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SEGUNDA SECCIÓN
ANÁLISIS PARTICULAR DE LAS FUENTES DE LAS OBLIGACIONES
1. Nociones previas:
Las fuentes de las obligaciones que analizaremos a continuación son el cuasicontrato, delito, cuasidelito, y la ley,
dejando el estudio del contrato en la segunda parte de este trabajo, por cuanto, comprende una mayor cantidad de
materia.
3. Clases de cuasicontratos:
- Agencia Oficiosa
- Pago de lo no debido
Cuasicontratos - Comunidad
- El depósito necesario de que se hace cargo un
incapaz.
Cabe tener presente, que la agencia oficiosa, el pago de lo no debido y la comunidad son tradicionalmente los
cuasicontratos más importantes, luego, es por ello su exclusivo análisis tal como lo haremos nosotros.
A. AGENCIA OFICIOSA:
a. Introducción:
Una persona se ha ausentado sin adoptar las medidas necesarias en resguardo de sus intereses; otra persona asume
la tarea de resguardar los intereses del ausente, paga en su nombre a un acreedor exigente que se disponía a hacer
efectivo su crédito, contrata las reparaciones que reclaman ciertos bienes, etc. Tal es la gestión de negocios o
agencia oficiosa
b. Definición de agencia oficiosa:
Concepto: La agencia oficiosa es un cuasicontrato por el cual una persona llamada agente oficioso -gerente-
administra sin mandato los negocios de otra persona llamada interesado, y en virtud del cual el agente oficioso se
obliga siempre y donde el interesado se obliga en ciertos casos.
c. Requisitos de la agencia oficiosa:
1. La intervención del gerente debe ser espontánea.
2. El agente oficioso debe obrar sin mandato.
3. Debe obrar con la intención de obligar al interesado.
4. Capacidad de las partes.
1. La intervención del gerente debe ser espontánea.
2. El agente oficioso debe obrar sin mandato: Esto ocurrirá cuando el interesado no toma conocimiento de la
gestión que el agente oficioso realizará, o bien cuando tiene simple conocimiento, esto es que no haya tenido la
posibilidad de manifestar su disconformidad.
Cabe tener presente, que si la persona del interesado toma conocimiento de la gestión y tiene la posibilidad de
manifestar su desacuerdo con ello, y no lo hace, se entiende que autoriza tácitamente al gestor, luego, habrá un
mandato y no agencia oficiosa.
3. El agente oficioso debe obrar con la intención de obligar al interesado: Si actúa pero no tiene la intención de
obligar al interesado, la ley entiende que es una simple liberalidad por parte del gestor.
4. Capacidad de las partes:
a. El agente oficioso debe ser capaz: Si es un incapaz relativo también puede ser agente oficioso, en la
medida que sea autorizado para ello por su representante legal. Como podemos observar, la regla es a la
inversa que en el mandato, por cuanto, el mandatario puede ser capaz o incapaz, ya que los actos que
realiza en función del mandato repercuten en el patrimonio del mandante.
b. El interesado puede ser capaz o incapaz: Esto es porque no ejercita ningún acto voluntario, luego, si se
obliga no es por un acto suyo sino de otro que es el agente oficioso. Como podemos observar, al igual
que en el caso anterior, la regla es a la inversa que en el mandato, puesto que, en el mandato el mandante
debe ser capaz, por cuanto se entiende de que es él quien resultará obligado.
d. Efectos de la agencia oficiosa:
De partida digamos que la institución de la agencia oficiosa impone obligaciones al agente oficioso, y en ciertos
casos impone obligaciones al interesado, y esto es porque el agente oficioso siempre se obliga para con el
interesado, en cambio sólo en ciertos casos el interesado se obliga para con el agente oficioso.
1. Obligaciones del agente oficioso: La agencia oficiosa tiene parentesco íntimo con el mandato. No es extraño,
por consiguiente, que las obligaciones del agente oficioso o gerente sean las mismas que las del mandatario.
1) Debe cumplir con el negocio o gestión, y debe continuarla hasta que el interesado pueda
tomarla o encargarla a otro, y si el interesado muere, deberá continuar la gestión hasta que los
herederos lo dispongan.
2) Debe hacerse cargo de todas las dependencias del negocio. 3) Debe rendir cuenta.
2. Obligaciones del interesado: Para saber si el interesado se obliga para con el agente oficioso debemos
distinguir si la gestión fue útil o no, luego, la eventual obligación del interesado es condicional.
a. La gestión no fue útil: Esto es cuando el negocio no fue bien administrado o bien cuando la administración
fue mal intencionada o torpe. En este caso no le nace al interesado ninguna obligación para con el agente
oficioso o terceros, por el contrario, será el agente oficioso quien se haga responsable de los perjuicios.
b. La gestión fue útil: En este caso, al interesado le nacen para con el agente oficioso las siguientes
obligaciones.
1) El interesado deberá cumplir las obligaciones que el agente oficioso ha contraído en la gestión. En
otras palabras, el gerente obliga al interesado ante terceros.
2) El interesado se obliga a reembolsarle al agente oficioso las expensas útiles o necesarias que haya
efectuado como consecuencia del negocio.
3) El interesado no está obligado a pagar ningún salario al agente oficioso.
C. COMUNIDAD:
a. Introducción al tema de la comunidad:
Antes de entrar al análisis de la comunidad como cuasicontrato es necesario aludir a la comunidad en términos
generales. En efecto, lo que sucede es que el cuasicontrato de comunidad es una especie de comunidad, luego, es
una manifestación que se da en virtud de las circunstancias.
b. Definición de comunidad:
Antes de entrar al análisis de la comunidad, digamos someramente las diferencias que existen entre la comunidad y
copropiedad.
En efecto, digamos que comunidad y copropiedad no es lo mismo, la comunidad es el género y la copropiedad es
una especie de comunidad, así dicho procedamos a definirlas separadamente.
¿Cuándo estaremos ante la presencia de la comunidad?
R- Hay comunidad cuando 2 o más personas tienen un derecho de idéntica naturaleza jurídica sobre la totalidad de
un mismo objeto.
Este es un concepto más amplio que el de copropiedad, por cuanto, abarca todos los derechos reales, vale decir,
comunidad de propiedad, comunidad de usufructo, comunidad de uso o habitación, comunidad de servidumbre, etc.
ejemplo, hay comunidad cuando Juan y Pedro tienen el derecho de usufructo sobre un mismo bien.
¿Cuándo estaremos ante la presencia de la copropiedad?
R- Hay copropiedad cuando 2 o más sujetos tienen el derecho real de dominio sobre la totalidad de una misma cosa.
Como podemos apreciar, en la copropiedad sólo estamos ante la presencia del derecho real de dominio, y no los
demás, de ahí que la comunidad al recaer sobre el derecho de dominio adopta el nombre de copropiedad, de ahí que
ésta sea una especie de comunidad.
Ahora bien, como estamos dentro del tema del derecho real de dominio, digamos que si 2 o más personas tienen un
derecho de dominio sobre una misma cosa (copropiedad), esta no viene a ser una excepción a la característica de
exclusividad del dominio, por cuanto, la verdad es que los copropietarios o comuneros en forma individual son
dueños en forma exclusiva de su cuota, por lo que -respecto de la cuota- todos estarán ejerciendo su derecho de
dominio, aún cuando la cosa sobre la cual recae este derecho la compartan varias personas.
En definitiva, su derecho de dominio -cuota- no lo comparten.
c. ¿El código civil trata la comunidad?
