“NO OYES LADRAR

A LOS PERROS”.
 Prelectura.

Partiendo desde el punto en el que la prelectura

en sí misma consiste en la primera impresión de
un texto, contestaré las siguientes preguntas:
¿Qué texto es? Es un texto narrativo, ya que relata
una serie de sucesos continuos.

¿De que trata?

De primeras, nos pone en una situación alarmante
de la que no nos queda en claro hasta que los
propios personajes hacen notoria esta misma, se
trata de un padre que busca ayuda para su hijo
herido, y en sí va desarrollando la narración sobre
el trayecto de ambos en busca de un doctor, se
enfoca en la conversación de ambos y en las
vivencias que, aunque no son tan descriptivas o
exactas, denotan los problemas y conflictos de
esta relación, aunque el relato termina de forma
trágica, es bastante descriptivo en cuanto a las
escenas que se presentan.
Tiempo de
juzgar
¿Cuáles son los conceptos relevantes? Es un
padre, que lleva a su hijo herido en la espalda, en
busca de un doctor.
¿Qué espero obtener? Es un escrito que en sí no
describe mucho hasta que lo lees y le encuentras
sentido, considero que en esta parte, uno puede
esperar la continuación de una historia más grande
quizá, a mi percepción personal.
 Contexto.
¿Quién es el autor?

Nacido en Apulco, en el distrito

jalisciense de Sayula, Juan Rulfo creció
entre su localidad natal y el cercano
pueblo de San Gabriel,
 En 1934 se trasladó a Ciudad de México, donde trabajó
como agente de inmigración en la Secretaría de la
Gobernación. A partir de 1938 empezó a viajar por
algunas regiones del país en comisiones de servicio y
publicó sus cuentos más relevantes en revistas literarias
Lectura
Comprensión de la
info
♥️
El cuento "No oyes ladrar a los perros" se ubica
en el México rural y se centra en un padre que
carga a su hijo moribundo, Ignacio, a través de
la noche, buscando llegar al pueblo de Tonaya
con la esperanza de encontrar ayuda médica. A
lo largo de la historia, el diálogo entre el padre y
su hijo revela la relación que han compartido,
así como las desviaciones de Ignacio que han
llevado a este momento. El cuento es un
intenso estudio de carácter, culpa y
responsabilidad, y se desarrolla casi
completamente a través del diálogo del padre,
ya que su hijo está demasiado débil para hablar
en gran medida.
Ideas principales
El deber y la obligación: La decisión del padre de cargar a
Ignacio, a pesar del evidente resentimiento que siente hacia él
debido a sus acciones pasadas, subraya el tema del deber
paterno y la innegable obligación que siente hacia su hijo.

La búsqueda de redención: Aunque no se expresa

explícitamente, el viaje del padre con Ignacio puede
interpretarse como una búsqueda de redención para ambos:
Ignacio por sus pecados y el padre por cualquier fracaso
percibido en la crianza de su hijo.
Ideas secundarias
El pasado y la memoria: A lo largo del relato, el padre recuerda episodios pasados
relacionados con Ignacio, proporcionando contexto sobre la naturaleza de su
relación y las acciones de Ignacio.

El entorno rural: El ambiente del cuento ofrece una visión del México rural y las
dificultades inherentes a la vida en esas áreas. Los perros ladrando en la distancia,
que el padre espera oír como señal de que se están acercando a Tonaya, refuerzan
esta ambientación.

La desesperación: La condición de Ignacio y la urgencia con la que el padre busca

ayuda capturan la desesperación palpable del cuento. Esta desesperación se
contrasta con la esperanza intermitente del padre cada vez que cree oír a lo lejos el
ladrar de los perros.
Al contrastar las ideas principales con las secundarias,
se hace evidente que Juan Rulfo no solo estaba
interesado en explorar la relación entre un padre y su
hijo, sino también en examinar las más amplias
implicaciones del deber, la redención, y el entorno en el
que se desarrolla esta relación.
Postlectura
En la narración el Autor usa estilo
directo en su narración, el cuento está
escrito en segunda persona, lo que
ayuda a que el receptor pueda lograr
tener la experiencia como si estuviera
ahí. Se usa también lenguaje que logra
darte la sensación de tensión,
incomodidad y desesperación.
Tema central:
El tema central es la relación entre
un padre y su hijo que está
luchando por sobrevivir.
Acompañamos a los dos personajes
viendo la relación que hay entre
ambos y los problemas que
siempre han desde hace ya mucho
tiempo.
 Simbolismo del título:
No oyes ladrar los perros “ , cuando los perros ladran se puede
interpretar como los peligros que enfrentan los personajes. Esa
constante lucha de palabras y contra la vida, al igual que puede ser
una señal que están cerca de Tonaya.
Personajes:
El padre ( Juan) : es el narrador de la
historia. Se encuentra llevando a su
hijo herido a un hospital o algún lugar
donde le den atención médica.

El hijo ( Ignacio): Es nuestro personaje

herido, que termina llorando por las
palabras de su padre.
 Desenlace:
El cuento termina y no se revela si Juan y su hijo llegaron a su
destino, no sabemos que les pasó después y finalmente
cierra con los perros ladrando lo que simboliza incertidumbre.
 Palabras:
Llamarada- Movimiento repentino del ánimo y de poca duración

Reculando- Significa retroceder

Predón- Muro o pared muy gruesa que sirve de defensa, contención o protección

Ijares- zonas del bajo vientre hasta el arranque de las piernas o patas, empleado tanto en hombres como en animales.

Espuelas-Objeto metálico en forma de arco con una pieza terminada en una ruedecilla dentada, que se ajusta el jinete a los talones de sus botas para poder
picar al caballo.

Derrengar- Cansar a alguien o dejarlo agotado de cansancio sin poder casi moverse por haber realizado un gran esfuerzo físico.

Trajinando- Vagar, andar de una parte a otra de cualquier modo.

Tejabán- Casa rústica.

Pretil- Muro protector de poca altura a los lados de un puente o en el borde de una terraza, balcón, etc., construido para preservar de caídas.
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