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Doctor:

Jaime Reyes
Fiscal 83 seccional de Bogotá.
Unidad de fe pública y orden económico.
E. S. D.

Ref: noticia criminal No 110016000050202369817.

GERMAN EDUARDO GOMEZ REMOLINA, actuando en mi calidad de apoderado


de víctimas al señor fiscal con el acostumbrado respeto por medio del presente
escrito, le solicito desarchivar el proceso de la referencia de acuerdo a los siguientes
argumentos:

PRIMERO- La anterior denuncia que fuera presentada a inicios del año pasado le
correspondió a la fiscalía 80 seccional especializada a cargo del doctor Nelson
Abraham Cárdenas Estrada, ante quien solicité una cita para ver los avances del
proceso y el gentilmente respondió el 22 de junio de 2023 que nuestro proceso se
encontraba en el lugar 1109 de acuerdo al orden interno de llegada para el impulso
procesal dentro de los 1856 procesos que tenía el despacho y él estaba recién
designado y no tenía ni policía judicial ni asistente en el despacho en ese momentos
advirtiéndonos el distinguido fiscal, que en ese momento estaba en la noticia
criminal número 375 y que por tanto “ este despacho en cumplimiento a la ley y
a la constitución, realiza el impulso de cada caso en el orden cronológico que
designa dicho sistema a cada uno de ellas” más adelante nos dice el fiscal que
el investigador que no se tenía en el momento ya fue designado la semana anterior
y está recibiendo las noticias criminales de los casos que se están impulsando y
una vez se llegue a nuestro turno se dará lectura de la noticia criminal y se procederá
a realizar el programa metodológico de la investigación y se impartirán las órdenes
de policía judicial a que haya lugar termina solicitándonos la comprensión por la
mora judicial que se presenta debido al cúmulo de procesos asignados y la ausencia
del personal adecuado.

SEGUNDO- El día 30 de agosto de 2023 el distinguido señor fiscal 80 seccional


especializado me informa que envió la carpeta al fiscal de conocimiento debido a la
parametrización en el sistema Spoa la unidad de fe pública y orden económico, se
remite asignación de fiscalías destacadas de conocimiento de intervención tardía
para la fecha de los hechos en atención a las resoluciones 1193 del 21 de junio del
2018 y 003461 del 15 de noviembre del 2022 dejando la siguiente constancia “los
tres documentos anexos de los correos recibidos el día 24 y 28 de agosto de
2023 al igual que el acta de no realización de la audiencia fueron subidos a la
carpeta digital por lo cual se recomienda establecer contacto con la fiscalía
238 seccional para lo de su cargo”.

TERCERO- Acudí al despacho de la señora Fiscal 238 seccional de Bogotá para


que se iniciarán las correspondientes actividades procesales y ella me manifestó
que había devuelto la carpeta toda vez que ella no se encargaba de las denuncias
presentadas en el año 2022. Que la carpeta se encontraba en asignaciones para un
nuevo reparto.

CUARTO- En el mes de noviembre de 2022 fue enviada la carpeta a la fiscalía 83


seccional de Bogotá a cargo del señor doctor Jaime Reyes, quien de manera
inesperada da muerte súbita a la denuncia presentada alegando una atipicidad de
los hechos denunciados, sin haber realizado un estudio dogmático sobre los
elementos estructurales del tipo penal de fraude procesal, en su tipicidad objetiva,
pero además distorsionando lo contenido en la denuncia, utilizando un lenguaje
infame e injurioso frente a la persona que presentó la denuncia lo que me lleva a
pensar en que podemos estar frente a una, posible decisión amañada, porque no
es otra la interpretación o la inferencia a la que se puede llegar debido a la rapidez
con la que actuó esta fiscalía, cuando este sujeto procesal o interviniente especial
en el proceso llevaba casi un año solicitando, hablar con los fiscales, para realizar
el plan metodológico a desarrollar, yo elevé una denuncia penal ante la Fiscalía
General de la Nación en donde se supone que se está ante juristas, ante personas
preparadas en el derecho, no ante un grosero o un patán que viene a maltratar la
reputación de la persona que por más de 40 años que he estado en el ejercicio del
litigio profesional en materia penal, no puedo admitir esa clase de lenguaje utilizado
por este Fiscal, porque atenta contra mi reputación ganada con mucho esfuerzo y
sobre todo en el transcurso del tiempo para que como lo dije de manera infame este
fiscal, si usted señor fiscal, venga a maltratarme de esta manera tan grotesca a
quien por más de 35 años a detentado la cátedra de derecho penal en distintas
universidades dentro y fuera del país, usted me debe una disculpa porque su
respuesta es injuriosa, porque me coloca en el plano de un neófito en el derecho
penal, pero además me coloca como, un mentiroso y un falsario qué busca sólo
revivir unos términos ya precluidos en otras jurisdicciones no, se lo voy a admitir a
usted ni a nadie Y acudiré a las instancias necesarias para que se respete mi
trayectoria, para que se respete la debida actuación que durante cuatro décadas he
tenido en el desarrollo de mi profesión como abogado penalista, consulte mis
antecedentes disciplinarios o penales si me han sancionado en estas instancias
NUNCA.

