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ANÁLISIS DEL LIBRO

“EL PRÍNCIPE”
DE NICOLÁS MAQUIAVELO

“Los gobernantes deben procurar ser temidos antes que amados, más nunca odiados”
Nicolás Maquiavelo

Este libro, escrito por Nicolás Maquiavelo, en fecha 1.513, pero publicado después
en 1531 por conflictos entre el escritor y una familia muy poderosa y parte de la alta elite
de Italia, que en primer lugar logro poner tras las barrotes a Maquiavelo, por una presunta
conspiración en contra de los Médicis, luego lo exiliaron de su ciudad, y al final
consiguieron que el Papa prohibiera su publicación, ya que esta familia era muy cercana al
Vaticano, quienes además pensaban en este libro como una Herejía, en la que se
explicaba como maniobrar a las personas por medio de la astucia y del engaño, cargado
de una ética inmoral.

Pese a este contratiempo, y una vez publicado, el libro El Príncipe, se convirtió en


un referente universal de Filosofía Política, en el cual establece que la religión, las
creencias y la moral no son suficientes para que un gobernante o líder (de grupo,
comunitario, empresarial, entre otros) se mantenga en el poder, ya que al analizar e
interpretar hechos reales de la historia de la humanidad, sintetiza la esencia del ser
humano y de los grandes hombres de la historia, estableciendo lo que estos hicieron para
lograr llegar y mantenerse en el poder, a fin de aplicarlos en su actualidad (años 1500).

De hecho, el libro “El Príncipe”, no es más que un conjunto de consejos que le


son escritos en ese entonces a Lorenzo II de Médicis, para que se mantenga en el
poder, en una Italia que no estaba unificada, que se encontraba sumergida en un periodo
de inestabilidad política en el que Alemania, Francia y España, estaban a su asecho, a
raíz de la caída del Imperio Romano, y que fuera el origen de estas turbulencias.

Se puede mencionar como sus personajes principales, los siguientes: a.- Nicolás
Maquiavelo, quien se presenta como un secretario de Florencia apasionado por su trabajo
y su ciudad. Trabaja duro para el gobierno realizando misiones de diversa índole en las
que tiene la oportunidad de conocer a varios gobernantes. Gracias a esto reflexiona sobre
un sistema político de validez universal que resulte provechoso para el Estado y sus
Gentes; b.- El Príncipe César Borgia, un gobernante joven y cruel que en esa época
revoluciono a Italia con su talento, tiene la suerte de ser el hijo del Papa Alejandro VI
(Rodrigo Borgia), lo que le ayuda a abrirse paso en una época de crisis social y cambios
inminentes, y c.- Piero Soderini, alférez de la iglesia y confaloniero de Florencia, quien
con su buen corazón habría sido un gran líder en época de paz, pero es incapaz de
plantar cara a los ambiciosos que luchaban por repartirse una agitada Europa.

Este libro, aunque fue escrito durante el renacimiento, una época donde
predominaba el poder feudal, cuando Europa se encontraba dividida en pequeños
estados, gobernados por príncipes, sus enseñanzas pueden ser aplicadas dentro de
cualquier sistema social.¡, a pesar que muchos consideren que Maquiavelo o El
Maquiavelismo es algo malo, que sus estrategias y su forma de ver las cosas, están
cargadas de la maldad del hombre, pero no es así, simplemente ve las cosas desde un
punto analítico, apartado de la moral y la religión, donde basas sus estrategias de y para el
poder, en base a experiencias pasadas y reales, y que si una persona quiere
mantenerse en el poder TIENE QUE TENER SIEMPRE UNA ESTRATEGIA.

Luego de leer este libro, puedo decir, que para Maquiavelo, la POLICITA, se refiere
exclusivamente a lo que hace el gobernante, y toda decisión de quien gobierna, debe
basarse en un mecanismo efectivo para el ejercicio del poder, el mantenimiento del poder
y el crecimiento del poder, apartado de la moral (deber ser), sino de lo que es, lo
verdadero, de la REALIDAD, y es por eso que se aparta del pensamiento de los grandes
filósofos Griegos como Platón y Sócrates, quienes describen a los hombres como ellos
quieren que sean, hombres muy éticos y moral.

