Obra: “Fundamentación de la metafísica de las costumbres”
Para explicar el modelo ético kantiano es preciso entender primero cómo
el autor entiende el conocimiento del mundo. Para éste, el conocimiento se contruye a partir de la experiencia pero no se origina allí sino que se construye a partir de ciertas estructuras propias del Hombre que son universales y pertenecen a la razón, es decir, que el Hombre tiene un papel activo en ese “conocer”. En este punto, Kant admite que las cosas tienen algo así como una esencia que sería lo que el llama “nouménico” o “cosa en sí” la cual no podemos alcanzar con nuestra experiencia ya que ésta es capaz de percibir únicamente las cualidades sensibles de las cosas (lo “fenoménico”). No podemos conocer entonces lo absoluto, sin embargo somos capaces de pensarlo. Esto es para Kant las “ideas” que forma la Razón en sentido estricto (conceptos de los que se ocupa la Metafísica y que para Kant son inútiles porque no llegan a ningún conocimiento, ya que son imposibles de comprobar científicamente). Estas son: la idea de Alma, la idea de Dios y la idea de Mundo. En el intento por abarcar estos temas lo que ocurre es que la Razón se tropieza con sus propios límites y las ideas se truncan en contradicciones aparentemente irresolubles. Para Kant estas constradicciones son antinomias, proposiciones que son respectivamente verdaderas por separado y cuentan con argumentaciones válidas desde distintos puntos de vista. La que más le intersa al autor es la tercera antinomia que es la que va a ser fundamental para el planteo de su política. Esta se plantea de la siguiente manera → tesis: a parte de la causalidad natural es posible una causalidad por Libertad en el mundo (el Hombre es visto como ser racional y como un todo en sí mismo) / antítesis: no existe la Libertad ya que todo se rige por las leyes de la naturaleza (el Hombre es tomado como parte del mundo natural y desde su aspecto fenoménico perteneciente a un todo que lo supera). La posibilidad de pensarnos libres, si bien no es un conocimiento seguro, es lo que nos va a permitir establecer una ley moral que nos asegure el progreso como Humanidad. Esto que Kant llama la “conciencia moral” sería la Razón Práctica, la cual nos permite de alguna manera acercarnos a lo absoluto, ya que ésta no funciona según las leyes de causa-efecto de la naturaleza ni tampoco tiene que ver con las satisfacciones y conveniencias psicológicas propias de la naturaleza humana, sino que simplemente está allí y ordena indondicional y universalmente por DEBER. El deber existe porque somos seres libres, capaces de decidir en el conflicto entre nuestras inclinaciones sensibles y nuestra Buena Voluntad (capacidad racional); en la naturaleza no hay deber porque las cosas simplemente son o suceden, por eso no pueden ser juzgadas como buenos o malos. La Buena Voluntad es lo único bueno en sí mismo que deberá ser el móvil de nuestras acciones; esto nos permitirá actuar conforme al deber y ser dignos de ser felices. (diferente a la concepción ética clásica en que las acciones buenas eran aquellas que nos brindaban felicidad) Para Kant las acciones no son buenas por el fin o consecuencia que se logre ni tampoco por la inclinación personal que las motive (ej: generosidad, amor, etc.), sino que únicamente son moralmente buenas y útiles por el querer (cuando su móvil es cumplir con el DEBER mismo). En este sentido podemos clasificar las acciones en: contrarias al deber (inmorales), conformes al deber (moralmente neutras), por inclinación inmediata o mediata y por deber (moralmente buenas). Para poder actuar moralmente entonces, el Hombre debe resolver el conflicto con sus inclinaciones y actuar de acuerdo a la Ley Moral, ésta es universal y objetiva. Esto es posible a partir del Imperativo Categórico que impone la Razón, es decir, la formulación lingüística de la ley moral que permite hacerla accesible a la intuición y vendría a ser una especie de guía de acción (la razón también impone imperativos hipotéticos que se basan en su noción instrumental y tienen una estructura condicional, pero éstos carecen de valor moral). El Imperativo Categórico impone una acción como objetivamente necesaria en sí misma sin referencia a ningún fin y establece 3 formulaciones que hacen posible evaluar ciertas situaciones extraordinarias: 1° formulación: “No debo obrar nunca más que de modo que pueda querer que mi máxima deba convertirse en ley moral”- En este sentido la “máxima” es el principio subjetivo de la acción, es decir, aquel fundamento que nos lleva a obrar de determinada manera, y debe poder ser universalizable (no podemos tratarnos como excepciones) 2° formulación: “Obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro, siempre como un fin en sí mismo y nunca solamente como un medio” - Es decir que no se debe utilizar a una persona para obetener determinado fin sino respetar su dignidad humana como fin en sí mismo. 