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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del poder popular para la Educación Universitaria


Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos
San Juan de Los Morros, Estado-Guárico
Área de Ciencias Políticas y Jurídicas
Unidad Curricular: Derecho Administrativo
Profesor Asesor: Abg., Luis Vera.
3er año sección #9

EL REGLAMENTO

BACHILLERES:
Álvarez, Mercedes C.I. N° 4.390.689
Goncalves, Yaritzy C.I. N° 13.576.121
González, Marcos C.I. N° 19.132.968
Yusti, Jeferson J. C.I. N° 14.395.216
Perez Z., Edgarlieth J. C.I. N° 29.659.392

San Juan de los Morros, marzo del 2022.


Introducción
El derecho administrativo en Venezuela, como el régimen jurídico general
concerniente a la Administración Pública, considerada ésta como parte fundamental
de la organización del Estado, y que tiene por objeto regular su organización, su
funcionamiento y, en especial, tanto su actividad como institución gestora del interés
general, como los efectos jurídicos de las relaciones que se establecen con ocasión de
dicha actividad con los administrados; puede decirse que surgió efectivamente al
consolidarse el Estado nacional a comienzos del siglo XX, en el marco de la
evolución del régimen constitucional de la federación que como forma de Estado se
estableció en Venezuela desde el origen de la República en 1811.
El elemento de mayor relieve de ese proceso de consolidación del Estado nacional, y
por tanto, del surgimiento del derecho administrativo fue, en particular, el proceso de
centralización de la actividad legislativa del Estado en materias de derecho público,
cuya ejecución comenzó a estar en manos del Congreso en ejercicio del Poder
Legislativo nacional, al dejar de ser una competencia exclusiva de los Estados de la
federación y pasar a ser, progresivamente, una competencia de la República o del
Estado nacional o federal.
Teoría de los Actos de Gobierno
La teoría objetiva: Distinción entre Gobierno y administración al caer el régimen
imperial y desarrollarse el espíritu de la legalidad, el acto de gobierno se presentaba
como una pieza discordante en el derecho público francés.
La doctrina no pensó sin embargo en un comienzo, que el acto de gobierno fuera
totalmente erróneo o condenable, sino que consideró que lo que estaba mal era que el
mismo fuera fundamentado en el fin político del poder administrador. Se creyó que
sólo era necesario suprimir ese criterio del fin o móvil político en cuanto medio de
determinar qué actos escapaban al control jurisdiccional, y sustituirlo por otro más
objetivo que restringiera el acto de gobierno a límites precisos y concediera de tal
modo seguridad de protección tribunalicia a los demás casos. Se intentó así
determinar cuándo un acto era administrativo y cuándo de gobierno, fijando
directivas a priori que señalaran una separación precisa, destinada a evitar toda
posible transformación de un simple acto administrativo en acto de gobierno, como
sucedía, primeramente. Ese intento condujo a la distinción entre Gobierno y
administración, distinción que, no obstante, es a su vez política, pues debe
entroncarse con una diferenciación entre función gubernamental y función
administrativa, considerando entonces a la primera como de mayor importancia
política que la segunda; dominándola, y determinando la orientación general según la
cual se cumplirá la última. A pesar de ello constituye un avance sobre la doctrina del
“móvil político,” pues la distinción no la haría ya el mismo poder administrador con
su motivación subjetiva del acto, sino la doctrina o la jurisprudencia, objetivamente.
Laferrière considera que “administrar, es asegurar la aplicación diaria de las leyes,
cuidar las relaciones de los ciudadanos con la administración central o local y de las
diversas administraciones entre ellas. Gobernar, es proveer a las necesidades de la
sociedad política toda entera, velar por la observación de su constitución, el
funcionamiento de los grandes poderes públicos, las relaciones del Estado con las
potencias extranjeras, la seguridad interior y exterior.” Para Hauriou, gobernar es
“solucionar los asuntos excepcionales y velar por los grandes intereses nacionales;
administrar, es hacer los asuntos corrientes del público.” Según Teissier, gobernar es
exclusivamente... velar por el funcionamiento de los poderes públicos en las
condiciones previstas por la Constitución y asegurar las relaciones del Estado con las
potencias extranjeras. Administrar, es asegurar la aplicación diaria de las leyes, velar
por las relaciones de los ciudadanos con el Poder Público y las diversas
