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Planeación en Eduacion Fisica
Planeación en Eduacion Fisica
comprenden una
planeación en Educación
Física”
La unidad didáctica cuenta con diversos contenidos, tales como: lateralidad, agilidad,
equilibrio, coordinación, esquema corporal y percepción espacio-temporal. Cada
contenido es tratado en dos sesiones, para de esta forma no saturar a los alumnos
con un solo contenido a lo largo de toda la unidad didáctica.
Definición:
Ejemplo:
Del latín sessio, una sesión es un período
temporal ocupado por una cierta actividad. Esto Sesión 1
quiere decir que, durante una determina sesión, Sesión 2
se llevan a cabo una serie definida de tareas. Sesión 3
Sesión 4
La sesión de Educación Física se puede dividir en Sesión 5
tres momentos, inicio (donde se pone a prueba los
conocimientos que tienen el alumno sobre algunos
contenidos), desarrollo (donde se llevan a cabo las
diferentes actividades con énfasis en cierto
contenido) y cierre (donde se hace una
retroalimentación de los aprendizajes obtenidos
durante la sesión; además de una relajación en los
alumnos).
“Eje curricular”
Competencia motriz:
La edificación de la competencia motriz,
principal aportación pedagógica de la
Educación Física, es una adquisición o una
construcción, y no necesariamente un
producto de la carga genética de las
personas. Ser competente significa
aprender e identificar nuestras posibilidades y
límites al momento de realizar una acción
motriz o resolver una tarea; tiene que ver con
la generación, actualización y aplicación de
tres tipos de conocimientos: declarativo,
procedimental y estratégico, implicados en el
saber hacer, saber actuar y saber
desempeñarse.
El conocimiento declarativo está conformado por toda la información que
define las acciones y las condiciones de realización; por ejemplo, correr en zig-zag
entre los conos sin derribarlos. En esta tarea se presentan distintas consignas
que le dan sentido y contextualizan a la propia acción: correr, hacerlo en zig-zag
entre los conos y además, con una condición: sin derribarlos. Las consignas, en
conjunto, citan y estructuran cómo ha de ser la acción y proyectan el desarrollo
de habilidades y destrezas.
El conocimiento procedimental representa contrastes y vinculaciones entre
aquello construido al escuchar la tarea con la realización de la acción propiamente
dicha; y el conocimiento estratégico es cuando niñas, niños y adolescentes le
asignan una forma peculiar y personal para realizarlo; por ejemplo, al inclinar el
cuerpo en el momento de rodear un cono o frenar ligeramente antes de pasar entre
ellos.
En suma, estos tres conocimientos reivindican al Yo en la acción a partir
del potencial motor personal, lo que permite a los alumnos paulatinamente decidir cómo y de
qué manera pueden realizar la tarea, con la intención de explorar y poner a prueba dicho
potencial al utilizar diversos implementos, al adaptarse al área de juego e incluso al modificar
el tiempo.
Para impulsar la edificación de la competencia motriz es preciso que la intervención docente
motive a niñas, niños y adolescentes a tomar decisiones, resolver problemas, e implicarlos en
una variabilidad de la práctica. Por ejemplo, una actividad lúdica —circuito de acción motriz—
contiene una lógica de realización —un procedimiento— y unas reglas que determinan el tipo
de acciones que requieren realizar.
Esta actividad considera distintas decisiones en torno a cómo resolver las consignas en cada
estación; además, y de manera complementaria, implica una variabilidad de la práctica, donde
el patrón de movimiento es saltar y cada estación requiere ajustarlo. De tal forma que los
alumnos, al reflexionar respecto a ¿cómo es el despegue en cada ocasión?, ¿cómo han sido
los movimientos que realizaron en el aire?, ¿cómo fue volver a tocar el suelo en las distintas
acciones?, entre otras, se percatan de las diferencias en la realización de un mismo patrón, por
lo que están actualizando el conocimiento procedimental, es decir, el saber desempeñarse
asociado a la edificación de su competencia motriz.
“Componente pedagógico didáctico”
Desarrollo de la motricidad:
Se entiende la motricidad como el conjunto de acciones motrices que engloban una intención y un
alto nivel de decisión; implica potenciar la capacidad de cada persona para darle sentido y
significado a los movimientos a partir de sus intereses, expectativas, necesidades y motivaciones.
Considera la integración de acciones reflexionadas que edifican la actuación inteligente y se
manifiesta cuando los alumnos exploran y ponen a prueba sus posibilidades motrices en la sesión.
Además, se vincula con la construcción permanente de conceptos como espacio, tiempo y
causalidad e incorpora diversas experiencias para la construcción del Yo en la acción.