Sí, y lo hace siguiendo a Pothier, tratándola como un cuasicontrato. Sin embargo debemos dejar bien en claro que
en ciertos casos la comunidad será un cuasicontrato y en otros casos no será así.
La comunidad será un cuasicontrato cuando los comuneros se dejen guiar por las normas del código civil no
estableciendo sus propias reglas. Sin embargo, si ellos establecen las normas sobre las cuales se van a regir ahí habrá
comunidad, pero no será un cuasicontrato.
d. Naturaleza jurídica de la comunidad o copropiedad:
Existen dos grandes posturas:
1. Postura mayoritaria: La postura mayoritaria en nuestro país es la que manejaban los romanos, y consiste en
considerar a la copropiedad como una especie de dominio o propiedad, vale decir, una modalidad del
dominio. Tengamos presente, que esta teoría es la que sigue nuestro código civil, de ahí su importancia.
En este caso, y tal como lo hace el código civil, para entender la comunidad debemos distinguir 2 situaciones,
que son, el derecho que tiene el comunero en la comunidad, y el derecho que tiene el comunero respecto de los
bienes comunes.
1) El derecho del comunero en la comunidad: El comunero tiene en la comunidad un derecho que se
llama "cuota". Ahora bien, respecto de su cuota, el comunero tiene un derecho de dominio el cual
cumple con las características de ser absoluto, pleno, exclusivo, perpetuo, siendo esta la razón del
porque todo comunero puede enajenar su cuota. Tengamos presente que si las cuotas no han sido
determinadas, regirá en tal caso el principio de igualdad de cuotas, digamos además que el comunero
respecto de su cuota, puede ejecutar todo tipo de actos jurídicos pudiendo donarlo, venderlo, etc.
Digamos también que respecto de aquel que adquiere la cuota por cesión, venta, donación, tiene
también el derecho de intentar la acción de partición en los mismos términos que podía ejercerlo aquel
que originariamente era dueño de dicha cuota. Por otro lado, la cuota de un comunero puede ser
embargada, por cuanto, la cuota consta en el patrimonio del deudor confiriéndole al acreedor el derecho
de prenda general. Por último, digamos que la cuota es protegida por distintas acciones las cuales
dependerán del tipo de bien sobre el cual hay una cuota de dominio; así dicho, podemos señalar que:
Cuando la cuota se tiene sobre una cosa singular: Aquí procede la acción reivindicatoria.
Cuando la cuota se tiene sobre una universalidad, como obviamente estaremos ante la
presencia de una comunidad hereditaria, la acción que protege la cuota es la acción de
petición de herencia.
2) El derecho del comunero respecto de los bienes comunes: Digamos que el comunero tiene respecto
de los bienes comunes los mismos derechos que los otros comuneros.
a. Respecto del uso: El comunero tiene derecho de usar los bienes comunes respetando el derecho de
uso de los demás comuneros.
b. Respecto del goce: El comunero tiene derecho de beneficiarse de los productos y frutos que genere
la cosa, en la medida que respete el legítimo derecho de los demás comuneros.
c. Respecto de la facultad de disposición: Aquí el comunero se encuentra fuertemente limitado, por
cuanto, por ejemplo, si quiere enajenar el bien común requiere del acuerdo de todos.
Digamos que los comuneros también tienen el derecho de oponerse a los actos de administración de los
otros comuneros, y además ninguno de los comuneros puede hacer innovaciones de los bienes comunes sin
el consentimiento de los otros, como además todo comunero está obligado a efectuar gastos de conservación
de los bienes comunes.
2. Postura minoritaria: Esta es la Teoría germana, según el cual, en la copropiedad, el copropietario o
comunero tendría un derecho parcial de goce, y no hay una cuota o fracción sobre el cual se ejerza el dominio.
En síntesis, si bien la primera teoría es la que sigue nuestro código civil, ambas han sido criticadas en un punto en
común, crítica que consiste en que ponen en peligro o limita la libre circulación de los bienes, pues en ambos tienen
que ponerse de acuerdo para enajenar la cosa.
e. Clases de comunidad:
La comunidad puede ser clasificada de diversas maneras, considerando diversos puntos de vista, así tenemos:
1. Según el objeto sobre el cual recae, tenemos: Comunidad sobre una cosa singular o comunidad sobre una
universalidad. Tengamos presente, que esta es la única clasificación que consagra nuestro código civil.
Respecto de la comunidad que recae sobre una universalidad, digamos que esta puede a su vez ser de dos clases,
universalidad de hecho y de derecho. En efecto, se han formulado como ejemplos de comunidad que recaen en
universalidades de derecho, entre otros, la herencia, lo que queda al disolverse la sociedad conyugal, lo que
queda al disolverse la sociedad civil o comercial, etc.
2. Atendiendo a su origen: La comunidad puede derivar de un hecho, como la muerte de una persona, que origina
la comunidad hereditaria; puede derivar de la voluntad de las personas, como por ejemplo, cuando dos personas
compran -para si- una misma cosa, o bien cuando un comunero cede su cuota en la comunidad; también puede
emanar de la ley, como sucede en la servidumbre, propiedad inmobiliaria, etc.
3. Atendiendo a su duración: Pueden ser temporales o perpetuas.
a) Comunidad que es temporal: Esta es la regla general, por cuanto, como nadie está obligado a permanecer
pro-indiviso el comunero en virtud de la partición puede poner fin a la comunidad, a menos que un
comunero haya pactado la indivisión (el cual aún así no podrá exceder de 5 años, renovable por una sola
vez)).
b) Comunidad perpetua: Estas son las establecidas por la ley, aunque en el fondo derivan más bien de la
naturaleza de la cosa, como lo es la propiedad inmobiliaria, por ejemplo, ¿de quién es el ascensor de un
edificio de departamentos? R- El ascensor como también las escaleras, son bienes comunes de los
respectivos dueños de los departamentos.
4. La comunidad puede ser activa y pasiva.
a) Comunidad activa: Estaremos ante la presencia de esta especie de comunidad cuando los comuneros se
han dado reglas en materia de uso, goce, administración y responsabilidad de cada comunero. Aquí los
comuneros establecen un reglamento, de ahí que esta comunidad no será un cuasicontrato de comunidad.
b) Comunidad pasiva: En este caso los comuneros no han dicho nada en cuanto a reglas en materia de uso,
goce, administración y responsabilidad de cada comunero de ahí que su regulación lo imponga la ley, por
ende, cuando nada dicen los comuneros y se dejan llevar por las reglas legales, estamos ante la presencia del
cuasicontrato de comunidad.
f. DEL CUASICONTRATO DE COMUNIDAD:
f.1. Introducción al tema:
Cabe tener presente, que nuestro código civil si bien considera la comunidad como un cuasicontrato, ésta no
siempre lo es. En efecto, lo que sucede es que la comunidad es el género y el cuasicontrato de comunidad es una
especie de comunidad, y esto por cuanto, el cuasicontrato de comunidad supone ciertamente una comunidad, pero
no toda comunidad constituye un cuasicontrato.
