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ACCION PAULIANA, ACCION OBLICUA, ACTO DE SIMULACION

NOMBRE.-ROGELIO VAZQUEZ GOMEZ

ESCUELA.-FACULTAD DE DERECHO I. E, D. E. P. G. D. O.

MATRICULA.-22CL00985

DOCENTE.-ABOGADA DIANA PERSINO DIAZ

MATERIA.-DERECHO CIVIL III

FECHA.-18 DE FEBRERO DEL 2024.


ACCION PAULIANA O REVOCATORIA:

La acción pauliana o revocatoria, es un mecanismo de defensa de los acreedores, dentro


del derecho de obligaciones, mediante el cual éstos pueden solicitar la revocación de actos
realizados por el deudor en su perjuicio. Para poder ejercer la acción pauliana, el deudor
tiene que estar en estado de insolvencia, pues de lo contrario, este puede disponer de sus
bienes a su antojo, siempre que conserve la capacidad de honrar las obligaciones que ha
contraído. Por ejemplo, en caso que un deudor insolvente, con el objetivo de no perder sus
bienes, los vende a una tercera persona por una suma muy inferior al valor real de ellos.
Debido a esta venta, el patrimonio del deudor insolvente se reduce considerablemente,
perjudicando a los acreedores. Bajo esta situación, los acreedores pueden ejercer la acción
pauliana y pedir que el bien vendido regrese al patrimonio del deudor.

ACCION OBLICUA

Jur. En grado de apelación, cuando el deudor, cuya acción fue intentada


oblícuamente por los causahabientes de su acreedor, procede fraudulentamente,
éstos dejan de ser representados por él. El deudor se había confabulado con su
contraparte y había asumido el papel de tercero para impugnar por tercería el fallo
recaído a su propio favor. No. 1, Pr., Feb. 1999, B. J. 1059. La acción oblícua, también
denominada acción indirecta o acción subrogatoria, es la que se acuerda al acreedor
para ejercer las mismas acciones que competen a su deudor negligente, con
excepción de aquellos derechos que son inherentes a la persona. No. 22, Ter., Jun.
1999, B.J. 1063. Los acreedores no tienen derecho a ejercer los derechos y acciones de
su deudor cuando éste ha hecho las diligencias necesarias para ejercerlos por sí solo.
Esta acción se abre solamente cuando el deudor se niega, abandona o evade ejercer
los derechos de que se beneficiaría su patrimonio. No procede la demanda en
partición intentada por el acreedor de un coheredero cuando ha sido firmado un acto
de partición amigable. No. 52, Pr., Dic. 2011, B. J. 1213.

ACTO DE SIMULACION

Los actos jurídicos simulados son aquellos en los que se aparenta una declaración de voluntad
o la celebración de un acuerdo de voluntades cuya intención es no efectuar acto alguno o realizar
otro acto.

Los supuestos de simulación representan, al menos en su mayoría, la hipótesis más característica


de desacuerdo o discrepancia entre la voluntad de negociar con la declaración real o efectiva.
En ocasiones, ante la necesidad de tratar de evitar la curiosidad ajena en la forma de hacer
negocios o para ofrecer una garantía complementaria a los acreedores o aparentar una situación
económica modesta o una de mayor capacidad económica, se incurre en la celebración de actos
jurídicos simulados.

También, se puede acordar el pacto o acuerdo simulatorio para realizar un negocio prohibido a
través de otro formalmente permitido; es decir, un negocio ilícito protegido por uno lícito.

La palabra simulación, del latín simulare, significa imitar y representar lo que no es; en el lenguaje
ordinario equivale a presentar de manera engañosa una cosa, como si en verdad existiera como
tal, aunque en la realidad no sea así, es decir, se aparenta lo que no existe.

