Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
7. La reforma de la iglesia
1. Crisis y reforma de la iglesia, siglos (XI-XIII)
a. Introducción
b. Reformadores
c. La reforma
d. Concordato de Worns (1112)
2. El enfrentamiento entre el papado y el imperio (siglos XI-XII)
1
Tema 7 Edad Media II La Reforma de la Iglesia
Reformadores
Para los reformadores esto eran vicios, buscaban un clero formado, liberalizado y rural. Además,
defendían que los papas no tuviesen influencia de poderes laicos. Pero ¿Quiénes eran estos
reformadores?
2
Tema 7 Edad Media II La Reforma de la Iglesia
Muchos eran clérigos de Cluny, otros eran personajes que fundamentaban su formación en su
formación teológica. Algunos personajes fueron Pedro Damián o Humberto de Silvacandida, quien
llevó la bula de excomunión al patriarca de Alejandría en el año 1069. Otros nombres reconocidos
son Wazon de Lieja, Federico de Lorena o Hugo Cándido, pero sin duda el más conocido fue el
monje de Hildebrando de Cluny, conocido con el nombre de Gregorio VI al ser elegido papa.
La reforma
Los primeros pasos a la reforma tienen lugar en la primera mitad del siglo XI en tiempos del papa
León IX (1049-1054) y Nicolas II (1059-1061). La reforma nace en el monasterio de Cluny ante la
actitud cesaropapista de Enrique III de Sajonia. Frente a esto, los monjes escribieron textos
contrarios a las influencias de los laicos en la Iglesia.
Se acusaba al emperador Enrique III, el Negro (1017-1066) de nombrar un conjunto de obispos en
Alemania, considerado la máxima acción de cesaropapismo e, incluso, decretó papas en Roma. El
inicio de la reforma se da con el accedo de León IX al pontificado, aconsejado por Hildebrando.
Además, nombró a legados pontificios que vigilaban la moralidad de los obispos imperiales. Entre
los años 1050 y 1051 decretó una colección de títulos o cánones que pretendían abundar en la
reforma y quitar el poder a los laicos. La reforma continuó con Nicolas II, que se enfrentó a Enrique
IV para esto.
En la ciudad de Letrán en 1106 se decreta que solo el colegio cardenalicio podría elegir al papa.
Estos primeros pasos fueron débiles porque Enrique IV llevó a cabo una gran intervención una vez
desaparecido Nicolas II. Nombró sínodos, papas, practicó la simonía y el nicolaísmo. La Iglesia
volvió a esa pornografía eclesiástica previa y muchos papas no fueron más que juguetes en manos de
reyes alemanes.
Existía en ese momento la Doctrina de las dos espadas. Desde el mundo carolingio hay una division
entre la espada eclesiástica, la del papa, y la espada laica, la del emperador. En principio, debería
haber una supremacía del poder religioso sobre el temporal. Es a consecuencia de la debilidad de la
espada eclesiástica el porque se explica la entrega de la Iglesia en manos de laicos hasta el 1073.
Entonces, el monje de Cluny Hildebrando, con gran influencia de los primeros papas reformadores,
fue elegido papa con el nombre de Gregorio VII. Es elegido por maniobras internas del poder, el
conciliarismo, según el sínodo de Letrán. Unos años después se convoca el sínodo de Reims (1074)
que da comienzo a la reforma gregoriana.
Esto se trata de un conjunto de reformas tendientes a aumentar el poder teocrático del papa frente a
los poderes laicos. Es decir, busca la vinculación de la espada politica a la espada espiritual. En este
concilio Gregorio VII llevó a cabo su reforma, depuso y excomulgó a los obispos nicolaístas y
simonistas, anulando así sus sacramentos.
En 1075 decretó el dictatus papae, un conjunto de 27 postulados breves que afirmaban la supremacía
del papa sobre los emperadores en todo el occidente europeo. Este documento refleja el pontificado
de Gregorio VII. Se abordan dos cuestiones fundamentales:
• Las prerrogativas de la sede de Roma que es divina, católica, universal e infalible, se
establecen como dogmas de fe. Las prerrogativas del papa son incuestionables, pues están
asistidas por el Espíritu Santo.
3
Tema 7 Edad Media II La Reforma de la Iglesia
4
Tema 7 Edad Media II La Reforma de la Iglesia
5
Tema 7 Edad Media II La Reforma de la Iglesia
señalando que Federico I tenia el imperio como beneficium, por lo que debería ser vasallo del papa,
proclamándose dueño de la cristiandad. Esto terminaría en 1167 en un enfrentamiento bélico con el
saqueo de Roma. Federico I fue derrotado en Milán. Como consecuencia se llevó a la paz de Venecia
a través de la cual se vuelve al Concordato de Worns de 1122.
La segunda etapa se extiende desde la primera mitad del siglo XIII hasta 1154 con la desaparición
del último emperador de la casa Staufen. Este enfrentamiento estuvo liderado por el emperador
Enrique VI y Federico II. El papa más destacable de este periodo fue Inocencio III (1198-1216),
promotor de la Cuarta Cruzada, que promulgó el estado latino en Oriente.
Inocencio III es un monarca pragmático y violento, partidario de la reforma violenta de Gregorio
VII. Lucha contra la herejía cátara. Convocó el IV Concilio de Letrán, defendiendo que el
cumplimiento de los poderes temporales era un beneficio o feudo del papa.
Federico II restableció la supremacía imperial y nombró papas mediocres como Honorio III,
Gregorio IX o Inocencio IV, títeres del emperador. Derrotó a los güelfos y devolvió al Imperio el
esplendor de Federico I. No tuvo una sucesión clara, abriendo el periodo Interregnum, sin emperador
de 1254 al 1272 que ofrece al papa un predominio en el Occidente europeo por las guerras internas
entre los dos candidatos imperiales.
Ricardo de Cornualles y Alfonso X el Sabio. En realidad ninguno de estos dos candidatos tenía
excesivo interés en asegurarse el trono germánico. El interregno terminó con la muerte de Ricardo
(1272). Aunque Alfonso X quiso defender su derecho de sucesión, el papa Gregorio X consiguió que
el monarca castellano abdicara. La elección imperial, después de algunos tanteos, recayó en un
príncipe de segunda fila, Rodolfo de Habsburgo. Esto hace que se construya la autoridad pontificia,
que lleva a cabo movimientos de reformas y progresivamente se libera a la Iglesia de los poderes
laicos.