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Hola Saludos desde San Félix. Hoy es día de María, Madre del Salvador.
María fue elegida por Dios, por su PUREZA y SENCILLEZ, para ser la
Madre de Jesús, el Salvador del mundo. María acogió con HUMILDE
LIBERTAD la invitación de Dios y pronunció su “Si” a la encarnación
del Hijo de Dios. La Virgen María en un acto de OBEDIENCIA a Dios
dice: “He aquí la esclava del Señor” y con inmensa FE termina diciendo:
“Hágase en mí según su Palabra”. María aceptó colaborar con Dios y su
cuerpo empezó a ser un templo en el que estaba su Hijo, que también era
el Hijo de Dios. María al saber que su prima Isabel esperaba un hijo,
viaja a Judea, lo que supone SACRIFICIO y ENTREGA GENEROSA
para ayudar a quien necesita. Isabel felicitó a María porque Dios la había
elegido para ser la madre de Dios, del Salvador y porque había creído en
lo que la había dicho el Señor. Y María reconoció que en ella se habían
cumplido las maravillas que Dios hace con los pobres y humildes de
corazón. María, pronunciando su hágase, aceptó generosamente todos los
dolores que les ocasionaría, a Ella y a su Hijo, la obra de la redención.
María, la Madre del Salvador, comprendió que el Hijo de Dios se hacía
hombre por nuestra salvación. Desde entonces se unió a Él con una
perfecta conformidad de voluntad y de amor por Dios y por nosotros.
Pidamos a la Madre del Salvador y madre nuestra, que nos alcance la
gracia de imitarla en las mismas virtudes por las cuales Ella fue elegida.
Bueno que pases un feliz día Habló para ustedes el Padre Gustavo, desde la
Comunidad Salvatoriana en Vista Al Sol, San Félix. Chao. Nos vemos en el espejo.
Miércoles 5 de octubre.
Hola Saludos desde San Félix. En la página del Evangelio de hoy, San
Lucas narra las circunstancias en las que Jesús enseña el “Padre
Nuestro”. Los discípulos, ya saben rezar, recitando las fórmulas de la
tradición judía, pero desean poder vivir la misma “calidad” de la oración
de Jesús. Porque notan que la oración es una dimensión esencial en la
vida de su Maestro. Además, están fascinados porque ven que su oración
es un vínculo íntimo con el Padre, tanto que desean participar en esos
momentos de unión con Dios, para saborear por entero su dulzura. Así,
un día, esperan a que Jesús concluya la oración, y luego le piden: «Señor,
enséñanos a orar». Respondiendo a su petición, Jesús invita a sus
seguidores a experimentar la oración, poniéndolos directamente en
comunicación con el Padre, despertando en ellos el anhelo de una
relación personal con Dios, con el Padre. La oración cristiana es un
diálogo entre personas que se aman, un diálogo basado en la confianza,
sostenido por la escucha y abierto a la solidaridad. Es un diálogo del Hijo
con el Padre, un diálogo entre los hijos y el Padre. Les da la oración del
“Padre Nuestro”, el regalo más precioso que nos ha dejado el Maestro
divino en su misión terrenal. Después de habernos revelado su misterio
de Hijo y de hermano, con esa oración, Jesús nos hace penetrar en la
paternidad de Dios. Jesús nos muestra el camino para entrar en un diálogo orante
y directo con el Padre, a través del camino de la confianza filial. Mientras pedimos,
abramos nuestra manos para recibir los dones que el Padre nos mostró en el Hijo.
Bueno que pases un feliz día Habló para ustedes el Padre Gustavo, desde la
Comunidad Salvatoriana en Vista Al Sol, San Félix. Chao. Nos vemos en el espejo.
Jueves 6 de octubre de 2022.
Hola Saludos desde San Félix. Hoy es día de Nuestra Señora del Rosario.
La espiritualidad cristiana tiene como característica el deber del discípulo
de configurarse cada vez más plenamente con su Maestro. La efusión del
Espíritu en el Bautismo une al creyente como el sarmiento a la vid, que
es Cristo. A esta unidad inicial, sin embargo, ha de corresponder un
camino de adhesión creciente a Él, que oriente cada vez más el
comportamiento del discípulo según la lógica de Cristo: «Tened entre
vosotros los mismos sentimientos que Cristo». En el recorrido espiritual
del Rosario, basado en la contemplación incesante del rostro de Cristo –
en compañía de María– este exigente ideal de configuración con Él se
consigue a través de una asiduidad que pudiéramos decir 'amistosa'.
«Como dos amigos, frecuentándose, suelen parecerse también en las
costumbres, así nosotros, conversando familiarmente con Jesús y la
Virgen, al meditar los Misterios del Rosario, y formando juntos una
misma vida de comunión, podemos llegar a ser, en la medida de nuestra
pequeñez, parecidos a ellos, y aprender de estos eminentes ejemplos el
vivir humilde, pobre, escondido, paciente y perfecto». Además, mediante
este proceso de configuración con Cristo, en el Rosario nos
encomendamos en particular a la acción materna de la Virgen Santa. El
Rosario nos transporta místicamente junto a María, dedicada a seguir el crecimiento
humano de Cristo en la casa de Nazaret. Eso le permite educarnos y modelarnos con
la misma diligencia, hasta que Cristo «sea formado» plenamente en nosotros. Bueno
que pases un feliz día Habló para ustedes el Padre Gustavo, desde la Comunidad
Salvatoriana en Vista Al Sol, San Félix. Chao. Nos vemos en el espejo.
Sábado 8 de octubre del 2022.
Hola Saludos desde San Félix. El episodio evangélico de este día rezuma
el sabor del pueblo sencillo que, entusiasmado por la figura de Jesús, se
expresa espontáneamente por boca de una mujer: "¡Dichoso el vientre
que te llevó y los pechos que te criaron!" A través de Cristo, el piropo se
dirige a María, su madre bendita, que debe sentirse orgullosa de tal hijo.
Y el Señor lo acepta complacido, pero añade: "Mejor: ¡Dichosos los que
escuchan la palabra de Dios y la cumplen!" Tenemos aquí la
bienaventuranza de la palabra, que en su intención primera tiene
destinatario universal, pero que constituye un nuevo piropo para María en
labios de su hijo. Porque ella fue la primera que escuchó y aceptó la
palabra de Dios en el anuncio del ángel con un "sí" incondicional. Su
"hágase en mí según tu palabra" fue un asentimiento de fe que abrió todo
un mundo de salvación y de nueva creación. Esta bienaventuranza de la
palabra recuerda aquel pasaje en que Jesús declara familiar suyo a todo el
que escucha la palabra de Dios y la pone en práctica. Dentro de la gran
familia de Cristo, que es la comunidad del Reino, María es la madre de
Jesús por doble parentesco: el de la sangre y el del espíritu al nivel de la
palabra escuchada eficazmente. Y es también María la madre de cuantos
por la fe, la aceptación sincera de la palabra de Dios y el cumplimiento
alegre de su voluntad entran a vivir en la casa de Jesús, cuya puerta nos abre
como a hermanos y no como a miembros de la servidumbre. Bueno que pases un feliz
día Habló para ustedes el Padre Gustavo, desde la Comunidad Salvatoriana en Vista
Al Sol, San Félix. Chao. Nos vemos en el espejo.