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UNIVERSIDAD JUÁREZ AUTÓNOMA DE TABASCO

División Académica de Ciencias de la Salud

Prótesis total

Licenciatura en Cirujano Dentista.

Integrantes:
Soledad Carrillo Vázquez
Eduardo Oropeza de la Cruz
Gemima Elguera Hernández

Profesor
Luis Miguel Matúa Pinto

Fecha de entrega: 06 de febrero de 2024.


INTRODUCCIÓN

Las ventajas de que el odontólogo sea el que elabora la prótesis total desde sus
fases clínicas hasta su fase final de laboratorio dental, es que dicha experiencia le
proporciona los conocimientos y habilidades para detectar errores en su práctica
profesional, dar instrucciones correctas al técnico dental, puesto que conoce con
precisión la técnica, y discutir con el los procedimientos de laboratorio, variantes y
modificaciones que podrían necesitarse en las prótesis, lo que nos llevaran a
mejores resultados clínicos.
Aproximadamente el 50% de las personas mayores de 50 años, son edéntulas y
por tal motivo, representan un área de oportunidad para desarrollarnos
ampliamente como protesistas dentales.
TIPOS DE PACIENTE

Para llevar a cabo un tratamiento exitoso en prótesis total es necesario conocer el


tipo de paciente que se está tratando, conocer su edad, su salud bucodental o su
salud en general, estos aspectos son factores que influirán en gran medida el
tratamiento.

Investigaciones actuales afirman que más del 50% de las personas de edad
avanzada pueden volverse edéntulas, siendo esta la población que más prótesis
totales utilizan. La población de personas que usan prótesis totales suelen ser
personas mayores de 60 años, por tanto, se requiere un análisis cuidadoso y una
observación clínica para determinar las necesidades y demandas del tratamiento
protésico en dichos pacientes. Con el envejecimiento existen cambios estructurales
y funcionales irreversibles en la fisiología humana, en las moléculas, células, tejidos,
órganos y sistemas del organismo que ocurren con el tiempo.

Los cambios orales que ocurren con el envejecimiento incluyen el aumento en la


perdida de dientes, disminución del flujo salival y atrofia de la mucosa oral y los
músculos. La lengua es un musculo que, con la edad, se expande y pierde su
capacidad de movimiento, lo que provoca perdida de la retención de la prótesis. De
igual forma la disminución de la secreción salival, la xerostomía, el tratamiento
farmacológico o enfermedades como la diabetes mellitus son factores que dificultan
el tratamiento protésico.

Con la perdida de órganos dentarios surge una serie de cambios significativos, tanto
en la morfología como en la fisiología del sistema estomatognático. El paciente
geriátrico total presenta una resorción severa de su maxilar y su mandíbula, con
mayor frecuencia en la mandíbula, se calcula según Ozawa un promedio de
reducción de 2.5 a 3 mm en el maxilar y de 9 a 10 mm en la mandíbula en los
primeros 20 años de edentulismo. Cabe señalar que la perdida de hueso alveolar
es una entidad crónica, acumulativa, progresiva e irreversible.

La forma del cráneo es una referencia útil en numerosos procedimientos protésicos


clínicos. En relación con la forma y contorno facial el cráneo puede clasificarse en
tres tipos, el primer tipo es el braquifacial, que tiene un predominio del ancho y
profundidad en relación a la altura facial, el segundo es el dolicofacial con
predominio de la altura en relación al ancho y profundidad, y el tercero es el
mesiofacial, cuando existe equilibrio de estas tres dimensiones.

Para la mayoría de las personas, y especialmente para pacientes nuevos, el usar


una prótesis completa es un aprendizaje. Por consiguiente, la actitud mental
desempeña un papel importante en la capacidad del sujeto edéntulo de adaptarse
y puede ser una actitud muy útil para que el odontólogo pueda evaluar el pronóstico
definitivo. El Dr.House ha clasificado a los pacientes de prótesis completas en 4
categorías de actitud mental: Filosóficos, exigentes, indiferentes e históricos.