Digamos que el mapa conceptual refleja la gran variedad de comunidades que pueden existir, pero sólo se hace a
modo de ejemplo, por lo que es posible que queden fuera del mapa otras comunidades. Lo importante es que
cualquiera sea el origen de la comunidad, esto es, de un hecho, la voluntad o la ley, esta puede ser un cuasicontrato o
no, y ello va a depender de si los comuneros han o no regulado la manera de cómo han de administrar la cosa
común, luego, si no lo han hecho, la comunidad será un cuasicontrato de comunidad, sino lo han hecho será
simplemente una comunidad cualquiera, pero no cuasicontrato.
f.2. Definición de cuasicontrato de comunidad:
El cuasicontrato de comunidad, es aquella en virtud del cual 2 o más personas tienen un derecho de idéntica
naturaleza jurídica sobre la totalidad de un mismo objeto, sin que hayan convenido la forma o manera de administrar
la cosa común, dejando su regulación a la ley, independiente del origen de la comunidad.
f.3. ¿La comunidad es o no persona jurídica?
R- La comunidad no es persona jurídica, luego, los bienes comunes pertenecen a los comuneros pro-indiviso; carece
de un patrimonio propio.
f.4. Derechos de los comuneros en la comunidad:
1. Cada comunero tiene derecho a usar la cosa común: Esto será en la medida que el comunero respete el uso
ordinario que tiene la cosa y sin perjudicar el legítimo derecho que tienen los demás comuneros de usar la cosa.
2. Cada comunero tiende derecho a las expensas de conservación: Cada comunero tiene derecho para obligar a
los otros a que hagan junto con él las expensas necesarias para la conservación de las cosas comunes.
3. Respecto de las innovaciones de los bienes comunes, se requiere del consentimiento de todos: Por ejemplo,
si el inmueble común está destinado al cultivo de árboles frutales, se requiere el asentimiento unánime para
destinarlo al pastoreo, lo mismo sucede para hacer innovaciones estructurales.
4. Cada comunero tiene derecho de oponerse a los actos administrativos de los otros comuneros: Por ejemplo
si existen 10 comuneros y 9 quieren vender la cosa común, y uno se opone, no podrá llevarse a cabo el contrato
de compraventa respecto de la cosa común, no así respecto de sus respectivas cuotas.
f.5. ¿Cómo se reparten los beneficios y las cargas entre los comuneros?
1. Respeto de los beneficios: Los comuneros participan de los beneficios de la cosa común proporcionalmente a
sus cuotas.
2. Respecto de las cargas: Cada comunero debe contribuir a las obras y reparaciones de la comunidad
proporcionalmente a su cuota.
En cuanto a la capacidad para ser En cuanto a la capacidad para ser responsable penalmente: La plena
responsable: La plena capacidad se capacidad para responder penalmente se adquiere a los 18 años, sin embargo,
adquiere a los 16 años, sin embargo, si el hay que tener presente la ley -20.084- que regula la responsabilidad penal
que incurrió en responsabilidad es mayor adolescente en el que en su artículo 3º establece que, serán responsables
de 7 años pero menor de 16 años, habrá que aquellos que, al momento en que se hubiere dado principio de ejecución del
proceder a un juicio de discernimiento, que delito sean mayores de 14 años y menores de 18 años.
permita determinar si logra o distinguir
entre lo bueno y lo malo.
En cuanto a las sanciones: La En cuanto a las sanciones: Las sanciones pueden ser diversas dependiendo
responsabilidad civil se sanciona con una de la gravedad del delito, así por ejemplo tenemos presidio, inhabilidad para
formula única, que es la indemnización de ejercer cargos públicos, firmar en el patronato de reos, etc.
perjuicios.
En cuanto a la jurisdicción o tribunal En cuanto a la jurisdicción o tribunal competente: Son competentes para
competente: Son competentes para conocer de la responsabilidad penal únicamente los tribunales con
conocer de la responsabilidad civil, jurisdicción penal. Eje. Tribunal de garantía, tribunal oral en lo penal.
tribunales con jurisdicción civil y penal.
En cuanto a la prescripción extintiva: La En cuanto a la prescripción extintiva: La acción de responsabilidad penal
acción responsabilidad extracontractual prescribe desde los 6 meses a los 15 años dependiendo del delito o
civil prescribe a los 4 años contados desde cuasidelito, sin perjuicio de reglas incluso especiales, donde se pueden
la fecha de la comisión del hecho ilícito. encontrar prescripciones penales de corto tiempo.
4. Responsabilidad extracontractual v/s Responsabilidad contractual:
1. Respecto de la existencia de un vínculo previo:
a. La responsabilidad contractual: Proviene del incumplimiento o cumplimiento imperfecto de una obligación
contractual, sea una obligación de la esencia, de la naturaleza o accidental. Luego, supone la existencia de
un vínculo jurídico previo, del que ha nacido una obligación que se ha incumplido o cumplido
imperfectamente cualquiera sea la naturaleza de la obligación. Luego, la responsabilidad de indemnizar es
sólo una sanción por el incumplimiento de una obligación preexistente.
b. La responsabilidad Extracontractual: Esta proviene de un delito o cuasidelito o infracción de una obligación
legal –algunos agregan la obligación cuasicontractual Rene Ramos-, luego, no hay vínculo jurídico previo
que una al autor del daño y al que lo sufre. Cabe tener presente que Planiol sostiene que en
la responsabilidad extracontractual sí hay un vínculo jurídico previo, por cuanto, el autor del daño infringe
una obligación de no hacer.
Aprovechemos la oportunidad para señalar que Planiol sostiene que esta clasificación de responsabilidad
contractual y extracontractual no debería existir, sostiene que el incumplimiento de una obligación contractual
supone ciertamente un delito o un cuasidelito, en la medida que el incumplimiento se deba a dolo o culpa, luego,
en tal caso también procedería la responsabilidad extracontractual emanada del incumplimiento de una
obligación del contrato. Así para Planiol la responsabilidad sólo puede ser extracontractual.
2. Respecto de la gradación –orden- de la culpa:
a. Responsabilidad contractual: En esta materia la culpa admite gradaciones, esto es, culpa grave, leve y
levísima. Luego, el deudor sólo responderá de la clase de culpa que le corresponda de acuerdo a la
naturaleza jurídica del contrato, esto es, si es oneroso o gratuito, y en este último caso -gratuito-
dependiendo a quien beneficia.
b. Responsabilidad extracontractual: Aquí la culpa no admite gradaciones, por lo que se responde de toda clase
de culpa o negligencia, y como –siguiendo las reglas de código- como es culpa a secas, sin otro calificativo,
se ha de entender culpa leve.
3. Respecto de la capacidad relacionada con la edad:
a. Responsabilidad contractual: La capacidad de ejercicio se adquiere a los 18 años de edad.
b. Responsabilidad extracontractual: La plena capacidad -en este supuesto circunscribámonos a la capacidad
delictual y cuasidelictual civil- se adquiere a los 16 años, sin embargo, entre los 7 años y menos de 16 años,
procederá un examen de discernimiento a fin de determinar si es capaz o no lo es.
¿Por qué el legislador es más riguroso respecto de la capacidad –con relación a la edad- en materia de
responsabilidad contractual que de la extracontractual? R- Sin duda la capacidad en materia de
responsabilidad contractual es mayor que la exigida para la responsabilidad extracontractual, y esto es porque se
entiende que celebrar un contrato implica madurez intelectual en torno a darse cuenta de las consecuencias
económicas que puede reportarle el acto en su patrimonio, en cambio, en materia de responsabilidad
extracontractual la ley exige una capacidad menor, por cuanto, sólo basta que el sujeto sepa discernir ente el
bien y el mal.