administraciones entre ellas.”
Acto de gestión
Cuando la Administración desarrolla una actividad al amparo de las normas de
Derecho privado, se dice que realiza un acto de gestión. Por tanto, éste no procede
jure imperio o del derecho de mando que la Administración tiene atribuido. En este
sentido de carecer del privilegio que la norma administrativa otorga al organismo
público, se dice que el acto de gestión se contrapone al acto administrativo o acto de
gobierno, que siempre está revestido de autoridad. Dentro del acto de gestión, cabe
distinguir los actos de gestión privada, que se proyectan sobre el patrimonio privado
de las entidades públicas mediante una actividad idéntica a la de los particulares
respecto a su patrimonio. Tal es el caso del Ayuntamiento que vende a un particular
una parcela no edificable sobrante de vía pública. Los actos de gestión pública son los
realizados por la Administración con el designio de beneficiar el interés público, pero
utilizando los mecanismos del Derecho privado. Sería el caso del Ayuntamiento que
comprara a un particular una casa cuya demolición es necesaria para abrir una nueva
calle.
Acto de gobierno
Declaración unilateral de voluntad del Poder Ejecutivo inimpugnable; se trata de una
especie en extinción de acto discrecional que no está sujeto a control jurisdiccional, ni
judicial ni administrativo, inspirado en la actualmente obsoleta idea de la razón de
Estado, que al empuje de los derechos humanos solo se aplica a casos que no los
vulneran.
Ejemplo de estos casos son la suscripción de tratados internacionales, los decretos
para combatir epidemias, la convocatoria a período extraordinario de sesiones del
órgano legislativo, el veto de leyes aprobadas por dicho órgano, o la presentación de
iniciativas de ley.
Acto del Gobierno
Algunos autores relacionan al primer y tercer concepto buscando ubicar a la teoría del
acto de gobierno dentro del concepto constitucional —en el derecho argentino— de
Gobierno.
Sin embargo, dado que no consideramos que sea correcta la teoría del acto de
gobierno, según lo intentaremos demostrar, no nos parece útil ni necesario buscarle
ubicación alguna dentro de otras nociones.
Por ello debe tenerse presente que, si bien el “gobierno” es el total de los tres poderes
del Estado, bajo el nombre de “actos de gobierno” se estudia una categoría de actos
que son solamente del Poder Ejecutivo; a estos últimos nos vamos a referir aquí.
Por lo demás, ha de quedar en claro que la importancia del tema reside en la
consecuencia que de la teoría se quiere desprender, a saber, su no justiciabilidad, la
imposibilidad de atacarlos judicialmente, o la imposibilidad judicial de revisarlos,
todo lo cual significa lo mismo. Por lo tanto, sea que se los llame “actos de gobierno,”
al estilo francés, o “actos de Estado,” en la usanza inglesa; “cuestiones políticas” o
“actos no justiciables,” en el estilo de la jurisprudencia norteamericana y argentina;
“actos de autoridad” o “actos soberanos,” como también se los llama en Alemania,
además de “actos de gobierno;” “actos institucionales” y “actos complementarios,”
como en el actual sistema brasileño, lo cierto es que el problema sigue siendo el
mismo: La pretensión de que ciertos actos de la administración estén exentos de
control judicial. Poco importa la denominación o caracterización que se les dé, si la
consecuencia que se les asigna es la indicada; a la inversa, si se les quita esa
particularidad de su pretendida irrevisibilidad jurisdiccional, entonces ninguna
diferencia jurídica tendrá con los demás actos administrativos y no habrá, por tanto,
razón para distinguirlos. Queda dicho entonces que toda vez que aquí nos refiramos a
lo que llamamos actos de gobierno, estamos comprendiendo también cualquier otra
denominación que se quiera utilizar para distinguir un grupo de actos de la
administración de los cuales no habría revisión judicial.
El Reglamento
El reglamento es un conjunto de reglas o normas emitido por las autoridades
pertinentes y que regulan un sector en concreto. Es una técnica legislativa que
desarrolla en profundidad otras leyes.
Los reglamentos son normas que desarrollan otras normativas de un rango jerárquico
superior. Normalmente, las leyes necesitan un desarrollo de sus disposiciones y de
este desarrollo se encarga el reglamento.
El reglamento es una norma más dentro de todos los tipos de normas que existen en el
campo jurídico. Pero este tipo de normas goza de un menor rango que las leyes que
emanan de las cámaras parlamentarias y, por supuesto, de la Constitución.

