, Las cosas incorporales en la doctrina
y en el Derecho positivo, Editorial Jurídica de Chile, reales. Así, el comprador tendría un derecho
Santiago de Chile, 1995, pp. 168 y 169. Sin perjuicio real de dominio sobre el derecho personal:
de ello, los casos señalados por POTHIER no hacen que la cosa le sea entregada.
más que ratificar que no puede haber posesión sobre c) En resumen, la distinción entre de-
un derecho personal y lo que se está protegiendo es rechos reales y personales conduce a cami-
simplemente la apariencia respecto del pago efectua-
do al “acreedor aparente”. De la misma opinión que nos totalmente diferentes. Así, no sólo los
los autores precedentes es LÓPEZ SANTA MARÍA, que derechos personales y los derechos reales
señala: “Así lo establece el artículo 576 del Código nacen de forma diferente, sino que la ma-
Civil. Por consiguiente, en Chile se admite el derecho nera de ejercer unos y otros es distinta. Los
de dominio sobre los derechos personales. Hay dere- derechos personales se ejercen a través de
chos sobre derechos. Un derecho real de propiedad
resguarda los derechos personales emanados de un los denominados efectos de las obligacio-
contrato. El acreedor es propietario de los derechos personales nes; en cambio, los reales a través de los
derivados del contrato o de otra de las fuentes de las atributos del dominio.
obligaciones. El sujeto activo del derecho personal
emanado del contrato es simultáneamente titular de
58
un derecho real; el acreedor es dueño. Este dominio En este sentido, la mayoría de la doctrina chilena
es para el legislador intangible”. LÓPEZ, J., Los contratos. rechaza la posibilidad que los derechos personales
Parte General, Editorial Jurídica de Chile, Santiago de se puedan adquirir por prescripción adquisitiva. Vid.
Chile, 1986, p. 204. infra Nº 40, § 5, capítulo IV, tomo IV.

50
Capítulo III - La Posesión

Finalmente, su forma de protección y § 2. Clasificación de la posesión


extinción es distinta.
Las consecuencias de aceptar la propiedad 11. Clasificación de la posesión en ge-
sobre los derechos personales crearía un neral.
supraderecho de propiedad que llevaría a A. La posesión útil e inútil.
reestructurar la clasificación de los bienes. a) Posesión útil. Es aquella que habilita
Los bienes se clasificarían en dominio sobre para prescribir adquisitivamente.
cosas corporales y sobre derechos reales b) Posesión inútil o viciosa. Es aquella
y personales. Todas estas consideraciones por la cual el poseedor no está en vías de
llevan a confirmar la posición, planteada adquirir por prescripción. Puede ser violenta
por varios autores y sostenida precedente- o clandestina.
mente, por la cual el concepto protegido La mayoría de los autores rechazan esta
mediante el recurso de protección en el clasificación, ya que no la establece el Código
artículo 19.1º, Nº 24 de la C.P.E., es otro Civil, y de ella se concluiría que la posesión
al propiamente civil. inútil jamás puede llevar a la prescripción
Por otro lado, para parte de la doctrina el adquisitiva. Y dicha conclusión en nuestro
tratamiento en normas diversas de la pose- ordenamiento jurídico es errada. Así, la
sión sobre cosa corporal (artículo 700.1º del
posesión clandestina a pesar de ser inútil
C.C.) y sobre cosa incorporal (artículo 715
puede llevar a adquirir por prescripción en la
del C.C.) denota que el estatuto jurídico
medida que el vicio se purgue. Incluso para
aplicable a cada forma de posesión es di-
parte importante de la doctrina la posesión
ferente.59
violenta puede adquirirse por prescripción
B. Posesión y derechos reales. La posesión adquisitiva en la medida que se invoque un
se confunde con el dominio de la cosa que título traslaticio (artículo 2510.1º, Regla 3ª
se ejerce. Esto ocurre sólo con el dominio y del C.C.) y se purgue el vicio.
no tiene lugar con otros derechos reales.
B. La posesión regular e irregular.
C. Derecho real de herencia y posesión. En el a) Posesión regular. Es la que procede
Derecho sucesorio la terminología que se de justo título y ha sido adquirida de buena
refiere a la posesión se hace más compleja, fe, siendo necesaria la tradición si se invoca
pues se deben distinguir distintas clases de título traslaticio de dominio (artículo 702
posesión, a saber: del C.C.).
a) La posesión legal es la establecida por Los requisitos para que opere la posesión
el artículo 688.1º del C.C., que es la que se regular son:
adquiere al momento en que se defiere la i) Justo título.
herencia, o sea, al momento de fallecer el ii) Buena fe inicial, que puede perder-
causante (artículos 722 y 956 del C.C.). se posteriormente, sin pasar por ello a ser
b) La posesión efectiva es la que se ob- irregular. Por tanto, el poseedor regular
tiene mediante resolución judicial o decre- puede estar de mala fe, siempre que no
to del Oficial del Registro Civil, en virtud haya sido inicial.
de la cual se reconoce a ciertas personas iii) Se requiere de tradición si se invoca
el derecho a ser herederos de la persona título traslaticio de dominio.
fallecida. b) Posesión irregular. Es la que carece de
c) Posesión real o material es aquella
uno o más de los requisitos del artículo 702
que se constituye cuando el asignatario tiene
del C.C. (artículo 708 del C.C.). Es impor-
el corpus y el animus.60
tante destacar que basta que falte un solo
requisito de la posesión regular para dar
59
lugar a esta posesión, como si el poseedor
Al respecto, cabe señalar que el Code trató de
forma conjunta la posesión y la cuasiposesión en el ha adquirido de buena fe y tiene un justo
artículo 2228. título, pero éste es traslaticio y no se ha
60
Vid. supra Nº 3, § 1, capítulo II, tomo IV. efectuado la tradición.

51
Tomo Cuarto - De los Bienes

La importancia fundamental de esta cla- modo, no está necesariamente de buena fe


sificación es para los siguientes efectos: el que ignora una situación, sino el que ha
i) La posesión regular lleva a la prescrip- actuado lealmente o de forma razonable
ción adquisitiva ordinaria (de dos años para dentro de una situación irregular. La buena
los muebles y cinco años para los inmuebles). fe debe compararse con un modelo ideal
En cambio, la posesión irregular lleva a la de conducta, es decir, deben existir una
prescripción adquisitiva extraordinaria en serie de elementos positivos y negativos,
un plazo común de diez años. El artículo 702 de los cuales claramente se desprende un
del C.C. se ocupa de clasificar la posesión actuar correcto.
en regular e irregular y definir aquélla en b) Posesión de mala fe. Es la que se
los siguientes términos: adquiere o se ejerce de mala fe, o sea, a
“Artículo 702. La posesión puede ser regular sabiendas que no se es dueño de la cosa.
o irregular. D. Posesión tranquila y viciosa.
Se llama posesión regular la que procede a) Posesión tranquila. Es la que no ado-
de justo título y ha sido adquirida de buena lece de los vicios de violencia o clandesti-
fe; aunque la buena fe no subsista después de nidad.62
adquirida la posesión. Se puede ser por consi- b) Posesión viciosa. Es la que adolece
guiente poseedor regular y poseedor de mala fe, de los vicios de violencia o clandestinidad
como viceversa el poseedor de buena fe puede ser y puede ser violenta o clandestina.
poseedor irregular.
E. Posesión interrumpida y no interrumpida.
Si el título es translaticio de dominio, es tam-
Esta clasificación está consagrada en los
bién necesaria la tradición.
artículos 717.1º, 918, 2501, 2507 y 2510 del
La posesión de una cosa a ciencia y paciencia
C.C.
del que se obligó a entregarla, hará presumir la
a) Posesión no interrumpida. Es la que no
tradición; a menos que ésta haya debido efectuarse
ha sufrido interrupción natural o civil.
por la inscripción del título”.
b) Posesión interrumpida. Es la que ha
ii) El poseedor regular que está en vías de
sufrido interrupción civil o natural de la
adquirir por prescripción está protegido por
manera indicada en los artículos 2502 y
la acción publiciana de la que carece el po-
2503 del C.C.
seedor irregular (artículo 894 del C.C.).
Esta clasificación importa para los inter-
C. La posesión de buena o mala fe. dictos posesorios y la prescripción adquisi-
a) Posesión de buena fe. Es la que se ad- tiva. Las acciones o interdictos posesorios
quiere y ejerce de buena fe. Esta clasificación exigen una posesión ininterrumpida por
cobra importancia a raíz de la moralización un año completo. A su vez, el lapso de la
del Derecho, que fue impulsada por el De- prescripción se detiene por la interrupción
recho canónico. Esto es, con la conciencia de la prescripción.
de haber adquirido el dominio de la cosa A continuación se analizarán de estas
por medios legítimos exentos de fraude y clasificaciones las tres fundamentales: la
de todo otro vicio (artículos 702.2º y 706.1º posesión de buena y mala fe; la posesión
del C.C.). El concepto de buena fe en el tranquila y la viciosa y la posesión regular
Derecho es ético y no psicológico.61 De este e irregular.
61
12. La buena fe en la teoría de los
El concepto psicológico de buena fe atiende
al fuero interno del individuo y como es muy difícil
bienes.
tener acceso a éste, entonces la buena fe se presume A. Concepto posesorio de buena fe. La buena
alegando la simple ignorancia. En cambio, en la buena fe posesoria es la conciencia de haberse
fe ética una ignorancia inexcusable en una persona adquirido el dominio de la cosa por medios
con sus capacidades normales más bien comprobaría
todo lo contrario. RODRÍGUEZ GREZ, Pablo, De las
posesiones inútiles en la legislación chilena, Facultad de
62
Derecho, Universidad de Chile, Santiago de Chile, Para algunos autores la posesión tranquila es
1991, p. 584. sinónima de útil.

52
Capítulo III - La Posesión

legítimos exentos de fraude y todo otro vicio en virtud del 1459 del C.C. el dolo no se
(artículo 706.1º del C.C.). El artículo 706 presume.
del C.C. se refiere a la buena fe en los si- b) La ubicación del artículo 707 no atenta
guientes términos: contra su calidad de norma de aplicación
“Artículo 706. La buena fe es la conciencia general, como ocurre con tantas otras disposi-
de haberse adquirido el dominio de la cosa por ciones, como las del Título XXI, del Libro IV
medios legítimos, exentos de fraude y de todo del Código Civil, que regula la prueba de
otro vicio. las obligaciones. Sin perjuicio de ello, ex-
Así en los títulos translaticios de dominio la cepcionalmente se presume la mala fe.63
buena fe supone la persuasión de haberse recibido Por otra parte, la buena fe está íntimamen-
la cosa de quien tenía la facultad de enajenarla, te ligada a los medios a través de los cuales
y de no haber habido fraude ni otro vicio en el se adquiere la posesión. Así, por ejemplo,
acto o contrato. la buena fe exige que se crea adquirir por
Un justo error en materia de hecho no se opone medio de un título, aunque éste sea falso
a la buena fe. o inexistente.64
Pero el error en materia de derecho constituye D. Posesión de mala fe. La posesión de
una presunción de mala fe, que no admite prueba mala fe es la que se adquiere o se ejerce
en contrario”. de mala fe, o sea, a sabiendas que no se es
B. Requisitos de la buena fe en materia po- dueño de la cosa.
sesoria: No se debe confundir esta clasificación con
a) Conciencia de haber adquirido por posesión regular e irregular, porque se puede
medio legítimo exento de fraude y cualquier ser poseedor regular de mala fe e irregular
otro vicio. de buena fe (artículo 702.2º del C.C.).
b) Creencia de haber adquirido del Esta clasificación importa fundamental-
verdadero dueño. mente para los efectos de las prestaciones
c) Ignorancia que exista otro individuo mutuas. En virtud de ellas la determinación
que pretende ser dueño. de las prestaciones que debe el poseedor
El artículo 706 del C.C. agrega que un vencido al dueño son más gravosas para el
justo error en materia de hecho no se opone poseedor de mala fe. También esta clasifi-
a la buena fe. Pero un error de derecho cación es determinante para otras clasifi-
constituye una presunción de mala fe que no caciones de la posesión, como la posesión
admite prueba en contrario (artículo 706.4º regular e irregular.
del C.C.). 13. Las posesiones inútiles o viciosas.
C. La presunción de buena fe del artícu- Las posesiones inútiles o viciosas pueden
lo 707.1º del C.C. El poseedor se presume ser de la siguiente clase:
que está de buena fe. Dicha presunción se A. Posesión violenta.
establece en el artículo 707 del C.C. en los 1º. Concepto de posesión violenta.
siguientes términos: La posesión violenta es la que se adquiere
“Artículo 707. La buena fe se presume, excepto o mantiene por la fuerza (artículo 710.1º
en los casos en que la ley establece la presunción del C.C.).
contraria.
En todos los otros la mala fe deberá pro- 63
Vid. supra Nº 70, § 5, capítulo II, tomo I y Nº 22,
barse”. D, § 2, capítulo II, tomo III.
La doctrina está de acuerdo en que 64
En este sentido, VELÁSQUEZ JARAMILLO señala
esta presunción es de aplicación general que si una persona posee una finca por testamento
y, por ende, se aplica a todo el Derecho e ignora su revocación, está de buena fe. VELÁSQUEZ
Civil. Los argumentos dados para ello son JARAMILLO, L., Bienes, Editorial Temis S.A., séptima
edición, Santa Fe de Bogotá, Colombia, 1998, p. 112.
los siguientes: Así, el Derecho colombiano, que siguió a BELLO en
a) Dicha regla también se establece en lo que respecta a la buena fe, permite presumir la
otras materias como en el acto jurídico. Así buena o la mala fe de unos actos inequívocos.

53
Tomo Cuarto - De los Bienes

2º. Supuestos y formas de posesión vio- sus agentes, y que se ejecute con su con-
lenta. sentimiento o que después de ejecutada se
a) La fuerza no debe reunir los requisitos ratifique expresa o tácitamente. En estos
de los vicios del consentimiento. casos, la posesión será también violenta y se
La fuerza, en materia posesoria, no debe considerará como tal desde la ejecución de
reunir los requisitos de ella como vicio del la violencia, es decir, tendrá efectos retroac-
consentimiento, pero debe ser actual o in- tivos. De este modo, para el artículo 712.2º
minente (artículo 710.2º del C.C.). En este del C.C. “lo mismo es que la violencia se ejecute
sentido, el artículo 710 del C.C. establece por una persona o por sus agentes, y que se ejecute
lo siguiente: con su consentimiento o que después de ejecutada
“Artículo 710. Posesión violenta es la que se se ratifique expresa o tácitamente”.
adquiere por la fuerza. e) La violencia es relativa y temporal.
La fuerza puede ser actual o inminente”. Para autores como CLARO S. o BARROS
b) La fuerza, que constituye la posesión E., tanto la violencia como la clandestini-
violenta, no sólo puede ser inicial, sino dad son vicios relativos y temporales, por
también puede ejercerse para conservar lo que el poseedor violento también puede
la posesión. adquirir por prescripción adquisitiva.66 La
En este sentido también existe violencia doctrina en general está de acuerdo en que
de parte del que se apodera pacíficamente de la fuerza tiene efectos relativos, es decir, la
la cosa, pero al retornar el dueño lo repele violencia no tiene un efecto erga omnes. De
violentamente. A esta violencia se refiere esta manera, si se adquiere de un posee-
el artículo 711 del C.C., preceptuando que dor violento ese vicio no se transmite y la
“el que en ausencia del dueño se apodera de la posesión nace en el nuevo adquirente sin
cosa, y volviendo el dueño le repele, es también el vicio de la violencia. Pero en torno a su
poseedor violento”. temporalidad la posición correcta parece
PESCIO señalaba que en esta disposición ser la contraria. De esta forma, la posesión
BELLO recogió la opinión de POTHIER para no se transforma en pacífica desde que cesa
el cual el poseedor que momentáneamente la violencia. Ello se desprende del tenor
se ausentaba no perdía la posesión, sino sólo literal del artículo 710.1º del C.C., en virtud
en el instante en que volvía y era repelido del cual “la posesión violenta es la que se
o se le enervaba su posesión.65 adquiere por la fuerza”; es decir, no es la que
c) La posesión es violenta en la medida “se ejerce” en forma viciosa como ocurre con
que se ha ejercido contra el dueño, el que la posesión clandestina, que sí se puede
poseía sin serlo o incluso el mero tenedor. sanear. Además, la diferencia en la forma
Así se desprende del artículo 712.1º de definir ambas posesiones viciosas no pa-
del C.C., que señala que “existe el vicio de rece casual en el Código Civil chileno, por
violencia, sea que se haya empleado contra el cuanto en el Proyecto de 1853 se denomina
verdadero dueño de la cosa, o contra el que la como posesión clandestina a la que se “ha
poseía sin serlo, o contra el que la tenía en lugar adquirido” por vías clandestinas, es decir,
o a nombre de otro”. hubo una intencionalidad del legislador al
d) La fuerza no es necesario que se ejer- definir las figuras en términos diferentes,
za de forma personal, también puede ser
vicaria. 66
En este sentido CLARO S. señala que “mientras
En este sentido lo mismo da que la vio- los actos de fuerza se sucedan unos a otros, la posesión
lencia se ejecute por una persona o por será violenta, y como posesión viciosa no servirá al
poseedor para prescribir (artículo 2510); pero desde
que la fuerza cesa, por injusta que la posesión haya
65
POTHIER fundamentaba su posición en UL- sido, dejará de ser viciosa y la posesión será útil para
PIANO. PESCIO VARGAS, Victorio, De la copropiedad, el poseedor”. CLARO SOLAR, Luis, Explicaciones de
de la propiedad horizontal y de la posesión, Manual de Derecho Civil chileno y comparado, volumen III, De los
Derecho Civil Nº 44, tomo IV, Editorial Jurídica de bienes, tomo séptimo: De los bienes II, Editorial Jurídica
Chile, Santiago de Chile, 1978, pp. 211 y 212. de Chile, Santiago de Chile, 1992, Nº 846, p. 508.

54
Capítulo III - La Posesión

que se explicaría en que el poseedor violento B. Posesión clandestina.


no puede adquirir bajo ningún respecto 1º. Concepto de posesión clandestina.
por prescripción adquisitiva. En otras pa- La posesión clandestina es la que se ejer-
labras, la posesión violenta es perpetua y ce ocultándola a los que tienen derecho
no temporal. PESCIO señala los siguientes para oponerse a ella. El artículo 713 del
argumentos a favor de esta posición: C.C. define a esta posesión señalando que
i) El artículo 928 del C.C. señala que “es la que se ejerce ocultándola a los que tienen
en la querella de restablecimiento no se derecho para oponerse a ella”.
puede oponer la excepción de despojo 2º. Características de la posesión clan-
anterior. destina.
ii) Los autores chilenos que sostienen a) Constituye un vicio relativo por cuanto
la posición contraria se basan en autores sólo puede alegarse por el que tiene derecho
franceses, como LAURENT y COLMET. Pero a oponerse y no es transferible.
la opinión de estos autores se fundaba en b) Es un vicio temporal, puesto que
una disposición que no contiene el Código cuando la posesión se hace pública, cesa
Civil chileno, como lo es el artículo 2233.2º la clandestinidad.
del Code, que señala que “la posesión útil DÍEZ-PICAZO distingue dos aspectos en
comienza cuando la violencia ha cesado”.67 torno a la temporalidad en la posesión
Este es además un argumento bastante fuerte clandestina.69
a favor de la posición de PESCIO, por cuanto El primero de ellos es si el solo transcurso
BELLO no habría recogido dicha norma del tiempo sanea la posesión viciosa. Esto es
precisamente porque habría sostenido la importante en la clandestinidad, ya que en
posición contraria.68 ella juega un factor de ignorancia del po-
seedor despojado por clandestinidad, como
67
Además, en contra de esta disposición estaban lo es el no saber dónde está la cosa.
importantes autores franceses. PESCIO VARGAS, Vic- El segundo aspecto a considerar es si el
torio, De la copropiedad, de la propiedad horizontal y de poseedor vicioso puede mutar la posesión
la posesión, Manual de Derecho Civil Nº 44, tomo IV, en tranquila haciendo pública su posesión.
Editorial Jurídica de Chile, Santiago de Chile, 1978,
pp. 215 a 218. A esta posición también se adhiere Y en este caso se plantea el problema adi-
RODRÍGUEZ GREZ. RODRÍGUEZ GREZ, Pablo, De las cional de si puede hacer pública la posesión
posesiones inútiles en la legislación chilena, Facultad de respecto de la comunidad o exclusivamen-
Derecho, Universidad de Chile, Santiago de Chile, te respecto del poseedor despojado. Este
1991, pp. 52 a 62. aspecto también es relevante en nuestro
68
Sin perjuicio de lo anterior, en los ordena-
mientos jurídicos latinos, como en Francia y España, Derecho, por cuanto en él se permite que
se permite la prescripción del poseedor violento. el poseedor clandestino sanee o mute el
ALBALADEJO señala que en el Derecho español se vicio de la clandestinidad, haciendo osten-
distingue la posesión como derecho –que no la pier- sible su poder sobre la cosa respecto de
de el despojado de la posesión por la violencia– y los que tienen derecho a oponerse a su
la posesión como hecho –que adquiere el poseedor
violento o despojante–. El poseedor despojante ad- posesión. En el Derecho chileno se adopta
quiere una verdadera posesión de hecho, aun antes
de transcurrido el año dentro del cual el poseedor
adquirida violentamente, si transcurre un año desde
de derecho puede recuperar la posesión en el De-
la cesación de la violencia, habrá nueva posesión y
recho español. La posesión como derecho atribuye
extinción de la antigua”. DÍEZ-PICAZO, Luis, Funda-
al despojado todos los efectos de la posesión, salvo
mentos del Derecho Civil Patrimonial, volumen tercero:
la tenencia, y tiene un año además para recuperar
Las relaciones jurídico-reales. El registro de la propiedad.
la posesión como hecho. Pero, como señala ALBA-
La posesión, Editorial Civitas, cuarta edición, Madrid,
LADEJO, la posesión de hecho puede “servir para la
España, 1995, p. 579.
usucapión, cuando concurran los requisitos de ésta”.
ALBALADEJO GARCÍA, M., Derecho Civil, tomo III: Derecho
69
de bienes, volumen primero: Parte General y Derecho de DÍEZ-PICAZO, Luis, Fundamentos del Derecho Civil
propiedad, Bosch Editor S. A., novena edición, Bar- Patrimonial, volumen tercero: Las relaciones jurídico-reales.
celona, España, 1994, p. 68. En este mismo sentido, El registro de la propiedad. La posesión, Editorial Civitas,
DÍEZ-PICAZO plantea que “aunque la tenencia fuera cuarta edición, Madrid, España, 1995, p. 578.

55
Tomo Cuarto - De los Bienes

la primera posición. De esta manera, si el sentido, CLARO S. señala que justo título
poseedor clandestino detenta ostensible- es “el que habilita para poseer, es decir, si
mente la posesión de un mueble arrebatado con arreglo a la ley faculta para adquirir
respecto, por ejemplo, de los habitantes de la posesión”.71
otra ciudad, sin que los que tienen derecho En materia posesoria puede ser justo
a oponerse puedan enterarse de ello no título el constitutivo y traslaticio, incluso el
se sanea la clandestinidad. Finalmente, el declarativo, pero jamás el de mera tenencia.
determinar si la posesión clandestina se CLARO S. critica la distinción entre justo
sanea por el transcurso del tiempo, aun si título constitutivo o traslaticio, que consagra
no se hace pública la posesión, tiene im- el artículo 703.1º del C.C., señalando que
portancia para los efectos de si el poseedor es más adecuada la clasificación en títulos
clandestino puede adquirir por prescripción originarios y derivativos.72 La norma que
extraordinaria, aspecto que se abordará en critica el autor precedente señala textual-
la prescripción.70 mente lo siguiente:
C. Importancia de la clasificación en posesión “Artículo 703. El justo título es constitutivo
violenta y clandestina. o translaticio de dominio.
a) La posesión clandestina puede llegar Son constitutivos de dominio la ocupación,
a adquirirse por prescripción adquisitiva la accesión y la prescripción.
extraordinaria, desde el momento en que Son translaticios de dominio los que por su
la posesión se hace pública. En cambio, naturaleza sirven para transferirlo, como la venta,
conforme a la interpretación que se ha sos- la permuta, la donación entre vivos.
tenido, aunque minoritaria, la posesión Pertenecen a esta clase las sentencias de adju-
violenta no se purga jamás (artículos 710 dicación en juicios divisorios, y los actos legales
y 2510.1º, Regla 3ª del C.C.). de partición.
b) Los interdictos posesorios sólo se Las sentencias judiciales sobre derechos li-
pueden ejercer por aquel que tiene la po- tigiosos no forman nuevo título para legitimar
sesión tranquila. El poseedor violento, en la posesión.
principio, no puede ejercer las acciones Las transacciones en cuanto se limitan a
posesorias (artículo 918 del C.C.). reconocer o declarar derechos preexistentes, no
c) El poseedor vicioso no podrá adquirir forman nuevo título; pero en cuanto transfieren
por prescripción adquisitiva ordinaria; ello la propiedad de un objeto no disputado, consti-
es evidente desde que necesariamente está tuyen un título nuevo”.
de mala fe. En consideración a lo señalado en la dis-
posición precedente, en materia posesoria
14. Posesión regular. pueden existir los siguientes títulos:
A. Concepto de posesión regular. La posesión 1º.1. Título constitutivo. Es aquel que
regular, conforme al artículo 702 del C.C., tiene la virtud de hacer que el titular adquiera
es la que procede de justo título y ha sido el dominio de la cosa en forma originaria.
adquirida de buena fe, siendo necesaria la Son tales la ocupación, la accesión y la pres-
tradición si se invoca título traslaticio de cripción adquisitiva. El efecto de los títulos
dominio.
B. Requisitos de la posesión regular. 71
CLARO SOLAR, Luis, Explicaciones de Derecho Civil
1º. Justo título. chileno y comparado, volumen III, De los bienes, tomo
El Código Civil no dio un concepto de séptimo: De los bienes II, Editorial Jurídica de Chile,
justo título, pero conforme al elemento 1992, Nº 822, p. 476.
72
de interpretación gramatical se puede Ello se debe a que la calidad de heredero o
señalar que es todo acto o hecho que sir- legatario da lugar a un justo título, pero éste no puede
ser considerado ni como traslaticio, ni como constitu-
ve de antecedente a la posesión. En este tivo. CLARO SOLAR, Luis, Explicaciones de Derecho Civil
chileno y comparado, volumen III, De los bienes, tomo
séptimo: De los bienes II, Editorial Jurídica de Chile,
70
Vid. infra Nos 41 y 43, § 5, capítulo IV, tomo IV. Santiago de Chile, 1992, Nº 824, p. 478.

56
Capítulo III - La Posesión

originarios será por regla general dar lugar “Artículo 704. No es justo título:
tanto al dominio como a la posesión.73 1º. El falsificado, esto es, no otorgado real-
1º.2. Título traslaticio. Es el acto jurídico mente por la persona que se pretende;
en virtud del cual una persona se obliga a 2º. El conferido por una persona en calidad
traspasar el dominio de una cosa a otra per- de mandatario o representante legal de otra sin
sona o aquellos títulos que por su naturaleza serlo;
sirven para transferir el dominio, como la 3º. El que adolece de un vicio de nulidad,
venta, la permuta, la donación entre vivos, como la enajenación que debiendo ser autorizada
etc. (artículo 703.3º del C.C.). por un representante legal o por decreto judicial,
1º.3. Título declarativo. Es el acto ju- no lo ha sido; y
rídico que, por su naturaleza, se limita a 4º. El meramente putativo, como el del he-
reconocer un derecho preexistente; tal es redero aparente que no es en realidad heredero;
el caso de las sentencias judiciales sobre el del legatario cuyo legado ha sido revocado por
derechos litigiosos que no forman nuevo un acto testamentario posterior, etc.
título para legitimar la posesión. Sin embargo, al heredero putativo a quien por
El artículo 703.3º del C.C. incurre en decreto judicial o resolución administrativa se
un error al considerar a las sentencias de haya otorgado la posesión efectiva, servirá de justo
adjudicación en juicios divisorios y los actos título el decreto o resolución; como al legatario
legales de partición como títulos traslaticios. putativo el correspondiente acto testamentario
Los que, según la doctrina, unánimemente que haya sido legalmente ejecutado”.74
se consideran como títulos declarativos. a) El falsificado. Es el no otorgado por
La transacción puede ser un título de- la persona que se pretende (artículos 17 y
clarativo en caso de que se limite a reco- 704.1º, Nº 1 del C.C.). En este sentido el
nocer derechos preexistentes, o traslaticio artículo 17 del C.C. señala textualmente lo
en cuanto transfiera la propiedad de un siguiente:
objeto no disputado. En dicho caso cons- “Artículo 17. La forma de los instrumentos
tituye nuevo título. públicos se determina por la ley del país en que
1º.4. Títulos de mera tenencia. Es el acto hayan sido otorgados. Su autenticidad se pro-
jurídico en virtud del cual una persona se
bará según las reglas establecidas en el Código
obliga a conferir la tenencia de una cosa a
de Enjuiciamiento.
otra. Son de esta naturalaza, por ejemplo,
La forma se refiere a las solemnidades exter-
el comodato, arrendamiento, anticresis,
nas, y la autenticidad al hecho de haber sido
usufructo, depósito regular, etc.
1º.5. Los títulos injustos. realmente otorgados y autorizados por las personas
El Código Civil no indica qué se entiende y de la manera que en los tales instrumentos se
por títulos justos, pero señala qué títulos exprese”.
no son justos. Los títulos injustos pueden b) El conferido por una persona en ca-
definirse como aquellos que adolecen del lidad de mandatario o representante legal
vicio de la nulidad o no emanan del dueño. de otra sin serlo (artículos 704.1º, Nº 2 y
A los títulos injustos se refiere el artículo 704 705 del C.C.).
del C.C. en los siguientes términos: c) El que adolece de un vicio de nuli-
dad, como la enajenación que debiendo
73
ser autorizada por un representante legal
Pero también pueden servir sólo para adquirir o por decreto judicial, no lo ha sido (artí-
la posesión, dando lugar a un justo título, como si se
ocupa un inmueble no inscrito –dicha ocupación, culos 704.1º, Nº 3 y 705 del C.C.). La última
conforme al artículo 590 del C.C., no puede dar lugar de las referidas normas señala textualmente
al dominio–. Y además, en algunos casos no habilitan
para adquirir la posesión, sino sólo el dominio, como
74
sucede con la prescripción adquisitiva que exige como Este inciso fue modificado por la Ley
presupuesto la posesión. CLARO SOLAR, Luis, Explicaciones Nº 19.903/2003, en el sentido de admitir que las
de Derecho Civil chileno y comparado, volumen III, De los resoluciones administrativas de O.R.C. pueden con-
bienes, tomo séptimo: De los bienes II, Editorial Jurídica ceder una posesión efectiva, conforme a la normativa
de Chile, Santiago de Chile, 1992, Nº 822, p. 476. de la referida ley.

57
Tomo Cuarto - De los Bienes

que “la validación del título que en su principio este sentido, la citada norma señala que
fue nulo, efectuada por la ratificación, o por “la posesión de una cosa a ciencia y paciencia
otro medio legal, se retrotrae a la fecha en que del que se obligó a entregarla, hará presumir la
fue conferido el título”. tradición; a menos que ésta haya debido efectuarse
d) El meramente putativo, como el del por la inscripción del título”.
heredero aparente que no es en realidad
15. Posesión irregular. La posesión irre-
heredero; el del legatario cuyo legado ha
gular es aquella a la que le faltan uno o
sido revocado por un acto testamentario
más requisitos de la posesión regular (ar-
posterior, etc. Sin embargo, al heredero
tículo 708 del C.C.). Como señala CLARO
putativo a quien por decreto judicial o
S., la irregularidad de la posesión puede
resolución administrativa se haya dado la
ser de diversos grados, como la violenta,
posesión efectiva, servirá de justo título el
clandestina o la que ejerce un ladrón.75
decreto; como al legatario putativo el corres-
pondiente acto testamentario que haya sido A. Las ventajas de la posesión irregular son
judicialmente reconocido (artículo 704.1º, las siguientes:
Nº 4 del C.C.). a) Puede adquirirse por medio de la
Todo lo anterior tiene importancia en prescripción extraordinaria de diez años.
materia de prescripción adquisitiva, por- b) Está protegida por los interdictos po-
que la prescripción del derecho real de sesorios en la medida que la posesión fuese
herencia es de diez años (artículo 2512.1º, tranquila, es decir, ni violenta ni clandestina
Regla 1ª), pero el heredero putativo al que (artículo 918 del C.C.).
se le ha concedido la posesión efectiva por c) El poseedor irregular está prote-
decreto judicial, le bastará la prescripción gido por la presunción de dominio del
de cinco años (artículo 1269 del C.C.). En artículo 700.2º del C.C. De este modo, el
este caso el decreto de posesión efectiva o poseedor irregular podrá entablar la acción
resolución administrativa del O.R.C. sirve reivindicatoria, pero jamás la acción publi-
de justo título. ciana, y de no ser la posesión tranquila, es
A pesar que del Código Civil se despren- decir, pacífica o pública, además no podrá
de que la enumeración no es taxativa, es entablar las acciones posesorias.
difícil imaginarse otros casos. d) Se diferencia totalmente de la pose-
2º. Posesión adquirida de buena fe. sión inútil o viciosa.
La buena fe que exige la posesión regu- 16. Mera tenencia.
lar es inicial, por lo que se puede perder al A. Concepto y regulación de la mera tenen-
tomar conocimiento de que, por ejemplo, cia. En el Mensaje del Código Civil ya se
el tradente no es el dueño. distinguía entre posesión y mera tenencia.
3º. Tradición en caso de invocarse un Pero la consagración normativa definitiva
título traslaticio de dominio. Este requisito de esta figura está en el artículo 714.1º del
sólo opera en caso de invocarse, como ante- C.C., que la define en los siguientes tér-
cedente de la posesión, un título traslaticio minos: “se llama mera tenencia la que se ejerce
de dominio. sobre una cosa, no como dueño, sino en lugar
3º.1. Presunción de haberse realizado o a nombre del dueño. El acreedor prendario, el
la tradición. secuestre, el usufructuario, el usuario, el que tiene
El artículo 702.4º del C.C. establece que la el derecho de habitación, son meros tenedores de
tradición se presume de haberse efectuado la cosa empeñada, secuestrada, o cuyo usufructo,
la entrega de un bien mueble. En realidad uso o habitación les pertenece”. Agregando el
esta regla, en la generalidad de los casos, inciso 2º que “lo dicho se aplica generalmente a
no reviste ninguna importancia, ya que la
entrega es precisamente la forma de efec- 75
CLARO SOLAR, Luis, Explicaciones de Derecho Civil
tuarse la tradición de los bienes muebles. En chileno y comparado, volumen III, De los bienes, tomo
cuanto a los inmuebles la entrega no genera séptimo: De los bienes II, Editorial Jurídica de Chile,
tradición, requiriéndose de inscripción. En Santiago de Chile, 1992, Nº 840, p. 502.

58
Capítulo III - La Posesión

todo el que tiene una cosa reconociendo dominio Dicha disposición se refiere al mero te-
ajeno”. En el inciso precedente se establece nedor que usurpa la cosa, se da por dueño
el denominado animus tenendi. de ella y la enajena a su propio nombre, en
La mera tenencia puede originarse en cuyo caso el adquirente obtiene la posesión.
alguna de las siguientes situaciones: Esta excepción es aparente, pues no es la
a) En un derecho real como en los ca- voluntad del mero tenedor la que mejora
sos del usufructuario, usuario o acreedor su propio título. Lo que acontece es que
prendario. la tradición puede dar lugar a la posesión
b) En un derecho personal que emane del adquirente, como se desprende de los
de un contrato, como un arriendo o como- artículos 682 y 683 del C.C., y así pueda
dato. éste beneficiarse de la prescripción adqui-
c) Sin título alguno, como en el caso sitiva.
del simple precario. C. La indelebilidad de la mera tenencia con
B. Características de la mera tenencia: relación al artículo 730 del C.C. El artículo 730
1º. Es absoluta. del C.C. es uno de los artículos fundamentales
El mero tenedor no tiene este carácter en la elaboración de la teoría de la posesión
respecto del poseedor únicamente, sino inscrita. Para un análisis adecuado de esta
respecto de todos. norma se deben distinguir dos supuestos:
2º. Es perpetua. 1º. El mero tenedor se da por dueño,
La mera tenencia perdura aun después transformándose en usurpador, y enajena
de la muerte del mero tenedor. a un tercero adquirente y a su propio nom-
3º. Es indeleble. bre derechos reales sobre cosa mueble o
La mera voluntad del tenedor de la cosa inmueble no inscrita:
no puede transformarlo en poseedor. Nadie Si el que tiene la cosa en lugar y a nom-
puede mejorar su propio título a favor de sí bre de otro la usurpa, dándose por dueño,
mismo. En este sentido, el artículo 716 del no pierde aquél la posesión ni la adquiere
C.C. establece que “el simple lapso de tiempo éste. Esta primera parte del artículo 730.1º
no muda la mera tenencia en posesión; salvo el del C.C., consagra el carácter de indeleble
caso del artículo 2510, Regla 3ª”. de la mera tenencia, de igual forma como
Los artículos 714 y 719 del C.C. refuerzan los artículos 716 y 719.2º del C.C. Pero a
esta característica al establecer que quien renglón seguido agrega el artículo 730.1º,
comienza a poseer a nombre propio se segunda parte del C.C., “a menos que el usur-
presume que continúa poseyendo en tal pador enajene a su propio nombre la cosa”. En
calidad hasta que lo alega (artículo 719.1º dicho caso, la persona a quien se enajena
del C.C.) y si ha empezado a poseer a nom- adquiere la posesión de la cosa y pone fin
bre ajeno se presume la continuación del a la posesión anterior. Esta norma no es
mismo orden de cosas (artículo 719.2º del una excepción a las reglas generales en
C.C.). materia de bienes, ya que el mero tenedor
Esta característica tiene dos excepciones no mejora su situación –en este sentido la
aparentes: mera tenencia sigue siendo indeleble–. Lo
a) La establecida en el artículo 2510.1ª, que la referida disposición hace no es sino
Regla 3ª del C.C. proteger al tercero adquirente.
En este caso, el mero tenedor puede En realidad el fundamento de esta solu-
ganar por prescripción extraordinaria de ción no puede ser otro que la presunción
diez años el dominio de la cosa. Pero se de buena fe del adquirente, que exige los
requiere demostrar que en los hechos hubo siguientes requisitos adicionales:
un total y absoluto abandono de la cosa a) El mero tenedor debe enajenar a su
por el dueño. nombre.
b) La establecida en el artículo 730.1º b) El mero tenedor debe dárselas de
del C.C. dueño, debe ostentar tal calidad frente al

59
Tomo Cuarto - De los Bienes

tercero adquirente que debe creerlo de inscripción competente es la que tiene cual-
esta forma. quier vínculo con la inscripción anterior.
En resumen, esta solución no es más Incluso la que se sustenta en un título falso,
que la aplicación de las reglas dadas para nulo o por suplantación.
el caso que el tradente no sea dueño de la c) CLARO S., por último, estimaba que
cosa (artículos 682 y 683 del C.C.). Pero el la inscripción competente era aquella prac-
artículo 730.1º, como se desprende de su ticada conforme a las disposiciones del
inciso 2º, sólo se aplica a los bienes muebles R.C.B.R., aunque carezca de vínculo ante-
e inmuebles no inscritos. De este modo, la rior con la inscripción anterior. La posición
referida norma señala que “si el que tiene de CLARO S. se ve avalada por lo señalado
la cosa en lugar y a nombre de otro, la usurpa en el artículo 2513 del C.C., para el cual la
dándose por dueño de ella, no se pierde por una sentencia judicial que declara una prescrip-
parte la posesión ni se adquiere por otra; a menos ción hará las veces de escritura pública para
que el usurpador enajene a su propio nombre la adquirir la propiedad de bienes raíces o de
cosa. En este caso la persona a quien se enajena derechos reales constituidos en ellos; la que
adquiere la posesión de la cosa, y pone fin a la no valdrá contra terceros “sin la competente
posesión anterior”. inscripción”. De este modo, esta norma se
2º. El mero tenedor se da por dueño, refiere a la competente inscripción como
transformándose en usurpador, y enaje- aquella que simplemente cumple con los
na a un tercero adquirente a su propio requisitos reglamentarios para llevarla a
nombre derechos reales sobre inmuebles cabo.
inscritos: Estas tres posiciones doctrinarias son
Respecto de los inmuebles inscritos se importantes, ya que la Corte Suprema se ha
modifica la regla anterior. En virtud del pronunciado en distintos momentos a favor
artículo 730.2º del C.C., el adquirente del de cada una de ellas. De estas posiciones
usurpador que se da por dueño y enajena la primera parece ser la más consistente,
a su propio nombre el inmueble inscrito, ya que de sostenerse cualquiera de las dos
sólo adquirirá la posesión en virtud de la posteriores se agregaría una cuarta forma de
inscripción de su título de adquisición, y cancelar la inscripción al artículo 728.1º del
siempre que ésta sea competente. En este C.C. Se puede pensar que ello no presenta
sentido, la disposición citada precedente- ningún inconveniente; muchas normas del
mente señala que “con todo, si el que tiene la Código Civil no son taxativas y puede ser
cosa en lugar y a nombre de un poseedor inscrito, del caso que el legislador haya establecido
se da por dueño de ella y la enajena, no se pierde otras formas de cancelación además de las
por una parte la posesión ni se adquiere por otra, indicadas en el referido artículo. Pero es
sin la competente inscripción”. poco probable que BELLO no haya señalado
Pero como el artículo no aclara lo que en forma taxativa los casos de cancelación
se entiende por competente inscripción, de la inscripción en una materia tan sensible
existen tres posiciones que señalan lo que como la teoría de la posesión inscrita. Más
se debe entender por dicha expresión: bien parece ser que el legislador trató de
a) Inscripción competente es la que evitar que se entendiera que el artículo 730.1º
real y efectivamente emana del título de del C.C. era una excepción a la teoría de
inscripción anterior. Esta posición se funda la posesión inscrita.
en el artículo 728.2º del C.C., es decir, se
produciría por una nueva inscripción en 17. La sucesión en la posesión. La pose-
que el poseedor inscrito transfiere su de- sión es un hecho, de modo que comienza
recho a otro. Así, sólo el poseedor inscrito y termina con cada poseedor. Ello signi-
es el que puede transferir dando lugar a la fica que en materia de posesión no hay
“competente inscripción”. sucesión, porque los hechos no se trans-
b) También la Corte Suprema, inspi- fieren ni transmiten. Sin perjuicio de ello,
rándose en A. ALESSANDRI, estimó que la el artículo 717 del C.C. permite añadir a la

60
Capítulo III - La Posesión

posesión propia la del antecesor o de una quirir la posesión, no podrá adquirir para
serie no interrumpida de antecesores, pero otra persona (artículo 723 del C.C.).
sujeta a las siguientes restricciones: b) El que adquiere la posesión para otro es
a) Sólo se puede añadir a la posesión un agente oficioso. En este caso, la posesión
propia la de un antecesor o de una serie se adquiere por el interesado, cuando éste
no interrumpida de antecesores. tiene el conocimiento y expresa su acep-
b) Si se añade a la posesión propia la tación. Una vez aceptada, se reputan los
de otro(s) antecesor(es), se debe añadir efectos al momento en que el agente tomó
con todas sus calidades y vicios. Esto tiene la posesión. Este es un caso excepcional,
importancia, puesto que si la posesión del porque se adquiere la posesión en forma
antecesor es irregular, la del sucesor también diferida, aunque el interesado lo ignore.
lo será. 19. Adquisición, conservación y pérdida
De esta manera, el artículo 717 del C.C. de la posesión. Para tratar la adquisición,
dispone textualmente lo siguiente: conservación y pérdida de la posesión se
“Artículo 717. Sea que se suceda a título debe distinguir entre los bienes muebles e
universal o singular, la posesión del sucesor, inmuebles a los que se les aplican regímenes
principia en él; a menos que quiera añadir la estatutarios distintos. Pero además, en ambos
de su antecesor a la suya; pero en tal caso se la casos se distingue en torno a la forma de
apropia con sus calidades y vicios. adquirir la posesión, entre posesión regular e
Podrá agregarse en los mismos términos a la irregular. Para finalmente distinguir respecto
posesión propia la de una serie no interrumpida de los inmuebles en cuanto al régimen de
de antecesores”. los inmuebles inscritos y no inscritos.
El poder adherir un tiempo anterior
de posesión tiene importancia para los 20. Adquisición, conservación y pérdida
efectos de las acciones posesorias y para la de la posesión de los bienes muebles.
prescripción adquisitiva. En ambos casos 21. Adquisición de la posesión de los
se puede completar el tiempo requerido, bienes muebles.
agregándose las posesiones anteriores.
A. Requisitos para adquirir la posesión de
18. La representación en la posesión. La los bienes muebles.
doctrina entiende que como la adquisición 1º. El corpus y el animus.
de la posesión supone el animus es perfecta- El artículo 700 del C.C. exige para la
mente posible que opere la representación adquisición de la posesión el corpus y el
respecto de este elemento subjetivo. Así, por animus. Para las cosas muebles, la posesión
lo demás, se desprende del artículo 720, se adquiere por ocupación, esto es, la apren-
en virtud del cual “la posesión puede tomarse sión material de la cosa con ánimo de señor
no sólo por el que trata de adquirirla para sí, y dueño. Los demás modos de adquirir el
sino por su mandatario, o por sus representantes dominio no sirven para dar lugar a la po-
legales”. sesión de los bienes muebles.
El mandatario o representante legal debe La posesión de los bienes muebles sólo
ser capaz de adquirir la posesión para sí se adquiere por ocupación, bastando la
mismo (artículo 723.2º del C.C.). aprensión material con ánimo de señor
La posesión para ser adquirida por re- y dueño, para que se pierda la posesión
presentación requiere cumplir las siguientes anterior. En este sentido, el artículo 726
condiciones: del C.C. señala que “se deja de poseer una
a) La persona que adquiere la posesión cosa desde que otro se apodera de ella con ánimo
es mandatario o representante legal del de hacerla suya; menos en los casos que las leyes
adquirente. En dicho caso, el representado expresamente exceptúan”.
adquiere la posesión en el mismo momento Sin perjuicio de lo anterior, para adquirir
en que lo hace el representante. Pero si el la posesión de la herencia, a que se refiere
mandatario no tiene capacidad para ad- el artículo 722.1º del C.C., no se requiere

61
Tomo Cuarto - De los Bienes

del corpus, ni del animus; la posesión de la de la cosa con la intención de señor y dueño
herencia se adquiere desde el momento (artículos 723 y 726 del C.C.). Incluso si se
en que es deferida, aunque el heredero lo invoca un título traslaticio no será necesario
ignore (posesión legal de la herencia). efectuar la tradición porque la posesión
2º. Capacidad para adquirir la posesión irregular puede no cumplir con uno o más
de los bienes muebles. requisitos de la posesión regular.
Esta capacidad no se rige por las reglas 22. Conservación de la posesión de los
generales, ya que la ley acepta que pue- bienes muebles. La posesión sobre los bienes
dan adquirirla los incapaces. Así lo señala muebles se mantiene, mientras concurran
el artículo 723 del C.C. en los siguientes los elementos que la constituyen, es decir,
términos: que no se pierda ni el animus (no se mani-
“Artículo 723. Los que no pueden administrar fieste la voluntad contraria) ni el corpus (no
libremente lo suyo, no necesitan de autorización se adquiera la posesión por otra persona).
alguna para adquirir la posesión de una cosa En nuestro ordenamiento jurídico se con-
mueble, con tal que concurran en ello la voluntad serva la posesión mientras se mantiene la
y la aprensión material o legal; pero no pueden voluntad o intención de señor o dueño, y
ejercer los derechos de poseedores, sino con la au- a pesar de perderse momentáneamente la
torización que competa. tenencia material de la cosa, siempre que
Los dementes y los infantes son incapaces de ésta se mantenga a disposición del posee-
adquirir por su voluntad la posesión, sea para dor (artículos 725 y 727 del C.C.). De este
sí mismos o para otros”. modo, por regla general, para conservar la
Solamente son incapaces de adquirir la posesión bastará con conservar el animus,
posesión los dementes y los infantes, puesto aunque se pierda momentáneamente la
que ambos carecen de voluntad, es decir, tenencia.76 Es posible desprender esta regla
no tienen animus. Sin embargo, para la general de los artículos 725 y 727 del C.C.,
conservación de la posesión, o ejercer los que señalan lo siguiente:
derechos a que ella da origen, rigen las “Artículo 725. El poseedor conserva la pose-
reglas generales de capacidad. sión, aunque transfiera la tenencia de la cosa,
B. Momento en que se adquiere la posesión. dándola en arriendo, comodato, prenda, depósito,
Respecto de la adquisición se debe distinguir usufructo o a cualquiera otro título no transla-
entre la posesión regular y la irregular. ticio de dominio.
1º. Posesión regular. En caso que se in- Artículo 727. La posesión de la cosa mueble
voque un título traslaticio de dominio es no se entiende perdida mientras se halla bajo el
necesario hacer la tradición del derecho poder del poseedor, aunque éste ignore acciden-
real sobre cosa mueble (artículo 702 del talmente su paradero”.
C.C.). La posesión del derecho real de he- Sin embargo, en caso que otro haya ad-
rencia se adquiere desde el momento en quirido el dominio de la cosa por cualquier
que se defiere la herencia (artículo 722 del causa, aunque se conserve el animus, no se
C.C.). En las cosas legadas se adquiere la mantendría la posesión.
posesión desde que concurren en ellas, la Pero en realidad lo que ocurre no es que
aprehensión de la cosa y el ánimo de señor el corpus no sea necesario para mantener
y dueño. En cambio, si el legado es de espe- la posesión, sino que la pérdida del corpus
cie o cuerpo cierto, el legatario adquirirá debe ser permanente. No es permanente
la posesión desde que se le ha deferido la
asignación, es decir, desde el fallecimiento 76
La voluntad o intención de conservar la posesión
del causante. Pero si es legado de género, no debe ser manifestada a cada instante. POTHIER
lo será desde la entrega por los herederos señala que es un ánimo negativo, que no debe ma-
nifestarse a cada momento. Dicho ánimo subsiste
de la cosa legada. mientras el poseedor no manifieste la voluntad con-
2º. Posesión irregular. En este caso se ad- traria u otro adquiera la posesión (artículo 719.1º
quiere la posesión mediante la aprehensión y 3º del C.C.).

