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QUE ES LA CONTRAESCRITURA
SIMULACION Y CONTRAESCRITURA
La simulación es la operación por la cual se crea una situación jurídica aparente que
difiere de la situación jurídica verdadera. Se trata así de ocultar la verdadera situación
jurídica tras la fachada de una situación aparente.
Una noción tan amplia de la simulación rebasa el marco de los actos jurídicos
patrimoniales: unas personas que viven en concubinato y se crean la posesión de estado
de conyugues, se entregan a una simulación lato sensu. Pero generalmente se reserva el
nombre de simulación para la creación de una apariencia en el ámbito de las
obligaciones. Supóngase dos contratantes que quieren ocultar la convención real que
concluyen; y que, para lograrlo, la disimulan tras una convención puramente aparente.
Se dice entonces que existe una contra escritura. La contraescritura designa el contrato
verdadero que disimula el acto ostensible o acto aparente; el verdadero contrato va
“contra la escritura” de la convención aparente.
Pueden presentarse varias situaciones: el acto aparente será en unos casos un acto
ficticio; en otros, un acto disfrazado; o también, un acto que incluya interposición de
personas.
Esta corriente ha sido sostenida por la doctrina tradicional que considera a la simulación
como un caso de divergencia entre la voluntad y su declaración, por considerar que los
simulantes hacen una declaración de voluntad que no coincide con su real querer
interno. Existe una diversidad de juristas que hasta la actualidad se inclinan por esta
doctrina así al referir a la simulación expresa que hay simulación de negocio cuando, de
común acuerdo, las partes entre sí -o, si aquél es unilateral, de acuerdo al declarante con
el destinatario- emiten una declaración (o declaraciones) no coincidente con la voluntad
interna, con el fin de engañar a terceros.
La simulación ofrece el espectáculo de que las partes emiten una declaración una
contradeclaración dentro del mismo negocio, de suerte que ambas se neutralizan
recíprocamente. No debe creerse que existan dos negocios que se excluyen
sucesivamente. En el elemento de la declaración esta contenida también la
contradeclaración -aunque se fije posteriormente por escrito- y la una se neutraliza por
la otra; de modo que el negocio en conjunto conduce a un efecto nulo, puesto que va al
resultado dinámico que se deriva de la totalidad de las declaraciones que comprende
Cuando el acto jurídico simulado es lícito puede generar plenos efectos frente a terceros,
mas no así entre las partes. La simulación que tiene como fin engañar a los terceros o es
contrario a las normas imperativas, al orden público o a las buenas costumbres es
reprobado por el derecho, por tanto, su eficacia se verá oponible, de ello nos
ocuparemos a continuación.
Existe el principio jurídico res iter alios acta, es decir, que los actos jurídicos sólo
producen efectos en quienes lo concluyen; sin embargo tal aseveración no es tan rigida,
tratándose de los actos jurídicos simulados. En ese sentido se entiende por terceros
aquellos que no han tenido participación en la celebración del acto jurídico, ni por sí ni
mediante representante; y, por consiguiente, no pueden gozar ni sufrir sus efectos.
Ahora bien, en el tema de los terceros en materia de simulación serán únicamente los
que tengan un derecho bien legal, bien contractual.
Los terceros pueden ser absolutos y relativos. Es tercero absoluto quien no tiene
ninguna relación jurídica con cualquiera de las partes. Es tercero relativo, son aquellos
ajenos a las partes del acto jurídico, pero que pueden ser alcanzados, positivamente o
negativamente, por sus efectos.
ACUERDO ESTIMULATORIO.
SIMULACION LICIT.
SIMULACION ILICITA.
La simulación es ilícita, maliciosa, cuando tiene por fin perjudicar a terceros u ocultar la
transgresión de normas imperativas, el orden público o las buenas costumbres,
verbigracia un deudor simula enajenar sus bienes a fin de sustraer de la obligación de
sus acreedores.
El acto simulado es un negocio ficticio querido y realizado por las partes para engañar a
terceros, pero no para que produzca efectos entre ellas. Los otorgantes quieren la
declaración pero su contenido, por lo que no pueden exigir su cumplimiento. Es decir, el
acto simulado no produce ningún efecto entre las partes, por la razón de que no es
efectivamente sino sólo fingidamente querido. Este es el fundamento de la nulidad inter
partes del acto jurídico que adolece de simulación absoluta. al referir que la simulación
absoluta requiere necesariamente de un pronunciamiento jurisdiccional, mediante una
sentencia.
Este negocio simulado tendrá efectos entre las partes, siempre que concurran los
requisitos de validez y no perjudique el derecho del tercero. Así, el negocio jurídico
disimulado (oculto y real) vincula efectivamente a las partes siempre y cuando
concurran sus requisitos de validez. Además, el negocio jurídico disimulado no debe
afectar el derecho del tercero. Aquí se tutela el interés de los terceros en hacer
prevalecer la realidad (negocio disimulado) sobre la aparencia (negocio simulado). Es
irrelevante si el negocio simuado (aparente y fingido) no reúne los requisitos de validez
c) Si los acreedores del enajenante son anteriores a la simulación y los del
propietario aparente son posterioriores, se da preferencia a las víctimas de la simulación
sobre los acreedores del propietario aparente. Esto aún cuando hayan inciado de buena
fe la ejecución forzada , sucumben en el conflicto con los acreedores del simulante
enajente, cuyo crédito es anterior al acto simulado.
Del concepto del artículo se puede apreciar que un sujeto transfiere los bienes a otro
pero no en propiedad, para que posteriormente puedan ser restituidos; además, que es un
hecho real, las partes desean lo que realmente han declarado; quieren el que acto surta
todos sus efectos; mientras quen la simulación se aparenta transferir en forma difinitiva
el derecho de propiedad; sin embargo, los simulantes quieren el acto pero no los efectos.
El dolo es el engaño que utiliza una de las partes o un tercero para inducir a otro a
celebrar un acto jurídico. En cambio en la simulación las partes se ponen de acuerdo
para llevar a cabo un acto. La simulación puede ser lícita, en cambio el dolo siemptre
será ilícito.