4. Respecto del peso de la prueba:
a. Responsabilidad contractual: El peso de la prueba recae en la persona del deudor, luego, el acreedor sólo
debe probar que existe la obligación -el vínculo que los une-, el incumplimiento se presume culpable,
presunción simplemente legal que afecta al deudor, por lo que tocará a éste tener que probar que cumplió la
obligación.
b. Responsabilidad extracontractual: El peso de la prueba recae en la persona de la víctima, quien tendrá que
probar la existencia del hecho ilícito y de la concurrencia de los elementos que hacen procedente la
responsabilidad, luego, como ello es difícil, la ley lo auxilia estableciendo ciertas presunciones de culpa
en contra del autor del daño, en este último caso -que es de excepción- el peso de la prueba recaerá en la
persona del autor del daño.
5. En cuanto a la solidaridad:
a. Responsabilidad contractual: Por regla general si hay varios deudores provenientes de una misma obligación
contractual, responden de forma simplemente conjunta y no son solidariamente responsables, por cuanto, la
solidaridad no es un elemento de la naturaleza, sino que hay que expresarla.
b. Responsabilidad extracontractual: Los varios autores de un delito o cuasidelito civil son por ley
solidariamente responsables.
6. En cuanto a la prescripción extintiva:
a. Responsabilidad contractual: La acción para perseguir esta responsabilidad está sometida -como lo dice
Enrique Barros- al estatuto general de prescripción de las acciones personales ordinarias, luego, prescribe a
los 5 años contados desde que la obligación contractual se hizo exigible, sin perjuicio de las prescripciones
de corto tiempo que consagra la ley.
b. Responsabilidad extracontractual: La acción para perseguir esta responsabilidad prescribe a los 4 años
contados la comisión del hecho ilícito -perpetración de hecho que provocó daño-.
7. En cuanto al daño que ha de ser indemnizado:
a. Responsabilidad contractual: Se responde de los daños previstos, salvo que se pueda imputar dolo o culpa
grave del deudor, y no de los imprevistos (esta es la concepción clásica), daño emergente y lucro cesante.
¿Qué sucede con el daño moral? R- Además procede –así ha sido la tendencia de la jurisprudencia en los
últimos años- la indemnización de daño moral, en la medida -como lo dice Enrique Barros- que el
incumplimiento de la obligación contractual afecte otros intereses cautelados por el contrato que no tienen
porque circunscribirse exclusivamente al ámbito patrimonial. En efecto, estamos hablando de algunos
contratos donde el deudor asume –como dice Barros- una obligación de seguridad, que ya lo dijo alguna vez
Arturo Alessandri, respecto de la persona del acreedor, como lo es por ejemplo, contratos de trabajo,
contratos de transporte, contrato médico, todo porque se ha entendido que estos daños son previsibles,
luego, el daño moral se indemnizará en materia contractual en la medida que el incumplimiento al contrato
provoque (desde el punto de vista moral) un daño PREVISIBLE, de ahí que el daño moral y el daño
previsto estén tan relacionados en esta materia.
Por último si bien el artículo 1556 pareciere dejar afuera casi imperativamente y sin discusión el daño
moral en materia contractual, la jurisprudencia se ha inclinado a considerarla como no excluyente al daño
moral, aún cuando se refiere a un daño estrictamente patrimonial, como lo es el daño emergente y lucro
cesante, incluso se ha sostenido que el daño moral es una especie de daño emergente -CS, 5.11.2001, RDJ, t.
XCVIII, sec. 1ª, 234 al señalar que daño emergente comprende no sólo al daño pecuniario sino también al
moral-, lo que de todas maneras ha sido criticado.1.
En definitiva, si bien lo último pudiera para algún sector de la doctrina ser exagerado, de todas maneras se
ha concebido la indemnización del daño moral en materia contractual.
b. Responsabilidad extracontractual: El autor responde de los daños previstos como imprevistos, daño
emergente, lucro cesante y daño moral, daño este cuyo análisis será estudiado más adelante.
5. Casos de procedencia de responsabilidad extracontractual en torno a los contratos:
Hay ciertos hechos que ha pesar de estar en relación con contratos originan responsabilidad extracontractual, así
dicho, mencionemos algunos ejemplos.
1. La responsabilidad derivada de la nulidad de un contrato es extracontractual cuando la declaración de nulidad es
motivada por un hecho imputable a dolo o culpa de una de las partes, error, fuerza, dolo, etc. Como lo dice
Alessandri, una vez anulado el contrato se reputa nunca haber existido -entre las partes- vínculo jurídico previo,
luego la fuente de la responsabilidad es un hecho ilícito que fue la que en definitiva provocó la acción de
nulidad que finalmente se declaró, en tal caso la responsabilidad es extracontractual.
2. La responsabilidad que surge a propósito de la celebración de un contrato simulado es extracontractual.
3. En un accidente ocurrido en un contrato de transporte, la acción ejercida por los parientes de la víctima por el
daño personal es extracontractual; pero si la acción la ejerce el heredero de la víctima “en calidad de tal”, la
responsabilidad que deberá perseguir es contractual.
4. Si el daño es provocado por un tercero por quien el contratante es responsable, la responsabilidad será
extracontractual.
5. La responsabilidad por accidentes del trabajo es extracontractual, aun cuando hay entre las partes un contrato.
1 Idea extraída del Tratado del profesor don Enrique Barros Bourie, Tratado de Responsabilidad Extracontractual, Pág. 342. Primera
Edición, Junio de 2007, Editorial Jurídica de Chile.
Comodato: El daño que la cosa prestada ocasiona al comodatario debe ser indemnizada por parte del comodante,
y donde la responsabilidad será evidentemente contractual.
6. Opción de responsabilidades:
La opción de responsabilidades –que tradicionalmente se conoce en manuales de derecho civil como cúmulo u
opción de responsabilidades- debemos circunscribirla al ámbito contractual, pues es allí donde podríamos imaginar
la posibilidad de optar, sea, entre la responsabilidad contractual o bien extracontractual como consecuencia del
incumplimiento de la obligación emanada del contrato, siendo éste el tema que debemos abordar.
Por lo anterior, es que se ha preferido emplear en esta materia el término “opción” o bien si así se desea de
concurso de responsabilidades en lugar de “cúmulo” de responsabilidad por cuanto, aquello puede acarrear
confusión puesto que, la palabra
“cúmulo” nos lleva a pensar en la posibilidad de solicitar ambos tipos de responsabilidad en un sólo acto, hipótesis
cuya respuesta no se plantea en esta materia, de ahí la necesidad metodológica de sacar aquella expresión.
Teniendo presente lo anterior, podemos señalar que para abordar este tema debemos hacernos la siguiente pregunta,
¿es posible optar -frente al incumplimiento contractual- entre una u otra responsabilidad?, la verdad es que esta
pregunta no es formulada de manera antojadiza, puesto que no son pocas las voces que visualizan -al haber dolo por
parte del deudor en el incumplimiento de la obligación- un hecho ilícito, luego, ¿por qué no habría de proceder –en
materia contractual- la responsabilidad extracontractual y poder optar entre esta última en lugar de la primera?.
Por lo anterior es que debemos señalar que, variadas son las hipótesis donde se puede presentar esta figura, basta
con observar, por ejemplo, la negligencia medica donde además hay un contrato entre paciente y médico, y donde
cuya negligencia provocó daño al paciente, luego, como sostiene Enrique Barros, un mismo hecho puede ser
calificado como incumplimiento contractual como asimismo hecho ilícito que origina la extracontractualidad, luego,
ambos estatutos de responsabilidad estarían presentes.
