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PLAN DE ACTUACIÓN EN PACIENTES DE FIBROMIALGIA Y FATIGA CRÓNICA LINARES

2023

Según el Colegio Americano de Reumatología (ACR), la fibromialgia (FM) es un proceso de dolor


crónico y generalizado, sin causa reconocible, de una duración de más de 3 meses y con
presencia en 11 o más puntos, de los 18 puntos predefinidos, de dolor a la presión (realizando
la misma de 4 Kg) (Wolfe et al., 1990). De etiología desconocida, su diagnóstico es clínico,
basándose en los criterios establecidos por el ACR. La FM se describe, en un informe de consenso
realizado en 1996 (Wolfe, 1996), como un Síndrome de dolor generalizado, disminución del
umbral de dolor y síntomas característicos que influyen en el sueño no reparador, fatiga, rigidez,
alteración del estado de ánimo, síndrome del intestino irritable, cefaleas, parestesias y otras
características menos frecuentes. Es en el intestino donde se encuentra el mayor sistema de
defensa como es el sistema inmune, en este contexto cualquier desafío estresante, puede
repercutir en el sistema inmune y viceversa, cualquier problema inmunitario puede afectar y ser
la base de problemas centrales, por lo que este trabajo va a ir encaminado a preservar ambos
sistemas, el central e inmunitario a través de dos vías.

Por un lado la neurológica, a nivel segmentario que incluye toda la conformación anatómica de
la columna vertebral por donde se encuentra la médula que es parte del sistema nervioso central
y al mismo tiempo las raíces nerviosas que salen de la misma que influyen en todos los
segmentos vertebrales, gracias a las cuales nuestro sistema periférico se conecta con el central,
recibiendo información de las vísceras, piel, músculos, tendones, huesos ligamentos… que
reciben la información segmentaria, por tanto cualquier disfunción nociceptiva, de índole
visceral, musculo-esquelético…va a ser señalizada por los diferentes segmentos vertebrales, es
aquí donde trabajaremos con una tecnología diferencial como es la Bomba Diamagnética de la
cual, en un apartado exclusivo, describiré su mecanismos de acción, por lo tanto trabajaremos
en las vías de inhibición del dolor, con dicha tecnología.

Por otro lado, e da por hecho que si existe una mala microbiota intestinal, los productos del
metabolismo que se producen con la interacción de los malos hábitos alimenticios, llegan a la
vía llamada humoral (a través de la sangre), debido a que se produce una permeabilización de la
barrera intestinal, donde dichos microorganismos a través de la sangre pasan a nuestro sistema
nervioso central y alteran la función de nuestras neuronas, siendo la base de problemas centrales
como por ejemplo la depresión y en estadios superiores el Alzheimer… Por lo tanto, después
desarrollaré ambos conceptos en los que de momento quiero basar el plan de actuación con mis
pacientes de Fibromialgia.

CONTEXTUALIZACIÓN HISTÓRICA DE LA FIBROMIALGIA.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), en 1992, reconoció la FM como una entidad clínica,
como enfermedad reumatológica incluida en los reumatismos de partes blandas. Siendo
clasificada en la ICD-10 (International Classification of Diseases, 10th revision) con el código “M
79.0. Yunus, en 1994, englobó la FM, el síndrome de intestino irritable, el síndrome de fatiga
crónica, el síndrome de piernas inquietas, la cefalea tensional, el síndrome por dolor miofascial,
el dolor de la articulación témporo-mandibular, etc., dentro del síndrome disfuncional, ya que
presentaban características clínicas comunes y respuesta a agentes serotoninérgicos o
noradrenérgicos; proponiendo como hipótesis la existencia de una disfunción neuroendocrina-
inmune (alteraciones de neurotransmisores y hormonas) y estableciendo un nexo entre todas
ellas.

DATOS EPIDEMIOLÓGICOS.

La FM es el síndrome de dolor crónico más común en la medicina general y en las consultas de


reumatología (Perrot et al., 2008). La prevalencia de esta enfermedad varía en función del país
en el que se realiza el estudio. La prevalencia de la FM en España es del 2,4%, siendo también
significativamente más frecuente en mujeres (4,2%) que en hombres (0,2%), con un intervalo de
edad de mayor incidencia situado entre los 40 y 49 años.

IMPACTO SOCIOECONÓMICO.