62
Capítulo III - La Posesión

la pérdida del corpus si la tenencia pasa al constituto posesorio del artículo 684.1º, Nº 5,
mero tenedor que reconoce derecho ajeno segunda parte del C.C.
–los casos del artículo 725 del C.C.– o si sólo En caso de perderse sólo el corpus, el
momentáneamente la cosa se encuentra poseedor puede entablar las acciones para
perdida –el caso del artículo 727 del C.C. recuperar la posesión. De recuperar la pose-
En resumen, en virtud de la disposición sión, se considera que ésta jamás se perdió,
precedente lo que se exige es que la pérdida incluso en el tiempo intermedio (artícu-
del corpus sea permanente para que su falta los 731 y 2502.1º, Nº 2.2º del C.C.).
–aun manteniéndose el animus– no permi- 24. Adquisición, conservación y pérdida
ta conservar la posesión. Sin perjuicio de de la posesión de los bienes inmuebles.
lo anterior, la doctrina mayoritariamente Las reglas de los inmuebles se aplican a
señala que basta el animus para mantener los inmuebles por destinación, como por
la posesión, aunque como hemos visto el ejemplo el derecho de aprovechamiento
corpus también es necesario. de aguas (artículos 4º y 11 del C. de A.).
Por otra parte, la posesión se pierde in- Respecto del artículo 21 del C.C. agrega
mediatamente si falta el animus. que “transferencia, transmisión y la adquisi-
23. Pérdida de la posesión de los bienes ción o pérdida por prescripción de los derechos de
muebles. La pérdida de la posesión de los aprovechamiento se efectuará con arreglo a las
bienes muebles puede acontecer en estos disposiciones del Código Civil, salvo en cuanto
casos: estén modificadas por el presente Código”.77
Pero además estas reglas se aplican res-
A. Pérdida del corpus y el animus. En este pecto de ciertos muebles, que por su impor-
supuesto se pierde la posesión por un acto tancia se rigen por las reglas de los bienes
voluntario del poseedor. Casos: inscritos, como las naves o los vehículos
a) El poseedor abandona la cosa al pri- motorizados.
mer ocupante.
b) El poseedor transfiere la cosa a 25. Adquisición de la posesión de los
otro. bienes inmuebles. Antes de entrar a analizar
esta adquisición de la posesión se discute en
B. Pérdida solamente del corpus. Ello acon-
tece cuando el poseedor se encuentra en la
imposibilidad permanente de ejercer actos 77
En torno a la aplicación de las reglas de la po-
de dueño sobre la cosa, como sucede en los sesión inscrita sobre inmuebles, al aprovechamiento
siguientes casos de los artículos 608.2º, 619, de aguas, es especialmente importante el artículo 20
624.4º, 629 a 632, 725 a 727 y 2502.1º, Nº 2.2º del C. de A., que señala lo siguiente:
del C.C. En todo caso, a modo ejemplar se “Artículo 20. El derecho de aprovechamiento se
constituye originariamente por acto de autoridad. La
pueden indicar los siguientes casos: posesión de los derechos así constituidos se adquiere
a) Otro se apodera de la cosa y adquiere por la competente inscripción.
la posesión. Exceptúanse los derechos de aprovechamiento
b) Mercaderías que se arrojan al mar. sobre las aguas que corresponden a vertientes que
nacen, corren y mueren dentro de una misma heredad,
c) Especies al parecer perdidas, de modo como asimismo, sobre las aguas de lagos menores
que no se encuentren bajo el poder del no navegables por buques de más de cien toneladas,
poseedor. de lagunas y pantanos situados dentro de una sola
d) Cuando, sin pasar la posesión a otras propiedad y en las cuales no existan derechos de
manos, se ha hecho imposible el ejercicio aprovechamiento constituidos a favor de terceros,
a la fecha de vigencia de este Código. La propiedad
de actos posesorios. Pero aquí se requiere de estos derechos de aprovechamiento pertenece,
que la cosa no esté bajo la dependencia del por el solo ministerio de la ley, al propietario de
poseedor. las riberas.
Se entiende que mueren dentro de la misma here-
C. Pérdida del animus. Siempre se pierde dad las vertientes o corrientes que permanentemente
la posesión, aunque se retenga la tenencia se extinguen dentro de aquélla sin confundirse con
material de la cosa, como acontece en el otras aguas, a menos que caigan al mar”.

63
Tomo Cuarto - De los Bienes

la doctrina si es necesario distinguir respec- no inscrito. Hay autores que estiman que,
to de la posesión regular e irregular. Pero a pesar de no llevarse a cabo la tradición,
además se debe hacer la distinción entre se puede dar lugar a la posesión irregular
inmuebles inscritos y no inscritos. y autores que sostienen lo contrario. Estas
posiciones son las siguientes:
26. Adquisición de la posesión de los
1º. Para algunos autores, como TRUCCO,
bienes inmuebles no inscritos. Respecto de
CLARO y LIRA, es necesaria la inscripción,
ellos se aplican las reglas de los muebles.
ya que debe cumplirse con lo señalado en
En consecuencia, se adquiere la posesión
el artículo 724 del C.C. En este sentido, la
desde que se ocupa el inmueble no inscrito,
referida norma señala textualmente que “si
concurriendo los elementos de la posesión,
la cosa es de aquellas cuya tradición deba hacerse
es decir, corpus y animus. Para adquirir la
por inscripción en el Registro del Conservador,
posesión, basta entonces el apoderamiento
nadie podrá adquirir la posesión de ella sino
material con ánimo de señor y dueño. Se por este medio”.
puede invocar un título constitutivo, como Los autores que se adscriben a esta tesis
la ocupación, para adquirir la posesión. explican su posición señalando que ella es
Sin embargo, no será posible adquirir la única forma de hacer realidad la aspira-
por ocupación el dominio de los bienes ción del Mensaje del Código Civil de hacer
inmuebles que carecen de dueño, ya que sinónimos los términos inscripción, posesión
éstos pertenecen al Estado, conforme a y dominio. En resumen, los argumentos a
lo señalado en el artículo 590 del C.C. Lo favor de esta posición son los siguientes:
que sí se puede adquirir es la posesión de a) El artículo 724 del C.C. no distingue
dicho bien. entre posesión regular e irregular.
A su vez, tratándose de la accesión el b) Esta es la única posición que lleva
que posee un inmueble no inscrito se hace a hacer sinónimos inscripción, posesión y
poseedor del terreno que accede a él. Esta dominio, que era la aspiración del Mensaje
posesión seguirá la suerte de la posesión del Código Civil.
del inmueble al cual accede y no requeri- 2º. Para otros autores, de invocarse un
rá de inscripción. Dicha posesión tendrá título traslaticio de dominio no es necesaria
como título la accesión y como la buena la inscripción para dar lugar a la posesión
fe inicial se presume, dará lugar a una po- irregular. En esta posición están José Cle-
sesión regular. mente FABRES, DE LA MAZA y URRUTIA. Los
La posesión puede adquirirse, haciendo argumentos a favor de esta posición son los
perder la posesión anterior, en virtud de lo siguientes:
señalado en el artículo 729 del C.C., que a) La posesión irregular es aquella que
señala que “si alguien, pretendiéndose dueño, le falta alguno o todos los requisitos de la
se apodera violenta o clandestinamente de un posesión regular. Como esta posesión exi-
inmueble cuyo título no está inscrito, el que tenía ge tradición para los títulos traslaticios de
la posesión la pierde”. dominio, entonces no se cumpliría con
A. Adquisición de la posesión irregular sobre esta condición pasando a ser la posesión
inmueble y título traslaticio de dominio no inscrito. irregular.
En caso de que, como antecedente de la b) Un argumento del sentido común.
posesión, se invoque un título traslaticio de Existe una razón de buen sentido a favor
dominio, los autores no están de acuerdo de esta posición, en virtud de la cual de ser
en si, de no llevarse a cabo la tradición, el cierta la posición contraria, el que invoque
adquirente podrá dar lugar a la posesión un título traslaticio de dominio se vería
irregular. Ello se debe a que el artículo 724 perjudicado. Ello se debería a que, si no
del C.C. exige la inscripción para transferir el se invoca un título traslaticio de dominio,
derecho real por tradición. Lo que se discute incluso un poseedor de mala fe que no
es si se requiere efectuar la inscripción para tenga un justo título podrá ser poseedor
adquirir la posesión irregular del inmueble irregular. En cambio, un poseedor que haya

64
Capítulo III - La Posesión

adquirido de buena fe con justo título, no 27. Adquisición de la posesión de los


podría adquirir la posesión irregular. En inmuebles inscritos. Para parte de la doc-
este sentido al poseedor le convendría ob- trina, al igual que el caso anterior, se debe
viar el título, lo que sería un incentivo al distinguir entre posesión regular e irregular.
absurdo. Sin embargo, la posición predominante es
En definitiva, si un individuo sin invocar que sólo es posible adquirir los inmuebles
título alguno puede adquirir la posesión inscritos, de invocarse título traslaticio, me-
de un inmueble no inscrito, mediante el diante la inscripción. En otras palabras, a
apoderamiento material de él, con ánimo falta de inscripción ni siquiera se tendrá la
de señor y dueño, no se divisa argumento posesión irregular.
para negarle la adquisición de la posesión Por otra parte, las reglas que se analizarán
irregular al adquirente que invoque un sólo se aplican a los inmuebles por naturaleza,
título traslaticio sin efectuar la respectiva quedando exentos de dicha aplicación los
inscripción. inmuebles por destinación. En cuanto a los
c) En virtud del artículo 729 del C.C. inmuebles por adherencia, la inscripción
es perfectamente posible poner término será por regla general necesaria, ya que se
a la posesión de un inmueble no inscrito adquirirá su posesión sólo en la medida que
mediante la violencia o clandestinidad. se adquiera la posesión del inmueble por
Entonces, no hay inconveniente en que, naturaleza al cual acceden (artículos 724,
a pesar de no efectuarse la inscripción, de 728 y 924 del C.C.), excepto tratarse de un
invocarse un título traslaticio de dominio bien mueble por anticipación (artículos 571,
se pueda adquirir la posesión irregular.78
685 y 1801.3º del C.C.).
d) El artículo 724 del C.C. solamente se
A continuación se analizará la adquisición
aplica a los inmuebles inscritos, porque de
de la posesión sobre inmueble con relación
otro modo no tendría sentido lo prescrito
a los distintos modos de adquirir.
por los artículos 726 y 729 del C.C.
Por último, si se invoca, como anteceden- A. La prescripción adquisitiva. La pres-
te de la posesión, la sucesión por causa de cripción adquisitiva no conduce hacia la
muerte, según DE LA MAZA los herederos posesión, ya que ésta es un requisito de
adquieren la posesión de los inmuebles aquélla.
no inscritos comprendidos en la herencia, B. La ocupación. La ocupación tampoco
mediante la sola aprehensión material con lleva hacia la posesión por aplicación de los
ánimo de señor y dueño. No debe confun- artículos 726, 728.2º y 729 del C.C.
dirse esta situación con la regulada en el C. La accesión. Por la accesión se pue-
artículo 688 del C.C., pues para disponer de den adquirir el dominio y la posesión sin
los inmuebles hereditarios es un requisito necesidad de inscripción (artículo 652 del
sine qua non las inscripciones a que hace
C.C.). Así, el dueño de la porción de tierra
referencia dicha disposición.
que se ha desplazado tiene un año para re-
B. Adquisición de la posesión regular so- cuperarla; de lo contrario, accede al predio
bre inmueble y título traslaticio de dominio no que ocupa.
inscrito. La posesión regular, conforme al
artículo 702.3º del C.C., exige tradición si D. La sucesión por causa de muerte. En la
se invoca un título traslaticio de dominio. sucesión por causa de muerte, la forma de
Además, si no se requiriera de tradición adquirir la posesión depende del origen
el artículo 724 del C.C. no tendría ningún del inmueble. Si el inmueble se transmi-
sentido. te por legado de especie o cuerpo cierto,
el dominio se adquiere a la muerte del
78
causante; pero conforme a la mayoría de
Los que siguen la primera posición contraargu-
mentan, respecto del artículo 729 del C.C., que por
la doctrina, será necesaria la suscripción
esta disposición por una parte se pierde la posesión, e inscripción de una escritura pública en
pero por la otra no se adquiere nada. que los herederos cumplen el legado para

65
Tomo Cuarto - De los Bienes

que haya posesión.79 Sin embargo, si el 728.2º y 729 del C.C. interpretado a contrario
inmueble se adjudica por partición debe sensu.
efectuarse la inscripción del acto de adju- E. La tradición. De invocarse un título
dicación (artículo 688.1º Nº 3 del C.C.). La traslaticio de dominio respecto de un inmue-
función de esta inscripción no es tradición, ble deberá efectuarse la tradición para dar
sino simplemente una forma de mantener lugar a la posesión. Pero al igual que en la
la historia de la propiedad raíz.80 Dicha ins- adquisición de la posesión de los inmuebles
cripción es necesaria para poder disponer no inscritos, se discute si en el caso de los in-
de los bienes inmuebles (artículo 688.1º muebles inscritos la omisión de la inscripción
del C.C.), pero esta no es la razón por la puede dar lugar a la posesión irregular. Pero
que sin la inscripción no se adquiere la en este caso, a pesar de que nuevamente se
posesión del bien. presentan dos posiciones, la predominante
Para parte de la doctrina, si no se efec- es la que entiende que la falta de inscripción
túa la inscripción del artículo 688.1º Nº 3 ni siquiera puede dar lugar a la posesión
se infringe el artículo 696 del C.C. El ar- irregular. Las posiciones son las siguientes:
tículo 696 del C.C. se refiere a los títulos
a) Los autores que sostienen que, de
cuya inscripción se prescribe en los artículos
invocarse un título traslaticio de dominio,
anteriores, es decir, a los artículos 688 y 691.3º
no es necesaria la inscripción para dar lugar
del C.C. En cambio, si se considera que el
a la posesión irregular. Para algunos autores,
artículo 688 del C.C. exige la inscripción
aun tratándose de un inmueble inscrito, es
de la adjudicación para que el heredero
adjudicatario pueda disponer de los bienes posible adquirir la posesión irregular sin
inmuebles, se debe concluir que ello no im- nueva inscripción.
pide que el adjudicatario pase a ser poseedor Además de los argumentos sostenidos
antes de la inscripción.81 Este argumento respecto de los inmuebles no inscritos, se
también debe desecharse, ya que la razón agrega que, según el artículo 2510.1, Regla 1ª
por la que sólo la inscripción da lugar a la del C.C., tratándose de la prescripción ad-
posesión es que mientras ella no se efectúe quisitiva extraordinaria, que supone po-
subsiste la inscripción del causante, y éste sesión irregular, no se requiere de título
seguirá como poseedor representado por alguno, y si no se requiere de título menos
sus herederos. se necesitará de inscripción.
En resumen, si no se invoca un título b) La doctrina mayoritaria, sostenida
traslaticio de dominio no se requiere de por autores como CLARO, TRUCCO y DE LA
inscripción para adquirir la posesión regular MAZA, estimaba que para adquirir la pose-
o irregular de los inmuebles inscritos. Pero sión irregular de un inmueble inscrito, se
el simple apoderamiento de un inmueble requiere la inscripción. Sus argumentos
inscrito no hace nacer la posesión en consi- eran los siguientes:
deración a lo dispuesto en los artículos 726, i) A los argumentos sostenidos a favor
de la imposibilidad de adquirir la posesión
irregular de los inmuebles no inscritos sin
79
Esta posición no es compartida por SOMARRIVA, inscripción, se agrega lo señalado en el
para el cual se adquiere la posesión y el dominio artículo 2505 del C.C. En virtud de esta
por el fallecimiento del causante. En dicho caso, el disposición no cabe prescripción adquisitiva
Conservador debe inscribir en el R.P. un extracto
del testamento autentificado con sólo adjuntársele
contra título inscrito, es decir, la inscripción
certificación de la muerte del testador. es una garantía de la posesión de los derechos
80
ALESSANDRI RODRÍGUEZ, Fernando, Partición de reales sobre inmueble inscrito. En definitiva
bienes, versión actualizada de VODANOVIC, Antonio, no se pierde la posesión inscrita, sino en
ConoSur Ltda., quinta edición, Santiago de Chile, virtud de la competente inscripción.
1999, p. 167.
81
Este problema no se presenta si el adjudicatario ii) Por otra parte, el artículo 728.1º del
es un tercero porque en dicho caso la adjudicación C.C. señala taxativamente los medios de
se trata como una compraventa. cancelación de la inscripción. Así, de sub-

66
Capítulo III - La Posesión

sistir ésta habrá posesión y, como no pue- inscripción mediante alguno de los medios
de haber dos posesiones sobre un mismo del artículo 728.1º del C.C.
inmueble, se debe desechar la posibilidad A. Análisis del simple apoderamiento ma-
que la posesión material genere posesión terial con relación a la posesión inscrita. La
irregular. inscripción conservatoria es garantía de la
28. Conservación de la posesión de los posesión. Ello sucede porque la posesión
inmuebles. Nuevamente en esta materia se de un inmueble inscrito sólo se puede per-
debe distinguir entre inmuebles inscritos der por la cancelación de la inscripción,
y no inscritos. conforme a los artículos 728.2º, 730.2º,
729, interpretado a contrario sensu, y 2505
29. Conservación de la posesión de los del C.C.; entonces cabe preguntarse, ¿qué
inmuebles no inscritos. En este caso, el po- sucede si un tercero se apodera material-
seedor sólo conserva la posesión mientras mente de un inmueble inscrito? En nuestro
mantenga sus dos elementos constitutivos, Derecho el simple apoderamiento material
el corpus y el animus. A la conservación de en principio no hace perder la posesión al
esta posesión se le aplican las reglas de los titular de la inscripción. Tal apoderamiento
bienes muebles.
constituiría sólo un caso de interrupción de
30. Conservación de la posesión de los la prescripción adquisitiva (artículo 2502.1º,
inmuebles inscritos. La posesión la conserva Nº 1 del C.C.), pues se ha hecho imposible
el poseedor inscrito mientras subsista la el ejercicio de actos posesorios.
inscripción, es decir, la posesión sólo se Como ya se señaló, el que se apodera
pierde mientras se cancele la inscripción materialmente de un inmueble inscrito
por los medios legales. ni siquiera adquiere la posesión irregular,
Los medios para cancelar la inscrip- que podría haberle llevado a adquirir por
ción, conforme al artículo 728.1º, son los prescripción adquisitiva, en virtud de los
siguientes: siguientes argumentos:
A. Por voluntad de las partes como en una a) El artículo 2502.1º, Nº 1 del C.C. no
resciliación. considera el simple apoderamiento material
B. Por decreto judicial como mediante una como una causal de interrupción natural,
sentencia que acoge una acción reivindicatoria. sino solamente cuando se ha hecho impo-
sible el ejercicio de actos posesorios por
C. Por una nueva inscripción, en que el actos de la naturaleza.
poseedor inscrito transfiere su derecho a otro,
b) Según el artículo 728.2º, el apode-
en virtud de un título traslaticio de dominio,
ramiento material del inmueble inscrito
como una compraventa, sociedad o donación
no hace perder la posesión del titular de
irrevocable o entre vivos.
la inscripción.
D. Por expropiación por causal de utilidad c) El artículo 729 del C.C. señala que
pública (artículo 19.1º, Nº 24 de la C.P.E.). si alguien se apodera violenta o clandesti-
31. Pérdida de la posesión de los inmue- namente de un inmueble no inscrito hace
bles. Al igual que en los casos anteriores, se perder la posesión. De este modo, a contrario
debe distinguir entre posesión de bienes sensu si alguien se apodera de un inmueble
muebles no inscritos e inscritos. inscrito no hace perder la posesión.
d) Los artículos 730.2º y 2505 del C.C.
32. Pérdida de la posesión de los in- son determinantes en esta materia. Con-
muebles no inscritos. Como en los casos forme al primero, el adquirente del mero
anteriores, se aplica el estatuto de los bienes tenedor que se da por dueño y usurpa, no
muebles. adquiere la posesión sino por la compe-
33. Pérdida de la posesión de los inmue- tente inscripción. En virtud de la segunda
bles inscritos. La posesión de los inmuebles norma, contra título inscrito no procede la
inscritos se pierde por la cancelación de la prescripción adquisitiva. Ambas disposicio-

67
Tomo Cuarto - De los Bienes

nes son claras al señalar que la posesión de una cosa singular, de que no está en posesión,
derechos reales sobre bienes raíces sólo se para que el poseedor de ella sea condenado a
pierde mediante la inscripción. restituirla”.
Esta norma debe complementarse con el
artículo 891 del C.C., disposición que deja en
§ 3. Acciones para proteger claro que los otros derechos reales pueden
o recuperar la posesión reivindicarse al igual que el dominio. El
único derecho real excepcionado, respecto
A continuación se analizarán conjuntamente del cual no procede la acción reivindica-
la acción reivindicatoria y los interdictos po- toria, es el derecho real de herencia. Ello
sesorios. La razón del tratamiento conjunto se debe a que este derecho está protegido
de estas acciones no sólo se debe a que ellas por la acción de petición de herencia. Pero
tienen un fundamento común, la posesión, ello no quiere decir que los herederos no
sino también a una razón didáctica. Estas puedan entablar la acción reivindicatoria
acciones es más fácil comprenderlas y compa- para proteger los derechos reales del cau-
rarlas mediante un tratamiento conjunto. sante sobre especies o cuerpos ciertos que
son parte de la masa. Así, el artículo 891
34. Concepto y regulación de la acción
reivindicatoria. El Título XII del Libro II del C.C. señala lo siguiente:
(artículos 889 a 915 del C.C.) regula la ac- “Artículo 891. Los otros derechos reales pueden
ción reivindicatoria y los Títulos XIII y XIV reivindicarse como el dominio; excepto el derecho
reglan las acciones posesorias y las posesorias de herencia.
especiales. La regulación de esta materia Este derecho produce la acción de petición de
está inspirada principalmente en las Siete herencia, de que se trata en el Libro III”.
Partidas, como en el Derecho romano, y 35. Requisitos para la interposición de
se ha seguido la estructura adoptada por la acción reivindicatoria.
POTHIER.82 En esta materia el Código Civil a) Debe tratarse de una cosa singular,
se separó del Code napoleónico, sobre todo es decir, de una especie o cuerpo cierto.
en torno a las cosas que pueden reivindi- Por ello esta acción no procede de afectar-
carse, ya que el Code restringió la acción se la posesión del derecho real de herencia,
reivindicatoria sobre cosa mueble. Sin em- que está protegido por la acción real de
bargo, el Código Civil siguió en este punto petición de herencia. En este sentido, el
al Derecho romano, permitiendo la acción artículo 1264 del C.C. señala textualmente
reivindicatoria sobre muebles, inmuebles que “el que probare su derecho a una herencia,
e incluso sobre cosa fungible.83 ocupada por otra persona en calidad de heredero,
El artículo 889 del C.C. define a la acción tendrá acción para que se le adjudique la heren-
reivindicatoria como “la que tiene el dueño de cia, y se le restituyan las cosas hereditarias, tanto
corporales como incorporales; y aun aquellas de
82 que el difunto era mero tenedor, como deposita-
CLARO SOLAR, L., Explicaciones de Derecho Civil
chileno y comparado, volumen IV: De los bienes, tomo rio, comodatario, prendario, arrendatario, etc.,
noveno: De los bienes, IV, Editorial Jurídica de Chile y que no hubieren vuelto legítimamente a sus
(Editorial Nascimento, Santiago, Chile, 1935), San- dueños”.
tiago de Chile, 1992, Nº 1715, p. 384. b) La acción debe ser ejercida por el
83
CLARO S. destaca que el Proyecto de BELLO de
1853 se ajustaba al Code al restringir la acción reivin-
dueño.
dicatoria sobre cosa mueble y excluir dicha acción En el juicio se debe acreditar el dominio
respecto de los bienes muebles que son fácilmente del demandante. Así, mientras no se haga
reemplazables por otros de la misma naturaleza y la tradición al comprador, éste no tendrá
aptitud. CLARO SOLAR, L., Explicaciones de Derecho derecho a la acción reivindicatoria. En dicho
Civil chileno y comparado, volumen IV: De los bienes,
tomo noveno: De los bienes, IV, Editorial Jurídica de caso, el comprador sólo tendrá un derecho
Chile (Editorial Nascimento, Santiago, Chile, 1935), personal o de crédito, es decir, una acción
Santiago de Chile, 1992, Nº 1724, p. 388. personal por incumplimiento de una obliga-

68
Capítulo III - La Posesión

ción del contrato contra el vendedor. Como Incluso puede entablarse esta acción
el poseedor se reputa dueño, conforme al respecto de cosas fungibles, pero subor-
artículo 700.2º del C.C., el detentador de dinada a la posibilidad de poder identifi-
un título inscrito puede reivindicar. Incluso carlas. También pueden reivindicarse los
puede hacerlo a pesar de no haberse efec- títulos al portador, siempre que puedan
tuado la entrega material. identificarse.84
c) Que el dueño de la cosa no esté en 2º. Caso de excepción en que no procede
posesión de ella. la acción reivindicatoria.
Para que proceda la acción reivindicatoria Nuestro Código Civil estableció algunos
el dueño debe haber perdido la posesión. casos en virtud de los cuales no es posible
Por lo que no se debe olvidar que el dueño reivindicar.
de un inmueble inscrito del que otro se apo- a) Para parte de la doctrina, el artícu-
dera materialmente no pierde la posesión lo 890.2º y 3º del C.C. consagra un caso de
(artículos 728.2º y 729 del C.C., interpre- excepción, en que no procede la acción rei-
tado a contrario sensu). En este sentido, el vindicatoria, en los siguientes términos:
artículo 728.1º señala que “mientras subsista “Artículo 890.2º y 3º. Exceptúanse las cosas
la inscripción, el que se apodera de la cosa a que muebles cuyo poseedor las haya comprado en una
se refiere el título Inscrito, no adquiere posesión feria, tienda, almacén, u otro establecimiento
de ella ni pone fin a la posesión existente”. Por industrial en que se vendan cosas muebles de
ello en estos casos no procederá entablar la misma clase.
una acción reivindicatoria, sino una que- Justificada esta circunstancia, no estará el
rella de amparo o de restablecimiento –si poseedor obligado a restituir la cosa, si no se le
ha habido violencia–. Pero además podrían reembolsa lo que haya dado por ella y lo que haya
entablarse distintas acciones personales, gastado en repararla y mejorarla”.
según el caso, como por ejemplo las que Ésta, en realidad, en virtud de lo señalado
nazcan de las siguientes obligaciones:
en el inciso 3º precedentemente transcrito,
i) La obligación del arrendador de en-
no es una excepción en la que no procede
tregar la cosa al arrendatario.
la acción reivindicatoria.85 Ello se debe a
ii) La obligación de restituir del arren-
que el reivindicador puede solicitar la res-
datario al arrendador.
iii) La acción de precario contra el co- titución de la cosa, pero previo abono de
modatario. lo que el comprador haya dado por ella y
reembolso de los gastos de reparación y
36. Cosas que pueden reivindicarse. En mejora. En resumen, este no es un caso de
torno a las cosas que pueden reivindicarse, excepción, ya que de igual forma se puede
BELLO siguió al Derecho romano y se pue- reivindicar la cosa, pero indemnizando al
den reivindicar todos los derechos reales comprador de buena fe.86
sobre cosa mueble o inmueble. Pero para b) En igual sentido se protege, en el ar-
efectos de sistematizar esta materia se hará tículo 2303 del C.C., al tercero que de buena
la siguiente distinción: fe adquirió una cosa que fue objeto de un
A. Las cosas corporales.
1º. Regulación de las cosas corporales
84
que pueden reivindicarse. ALESSANDRI, SOMARRIVA y VODANOVIC, Tratado de
los derechos reales, tomo II, Editorial Jurídica de Chile,
Conforme al artículo 890.1º del C.C., Santiago de Chile, 1993, pp. 268 y 269.
pueden reivindicarse las cosas corporales, 85
Los artículos 1031 a 1033 del Proyecto de Códi-
raíces y muebles. Pero las cosas siempre go Civil de 1853 restringían la acción reivindicatoria
deben ser singulares, es decir, debe tratarse sobre los bienes muebles.
86
de una especie o cuerpo cierto. Los géneros CLARO SOLAR, L., Explicaciones de Derecho Civil
chileno y comparado, volumen IV: De los bienes, tomo
no pueden ser objeto de propiedad, por noveno: De los bienes, IV, Editorial Jurídica de Chile
lo que mal podrían ser protegidos por la (Editorial Nascimento, Santiago, Chile, 1935), San-
acción reivindicatoria. tiago de Chile, 1992, Nº 1726, pp. 388 y 389.

69
Tomo Cuarto - De los Bienes

pago de lo no debido. Así, el artículo 2303 un documento en que conste un crédito,


del C.C. dispone lo siguiente: no adquirirá jamás un derecho personal
“Artículo 2303. El que pagó lo que no debía, por prescripción adquisitiva. Ello se debe
no puede perseguir la especie poseída, por un a que no puede haber posesión –como se
tercero de buena fe, a título oneroso; pero tendrá entiende dicho concepto en la teoría de
derecho para que el tercero que la tiene por cual- los bienes– sobre un derecho personal, que
quier título lucrativo, se la restituya, si la especie nace en virtud de alguna de las fuentes de
es reivindicable y existe en su poder. las obligaciones.87
Las obligaciones del donatario que restituye B. Una situación especial: reivindicación
son las mismas que las de su autor según el sobre una cuota determinada proindiviso de una
artículo 2301”. cosa singular.
De este modo, en el pago de lo no debi- 1º. Regulación de la acción reivindicatoria
do se distingue según si el tercero está de sobre una cuota determinada proindiviso
buena o mala fe. La acción reivindicatoria de una cosa singular.
procede en los siguientes supuestos: Conforme al artículo 892 del C.C. es po-
i) Contra el poseedor a título oneroso sible reivindicar una cuota determinada
que está de mala fe. proindiviso de una cosa singular. El artículo
ii) Contra el poseedor a título gratuito, precedentemente citado establece esta ex-
esté o no de buena fe. cepción señalando que “se puede reivindicar
c) Cuando se resuelva un contrato por una cuota determinada proindiviso, de una cosa
efecto del cumplimiento de la condición singular”.
resolutoria, no hay acción reivindicatoria 2º. Requisitos para que proceda la acción
contra terceros adquirentes de buena fe reivindicatoria sobre una cuota determinada
(artículos 1490 y 1491 del C.C.). proindiviso de una cosa singular.
d) Cuando una asignación por causa de a) Que exista una cosa singular indi-
muerte quede sin efecto por indignidad del visa.
asignatario, no hay acción contra terceros b) Que se trate de reivindicar una cuota
de buena fe (artículo 976 del C.C.). determinada sobre esta cosa singular.
B. Cosas incorporales. No se discute en torno a si es posible
1º. Ámbito en que opera la acción reivin- reivindicar una cuota proindiviso que re-
dicatoria respecto de las cosas incorporales cae sobre el único bien de la comunidad,
reivindicables. o sea cuando la comunidad es de objeto
simple. Pero hace algún tiempo, se discutía
A. Regla general: exclusión de los derechos sobre si era posible reivindicar una cuota
personales. Los derechos reales pueden re- proindiviso de una cosa singular, cuando
caer sobre cosas corporales o incorporales,
pero no se pueden reivindicar los derechos
87
personales. Todos los derechos reales son La efectividad del pago hecho de buena fe al
susceptibles de acción reivindicatoria a ex- poseedor del crédito –a que hace alusión el artícu-
lo 1576.2º del C.C.– no obedece a que el tenedor
cepción del derecho real de herencia. del crédito hubiese ganado la propiedad del título
Una parte importante de la doctrina por una prescripción adquisitiva que se basaría en
nacional entiende que el Código Civil no la posesión de éste. El fundamento de la eficacia del
señala nada respecto de la prohibición de pago está dado por la protección de la buena fe y la
teoría de la apariencia. Sin perjuicio de ello, para
reivindicar un derecho personal. Pero a los autores que sostienen que puede haber posesión
pesar de ello se entiende que no es admisi- sobre un derecho personal procede la acción reivin-
ble la acción reivindicatoria respecto de los dicatoria respecto de estos derechos. Pero el objeto
derechos personales. Sin embargo se ignora de la acción reivindicatoria no sería la ejecución del
que esta acción, conforme al artículo 889 derecho personal, sino la recuperación del título
en que él consta. GUZMÁN BRITO, Alejandro, Las
del C.C., es una “acción de dominio” y éste no cosas incorporales en la doctrina y en el Derecho positivo,
puede recaer sobre un derecho personal. Editorial Jurídica de Chile, Santiago de Chile, 1995,
Así, por mucho tiempo que un tercero tenga pp. 225 a 228.

70
Capítulo III - La Posesión

ella formaba parte de una comunidad uni- del titular. Ello en virtud del principio que
versal.88 En definitiva se acogió la doctrina nadie puede transferir más derechos de los
de SOMARRIVA para el cual ello es perfecta- que tiene –nemo plus juris in alium transferre
mente posible, ya que la posición contraria potest quam ipse habet–. De este modo si, por
dejaría en la indefensión al indivisario que ejemplo, le compro a Pedro y éste efectúa la
no ha enajenado. Si el comunero no pue- tradición. Para reivindicar no basta probar
de entablar la acción reivindicatoria por que le compré a Pedro, sino que también
su cuota sobre la universalidad, entonces debo acreditar que Pedro era propietario.
sólo podría hacerlo con la concurrencia De aquí se desprende que la única forma
del comunero que enajenó, lo que es en- de acreditar el dominio en forma infalible
gorroso e ilusorio.89 es la prescripción adquisitiva. La prueba
Por último, la acción reivindicatoria no debe rendirse exhibiendo los títulos de
procede en los siguientes casos: dominio, es decir, los instrumentos en los
i) El derecho de herencia no puede que constan los actos jurídicos en virtud
reivindicarse conforme a lo ya señalado. de los cuales se ha adquirido el dominio. A
ii) Los derechos personales tampoco falta de instrumentos, habrá que acreditar
pueden reivindicarse. la adquisición del dominio por cualquier
iii) Tampoco prosperará la acción reivindi- otro medio, sirviendo incluso la prueba
catoria contra el tercero que haya adquirido testimonial.
por prescripción adquisitiva declarada por La prueba se facilitará respecto de los
sentencia judicial. En este caso no es que bienes raíces inscritos. En dicho caso las
no proceda la acción reivindicatoria, sino inscripciones de los respectivos títulos en
que ella no tendrá éxito. el Registro de Propiedad de una serie no
37. La prueba del dominio. Para el éxito interrumpida de antecesores permitirán
de la acción reivindicatoria es esencial la acreditar un tiempo de posesión que faculte
prueba del dominio. Para ello se puede para prescribir adquisitivamente.
recurrir a los siguientes medios de prueba, De ello se puede concluir que si se in-
dependiendo de si el modo de adquirir que voca un modo de adquirir derivativo, no
se invoca es originario o derivativo. basta probar la adquisición del dominio,
A. El modo de adquirir es derivativo. En sino que debe probarse que se adquirió
dicho caso se debe probar el dominio de los de quien era dueño. Ésta constituirá una
antecesores de los cuales deriva el dominio cadena interminable si no existiera la pres-
cripción. Pero, conforme a las reglas de la
88
prescripción adquisitiva, al reivindicador le
Víctor DEL PIANO sostenía la posición contraria. bastará acreditar la prescripción adquisitiva
Para éste el artículo 892 del C.C. sólo se refiere a
la comunidad sobre una especie o cosa singular y (que ha sido poseedor regular durante 2
no a una comunidad universal. Ello sucedería por- ó 5 años según sean muebles o inmuebles,
que la comunidad universal no traspasa la cuota o que ha sido poseedor irregular durante
de cada indivisario sobre los bienes singulares que 10 años).
componen la universalidad, sino sólo de la univer-
salidad propiamente tal. Así, atribuir derechos a un
A su vez, al poseedor demandado le
comunero sobre un bien determinado es anticipar bastará probar que ha adquirido por pres-
la partición. cripción adquisitiva para enervar la acción
89
En igual sentido se pronunciaba CLARO S. Para reivindicatoria.
el referido autor, el artículo 892 del C.C. es amplio
y permite reivindicar la cuota de un bien determi- B. El modo de adquirir es originario. En
nado, ya sea sobre comunidad singular o universal. dicho caso al reivindicador le bastará con
Además, la ley sólo ha querido señalar que no es probar los hechos que dan lugar al modo
reivindicable la cuota de una universalidad. CLARO de adquirir originario. De este modo, en la
SOLAR, Luis, Explicaciones de Derecho Civil chileno y
comparado, volumen III, De los bienes, tomo noveno: ocupación deberá probar la aprehensión
De los bienes IV, Editorial Jurídica de Chile, Santiago material con ánimo de señor y dueño. En
de Chile, 1992, Nº 1729, p. 393. la accesión deberá probar el cumplimiento

71
Tomo Cuarto - De los Bienes

de los requisitos que la constituyen y en la completado el tiempo de posesión regular


prescripción, la posesión ininterrrumpida para adquirir el dominio por prescripción
por el lapso exigido por la ley. o si, por el contrario, se puede entablar la
38. La acción publiciana. acción antes de haber completado dicho
tiempo. La mayoría de la doctrina señala
A. Regulación de la acción publiciana. Por que no es necesario completar el tiempo
regla general, la acción reivindicatoria le de prescripción, en virtud de los siguientes
corresponde sólo al dueño. Sin embargo, la argumentos:
ley permite por excepción que la intente el i) De esta manera se señalaba en el
poseedor regular que esté en vías de ganarla Derecho romano.
por prescripción.90 Así, el artículo 894 del ii) Si no fuera así la acción publiciana no
C.C. señala lo siguiente: tendría sentido, ya que se podría entablar
“Artículo 894. Se concede la misma acción, directamente la acción reivindicatoria.
aunque no se pruebe dominio, al que ha perdido iii) De aceptarse la doctrina contraria,
la posesión regular de la cosa, y se hallaba en el el artículo 894.2º no tendría razón de ser,
caso de poderla ganar por prescripción. ya que cumplido el plazo no podría haber
Pero no valdrá ni contra el verdadero dueño, ni otro sujeto con un mejor derecho.
contra el que posea con igual o mejor derecho”. iv) Esta es la posición que se debe adop-
B. Requisitos para que proceda la acción tar en caso, como lo sostiene la mayoría
publiciana: de la doctrina, de que se entienda que la
a) El poseedor regular debe haber per- prescripción, sin perjuicio de requerir ser
dido la posesión de la cosa. alegada, opera de pleno derecho una vez
b) Esta acción sólo la puede intentar el que se cumple el lapso y los demás requisitos
poseedor regular. exigidos por la ley.
Cabe preguntarse al respecto si puede d) Esta acción se puede deducir contra
entablar la acción un poseedor regular, las siguientes personas:
pero vicioso. Es del caso señalar que para i) Contra el poseedor irregular.
algunos autores el poseedor regular que ii) Contra cualquier poseedor que po-
al enterarse que la cosa pertenecía a otro sea con peor derecho que él. Así lo señala
la oculta, es un poseedor regular y vicioso. expresamente el artículo 894.2º del C.C.
Este poseedor regular y vicioso no podría cuando indica: “pero no valdrá ni contra el
entablar la acción publiciana, por cuanto verdadero dueño ni contra el que posea con igual
los poseedores viciosos, para parte de la o mejor derecho”.
doctrina, no pueden adquirir por prescrip-
ción. Entonces, el poseedor regular y vicio- 39. Contra quién se puede reivindicar. Las
so no cumple con el requisito de hallarse personas contra las que se puede entablar la
en situación de adquirir el dominio por acción reivindicatoria son las siguientes:
prescripción. A. Contra el actual poseedor. Conforme a
c) El poseedor regular debe hallarse en lo indicado en los artículos 889 y 895 del
situación de ganar el dominio por prescrip- C.C. se puede reivindicar contra el actual
ción. poseedor. Así, las referidas normas señalan
La doctrina ha discutido acerca de si textualmente lo siguiente:
para poder entablar la acción publiciana, “Artículo 889. La reivindicación o acción
el poseedor regular debe estar en vías de de dominio es la que tiene el dueño de una
ganar por prescripción o debe haber ob- cosa singular, de que no está en posesión, para
tenido el dominio por prescripción ad- que el poseedor de ella sea condenado a resti-
quisitiva, aunque no lo haya alegado. En tuírsela.
definitiva, se discute si es necesario haber Artículo 895. La acción de dominio se dirige
contra el actual poseedor”.
90
Esta acción nace en el Derecho romano por Sin perjuicio de ello, excepcionalmente
un decreto del pretor Publicus. la acción reivindicatoria puede entablarse

72
Capítulo III - La Posesión

contra el mero tenedor. Ello sólo es posible a declarar el nombre y residencia de la persona
en los siguientes supuestos: a cuyo nombre la tiene”.
1º. El demandado no señala nada y como B. Contra los herederos del poseedor. Para
el ánimo de señor y dueño es interno, no estos efectos se deben distinguir las siguien-
es posible saber la calidad de tenedor o tes situaciones:
poseedor de aquél. En tal caso, la acción a) La acción reivindicatoria se dirige
puede dirigirse contra el demandado en contra el o los heredero(s) que sea(n)
calidad de mero tenedor. actual(es) poseedor(es) de la cosa. Así se
2º. En caso de que el mero tenedor re- desprende del artículo 899 del C.C. en vir-
conozca su calidad de tal, pero se niegue tud del cual “la acción de dominio no se dirige
a declarar bajo juramento el nombre, la contra un heredero sino por la parte que posea
residencia de la persona a cuyo nombre la en la cosa; pero las prestaciones a que estaba
tiene o a exhibir su título de mera tenencia obligado el poseedor por razón de los frutos o
–si lo tuviere–, el reivindicante tendrá las de los deterioros que le eran imputables, pasan
siguientes opciones: a los herederos de éste a prorrata de sus cuotas
a) Podrá, conforme a lo señalado en el hereditarias”.
artículo 280.1º del C.P.C., solicitar al juez se Esto se debe a que la obligación de res-
apremie al demandado con multas o arresto tituir es indivisible. Pero de mantenerse
en la forma dispuesta en el artículo 274 del la indivisión hereditaria y estar todos los
C.P.C. herederos en posesión de la cosa deben
b) Además puede llevar adelante el juicio ser demandados todos ellos.
reivindicatorio, como si el mero tenedor
b) Las prestaciones mutuas al ser deudas
fuera el poseedor, distinguiéndose las si-
personales son esencialmente divisibles y por
guientes situaciones:
ello pasan contra los herederos a prorrata
i) Si el mero tenedor lo hace de bue-
de sus cuotas hereditarias (artículo 1354.1º
na fe creyéndose poseedor o simplemente
del C.C.).
creyendo que no se demanda la cosa que
c) La obligación de entregar –en la eje-
tiene en su poder. En dicho caso, su única
cución de la restitución– se debe dirigir
obligación es la de revelar el nombre del
contra el coheredero que posee la cosa.
verdadero poseedor tan pronto como des-
cubra su error. Ello se debe a que este es un caso de indi-
ii) Si el mero tenedor lo ha hecho de mala visibilidad de pago (artículo 1526.1º, Nº 1
fe, sabiendo que no es poseedor, o habiendo del C.C.).
descubierto su error sigue el juicio como si C. Contra el poseedor de buena fe que enajenó
fuere poseedor y no revela el nombre de la cosa. En este sentido el artículo 898 del
éste, la ley lo obliga a indemnizar, además de C.C. señala textualmente lo siguiente:
hacerse cargo de las costas. De este modo, “Artículo 898. La acción de dominio tendrá
el artículo 897 del C.C. establece que “si también lugar contra el que enajenó la cosa,
alguien, de mala fe, se da por poseedor de la para la restitución de lo que haya recibido por
cosa que se reivindica sin serlo, será condenado ella, siempre que por haberla enajenado se haya
a la indemnización de todo perjuicio que de este hecho imposible o difícil su persecución; y si la
engaño haya resultado al actor”. enajenó a sabiendas de que era ajena, para la
En realidad estas hipótesis establecen una indemnización de todo perjuicio.
verdadera medida prejudicial probatoria en El reivindicador que recibe del enajenador lo
virtud de la cual el demandado que revele que se ha dado a éste por la cosa, confirma por
libremente quién es el poseedor quedará el mismo hecho la enajenación”.
libre del pleito y el reivindicador podrá de- La acción de dominio también tendrá
mandar al poseedor. La obligación genérica lugar contra las siguientes personas:
de declarar se establece en el artículo 896 a) El poseedor de buena fe que enajenó
del C.C. en los siguientes términos: “el mero la cosa, para la sola restitución de lo que haya
tenedor de la cosa que se reivindica es obligado recibido por ella, siempre que por haberla

73
Tomo Cuarto - De los Bienes

enajenado se haya hecho imposible o difícil guientes términos “la acción reivindicatoria
su persecución.91 Así, el artículo 900.4º del se extiende al embargo, en manos de tercero, de
C.C. señala que “lo mismo se aplica aun al lo que por éste se deba como precio o permuta al
poseedor de buena fe que durante el juicio se ha poseedor que enajenó la cosa”.
puesto en la imposibilidad de restituir la cosa Por otra parte, el reivindicador puede
por su culpa”. exigir que el tercero que adquirió la cosa
En este caso si el poseedor enajenó a retenga el precio o parte de él, que aún
título gratuito no procede la acción rei- no ha pagado al poseedor que enajenó.
vindicatoria en su contra (artículo 898.1º El artículo 898 sólo se aplica al poseedor
del C.C.). de buena fe que enajenó la cosa y el ar-
b) Sin perjuicio de ello, el reivindicador, tículo 900 del C.C. (mucho más severo que
en la situación anterior, podrá demandar al el anterior) procede respecto del poseedor
poseedor por los perjuicios, pero sólo si éste de mala fe en los términos que se señala a
enajenó a sabiendas que la cosa era ajena. continuación.
La acción en este supuesto persigue que el D. Contra el poseedor de mala fe que por
que enajenó la cosa entregue lo que recibió
hecho o culpa suya dejó de poseer o el poseedor de
por ella al verdadero dueño; se trata de una
buena fe que durante el juicio se ha puesto en la
verdadera subrogación legal de objeto. La
imposibilidad de restituir la cosa por su culpa. La
calidad de poseedor de buena o mala fe para
acción reivindicatoria contra el poseedor de
estos efectos se determina según la forma
mala fe está regulada en el artículo 900.1º
en que se posee.92 Así se puede comenzar
a poseer de buena fe, pero con posteriori- y 4º del C.C., en los siguientes términos:
dad pasar a estar de mala fe en cuyo caso “Artículo 900.1º Contra el que poseía de mala
se aplican las reglas de la mala fe. fe y por hecho o culpa suya ha dejado de poseer,
c) Una vez que el dueño recibe de manos podrá intentarse la acción de dominio, como si
del que enajenó la cosa el precio obtenido actualmente poseyese.
por ella, su resultado es lo mismo que si Artículo 900.4º Lo mismo se aplica aun al
lo hubiera vendido el mismo dueño, salvo poseedor de buena fe que durante el juicio se ha
respecto del saneamiento. puesto en la imposibilidad de restituir la cosa
En resumen, en dicho caso la recepción de por su culpa”.
lo obtenido por el precio operará como una En estas dos situaciones se procede contra
ratificación retroactiva y no podrá deman- el demandado –poseedor de mala fe que
darse al actual poseedor (artículos 898.2º, por hecho o culpa suya dejó de poseer y
682.2º y 1819 del C.C.). poseedor de buena fe que durante el juicio
También la acción reivindicatoria se se ha puesto en la imposibilidad de resti-
extiende a lo obtenido por el embargo en tuir– como si realmente estuviera todavía
manos de un tercero. Así lo señala expre- en posesión de la cosa.
samente el artículo 903 del C.C. en los si- En consecuencia, se le otorga al dueño
un derecho alternativo:
91
Como se destaca por ALESSANDRI, SOMARRIVA y a) El dueño puede ejercer la acción rei-
VODANOVIC, en este caso la dificultad de perseguir la vindicatoria contra el poseedor actual en
cosa en los actuales poseedores debe provenir de la forma ordinaria. En dicho caso, el poseedor
enajenación que hizo el primitivo poseedor como, de mala fe, que por hecho o culpa suya
por ejemplo, una enajenación a un desconocido, y no
de otra causa. ALESSANDRI, SOMARRIVA y VODANOVIC,
dejó de poseer, responderá por los frutos,
Tratado de los derechos reales, tomo II, Editorial Jurídica deterioros y expensas que correspondan
de Chile, Santiago de Chile, 1993, p. 285. al tiempo que la cosa estuvo en su poder,
92
En todo caso, el poseedor de buena fe podrá conforme a las reglas que regulan al posee-
ser regular o irregular. De esta forma, el poseedor dor de mala fe (artículo 900.2º del C.C.).
irregular puede estar de buena fe si, por ejemplo,
no tiene justo título, pero adquirió de buena fe. b) En caso de que el poseedor pague el
Además, el poseedor regular puede estar de buena valor de la cosa y el reivindicador lo acepte,
o mala fe. sucederá en los derechos reivindicados so-

74
Capítulo III - La Posesión

bre ella. Cuando el reivindicador confirma 2º. La acción reivindicatoria en principio


la enajenación pasa a considerarse como no procede contra el que se apodera de
si éste hubiere enajenado (artículo 900.3º un bien inmueble inscrito, ya que el po-
del C.C.). Sin perjuicio de lo cual no res- seedor no pierde la posesión (artículo 728
ponde del saneamiento en caso de que el del C.C.).
poseedor haya sido un poseedor de mala 3º. La acción reivindicatoria y el injusto
fe o de buena fe, pero que durante el jui- detentador.
cio se puso en la imposibilidad de restituir El artículo 915 del C.C. se refiere a la
por su culpa (esta situación fue analizada situación del injusto detentador en los si-
precedentemente). Así se desprende de guientes términos: “las reglas de este título se
los artículos 898.2º, 900.5º y 907 del C.C. aplicarán contra el que poseyendo a nombre ajeno
De este modo, la primera de estas normas retenga indebidamente una cosa raíz o mueble,
señala textualmente que “el reivindicador en aunque lo haga sin ánimo de señor”.
los casos de los dos incisos precedentes no será Para la mayoría de la doctrina de este
obligado al saneamiento”. artículo no se puede concluir que la acción
Esta es una sanción a estas dos clases de reivindicatoria proceda contra el injusto
poseedores (a) y (b), ya que el efecto normal detentador, sino más bien señala que a éste
de una compraventa será que dé lugar a la se le aplican las reglas de las prestaciones
acción de saneamiento. Así, en esta materia mutuas. Ello se desprendería de la ubica-
se debe hacer la siguiente distinción: ción del artículo, que está en el párrafo
i) El adquirente privado de la cosa no 4º de las prestaciones mutuas.93 Sin em-
puede dirigirse contra el reivindicador, pero bargo, esta opinión no parece para nada
puede dirigirse contra el poseedor de mala concluyente. Ello se debe a que el tenor
fe que por hecho o culpa suya ha dejado literal del artículo es bastante claro al re-
de poseer, o contra el poseedor de buena ferirse a las “reglas de este título” o sea el
fe que durante el juicio se ha puesto en la Título XII de la reivindicación y no sólo al
imposibilidad de restituir por su culpa. párrafo 4º (de las prestaciones mutuas). Por
ii) La situación del poseedor de buena ello, conforme a su tenor literal sólo cabe
fe es diferente, ya que sólo en la medida concluir que en este caso procede también
en que se puso en la imposibilidad de res- la acción reivindicatoria. De este modo,
conforme al referido artículo, procedería
tituir se aplica la sanción precedente en su
la acción reivindicatoria para recuperar la
contra.
mera tenencia, pero sólo contra el injusto
Por último, tratándose de la enajenación
detentador.
de la cosa ajena, hecha obviamente por quien
Al injusto detentador se le puede definir
no es dueño conforme al artículo 898.2º del
como el mero tenedor que sabe que no es
C.C., tanto el enajenador como el que recibe el poseedor y estando obligado a restituir
de éste serán responsables de evicción. no lo hace. El concepto de injusto deten-
E. Situaciones especiales: tador está integrado por los siguientes dos
1º. La doctrina discute si en caso de que elementos:
el reivindicador no pide la restitución de a) Conciencia de no ser el poseedor.
la cosa, sino su precio, se ejerce en reali- b) Retención indebida de la cosa.
dad una reivindicatoria o más bien se trata Sin embargo, el argumento más contun-
de una acción personal. La mayoría de los dente a favor de la posición tradicional se
autores señala que la acción sigue siendo desprende del artículo 1949 del C.C. Dicha
real porque el dinero subroga a la cosa. norma se refiere al injusto detentador, y de
Además, el artículo 900.1º del C.C. deno- ésta se desprende que al injusto detentador
mina a la acción que se ejerce contra el que
poseía de mala fe y por un hecho o culpa 93
ROZAS VIAL, Fernando, Los bienes, LexisNexis,
suya ha dejado de poseer como acción de tercera edición, Santiago de Chile, 2004, Nº 423,
dominio. p. 375.