En este libro, Maquiavelo, constantemente nos dice que es inútil considerar al


hombre como un ser bueno, ya que en su esencia en hombre alberga maldad, y si un
Príncipe está al tanto de eso, planteará una estrategia basada en la realidad humana y no
en una fantasía llena de amor y bondad,
Este libro compuesto de 26 Capítulos, expone técnicas y consejos de como
Gobernar, basándose en las experiencias buenas y malas de otros personajes de la
historia universal, entre estas figuras tenemos a Julio Cesar, a Napoleón Bonaparte, a
Carlomagno, entre otros, analizando a que problemas se enfrentaron, y que decisiones
tomaron para solucionar y superar dichos problemas, y de allí surgen sus consejos al
Príncipe, ya que no se vence con la fuerza, sino con la inteligencia.

Del Capítulo 1 al 11, en ellos, Nicolás Maquiavelo, explica las clases de Estados
(Republicas y Principados), las Distintas clases de Principados (hereditarios, mixtos,
civiles, y eclesiásticos), las formas para adquirirlos (por conquista, por las armas, por
talento propio como la fortuna o por su virtud), y como mantenerlos, ya que según cada
caso, se debe aplicar una estrategia específica.

Como ejemplo de algunas de estas estrategias, propuestas por Maquiavelo


tenemos las siguientes:

Cuando un Príncipe, quiere adquirir un nuevo estado, es necesario aprovechar el


ambiente de brutalidad, presente en una guerra, para eliminar a todo rastro de oposición y
rivales políticos, como eliminar a la nobleza, se deben tomar medidas severas, de manera
inmediata, de un solo golpe para no repetirlas.

Por el contrario, si el reino a conquistar, es una monarquía, que depende de una


nobleza para gobernar, lo mejor es aliarse con aquellos nobles inconformes (oposición)
que puedan volcar a la población en contra de sus soberanos, pues la mejor forma de
conquistar un territorio, es utilizar al mismo pueblo para que se revelen en contra de su
príncipe. Luego de eso, es necesario eliminar al Rey, a su linaje, y a los nobles más
poderosos, a los fines de evitar un nuevo ataque. De hecho, Maquiavelo, considera que a
los hombres hay que conquistarlos o eliminarlos, porque si no se aprovecharan en su
momentos para traicionarnos y recuperar el poder.

Sustenta que para conservar los Principados Mixtos, se debe eliminar el linaje del
príncipe anterior y no alterar las leyes, ni aumentar los impuestos.
Asimismo, en el caso de Gobiernos de ciudades con leyes propias antes de su
conquista, el autor señala que existen tres formas de conservar este tipo de gobiernos,
como lo son: llevarlos a la ruina, ir a vivir con ellos y/o dejarlos con sus leyes, pero
creando un control en el ámbito tributario y judicial, para así conservar la fidelidad y asumir
el control del poder.

Maquiavelo, en su libro, sobre los Principados Eclesiásticos, resalta su desprecio


por la política temporal de la iglesia, manifestando que no hay dificultad alguna para
adquirirlo como posesión suya, y que no hay necesidad del valor o de la fortuna para
conservarlos. Igualmente, considera que estos príncipes tienen Estados sin estar
obligados a defenderlos, y súbditos, sin tomarse la molestia de defenderlos.

Del capítulo 12 al 14, nos enseña sobre las clases de milicias y cómo lidiar con
ellas y como medirlas, una de las principales enseñanzas, es que para Maquiavelo, tener
Hombres, Dinero, Recursos y un Gran Ejercito, sería la forma más efectiva de mantenerse
en el poder, en caso de que no se cuente con alguna de esas cualidades, lo más efectivo
es que el príncipe se refugie detrás de sus murallas y resista el ataque de los enemigos.
Asimismo, Maquiavelo, establece que el Príncipe tiene tres forma de contar con un
ejército, las cuales son Ejército Propio, Ejército Auxiliar o un Ejercito Mixto, advirtiendo al
Príncipe, sobre los mercenarios, quienes son guerreros que solo pelean por dinero, y
nunca por lealtad al Rey o Príncipe.

Aquí aborda el problema de la seguridad y las armas, afirmando que, un Estado


sólo es libre y seguro si dispone de un ejército propio bien organizado sobre la base del
reclutamiento del ciudadano; De igual forma, señala que las fuerzas mercenarias y
auxiliares muestran la dependencia y la debilidad de un Estado; y en este mismo sentido
expone, que un príncipe no debe tener otro objeto, otro pensamiento, ni cultivar otro arte
más que la guerra, el orden y la disciplina de los ejércitos.

