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Domingo 3 de marzo del año 2024.

Hola Saludos desde San Félix. En el Evangelio de hoy Jesús se presenta


en el templo de Jerusalén. Jesús es el Cordero de Dios que viene a
purificar el templo investido del papel soberano propio de YHWH para
anunciar el templo nuevo que es él mismo en su humanidad y sobre todo
que será, después de su resurrección, para todos los que hayan de creer en
él. En Cana, los discípulos habían empezado a creer que con Jesús se
inauguraba la alianza perfecta. Frente al gesto de Jesús en el templo, ellos
penetran a través de la Escritura en la motivación profunda de Aquel a
quien han reconocido como Mesías. Después de pascua, creerán que
Jesús glorificado es realmente para los hombres el santuario de la
presencia divina. Todavía falta que los hombres, a través del curso del
tiempo y a través del espacio, se reúnan en la unidad fraterna que pueda
hacer del mundo la casa de Dios. El trabajo del hombre contemporáneo
que, con vistas a la existencia fraternal de los hombres, se preocupa de
servir a los demás en todo tipo de terrenos: la salud, la educación, la
limpieza de las calles, los medios de comunicación y todo lo que
favorezca el desarrollo de los seres humanos, su comprensión mutua y
sobre todo su amor, contribuye a la transfiguración de la tierra para que sea una
casa fraternal que sea imagen de Dios. Para el bien de la persona humana es para
lo que edificamos tantas redes de relaciones concretas y espirituales, aunque su
consumación plena no se verá más que con el advenimiento del Reinado de
Dios. Bueno que pases un feliz día Habló para ustedes el Padre Gustavo, desde la
Comunidad Salvatoriana en Vista Al Sol, San Félix. Chao. Nos vemos en el espejo.
Lunes 4 de marzo.

Hola Saludos desde San Félix. En su recorrido por Galilea Jesús llegó a
Nazaret. El sábado siguiente a su llegada fue a la sinagoga y se levantó a
hacer la lectura. Bajo los ojos de Jesús caen las palabras que Isaías donde
se proclama al Mesías como liberador del hombre y portador de la gracia
del perdón divino. Después de leer el texto, Jesús devolvió el rollo y se
sentó. Las palabras del Señor comienzan atribuyéndose el cumplimiento
de ese pasaje. Sus conciudadanos perciben las palabras de Jesús llenas
de gracia, y están admirados, pero los confunde todo cuanto sabían de Él
ya que lo conocen desde pequeño; para darle definitivamente crédito
exigen milagros. Y el Señor les niega lo que piden: no hará allí lo que
ellos han oído que hizo en Cafarnaúm por su falta de fe en él. Los
hombres necesitamos revestir de un halo de misterio a aquel en quien
depositamos la confianza. Preferimos pensarlo como poderoso, sin
defectos, sobrenatural. Los paisanos del Señor, no pudieron aceptar que
quien viene a cumplir todas las expectativas mesiánicas era un simple
carpintero, parecía demasiado. Por eso el Señor les pone como ejemplo dos
prodigios obrados por Elías y Eliseo: el de la viuda de Sarepta y el de Naamán.
Ambos milagros fueron hacia gente ajena al pueblo judío, una fenicia y un sirio; y eso
que había muchas viudas y leprosos en Israel. La iracunda reacción de estos parece
desmedida, sacaron a Jesús a empujones con la intención de despeñarlo desde un
barranco. Pero, Jesús, con autoridad y sin decir una palabra, se abrió paso por medio
de ellos. Ojalá tengamos la fe suficiente para que el Señor no pase de largo en nuestra
vida. Bueno que pases un feliz día Habló para ustedes el Padre Gustavo, desde la
Comunidad Salvatoriana en Vista Al Sol, San Félix. Chao. Nos vemos en el espejo.
Martes 5 de marzo.

