Está en la página 1de 4

Trabajo Práctico Nº6– Hegemonía cultural

Durante esta Unidad estuvimos analizando el concepto de cultura y las diferentes


miradas que complejizan el concepto. Con los trabajos anteriores estuvimos
comentando sobre las relaciones de dominació n y su relació n con la cultura.
Siempre teniendo como eje el aná lisis socioló gico de los temas tratados, en esta
oportunidad vamos a cerrar con un autor que trabajó un concepto clave en la
temá tica; Gramsci y la hegemonía cultural.

Biografía – Antonio Gramsci

(1891-1937) Nació en Italia. Tuvo que abandonar su


carrera filosofía en la Universidad de Turín debido a
problemas de salud. Trabajo como periodista y
fundó un diario nuevo. En 1921 creó el Partido
Comunista Italiano. Hacia 1924 ingresó al
parlamento italiano. La dictadura fascista de
Mussolini lo encarceló en 1926 provocá ndole su
muerte hacia 1937. Durante el encierro escribió “Los
cuadernos de la cárcel” su obra má xima.

Conceptos generales; hegemonía y clases populares/subalternas

Antes de comenzar a desarrollar la teoría de Gramsci vamos a avanzar con unos


conceptos señ alados por el pensador que son importantes para tener en cuenta;
hegemonía y clases subalternas/populares.

El concepto de hegemonía significa conducció n, supremacía o superioridad,


poniendo el acento en la organizació n del consentimiento para su funcionamiento.
Para Gramsci, hegemonía tiene un doble componente; direcció n, donde se genera
un consentimiento por una parte de la població n, y dominació n, donde se aplica la
fuerza para someterla. La teoría general de la hegemonía en Gramsci incluye un
estudio de los aparatos de hegemonía del Estado; estos son la escuela, las cá rceles,
el ejército, la policía, entre otros.

La hegemonía generalmente se encuentra controlada por una élite, esta puede ser
exclusivamente militar en el caso de una dictadura o también aquellos sectores

1
má s ricos que tienen el control de todos los medios de producció n (dinero, tierras,
fá bricas, finanzas, etc). Cada sociedad presenta sus propias características, la élite
puede tener una composició n diversa donde estén mezcladas ambos componentes
o no.

Como clases populares/subalternas se entienden a los sectores sociales


dominados por la élite. Para Antonio Gramsci aquellos que integran este sector
social son las clases trabajadoras; obreros, empleados, y campesinos. Todos ellos
se encuentran sometidos a la élite porque dependen exclusivamente de las
condiciones materiales para sobrevivir.

Cultura dominante y popular

Para acercarnos a la teoría de Gramsci, vamos a relacionar lo comentado


anteriormente con el concepto de cultura. Es importante tener en cuenta que
podemos identificar rasgos sobre la cultura dominante, esto quiere decir las
representaciones de las clases poderosas (élite), y en oposició n el concepto de
cultura popular donde hay una presencia de las clases subalternas.

Para complejizar el debate sobre la cultura dominante y popular hay que tener en
cuenta que no se puede hablar de una distinció n nítida entre estas culturas. Lo que
existe es un conjunto de signos y símbolos de cará cter ambivalente, precisamente
porque los sectores populares está n sometidos a la penetració n de la cultura
dominante permanentemente. En todo caso, sería má s adecuado hablar de una
lucha por el sentido y las representaciones.

Gramsci, la hegemonía cultural y la lucha

En esta parte, vamos a desarrollar en profundidad una de las teorías de Gramsci, el


pensador italiano afirma que “todas las personas son filósofas” porque todos
tenemos una conciencia de las prá cticas y del mundo que nos rodea. Para Gramsci
la noció n de hegemonía va má s allá que los conceptos de cultura dominante o
ideología, ya que reconoce la totalidad compleja y articulada de la realidad social
como un proceso abierto.

La hegemonía es la capacidad de una clase dirigente de ejercer una direcció n


moral y cultural, de imponer un sistema de significados y valores que para la

2
mayoría de la sociedad es percibido como cultura que todos compartimos. Toda
hegemonía supone que la élite dirige la sociedad por el consenso, mediante la
difusió n de su concepció n del mundo que se convierte en el sentido comú n. Por
ejemplo; A nivel general todos aceptamos el sistema capitalista como forma de
vida y es el que beneficia a aquellos que nos dominan.

Ahora bien, la hegemonía cultural no implica un dominio total o exclusivo, es un


proceso inestable e incompleto, es continuamente renovada, redefinida y
modificada. Asimismo, es continuamente resistida, alterada o desafiada por los
sectores populares/subalternos.

Con una gran influencia marxista, este nuevo factor de tensió n constante entre los
dos sectores sociales es introducido por Gramsci en su teoría y es allí donde radica
el eje. En este sentido, la lucha por la hegemonía cultural es una lucha política y
social, diná mica y contradictoria donde las clases subalternas se apropian y
resignifican los elementos impuestos por la cultura dominante. Esta tensió n
permanente construye las prá cticas ideoló gico-culturales de los sectores.

Siguiendo esta ló gica gramsciana, las clases subalternas tienen necesariamente que
hacerse y deshacerse del sentido comú n dominante, cuyo contenido se instala en la
conciencia colectiva a través de determinados aparatos de socialización, como la
escuela y los medios de comunicació n. Por ejemplo; la escuela cumple la funció n en
parte de formar ciudadanos para la sociedad. El proceso de socializació n cumple la
funció n de transmisió n cultural, o sea, de comunicar a las nuevas generaciones los
valores, las tradiciones y las creencias del mundo social que le importan a la
cultura dominante.

A Gramsci, entonces, le interesa la relació n entre cultura y política. La dominació n


tiene dos caras: Gramsci parte de una premisa bá sica: la dominació n no só lo está
afuera, sino adentro, en la forma como ha sido construida nuestra identidad y
mirada. Por lo tanto, criticar la mirada que tenemos del mundo es generar una
conciencia capaz reformular nuestro pensamiento. El descubrimiento de una
verdad por uno mismo, por má s que sea una vieja verdad, hace referencia a una
toma de conciencia y clarificació n para la lucha política y para el cambio.

Sociología y cultura

3
Gramsci y la cultura:

«Crear una nueva cultura no significa sólo hacer individualmente descubrimientos originales;
significa también, y especialmente, difundir y socializar estas verdades ya descubiertas. Que una
masa de hombres y mujeres sean llevadas a pensar coherentemente y en forma unitaria la
realidad presente, es un hecho mucho más importante y original que el hallazgo, por parte de un
genio, de una nueva verdad que sea patrimonio de pequeños grupos de intelectuales».
Antonio Gramsci, El materialismo histórico y la filosofía de Benedetto Croce

Caricatura de Gramsci

Fuente: PARADEDA, DANIEL, y otros. Manual de Sociología- Bachillerato de Adultos,


Editorial Maipue, Buenos Aires, 2007.pp. 61-64.

Actividades

1) ¿Qué relació n establece Gramsci entre hegemonía y la élite?

2) ¿Qué característica tiene la cultura dominante y la popular?

3) Leer con atenció n la siguiente frase;“La hegemonía cultural no implica un


dominio total o exclusivo, es un proceso inestable e incompleto, es continuamente
renovada, redefinida y modificada”. ¿Qué nos quiere decir Gramsci con dicha frase?
¿Algú n sector resiste y desafía esta hegemonía?

4) ¿Qué son los aparatos de socializació n?

5) Luego de leer todo el material, ¿Có mo concluye su teoría Gramsci?, ¿Qué


soluciones propone?

También podría gustarte