Paso a continuación a dar respuesta puntual a mi solicitud como le reitero muy


respetuosa de desarchivar la presente investigación en los siguientes términos:

FUNDAMENOS DE LA PRESENTE SOLICITUD DE DESARCHIVO.

PRIMERO- En su relato inicial páginas 1 y 2 antes de llegar al título


FUNDAMENTOS y MOTIVACION, el señor Fiscal descontextualiza la denuncia por
mi presentada sin ni siquiera mencionar o hacer referencia al laudo arbitral proferido
dentro de la arbitramento de Bisonte Company SAS vs Grupo Ramos Charry SAS
que fue y es el arbitramento que verdaderamente tiene una relación directa entre
los hechos denunciados penalmente y el proceso ejecutivo que se ventila ante el
juzgado 27 civil del circuito con base en la cláusula penal, variando con ello no sólo
el curso de la presente investigación, sino el fundamento de la denuncia,
modificando la situación fáctica de manera injustificada y por consiguiente
enredando el objeto mismo de la presente investigación que en términos
elementales es supremamente claro.

SEGUNDO- Se fundamenta el despacho a su cargo en el artículo 250 de la


Constitución nacional y argumenta realizar un examen de legalidad sobre el asunto
según el despacho “antes de dar inicio a las labores investigativas o una vez
agotadas las mismas,” queda claro que aquí ni las unas ni las otras tuvieron lugar
y, lo anterior, según el fiscal para evitar que se congestione la actividad jurisdiccional
o se entorpezca la misma con temas que según su despacho carecen de elementos
mínimos necesarios para ser catalogados como delito, dice el señor fiscal, que no
nos encontramos frente a la ausencia, sino de los requisitos de forma exigidos por
el artículo 69 del código procedimiento penal si frente a la inexistencia de motivos o
circunstancias fácticas que no permiten la caracterización de la conducta narrada
como delito de conformidad según él al artículo 79 ibidem y por tal razón decide
archivar la actuación. FRENTE A ESTE AUGUNMENTO ESTE APODERADO
TIENE 2 OBSERVACIONES FUNDANENTALES:

Para poder dar aplicación al artículo 79 del código procedimiento penal el fiscal tiene
el deber según el mismo artículo de CONSTATAR:

a- Si los hechos existieron.


b- Determinar si hay motivos o circunstancias que permitan caracterizarlos
como delitos.

Esta facultad Juridicente que le quedó a la Fiscalía General de la Nación después


del cambio del sistema de la ley 600 por la 906 recibió su apoyo constitucional en
sentencia C-1154 de 2005 EN LA CUAL SE ESTABLECEN ESTOS DOS DEBERES
INELUDIBLES QUE TIENE LA FISCALÍA PARA PODER ARCHIVAR UN
PROCESO.

Aquí la fiscalía no realizó ninguna constatación para inicialmente saber si los hechos
existieron o no, lo que ya implicaría un problema, este sí, de legalidad, porque de
acuerdo a la estructura procesal se debe realizar un plan metodológico con el
propósito de determinar si los hechos existieron, es decir, si tuvieron ocurrencia o
no en el mundo de los fenómenos en el mundo real, pero aquí el señor fiscal no
desarrolló ninguna investigación, ni constatación, si no constató, como
efectivamente no lo hizo, no podía o por lo menos en forma legal venir a decir que
los hechos denunciados no constituye delito o delitos, como puede arribar a
semejante conclusión sin verificar absolutamente nada, y nos dice: “… lo que es
imposible hacer frente a hechos que abiertamente no corresponden a las
estructuras del tipo penal como en el presente caso” en este punto vale la pena
preguntarse a qué clase de estructuras se refiere el señor Fiscal? A las
ESTRUCTURTAS LOGICO-OBJETIVAS DE HANS WELSEL o a qué otras, al no
definirlas no alcanzan hacer ni siquiera una especulación.
El enredo o confusión que ha hecho el señor fiscal para archivar el presente asunto
es monumental, piénsese que en primer lugar, el tribunal de arbitramento iniciado
por Bisonte vs Oro Campo no tiene ningún nexo de causalidad o relación directa
con el fraude procesal denunciado, en segundo lugar, quiero manifestarle al señor
Fiscal que en ese proceso arbitral que él refiere si se contestó demanda se
presentaron excepciones, pero el procedimiento arbitral no se pudo continuar por
cuanto BISONTE, estando obligado a hacerlo, no consignó la parte de los
honorarios que le correspondía. Pero lo que deliberadamente el fiscal olvida o no
tiene en cuenta y mucho menos VALORA es que la sociedad Bisonte ocultó el laudo
arbitral proveniente del proceso arbitral de BISONTE COMPANY SAS vs GRUPO
RAMOS CHARRY SAS, que tan pronto se enteró ORO CAMPO de manera
inmediata se lo hizo llegar al juzgado por medio del mecanismo procesal de la
sentencia anticipada, solicitándole al juzgado 27 civil del circuito revocar el
mandamiento de pago fraudulentamente logrado, si el juez de manera deliberada o
no, omite cumplir su deber, ese hecho no hace que desaparezca el fraude procesal,
podría implicar responsabilidades tanto disciplinarias y o penales al funcionario,
pero el delito de fraude procesal continúa incólume, al confundir dos arbitramentos
totalmente diferentes, el señor Fiscal deja al descubierto su profundo y total
desconocimiento de la denuncia presentada para su trámite, toda vez, que en ese
arbitramento señalado por el señor fiscal era totalmente imposible a ese tribunal
pronunciarse sobre esos aspectos, toda vez, que habían cesado sus funciones por
el no pago de los honorarios que le correspondían a la parte BISONTE COMPANY
SAS.