La FM tiene un profundo impacto en la vida de los pacientes, provocando un deterioro en la


calidad de vida que afecta negativamente la función social y profesional de las personas que la
padecen. El estudio EPISER 2.000 sitúa a la FM como una de las enfermedades que ocasiona
mayor prevalencia de bajas por incapacidad laboral en España.

FISIOPATOLOGÍA

En la actualidad la fisiopatología de la FM podemos considerarla como bastante incierta, ya que


no se conoce la etiología ni los mecanismos patogénicos que actúan. Diversos estudios revelan
que pueden existir diferentes anormalidades, y que por tanto la fisiopatología de la enfermedad
es multifactorial, haciendo más compleja su etiopatogenia, siendo descrita por algunos autores
como un desorden en el procesamiento central del dolor. La exposición a estresores psicosociales
y ambientales, así como alteraciones en el sistema nervioso autónomo y en las respuestas
neuroendocrinas, contribuyen a disfunciones o inhibición en la percepción del dolor. La
anormalidad bioquímica más ampliamente conocida asociada a la FM tiene que ver con niveles
disminuidos de serotonina, se cree que dicha disminución en las plaquetas sea la causa de los
niveles séricos bajos en los pacientes con dicha enfermedad.

CUADRO CLÍNICO.

La FM es una condición que parece implicar trastornos de procesamiento aferente del control
central, siendo sus principales síntomas dolor multifocal, fatiga, trastornos del sueño, y
problemas cognitivos o de memoria, incluyéndose trastornos psicológicos, problemas
funcionales y disfunción sexual. La fatiga se haya presente entre el 77 y el 94 % de los pacientes
de los casos con FM, según diversos estudios, siendo, junto al dolor, uno de los síntomas
principales de la FM. Entre el 70 y el 90% de los pacientes con FM refieren trastornos del sueño,
describiéndolo como un sueño no reparador, ligero e inestable, siendo común en los pacientes
con FM la dificultad para conciliarlo o la mala calidad del mismo. Estudios realizados muestran
que la mayoría de los pacientes con FM indicaron que tanto la fatiga y el dolor estaban
directamente relacionados con la calidad de su sueño. Los trastornos cognitivos son alteraciones
habituales en los pacientes con FM, encontrando entre los más frecuentes déficits de memoria,
dificultad de concentración y alteración en la expresión verbal.
DIAGNÓSTICO.

Los criterios establecidos para el diagnóstico de la FM son los del ACR de 1990, que se centran
en la presencia de dolor músculo-esquelético crónico y difuso, con una duración mínima de 3
meses, y al menos 11 puntos dolorosos positivos de los 18 recomendados en la exploración;
dicha exploración debe ser realizada con una palpación digital de la menos 4 Kg. de fuerza, donde
el paciente debe de manifestar dolor, no se considerará positivo una simple molestia a la
palpación de dicho punto. Los criterios diagnósticos de la FM han ido evolucionando a lo largo
de los últimos 30 años, valorándose la presencia del dolor músculo-esquelético crónico y difuso,
los puntos dolorosos, así como el resto de síntomas que acompañan a la FM.

EVOLUCIÓN Y PRONÓSTICO.

La FM es una enfermedad crónica, en la que el dolor persiste sin cambios, generalmente durante
años. Su evolución dependerá del grado de afectación de la enfermedad, ya que se ha podido
comprobar que pacientes con manifestaciones clínicas más severas tienen un peor pronóstico
que otros casos más leves de FM. El pronóstico será mejor si existe un diagnóstico precoz,
información correcta y un enfoque terapéutico acertado.

JUSTIFICACIÓN.

La FM es un problema sociosanitario emergente con un profundo impacto en los pacientes, que


provoca un deterioro en su calidad de vida, afectando negativamente la función social y
profesional de dichas personas. Es el síndrome de dolor crónico, que afecta al aparato locomotor,
más común en las consultas de medicina general y reumatología, presentando múltiples
síntomas asociados, siendo una enfermedad con importantes implicaciones económicas, a la
cual se destinan grandes recursos. El tratamiento de la FM es sintomatológico, existiendo dos
estrategias principales de intervención, una de tipo farmacológica y otra no farmacológica,
aconsejándose un abordaje multidimensional y multidisciplinario.
La ciencia de hoy nos demuestra que cualquier entidad autoinmune, es consecuencia de la
neuro-inflamación del hipotálamo, este viene determinado por la programación metabólica
materna y/o (herencia genética), pero existen factores como, el estrés, (estrés crónico, el estrés
emocional) (los pacientes de fibromialgia y fatiga crónica son grandes cuidadores y/o han crecido
en su mayoría con una sensación, percepción de abuso y/o abandono, que posteriormente
justificaré).

