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ESC. SEC. GRAL.

“BICENTENARIO”
ESPAÑOL 3
CICLO ESCOLAR 2021-2022

Aprendizaje fundamental esperado 3ByC Semana 8 Del 18 al 22 de oct.

Selecciona, lee y comparte cuentos o novelas de la narrativa latinoamericana contemporánea Entrega Profra:
• Explica las acciones y las características psicológicas de los personajes con base en sus intenciones, motivaciones,
formas de actuar y relaciones con otros personajes. Sábado 23 Mirna
• Describe las perspectivas que tienen los personajes sobre los acontecimientos a partir de su conocimiento de la de oct Hernández
situación, su posición social o sus características psicológicas.
Medina.
• Discute las funciones narrativas que cumplen los personajes (protagonista, oponente, aliado, ser amado, el que
ordena la acción del protagonista, el que recibe beneficios de ella) y reconoce la multiplicidad de roles que a veces
desempeñan los personajes.

FUNCIONES Y CARACTERÍSTICAS DE LOS PERSONAJES


Los personajes son los seres que actúan en el mundo de la historia que en general, en los textos narrativos, los
personajes se caracterizan por los siguientes elementos:

 Nombre (componente onomástico), Edad y género (femenino o masculino).

 Aspectos sociales y culturales (señalamiento del grupo social y cultural al que pertenecen: artistas,
estudiantes, campesinos, médicos, obreros, amas de casa, comerciantes, profesores, gobernantes ... ). Se
infieren por la manera en que los personajes hablan (su sociolecto) o se visten, o bien, por los roles sociales y
acciones que llevan a cabo en la historia.

 Aspectos psicológicos y valores (los personajes se pueden definir como bondadosos, agresivos,
conflictivos, asesinos, solidarios, compasivos, buenos, malos, extraños, burlones ... Considerando la
naturaleza de sus acciones, su relación con los demás, los comentarios que éstos hacen sobre ellos o por los
juicios que los propios personajes emiten acerca de su entorno).

1. Lee con atención el cuento “No oyes ladrar los perros”, y completa en tu cuaderno la tabla.

¿No oyes ladrar los perros?


