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FUENTE DE LAS OBLIGACIONES

PRIMERA PARTE: TEORÍA DE LAS FUENTES DE LAS OBLIGACIONES SALVO ELCONTRATO.


PRIMERA SECCIÓN
GENERALIDADES
1. Introducción:
El tema de las fuentes de las obligaciones surge primeramente del tema de la clasificación de los bienes, por cuanto,
tal como sabemos, dentro de su clasificación encontramos los bienes corporales e incorporales, luego dentro de estos
últimos tenemos los derechos reales y personales.
Ahora bien, específicamente, es el tema de los derechos personales el que le da nacimiento a las fuentes de las
obligaciones, y esto es, por cuanto, correlativamente a los derechos personales o créditos siempre encontramos una
obligación. De ahí que el análisis de las fuentes de las obligaciones, no es otra cosa que estudiar los hechos que le
dan nacimiento, luego las obligaciones tienen como fuentes los mismos que los derechos personales.
2. Concepto: de fuentes de las obligaciones:
Concepto: Es el hecho jurídico que le da nacimiento, que origina o genera la obligación.
Tengamos presente, que las fuentes de las obligaciones o si se quiere de los derechos personales, son, tal como lo ha
sostenido la doctrina clásica, el contrato, cuasicontrato, delito, cuasidelito y la ley, sin perjuicio de que algunos
añadan la declaración unilateral de voluntad.
Crítica a la doctrina clásica de las fuentes de las obligaciones:
Doctrinariamente, la doctrina clásica ha sido objeto de diversas críticas, así para algunos autores como Planiol y
Messineo la obligación tiene por fuente solamente dos, el contrato y la ley. En el primero existe voluntad de
obligarse, en todos los demás casos, es la ley la que establece que el deudor queda obligado.
Esto último es lo que ocurre en los delitos y cuasidelitos en que es la ley la que señala cuando una persona está
obligada a indemnizar los perjuicios ocasionados a otra. En los cuasicontratos es igualmente el legislador el que
establece quien y cuando resulta obligado.
De acuerdo a esto, las obligaciones nacen, pues, o de un acuerdo de voluntades entre acreedor y deudor, o por la
sola disposición de la ley.
Hay quienes han ido más allá, y han sostenido que la fuente única de toda obligación es la ley, ya que cuando los
interesados por medio del contrato dan nacimiento a una obligación, lo hacen porque el legislador los ha facultado
para aquello, así es como las partes no podrían obligarse si la ley prohibiera un determinado contrato que quieren
celebrar.
3. Explicación del desarrollo de este estudio:
Digamos que lo que haremos por metodología, será analizar separadamente las fuentes de las obligaciones, luego,
lo que respecta al contrato lo dejaremos como tema aparte, como consecuencia de lo extenso que es esa materia.

SEGUNDA SECCIÓN
ANÁLISIS PARTICULAR DE LAS FUENTES DE LAS OBLIGACIONES
1. Nociones previas:
Las fuentes de las obligaciones que analizaremos a continuación son el cuasicontrato, delito, cuasidelito, y la ley,
dejando el estudio del contrato en la segunda parte de este trabajo, por cuanto, comprende una mayor cantidad de
materia.