La neuro-inflamación, es un fenómeno inflamatorio en el sistema nervioso, es un mecanismo de


defensa de nuestro organismo que se dispara ante agentes patógenos y ante lesiones para
defendernos, protegernos y resolver posibles lesiones, cuando no se resuelve, se cronifica en el
tiempo y deprime a nuestro sistema inmune, esto va a generar una alteración de la conducta
alimentaria (alteración de la saciedad), con una pérdida de flexibilidad metabólica y una
alteración del Eje intestino-cerebro, que mantenido en el tiempo, imposibilita generar el freno
al sistema inmune.

Evolutivamente hablamos ya de un cerebro inflamado. Cuando comemos alimentos muy dulces,


muy calóricos o muy ricos en grasas, nuestro hipotálamo se inflama y las hormonas que se
encargan de decirnos que estamos saciados, lectina, insulina, digamos, que el hipotálamo se
vuelve resistente a ellas, para no percatar la saciedad, te manda la señal de que sigas comiendo.
Esta neuro-inflamación ante ese tipo de alimentos, tiene otra ventaja, antaño si llevabas varios
días sin comer y veías una palmera datilera, algunos dátiles tenían gusanos, necesitábamos un
mecanismo para proteger a ese cerebro de esos posibles agentes patógenos, entonces, la neuro-
inflamación, que produce esa alteración de la saciedad, también generaba protección adicional
contra esas bacterias, por tanto, el mecanismo es perfecto, es decir, nosotros tenemos hambre,
llevamos días sin comer, encontramos alimentos con muchas calorías, generamos neuro-
inflamación y con ella, nos inflamamos automáticamente para protegernos de esas posibles
bacterias, que llevase ese alimento y encima de todo no nos saciamos y podemos ingerir grandes
cantidades de calorías, porque no sabemos qué día vamos a comer después, ese programa
neurológico universal, lo tenemos todos los seres humanos ahora. Necesitamos millones de años
para generar nuevas adaptaciones en nuestro ADN, la evolución es un proceso muy lento, sí
evolucionamos culturalmente muy rápido, pero genéticamente es un gran problema, estos son
las hipótesis de alimentación basadas en la antropología, la sociología, en la historia y la
neurociencia.

La neuro-inflamación depende en primer lugar de la programación materna, en segundo lugar,


de la alteración de la conducta alimentaria y tercero el estrés, (estrés crónico, estrés
emocional…), porque nosotros entendemos el estrés como el jefe que nos aprieta, la hipoteca
que tenemos que pagar, etcétera, pero para nuestro cerebro, el estrés es un problema vital, es
decir, ese León que nos quiere comer, entonces cada vez que nos estresamos tiene todo el
sentido del mundo que nos neuro-inflamemos y proteger así al cerebro, entonces, estrés crónico,
significa neuro-inflamación crónica. Toda patología moderna crónica no infecciosa, no
transmisible, viene por un sustrato inflamatorio, una inflamación crónica en nuestro organismo,
el cerebro tiene la capacidad de bloquear esa neuro-inflamación, pero, si el cerebro a su vez,
está inflamado, no puede desinflamar al cuerpo, por lo tanto, si queremos bajar la inflamación
de nuestro organismo, tenemos que bajar la inflamación de nuestro cerebro. Hoy día se sabe
más de la fibromialgia y que repercusión tiene en el organismo, se sabe que hay determinadas
áreas de nuestro cerebro, que funcionan de una manera alterada, donde se instauran procesos
de neuro-inflamación, estas partes, como la corteza cingulada anterior, como el córtex
prefrontal, son zonas que están neuro inflamadas y cuando esas zonas se neuro-inflaman,
empiezan a alterar la sensibilidad al dolor, la tolerancia al dolor y los inputs, los estímulos que
no deberían de generar dolores en nuestro organismo, generan dolor. Un paciente con
fibromialgia, así como un paciente con obesidad, tendrán inflamación en el hipotálamo que es
la zona de la conducta alimentaria.

