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TEMA 9

JEAN JACQUES ROUSSEAU (s. XVIII)


Jean Jacques Rousseau una de las figuras más conocidas de la Ilustración. Defendía la tolerancia religiosa
y la libertad.

Creía que la ciencia y la cultura no han servid para hacernos mejores personas, sino han corrompido.

Creía en la teoría del contrato social para comprender y explicar el origen de nuestra sociedad. El ser
humano en el estado de naturaleza es libre, bondadoso y feliz, y actúa movido por la piedad, le
repugnaba el sufrimiento del otro. La sociedad y la razón han corrompido la piedad natural, y la
propiedad privada nos convierte en seres egoístas y malvados.

Aunque es muy crítico como la sociedad de su tiempo, es consciente de que no es posible volver al
estado de naturaleza, por lo cual propone una profunda reforma de las formas de vida que nos
devuelvan nuestra bondad natural. Se centra en la educación (El Emilio), la organización política y el
contrato social.

Busca los fundamentos de una nueva comunidad más igualitaria donde se permitiese el desarrollo de la
justicia y la felicidad de todos. El contrato social de Rousseau es la asociación voluntario de individuos
para superar las dificultades.

Los individuos entregan sus derechos a la nueva comunidad, y esta se convierte en una fuerza común
que defiende la libertad. El nuevo cuerpo social es una república legítima, el auténtico soberano es el
pueblo constituido en comunidad. El individuo pierde su libertar natural, pero gana la libertad civil. El
hombre como ciudadano, cuya virtud es la defensa del bien común. Dos principios para el bien de
todos: libertad e igualdad. La expresión colectiva de esta libertad es la “voluntad general”.

Su fuerza coercitiva es el pueblo mismo el que exige obedecer a esta voluntad a través de la ley. En él
reside la soberanía popular, los hombres sometidos a la ley que ellos mismos se han dado.

El rechazo a la democracia representativa en favor de la democracia directa. Separación entre el


soberano y el gobierno. El soberano es el pueblo, el gobierno solo es el ejecutor de las leyes.
IMMANUEL KANT (s. XVIII – XIX)
Kant uno de los mayores representantes de la Ilustración e influyentes por el profundo estudio que
realiza de la racionalidad humana. Critica a la razón para analizar sus límites y posibilidades y con ello
elevar a la mayoría de edad al hombre y que piense por sí mismo, y realizar la libertad y superar
constricciones. Lo que busca es salir de la minoría de edad y vivir como un verdadero ser humano
(sapere aude).

- EL CRITICISMO: LA RAZÓN TEÓRICA Y LA RAZÓN PRÁCTICA

Confianza en la razón. Gracias a esta puede ser libre y rechazar la intolerancia del dogmatismo. El ideal
ilustrado reclamaba un acuerdo universal sobre el concepto de la razón. Para alcanzarlo, se debe
realizar una crítica, un juicio a la razón, establecer el fundamento y los límites de lo que puede
afirmarse con legitimidad desde la razón.

Fruto de esta crítica son sus 3 obras más importantes: La crítica de la razón pura, aborda el problema de
los límites, el alcance del conocimiento humano, y la posibilidad de ciencias empíricas y la metafísica. En
La crítica de la razón práctica, se plantea la posibilidad de una ética del deber racional y universal
opuesta a Hume. Y en La crítica del juicio, se desarrolla el fundamento de nuestros juicios estéticos.

Las cuestiones relativas al sentido de la Historia y la religión, las soluciona Kant en La paz perpetua o La
religión dentro de los límites de la razón.

Plantea dos usos: uso teórico, establece condiciones para el conocimiento científico, la respuesta a ¿qué
puedo conocer?; y uso práctico, busca principios y fundamentos para cómo actuar para actuar
racionalmente y moralmente bien, responder a ¿qué debo hacer?