Juan Rulfo

—Tú que vas allá arriba, Ignacio, dime si no oyes alguna señal de algo o si ves alguna luz en alguna parte. —No
se ve nada.
—Ya debemos estar cerca.
—Sí, pero no se oye nada.
—Mira bien.
—No se ve nada.
—Pobre de ti, Ignacio.
La luna venía saliendo de la tierra, como una llamarada redonda.
—Ya debemos estar llegando a ese pueblo, Ignacio. Tú que llevas las orejas de fuera, fíjate a ver si no oyes
ladrar los perros.
El viejo se fue reculando hasta encontrarse con el paredón y se recargó allí, sin soltar la carga de sus hombros.
—¿Cómo te sientes?
—Mal.
Allí estaba la luna. Enfrente de ellos. Una luna grande y colorada que les llenaba de luz los ojos y que estiraba y
oscurecía más su sombra sobre la tierra.
—Este no es ningún camino. Nos dijeron que detrás del cerro estaba Tonaya. Ya hemos pasado el cerro. Y
Tonaya no se ve, ni se oye ningún ruido que nos diga que está cerca.
—¿Por qué no quieres decirme qué ves, tú que vas allá arriba, Ignacio?
—Bájame, padre.
—¿Te sientes mal?
—Sí.
—Te llevaré a como dé lugar. Allí encontraré quien te cuide. Dicen que allí hay un doctor. Yo te llevaré con él. Te
he traído cargando desde hace horas y no te dejaré tirado aquí para que acaben contigo quienes sean.
La luna iba subiendo, casi azul, sobre un cielo claro. La cara del viejo, mojada en sudor, se llenó de luz. Escondió
los ojos para no mirar de frente, ya que no podía agachar la cabeza agarrotada entre las manos de su hijo.
—Todo esto que hago, no lo hago por usted. Lo hago por su difunta
madre. Porque usted fue su hijo. Por eso lo hago. Es ella la que me da
ánimos, no usted. Comenzando porque a usted no le debo más que
puras dificultades, puras mortificaciones, puras vergüenzas.
Sudaba al hablar. Pero el viento de la noche le secaba el sudor. Y
sobre el sudor seco, volvía a sudar.
—Me derrengaré, pero llegaré con usted a Tonaya, para que le
alivien esas heridas que le han hecho. Y estoy seguro de que, en
cuanto se sienta usted bien, volverá a sus malos pasos. Eso ya no me
importa. Con tal que se vaya lejos, donde yo no vuelva a saber de
usted. Con tal de eso... Porque para mí usted ya no es mi hijo. Lo dije
desde que supe que usted andaba trajinando por los caminos,
viviendo del robo y matando gente... Y gente buena. Desde entonces
dije: "Ése no puede ser mi hijo."
—Mira a ver si ya ves algo. O si oyes algo. Tú que puedes hacerlo
desde allá arriba, porque yo me siento sordo.
—No veo nada.
—Peor para ti, Ignacio.
—Tengo sed.
—¡Aguántate! Ya debemos estar cerca. Lo que pasa es que ya es muy
noche y han de haber apagado la luz en el pueblo. Pero al menos debías de oír si ladran los perros. Haz por oír.
—Me acuerdo cuando naciste. Así eras entonces. Despertabas con hambre y comías para volver a dormirte. Y tu
madre te daba agua, porque ya te habías acabado la leche de ella. No tenias llenadero. Y eras muy rabioso.
Nunca pensé que con el tiempo se te fuera a subir aquella rabia a la cabeza... Pero así fue. Tu madre, que en paz
descanse, quería que te criaras fuerte. Creía que cuando tú crecieras irías a ser su sostén. No te tuvo más que a
ti. El otro hijo que iba a tener la mató. Y tú la hubieras matado otra vez si ella estuviera viva a estas alturas.
Sobre su cabello sintió que caían gruesas gotas, como de lágrimas.
—¿Lloras, Ignacio? Lo hace llorar a usted el recuerdo de su madre, ¿verdad? Pero nunca hizo usted nada por ella.
Nos pagó siempre mal. ¿Y ya ve? Ahora lo han herido.¿Qué pasó con sus amigos? Los mataron a todos. Pero
ellos no tenían a nadie. Ellos bien hubieran podido decir: "No tenemos a quién darle nuestra lástima." ¿Pero
usted, Ignacio?
Allí estaba ya el pueblo. Vio brillar los tejados bajo la luz de la luna. Tuvo la impresión de que lo aplastaba el peso
de su hijo al sentir que las corvas se le doblaban en el último esfuerzo. Al llegar al primer tejabán, se recostó
sobre el pretil de la acera y soltó el cuerpo, flojo, como si lo hubieran descoyuntado.
Destrabó difícilmente los dedos con que su hijo había venido sosteniéndose de su cuello y, al quedar libre, oyó
cómo por todas partes ladraban los perros.
—¿Y tú no los oías, Ignacio? —dijo—.
No me ayudaste ni siquiera con esta esperanza.

Elementos del cuento ¿No oyes ladrar a los perros?

Personajes

Acciones que realizan los personajes

Características psicológicas de los personajes

Escribe tu opinión sobre el cuento

2. En base al cuento ¿No oyes ladrar a los perros? completa la siguiente tabla describiendo las
motivaciones que tiene cada personaje para actuar como lo hace.

Motivaciones de los personajes


Padre

Hijo

Cuando se lee una narración, es importante identificar qué papel desempeña cada personaje para
interpretar claramente su función en la historia.
Si se entiende, qué papel desempeña cada personaje en una narración, podrás tener más claro el tipo
de comportamientos y pensamientos que se pueden esperar de éste a lo largo de la historia.