Durante mucho tiempo se pensó que la fatiga era un síntoma que se expresaba en la periferia y
llegaba al cerebro y este, daba la señal de alarma, hoy sabemos que la fatiga es un síntoma
central, lo genera el cerebro con un sentido hacia la protección, intentando que cuando un tejido
no tiene energía y por lo tanto no puede asegurar su función, se induce fatiga como mecanismo,
para no sobre exigir más gasto energético a esa función, tejido, órgano, célula…porque tanto la
salud como la enfermedad tienen que ver con la capacidad para repartir energía, sin asegurar a
nuestras células la cantidad mínima de recurso energético, no se puede asegurar ninguna
función en el cuerpo, se necesita que la distribución de esos recursos sea la adecuada para que
las funciones para las que están diseñadas no se vean comprometidas.

Existen hormonas que se producen cuando comemos, que informan al cerebro de la entrada de
energía a través de los alimentos, por ejemplo la insulina que es una hormona que nos permite
almacenar energía, la insulina hace que la glucosa vaya al músculo, al hígado y al tejido graso y
se almacene, cuando comemos, la insulina llega al cerebro y este entiende, que está entrando
energía y como hay parte de esa energía (glucosa) que entra en la grasa, la grasa se activa y
produce otra hormona que se llama leptina y la leptina, entrando en la sangre también llega el
cerebro y ahora, este sabe que hay grasa que está cargada de energía, eso regula nuestra
conducta alimentaria. Cuando empieza a ver actividad inflamatoria en el cuerpo, el cerebro
aunque tiene muchos mecanismos para protegerse de esa inflamación, activa zonas concretas
que quedan mucho más expuestas a esa actividad inflamatoria que está circulando por la sangre
y ese proceso inflamatorio, también alcanza al cerebro, en este caso hablamos de cuadros neuro-
inflamatorios y cuando la actividad inflamatoria llega al cerebro, una de las primeras zonas que
se ve condicionada por esta actividad inflamatoria, es la zona del cerebro que debería ser
sensible a la insulina y a la leptina, es decir, cuando la actividad inflamatoria presiona lo
suficiente, el cerebro pierde sensibilidad por la insulina y por la leptina, entonces, ahora el
cerebro, pierde la capacidad de poder ajustar el nivel de energía que hay en el cuerpo, si el
cerebro no sabe cuánta energía almacenada hay en mi cuerpo, seguramente será más difícil que
el cerebro, facilite desarrollar conductas de gasto de energía, una conducta de gasto de energía
es por ejemplo socializar, socializar es caro, para que tenga ganas de socializar, mi cerebro tiene
que saber que hay suficiente energía, eso es una conducta que tiene que ver con cómo mi
cerebro capta la energía que hay almacenada, esto tiene que ver con nuestros pacientes de
fibromialgia y Fatiga Crónica, les cuesta socializar. Ejemplo; Pensamos que la cerveza es bebida,
porque es líquida, para nuestro hipotálamo la cerveza tiene calorías, entonces, es comida, el
único líquido que nuestro cerebro entiende como bebida es el agua, cuando tenemos sed,
tenemos sed de agua, si al cerebro, cuando tiene sed, le ofrecemos cerveza, se le calma la sed,
pero también lleva calorías, entonces, cuando lo haces una vez no pasa, pero cuando lo haces
de forma continuada, el hipotálamo dice; si yo tenía sed y me están dando calorías, quizás tenía
hambre, nuestro hipotálamo entra en confusión y hace dos cosas, primero, como se confunde
se neuro-inflama, empieza a generar procesos inflamatorios y segundo altera como decimos, la
conducta alimentaria, porque ya no sabemos cuándo tenemos hambre o cuando tenemos sed.
Un hipotálamo neuro-inflamado, es un hipotálamo que no percata la energía, es decir, cuando
nosotros empezamos a comer comidas muy ricas en glucosa, en azúcar, comidas ricas en grasas,
comemos sin hambre, cuando bebemos con sed líquidos con calorías, todo eso inflama nuestro
cerebro y al final disloca el entorno hormonal que nos dice que estamos saciados.
Parte de esa neuro-inflamación, también viene por el famoso eje intestino-cerebro, hablamos
de la comunicación entre ambos, hablamos de microbiota, una población de bacterias que
habitan en el intestino, que no nos pertenecen, estas, generan una serie de toxinas cuando hay
un proceso inflamatorio que pueden viajar, ya sea por sangre (Vía Humoral) o bien por vía
neurológica, (nervio vago), llegar al cerebro y generar respuestas inflamatorias, generando
síntomas como el ruido mental y aumentar la neuro-inflamación.