- TEORÍA DEL CONOCIMIENTO. ¿QUÉ PUEDO CONOCER? LAS CONDICIONES DE


POSIBILIDAD DE LA CIENCIA Y LA METAFÍSICA

La primera tarea de la filosofía crítica es plantearse: ¿qué puedo conocer con necesidad y
universalidad? Kant pretende superar las posiciones contradictorias a las empiristas y racionalistas. La
Crítica de la razón pura estudia el problema del conocimiento, el uso teórico de la razón.

EL punto de arranque es la extraña situación la que se encontraba la filosofía en el siglo XVIII, época de
grandes avances científicos, inmersa en disputas. Esto le hace plantearse, ¿qué es lo que hace posible la
ciencia? Si lo averiguamos, podemos aclarar si la metafísica puede convertirse en ciencia.

Las condiciones de posibilidad de la ciencia es la primera pregunta que se plantea en la Crítica de la


razón pura, y para responderla ver sus juicios. Compuesta por juicios sintéticos a priori (afirmaciones con
información nueva e independiente de la experiencia, constituyen sus principios básicos). Pero ¿cómo
son posibles?

En el proceso del conocimiento, distingue entre lo que recibimos de la experiencia sensible (materia del
conocimiento) y lo que pone el propio sujeto (forma del conocimiento). Lo conocido por experiencia es
a posteriori, conocido “después de”; la forma en que ordenamos es a priori, no depende de la
experiencia. Sin condiciones a priori no podemos organizar la materia del conocimiento, ni conocerla si
no se mostrase ante nosotros.
En la introducción a la Crítica de la razón pura, se plantea: ¿es posible la metafísica como ciencia?, ¿es
posible un conocimiento científico riguroso acerca de Dios, del alma y del mundo (objetos de la
metafísica)? Esto supone averiguar si la metafísica cumple las condiciones a priori.

La divide en 3 partes: la Estética trascendental, estudia las condiciones trascendentales (origen en el


entendimiento humano) de la sensibilidad, espacio y tiempo, y conocimiento matemático; la Analítica
trascendental, estudia las condiciones trascendentales del entendimiento, las categorías y la física; y la
Dialéctica trascendental, la razón y las ideas trascendentales, y resuelve la cuestión inicial, si es posible
o no un conocimiento metafísico.

ESTÉTICA TRASCENDENTAL. El conocimiento humano comienza cuando gracias a nuestra sensibilidad


percibimos el mundo que nos rodea, recibimos las impresiones sensibles. A continuación damos sentido
a lo percibido, y el sujeto lo ordena en espacio y tiempo estas impresiones. El espacio y el tiempo son
condiciones trascendentales que “pone” el sujeto para percibir la realidad como fenómeno. No sabemos
cómo es la realidad en sí misma, sin ordenarla con nuestras formas a priori. Kant las denomina “formas
a priori de la sensibilidad” e “intuiciones puras”. En la Estética trascendental trata el conocimiento
matemático y la posibilidad de juicios sintéticos a priori.

ANALÍTICA TRASCENDENTAL. El sujeto, a través del entendimiento interpreta los datos de la sensibilidad
para formar conceptos y elaborar juicios. El entendimiento aplica conceptos a los fenómenos y de este
modo los conoce. Esto es posible, porque nuestra mente dispone de conceptos puros o categorías. Son
conceptos priori del entendimiento humano. Las categorías están vacías de contenido, nos sirven para
ordenar y entender los fenómenos, identifico doce y algunas más importantes son la sustancia y la
causa.

La física es ciencia porque formula juicios sintéticos a priori relacionados con sustancia y causalidad.

DIALÉCTICA TRASCENDENTAL. La tercera y última facultad del proceso de conocimiento es la razón, su


función es elaborar generalizaciones a partir de los conceptos y juicios del entendimiento. Según Kant, el
ser humano tiende a buscar explicaciones más completas y globales de la realidad, intentando englobar
todo lo que sabemos mediante 3 grandes ideas reguladoras.