Nos dice el fiscal: “ Pero precisamente es evidente que aquí no sucedió eso, lo
que se observa es el despliegue de diferentes mecanismos paralelos al
proceso original donde se pretermitieron las discusiones propias, se
presentaron en forma inadecuada o fueron objeto de valoraciones diferente al
sentir del denunciante obteniendo resultados adversos a sus intereses
optando ahora como mecanismo sustituto y desesperado como la denuncia
penal,” es de aclararle, al señor Fiscal que, la denuncia no tuvo ni ha tenido como
objeto someter a su consideración, el proceso ejecutivo, pues su trámite sigue
siendo conocido por la jurisdicción civil, lo que se pone en conocimiento de la fiscalía
a través de la denuncia presentada fue un delito cometido, al inicio y en el trámite
del proceso civil, situación por completo diferente y que sí es de conocimiento
exclusivo de la fiscalía, es aquí, precisamente en donde su discusión por cierto no
jurídica se convierte en manifestaciones ramplonas no propias de la investidura que
posee, como viene a decir que esa denuncia es la manifestación sustitutiva o
desesperada ante resultados adversos en otras jurisdicciones, nada más mezquino
que eso, cuando lo que se nota este si, es un actuar desesperado y ultrarrápido
para terminar con este asunto que hasta ahora empezamos y del cual NO HIZO
NINGUNA CONSTATACION. Si es falso lo que estoy afirmando en este momento
entonces dígame señor Fiscal que actuaciones de constatación de verificación
realizó usted para tan siquiera establecer la existencia de los hechos.
Lo que el señor Fiscal no entendió o no quiso entender la denuncia presentada, es
que usted señor Fiscal hace referencia a un arbitramento que nada tiene que ver
con el fraude procesal denunciado, como de manera lógica o legal puede llegar a
concluir que la denuncia lo que busca a toda costa es revivir un debate ya Juzgado.

Dice la fiscalía: “ Ahora bien y una vez estudiada la denuncia lo que se observa
es una inconformidad con el resultado dentro de un tribunal de arbitramento
que al parecer fue controvertida debidamente habida cuenta que se
presentaron todas las garantías del mismo continuando dicha inconformidad
desconociendo si también se informó al tribunal sobre la existencia de las
falencias que ahora depreca el quejoso misma y su origen así como el
respaldo probatorio de dichas afirmaciones o en su defecto que no sea tenido
en cuenta” lo aquí afirmado por la fiscalía es FALSO por cuanto Oro Campo carecía
de legitimación en la causa al no haber sido convocada al proceso arbitral entre
BISONTE COMPANY SAS vs GRUPO RAMOS CHARRY qué es precisamente su
laudo arbitral el que se OCULTÓ hecho que da origen a presentar la denuncia por
fraude procesal al inicio del proceso ejecutivo. Pero es más, en el arbitramento entre
Bisonte Vs Oro Campo al que insistente e injustificadamente hace referencia en la
orden de archivo, por razones lógicas Oro Campo tampoco podía haber realizado
esta manifestación, por cuanto Bisonte mantuvo oculto el laudo arbitral.