3° formulación: Además de esto, Kant postula que la máxima de nuestra conducta y el fundamento de su moralidad no deben derivar de una voluntad ajena sino de la propia. En este sentido, nuestra voluntad racional debe ser autónoma y dictarse las leyes a sí misma. Una voluntad se convierte en heterónoma si sigue mandatos ajenos o incluso si se mueve por las inclinaciones o pasiones propias; esto quiere decir que sólo es autónma si se conduce siguiento imperativos categóricos. Para el autor, la confianza en la Razón lo lleva a considerar que siguiendo las leyes morales universales, los individuos serían capaces de actuar adecuadamente y así lograr un ambiente armonioso en el que se acabe con el “todos contra todos” y se garantice la Paz Perpetua. Para hacer posible este proyecto a futuro (Kant cree que sus tiempos aún no están en condiciones para expresar un orden semejante) es preciso que los individuos racionales y autónomos se desarrollen en una comunidad autónoma que garantice este progreso, y este es para Kant el Estado republicano. La historia en este aspecto es para Kant un movimiento dialéctico en donde la humanidad se acercaría cada vez más a la moralidad y tendría un papel activo en la construcción de un mundo racional y cosmopolita, que asegure las buenas relaciones entre Estados libres y el Hombre sea “ciudadano del mundo”.
Relaciones con otros temas:
De Descartes → racionalismo: confianza en la Razón para conocer el mundo pero no tiene una capacidad ilimitada. Los conceptos metafísicos son incognoscibles. Da por supuesto una especie de “sustancia” que es la cosa en sí misma a la cual no podemos acceder : “NOÚMENO” De Hume → el conocimiento comienza con la experiencia, ya que conocemos lo real únicamente a través de la percepción sensible de los fenómenos naturales. Pero nuestra mente no hace copias de las expresiones externas sino que CONSTRUYE EL CONOCIMIENTO a partir del ordenamiento con las facultades del entendimiento universales. Filosofía de la historia: * Tanto Kant como Hegel: Confían en el progreso de la Historia (empresa teleológica) Consideran los estadíos de ésta como necesarios para llegar a un estado ideal Racionalidad de la Historia → tiene un sentido o fin último (madurez) Se estudia el pasado para obtener las señas de lo que es posible esperar en el futuro El Estado es el garante de la Paz y la Libertad La libertad del idividuo requiere la libertad de los otros (sociedad autónoma) Los individuos son actores y medios para la realización de la Razón en el mundo El sujeto histórico es la humanidad (modelo universalizable) * Diferencia con Hegel: El sujeto de la historia en Hegel es el Espíritu, no el hombre. Para él la Historia es el paso (fases) por los que pasa el espíritu para lograr la conciencia de sí mismo, de su esencia: Libertad. Para Hegel la autoconciencia de la libertad de logra a través del reconocimiento otros seres libres. Para Hegel el Estado es el momento que el Espíritu hace objetiva su libertad mientras que para Kant es el agente que garantiza la paz perpetua. “Lo real es racional y lo racional es real” Hegel le critica a Kant que admita el concepto de noúmeno si no puede conocerse por el entendimiento Hegel agrega un tercer momento entre la tensión irresuelta de Kant entre la afirmación y la negación, al que llama “síntesis” y es una instancia superadora (negación de la negación). Crítica de Marx al idealismo → Para Kant y Hegel las constradicciones se dan en el plano de la conciencia y en este sentido dice Kant que confunden las ideas con la realidad material. Se olvidan de los aspectos materiales del hombre concreto histórico. Sin embargo Marx tomará del Idealismo la concepción dialéctica o dinámica del hombre, en tanto su capacidad transformadora de la Historia. Postura contraria de la Historia: Nietzsche/ Foucault/ Sartre → existencialismo La Historia es una masa irracional. Historia de un enmascaramiento, de un proceso de represión de lo más profundo y genuino del hombre (hipócrita, rebaño) Critica la sociedad burguesa, los ideales ilustrados y el catolicismo. “Dios ha muerto”. El hombre crea sus propias leyes – niega la moral occiodental y postula la subversión de todos los valores. La realidad queda reducida a relatividades – nihilismo: no hay nada, ni valores ni sentidos ni puntos de referencia.