El caso Dieselgate de Volkswagen fue un escándalo que surgió en 2015 cuando la
Agencia Estadounidense del Medioambiente (EPA) descubrió que la compañía había manipulado las pruebas de emisiones de sus vehículos diésel. Volkswagen probablemente decidió manipular las pruebas a través de un software que reducía las emisiones haciendo creer a su público que eran uno de los carros menos contaminantes y así ahorrar costos en el desarrollo y producción de motores diésel. Ya que el fabricar un motor que emita menos emisiones de óxido de nitrógeno que incrementaba su costo de producción. Otro aspecto fue porque los países dan ayudas y reducen impuestos a los fabricantes que producen coches de bajas emisiones Fueron afectados 10 millones de coches los cuales emitían 30 veces mas emisiones que un coche normal. La compañía enfrentó enormes costos y consecuencias legales una vez que el fraude se hizo público. Volkswagen se vio obligado a pagar miles de millones de dólares en multas y compensaciones a los propietarios de vehículos afectados. También sufrió una disminución significativa en las ventas y la reputación de la marca se vio gravemente dañada. La empresa tuvo que revisar y ajustar sus presupuestos para hacer frente a los costos legales y de compensación, además de invertir en tecnología y medidas correctivas para reparar su imagen y cumplir con los estándares de emisiones.
Los Pecados de las Grandes Petroleras: Cómo las multinacionales destruyen nuestro planeta, el clima y la economía mientras obtienen beneficios insensatos y utilizan el lavado verde para engañar a la sociedad