Está en la página 1de 6

1.

Descripción de Volkswagen y su mision :

El Grupo Volkswagen es uno de los líderes a nivel internacional en el sector


automotriz. Este grupo está formado por 12 marcas, que son: Volkswagen Passenger
Cars, Volkswagen Commercial Cars Audi, Seat, Skoda, Bentley Motors, Lamborghini,
Bugatti, Scania, MAN, Porsche y Ducati. Seguidamente, estudiaremos cómo fue el
proceso de formación de este gigante automovilístico.

En los años 1930, el Deutsche Arbeitsfront (Frente Alemán del Trabajo) funda una
compañía con el propósito de construir “el coche del pueblo”, en alemán
“Volkswagen” (Griefer, Gutzmann, Schlinkert, 2008).

En la década de 1960, Volkswagen compra Auto Union, empresa que se fusionará con
NSU Motorenwerke y surgirá Audi. Gracias a estas operaciones, la empresa siguió
progresando debido a la tecnología que obtuvo de ambas. La siguiente adquisición de
la marca fue la fabricante española SEAT (Sociedad Española de Automóviles de
Turismo) S.A, que se integra como una marca autónoma del grupo. En 1991, se procede
a la compra de Škoda al gobierno checo, y durante los próximos años se adquirieron las
marcas Bentley Motors, Lamborghini, Bugatti. El grupo Volkswagen sigue creciendo y
en 2012 tuvo lugar la fusión con Porsche y la compra del fabricante de motos Ducati.

¿Cual era el objetivo de esta empresa?

Desde 2008, el Grupo Volkswagen comenzó una campaña de marketing basada en la


conciencia con el medio ambiente. El fundamento de esta campaña era el uso de los
vehículos de Volkswagen y Audi del nuevo motor diésel EA 189 (Ewing, 2017). La
publicidad contenía el mensaje del uso de un “diésel limpio”, buscando que se asociara
a la marca valores como el respeto a la naturaleza. Un ejemplo fue el “Programa CO2
Neutral” por el que, con la compra de un vehículo Volkswagen garantizaba que se
plantara un árbol, a través de la fundación +Árboles, y se responsabilizaba de su
cuidado.

Con su publicidad, la empresa se dirigía a una parte del mercado preocupada por el
medioambiente y aquella interesada en lo que representaba, ya que los vehículos no
dejan de ser una forma de auto expresión. Transmitían la idea de que, con la compra de
un Volkswagen, se contribuía a no empeorar la situación de nuestro planeta. El éxito
de la campaña se vio intensificado por dos hechos. Uno de ellos, la posibilidad de los
consumidores en Estados Unidos de solicitar una desgravación fiscal por la compra de
vehículos que emitieran bajos niveles de dióxido de carbono. El segundo, la decisión de
la empresa de volver a fabricar coches en Estados Unidos, tras haber cesado dicha
actividad en 1988 (Ewing, 2008). El sitio escogido fue Chattanooga, Tennessee y el
modelo tendría el nombre “Passat” (por sus similitudes con el modelo del mismo
nombre fabricado en Europa). Su comercialización comenzó en 2011 y se obtuvieron
resultados sorprendentes: al año siguiente, el grupo alcanzó su mejor cifra de ventas
desde los años setenta.

En el año 2009, surge un problema técnico para la empresa. Los vehículos con motor
diésel utilizaban “SCR” o reducción catalítica selectiva, consistente en un pulverizador
de urea diluida llamado AdBlue, cuyo fin era la neutralización de las emisiones de
óxido de nitrógeno. El dispositivo AdBlue requería que se rellanase de urea
eventualmente, lo que Volkswagen entendió como un posible obstáculo para la compra
de modelos con esta tecnología. Igualmente, la normativa norteamericana prohibía el
relleno de estos depósitos por los propietarios de los vehículos. La solución se encontró
con un dispositivo de manipulación, que se presentaba como una alternativa a la
resolución del problema, evitando así tener que aumentar el tamaño del depósito de
urea (Ewing, 2017).

El descubrimiento de los ingenieros se fundamentó en el llamado modo “dyno”.