Ahora bien, se ha sostenido que no es posible optar entre una u otra responsabilidad, luego, si el incumplimiento de
la obligación contractual es asimismo un hecho ilícito que insta a la extracontractualidad, necesariamente habrá que
aplicar el estatuto de la responsabilidad contractual, en virtud de la aplicación del principio de la especialidad – al
haber contrato, éste prima por sobre la extracontractualidad-. Por su parte, en casos excepcionales nuestros
tribunales han aceptado en materia de responsabilidad medica (contrato médico paciente) como asimismo en casos
de accidentes del trabajo (contrato de trabajo) –institutos que responden al ámbito más bien contractual- la
procedencia de la acción de responsabilidad extracontractual, escapándose con ello de la regla en que de haber
contrato necesariamente será la responsabilidad contractual la que deba intervenir.
En síntesis, es necesario decir que, la doctrina en términos generales no está de acuerdo con la posibilidad de optar
entre una u otra responsabilidad, luego, sostienen que, si el incumplimiento es de una obligación contractual será la
responsabilidad contractual la que gobierne aquella materia, y sólo excepcionalmente la doctrina está de acuerdo con
la opción de responsabilidad en los siguientes dos casos:
1. Cuando las partes así lo han estipulado, gobernando –en este caso- el principio general de derecho de la
autonomía de la voluntad.
2. Cuando el incumplimiento de la obligación contractual es a la vez un delito penal o cuasidelito penal, toda
vez que en tal caso nace una acción civil que no es otra que la acción para perseguir la responsabilidad
extracontractual, como los sería el caso de los delitos tipificados en los artículos 470 Nº 1del C.P. –
apropiación indebida- o bien la consagrada en el artículo 491 del mismo cuerpo legal -relacionada con la
negligencia medica-.
Cabe tener presente, que estos casos son de excepción a la regla general que impide la opción de responsabilidades,
pero no por ello se debe creer que, se pueden demandar conjuntamente ambos tipos de responsabilidad, ya que
aquello significaría enriquecimiento injusto. En efecto, en estos casos de opción de responsabilidad una excluye a la
otra, por lo que ambas no se pueden demandar conjuntamente, lo que no obsta -y aquí está lo interesante- en
demandar una y en subsidio la otra, en tal caso no habrá problema, pero jamás ambas conjuntamente, por cuanto el
daño es uno sólo.
7. Superposición o coexistencia de responsabilidad contractual y extracontractual:
A diferencia de la opción de responsabilidades, es perfectamente posible la superposición o coexistencia de la
responsabilidad contractual y extracontractual –no es lo mismo-, dado que no se ve inconveniente alguno en que
entre dos personas vinculadas por una relación contractual puedan verse enfrentadas por la comisión de un delito o
cuasidelito civil donde una de las partes es el autor y el otro la víctima. Esta superposición supondrá, en todo caso,
que el ilícito extracontractual carece de todo vínculo con el incumplimiento de la obligación preexistente, puesto
que, por el contrario, si ambas acciones indemnizatorias tienen por fundamento el mismo daño, evidentemente no se
podría demandar conjuntamente por cuanto aquello implicaría amprar el enriquecimiento injusto.
Ahora bien, cuando en un contrato ocurre entre las mismas partes un hecho ilícito la superposición o coexistencia
de ambas responsabilidades es posible, puesto que la fuente extracontractual tiene un origen distinto y como se ha
dicho carece de vínculo con el incumplimiento contractual, como lo sería por ejemplo el propuesto el caso del
arrendador que tiene dos propiedades, una al lado de la otra, en una de ellas vive y la otra la arrienda, el arrendatario
a su vez, por su negligencia –dejo un cigarro mal apagado- incendia la casa arrendada –incumplimiento de la
obligación contractual de cuidar la casa diligentemente- y a su vez el fuego se propaga a la casa donde vive el
arrendador –cuasidelito civil-. Lo mismo sucedería si, en un comodato una persona presta su auto a otra, esta otra
negligentemente deja las llaves del auto puestas, su hijo menor de edad sin saber manejar toma el auto y atropella al
dueño del auto –comodante, en tal caso hay responsabilidad contractual –incumplimiento de la obligación de cuidar
la cosa- y extracontractual –responde por hecho de su hijo menor de edad- por los daños ocasionados al comodante.
En definitiva, en estos casos, cada una de las responsabilidades deberá -como dice Alessandri-, proceder cada una
dentro de sus respectivos campos.
8. De la responsabilidad extracontractual subjetiva v/s objetiva:
La responsabilidad extracontractual puede ser objetiva (se funda en el riesgo creado y en el daño provocado) o
subjetiva (se funda en la culpa o dolo del agente).
8.a. Responsabilidad extracontractual subjetiva:
La teoría clásica o subjetiva, seguida por nuestro código civil supone que sin culpa o dolo no puede haber ni
exigirse responsabilidad. La víctima debe asumir los riesgos de todo caso fortuito o fuerza mayor. La dificultad de
probar esa subjetividad ha hecho que haya ido surgiendo correctivos destinados a aliviar la carga probatoria a la
víctima. En este contexto hay que entender las presunciones de culpabilidad, que pueden ser simplemente legales o
de derecho, y que podremos visualizarlas en el tema de las presunciones de culpa, que analizaremos más adelante.
8.b. Responsabilidad extracontractual objetiva:
La teoría de la responsabilidad objetiva o del riesgo creado como también se le ha llamado, se traduce, en términos
simples, en el hecho de que, quien provoca una situación de riesgo debe responder en el evento de que se produzca
el daño que se arriesgaba, aún cuando no haya habido dolo o culpa de su parte.
Digamos que esta responsabilidad se encuentra consagrada dentro de nuestra legislación, no dentro del código civil,
pero si en leyes especiales que están inspiradas en ella.
Esta teoría se sustenta en la causalidad y no en la imputabilidad -reprochabilidad del agente por haber
eventualmente actuado con dolo o culpa-, donde su ventaja más sobresaliente se visualiza en torno a la víctima
puesto que bastará con demostrar que sufrió un daño para que éste deba ser reparado dentro del contexto
indemnizatorio, por lo que en torno a la prueba misma él descansa bastante.
Ejemplos de responsabilidad objetiva en nuestra legislación:
1. Existe un convenio sobre responsabilidad internacional por los daños causados por objetos espaciales que caen a
la tierra.
2. En el Código Aeronáutico hay varios casos de responsabilidad objetiva tanto en la responsabilidad por daños
durante el transporte aéreo (Art. 143) como por daños a terceros en la superficie (Art. 155).
3. La Ley No 18.290 del Tránsito establece en algunas materias responsabilidad objetiva, como la del propietario
del vehículo por las infracciones o perjuicios (Art. 174).
4. La ley de abusos de publicidad establece la responsabilidad objetiva del propietario del medio (Art. 29).
5. La Ley General de Ferrocarriles (Decreto No 1157, de 1931) también establece responsabilidad objetiva de la
Empresa de Ferrocarriles del Estado (en virtud de la extensión del DFL No 16 de mayo de 1931) por el hecho de
los administradores y empleados o dependientes.
Críticas la responsabilidad objetiva:
Para los autores clásicos (Planiol, Mazeaud, Colin, Ripert, y Capitant), la teoría de la responsabilidad objetiva tiene
los siguientes inconvenientes.
1. Suprime de la responsabilidad civil el elemento moral, que es el que crea en el hombre la conciencia de su
deber de reparar el daño causado. Es decir, se hace indemnizar sin que exista la convicción de un deber en
tal sentido.