Continúa la fiscalía: “ aquí no se vislumbra una manipulación o falsedad en los


hechos objeto del proceso que motivaron el mismo y menos un fraude
procesal engaños al tribunal de arbitramento aquí lo que se observa es una
verdadera actuación surgida dentro de un devenir procesal propio y la cual
resulta materializada de una manera jurídica que no le es dable cuestionar ni
debatir a la Fiscalía al de la nación porque no es instancia de dicho
despacho,…” nótese señor Fiscal como usted de manera equivocada hace una
afirmación jamás denunciada aduciendo que no hubo ningún fraude procesal o
ninguna falsedad en el tribunal de arbitramento, no fue en el tribunal de arbitramento
donde se cometió el fraude procesal denunciado y objeto de este proceso, fue en el
juzgado 27 civil del circuito dentro de un proceso ejecutivo de la sociedad Bisonte
Company SAS vs ORO CAMPO SA CON EL CUAL SE HAN GENERADO
MÚLTIPLES PERJUICIOS EN EL ORDEN ECONÓMICO A DICHA SOCIEDAD AL
PUNTO DE TENERLA HOY ILIQUIDA AL TENER SUS CUENTAS EMBARGADAS
PRODUCTO DE UN MANDAMIENTO EJECUTIVO EMITIDO POR LA SEÑORA
JUEZ 27 CIVIL DEL CIRCUITO DE BOGOTA INDUCIDA EN ERROR TODA VEZ
QUE BISONTE COMPANY SAS SE PRESENTA COMO UNA PARTE CUMPLIDA
SIN SERLO Y MÁS GRAVE, OCULTANDO Y CONTRARIANDO LA VERDAD
JUDICIAL DECLARADA Y EN FIRME. Lo que observa este interviniente especial
sencillamente es que el señor Fiscal no leyó y mucho menos pudo entender la
denuncia presentada pues de manera atrevida hace afirmaciones que nunca se
sometieron a su consideración, pero además, altera por completo los hechos
denunciados situación que deviene en una ilegalidad que claramente podría rayar
en un acto delictuoso.
El señor fiscal nos manifiesta que existe reiterada jurisprudencia de la corte
constitucional en el sentido en que nuestro esquema de administración de justicia
se encuentra reglado Constitucional y legalmente por jurisdicción y competencias y
que le es prohibido al funcionario desbordar su competencia funcional y entrar a
fallar temas propios de otras jurisdicciones piénsese en la jurisdicción constitucional,
jurisdicción civil, jurisdicción comercial, jurisdicción laboral y jurisdicción penal
situaciones que quedan absolutamente claras desde los primeros años en nuestra
carrera de derecho, pero preocupa la postura de la fiscalía en el entendido que si
se comete un delito dentro de un proceso civil, laboral o contencioso administrativo,
entonces no le es dable a la fiscalía entrar a investigar tal situación porque según el
señor Fiscal estaríamos invadiendo jurisdicciones distintas, quedando a cargo del
juez natural la definición de lo punible o no esto si en contravía prácticamente de
nuestro Estado social de derecho, quedando vedado entonces la intervención penal
en caso de qué la conducta punible sea cometida en aquellos procesos y aquellas
jurisdicciones lo que no ha sido sostenido por ninguna alta corte en nuestro país.
Explíqueme entonces, señor Fiscal, por qué será que el código penal cogloba todo
el Complexo jurídico de nuestro país, esa es precisamente su función de proteger
unos bienes jurídicamente salvaguardados por la norma penal que abarcan toda la
complejidad jurídica del Estado

No entiendo como el señor Fiscal quiere incluir tanto mi comportamiento como la


denuncia presentada en esa costumbre inadecuada y lamentablemente difundida,
aquella de acudir a la denuncia penal cada vez que el trámite del proceso se niega,
irresponsable, claro qué sería gravísimo denunciar sin fundamento, porque sería
constitutiva de una conducta penal de una falsa denuncia e incluso de un fraude
procesal, pero a esa conclusión sólo se puede arribar cuando se distorsiona, cuando
se tuerce o cuando se falsean los hechos de la denuncia como usted señor Fiscal
los ha falseado en el presente proceso, y a éste punto sería legítimo preguntar quién
es el que ha actuado por fuera de la Constitución y la ley, el denunciante o usted
señor fiscal? La respuesta es igual de sencilla como es sencilla la denuncia el que
está por fuera de la Constitución y de la ley es usted señor fiscal.

Prosigue la Fiscalia: “ Consecuencia de lo anterior es que no puede pretenderse


que todo quien resulte perturbado, vencido o limitado en un proceso legal
pueda por esa sola y única situación endilgar a su contraparte incursión en
un delito de fraude procesal y elegir nuevamente debatir sus inquietudes en
la excepcional jurisdicción penal, puesto que con ello se menoscaba no sólo
la seguridad jurídica …” no es cierto lo que afirma el señor Fiscal, porque sería
desconocer, entre otras figuras, la acción de revisión Art 192 código de
procedimiento penal y el Art 354 recurso extraordinario de revisión del código
general del proceso y Art 355 numerales 2,3,4,5 y 6 ibidem.

