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TALLER:

SÍNDROME DE FIBROMIALGIA.
Reynaldo Badillo Abril. Médico Internista. Reumatólogo Director departamento Medicina Interna. UDES.

RESUMEN: El síndrome de fibromialgia (SFM) o fibromialgia (FM), (de "fibros": tejidos blandos, "mios:
músculos y "algia": dolor), es una agrupación de síntomas, entre los que se destaca el dolor
musculoesquelético crónico difuso como síntoma fundamental; además fatiga, hiperalgesia a la
palpación, alteraciones del sueño y diversos síntomas funcionales. La etiología y patogenia no
son entendidas completamente; se supone como un trastorno complejo de la regulación del dolor,
relacionado al estrés físico y/o emocional, que llevan a disfunción autonómica e hiperactividad
simpática. Para el diagnóstico se requiere de la presencia de dolor crónico musculoesquelético de
más de 3 meses de evolución y la presencia de dolor en tejidos blandos al ser presionadas ciertas
áreas específicas en el examen físico. Habitualmente el síndrome es debilitante y produce
frustración a médicos y pacientes debido a la naturaleza crónica de los múltiples síntomas y la
ausencia de una terapia segura y eficaz para tratarla.

DEFINICIÓN: Se define como una constelación de síntomas, encabezados por dolor


musculoesquelético generalizado y sensación dolorosa a la presión en unos puntos específicos;
acompañado este dolor de múltiples síntomas como rigidez musculoesquelética generalizada,
estrés, depresión, dificultades cognitivas, mala calidad del sueño, cansancio fácil, ansiedad, cefalea,
hábito intestinal irregular, dolor abdominal difuso, sensación subjetiva de tumefacción, parestesias
mal delimitadas, calambres; síntomas urinarios, etc.

EPIDEMIOLOGIA: Es un problema muy común, es la 3ra. condición musculoesquelética más


frecuente, después del lumbago y la osteoartritis. Tiene una prevalencia en la población general
entre el 1 al 5% de mujeres adultas y entre 0.5 a 1.6% de hombres; originan el 5 al 10% de las
consultas de atención primaria y el 15-20 % de las consultas de reumatología. Es bastante más
frecuente en mujeres, con una relación Mujer: Hombre de 10 a 1. La prevalencia mayor es entre
los 30-50 años; aunque puede afectar a niños, jóvenes y a personas mayores. Se puede asociar
a artritis reumatoide, hipotiroidismo, lupus eritematoso, osteoartritis y síndrome de Sjögren
(SFM secundario). No es raro que afecte a varios miembros de una misma familia. A los
pacientes con el SFM se les afecta significativamente la salud y la calidad de vida. Con
frecuencia se les demora el diagnóstico unos 2 años en promedio y visitan
aproximadamente 6 médicos antes del diagnóstico. Comparándolos con varios grupos control,
estos pacientes tienen mayor prevalencia de trastornos psiquiátricos y emocionales, utilizan más
medicamentos, acuden más al médico y a terapias; tienen más intervenciones quirúrgicas; gastan
más dinero en salud, presentan más ausentismo laboral, m á s incapacidades, se jubilan más
temprano, se declaran más enfermos y con peor calidad de vida.

ETIO-PATOGÉNESIS: La etiología es desconocida y el dolor no puede ser explicado por la


