MISA VOTIVA DEL NIÑO JESÚS

ORACIÓN COLECTA
Concédenos, oh Padre, reconocer el esplendor de tu gloria en la pobreza
de tu Hijo hecho hombre, y adorar la grandeza divina en la humildad de
su infancia; haz que al acoger como hijos el reino de los cielos,
obtengamos la recompensa prometida a los humildes de corazón.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, quien es Dios, y vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.
Amén.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Del libro del Profeta Isaías
Consolad, consolad a mi pueblo, dice tu Dios. Háblale al corazón de
Jerusalén y clama que su esclavitud ha terminado, su iniquidad ha sido
descontada. Sube a un monte alto, tú que traes buenas nuevas a Sion;
levanta tu voz con fuerza, tú que traes buenas nuevas a Jerusalén. Alza tu
voz, no temas: proclama a las ciudades de Judá: «Aquí está su Dios.
Miren, el Señor Dios llega con poder, y su brazo manda. Miren, viene con
Él su salario, y su recompensa lo precede. Como un pastor que apacienta
el rebaño, su brazo lo reúne, toma en brazos los corderos y hace recostar a
las madres». Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
R. Bendeciré tu nombre por siempre, Señor.
– Hablaré de tu grandeza, mi Dios y Rey;
bendeciré tu nombre por siempre.
Diariamente te bendeciré;
alabaré tu nombre por siempre. R.
– El Señor es tierno y compasivo,
es paciente y todo amor.
El Señor es bueno para con todos,
y con ternura cuida sus obras. R.
– ¡Que te alaben, Señor, todas tus obras!
¡Que te bendigan tus fieles!
¡Que hablen del esplendor de tu reino!
¡Que hablen de tus hechos poderosos! R.
– Tu reino es un reino eterno,
tu dominio es por todos los siglos.
El Señor sostiene a los que caen
y levanta a los que desfallecen. R.
De la carta del apóstol san Pablo a los gálatas
Cuando se cumplió el tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer,
nacido bajo la Ley, para rescatar a los que estaban bajo la Ley, para que
recibiéramos el ser hijos por adopción. Como son hijos, Dios envió a
nuestros corazones al Espíritu de su Hijo que clama: «¡Abba! (Padre).»
Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si eres hijo, eres también heredero
por voluntad de Dios. Palabra de Dios.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
R. Aleluya, aleluya.
El Verbo se hizo carne y vino a vivir entre nosotros
lleno de gracia y de verdad.
R. Aleluya.
EVANGELIO
Del evangelio según san Lucas
Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la
Pascua.
Cuando tuvo doce años, subieron ellos como de costumbre a la fiesta y, al
volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin
saberlo sus padres. Pero creyendo que estaría en la caravana, hicieron un
día de camino, y le buscaban entre los parientes y conocidos; pero al no
encontrarle, se volvieron a Jerusalén en su busca. Y sucedió que, al cabo
de tres días, le encontraron en el Templo sentado en medio de los
maestros, escuchándoles y preguntándoles; todos los que le oían, estaban
estupefactos por su inteligencia y sus respuestas. Cuando le vieron,
quedaron sorprendidos, y su madre le dijo: "Hijo, ¿por qué nos has hecho
esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando." Él les
dijo: "Y ¿por qué me buscabais?
¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?" Pero ellos no
comprendieron la respuesta que les dio. Bajó con ellos y vino a Nazaret, y
vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas
en su corazón. Jesús progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante
Dios y ante los hombres. Palabra del Señor.
ORACIÓN DE LOS FIELES
Queridos hermanos, dirijamos nuestras oraciones al Señor Jesús, para que
en su bondad nos escuche y nos escuche. Oremos juntos y digamos:
Jesús, Hijo de Dios, ¡escúchanos!
- Por la Iglesia de Cristo, para que sepa escuchar y seguir con humildad
las enseñanzas del Evangelio, oremos.
- Por todos los niños, para que el Señor Jesús los proteja de toda mal
físico y moral, oremos.
- Para las familias que piden la protección del Niño Jesús, para que
profundizar la Palabra de Dios y ponerlo en práctica, oremos.
- Para que los cristianos den al mundo testimonio de pobreza, de justicia y
de caridad, oremos.
- Para todos nosotros, reunidos aquí en el altar del Señor, para que nuestra
oración se traduzca en docilidad a la voluntad de Dios, oremos.
Oh Señor, has querido vivir entre los hombres, haz que todos aquellos
que piden tu protección, obtengan el premio algún día prometido a los
que viven con fe. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
LITURGIA EUCARÍSTICA
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Oh Señor, que este sacrificio, expresión perfecta de fe, realice nuestra
reconciliación contigo, para que podemos celebrar con alegría la
Encarnación de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén.
PREFACIO
V. El Señor esté con ustedes.
R. Y con tu espíritu.
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro.
Porque gracias al misterio del Verbo Encarnado,
la luz de tu gloria brilló ante nuestros ojos con nuevo resplandor,
para que, conociendo a Dios visiblemente
lleguemos al amor de lo invisible.
Por eso con los ángeles y los arcángeles
y con todos los coros celestiales,
cantamos un himno a tu gloria, diciendo sin cesar:
Santo, santo, santo…
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Oh Padre, que nos saciaste con Cristo, pan vivo, únenos siempre a tu
voluntad para crecer en edad, sabiduría y gracia, a imitación de tu amado
Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
RITO DE CONCLUSIÓN
BENDICIÓN SOLEMNE
Inclinados, para recibir la bendición.
Dios, que por la encarnación de su Hijo unió la tierra con el cielo, les
conceda la abundancia de su paz y de su amor, y los haga partícipes de la
Iglesia celestial.
R. Amén.
Dios, que por medio del ángel quiso anunciar a los pastores la gran
alegría del nacimiento del Salvador, llene de gozo sus corazones y los
haga mensajeros de su Evangelio.
R. Amén.
Para que al terminar su peregrinación en este mundo puedan llegar a
Cristo, luz de luz, al que los magos, guiados por la estrella, buscaron y
encontraron con gran alegría.
R. Amén.
Y la bendición de Dios todopoderoso, del Padre, del Hijo + y del Espíritu
Santo, descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R. Amén