75
Tomo Cuarto - De los Bienes

se le aplican las reglas de las prestaciones evitar que se someta la cosa a secuestro,
mutuas. Así, de la referida norma no puede dando seguridad competente de restitución
concluirse que contra el arrendatario, que en caso de ser vencido, como rindiendo
sea injusto detentador por cuanto cumple fianza u otra caución.
los dos elementos anteriores, procede la B. Respecto de los bienes inmuebles.
acción reivindicatoria. El artículo 1949 del El poseedor seguirá gozando del inmue-
C.C. señala en este sentido que “para que el ble hasta la sentencia definitiva pasada en
arrendatario sea constituido en mora de restituir autoridad de cosa juzgada, sin perjuicio
la cosa arrendada, será necesario requerimien- de lo cual el reivindicador puede solicitar
to del arrendador, aun cuando haya precedido cualquier medida precautoria. De este modo
desahucio; y si requerido no la restituyere, será el actor tendrá derecho a obtener las pro-
condenado al pleno resarcimiento de todos los videncias necesarias para evitar todo dete-
perjuicios de la mora, y a lo demás que contra rioro de la cosa y de los muebles, si hubiere
él competa como injusto detentador”. justo motivo de temerlo, o las facultades
40. Prescripción de la acción reivindica- del demandado no ofrecieren suficientes
toria. La acción reivindicatoria no prescribe garantías. En este sentido, el artículo 902
de forma extintiva. Así se desprende clara- del C.C. dispone lo siguiente:
mente de lo preceptuado en el artículo 2517 “Artículo 902. Si se demanda el dominio u
del C.C., que señala textualmente que “toda otro derecho real constituido sobre un inmueble,
acción por la cual se reclama un derecho se ex- el poseedor seguirá gozando de él, hasta la sen-
tingue por la prescripción adquisitiva del mismo tencia definitiva pasada en autoridad de cosa
derecho”. juzgada.
Sin embargo, dicha acción puede no Pero el actor tendrá derecho de provocar las
llegar a destino como consecuencia de la providencias necesarias para evitar todo deterioro
pérdida del dominio del reivindicador por de la cosa, y de los muebles y semovientes anexos
cualquier causa, aunque ello generalmente a ella y comprendidos en la reivindicación, si hu-
acontecerá porque el poseedor adquiere biere justo motivo de temerlo, o las facultades del
por prescripción adquisitiva. demandado no ofrecieren suficiente garantía”.
Las providencias necesarias compren-
41. Prueba de la acción reivindicatoria. den cualquier medida precautoria, como
Nada señala nuestra legislación en torno al nombramiento de interventor, prohibición
procedimiento que debe seguir la acción de celebrar actos y contratos respecto del
reivindicatoria, por lo que ésta se rige por inmueble sobre el que se litiga o secuestro
las reglas del procedimiento ordinario. Res- sobre éste.94
pecto del tribunal competente, conforme
a las reglas generales, se deberá distinguir 42. Las prestaciones mutuas.
si la acción reivindicatoria es mueble o in- A. Regulación y ámbito de aplicación de las
mueble. Respecto de los inmuebles será prestaciones mutuas. Las prestaciones mutuas
competente el juez del lugar donde esté se regulan en el párrafo 4º del Título XII
ubicado éste. En cambio, si se trata de un del Libro III, que lleva su nombre (artícu-
mueble será competente el juez del domicilio los 904 a 915 del C.C.). Estas normas son
del deudor, es decir, del demandado. de carácter general y aplicable a todas las
Como el dueño no recuperará la posesión, obligaciones de restituir. Así, las reglas de
sino una vez que obtenga sentencia ejecuto- las prestaciones mutuas regulan también
riada, para precaver el cuidado de la cosa se los efectos de las siguientes figuras:
podrán solicitar las siguientes medidas: a) La nulidad (artículo 1687 del C.C.).
A. Respecto de los bienes muebles. Se podrá
solicitar el secuestro, que es una especie de 94
El artículo 2251 del C.C. fue modificado por el
depósito en los términos del artículo 2249 artículo 291 del C.P.C., procediéndose al secuestro
del C.C. Sin embargo, el poseedor puede en el solo caso del artículo 294.2º del C.P.C.

76
Capítulo III - La Posesión

b) La acción de petición de herencia y inmuebles por naturaleza comprende los


otras acciones del heredero (artículo 1266 inmuebles por adherencia y destinación, y
del C.C.). abarca además los títulos y llaves del edificio
c) Pacto de retracto (artículo 1886.3º que estén en manos del poseedor.
del C.C.).95 1º.2. Indemnización de los deterioros.
Las prestaciones mutuas, conforme a Los deterioros son los desperfectos o
la mayoría de los autores, se fundan en el menoscabos que se causan o sufre la cosa
enriquecimiento sin causa. reivindicada en manos del poseedor, y que
B. Concepto de prestaciones mutuas. Las la hacen disminuir de valor. Los deterioros
prestaciones mutuas son las indemniza- de los que responde el poseedor vencido
ciones y cargas en dinero que se deben dependerán de si está de buena o mala
recíprocamente el poseedor vencido y el fe (artículo 906 del C.C.). Así, la referida
dueño reivindicador, una vez ejecutoriada norma señala lo siguiente:
la sentencia de término que acoge la acción “Artículo 906. El poseedor de mala fe es res-
reivindicatoria. ponsable de los deterioros que por su hecho o
culpa ha sufrido la cosa.
C. Reglas de las prestaciones mutuas. Estas
El poseedor de buena fe, mientras permanece
reglas en el fondo regulan los efectos de la
en ella, no es responsable de estos deterioros, sino
acción reivindicatoria. Al respecto se debe
en cuanto se hubiere aprovechado de ellos; por
hacer la siguiente distinción:
ejemplo, destruyendo un bosque o arbolado, y
1º. Prestaciones del poseedor vencido
vendiendo la madera o la leña, o empleándola
al dueño reivindicador.
en beneficio suyo”.
Estas prestaciones pueden ser las si-
Conforme a esta norma, respecto de los
guientes:
deterioros es necesario hacer la siguiente
1º.1. Restitución de la cosa.
distinción:
A la restitución de cosa, que se rige por
a) El poseedor de mala fe responde de
las prestaciones mutuas, se le aplica el ar-
todos los deterioros que provengan de su he-
tículo 904 del C.C. que señala textualmente
cho o culpa, excluyéndose el caso fortuito.
que “si es vencido el poseedor, restituirá la cosa
b) El poseedor de buena fe no es res-
en el plazo que el juez señalare; y si la cosa fue
ponsable de ninguna clase de deterioro
secuestrada, pagará el actor al secuestre los gastos
causado mientras está de buena fe, salvo que
de custodia y conservación, y tendrá derecho para
se haya aprovechado de los deterioros.
que el poseedor de mala fe se los reembolse”.
La buena o la mala fe se debe apreciar al
El Código Civil no establece la forma
momento en que se producen los deterioros
específica de restitución, sino que señala
(artículo 913 del C.C.). Así se desprende de
un plazo judicial dentro del cual ésta debe
la referida disposición que señala que “la
hacerse. El establecimiento de un plazo
buena o mala fe del poseedor se refiere, relativa-
judicial es excepcional dentro del ordena-
mente a los frutos, al tiempo de la percepción, y
miento jurídico chileno. Se ha convenido
relativamente a las expensas y mejoras, al tiempo
que la restitución de la cosa debe hacerse
en que fueron hechas”.
en el estado en que se encuentre, sin per-
1º.3. Gastos del pleito y custodia y con-
juicio de la obligación de abonar los dete-
servación de la cosa.
rioros provenientes del hecho o culpa del
El poseedor tendrá que pagar las costas,
poseedor vencido.96 La restitución de los
en caso de ser condenado por el juez por
no haber tenido motivo plausible para li-
95
Se puede apreciar una gran diferencia entre tigar. En cuanto a los gastos de custodia y
las reglas dadas en las prestaciones mutuas y las que conservación los debe pagar el poseedor
rigen las prestaciones respecto de la condición cum- vencido de mala fe.
plida en los artículos 1486 a 1491 del C.C.
96
Igual solución se aplica en el cumplimiento
de la condición en el artículo 1486.2º del C.C.; la sólo debe indemnizar los deterioros que provengan
cosa “se debe en el estado que se encuentre”. El deudor de su culpa.

77
Tomo Cuarto - De los Bienes

1º.4. Restitución de los frutos. pendiente de si está de buena o mala fe.


En torno a los frutos se debe distinguir Ello conforme al artículo 907.4º del C.C.,
si el poseedor está de buena o mala fe y si que señala que “en toda restitución de frutos
aquella se mantiene al momento de la per- se abonarán al que la hace los gastos ordinarios
cepción de los frutos. Si una persona siembra que ha invertido en producirlos”. Los gastos
de buena fe, pero cosecha de mala fe, para ordinarios son los que corresponden a la
el efecto de la restitución de los frutos se explotación normal de la cosa. Su valor
le considerará de mala fe. La distinción no puede ser superior al de los frutos. La
precedente hace responsable al poseedor determinación de la buena o mala fe se
de los frutos de la siguiente forma: hace conforme al artículo 913 del C.C., que
a) El poseedor de mala fe es obligado señala que “la buena o mala fe del poseedor se
a restituir los frutos naturales y civiles de refiere, relativamente a los frutos, al tiempo de
la cosa y no sólo los que él ha recibido, la percepción, y relativamente a las expensas y
sino también aquellos que el dueño de la mejoras, al tiempo en que fueron hechas”.
cosa hubiera podido percibir con mediana 2º. Prestaciones del reivindicador al po-
inteligencia y actividad teniendo la cosa en seedor vencido.
su poder (artículo 907.1º del C.C.). En este Estas prestaciones son las siguientes:
sentido la referida norma señala textual- 2º.1. Pago de los gastos de producción
mente que “el poseedor de mala fe es obligado de los frutos que esté obligado a restituir
a restituir los frutos naturales y civiles de la el poseedor.
cosa, y no solamente los percibidos sino los que Esta prestación es de toda lógica, ya que
el dueño hubiera podido percibir con mediana si el poseedor debe restituir frutos se le de-
inteligencia y actividad, teniendo la cosa en su ben abonar a éste los gastos que invirtió en
poder”. A su vez, de no haber frutos, debe producirlos. El Código Civil se refiere a los
pagar el valor que tienen o hubieren te- gastos ordinarios para referirse a aquellos
nido al tiempo de la percepción de estos que normalmente se efectúan de acuerdo a
frutos, considerándose como no existentes las circunstancias que rodean a los frutos.
los que se hubieren deteriorado en su poder 2º.2. Pago de las expensas de conser-
(artículo 907.2º del C.C.). Así lo señala el vación.
artículo 907.2º del C.C. al preceptuar que El artículo 908 del C.C. se refiere a las
“si no existen los frutos, deberá el valor que tenían expensas necesarias invertidas en la conser-
o hubieran tenido al tiempo de la percepción: se vación; sin embargo, los artículos 913 y 914
considerarán como no existentes los que se hayan del C.C. distinguen entre expensas y mejo-
deteriorado en su poder”. ras. Esto llevó a algunos autores a referirse
b) El poseedor de buena fe no es obliga- a ellas como expensas necesarias, y otros
do a la restitución de los frutos percibidos como expensas de conservación, aunque
antes de la contestación de la demanda. Sin el término más usado es el de expensas
embargo, como después de contestada la de conservación. Todo poseedor vencido
demanda se le considera poseedor de mala tiene derecho a que se le reembolsen los
fe, desde dicho momento deberá los frutos. gastos en que haya incurrido en las expen-
En este sentido, el artículo 907.3º del C.C. sas de conservación. Dichas expensas de
señala que “el poseedor de buena fe no es obligado conservación son los gastos indispensables
a la restitución de los frutos percibidos antes de y necesarios para mantener la cosa en su
la contestación de la demanda: en cuanto a los ser y prestar su utilidad normal según su
percibidos después, estará sujeto a las reglas de naturaleza. En este sentido, el artículo 908.1º
los dos incisos anteriores”. del C.C. señala que “el poseedor vencido tiene
La restitución se refiere a los frutos lí- derecho a que se le abonen las expensas necesarias
quidos, porque la ley dispone que deben invertidas en la conservación de la cosa, según
abonarse, al que hace la restitución de los las reglas siguientes:”.
frutos, los gastos ordinarios que ha invertido Las expensas, conforme a si las expensas
en la producción de dichos frutos, inde- se invirtieron en cosas que por su naturaleza

78
Capítulo III - La Posesión

dejan o no un resultado material perma- la cosa, o sólo lo hacen en una proporción


nente, se pueden clasificar en: insignificante, como jardines, miradores,
a) Expensas materiales. Son las que se piscinas, etc.
efectúan en obras permanentes, como por Las mejoras necesarias siempre deben
ejemplo, una cerca. Ellas se abonarán en ser abonadas, pero respecto de las demás
cuanto hubieren sido realmente necesarias, se debe distinguir según el poseedor está
pero reducidas a lo que valgan las obras al de buena o mala fe. La buena o mala fe se
tiempo de la restitución (artículo 908.2º determina conforme al artículo 913 del C.C.,
del C.C.). Para algunos autores, el artícu- es decir, al tiempo en que fueron efectuadas.
lo 908.2º del C.C. consagra un caso de en- Las mejoras útiles deben ser abonadas al
riquecimiento injusto.97 De este modo, la poseedor de buena fe. En cuyo caso el dueño
referida norma señala que “si estas expensas puede optar por restituir o pagar, conforme
se invirtieron en obras permanentes, como una a los siguientes criterios disyuntivos:
cerca para impedir las depredaciones, o un dique i) Pagar las obras en que consisten las
para atajar las avenidas, o las reparaciones de un mejoras por lo que valgan al tiempo de la
edificio arruinado por un terremoto, se abonarán restitución.
al poseedor dichas expensas, en cuanto hubieren ii) Pagar lo que en virtud de dichas me-
sido realmente necesarias; pero reducidas a lo que joras valiere más la cosa en dicho tiempo.
valgan las obras al tiempo de la restitución”. Así lo señala el artículo 909.3º del C.C.,
b) Expensas inmateriales. Son las que por conforme al cual “el reivindicador elegirá entre
su naturaleza no dejan un resultado material el pago de lo que valgan al tiempo de la restitución
permanente, como la defensa judicial de las obras en que consisten las mejoras o el pago
una finca. Éstas serán abonadas sólo en la de lo que en virtud de dichas mejoras valiere más
medida que aprovechen al reivindicador y la cosa en dicho tiempo”.
se hubieren efectuado con mediana inteli- Pero tanto el poseedor de mala fe como
gencia o economía. el de buena fe respecto de las voluptuarias
2º.3. Pago de las mejoras. sólo tienen los derechos que les confiere
Las mejoras son todas las obras y traba- el artículo 910.2º del C.C. Así, conforme a
jos que se hagan en la cosa con el objeto la referida norma, el poseedor de mala fe
de hacerla más perfecta, productiva, útil, puede “llevarse los materiales de dichas mejoras,
cómoda o bella. siempre que pueda separarlos sin detrimento de
Las mejoras pueden ser de las siguientes la cosa reivindicada, y que el propietario rehúse
clases: pagarle el precio que tendrían dichos materiales
a) Mejoras necesarias son aquellas indis- después de separados”.
pensables para la conservación y mantención Debe tenerse en consideración que al
de la cosa (artículo 908 del C.C.). poseedor de buena fe se le considera como
b) Mejoras útiles son las que han aumen- de mala fe, después de la contestación de
tado el valor venal de la cosa (artículo 909.2º la demanda. El poseedor de mala fe no
del C.C.). tiene derecho a que se le abonen las me-
c) Mejoras voluptuarias son las que joras útiles; pero la ley le da la facultad de
sólo consisten en objetos de lujo y recreo llevarse los materiales de dichas mejoras,
(artículo 911.2º del C.C.). Estas mejoras no siempre que pueda separarlos sin detrimen-
aumentan el valor venal o de mercado de to de la sustancia de la cosa reivindicada y
que el propietario rehúse pagarle el precio
97
En este sentido, FIGUEROA señala que “será que tendrían dichos materiales después de
‘necesario’ aquel gasto que el enriquecido –y también separados. En este sentido, en virtud del
cualesquiera otra persona en idénticas circunstan- artículo 910.1º del C.C. “el poseedor de mala fe
cias– habría hecho para evitar sufrir un daño de no tendrá derecho a que se le abonen las mejoras
una cuantía igual o mayor en sus bienes”. FIGUEROA
VÁSQUEZ, Waldo Enrique, La acción de enriquecimiento útiles de que habla el artículo precedente”.
sin causa, Editorial Jurídica ConoSur, Santiago de Finalmente, respecto de las mejoras vo-
Chile, 1997, p. 51. luptuarias no se distingue entre poseedor

79
Tomo Cuarto - De los Bienes

de buena fe o mala fe, ya que el propieta- dominio y por último que ello conviene
rio no será obligado a abonarlas. Pero el al orden social.
poseedor tiene la facultad señalada para C. Naturaleza de las acciones posesorias. Las
las mejoras útiles, o sea, puede llevarse los acciones reales nacen de derechos reales y
materiales sin detrimento de la cosa, salvo las acciones personales nacen de derechos
que el dueño le pague su precio. personales. Pero las acciones posesorias nacen
Estas prestaciones están amparadas por del hecho llamado posesión; en consecuencia,
una medida auxiliar del acreedor, que es un es difícil otorgarle el carácter de derecho
derecho de retención a favor del poseedor personal o real.98 Además, como se verá,
vencido. Así se desprende del artículo 914 la redacción del artículo 927.1º del C.C.
del C.C., que dispone textualmente que le daría al interdicto de restablecimiento
“cuando el poseedor vencido tuviere un saldo que la característica de ser real por proceder
reclamar en razón de expensas y mejoras, podrá contra cualquier persona. CLARO S. señala
retener la cosa hasta que se verifique el pago, o que los interdictos posesorios son in rem, o
se le asegure a su satisfacción”. sea, contra cualquier. Por lo tanto, pasan
La retención puede solicitarse como contra el actual poseedor que adquirió la
medida precautoria o como incidente en cosa del usurpador a cualquier título. La
el juicio de reivindicación. El artículo 698 mayoría de la doctrina no se hace mucho
del C.P.C. equipara los bienes retenidos problema al respecto y señala que si procede
con los prendados o hipotecados para los contra cualquier persona se trata de una
efectos de su preferencia o realización. acción real.99 Sin embargo, la naturaleza
de real o personal o si es dable hacer esta
43. Las acciones o interdictos pose- distinción respecto de los interdictos pose-
sorios. sorios se complica si se estudia cada uno de
44. Aspectos generales en torno a los ellos. De esta manera, la querella de amparo
interdictos posesorios. podría ser real o personal; es real porque
A. Regulación de las acciones posesorias o procede contra cualquier persona que enerve
interdictos posesorios. Estas acciones las confiere la posesión, pero también se podría explicar
la ley para amparar y conservar la posesión. este efecto a través de una obligación de no
Se regulan en el Título XIII, denominado hacer con sujeto determinable. La querella
“De las acciones posesorias”, del Libro III (ar- de restitución sería claramente una acción
tículos 916 al 929 del C.C.), y en el Título IV real, pero el interdicto de restablecimiento
del Libro III del Código de Procedimiento parecería estar fundado en un delito civil.
Civil (artículos 549 a 583). Asimismo, el Sin perjuicio de lo anterior, lo que no se
Título XIV, denominado “De algunas acciones discute es que las acciones posesorias son
posesorias especiales”, del Libro III del Código siempre inmuebles, porque resguardan la
Civil (artículos 930 al 951) se encarga de los posesión de bienes inmuebles o derechos
interdictos especiales. Por último, el Libro reales constituidos en ellos (artículos 916
Primero –que se titula “De las aguas y del
derecho de aprovechamiento”– del Título IX, 98
Los interdictos posesorios para POTHIER tienen
denominado “De las acciones posesorias sobre su origen en un delito civil, por lo que dan lugar a
aguas y de la extinción del derecho de aprovecha- un derecho personal contra el infractor, es decir, las
miento”, del C. de A. se ocupa de regular los acciones posesorias serían acciones personales.
99
interdictos posesorios respecto del derecho De esta opinión son ALESSANDRI, SOMARRIVA,
PEÑAILILLO y ROZAS. ALESSANDRI, SOMARRIVA y VODA-
de aprovechamiento de aguas. NOVIC, Tratado de los derechos reales, tomo II, Editorial
B. Fundamento de los interdictos. El funda- Jurídica de Chile, Santiago de Chile, 1993, p. 307;
mento de los interdictos es la protección de PEÑAILILLO ARÉVALO, Daniel, Los bienes, Editorial
Jurídica de Chile, tercera edición, Santiago de Chile,
la posesión y ella se basa en que la posesión 1997, Nº 271, pp. 383 y 384 y ROZAS VIAL, Fernando,
es una propiedad aparente, ya que la regla Los bienes, LexisNexis, tercera edición, Santiago de
general es que la posesión esté unida al Chile, 2004, Nº 440, pp. 388 y 389.

80
Capítulo III - La Posesión

del C.C. y 580 del C.P.C.). En este sentido, otra parte, cuando se dé lugar a la denuncia
el artículo 916 del C.C. dispone que “las de obra ruinosa no se entenderá reservado
acciones posesorias tienen por objeto conservar o el derecho de ejercer vía ordinaria ningu-
recuperar la posesión de bienes raíces o de derechos na acción que tienda a dejar sin efecto lo
reales constituidos en ellos”. resuelto (artículo 577 del C.P.C.).
D. Los juicios posesorios y la excepción de cosa 45. Concepto de interdicto posesorio.
juzgada. Para ALESSANDRI y SOMARRIVA los in- La definición de interdicto posesorio está
terdictos posesorios no producen cosa juzgada. contenida en el artículo 916 del C.C., que
De esta forma puede volverse a discutir sobre señala que “las acciones posesorias tienen por
el objeto materia del interdicto posesorio. Esto objeto conservar o recuperar la posesión de bie-
se debe a que la querella posesoria tiene una nes raíces o de derechos reales constituidos en
naturaleza interina o transitoria que tiende ellos”.
a remediar una situación de hecho. Existen dos clases de interdictos pose-
En definitiva, las acciones posesorias no sorios:
producen los efectos de la cosa juzgada a) Los que buscan conservar la pose-
material, sino formal. Las razones por las sión.
que sólo se produce cosa juzgada formal b) Los que buscan recuperar la pose-
son lo breve del procedimiento de los in- sión.
terdictos, que impide que se produzca el También existen los denominados inter-
mismo efecto que un juicio de lato cono- dictos especiales, que tienen una naturaleza
cimiento, y especialmente porque la causa distinta a los interdictos posesorios, dentro
de pedir en la querella de amparo, restitu- de los cuales puede incluirse la querella de
ción y restablecimiento es diferente. Así se restablecimiento.
desprende del artículo 563 del C.P.C., que
señala textualmente lo siguiente: 46. Objeto de las acciones posesorias. El
“Artículo 563 del C.P.C. (716). Cualquiera objeto de estas acciones es la protección de
que sea la sentencia, queda siempre a salvo a los la posesión con entera independencia de
que resulten condenados el ejercicio de la acción la propiedad. Así lo preceptúa claramente
ordinaria que corresponda con arreglo a derecho, el artículo 923.1º y 2º del C.C., al señalar
pudiendo comprenderse en dicha acción el resarci- lo siguiente:
miento de las costas y perjuicios que hayan pagado “Artículo 923. En los juicios posesorios no se
o que se les hayan causado con la querella. tomará en cuenta el dominio que por una o por
No será admisible ninguna otra demanda que otra parte se alegue.
tienda a enervar lo resuelto en el interdicto”. Podrán, con todo, exhibirse títulos de dominio
Sin embargo, ROZAS VIAL era de la opi- para comprobar la posesión, pero sólo aquellos
nión que las querellas posesorias sí produ- cuya existencia pueda probarse sumariamente,
cen cosa juzgada formal y material, salvo ni valdrá objetar contra ellos otros vicios o de-
las que resuelven las denuncias de obra fectos que los que puedan probarse de la misma
ruinosa desechándola, la de obra nueva manera”.
acogiéndola y las que recaen en interdic- Sin perjuicio de ello, podrán exhibirse
tos especiales. Ello se debe a que si bien títulos de dominio para comprobar la po-
la acción posesoria deja a salvo la acción sesión. En este sentido el artículo 924 del
reivindicatoria, lo debatido en ambos juicios C.C. dispone que “la posesión de los derechos
es diferente, porque la causa de pedir es inscritos se prueba por la inscripción y mientras
diferente. La causa de pedir en las acciones ésta subsista, y con tal que haya durado un año
posesorias es la posesión; en cambio, en la completo, no es admisible ninguna prueba de
acción reivindicatoria es el dominio.100 Por posesión con que se pretenda impugnarla”.
Sólo pueden ser objeto de las acciones
100
ROZAS VIAL, Fernando, Los bienes, LexisNexis, posesorias los derechos reales sobre bie-
tercera edición, Santiago de Chile, 2004, Nº 441, nes raíces. No pueden ser objeto de estas
pp. 389 y 390. acciones los derechos sobre cosas que no

81
Tomo Cuarto - De los Bienes

pueden ganarse por prescripción, como Las sentencias obtenidas contra el usufructua-
las servidumbres discontinuas, el derecho rio, el usuario o el que tiene derecho de habitación,
real de herencia o derechos reales sobre obligan al propietario; menos si se tratare de la
cosa mueble. posesión del dominio de la finca o de derechos
El artículo 549 del C.P.C. enumera los anexos a él: en este caso no valdrá la sentencia
objetivos de los interdictos posesorios de contra el propietario que no haya intervenido
la siguiente forma: en el juicio”.
“Artículo 549 (701). Los interdictos o juicios Es importante recalcar que en virtud
posesorios sumarios pueden intentarse: del inciso precedentemente transcrito “no
1. Para conservar la posesión de bienes raíces valdrá la sentencia contra el propietario que no
o de derechos reales constituidos en ellos; haya intervenido en el juicio”.
2. Para recuperar esta misma posesión; Conforme a alguna jurisprudencia de la
3. Para obtener el restablecimiento en la Corte Suprema, se admite la procedencia de
posesión o mera tenencia de los mismos bienes, acciones posesorias respecto de los muebles
cuando dicha posesión o mera tenencia hayan que son inmuebles por destinación.
sido violentamente arrebatadas; También se conceden acciones posesorias
4. Para impedir una obra nueva; respecto de aguas de riego y de derechos de
5. Para impedir que una obra ruinosa o aprovechamiento de aguas. En definitiva sólo
peligrosa cause daño, y se confieren acciones posesorias respecto de
6. Para hacer efectivas las demás acciones cosas susceptibles de prescripción adquisi-
posesorias especiales que enumera el Título XIV, tiva (por ello se excluyen las servidumbres
Libro II del Código Civil. discontinuas). En este sentido se debe tener
En el primer caso, el interdicto se llama querella presente el artículo 715, que señala que “la
de amparo; en el segundo, querella de restitución; posesión de las cosas incorporales es susceptible
en el tercero, querella de restablecimiento; en el de las mismas calidades y vicios que la posesión
cuarto, denuncia de obra nueva; en el quinto, de una cosa corporal”.
denuncia de obra ruinosa; y en el último, inter-
B. Posesión tranquila e ininterrumpida du-
dicto especial”.
rante un año completo. El artículo 918 del C.C.
47. Requisitos para que procedan las establece esta exigencia por la cual “no podrá
acciones posesorias: instaurar una acción posesoria sino el que ha
A. La cosa sea susceptible de acción posesoria. estado en posesión tranquila y no interrumpida
Las acciones posesorias sólo proceden para un año completo”.
proteger la posesión de los derechos reales Este requisito contempla las siguientes
sobre bienes raíces. Las acciones posesorias no exigencias:
proceden respecto de los bienes muebles. 1º. El que entabla la acción debe ser
En este sentido, las sentencias obtenidas poseedor.
contra el usufructuario, el usuario o el que El mero tenedor no puede deducir la ac-
tiene derecho de habitación, obligan al pro- ción posesoria, salvo en el caso de la querella
pietario; salvo si se tratare de la posesión del de restablecimiento o despojo violento. A
dominio de la finca o de derechos anexos su vez, el usufructuario, usuario o poseedor
a él. De esta forma lo indica el artículo 922 de cualquier derecho real sobre inmueble
del C.C. en los siguientes términos: podrá impetrar estas acciones, ya que ellas
“Artículo 922. El usufructuario, el usuario, proceden respecto de cualquier derecho
y el que tiene derecho de habitación, son hábi- real sobre inmueble.
les para ejercer por sí las acciones y excepciones Además, los interdictos podrán ser en-
posesorias, dirigidas a conservar o recuperar el tablados por cualquiera de los comuneros
goce de sus respectivos derechos, aun contra el de la cosa inmueble que posea proindiviso.
propietario mismo. El propietario es obligado a Si el poseedor fallece durante el juicio pue-
auxiliarlos contra todo turbador o usurpador den continuar con la acción los herederos.
extraño, siendo requerido al efecto. Así, conforme al artículo 919 del C.C. “el

82
Capítulo III - La Posesión

heredero tiene y está sujeto a las mismas acciones Las que tienen por objeto recuperarla, expiran
posesorias que tendría y a que estaría sujeto su al cabo de un año completo contado desde que el
autor, si viviese”. poseedor anterior la ha perdido.
2º. Posesión tranquila e interrumpida. Si la nueva posesión ha sido violenta o clan-
No se exige posesión regular como su- destina, se contará este año desde el último acto
cede con la acción publiciana. La doctrina de violencia, o desde que haya cesado la clan-
señala que la posesión tranquila es la que se destinidad.
ejerce públicamente por quien se conduce Las reglas que sobre la continuación de la
como lo haría el propietario y que no es posesión se dan en los artículos 717, 718 y 719,
turbado o molestado por reclamaciones se aplican a las acciones posesorias”.
o actos de otras personas. Ni el poseedor 3º. La posesión haya durado un año
violento ni el clandestino pueden entablar completo.
un interdicto posesorio (artículo 920 del Esta exigencia la consagra el artículo 918
C.C.).101 De este modo, para parte de nues- del C.C. El fundamento de exigir un año
tra doctrina el poseedor vicioso no tiene es que se busca proteger una situación de
el amparo de ninguna acción posesoria y hecho que requiere una mínima constancia
si su posesión es arrebatada, incluso por en el tiempo para ser digna de protección.
la violencia, no goza de acción posesoria Pero dicha posesión debe ser no interrum-
alguna, ni siquiera de la acción de resta- pida civil o naturalmente, es decir, debe
blecimiento.102 Pero para los seguidores de ser continua. Sin embargo, la querella de
esta posición el poseedor clandestino goza restablecimiento no exige ni posesión ni
de las acciones posesorias en la medida que plazo alguno para ser entablada.
su posesión pase a ser tranquila y dure un La acción debe intentarse dentro del plazo
año completo.103 Así lo señala textualmente legal que, por regla general, es de un año.
el artículo 920 del C.C.: Dicho plazo se cuenta para las acciones que
“Artículo 920. Las acciones que tienen por buscan conservar la posesión, desde el acto
objeto conservar la posesión, prescriben al cabo de molestia o embargo. En cambio, para
de un año completo, contado desde el acto de la acción que busca recuperar la posesión
molestia o embarazo inferido a ella. dicho plazo se cuenta desde que el poseedor
pierde la posesión. Si la nueva posesión es
101
violenta o clandestina, el plazo para entablar
Al respecto se debe analizar si la posesión el interdicto se cuenta desde el último acto de
viciosa puede cesar y dar lugar a una posesión tran-
quila. La mayoría de la doctrina está de acuerdo violencia o desde el cese de la clandestinidad.
que ello es perfectamente posible respecto de la La excepción a esta regla es la querella de
posesión clandestina. Dicha posesión puede dejar restablecimiento, que tiene un plazo menor
de ejercerse en forma oculta y pasar a ser ostensible de seis meses (artículo 928.1º del C.C.).
respecto del que tiene derecho a oponerse a ella.
Sin embargo, ello no es del todo claro respecto de
A la posesión del querellante puede
la posesión violenta. Para los autores que sostienen agregarse la posesión de los antecesores
que ella es temporal, el poseedor violento deja de (artículo 920.4º del C.C.). A su vez, si el
serlo desde que la violencia cesa. En cambio, para poseedor fallece los herederos pueden
los autores que sostienen lo contrario, el poseedor impetrarla, ya que agregarán la posesión
violento jamás podrá ser considerado como un po-
seedor tranquilo aunque la violencia cese.
del causante.
102
Así se desprendería para RODRÍGUEZ de los 48. Contra quién procede la acción
artículos 918 y 920.3º del C.C. RODRÍGUEZ GREZ, Pa-
blo, De las posesiones inútiles en la legislación chilena,
posesoria. Las acciones posesorias pueden
Facultad de Derecho, Universidad de Chile, Santiago entablarse contra las siguientes personas:
de Chile, 1991, p. 58. A. Contra el autor de los actos de turbación o
103
La diferencia de tratamiento respecto de los molestia. Se entiende que el autor comprende
poseedores violentos consiste en que el vicio de la
clandestinidad puede sanearse, en cambio, la violencia al que ha dado las órdenes de ejecución de
no. Sin embargo, como se analizó, esta posición no los actos de turbación o despojo, o aquel que
es la mayoritaria. lo ratifique o apruebe aun tácitamente.

83
Tomo Cuarto - De los Bienes

En este sentido el artículo 712 del C.C. 3º. Si alguien prueba haber poseído ante-
señala lo siguiente: riormente y posee actualmente, se presume
“Artículo 712. Existe el vicio de violencia, sea haber poseído en el tiempo intermedio
que se haya empleado contra el verdadero dueño de (artículos 719.3º y 731 del C.C.). Así, las
la cosa, o contra el que la poseía sin serlo, o contra disposiciones precedentes señalan textual-
el que la tenía en lugar o a nombre de otro. mente lo siguiente:
Lo mismo es que la violencia se ejecute por “Artículo 719.3º Si alguien prueba haber
una persona o por sus agentes, y que se ejecute poseído anteriormente, y posee actualmente, se
con su consentimiento o que después de ejecutada presume la posesión en el tiempo intermedio.
se ratifique expresa o tácitamente”. Artículo 731. El que recupera legalmente la
B. Contra los herederos de los anteriormente posesión perdida, se entenderá haberla tenido
indicados (artículo 919 del C.C.). durante todo el tiempo intermedio”.
C. Contra el actual poseedor que adquirió B. La prueba de la posesión para los efectos
la posesión del usurpador a cualquier título (ar- de los interdictos posesorios. El demandante,
tículos 927 y 730 del C.C.). Así, el referido para los efectos de las acciones posesorias,
artículo 927 del C.C. señala textualmente debe probar las siguientes circunstancias:
lo siguiente: a) Que ha tenido una posesión tran-
“Artículo 927. La acción para la restitución quila y no interrumpida durante un año
puede dirigirse no sólo contra el usurpador, sino completo.
contra toda persona, cuya posesión se derive de b) Que se le ha turbado o arrebatado
la del usurpador por cualquier título. la posesión.
Pero no serán obligados a la indemnización Una de las materias fundamentales de
de perjuicios sino el usurpador mismo, o el tercero la teoría de la posesión inscrita es la forma
de mala fe; y habiendo varias personas obligadas, en que se prueba la posesión. Dicha prueba
todas lo serán insólidum”. será tratada a continuación, en las acciones
49. Prueba de la posesión. posesorias, pero tiene especial importancia
A. Presunciones en la prueba de la posesión respecto de la acción reivindicatoria y la
en general. Nuestra legislación ha estableci- función de la inscripción, como prueba
do una serie de presunciones con relación de la posesión de los derechos reales sobre
a la prueba de la posesión. Ellas son las cosa corporal inmueble.
siguientes: La prueba debe rendirse conforme a las
1º. Si se ha empezado a poseer a nombre siguientes disposiciones:
propio, se presume que se ha continuado “Artículo 924. La posesión de los derechos
poseyendo en dicha condición hasta el mo- inscritos se prueba por la inscripción y mientras
mento en que se alega. ésta subsista, y con tal que haya durado un año
El onus probandi corresponde a la par- completo, no es admisible ninguna prueba de
te contraria, quien debe acreditar que la posesión con que se pretenda impugnarla.
posesión pasó a ser mera tenencia. Así se Artículo 925. Se deberá probar la posesión del
desprende del artículo 719.1º del C.C., por suelo por hechos positivos, de aquellos a que sólo
el cual “si se ha empezado a poseer a nombre da derecho el dominio, como el corte de maderas,
propio, se presume que esta posesión ha continuado la construcción de edificios, la de cerramientos,
hasta el momento en que se alega”. las plantaciones o sementeras, y otros de igual
2º. Si se ha empezado a poseer a nom- significación, ejecutados sin el consentimiento
bre ajeno, se presume la continuación del del que disputa la posesión”.
mismo orden de cosas (artículo 719.2º del Estas normas son aparentemente con-
C.C.). En este sentido, la referida norma tradictorias porque el artículo 924 del C.C.
señala que “si se ha empezado a poseer a nombre exige para probar la posesión de derechos
ajeno, se presume igualmente la continuación inscritos la inscripción y no acepta actos ma-
del mismo orden de cosas”. teriales. En cambio, el artículo 925 del C.C.

84
Capítulo III - La Posesión

señala que se aceptan actos materiales para derecho en tal sentido.104 Pero la mayoría
probar la posesión. Al respecto, la doctrina de la doctrina entiende que el artículo 924
ha adoptado las siguientes posiciones: sólo establece que no se admiten pruebas
A. Teoría de la cuasiposesión. Para Ruperto contra la inscripción que se base en hechos
BAHAMONDE, las disposiciones precedentes materiales o positivos.105
son contradictorias, por lo que es necesario La teoría adoptada por CLARO S. y
interpretarlas coherentemente. Así, el ar- ALESSANDRI R. es la que más se acerca a
tículo 924 del C.C. se refiere a los derechos la teoría de la posesión inscrita sostenida
inscritos o cuasiposesión; en cambio, el ar- por BELLO. Así, en el Mensaje del Código
tículo 925 del C.C. se aplica a la posesión del Civil se ve claramente que se buscaba hacer
suelo o posesión de cosa corporal esté o no sinónimos inscripción, posesión y dominio.
inscrita. En este sentido, para dicho autor se Entonces, si bien era lógico distinguir entre
distingue entre la posesión de la cosa corpo- la conservación y pérdida de la posesión
ral (artículo 925 del C.C.) y la posesión del de inmuebles inscritos y no inscritos, al
derecho que se ejerce sobre la cosa corporal establecerse que dicha dualidad era tran-
(artículo 924 del C.C.). Esta posición ha sido sitoria, no es lógico mantenerla respecto
desechada por la doctrina y la jurisprudencia de la prueba de la posesión, sino también
por considerarla artificial. con dicho carácter. En resumen, esta teoría
transformaría la distinción entre posesión,
B. Teoría de la posesión inscrita. Para algunos inscripción y dominio de transitoria en per-
autores y algunas sentencias, el artículo 924 manente. Por otra parte, debe reconocerse
del C.C. se aplica a la posesión inscrita y que la posición de URRUTIA tiene el mérito
el artículo 925 a la posesión material. Pero de admitir las denominadas “inscripciones
tampoco esta posición ha sido aceptada, ya de papel”. En consecuencia, se ha señalado
que si ello fuera así dicha clasificación, al que para morigerar la teoría de TRUCCO el
ser tan importante, se habría establecido de artículo 924 del C.C. se debe aplicar a los
una forma más clara. A ella se aludiría en inmuebles inscritos y el artículo 925, por
otras normas e incluso el Mensaje debería regla general, sólo procede respecto de los
referirse a ella. Lo que no acontece. inmuebles no inscritos.
CLARO S. y ALESSANDRI R. adoptan una Pero aceptando que el artículo 925 del
variante de esta teoría. Así, el artículo 924 C.C. se aplique a la posesión de los inmue-
del C.C. se refiere a la prueba de la pose- bles inscritos en los siguientes casos:
sión de los bienes raíces o derechos reales a) Cuando los datos de la inscripción
que se encuentran sometidos al régimen no son claros.
de inscripción conservatoria. En cambio, b) Cuando, con motivo de un interdic-
el artículo 925 del C.C. se aplica a los in- to posesorio, ambas partes presentan un
muebles que están fuera de este régimen. título inscrito, pero las inscripciones no
De esta forma, para los aludidos autores el abarcan claramente el terreno materia del
artículo 924 del C.C. se refiere a los inmue- interdicto.
bles inscritos y cuya inscripción tiene más de
un año. En cambio, el artículo 925 del C.C.
se refiere a los inmuebles no inscritos o a 104
TRUCCO, Humberto, “Teoría de la posesión
los inscritos desde hace menos de un año. inscrita dentro del Código Civil chileno”, Revista de
Derecho y Jurisprudencia, tomo VII, sección Derecho,
Esta doctrina ha sido aceptada por los p. 134 y CLARO SOLAR, Luis, Explicaciones de Derecho
tribunales. En definitiva el artículo 924 esta- Civil chileno y comparado, volumen IV, De los bienes,
blece una presunción a favor del poseedor tomo noveno: De los bienes III, Editorial Jurídica de
cuyo título esté inscrito. Chile, Santiago de Chile, 1992, Nos 1856 y siguientes,
Según TRUCCO y CLARO S., en el caso pp. 520 y siguientes.
105
URRUTIA, Leopoldo, “Vulgarización sobre la
del artículo 924 del C.C. no podría invo- posesión ante el Código Civil chileno”, Revista de
carse posesión contra título inscrito, esta- Derecho y Jurisprudencia, tomo XXXI, 1934, pp. 5
bleciéndose una verdadera presunción de y siguientes.

85
Tomo Cuarto - De los Bienes

c) Para probar la interrupción natural solo apoderamiento material. Por ello, en


de la prescripción. caso de posesión sobre un derecho real
d) Para probar la posesión de las servi- sobre inmueble inscrito, el apoderamiento
dumbres, ya que esta posesión no se adquiere material del inmueble dará lugar a una
por inscripción. querella de amparo y jamás a una acción
e) Si se invoca una inscripción de menos posesoria de restitución.
de un año, conforme al artículo 924 del Esta querella procede respecto de los actos
C.C. de turbación, molestia o embarazo causado
f) Cuando dos personas se disputan una a la posesión de un derecho real sobre cosa
misma posesión fundada en dos títulos ins- inmueble. La doctrina entiende que estos
critos diferentes. actos son hechos voluntarios, causados de
g) Cuando el título no obedece a una buena o mala fe, que sin despojar a otro de
realidad posesoria o se genera una inscrip- su posesión entrañan o suponen disputar o
ción de papel. cuestionar el derecho que pretende tener
h) Cuando la posesión ha sido adqui- el poseedor.106
rida por un título que no es traslaticio de C. Contra quién se dirige la querella de am-
dominio, como la accesión o sucesión por paro. La demanda se dirige contra el que
causa de muerte. ha perturbado, aunque sea el propietario.
En estos casos la inscripción no es re- Y puede intentarse cuando se ha tratado de
quisito de posesión, y ésta debe probarse turbar o cuando de hecho ya se ha turbado.
conforme al artículo 925 del C.C. Esta acción da tres derechos al poseedor:
a) El derecho a exigir el fin de los actos
50. Interdictos posesorios ordinarios. A
de perturbación.
continuación se analizarán los interdictos
b) Que se le indemnice de perjuicios
posesorios del Título XIII, denominado “De
por la perturbación que se le causó.
las acciones posesorias”, del Libro III (artícu-
c) Que se le dé seguridades que aque-
los 916 al 929 del C.C.).
lla persona de quien se teme no altere su
51. La querella o interdicto de amparo. posesión. Ello se logra por medio de aper-
A. Concepto y regulación de la querella de cibimiento de multas.
amparo. Esta acción tiene por objeto con- 52. La querella o interdicto de resti-
servar la posesión de los bienes raíces o tución.
derechos reales constituidos en ellos. Lo que A. Concepto y regulación. Esta acción tiene
se busca por intermedio de esta querella es por objeto recuperar la posesión de bienes
proteger al poseedor contra toda turbación raíces o derechos reales sobre ellos, que han
o embarazo en su posesión (artículos 549 y sido injustamente arrebatados (artículos 549
551 del C.P.C. y 921 del C.C.). Esta quere- y 551 del C.P.C. y 926 del C.C.).
lla protege una realidad posesoria. Así se
desprende del artículo 921 del C.C., que B. Ámbito de aplicación de la querella de
señala que “el poseedor tiene derecho para pedir restitución. El objeto de esta querella es de-
jar sin efecto actos injustos en virtud de los
que no se le turbe o embarace su posesión o se
cuales el poseedor pierde su posesión. Por lo
le despoje de ella, que se le indemnice del daño
tanto, su finalidad es recuperar la posesión
que ha recibido, y que se le dé seguridad contra
y obtener indemnización de perjuicios.
el que fundadamente teme”.
Según el artículo 927.1º del C.C. sería
B. Ámbito de aplicación de la querella de una acción real, por eso se señala que las
amparo. Este interdicto procede sólo si no se acciones posesorias serían reales. En este
ha perdido la posesión. Por tanto, procede sentido, el artículo 927.1º del C.C. dispone
contra actos tanto de turbación o molestia
de la posesión, pero jamás de despojo. Esto 106
PEÑAILILLO ARÉVALO, Daniel, Los bienes, Edi-
es muy importante para los efectos de la torial Jurídica de Chile, tercera edición, Santiago de
posesión inscrita, que no se pierde por el Chile, 1997, Nº 281, p. 392.