Identificar las partes que constituyen la estructura del cuerpo y su funcionamiento a partir de tareas
que permitan incorporar las nociones de esquema e imagen corporal, como un proceso global; dando
un mayor sentido al Yo en la acción: estoy corriendo, voy a jugar o puedo hacerlo.
Motivar a niños y adolescentes para percibir y sentir el cuerpo al manifestar emociones.
Adquirir información sobre el mundo de los objetos y las personas por medio de los sentidos y las
percepciones; de tal forma que la interacción y experiencias que obtengan los estudiantes contribuyan
a la constitución de la identidad personal.
Establecer relaciones asertivas y vínculos afectivos a partir de un marco de respeto para favorecer la
interacción motriz con los demás.
Fomentar el cuidado de su cuerpo al asumir estilos de vida activos y saludables.
Reconocer que su historia personal y familiar los identifica y hace diferentes a los demás, por lo que es
indispensable gestionar sus sentimientos para aceptar su cuerpo y relacionarse de mejor manera.
Creatividad en la acción motriz:
En este componente se entiende la creatividad, como la capacidad de elaborar diversas respuestas
para afrontar las tareas o situaciones que se presentan, mientras que la acción motriz es la suma de las
distintas conductas y desempeños que realiza una persona; representa la oportunidad para explorar
sus posibilidades y tomar decisiones. Con base en lo anterior, se busca que niñas, niños y adolescentes
generen distintas propuestas, seleccionen las más apropiadas de acuerdo con cada problema o
situación, las pongan en marcha, las organicen y, en todo caso, las reestructuren otorgándoles un toque
personal, auténtico y creativo a su desempeño, lo cual implica procesos de decisión, intención y
anticipación. El diseño e implementación de propuestas didácticas para el desarrollo de este
componente, implica:
Diseñar y organizar ambientes de aprendizaje, planificados con una clara intencionalidad pedagógica, que propicien
escenarios para encauzar la toma de decisiones y fomentar la creatividad; por ejemplo, modificar los juegos y
actividades tomando en cuenta los gustos, necesidades, intereses y expectativas de los alumnos.
Poner a prueba las habilidades y destrezas motrices en el contexto del juego —y no de manera aislada (enfoque
mecanicista)—para favorecer la disponibilidad corporal y la autonomía motriz, así como mejorar la autoestima y la
autorrealización.
Planificar situaciones motrices que incrementen el nivel de dificultad, de manera progresiva (de lo sencillo a lo
complejo); además de incorporar la variabilidad de la práctica: manipular objetos e implementos, tanto de manera
individual como colectiva; y adaptar
las condiciones espaciales y temporales, entre otros.
Propiciar la reflexión de los alumnos con base en los conocimientos y experiencias previos, y sobre todo, los que están
adquiriendo, mediante preguntas generadoras como: ¿Qué hacer para resolver esta situación? ¿Qué han aprendido?
¿Qué falta por mejorar? ¿Cómo formular una estrategia efectiva de juego? ¿Qué funciones asumir en esta actividad?
¿Qué resultados pueden obtener?, etcétera.
Estos componentes pedagógico-didácticos han de contribuir a que niñas, niños y adolescentes adquieran plena
conciencia de sí, mejoren su disponibilidad corporal, y alcancen mayor autonomía motriz e interactúen en ambientes de
aprendizaje que propicien el manejo creativo para solucionar problemas; en síntesis, que edifiquen su competencia motriz.
Los Aprendizajes esperados de este espacio curricular se enmarcan en una propuesta articulada en los niveles educativos
de preescolar, primaria y secundaria, lo cual permite identificar la ruta y progresión que promueve la Educación Física en
este trayecto formativo. Con base en lo anterior, se requiere que los docentes definan la distribución y la temporalidad con
la que abordarán los aprendizajes propuestos a partir de las características y el nivel de desarrollo motor de sus alumnos.
En este proceso, se pueden considerar dos opciones: planificar un aprendizaje a partir de cierto número de sesiones, o
bien, distribuir las sesiones al integrar dos o tres aprendizajes en diferentes momentos del ciclo escolar
(complementariedad).
Es conveniente que los docentes adecuen su intervención tomando en cuenta otros factores que determinan el nivel de
avance del programa; por ejemplo, las diferentes regiones naturales del país y sus características (clima, estado
del tiempo, estación del año, entre otros). El criterio para implementar un mayor número de sesiones se establece a partir
de las facultades que poseen las autoridades educativas locales de cada entidad federativa de nuestro país, de acuerdo
con las necesidades de cobertura de cada sistema educativo y la disponibilidad de sus recursos; por lo que la Autonomía
curricular representa una oportunidad para ampliar y fortalecer las acciones que se desarrollan en Educación Física.
“Aprendizaje esperado”
Consideramos que no hay niños y niñas mejores ni peores, ni tampoco que hay buenos y malos
juegos, sino que hay buenas y malas estrategias de intervención didáctica. El éxito de todo proceso
de enseñanza-aprendizaje depende de una u otra estrategia, depende de la intervención del
profesor.