Cuando el vehículo se encontraba en este modo el sistema de control de emisiones
funcionaba con plena efectividad, por lo que Volkswagen tomó la decisión que este
modo solo se activaría cuando el vehículo fuera examinado en una prueba de emisión
de gases. El coche era capaz de reconocer cuando se encontraba en una prueba de
laboratorio y así, podía cambiar el comportamiento del motor para la obtención de los
resultados óptimos.

En el sector de la automoción se generó un gran escepticismo sobre los motores de


Volkswagen. Sus competidores no lograban entender cómo eran capaces de conseguir
unos niveles de emisión de gases tan bajos siendo la tecnología de esta empresa muy
similar a la del resto de la industria, y siendo los coches Volkswagen de gama media,
por lo que su coste era moderado (Ewing,2016).

2. Principal(es) problema(s) social(es) y/o ambiental(es) afrontado por la


organización en este caso

El escándalo del dieselgate de Volkswagen no solo fue un problema de cumplimiento


normativo, sino que también tuvo importantes repercusiones sociales y ambientales.
En primer lugar, el engaño deliberado por parte de Volkswagen en cuanto a las
emisiones de sus vehículos diésel socavó la confianza de los consumidores en la
industria automotriz en su conjunto y en la marca Volkswagen en particular. Los
consumidores confían en que los vehículos que compran cumplen con los estándares
de emisiones y son seguros para el medio ambiente y la salud humana. La revelación
de que Volkswagen había manipulado los resultados de las pruebas de emisiones
socavó esta confianza, lo que provocó una pérdida de reputación y credibilidad para la
empresa.

Además, el exceso de emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) contribuyó


directamente a la contaminación atmosférica en las áreas donde circulaban los
vehículos afectados. El NOx es un contaminante del aire conocido por contribuir a la
formación de esmog y al aumento de enfermedades respiratorias, como el asma y la
bronquitis. La exposición prolongada a altos niveles de NOx puede tener graves
consecuencias para la salud pública, especialmente en áreas urbanas densamente
pobladas donde la calidad del aire ya es un problema importante.

Este problema ambiental no solo afectó a los propietarios de los vehículos diésel de
Volkswagen, sino que también tuvo un impacto más amplio en la salud y el bienestar
de las comunidades locales y regionales donde se utilizaban estos vehículos. La mala
calidad del aire puede afectar negativamente a personas de todas las edades y
condiciones de salud, pero especialmente a niños, ancianos y personas con problemas
respiratorios preexistentes.
3. Impactos socio ambientales en términos operativos y financieros

El escándalo del dieselgate tuvo un profundo impacto en Volkswagen en términos


operativos y financieros. A nivel operativo, la revelación del fraude obligó a la
compañía a enfrentar una crisis de confianza sin precedentes por parte de los
consumidores, los inversionistas y las autoridades reguladoras. La reputación de
Volkswagen, construida a lo largo de décadas como una marca confiable y respetada
en la industria automotriz, se vio gravemente dañada. Los consumidores se sintieron
traicionados al descubrir que los vehículos que habían comprado bajo la promesa de
ser eficientes y respetuosos con el medio ambiente en realidad estaban contaminando
de manera significativa.

Además, Volkswagen enfrentó enormes costos financieros como resultado del


dieselgate. Las multas impuestas por las autoridades reguladoras en diferentes países
fueron masivas, ascendiendo a miles de millones de dólares. La compañía también se
vio obligada a pagar indemnizaciones a los propietarios de vehículos afectados y a
enfrentar una avalancha de demandas legales por parte de accionistas, clientes y
gobiernos afectados. Estos costos legales y de indemnización, junto con los gastos
asociados con las llamadas a revisión masivas de vehículos y la implementación de
medidas correctivas, impactaron severamente en las finanzas de Volkswagen.

El escándalo del dieselgate también tuvo consecuencias financieras a largo plazo para
Volkswagen en términos de pérdida de ventas y participación en el mercado. La
confianza erosionada de los consumidores llevó a una disminución significativa en las
ventas de vehículos de la marca, especialmente de modelos diésel. Muchos
consumidores optaron por cambiar de marca o evitar los vehículos diésel por completo
debido a preocupaciones sobre su impacto ambiental y la integridad de la compañía.
Como resultado, Volkswagen enfrentó una caída en los ingresos y una pérdida de
cuota de mercado, lo que afectó su posición competitiva en la industria automotriz
global.