El estrés puede desempeñar un papel importante en el metabolismo de la glucosa. El nervio vago


puede influir en cómo el cuerpo maneja el estrés, esta situación, a su vez puede afectar los
niveles de glucosa en sangre, por tanto, el estrés afecta a la salud del intestino, dónde se
encuentra el sistema inmunitario, reduciendo el flujo de sangre en la mucosa, desequilibrando
la microbiota intestinal, aumentando la permeabilidad para celular, bajando la motilidad
intestinal, alterando la acidez estomacal y aumentando la sensibilidad visceral.

El nervio vago juega un papel esencial en la regulación del metabolismo de la glucosa


(sensibilidad de la insulina) y por tanto, mantener un equilibrio metabólico. Además de sus
funciones conocidas, como el control cardíaco y la digestión, con las alteraciones metabólicas,
así que entender cómo influir en la actividad vagal es clave para ayudar a regular los niveles de
glucosa en personas con diabetes y otras afecciones como puede ser la fibromialgia.

El nervio vago establece una comunicación bidireccional entre el cerebro y el páncreas, el órgano
responsable de producir insulina.

Las neuronas cerebrales, se comunican a través de hormonas, si comunican por ejemplo con
dopamina se genera motivación, si comunican con grelina, vas a tener hambre… un exceso de
bacterias en nuestro intestino o bacterias que no nos pertenecen, van a producir una serie de
sustancias que pueden como digo viajar, bien por sangre o por estímulos neurológicos, vía nervio
vago, llegar al cerebro, penetrar en ese cerebro y esas sustancias que son neurológicamente
activas, se pueden introducir en la sinapsis, en la comunicación de neurona y neurona y hacer
que la comunicación neurona-neurona no se posibilite y el cerebro no puede pensar con
claridad, no sabe bien ni lo que siente, está muy fatigado, está muy alterado, a esto se le llama
“ruido mental” hay interferencias de comunicación neurona-neurona, muy típico en pacientes
con Fibromialgia y Fatiga Crónica. Para que el cuerpo pueda utilizar precursores, para obtener
energía, es necesario ser capaces de utilizar los almacenes, descomponer los almacenes, si no
somos capaces de activar los mecanismos para descomponer los almacenes, es difícil que los
tejidos puedan mantener su función, si no es a base de estar comiendo continuamente y el
problema de estar comiendo continuamente, es que esa insulina que se va generando, va
sensibilizando, para almacenar cada vez más energía en forma de grasa y el problema con la
grasa es que a partir de un momento dado, es un factor que conecta con el sistema inmunitario.
Lo mismo ocurre con la fatiga, a día de hoy la ciencia propone que los síntomas descritos como
cuadros de dolor, hipersensibilidad, fatiga, sueño poco reparador, disfunciones cognitivas, no son
la consecuencia directa de la enfermedad, ni siquiera suponen un proceso patológico, estos
síntomas no son reactivos, sino más bien proactivos y son generados con un propósito, este
propósito es el mismo que el de la fatiga crónica, que no es otro que el de promover conductas
que protejan la supervivencia, es decir, si el nivel energético es malo, el cerebro dice; no te
muevas y no hay nada mejor para no moverte que hacer que te sientas con fatiga, la fatiga te
protege, cuando hay fatiga es porque hay en algún nivel, algún trastorno energético, por eso
desarrollamos conductas de evitación cuando los niveles energéticos son malos, por eso cuando
hay poca energía en el cerebro, no me apetece socializar, la lívido se pierde, entran pocas ganas
de reír, no me gustan los sitios muy grandes donde hay muchos estímulos, cuando hay poca
energía en el cerebro, lo que gusta es estar en casa, con pocos estímulos y los pocos que hay
controlados y a poder ser comiendo, para mantener el nivel de energía.