86
Capítulo III - La Posesión

que “la acción para la restitución puede diri- despojado, sea de la posesión, sea de la mera
girse no sólo contra el usurpador, sino contra tenencia, y que por poseer a nombre de otro, o
toda persona, cuya posesión se derive de la del por no haber poseído bastante tiempo, o por otra
usurpador por cualquier título”. causa cualquiera, no pudiere instaurar acción
C. Requisitos de la querella de restitución: posesoria, tendrá sin embargo derecho para que
1º. Esta acción procede por los siguientes se restablezcan las cosas en el estado que antes se
actos de despojo: hallaban, sin que para esto necesite probar más
a) Se dirige contra actos materiales con- que el despojo violento, ni se le pueda objetar
sumados de despojo, es decir, contra actos clandestinidad o despojo anterior. Este derecho
naturales. prescribe en seis meses”.
b) Se dirige contra actos jurídicos que B. Naturaleza jurídica de la querella de res-
llevan a la pérdida de la posesión, como la tablecimiento. La doctrina está de acuerdo
obtención de inscripción de un inmueble en que esta acción no es un interdicto po-
no inscrito que estaba en posesión material sesorio por las siguientes razones:
de otro. a) La acción posesoria sólo correspon-
2º. Esta querella debe dirigirse contra de al poseedor, en cambio, la querella de
quien actualmente posee la cosa, aun cuando restablecimiento puede entablarla también
él no sea el autor del despojo de la posesión. el mero tenedor.
Sin embargo, la acción de indemnización b) Las acciones posesorias sólo corres-
debe dirigirse contra quien hizo el despojo. ponden al que ha estado en posesión tran-
A su vez, si son varios los autores del despojo, quila, pero la querella de restablecimiento
la responsabilidad es solidaria, conforme al puede ejercerla el poseedor violento o
artículo 927.2º del C.C. La referida norma, en clandestino.
este sentido, señala que “...no serán obligados c) Las acciones posesorias exigen que el
a la indemnización de perjuicios sino el usurpador poseedor esté a lo menos un año en pose-
mismo, o el tercero de mala fe; y habiendo varias sión. En cambio, el interdicto de restable-
personas obligadas, todas lo serán insólidum”. cimiento no exige tiempo alguno para ser
También se puede entablar la acción entablado, sólo requiere que la tenencia o
contra los herederos del autor del despojo. posesión sea violentamente arrebatada.
Como un mismo hecho puede producir la d) Las acciones posesorias prescriben
turbación de una parte del inmueble y el en un año. En cambio, la querella de resta-
despojo de otra, puede entablarse conjun- blecimiento prescribe en seis meses desde
tamente la querella de restitución y ampa- el despojo violento.
ro. También se puede interponer una en e) Las querellas de amparo y restitución
subsidio de la otra. producen cosa juzgada formal. En cambio,
53. La querella o interdicto de resta- la querella de restablecimiento solamente
blecimiento. produce el efecto de volver al estado ante-
A. Concepto y regulación. La querella de rior al despojo violento.
restablecimiento es aquella que tiene por fin En resumen, la querella de restableci-
recuperar la posesión o la mera tenencia de miento tiene por fundamento el castigar
un inmueble o derechos reales constituidos y evitar la autotutela, y no tiene como fin
sobre dichos bienes, cuando se ha perdido directo la protección de la posesión.
por despojo violento. Su objeto es destruir C. Ámbito de aplicación de la querella de
los efectos del despojo violento. restablecimiento. Son tantas las diferencias
La regulan los artículos 712, 928.1º y con los interdictos posesorios que se ha con-
1930 del C.C. A su vez, el artículo 929 del cluido que este interdicto no es una acción
C.C. sanciona los actos de violencia con posesoria. La diferencia fundamental con los
las acciones criminales que correspondan. interdictos tratados previamente consiste en
De este modo el artículo 928.1º del C.C. que las querellas de amparo y de restitución
señala que “todo el que violentamente ha sido protegen la posesión. En cambio, la querella

87
Tomo Cuarto - De los Bienes

de restablecimiento tiene por fundamento F. Algunos aspectos procesales de la querella de


una situación de hecho: la protección que restablecimiento. Este interdicto no sólo procede
debe prestar el ordenamiento jurídico ante contra el poseedor violento, sino también de
la violencia. De alguna forma la teoría de los los que derivan su tenencia o posesión del
bienes cede ante un bien jurídico superior, que ejecutó la violencia, aunque ellos no la
como lo es la paz social. A pesar del amplio hubieren ejercido (artículo 928.1º del C.C.).
ámbito de aplicación del artículo 928 del Esta disposición es una excepción al principio
C.C. no es posible aplicar este interdicto que la “mala fe no se transmite”. Además, este
respecto de las cosas muebles. Ello se debe interdicto sólo restituye las cosas al estado
a que el artículo 549, Nº 3 del C.P.C. limitó anterior y no produce la cosa juzgada que
expresamente esta acción a los inmuebles, generan las otras acciones posesorias.
a los “bienes raíces o derechos reales constituidos
sobre ellos”. 54. Interdictos posesorios especiales. La
mayoría de la doctrina señala que no son
D. Requisitos para entablar la querella de interdictos porque están tratados aparte.
restablecimiento.
Sin perjuicio que el Código de Procedi-
a) La debe entablar el poseedor o el
miento Civil los denomina como acciones
mero tenedor.
posesorias.
Esta querella tiene varias particularidades,
como que se otorga al poseedor y también A. Naturaleza jurídica de las acciones poseso-
al mero tenedor. Se exige que la posesión rias especiales. Los interdictos posesorios especiales
o mera tenencia haya sido arrebatada por no son acciones posesorias porque no se fundan
violencia. En el fondo se quiere evitar la en la posesión, sino en el ejercicio del dominio y
autotutela. establecen límites a su ejercicio (como la querella
b) La posesión o la mera tenencia debe de obra ruinosa).
ser violentamente arrebatada. Lo que se pretende con estas acciones
Para RODRÍGUEZ G. el poseedor vicioso es la conservación provisional del estado de
no puede entablar la acción de restableci- las cosas al tiempo de intentarlas. Por ello,
miento, por cuanto el artículo 928.1º se lo ellas sólo exigen dos condiciones:
impediría al señalar que “sin que para esto a) Posesión actual.
necesite probar más que el despojo violen- b) Perturbación que hace procedente la
to, ni se le pueda objetar clandestinidad o acción. Su ejercicio se funda en un interés
despojo anterior”. Esta última frase exigiría, público; en cambio, el interés protegido
para que prospere la querella de restable- en los interdictos posesorios ordinarios es
cimiento, que aquel que acciona no sea a particular.
su vez poseedor vicioso.107 No es del caso B. Requisitos de procedencia de las acciones
entrar en detalle a analizar esta afirmación, posesorias especiales:
pero esta interpretación va contra el tenor a) Sólo proceden respecto de bienes
literal de la norma y la naturaleza de la raíces o derechos reales constituidos en
querella de restablecimiento, por la cual ellos.
sólo se busca mantener la paz social. b) Exigen posesión actual (no se aplica
E. La prueba en la querella de restablecimiento. el artículo 928 del C.C., por lo que no se
El demandante debe probar los siguientes exige tiempo).
hechos: c) La acción no debe estar prescrita
a) La tenencia o posesión de la cosa. (artículos 937 y 950 del C.C.).
b) El que la posesión o mera tenencia d) Estas acciones no se deben oponer
fueron violentamente arrebatadas. al ejercicio de una servidumbre legalmente
constituida (artículo 947 del C.C.).
107
RODRÍGUEZ GREZ, Pablo, De las posesiones inútiles C. Pluralidad de querellados en las acciones
en la legislación chilena, Facultad de Derecho, Univer- posesorias especiales. La acción puede dirigirse
sidad de Chile, Santiago de Chile, 1991, p. 53. contra todos o cualquiera de los infractores,

88
Capítulo III - La Posesión

conforme al artículo 946.1º del C.C. Pero, D. Pluralidad de querellantes en las acciones
en cambio, la indemnización de perjuicios, posesorias especiales. En caso de que haya plurali-
que se solicita con motivo de las acciones dad de querellantes existen dos derechos:
posesorias, sólo puede entablarse contra a) Cada uno debe pedir la prohibición,
cada persona por la cuota que, respectiva- destrucción o enmienda de la obra.
mente, le corresponde. En este sentido, la b) Cada uno podrá demandar indemniza-
norma precedente señala que, “siempre que ción de perjuicios, pero sólo por el daño.
haya de prohibirse, destruirse o enmendarse una E. Prescripción de los interdictos especiales.
obra perteneciente a muchos, puede intentarse la La acción de indemnización prescribe en
denuncia o querella contra todos juntos o contra un año. Las acciones tendientes a precaver
cualquiera de ellos...” y agrega respecto de cualquier daño, como la denuncia de obra
los perjuicios: “...pero la indemnización a que ruinosa, prescriben mientras exista justo
por los daños recibidos hubiere lugar, se repartirá motivo para temer el daño. Así se desprende
entre todos por igual, sin perjuicio de que los del artículo 950.1º y 2º del C.C., que señala
gravados con esta indemnización la dividan textualmente lo siguiente:
entre sí a prorrata de la parte que tenga cada “Artículo 950.1º. Las acciones concedidas
uno en la obra”. en este título para la indemnización de un daño
De haber pluralidad de querellados pue- sufrido, prescriben para siempre al cabo de un
den darse los siguientes escenarios: año completo.
1º. Una destrucción o reparación de Artículo 950.2º. Las dirigidas a precaver un
una obra. daño no prescriben mientras haya justo motivo
Esta obligación es indivisible, ya que de temerlo”.
la obra se destruye o no, pero no admite Por ende, la querella de obra ruinosa es
cumplimiento parcial. Por ello se puede imprescriptible (artículo 950.2º del C.C.),
entablar contra todos o uno solo de los salvo en lo que corresponde a la indemni-
infractores. Ello conforme al artículo 946.2º zación de perjuicios.
del C.C., que señala “y si el daño sufrido o Por otra parte, conforme al artículo 937
temido perteneciere a muchos, cada uno tendrá del C.C., ninguna prescripción se admitirá
derecho para intentar la denuncia o querella contra las obras que corrompan el aire y lo
por sí solo, en cuanto se dirija a la prohibición, hagan conocidamente dañoso. Los artícu-
destrucción o enmienda de la obra; pero ninguno los 934 y 935 del C.C. limitan la querella
podrá pedir indemnización, sino por el daño que de obra ruinosa respecto de los vecinos.
él mismo haya sufrido, a menos que legitime su Finalmente, la prescripción de la querella
personería relativamente a los otros”. de denuncia de obra nueva está regulada
2º. La obligación de indemnizar per- en el artículo 950.3º y 4º del C.C., en los
juicios, sigue la regla general en materia siguientes términos:
de obligaciones, es decir, es simplemente “Artículo 950.3º. Si las dirigidas contra una
conjunta. obra nueva no se instauraren dentro del año, los
Cuando exista pluralidad de querellados,
denunciados o querellados serán amparados en
existen dos obligaciones:
el juicio posesorio, y el denunciante o querellante
a) Una de destrucción o reparación
podrá solamente perseguir su derecho por la vía
de la obra. Esta es indivisible porque o
ordinaria.
bien se separa o no, o se destruye o no y
Artículo 950.4º. Pero ni aun esta acción tendrá
la acción se puede contra un querellado o
lugar, cuando, según las reglas dadas para las
contra todos, dependiendo de quien esté
servidumbres, haya prescrito el derecho”.
en posesión.
Conforme al citado artículo 950.3º del
b) Indemnización de perjuicios. En cuan-
C.C., pasado el año sólo podrá pedirse la
to a ésta se aplican las reglas generales, es
destrucción por vía ordinaria.
decir, obligación conjunta; el querellante
sólo puede exigir a cada querellado cuotas 55. Regulación de los interdictos pose-
iguales. sorios especiales. Los aspectos procesales

89
Tomo Cuarto - De los Bienes

de estos interdictos están regulados en el La tramitación de este interdicto está


Código de Procedimiento Civil (artículos 549 sujeta a las reglas especiales de los artícu-
a 583 del C.P.C.), que se refieren a todos los 565 a 570 del C.P.C., que se refieren a la
los interdictos posesorios. En cambio, la demanda, suspensión de la obra y sentencia
parte substantiva se rige por el Título XIV, que alza o confirma la suspensión.
denominado “De algunas acciones posesorias B. Naturaleza jurídica de la querella de obra
especiales”, del Libro III del Código Civil nueva. Para algunos autores esta acción tie-
(artículos 930 al 951). ne por objeto proteger la posesión de una
56. Denuncia de obra nueva. turbación eventual. Sin embargo, para otros
no se trataría de un interdicto posesorio
A. Objetivo de la querella de obra nueva. Esta
porque es meramente cautelar.
acción busca evitar la turbación inminen-
te en la posesión actual del denunciante, C. Ámbito de aplicación de la querella de
impidiendo la construcción de trabajos y obra nueva. Esta querella, en principio, sólo
conclusión de la obra que produce la tur- procede respecto de obras iniciadas, pero
bación. Esta acción busca impedir el co- no concluidas. Esta querella también pro-
mienzo o continuación de una obra nueva cede respecto de los trabajos que aún no
mientras no se establezca judicialmente el se hayan iniciado.
derecho a ejecutarla. En este sentido, el Sin embargo, conforme al artículo 124.1º
artículo 930 del C.C. señala textualmente del C. de A., esta querella excepcionalmente
lo siguiente: no sólo procede respecto de una obra nue-
“Artículo 930. El poseedor tiene derecho para va, sino de las ya hechas, mientras no haya
pedir que se prohíba toda obra nueva que se transcurrido tiempo bastante para constituir
trate de construir sobre el suelo de que está en un derecho de servidumbre.108
posesión. D. Requisitos del interdicto de obra nueva.
Pero no tendrá el derecho de denunciar con este a) La obra sea denunciable.
fin las obras necesarias para precaver la ruina de De acuerdo a nuestra legislación no to-
un edificio, acueducto, canal, puente, acequia, das las obras son denunciables. Las obras
etc., con tal que en lo que puedan incomodarle denunciables, conforme al artículo 930 del
se reduzcan a lo estrictamente necesario, y que, C.C., son las siguientes:
terminadas, se restituyan las cosas al estado an- i) Las construidas en el predio sirviente
terior, a costa del dueño de las obras. que embaracen el goce de una servidumbre
Tampoco tendrá derecho para embarazar los constituida en él.
trabajos conducentes a mantener la debida limpieza ii) Las construcciones que se trata de sus-
en los caminos, acequias, cañerías, etc.”. tentar en el predio vecino con relación al cual
El objeto de este interdicto es doble, no se tiene un derecho de servidumbre.
impedir toda construcción que embarace iii) La obra voladiza que atraviesa el plano
la posesión del suelo y toda obra que trate vertical de la línea divisoria de dos predios,
de embarazar la posesión de una servidum- aunque no se apoyen sobre predio ajeno.
bre. Su objeto no es discutir si se puede En cambio, no son denunciables las obras
o no ejecutar una obra, sino obtener la momentáneas porque para denunciarse
paralización de un trabajo e impedir la deben ser definitivas y adheridas al suelo.
construcción de una obra que se estima Así lo señala el artículo 930 del C.C., en los
turbadora de la posesión. Una vez conce- siguientes términos:
dida provisionalmente la suspensión de la “Artículo 930. El poseedor tiene derecho para
obra, el juez puede resolver en definitiva pedir que se prohíba toda obra nueva que se trate de
ratificar la suspensión de ésta o mandar alzar construir sobre el suelo de que está en posesión.
la suspensión. Ambas resoluciones dejan a
salvo el derecho de las partes a discutir en 108
A su vez, agrega el inciso 2º que “sin embargo,
juicio ordinario si existe o no facultad de ninguna prescripción se admitirá a favor de las obras que
ejecutar la obra. corrompan el aire y lo hagan conocidamente dañoso”.

90
Capítulo III - La Posesión

Pero no tendrá el derecho de denunciar con este C. Fundamentos de la denuncia de obra


fin las obras necesarias para precaver la ruina de ruinosa.
un edificio, acueducto, canal, puente, acequia, Este interdicto busca impedir que un
etc., con tal que en lo que puedan incomodarle daño inminente se produzca. La ley se obli-
se reduzcan a lo estrictamente necesario, y que, ga a indemnizar los perjuicios de la ruina
terminadas, se restituyan las cosas al estado an- del edificio. Sin embargo, los vecinos no
terior, a costa del dueño de las obras. tienen derecho a demandar perjuicios por
Tampoco tendrá derecho para embarazar los responsabilidad extracontractual, si no han
trabajos conducentes a mantener la debida limpieza notificado la querella antes que acontezca
en los caminos, acequias, cañerías, etc.”. el daño. Así, se castiga a vecinos negligentes
b) El demandante debe estar en posesión en la interposición de la denuncia (artícu-
del predio o derecho real (servidumbre, los 2323.1º y 934 del C.C.). El fundamento
uso y habitación) que la obra perjudica. de esta sanción es la negligencia del vecino
c) La denuncia debe efectuarse dentro y el incentivar la interposición del interdicto
del año en que comenzó la construcción para precaver de esta forma daños futuros.
de la obra. En este sentido, el artículo 934 del C.C.
Esta querella está sujeta a una regla es- señala lo siguiente:
pecial de prescripción de un año desde “Artículo 934. Si notificada la querella, ca-
que se inició la obra. La indemnización de yere el edificio por efecto de su mala condición,
perjuicios también prescribe en un año, pero se indemnizará de todo perjuicio a los vecinos;
contados desde que se produjo el daño. pero si cayere por caso fortuito, como avenida,
Con posterioridad se puede entablar la ac- rayo o terremoto, no habrá lugar a indemniza-
ción reivindicatoria, salvo que la obra haya ción; a menos de probarse que el caso fortuito,
constituido una servidumbre legal. sin el mal estado del edificio, no lo hubiera
57. Denuncia de obra ruinosa. derribado.
No habrá lugar a indemnización, si no hubiere
A. Objeto del interdicto de obra ruinosa. El
interdicto de obra ruinosa tiene por objeto precedido notificación de la querella”.
la demolición, reparación o afianzamiento D. Requisitos del interdicto de obra rui-
de una obra, árbol o edificio que amenaza nosa.
ruina. a) Que una construcción amenace rui-
B. Ámbito de aplicación del interdicto de na o un árbol amenace caer por efecto de
obra ruinosa. Sus objetivos son pedir que se su mala construcción o por defectos pro-
ordene la reparación de edificios o cons- pios.
trucciones o su afianzamiento para evitar b) Que la ruina o destrucción del edificio
su caída y que causen daño. o la caída del árbol sean inminentes.
Además, mediante este interdicto se pue- c) Que la destrucción del edificio o la
de solicitar que se ordene la destrucción caída del árbol amenace daño a la propie-
de obras o construcciones o la extracción dad vecina.
de árboles que estén en mal estado, que no d) Que los daños temidos sean graves.
admitan reparación o afianzamiento y que Si los daños previstos no son graves, basta
amenacen causar daño al caer. que el demandado rinda caución de resarcir.
Este interdicto no es una verdadera ac- Si notificada la querella cayere el edificio
ción posesoria porque no protege posesión, por su mala condición se indemnizará de
sino a las personas y sus bienes. todo perjuicio a los vecinos. Si cae por caso
El interdicto de obra ruinosa puede fortuito no habrá lugar a la indemnización,
ejercerlo: salvo que se pruebe que el caso fortuito, sin
a) El dueño. el mal estado del edificio, no se hubiese
b) El poseedor. producido.
c) El mero tenedor de inmueble vecino E. Reserva de acciones y cosa juzgada. Si
al que amenaza ruina. se da lugar a la demanda, no existe reser-

91
Tomo Cuarto - De los Bienes

va de acciones para ejercer los mismos a) Debe existir compromiso de la seguridad


derechos vía ordinaria. A diferencia de de las personas que transitan por el lugar.
los interdictos posesorios, los interdictos b) Turbación o amenaza de bienes de
especiales producen cosa juzgada material. uso público.
En cambio, si no se da lugar al interdicto Esta acción está regulada en el artículo 948
se produce cosa juzgada formal, pero no del C.C., en los siguientes términos:
sustancial, por lo que puede discutirse lo “Artículo 948.2º. La municipalidad y cual-
mismo en juicio ordinario. Así se desprende quiera persona del pueblo tendrá, en favor de los
del artículo 576 del C.P.C. interpretado caminos, plazas u otros lugares de uso público, y
a contrario sensu, que señala lo siguiente: para la seguridad de los que transitan por ellos,
“cuando se dé lugar al interdicto, no se entenderá los derechos concedidos a los dueños de heredades
reservado el derecho de ejercer en vía ordinaria o edificios privados.
ninguna acción que tienda a dejar sin efecto Y siempre que a consecuencia de una acción
lo resuelto”. popular haya de demolerse o enmendarse una
construcción, o de resarcirse un daño sufrido, se
58. Acción popular de daño. Esta acción recompensará al actor, a costa del querellado, con
la tiene cualquier persona para la defensa una suma que no baje de la décima, ni exceda a la
del interés público, para precaver que se tercera parte de lo que cueste la demolición o enmien-
produzca daño a persona determinada. Para da, o el resarcimiento del daño; sin perjuicio de que
entablar la acción popular sólo se exigen si se castiga el delito o negligencia con una pena
dos condiciones: pecuniaria, se adjudique al actor la mitad”.

92
Capítulo I V

LOS MODOS DE ADQUIRIR EL DOMINIO

§ 1. Aspectos generales en torno a 2. Clasificación de los modos de adquirir


los modos de adquirir el dominio el dominio.
A. Modos de adquirir originarios y deriva-
1. Concepto de modos de adquirir el tivos.
dominio. Los modos de adquirir el dominio 1º. Modos de adquirir originarios. Estos
son hechos o actos a los que la ley atribuye modos de adquirir el dominio no suponen
el efecto de hacer nacer o traspasar el do- ni requieren la existencia de un dominio
minio o un derecho real cualquiera. anterior, sino que nacen directamente de
Los modos de adquirir están enumera- manos del titular. Tales son: ocupación,
dos en el artículo 588 del C.C., pero dicha accesión y prescripción adquisitiva.
enumeración es incompleta, puesto que 2º. Modos de adquirir derivativos. Estos
no incluye a la ley como modo de adqui- modos de adquirir el dominio suponen
rir, como ocurre con la expropiación y el la existencia de un dominio anterior, del
derecho legal de goce que tienen los pa- cual emana el derecho del titular que lo
dres que ejercen la patria potestad sobre adquiere, como la sucesión por causa de
los bienes de los hijos. El artículo 588 del muerte y tradición.
C.C. enumera como derechos reales a las 3º. Importancia de esta clasificación.
siguientes figuras: En los modos originarios no es necesario
“Artículo 588. Los modos de adquirir el analizar el título anterior. En cambio, en los
dominio son la ocupación, la accesión, la tra- modos derivativos se debe atender al derecho
dición, la sucesión por causa de muerte, y la del causante o tradente para determinar el
prescripción. derecho del sucesor o adquirente.
De la adquisición de dominio por estos dos B. Modos de adquirir a título universal y
últimos medios se tratará en el Libro De la sucesión singular.
por causa de muerte, y al fin de este Código”. 1º. Modos de adquirir a título univer-
El dominio y los demás derechos reales se sal.
adquieren en nuestro ordenamiento jurídico Se adquieren todos los bienes o una cuota
a través de un modo de adquirir. Como se del patrimonio de otra persona.
verá, los modos de adquirir requieren como 2º. Modos de adquirir a título sin-
antecedente un título. Tanto el modo de gular.
adquirir como el título consagran lo que se El modo de adquirir a título singular sólo
denomina la teoría de los bienes. Esta teoría sirve para adquirir bienes determinados.
fue tomada y desarrollada en la Edad Media Ellos son la ocupación y la accesión.
y Moderna del Derecho romano.109 La sucesión por causa de muerte puede
ser a título universal o singular. La tradición
109
DÍEZ-PICAZO destaca que “los rasgos de esta
construcción teórica se encuentran en los textos de modus, de origen escolástico, es muy tardía”. DÍEZ-
los siglos XI al XIII, con el Brachilogus, las Exceptionis PICAZO, Luis, Fundamentos del Derecho Civil patrimonial,
Petri y Lo Codi, donde se habla ya de un titulus traditio- volumen tercero, Editorial Civitas, cuarta edición,
nis praecedens. Los autores señalan que la expresión Madrid, España, 1995, p. 768.

93
Tomo Cuarto - De los Bienes

y la prescripción generalmente son a título § 2. La ocupación


singular.110
C. Modos de adquirir entre vivos y mortis 3. Concepto de ocupación. El artículo 606
causa. del C.C. define la ocupación señalando que
1º. Modos de adquirir entre vivos. “por la ocupación se adquiere el dominio de las
Estos modos de adquirir el dominio no cosas que no pertenecen a nadie, y cuya adqui-
requieren de la muerte del primitivo titular sición no es prohibida por las leyes chilenas, o
del derecho. por el Derecho Internacional”.
2º. Modos de adquirir mortis causa. La definición anterior se critica por
Requieren y operan por muerte del pri- incompleta, ya que la ocupación exige
mitivo titular. Es decir, sucesión por causa aprehensión material con ánimo de señor
de muerte. y dueño. Conforme a la referida crítica,
D. Modos de adquirir a título oneroso y gra- puede señalarse que la ocupación es un
tuito. modo de adquirir el dominio de las cosas
1º. Modos de adquirir onerosos. Su ad- que no pertenecen a nadie, y cuya adquisi-
quisición supone una pérdida o sacrificio ción no es prohibida por las leyes chilenas
en el patrimonio del adquirente. o por el Derecho Internacional, unida a la
2º. Modos de adquirir gratuitos. La adqui- aprehensión material con ánimo de señor
sición no supone pérdidas en el patrimonio y dueño.
del adquirente. 4. Requisitos de la ocupación:
Todos los modos de adquirir son gratuitos,
salvo la tradición que puede ser onerosa o A. Se debe tratar de una cosa sin dueño o
gratuita, como sucede si se invoca como que no pertenece a nadie. Esta es la gran dife-
título traslaticio de dominio una donación rencia entre la prescripción adquisitiva y
entre vivos. la ocupación. Ambas figuras tienen como
E. Conforme a su extensión es posible clasi- elemento constitutivo la posesión material
ficar los modos de adquirir desde el más extenso –corpus y animus–; pero la prescripción ad-
al menos extenso, de la siguiente forma: quisitiva opera respecto de las cosas ajenas;
1º. Por ocupación sólo se puede adquirir en cambio, la ocupación se aplica a las res
el dominio de cosas corporales muebles. nullius y res derelictae.
2º. Por accesión sólo se pueden adquirir Las res nullius son las cosas que jamás han
cosas corporales muebles e inmuebles. tenido dueño, como las cosas que arroja el
3º. Por prescripción adquisitiva es po- mar y que no presentan dominio ajeno; por
sible adquirir las cosas corporales y dere- ejemplo, las conchas (artículo 624.2º del
chos reales, exceptuadas las servidumbres C.C.), y los animales bravíos (artículo 608
discontinuas de toda clase y las continuas del C.C.). En cambio, las res derelictae son
inaparentes y por supuesto los derechos las que han tenido dueño, pero han sido
personales. abandonadas por éste. En el Código Civil
4º. Por sucesión por causa de muerte se se pueden encontrar algunos ejemplos de
pueden adquirir cosas corporales, incorpo- estos bienes, como las cosas que se abando-
rales y universalidades jurídicas. nan al primer ocupante, las monedas que
5º. Por tradición es posible adquirir las se arrojan a la multitud (artículo 624.3º del
cosas corporales e incorporales y una suce- C.C.), el tesoro (artículo 626 del C.C.) y los
sión hereditaria, a través de la denominada animales bravíos que recobran su libertad
cesión del derecho real de herencia. (artículo 619 del C.C.).
B. La adquisición de las cosas no esté prohi-
110
bida por las leyes chilenas o el Derecho Interna-
La sucesión por causa de muerte a título singu-
lar sólo puede llevar a adquirir un legado de especie cional. Conforme a las reglas generales no
o cuerpo cierto, ya que los legados de género se pueden adquirirse por ocupación las cosas
adquieren por tradición. inapropiables e incomerciables. Además de

94
Capítulo IV - Los Modos de Adquirir el Dominio

las cosas respecto de las que la ocupación dientes del hombre, como las fieras y los
está prohibida particularmente –como en peces.
las normas específicas del Código civil que 2º. Animales domesticados. Son los que
prohíben la ocupación– o generalmente siendo bravíos por su naturaleza se han
–como las propias del Derecho Internacional acostumbrado a la domesticidad y reconocen
Público. en cierto modo el imperio del hombre. Los
C. La cosa debe aprehenderse materialmente. animales bravíos y los domesticados que
Éste constituye el elemento material, real o han recobrado su libertad, volviendo a ser
de hecho de la ocupación. Por la ocupación bravíos, pueden ser adquiridos por la caza y
sólo pueden adquirirse las cosas corporales, es la pesca. Pero los animales bravíos que viven
decir, las que son percibidas por los sentidos. encerrados y escapan recobran su libertad
Por ello, la ocupación sólo puede producirse y cualquiera puede apropiárselos, salvo de
por la aprehensión real de la cosa. ir el dueño en su persecución (artículo 619
La aprehensión de la cosa sólo puede del C.C.).
ser de una de estas dos clases: 3º. Animales domésticos. Son aque-
a) Aprehensión real. Es la que se pro- llos que pertenecen a especies que viven
duce mediante la aprehensión efectiva y ordinariamente bajo la dependencia del
material de la cosa. hombre, como las gallinas y las abejas. Los
b) Aprehensión presunta. Es aquella animales domésticos y los domesticados
en que el titular del derecho ejecuta actos que conservan la costumbre de volver al
que ponen de manifiesto su intención de amparo o dependencia del hombre están
adquirir la cosa. La regla general en nuestro sujetos a dominio, es decir, no pueden ser
Derecho es que la aprehensión sea real y la objeto de ocupación (artículos 607, 608 y
aprehensión presunta requiere de norma 623 del C.C.).
particular expresa, como la de los artícu- Finalmente, existen reglas especiales en
los 617 y 621 del C.C.111 torno a las palomas (artículos 620 y 621
D. Debe existir la intención de adquirir el del C.C.).
dominio por parte del titular. 4º. Lugares en que se puede cazar y
Como consecuencia de este requisito pescar.
pueden adquirir todos los que tengan volun- Se puede cazar en los siguientes lu-
tad, aunque carezcan de capacidad. Por ello gares:
sólo no pueden adquirir por ocupación los a) Tierras propias.
infantes y los dementes (artículo 723.2º del b) Tierras ajenas con permiso del due-
C.C.). Estos sujetos son incapaces de adquirir ño.
la posesión de los bienes muebles.112 c) Tierras ajenas que no estuvieren cer-
5. Clasificación de la ocupación. La cadas, ni plantadas o cultivadas, sin permiso
ocupación se aplica sólo respecto de las del dueño a menos que exista prohibición
cosas corporales muebles y puede ser de expresa notificada de éste. La inobservancia
los siguientes tipos: de estas reglas da lugar a indemnización de
A. Formas de ocupación de cosas animadas: perjuicios y sanciones penales (artículos 609;
la caza y la pesca. A esta ocupación se refie- 610 del C.C.; 494.1º, Nº 21 y 496.1º, Nº 34
re el artículo 607 del C.C. Para los efectos del C.P.). A la pesca marítima se refieren
de la caza los animales se clasifican de la los artículos 611 a 615 del C.C.).
siguiente forma: A diferencia de otros modos de adquirir
1º. Animales bravíos o salvajes. Son los la caza y la pesca requieren los siguientes
que viven naturalmente libres e indepen- permisos especiales:
i) Carné de caza y pesca otorgado por
la Dirección de Caza y Pesca.
111
Este último caso es bastante discutible. ii) Prohibiciones en torno a lugares,
112
Vid. supra Nº 101, § 6, capítulo II, tomo I. armas y especies o veda.

95
Tomo Cuarto - De los Bienes

B. Formas de ocupación de cosas inanimadas. El tesoro es una clase de invención o


Estas formas de ocupación son tres: hallazgo (artículo 625.2º del C.C.) que está
1º. Invención o hallazgo. definido en el artículo 625.2º del C.C. en
1º.1. Concepto y regulación. los siguientes términos: “se llama tesoro la
A esta forma de ocupación se refiere el moneda o joyas, u otros efectos preciosos, que
artículo 624 del C.C. Conforme al inciso elaborados por el hombre han estado largo tiempo
primero de la norma precedente se puede sepultados o escondidos sin que haya memoria
definir a esta forma de ocupación como ni indicio de su dueño”.
“una especie de ocupación por la cual el que 2º.2. Requisitos del tesoro.
encuentra una cosa inanimada que no pertenece a) El tesoro debe componerse de objetos
a nadie, adquiere su dominio, apoderándose de preciosos o de valor.
ella”. De este modo se adquiere el dominio Para algunos autores basta con que se
de las piedras, conchas y otras sustancias trate de bienes que “tengan valor”, pero el
que arroja el mar y que no presentan se- Código es más exigente: debe tratarse de
ñales de dominio anterior. A esta forma bienes valiosos o preciosos. Así se explica
de ocupación se le denomina hallazgo o que para algunos autores como ALESSANDRI,
invención propiamente tal. En cambio, las los mosaicos o piedras gravadas no pueden
res derelictae –las cosas abandonadas por su ser considerados como tesoro.
dueño al primer ocupante– se asimilan a las b) Las cosas de que se conforme el te-
res nullius –caso anterior–. En este sentido, soro deben ser creadas por el hombre; esto
el artículo 624.2º y 3º señala lo siguiente: diferencia a esta forma de ocupación de la
“Artículo 624. De este modo se adquiere el do- invención o hallazgo.
minio de las piedras, conchas y otras substancias c) Debe ignorarse a quién perteneció
que arroja el mar y que no presentan señales de el tesoro, porque de lo contrario tendría
dominio anterior. dueño.
Se adquieren del mismo modo las cosas cuya d) El tesoro debe estar un largo tiempo
propiedad abandona su dueño, como las mone- alejado del dominio del hombre, escon-
das que se arrojan para que las haga suyas el dido.
primer ocupante”. 2º.3. División del tesoro.
1º.2. Requisitos de la invención o ha- El tesoro, a diferencia de otras formas
llazgo: de ocupación, no sólo pertenece al que se
a) Es un modo de adquirir las cosas in- apodera de él, sino también al dueño del
animadas. terreno en el que se encuentra, conforme
b) Se debe tratar de res nullius. a las siguientes reglas:
c) Este modo de adquirir sólo opera a) El tesoro descubierto en terreno pro-
mediante el apoderamiento material de pio pertenece al dueño del terreno.
la cosa. b) En torno al tesoro descubierto en te-
Para adquirir por ocupación las res dere- rreno ajeno se deben efectuar las siguientes
lictae deben concurrir además las siguientes distinciones:
condiciones: i) En caso de que el descubrimiento
d) Las cosas se abandonen o arrojen al sea fortuito o con autorización del dueño,
primer ocupante. el tesoro se divide en mitades entre el des-
e) Las cosas deben ser abandonadas o cubridor y el dueño del terreno.
arrojadas con la intención que la cosa salga ii) En cambio, si el descubrimiento se
del patrimonio del que abandona. En este hace intencionadamente sin o contra la
sentido, el artículo 624.4º del C.C. señala voluntad del dueño, el tesoro pertenecerá
que “no se presumen abandonadas por sus due- al dueño del terreno.
ños las cosas que los navegantes arrojan al mar El descubridor del tesoro adquiere el
para alijar la nave”. dominio por ocupación; el dueño del te-
2º. El tesoro. rreno, sin embargo, para algunos lo hace
2º.1. Regulación y concepto de tesoro. por accesión. Sin embargo, esta posición

96
Capítulo IV - Los Modos de Adquirir el Dominio

no parece ser la correcta desde que el te- El aviso designará el género y calidad de la
soro no es un producto del suelo, como especie, el día y lugar del hallazgo.
exige la accesión. Ello ha llevado a otros Si no apareciere el dueño, se dará este aviso
autores a entender que el título por el cual por tercera vez, mediando treinta días de un
el dueño del terreno adquiere el tesoro es aviso a otro”.
la propia ley.113 Las especies muebles al parecer perdidas
Estas reglas están establecidas en el ar- no son res derelictae por cuanto, a pesar de
tículo 626 del C.C., en los siguientes tér- ser abandonadas por su dueño, no existe
minos: la voluntad de éste de desprenderse del
“Artículo 626. El tesoro encontrado en terre- dominio. Sin embargo, en la medida que
no ajeno se dividirá por partes iguales entre el no conste esta intención la especie debe
dueño del terreno y la persona que haya hecho considerarse al parecer perdida.
el descubrimiento. A la ocupación de cosas muebles al pa-
Pero esta última no tendrá derecho a su por- recer perdidas se les aplican las reglas de la
ción, sino cuando el descubrimiento sea fortuito ocupación de las cosas inanimadas, como
o cuando se haya buscado el tesoro con permiso a los efectos preciosos que han estado se-
del dueño del terreno. pultados por corto tiempo.
En los demás casos, o cuando sean una mis- La contravención al artículo 629 del C.C.
ma persona el dueño del terreno y el descubridor, –conforme al artículo 631 del C.C.– produce
pertenecerá todo el tesoro al dueño del terreno”. la pérdida de la especie, una indemnización
Finalmente, respecto del tesoro existen de perjuicios a favor del dueño y una posible
unas reglas especiales en los artículos 627 acción de hurto.
y 628 del C.C. 4º.2. Especies náufragas.
3º. La captura bélica.
Esta forma de ocupación está regulada
La captura bélica es el botín que se cap-
en los artículos 635 a 638 del C.C. en los
tura del enemigo en guerra. La captura
siguientes términos:
bélica por parte del Estado a un país ene-
“Artículo 635. Si naufragare algún buque
migo en guerra. Ésta no procede respecto
de los bienes de los particulares, salvo en en las costas de la República, o si el mar arroja-
la captura marítima. En todo caso, ésta se re a ellas los fragmentos de un buque, o efectos
rige por los artículos 640 y 641 del C.C. y las pertenecientes, según las apariencias, al aparejo
convenciones y tratados internacionales. o carga de un buque, las personas que lo vean
4º. Reglas especiales sobre ocupación o sepan, denunciarán el hecho a la autoridad
de muebles al parecer perdidos y especies competente, asegurando entre tanto los efectos
náufragas. que sea posible salvar para restituirlos a quien
4º.1. Especies al parecer perdidas. de derecho corresponda.
A estos bienes se refiere el artículo 629 Los que se los apropiaren, quedarán sujetos a
del C.C. en los siguientes términos: la acción de perjuicios, y a la pena de hurto.
“Artículo 629. Si se encuentra alguna especie Artículo 636. Las especies náufragas que se
mueble al parecer perdida, deberá ponerse a dis- salvaren, serán restituidas por la autoridad a
posición de su dueño, y no presentándose nadie los interesados, mediante el pago de las expensas
que pruebe ser suya, se entregará a la autoridad y la gratificación de salvamento.
competente, la cual deberá dar aviso del hallazgo Artículo 637. Si no aparecieren interesados,
en un diario de la comuna o de la capital de se procederá a la publicación de tres avisos por
la provincia o de la capital de la región, si en diarios, mediando quince días de un aviso a
aquélla no lo hubiere. otro; y en lo demás se procederá como en el caso
de los artículos 629 y siguientes.
113
Artículo 638. La autoridad competente fija-
ROZAS estima que el propietario del terreno
adquiere el dominio en virtud de la ley. ROZAS VIAL, rá, según las circunstancias, la gratificación de
Fernando, Los bienes, tercera edición, LexisNexis, salvamento, que nunca pasará de la mitad del
Santiago de Chile, 2004, Nº 144, p. 133. valor de las especies.

97
Tomo Cuarto - De los Bienes

Pero si el salvamento de las especies se hiciere es una consecuencia de la facultad de goce.


bajo las órdenes y dirección de la autoridad pú- En el Derecho comparado ésta es la ten-
blica, se restituirán a los interesados, mediante dencia predominante. Así, se reconoce a la
el abono de las expensas, sin gratificación de accesión propiamente tal como un modo de
salvamento”. adquirir el dominio, y a la de frutos como
una consecuencia del dominio.
b) Es un modo de adquirir originario.
§ 3. La accesión La accesión no deriva o se desprende
de un dominio anterior.
6. Concepto de accesión. La accesión, c) Es un modo de adquirir por regla
conforme al artículo 643 del C.C., “es un general gratuito.
modo de adquirir por el cual el dueño de una Sin perjuicio de ello, excepcionalmente,
cosa pasa a serlo de lo que ella produce, o de lo la accesión exige un sacrificio pecuniario
que se junta a ella”. del adquirente, como en algunos casos de
La accesión tiene un ámbito de aplica- accesión de mueble a inmueble.
ción más amplio que la ocupación, ya que d) Es un modo de adquirir entre vivos,
es un modo de adquirir cosas corporales ya que no depende del fallecimiento.
muebles e inmuebles. e) Es un modo de adquirir a título sin-
Este modo de adquirir está regulado en gular.
el Título V del Libro II, denominado “De la f) Es un hecho jurídico propiamente
accesión” (artículos 643 a 669 del C.C.). tal.
7. Características de la accesión. La accesión es obra de la naturaleza, pero
a) Es un modo de adquirir el dominio. excepcionalmente es obra del hombre, como
La accesión más que un modo de adquirir sucede en la accesión de frutos o algunos
parece ser una consecuencia del dominio.114 casos de accesión de mueble a inmueble.
La accesión no reúne todos los requisitos de 8. Clases de accesión. La accesión puede
los modos de adquirir, ya que éstos son actos ser de frutos o discreta y accesión propiamen-
jurídicos y la accesión no lo es. La voluntad te tal o continua, pero además la accesión
o el consentimiento se pueden apreciar en se puede clasificar en cuanto a su causa
los otros modos de adquirir. Así, la ocupa-
eficiente de la siguiente forma:
ción requiere de la intención de adquirir
el dominio; la tradición del consentimiento A. Accesión natural. Es la que se produce
del tradente y adquirente; la prescripción por obra de la naturaleza, como la accesión
necesita ser alegada por el prescribiente y de frutos, aluvión, avulsión, mutación del
la sucesión por causa de muerte de la vo- cauce de un río, etc.
luntad real (testamentaria) o presunta (en B. Accesión industrial. Es la que se pro-
la sucesión intestada) del causante. Pero la duce como consecuencia del trabajo del
accesión no requiere de voluntad alguna hombre, como la adjunción, especificación
para adquirir el dominio. y mezcla.
En Chile, para ROZAS V. es necesario C. Accesión mixta. Es la que es obra de la
distinguir entre la accesión de frutos o naturaleza y de la industria humana, como
discontinua, que es una consecuencia del la plantación o la siembra.
dominio, y la accesión propiamente tal, que Sin perjuicio de ello, la clasificación más
sería un modo de adquirir el dominio. La importante de la accesión es de frutos y
accesión de frutos, para el referido autor, propiamente tal. Dicha clasificación se ana-
lizará a continuación.
114
Para parte de la doctrina francesa es una con- 9. Accesión de frutos o discreta.
secuencia del dominio; sin embargo, para el Dere-
cho romano la accesión era un modo de adquirir 10. Concepto de accesión de frutos. La
el dominio. accesión de frutos, conforme al artículo 643

98
Capítulo IV - Los Modos de Adquirir el Dominio

del C.C., “es un modo de adquirir en virtud del comprende minas y canteras en actual laboreo,
cual el dueño de una cosa pasa a ser dueño de podrá el usufructuario aprovecharse de ellas, y
lo que ella produce”. no será responsable de la disminución de produc-
tos que a consecuencia sobrevenga, con tal que
11. Objeto sobre el que recae la accesión
haya observado las disposiciones de la ordenanza
de frutos. Esta accesión –como lo señala el
respectiva”.
artículo 643 del C.C.– recae sobre los pro-
c) Respecto de la anticresis.
ductos, que a su vez pueden ser productos La anticresis consiste en un contrato por
propiamente tales o frutos. Para la doctrina, el que se entrega al acreedor una cosa raíz
producto es todo lo que la cosa produce y para que se pague con sus frutos; es decir,
ellos pueden ser productos propiamente se aplica respecto de los frutos y no de los
tales o frutos y éstos pueden ser frutos ci- productos.115
viles o naturales.
14. Frutos naturales. Los frutos naturales
12. Producto propiamente tal. El produc- son los que da la naturaleza ayudada o no de
to propiamente tal es todo lo que sale de la la industria humana. Para poder determinar
cosa, pero con desmedro de su sustancia y como se adquieren los frutos naturales debe
sin periodicidad, como las piedras de una atenderse al estado en que se encuentren.
cantera o los minerales de una mina. Así, los frutos naturales se adquieren por
13. Frutos. Los frutos pueden definirse tercero sólo desde su percepción. Los esta-
como todo aquello que proviene en forma dos en que pueden encontrarse los frutos
normal y periódica, sin desmedro o dismi- naturales son los siguientes:
nución de su propia sustancia o naturaleza, a) Estado pendiente. Los frutos pendien-
como los frutos de los árboles. tes son los que adhieren a la cosa que los
La distinción de los productos, como produce, como los frutos a los árboles.
producto propiamente tal y frutos, tiene b) Estado de percibidos. Los frutos per-
importancia en las siguientes materias: cibidos son los que han sido separados de la
a) Respecto de la remuneración de los cosa productiva, como las frutas cosechadas
guardadores, tutores y curadores. o la madera cortada del bosque.
Conforme al artículo 526 del C.C., el tutor c) Estado de consumidos. Los frutos
o curador tendrá, en general, en recom- consumidos son los que se han consumido
pensa de su trabajo la décima parte de los por su destrucción, utilización o enajenación
frutos de aquellos bienes de su pupilo que (artículo 645 del C.C.). Los frutos pertene-
administra. En general, no se contarán entre cen al dueño, salvo que la ley los distribuya
los frutos de que debe deducirse la décima, de forma diferente, como sucede en las
las materias que separadas no renacen, ni prestaciones mutuas respecto del poseedor
aquellas cuya separación deteriora el fundo o de buena fe (artículo 907 del C.C.) o los
disminuye su valor (artículo 537.1º del C.C.). frutos del peculio adventicio ordinario del
Sin perjuicio de ello, la décima se extenderá, hijo que pertenecen al titular de la patria
sin embargo, al producto de las canteras y potestad (artículo 252.1º del C.C.).116 Pero
minas (artículo 537.3º del C.C.). además la distribución puede modificarse
b) Respecto del usufructo, conforme a por un hecho del hombre, como sucede en
los artículos 781 a 784 del C.C., se distin- el usufructo, anticresis o arrendamiento.
gue entre frutos y productos propiamente
tales. 115
Vid. supra Nos 41 y 43, § 5, capítulo V, to-
Así, el usufructuario tiene derecho a los mo II.
frutos, conforme al artículo 781 del C.C., y 116
Después de las reformas introducidas al Código
respecto de los productos propiamente tales Civil por las Leyes Nos 18.802, 19.335 y 19.585 no se
mantuvo la distinción entre el peculio industrial o
existe una regla especial en el artículo 784 profesional y los peculios adventicios. Sin embargo, la
del C.C. En este sentido, la referida norma doctrina sigue aplicando dicha distinción en atención
señala textualmente que “si la cosa fructuaria a que ella en la práctica subsiste.

99
Tomo Cuarto - De los Bienes

15. Frutos civiles. Los frutos civiles son inmueble, que pasaría a ser propiedad del
las retribuciones que el dueño de una cosa Fisco (artículo 649 del C.C.).
obtiene de terceros, como consecuencia de b) El retiro de las aguas debe ser defi-
los contratos celebrados con ellos y relati- nitivo (artículo 650.2º del C.C.). A su vez,
vos al goce de la misma. Ellos son, confor- el retiro de las aguas puede ser natural o
me al artículo 647.1º del C.C., los precios, artificial.
pensiones o cánones de arrendamiento o El hecho de que el aluvión se adquiere
censo, y los intereses de capitales exigibles, por el solo ministerio de la ley ha hecho
o impuestos a fondo perdido. dudar a la doctrina de que en realidad sea
Los frutos civiles, a diferencia de los un verdadero modo de adquirir.
naturales, sólo pueden estar pendientes 1º.3. Regla para determinar a quién co-
mientras se deben, y percibidos, desde que rresponde el dominio en el aluvión.
se pagan (artículo 647.2º del C.C.). Además, Para determinar a quién pertenece el
los frutos civiles sólo pueden ser percibidos nuevo predio, que se forma por el retiro
desde que se devengan, día a día. imperceptible de las aguas, se debe re-
Los frutos –civiles o naturales– son una currir a los artículos 650.1º del C.C. y 30
consecuencia del atributo del goce y por del C. de A. En este sentido, conforme a
regla general serán del dueño. Pero, como la primera de estas normas, “el terreno de
se señaló, por la ley o la voluntad del titular aluvión accede a las heredades riberanas dentro
pueden pertenecer a un tercero. de sus respectivas líneas de demarcación, pro-
longadas directamente hasta el agua; pero en
16. La accesión propiamente tal o con- puertos habilitados pertenecerá al Estado”. A su
tinua. A ella, como a la accesión de frutos, vez, el artículo 30 del C. de A. preceptúa
también se refiere el artículo 643 del C.C. lo siguiente:
al señalar que la accesión “es un modo de “Artículo 30. Álveo o cauce natural de una
adquirir en virtud del cual el dueño de una cosa corriente de uso público es el suelo que el agua
se hace dueño de lo que se junta a ella”. ocupa y desocupa alternativamente en sus creces
Esta forma de accesión admite las si- y bajas periódicas.
guientes clasificaciones: Este suelo es de dominio público y no accede
17. Accesión de inmueble a inmueble. mientras tanto a las heredades contiguas, pero
los propietarios riberanos podrán aprovechar y
A. Algunos aspectos generales de la accesión
cultivar ese suelo en las épocas en que no estuviere
de inmueble a inmueble. Las hipótesis que se ocupado por las aguas.
analizarán a continuación dicen relación Sin perjuicio de lo dispuesto en los incisos
con los fenómenos naturales que son un precedentes, las porciones de terrenos de un predio
efecto directo de las aguas, como aluvión, que, por avenida, inundación o cualquier cau-
avulsión, mutación de álveo y formación sa quedaren separadas del mismo, pertenecerán
de nueva isla. siempre al dueño de éste y no formarán parte del
B. Esta clase de accesión puede ser de los cauce del río”.
siguientes tipos: 2º. La avulsión.
1º. El aluvión. 2º.1. Concepto de avulsión.
1º.1. Concepto de aluvión. La avulsión es aquella accesión que se
El aluvión se encuentra definido en el produce respecto de un terreno en que,
artículo 649 del C.C. en los siguientes tér- por una avenida o por otra fuerza natural
minos “se llama aluvión el aumento que recibe violenta, es transportado de un sitio a otro,
la ribera de la mar o de un río o lago por el lento conforme al artículo 652 del C.C., primera
e imperceptible retiro de las aguas”. parte. La referida norma señala que “sobre
1º.2. Requisitos del aluvión. la parte del suelo que por una avenida o por otra
a) El retiro de las aguas debe ser lento fuerza natural violenta es transportada de un
e imperceptible. Si el retiro de las aguas es sitio a otro, conserva el dueño su dominio, para
brusco, simplemente se creará un nuevo el solo efecto de llevársela; pero si no la reclama

100
Capítulo IV - Los Modos de Adquirir el Dominio

dentro del subsiguiente año, la hará suya el dueño de un lado con los del otro, una línea longitudinal
del sitio a que fue transportada”. dividirá el nuevo terreno en dos partes iguales; y
El terreno trasladado pertenece a su cada una de éstas accederá a las heredades con-
dueño originario, pero para el solo efecto tiguas, como en el caso del mismo artículo”.
de llevarse el material desplazado. El dueño 3º.2. División del río en dos brazos que
tiene dos años para reclamar su terreno; no vuelven después a juntarse.
transcurrido dicho lapso se hace dueño del En dicho caso se aplica el artículo 655
terreno el dueño del predio al cual éste del C.C., conforme al cual las partes del an-
accede. terior cauce que el agua dejare descubiertas
2º.2. Condiciones para que opere la accederán a las heredades contiguas, como
avulsión. en el caso del artículo precedente.
a) La avulsión exige que sea posible 3º.3. Heredad inundada.
determinar o identificar el terreno que se Si una heredad ha sido inundada, el
desplaza. terreno restituido por las aguas dentro de
b) El propietario del predio que se des- los cinco años subsiguientes volverá a sus
plaza puede obtener su restitución, pero antiguos dueños (artículo 653 del C.C.). La
sólo durante dos años y para el solo objeto inundación afecta los eventuales derechos
de su traslado. del poseedor, ya que por el hecho de la
A su vez, el Código Civil, en los artícu- inundación se interrumpe naturalmente
los 653 y 651 establece una regla especial la prescripción (artículo 2502.1º, Nº 1 del
respecto del predio que se inunda.117 C.C.). A su vez, si después de los cinco años
3º. Mutación del cauce o álveo de un las aguas son desocupadas o restituyen el
río o división de éste en dos brazos que no terreno, éste se pierde para su dueño y ac-
vuelven a juntarse. cede a los propietarios riberanos según las
Esta forma de accesión puede dar lugar, reglas dadas para el aluvión.
a su vez, a dos formas de accesión: 4º. Formación de nueva isla.
3º.1. Cambio de cauce de un río. 4º.1. Regulación de la formación de
El cauce de un río puede cambiar a una de nueva isla.
las riberas –dejando la otra definitivamente A esta materia se refiere el artículo 656
seca– o cambiar enteramente de cauce. En del C.C.
cualquiera de estas dos circunstancias, los 4º.2. Requisitos para que opere la for-
propietarios riberanos tienen el derecho mación de nueva isla.
a hacer las obras necesarias para volver al Para que opere la accesión tratándose
río a su antiguo cauce con permiso de la de nuevas islas, es necesario que concurran
respectiva municipalidad (artículo 654.1º, tres requisitos:
primera parte del C.C.). a) Que se formen en ríos o lagos, por-
Sin perjuicio de ello, puede ser que a que las que se forman en el mar territorial
pesar de las obras acontezcan las siguientes pertenecen al Estado.
circunstancias: b) Que se formen en ríos o lagos no
a) El río se cargue a una de las riberas, navegables por buques de más de cien to-
dejando la otra en seco, la parte descubierta neladas, porque en caso contrario también
accede a los propietarios riberanos, como pertenecen al Estado.
en el caso del aluvión (artículo 654.1º del c) Que la isla se forme con carácter de-
C.C.). finitivo, porque en caso contrario continúa
b) El río cambie totalmente de curso sin formando parte del cauce (artículo 656.1º
que sea posible volverlo a su cauce normal. del C.C.).
En dicho caso se aplica el artículo 654.2º del 4º.3. Determinación de a quién perte-
C.C., que señala que “concurriendo los riberanos nece la nueva isla.
El Código Civil distingue las siguientes
situaciones en torno a esta forma de ac-
117
Vid. infra Nº 41, § 5, capítulo IV, tomo IV. cesión:

101
Tomo Cuarto - De los Bienes

a) La nueva isla se forma por abrirse todos excluidos, la nueva isla pertenecerá
un río en dos brazos que vuelven después a al Estado (artículo 590 del C.C.).
juntarse. En este caso, el terreno descubierto En resumen, la formación de la nue-
por el río accederá a las heredades contiguas va isla puede producirse de las siguientes
como en el caso del artículo 654 del C.C., formas:
o sea, del río que cambia de cauce. a) Por un río que se divide en dos brazos,
b) La nueva isla se forma en el lecho en cuyo caso una línea longitudinal divide el
de un río. En este caso, de acuerdo al ar- terreno en dos partes iguales. Si los brazos
tículo 656.1º, Regla 3ª del C.C., se deben del río vuelven después a juntarse no se
distinguir dos situaciones: altera el anterior dominio de los terrenos
i) Si toda la isla está más cercana a una de que comprenden la nueva isla, pues si se
las riberas accederá a las heredades de dicha forma una isla (en seco) en una parte del
ribera, correspondiendo a cada heredad la lecho del río, este terreno accederá a las
parte comprendida entre sus respectivas heredades contiguas. A su vez, si los brazos
líneas de demarcación, prolongada direc- no vuelven a juntarse, las partes del ante-
tamente hasta la isla y sobre la superficie rior cauce que el agua deja descubiertas
de ella. accederán a las heredades contiguas.
ii) Si toda la isla no estuviera más cer- b) En el lecho de un río, el terreno ac-
cana a una de las riberas que a la otra, ac- cede a la propiedad que está más cerca de
cederá a las heredades de ambas riberas, la ribera, y si están igual de cerca, accede
correspondiendo a cada heredad la parte a ambas.
comprendida entre sus respectivas líneas c) Respecto de un lago se aplica lo seña-
de demarcación prolongadas directamente lado en a), si la distancia de la heredad a la
hasta la isla y sobre la superficie de ella. Las isla no es mayor que la mitad del diámetro
partes de la isla que por la prolongación (del radio) de la isla.
de estas líneas corresponden a dos o más
18. Accesión de mueble a inmueble.
heredades, se dividirán entre éstas por partes
iguales. A. Generalidades respecto de la accesión
Para la distribución de una nueva isla, de mueble a inmueble. A esta accesión se le
se prescindirá enteramente de la isla o islas denomina como accesión mixta, en cuan-
que hayan preexistido a ella; y la nueva isla to siempre es el resultado de un acto del
accederá a las heredades riberanas como si hombre. Esta accesión tiene lugar en los
ella sola existiese (artículo 656.1º, Regla 4ª casos de edificación, plantación o siembra
del C.C.). Los dueños de una isla formada ejecutados en un inmueble, cuando los ma-
por el río adquieren el dominio de todo lo teriales, plantas o semillas pertenecen a
que por aluvión acceda a ella, cualquiera persona distinta que el dueño del suelo.
que sea la ribera de que diste menos el A esta clase de accesión se refiere el ar-
nuevo terreno abandonado por las aguas tículo 652 del C.C., señalando que “sobre la
(artículo 656.1º, Regla 5ª del C.C.). parte del suelo que por una avenida o por otra
iii) La nueva isla se forma en un lago. fuerza natural violenta es transportada de un
Este supuesto está regulado en el artícu- sitio a otro, conserva el dueño su dominio, para
lo 656.1º, Regla 6ª del C.C. Si la nueva isla se el solo efecto de llevársela; pero si no la reclama
forma en un lago se aplican las reglas para dentro del subsiguiente año, la hará suya el dueño
la división de una isla, pero si no está más del sitio a que fue transportada”.
cercana de una de las riberas que de la otra, Las razones que ha tenido el legislador
no tendrán parte en la división del terreno para establecer esta especie de accesión
formado por las aguas las heredades cuya son evitar la destrucción y la consecuente
menor distancia de la isla exceda a la mitad pérdida de recursos que ella arrojaría de
del diámetro de ésta, medido en la dirección lo edificado o sembrado.
de esa misma distancia. La ley excluye arbi- B. Requisitos de la accesión de mueble a
trariamente a algunos riberanos; y si resultan inmueble. Para que opere esta clase de ac-

102
Capítulo IV - Los Modos de Adquirir el Dominio

cesión deben cumplirse las siguientes dos pero tiene ciertas obligaciones que varían
condiciones: según los casos:
1º. Carencia de vínculo contractual. i) Si edificó, plantó o sembró de buena
Entre las partes no debe existir vínculo fe y con justa causa de error para creer que
contractual alguno; por consiguiente, no los materiales, plantas o semillas eran suyas,
tienen aplicación estas reglas en los casos de estará obligado a pagar al dueño de los
arrendamiento, usufructo, etc. En estos casos materiales su justo precio u otro tanto de
la ley contempla reglas sobre mejoras. Ello la misma naturaleza, calidad y aptitud.
se debe a que, habiendo vínculo contractual ii) Si edificó plantó o sembró de buena
entre las partes o simple tolerancia de una fe, pero sin tener justa causa de error para
de ellas, ya no hay accesión, sino tradición. creer que los materiales, plantas o semillas
Es por ello que los artículos 668 y 669 del eran suyas, sino obrando precipitadamente,
C.C. suponen ignorancia completa de una también se hace dueño de los materiales.
de las partes, respecto de lo que la otra ha Sin embargo, el dueño del terreno está
edificado, sembrado o plantado. obligado –además de pagar al dueño de
2º. Lo edificado o sembrado debe estar los materiales, plantas o semillas su justo
arraigado en el suelo. valor, u otro tanto de la misma naturaleza,
Es necesario en los casos de edificación calidad o aptitud– a pagar los perjuicios que
y plantación, que los materiales se incorpo- hubiere causado (artículo 668.2º, primera
ren a la construcción, formando parte del parte del C.C.).
suelo y que las plantas o vegetales arraiguen b) En caso que se edifique, siembre o
en él. Todo esto porque la accesión es un plante a sabiendas que los materiales, plan-
modo de adquirir el dominio mediante la tas o semillas son ajenos, es decir, de mala
unión de una cosa a otra, y esta unión sólo fe. En este caso, el dueño del terreno está
se realiza cuando las cosas muebles llegan obligado no sólo al pago del justo valor de
a ser inmuebles por adherencia. Una vez los materiales y de los perjuicios, sino que,
producida la incorporación o arraigo, para además, queda sujeto a la acción penal co-
determinar quién es el dueño del edificio, rrespondiente (artículo 668.2º, parte final
siembra o plantación, se aplica el adagio que del C.C.).
lo accesorio sigue la suerte de lo principal. Finalmente, si el dueño de los materia-
les, plantas o semillas sabía el uso que de
Con dicho objeto, se considera como cosa
ellos hacía el dueño del suelo, el dueño del
principal el inmueble, en cuanto puede
inmueble, se hace dueño de los materiales,
subsistir por sí solo; y como accesorio al
pero estará obligado a pagar al dueño de
mueble (aunque en la práctica valgan más
éstos su justo precio, u otro tanto de la misma
las cosas muebles).
naturaleza, calidad o aptitud. En realidad
C. Regla para determinar el dominio en la habría una verdadera compraventa.
accesión de mueble a inmueble. Para determinar 2º. En caso que se edifique, plante o
los derechos del dueño del suelo y los de- siembre con materiales propios en terre-
rechos del dueño de los materiales, plantas no ajeno, debe efectuarse la siguiente
o semillas, el Código Civil distingue tres distinción:
situaciones diferentes: a) El dueño del suelo ignoraba el hecho
1º. En caso que se edifique, plante o de la edificación, plantación o siembra. En
siembre en terreno propio, con materiales, este supuesto, conforme al artículo 669.1º
plantas o semillas ajenas debe efectuarse la del C.C., el dueño del terreno tiene los
siguiente subdistinción: siguientes derechos optativos:
a) En caso que el dueño de los mate- i) Derecho de hacer suyo el edificio,
riales, plantas o semillas haya ignorado el plantación o sementera, mediante las indem-
uso que de ellos se hacía. nizaciones prescritas a favor de los poseedo-
En este caso, el dueño del terreno se hace res de buena o mala fe en las prestaciones
dueño de los materiales, plantas o semillas; mutuas.