Flexible. Que permita ajustar las propuestas al ritmo de cada alumno. No se basa en propuestas de trabajo que fijen una meta
o marca igual para todos. Las propuestas deben conocer la realidad de la que parte cada alumno y permitir que sea
desarrollada en función de sus posibilidades. La propuesta ha de ser la actividad en sí misma, no el resultado.
Activa. Hay que partir de la propia necesidad de actividad del niño para ir canalizándola hasta obtener objetivos educativos. No
se puede basar la propuesta de trabajo en repeticiones de modelos, ni en dejar hacer lo que quieran, sino mediante métodos
activos hacer que el alumnado se sienta protagonista de su propia actividad.
Participativa. Debe favorecer el trabajo en equipo fomentando el compañerismo y la cooperación. La competición debe
entenderse como la superación de una dificultad y como una forma lúdica de relación con otros compañeros: solo entendida
así estará desarrollando la socialización a través del juego y la práctica deportiva.
Inductiva. Debe favorecer el autoaprendizaje, de manera que sea capaz de resolver planteamientos motrices, organizar su
propio trabajo, constatar y comprobar, en sí mismo, la mejora tanto en sus actitudes como en sus habilidades y destrezas.
Integradora. Que aglutine en un solo proceso las técnicas, habilidades y destrezas propias de la Educación Física. Debe tener un
planteamiento cualitativo, no cuantitativo. No hay, por tanto, una respuesta motriz única, sino que hay una mejora de la
actividad motriz con relación al punto de partida.
Lúdica. El alumno debe divertirse haciendo Educación Física, por lo que las propuestas deben presentarse, en la medida de lo
posible, como juegos en los que todos participan de manera espontánea.
Creativa. Deben ser propuestas que estimulen la creatividad del alumnado, huyendo de modelos estereotipados o repetitivos.
“Técnicas de enseñanza”
Otra de las orientaciones metodológicas de la Educación Física la constituyen las diferentes técnicas de enseñanza que
se pueden emplear.
Con la aplicación de cada una de las técnicas se pretende que el alumno adquiera una progresiva autonomía. Se pretende
proporcionar mayor participación a los alumnos en su enseñanza, a través de la toma de decisiones, las formas de
organización y la inclusión de determinadas tareas que por sí mismas potencian la emancipación, como la práctica de
juegos y deportes, la creación expresiva y la autonomía física.
1. Mando directo o instrucción directa. El alumnado juega un papel pasivo. Escucha, comprende y cumple lo que se le
dice. El maestro proporciona una información directa sobre la solución de un problema motor, concretando como debe
ser su ejecución.
Este método, además de realzar la personalidad del profesor, permite un gran control de la clase con la consiguiente
ganancia en disciplina Las des ventajas que presenta son un excesivo dogmatismo y la anulación de la espontaneidad y
creatividad del alumnado.
2. Mando directo modificado. Presenta unas características muy similares al anterior, aunque deja un mayor margen de
libertad a los alumnos. El profesor manda la tarea a ejecutar y dice cómo se ha de hacer, pero se deja libertad para que
los alumnos la hagan a su ritmo.
3. Reproducción de modelos. Alumnos y alumnas tratan de imitar un modelo concreto de actividad motriz con gestos o
ejercicios determinados.
4. Asignación de tareas. El profesor determina las tareas a realizar y el alumno se
responsabiliza de su trabajo. Surge como oposición a la técnica de mando directo, en
donde el alumnado juega un papel pasivo. La diferencia fundamental entre ambas es que
la asignación de tareas tiene para los alumnos una conducta auto-motivadora.
El uso de prendas específicas para la actividad física, iniciar en hábitos higiénicos como son la ducha, el aseo
personal y el cambio de ropa interior al finalizar la actividad física. Adquirir hábitos de salud relacionados con la
nutrición y el consumo, nutrición suficiente y equilibrada, que el horario de Educación Física no coincida con el
periodo inmediatamente posterior a la comida...
Es especialmente importante registrar toda la actividad del proceso de enseñanza-aprendizaje programación
anual, ficha de seguimiento individualizada, ficha personal de autocontrol, registro de sesión, escalas de
observación (tablas de baremos, registros de pruebas, tiempos y distancias...).
“Sugerencias de evaluación”
La evaluación es una valoración que se emite sobre el proceso de enseñanza aprendizaje, una vez recogidos
una serie de datos, en relación con los objetivos e intenciones educativas que se pretenden alcanzar.
Las actividades de evaluación deben contemplarse
Al inicio del proceso, para saber, por un lado, las posibilidades de cada alumno y, por otro, para adaptar la
programación a las necesidades del alumnado.