presencia de trastornos degenerativos o inflamatorios. Ha surgido el concepto del SFM como un
trastorno complejo de la regulación del dolor, relacionado al estrés físico y/o emocional, convertido en
dolor neuropático. Los pacientes tienen un umbral más bajo al dolor con mayor sensibilidad dolorosa
en todos los sitios de su cuerpo. Hace parte la FM, del Síndrome de Sensibilidad Central, un proceso
patológico que afecta al sistema nervioso central que consiste en un
descenso del umbral de dolor y una percepción alterada de
estímulos normalmente no dolorosos. Consiste en un estado de
hiperexcitabilidad neuronal ante un estímulo periférico, de tal forma
que hay una respuesta dolorosa exagerada en intensidad y
duración (hiperalgesia), así como la percepción de dolor ante
estímulos normalmente no dolorosos (alodinia). Estas sensaciones
amplificadas pueden expresarse como las artralgias y mialgias de la
FM, o bien fatiga intensa (síndrome de fatiga crónica), cefalea
tensional y migraña, malestar abdominal y pélvico (síndrome de vejiga o intestino irritable) y muchas
otras manifestaciones que se superponen (sensibilidad química múltiple, trastorno por estrés
postraumático, síndrome de piernas inquietas, dolor en articulación temporomandibular, etc.).
Sobre la FM, enumeramos a continuación algunos factores que contribuyen a su desarrollo:
Factores psiquiátricos: Está asociado a patologías psicológicas o psiquiátricas (estrés
crónico, depresión, ansiedad, hipocondría, etc.); que provocan más desánimo y desesperación.
Predisposición genética: Numerosos estudios sugieren que el SFM tiene, en parte, una base
genética. Los familiares de 1er. grado de pacientes son 8,5 veces más propensos a padecer este
problema; se ha documentado presencia de umbrales bajos de dolor en familiares en 1er. grado.
Alteración del procesamiento del dolor: Los pacientes, en comparación con sanos, perciben
los estímulos nociceptivos (calor, presión, etc.), como dolorosos en niveles bajos de estimulación.
Alteraciones del sueño: La polisomnografía en ellos muestran alteraciones en la continuidad, la
arquitectura y la estructura del sueño (fragmentado, disminución fases profundas no-Rem, etc.).
Factores ambientales: En algunas ocasiones la FM se presenta en personas con un historial de
eventos traumáticos y/o emocionalmente intensos (SFM postraumática o reactiva). Se ha
documentado también después de infecciones virales y aplicación de vacunas. Un estudio
reciente de encuestas basadas en Internet, demuestra que hasta el 30% de los pacientes con el
complejo síndrome post-Covid-19, satisfacen los criterios clínicos de FM.
Alteraciones neuro-hormonales: Se ha observado bajas concentraciones de serotonina,
neurotransmisor asociado con trastornos del sueño, percepción del dolor, cefaleas y afecto.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS: El dolor musculo esquelético generalizado, involucra ambos


lados del cuerpo y por encima y por debajo de la cintura. En ocasiones el dolor comienza de
forma generalizada, y en otras en un área determinada y desde ahí se extiende. Usualmente los
pacientes manifiestan varias frases para expresar el dolor presente sobre todo al despertarse:
“siento dolor en todo el cuerpo”, “como si no hubiera dormido”, “como si hubiera caminado
toda la noche”. El dolor se suele referir como quemazón, molestia o desazón (similares al dolor
neuropático). A veces pueden presentarse espasmos y calambres musculares. Con frecuencia el
dolor varía en relación con la hora del día, el nivel de actividad, los cambios climáticos, la falta de
sueño o el estrés. Además del dolor, presentan rigidez generalizada, más en las mañanas. La
mayoría presentan un sueño no reparador, despertares frecuentes, insomnio de conciliación y
cansancio al despertar. Frecuentemente refieren parestesias en miembros superiores e
inferiores. A m e n u d o refieren “hinchazón de las extremidades” la cual no se aprecia en el
examen físico. Otro del síntoma importante es la fatiga, más al despertarse y con las
actividades normales. El dolor, la fatiga y rigidez frecuentemente empeoran con el frío, la
humedad y especialmente con el stress o los estados de ansiedad.
Los trastornos cognitivos y las alteraciones del estado de ánimo están presentes en la mayoría;
otras quejas comunes son sequedad ocular, palpitaciones, disfunción sexual, sudores
nocturnos, disfagia, disgeusia, intestino irritable, cefalea, entre otros.

Signos físicos: El dolor al tomar la tensión arterial con el tensiómetro es frecuente en el SFM. El
examen articular es casi siempre normal y no hay presencia de tumefacción ni deformidad
articular. El hallazgo casi universal y reproducible al examen físico, es la presencia el dolor al
palpar los siguientes 9 puntos anatómicos específicos de los tejidos blandos.