El estrés, es un estado de elevada demanda energética por parte del cerebro, es decir, que
cuando una persona percibe estrés, sea de la naturaleza que sea, lo primero que vamos a sufrir
es una situación en la que el cerebro empieza a demandar más energía de la que consume
habitualmente, y esto va a ocurrir cuando el contexto del individuo cambia y cuando aumenta la
percepción de inseguridad, es cuestión de tiempo que tengamos que confrontarnos con la
siguiente pregunta, ¿podría cualquiera de las opciones que dispongo salvaguardar mi bienestar
físico, mental y o social? También pasa por ser capaz de tomar decisiones diferentes, pasa por
ser capaz de generar cambios y esto es algo complicado, porque se genera en el sistema un
déficit de energía. La respuesta que ofrece el sistema inmune en un estado de estrés crónico es
mucho más débil y a su vez mucho más crónica, la actividad crónica del sistema inmunitario en
las vías sanguíneas, va generando un ambiente inflamatorio que es el responsable de la mayor
parte de los síntomas que observamos hoy en día en la mayor parte de los pacientes que acuden
a los centros de salud.
Expresiones como: “cagarse de miedo”, “mearse de la risa”, “sentir un nudo en el estómago” …
Todas estas expresiones tienen un denominador común, y es que demuestran que nuestras
emociones y nuestro sistema digestivo están íntimamente relacionados, ya que el intestino es
un órgano repleto de conexiones nerviosas.

Se ha visto en ratones libres de gérmenes: ratones a los cuales se les ha quitado la microbiota,
cómo tienen respuestas exageradas al estrés, liberando incluso citocinas inflamatorias en
situaciones de bajo estrés que otros ratones con una microbiota competente tolerarían. También
se ha visto en estos, que la microbiota, es fundamental para un desarrollo cognitivo normal.

Recordemos que la microbiota, es el conjunto de millones y millones de microorganismos que


conviven de manera simbiótica en nuestro organismo, principalmente en el intestino; aunque
también encontramos microbiota en nuestra boca, en nuestra piel, en nuestros genitales, etc.

Las principales funciones de la microbiota son, Inmunomoduladoras: Más del 70% de nuestro
sistema inmunológico está en el intestino, Protectoras: La microbiota intestinal ejerce de barrera
frente a toxinas, por otro lado, ayuda al intestino a sintetizar vitaminas B, K, ácidos grasos de
cadena corta y aminoácidos esenciales, también ejerce funciones metabólicas: Su actividad es
como la de un órgano más, ayuda a la fermentación de hidratos de carbono y de ácidos grasos,
garantiza el equilibrio de fluidos y regula el peristaltismo y por otro lado ayuda a la regulación
del estado de ánimo: La microbiota está implicada en la producción, e incluso en la reducción,
de varios neurotransmisores que afectarían de forma indirecta a nuestro sistema nervioso. Una
disbiosis en nuestra microbiota podría reducir la producción de serotonina de nuestro intestino.

Existe una comunicación bidireccional entre el cerebro y el intestino. Eje intestino-cerebro.

Hasta hace poco se pensaba que el cerebro mandaba comunicaciones unidireccionales al


intestino, pero recientemente se ha visto que esta comunicación es bidireccional y también es el
intestino el que envía comunicaciones al cerebro, hecho que puede repercutir en nuestra salud
y en nuestro estado anímico. La microbiota de una persona se ve afectada por: su estilo de vida,
su dieta, el ejercicio que practica, el hecho de consumir o no antibióticos…incluso se puede ver
afectada por una falta de sueño (la falta de horas de sueño puede alterar la microbiota intestinal,
predisponiendo a la diabetes tipo 2 y a la obesidad).

Esta conexión bidireccional entre el cerebro y nuestra microbiota se da mediante tres vías:

Mediante el nervio vago, mediante vías sistémicas (activando hormonas, sintetizando


neurotransmisores, liberando metabolitos, etc.) y mediante sistema inmunológico: se producen
citocinas con un efecto u otro.

El estado de nuestra microbiota también afecta al eje hipotálamo-pituitario-adrenal que regula


la liberación de cortisol.

¿Porqué de los probióticos? ¿Qué son los probióticos? ¿Para qué sirven y cómo tomarlos?

Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando se toman en las cantidades adecuadas,
confieren un beneficio. Normalmente, se trata de bacterias como lactobacilos y bifidobacterias.