CAPÍTULO I: DEL CUASICONTRATO


1. Definición de cuasicontrato:
El cuasicontrato se define tradicionalmente como un hecho voluntario no convencional lícito que genera
obligaciones.
¿Qué diferencias existen entre el cuasicontrato respecto del resto de las fuentes de las obligaciones?
1. Cuasicontrato v/s la ley: El cuasicontrato es un acto o hecho voluntario, que va en busca de la obligación, a
diferencia de la ley que impone imperativamente las obligaciones, sin que la voluntad tenga importancia o
preponderancia alguna.
2. Cuasicontrato v/s los delitos y cuasidelitos: El cuasicontrato es un hecho lícito, en cambio los delitos y
cuasidelitos son hechos ilícitos.
3. Cuasicontrato v/s el contrato: El cuasicontrato no es un acuerdo de voluntades, en cambio el contrato si lo es,
es más, es el acuerdo de voluntades -en el contrato- el que genera la obligación.
Crítica a la definición de cuasicontrato:
Lo que sucede es que los jurisconsultos romanos observaron que ciertas obligaciones nacían de diversas causas,
causa estas que no provenían ni de un contrato ni de un delito, luego, en el intento de justificar esas obligaciones, es
que nace la institución del cuasicontrato, producto sin duda de una equivocada interpretación de las fuentes romanas,
luego, distinguidos juristas entre los que se destacan Planiol y Josserand han criticado fervientemente la concepción
del instituto cuasicontrato, incluso este último jurista llegó a sostener que el cuasicontrato es una especie de
monstruo legendario que es necesario abolir del lenguaje jurídico.
Entre estos juristas sin duda destaca Planiol, quien critica la institución del cuasicontrato dando los siguientes
argumentos.
1. Planiol sostiene que la expresión cuasicontrato sugiere la idea de una institución análoga, parecida al contrato,
que casi es un contrato, cuando en realidad sus diferencias son capitales.
a. El contrato supone un acuerdo de voluntades, ausente en el cuasicontrato.
b. Por otra parte, el acuerdo de voluntades en el contrato crea las obligaciones y determina sus efectos.
En el cuasicontrato, en cambio, si de algún modo interviene la voluntad, no crea la obligación.
2. Planiol niega que el cuasicontrato sea un hecho voluntario , tanto porque la voluntad no genera la obligación que
se impone al autor del acto, como porque suele resultar obligado quien no la ha expresado de ningún modo. Eje.
En la agencia oficiosa, se obliga el gestor y esta obligación puede considerarse como obra de su voluntad; pero
también puede resultar obligado el interesado o dueño del negocio, el cual no ha manifestado voluntad alguna.
Luego, si este último puede resultar obligado sin que intervenga su voluntad, mal podemos decir que el
cuasicontrato es un hecho voluntario que origina la obligación. Lo mismo sucede respecto del pago de lo no
debido, donde obviamente quien paga mal lo hace en virtud de un error, estando completamente ausente la
voluntad.
3. Planiol sostiene que incluso el cuasicontrato no es un hecho lícito , por el contrario sostiene que es ILÍCITO, por
cuanto, en todos los cuasicontratos hay un elemento en común, el cual es el enriquecimiento sin causa, siendo
este el fundamento del cuasicontrato, luego, si este es su fundamento obviamente el cuasicontrato es ilícito, dado
que su fundamento o razón de ser también lo es. Eje. En el pago de lo no debido es el enriquecimiento sin causa
el que motiva al legislador a amparar a aquel que pagó lo que no debía, luego, es la ley la que impone al que
recibió el pago a restituirlo generando con ello una clara obligación de restituir.
Como consecuencia de todas estas críticas, Planiol nos da la siguiente definición. Cuasicontrato: el cuasicontrato es
un hecho involuntario e ilícito y las obligaciones que engendra tienen su origen en la ley que, por su intermedio,
procura reparar un enriquecimiento injusto.
2. Fundamento del cuasicontrato:
(Enriquecimiento sin causa)
Parte importante de la doctrina jurídica consideran que el fundamento o razón de existir esta institución es
precisamente el "enriquecimiento sin causa", por cuanto, la obligación cuasicontractual que impone la ley es