3. Para iniciar, analiza el siguiente fragmento de la novela “Cien años de soledad”, del escritor
Gabriel García Márquez, e identifica la perspectiva de cada personaje según la situación que se narra.

Esta novela es una de las más representativas de la literatura latinoamericana, ha sido traducida a más
de 50 idiomas y recorrido el mundo entero, su autor es el escritor, guionista y periodista, colombiano
Gabriel García Márquez, quien en 1982 ganó el Premio Nobel de Literatura.
De esta imprescindible novela de nuestra lengua, de la que has conocido tan solo un poco a través de
la anterior lectura, responde lo siguiente:

 ¿Cómo actuó Amaranta cuando Remedios empezó a elevarse?


 ¿Cómo fue la reacción de Úrsula ante la situación?
 ¿Qué hace que cada personaje tenga una perspectiva diferente de cada situación?

La manera del comportamiento de cada uno de los personajes hace que te intereses en la historia. A
todos nos atraen diferentes acciones que realizan los personajes, esto nos induce a continuar leyendo.
4. ¿Consideras que la novela Cien años de soledad, del autor Gabriel García Márquez corresponde al
realismo mágico?, ¿por qué?

TOMA NOTA EN TU CUADERNO DE LO SIGUIENTE:

La imagen del personaje de Remedios elevándose no es algo que pase naturalmente. Sin embargo, en la
lectura de la obra casi se puede ver, gracias a la imaginación. Es algo mágico, que no sucede en la vida real,
por ello es considerado un realismo mágico.
El realismo mágico es un movimiento literario que se caracteriza por la inclusión de elementos maravillosos
o mágicos en la narración.
Cada personaje tiene una perspectiva distinta, es decir, un punto de vista distinto sobre la misma situación.
Como sucede en la vida, a veces una persona piensa una cosa y sus amigos o familiares otra.

En los cuentos y novelas, todos los personajes desempeñan una función que determina su
participación y relevancia en la historia; sin embargo, algunos pueden representar más de una función
a lo largo de la narración.
5. Lee el cuento “Tarde de agosto”, determina qué personaje cumple cada una de las siguientes
funciones. Regístralo en la tabla.
NOMBRE DEL
PERSONAJE

FUNCION QUE PROTAGONITA ALIADO O SER OPONENTE O PERSONAJES


CUMPLE EN LA AMADO ANTAGONISTA SECUNDARIOS
HISTORIA

TOMA NOTA EN TU CUADERNO DE LO SIGUIENTE:


Durante la lectura de un texto literario, es preciso explicar las acciones y las características
psicológicas de los personajes que intervienen en la historia, las cuales se reconocen por su
forma de actuar ante los distintos eventos que se les presentan, la manera como se
comportan con otros personajes, sus intenciones y motivaciones ante lo sucedido y lo que
piensan hacer para resolverlo, a partir de lo que dicen o piensan.
Los personajes en una obra están inmersos en un espacio y tiempo que determinan lo que
ven, lo que piensan y lo que hacen, de forma semejante a lo que les sucede a las personas en
la vida cotidiana. Cuando se enfrentan a un conflicto o a un hecho determinado, reaccionan o
se comportan según su conocimiento de la situación, su posición social y su forma de pensar
y actuar. A esto se le llama perspectiva.
Dependiendo de su función y propósito en la historia, algunos personajes están más
detallados que otros, lo que permite al lector centrar su atención en ellos. En algunas
narraciones es posible que un mismo personaje desempeñe más de una función.
Tales funciones son las siguientes.
Protagonista: es el personaje principal de la historia. La narración gira a su alrededor.
Aliado: se caracteriza por ayudar al protagonista en la resolución del conflicto.
Oponente: es el personaje que está en contra del principal, es decir, su antagonista.
Ser amado u objeto del deseo: inspira al protagonista a resolver el conflicto.

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