Del Capítulo 15 al 21, habla de cómo se debe comportar el Príncipe, y que es


aquello que hace que un Príncipe sea alabado o censurado, y que dependiendo de las
circunstancias, sus acciones y las consecuencias de sus decisiones, en función de todo
eso, el Príncipe debe comportarse.

El autor trata de las cosas por las que un príncipe es alabado o censurado, dando
especial importancia al concepto de virtud política de un príncipe, que es la que va a
indicar la forma de conservar el poder, y de manipular dicho conocimiento según la
conveniencia y la necesidad.

De hecho, al inicio del Capítulo 15, escribe lo siguiente: “…sé que muchos han
escrito sobre cómo se debe gobernar, y me pregunto ahora si yo no seré tachado de
presuntuoso, sobre todo al comprobar que en esta materia me aparto de sus opiniones.
Pero siendo mi propósito escribir cosas útiles para quien las entiende, me ha parecido
más conveniente ir tras la verdad efectiva de las cosas que tras su apariencia.”

“Porque muchos se han imaginado como existentes de veras a republicas y


principados que nunca han sido vistos o conocidos; porque hay tanta diferencia entre
cómo se vive y cómo se debería vivir, que aquel que deja lo que se hace, por lo que
debería hacerse, marcha a su ruina en vez de beneficiarse, pues un hombre que en todas
partes quiera hacer profesión de bueno es inevitable que se pierda entre tantos que no lo
son. Por lo cual es necesario que todo príncipe que quiera mantenerse aprenda a no ser
bueno, y a practicarlo o no de acuerdo con sus necesidades” (Capítulo 15). Es por
afirmaciones como ésta, donde nos invita a no ser buenos, que a Maquiavelo se le
asocia con la maldad, la represión, el engaño, la simulación y la inmoralidad.

También realiza algunas consideraciones sobre la generosidad y la avaricia,


donde según él, la Generosidad es visto como algo bueno pero que a la larga resulta ser
algo perjudicial para el gobierno, pues para mantener esta reputación, el Príncipe tendría
que gastar su patrimonio, en cambio si opta por la avaricia, podría ahorrarle impuestos al
pueblo, lo que lo ayudaría en el futuro a ganar guerras o financiar empresa en tiempos
difíciles, con lo cual terminaría siendo amado por su pueblo.
Luego examina, en su capítulo 17, si un Príncipe o un Líder debe ser “amado” o
“temido” por su gente, en la cual dice, que debe haber un equilibrio entre el amor y el
temor, donde el temor o miedo al castigo debe superar un poco el nivel del amor, ya que el
pueblo tiende a olvidar el amor, pero nunca a olvidar el temor. Y el temor disminuye las
probabilidades de ser destronado.

Considera que el príncipe debe ser amado y temido, más nunca odiado, y antes de
ser amado lo más importante es ser temido; en este sentido, debe cuidar que el temor no
lleve al odio de su pueblo. Esto se ve reflejado en el siguiente extracto: “lo mejor para un
príncipe es ser temido y amado al mismo tiempo por sus súbditos, pero como es muy
complicado tener las dos, es mucho más seguro ser temido que amado, pues ser amado
depende de los demás, mientras que ser temido depende de uno mismo” (Capítulo 17).

Para Maquiavelo, el temor no significa solamente que se le deba tener miedo a un


líder, sino que ese temor tienda más al RESPETO, y es mejor ser respetado que amado,
porque en el amor por lo general hay traición, la gente es hipócrita y siempre de alguna
forma se relaciona con debilidad en un Gobernante; en cambio el temer a un Gobernante,
le da Respeto y Autoridad ante un pueblo, sobre los que están siendo dirigidos, y lo
empodera más que el Amor, ya que si te aman, en algún momento te van a irrespetar,
mientras que si te temen, nunca te van a irrespetar, y siempre va a tener las de ganar.

A razón, se puedo extraer lo siguiente: “El príncipe debe tomar en cuenta a la hora
de gobernar que los hombres son ingratos, volubles, falsos, cobardes y codiciosos; y que
mientras los trates bien son todos tuyos, te ofrecen su sangre, sus bienes, su vida y sin
hijos, pero en cuanto tengan la necesidad de hacerlo te darán la espalda” (Capítulo 17).