2. Reduce la indemnización a un problema de causalidad y no imputabilidad.
1. Dolo o culpa:
Respecto del dolo: De partida digamos que el dolo es el elemento psicológico que ha de estar presente en el
delito civil, esto es, hecho ilícito cometido con la intención de dañar y que causa daño, luego, el dolo en esta
materia está manifestada en la intención de dañar, por lo que su definición responde a lo señalado en el código
civil definiéndolo como la intención positiva de inferir injuria a una persona o propiedad de otro, -44 inciso
final-. Luego, si hay dolo, obviamente hay una intención preconcebida para provocar daño, el cual puede ser
fruto de un acto –no tomado en sentido jurídico- o una omisión.
¿Toda conducta o acciones dolosas constituyen delito?
R- Lo normal es que sí, sin embargo, esta regla no es absoluta, luego, habrá casos de hechos dolosos que no
constituyen delito, así, por ejemplo, la ruptura dolosa de los esponsales.
Respecto de la culpa: Digamos de partida que nuestro código civil establece una clasificación tripartita de la
culpa, esto es, culpa grave, leve y levísima.
Culpa grave: Negligencia grave, culpa lata, es la que consiste en no manejar los negocios ajenos con
aquel cuidado que aun las personas negligentes y de poca prudencia suelen emplear en sus negocios
propios. Esta culpa en materias civiles equivale al dolo.
Culpa leve: Descuido leve, descuido ligero, es la falta de aquella diligencia y cuidado que los hombres
emplean ordinariamente en sus negocios propios. Culpa o descuido, sin otra calificación, significa culpa
o descuido leve. Esta especie de culpa se opone a la diligencia o cuidado ordinario o mediano. Eje. El
que debe administrar un negocio como un buen padre de familia es responsable de esta especie de culpa.
Culpa levísima: Culpa o descuido levísimo es la falta de aquella esmerada diligencia que un hombre
juicioso emplea en la administración de sus negocios importantes. Esta especie de culpa se opone a la
suma diligencia o cuidado.
Ahora bien, respecto de la culpa digamos que en materia de responsabilidad extracontractual no se admite
gradación de la culpa, esto significa que cualquier negligencia que provoque daño, constituye un hecho ilícito,
específicamente un cuasidelito civil, siendo la culpa el elemento psicológico de esta fuente de las obligaciones,
sin embargo, digamos que lo normal será que el cuasidelito requiera que el autor incurra en culpa leve, por
cuanto, así de deduce del código civil, al sostener que el empleo de la palabra culpa sin otro calificativo ha de
entenderse culpa leve.
2. Daño (perjuicios): Es todo menoscabo que experimenta un individuo ya sea en su patrimonio o en su persona.
Tengamos presente, que el daño es un elemento de la esencia del delito y cuasidelito, y por su puesto de la
responsabilidad extracontractual civil, luego, si falta el daño la acción de indemnización de perjuicios no tendría
razón de ser.
Características del daño:
1.- El daño debe ser cierto: Luego, un daño eventual o hipotético no debe considerarse.
2.- El daño debe ser real (efectivo): Esto es que lo sufra realmente la persona.
3.- El daño debe ser presente o futuro: El daño presente es lo que la víctima ha perdido en su patrimonio como
también lo que ha dejado de percibir. Y el daño futuro es lo que la víctima perderá en su patrimonio en el futuro
y lo que dejará de percibir, todo como consecuencia del hecho ilícito.
Clases de daño o perjuicios:
1) Daño material: Es el menoscabo que sufre una persona en su patrimonio, tanto por lo que sale de su
patrimonio como lo que deja de percibir.
a. Daño emergente: Es el menoscabo que una persona sufre en su patrimonio, esto es lo que ha
desembolsado, como también lo que tendrá que desembolsar en el futuro. En síntesis, es todo lo
que sale o tendrá que salir del patrimonio de la víctima. De lo dicho podemos decir que no
debemos confundir daño emergente con daño presente, puesto que el daño emergente puede ser
presente o futuro.
Para entender se ha dado el siguiente ejemplo, en un accidente automovilístico el daño emergente
presente son los gastos de reparación del automóvil, los gastos de hospitalización, los
medicamentos, es decir, todo aquello que la víctima ha tenido que desembolsar como consecuencia
del hecho ilícito, en cambio, el daño emergente futuro, serán los gastos del tratamiento médico
hacia el futuro. Como podemos observar, daño emergente es todo desembolso económico que sale
del patrimonio de la víctima.
b. Lucro cesante: Es todo lo que la víctima ha dejado y dejará de percibir como consecuencia del
hecho ilícito. Luego, al igual que el caso anterior, el lucro cesante puede ser presente o futuro,
presente es lo que hasta la fecha a dejado de ganar o percibir por el hecho ilícito, y futuro es lo que
dejará de percibir en el futuro como consecuencia del hecho ilícito.
2) Daño moral: Es el dolor, la aflicción, el pesar que causa a la víctima la comisión del hecho ilícito. Cabe
agregar, el dolo puede también ser físico.
¿Debe indemnizarse el daño moral?
R- La respecto tenemos 2 posturas, sin embargo, la mayoritaria está de acuerdo con la indemnización del
daño moral, lo mismo que la jurisprudencia.
Postura mayoritaria: La mayor parte de la doctrina como también la jurisprudencia está de acuerdo con la
indemnización del daño moral, dándose los siguientes argumentos:
1) Sostiene que el código civil señala expresamente que todo daño debe ser indemnizado -Art. 2329-,
luego, al no distinguir, debemos entender que el daño moral también debe ser indemnizado.
2) La Constitución Política en su Art. 19 N° 7 Letra I, dispone que si una persona ha sido sometido a
proceso, o condenada, y con posterioridad la Corte Suprema declara error judicial, la víctima de error
judicial tendrá derecho a ser indemnizado por el Estado, tanto desde el punto de vista patrimonial como
moral.
3) Digamos que en el caso del delito de injuria o calumnia, (lo normal) es que el daño moral tenga un
tratamiento especial, tal es la regla que se deduce del código civil –Art. 2331- con relación al artículo
34 de la ley 16643 sobre abuso de publicidad.
Centrémonos en el análisis de los delitos de injuria y calumnia:
¿Procede indemnizar el daño moral respecto del delito de injuria o calumnia?
R- Hay que distinguir si la imputación injuriosa se hizo mediante medios de comunicación o no.
Si fue mediante medios de comunicación, procede la indemnización de daño moral, año emergente y
lucro cesante, en cambio, si no se efectuó por medios de comunicación social, la regla general es que
no da derecho para demandar ninguna indemnización pecuniaria, excepcionalmente si la víctima
prueba que hay daño emergente o lucro cesante procede la indemnización de ese daño, pero el daño
moral no podrá indemnizarse.
Cabe tener presente, que si el autor de la imputación injuriosa (demandado) prueba que lo dicho es
verdad (verdad de la imputación) no tendrá lugar indemnización pecuniaria alguna.
Postura minoritaria: La doctrina minoritaria sostiene que no procede la indemnización por daño moral y
esto por dos razones:
1. Porque no es posible reparar con dinero un daño de esta naturaleza,
2. Porque no hay forma de avaluarlo, por lo que sería caprichosamente fijado por la víctima.
3. Relación de causalidad entre el dolo o culpa y el daño: Consiste en que haya una relación de
causa y efecto entre el dolo o la culpa del autor del ilícito y el daño causado. En efecto,
digamos que debe ser la actitud dolosa (elemento del delito) o culposa (elemento del
cuasidelito) la que traiga como consecuencia directa y necesaria el daño.