Los filosóficos presentan una actitud optimista, colaboradora, racional y sensata. El


paciente desea aceptar consejos y desea la restauración apropiada para retornar a
una excelente salud bucal. Es el caso ideal. El tipo exigente es preciso, minucioso
y podría plantearle exigencias extremas y poco razonables al dentista. Este es el
que cuestiona mínimos detalles de la prótesis, como el enfilado de un diente
posterior y si la nueva prótesis lucirá bien o funcionará bien. Satisfacer sus
exigencias suele llevarle mucho tiempo al odontólogo. Estos pacientes están lejos
de ser los ideales. El paciente histérico suele ser excitable, nervioso, excesivamente
hipersensible y muchas veces pesimista. Temen a la odontología y nunca podrán
usar una prótesis completa. Pueden requerir asistencia psicológica profesional para
posibilitar un tratamiento adecuado. Hay quienes proponen que esta muy justificado
que el odontólogo cobre honorarios complementarios a estos pacientes debido al
mayor tiempo que les insume el tratamiento. El indiferente carece de motivación y
no sigue las instrucciones acerca de su salud bucal. Muchas veces busca
tratamiento no por que se interese por su salud bucal, sino por que su esposo,
esposa, o un miembro de la familia lo propusieron. Es probable que estos sean los
más difíciles de tratar debido a su falta de motivación.

El pronóstico y el éxito del tratamiento dependerá del tipo de paciente con el que se
esté tratando y como se aborde el caso, tomando las medidas necesarias para
adaptarse.
TIPOS DE PROCESOS

Debido a que la perdida de dientes hace que surjan cambios en el patrón de función
neuromuscular, además de tener alteraciones con la masticación,
debe ser preciso, adaptar esta prótesis a los huesos y tejidos
blandos para que la prótesis pueda mantenerse. También se
debe tener en cuenta que la capacidad de adaptación del
individuo a la prótesis es muy variable y en muchos casos
las prótesis totales son rechazadas o no toleradas.

Para la realización de una prótesis total es importante valorar las estructuras


de soporte tales como los huesos maxilares, la apófisis alveolar y la mucosa mas o
menos gruesa y que reviste el hueso y sus estructuras dependientes.

Tras la perdida de órganos dentarios el hueso alveolar estará


constituido casi de forma exclusiva de hueso esponjoso de
trama ancha con escasa o nula capa compacta en su parte
coronal y mostrando una tendencia elevada a la
reabsorción. Tras estar de 20 a 30 años sin dientes, los
procesos alveolares de los maxilares estarán reabsorbidos
casi por completo y se habrán remplazado por un tejido conjuntivo denso, llamado
eminencia flácida. En este proceso no se modifica por la presencia de una prótesis
completa. El límite de la reabsorción se alcanza habitualmente cuando la apófisis
alveolar llega a la altura de las correspondientes puntas de las raíces dentarias.

Cuando la cresta alveolar es lo más ancha posible, la resistencia de la prótesis


contra fuerzas de desplazamiento aumentará. La dimensión de las crestas
alveolares es importante para determinar la zona del hueso alveolar en la que se
ubicara la prótesis. Se debe tener en cuenta que a medida que aumenta la
dimensión, aumentara el área que soporta la prótesis. De igual forma a medida que
aumenta el área de contacto de la base de la dentadura con la superficie del tejido,
también aumentara la retención de esta. La forma que tiene el arco alveolar
determinara el área de soporte y la forma de los dientes utilizadas en la prótesis
total. La forma de las crestas alveolares puede ser cuadrada, ovalada o triangular.

Puede que la forma de los arcos superior e inferior no tengan la misma forma. Una
cresta alveolar ideal debe tener crestas rectas, paralelas o casi paralelas altas. Se
debe tener en cuenta que dependiendo de la reabsorción de estas crestas
alveolares se enderezan en forma de V o filo de cuchillo y disminuye la resistencia
de la prótesis contra las fuerzas laterales.

Idealmente, la cresta alveolar maxilar debería extenderse más anteriormente que la


mandíbula y debería ser un poco mas estrecha que la mandíbula posteriormente,
en este caso los dientes posteriores estarían dispuestos en una relación normal. Sin
embargo, esta situación específica es rara debido a los patrones de reabsorción que
suelen ser diferentes en ambos maxilares.