Nos dice la Fiscalía: “ La atipicidad radica en que no se configuran los


elementos estructurales de tipo y que tampoco existe tal grado de lesividad
de la conducta presuntamente desplegada por la indiciada, como para decir
que se haya lesionado gravemente o se haya puesto en serio peligro el bien
jurídicamente tutelado por la norma penal: la eficaz y recta impartición de
justicia en el entendido que no se indujo en error con medio eficaz al
funcionario de conocimiento utilizando medios fraudulentos para conseguir
de él una decisión o fallo contrario a derecho, sino que simplemente se
presentaron una serie de hechos de manera formal con respaldo fáctico-
jurídico para su trámite procesal y valoración judicial, y el funcionario toma la
decisión que en derecho corresponda una vez agotado el contradictorio”. Aquí
entonces vemos como el señor fiscal desquicia la estructura de justicia en materia
penal, tanto sustantiva, como procedimental toda vez que en el análisis de la
supuesta atipicidad no hace ningún análisis de los elementos estructurales del tipo
penal del fraude procesal, se introduce en un campo que para él es vetado a nivel
constitucional, nos dijo la sentencia C-1154 del 15 de noviembre de 2005 MP dr
MANUEL JOSE CEPEDA ESPINOSA “3 algunos supuestos en que la fiscalía no
puede archivar las diligencias 6.4.4. Cuando se discute si existió o no lesión al
bien jurídico”, es decir, señor fiscal se abroga competencias exclusiva del juez es
decir, es juez y parte, sobre este aspecto de si existió o no lesión al bien jurídico nos
dijo nuestra honorable Corte Suprema de Justicia en sentencia de segunda
instancia radicado 37205 de fecha 21/09/2011 “ (…) 6. Algunos supuestos en los
que la fiscalía no puede archivar las diligencias

Teniendo como premisas básicas que la fiscalía no puede entrar hacer


consideraciones de carácter subjetivo a la hora de dar aplicación al artículo
79 de la ley 906 de 2004 y que toda medida que implique disposición de la
acción penal corre por cuenta de los jueces los siguientes constituyen
ejemplos ilustrativos de situaciones en las que la fiscalía no puede archivar
las diligencias:

6.1.3. Cuando se debate si se trata de autor o partícipe del hecho


punible;
(…)
6.4.4. Cuando se discute si existió o no lesión al bien jurídico”.

Se debe extraer de lo anterior que en todas aquellas oportunidades en donde exista


sobre aspectos subjetivos de la tipicidad, quien deberá resolver la misma será el
juez penal a través de la preclusión, la aprobación del principio de oportunidad o la
realización del juicio oral y no el fiscal a través del archivo de las diligencias,
institución que se limita a los eventos en que las circunstancias fácticas permitan
concluir la inexistencia del delito”.

Por último, el señor Fiscal considera que la decisión de archivar las diligencias no
lesiona el derecho fundamental de acceso a la administración de justicia por el
contrario contribuye a realizarlo de manera efectiva.

Considero señor fiscal que el no haber realizado un solo acto de investigación o de


constatación, sobre si el hecho existió o no, de haber realizado ninguna precisión
dogmática sobre los elementos estructurales del tipo penal de fraude procesal en
cuanto a su tipicidad objetiva, efectivamente sí le fueron violados derechos
fundamentales a mi patrocinada así:
Derecho al acceso a la Administración de Justicia.

De acuerdo a la Sentencia de la Corte Constitucional T-283 del año 2013:

“El derecho a la administración de justicia ha sido definido por la jurisprudencia


constitucional como la posibilidad reconocida a todas las personas residentes
en Colombia de poder acudir en condiciones de igualdad ante los jueces y
tribunales de justicia, para propugnar por la integridad del orden jurídico y por
la debida protección o el restablecimiento de sus derechos e intereses
legítimos, con estricta sujeción a los procedimientos previamente establecidos
y con plena observancia de las garantías sustanciales y procedimentales
previstas en las leyes. Aquella prerrogativa de la que gozan las personas,
naturales o jurídicas, de exigir justicia, impone a las autoridades públicas,
como titulares del poder coercitivo del Estado y garantes de todos los derechos
ciudadanos, distintas obligaciones para que dicho servicio público y derecho
sea real y efectivo. En general, las obligaciones que los estados tienen
respecto de sus habitantes pueden dividirse en tres categorías, a saber: las
obligaciones de respetar, de proteger y de realizar los derechos humanos. Con
base en esta clasificación, a continuación, se determinará el contenido del
derecho fundamental a la administración de justicia. En primer lugar, la
obligación de respetar el derecho a la administración de justicia implica el
compromiso del Estado de abstenerse de adoptar medidas que tengan por
resultado impedir o dificultar el acceso a la justicia o su realización. Asimismo,
conlleva el deber de inhibirse de tomar medidas discriminatorias, basadas en
criterios tales como el género, la nacionalidad y la casta. En segundo lugar, la
obligación de proteger requiere que el Estado adopte medidas para impedir
que terceros interfieran u obstaculicen el acceso a la administración de justicia
del titular del derecho. En tercer lugar, la obligación de realizar implica el deber
del Estado de (i) facilitar las condiciones para el disfrute del derecho y, (ii) hacer
efectivo el goce del derecho. Facilitar el derecho a la administración de justicia
conlleva la adopción de normas y medidas que garanticen que todas las
personas, sin distinción, tengan la posibilidad de ser parte en un proceso y de
utilizar los instrumentos que la normativa proporciona para formular sus
pretensiones.”