103
Tomo Cuarto - De los Bienes

ii) Derecho a obligar al que edificó o mezcla. Como se verá, sólo la primera cons-
plantó a pagarle el justo precio del terreno tituye, propiamente, un caso de accesión,
con los intereses legales por todo el tiempo en cuanto supone la unión de dos cosas
que lo haya tenido en su poder, y al que que conservan cada una su individualidad
sembró a pagarle la renta y a indemnizarle y pueden subsistir por separado.
los perjuicios. En la especificación hay transformación
b) El dueño del suelo sabía o conocía de una cosa en otra distinta; no hay pues,
el hecho de la edificación, plantación o propiamente accesión. Y en la mezcla hay
siembra. confusión de dos cosas para formar una
Frente a esta situación, de acuerdo al tercera, pero en forma que ya no es posi-
artículo 669.2º del C.C., “si se ha edificado, ble la separación de ellas, de manera que
plantado o sembrado a ciencia y paciencia del las dos cosas confundidas no conservan
dueño del terreno, será éste obligado para reco- su individualidad; no hay pues, tampoco,
brarlos, a pagar el valor del edificio, plantación accesión.
o sementera”. En este caso, puede decirse B. Caracteres comunes a la accesión de mueble
que hay consentimiento de las partes, a lo a mueble. El Código Civil se ocupa de estas
menos tácito; entonces, de acuerdo con lo tres clases de accesión conjuntamente, en
anteriormente expuesto, no hay accesión, cuanto tienen los siguientes caracteres co-
sino una verdadera compraventa. Así, se munes:
compran los materiales, plantas o semillas, a) Las tres están gobernadas por el prin-
es decir, una cosa mueble respecto de los cipio que el dueño de lo principal se hace
cuales ya se ha efectuado la tradición. propietario de lo accesorio.
3º. Se edifica, planta o siembra con ma- b) Las tres suponen inexistencia del
teriales ajenos en terreno también ajeno. vínculo contractual o convención.
Esta situación no ha sido contemplada por c) Las tres suponen un hecho del
la ley, pero los artículos 668 y 669 del C.C. hombre, o sea, son accesiones de carácter
permiten darle la siguiente solución: industrial en que para nada interviene la
a) El dueño del terreno se arreglará naturaleza.
con el que hizo la edificación, en la forma
establecida en el artículo 668 del C.C. C. Reglas comunes a las tres especies de ac-
b) El dueño de los materiales, plantas cesión de mueble a mueble. Estas reglas están
o semillas, se arreglará con el que hizo la establecidas en los artículos 664 a 667 del
edificación, etc. C.C., y conforme a ellas es necesario efec-
Para que opere este supuesto es necesario tuar las siguientes distinciones:
que entre el dueño del terreno y el dueño 1º. Derecho de restitución.
de los materiales no exista una relación El artículo 665 del C.C. regula este de-
jurídica de ninguna especie. recho de restitución, señalando que “en
Sin perjuicio de lo anterior, puede ocurrir todos los casos en que el dueño de una materia
que la aplicación simultánea de las reglas de que se ha hecho uso sin su conocimiento, tenga
de los artículos 668 y 669 del C.C. produz- derecho a la propiedad de la cosa en que ha sido
can conflictos no resueltos por la ley. Estos empleada, lo tendrá igualmente para pedir que en
conflictos el juez lo decidirá, conforme a los lugar de dicha materia se le restituya otro tanto
artículos 170, Nº 5 del C.P.C. y 24 del C.C., de la misma naturaleza, calidad y aptitud, o su
es decir, aplicando la equidad y el espíritu valor en dinero”.
general de la legislación. En este caso no cabe hablar de acce-
sión sino de tradición, ya que opera una
19. Accesión de mueble a mueble. compraventa.
A. Generalidades y regulación de la accesión 2º. Derecho a pedir la separación de
de mueble a mueble. El Código Civil se ocupa la cosa.
de tres especies de accesión de mueble a Conforme al artículo 664 del C.C. “en
mueble: la adjunción, la especificación y la todos los casos en que al dueño de una de las

104
Capítulo IV - Los Modos de Adquirir el Dominio

dos materias unidas no sea fácil reemplazarla 1º.2. Requisitos de la adjunción:


por otra de la misma calidad, valor y aptitud, a) Que se trate de cosas muebles de
y pueda la primera separarse sin deterioro de lo distintos dueños.
demás, el dueño de ella, sin cuyo conocimiento se b) Que la unión se haga en forma que
haya hecho la unión, podrá pedir su separación las dos cosas conserven su individualidad
y entrega, a costa del que hizo uso de ella”. y puedan ser separadas, y subsistir después
De no ser la separación posible sin de- de la separación.
terioro de lo demás, tendrán lugar las re- Este requisito distingue la adjunción de
glas de la accesión, salvo que el dueño de la especificación y la mezcla, en que las cosas
la materia se quede con el precio de ésta. pierden su antigua individualidad.
En dicho caso no hay accesión, sino una c) Que la unión se produzca sin cono-
reivindicación de la propiedad. cimiento de una de las partes y sin mala fe
3º. Presunción del consentimiento. de la otra (artículo 658 del C.C.).
La adjunción, especificación y mezcla Se exige la buena fe del que realiza la
exigen que no haya conocimiento de una adjunción, porque en caso contrario incurre
parte, ni mala fe de la otra. en sanciones civiles y penales; e ignoran-
En caso que el dueño de una de las cosas cia del otro propietario, porque en caso
tuviere conocimiento de lo que con ella se contrario quiere decir que ha consentido
hacía, conforme al artículo 666 del C.C. la y ya no hay accesión, sino una convención
mala fe se presume y, como consecuencia entre las partes.
de ello, el dueño sólo podrá reclamar el La unión en la adjunción puede produ-
valor de la cosa. cirse de cualquier manera como inclusión,
4º. Efecto de la mala fe de una de las soldadura o costura. No hay adjunción en
partes. la pintura o escritura, porque se forma una
El artículo 667 del C.C. regula la mala cosa nueva; y no hay simple unión de lienzo
fe en estas formas de accesión de mueble y de pintura, o de tinta y papel.
a mueble, en los siguientes términos: 1º.3. Efecto de la adjunción.
“Artículo 667. El que haya hecho uso de una En virtud de la adjunción se produce una
materia ajena sin conocimiento del dueño, y sin atribución de dominio de las cosas unidas
justa causa de error, estará sujeto en todos los por la adjunción, conforme a la regla que
lo accesorio sigue la suerte de lo principal,
casos a perder lo suyo, y a pagar lo que más de
con el gravamen o carga de pagar al dueño
esto valieren los perjuicios irrogados al dueño;
de la parte accesoria su valor (artículo 658
fuera de la acción criminal a que haya lugar,
del C.C.).
cuando ha procedido a sabiendas.
Para la determinación de la cosa principal
Si el valor de la obra excediere notablemente
se establecen las siguientes reglas:
al de la materia, no tendrá lugar lo prevenido en a) Si de las dos cosas unidas, conforme al
el precedente inciso; salvo que se haya procedido artículo 659.1º del C.C., la una es de mucho
a sabiendas”. más estimación que la otra, la primera se
D. Formas de accesión de mueble a mueble. mirará como principal y la segunda como
1º. La adjunción. accesoria. La regla general es que por esti-
1º.1. Concepto de adjunción. mación se entiende su valor de venta. Sin
Esta figura está definida en el artículo 657 embargo, se mirará como de más estima-
del C.C. en los siguientes términos: “la ad- ción la cosa que tuviere para su dueño un
junción es una especie de accesión, y se verifica gran valor de afección (artículo 659.2º del
cuando dos cosas muebles pertenecientes a diferentes C.C.).
dueños se juntan una a otra, pero de modo que b) Si no hubiere tanta diferencia en la
puedan separarse y subsistir cada una después estimación, aquella de las dos cosas que sirva
de separada; como cuando el diamante de una para el uso, ornato o complemento de la
persona se engasta en el oro de otra, o en un otra se tendrá por accesoria (artículo 660
marco ajeno se pone un espejo propio”. del C.C.).

105
Tomo Cuarto - De los Bienes

c) En los casos que no pudiere aplicarse da sujeto a indemnización de perjuicios


ninguna de las dos reglas precedentes se y a la sanción penal correspondiente. Se
mirará como principal la de mayor volumen exige, además, que no haya conocimiento
(artículo 661 del C.C.). del dueño de la materia, porque si lo tuvo
d) Finalmente, si fallan las tres reglas existe una verdadera convención tácita, y
transcritas, habrá comunidad entre los no puede hablarse de accesión, sino de
dueños de las dos cosas unidas. remuneración de trabajo o de venta de ma-
2º. La especificación. teriales. Si la materia es en parte propia del
2º.1. Concepto de especificación. artífice y en parte ajena, y las dos partes
La especificación, conforme al artícu- no pueden separarse sin inconveniente,
lo 662.1º del C.C., se verifica cuando de la la especie pertenecerá en común a los dos
materia perteneciente a una persona hace propietarios; al uno a prorrata del valor de
otra persona una obra o artefacto cualquiera, su materia, y al otro a prorrata del valor
como si de uvas ajenas se hace vino, o de plata de la suya y de la hechura, conforme al
ajena se hace una copa, o de madera ajena artículo 662.4º del C.C.
una nave. En realidad, en la unión de dos 3º. La mezcla.
cosas de distinto dueño no hay propiamente
A. Concepto de mezcla. La mezcla consiste
accesión. En la especificación se aplica el
en formar algo, juntando materias áridas o
trabajo humano a una cosa para formar otra
líquidas de distinto dueño, de tal manera
distinta. Por ello, legislaciones más recientes
que se confundan y no puedan ser separadas,
tratan la especificación en un lugar separado
conforme al artículo 663.1º, primera parte
de la adjunción y la mezcla.
del C.C. De acuerdo con el citado artículo,
2º.2. Reglas para determinación de la
la mezcla comprende la confusión de que
cosa principal para los efectos de la espe-
cificación. hablaban los romanos, o sea, la unión de
De acuerdo a lo señalado, lo esencial materias áridas en que la separación es fí-
en la especificación será la determinación sicamente posible, pero impracticable. En
de lo que es principal y lo accesorio, por- la mezcla también se exige la inexistencia
que siempre rige el principio de que el de conocimiento por una parte y mala fe
dueño de lo principal se hace dueño de por la otra. Así, si se forma una cosa por
lo accesorio. mezcla no habiendo conocimiento del he-
En el Derecho moderno y en nuestro cho por una parte, ni mala fe por otra, el
Código, se considera como cosa principal dominio de la cosa pertenecerá a dichos
la materia, salvo que el valor de la nueva dueños proindiviso, a prorrata del valor
especie sea muy superior al que tenía la de la materia que a cada uno pertenece
materia. De este modo, procederá aplicar el (artículo 663.1º del C.C.).
artículo 662.2º y 3º del C.C. En virtud de la Sin embargo, en caso que una de las
primera disposición, “no habiendo conocimiento cosas tenga mucho más valor que la otra,
del hecho por una parte, ni mala fe por otra, el el dueño de la principal se hace dueño de
dueño de la materia tendrá derecho a reclamar lo accesorio, pagando el precio de la ma-
la nueva especie, pagando la hechura”. A su teria restante.
vez, agrega el inciso 3º que “a menos que en
la obra o artefacto el precio de la nueva especie
valga mucho más que el de la materia, como § 4. La tradición
cuando se pinta en lienzo ajeno, o de mármol
ajeno se hace una estatua; pues en este caso la 20. Regulación y concepto de tradición.
nueva especie pertenecerá al especificante, y el El artículo 670.1º del C.C. define la tradición
dueño de la materia tendrá solamente derecho señalando que “la tradición es un modo de
a la indemnización de perjuicios”. adquirir el dominio de las cosas y consiste en la
En ambos casos se exige que no exista entrega que el dueño hace de ellas a otro, habiendo
mala fe del artífice, porque si la hay que- por una parte la facultad e intención de transferir

106
Capítulo IV - Los Modos de Adquirir el Dominio

el dominio, y por otra la capacidad e intención La tradición no se produce respecto de


de adquirirlo”. A su vez, el inciso 2º agrega los derechos personales que nacen del títu-
que “lo que se señala del dominio se extiende a lo traslaticio entre tradente y adquirente,
todos los otros derechos reales”. acreedor y deudor respectivamente, sino
En la tradición se puede apreciar nítida- sólo respecto de la transferencia de un
mente la relación entre el título y modo de derecho personal, que ya ha nacido en
adquirir. Esta distinción en el fondo busca virtud de una fuente de las obligaciones,
proteger adecuadamente todos los intereses como en la cesión de derechos. Esta es una
del adquirente y del tradente, pero también distinción que nuestra doctrina ha pasado
del verdadero dueño, de no serlo el tradente. por alto. En este sentido no es lo mismo,
De este modo, por el solo título traslaticio en nuestro Derecho, un derecho personal
de dominio no se adquiere el dominio, que nace de un contrato de compraventa,
el tradente por la sola suscripción de la por ejemplo, el derecho a exigir el pago
convención-título traslaticio de dominio del precio por el vendedor, que la cesión
no pierde el dominio, ni siquiera da lugar que hace el vendedor-acreedor –para estos
a la posesión. El adquirente, solo una vez efectos cedente– del derecho personal al
que opera una de las formas de efectuar pago del precio a un tercero, para estos
la tradición, será en principio poseedor y efectos el cesionario.
eventualmente dueño. En esta materia se 22. Relación entre entrega y tradi-
debe ser cuidadoso, porque no siempre las ción. La naturaleza jurídica de la tradi-
formas de efectuar la tradición de un dere- ción no es de un hecho material, sino de
cho real traerán aparejada la adquisición una convención. Ello se desprende del
de la posesión. artículo 670 del C.C. que exige en la tra-
21. Ámbito de aplicación de la tradición. dición la facultad e intención del tradente
El ámbito de aplicación de la tradición se y capacidad e intención del adquirente.
extiende al dominio, derechos reales e in- La simple entrega no es tradición, sino
cluso los derechos personales. un simple hecho material carente de toda
La tradición respecto de los derechos significación jurídica.
personales –llamada también cesión de La relación que existe es de género a es-
derechos personales– es un modo de ad- pecie. La entrega es el género y la tradición,
quirir derivativo, es decir, por medio de la especie. Así, siempre que hay tradición
ella se transfieren derechos personales que se produce una entrega real o simbólica,
ya existían –igual sucede con los derechos pero no siempre que hay entrega hay tra-
reales–. Por lo que no debe confundirse dición, como sucede en el comodato o en
la tradición con la forma en que nace el el arriendo. La entrega puede obedecer a
derecho personal o de crédito, que son las un título traslaticio, pero también a uno
fuentes de las obligaciones. de mera tenencia. Esta diferencia clara en
La doctrina discutía acerca de si la tradi- la doctrina no lo es para el Código Civil.
ción procedía sobre derechos personales. Dicho cuerpo normativo en algunas de sus
Leopoldo URRUTIA estimaba que la cesión normas hace sinónimas tradición y entrega
de créditos o derechos personales era un y en otras las confunde, ya que donde debió
contrato. Sin embargo, la mayoría de la referirse a la tradición lo hace a la entrega
doctrina considera que la cesión es la forma y viceversa.118
de efectuar la tradición de los derechos 23. Características de la tradición como
personales. El fundamento de esta posición modo de adquirir.
se basaba en el hecho que BELLO adoptó a) Se pueden adquirir el dominio y los
el sistema de los bienes del Derecho roma- derechos reales, incluidos la sucesión he-
no, por el cual de los contratos sólo nacen reditaria y los derechos personales o de
derechos personales, siendo necesario un
modo de adquirir el dominio. 118
Vid. supra Nº 2, § 1, capítulo III, tomo II.

107
Tomo Cuarto - De los Bienes

crédito. En este sentido es un modo de Pero, además, en la tradición las partes


adquirir más extenso que la ocupación, deben consentir voluntariamente, como se
accesión y prescripción adquisitiva. desprende de los incisos primeros de los
b) Es un modo de adquirir derivativo; artículos 672 y 673 del C.C.
en virtud de ello, el tradente no puede Sin embargo, tanto el tradente como el
transferir más derechos que los que tiene adquirente pueden actuar personalmente
(artículo 688.3º del C.C.). o por mandatario o representante legal.
c) La tradición opera entre vivos, aunque En las ventas forzadas, que se hacen por
se produzca por cesión del derecho real de decreto judicial, no se considera que falta
herencia, ya que la cesión no se deja sujeta la voluntad del tradente, sino que el juez
al fallecimiento del causante. Es más, el la representa (artículos 495, 497 y 659 del
título traslaticio en el que se funda la tra- C.P.C.). La fuente de esta voluntad estaría
dición necesariamente debe ser posterior en las deudas que se contrajeron por el
al fallecimiento del causante. deudor, las que produjeron la venta forzada.
d) La tradición opera por regla general De esta forma, el deudor al momento de
a título singular, pero en el caso que se obligarse pone su patrimonio –a través del
cedan los derechos en una herencia opera derecho de garantía general– a disposición
a título universal. del acreedor para el evento de no cumplir
e) Es una convención y una forma de su obligación en naturaleza.
pago a la vez. B. Requisitos que deben concurrir respecto del
La tradición es siempre una convención, tradente y adquirente. Los requisitos que deben
no es un contrato porque no crea obligacio- concurrir respecto del tradente y adquirente
nes sino que las extingue. En este sentido están consagrados en el artículo 670.1º del
la tradición extingue las obligaciones que C.C. y son los siguientes:
nacen del título traslaticio que sí es un con- 1º. Condiciones respecto del tradente.
trato, como por ejemplo, la compraventa, El tradente para transferir el dominio
la donación, o la sociedad. La tradición es, debe tener “la facultad e intención” de transfe-
además, una forma de pago en la medida rir el dominio. La C.R.C.C. agregó la expre-
que obedece a una obligación contractual, sión facultad a la definición de tradición de
que nace de una convención traslaticia de BELLO para, de esta manera, dejar en claro
dominio.119 que la tradición es una forma de adquirir
f) Puede ser a título gratuito u onero- el dominio y no una mera entrega.120
so. Ello va a depender de la naturaleza del Por otra parte, la referencia a la “fa-
título. En todo caso, lo usual será que sea cultad” de transferir, a que hace alusión
onerosa, como la que emana de una com- el artículo 670 del C.C., sería desarrollada
praventa o sociedad; pero nada impide que en los artículos 671, 672 y 673 del C.C.121
sea gratuita, como si se sustenta en una En definitiva para que opere la tradición,
donación irrevocable. como modo de adquirir el dominio, se exige
24. Requisitos de la tradición. que en el tradente recaigan las siguientes
cualidades:
A. Existencia de dos partes. Dicha exigen-
a) El tradente debe ser propietario. Si
cia se establece en los artículos 670.1º y
no es tal, la tradición no es nula,122 sino que
671.1º del C.C. La última de estas normas
señala que “se llama tradente la persona que 120
por la tradición transfiere el dominio de la cosa Sin perjuicio de ello, la facultad de tradir siem-
pre recaerá en la entrega, ya que la tradición por
entregada por él o a su nombre, y adquirente la regla general contemplará la entrega de la cosa.
persona que por la tradición adquiere el dominio 121
BARRIENTOS G., J., “De la ‘tradición’ y su defi-
de la cosa recibida por él o a su nombre”. nición en el Código Civil chileno”, en Revista Chilena
de Derecho Privado Fernando Fueyo Laneri, Santiago de
Chile, diciembre 2003, Nº 1, p. 74.
119
Vid. supra Nos 11 y 15, § 3, capítulo III, to- 122
Vid. BELLO, Andrés, tomo XIV, Obras completas.
mo III. Código Civil de la República de Chile Nº 1, Fundación

108
Capítulo IV - Los Modos de Adquirir el Dominio

no transfiere el dominio y le es inoponible capacidad de ejercicio, por ser la tradición


al verdadero dueño. una convención.125
b) El tradente debe tener capacidad de C. El tradente y adquirente deben consentir
ejercicio (artículo 1575.2ª del C.C.). en la celebración de la tradición. Esta exigen-
Los requisitos anteriores son diferentes cia es una necesaria consecuencia de ser
y no cabe confundirlos. Ello es evidente la tradición una convención. Este es un
desde que se debe separar la capacidad de requisito que atiende a la naturaleza del
la titularidad del derecho. De este modo, un acto jurídico, es decir, su infracción produce
incapaz puede ser el titular de un derecho, nulidad absoluta.
pero para poder transferirlo se debe cum- Sin perjuicio de lo anterior, conforme
plir con las formalidades habilitantes que al artículo 672.2º del C.C. es posible que
el ejercicio del derecho exige. La facultad el verdadero dueño ratifique una tradi-
de enajenar no atiende a la titularidad del ción, que en principio fue inválida por
derecho, sino a la capacidad de ejercicio.123 haberse hecho sin la voluntad del traden-
Conforme a esta concepción, entonces, “la te o de su representante. En dicho caso,
intención” de transferir el dominio exigiría se aceptaría la ratificación de la nulidad
la titularidad del derecho, y “la facultad” la absoluta y ello atenta contra la teoría del
capacidad de ejercicio. acto jurídico en su conjunto. DE LA MAZA
2º. Condiciones respecto del adqui- explica esta aparente inconsistencia de
rente. ratificar la falta de voluntad, al entender
El adquirente debe tener, conforme que la sanción a la inobservancia de este
al artículo 670.1º del C.C., la “capacidad e requisito es la inoponibilidad de fondo al
intención” de adquirir el dominio. verdadero dueño, y no un caso de nulidad
La doctrina está dividida en torno a lo de la tradición.
que se entiende por la capacidad para ad- Por otra parte, en la venta forzada po-
quirir el dominio. dría entenderse que falta la voluntad del
ALESSANDRI R. señalaba que parte de tradente para formar el consentimiento en
la doctrina era de la opinión que el ad- la tradición, aunque sea el juez el que lo
quirente sólo debía tener capacidad de representa legalmente. Pero la C.S. estimó,
goce, esto es, debía estar investido de ese correctamente, que el consentimiento se
atributo de la personalidad. Sin embargo, otorgó al momento en que se contrajo la
según SOMARRIVA U. la capacidad que la ley obligación que dio lugar a la ejecución.
requiere en el adquirente es la capacidad En consecuencia, la sanción al consenti-
de administración.124 En cambio, para RO- miento no prestado por el verdadero dueño
ZAS y PEÑAILILLO el adquirente debe tener es la inoponibilidad (artículo 1815 del C.C.),
por lo que la expresión “nulidad” de los
La Casa de Bello, segunda edición, Caracas, Vene- incisos primeros de los artículos 672 y 673
zuela, 1981, pp. 575 y 576. Los incisos 1º y 2º del del C.C. es simplemente incorrecta.
artículo 1575 no utilizan adecuadamente la expresión
validez, ya que ella se refiere a nulidad y el efecto D. Consentimiento no viciado. La tradi-
de la venta de cosa ajena no es la nulidad, sino la ción, por ser una convención, puede verse
inoponibilidad. afectada por los vicios del consentimiento.
Los vicios del consentimiento, conforme
123
BARRIENTOS G., J., “De la ‘tradición’ y su defi- a las reglas generales, son susceptibles de
nición en el Código Civil chileno”, en Revista Chilena de ratificación o confirmación, y ésta o aquélla
Derecho Privado Fernando Fueyo Laneri, Santiago de tienen efecto retroactivo.
Chile, diciembre 2003, Nº 1, pp. 76 a 78.
124
En este sentido, el artículo 1578.1º, Nº 1 del
125
C.C. exige que el pago sea efectuado al acreedor ROZAS VIAL, Fernando, Los bienes, LexisNexis,
que tiene la libre administración de sus bienes. tercera edición, Santiago de Chile, 2004, Nº 177,
ALESSANDRI y SOMARRIVA, Derecho Civil. Parte Espe- pp. 163 y 164. PEÑAILILLO ARÉVALO, Daniel, Los bienes,
cial, tomo II, Editorial Nascimento, 1941, Santiago Editorial Jurídica de Chile, tercera edición, Santiago
de Chile, p. 327. de Chile, 1997, Nº 97, p. 132.

109
Tomo Cuarto - De los Bienes

Sin perjuicio que el Código Civil se pre- recaiga sobre una cosa que es susceptible
ocupa de los vicios del consentimiento en la de dominio. Así se desprende claramente
tradición, en realidad no se hace más que de los artículos 585.1º, 1105.1º, 1670, 2498
aplicar las reglas generales que existen en esta y 2510.1º del C.C.126
materia. Los artículos 676 y 677 del C.C. se 2º. Los derechos intransferibles, como los
refieren al error en los siguientes términos: derechos de uso y habitación, conforme al
1º. Error obstáculo. Es aquel que recae artículo 819 del C.C.; el derecho de adjudi-
en la especie del acto o contrato –es decir, cación preferente de un cónyuge, conforme
sobre su naturaleza– o sobre la identidad al artículo 1337.1º, Regla 10ª del C.C., etc.127
específica de la cosa de que se trate. De Estos derechos pueden constituirse a través
este modo, el artículo 676 del C.C. señala de la tradición, es decir, desprenderse del
textualmente lo siguiente: dominio, pero una vez que han nacido no
“Artículo 676. Se requiere también para la son susceptibles de transferencia por ser
validez de la tradición que no se padezca error personalísimos.
en cuanto a la identidad de la especie que debe F. La tradición debe fundarse en un título
entregarse, o de la persona a quien se le hace la traslaticio de dominio. La tradición se sus-
entrega, ni en cuanto al título. tenta en una convención, en virtud de la
Si se yerra en el nombre sólo, es válida la cual el tradente se ha obligado a transferir
tradición”. un derecho real o personal. Así lo exige
2º. Error en la sustancia o en la calidad expresamente el artículo 675 del C.C. en
esencial de la cosa. los siguientes términos:
Este error, para algunos autores, da lugar a “Artículo 675. Para que valga la tradición se
un vicio en la tradición; en cambio, para otros requiere un título translaticio de dominio, como
es un error en el título. Para estos autores, el de venta, permuta, donación, etc.
dicho error en el título afectaría consecuen- Se requiere además que el título sea válido
cialmente a la tradición. Al error en cuanto respecto de la persona a quien se confiere. Así
al título se refiere el artículo 677 del C.C., el título de donación irrevocable no transfiere el
señalando que “el error en el título invalida dominio entre cónyuges”.
la tradición, sea cuando una sola de las partes En cuanto al título traslaticio es posible
supone un título translaticio de dominio, como distinguir los siguientes requisitos:
cuando por una parte se tiene el ánimo de entregar a) Requisitos objetivos.
a título de comodato, y por otra se tiene el ánimo i) El título sea válido o legal. En este
de recibir a título de donación, o sea cuando por sentido debe destacarse que si el título no
las dos partes se suponen títulos translaticios de es válido, tampoco lo será la tradición.
dominio, pero diferentes, como si por una parte ii) Se cumpla con las formalidades es-
se supone mutuo, y por otra donación”. peciales que exija la ley.
3º. Error en la identidad de la per- b) Requisitos subjetivos.
sona. Estos requisitos atienden a las partes que
El artículo 676.2º del C.C. requiere que celebran la convención.
no se padezca error en la persona que hace En este sentido, sólo sirven de título los
la entrega. actos jurídicos que se pueden celebrar nor-
malmente entre tradente y adquirente. Así,
E. La cosa debe ser susceptible de tradición.
La tradición opera tanto respecto de las
cosas corporales como de las incorporales. 126
BARRIENTOS G., J., “De la ‘tradición’ y su defi-
Sin embargo, la tradición no puede operar nición en el Código Civil chileno”, en Revista Chilena
sobre las siguientes cosas: de Derecho Privado Fernando Fueyo Laneri, Santiago de
1º. Las cosas incomerciables e inapro- Chile, diciembre 2003, Nº 1, pp. 63 a 65.
127
BARRIENTOS G., J., “De la ‘tradición’ y su defi-
piables conforme a las reglas generales. nición en el Código Civil chileno”, en Revista Chilena
La tradición es un modo de adquirir, por de Derecho Privado Fernando Fueyo Laneri, Santiago de
lo tanto, es un elemento de su esencia el que Chile, diciembre 2003, Nº 1, pp. 65 a 67.

110
Capítulo IV - Los Modos de Adquirir el Dominio

por ejemplo, el título traslaticio donación Sin perjuicio de ello, la tradición puede
irrevocable no transfiere el dominio entre dar lugar a la posesión y a través de ella
cónyuges (artículo 675.2º del C.C.). a la adquisición del dominio por pres-
G. Entrega de la cosa. La entrega de la cosa cripción.
es uno de los elementos fundamentales de En definitiva, en torno a la tradición
la tradición y será tratada en los efectos de es posible distingur las siguientes situa-
la tradición. ciones:
H. El tradente debe ser dueño de la cosa. La A. El tradente es dueño y tiene facultad de
doctrina, en realidad, no está de acuerdo enajenar. En dicho caso tiene lugar la tra-
en si éste es realmente un requisito de la dición y opera como un modo de adquirir
tradición; de ser tal su falta no produce la el dominio.
nulidad de la tradición, sino la inoponibili- B. El tradente no es dueño, pero tiene otros
dad frente al dueño.128 Así como, en nuestro derechos. En este supuesto el tradente sólo
Derecho, los actos jurídicos sobre cosa ajena transferirá los derechos que tiene, como por
por regla general son válidos, la sanción a la ejemplo si el tradente es usufructuario.
falta de este requisito no es la nulidad, sino Esto es una consecuencia que, por me-
la inoponibilidad. El dueño en cualquier dio de la tradición, el tradente transfiera al
momento puede recuperar la posesión o la adquirente todos los derechos transferibles.
mera tenencia de la cosa perdida en manos Así lo establece expresamente el artículo 682
del tradente. En el primer supuesto puede del C.C. en los siguientes términos:
recuperar la posesión a través de la acción “Artículo 682. Si el tradente no es el verda-
reivindicatoria y en el segundo a través de dero dueño de la cosa que se entrega por él o
la acción de precario. a su nombre, no se adquieren por medio de la
En realidad, las consecuencias que el tra- tradición otros derechos que los transmisibles del
dente no sea el dueño, respecto del adqui- mismo tradente sobre la cosa entregada.
rente que se vea afectado por las acciones Pero si el tradente adquiere después el domi-
precedentes, se producen en el campo de los nio, se entenderá haberse éste transferido desde
derechos personales. Ello es evidente desde el momento de la tradición”.
que la tradición es una obligación que emana La doctrina critica la redacción de dicha
de la convención traslaticia. En otras palabras, disposición por referirse a “los derechos trans-
se aplican las reglas que regulan los efectos de misibles”, que es una expresión que significa
las obligaciones, conforme a la naturaleza del el traspaso de un derecho por causa de
título traslaticio, que puede ser compraventa, muerte, en lugar de referirse a los derechos
donación irrevocable, sociedad, etc. transferibles que se refiere a una forma de
25. Efectos de la tradición. En cuanto a traspaso entre vivos, como la tradición.
los efectos de la tradición ellos se regirán C. El tradente sólo es un copropietario. En
por la máxima en virtud de la cual “el tra- caso que se efectúe la tradición de un de-
dente no puede transferir más derechos recho cuotativo el tradente adquiere la co-
que los que tiene”. propiedad. A su vez, si posteriormente el
adquirente se adjudica la cosa, que tiene
proindiviso, se producen los efectos propios
128
En todo caso la posición correcta parece ser de dicha figura, que da lugar a un título
la de BARRIENTOS, para el cual la tradición, en este declarativo.
supuesto, no es un modo de adquirir el dominio sino
una simple entrega (factus tradendi). En este senti-
Sin embargo, si el tradente enajenó
do, el referido autor señala: “la venta de cosa ajena como si la cosa fuera del todo propia y el
vale, pero en tal caso la entrega de la cosa vendida adquirente no se adjudicó el bien, se pro-
no constituye un modo de ‘adquirir el dominio’”. cede como en la tradición de cosa ajena
BARRIENTOS G., J., “De la ‘tradición’ y su definición (artículo 1344.2º del C.C.).
en el Código Civil chileno”, en Revista Chilena de
Derecho Privado Fernando Fueyo Laneri, Santiago de D. El tradente es poseedor. La tradición no
Chile, diciembre 2003, Nº 1, p. 69. transfiere el dominio, ni menos la posesión.

111
Tomo Cuarto - De los Bienes

No se debe olvidar que la posesión es un puede pedirse inmediatamente después de


hecho y por tanto es intransferible. Lo que celebrado el contrato. Ello se debe a que la
acontece en este caso es que la tradición regla general es que los actos jurídicos sean
puede dar origen a la posesión en manos puros y simples, pero existen las siguientes
del adquirente, y la ley permite agregar las excepciones:
posesiones anteriores con sus calidades y a) Cuando ha intermediado decreto
vicios (artículo 717 del C.C.). judicial en contrario –artículo 680.1º del
Incluso la tradición puede dar lugar a la C.C.–. En dicho caso no puede hacerse la
posesión regular, de cumplirse con los re- tradición. El decreto judicial a que se refiere
quisitos de ésta. En esta hipótesis de tener el el artículo 680.1º del C.C. es el embargo o
adquirente buena fe inicial y un justo título, retención de lo debido, concepto repetido
como lo sería el título traslaticio, y haberse en el Nº 2 del artículo 1578.1º del C.C. El
efectuado la tradición, en el adquirente pago hecho en estas condiciones es nulo
nacerá la posesión regular y podrá adqui- de nulidad absoluta por adolecer de objeto
rir por prescripción adquisitiva ordinaria. ilícito (artículo 1464.1º, Nº 3 del C.C.).
Por otra parte, si el tradente es poseedor b) Cuando el pago efectuado es nulo de
irregular, tampoco transferirá la posesión nulidad absoluta como por objeto ilícito.
irregular. Pero si el adquirente suma dicha c) En los casos de sujetarse la tradición
posesión, ésta aunque inicialmente sea re- a modalidad.
gular pasará a ser irregular. B. Tradición sujeta a modalidad. Se ha
E. El tradente es mero tenedor o incluso señalado tradicionalmente que las siguien-
no tiene ningún derecho sobre la cosa. La tra- tes modalidades pueden operar en la tra-
dición, en estos supuestos, no transfiere dición:
ningún derecho, pero el artículo 683 del 1º. La tradición puede estar sujeta a un
C.C. le atribuye el efecto de dar lugar a plazo.
la prescripción adquisitiva, pero sólo de Ello en conformidad a los artícu-
haber posesión. En otras palabras, en la los 680.1º y 681 del C.C., que establecen
medida que la forma de tradición espe- lo siguiente:
cífica haya dado lugar a la posesión –ello “Artículo 680.1º. La tradición puede transferir
no ocurre siempre de este modo–, el ad- el dominio bajo condición suspensiva o resolu-
quirente se beneficiará de la posesión. En toria, con tal que se exprese.
este sentido, la referida norma señala que Artículo 681. Se puede pedir la tradición de
“la tradición da al adquirente, en los casos y todo aquello que se deba, desde que no haya plazo
del modo que las leyes señalan, el derecho de pendiente para su pago; salvo que intervenga
ganar por la prescripción el dominio de que el decreto judicial en contrario”.
tradente carecía, aunque el tradente no haya 2º. La tradición también puede estar
tenido ese derecho”. sujeta a condición, dando lugar a las si-
Así, la tradición da al adquirente, en guientes situaciones:
virtud del artículo 683 del C.C., el derecho a) Tradición bajo condición resolu-
de ganar por prescripción el dominio de toria.
que el tradente carecía. Ello sólo es factible Cumplida la condición resolutoria se
en la medida que el tradente mero tene- considerará que el adquirente jamás fue
dor, conforme a los artículos 730 y 728.2º dueño, y el tradente siempre conservó el
del C.C., se dé por dueño de la cosa y la dominio, ya que la condición resolutoria
enajene, dando lugar a la posesión. opera con efecto retroactivo. Si el adqui-
rente, pendiente la condición, enajena o
26. Modalidades en la tradición.
grava la cosa, se aplican los artículos 1490
A. Cuándo puede pedirse la tradición. El y 1491 del C.C.129
tema de las modalidades en la tradición
está íntimamente ligado a la época de su
cumplimiento. Por regla general, la tradición 129
Vid. supra Nº 123, § 6, capítulo I, tomo III.

112
Capítulo IV - Los Modos de Adquirir el Dominio

b) Tradición bajo condición suspensiva. cláusula sólo produce los efectos propios
En este caso hay una tradición antici- del incumplimiento de las obligaciones. Las
pada. posiciones de la doctrina a este respecto
C. La cláusula de no transferencia del do- son las siguientes:
minio por no pago del precio. El dominio, en Para ALESSANDRI y ROZAS el artículo 680.2º
virtud de esta cláusula, se deja sujeto a una del C.C. contradice abiertamente a los ar-
condición suspensiva que consiste en el tículos 1873 y 1874 del C.C., pero priman
pago del precio; de ella pendería el efecto éstos por aplicación del principio de la
de la tradición, es decir, la enajenación o especialidad del artículo 13 del C.C. Esta
transferencia del dominio. De este modo, posición es más que discutible, ya que si
mediante esta cláusula el vendedor se re- ello fuera de este modo sería obligatorio
serva el dominio, a pesar de efectuarse la efectuar la siguiente distinción:
entrega de la cosa al comprador, hasta que a) En la compraventa priman los ar-
éste no pague el precio. tículos 1873 y 1874 del C.C. Por lo que la
Los efectos de esta cláusula en la compra- cláusula de no transferir dominio sino en
virtud del pago del precio, produce sólo el
venta son discutidos por la doctrina porque
efecto de dar derecho a demandar alterna-
los artículos que la regulan –artículos 680.2º
tivamente el pago del precio o la resolución
y 1874 del C.C.– serían contradictorios. Las
del contrato.
referidas normas, en este sentido, señalan
b) Para los otros títulos traslaticios, que
textualmente lo siguiente:
no sean compraventa, como por ejemplo
“Artículo 680.2º. Verificada la entrega por una sociedad, primaría el artículo 680.2º
el vendedor, se transfiere el dominio de la cosa del C.C., pudiendo el acreedor reservarse
vendida, aunque no se haya pagado el precio, el dominio. Así, por ejemplo, un socio, en
a menos que el vendedor se haya reservado el el contrato de sociedad, podría reservarse
dominio hasta el pago, o hasta el cumplimiento el dominio de su aporte mientras no se
de una condición. enteren los aportes por los otros socios.
Artículo 1874. La cláusula de no transferirse Los argumentos contra la posición pre-
el dominio sino en virtud de la paga del precio, cedente son los siguientes:
no producirá otro efecto que el de la demanda a) La distinción anterior es de tal im-
alternativa enunciada en el artículo precedente; portancia que no parece razonable que
y pagando el comprador el precio, subsistirán en sólo las normas citadas anteriormente la
todo caso las enajenaciones que hubiere hecho contemplen. Por otra parte, tampoco existen
de la cosa o los derechos que hubiere constituido antecedentes en la historia fidedigna del
sobre ella en el tiempo intermedio”. Código Civil que lleven a distinguir entre
El artículo 680.2º del C.C. –ubicado en la compraventa y las otras convenciones
las normas que regulan la tradición– señala traslaticias. En este sentido, no se entiende
que el vendedor puede reservarse el dominio por qué, como regla general, esta cláusula
hasta el pago, o hasta el cumplimiento de produce efectos y en la compraventa no lo
una condición, sin perjuicio que haya habido hace. De esta forma, la posición que se cri-
entrega. Sin embargo, el artículo 1874 del tica no considera adecuadamente el que si
C.C. –respecto de la compraventa– indica se entiende el artículo 1874 del C.C. como
que esta cláusula no producirá otro efecto una norma especial, debe aplicarse sólo
que el de la demanda alternativa enunciada a la compraventa, y entonces no procede
en el artículo precedente. Y dicho artículo respecto de otros títulos traslaticios de do-
sólo otorga al vendedor derecho a exigir minio. Ello genera una separación entre la
el precio o la resolución de la venta, con compraventa y los demás títulos traslaticios
resarcimiento de perjuicios. Entonces, no que no tiene precedente alguno.
queda claro cuál es el efecto de esta cláusula; b) Los efectos a que se refiere el ar-
es decir, si el vendedor se puede reservar tículo 1874 del C.C. son los generales res-
el dominio hasta el pago del precio o esta pecto del incumplimiento de las obligaciones.

113
Tomo Cuarto - De los Bienes

No parece lógico hacer la diferencia que distinción que como se vio no tendría una
se desprende de la posición de ALESSAN- explicación clara.
DRI y ROZAS, como entre la sociedad y la
27. Clases o formas de tradición. La
compraventa que comparten la calidad de
tradición no siempre se hace de la misma
títulos traslaticios de dominio. Además, la
forma, sino que dependerá de la naturaleza
posición de ALESSANDRI y ROZAS ni siquiera
de los bienes sobre los que versa.
aborda los problemas aquí planteados. El
sólo señalar que el artículo 1874 del C.C. A. Tradición de los derechos reales sobre cosa
prima, por aplicación del artículo 13 del corporal mueble. La tradición, respecto de estos
C.C., sobre el artículo 680.2º del C.C. deja derechos, se rige por los artículos 684 y 685
demasiados aspectos sin resolver. Por ello, del C.C. De estas normas, el artículo 684
esta posición debe ser rechazada y sólo del C.C. es fundamental, ya que nuestra
queda darles a las normas en estudio una doctrina ha entendido que la regla general
interpretación coherente, es decir, de apli- en materia de tradición son las establecidas
cación general. en dicha norma.
c) El artículo 1874 del C.C., al disponer Los requisitos de la tradición de los de-
que la cláusula de no transferir el dominio rechos reales sobre cosa corporal mueble
sino en virtud del pago del precio no pro- se desprenden del artículo 684.1º del C.C.
ducirá otro efecto que el de la demanda y son los siguientes:
alternativa, enunciada en el artículo pre- 1º. Que una parte signifique a la otra
cedente, se está refiriendo a su ámbito de que le transfiera el dominio, es decir, que
aplicación, es decir, sólo a los derechos per- exista la intención de transferir.
sonales. En tal sentido, el artículo señala 2º. La intención de transferir se debe
que siempre el vendedor podrá pedir la materializar mediante la entrega de la
resolución del contrato o el cumplimiento cosa.130
forzado, independientemente de lo esti- Las formas de entrega están reguladas
pulado en la cláusula de no transferencia en el artículo 684 del C.C., desprendién-
del dominio por no pago del precio. Pero dose de la referida norma las siguientes
si pide esto último, la cláusula dejaría de modalidades de entrega:
producir efecto porque significaría un pago 2º.1. La tradición real. Es aquella que
doble, o sea, el vendedor se quedaría con consiste en poner la cosa a disposición del
la cosa y la indemnización de perjuicios adquirente (artículo 684.1º, Nos 1 y 2 del
compensatoria. De este modo, los referi- C.C.), de alguno de estos modos:
dos artículos 680 y 1874 del C.C. no están a) Permitiéndole la aprehensión material
en contradicción. Además, la compraventa de una cosa presente (aprehensio corpore et
precede a la tradición, y la cláusula de no tactu).
transferir el dominio por el no pago del b) Mostrándosela (traditio longa manu).
precio, afectaría a la tradición y no a los 2º.2. Tradición ficta o simbólica. Es la que
efectos del contrato, que se regulan en el se hace mediante una señal o símbolo, que
párrafo 9º, Título XXIII del Libro IV, de- representa a la cosa materia de la tradición,
nominado “De la compraventa”. Esta inter- exteriorizando la voluntad del poseedor y
pretación se adecua al tenor literal de las la intención de dejarla bajo el poder del
normas, ya que el artículo 682 se refiere a
“la cosa vendida”, “al precio” y “al vendedor”, 130
Como se aprecia, estos requisitos no son más
es decir, no se estaría refiriendo a todos los que los del acto jurídico; no se debe olvidar que la
títulos traslaticios, sino que expresamente tradición es una convención. Sin embargo, respec-
a la compraventa. to del primero parece ser claro que el puro título
En definitiva, la interpretación planteada traslaticio de dominio es prueba de la intención de
transferir. El señalar lo contrario vendría a significar
evita la existencia de normas especiales para que existirían títulos traslaticios que no son aptos
la compraventa con relación al resto de los para transferir el dominio, lo cual iría en contra de
contratos que sean traslaticios de dominio, la naturaleza de éstos.