Una situación muy común es que al llevar los modelos al articulador se observan
relaciones exactas verticales y horizontales. Por ello para evitar un error grave en la
relación de los maxilares, el odontólogo debe tener cuidado si el paciente tiene
relaciones mandibulares de clase II o clase III, se puede obtener una prótesis
adaptable sólo cuando las posiciones de los dientes de la prótesis están dispuestas
como en la dentición natural. Si se intentara convertir un caso importante de clase
II o clase III en una relación clase I a menudo fracasara debido a la inexperiencia
del clínico o de un error provocado por el técnico.

Por ello se debe observar que la relación de las crestas maxilar y mandibular entre
sí esté a una altura oclusal suficiente. Se debe evaluar la distancia entre las crestas.
Si existe una distancia excesiva entre las crestas, dependiendo de la resorción, la
estabilidad y la retención de la prótesis se reducirán debido al aumento de las
fuerzas de palanca. Pero si la distancia entre las crestas es baja, esta aumentará
su estabilidad, sin embargo, será difícil organizar los dientes y crear la distancia
necesaria para poder hablar.

Después de una evaluación del arco y la forma de las crestas alveolares, se debe
comprobar si existen protuberancias en la cresta. La importante prominencia de las
crestas alveolares que disminuye el espacio adecuado para la prótesis es un factor
limitante. Una desventaja de esta es que una cresta muy grande o protuberante
requiere una reducción quirúrgica. Es importante determinar si existe un
socavamiento y donde se ubica, si es originado en el hueso, donde no será posible
adaptar la dentadura firmemente y se perderá la retención, o si se trata de un
socavamiento en el tejido blando, donde el tejido se deformará temporalmente
después de la colocación de la prótesis.

La altura de las apófisis alveolares del maxilar superior e inferior se clasifican de


acuerdo a su reabsorción, en cuatro clases, en la primera clase, podemos observar
que comienza en el momento en el que el órgano dental es extraído, y en donde la
reabsorción ósea es apenas escasa de 0 a 1/3, en la clase II existe una reabsorción
de una dimensión mediana de 1/3 a 2/3 de la cresta alveolar, en cuanto a la clase
III aquí la cresta alveolar a alcanzado una reducción de 2/3 a 3/3 con una intensa
perdida de hueso y en la IV clase la cresta alveolar se ha vuelto afilada y su desgaste
es principalmente lateral.
Las indicaciones para las prótesis totales son muy específicas para los pacientes
totalmente edéntulos en uno o en ambos maxilares, pacientes que cuenten todavía
con un reborde alveolar suficiente para sostener la prótesis y además que tengan
una buena salud física.

Por el contrario, están contraindicadas en pacientes con condiciones protésicas


adversas, o condiciones de salud sistémica con un pronóstico malo, con poca
coordinación neuromuscular, altos niveles de ansiedad o con aspectos económicos
desfavorables.

Los pacientes que necesitan usar una prótesis total tienen algunas ventajas como,
la de que son relativamente económicos en cuanto a otros tratamientos, son de fácil
confección, brindan la oportunidad de recupera la dimensión vertical, se puede
modificar la estética y forma, se mejora la relación oclusal, y además devuelve la
estética, plenitud facial y funcionalidad.

Por otro lado, tenemos algunas desventajas que los pacientes deben de considerar
como lo de que son removibles, y por lo tanto que el soporte está comprometido: es
decir que siempre existirá movimiento de las prótesis.

Para elaborar una protesis total se tiene que seguir una serie de pasos, los cuales
deben ser ejecutados a la perfección para evitar iatrogenias en el paciente.

Paso 1.- Elaboración de impresiones preliminares y modelos de estudio.

Para poder elaborar una prótesis total es necesario la reproducción negativa de los
tejidos de la cavidad bucal, esto es debido a que estas constituyen donde será el
asiento de la prótesis y poder elaborar el modelo anatómico.

El modelo anatómico o también llamado modelo de estudio es una reproducción


positiva de los tejidos tanto del maxilar superior como del inferior, esto con la
finalidad de poder tener en físico un modelo en el cual se pueda trabajar a medida
que se requiera. Para poder llevar a cabo el registro de estos tejidos de la cavidad,
se tiene que realizar con un material elástico suave como el alginato, el cual nos
proporcionará los elementos necesarios para lograr elaborar un modelo de estudio.