(…)

“Artículo 228 —La Administración de Justicia es función pública. Sus


decisiones son independientes. Las actuaciones serán públicas y
permanentes con las excepciones que establezca la ley y en ellas prevalecerá
el derecho sustancial.” El subrayado es mio.

Derecho al debido proceso

De acuerdo a la Sentencia Corte Constitucional T-051 del año 2016:

“La Corte Constitucional ha manifestado que el debido proceso


comprende: “a) El derecho a la jurisdicción, que a su vez implica los
derechos al libre e igualitario acceso ante los jueces y autoridades
administrativas, a obtener decisiones motivadas, a impugnar las
decisiones ante autoridades de jerarquía superior, y al cumplimiento de
lo decidido en el fallo. b) El derecho al juez natural, identificado este con
el funcionario que tiene la capacidad o aptitud legal para ejercer
jurisdicción en determinado proceso o actuación de acuerdo con la
naturaleza de los hechos, la calidad de las personas y la división del
trabajo establecida por la Constitución y la ley. c) El derecho a la defensa,
entendido como el empleo de todos los medios legítimos y adecuados
para ser oído y obtener una decisión favorable. De este derecho hacen
parte, el derecho al tiempo y a los medios adecuados para la preparación
de la defensa; los derechos a la asistencia de un abogado cuando se
requiera, a la igualdad ante la ley procesal, el derecho a la buena fe y a
la lealtad de todas las demás personas que intervienen en el proceso. d)
El derecho a un proceso público, desarrollado dentro de un tiempo
razonable, lo cual exige que el proceso o la actuación no se vea sometido
a dilaciones injustificadas o inexplicables. e) El derecho a la
independencia del juez, que solo tiene efectivo reconocimiento cuando
los servidores públicos a los cuales se confía la Constitución la tarea de
administrar justicia, ejercen funciones separadas de aquellas atribuidas
al ejecutivo y al legislativo. f) El derecho a la independencia e
imparcialidad del juez o funcionario, quienes siempre deberán decidir con
fundamento en los hechos, de acuerdo con los imperativos del orden
jurídico, sin designios anticipados ni prevenciones, presiones o
influencias ilícitas.”

Haber archivado como lo hizo el señor Fiscal de manera súbita y fulminante sin
realizar ningún acto de investigación o constatación coloca a mi patrocinada frente
a una vía de hecho protuberante y grosera, porque no sólo le fueron vulnerados
estos derechos fundamentales sino los inherentes a las víctimas dentro de las
investigaciones penales que tienen que ver con la verdad justicia y reparación.

Derechos de las víctimas, a la verdad, a la justicia y a la reparación.

Con relación a los derechos que tienen las víctimas dentro del proceso penal a la
verdad, a la justicia y a la reparación, fundamentaré este punto en la sentencia STP
9201 de 2021, proceso T116682 honorable magistrado ponente Jose Francisco
Acuña Vizcaya, fallo que considera este apoderado didáctico y pedagógico por
cuanto el honorable magistrado se dio a la tarea de verificar la linea jurisprudencial
que sobre el derecho de las víctimas ha realizado tanto la Corte Constitucional,
como la honorable Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia.

Se parte de los fundamentos constitucionales obrantes en los artículos 1, 2, 15, 21,


93, 229 y 250 de la carta política, y nos muestra cómo en los múltiples
pronunciamientos de nuestro tribunal constitucional ha perfilado y desarrollado los
principios protectores del derecho de las víctimas, fundamentados sobre todo en el
derecho a la dignidad humana que es inherente y:

“ha decantado sub reglas jurisprudenciales de reiterada aplicación, tales


como: (i) la concepción amplia de los derechos de las víctimas, según la cual
su interés no se restringe al aspecto económico sino que abarca los derechos
a la verdad, a la justicia y a la reparación integral; (ii) la independencia y
autonomía de las garantías anteriores, que viabilizan que en ciertos casos,
ésta solo esté interesada en el establecimiento de la verdad o de la justicia y
deje de lado la reparación integral; (iii) la existencia de deberes correlativos
de las autoridades públicas, obligadas a orientar sus actuaciones hacia el
restablecimiento integral de los derechos cuando han sido vulnerados por un
delito y; (iv) la condición de víctima implica su participación efectiva en el
proceso penal en garantía de los derechos anteriormente mencionados y los
de acceso a la administración de justicia y la tutela judicial efectiva”. Proceso
T 117682, providencia STP9201-2021, magistrado ponente José Francisco Acuña
Vizcaya.