114
Capítulo IV - Los Modos de Adquirir el Dominio

adquirente (artículo 684.1º, Nos 3 a 5 del 1º. Permitiéndole la aprensión material de


C.C.) de alguno de estos modos: una cosa presente;
a) Entregándole las llaves del granero, 2º. Mostrándosela;
almacén, cofre o lugar cualquiera en que 3º. Entregándole las llaves del granero,
esté guardada la cosa. almacén, cofre o lugar cualquiera en que esté
b) Encargándose el uno de poner la guardada la cosa;
cosa a disposición del otro en el lugar con- 4º. Encargándose el uno de poner la cosa a
venido. disposición del otro en el lugar convenido; y
c) Por último, el Nº 5 del artículo 684.1º 5º. Por la venta, donación u otro título de
del C.C. establece dos formas de tradi- enajenación conferido al que tiene la cosa mueble
ción: como usufructuario, arrendatario, comodatario,
i) Por la venta, donación u otro título de depositario, o a cualquier otro título no translaticio
enajenación conferido al que tiene la cosa de dominio; y recíprocamente por el mero contra-
mueble como usufructuario, arrendatario, to en que el dueño se constituye usufructuario,
comodatario, depositario, o a cualquier comodatario, arrendatario, etc.”.
otro título no traslaticio de dominio. A 2º.3. Determinación de si la enumeración
esta forma de tradición –siguiendo al De- del artículo 684 del C.C. es taxativa.
recho romano– se le denomina traditio Para CLARO S. el artículo 684 del C.C. no
brevi manu. excluye otras maneras de efectuar la tradi-
En esta tradición ficta no hay una entrega ción, pues la enumeración no es taxativa.
propiamente tal, ya que a través de ella se Sin embargo, lamentablemente el referido
evita una doble entrega. autor no daba las razones de ello. De acep-
ii) El mismo artículo 684.1º, Nº 5 del tarse esta posición no existiría problema
C.C., en su segunda parte dispone: “y recí- en que las partes creen otras formas de
procamente por el mero contrato en que el due- tradición, como la traditio instrumentorum,
ño se constituye usufructuario, comodatario, suscriptio instrumenti o traditio chartae.131 Sin
arrendatario, etc.”. A esta última forma de perjuicio de lo anterior, la mayoría de la
tradición se le conoce como constituto po- doctrina estima “aparentemente” lo con-
sesorio, cláusula de constituto o constitum trario,132 como PESCIO.
possesorium, y mediante ella el dueño pasa El argumento en contra de la creación de
a ser mero tenedor. Ambas figuras, tanto medios simbólicos de tradición consiste en
la traditio brevi manu, como el constituto pos- que éstos constituyen una ficción que sólo
sesorio evitan una doble entrega. puede ser creada por texto expreso de ley.
En la primera figura se trata de evitar
la entrega de la cosa del mero tenedor al
dueño, y luego, la entrega del tradente al 131
DÍEZ-PICAZO, Luis, Fundamentos del Derecho Civil
adquirente ex-mero tenedor. La segunda patrimonial, volumen tercero, Editorial Civitas, cuarta
figura opera en forma inversa a la traditio brevi edición, Madrid, España, 1995, p. 626.
132
Ello es aparente, ya que la mayoría de la doctri-
manu, se busca evitar la entrega de la cosa na admite, respecto de la tradición del derecho real
por la tradición del tradente al adquirente de herencia, que se haga de la forma prescrita en el
y con posterioridad, la entrega nuevamente artículo 670.1º del C.C., es decir, de cualquier forma
al tradente en calidad de mero tenedor. en que “habiendo por una parte la facultad e intención de
Estas formas de entrega de las cosas transferir el dominio, y por otra la capacidad e intención
de adquirirlo”. Se le podrá objetar a esta posición
muebles están expresamente reguladas en que la norma precedente se refiere a la tradición
el artículo 684 del C.C., en los siguientes de derechos reales sobre cosa mueble. En cambio,
términos: en la cesión del derecho real de herencia se efectúa
“Artículo 684. La tradición de una cosa cor- la tradición de una universalidad. Sin embargo, el
poral mueble deberá hacerse significando una de argumento para determinar la forma de efectuar
la tradición de la universalidad es precisamente la
las partes a la otra que le transfiere el dominio, aplicación de las reglas generales, es decir, la forma
y figurando esta transferencia por uno de los de tradición de los derechos reales sobre cosa cor-
medios siguientes: poral mueble.

115
Tomo Cuarto - De los Bienes

Ello se debe a que la tradición ficta es una a aspectos diferentes y que se puede hacer
excepción a la regla general del artículo 723 la tradición de los frutos siempre en forma
del C.C., que exige para que exista pose- simbólica, es decir, de la forma indicada en
sión la aprehensión material o legal de la el artículo 684 del C.C.133 A su vez, existe un
cosa. Sin embargo, este argumento no es poderoso argumento histórico a favor de esta
definitivo. Para poder responder adecua- posición. BELLO señaló que la distinción, que
damente esta interrogante se debe recurrir hace el actual artículo 571 del C.C., tiene
a los intereses en juego en la tradición. El por objetivo evitar que se les aplique a los
crear una nueva forma de tradición ficta en muebles por anticipación los estatutos de los
caso alguno perjudica al verdadero dueño, bienes inmuebles, especialmente con relación
ya que dicha tradición no transfiere el do- a la cosecha de un fundo perteneciente a
minio de que el tradente carece y tampoco un menor. Así, el artículo 571 del C.C. no
da lugar a la posesión de no concurrir sus se estaría refiriendo a la tradición, sino a
elementos constitutivos. Así, por ejemplo, una forma de simplificar los requisitos en
si las partes señalan que la tradición de un torno a los contratos, aplicando la normativa
bien mueble se hará mediante la traditio de los bienes muebles a un bien inmueble
instrumentorum, es decir, no mediante la por adherencia, como también lo hace el
entrega de la cosa sino de un título de ella, artículo 685 del C.C. que trata a los frutos
como una factura o boleta, entonces sólo como bienes muebles.134 En este sentido, el
se transferirá el dominio de ser el tradente artículo 685 del C.C. agrega expresamente
dueño de la cosa, pero no dará lugar a la lo siguiente:
posesión porque falta el corpus. De este modo, “Artículo 685. Cuando con permiso del due-
de ser un tercero el verdadero dueño, no ño de un predio se toman en él piedras, frutos
se ve afectado para nada por la creación de pendientes u otras cosas que forman parte del
esta forma de tradición simbólica. Por esta predio, la tradición se verifica en el momento de
razón no se ve inconveniente que, siendo la la separación de estos objetos.
tradición una convención y rigiéndose ésta Aquel a quien se debieren los frutos de una
por la autonomía privada, las partes pue- sementera, viña o plantío, podrá entrar a coger-
dan crear formas de tradición de derechos los, fijándose el día y hora de común acuerdo
reales sobre cosas muebles diferentes a las con el dueño”.
Los terceros, conforme a la citada dispo-
señaladas en el artículo 684 del C.C.
sición, adquieren los frutos por tradición,
B. La tradición de los frutos. La tradición que se verifica por la separación de la cosa
de los frutos está regulada de forma expresa que los produce.
en el artículo 685 del C.C. No está claro si
C. Tradición de los derechos reales sobre cosa
esta norma excluye la aplicación de las reglas
corporal inmueble. La tradición de los dere-
generales de tradición de cosa corporal mue- chos reales sobre cosa corporal inmueble,
ble del artículo 684 del C.C. Para CLARO S. conforme al artículo 686 del C.C., “se efec-
no existe inconveniente en efectuar la tra- tuará la tradición del dominio de los bienes raíces
dición simbólica de los frutos. Sin embargo,
alguna jurisprudencia ha señalado que esta
disposición no se aplica a los muebles por 133
ALESSANDRI, SOMARRIVA y VODANOVIC, Tra-
anticipación, a los que se refiere el artículo 571 tado de los derechos reales, tomo I, Editorial Jurídica
de Chile, Santiago de Chile, 1993, pp. 213 a 215.
del C.C. De este modo, la tradición de los La distinción entre ambas disposiciones, para los
frutos pendientes, a los que se aplique el referidos autores, lleva al absurdo de distinguir entre
artículo 571 del C.C., sólo se podrá hacer título traslaticio gratuito, al que se le aplicaría el ar-
por la separación material. En cambio, la tículo 685 del C.C., y oneroso, al que se le aplicaría
tradición respecto de los otros frutos se podrá el artículo 571 del C.C.
134
BELLO, Andrés, Obras completas, Código Civil de
hacer mediante una tradición ficta, conforme la República de Chile Nº 1, tomo XIV, Fundación La
al artículo 684 del C.C. ALESSANDRI y SOMA- Casa de Bello, segunda edición, Caracas, Venezuela,
RRIVA señalan que estas normas se refieren 1981, p. 402.

116
Capítulo IV - Los Modos de Adquirir el Dominio

por la inscripción del título en el Registro del dustrial (artículos 14, 24 y siguientes de la
Conservador”. A su vez, el inciso siguiente Ley Nº 19.039).
de la norma precedente agrega que “de la 8º. Prendas especiales. Estos casos se
misma manera se efectuará la tradición de los refieren a la tradición del derecho real de
derechos de usufructo o de uso constituidos en prenda sobre cosa mueble (artículos 6º de la
bienes raíces, de los derechos de habitación o de L.P.A.; 28 de la L.P.I. y 2º de la Ley Nº 4.702,
censo y del derecho de hipoteca”. sobre contrato de prenda de compraventa
La tradición de los derechos reales sobre de cosas muebles a plazo).135
cosa corporal inmueble se efectuará por la D. Derechos reales sobre inmuebles respecto de
inscripción del título respectivo en el R.P.
los cuales la tradición no se efectúa por inscrip-
del C.B.R. Esta es una forma de tradición
ción conservatoria. El artículo 686 del C.C.
simbólica. Para BELLO ésta era la única for-
no se aplica a la tradición de los derechos
ma de efectuar la tradición de estos bienes.
reales de servidumbres, ni a la cesión del
Además, por ser la tradición una conven-
ción debe ser firmada por el tradente y el derecho real de herencia. A continuación
adquirente. En la práctica, las partes no se analizarán estos casos:
van a firmar al C.B.R., porque se otorga 1º. Derecho de servidumbre.
un poder especial para que un abogado los El Código Civil considera a este derecho
represente (artículo 60 del R.R.C.B.R.). real como de menor entidad, por lo que
Por otra parte, existen formas especiales la tradición se hará por escritura pública,
de efectuar la tradición del derecho real en que el tradente declare constituirla,
de herencia y de las servidumbres. y el adquirente aceptarla. En este senti-
Sin perjuicio de lo anterior, la regla ge- do, el artículo 698 del C.C. señala que
neral es que la tradición de los derechos “la tradición de un derecho de servidumbre
reales sobre cosa corporal inmueble sólo se efectuará por escritura pública en que el
pueda efectuarse por la inscripción, como tradente exprese constituirlo, y el adquirente
los siguientes casos: aceptarlo: esta escritura podrá ser la misma
1º. Derecho de dominio sobre todo o del acto o contrato”.
parte de un inmueble (artículo 686.1º del Sin embargo, la tradición de la servi-
C.C.). dumbre de alcantarillados urbanos se hará
2º. Derechos de usufructo y uso cons- mediante inscripción.
tituidos sobre inmuebles (artículo 686.2º Respecto de la tradición de las servi-
del C.C.). La doctrina señala que el artícu- dumbres se debe hacer la siguiente distin-
lo 686.2º al referirse a la tradición de los ción:
derechos de uso y habitación comete un a) Para constituir una servidumbre se
error, porque dichos derechos son intransfe- requiere título traslaticio y tradición, que
ribles. Lo que realmente ocurre es que estos se realiza por escritura pública.
derechos se constituyen por la inscripción b) Para traspasar una servidumbre. El
(artículos 812 y 787 del C.C.). artículo 825 del C.C. señala que no pueden
3º. Derecho de habitación y censo sobre transferirse las servidumbres en forma se-
bienes raíces. Respecto del derecho de ha- parada del predio. Entonces, si se enajena
bitación, vale lo expresado para el derecho el predio dominante y no se hace la tradi-
de uso (artículo 776 del C.C.). ción de la servidumbre, el adquirente no
4º. Derecho de hipoteca [artículos 686.2º la adquiere. En otras palabras, el predio
y 2407 del C.C.]. dominante tiene un derecho real de ser-
5º. Derecho constituido sobre minas (ar- vidumbre, por lo que para su tradición se
tículos 55 a 58 del Código de Minería). requiere escritura pública (servidumbre
6º. Derecho de aprovechamiento de activa). De esta manera, la tradición ha de
aguas inscrito (artículo 117 del C. de A.).
7º. Propiedad intelectual (artículos 72
a 77 de la Ley Nº 17.336); propiedad in- 135
Vid. supra Nº 40, § 4, capítulo V, tomo II.

117
Tomo Cuarto - De los Bienes

hacerse mediante una mención expresa el título traslaticio constará en escritura


efectuada por escritura pública. La sola pública (artículo 1801.2º del C.C.).137
suscripción de la escritura pública de com- El Código Civil no señala cómo debe
praventa del predio dominante, en que hacerse la tradición de los derechos here-
no se efectúa la tradición del derecho de ditarios, lo que ha producido fuertes discu-
servidumbre, no transfiere la servidumbre siones doctrinales. A continuación se anali-
al comprador. zarán tres posiciones. Las dos primeras son
No ocurre lo mismo respecto del pre- las tradicionales, siendo la generalmente
dio sirviente, para el que la servidumbre aceptada la de L. URRUTIA, y la última fue
es una limitación al dominio, y lo grava- recientemente plantada por G. FIGUEROA. De
rá independiente de quien sea el dueño este modo, la forma de efectuar la tradición
(servidumbre pasiva). De este modo, si es del derecho real de herencia es diferente
el predio sirviente el que se enajena y en conforme a las siguientes doctrinas:
la tradición no se señala nada respecto de a) Para José Ramón GUTIÉRREZ la for-
la servidumbre, el adquirente del predio ma de efectuar la tradición depende de
sirviente permanecerá sujeto a la servidum- los bienes que comprende la sucesión. De
bre. En este caso, la servidumbre va incluida esta manera, si la herencia comprende bie-
en la enajenación y subsiste. Ello se debe a nes muebles, la tradición se hará según las
que para el predio sirviente la servidumbre reglas de éstos. Si la herencia, en cambio,
es un gravamen, no un “derecho”. Por lo comprende bienes raíces, la tradición se
que la servidumbre sigue al predio –ello efectuará de la forma que se establece para
es una consecuencia de ser la servidumbre tales bienes. Por último, si la herencia com-
un derecho real–, sin perjuicio de quién prende muebles e inmuebles, es mixta, y
sea el dueño. la tradición debe realizarse conforme al
c) El título por el cual se constituye una artículo 686 del C.C.
servidumbre es de aquellos que pueden ins- b) Para Leopoldo URRUTIA la herencia
cribirse (artículo 53.1º, Nº 2 del R.R.C.B.R.). es una universalidad jurídica, o sea, un con-
La importancia de la inscripción es que si tinente distinto de su contenido.
bien ella no transfiere el dominio, una vez Conforme a esta teoría la tradición del
efectuada los terceros no pueden alegar su derecho real de herencia se realizará de
desconocimiento.136 cualquier forma que signifique, por una
2º. Tradición del derecho real de he- parte, la intención y facultad de transferir
rencia. el derecho real y, por la otra, la intención
El artículo 686 del C.C. no exige la ins- y capacidad para adquirirlo. En otras pala-
cripción del derecho real de herencia como bras, la tradición se produce de cualquier
forma de tradición. La forma normal de ad- forma que faculte al cesionario el derecho
quirir la herencia será la sucesión por causa
de muerte. La tradición sólo será necesaria 137
Esta situación es distinta de la cesión del lega-
cuando, habiéndose deferido la herencia do sobre especie o cuerpo cierto. Un legatario que
al heredero, éste se desprende del todo o adquirió por causa de muerte –como sucede con el
cuota a favor de un tercero, en cuyo caso legado de especie o cuerpo cierto– mediante esta
cesión puede transferir por acto entre vivos sus de-
rechos hereditarios a un tercero. En este caso no se
136
Este aspecto de la servidumbre es de vital im- trata de una universalidad por lo que para efectuar
portancia por cuanto si bien el derecho real existe la tradición habrá que distinguir según se trate de
desde la escritura pública, la inscripción sirve como un mueble o inmueble para aplicarle las reglas de
prueba indubitable de la existencia de la servidum- la tradición del estatuto de los bienes muebles o in-
bre. Además, como destaca SAN MARTÍN D., esta muebles. A su vez, la tradición del legado de género
inscripción será de vital importancia respecto de la se regirá conforme a las reglas de la tradición de los
constitución de una servidumbre sobre cosa futura. derechos personales. MEZA BARROS, Ramón, Manual
SAN MARTÍN DEVOTO, D. S., Las servidumbres, Editorial de Derecho Civil. De las fuentes de las obligaciones, tomo I,
Jurídica ConoSur Ltda., Santiago de Chile, 1998, octava edición, Editorial Jurídica de Chile, Santiago
pp. 21 a 23. de Chile, 2000, p. 113.

118
Capítulo IV - Los Modos de Adquirir el Dominio

a solicitar la posesión efectiva, el nombra- Sin embargo, el Código Civil, en el Pá-


miento de partidor o cualquier otro acto rrafo 1º del Título XXV del Libro IV, sólo se
que represente la tradición en los términos ocupa de la cesión de los títulos nominativos.
de los artículos 670 y 684, primera parte La tradición entre el cedente y cesionario
del C.C. Ello es de esta manera incluso si se perfecciona por la entrega del título (ar-
la masa comprende bienes raíces.138 tículo 1901 del C.C.); en cambio, entre el
c) G. FIGUEROA señala que, en cualquier deudor y cesionario se perfecciona a través
caso, de contener la cesión de derechos de la notificación que haga el cesionario al
hereditarios bienes inmuebles, aunque deudor o la aceptación tácita o expresa de
no se deben individualizar, es necesario aquél (artículo 1902 del C.C.).140
efectuar las inscripciones del artículo 688 1º. Tradición de los derechos litigiosos.
del C.C.139 Por último, conforme a MEZA BARROS
Para finalizar, no se debe dejar de lado en la cesión de los derechos litigiosos no
que la norma precedente no se refiere a se aplica el artículo 1901 del C.C., sino que
la tradición del derecho real de herencia, habrá que distinguir entre los efectos de la
es decir, de una universalidad. Pero de cesión entre cedente y cesionario y entre
adjudicarse los derechos hereditarios del cesionario y deudor (demandado). Entre
cesionario en un inmueble, entonces deben cedente y cesionario la cesión se produciría
cumplirse las inscripciones que ordena el conforme a las reglas generales; es decir,
artículo 688 del C.C. de cualquier forma que signifique por una
E. Tradición de los derechos personales. La parte la facultad e intención de transferir
tradición de los derechos personales o de el dominio, y por otra la capacidad e inten-
crédito se efectuará por medio de la cesión ción de adquirirlo. La entrega del título no
de créditos o derechos personales. La forma es la forma de efectuar la tradición de los
de efectuar la tradición dependerá de la derechos litigiosos. Para el referido autor,
naturaleza o título del crédito (artículos 699 la tradición se efectúa concretamente por
y 1901 del C.C.). apersonarse el cesionario en el juicio respec-
tivo. A su vez, la tradición entre cesionario
138
Esta tesis supone que no existe comunicabilidad y deudor se produciría por la notificación
de los derechos de los comuneros sobre una univer- de la cesión, conforme al artículo 1913 del
salidad jurídica y los bienes de que ésta se compone. C.C.141
En este punto, el Código Civil se habría separado
del Derecho romano, como se desprendería de los 28. Fundamento de la tradición. La
artículos 1909, 686 interpretado a contrario sensu, 718 y importancia de la tradición, como modo
1344 del C.C. FIGUEROA YÁÑEZ, Gonzalo, El patrimonio, de adquirir el dominio, es evidente desde
2ª edición, Editorial Jurídica de Chile, Santiago de que es la forma usual en que se adquiere el
Chile, 1997, Nos 288 a 290, pp. 680 a 696.
139
Esta posición se desprende en realidad de la dominio en el mercado. En nuestro sistema
planteada por GUTIÉRREZ. FIGUEROA distingue res- contractual, a diferencia del Derecho francés,
pecto de la cesión del derecho real de herencia, si no nacen derechos reales. Sin perjuicio de
en la venta se especifican o no los bienes de la su- ello, los contratos que sean títulos traslati-
cesión para el solo efecto de determinar si se aplica cios de dominio pueden llevar a adquirir
el artículo 1909 del C.C. En este sentido, FIGUEROA
señala que la venta del derecho real de herencia sin por tradición.
especificar los efectos de que se compone, pero que La doctrina civil más moderna, sobre todo
contenga bienes muebles e inmuebles, debe hacer- en el Derecho comparado, ha comenzado
se conforme al artículo 684 del C.C. respecto de los a discutir los fundamentos de la tradición.
muebles y conforme al artículo 688 del C.C. respecto
de los inmuebles, agregando que “en este caso, resulta
140
además plenamente aplicable el art. 1909, y el cedente –por Vid. supra Nº 81, § 2, capítulo VI, sección 2,
no haber especificado los bienes que integraban la tomo I.
141
herencia– no se hará responsable frente al cesionario sino MEZA BARROS, Ramón, Manual de Derecho Ci-
de su calidad de heredero”. FIGUEROA YÁÑEZ, Gonzalo, El vil. De las fuentes de las obligaciones, tomo I, Editorial
patrimonio, Editorial Jurídica de Chile, segunda edición, Jurídica de Chile, octava edición, Santiago de Chile,
Santiago de Chile, 1997, Nº 289, letra d), p. 603. 2000, p. 188.

119
Tomo Cuarto - De los Bienes

En el Derecho español, para DÍEZ-PICAZO después de celebrada la compraventa con


es posible justificar esta figura en tres po- Primus se entera que el verdadero dueño es
siciones: Secundus. De actuar correctamente Tercerus
A. La tradición como modo de adquirir el y entregar la cosa a Secundus o de entablar
dominio, que es la forma en que se plantea tradi- una acción reivindicatoria Secundus contra
cionalmente en Chile. BELLO se habría guiado Tercerus y allanarse, ¿éste no podrá accionar
en esta materia por el Derecho romano, de resolución del contrato de compraventa
alejado totalmente del Code y del sistema contra Primus? 143 Si ello es de esta manera,
alemán que se desarrollaría con el BGB. esta solución es consistente con la tesis que
entiende que la tradición no es más que una
B. La tradición como forma de entrega. La
forma de adquirir la posesión. Si se entiende
traditio es una entrega o transmisión de la
que –en este supuesto– hubo tradición, es
posesión jurídica realizada con una estricta
obligatorio concluir que el comprador no
finalidad traslaticia o con ánimo de trans-
tiene acción contra el verdadero dueño,
mitir la propiedad o el derecho real.
como si se realiza una tradición ficta o real
C. La tradición como posesión. La tradición de un bien que pertenece a un tercero. En-
se desvincula casi totalmente del campo tonces, la tradición obedece a una realidad
de los derechos para ubicarse en el de la posesoria más que a un modo de adquirir el
posesión.142 dominio. El que la tradición de cosa ajena
Estas dos últimas posiciones se separan sea válida no quiere decir que el comprador
de la dogmática y del Derecho Civil chileno quede en la indefensión si ello acontece;
al entender que la tradición sería un modo pero no podrá solicitar la resolución del
de adquirir derivativo de la posesión. Sin contrato porque el tradente no era dueño
perjuicio de ello, a continuación se ana- y se le constituyó sólo como poseedor de
lizará si es posible sustentar estas tesis en la cosa. El adquirente-comprador, que está
nuestro ordenamiento jurídico. Para los en vías de adquirir por prescripción, sólo
seguidores de esta posición, como para AL- tiene acción de evicción contra el vendedor
BALADEJO GARCÍA, la prescripción adquisitiva para el caso de ser turbado en su pose-
se fundaría más bien en la posesión que en sión. La solución contraria, que se basaría
el dominio. En definitiva, la tradición no en que al resolverse la tradición por no
sería más que una forma de dar lugar a la transferir el dominio en definitiva resuel-
posesión y por ello el tradente no necesita ve retroactivamente –al menos respecto
ser dueño de la cosa. de las partes– la compraventa, se opone
D. Función de la tradición en el Derecho en Chile a la forma en que se ha entendi-
chileno. Analizaremos la función de la tra- do el saneamiento de la evicción.144 Así,
dición en el Derecho chileno a la luz de desechada esta posibilidad es obligatorio
un ejemplo, ya clásico, de la tradición efec-
tuada por un tradente no dueño. Veamos 143
En este caso Tercerus no podrá solicitar la
entonces el siguiente caso: Primus arrebata la resolución del contrato de compraventa, ya que
posesión a Secundus, la usurpa y enajena por éste se regirá por las reglas de la evicción (artícu-
tradición a Tercerus. En dicho caso, Tercerus lo 1846.1º, Nº 2 del C.C.). Es de destacar que la
debe ser protegido por el ordenamiento posición tradicional sobre la tradición tiene un
jurídico, si Cuartus, por ejemplo, turba su fuerte sustento en el Proyecto de Código Civil de
1853, que en el artículo 2028, correspondiente al
posesión. Pero Tercerus no será beneficiario actual artículo 1846.1º, Nº 2 del C.C., señalaba que
de la tutela legal frente a la acción reivin- “si el comprador perdió por su culpa la posesión, y
dicatoria de Secundus, que es el verdadero de haber perdido la posesión se sigue la pérdida del
dueño. Imaginemos además que Tercerus dominio”, es decir, se refería al caso que el tradente
era dueño. BELLO, Andrés, Obras completas. Código
Civil de la República de Chile Nº 3, tomo XVI, Funda-
142
DÍEZ-PICAZO, Luis, Fundamentos del Derecho Civil ción La Casa de Bello, segunda edición, Caracas,
patrimonial, volumen tercero, Editorial Civitas, cuarta Venezuela, 1981, p. 659.
144
edición, Madrid, España, 1995, pp. 622 a 623. Vid. Nº 52, § 2, capítulo II, tomo II.

120
Capítulo IV - Los Modos de Adquirir el Dominio

concluir que la compraventa sólo obliga al el transcurso del tiempo de prescripción;


vendedor a dar lugar a la posesión y no a es decir, mediante la prueba de los elemen-
efectuar la transferencia del dominio. La tos de la prescripción adquisitiva. En este
tradición que, desde esta perspectiva, no sentido es de destacar que el dominio no
transfiere el dominio, pero da lugar a la se prueba por la prescripción adquisitiva,
posesión –es decir, se produce una entrega ya que el tradente no necesita que el juez
que da lugar a la posesión–, sólo otorga al declare la prescripción adquisitiva, o sea,
comprador la acción de saneamiento de no se requiere de sentencia judicial que
la evicción.145 Pero si la tradición no da declare la prescripción adquisitiva.
lugar a la posesión, sólo entonces podrá En resumen, en este caso se aprecia la
accionarse por resolución. También se hace importancia y la relevancia práctica de la
forzoso llegar a esta conclusión si se analiza tradición, en que el tradente no necesitará
lo que ocurre si la tradición transfiere el recurrir a la prescripción adquisitiva, sino
dominio, pero no la posesión material. Así que adquirirá directamente por tradición
sucede, por ejemplo, si entre el comprador probando que se cumplen los requisitos
y el vendedor-dueño opera alguna de las de la prescripción.147
formas de tradición ficta, ya sea respecto
de bienes muebles o inmuebles, pero el
vendedor no cumple con la entrega ma- § 5. La prescripción adquisitiva
terial. En dicho caso el comprador puede
pedir la resolución del contrato.146 Es de 29. Regulación de la prescripción.
destacar que en este supuesto, el compra- Nuestro Código trató conjuntamente la
dor puede pedir la resolución del contrato prescripción extintiva con la adquisitiva
a pesar de tener una acción de precario en el Título XLII del Libro IV del C.C. (ar-
o reivindicatoria, según el caso, contra el tículos 2494 a 2524 del C.C.).
tercero mero tenedor o poseedor. En cierto sentido el Código Civil chileno
Sin perjuicio de lo anterior, la importancia se separa de los dos sistemas más difundidos
de la tradición como modo de adquirir se en materia de prescripción, el alemán y
aprecia si el tradente efectivamente es dueño el francés. El Derecho alemán en el BGB
de la cosa. En dicho supuesto el adquirente –que además es muy posterior al Código
adquirirá por tradición, aunque la forma Civil chileno– dio un alcance limitado a
práctica de probarla será la posesión más la prescripción adquisitiva en virtud del
sistema registral que adoptó, tendencia
145
En este sentido, si la posesión nace en el ad- seguida por el Código suizo de 1907. El
quirente producto de la entrega y el tradente no BGB regula detalladamente la prescripción
es dueño, el adquirente no tiene acción contra el extintiva y la separa de la prescripción ad-
tradente. De ello se concluye que la tradición pue- quisitiva.
de no transferir el dominio, pero si da lugar a la
posesión el adquirente no podrá accionar contra
En cambio, BELLO siguió al Code en el
el tradente. tratamiento conjunto de ambas prescrip-
146
De esta forma lo señala expresamente MEZA
BARROS al indicar que “la cosa vendida debe ser pues-
147
ta materialmente a disposición del comprador; no Sin perjuicio de ello, de lo anterior se concluye
se entiende cumplida la obligación del vendedor que debe revisarse la posición de la dogmática en
por el hecho de inscribirse el título en el Registro Chile frente a la tradición. En todo caso se puede
del Conservador, aunque mediante la inscripción apreciar que la justificación de la tradición –modo de
adquiera legalmente el comprador la posesión de adquirir y título traslaticio de dominio– está más en la
la cosa” (y el dominio) (...) La falta de entrega real o posesión que en el dominio. Ello invita a un examen
material autoriza al comprador para reclamarla o para completo de la tradición como modo de adquirir, ya
pedir la resolución del contrato de compraventa. (Lo que en realidad parece ser más bien sólo una forma
agregado en cursiva es mío.) MEZA BARROS, Ramón, que lleva a adquirir a través de prescripción adquisi-
Manual de Derecho Civil. De las fuentes de las obligaciones, tiva en la medida que haya dado lugar a la posesión.
tomo I, Editorial Jurídica de Chile, octava edición, Así, una vez que hay posesión se probará el dominio
Santiago de Chile, 2000, p. 113. a través de la prescripción adquisitiva.

121
Tomo Cuarto - De los Bienes

ciones, pero estableciendo diferencias fun- extintiva se trató en los modos de extinguir
damentales entre ambos sistemas.148 las obligaciones.
30. Concepto de prescripción. Nuestro 32. Fundamento de la prescripción. La
Derecho definió, en el artículo 2492.1º del prescripción se ha fundado tradicionalmente
C.C., conjuntamente la prescripción ad- en las siguientes posiciones:
quisitiva y la extintiva, señalando que “la A. Tesis subjetiva. En virtud de esta tesis
prescripción es un modo de adquirir las cosas el dueño o el acreedor pierde el dominio
ajenas, o de extinguir las acciones y derechos en manos del poseedor por una parte y las
ajenos, por haberse poseído las cosas o no ha- acciones a favor del deudor por la otra. Ello
berse ejercido dichas acciones y derechos durante ocurre por medio de la prescripción, que
cierto lapso de tiempo, y concurriendo los demás sanciona al que ha abandonado o actuado
requisitos legales”. negligentemente en el ejercicio de un derecho
El Código Civil, de esta forma, define real (prescripción adquisitiva) o personal
la prescripción adquisitiva como un modo (prescripción extintiva). Además, se debe
de adquirir las cosas ajenas por haberse proteger al poseedor en virtud de una fun-
poseído las cosas durante cierto lapso de ción social que se basaría en el trabajo.150
tiempo, y concurriendo los demás requisitos B. Tesis objetiva. Esta sería la tesis tradicio-
legales. A su vez, la prescripción extinti- nal que se funda en la certeza jurídica. Para
va es un modo de extinguir las acciones y esta posición, lo que se protege mediante
derechos ajenos por no haberse ejercido la prescripción es el bien común. De este
dichas acciones y derechos durante cierto modo, una situación de hecho que persiste
lapso de tiempo, y concurriendo los demás mañosamente en el tiempo debe ser pro-
requisitos legales. tegida por el ordenamiento jurídico.
31. Crítica al tratamiento conjunto de C. Teoría mixta. La prescripción es una
ambas prescripciones. Parte de la doctrina, institución que se basa en consideraciones
siguiendo la legislación y dogmática alemana, objetivas, como la certeza, y en una situación
a POTHIER y al Derecho romano clásico, no de hecho, pero también en bases subjetivas.
está de acuerdo en la regulación conjunta El paso del tiempo, más otros requisitos,
de ambas clases de prescripción.149 Pero no hace que prevalezca una situación de he-
se puede dejar de lado que ambos tipos de cho sobre una jurídica. Por ello se señala
prescripción tienen aspectos comunes. que ésta es una institución inmoral, porque
Sin perjuicio de ello, la base de la pres- permite adquirir cosas ajenas o protege al
cripción adquisitiva es la posesión no inte- deudor frente a un compromiso válidamente
rrumpida de la cosa durante cierto tiempo adquirido frente al acreedor. Pero, para
(modo de adquirir dominio). En cambio, que opere esta figura, el Derecho exige una
el fundamento de la prescripción extintiva actitud negligente del dueño (prescripción
es la inacción del acreedor durante cierto adquisitiva) o del acreedor (prescripción
tiempo (que afecta sólo a los derechos per- extintiva), es decir, esta también es una figura
sonales). En todo caso, sólo se desarrollarán que se basa en consideraciones de equidad.
las reglas comunes a ambas prescripciones y No se puede dejar eternamente pendiente
la prescripción adquisitiva. La prescripción el ejercicio de un derecho subjetivo, ya sea
real (caso de la prescripción adquisitiva) o
personal (prescripción extintiva). Finalmen-
148
BELLO se habría beneficiado de los comentarios te, se señala que la prescripción tiene como
de DELVINCOURT y TROPLONG al Code, los que habría fundamento el desarrollo del comercio.
tomado en consideración al momento de elaborar el
Código Civil chileno. VÁSQUEZ MÉNDEZ, Guillermo,
150
La Prescripción, Editorial Jurídica La Ley, Santiago de Para DÍEZ-PICAZO es posible justificar la pres-
Chile, 1995, pp. 13 a 36. cripción desde dos perspectivas, una objetiva y otra
149
La unificación conceptual de ambas prescrip- subjetiva. DÍEZ-PICAZO, Luis, Fundamentos del Derecho Civil
ciones se consagra en los tiempos de Justiniano, que patrimonial, volumen tercero, Editorial Civitas, cuarta
adopta la unificación teodosiana. edición, Madrid, España, 1995, pp. 696 a 699.

122
Capítulo IV - Los Modos de Adquirir el Dominio

33. Elementos comunes a ambas pres- 34. Reglas generales o comunes a toda
cripciones. Los elementos de la prescripción prescripción. El párrafo 1 del Título XLII
adquisitiva son los siguientes: a) Inactividad del Libro IV, después de definir en el ar-
del titular. tículo 2492 del C.C. la prescripción, se en-
b) Transcurso del tiempo. carga de señalar, en los artículos restantes
c) Posesión de la cosa por una persona –artículos 2493 a 2497 del C.C.–, las que se
distinta al dueño. han denominado reglas comunes a toda
El efecto de esta prescripción es hacer prescripción. Estas son las siguientes:
nacer el dominio en el prescribiente. A. La prescripción debe ser alegada.
Por su parte, la prescripción extintiva 1º. Regulación de esta regla común.
tiene como elementos: La prescripción no puede ser declarada
a) Inactividad del acreedor. de oficio, quien quiera aprovecharse de la
b) Transcurso del tiempo. prescripción debe alegarla.
c) Obligaciones del deudor. El artículo 2493 del C.C. establece esta
El efecto de esta prescripción es liberar exigencia, señalando que “el que quiera apro-
al deudor de su obligación y que ésta se vecharse de la prescripción debe alegarla; el juez
transforme en natural (esta prescripción no puede declararla de oficio”. Esta disposición
también se denomina liberatoria). se funda en que el tiempo por sí solo no
Como se aprecia, ambas clases de pres- produce la prescripción, sino que es nece-
cripción tienen elementos comunes. Ambas sario que además concurran la posesión
exigen transcurso de cierto lapso durante el y la inactividad del titular (prescripción
cual subsiste la inactividad del sujeto activo adquisitiva), o la inactividad del titular y la
del derecho. La prescripción normalmente existencia de la obligación (prescripción
es una sanción al titular negligente, a aquel extintiva).
que no ejerce su derecho. Por ello se señala Estas son circunstancias que no pueden
que el derecho prescribe contra el titular, ser conocidas o comprobadas por el juez si no
ya sea de un derecho real (respecto de una son alegadas por quien quiere aprovecharse
cosa) o de un derecho personal (respecto de ellas. Luego, una de las razones en que
de una persona). Entonces, el segundo se funda este principio es que al tribunal
elemento común a ambas prescripciones no le constan todos los elementos de la
es la negligencia del titular o sujeto activo prescripción, los que deben ser alegados
del derecho. y probados por quien quiere aprovecharse
Incluso es posible señalar un tercer de ella. Además, no cabe duda de que otra
elemento diferenciador. La prescripción razón que ha llevado al legislador a esta-
adquisitiva tiene como sustento la posesión blecer esta regla, es que aun con todas las
de la cosa por el prescribiente, el cual no ventajas que la prescripción presenta, no
va a adquirir el derecho real de dominio puede desconocerse que esta figura tiene
sobre ella sino mediante la prescripción, algo de expropiatorio, desde que se priva
porque sólo tiene una posesión sin derecho. a alguien de lo que le pertenece sin nin-
Tratándose de la prescripción extintiva, el guna compensación. Por ello, el legislador
elemento diferenciador entre ambas figuras ha estimado útil dejar a la conciencia del
es la obligación del deudor que se extingue prescribiente el aprovecharse o no de esta
por la prescripción extintiva. La prescripción institución y, por ello, impone la obligación
extintiva afecta la obligación del deudor, de alegarla a quien pretende aprovecharse
que se extingue; como consecuencia de la de ella. Asimismo, si el juez declarara de
cual el deudor queda liberado de ella.151 oficio, estaría dejando sin aplicación lo dis-
puesto en el artículo 2494 del C.C., que
151
En realidad no se extingue la obligación, lo
que se extingue es la acción para exigir su cumpli- natural, que es aquella que no da acción para exigir
miento (artículo 2492.2º del C.C.). De este modo, su cumplimiento, pero sí excepción para retener lo
la obligación civil se transforma en una obligación dado o pagado en razón de ella.

123
Tomo Cuarto - De los Bienes

establece el principio de que la prescripción respecto del salitre, conforme a la inter-


puede ser renunciada. La declaración de pretación sostenida por la Corte Suprema
oficio de los jueces iría contra el principio de la Ley del Salitre de 1906. Conforme a
establecido en el artículo 10 del C.O.T., ALESSANDRI, SOMARRIVA y VODANOVIC este
según el cual los tribunales de justicia, por es más bien un caso de caducidad que de
regla general, no actúan de oficio sino que prescripción.153
a petición de parte. B. No se puede renunciar a la prescripción
Sin perjuicio de lo anterior y a pesar en forma anticipada.
de que la prescripción debe ser alegada, 1º. Regulación de la renuncia a la pres-
para ROZAS V. esta figura opera de pleno cripción.
derecho, es decir, por el solo transcurso Se renuncia a la prescripción cuando
del tiempo. Para el referido autor, “otra cumplido el plazo respectivo, el prescribien-
cosa es que para aprovecharse de ella el te manifiesta su voluntad de no ejercerla
prescribiente debe alegarla y que el juez (artículo 2494.1º del C.C.). El artículo 2494
no puede declararla de oficio”.152 del C.C. regula la renuncia en los siguientes
La prescripción puede ejercerse como términos:
acción u oponerse como excepción. La excep- “Artículo 2494. La prescripción puede ser
ción de prescripción es mixta (artículo 310 renunciada expresa o tácitamente; pero sólo des-
del C.P.C.), es decir, puede oponerse por pués de cumplida.
escrito en cualquier estado del pleito antes Renúnciase tácitamente, cuando el que puede
de la citación para oír sentencia en primera alegarla manifiesta por un hecho suyo que reconoce
instancia o hasta antes de la vista de la causa el derecho del dueño o del acreedor; por ejemplo,
en segunda. cuando cumplidas las condiciones legales de la
Sin perjuicio de ello, como destacaba prescripción, el poseedor de la cosa la toma en
ROZAS V., para algunos autores –los que arriendo, o el que debe dinero paga intereses o
sostienen que la prescripción no opera de pide plazo”.
pleno derecho– no basta con oponerla como La razón de prohibir la renuncia an-
excepción en juicio ordinario, sino que ticipada de la prescripción es que de lo
además debe demandarse reconvencional- contrario, la renuncia se transformaría en
mente para que el juez pueda declararla. una cláusula de estilo de todo acto jurídico
En definitiva, la prescripción no procede o contrato.
de oficio por cuanto la ley la deja a la con- 2º. Clasificación de la renuncia de la
ciencia del beneficiario. prescripción.
2º. Casos excepcionales en que el juez La renuncia es expresa cuando se hace
puede declarar de oficio la prescripción. en términos claros, formales y explícitos,
a) El juez en un juicio ejecutivo puede como en un escrito judicial; y tácita cuando se
declarar de oficio la prescripción del carácter reconoce el derecho de dominio del dueño
ejecutivo del título, cuando la obligación o la acreencia del acreedor (artículo 2494.2º
conste en un título ejecutivo que tenga más del C.C.).
de tres años de antigüedad desde que se 3º. Elementos de la renuncia a la pres-
hizo exigible (artículo 442 del C.P.C.). cripción.
b) La prescripción de la acción penal La renuncia a la prescripción supone
y la pena –que tienen los mismos plazos dos elementos:
de prescripción– deben ser declaradas de a) El lapso de prescripción debe estar
oficio (artículos 94 y 97 del C.P.). cumplido, pues, si no lo está, el reconoci-
c) En materia de prescripción adquisi- miento que el prescribiente hace del dere-
tiva sólo procede la declaración de oficio cho del titular constituye una interrupción

152 153
ROZAS VIAL, Fernando, Los bienes, LexisNexis, ALESSANDRI, SOMARRIVA y VODANOVIC, Tra-
tercera edición, Santiago de Chile, 2004, Nº 277, tado de los derechos reales, Editorial Jurídica de Chile,
pp. 246 a 248. tomo II, Santiago de Chile, 1993, p. 14.

124
Capítulo IV - Los Modos de Adquirir el Dominio

natural de la prescripción y no una renuncia aplicación de las reglas generales. Así, la


de la misma (artículo 2518 del C.C.). referida norma agrega que “el fiador podrá
b) El prescribiente, conforme al ar- oponer al acreedor la prescripción renunciada
tículo 2495 del C.C., debe tener capacidad por el principal deudor”.
para enajenar, porque la renuncia de la C. En principio, toda persona puede alegar la
prescripción priva de la adquisición de un prescripción y en su contra se puede prescribir. La
derecho y ello se asemeja a la enajenación. prescripción corre en contra de cualquier
Así, SOMARRIVA señala que para determinar persona, el Estado, las iglesias, las munici-
si un representante legal puede renunciar palidades, etc.155 De esta forma lo señala el
a la prescripción, se debe distinguir según artículo 2497 del C.C., para el cual “las reglas
si se trata de una prescripción sobre cosa relativas a la prescripción se aplican igualmente
mueble o inmueble. a favor y en contra del Estado, de las iglesias,
El representante legal no podrá renunciar de las municipalidades, de los establecimientos
a la prescripción respecto de los inmuebles, y corporaciones nacionales, y de los individuos
sino con autorización judicial, porque sólo particulares que tienen la libre administración
puede hacerlo quien puede enajenar.154 Así de lo suyo”.
se desprende del artículo 2495 del C.C., en Se incluyen entre estas personas, aunque
virtud del cual “no puede renunciar la pres- el Código Civil no se refiere a ellos, los
cripción sino el que puede enajenar”. ausentes. El artículo 2497 del C.C., como
En cambio, los muebles podrán enaje- destacaba PESCIO, tiene como precedente
narse libremente, sin perjuicio de la res- los artículos 1991 del Proyecto de Código
ponsabilidad que dicha enajenación pueda Civil de GARCÍA GOYENA, y 2251 del Code.156
acarrear. Sin perjuicio de ello, contra ciertas personas,
4º. Efectos de la renuncia a la prescrip- principalmente incapaces, se suspende la
ción. prescripción como se verá.
El efecto de la renuncia es que el pres-
cribiente no adquiere el derecho, el cual 35. Algunos aspectos generales en tor-
permanece íntegramente en el patrimonio no a la prescripción adquisitiva. La pres-
del titular. Pero este efecto de la renuncia cripción adquisitiva tiene su antecedente
es relativo, porque afecta sólo al prescri- en la usucapión romana.157 Dicha figura ya
biente o renunciante. De este modo, si era reconocida en las XII Tablas. La usu-
los prescribientes son varios y sólo uno de capión, junto con la traditio, afectaba los
ellos renuncia, no haciéndolo los demás, derechos reales ajenos, ya sea con la opo-
los que no renunciaron pueden perfec- sición o indiferencia del dueño –como en
tamente invocar la prescripción, sin que la usucapión– o su beneplácito –como en la
pueda oponérseles la renuncia que hizo traditio–. En cambio, las cosas sin dueño –res
uno de ellos, conforme al artículo 2496 nullius– o abandonadas por su dueño –res
del C.C. De este modo, la renuncia de la derelictae– eran adquiridas por ocupación.
prescripción sólo opera respecto del que Como se aprecia, los casos susceptibles de
la efectúa, no perjudicando ni benefician- judicializarse son los relacionados con la
do a los demás deudores. En este sentido, prescripción y la tradición.
el artículo 2496 del C.C. es redundante, La vinculación entre tradición y pres-
por cuanto dicho efecto no es más que la cripción adquisitiva es evidente. La pres-
cripción adquisitiva será la única forma en

154 155
Para ROZAS VIAL la renuncia a la prescripción Actualmente no existe entre nosotros la pres-
es un acto de disposición, tesis consistente con su cripción de cortísimo tiempo con que antes se fa-
posición de considerar que la prescripción opera de vorecía a las personas jurídicas de Derecho público
pleno derecho, independientemente que deba ser (artículo 2497 del C.C.).
156
alegada. ROZAS VIAL, Fernando, Los bienes, LexisNexis, PESCIO VARGAS, Victorio, Los modos de adquirir
tercera edición, Santiago de Chile, 2004, Nº 278, el dominio, Edeval, Valparaíso, Chile, 1984, p. 141.
157
p. 249. La usucapión significa adquisición por uso.

125
Tomo Cuarto - De los Bienes

que en definitiva se probará el dominio del sitiva ex novo en cabeza del usucapiente.158
adquirente o en el evento que el tradente A su vez, el aludido autor se refiere a las
no sea el dueño de la cosa, pueda llevar al opiniones de algunos autores españoles que
adquirente al dominio de que carecía al entienden que la prescripción es un modo
momento de efectuarse la tradición. de adquirir derivativo. Los que se adhieren
La tradición, como se señaló, por exi- a esta tesis señalan que si el prescribiente
gir la entrega de las cosas muebles o la funda su posesión en la de sus antecesores
inscripción conservatoria respecto de los es porque se trata de un modo de adquirir
inmuebles conduce hacia la posesión, que derivativo (artículo 717 del C.C. chileno). Sin
es el elemento fundamental sobre el que se embargo, en nuestro Derecho la prescrip-
construye la prescripción adquisitiva. En caso ción es un modo de adquirir originario, por
que la tradición lleve a la posesión, pone al cuanto ella debe ser alegada, y la posesión
adquirente en camino de poder adquirir no es una forma de dominio por lo que mal
por prescripción adquisitiva. Ello a pesar podría comprenderse que la prescripción
que el tradente no sea dueño y, por ende, es un modo de adquirir derivativo.
la tradición no transfiera el dominio. c) Es un modo de adquirir el dominio
En resumen, la importancia de la pres- entre vivos.
cripción es triple, ya que es la única forma La prescripción adquisitiva no opera por
de probar en definitiva el dominio, puede causa de muerte, sus efectos no penden del
llevar al adquirente al dominio de que el fallecimiento.159
tradente carecía y, finalmente, es un modo d) Es un modo de adquirir el dominio
de adquirir derechos y acciones ajenos. a título gratuito.
Nuestro Código Civil se ocupa de la pres- El prescribiente no sufre ningún detri-
cripción adquisitiva en el párrafo 2º del mento mediante la prescripción.
Título XVII del Libro IV (artículos 2498 a e) Es un modo de adquirir el dominio
2515 del C.C.). generalmente a título singular, salvo la he-
rencia.
36. Concepto de prescripción adquisitiva.
f) Es un modo de adquirir el dominio y
El artículo 2492 del C.C., conforme ya se
los demás derechos reales, salvo los derechos
señaló, define a la prescripción adquisitiva
personales y las servidumbres discontinuas
como “un modo de adquirir las cosas ajenas
o continuas inaparentes (artículos 882, 2498
(...) por haberse poseído las cosas (...) durante
y 2513 del C.C.).
cierto lapso de tiempo, y concurriendo los demás
En este sentido, la prescripción es un
requisitos legales”. Una acción o derecho real
modo de adquirir más amplio que la ocu-
se señala prescribir, cuando se adquiere
pación y la accesión, pero más restringido
dicho derecho por prescripción adquisitiva,
que la tradición.
ya que la prescripción extintiva no opera
respecto de los derechos reales, sino sólo 38. Elementos de la esencia de la pres-
respecto de los derechos personales, créditos cripción adquisitiva.
u obligaciones. a) Es un modo de adquirir las cosas
ajenas. En ello se diferencia de la ocupa-
37. Características de la prescripción
ción, por la cual se adquieren cosas que no
como modo de adquirir el dominio.
a) Es un modo de adquirir el domi- 158
PEÑA BERNALDO DE QUIRÓS, Manuel, Derechos
nio. reales. Derecho hipotecario, tomo I, Centro de Estudios
La prescripción, conforme a los artícu- Registrales, tercera edición, Madrid, España, 1999,
los 588 y 2492 del C.C., es un modo de ad- p. 122.
159
quirir el dominio. Erróneamente ROZAS VIAL señala que ello
b) Es un modo de adquirir el dominio quiere decir que opera en vida del prescribiente, ya
que lo que hace que sea un modo de adquirir entre
originario. vivos es que sus efectos no dependen del fallecimiento,
Para PEÑA BERNALDO DE QUIRÓS el de- independientemente si produce o no sus efectos en
recho se adquiere por prescripción adqui- vida del prescribiente.