precisamente para evitar que se produzca un enriquecimiento injusto o indebido, o sin causa legítima. Recordemos
que el enriquecimiento sin causa es uno de los principios generales del derecho.
A menudo una persona se enriquece en desmedro de otra; pero generalmente el incremento de un patrimonio, a
costa del empobrecimiento de otro, opera por un justo motivo, por una causa legítima, como una venta, una
donación, una asignación por causa de muerte.
Pero suele este fenómeno producirse sin causa justificada, sin un motivo valedero, como si una persona paga lo que
realmente no debe. El que recibe el pago se enriquece a expensas del que lo efectúa, sin motivo plausible,
injustamente.
En tal caso se produce un enriquecimiento sin causa. Para reparar esta injusta lesión, análoga a la que ocasiona el
delito o cuasidelito, sólo cabe como remedio el dotar a la víctima de una acción para obtener la reparación contra el
injustamente enriquecido y reputar el enriquecimiento sin causa como una fuente de obligaciones. Esta acción se
denomina in rem verso.
Concepto de enriquecimiento sin causa: Es el enriquecimiento de un patrimonio, en pro del empobrecimiento de
otro patrimonio pero sin causa legítima, donde la víctima no tiene otra opción más que la acción in rem verso, para
obtener la reparación.
Acción in rem verso: Esta acción conocida como acción de enriquecimiento injusto, es la que se ejerce en contra de
una persona que se ha enriquecido causando un empobrecimiento sea injusto, ilegítimo o sin causa y que la víctima
carezca de otro medio para obtener la reparación que no sea la acción de in rem verso.
Ámbito de aplicación del enriquecimiento sin causa: Ya hemos dicho que el enriquecimiento sin causa es uno de
los principios generales del derecho, ahora bien, a pesar de que no existe una disposición legal expresa que se refiera
a él, de todas maneras, como es de aplicación general, en muchas instituciones está presente, así a modo de ejemplo
mencionemos las siguientes:
1. La institución de la lesión enorme es consecuencia del enriquecimiento sin causa.
2. El principio de que no pueda el acreedor deducir conjuntamente el cumplimiento forzado y la indemnización de
perjuicios compensatoria es consecuencia del enriquecimiento sin causa.
3. En materia de derecho real de dominio, específicamente respecto de la acción reivindicatoria, las prestaciones
mutuas que procede en virtud de ella se da como consecuencia del enriquecimiento sin causa.
4. Respecto de los cuasicontratos pasa lo mismo.
5. Lo mismo sucede respecto de la nulidad patrimonial, a propósito de las prestaciones mutuas.
6. Respecto de la obligación que se impone al incapaz, a restituir aquello en que se hubiere hecho más rico, cuando
se ha declarado la nulidad del acto o contrato en que fue tuvo participación.
7. En materia de derecho de familia, específicamente la institución de las recompensas que se deban
recíprocamente la sociedad conyugal, el marido y la mujer.
8. Por análogo motivo los actos ejecutados por el marido dan a los acreedores acción sobre los bienes de la mujer,
cuando el acto cede en utilidad personal de ésta y hasta la concurrencia del beneficio que obtenga.
Requisitos del enriquecimiento sin causa: La doctrina ha formulado, a grandes rasgos, las condiciones del
enriquecimiento sin causa y los requisitos que hace procedente la acción de in rem verso. Estos requisitos son:
1. Que una persona se haya enriquecido.
2. Que haya un empobrecimiento correlativo de otra persona.
3. Que el enriquecimiento sea injusto, ilegítimo o sin causa:
4. Que la víctima no tenga otro medio que la acción de in rem verso para obtener la reparación: Digamos que la
acción in rem verso, es claramente una acción subsidiaria, luego, es el último recurso que tiene la víctima de un
enriquecimiento injusto, de otro modo, la acción entraría en conflicto con la mayor parte de los demás medios,
bajo cuyo amparo podría obtenerse el resultado perseguido.
Efectos que produce la acción in rem verso: El efecto es el reembolso de aquello en que el demandado se ha
enriquecido.