• Occipucio: en la inserción de ambos músculos suboccipitales


• Cervical bajo: en la parte anterior de los espacios intertransversos C5-C7
• Trapecio: en los puntos medios del borde superior
• Supra espinoso: sobre la espina de la escápula próximo al borde medial
• Segunda costilla: en la segunda unión condroesternal
• Epicóndilo lateral: 2 cm. distal del epicóndilo
• Glúteo: cuadrantes superiores externos de las nalgas
• Trocánter mayor: posteriores a las prominencias trocantéreas
• Rodilla: en las almohadillas grasas próximas a la línea articular interna

EXÁMENES DE LABORATORIO: No existen anormalidades en pruebas de laboratorio o de


imágenes. Algunos exámenes de laboratorio pueden solicitarse para considerar el diagnóstico
diferencial de otros problemas médicos que presentan síntomas similares a este síndrome.
DIAGNÓSTICO: El diagnóstico de FM se hace, habitualmente, por historia de dolor crónico y una
exploración física con puntos dolorosos. Es un diagnóstico de exclusión, eminentemente
clínico. Un dato importante es la ausencia en el examen de artritis inflamatoria o debilidad
muscular. Para el diagnóstico, se debe verificar el cumplimiento de los 2 criterios recomendados.
• Dolor difuso, generalizado y crónico, de más de 3 meses de duración, en los 4
cuadrantes del cuerpo, en ambos lados, por encima y por debajo de la cintura
• Dolor en 11 de los 18 puntos sensibles al aplicar una presión de 4 kg/cm2.

Como la mayoría de los pacientes no satisfacían los criterios de clasificación anteriores, en 2010
el Colegio Americano de Reumatología (ACR), divulgó otros criterios para el diagnóstico clínico
de la FM. Estos reconocen la importancia de los problemas cognitivos y los síntomas somáticos
no considerados previamente. Con estos criterios, los puntos sensibles se pueden remplazar
con un índice de dolor generalizado y una escala de gravedad para los síntomas. Estos criterios
no pretenden sustituir los criterios antiguos, deberían coexistir con ellos.

Criterios preliminares de diagnóstico de FM y medición de la gravedad, ACR 2010.


1. Índice de Dolor Generalizado (IDG) ≥ 7 e Índice de Severidad de Síntomas (ISS) ≥ 5 o
IDG 3-6 y ISS ≥ 9.
2. Los síntomas presentes, en un nivel similar, durante los últimos tres meses.
3. El enfermo no tiene otra patología que pueda explicar el dolor.

El paciente puntúa sus síntomas en una escala de 0-3, según la gravedad. Para el diagnóstico de
FM, se utiliza un sistema de puntuación del Índice de dolor generalizado (IDG) (número de zonas
corporales dolorosas entre 19 posibles), en las dos semanas anteriores y el índice de severidad de
los síntomas (ISS), la valoración del grado de cansancio, sueño no reparador, síntomas cognitivos
y síntomas somáticos generales (mialgias, síndrome del intestino irritable, fatiga/cansancio, debilidad
muscular, cefalea, calambres, hormigueos, mareos, insomnio, depresión, estreñimiento, dolor torácico, visión
borrosa, fiebre, diarrea, boca seca, pérdida o cambio en el gusto, micción imperiosa, etc.)

LECTURAS RECOMENDADAS:
• Chaves D. Actualización en Fibromialgia. Medicina Legal de Costa, volumen 30; 2013.
https://www.scielo.sa.cr/pdf/mlcr/v30n1/art08v30n1.pdf
• López EM, Mingote JC. Fibromialgia. Clínica y Salud v.19 n.3 Madrid dic.-ene. 2008.
http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1130-52742008000300005
• Díaz Robredo LA.1, Robles Sánchez JI. ¿Es la Fibromialgia un trastorno depresivo con síntomas somáticos o
es un síndrome de sensibilización central con comorbilidad depresiva?
http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1887-85712014000200003

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