126
Capítulo IV - Los Modos de Adquirir el Dominio

pertenecen a nadie o abandonadas por su dichos derechos sólo pueden extinguirse


dueño. por la prescripción extintiva.
b) Opera por haberse poseído las cosas, es Aparte de la exclusión general de la
decir, exige posesión regular o irregular. prescripción de las cosas incomerciables,
c) Exige un lapso de posesión. Lo que tampoco se pueden adquirir por prescrip-
lleva a clasificar la prescripción en ordinaria ción las servidumbres discontinuas y las
y extraordinaria. continuas inaparentes.
d) Concurriendo los demás requisitos
41. Posesión útil y continua como re-
legales.
quisito de procedencia de la prescripción
Estos requisitos son que la posesión sea
adquisitiva.
ininterrumpida, no se haya suspendido,
que sea alegada la prescripción y que no A. Regulación de la posesión útil y continua
haya sido renunciada. como requisito de procedencia de la prescripción
adquisitiva. La posesión de la cosa corporal
39. Requisitos de la prescripción adqui- mueble o inmueble, cuyo dominio se va a
sitiva (prescripción adquisitiva ordinaria y adquirir, es el elemento fundamental de
extraordinaria). la prescripción adquisitiva (artículos 2492
a) Cosa susceptible de adquisición por y 2498 del C.C.). En torno a este requisito
prescripción. de la prescripción se debe tener presente
b) La posesión debe reunir las cualida- lo siguiente:
des de ser útil (no violenta ni clandestina) a) Si se trata de un inmueble inscrito,
y continua o no interrumpida, además de la posesión sólo puede adquirirse median-
poder ser regular o irregular. te la inscripción (artículos 724 y 2505 del
c) Tiempo de posesión. C.C.).
Análisis de dichos requisitos: b) Respecto de los inmuebles no inscritos
la doctrina está dividida. Para algunos, la
40. Cosa susceptible de prescripción inscripción es necesaria; en cambio, para
adquisitiva. Pueden adquirirse por pres- otros no se exige la inscripción como forma
cripción todas las cosas comerciales y que para adquirir o dar lugar a la posesión, bas-
puedan ser objeto de dominio y demás de- tando la aprehensión material y el ánimo
rechos reales (artículo 2498.1º del C.C.). de señor y dueño. En este sentido, la pose-
Así, dicha norma señala que “se gana por sión puede ser regular o irregular; ambas
prescripción el dominio de los bienes corporales formas de posesión sirven para que opere
raíces o muebles, que están en el comercio humano, la prescripción adquisitiva.160
y se han poseído con las condiciones legales”. En La diferencia fundamental entre ambas
este sentido, no sólo se puede adquirir por clases de posesión consiste en que en la
prescripción el dominio, sino también la
posesión irregular el tiempo de prescrip-
herencia, censo y servidumbres continuas y
ción es más largo. Sin perjuicio de lo cual
aparentes (artículos 704.1º, Nº 4; 882; 1269
la persona que está prescribiendo, para
y 2512 del C.C.). De esta forma, la última de
completar el plazo de prescripción pue-
estas normas señala que “los derechos reales se
de agregar a su posesión la de una serie
adquieren por la prescripción de la misma mane-
continua e ininterrumpida de antecesores,
ra que el dominio, y están sujetos a las mismas
pero debe hacerlo con todas sus calidades y
reglas, salvas las excepciones siguientes:
vicios (artículos 717 y 2500 del C.C.). De esta
1ª. El derecho de herencia y el de censo se
manera, la última de las referidas normas
adquieren por la prescripción extraordinaria de
señala textualmente lo siguiente:
diez años.
“Artículo 2500. Si una cosa ha sido poseída
2ª. El derecho de servidumbre se adquiere
sucesivamente y sin interrupción por dos o más
según el artículo 882”.
En consecuencia, no pueden adquirirse
por prescripción los derechos personales; 160
Vid. supra Nº 26, § 2, capítulo III, tomo IV.

127
Tomo Cuarto - De los Bienes

personas, el tiempo del antecesor puede o no agre- ser violenta ni clandestina– y continua. En
garse al tiempo del sucesor, según lo dispuesto este sentido, no debe olvidarse que para una
en el artículo 717. parte de la doctrina, aunque minoritaria,
La posesión principiada por una persona la posesión violenta jamás pierde este ca-
difunta continúa en la herencia yacente, que se rácter a diferencia de la clandestina. Ello
entiende poseer a nombre del heredero”. se debe a que la posesión violenta es la que
B. Actos que no se consideran como posesión. se “adquiere” por la fuerza (artículo 707.1º
Nuestro ordenamiento jurídico considera del C.C.); es decir, no se puede sanear, el
que los actos de mera facultad y mera tole- poseedor violento lo será desde el comien-
rancia no pueden dar lugar a la posesión. zo y para siempre. En cambio, la posesión
Así, el artículo 2499.1º del C.C. señala que clandestina desde que comienza a hacerse
la omisión de actos de mera facultad y de pública deja de ser viciosa.161 Así se despren-
mera tolerancia no confiere posesión, ni de de la interpretación mayoritariamente
sirven como antecedente para adquirir por aceptada por la doctrina del artículo 713
prescripción. del C.C.
En resumen, para que opere la pres-
1º. Actos de mera facultad. Los actos de
cripción adquisitiva, la posesión tiene que
mera facultad son los que cada cual puede
reunir las características de útil y continua.
ejecutar en lo suyo, sin necesidad del con-
Así, las posesiones violentas y clandestinas
sentimiento de otro.
no sirven para prescribir (artículos 2507 y
2º. Actos de mera tolerancia. En virtud
2510.1.3ª, Regla 2ª del C.C.).
de ellos, el hecho de que una persona no
ejecute un acto para el cual está facultada, C. La interrupción de la prescripción. Para
nada puede significar a favor de terceros poder adquirir por prescripción la posesión
extraños. A los actos de mera tolerancia se debe ser continua, es decir, no debe ser inte-
refiere el artículo 2499.2º del C.C., señalan- rrumpida. Este requisito se desprende de los
do que “así el que durante muchos años dejó de elementos de la prescripción. De esta forma,
edificar en un terreno suyo, no por eso confiere a si falta la posesión hay interrupción natural;
su vecino el derecho de impedirle que edifique”. en cambio, si falta la inmovilidad del titular
La doctrina entiende por actos de mera del derecho hay interrupción civil.
tolerancia los que permite o tolera un pro- El artículo 2501 del C.C. define la in-
terrupción de la posesión como “la que no
pietario benévolo en lo suyo por parte de
ha sufrido ninguna interrupción natural o ci-
un extraño, siempre que ello no signifique
vil”. Conforme a ello, la interrupción de
un gravamen. El artículo 2499.3º del C.C.
la prescripción puede ser de las siguientes
da el siguiente ejemplo de éstos: “del mismo
dos clases:
modo, el que tolera que el ganado de su vecino
1º. Interrupción natural de la pres-
transite por sus tierras eriales o paste en ellas, no cripción.
por eso se impone la servidumbre de este tránsito 1º.1. Concepto de interrupción natural
o pasto”. de la prescripción.
Las reglas del artículo 2499 del C.C. tie-
nen como objetivo lograr una amigable
convivencia entre vecinos, al evitar que todo 161
Es interesante destacar que el artículo 882.2º
propietario esté obligado a velar permanen- del C.C. sólo permite adquirir por prescripción ad-
quisitiva las servidumbres continuas y aparentes. La
temente para evitar que cualquiera realice razón de ello es precisamente que las servidumbres
ni aun el más insignificante acto que con inaparentes pueden ser clandestinas y estos actos no
el tiempo pudiera menoscabar o disminuir pueden dar lugar a una posesión que conduzca hacia
sus derechos. En este sentido, se intenta evi- la prescripción adquisitiva. Esta es una regla de las
tar que los hombres vivan en un constante servidumbres, pero confirma la interpretación que
se sostiene del artículo 713 del C.C. Sin embargo,
estado de desconfianza. no se puede dejar de lado que la posición contra-
La posesión sola no basta para prescribir; ria es la mayoritaria. Vid. supra 13, § 2, capítulo III,
además, ella debe ser útil –es decir, no debe tomo IV.

128
Capítulo IV - Los Modos de Adquirir el Dominio

La interrupción natural de la prescripción b) Cuando se ha perdido la posesión


es todo hecho material, de la naturaleza o el por haber entrado en ella otra persona
hombre, que hace perder la posesión de la (artículos 2502.1º, Nº 2 y 726 del C.C.).
cosa. Los supuestos de interrupción natural Este supuesto, a diferencia del caso an-
están establecidos en el artículo 2502 del terior, no afecta a la posesión sobre inmue-
C.C. en los siguientes términos: ble inscrito. Los actos de apoderamiento
“Artículo 2502. La interrupción es na- material de inmueble, mientras subsista la
tural: inscripción, no constituyen interrupción de
1º. Cuando sin haber pasado la posesión a la prescripción. De este modo, en este caso
otras manos, se ha hecho imposible el ejercicio de se debe hacer la siguiente distinción:
actos posesorios, como cuando una heredad ha i) Respecto de la posesión sobre bien
sido permanentemente inundada; mueble o bien inmueble no inscrito procede
2º. Cuando se ha perdido la posesión por la aplicación de esta interrupción (artícu-
haber entrado en ella otra persona. los 726 y 729 del C.C.).
La interrupción natural de la primera especie ii) Respecto de la posesión sobre bienes
no produce otro efecto que el de descontarse su inmuebles inscritos, el mero apoderamien-
duración; pero la interrupción natural de la to material no interrumpe la prescripción
segunda especie hace perder todo el tiempo de la (artículos 728 y 730.2º del C.C.).
posesión anterior; a menos que se haya recobrado 1.3. Efectos de la interrupción natural.
legalmente la posesión, conforme a lo dispuesto En cuanto a los efectos de la interrupción
en el título De las acciones posesorias, pues en tal natural, ésta hace perder todo el tiempo
caso no se entenderá haber habido interrupción de prescripción anterior a la interrupción.
para el desposeído”. Sin embargo, si la posesión se recupera
1º.2. Supuestos de interrupción natural no siempre se pierde el tiempo anterior,
de la prescripción. debiendo distinguirse dos supuestos:
a) Cuando sin haber pasado la posesión a) La posesión se recupera por vías de
a otras manos, se ha hecho imposible el hecho.
ejercicio de actos posesorios, como cuan- Si la posesión se recupera por vías de
do la heredad ha sido permanentemente hecho se pierde todo el tiempo de posesión
inundada (artículo 2502.1º, Nº 1 del C.C.). anterior, iniciándose una nueva posesión.
En cuanto al ejemplo, si la inundación dura Este supuesto excluye la aplicación del ar-
más de cinco años, cuando ésta termina el tículo 717 del C.C., es decir, el poseedor no
poseedor anterior a la inundación pierde podrá sumar ninguna posesión anterior.
la posesión, y además el dueño, el domi- b) La posesión por una vía jurídica.
nio de la cosa. En dicho caso, el dominio Si la posesión se recupera por una vía
pasa a los propietarios riberanos, quienes de derecho se entiende que no se ha inte-
adquieren este derecho por accesión. Pero rrumpido nunca. Es importante destacar
si las aguas restituyen el terreno antes de los que para alguna doctrina sólo las acciones
cinco años, entonces no se afecta el derecho posesorias producen este efecto por aplica-
de propiedad porque no se adquiere el ción del artículo 731 del C.C. Sin embargo,
terreno por el modo de adquirir accesión. dicha disposición se refiere al “que recupera
Este supuesto se aplica tanto a los inmue- legalmente la posesión”, y en este sentido se
bles no inscritos, como los inscritos, pues admitiría la acción reivindicatoria e incluso
el artículo 2502 del C.C. no distingue. una transacción, aunque no puede dejarse
Esta forma de interrupción natural de de lado que esta solución es más que dis-
la prescripción tiene importancia en otros cutible.162
aspectos, pues, a diferencia de los otros
casos de interrupción, sólo descuenta el 162
El adoptar una u otra posición es especialmente
plazo de prescripción durante el tiempo importante respecto de la posesión de los bienes
que dura la interrupción. Este es un efecto muebles porque respecto de ellos no proceden las
semejante al de la suspensión. acciones posesorias.

129
Tomo Cuarto - De los Bienes

En resumen, el efecto de esta causal de lugar sólo una vez notificada legalmente
interrupción natural es la pérdida del tiem- la demanda.
po anterior a la interrupción, salvo que el Por otra parte, también se ha entendi-
poseedor recupere legalmente la posesión do que existe interrupción aun cuando
(artículos 731 y 2502.2º del C.C.). En este el demandante o el demandado son re-
sentido, el artículo 731 del C.C. agrega que lativamente incapaces y se ha anulado lo
“el que recupera legalmente la posesión perdida, se actuado en el proceso. Ello se debe a que
entenderá haberla tenido durante todo el tiempo se cumpliría con el supuesto básico de la
intermedio”. interrupción, que consiste en que el dueño
La interrupción natural puede ser alegada salió de su inactividad. Lo mismo ocurre si
por todo aquel que tenga interés en ella, la demanda se interpuso ante un tribunal
pues los hechos son objetivos y susceptibles incompetente.
de prueba. 2º.2. Sujeto activo de la acción de inte-
2º. Interrupción civil de la prescrip- rrupción civil.
ción. La interrupción civil sólo la puede alegar
2º.1. Concepto y regulación de la inte- el titular o dueño que intentó la acción,
rrupción civil de la prescripción. pues es una forma subjetiva y relativa de
La interrupción civil, conforme al artículo interrumpir la prescripción (sólo produce
2503.1º del C.C., “es todo recurso judicial in- efectos inter partes). Pero ni aun éste podrá
tentado por el que se pretende verdadero dueño hacerlo en los siguientes casos:
de la cosa, contra el poseedor”. Agregando los a) Cuando la notificación de la demanda
incisos 2º y 3º de la referida norma que no es hecha legalmente.
“sólo el que ha intentado este recurso podrá ale- b) Si el recurrente se desistió expre-
gar la interrupción; y ni aun él en los casos samente de la demanda, o se declaró el
siguientes: abandono del procedimiento.
1º. Si la notificación de la demanda no ha c) Si el demandado fue absuelto por
sido hecha en forma legal; sentencia ejecutoriada.
2º. Si el recurrente desistió expresamente de En estos casos se entiende que no hay
la demanda o se declaró abandonada la instan- interrupción de la prescripción.
cia; 2º.3. Efecto de la interrupción civil.
3º. Si el demandado obtuvo sentencia de ab-
El Código Civil no señala cuál es el efec-
solución.
to de la interrupción civil, por lo que se
En estos tres casos se entenderá no haber
debe recurrir a la regla general en mate-
sido interrumpida la prescripción por la de-
ria de interrupción, es decir, a lo señalado
manda”.
respecto de la interrupción natural, en el
El fundamento de este tipo de interrup-
ción se encuentra en el hecho que, por la artículo 2502.1º, Nº 2 del C.C. De esta for-
interposición de la demanda o recurso, se ma, el efecto de la interrupción civil de la
entiende que el dueño abandona su inac- posesión es hacer perder todo el tiempo de
tividad. posesión transcurrido antes de la interrup-
La redacción del artículo 2503 del C.C. ción, de modo que se inicia un nuevo plazo
ha dado lugar a entender que sólo una de- de posesión. En este sentido, si el fallo es
manda judicial interrumpe la prescripción. favorable al propietario, el poseedor pier-
Así se desprendería, para algunos autores, de definitivamente la posesión, ya que es
de la utilización de la expresión “recurso condenado a restituir la cosa. En cambio,
judicial”. Dicha expresión se entiende refe- si es favorable al poseedor se entenderá no
rida a una acción que el dueño interpone haber sido interrumpida la prescripción por
contra el poseedor, debiendo estar fundada la demanda (artículo 2503.3º del C.C.).
exclusivamente en el derecho de dominio. D. Suspensión de la prescripción.
Incluso más, la jurisprudencia entiende que 1º. Fundamento de la suspensión de la
la interrupción civil de la prescripción tiene prescripción.

130
Capítulo IV - Los Modos de Adquirir el Dominio

La suspensión de la prescripción sólo Los supuestos de la suspensión están


opera en la prescripción ordinaria, a dife- establecidos en el artículo 2509.1º del C.C.,
rencia de la interrupción que se aplica a en virtud del cual la prescripción ordina-
ambas prescripciones. ria se suspende a favor de las siguientes
La suspensión de la prescripción consiste personas:
en un beneficio por el cual ciertas perso- 2º.1. Los menores de edad.
nas, que son dueñas del derecho que va a 2º.2. Los dementes y sordos o sordo-
extinguirse por prescripción, se ven favo- mudos que no pueden darse a entender
recidas pues ésta no correrá en su contra, claramente.
sino que detiene su curso mientras dure 2º.3. Todos los que estén bajo potestad
la causal legal que la justifica. Su efecto paterna, o bajo tutela o curaduría.
es impedir que la prescripción continúe o 2º.4. La mujer casada en sociedad con-
empiece a correr. yugal, mientras dure ésta. Así se desprende
Entre la interrupción y la suspensión de la del artículo 2509.1º, Nº 2 del C.C.
prescripción hay una notoria diferencia. La Además, conforme al inciso 2º del mismo
interrupción hace perder todo el tiempo an- artículo, no se suspende la prescripción
terior a ella, salvo el caso del artículo 2502.1º, respecto de la mujer separada judicialmente
Nº 1 del C.C. En cambio, en la suspensión de su marido, ni de la sujeta al régimen de
se detiene el plazo de prescripción mientras separación de bienes, respecto de aquellos
subsista la causal que la originó y, apenas que administra, es decir, los bienes que inte-
cesa ésta, el plazo de prescripción continúa gren su patrimonio reservado o respecto de
o comienza a correr. los que esté separada parcialmente de bienes.
Además, la suspensión tiene un impor- Esta suspensión no opera sólo respecto del
tante contenido subjetivo, ya que ella busca marido, sino de cualquier persona.
proteger a ciertas personas. En cambio, la 2º.5. Siempre entre cónyuges.
interrupción es objetiva, ya que atiende a cier- Este supuesto de suspensión no está
tos supuestos fácticos. La suspensión opera consagrado en la enumeración del artícu-
a favor de ciertas personas a que se refiere lo 2509.1º, sino en el inciso 4º del mismo
el artículo 2509 del C.C. En este sentido, la artículo del C.C. La doctrina discute sobre
referida norma señala lo siguiente: el ámbito de aplicación de esta suspensión.
“Artículo 2509. La prescripción ordinaria puede El fundamento de esta suspensión es la man-
suspenderse, sin extinguirse: en ese caso, cesando tención de la paz en la familia, evitando que
la causa de la suspensión, se le cuenta al poseedor un cónyuge se beneficie de la prescripción
el tiempo anterior a ella, si alguno hubo. adquisitiva a costa de los derechos del otro.
Se suspende la prescripción ordinaria, en favor A diferencia de los supuestos que preceden
de las personas siguientes: al inciso 4º, la prescripción se suspende
1º. Los menores; los dementes; los sordos o siempre entre cónyuges, cualquiera que
sordomudos que no pueden darse a entender sea el cónyuge o el régimen de bienes al
claramente; y todos los que estén bajo potestad que se encuentren afectos. De acontecer
paterna, o bajo tutela o curaduría; lo contrario, se correría el peligro de per-
2º. La mujer casada en sociedad conyugal manentes juicios entre cónyuges a objeto
mientras dure ésta; de interrumpir la prescripción. Por otra
3º. La herencia yacente. parte, el marido –en el régimen de socie-
No se suspende la prescripción en favor de la dad conyugal– sólo es mero tenedor de los
mujer separada judicialmente de su marido, ni bienes de la mujer, por lo que no puede
de la sujeta al régimen de separación de bienes, ganarlos por prescripción.
respecto de aquellos que administra. El inciso 4º en estudio ha generado una
La prescripción se suspende siempre entre fuerte discusión en torno a si su aplicación
cónyuges”. se extiende a la prescripción extraordinaria,
2º. Casos de suspensión de la prescrip- ya que ésta en principio no se suspende.
ción ordinaria: Arturo ALESSANDRI y José Clemente FABRES

131
Tomo Cuarto - De los Bienes

estimaban que toda prescripción, inclusive la extraordinaria. La prescripción adquisitiva


extraordinaria, se suspendía entre cónyuges. exige un lapso de posesión. De este modo,
El fundamento de esa posición está en la para prescribir no basta con tener la po-
utilización en el artículo 2509.4º del C.C. de sesión, ésta debe haber durado en forma
la frase: “...siempre entre cónyuges”. En la prác- continuada por cierto lapso. Ello lleva a
tica, ello se traduciría en que la prescripción distinguir entre prescripción adquisitiva
no se aplica jamás entre cónyuges, es decir, ordinaria y extraordinaria.
no operaría ni la prescripción ordinaria, ni La prescripción ordinaria exige las si-
extraordinaria. En cambio, para otros autores guientes condiciones:
la expresión “...siempre entre cónyuges” hace a) Posesión regular.
alusión a todo régimen de bienes que exista b) Lapso legal de posesión. Para adqui-
entre los cónyuges, es decir, sólo se aplicaría rir por prescripción ordinaria se requiere
a la prescripción ordinaria. de dos años de posesión para los muebles
2º.6. La herencia yacente. y cinco para los inmuebles (artículo 2508
La herencia está yacente o desatendida del C.C.).
si carece de titular. Ello se puede deber En cambio, la prescripción extraordina-
a que los asignatarios ignoran su calidad ria exige la concurrencia de los siguientes
de tales o porque realmente la herencia elementos:
no tiene asignatarios. La declaración de la a) Posesión irregular.
herencia yacente la hace el juez, que debe b) Lapso legal de posesión. Para ad-
designar un curador de bienes. A pesar de quirir por prescripción extraordinaria se
ello, como una forma de protección a los requiere de diez años de posesión irregular
asignatarios se establece la suspensión de (artículo 2510.1º.3ª, Regla 2ª del C.C.).
la prescripción en su favor.163 Como los requisitos de la prescripción
3º. Ámbito de aplicación de la suspen- ordinaria ya han sido abordados, a conti-
sión. nuación se analizará la prescripción ex-
La suspensión opera en la prescripción traordinaria.
adquisitiva ordinaria y en la extintiva de largo B. Prescripción adquisitiva extraordinaria.
tiempo (artículos 2509 y 2520 del C.C.). En 1º. Condiciones para que opere la pres-
consecuencia, no opera en la prescripción cripción adquisitiva extraordinaria.
adquisitiva extraordinaria, ni en la extin- Para ganar el dominio por este tipo de
tiva de corto plazo (artículos 2511, 2523 y prescripción se requiere posesión irregular
2524 del C.C.). Sin embargo, conforme a de diez años, tanto para los bienes muebles
lo señalado por algunos autores, la suspen- como los inmuebles (artículos 2510 y 2511
sión opera aun respecto de la prescripción del C.C.).164
extraordinaria entre cónyuges.
4º. Efectos de la suspensión. 164
La suspensión de la prescripción ordi- Esta figura tiene su origen en el Derecho ro-
mano y específicamente en la necesidad de extender
naria no puede durar más de diez años. la usucapión –propia del Derecho quiritario– a los
Esto se debe a que cumplido dicho lapso, fundos provinciales, lo que hizo el Pretor a través de
el poseedor puede alegar la prescripción la denominada longi temporis praescriptio. En principio
extraordinaria, respecto de la cual no opera ésta sólo era una defensa ante la tardía acción del
suspensión (artículo 2511 del C.C.). reivindicador, es decir, operaba como una exceptio.
Su oposición exigía buena fe inicial –justa causa– y
42. Lapso legal de posesión. posesión de diez o veinte años. Pero no es sino hasta
su ampliación en una Constitución de Teodocio II,
A. El lapso legal de posesión permite distin- mediante la creación de la exceptio triginta vel qua-
guir entre prescripción adquisitiva ordinaria y draginta annorum que pasó a ser posteriormente la
praescriptio longissimi temporis. En virtud de esta figura,
ninguna acción personal o real se extendía por más
163
En este sentido, no sería justo imputarles a los de treinta años, aun de carecer de buena fe el po-
asignatarios ignorantes de su calidad de tal la negli- seedor. Finalmente, sólo en el Derecho justinianeo,
gencia de un curador que ellos no han designado. ambas instituciones se refunden en la usucapión. DÍEZ-

132
Capítulo IV - Los Modos de Adquirir el Dominio

A continuación se analizarán estas Sin perjuicio de ello, conforme al ar-


normas. tículo 2510.1º, Regla 3ª y Regla 1ª del C.C.,
El artículo 2510 del C.C. establece los la prescripción adquisitiva extraordinaria
requisitos que exige la prescripción extraor- requiere de la pasividad o negligencia del
dinaria, señalando lo siguiente: “el dominio presunto dueño por un lapso de diez años.
de cosas comerciales que no ha sido adquirido En otras palabras, la prescripción exige una
por la prescripción ordinaria, puede serlo por posesión aparente de diez años. Además,
la extraordinaria, bajo las reglas que van a ex- la prescripción adquisitiva extraordinaria
presarse: no se suspende a favor de nadie (con la
1ª. Para la prescripción extraordinaria no excepción vista de los cónyuges), y se puede
es necesario título alguno. interrumpir natural o civilmente.
2ª. Se presume en ella de derecho la buena fe, En torno al poseedor violento se presentan
sin embargo de la falta de un título adquisitivo algunas discusiones respecto de la prescripción
de dominio”. extraordinaria. Para Hugo ROSENDE SUBIA-
El artículo 2510 del C.C. señala las siguien- BRE, el poseedor violento jamás puede ser
tes reglas para adquirir por prescripción considerado como poseedor tranquilo, por lo
adquisitiva extraordinaria: que respecto de él no opera la prescripción
a) La posesión debe ser irregular, por adquisitiva. Ello sería una consecuencia de
lo que no se requiere título de dominio la interpretación sostenida del artículo 710
(artículo 2510.1.1ª del C.C.). del C.C., que señala que esta posesión se
b) A pesar de la falta de título de dominio “adquiere” por la fuerza. Sin embargo, para
se presume la buena fe (artículos 2510.1.2ª el referido autor el poseedor violento que
y 708 del C.C.). Sin embargo, la posesión invoca un título traslaticio de dominio puede
no puede ser viciosa, ya que ésta no habilita aprovecharse de la prescripción, ya que no
para prescribir. se le aplicaría el artículo 2510.1.3ª del C.C.,
c) El mero tenedor no puede ganar el que sólo procede respecto del mero tenedor.
dominio por prescripción adquisitiva ex- Por otra parte, contra título inscrito no opera
traordinaria, pues ni siquiera es poseedor prescripción alguna, conforme al artículo 2505
irregular. Pero si el mero tenedor descono- del C.C., es decir, el artículo 2510 del C.C.
ce el dominio ajeno y se da por poseedor sólo se aplicará respecto de los muebles e
enajenando la cosa, podrá adquirir por inmuebles no inscritos.
prescripción extraordinaria, siempre que Finalmente, como ya se analizó, para
su posesión no sea clandestina ni violenta algunos autores respecto a la tradición no es
y que el que se pretende dueño no pueda necesaria la inscripción para la adquisición
probar que el prescribiente ha reconocido de la posesión irregular de los inmuebles no
expresa o tácitamente su dominio (artícu- inscritos. Además, para estos autores la pose-
los 2510.1.3ª, Reglas 1ª y 2ª y 730.1º del C.C.). sión irregular de un inmueble no inscrito se
La mera tenencia no pierde su característica puede adquirir por el mero apoderamiento
de indeleble porque el adquirente del mero material, sin inscripción conservatoria. En
tenedor, en los supuestos del artículo 730 cambio, si se trata de inmuebles inscritos
del C.C., puede adquirir por prescripción. siempre será necesaria la inscripción para
Ello se debe a que la prescripción opera que nazca la posesión y de esa forma poder
respecto del adquirente, pero jamás respecto aplicar el artículo 2510 del C.C.
del mero tenedor. En otras palabras, esta
característica es de la mera tenencia y no 43. Prescripción contra título inscrito.
afecta al adquirente, que se transforma en El artículo 2505 del C.C. impide que opere
poseedor. la prescripción contra título inscrito. Así,
conforme a la referida norma, “contra un
PICAZO, Luis, Fundamentos del Derecho Civil patrimonial, título inscrito no tendrá lugar la prescripción
volumen tercero, Editorial Civitas, cuarta edición, adquisitiva de bienes raíces, o de derechos rea-
Madrid, España, 1995, p. 690. les constituidos en éstos, sino en virtud de otro

133
Tomo Cuarto - De los Bienes

título inscrito; ni empezará a correr sino desde clases de prescripción. Así, por la prescrip-
la inscripción del segundo”. ción adquisitiva extraordinaria no puede
La redacción y ubicación del artículo 2505 adquirirse el dominio de un predio inscrito,
del C.C. ha originado dudas en torno a su sino mediante la competente inscripción
ámbito de aplicación. Así, se discute si esta de un nuevo título. Los argumentos a favor
norma se aplica respecto de ambas clases de esta posición son los siguientes:
de prescripción o sólo en la prescripción a) El artículo 2505 del C.C. no distin-
adquisitiva ordinaria. gue entre ambas formas de prescripción
La segunda duda es si se puede adquirir y, por lo tanto, debe aplicarse a las dos,
por prescripción un predio inscrito sin título siempre que se esté prescribiendo contra
de posesión, es decir, si la posesión material un título inscrito.
sirve para adquirir por prescripción. b) El artículo 2505 del C.C. está ubica-
Algunos autores estiman que el ar- do antes de la norma que distingue entre
tículo 2505 del C.C. sólo es aplicable a la prescripción ordinaria y extraordinaria, por
prescripción adquisitiva ordinaria, de tal lo que es común a ambos tipos de prescrip-
suerte que por medio de la prescripción ción.
adquisitiva extraordinaria se podría adquirir c) Deben concordarse los artículos 724,
un predio inscrito, sin necesidad de inscrip- 728.2 y 730.2 del C.C. (inscripción como
ción y teniendo sólo la posesión material. garantía de la posesión) con el artículo 2505
Dichos autores esgrimen los siguientes ar- del C.C., porque para prescribir hay que
gumentos: poseer y si se trata de un inmueble inscrito, se
a) Del mensaje del Código Civil se con- debe tener la inscripción conservatoria.
cluye con claridad que la idea es que los d) Frente al argumento de la especialidad
derechos se consoliden una vez extinguido del artículo 2510 del C.C. se puede señalar
el plazo de prescripción extraordinaria. que esta disposición no está en conflicto
b) El artículo 2510 del C.C. no exige con el artículo 2505 del C.C., que no hace
título alguno para la prescripción extraordi- más que aplicar la teoría de la posesión
naria y, como ella sólo requiere de posesión inscrita elaborada por BELLO.
irregular, no sería necesaria la inscripción e) No es efectivo que se deje sin pro-
siempre que haya posesión material. Tam- tección al poseedor material frente al
poco se exige la tradición, puesto que se ficto o simbólico, ya que la excepción al
trata de posesión irregular. artículo 2505 del C.C. serían precisamente
c) En caso contrario, jamás se aplica- las denominadas “inscripciones de papel”
ría la prescripción extraordinaria contra y no el artículo 2510 del C.C.
título inscrito sin nueva inscripción, prote-
44. Efectos de la prescripción adquisitiva.
giéndose de esta manera al poseedor ficto
El efecto fundamental de la prescripción,
que tiene sólo una inscripción a su nombre,
evidentemente es la adquisición del do-
en contra de aquel que realmente tiene la
minio. Una vez declarada judicialmente
posesión material de inmueble, lo explota
la prescripción se entiende adquirido el
y hace producir.
derecho desde la época en que comenzó
d) Si se considera que lo señalado en
a poseer.
los artículos 2505 y 2510 del C.C. es con-
La sentencia que declara la prescripción
tradictorio, por aplicación del artículo 13
debe inscribirse en el R.P. del C.B.R., como
del C.C., debe preferirse el artículo 2510
requisito de oponibilidad frente a terceros
del C.C. Ello se debe a que éste es una nor-
(artículo 2513 del C.C.). Entonces, dicha
ma especial –ya que regula la prescripción
sentencia presenta las características de ser
adquisitiva extraordinaria–, en cambio, el
declarativa y retroactiva.
artículo 2505 del C.C. es una norma de
aplicación general. 45. Prescripción adquisitiva de otros dere-
En contra de esta tesis se estima que el chos reales diferentes al dominio. Los otros
artículo 2505 del C.C. se refiere a ambas derechos reales se adquieren de la misma

134
Capítulo IV - Los Modos de Adquirir el Dominio

forma que el dominio, con las siguientes c) El derecho de servidumbre continua y


excepciones: aparente se adquiere por prescripción única
a) El derecho real de herencia se ad- de cinco años, sin distinguirse entre pose-
quiere por la prescripción extraordinaria sión regular o irregular (artículos 2512.1º,
de diez años (artículo 2510.1º, Regla 2ª del Regla 2ª y 882 del C.C.).165 En este sentido,
C.C.). Sin embargo, dicho plazo se reduce la primera de las referidas normas señala
a cinco en caso que exista decreto de pose- que “los derechos reales se adquieren por la pres-
sión efectiva o resolución administrativa del cripción de la misma manera que el dominio,
O.R.C. a favor del denominado heredero y están sujetos a las mismas reglas, salvas las
aparente (artículos 1269 y 704.4º del C.C.). excepciones siguientes:
La jurisprudencia, en cuanto a la posesión 1ª. El derecho de herencia y el de censo se
del derecho real de herencia, ha señalado adquieren por la prescripción extraordinaria de
que el plazo de prescripción se cuenta des- diez años.
de la apertura de la sucesión. En cambio, 2ª. El derecho de servidumbre se adquiere
para otros autores como ROZAS V., el plazo según el artículo 882”.
comienza desde que se publica la resolución
que da lugar a la posesión efectiva. Ello se
debe a que desde este momento se posee 165
putativamente la herencia. La usucapión en el Derecho romano procedía
sobre cosas susceptibles de dominio quiritario, es
b) El derecho de censo se adquiere decir, sobre cosa corporal, y a favor de los ciudada-
por prescripción adquisitiva de diez años nos romanos. Además, se extendió al usufructus y
(artículo 2512.1º, Regla 1ª del C.C.). limitadamente a las servidumbres.

135
Capítulo II
ACCIÓN REIVINDICATORIA

262. Concepto. “La reivindicación o Otros derechos reales. Reivindicación de


acción de dominio es la que tiene el due- cuota.
ño de una cosa singular, de que no está Cosas reivindicables. Aunque entre no-
en posesión, para que el poseedor de ella sotros –ya muy habituados a la irrestricta
sea condenado a restituírsela” (art. 889). protección al dominio– pueda parecer
Está regulada en el Tít. XII del Libro extraño, son muchos los ordenamientos
II (arts. 889 a 915; hay algunas normas (inicialmente europeos, pero actualmen-
especiales en la Ley de Quiebras). te también latinoamericanos) que –si-
Es la gran acción protectora, con di- guiendo antiguas reglas germánicas– nie-
latada historia y universal presencia; sin gan la reivindicatoria para todo un género
embargo, al menos entre nosotros, y de cosas: los muebles, en determinadas
como se irá viendo, su eficacia suele pre- circunstancias (generalmente adquiridos
sentarse debilitada, al punto que efecti- de buena fe de manos de quien aparecía
vos dueños intentan evitarla y llegan a como dueño y que los tenía por un título
emplearla con aprensión. Estas preven- de mera tenencia emitido por el dueño;
ciones son debidas, principalmente, a “en materia de bienes muebles la pose-
la regulación de la posesión, a las ca- sión equivale a título”). Es uno de los
racterísticas del Registro, a la prueba resultados de la lucha entre el derecho
del dominio y a la restricción del sujeto de dominio y la seguridad del tráfico fun-
pasivo. En otro sentido –como se irá dado en la apariencia, que ellos en este
percibiendo–, varios de los conflictos punto dirimen a favor de ésta (los textos
que se han descrito en los ámbitos de a veces niegan la reivindicación, lo que
la posesión y de la prescripción adqui- equivale a la pérdida del dominio del pro-
sitiva asumen aquí manifestaciones con- pietario, y otras directamente declaran
cretas y confluyendo a este escenario esta extinción).
conocen el desenlace. El señor Bello –fiel al precedente ro-
mano– impuso la otra opción. Pueden rei-
263. Requisitos. De la definición se vindicarse todas las cosas corporales, sean
desprende que para reivindicar es nece- muebles o inmuebles. Sólo algunas (res-
sario: tringidas) excepciones y condiciones han
a) Que se trate de una cosa suscepti- sido introducidas por el mismo redactor y
ble de ser reivindicada; por textos posteriores, que en algo ate-
b) Que el reivindicante sea dueño núan el rigor del principio (y que impor-
de ella; tan consideración del adversario). En cier-
c) Que el reivindicante esté privado tas situaciones no es posible reivindicar
de su posesión. (arts. 2303, 1739 inc. 4º); en otras se pue-
de reivindicar sólo reembolsando el valor
264. A) Que se trate de una cosa sus- de la cosa (art. 890 inc. 2º).
ceptible de ser reivindicada. Cosas reivin- El último precepto ha originado un
dicables. Singularidad e individualización. conflicto con el art. 115 del CPP. cuando

229
Los bienes

la especie ha sido hurtada, robada o esta- bre universalidades de hecho, con lo que
fada. Se ha sostenido que hay contradic- el peligro de la prescripción desapare-
ción entre ambas disposiciones por cuan- ce; pero aunque no exista ese peligro,
to el CPP. manda devolverla al dueño sin si alguien tiene materialmente una uni-
el requisito de reembolsar lo que se gas- versalidad de hecho, de todos modos
tó en adquirirla, y que prima este pre- debe admitirse una acción del dueño
cepto por ser especial. En contra, se esti- para recuperar el objeto de su domi-
ma que no hay contradicción y que el nio) (se volverá sobre este punto en in-
CPP. sólo señala la oportunidad de resti- fra, Nº 267). Pero (tal como parecen en-
tución de la cosa al dueño, permanecien- tenderlo algunas sentencias) la singula-
do el derecho de reembolso que el ridad parece estar más dirigida a excluir
art. 890 del CC. otorga al adquirente (pa- a las universalidades jurídicas (por la di-
rece lo más aceptable). Por otra parte, el ficultad posesoria) y, sobre todo, a la
texto (art. 890, incs. 2º y 3º) ha sido apli- individualización de la cosa, de modo
cado a establecimientos no mencionados, que, no obstante el término empleado,
porque es ejemplificativo y genérico (tén- no parece justificado excluir a las uni-
gase presente además lo que se ha dicho versalidades de hecho (un rebaño, una
sobre negación de la reivindicatoria en biblioteca), estando suficientemente in-
ciertas destrucciones del título traslaticio, dividualizado el conjunto (sobre todo si
para proteger el tráfico; supra, Nos 104 es admitida su posesión).
bis y 144). El art. 891 anuncia una acción espe-
Singularidad. La cosa a reivindicarse cial para una particular universalidad ju-
ha de ser singular. Como se ha dicho rídica, la herencia; tal es la acción de pe-
(supra, Nos 35 y sgts.), una de las clasifi- tición de herencia, regulada en los
caciones de los bienes distingue entre arts. 1264 y sgts.
universales y singulares (también se dijo Individualización. Como se dijo, la sin-
que esta clasificación no está formulada gularidad exigida debe comprenderse par-
en el Código, aunque algunos precep- ticularmente en un significado de deter-
tos aluden a ella). El art. 889 destina la minación en sus contornos; la cosa ha de
acción a las cosas singulares; más aún, a estar claramente individualizada. En el
propósito de la reivindicación de cuota mismo sentido, el dominio (en el que el
el art. 892 vuelve a emplear el adjetivo. actor funda su acción) recae sobre cosas
Entonces, literalmente, quedarían exclui- determinadas (a lo que puede añadirse,
das las universalidades, sean jurídicas o en el ámbito litigioso, que –si la acción
de hecho; así se ha resuelto. Pero esti- tiene éxito– sólo así puede más tarde ha-
mamos que esa afirmación debe ser ma- cerse cumplir lo resuelto).
tizada debido a las universalidades de En los muebles, los definidos con-
hecho; si se estima que ellas pueden po- tornos físicos que generalmente tienen
seerse (v. supra, Nº 161), entonces lo facilitan la tarea (aunque puede presen-
propio es conferir acción reivindicato- tarse en líquidos, gases y otros fluidos;
ria al dueño; si se considera el texto (que también en bienes inmateriales). En los
exige singularidad) como obstáculo in- inmuebles la determinación suele pre-
franqueable, entonces ha de admitirse sentar dificultades. Desde luego, aunque
que el dueño entable una acción resti- a veces la individualización es bien posi-
tutoria en base a su derecho de domi- ble, la falta de cuidado en la presenta-
nio (con el art. 582)(a la que pronto se ción de los hechos conduce al resultado
hará referencia); de no ser así, el po- adverso; el tribunal observa el defecto,
seedor podría llegar a ganar por pres- rechazando la demanda (con o sin la
cripción sin que el dueño pudiera inte- protesta del demandado). En cuanto a
rrumpir, lo que es inaceptable (la otra objetiva dificultad, es explicable princi-
alternativa es repudiar la posesión so- palmente por:

230
Acciones protectoras

a) defectos de descripción en los títu- la identidad del inmueble; no queda cla-


los, posibilidad que, a su vez, es facilitada ro si el predio que se reivindica (y que se
por algunas inconvenientes característi- individualiza en la demanda, en base a
cas del registro, que ya se han menciona- los títulos) es el mismo que el actor mues-
do (sobre todo la ausencia de un plano tra en la realidad. Esta posibilidad es más
por cada predio) y por la forma sinuosa y factible en el medio rural y, dentro de
caprichosa, habitualmente muy distinta de este ámbito, en aquel supuesto en que se
todas las figuras geométricas típicas, que reivindica una parte de un predio mayor
adoptan los predios, producto de la libe- (las explicaciones por las que se produce
ral formación de la propiedad territorial, esta duda son las mismas que se mencio-
que torna muy difícil su descripción en naron al comienzo de este párrafo). Por
el lenguaje escrito de los títulos; cierto, si es al tribunal a quien le termina
b) la continuidad natural del suelo asistiendo una duda como ésa, lo más pro-
(la superficie aproximadamente esférica bable es que el resultado será adverso al
del planeta es una, ininterrumpida) que demandante (v. además, lo dicho respec-
impone que la división en porciones para to de la extensión material en supra, Nº 63
la propiedad privada se establezca en la y nota; también supra, Nº 25).
realidad sólo mediante el artificio de hi- La jurisprudencia ha insistido siem-
tos, cercos y otras marcas, frecuentemen- pre en la necesidad de individualizar la
te imperfectas, movibles y extinguibles. cosa de que se trata. Aparte de la expre-
Dentro de los inmuebles esta singula- sión “singular” empleada en el art. 889,
ridad, en su sentido de determinación, los fundamentos jurídicos que frecuente-
presenta especial dificultad (y por lo mis- mente se aducen para la exigencia en los
mo, en ella el reivindicante debe tomar fallos, se relacionan con la circunstancia
apropiada precaución) cuando lo reivin- de que la reivindicatoria emerge del do-
dicado es una sección de un predio (no minio y el derecho de propiedad recae
nos referimos a una cuota, que se verá sobre cosa determinada; y con la consta-
pronto, sino a una parte física de un pre- tación de que sólo así –estando indivi-
dio); se trata de que –según el actor– el dualizada la cosa– podrá más tarde eje-
demandado posee sólo una zona de su cutarse el fallo que la acoge. A este
predio (esa zona o porción está emplaza- respecto, no como medio probatorio (que
da, a veces, en uno de los costados –pero no podría serlo), sino como manifesta-
por dentro, por supuesto– del predio ma- ción gráfica de las expresiones descripti-
yor, y otras completamente en su inte- vas de la demanda, es recomendable (y a
rior, formando una “isla” dentro de él). veces será imprescindible) acompañar un
Puede notarse que cuando el posee- croquis que individualice el sector reivin-
dor no marca el perímetro de lo que con- dicado (para las relaciones con las acción
sidera suyo, la dificultad aumenta. Y se de demarcación, v. supra, Nº 253).
trata de procurar coincidencia entre la Otros derechos reales. Pueden reivindi-
descripción (de la zona poseída) consig- carse también los demás derechos reales
nada en la demanda, y la zona que la (art. 891); el Código dispone que pue-
prueba rendida deje como efectivamente den reivindicarse como el dominio (la
poseída. expresión “como el dominio” demuestra
El último grado de estas advertencias una vez más que el codificador identifica
se refiere a la coincidencia integral, en- el derecho de dominio con la cosa sobre
tre lo descrito en los títulos y la realidad. la que recae; porque se notará que hasta
Suele acontecer (como se advirtió escue- este precepto siempre se refería a la cosa;
tamente al tratar las características de identificando cosa con derecho y, en con-
nuestro Registro) que al conducir la des- secuencia, aludiéndolos indistintamente,
cripción documental –en escrituras e ins- ahora se refiere al derecho, al dominio).
cripciones– al predio, quede duda sobre Debe entenderse que los demás derechos

231
Los bienes

reales se pueden reivindicar según las mis- que, aisladamente, se tenga en copropie-
mas reglas aquí tratadas para cuando el dad, no hay dificultad para aplicar el tex-
que reivindica es dueño de la cosa. to. Si la reivindicación se estima aplica-
Dentro de las cosas incorporales, la ley ble también a la universalidad de hecho
se refiere expresamente a los derechos rea- –conforme a lo dicho– entonces será ad-
les (por ej., el usufructuario reivindicará misible la reivindicación de una cuota de
su usufructo) para concederles acción esa universalidad y de una cuota de cada
reivindicatoria, mas nada dispone respec- cosa perteneciente a esa universalidad.
to de los derechos personales (sobre todo Pero se ha discutido la situación en que
teniendo presente que en el art. 583 ya el bien cuya cuota se reivindica pertene-
dispuso que sobre las cosas incorporales ce a una universalidad jurídica (como
–genéricamente– hay también una espe- cuando se reivindica el tercio de una cosa
cie de propiedad). Para estos efectos debe singular que forma parte de una heren-
recordarse lo dicho respecto de la pose- cia). Aquí tiene incidencia la discusión
sión sobre cosas incorporales (supra, doctrinaria referente a la naturaleza jurí-
Nº 162); allí se advirtió que en la doctrina dica de la comunidad y, concretamente,
(extranjera, y nacional debido a nuestros al punto de si en la comunidad sobre
textos) es ampliamente discutido si es con- cosa universal los derechos de cada co-
cebible la posesión de cosas incorporales munero se comunican cuotativamente a
y, sobre todo, la de derechos personales. cada uno de los objetos que la compo-
Pues bien, para resolver esta interrogante nen o, por el contrario, permanecen
estimamos que aquel debate es decisivo; si como cuota abstracta, sin que el co-
se admite la posesión de derechos perso- munero pueda pretender derecho sobre
nales, entonces debe admitirse la acción cada objeto. De aceptarse la primera pos-
reivindicatoria; porque podría presentar- tura, debe concederse la posibilidad de
se la situación del dueño de un crédito que el comunero pueda reivindicar su
que se percata que otro lo está poseyen- cuota en una cosa singular de la comuni-
do, y sería inaceptable que por una parte dad universal; de aceptarse la segunda, la
se permita que se le posea y por otra se conclusión ha de ser negativa. La juris-
impida que el dueño lo reivindique; si se prudencia se ha pronunciado en ambos
permite que otro lo posea, entonces debe sentidos. El art. 1268, regulando la acción
admitirse que el dueño pueda reivindicar- de petición de herencia, concede tam-
lo (así, el sujeto entra a poseer el crédito; bién al heredero la acción reivindicato-
por lo mismo podría llegar a adquirirlo ria para perseguir un objeto de la heren-
por prescripción, que no obstante ser dis- cia; pero no afirma que puede reivindicar
cutible, según se dijo en su oportunidad una cuota del objeto.
parece ser la consecuencia normal; y en- Se ha planteado la duda de si un co-
tretanto el dueño puede reivindicarlo). munero puede, él solo, reivindicar toda
En todo caso, se ha resuelto que el la cosa para todos los comuneros. Está
título o instrumento en que consta un discutido.
derecho personal es reivindicable. La respuesta afirmativa tiene el si-
Reivindicación de cuota. Por el art. 892, guiente fundamento: cuando en la socie-
“se puede reivindicar una cuota determi- dad no se ha conferido la administración
nada proindiviso, de una cosa singular”. a uno de los socios, se entiende que en-
a) La cuota ha de estar determinada. tre los socios existe un mandato tácito y
Expresada en fracción o porcentaje, debe recíproco para administrar (art. 2081); se
consignarse en la demanda a cuánto as- añade que al administrador corresponde
ciende. cuidar de la conservación del objeto so-
b) La cosa (sobre la que recae la cuo- cial (art. 2078); por otra parte, correspon-
ta) ha de ser singular. Tratándose de una de al administrador –entre otras activida-
cuota (como tercio o quinto) de un bien des– “interrumpir las prescripciones” (la

232
Acciones protectoras

reivindicación es un típico modo de inte- ced de la posibilidad de que éste demues-


rrumpir la prescripción en contra del tre el cumplimiento del respectivo plazo
poseedor)(art. 2132); y, finalmente, se dis- de prescripción. Es distinto cuando se
pone que el derecho de cada comunero ejercitan otras acciones que tiene el due-
sobre la cosa común es el mismo que el ño (que luego se mencionarán). Por ej.,
de los socios en el haber social (art. 2305). la de precario (del art. 2195); la tiene el
Para negar la posibilidad también hay dueño, pero como al ejercitarla no está
fundamento. Desde luego, es bien discuti- reconociendo al demandado como posee-
ble la aplicación a la comunidad de la doc- dor, no le está confiriendo la presunción
trina del mandato tácito y recíproco esta- de dominio (del art. 700), a la cual pue-
blecida para la sociedad (tal como aquí ya de él (el actor) acudir, afirmando que al
se expuso al tratar la copropiedad, supra, menos es poseedor y, siéndolo, se le ha
Nº 67); por otra parte, la aplicación de de tener por dueño; tendrá sí que pro-
ese mandato es especialmente reprobable bar esa posesión que afirma tener; en-
para esta actuación, de reivindicar, ya que tonces, si se trata de un inmueble, le bas-
esos textos se refieren más bien a la ejecu- tará con acreditar que tiene título inscrito
ción de actos de administración (como los a su nombre (y, convenientemente, algu-
del art. 2132), en los que no parece apro- nos hechos posesorios para evitar que se
piado incluir a esta acción tan trascenden- le considere como una mera inscripción
tal (la reivindicatoria), que difícilmente de papel, a la que ya se ha hecho refe-
puede considerarse una medida conserva- rencia).
tiva; por definición (art. 889), sólo com- En otro sentido, la prueba de su do-
pete al dueño, y en el art. 893 –en que se minio debe estar referida al tiempo de la
permite reivindicar a diversas clases de pro- notificación de la demanda; debe demos-
pietarios– era la ocasión para aclarar que trar que a ese tiempo es dueño, porque
puede también un comunero, pero, lejos la acción la tiene el dueño, no el que
de eso, siempre se parte del supuesto de podía llegar a serlo (si hubiere conserva-
dueño único; lo natural es que cualquier do la posesión).
comunero con iniciativa incite a todos a La situación se altera cuando el que
actuar, y si no lo logra porque no puede reivindica es el Fisco, por el art. 590. Como
conectarse con todos o porque otros no por ese texto (por ley) el Fisco es propie-
quieren actuar, puede entonces reivindi- tario de los inmuebles que carecen de otro
car su cuota (como le permite el citado dueño, si se mantuviere para él la regla de
art. 892). Preferimos esta solución. La ju- que debe probar su dominio se le estaría
risprudencia parece inclinarse en el mis- imponiendo la carga de la prueba de una
mo sentido. negación indeterminada –que el inmue-
ble no tiene otro dueño– y conforme a los
265. B) Que el reivindicante sea due- principios de Derecho probatorio, las ne-
ño de ella. La prueba del dominio. La gaciones indeterminadas son de prueba
acción publiciana. Puede ser propietario imposible, de modo que quien proponga
pleno o nudo, absoluto o fiduciario la afirmación contraria debe probarla (que
(art. 893). Pero debe probar su dominio, alguien es el dueño); así, aquel a quien el
pues al reivindicar –por la propia defini- Fisco demanda de reivindicación tendría
ción de la acción que entabla– reconoce que probar que él (o un tercero distinto
en el demandado la calidad de poseedor, del Fisco) es el dueño.
con lo que le está concediendo la pre- Aquí aparece una importante dificul-
sunción de dominio (del art. 700) que, tad de la acción reivindicatoria: la prue-
entonces, el reivindicante queda obliga- ba del dominio (para cuya referencia des-
do a destruir. Por otra parte, su situación de antiguo se ha reservado la tenebrosa
es peligrosa porque, reconociendo al de- expresión probatio diabolica). Para acredi-
mandado como poseedor, queda a mer- tarlo, tiene importancia determinar si el