Los probióticos sirven como adyuvante a distintos tratamientos y trastornos. Uno de los usos
principales de los probióticos es mejorar la salud digestiva y restaurar el equilibrio del microbiota
intestinal. Además, también son útiles para contrarrestar las disbiosis en el tracto genitourinario,
por lo que pueden modular la respuesta del sistema inmunitario o como apoyo durante períodos
de estrés.
Reconociendo la relación existente entre la microbiota intestinal y el cerebro, (eje intestino-
cerebro), ciertas cepas específicas pueden ayudar a modular esta comunicación, es lo que se
conoce como psicobióticos. Los psicobióticos son organismos vivos que cuando se consumen en
cantidades adecuadas pueden ayudar a mejorar la salud mental, ya que modifican la
composición y las funciones de la microbiota intestinal, podrían ayudar a reducir la secreción de
cortisol, disminuyendo el estrés y la ansiedad, mejorar la vitalidad y a reducir la fatiga y neblina
mental en personas estresadas, ayudar a que nuestro intestino produzca serotonina, dopamina,
noradrenalina y GABA.

No solo existe este eje, se comienza a hablar del eje intestino-piel, intestino-hígado, etc. Por lo
que la modulación de la microbiota intestinal se plantea como un abordaje interesante en
trastornos que no tienen que ver con el sistema digestivo.

El uso de probióticos es de gran utilidad en diferentes trastornos donde la alteración de la


microbiota está implicada.
BOMBA DIAMAGNÉTICA TERÁPICA CTU MEGA 20

Es una de las tecnologías más potentes y novedosas que existen hoy en el mercado sanitario, es
un equipo que marca la diferencia en el mundo de la rehabilitación y la fisioterapia. El
Diamagnetismo no se había podido lograr antes en la medicina hasta la creación de este equipo,
con el que se pueden lograr, tratamientos personalizados, totalmente inocuos, no dolorosos y
no ionizantes. Nos encontramos ante un equipo con una tecnología innovadora, que une el
efecto del campo magnético de alta intensidad con la radiofrecuencia, proporcionando el
«Efecto Diamagnético»

¿QUÉ ES LA DIAMAGNETOTERAPIA?

La diamagnetoterapia debe su nombre a los mecanismos de repulsión generados en los tejidos


biológicos sometidos a la fuerza de un campo magnético a muy alta intensidad. Esta terapia
permite activar mecanismos específicos de acción celular e inducir respuestas fisiológicas
positivas en numerosas patologías del sistema músculo esquelético y tejido nervioso, reduciendo
sensiblemente los tiempos de tratamiento y mejorando la calidad de vida de los pacientes. Los
tratamientos de diamagnetoterapia están indicados para la terapia del dolor y constituyen un
instrumento indispensable en la prevención y cura de patologías reumáticas.

¿CÓMO TRABAJA LA DIAMAGNETOTERAPIA?

Se trabaja mediante cuatros mecanismos de acción que provocan varios cambios fisiológicos en
nuestro organismo:

1. Permite hacer desplazamientos de líquidos extra e intracelulares sin necesidad incluso, de


tener contacto con el paciente. Favoreciendo la resolución de edema de una forma muy eficaz y
logrando un equilibrio homeostático y tratar toda clase de edemas, incluyendo el edemas óseos.

2. Lograr una nueva forma de Neuromodular el dolor por sobresaturación de las fibras
amielínicas. Muy eficaz para los dolores agudos y crónicos.

3. Estimulación endógena: Logra regenerar los potenciales de membrana de cada tejido, para
su adecuado restablecimiento, acción no lograda anteriormente por ningún equipo de
rehabilitación. Por tanto, la capacidad de regeneración de tejido es muy alta, de cualquier tipo
de tejido, hueso, músculo, tendón, cartílago, nervio, piel, encía, etc.

4. Lograr hacer implantes moleculares, con la consiguiente administración de medicamentos a


una profundidad de hasta 7 cm. Forma más eficaz y homogénea de la que existe hasta el
momento.

Esta Bomba Diamagnética tiene añadido, además, una Diatermia que potencializa su efecto y a
la vez hace que el efecto de la Diatermia no se agote como suele suceder en los tratamientos
habituales. Consigue un efecto push&pull de los líquidos, tremendamente beneficioso para la
recuperación de cualquier lesión y/o patología.

CAMPOS DE APLICACIÓN

Resumo, solo algunas de las aplicaciones de esta tecnología:


Lesiones Deportivas Y Traumáticas: Espectacular en cualquier tipo de lesión deportiva
convencional, esguinces, roturas de fibras, contusiones, edema óseo, etc.…, acortando mucho
los tiempos de recuperación y mejorando mucho la calidad de las mismas. Con una exponencial
disminución en las recidivas.