En términos ambientales, el escándalo del dieselgate tuvo un impacto negativo


significativo debido al aumento de las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) de los
vehículos afectados. Estas emisiones contribuyeron a la contaminación atmosférica y
representaron un riesgo para la salud pública en las áreas donde circulaban los
vehículos manipulados. La exposición prolongada a altos niveles de NOx puede tener
efectos adversos en la salud respiratoria y cardiovascular de las personas,
especialmente en poblaciones vulnerables como niños, ancianos y personas con
enfermedades respiratorias crónicas.

4. Relación con las ODS Y METAS, justificando sus respuestas

Objetivo 7: Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y


moderna:

¿Por qué debería importarme este objetivo?


Un sistema energético consolidado sirve de apoyo a todos los sectores: desde las
empresas, el sector médico y educativo, hasta la agricultura, las infraestructuras, las
comunicaciones y la alta tecnología.

Se ha acelerado el acceso a la electricidad en los países más pobres, la eficiencia


energética sigue mejorando y las energías renovables avanzan a pasos agigantados. No
obstante, es preciso mejorar el acceso de 2300 millones de personas a combustibles y
tecnologías limpias y seguras para cocinar.

Durante décadas, combustibles fósiles como el carbón, el petróleo o el gas han sido las
principales fuentes de energía eléctrica, pero su quema produce grandes cantidades de
gases de efecto invernadero, causantes del cambio climático y perjudiciales para el
bienestar de las personas y el medioambiente. Esta situación nos afecta a todos, no solo
a unos pocos. Además, la demanda mundial de electricidad continúa aumentando
rápidamente. En pocas palabras, los países no podrán impulsar sus economías sin un
suministro estable de electricidad.

Sin electricidad, mujeres y niñas pasan horas buscando agua, las clínicas no pueden
almacenar vacunas para los niños, muchos alumnos no pueden hacer los deberes del
colegio por la noche, y la gente no puede llevar negocios competitivos. El lento avance
hacia soluciones limpias para cocinar es motivo de grave preocupación mundial, ya
que afecta tanto a la salud humana como al medioambiente. De no alcanzar nuestro
objetivo para 2030, casi un tercio de la población mundial, en su mayoría mujeres y
niños, seguirá estando expuesto a la contaminación nociva del aire doméstico.

Para garantizar que todos puedan acceder a la energía eléctrica para el año 2030,
debemos acelerar la electrificación, aumentar las inversiones en energía renovable,
mejorar la eficiencia energética y desarrollar políticas y marcos regulatorios propicios.

Objetivo 9: Construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización


sostenible y fomentar la innovación:

¿Por qué debería importarme?

La industrialización inclusiva y sostenible, junto con la innovación y la infraestructura,


pueden dar rienda suelta a las fuerzas económicas dinámicas y competitivas que
generan empleo e ingresos. Estas desempeñan un papel clave a la hora de introducir y
promover nuevas tecnologías, facilitar el comercio internacional y permitir el uso
eficiente de los recursos.

La expansión de nuevas industrias significa una mejora del nivel de vida para gran
parte de la población. El medioambiente se verá beneficiado si las industrias aplican
prácticas sostenibles

.Objetivo 13: Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus
efectos:

El cambio climático afectará a todas las personas de todos los países de todos los
continentes de alguna forma. Se avecina un cataclismo climático y no estamos
preparados para las posibles consecuencias.
El cambio climático se debe a las actividades humanas y amenaza la vida en la Tierra
tal como la conocemos. Con el aumento de las emisiones de gases de efecto
invernadero, el cambio climático evoluciona a un ritmo mucho más rápido de lo
previsto. Sus efectos pueden ser devastadores y pueden provocar fenómenos
meteorológicos extremos y cambiantes, así como la subida del nivel del mar.

De no controlarse, el cambio climático echará por tierra muchos de los avances


logrados en materia de desarrollo en los últimos años. También provocará migraciones
masivas que derivarán en inestabilidad y guerras.