233
Los bienes

reivindicante adquirió la cosa por un tro y sus caracteres reales; suele ocurrir
modo originario o derivativo. En la pri- que ambos litigantes (reivindicante y de-
mera situación, le bastará probar los he- mandado) presentan inscripción a su res-
chos que constituyeron ese modo origi- pectivo nombre (porque el sistema no lo-
nario. Pero si adquirió por un modo gra evitar las llamadas inscripciones
derivativo, como la tradición (que será lo paralelas y “de papel”), lo que –al menos
más frecuente), no basta con probar que aparentemente– deja a la controversia
ese modo se configuró a favor del que se con dos poseedores (inscritos); y (tal vez
pretende dueño (si se trata de un mue- lo más sensible): cuando el reivindican-
ble, que se le entregó con ánimo de trans- te –en su afán de exhibir sus mayores y
ferírsele el dominio o, si se trata de un mejores antecedentes– acompaña inscrip-
inmueble, que tiene inscripción a su nom- ción a su nombre, se expone al congéni-
bre), porque quedará la interrogante de to debate del valor de la inscripción en
si el antecesor, a su vez, tenía o no el cuanto símbolo de posesión, que perma-
dominio (recordando que “nadie da lo nece con resultado impredecible, y que
que no tiene”; nemo dat quod non habet). aquí se traduce en una capital disyuntiva:
Si el antecesor también adquirió por si tiene posesión inscrita, entonces ¿no
modo derivativo, la duda persiste. Así, el será un dueño o poseedor, cuya deman-
retroceso en el examen debe llegar hasta da, por tanto, debe ser rechazada? (v. su-
una adquisición por modo originario; ge- pra, Nos 189 a 195 bis)(sobre esta última
neralmente será la prescripción adquisi- situación se volverá pronto).
tiva, con más seguridad la extraordinaria Pero el art. 894 (consagrando lo que
(y, por cierto, debe haberse cumplido an- en el Derecho romano se denominó ac-
tes del día en que dejó de poseer). Y re- ción publiciana) permite interponer “la mis-
cuérdese que puede servirse de la agre- ma acción” al que, sin ser dueño, pose-
gación de posesiones (supra, Nº 178). yendo regularmente estaba en vías de
Las presunciones judiciales y la prue- ganar por prescripción. Está bien discuti-
ba de testigos pueden adquirir aquí se- do si para disponer de la acción es nece-
ñalada importancia. La última es admi- sario tener cumplido el plazo para ganar
sible en la medida en que se refiere a la por prescripción ordinaria o basta con
prueba de hechos (de hechos jurídicos tener sólo algún tiempo de posesión. Se
que constituyan la adquisición del do- ha sostenido que es necesario haber com-
minio, o la posesión como base de la pletado el plazo porque al apoderarse otro
adquisición por prescripción), de modo de la cosa se produce una interrupción
que no es aplicable la limitación de los natural de la prescripción del primero
arts. 1708 y sgts. que hace perder todo el tiempo anterior,
Tratándose de los inmuebles, el siste- con lo que ya no queda “en vías de ganar
ma registral, que teóricamente tendría por prescripción”. No parece necesario
que conducir a facilitar la prueba de do- el cumplimiento del plazo; si ya está cum-
minio y, por tanto, fortalecer la protec- plido no es necesaria la acción publicia-
ción al dueño, por los caracteres que na, pues bastaría alegar la prescripción,
adoptó entre nosotros, no ha producido con lo que se podría reivindicar como
ese resultado (como ya ha podido apre- dueño; por lo demás, así lo denotan el
ciarse en el relato sobre su organización texto y la historia de su establecimiento,
y funcionamiento). Como escueto resu- según la cual fue tomado de la legisla-
men de lo manifestado allí, dirigido ahora ción romana, que no exigía el cumpli-
al conflicto reivindicatorio, debe recordarse miento del plazo.
que la inscripción no prueba dominio Debe entenderse que está concedida
(sólo posesión, y ni eso según algunos); también al que ha perdido la posesión
con frecuencia no hay coincidencia en- regular de un derecho real y se encontra-
tre la descripción del predio en el Regis- ba en vías de ganarlo por prescripción

234
Acciones protectoras

(la reivindicatoria procede para otros de- ge el dominio sin desconsiderar el Regis-
rechos reales; y esos derechos son, como tro; por otra parte, con este entendimien-
se ha dicho, susceptibles de posesión) (se to tendría también acción posesoria, de
ha llegado a resolver que cuando el rei- amparo o restitución, según se verá más
vindicante no ha logrado probar el do- adelante; v. infra, Nº 282).
minio, pero sí ha demostrado mejor de-
recho que el demandado, la demanda 267. Contra quién se dirige la acción
debe ser acogida sobre el supuesto de (otras acciones; la acción innominada de
que implícitamente el actor ha ejercido dominio). Como ha quedado dicho, ha de
acción publiciana). dirigirse contra el actual poseedor (art. 895),
en lo cual debe tener especial cuidado el
266. C) Que el reivindicante esté pri- actor, dado el efecto relativo de las senten-
vado de la posesión (de la posesión de la cias judiciales. Esto principalmente porque
cosa). Como (según afirma) es dueño, en la práctica pueden presentarse dudas
tiene derecho a poseerla; por eso la rei- acerca de la identidad de la persona que
vindica. realmente está poseyendo (de ahí también
En los inmuebles surge el problema la disposición de los arts. 896 y 897).
de si corresponde acción reivindicatoria Para el caso que el poseedor fallezca,
a un propietario que, teniendo inscrito a el art. 899 establece una norma especial,
su nombre un predio, le es arrebatado junto a la cual ha de tenerse en cuenta la
materialmente. La solución ha de buscar- del art. 1526, Nº 2. Mientras la acción para
se en el tema de la adquisición, conserva- obtener la entrega de la cosa es indivisi-
ción y pérdida de la posesión, ya tratado, ble (no es posible cumplirla por partes),
y que plantea a su vez la polémica sobre la de indemnizar es divisible (v. también
el valor de la inscripción (con las dos gran- el art. 1354).
des posiciones que fueron expuestas; Lo dicho sobre el sujeto pasivo de la
v. supra, Nº 195). Si se postula que la ins- acción requiere de dos advertencias (en
cripción conservatoria es única y suficien- las cuales –estando discutida la naturale-
te prueba de posesión, no procedería ha- za de la respectiva acción, como se verá–
blar en tal situación de pérdida de la habría excepciones en cuanto al sujeto
posesión, por lo que no competería al pasivo si se las llegare a calificar de mo-
perjudicado la acción reivindicatoria; tal dalidades de la acción reivindicatoria):
afirmación es consecuencia de la posición a) Se puede dirigir la acción en con-
que atribuye a la posesión inscrita un va- tra del que dejó de poseer enajenando la
lor absoluto y excluyente (con este predi- cosa, para que restituya lo que recibió
camento, al dueño le quedarían posible- por ella (art. 898); y del que poseía de
mente la acción de precario del art. 2195, mala fe y por hecho o culpa suya dejó de
inc. 2º, y las acciones criminales). Con la poseer, para que restituya su valor
posición opuesta, que atribuye importan- (art. 900). Nótese que en estas situacio-
cia fundamental a la posesión material, nes no se persigue la cosa sino un valor
se sostendrá que en tal situación simple- (en la primera lo recibido, en la segunda
mente se ha perdido la posesión y proce- lo que vale); el art. 900 (que ha sido lla-
de, por tanto, la reivindicación. En una mada “reivindicatoria ficta”) no lo dispo-
actitud intermedia, se ha planteado que ne expresamente, pero no puede enten-
no obstante tener posesión inscrita, al pri- derse en otro sentido. La dificultad de la
varse al dueño de la tenencia material, se persecución de la cosa puede presentar-
lo ha privado de una parte integrante de se también en los inmuebles, y el precep-
la posesión, su fase material, y que en tal to es aplicable igualmente a estos bienes,
caso procede reivindicar, al no ser inte- según se ha resuelto. En los textos son
gralmente poseedor; hay fallos que así lo llamadas acciones “de dominio”, pero con-
han resuelto (en estos términos se prote- siderando su objetivo, es muy discutible

235
Los bienes

su calificación como de acción reivindi- inversa: aplicable sólo a aquellos tene-


catoria o, genéricamente, de acciones rea- dores que no tienen, y nunca tuvieron,
les; se ha sostenido que se trataría sólo un título que justifique la detentación.
de acciones personales. Ellos serían “injustos detentadores” y no
b) “Las reglas de este título” se apli- aquellos que entraron a detentar la cosa
can también contra el que poseyendo a justamente, con un antecedente habili-
nombre ajeno retenga la cosa indebida- tante, aunque después se nieguen a res-
mente (art. 915). tituir.
Ha surgido controversia en la califi- Pero también puede estimarse apli-
cación de esta acción. Por una parte se la cable a ambas situaciones: sea que el
ha estimado simplemente como la acción detentador desde un comienzo carezca
reivindicatoria que, excepcionalmente, se de antecedente que lo justifique o que
permite contra el mero tenedor. En con- haya empezado a detentar con un títu-
tra, se la ha considerado como una ac- lo justificante pero mientras detentaba
ción distinta, como puramente restituto- quedó sin justificación (porque ese an-
ria contra el mero tenedor, a la cual el tecedente fue declarado nulo, resuelto,
Código hace aplicables las reglas de la caduco, etc.); ambos serían, al tiempo
reivindicatoria, sobre todo en la impor- de la demanda, “injustos detentadores”
tante materia de las prestaciones mutuas. (ésta parece ser la opinión, aunque no
Hay fallos que han restado importancia a terminante y claramente expresada, de
los términos y, en general, parecen incli- varios antiguos comentaristas del Códi-
narse por llamarla reivindicatoria contra go).
el mero tenedor. La jurisprudencia ha aplicado la re-
Particular relevancia ofrece la preci- gla con bastante amplitud a ambas cate-
sión de su alcance que, por la importan- gorías de tenedores.
cia que ha llegado a tener, merece un Por otra parte, la expresión “poseyen-
examen detenido. do a nombre ajeno” puede conducir a
Podría estimarse que se trata de una una restricción de su campo (si se la en-
acción que corresponde al que entregó a tiende referida sólo a representantes le-
otro la mera tenencia de una cosa, por gales, mandatarios y aun a otros que sin
un contrato que produce ese efecto (co- serlo actúan como tales, conforme al
modato, arriendo, etc.) y que, al termi- art. 721).
nar la vigencia de esa relación, el tene- El Código no ha consagrado, al me-
dor se niega a restituir. La tendría además nos formalmente, una acción general resti-
de la acción personal que surge del res- tutoria. En la práctica resulta necesaria
pectivo contrato, a la que podría acudir para muchas situaciones de detentadores
cuando la personal no prosperara por en las que no se cumplen las exigencias
cualquier causa, o simplemente puede de las diversas acciones protectoras no-
optar. El resultado, como se ve, es de una minadas, reguladas por la ley (reivindica-
interpretación bien restrictiva. Con este toria, posesorias, las emanadas de los dis-
alcance, sería dudoso que pudiera inten- tintos contratos que confieren tenencia y
tarla el adquirente del dueño, por cuan- la respectiva acción restitutoria, como
to él no es contratante del tenedor (salva arriendo, comodato, etc.). Y el propieta-
la posibilidad de cesión de contrato). Y, rio puede verse impedido de actuar no
en todo caso, tampoco podría intentarse obstante su decisión de hacerlo, por no
contra el que detenta la cosa sin una re- poder encuadrarse en una acción tipifi-
lación jurídica inicial; es decir, contra el cada. Así, por ejemplo, acontece en casos
que desde un comienzo detenta sin de promesas de compraventa en las que
justificación jurídica. se ha facultado al promitente comprador
Una segunda alternativa es la de en- para entrar en posesión material, y poste-
tenderla precisamente para la situación riormente la promesa queda sin efecto;

236
Acciones protectoras

de ocupantes cuyos contratos emanan de nes de los tribunales. Otra puede ser ésta,
un tercero, que no es el propietario ac- del art. 915, que suele llamarse contra el
tual, etc. La reivindicatoria no procede, injusto detentador; en ese cometido es con-
porque no son poseedores; tampoco la veniente conferir al precepto un alcance
posesoria, sea porque está prescrita (y extenso, como el de la tercera alternativa
prescribe en el breve plazo de un año, y, antes descrita; es decir, que sea aplicable
aun, de seis meses), sea porque la cosa es a todo tenedor que a la época de la de-
mueble; tampoco la de algún contrato, manda no pueda justificar aceptablemen-
porque fue otro el contratante que confi- te su insistencia en mantener la cosa en
rió la tenencia (no el dueño), o simple- su poder.
mente porque no ha habido contrato al- Pero hay más. Puede sostenerse que
guno. el ordenamiento jurídico no exige encua-
La necesidad advertida se torna más drar toda pretensión en una determina-
imperiosa si se recuerda que el que apa- da acción, nominada, regulada por la ley.
rece como tenedor, un día puede llegar Basta que tenga arraigo en un derecho
a aducir la prescripción, apoyado en el del reclamante que merezca ser tutelado.
art. 2510 regla 3ª, el cual, aunque es sabi- De este modo, un dueño que injustamen-
do que está en contradicción con el te está privado del objeto de su dominio,
art. 730, como posibilidad es suficiente con base (entre nosotros) en los arts. 19
para inquietar al dueño actual (pudiera Nº 24 de la C. Pol. y 582 del CC., bien
acontecer que el tribunal llamado a co- puede reclamarlo de quien lo tiene sin
nocer del caso prefiriera el art. 2510 en fundamento legítimo, y el juez tendría
lugar del 730). que ordenar restituirlo, si se demuestran
Sin perjuicio de mantener el reclamo esos supuestos. Es la que podría llamarse
para que se consagre formalmente una “acción innominada de dominio”. Inclu-
acción restitutoria genérica (que cubra so con aquellos mismos textos puede fun-
esas situaciones y cualquiera otra), mien- darse una “acción declarativa de domi-
tras se procede a esa integración convie- nio”, por la cual se persigue la declaración
ne desenvolver alguna de las existentes o constatación de que el actor es dueño
para que cumpla esa finalidad, interpre- de un objeto, sin añadir una pretensión
tando (extensivamente) en esa dirección de ejecución y sin que sea necesario que
el respectivo texto que la consagre. Una el demandado esté poseyendo (acallan-
es la del art. 2195; en la práctica (y sin do a la demandada que discute o se atri-
expresarse), con frecuencia se ha venido buye el dominio); y se le puede agregar
acudiendo a esta acción, que ha sido lla- la petición consecuencial del cese de cier-
mada acción de precario, aun cuando por ta perturbación que se perpetra con fun-
su ubicación y parquedad no parece ha- damento en un supuesto dominio pro-
berse creado con tan trascendental desti- clamado por el agresor. Tiene utilidad en
no; el éxito que ha tenido, en cuanto a situaciones en las que (transcurrido el bre-
su generalizado empleo, se ha visto incre- ve plazo del recurso de protección) se
mentado por su tramitación en juicio su- trata de cosas muebles, o en inmuebles
mario (por el art. 680 del CPC.); con todo, en las que ha transcurrido el plazo para
por los requisitos que exige ante ciertas la respectiva acción posesoria, y la per-
situaciones su aplicación ha ido enfren- turbación no llega a constituir privación
tando duros obstáculos; así, supone au- de la posesión.
sencia de contrato, lo que la deja en du-
dosa aplicación en todos los casos de 267 bis. Con lo dicho, las siguientes
contratos nulos, resueltos, revocados, con son algunas de las actitudes que podría
plazo de duración ya cumplido, emana- adoptar el demandado de reivindicación,
dos de persona distinta del dueño, etc., y que dejarían la situación en reñido de-
que han merecido encontradas decisio- bate:

237
Los bienes

a) Podría sostener que el demandan- En la doctrina extranjera, con la per-


te no es el dueño (simplemente lo niega, petuidad del dominio, predomina la con-
o agrega que el dueño es cierto tercero); clusión de que no se extingue en pres-
b) Que él (el demandado) no es el cripción extintiva; en la misma dirección,
poseedor de la cosa (entonces, el actor varios Códigos del siglo XX han decidido
tendría que intentar probar que sí lo es; disponerlo con regla expresa.
aquí debe recordarse el art. 915, con el Entre nosotros, sin distinguirse entre
cual el actor puede ejercer esa acción en el dominio y la acción ni delimitar la situa-
contra del injusto detentador en subsidio ción conflictiva, se da por establecida la
de la reivindicatoria, sin perjuicio de que misma solución, con base en el art. 2517.
puede ser usada como única); Admisible la duda, que surge de aislar exac-
c) Que él (el demandado), es el due- tamente la situación antes descrita, nos ple-
ño. En esta situación el litigio pasa a cons- gamos sin embargo a la opinión dominan-
tituir un “juicio de dominio”, en el que te, por el fundamento de la perpetuidad
ambas partes se disputan la propiedad del del dominio y para evitar que se configure
objeto. una extraña situación de dominio irreivin-
dicable; más aún, considerada la reivindi-
268. Extinción por prescripción. La ca- cabilidad de la esencia del dominio, admi-
racterística de la perpetuidad con que se tir la extinción de la acción equivaldría a
concibe el dominio implica que no se ex- admitir la pérdida del dominio mismo por
tingue por el no uso (por no ejercer el la prescripción extintiva. Enfrentándonos
titular su derecho de dominio) (v. supra, a los textos, en primer lugar debe admitir-
Nos 59 y 65 bis). Pero aquí no se trata de se que, regulando la prescripción extinti-
la prescripción extintiva del dominio; se va, el art. 2514 se refiere sin restricciones a
trata de la prescripción extintiva de la ac- las “acciones y derechos ajenos”. Y –aléjese
ción protectora. Por cierto, extinguido el la sospecha de una predilección– debe re-
dominio se extingue la protección; por eso conocerse que, literalmente, el art. 2517 no
es que si quien privó de la posesión a otro excluye la posibilidad de que la acción se
logra usucapir, evidentemente junto con extinga por otro medio que el de la usuca-
perder el dominio el primer titular, ve tam- pión lograda por otro; pero puede enten-
bién extinguida su acción reivindicatoria; derse que, precisamente, su sentido es que
así está dicho claramente en nuestro si del efecto del transcurso del tiempo se
art. 2517 (y no se trata de un supuesto trata, la acción se extingue “solamente” por
efecto extintivo de la usucapión; simple- la prescripción adquisitiva (respecto de los
mente ya no se tiene la acción porque ya demás derechos reales, en cuanto a la ac-
no se tiene el derecho, el dominio); de ción persecutoria, sola, la solución ha de
ahí que el desposeído queda conminado ser la misma; pero, como se relató en su
a reivindicar, antes que el otro gane el oportunidad, algunos se extinguen –el de-
dominio por prescripción. ¿Es concebible recho mismo y por tanto la acción– por
la extinción por prescripción extintiva de prescripción extintiva).
la acción sola, autónomamente? Desde lue- En la materia de saneamiento de tí-
go, parece evidente que mientras el due- tulos la ley ha impuesto una excepción
ño no sea privado de la posesión no se (que viene a quedar entonces como otro
extinga la acción, puesto que no se está argumento); la acción de dominio allí
en condiciones de ejercerla. Pero es ad- conferida prescribe (en prescripción ex-
misible la duda de si la acción es prescrip- tintiva) en un año (DL. 2695, art. 16)
tible extintivamente cuando el dueño es (v. supra, Nº 143).
privado de su posesión (y aún no logra el
poseedor adquirir por usucapión); se tra- 269. Algunas normas procesales. Como
ta, pues, de la prescripción extintiva de quedó dicho al comienzo, por tratarse de
una acción por su falta de ejercicio. una acción su funcionamiento implica una

238
Acciones protectoras

aplicación simultánea de normas sus- de la suerte de la acción de nulidad (y


tantivas, propias de ella y del dominio al –manteniéndose la cosa en poder del co-
que protege (ya mencionadas), junto con contratante– se ha fallado que cuando se
disposiciones procedimentales. Respecto demanda al otro contratante de nulidad
de estas últimas algunas deben tenerse es- y se solicita que, en consecuencia, se res-
pecialmente en cuenta, como las conteni- tituya la cosa con sus frutos, se está inten-
das en los arts. 901, 902 y 903 (en relación tando, a más de la nulidad, una verdade-
con los arts. 290 y sgts. del CPC.). ra acción reivindicatoria). Otro tanto
Desde otro punto de vista, por la na- ocurre con la acción resolutoria (tenien-
turaleza del asunto debatido se trata de do presente en este caso las restricciones
un litigio de detenido conocimiento, so- respecto de terceros de buena fe, según
metido al denominado juicio ordinario, los arts. 1490 y 1491).
que en la práctica inhibe en cierta medi- Por último, se ha resuelto que la rei-
da su utilización. De ahí que en ocasio- vindicatoria es compatible con la acción
nes pueda resultar más expedita la vía posesoria de restitución, que tiene análo-
de la acción personal, si se reúnen los go fin jurídico.
requisitos necesarios; principalmente, tal
acción se puede encauzar en un proce- 270. Prestaciones mutuas. Consisten
dimiento menos lato (como es la situa- en las devoluciones e indemnizaciones
ción del precario, el cual, en actitud dis- que recíprocamente se deben el reivindi-
cutible según se dijo en una nota ante- cante y el poseedor cuando éste es venci-
rior, es tramitado en juicio sumario do en la reivindicación.
conforme al art. 680 del CPC.; pero es El Código reglamenta estas prestacio-
claro que –como se ha resuelto– si se nes con detalle. Tienen aplicación tam-
discute el dominio del bien de que se bién en otras situaciones en que deben
trata, el procedimiento indicado será in- efectuarse restituciones, como en la ac-
eludiblemente el ordinario). ción de petición de herencia (art. 1266)
Es ocasión de recordar la proceden- y la acción de nulidad (art. 1687; este pre-
cia de la reivindicación en los litigios de cepto se remite a las reglas generales, en-
nulidad de actos y contratos. Coherente tendiéndose que son éstas las de los
con la retroactividad que se impone a la arts. 904 y sgts.).
nulidad, el art. 1689 confiere acción rei- Los arts. 904 y sgts. contienen estas
vindicatoria contra terceros poseedores; reglas y pueden agruparse así:
si es declarado nulo un acto o contrato A. Prestaciones del poseedor vencido al rei-
por el que ha operado la transferencia vindicante:
de un bien que, a su vez, el adquirente 1º. Restitución de la cosa (arts. 904 y
ha transferido a un tercero, al tener que 905);
volver las cosas al estado anterior al acto 2º. Indemnización de los deterioros
declarado nulo, el primer enajenante po- sufridos por la cosa (art. 906);
drá reivindicar en contra de ese tercero 3º. Restitución de los frutos (arts. 907
(en una decisión de nuestro Código que y 913);
en su oportunidad objetamos por lesio- 4º. Indemnización de gastos de custo-
nar la seguridad del tráfico y que, por dia y conservación de la cosa durante el
eso, no ha sido seguida por la mayoría juicio reivindicatorio (art. 904).
de los Códigos del siglo XX; v. supra, B. Prestaciones del reivindicante al posee-
Nº 104 bis). Y no hay inconveniente (con dor vencido:
los beneficios de la economía procesal) 1º. Indemnización de los gastos ordi-
para ejercitarla contra el tercero, conjun- narios por la producción de los frutos
tamente con la acción de nulidad dirigi- (art. 907);
da en contra del cocontratante; por cier- 2º. Indemnización por las mejoras in-
to, el éxito de la reivindicación dependerá troducidas en la cosa.

239
Los bienes

Se entiende por mejora toda obra eje- nizaciones, se confiere al poseedor venci-
cutada para la conservación de una cosa, do un derecho de retención (art. 914).
para aumentar su valor o para fines de Se ha formulado también una siste-
ornato o recreo. Con este concepto, y si- matización distinta de estos conceptos, en
guiendo al Código, se distinguen tres cla- base a las reglas del párrafo de las presta-
ses de mejoras: necesarias, útiles y volup- ciones mutuas y a los arts. 756, 759, 797:
tuarias, de las que la ley da también una
noción. En base a esta distinción, a la

{ {
obras necesarias
buena o mala fe del poseedor y teniendo
en cuenta algunos otros factores, se regu-
lan las indemnizaciones por estas mejo-
ras:
inmateriales
(ej.: defensa
Expensa de una finca) no necesarias
(gasto)
{ útiles

voluptuarias

{ ordinarias
– Mejoras necesarias (art. 908);

{
obras necesarias
– Mejoras útiles (arts. 909, 910, 912 y materiales extraordinarias
913); o mejoras
– Mejoras voluptuarias (art. 911).
{
útiles
no necesarias
Para asegurar el pago de estas indem-
voluptuarias

240
Capítulo III
ACCIONES POSESORIAS

271. Concepto; el fundamento de la reales por tratarse de acciones que se ejer-


protección posesoria. Ya se ha advertido cen contra cualquier persona, si turba o
que el fundamento de la protección po- arrebata la posesión, sin que importe la
sesoria (por qué se protege la posesión) existencia de un vínculo preestablecido
constituye una de las discusiones doctri- con ella (v. art. 927).
narias básicas sobre esta materia (v. su- c) En el ámbito procesal puede men-
pra, Nº 155). La interrogante resulta par- cionarse la circunstancia de que su ejerci-
ticularmente justificada al considerársele cio generalmente deja a salvo el derecho
un hecho. El repudio a la violencia (con a discutir posteriormente el dominio en-
acento ya en las relaciones privadas, ya tre las mismas partes (art. 563 del CPC.; v.
en el orden público) y la apariencia de también el art. 576 del mismo Código).
propiedad que reviste, aparecen entre las En el caso de la querella de restableci-
razones que generalmente se aducen para miento, cuyo carácter de acción posesoria
justificar la protección. está discutido (como luego se dirá), que-
El Código regula estas acciones en los dan a salvo incluso las acciones posesorias
Títs. XIII y XIV del Libro II (arts. 916 a comunes (arts. 928 del CC. y 564 del CPC.).
950); deben tenerse presentes también
las correspondientes normas procesales 273. Requisitos. Deben cumplirse al-
(arts. 549 y sgts. del CPC.; aquí se trata- gunas exigencias.
rán sólo aspectos substantivos; como otra
protección posesoria debe mencionarse 273 bis. 1) Es necesario ser posee-
la tercería de posesión, contemplada en dor. La exigencia deriva de la naturale-
el CPC., arts. 518 y sgts.). za y fines de estas acciones. No se exige
“Las acciones posesorias tienen por ser poseedor regular; la protección al-
objeto conservar o recuperar la posesión canza tanto a la posesión regular como
de Bienes Raíces o de derechos reales a la irregular. Debe sí reunir ciertas con-
constituidos en ellos” (art. 916). diciones (art. 918): ha de ser tranquila,
no interrumpida y por un año a lo me-
272. Algunas características nos (contado en la forma que indica el
a) Son acciones inmuebles (arts. 916 art. 920); pero es posible también la agre-
y 580)(pronto se referirá la crítica a esta gación de posesiones (conforme a los
restricción). arts. 717, 920 y 2500). Al exigirse pose-
b) Son acciones reales. Se ha contro- sión tranquila se niega protección a la
vertido este carácter, sobre todo como posesión violenta. No se pide expresa-
consecuencia de la discusión relativa a la mente que deba ser pública –con lo que
calificación de la posesión como hecho o se privaría de protección a la clandesti-
derecho. Se ha sostenido que siendo la na y con ello a toda posesión viciosa–,
posesión un hecho, no podrían tener la pero se ha resuelto que sí.
calificación ni de reales ni de personales. Se ha resuelto también que la dispo-
Generalmente se las califica de acciones sición del art. 918 no se aplica a las accio-

241
Los bienes

nes posesorias especiales (que luego se- La protección a los inmuebles, obser-
rán mencionadas). vada en tantas otras materias, se refleja tam-
Tocante al lapso de un año, se tiene bién aquí. Como una especial justificación
como tiempo suficiente de estabilidad de la restricción de estas acciones a los in-
posesoria. muebles se suele mencionar la facilidad de
Las acciones posesorias en la coposesión. la prueba del dominio respecto de los mue-
Si dos o más personas poseen en común bles, que deja expedita la vía de la reivindi-
es claro que, concurriendo todas, pue- cación (explicación que no parece convin-
den entablar acción posesoria en contra cente). Por cierto, se ha postulado la
de un tercero. Es discutido si uno solo (o conveniencia de extender estas acciones (re-
algunos) podría(n) entablar la acción formando el Código) a los bienes muebles.
para proteger la cosa coposeída; se ha Con todo, los Códigos del siglo XX adop-
resuelto la afirmativa. El punto está rela- tan actitudes diversas a este respecto.
cionado con la administración de la comu- No habiendo duda en cuanto a los
nidad. inmuebles por naturaleza y por adheren-
Si un comunero (coposeedor) puede cia, se ha resuelto que la protección al-
entablar acción posesoria contra otro, es canza también a los inmuebles por desti-
bastante discutido. Como pudo observar- nación.
se al tratar la prescripción entre comu- En la protección a los derechos rea-
neros (v. supra, Nº 204), la discordia de les constituidos en inmuebles (art. 916)
fondo consiste en determinar si un comu- deben tenerse en cuenta la regla del
nero puede, mediante ciertas actitudes y art. 922 y la exclusión de las servidum-
circunstancias, llegar a erigirse en posee- bres discontinuas y continuas inaparen-
dor exclusivo; si se admite la posibilidad, tes (arts. 917 y 882).
se han de aceptar la prescripción entre Se ha dicho recién que no correspon-
comuneros y la interposición de acciones de acción posesoria a las cosas que no pue-
posesorias entre ellos (así, los argumentos den ganarse por prescripción (art. 917).
planteados al tratar el punto de la pres- En otra ocasión se ha puntualizado que la
cripción entre comuneros son aplicables circunstancia de que un precepto impida
al presente problema, debidamente adap- ganar una cosa por prescripción no impli-
tados; aquí debe tenerse presente además ca automáticamente que no pueda poseer-
el art. 917; la jurisprudencia se ha inclina- se (v. supra, Nº 203, final). Ahora, la sínte-
do mayoritariamente por negar acción po- sis es: un objeto puede ser poseíble
sesoria entre comuneros, como lo ha he- (porque ningún precepto lo excluye de la
cho en materia de prescripción; pero un posesión), pero un texto expreso puede
fallo parece entender que es posible; y otro, impedir su adquisición por prescripción;
negándola en general, deja a salvo la de y por esta última circunstancia, con el art
restablecimiento, aunque ésta no era la 917 no tendría protección posesoria.
discutida en la causa). Respecto de los bienes nacionales de
Para los herederos del poseedor (y uso público, como no pueden ganarse por
del sujeto pasivo de la acción) hay tam- prescripción y ni siquiera pueden po-
bién un precepto especial (art. 919; se re- seerse, se ha concluido que no procede
cuerda que esta disposición parece dar la acción posesoria. Pero si un particular ad-
idea de que la posesión se transmite, quiere un derecho de uso y goce sobre
acompañando al art. 2500 inc. 2º; v. su- ellos de parte de la autoridad, puede pro-
pra, Nº 176). teger ese derecho (real) con la corres-
pondiente acción posesoria (el punto está
274. 2) El objeto debe ser susceptible relacionado con la teoría de los derechos
de acción posesoria. Lo son los Bienes reales administrativos).
Raíces y los derechos reales constituidos Al no tener el derecho real de heren-
en ellos (art. 916). cia el carácter de inmueble (no es mue-

242
Acciones protectoras

ble ni inmueble), se tiene entendido que tendido que entre nosotros la acción or-
no proceden a su respecto las acciones dinaria de posesión es la denominada pu-
posesorias, pero que esto no obsta a que bliciana, del art. 894. Todavía más, se ha
el heredero entable acción posesoria en dudado sobre la posibilidad de que las
contra de quien efectúa atentados en un acciones posesorias reguladas en el Códi-
inmueble hereditario determinado, y que go pudieren tramitarse en el procedimien-
estaba poseyendo como heredero (el pun- to ordinario (el punto corresponde al De-
to se relaciona con las doctrinas sobre la recho procesal).
comunicación entre la cuota y los bienes
en la comunidad sobre universalidad). 277. Prueba. Quien entabla una ac-
ción posesoria fundamentalmente debe
275. 3) Debe interponerse en tiempo probar: 1) que es poseedor tranquilo y
oportuno. Tras exigirse un año de pose- no interrumpido, por un año a lo me-
sión para tener acción posesoria, se con- nos; 2) que se le ha arrebatado o turba-
cede el mismo plazo para ejercitarla. Así, do la posesión.
en el caso de privación de la posesión, el
primer poseedor tiene un año para 278. 1) Prueba de la posesión. Este
interponer acción y el nuevo aún no tie- punto bien puede tratarse en el capítulo
ne protección porque no ha cumplido de la posesión; varios preceptos, princi-
por su parte ese plazo; al cumplirse el palmente relativos a la adquisición, con-
año, pierde la protección el primitivo po- servación y pérdida de la posesión, inci-
seedor y la adquiere el nuevo. den directamente en el tema de la prueba
El plazo se cuenta en la forma dis- y, por lo mismo, deben tenerse presente
puesta en el art. 920; por ser plazo espe- en esta ocasión (v. supra, Nos 184 y sgts.).
cial de prescripción extintiva, no se sus- Ha sido la ubicación de dos textos bási-
pende (art. 2524). En caso de hechos cos, implantados en el título de las accio-
reiterados de turbación, si cada uno con- nes posesorias, la que induce frecuente-
figura una molestia de naturaleza distin- mente a tratar aquí la prueba de la
ta, el plazo se contará individualmente posesión de inmuebles: los arts. 924 y 925
para cada situación. Si se trata de hechos (respecto de los muebles v. supra, Nº 196).
reiterados de una misma turbación, se ha El contenido contrapuesto, a lo me-
discutido si ha de contarse desde el últi- nos aparentemente, de esos dos precep-
mo o desde el primero de tales actos. tos, traduce la materia en el planteamien-
to de un problema: cómo se prueba la
276. Normas procesales. En sede pro- posesión de inmuebles. Mientras el art. 924
cesal, estos juicios, “querellas” o “inter- dispone que la posesión de los derechos
dictos” posesorios, tienen diseñada en los inscritos se prueba por la inscripción, el
textos una tramitación rápida, para no art. 925 prescribe que la posesión del sue-
frustrar su objetivo. lo se prueba por hechos posesorios posi-
A este propósito, merece al menos una tivos. Tales normas, unidas a los conflicti-
mención el conflicto acerca de si en nues- vos preceptos de la denominada posesión
tro Derecho se contempla o no la “ac- inscrita, han provocado otra de las con-
ción posesoria ordinaria” (consagrada en troversias notables en la doctrina y juris-
la antigua legislación española), por la prudencia nacionales.
cual se discutía el “derecho a la posesión”, Se ha sostenido que el art. 924 es apli-
en un juicio de lato conocimiento. De cable a la prueba de la posesión de todos
admitirse, tal acción sería útil sobre todo los derechos reales, a excepción del do-
para quien ha visto prescrita la acción minio; este último, más fácil de ejercitar-
posesoria correspondiente (sumaria). se mediante actos materiales –de ahí que
Doctrina y jurisprudencia en Chile pare- generalizadamente, incluso en los textos,
cen no reconocerla. Una sentencia ha en- se identifica el derecho con la cosa–, debe

243
Los bienes

probarse en la forma dispuesta en el También ha motivado discusión el


art. 925 (arts. como el 700, 715, 916 mos- punto concreto de la prueba de la pose-
trarían esa diferencia entre el dominio y sión de inmuebles inscritos que se han
los demás derechos reales). Con esta po- adquirido por un título no traslaticio de
sición muestran también su actitud de no dominio (como la accesión, y la sucesión
asignar a la inscripción conservatoria un por causa de muerte que en cuanto títu-
valor tan absoluto. lo posesorio es, según se ha dicho, de
En contra, en primer lugar se recha- calificación discutible)(supra, Nº 166). Se
za aquella confusión entre el derecho y ha afirmado que en estos casos, como es
la cosa con preceptos como los arts. 686 posible sostener que se puede adquirir
y 687, en los que quedaría claro que siem- posesión sin necesidad de inscripción, la
pre lo que se inscribe son derechos, sea prueba se regiría por el art. 925.
el dominio u otro derecho real, nunca Por otra parte, se ha resuelto que la
los bienes mismos. Y se postula que el aplicación del art. 924 –en cuanto orde-
art. 924 se refiere a la prueba de los de- na que es la inscripción el medio para
rechos inscritos y el art. 925 a la prueba probar la posesión de derechos inscritos–
de los no inscritos (es decir, a la de los se limita a las situaciones en que la ins-
que no están incorporados en el régimen cripción es exigida como modo de efec-
registral). Los arts. 686, 724, 728, 729 apo- tuar la tradición, ya que en tales ocasio-
yarían esta solución; pero tras los textos nes la posesión se adquiere a través de la
se trata de quienes asignan un valor cate- inscripción (arts. 724, 728); y no se apli-
górico a la inscripción como símbolo de ca a las situaciones en que la inscripción
posesión. Más bien por la fuerza de las se practica voluntariamente (como ocu-
circunstancias esta posición admite tam- rre con las servidumbres, en que la tradi-
bién la prueba de hechos posesorios exis- ción se efectúa por escritura pública, pero
tiendo inscripción, en determinados con- puede inscribirse el título respectivo). La
flictos: en casos de inscripciones paralelas, conclusión es acertada, ya que de otro
cuando los deslindes del inmueble no es- modo se estaría valorando una prueba
tán claros en la inscripción, cuando la preconstituida por el mismo sujeto a
posesión tiene menos de un año de du- quien posteriormente beneficiaría.
ración, etc. Conviene aquí recordar lo dicho en
Se ha propuesto todavía otra solución: otra ocasión (supra, Nº 49, final) respecto
que el art. 924 se aplica a la prueba de la a los inmuebles que el Fisco adquiere en
posesión de los derechos reales inscritos virtud del art. 590: se ha resuelto que si
distintos del dominio, el 925 a la prueba bien al atribuirsele los inmuebles que ca-
de la posesión de inmuebles no inscritos recen de otro dueño está amparado en la
y ambos preceptos se aplican para la prue- prueba del dominio (es quien le dispute
ba de la posesión de inmuebles inscritos ese dominio quien debe probar que el in-
(por inscripción más actos posesorios po- mueble sí tiene dueño), no hay disposi-
sitivos). Pero, como puede apreciarse, con ción que le confiera de pleno Derecho la
este entendido quedarían sin decisión posesión de tales bienes, por lo que, al
aquellos casos en que un litigante exhibe entablar acción posesoria sobre ellos debe,
inscripción y el otro actos posesorios. como cualquier particular, probarla.
La jurisprudencia se ha inclinado ma- Para este tema deben tenerse presen-
yoritariamente por la segunda alternativa tes también los arts. 719 y 731, en rela-
(la doctrina y la nutrida jurisprudencia ción con el 2502.
pueden consultarse en las obras citadas La prueba sobre todo el predio. Por últi-
al tratar la posesión y en el Repert. de L. mo, conviene formular una observación
y J., CC., arts. correspondientes; además, respecto de la prueba de la posesión so-
recuérdese el rechazo de las inscripcio- bre la totalidad del inmueble. Podrá apre-
nes “de papel”; v. supra, Nº 195, final). ciarse que la discusión sobre el valor jurí-

244
Acciones protectoras

dico de la posesión material entre noso- tablecimiento, denuncia de obra nueva,


tros está discutido debido a textos legales denuncia de obra ruinosa e interdictos
(posesorios unos y ordenatorios del Re- especiales.
gistro, otros) de insuficiente claridad, El CC. trata las tres primeras en el
pero conceptualmente la posesión es, en Tít. XIII como “acciones posesorias” y las
la base, tenencia efectiva (material) con siguientes en el Tít. XIV, bajo la denomi-
ánimo de señor; por lo mismo, en la prác- nación genérica de “acciones posesorias
tica en el debate posesorio casi siempre especiales”.
se presenta con interés (con influencia
en el resultado) la definición de quién es 281. La querella de amparo. Es la que
el que efectivamente posee. Pues bien, tiene por objeto conservar la posesión de
en los predios de gran (y aun mediana) los Bienes Raíces y derechos reales consti-
extensión, surge la dificultad de la prue- tuidos en ellos (arts. 916 y 921 del CC. y
ba de la posesión material sobre la totali- 549 del CPC.). De tal concepto se despren-
dad del predio y frecuentemente esa prue- de que el querellante aún no ha perdido la
ba será susceptible de la objeción de que posesión y, precisamente, se querella de
sobre cierto sector del predio no hay prue- amparo para impedir o poner término a la
ba posesoria. Estimamos que el tribunal turbación o embarazo que, en ciertos ca-
ha de concluir razonablemente. No se sos, de continuar pudieren concluir en una
puede pretender que el litigante pruebe privación o despojo de la posesión; puede
actos posesorios palmo a palmo sobre toda pedir conjuntamente que se le indemnice
la superficie del predio; probados los he- el daño causado y se le den seguridades
chos de señorío en distintos sectores es- contra el que fundadamente teme (art. 921;
pecíficos, que en conjunto cubran el pe- la aplicación de este precepto ha dado lu-
rímetro, ha de presumirse (en presunción gar a dudas procesales).
judicial) la posesión material sobre el pre- Turbación, embarazo o molestia cau-
dio integralmente (y entonces quien pre- sada a la posesión es todo acto o hecho
tenda que cierta zona precisa está en po- voluntario, ejecutado de buena o mala fe
sesión suya deberá así probarlo). que, sin despojar a otro de su posesión,
supone disputar o controvertir el dere-
279. 2) Prueba de la turbación o pri- cho de ejercerla que pretende tener el
vación de la posesión. Evidentemente, si poseedor (tal como se desprende de sen-
se interpone acción posesoria deberá pro- tencias en que ha sido aplicada, los he-
barse también la molestia o privación de chos son de variada naturaleza: ingresos
la posesión, según el caso. Más precisa- al predio, corta de árboles, extracción o
mente, deberán probarse los hechos en ingreso de materiales, remoción de cer-
que consisten (art. 551 del CPC.) y su fe- cos, etc.). Queda dicho, entonces, que
cha, para dejar claro así que se interpone no toda agresión de hecho funda una ac-
en tiempo oportuno. Los medios de prue- ción posesoria; debe importar discutir la
ba son los comunes (algunas precisiones posesión del agredido; una agresión que
sobre la turbación se verán luego, en la carezca de esa dirección (como el lanza-
querella de amparo, y sobre la privación miento de una piedra a una ventana) no
de la posesión, en la de restitución). la justifica aunque de hecho perturbe al
poseedor (como al dueño, al mero tene-
280. Diversas acciones posesorias. dor, incluso al huésped); pero podrá ser
Como ha podido observarse, el CC. dis- reprimida con otros instrumentos (civi-
tingue varias de estas acciones; el CPC. les y penales).
asigna denominación al procedimiento de La acción puede intentarse tanto
cada una, bajo la expresión de “quere- cuando se ha tratado de turbar la pose-
llas” o “interdictos” (art. 549); son las que- sión como cuando en el hecho ya se ha
rellas de amparo, de restitución, de res- turbado (art. 551 Nº 2 del CPC.).

245
Los bienes

Se ha resuelto también que la turba- debe también ser recordada aquí. Como
ción puede ser de hecho o de Derecho. quedó dicho en aquella ocasión, la difi-
Ha dado lugar a numerosos litigios la cultad consiste en determinar si se ha per-
situación del poseedor inscrito que se opo- dido o no la posesión. La respuesta de-
ne a que otro inscriba un título sobre el penderá, en última instancia, de la
mismo inmueble; se ha concluido reite- concepción que se tenga de la inscripción
radamente que esa oposición configura conservatoria (por lo que la doctrina y ju-
una acción posesoria de amparo; el que risprudencia mencionadas al tratar ese
pretende inscribir perturba la posesión. punto han de tenerse presente aquí). Si
Si logra inscribir, también se ha aceptado se concibe la inscripción como símbolo
querella de amparo. Se ha estimado irre- de posesión, en términos absolutos y ex-
levante el lugar desde donde procede la cluyentes, se puede concluir que no hay
turbación; asimismo lo es la existencia de privación, y ni siquiera turbación (enton-
daño efectivo. Conforme a algunos fallos, ces, el afectado habría de recurrir a la que-
tratándose de turbaciones debidas a ac- rella de restablecimiento, si el despojo fue
tos emanados de la autoridad pública es violento y actúa dentro de seis meses, como
necesario examinar la naturaleza del acto se verá pronto; a una acción de precario,
de autoridad, el ámbito en que se desa- por el art. 2195; a alguna innominada or-
rrolla y las atribuciones que se están adu- dinaria en que se discutirían dominio y
ciendo; no está, pues, excluida categóri- posesión; a la criminal de usurpación; al
camente la posibilidad de entablar acción recurso de protección); en este extremo,
posesoria (luego se hará referencia al ca- sólo habría turbación si alguien pretende
rácter de turbación o despojo que tiene inscribir el mismo inmueble a su nombre,
el acto por el que se priva de posesión y privación de posesión si efectivamente
material al poseedor inscrito). inscribe (con efecto cancelatorio). Si se le
tiene sólo como garantía de posesión, la
282. La querella de restitución. Es la cual siempre es tenencia con ánimo de
que tiene por objeto recuperar la pose- dueño, en el caso propuesto habría sin
sión de Bienes Raíces o derechos reales duda turbación de la posesión, lo que da-
constituidos en ellos (arts. 916 y 926 del ría fundamento a acción posesoria de am-
CC. y 549 del CPC.). El querellante ha paro. Por último, bien puede entenderse
sido ahora despojado de su posesión y por que aun en los inmuebles inscritos la po-
la querella pide que le sea restituida; pue- sesión material es un elemento fundamen-
de pedir además indemnización por los tal, y al privarse de ella, se estaría privan-
daños causados (art. 926, también con pro- do del aspecto o fase material de la
blemas procesales, como se dijo respecto posesión, y por lo menos habría un des-
de la querella de amparo; supra, Nº 281). pojo parcial.
Previéndose la posibilidad de traspasos, se Como unos mismos hechos pueden
permite dirigir la acción contra todo el constituir turbación de posesión en un
que derive su posesión del que efectuó el sector del inmueble y despojo en otro,
despojo (art. 927). La privación puede ser pueden plantearse simultáneamente am-
total o parcial, y no importa si el autor no paro y restitución (art. 17 del CPC.). Y si
tiene ánimo de entrar él en posesión. Se no está claro si los hechos constituyen
ha entendido que si privado de la pose- turbación o privación de posesión, bien
sión, luego el poseedor puede entrar en pueden plantearse una en subsidio de la
ella libremente, se está en presencia más otra (art. 17 del CPC.). Tal sería la acti-
bien de una turbación. tud que puede adoptarse cuando al po-
La situación del poseedor inscrito que seedor inscrito se le priva de la posesión
es despojado materialmente de su finca, material, en que podría intentarse acción
examinada respecto de la procedencia de posesoria de restitución y, en subsidio,
la acción reivindicatoria (v. supra, Nº 266), de amparo.

246
Acciones protectoras

Por otra parte, se ha resuelto que, per- Cumplida su función, es decir, restablecida
siguiendo análogo fin jurídico, son com- la situación al estado anterior al acto de
patibles las acciones reivindicatoria y po- violencia, pueden ejercitarse las acciones
sesoria de restitución, teniendo presente posesorias que correspondan.
que mientras para reivindicar no es nece- Con el solo art. 928 del CC. se discu-
sario haber entrado en posesión, para te- tió la procedencia de la querella de res-
ner la posesoria de restitución es preciso tablecimiento respecto de bienes muebles,
haber tenido la posesión que se intenta duda que disipó el CPC. en el art. 549,
recuperar (sin perjuicio de la necesidad con cuyo tenor queda claro que no es
de probar dominio en la primera). posible. Pero se ha aceptado respecto de
muebles que son inmuebles por destina-
283. La querella de restablecimiento. ción.
Es la que se concede al que ha sido des- En cuanto a los caracteres, inminen-
pojado violentamente de la posesión o cia y origen del acto de violencia, los tri-
mera tenencia de un inmueble, a fin de bunales han debido resolver variadas si-
que le sea restituido en el estado existen- tuaciones (sobre todo en el punto de la
te antes del acto de violencia (arts. 928 fuerza emanada de la autoridad adminis-
del CC. y 549 del CPC.). trativa).
También denominada “querella de Se ha resuelto que, por su fundamen-
despojo violento”, por cierto tiende a evi- to de evitar la justicia por mano propia,
tar que los particulares se hagan justicia procede cuando la violencia se ejerce en
por sí mismos. contra de las personas o de las cosas, e
La doctrina (nacional y extranjera) incluso contra el dueño del inmueble.
discute la naturaleza de esta acción, como Pero como los hechos de violencia son
posesoria propiamente, o como acción personales, no puede intentarse contra
personal de carácter delictual (la circuns- el sucesor del autor del acto de despojo
tancia de concederse también al mero te- violento. Entre comuneros es igualmente
nedor, y los textos de los arts. 928 del CC. aceptada.
y 564 del CPC., inducen a esta segunda
calificación). 284. Otras. Las restantes acciones po-
No es necesario, como quedó dicho, sesorias se encuentran reguladas en los
probar posesión; basta acreditar el des- arts. 930 a 950 del CC. y 565 a 583 del
pojo. Tampoco es necesario que el actor CPC.
carezca de acción posesoria de amparo o Esquemáticamente, estos textos regu-
restitución; puede recurrir a aquélla no lan las que se denominan “denuncia de
obstante disponer también de éstas obra nueva”, “denuncia de obra ruinosa”
(art. 564 del CPC.; la redacción del y otras acciones posesorias especiales. Tra-
art. 928 pudiera sugerir esa exigencia, tan de su consistencia, sus requisitos, el
pero no se aprecia fundamento para esa tiempo en el cual prescriben y la conce-
limitación). sión de acción popular en ciertas situa-
Prescribe esta acción en seis meses, con- ciones. Son destacables aquí los arts. 937
tados desde el acto de despojo, plazo que y 948, particularmente para la protección
no se suspende (conforme al art. 2524). ambiental.

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