Hola Saludos desde San Félix. El Evangelio de hoy es la parábola del


perdón. Jesús ha querido poner de relieve el tema del perdón, para
recordar que la Iglesia no es una comunidad de perfectos, sino de
perdonados, en la línea del Padrenuestro (¡perdónanos como
perdonamos!) y de su comentario: ¡Pues si no perdonáis a los hombres
sus pecados, tampoco vuestro Padre celestial os perdonará! Esta parábola
recoge la experiencia y exigencia de la comunidad y debe vincularse a la
parábola de la oveja extraviada. Es una parábola eclesial, pues Jesús
responde a una pregunta de Pedro. Es una parábola regia: el Gran Rey
perdona a su deudor una deuda enorme, mayor de lo que pueda
imaginarse (diez mil talentos, unos 750 millones de dólares actuales), una
parábola abierta: El Gran Rico supone que sus siervos tienen también que
perdonarse entre sí. La parábola evoca el perdón de Dios, de Jesús, sin
límites ni condiciones, por pura gratuidad. No es un perdón para aquellos
que pueden devolver lo recibido, sino para todos, por siempre, de manera
que se cumpla de esa forma el Padrenuestro, «Perdónanos de tal manera
que nosotros podamos perdonarnos los unos a los otros». Quien no
perdona queda en manos de su destrucción. No es que Dios los juzgue y
condene desde fuera, sino que él mismo se juzga y condena. La parábola
añade que el «Rey» no sólo no perdonará a quien no perdone, sino que lo pondrá en
manos de verdugos hasta que pague todo lo que debe, tomando en cuenta que no hay
hombre que pueda pagar desde la cárcel una deuda tan grande como la que aquí se
evoca. Bueno que pases un feliz día habló para ustedes el Padre Gustavo desde la
Comunidad Salvatoriana en Vista Al Sol, San Félix. Chao. Nos vemos en el espejo.
Miércoles 6 de marzo.

Hola Saludos desde San Félix. En el Evangelio de hoy estamos en la


introducción a las llamadas seis antítesis contenidas en el sermón de la
montaña. Este conjunto está encabezado por la afirmación de que la
justicia cristiana debe superar a la de los escribas y fariseos para entrar en
el reino de los cielos. Se las llama antítesis porque todas comienzan con
la expresión: se os dijo pero yo os digo. En ellas aparece Jesús como el
último revelador de la voluntad del Padre y se presenta la nueva forma de
vida como una superación de lo antiguo. Jesús vino a cumplir no a abolir.
Su cumplimiento lleva lo mandado a un plano más profundo y acabado.
Ha intensificado los distintos preceptos de la ley desde el amor,
concretando a través de ellos la oferta de la voluntad de Dios. Jesús
propone una vivencia de la ley desde dentro, sin barreras, a fondo... en
plenitud. Jesús entiende la ley de un modo radical insistiendo en el valor
de las personas, por encima de la sacralidad de las normas de pureza y de
los principios religiosos. Los fariseos practican la limosna, la oración y el
ayuno; acuden asiduamente a la sinagoga; practican toda clase de
lavatorios para permanecer en estado de pureza ritual intachable. Pero
son duros con los demás y desprecian a los pecadores. La justicia superior
de los discípulos significa una intensificación, en términos de amor, de la vida ante
Dios. Se excluyen del reino de Dios los lobos vestidos de oveja, los árboles que dan
fruto dañado, los que invocan a Jesús y actúan en su nombre, pero cometen la
iniquidad, el invitado sin traje de fiesta, los que no han hecho una verdadera
enmienda. Bueno que pases un feliz día Habló para ustedes el Padre Gustavo, desde
la Comunidad Salvatoriana en Vista Al Sol, San Félix. Chao. Nos vemos en el espejo.
Jueves 7 de marzo de 2024.

Hola Saludos desde San Félix. El Evangelio de hoy comienza con una
discusión ocasionada por un exorcismo de Nuestro Señor, en el que
expulsa a un demonio mudo. Es evidente para todos que aquí se ejercita
un verdadero poder sobre el demonio. Tal poder manifiesta la
superioridad de Jesús sobre estos espíritus. Esto empuja a algunos
fariseos, a afirmar, en su afán de restar autoridad divina a Jesús, que ese
poder le viene del mismo Príncipe de los demonios, Belzebú. Otros, le
pedían una señal del cielo, para ponerlo a prueba. Jesús utiliza contra
todos ellos un argumento único que se desarrolla en dos partes. La
primera sostiene que un reino dividido no subsiste y camina a la ruina, lo
que vale incluso para el reino infernal. A estos los une el común odio que
dio origen a la común rebelión contra Dios. De ahí que todos obedezcan
a un Príncipe tenebroso, y se unifiquen en un programa común que es el
combate contra el Reino de Dios. Por eso, ningún demonio, y menos su
Príncipe, expulsaría a otro demonio para que un hombre deje de estar
atormentado. Si no puede imputarse esta acción a Satanás, debe ser
atribuida al dedo de Dios. Es el poder liberador y misericordioso de Dios
quien actúa repeliendo el dominio diabólico sobre los hombres. Y esto
equivale a la llegada del Reino de Dios. Jesús es el más fuerte que vence, al que tiene
cautivo al endemoniado, le quita las armas en las que estaba confiado y reparte sus
despojos. Y añade una advertencia: El que no está conmigo, está contra mí, y el que
no recoge conmigo, desparrama. Frente a Cristo no podemos tener una posición
neutral. Bueno que pases un feliz día Habló para ustedes el Padre Gustavo, desde la
Comunidad Salvatoriana en Vista Al Sol, San Félix. Chao. Nos vemos en el espejo.
Viernes 8 de marzo del 2024.