Pasa algo igual, con la compasión y la crueldad, donde el autor hace una referencia
muy curiosa en cuanto a las habilidades del León y el Zorro, ya que para Maquiavelo, es
necesario que el Príncipe sepa manejar y poseer la cautela y la fuerza al mismo tiempo,
es por ello que debe aprender a evitar las trampas al igual que lo hace el zorro, pero
también de aterrorizar a los lobos (enemigos) tal cual lo hace un león.
Más concretamente, Maquiavelo escribe lo siguiente, “hay dos modalidades de
pelear por un Estado: con las leyes y con la fuerza. La primera es propia del hombre, la
segunda de las bestias. Un príncipe requiere hacer buen uso de las dos, pues así,
necesitando un príncipe hacer buen uso de la bestia, debe ser al mismo tiempo león y
zorra, porque el león no se defiende de las trampas, ni la zorra de los lobos. Requiere por
tanto, ser zorra para reconocer las trampas, y león para amedrentar a los lobos“ (Capítulo
18).

Y por ello, nos dice: “no debe preocuparle al príncipe tener reputación de cruel con
tal de mantener unidos y leales a sus súbditos, pues con poquísimos castigos ejemplares
será más clemente que quienes, por excesiva clemencia, dejan proseguir los desórdenes
y con ellos, los asesinatos y rapiñas a que dan lugar” (Capítulo 17).

El autor expresa que el príncipe debe por todos los medios evitar ser despreciado y
odiado por sus gobernados, cumpliendo así con su obligación de respetar por ejemplo, la
propiedad ajena, entre otras cosas, que lo haría él más odioso. Asimismo, debe evitar la
mala reputación, pasando por ligero, afeminado, pusilánime, calificativos estos que lo
llevarían al menosprecio. Contrario a lo anteriormente planteado, el príncipe debe tener
mucha astucia, y preservarse como un hombre con grandeza y fortaleza.

Otra forma de evitar ser odiado, mientras se es cruel, es que el Príncipe, se reserve
las tareas populares y agradables para él mismo, y que delegue en sus funcionarios o
ministros las tareas punitivas o tediosas. De igual manera, debe evitar las represiones
generales, e inclinarse por las ejecuciones individuales, para dar escarmiento ofendiendo
a pocos.

En cuanto al uso del engaño, como medio para mantenerse en el poder,


Maquiavelo expresa aconseja al Príncipe que debe ser una gran simulador o disimulador,
“un príncipe no tiene porqué poseer todas las cualidades de un hombre bueno, pero si es
del todo necesario que parezca poseerlas. Es más, me atrevo a decir que si las tuviera
serian perjudiciales, mientras que si aparenta tenerlas le son útiles”, (Capitulo 19).
De hecho, Maquiavelo sostiene en cuanto a las apariencias, que mientras el
Príncipe conquiste y mantenga su estado, sus métodos serán siempre juzgados
honorables y celebrados por todos. Pues la gente ordinaria se deja llevar por las
apariencias y el éxito.

En los Capítulos 22 al 23, habla sobre la elección de los Secretarios, advierte


sobres los criterios que debe evaluar el Príncipe a la hora de elegir secretarios y ministros,
quienes serán sus representantes y formaran su cuerpo de ayudantes y consejeros, por lo
que se requiere que sean leales y sinceros. Recomienda, que en el día a día, se debe
huir de los aduladores, ya que estos no dicen la verdad. Resumido en la frase “Un
príncipe debe rehuir a los aduladores, debe elegir para su Estado a hombres juiciosos”,
(Capítulo 23).

Por otro lado, sin un Príncipe no se considera demasiado virtuoso, inteligente o


capaz, para mantenerse en el poder, entonces se aconseja, que se rodee de gente que si
es virtuosa y que tenga las capacidades intelectuales que lo ayuden a liderar a su pueblo,
ya que la grandeza de un príncipe, también se mide por los hombres que tiene a su
alrededor.

En el capítulo 24 y 26, Maquiavelo plantea las causas de la ruina de Italia, la


pérdida de los Estados, y la posibilidad de reordenar el Estado, siendo la orientación de su
obra el estudio de los principados nuevos. Nos habla del por qué muchos de los príncipes
de Italia perdieron sus Estados, como el rey de Nápoles, el duque de Milán y algunos
otros, de los cuales se refería que perdieron sus pueblos, no por mala suerte, sino por su
ineptitud.