Debemos tener en cuenta que existen 2 tipos de impresiones:

Las impresiones primarias o anatómicas: Estas nos sirven para poder obtener
modelos de diagnóstico, es decir, los modelos en los cuales podremos elaborar las
cucharillas individuales.

Las impresiones secundarias o fisiológicas: Con estas podemos obtener un


modelo de trabajo en el que se elaborará la prótesis final.

Algunas técnicas de impresiones que son muy efectivas pueden ser la técnica con
presión o la técnica con presión selectiva.

En general el odontólogo puede caer en la tentación de tomar una rapida impresión


provisional y después corregir sus imperfecciones durante la obtencion de la
impresión definitiva. Sin embargo, esto no debe hacerse jamás, debido a que si
esta impresion preliminar no es apropiada es dificil tomar una buena impresion
definitiva.
Paso 2.- ELABORACIÓN DE PORTAIMPRESIONES INDIVIDUALES

Estas cucharillas individuales se deben fabricar utilizando como guía las


impresiones primarias tomadas en la primera cita, y se debe revisar
cuidadosamente que la impresión de los tejidos sea fiel, asegurando la óptima
elaboración de la prótesis.

Paso 2.1. Los materiales que se requieren en este paso son:

• dos losetas de vidrio,


• espátulas de lecrón y 7A,
• fresón para acrílico,
• hoja y mango de bisturí,
• lámpara de alcohol,
• cera rosa calibre 7,
• separador yeso acrílico,
• pincel de pelo de camello número 14,
• bicolor,
• acrílico autopolimerizable color rosa y verde (polvo y líquido),
• frasco de mezcla y
• godete.
Paso 2.2. Deberá inspeccionarse muy bien los modelos primarios en donde las
zonas protésicas deberán estar fielmente representadas (a y b).

Paso 2.3. Con el bicolor en la parte azul, marcar una línea continua en donde se
considera que va a estar ubicado el sellado periférico de la prótesis, un milímetro
por arriba de la primera línea se marca otra de color rojo, la cual establecerá el límite
de lo que será el acrílico del portaimpresiones.

Paso 2.4 Para marcar el límite de la cera que se usará como espaciador para el
material de impresión, se dibuja una tercera línea, un milímetro por arriba de la de
color rojo, cuidando de incrementar la distancia en la zona del sellado palatino
posterior.
Paso 2.5. Sobre la zona del reborde alveolar se dibujan dos rectángulos a nivel de
los caninos y dos a nivel de los primeros molares, que marcan la ubicación de lo
que serán los topes de tejido.

Paso 2.6. Se adapta una hoja de cera rosa sobre los modelos, recortando su
contorno sobre la línea más superior de los modelos maxilar y mandibular.

Paso 2.7.Sobre los rebordes alveolares se recorta la cera, que representa los topes
de tejido del portaimpresiones.
Paso 2.8.Se coloca una capa de separador yeso-acrílico sobre el yeso, que va a
entrar en contacto con el acrílico.

Paso 2.9. El acrílico deberá ser medido con un godete en proporción de tres partes
de polímero (polvo) por una de monómero (líquido) en el frasco mezclador, e
incorporar adecuadamente; mientras tanto, se prepara una loseta húmeda y se
colocan cuatro monedas en sus extremos.

Paso 2.10.Una vez que el acrílico se puede manipular, sin que se adhiera a las
manos, se coloca sobre la loseta húmeda.
Paso 2.11. Con la otra loseta, preferentemente más gruesa, también húmeda, se
presiona la porción de acrílico hasta que las monedas impidan mayor presión,
logrando así un espesor uniforme de la lámina de acrílico.

Paso 2.12.Esta lámina se adapta cuidadosamente y, aprovechando el margen


periférico del modelo, se presiona con los dedos para así empezar con el recorte
del excedente de acrílico.

Paso 2.13. Antes de que la polimerización del acrílico termine se recortan los
excedentes con una hoja para bisturí.

Paso 2.14. Posteriormente se puede realizar una pequeña mezcla de acrílico para
confeccionar el mango del portaimpresion, el cual deberá tener una orientación
semejante a la que tienen los dientes incisivos centrales.

