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DINÁMICA DE LA PERSONALIDAD
Cada persona tiene su propia personalidad, es algo que no se puede cambiar,
encontrar o adquirir, sino más bien hace referencia a ciertas características
propias, que con el tiempo y con la influencia de diferentes factores se irá
estructurando y modificando.
Esto implica reprimir o canalizar las pulsiones que sentimos nosotros mismos
para poder interactuar o ser aceptados en está, gracias que el ello, el yo y el
superyó forman parte de este proceso. El Superyó es una característica del
aparato psíquico que involucra a todas las normativas sociales, las cuales se
adquieren a medida que el individuo crece y se desarrolla en el medio. El Yo se
desarrolla con posterioridad en el individuo, debido que tiene que aprender a
controlar y a elegir el modo en cómo debe satisfacer sus instintos. Por último, el
Ello es toda la expresión psíquica de los deseos, impulsos e instintos por lo que
su único fin es satisfacerse lo más rápido posible, aunque este no sabe
distinguir entre el mundo externo e interno. Una vez explicado estos tres
sistemas y cómo actúan para el desarrollo de la personalidad, hay otros
elementos que van de la mano.
La energía psíquica es todos aquello que nos rodea o lo que hacemos a diario,
ya sea caminar, dormir, respirar, comer, entre otras actividades. Un aspecto
importante que hace la energía psíquica es el de pensar, percibir y recordar.
Dicha energía se transforma a la parte corporal, uno de estos es el actuar,
pensar, hablar o el oír, por lo que esta se viceversa a energía psíquica.
Para la parte del instinto, se refiere como una necesidad que como una
sensación o una conducta innata que provoca esa necesidad, en pocas
palabras , el instinto es la pulsión con cargas psíquicas, este instinto (pulsión)
requiere una fuente, dicha fuente son las necesidades o impulsos corporales,
su finalidad es el buscar o eliminar esa necesidad corporal , una vez que lo
haya encontrado , desaparece esa tensión que lo ha estado molestando desde
un inicio, llevando al individuo a un estado de reposo (conservador) . Debido
que tiene que ser satisfechas para que puedan culminar y así cancelar el
estado de la estimulación en la fuente de la pulsión. Además, Freud menciona
dos tipos de finalidad, la interna (meta final de un instinto) y externa (metas
subordinarías). Mismo que tendrá una regresión y a su vez será un ciclo de la
excitación a reposo conocido como compulsión de repetición.
Herencia Filogenética
Las personas están motivadas por impulsos, de los cuales tienen poca o
ninguna conciencia
Los niveles de vida mental se usan para designar tanto un proceso como una
ubicación.
El Inconsciente
Comprende todos los impulsos o instintos que van más allá de nuestra
conciencia pero que pese a ello, motivan casi todas nuestras palabras,
sentimientos, y actos
El CONSCIENTE
El PRECONCIENCIENTE
Contiene elementos que no son conscientes pero que pueden llegar a serlo, de
manera fácil o con cierta dificultad.
Estructura de la personalidad
El Ello
Definimos el ello como la parte más primaria e instintiva del ser humano, el
objetivo principal del ello es satisfacer los impulsos (también conocidos como
pulsiones). La agresividad, el deseo sexual, la búsqueda de placer…todos
estos sentimientos se gestionan a través del Ello y gracias al principio de
placer. Este elemento de la psique humana nos acompaña desde que nacemos
y tiene por objetivo cubrir nuestras necesidades más básicas.
El Yo
El Superyo
Etapa oral
Durante la etapa oral, que ocurre entre el momento del nacimiento y el año y
medio de edad, el niño se relaciona con el mundo principalmente a través de su
boca.
Etapa anal
La etapa anal se produce entre el año y medio y los tres años de edad. Durante
esta, la atención del niño se centra en el control de los esfínteres.
Si los cuidadores refuerzan al niño cada vez que consigue usar el baño de
manera adecuada, la persona crecerá sintiéndose competente, productiva y
creativa.
Por otro lado, si el entrenamiento no fue tomado en serio por los padres, la
persona podría volverse alguien desorganizado, apareciendo incluso todo tipo
de comportamientos autodestructivos.
Etapa fálica
Etapa latente
Entre los seis años y la pubertad, la energía sexual del niño entra en un estado
de latencia, siendo suprimida por el Superyó (la parte de la mente que se
encarga de las normas sociales).
Durante este tiempo, la energía reprimida se utiliza para otras tareas, como el
desarrollo de las habilidades sociales.
Etapa genital
Por último, durante la pubertad los deseos sexuales de la persona vuelven a
aparecer, esta vez en su forma más desarrollada.