Hay un modelo, dentro de la historia universal, cuando se refiere a Julio César, uno
de los lideres romanos más conocidos en el mundo, fue muy generoso con Roma, le dio
muchas victorias a su pueblo, conquisto territorios nunca antes dominados, y fue muy
amado y respetado por su pueblo, arriesgó su vida por los intereses y gloria de su pueblo,
pero a Julio Cesar se le olvidó una cosa muy importante, y era que el poder de Roma en
ese entonces recaía en el senado, y ellos se sentía amenazados por las aspiraciones de
poder de Julio César, y que pronto regresaría a Roma, y reclamaría el poder de
Emperador de Roma, hasta que un día, se acercó solo al Senado, situación que
aprovecharon los Senadores, y al ver que bajó la guardia, e ir al Senado sin su Guardia
Protectora, lo asesinaron, develando así, la esencia del humano, que cuando se siente
amenazado, es capaz de matar.

En el capítulo 25, habla sobre el poder de la fortuna, y que todo no se debe dejar
en mano de la Suerte o de Dios, que un Príncipe, siempre debe estar preparado para
las adversidades, para que así pueda superarlas, y expresa lo siguiente: “El príncipe que
todo lo basa en la fortuna se hunde cuando ésta cambia. La fortuna es más fuerte cuando
no hay virtud organizada que se le oponga”, (Capitulo 25).

Según Maquiavelo, nuestra vida está regida por la FORTUNA y por la VIRTUD.

La FORTUNA, es aquello que no podemos prever, aquello que aparece sin querer,
como la suerte y el azar, y al respecto nos dice, “muchos han sido y son de la opinión de
que las cosas del mundo están gobernadas por la fortuna, de ahí que no hay porqué
poner empreño en cambiarlos. Yo a veces me he inclinado hacia esa opinión, sin
embargo, juzgo que quizá sea cierto que la fortuna solo es el árbitro de la mitad de
nuestro obrar, porque el gobierno de la otra mitad lo deja para nosotros”, (Capítulo 25).

Esa otra mitad, es la VIRTUD, que es la libertad de nosotros para elegir, y un líder o
un gobernante virtuosos es aquel que sabe cuál es el momento adecuado para ejercer el
poder, y de qué manera, en ese sentido, Maquiavelo establece que los tiempo cambian, y
las circunstancias varias de un momento a otro, por lo que el Líder, Gobernante o
Príncipe, debe prevenir esos cambios, y planificar ante de que esos imprevistos
aparezcan.

En esta parte del libro, podemos apreciar el lado machista de Maquiavelo, atribuible
a la época donde vivió, al expresar “esta es mi opinión, es mejor ser impetuoso que cauto,
porque la fortuna es mujer, y es necesario, si se quiere poseerla, forzarla y golpearla. La
mujer se deja someter más por los impetuosos, que por quienes proceden fríamente. Por
ello, la mujer es siempre amiga de los jóvenes, pues estos son menos cautos, más fieros y
le dan órdenes con más audacia”, (Capitulo 25).

En conclusión, para estos capítulos, el conocimiento de cómo son los hombres en


realidad, acompañado del buen manejo de la fortuna, harán del príncipe, un líder virtuoso
marcado por la efectividad y el éxito.

Por último, luego de leer el libro, se puede concluir que es un error afirmar que la
frase “El fin justifica los medios” es una frase escrita por Nicolás Maquiavelo en este libro,
siendo lo cierto, que esa frase es un comentario que hace Napoleón Bonaparte en una de
las páginas de su libros. Si bien es cierto que Maquiavelo expreso en este libro que la
Política es la lucha, la conquista y la conservación del poder en un estado sin importar los
medios a los que haya que recurrir para lograrlo, es justo decir que las traiciones, los
engaños y los crímenes ya existían y se hacían antes que Maquiavelo escribiera este libro,
y por lo tanto no fueron inventados por Maquiavelo, lo único que ha hecho, es estudiar los
hechos históricos, sacar lecciones de esos y ponerlas en su libro.

Además, no podemos culpar a Maquiavelo, de que haya desnudado a la naturaleza


humana, donde nos demostró que todo hombre tiene un lado bueno y uno malo, y que
debemos aprender a cómo defendernos, de tanta gente mala que nos rodea.

La enseñanza que deja la obra puede ser positiva o negativa, dependiendo de la


óptica en que se aprecie la misma. Desde el plano histórico, se considera que el criterio y
análisis realizado por el autor tiene una gran trascendencia en el mundo actual; si se
enfoca desde el punto de vista humanístico, la posición del autor era poco ética, bastante
cruda y exagerada, pero en muchas ocasiones no escapa de la cruda realidad; y en el
ámbito político, no se puede negar que su obra encierra un profundo análisis político, que
para muchos expertos ha sido una importante herramienta de estudio y de análisis, en el
transcurrir de los años.

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