Lesiones Ortopédicas Y Degenerativas: Resultados muy potentes, con hernias discales en fase
preoperatoria, en estenosis del canal, en problemas degenerativos, calcificaciones, tendinosis,
patología general de espalda.

Recuperación Y Tratamientos Post Quirúrgicos: Al ser un tratamiento indoloro y que no necesita


estar en contacto con la piel, se puede aplicar desde el primer minuto después de la cirugía.
Además, no necesita contacto con la piel, por lo que, se puede aplicar con escayolas, vendajes,
férulas. Sumando su alta capacidad de bajar la inflamación, refrigerar la zona de cirugía y
regenerar todos los tejidos dañados en la misma. Convierte la diamagnetoterapia en la mejor
opción para acortar drásticamente los períodos de recuperación postquirúrgicos y mejorar la
calidad de dicha recuperación. El dolor disminuye y la movilidad aumenta desde las primeras
sesiones.

Lesiones Neurológicas: Es un área donde se están encontrando grandes avances, sometidos a


estudios, con resultados preliminares tremendamente esperanzadores. Patologías, como
cefaleas, migrañas, Ictus, Autismo, Parkinson, Pakinson Plus, Alzheimer, Parálisis cerebral infantil,
etc…. Obtienen grandes mejorías después de aplicaciones transcraneales con
diamagnetoterapia.

Tratamiento De Lesiones De Suelo Pélvico: Otro campo en el que la diamagnetoterapia ha


mostrado una muy alta eficacia. Diástasis de los retos del abdomen, prolapsos, cicatrices,
mastitis, etc.… pueden verse tremendamente mejorados por la aplicación del diamagnetismo.

Problemas Vasculares Y Linfáticos: Espectacular influencia sobre los linfedemas y problemas


vasculares. En combinación con la diatermia, es una opción de elección para el tratamiento de
los lipedemas y trastornos vasculares.

Dermatología Y Lesiones De La Piel: Muy eficaz ante heridas abiertas, cicatrices, úlceras, escaras
etc.…Gran capacidad de regeneración y rejuvenecimiento de la piel.

Medicina Estética Y Recuperaciones De Cirugía Estética: Las aplicaciones en medicina estética


son muchas, debido a la capacidad de reabsorción de líquidos, el aumento del metabolismo de
los tejidos y su capacidad de regeneración de la piel. Espectacular disminución de los tiempos
de recuperación en las cirugías estéticas. Abdominoplastias, liposucciones, etc. Además de
mejorar la sintomatología durante dicha recuperación, tanto el dolor como la movilidad.

Odontología: Acelerando la regeneración de tejido después de cualquier implante dental,


disminuyendo dolor e inflamación de este proceso, mejorando la patologías de atm y dolores
dentarios

Evolución Post-trauma: La diamagnetoterapia es aplicable ya en el inmediato post trauma en


fase aguda permitiendo la rápida estabilización de los tejidos y la aceleración de los procesos de
reparación.

Efecto «PUSH and PULL»: Combinación de Diamagnetoterapia + Diatermia:


Para las patologías inflamatorias la CTU-Mega 20 prevé una técnica particular de trabajo que
combina contemporáneamente la actividad de la diamagnetoterapia con la de la diatermia,
efecto denominado push and pull.

En condiciones operativas normales el movimiento de líquidos inducido solamente por efecto


diatérmico sufre una interrupción. De hecho, seguidamente a la infiltración sanguínea el
importante acúmulo de líquidos que antes tenía lugar, deja de aumentar causando equilibrios
de presión que se instauran a nivel de matriz celular debido al límite físico de reclusión de los
compartimientos exteriores. Para mantener activos los efectos anti-inflamatorios y
regenerativos de los tejidos viene utilizada la superposición de diatermia y diamagnetoterapia.
Con esta técnica, la fuerza repulsiva generada por los campos magnéticos potencia el efecto de
drenaje y la acción anti-inflamatoria, induciendo el movimiento de líquidos y su eliminación de
los tejidos con vasodilatación.

Con la introducción de la diatermia en modalidad capacitiva/resistiva, el dispositivo


automáticamente activa un sistema de monitoreo de las variaciones de impedancia del tejido
que permite verificar en tiempo real el beneficio obtenido durante la terapia. Por otra parte el
uso de la doble placa neutra facilita el tratamiento en grandes superficies corporales
garantizando equilibrio y uniformidad energética. Esta actividad permite reducir el tiempo de
tratamiento y acelerar los beneficios.

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