Durante el proceso, para la detección de los aciertos y los errores que tienen un papel clave para las
rectificaciones que deban ir haciéndose a la programación.
Al final del proceso, para comprobar el desarrollo de las capacidades obtenidas desde el punto inicial de
partida de cada alumno y alumna a través del proceso de aprendizaje.
De orientación. El alumnado, a partir de la evaluación, obtiene pistas que le permiten saber cómo corregir, compensar
o mejorar.
De motivación. Debe fomentar en alumnos y alumnas el seguir progresando, motivar incidiendo más en los logros
obtenidos y teniendo un tratamiento positivo con las deficiencias constatadas.
Los instrumentos para recopilar información a la hora de evaluar el proceso de
enseñanza aprendizaje son:
Observación diaria. Sirve para registrar lo que sucede en la sesión, el progreso día a día. Estos
registros han de ser sistemáticos y continuos. Deben reconocer elementos cuantitativos de la
actividad de los alumnos y alumnas (marcas, tiempos o número de repeticiones), y cualitativos
(interés, relación con sus compañeros, actitudes, esfuerzo, formas de trabajo, compresión...).
Situaciones de evaluación. Son actividades integradas dentro del propio proceso de enseñanza
aprendizaje, donde el alumnado aplica los conocimientos adquiridos. Permite evaluar el proceso
de forma global.
Registros objetivos. Son las pruebas, escalas, tests.... que permiten evaluar el estado de un
alumno o de una alumna con respecto a una norma o al resto de compañeros y compañeras o,
simplemente, consigo mismo. Permite analizar situaciones puntuales del proceso de enseñanza
aprendizaje.
Son trabajos o productos laborados por los alumnos como resultado del aprendizaje
desarrollado en nuestra situación de aprendizaje pueden ser: producciones escritas o
graficas, esquemas o mapa conceptuales, registros o cuadros de actitudes el alumno,
portafolios o carpetas de los trabajos o pruebas escritas.
Pueden ser utilizados diferentes tipos de productos elaborados por nuestros alumnos de
manera individual, las cuales reflejen lo aprendido en dicha situación. Deben de ir calificadas
y con la correspondiente retroalimentación.
“Tipos de evaluación”
La evaluación de la Educación Física no debe limitarse única y exclusivamente al alumnado, tal y como sucede
habitualmente, sino que también es necesario evaluar otros elementos del proceso de enseñanza-aprendizaje, como
son el profesorado y el proceso didáctico.
Las técnicas para la obtención de datos en la función docente pueden ser varias, destacamos dos:
1. Observación
2. Cuestionario
Es otra técnica que facilita la hetero-observación. Se compone por una serie de cuestiones para contestar sobre diversos
aspectos de la función docente. Dependiendo de la cantidad de preguntas, se apreciará mejor la validez de la prueba. Existen
muchas clases de cuestionarios (evaluación del profesor por parte del alumno, por parte de otros profesionales...).
Los docentes tienden a impulsar exclusivamente los malos resultados a las deficiencias de los alumnos, sin darse cuenta de
que muy a menudo la estrategia de enseñanza y el diseño del programa pueden ser las causas de estos resultados negativos.
1. Evaluación de los objetivos didácticos: la continuidad entre los objetivos generales y los específicos, relación objetivo-
contenido, elección de objetivos teniendo en cuenta las características de los alumnos...
2. Evaluación de las situaciones de la acción didáctica: actividades de enseñanza, formas de trabajo didáctico, forma de
agrupar a los alumnos, elección correcta de las tareas en función de las características de los alumnos....
3. Evaluación de la realización. La congruencia entre los objetivos previstos y los conseguidos, la congruencia entre el nivel
previsto de los alumnos y el real, la congruencia entre la situación didáctica prevista y la que realmente se aplica...
“Descripción de las actividades”
Ejemplo:
Criterios
1. Lanzar una pelota en la dirección indicada.
2. Recibir correctamente la pelota.
3. Rebotar el balón con una mano.
4. Rodar el balón en línea recta.
5. Rodar el balón con una mano.
6. Saltar con los dos pies en forma coordinada.
7. Saltar en un pie manteniendo el equilibrio.
8. Mover las extremidades superiores e inferiores coordinadamente al caminar.
9. Mover las extremidades superiores e inferiores coordinadamente al correr.
10. Hacer ejercicios preparatorios (calentamiento) antes de hacer deporte.
“Concentrado de evaluación de la unidad”
En este concentrado de evaluación es vaciar todo los
aprendizajes que se lograron desarrollar de manera
sobresaliente, suficiente o regular. Esos pueden ser los
parámetros para evaluar la unidad.
Alumno : Dashia Dehavani Rodríguez Sánchez
Sesión: 3 Fecha: 10-11-2021