Hola Saludos desde San Félix. En el Evangelio de hoy, un escriba que ha


escuchado complacido las respuestas de Jesús a los saduceos, se atreve a
preguntarle: ¿Cuál es el primer mandamiento? Este escriba supone que lo
primero en Dios es el mandato. Jesús apela a la palabra central de la
experiencia teológica judía (Escucha Israel). En el principio no está el
«haz», ni el «amarás» sino el acoge la voz de Dios, atiende su Palabra.
No te cierres, no hagas de tu vida un espacio donde solo se escuchan tus
voces y las voces de tu mundo. Más allá de todo lo que haces y piensas,
de lo que deseas y puedes, se extiende el ancho campo de la
manifestación de Dios. La palabra «fundante» del mandato pide al
creyente que «escuche» al único Dios, que se deje transformar por él, que
acoja su revelación y que no crea a ningún otro posible «señor» de los
que quieren imponerse sobre el mundo. Cada oyente, es un «tú» de Dios,
llamado a responderle con amor. Solo porque Dios nos ha llamado y
amado primero podemos responderle amándolo. Amar a Dios significa
amar al que es Principio y Fundamento, respondiendo a su llamada en
gesto de fidelidad intensa, con todo el corazón, con toda el alma, con
toda la mente y con todas las fuerza. Pero este amor a Dios es inseparable
del amor a tu prójimo de un modo concreto y con una medida: Como a ti
mismo, poniéndolo como «otro yo» a mi lado, haciendo de su vida espacio y centro
de mi propia vida. El ejemplo y medida de este amor es Jesús, que no ha venido a que
le sirvan, sino a servir y dar la vida como rescate por todos. Bueno que pases un feliz
día Habló para ustedes el Padre Gustavo, desde la Comunidad Salvatoriana en Vista
Al Sol, San Félix. Chao. Nos vemos en el espejo.
Sábado 9 de marzo del 2024.

Hola Saludos desde San Félix. El Evangelio de hoy es la Parábola del


fariseo y el publicano. Esta parábola fue dicha para algunos que se tenían
por justos y despreciaban a los demás, con la intención de que les llegara
y les ayudara a cambiar los corazones. El tema de esta parábola no es
principalmente la oración, aunque trate de las oraciones del fariseo y del
publicano, sino la actitud fundamental para alcanzar la justificación: la
profunda humildad para reconocer que es obra exclusiva de Dios. El
fariseo agradece sustancialmente tres cosas. La primera, no ser ladrón,
injusto, ni adultero. Luego agradece ser un hombre penitente. Su
penitencia consistía en ayunar dos veces cada semana. La tercera razón
por la que agradece es ser cumplidor con las leyes de los diezmos. Pero,
considera esa justicia como mérito propio, como un logro personal. A
este, Jesús opone a un publicano. Este tiene el valor de reconocer su
miseria, lo que hace con gestos y palabras: se queda a distancia, donde
nadie lo ve, se golpea el pecho realmente compungido, y su oración es
muy concisa: ¡Dios, sé propicio conmigo, el pecador! Jesús dice que el publicano
bajo justificado, lo que implica que fue oído por Dios, pues este le pedía algo
concreto: misericordia; y que el fariseo no bajó justificado, lo que no implica que no
oyó su oración, sino que este ni siquiera rezó. Y concluye nuestro señor diciendo todo
el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado. Todo el que se
encumbre buscando brillo, ser aplaudido, reconocido, será derrumbado; en cambio el
que se vacíe de sí mismo, recibirá la gracia de la justificación. Bueno que pases un
feliz día Habló para ustedes el Padre Gustavo, desde la Comunidad Salvatoriana en
Vista Al Sol, San Félix. Chao. Nos vemos en el espejo.

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