Por tanto, la conclusión de Kant es que sólo es posible el conocimiento de la realidad fenoménica y es
imposible conocer las realidades nouménicas de las que no tenemos conocimiento empírico (Dios, el
mundo y el alma). ¿Cómo tenemos la idea de su existencia? Es nuestra razón pura la que elabora estas
ideas, y lo hace aplicando indebidamente las categorías del entendimiento a realidades no
fenoménicas.

Estas ideas son el producto del uso indebido de la razón y, no es posible la metafísica como ciencia.
Dios, alma y mundo son ideas de la razón que expresan el ideal de la razón de encontrar leyes y
principios cada vez más generales, tienen un uso regulativo. Son, según Kant, postulados de la razón
práctica. El término «postulado» se debe entender en su sentido estricto, como algo que no es
demostrable, pero que es supuesto necesariamente como condición de la moral misma.

- ÉTICA

Kant llega a la conclusión, la actividad racional no se limita al conocimiento, al uso teórico de dicha
razón. El ser humano necesita saber cómo ha de ser su conducta: la razón tiene una función moral con
¿qué debo hacer?, y tiene también un uso práctico.
En la moral, una revolución crítica de la filosofía kantiana. Su propuesta es original. Sus reflexiones
critican las limitaciones y los problemas de las teorías anteriores; las éticas materiales orientan a la
acción humana hacia un bien. Las propuestas de las éticas son válidas cuando reconozcan la importancia
por el objetivo, es decir, son hipotéticas; y las normas básicas para perseguir ese bien supremo, las
reglas de comportamiento impuestas por el objetivo, por tanto son heterónomas, provienen de fuera
del sujeto.

Para saber comportarnos, tenemos que recurrir a la experiencia, a posteriori. Las limitaciones no son
universales y plantean algo diferente.

La existencia de lo moral no necesita justificación. La moral es un hecho. Los seres humanos tenemos
conciencia moral. El problema de la filosofía es cómo deducir leyes de conducta universales que
superen la subjetividad. La novedad es que Kant busca una ética válida para todo (universal). Antes de él
todas las éticas habían sido materiales, la ética de Kant es formal.

Una ética universal y necesaria ha de ser a priori, autónoma, y sus imperativos absolutos, categóricos.
Sólo una ética formal puede ser universal y racional. Carece de contenido, no establece ningún fin o
bien que se persiga y, no nos dice lo que hemos de hacer, sino cómo debemos actuar.

Un hombre actúa moralmente cuando actúa por deber. El deber “es la necesidad de una acción por
respecto a la ley”, sometimiento a una ley por respeto a ella.

El problema, cuando el cumplimiento del deber en conflicto entre inclinaciones y deseos naturales. Las
acciones contrarias al deber, son malas. Distingue acciones conformes al deber (nuestra obligación,
aunque actuemos siguiendo intereses); y las hechas por deber (porque es nuestra obligación, en contra
de nuestros deseos). Las últimas tienen valor moral.

El ser humano conoce lo que debe hacer. Al ser afectado por inclinaciones puede tomar por correcto lo
que no lo es. Necesita una guía racional, el imperativo categórico.

Estos son principios o leyes que ordenan una conducta. Mandan una acción como buena en sí misma, a
priori.

El imperativo categórico ha de tener forma de la universalidad: “obra sólo según una máxima tal que
puedas querer al mismo tiempo que se torne en ley universal” (Fundamentación de la metafísica de las
costumbres).

También, “actúa de manera que siempre tomes a la humanidad, tanto en tu persona como en la de
otro, como fin, nunca como puro medio”.

Su fundamento en la razón, pero sí posee un fin propio: ella misma. La ley moral respeta a los seres
humanos, ya que tienen un valor absoluto.

Esa condición procede de su libertad: los seres racionales se dan una ley moral, y ostentan una dignidad
(era un merecimiento) que demanda respeto. Ahora la dignidad es intrínseca por ser humano.
Reclamarla significa que las personas no pueden ser instrumentalizadas. La dignidad es un ser que es un
fin en sí mismo, frente a los otros que tienen precio.

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