Cabe tener presente, que una cosa son los hechos materiales de donde la víctima pretenderá derivar la relación
de causa y efecto -la historia de cómo sucedieron los hechos- y otra cosa muy distinta es la existencia de la
relación de causa y efecto como elemento de la responsabilidad. La primera es una cuestión de hecho, en
cambio la segunda es claramente una cuestión de derecho, siendo ésta la que podría ser susceptible, al término
del juicio por sentencia, de recurso judicial.
¿Qué consecuencias jurídicas acarrea la necesidad de que exista relación de causa y efecto? R- Es simple,
si falta este elemento no se configurará –en el ámbito de la responsabilidad subjetiva- la responsabilidad
extracontractual civil, eximiéndose de toda responsabilidad el –a estas alturas- eventual autor del ilícito.
Recordemos finalmente que esta relación de causalidad -dolo, culpa y daño- no existe en el ámbito de la
responsabilidad objetiva de la culpa.
4. Capacidad: Como consecuencia lógica del sistema subjetivo que el código adopta, es
condición esencial de la responsabilidad extracontractual que el autor del delito o cuasidelito
tenga suficiente discernimiento -distinción entre lo bueno y lo malo-.
Concepto: La capacidad para ser responsable extracontractualmente es la aptitud que tiene un individuo para
discernir entre el bien y el mal, en la medida que tenga 7 años o más.
Digamos que, la capacidad extracontractual –en cuanto a la edad- es diferente de la capacidad que se exige en
materia de contratos, y esto es, porque la capacidad contractual supone un grado mayor de madurez intelectual
para comprender las consecuencias jurídicas que un contrato le puede reportar en su patrimonio, en cambio, la
capacidad extracontractual o delictual como también se le conoce, sólo supone discernir entre el bien y el mal,
de ahí que sean diferentes. En efecto, en materia de contratos la capacidad de ejercicio se adquiere a los 18 años,
en cambio en materia de responsabilidad extracontractual, la capacidad se adquiere a los 16
años, y si tiene entre 7 años y menos de 16 años él sujeto también puede ser responsable en la medida que, en
virtud de un examen de discernimiento, se pruebe que el sujeto es capaz de discernir entre el bien y el mal. Por
su parte, si el sujeto tiene menos de 7 años es incapaz siempre. Luego, como podemos observar la capacidad
delictual se rige por reglas propias.
Requisitos para que estemos ante la presencia del abuso del derecho: Digamos que la doctrina está muy dividida
al respecto, sin embargo, la generalidad de ella está de acuerdo que los requisitos son 3:
1) Que el titular tenga un derecho: Si una persona no tiene derecho alguno, y causa daño a otra persona,
debemos aplicar las reglas generales, esto es, las reglas de los delitos o cuasidelitos civiles.
2) Que el derecho sea relativo y no absoluto: En efecto, digamos que existen derechos absolutos y relativos.
a) Derechos absolutos: Son aquellos que la ley concede a su titular un libre y arbitrario ejercicio. Luego, en
este caso, no procede aplicar el abuso del derecho. Eje.
• Respecto del asenso o disenso para contraer matrimonio, el padre o madre son libres para ejercer su
derecho de dar el disenso sin dar razón alguna de ello, sin que aquello configure una manifestación
de abuso del derecho.
• El derecho que tiene el padre o madre de excusarse de la tutela o curaduría cuando tienen a su cargo
el cuidado cotidiano del hogar.
• El derecho que tiene el propietario de un predio para cortar las raíces o ramas que penetra en su
propiedad y que provienen de otro predio.
• El derecho del comunero a pedir la partición.
• El derecho que tiene una de las partes en un contrato bilateral de interponer la acción resolutoria
tácita cuando la otra parte no ha cumplido su obligación.
b) Derechos relativos: Esta es la regla general, y consiste que el titular de tal derecho puede ejercerlo pero no
arbitrariamente. Luego, para que proceda el abuso del derecho es necesario que sea un derecho de carácter
relativo. Como esta es la regla general aquí hablamos de derechos que si bien están establecidos a las
personas esto no significa que aquellos puedan ejercerlos a su antojo, sino que, mirando el cumplimiento de
ciertos fines preestablecidos por la ley, fines que apuntan al bien común. Luego, son estos derechos los
cuales, si su titular los ejerce prescindiendo de su finalidad o dolosamente a fin de causar daño, abusa de
ellos. Ejemplo, un juez no puede ejercer su cargo para satisfacer sus propias pasiones –Alessandri habla de
funcionario público-. Otro ejemplo lo encontramos en el ejercicio irracional de la facultad de disposición
material del dominio quemando la cosa en el patio de su casa y donde el humo –que se prevé por una
persona normal que será de gran magnitud- se extiende a la casa vecina donde funciona una sala cuna.
3) Que el ejercicio del derecho (relativo) sea ABUSIVO: Hay abuso del derecho cuando su titular lo ejerce
prescindiendo de su finalidad o espíritu, y cuando lo ejerce dolosamente con el objeto de causar daño.
4. PRESUNCIONES DE CULPA:
Lo que sucede es que, para que sea procedente la responsabilidad extracontractual civil es necesario que la culpa se
pruebe, prueba que recae en la persona de la víctima, luego, será comprensible que en muchas ocasiones la víctima
sucumba ante la tarea de acreditar (probar) la culpa del autor de un ilícito, más aun considerando que regularmente
la víctima tampoco cuenta con los medios económicos que le permitan enfrentar un juicio adecuadamente, que
sumado a la carga emocional que implica exigir lo que en derecho le corresponde, y la tarea que aquello significa –
tiempo, dinero y paciencia- viene en suma, a provocar en la víctima un sensación de soledad y de desprotección
legal muy fuerte, de ahí que, por lo menos con el objeto de ayudar – aunque sea en parte- esta sensación, es que la
ley viene en ciertos casos en su auxilio, estableciendo que el peso de la prueba recaiga en la persona del autor del
ilícito a través de lo que se conoce con el nombre de “presunciones de culpa” del victimario.
En efecto, en estos casos, la víctima sólo tendrá que probar las circunstancias que sirven de fundamento a la
presunción, probadas estas circunstancias se presumirá (presunción legal) culpable al autor del daño, luego, le
corresponderá a él, probar que empleó la debida diligencia y cuidado, y que no existe una relación de causa a efecto
entre la culpa que se le imputa y el daño.
1. Se presume la culpa de quien remueve las losas de una acequia o cañería en calle o camino sin las precauciones
necesarias para que no caigan los que por allí transitan de día o de noche.
2. Se presume asimismo la culpa del que obligado a la construcción o reparación de un acueducto o puente que
atraviesa un camino, lo tiene en estado de causar daño a los que transitan por él.
3. El que en forma imprudente dispara un arma de fuego.
4. Accidente que un sujeto manejando un automóvil o cualquier vehículo de tracción mecánica o animal, provoca
a un peatón en el cruce de una calzada.
5. Accidente que provoca un sujeto que manejando un automóvil o cualquier vehículo de tracción mecánica o
animal, a un peatón, dentro de los 10 metros antes de una esquina.
2. Objetivo de la acción:
El objetivo que persigue esta acción es la reparación del daño, luego, busca que se le aplique a quien corresponda la
obligación de reparar el daño, y la ley para tal objetivo estableció como formula genérica, denominada
indemnización de perjuicios.