Paso 2.15. Al confeccionar el portaimpresión inferior se sugiere utilizar un aerifico


de polimerización. lineal, el cual tiene un tiempo de trabajo más prolongado. Se
inicia, como se hizo con el portaimpresión superior, obturando los rectángulos le los
topes de tejido y posteriormente colocando la lámina sobre el modelo.

Paso 2.16. A diferencia del portaimpresión superior, no sólo se coloca el mango,


también se sugiere colocar dos rodillos del mismo acrílico sobre los rebordes
alveolares posteriores, con objeto de tener un mejor apoyo durante la elaboración
de la impresión mandibular.
Paso 2.17. Cuando el acrílico ha polimerizado, se retiran los portaimpresiones de
los modelos y se revisan cuidadosamente por la parte interna.

Paso 2.18. Con fresones de carburo, en forma de flama, se recortan los excedentes.

Paso 2.19. Los portaimpresiones se terminan de ajustar hasta la extensión y


contorno de la línea roja.

Paso 2.20.Una vez recortados y ajustados los portaimpresiones, están listos para
poder realizar en ellos las impresiones fisiológicas.

3.- Sellado periférico

El sellado periférico es un procedimiento que tiene por objetivo, adaptar con una
ligera presión el borde de las cubetas individuales a la mucosa, modelando las
inserciones mucogingivales, frenillos y áreas linguales con las que se pone en
contacto; con el fin de delimitar el área basal de la prótesis total y que estas se
adapten a los rebordes alveolares del paciente, siguiendo la forma de las
inserciones musculares y del surco mucogingival.

La adaptación de la prótesis total al surco mucogingival del paciente es importante


porque no permite la entrada de aire a la parte interna de la prótesis y produce la
formación de un vacío, lo cual hace que las prótesis se retengan por medio de la
presión.

El material para realizar el sellado periférico debe tener ciertas características para
garantizar la correcta impresión de todas las zonas anatómicas. Entre los materiales
que el odontólogo puede utilizar se encuentra el compuesto de impresión Kerr, es
un material termoplástico que por sus características de fluidez permite colocarlo en
las cucharillas individuales y modelarlo.
Paso 4

BASES DE REGISTRO Y RODILLOS DE OCLUSIÓN

BASES DE REGISTRO

Deben tener características tales como la de ser rígidas, tener un ajuste preciso, y
ser estables. Se utilizan para varios objetivos como:

a) transportar los rodillos de oclusión, con los que se pueden registrar las relaciones
craneomandibulares;

b) colocar los dientes en la prueba de encerado, y

c) revisar la exactitud de los registros intermaxilares previamente tomados.

Paso 4.1. Materiales e instrumental requeridos para realizar las bases de registro y
los rodillos de oclusión:

• modelos fisiológicos,
• acrílico rosa de autopolimerización,
• monómero y polímero,
• frasco dispensador para monómero y
• frasco dispensador para el polímero,
• cera para rodillos de oclusión,
• conformador de plástico de rodillos,
• espátula 7 A,
• espátula de lecrón,
• espátula de Hannau,
• lámpara de alcohol de Hannau,
• fresones,
• piedras y discos para recortar acrílico,
• pincel número 14, de pelo de camello, para colocar separador yeso-acrílico,
• cera de baja fusión,
• separador yeso-acrílico.
Paso 4.2. Una vez obtenidos los modelos fisiológicos (a), se bloquean los
socavados del modelo fisiológico con cera de baja fusión.

Paso 4.3. Se coloca una primera capa del separador yeso-acrílico con pincel
número 14, de pelo de camello, y se espera a que se gelifique; después se coloca
la segunda capa y se espera nuevamente.

Paso 4.4. Con el gotero, se coloca el monómero en el modelo fisiológico.

Paso 4.5. Se espolvorea el polímero de manera uniforme y en pequeñas


cantidades.

Paso 4.6. Se continúa con este procedimiento hasta lograr el espesor uniforme, de
aproximadamente 2 mm, especialmente en el área del paladar duro y de las aletas
linguales, para que la base de registro sea rígida.

Paso 4.7. Una vez logrado el espesor de la base de registro (a) ésta se coloca junto
con el modelo debajo de una taza de hule (b), para evitar la porosidad y lograr mejor
ajuste en el modelo ya que éste debe ser estable, rígido y exacto.