Potestad Reglamentaria
La potestad reglamentaria es una facultad constitucional propia del Presidente de la
República que lo autoriza para expedir normas de carácter general destinadas a la
ejecución y cumplimiento de la ley. Esta potestad se caracteriza por ser una
atribución constitucional inalienable, intransferible, inagotable, pues no tiene plazo y
puede ejercerse en cualquier tiempo, e irrenunciable, porque es un atributo
indispensable para la que la Administración cumpla con su función de ejecutar la ley.
Clases de Reglamento
Los reglamentos se pueden clasificar en distintos tipos, los cuales explicaremos a
continuación:
Reglamentos ejecutivos: Estos reglamentos son exclusivamente de desarrollo de
disposiciones de una ley para clarificar y detallar esta normativa. Su finalidad es la
aplicación de la ley a través del desarrollo de estos reglamentos.
Reglamentos independientes: Su función no es tanto desarrollar una ley, sino que la
ley otorgue al reglamento el poder de regular un sector que la ley ha dejado sin
regulación específica.
Reglamento administrativo: Su función es regular la actividad de las
Administraciones Públicas.
Reglamentos normativos: Regula la actividad de los ciudadanos y no de las
Administraciones Públicas.
Jerarquía normativa
Para entender donde se encuentra posicionado el reglamento respecto de otras leyes,
vamos a verlo gráficamente:
Pirámide Reglamento
Esta pirámide solo sería válida en aquellos modelos que siguen el derecho
continental. Y, por tanto, no sería válida en los modelos de derecho anglosajón, donde
la jurisprudencia tiene un papel destacado.

Características
Las principales características de esta norma llamada reglamento son las siguientes:
Las normas de los reglamentos tienen carácter imperativo.
Regulan un sector en concreto. Hay reglamentos del sector eléctrico, de reciclaje, etc.
Cualquier sector puede ser regulado en profundidad por el reglamento.
Su función es la delimitación clara de las normas que las personas deben seguir.
Organiza un ámbito social o empresarial.
No puede ser contrario a las normas que son superiores jerárquicamente. Nunca
puede contrariar a las leyes ni a la Constitución. En el caso de los países europeos
tampoco puede contravenir las disposiciones europeas.
Tienen un periodo de validez determinado que se publicará al mismo tiempo que el
cuerpo normativo.
El reglamento debe ser específico e imparcial.
Los reglamentos son dictados por la Administración Pública, pero el poder para dictar
normas le ha sido conferido por la ley.
La ley determina como de amplio será el reglamento.
Es necesario que la ley habilite que la Administración Pública pueda elaborar este
tipo de norma.
Conclusiones
Un reglamento es todo documento que emita alguna autoridad política, social o
administrativa, en el que se hace explícita para el público objetivo una serie de
normas jurídicas, sociales, políticas o de otra naturaleza según corresponda.
Este conjunto de reglas o normas sirven para que los miembros de una comunidad se
rijan a sí mismos, garantizando la paz social, la productividad o los acuerdos mínimos
dentro de la misma.
Algunos reglamentos poseen un rango de acción nacional, otros comunitaria, como
un club, un parque o un juego de mesa, aplicando únicamente a dichos ámbitos y por
consenso de los involucrados. Por ejemplo, para jugar un partido de fútbol oficial
existe reglamento, pero si jugamos con nuestros amigos en la cancha del barrio,
podremos regirnos por nuestras propias normas.
En todo caso, un reglamento es un conjunto de normas expresas y explicadas por
escrito, de modo tal que cualquiera pueda tener acceso a ellas y no dependan de
alguien que las memorice (corriendo el riesgo de que las altere a su conveniencia).
La potestad reglamentaria es la prerrogativa por la que las administraciones públicas
pueden crear normas con rango reglamentario, es decir, normas subordinadas a las
leyes, ya sean reglamentos, decretos o instrucciones.
No es privativa del Poder Ejecutivo, otros órganos también pueden ejercerla. Así, por
ejemplo, las Cámaras del Parlamento o Tribunales Superiores de Justicia. No
obstante, la potestad reglamentaria está radicada principalmente en el Ejecutivo.
Consiste en dictar normas que regulan las actividades administrativas públicas.
Referencias Bibliográficas

https://economipedia.com/definiciones/reglamento.html
https://es.wikipedia.org/wiki/Reglamento
https://concepto.de/reglamento/

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