De ahí que el Código Civil de 1884, en su artículo 1685 estableció que es simulado el acto o el
contrato en que las partes declaran o confiesan falsamente lo que en realidad no ha pasado o
no se ha convenido entre ellas. Esta misma definición permanece en el actual Código Civil
Federal (CCF), en su artículo 2180.

Así, la palabra "falsamente" empleada en los códigos antes citados significa falta de conformidad
entre la realidad y la apariencia. En la simulación, la intención de las partes es no efectuar acto
alguno o realizar otro acto.

Entonces, un acto simulado es el que tiene una apariencia contraria a la realidad o porque no
existe en absoluto o porque es distinto de como aparece.

Causas de la simulación
Las causas que originan la simulación son por dos motivos básicos: los lícitos y los ilícitos.
Los motivos lícitos están relacionados con aspectos de orden moral, tales como evitar
diferencias o conflictos con personas que se juzgan con derecho a idéntico beneficio, evitar
indiscreciones o que el público se ponga al corriente de sus negocios, o bien, por interés de
conservar en el anonimato los beneficios que se obtienen.
Respecto a los motivos ilícitos, surgen en la mayoría de las simulaciones que son
fraudulentas, esto es, se practican en perjuicio de terceros.

Elementos de la simulación
La simulación se caracteriza por los elementos siguientes:
1. Un desacuerdo intencional y consciente entre la voluntad real y la declarada por las
partes, las cuales sólo quieren hacer aparecer el acto pero no tienen la intención de que
se haga realidad; por eso, emiten una declaración disconforme con su voluntad.
2. La intención de engañar a terceros, debido a que los que simulan pretenden que a los ojos
de los demás aparezca formada una relación que en realidad no debe existir, pero de la
cual se quiere mostrar una exterioridad engañadora mediante una declaración que carece
de voluntad. Se trata de una declaración pasajera, vacía, ficticia y que no representa una
voluntad real; por ello, las partes recurren a este artificio para hacer creer la existencia de
un acto no real o la naturaleza distinta de un acto realizado seriamente.
Cabe destacar que la simulación sólo es posible a través de un contrato, convenio o un acto
que utiliza a terceras personas, porque se supone una mentira concertada entre varias.

Modalidades de la simulación
En su libro Teoría general de las obligaciones, Manuel Borja Soriano clasifica a la simulación
en tres modalidades: absoluta, relativa y por interposición de persona.
En términos del artículo 2181 del CCF, la simulación sólo puede ser absoluta o relativa; es
absoluta cuando el acto simulado nada tiene de real, y es relativa cuando aún acto jurídico se
le da una falsa apariencia que oculta su verdadero carácter.

Simulación absoluta
La simulación absoluta es cuando el acto simulado no es real, y es el medio más frecuente a
que acuden los deudores para hacerse insolventes en apariencia y no cumplir con sus
obligaciones; ejemplo de ello es cuando una persona que pretende engañar a sus acreedores
simula enajenar sus bienes a otros, a fin de impedir que cobren sus créditos; pero en realidad
no se transfiere nada y lo único que se busca es aparentar la celebración de dicho acto, pues
ni la transferencia del bien ni el pago del precio se han concretado.

REFERENCIAS:
V/lex información jurídica inteligente México +52 (55) 416 971 36
Núm. 497, Febrero 2008

Headrick, W. C., Piña


Rodriguez, C. A., Piña
Fernández, S. S., & Roa
Gerónimo, C. R., (n. d.).
ACCION OBLICUA.
Retrieved from http://biblioteca.enj.org/handle/123456789/80472

Recuperado el día 18 de febrero del 2024 de:

https://vlex.com.mx/vid/simulacion-juridicos-consecuencias-56547913
https://biblioteca.enj.org/handle/123456789/80472#:~:text=La%20acci%C3%B3n%20obl
%C3%ADcua%2C%20tambi%C3%A9n%20denominada,son%20inherentes%20a%20la%2
0persona

https://repositorio.unicartagena.edu.co/handle/11227/2408

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