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Facultad de Odontología
Sin importar que tanto se eduque al paciente en las técnicas de higiene y cuidado
bucodental, resulta imposible evitar la pérdida de piezas dentales en algún
momento de la vida. Dentro de las principales causas se encuentran las lesiones
cariosas y enfermedades periodontales (2). Una vez se da la pérdida de uno o
varios órganos dentales tenemos una lista de opciones bastante amplia a
considerar.
Según Calderero et al. (3) Para que una prótesis parcial removible metálica tenga
éxito y sea viable en la boca del paciente se tiene que dar una perfecta
integración de la misma en las estructuras osteomucosas, dentoparodontales y
articulares durante la función de masticación. Con respecto a la estética de los
mismos podemos encontrar tres opciones de retenedores extracoronarios
estéticos tales como: retenedor con doble eje de inserción, retenedor twin-flex
(doblado doble) y retenedor de resina (4).
Una prótesis dental parcial removible debe estar diseñada de tal manera que
pueda ser convenientemente retirada de la boca y reinsertada por el mismo
paciente (5).
Existe también la prótesis parcial fija adhesiva que está limitada a ciertos usos
particulares. De acuerdo a Shillingburg (1,3) está reservada para situaciones
donde los pilares no presentan defectos y falte un único diente, generalmente un
incisivo o un premolar y en caso de ser un posterior los músculos de la
masticación del paciente no deben estar muy desarrollados.
Prótesis parcial fija implantosoportada son ideales para aquellos casos con un
insuficiente número de dientes pilares. Al no tener buenos pilares la distribución
de fuerzas es inadecuada para soportar una prótesis parcial fija convencional.
La colocación del mismo está directamente relacionada con la cresta alveolar,
tanto en densidad como en superficie y profundidad.
Una longitud del espacio edéntulo de dos a seis dientes puede sustituirse con
varios implantes, bien como restauraciones unitarias, bien como prótesis
parciales fijas implantosoportadas. Un implante puede emplearse como un pilar
en un espacio edéntulo de tres o más dientes de largo. Existe un cierto ries-go
implicado en la utilización de un implante no móvil como pilar en la misma
prótesis con dientes naturales. En tal caso, es preferible que los implantes sirvan
como pilares en ambos extremos y como pilar(es) de un espacio largo (1,3).
Sin embargo, hay numerosos beneficios de unir ambos pilares, entre los que
podemos citar: necesitaremos menor número de implantes, lo cual puede ser
determinante para poder tratar al paciente o no, tendrá un coste económico
menor; se obtendrá una mejor propiocepción de la restauración que si la prótesis
es de soporte exclusivamente implantario (6).
La longitud del póntico que puede restaurarse con éxito viene limitada, en parte
por los dientes pilares, y en parte por su capacidad para aceptar la carga
adicional. Tradicionalmente, ha existido un acuerdo general sobre el número de
dientes ausentes que pueden restaurarse con éxito.
Caso no3: El paciente perdió tres piezas dentales contiguas. Ha perdido el 4.4,
4.5 y 4.6. En esta ocasión necesitamos se involucran tres piezas como pónticos,
y tan solo dos como pilares que son el 4.3 y 4.7. Ya en este caso la superficie
del póntico es mayor a la de los pilares, ya no se cumple con la Ley de Ante, por
lo que tendrá un mal pronóstico.
5 Lucas LVMI, Gennari, Goiato Marcello CohelloI, Dos Santos DMI, Moreno A,
Falcón-Antenucci. Estética en prótesis. Disponible
(http://www.bvs.sld.cu/revistas/est/vol_47_02_10/est11210.pdf)