Y más precisamente se señaló en este fallo:1


«El artículo 132 de la Ley 906 de 2004 señala que por víctima se entiende “a
las personas naturales o jurídicas y demás sujetos de derechos que individual
o colectivamente hayan sufrido algún daño como consecuencia del injusto”,

Cualquiera que sea la naturaleza de este. La sentencia C-516 de 2007 señaló que
dicho daño puede ser acreditado sumariamente, e indicó, que:

“siguiendo esa tendencia del derecho internacional, la jurisprudencia de esta


Corporación se ha pronunciado en diversas oportunidades sobre el alcance
del concepto de víctima precisando que son titulares de los derechos a la
justicia, a la verdad y a la reparación”, en la medida que sufrieron “un daño
real, concreto y específico, cualquiera que sea la naturaleza de éste. Este
criterio se ha sostenido tanto en el contexto de los procesos penales de la
justicia ordinaria en el ámbito nacional, como en el contexto de la justicia
transicional, y de la justicia internacional”

Asimismo ha precisado la Corte Constitucional que la existencia del dicho daño y, a


partir de él, la claridad de quién concurre en calidad de víctima se hace esencial,
pues la participación de este interviniente es relevante para establecer las
circunstancias fácticas en las que se presentó el hecho ilícito, especialmente
durante la etapa de investigación pues una intervención calificada y plural de las
víctimas durante la investigación puede contribuir a fortalecer la actividad de la
Fiscalía orientada a asegurar los elementos materiales probatorios, y a dotarla de
mejores elementos de juicio para definir si formula imputación y luego acusación,
sin que ello signifique propiciar una reacción desproporcionada contra la persona
investigada.”. (Negritas de la Sala).». ibidem

Y continúa:

“Partiendo de ello entonces, la calidad de víctima no está supeditada a que


sobre esta haya recaído el delito - caso en el cual se trataría de una víctima
directa, sujeto pasivo de la acción o titular del bien jurídico que la norma
tutela-, pues el daño puede trascender esa esfera de afectación y ocasionar
perjuicios individuales o colectivos, ciertos, reales y concretos a otros sujetos
de derechos -víctima indirecta-, obsérvese que el artículo 250 numeral 6º
Superior utiliza la expresión “afectados con el delito”. Tampoco requiere que
exista una participación de la víctima en el desarrollo de la conducta delictiva;
simplemente, que a consecuencia de la comisión del ilícito se haya generado
en su contra un perjuicio.” ibidem
“Asimismo, la víctima indirecta puede convertirse en sujeto pasivo, o víctima
directa de otros delitos ejecutados por el mismo ofensor que comete el ilícito
que le genera la condición de víctima indirecta, los cuales, desde el punto de
vista penal, deben ser también investigados.” Ibidem

Con relación al reconocimiento de la calidad de víctima, nos dijo:

“En cuanto al momento procesal para determinar la calidad de víctima, el


artículo 340 del Código de Procedimiento Penal señala la audiencia de
formulación de acusación. Sin embargo, la Corte Constitucional, haciendo
una interpretación integradora de los artículos 92, 132 y apreciando
integralmente su rol dentro del proceso penal, en la sentencia C-209 de 2007
señaló que la víctima puede actuar durante todas las fases procesales, de
manera que su concurrencia es procedente en las fases previas a la
formulación de acusación.” ibidem

“Al respecto, la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia ha


señalado:… Ciertamente, esa condición [la de víctima] se adquiere por el
hecho de sufrir el daño o perjuicio, pero, como lo tiene dicho la Corte, “la
legitimación para intervenir en la actuación judicial demanda el
reconocimiento del funcionario encargado de dirigir el proceso y este aval se
obtiene a partir del señalamiento de la afectación real y concreta causada
con el delito, así se persigan exclusivamente los objetivos de justicia y
verdad, y se prescinda de la reparación pecuniaria. Por ende, no basta con
pregonar un perjuicio genérico o potencial ni con manifestar el interés en
conocer la verdad y aspirar a que se haga justicia”. Ibidem

Y concluye:

“En esa perspectiva el examen de los presupuestos para reconocer la


condición de víctima no puede constituir talanquera que impida su arribo al
proceso y la posibilidad de contribuir con eficiencia en la reconstrucción de la
verdad, menos aún en la fase instructiva del proceso, cuando por disposición
legal (art. 136 C.P.P.) lo único que se les exige es que sumariamente
acrediten su condición de tal, esto es, que se trata de la persona natural o
jurídica y demás sujetos de derechos que individual o colectivamente hayan
sufrido algún daño como consecuencia del injusto.

La interpretación que de estos términos se haga debe orientarse a hacer


efectivos los derechos constitucionales, no a limitarlos… el examen debe ir
más allá de los linderos que fija el Tribunal, como quiera que el nexo existente
entre la conducta delictiva y el daño alegado impone reparar el contexto
delictivo, no solo la conducta, su consumación o los consabidos hechos
jurídicamente relevantes, pues también son de interés los motivos, los fines
y propósitos del agente, en cuanto aspectos útiles para aprehender las
consecuencias adversas a las víctimas y perjudicados con el actuar delictivo,
de ahí que la jurisprudencia constitucional refiera que el carácter directo del
perjuicio, no constituye un elemento o condición de existencia del perjuicio, y
que “la determinación de la calidad de víctima debe partir de las condiciones
de existencia del daño, y no de las condiciones de imputación del mismo.
(Subrayado mio)

En esa perspectiva de los actos adicionales requeridos para alcanzar el


propósito, consustanciales al delito, puede predicarse igualmente la
producción del daño que faculta a la víctima, directa o indirecta, según sea el
caso, a solicitar su reconocimiento e intervenir en el proceso penal en orden
a asegurar los derechos que constitucionalmente se le reconocen, sin
menoscabo, por supuesto, de las investigaciones adicionales que de oficio
deba emprender la Fiscalía en tanto advierta la ejecución de otros delitos por
parte del procesado”.