Paso 4.8. Las bases de registro se obtienen, ya sea con un instrumento como el
lecrón, con aire, o sumergiéndose en agua caliente para que el acrílico se
reblandezca y se pueda separar del modelo. Las bases no se deben retirar antes
de 30 minutos para que se dé la reacción de polimerización y evitar la distorsión.
Paso 4.9. Con los fresones y piedras se recortan los excesos del acrílico de los
bordes. Una vez realizado este procedimiento, se liberan los frenillos con discos
para desgastar el acrílico.

Paso 4.10. Las bases de registro están listas para que se coloquen los rodillos de
oclusión sobre ellas.

RODILLOS DE OCLUSIÓN

Estos deben ser elaborados con cera que tenga una estabilidad dimensional
adecuada, para que el operador no tenga dificultades en la obtención de las
relaciones craneomandibulares y en la articulación de los dientes.

Paso 4.11. Para realizar los rodillos de oclusión se calienta la hoja de cera para
rodillos de manera uniforme con la lámpara de alcohol.

Paso 4.12. Se dobla la hoja de cera a la mitad y ésta a la mitad, para finalmente
lograr obtener un bloque de cera.

Paso 4.13. Se empaca el bloque de cera en el conformador de plástico de atrás


hacia adelante hasta llegar al lado contrario, cuidando de no atrapar burbujas (a y

Paso 4.14. Se saca el rodillo del conformador.

Paso 4.15. Una vez colocados los rodillos sobre la placa base se tratan de adaptar
a la forma del reborde residual, de manera que queden situados sobre la zona
principal de soporte y de que exista el menor espacio entre la base de registro y el
rodillo de cera.

Paso 4.16. Tanto en el modelo superior como en el inferior, se recortan


aproximadamente 5 mm de los extremos posteriores del rodillo para evitar que
interfieran con la oclusión.

Paso 4.17. Se sella la cera a la base de registro con una espátula 7 A caliente, tanto
la parte vestibular como la palatina o lingual.

Paso 4.18. Se calienta la espátula de Hannau con la lámpara de alcohol y se aplana


el rodillo de manera uniforme.
Paso 4.19. Las medidas de los rodillos deben ser, en promedio, las siguientes: a)
ancho de la porción anterior, 5 a 7 mm; b) ancho de la porción posterior, 8 a 10 mm,
y c) longitud aproximada de los rodillos:A = 9a 12 mm, B= 5 a 8 mm, C = 6 a 8 mm,
D = 4 a 6 mm.

Paso 4.20. Se obtienen de esta forma los rodillos de oclusión y están listos para
que el operador obtenga:

a) el nivel del plano oclusal;

b) los registros craneomandibulares;

c) la distancia maxilomandibular, y

d) la forma del arco con respecto a la actividad de labios, mejillas y lengua.

5.- Bases de registro y rodillos de oclusión.

Las bases de registro deben tener ciertas características, como ser rígidas tener un
ajuste preciso y ser estables. Además, estos tienen varios propósitos, como el
transportar los rodillos de oclusión con los que se pueden registrar las relaciones
craneomandibulares, colocar dientes en la prueba de encerado y revisar la exactitud
de los registros intermaxilares previamente tomados.

Algunas caracteristicas que debe tener la placa base son fortaleza y rigidez,
exactitud, bordes redondeados, suaves y bien pulidos, el paladar debe tener entre
1 a 2mm de espesor

Los rodillos de oclusión son como herraduras de cera que se confecciona sobre una
placa base adaptada sobre el modelo de trabajo. Estos son utilizados principalmente
para: Transferir el registro del arco facial, ayuda en la colocacion de dientes
anteriores, ayudan en la orientación del plano de oclusión, ayudan a determinar la
dimensión vertical y la relación centrica. La cera es utilizada para marcar la linea
canina, la linea de sonrisa y la linea labial.
BIBLIOGRAFÍA

Bernal Arciniega, R., & Fernández Pedrero, J. A. (1999). Prostodoncia total.


Manuales de laboratorio en odontología.
Yasemin K. Ozkan. (2017). Complete denture prosthodontics. Springer.
B.Koeck. Prótesis completas, práctica de la odontología. Cuarta edición.
Elsevier Masson. (2007).

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