Para limitar el calentamiento global a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales,
las emisiones ya deberían estar disminuyendo y necesitan reducirse casi a la mitad
para 2030, dentro de solo siete años. Sin embargo, estamos muy lejos de lograr este
objetivo.

Es crucial tomar medidas urgentes y transformadoras que vayan más allá de meros
planes y promesas. Esto exige aumentar las ambiciones, abarcar economías enteras y
avanzar hacia un desarrollo resiliente al clima, al tiempo que se traza una trayectoria
clara para lograr cero emisiones netas. El tiempo se acaba y es necesario tomar medidas
inmediatas para evitar consecuencias catastróficas y garantizar un futuro sostenible a
las generaciones venideras.

Objetivo 15: Gestionar sosteniblemente los bosques, luchar contra la desertificación,


detener e invertir la degradación de las tierras, detener la pérdida de biodiversidad:

El Objetivo 15 pretende conservar la vida de ecosistemas terrestres. Busca proteger y


restablecer los ecosistemas terrestres, gestionar sosteniblemente los bosques, luchar
contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras, y detener la
pérdida de biodiversidad.

Los ecosistemas terrestres son vitales para el sostenimiento de la vida humana,


contribuyen a más de la mitad del PIB mundial e incluyen diversos valores culturales,
espirituales y económicos.

Sin embargo, el mundo se enfrenta a una triple crisis del cambio climático, a la
contaminación y a la pérdida de la biodiversidad.

Más de 100 millones de hectáreas de tierras sanas y productivas se degradaron


anualmente entre 2015 y 2019, lo que afectó a la vida de 1300 millones de personas.

La expansión agrícola es el motor directo de casi el 90 % de la deforestación mundial.


Esta cifra guarda relación directa con nuestros sistemas alimentarios, pues la cosecha
de palma de aceite representó por sí sola el 7 % de la deforestación mundial entre los
años 2000 y 2018.

Los esfuerzos mundiales y regionales para mantener los ecosistemas forestales, así
como sus funciones sociales, económicas y medioambientales, son esenciales
especialmente para los países en desarrollo y los trópicos.

Para cumplir el Objetivo 15, es esencial un cambio fundamental en la relación de la


humanidad con la naturaleza, y tomar conciencia de que la naturaleza es la base de
nuestra vida en la Tierra. El Marco Mundial Kunming-Montreal de la Diversidad
Biológica, recientemente adoptado, ofrece al Objetivo 15 un impulso renovado al
esbozar cuatro objetivos orientados a resultados que deben alcanzarse para 2050 y 23
metas que deben lograrse para 2030.

Objetivo 17: Revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible:

El Objetivo 17 pretende revitalizar la alianza mundial para el desarrollo sostenible. La


Agenda 2030 es universal y exige la implicación de todos los países, tanto
desarrollados como en desarrollo, para garantizar que nadie se quede atrás. También
requiere la colaboración entre los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible solo se pueden conseguir con asociaciones


mundiales sólidas y cooperación para garantizar que nadie se quede atrás en nuestro
camino hacia el desarrollo.

Sin embargo, no todos los países se encuentran en la misma situación de partida, y los
países de ingresos bajos y medios afrontan enormes deudas que les impiden hacer
avances en esta materia.

Después de la pandemia de la COVID-19, los países en desarrollo se enfrentan a un


aumento sin precedentes de los niveles de deuda externa, agravado por retos como una
inflación extrema, la escalada de las tasas de interés, prioridades contrapuestas y una
capacidad fiscal limitada, lo que subraya la urgente necesidad de alivio de la deuda y
asistencia financiera.

Aunque las corrientes de asistencia oficial para el desarrollo (AOD) siguen alcanzando
máximos históricos, el aumento en 2022 se atribuye principalmente al gasto en
refugiados en los países donantes y a la ayuda a Ucrania.

Para tener éxito, es necesario movilizar tanto los recursos existentes como los
adicionales, y los países desarrollados deberán cumplir sus compromisos de aumentar
la asistencia oficial para el desarrollo.

También podría gustarte