3. Titulares de la acción de indemnización de perjuicios:
1. Si el daño no se ha producido y hay sólo amenaza de daño debemos distinguir: 1) Si el daño amenaza a
personas determinadas la acción corresponde a estas.
2) Si el daño amenaza a personas indeterminadas la ley concede acción popular.
2. Si el daño se ha producido, la acción corresponde exclusivamente a aquel que lo sufrió, (la víctima), sus
herederos o cesionarios o legatarios. Si los perjudicados son varios todos ellos tienen derecho a la
indemnización.
3. En el caso de daño en las cosas la acción corresponde a todos los que tengan sobre ella o respecto de ella un
derecho real o personal que resulte lesionado por el delito o cuasidelito.
4. En el caso de daño moral en las personas: Pueden demandar su reparación la víctima directa y los que sin tener
esa calidad sufren también una lesión profunda y verdadera en su ánimo o espiritualidad. El daño moral hay que
acreditarlo siempre, sólo que cuando el ofendido es pariente cercano de una víctima, la prueba será más fácil,
toda vez que se gozará de "presunciones judiciales". Pero todas, rebatibles. Es decir, si el demandado (autor del
delito o quien corresponda) logra acreditar que la muerte del hijo o del padre o del cónyuge NO CAUSÓ
LESIÓN en el alma, pese al vínculo, el juez no debe acoger la demanda indemnizatoria por daño moral. El
demandante debe acreditar que su daño fue producto de la lesión a un interés legítimo. De ahí que la doctrina
niegue lugar a la posibilidad que demande daño moral un concubino por la muerte de la concubina o viceversa.
¿Procede la acción solidaria?
R- NO, es más, no existe solidaridad activa, lo que no obsta a que los titulares si hay varios de ellos, interpongan la
acción separadamente o conjuntamente, pero si optan interponerla conjuntamente será el juez quien deberá fijar un
mondo para cada víctima.
Si hay varios titulares que ejercen su acción conjuntamente ¿la renuncia a la acción por parte de uno de ellos afecta
a los demás titulares?
R- La renuncia no afecta a las demás acciones, luego, su efecto es personal, y tampoco podrá producir cosa juzgada
respecto de los demás eventuales demandantes.
6. Extinción de la acción:
1. Como la acción de responsabilidad extracontractual es un derecho personal, se extingue por los modos de
extinguir obligaciones.
2. Por renuncia.
3. Por desistimiento.
4. Por transacción.
5. Por prescripción extintiva: Digamos que la acción prescribe al cabo de 4 años contados desde la fecha de la
comisión del hecho ilícito. Además esta prescripción no se suspende a favor de los menores pero si se
interrumpe.
1. Eximentes de responsabilidad:
El autor del daño puede eventualmente eximirse de responsabilidad, lo que en definitiva significa que no será
obligado a indemnizar, esto puede ocurrir por dos causas, en primer lugar cuando concurre un eximente de
responsabilidad, lo cual sucederá cuando no hubo culpa o dolo, y en segundo lugar por haberse estipulado una
cláusula de irresponsabilidad.
¿Cuando opera un eximente de responsabilidad?
R- El autor del daño no se verá obligado a indemnizar cuando opera un eximente de responsabilidad, y esto se
producirá cuando no ha habido dolo o culpa por parte del autor, luego, el fundamento de los eximentes de
responsabilidad es que cuando operan se entiende que no se configura el delito o cuasidelito. No así en el caso de las
cláusulas de irresponsabilidad, donde existe el delito o cuasidelito civil, pero que no es indemnizable en virtud de la
autonomía de la voluntad.
¿Cuáles son las causas que eximen de responsabilidad civil?
R- En materia civil existe sólo una causal genérica de eximentes de responsabilidad, y es la falta de dolo o culpa,
siendo ella la que traiga como consecuencia otras causas que eximen de responsabilidad.
1. La fuerza mayor o caso fortuito: Es el imprevisto imposible de resistir, ya sea que provenga de hechos de la
naturaleza (caso fortuito) o hechos del hombre (fuerza mayor). Como podemos observar esto es aplicación del
aforismo de que nadie está obligado a lo imposible, luego, como consecuencia de ello si la fuerza mayor o caso
fortuito es la causa única y directa del daño ocasionado, a quien se le imputaba la responsabilidad podrá
eximirse en virtud de ella.
2. La falta de culpa por parte del autor: Esto se produce por ejemplo en el caso de las presunciones de culpa por
hecho ajeno, específicamente en el caso de la responsabilidad de los padres por los delitos o cuasidelitos de los
hijos; en este caso los padres se eximen de responsabilidad si prueban que emplearon la debida vigilancia y
cuidado y a pesar de ello no pudieron impedir el hecho.
3. Se exime de responsabilidad por culpa exclusiva de la víctima: Cuando es la causa exclusiva del daño es
causa eximente de responsabilidad. Si no es causa exclusiva pero sí concomitante (culpa compartida), autoriza a
una reducción de ella (atenuante de responsabilidad).
4. Exime de responsabilidad los hechos de terceros por cuyos actos no se responde: Digamos que esto se
asimila a la fuerza mayor.
5. Exime de responsabilidad la legítima defensa: Si una persona esta frente a una agresión ilegítima y se
defiende empleando medios proporcionales a la agresión se exime de responsabilidad, siendo este un caso
particular de falta de culpa.
6. Exime de responsabilidad el estado de necesidad: Cuando una persona está expuesta a sufrir un daño e intenta
evitarlo, pero como consecuencia de ello provoca daño, se exime de responsabilidad. Eje. Una persona al verse
expuesta a ser asaltada ingresa por la ventana de una casa, causando daño al dueño de dicha casa.
7. Exime de responsabilidad: El error o el engaño (dolo) de que pudo haber sido objeto el agente (autor del
daño), y que lo movieron a actuar, en este caso sólo lo eximirá de responsabilidad si no hubo de su parte
negligencia en haber incurrido en ese error o caído en ese engaño.
2) Cláusula de irresponsabilidad:
En cuanto a las cláusulas de irresponsabilidad, estas actúan en el ámbito de la responsabilidad extracontractual a
priori. Esto es antes del daño, si fuera a posteriori (después del daño) más bien sería una renuncia o transacción.
Digamos que si bien en doctrina la validez de las cláusulas de irresponsabilidad son bastante discutidas, se ha
sostenido que son válidas en la medida que se trate de la culpa leve o levísima, pero no de la culpa grave, esto es que
no se puede eximir anticipadamente a una persona por culpa grave, porque la condonación del dolo futuro no vale, y
como la culpa grave es equivalente al dolo, tal cláusula adolecería de objeto ilícito y por ende de nulidad absoluta.
Digamos que, a demás de lo dicho anteriormente, cuando el daño ha de recaer en las cosas nada impediría que
anticipadamente se establezca una cláusula de irresponsabilidad no así si el daño ha de recaer en las personas, en tal
caso se ha considerado inadmisible la cláusula de irresponsabilidad. Ejemplo, contratos donde pueda darse la figura
de un hecho ilícito, y donde se pueda establecer una cláusula de irresponsabilidad, tema que ya vimos en su
oportunidad.
2. Atenuantes de responsabilidad:
La responsabilidad proveniente de un delito o cuasidelito será atenuada por alguna de estas 2 circunstancias
1. Cuando el daño se debe a culpas compartidas, esto es, parte de ella la tiene el autor y parte de ella la
víctima.
2. Por la estipulación de una cláusula atenuante de responsabilidad, Ejemplo, contratos donde pueda
producirse un hecho ilícito, tema que ya vimos en su oportunidad.