Importante recordar que en el presente asunto no se llamó a ampliación de denuncia


a los representantes de la sociedad que me otorga el poder para la época y el
artículo 69 del código de procedimiento penal dispone que la denuncia tiene unos
requisitos, entre los cuales está, el de presentar una relación detallada de los
hechos que conozca el denunciante, asi mismo, los argumentos que permitirán
calificar la denuncia con o sin fundamento y que ésta sólo podrá ampliarse por una
sola vez sobre aspectos de importancia para la investigación.

Sobre estas exigencias, la corte constitucional explicó en la sentencia C 1177 de 17


de noviembre de 2005:

“ el acto de la denuncia tiene carácter informativo en cuanto se limita a poner


en conocimiento de la autoridad encargada de investigar, la perpetración de
una conducta presumiblemente delictuosa, con indicación de las
circunstancias de tiempo, modo y lugar en que se realizó y de los presuntos
autores o partícipes, si fueren conocidos por el denunciante.

La inadmisión de las denuncias sin fundamento, y la limitación de la


ampliación de la denuncia a una oportunidad, persiguen uno o varios de los
siguientes objetivos: (i) garantizar que el acceso a la justicia penal, se realice
con preservación de su ámbito propio, es decir como recurso extremo para la
protección de los derechos, cuya violación afecta las condiciones básicas de
existencia de una colectividad; (ii) promover el orden social y los derechos
fundamentales de los asociados al excluir la temeridad en la formulación de
denuncias penales, que representan un alto costo para los derechos
fundamentales a la honra y buen hombre; (iii) promover el ejercicio
responsable del deber constitucional de colaborar para el buen
funcionamiento de la administración de justicia; (iv) preservar el aparato
jurisdiccional de usos indebidos que puedan generar dispersión de esfuerzos
y recursos, y afectar su efectividad; (v) promover los derechos de las víctimas
de los delitos, establecer presupuestos que propicien desde un comienzo una
ruta exitosa para la investigación”. El haber archivado como hizo el señor Fiscal
en el presente asunto, sin dar la oportunidad de escuchar a la víctima y ampliar su
denuncia a la cual tenía derecho, es no sólo vulnerar el derecho de acceso a la
administración de justicia, sino además el debido proceso, fuera de los derechos
inherentes a la víctima dentro de un proceso penal a la verdad, a la justicia y a la
reparación como claramente quedó explicado.

Pese a que los argumentos antes expuestos son contundentes para que se ordene
el desarchivo inmediato y se restablezca el orden jurídico y la legalidad, aprovecho
esta oportunidad para aportar nuevos elementos materiales probatorios.

ELEMENTOS MATERIALES PROBATORIOS QUE ALLEGO AL DESPACHO


DEL SEÑOR FISCAL PÀRA SUSTENTAR EL DESARCHIVO SOLICITADO.

Solicito al señor fiscal tener en cuenta en este punto, el informe de investigador de


campo realizado por la empresa JurisConsult SAS dado por los investigadores Emily
Villegas y Camilo Galeano, informe que contiene recolección de entrevistas y
documentos presentado el 16 de diciembre de 2023. Entrevistando a los señores
doctor Morris Harf Mayer, Doctor Oscar Danilo Gomez Velosa, en calidad de
denunciantes y del doctor César Fernando Amaya Rodríguez quien es el abogado
civilista encargado de los procesos en esta área de la empresa Oro Campo SA,
argumentos y conclusiones que permiten definir con suprema claridad el objeto de
investigación en la presente noticia criminal. El presente informe contiene 1012
folios, cumpliendo con todos los estándares establecidos para la investigación en
materia penal como claramente lo explica en su metodología y en la forma en cómo
obtuvieron los elementos materiales probatorios y evidencia física lo mismo que la
información legalmente obtenida.
SOLICITUD.

Por lo anteriormente expuesto, solicito con todo respeto al señor Fiscal, dar
aplicación al artículo 27 y 79 inciso 2 del código de procedimiento penal y ordenar
el desarchivo INMEDIATO de la presente investigación y por consiguiente
restablecer los derechos fundamentales al debido proceso y acceso a la
administración de justicia violentados con su orden de archivo, lo mismo que los
derechos inherentes de la víctima en el proceso penal a la verdad, a la justicia y a
la reparación.

Del señor Fiscal, atentamente.

GERMAN EDUARDO GOMEZ REMOLINA.


C.C. No 19.376.296 de Bogota.
T.P. No 39022 del C.S. de la J.

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