3. Clases de cuasicontratos:
- Agencia Oficiosa
- Pago de lo no debido
Cuasicontratos - Comunidad
- El depósito necesario de que se hace cargo un
incapaz.

Cabe tener presente, que la agencia oficiosa, el pago de lo no debido y la comunidad son tradicionalmente los
cuasicontratos más importantes, luego, es por ello su exclusivo análisis tal como lo haremos nosotros.

A. AGENCIA OFICIOSA:
a. Introducción:
Una persona se ha ausentado sin adoptar las medidas necesarias en resguardo de sus intereses; otra persona asume
la tarea de resguardar los intereses del ausente, paga en su nombre a un acreedor exigente que se disponía a hacer
efectivo su crédito, contrata las reparaciones que reclaman ciertos bienes, etc. Tal es la gestión de negocios o
agencia oficiosa
b. Definición de agencia oficiosa:
Concepto: La agencia oficiosa es un cuasicontrato por el cual una persona llamada agente oficioso -gerente-
administra sin mandato los negocios de otra persona llamada interesado, y en virtud del cual el agente oficioso se
obliga siempre y donde el interesado se obliga en ciertos casos.
c. Requisitos de la agencia oficiosa:
1. La intervención del gerente debe ser espontánea.
2. El agente oficioso debe obrar sin mandato.
3. Debe obrar con la intención de obligar al interesado.
4. Capacidad de las partes.
1. La intervención del gerente debe ser espontánea.
2. El agente oficioso debe obrar sin mandato: Esto ocurrirá cuando el interesado no toma conocimiento de la
gestión que el agente oficioso realizará, o bien cuando tiene simple conocimiento, esto es que no haya tenido la
posibilidad de manifestar su disconformidad.
Cabe tener presente, que si la persona del interesado toma conocimiento de la gestión y tiene la posibilidad de
manifestar su desacuerdo con ello, y no lo hace, se entiende que autoriza tácitamente al gestor, luego, habrá un
mandato y no agencia oficiosa.
3. El agente oficioso debe obrar con la intención de obligar al interesado: Si actúa pero no tiene la intención de
obligar al interesado, la ley entiende que es una simple liberalidad por parte del gestor.
4. Capacidad de las partes:
a. El agente oficioso debe ser capaz: Si es un incapaz relativo también puede ser agente oficioso, en la
medida que sea autorizado para ello por su representante legal. Como podemos observar, la regla es a la
inversa que en el mandato, por cuanto, el mandatario puede ser capaz o incapaz, ya que los actos que
realiza en función del mandato repercuten en el patrimonio del mandante.
b. El interesado puede ser capaz o incapaz: Esto es porque no ejercita ningún acto voluntario, luego, si se
obliga no es por un acto suyo sino de otro que es el agente oficioso. Como podemos observar, al igual
que en el caso anterior, la regla es a la inversa que en el mandato, puesto que, en el mandato el mandante
debe ser capaz, por cuanto se entiende de que es él quien resultará obligado.
d. Efectos de la agencia oficiosa:
De partida digamos que la institución de la agencia oficiosa impone obligaciones al agente oficioso, y en ciertos
casos impone obligaciones al interesado, y esto es porque el agente oficioso siempre se obliga para con el
interesado, en cambio sólo en ciertos casos el interesado se obliga para con el agente oficioso.
1. Obligaciones del agente oficioso: La agencia oficiosa tiene parentesco íntimo con el mandato. No es extraño,
por consiguiente, que las obligaciones del agente oficioso o gerente sean las mismas que las del mandatario.
1) Debe cumplir con el negocio o gestión, y debe continuarla hasta que el interesado pueda
tomarla o encargarla a otro, y si el interesado muere, deberá continuar la gestión hasta que los
herederos lo dispongan.
2) Debe hacerse cargo de todas las dependencias del negocio. 3) Debe rendir cuenta.
2. Obligaciones del interesado: Para saber si el interesado se obliga para con el agente oficioso debemos
distinguir si la gestión fue útil o no, luego, la eventual obligación del interesado es condicional.
a. La gestión no fue útil: Esto es cuando el negocio no fue bien administrado o bien cuando la administración
fue mal intencionada o torpe. En este caso no le nace al interesado ninguna obligación para con el agente
oficioso o terceros, por el contrario, será el agente oficioso quien se haga responsable de los perjuicios.
b. La gestión fue útil: En este caso, al interesado le nacen para con el agente oficioso las siguientes
obligaciones.
1) El interesado deberá cumplir las obligaciones que el agente oficioso ha contraído en la gestión. En
otras palabras, el gerente obliga al interesado ante terceros.
2) El interesado se obliga a reembolsarle al agente oficioso las expensas útiles o necesarias que haya
efectuado como consecuencia del negocio.
3) El interesado no está obligado a pagar ningún salario al agente oficioso.

e. Responsabilidad del agente oficioso:


Lo que sucede es que el agente oficioso debe emplear en la gestión el cuidado de un buen padre de familia, luego, la
regla general es que él responde de culpa leve, sin embargo, excepcionalmente el agente oficioso, puede responder
de culpa grave o dolo y de culpa levísima. En este caso, podemos apreciar que las reglas de la culpa -grados de
culpa- tan íntimamente ligadas con el mundo de la responsabilidad contractual se escapa de esa regla traspasándose -
sólo excepcionalmente- a una fuente distinta del contrato.
¿Cuándo responderá de culpa grave o dolo?
R- Cuando el agente oficioso se ha hecho cargo de los negocios del interesado para salvarlo de un peligro inminente,
luego, protege los intereses ajenos.
¿Cuándo responderá de culpa levísima?
R- Responde de culpa levísima, cuando se ha ofrecido a la gestión, impidiendo que otros la hicieren.

f. Paralelo entre agencia oficiosa y mandato:


Agencia oficiosa Mandato
Semejanzas
El agente oficioso al igual que el mandatario, obran a nombre de otro y no por cuanta
propia.
Diferencias
Es un cuasicontrato, luego el agente oficioso Es un contrato, luego el mandatario actúa
actúa por si solo y no por poderes que le en virtud de poderes que le ha otorgado el
haya otorgado el interesado. mandante.

El interesado se obliga sólo a condición de El mandante se obliga


que la gestión haya sido útil. siempre, independiente de si la
gestión es útil o no.
El interesado puede ser capaz o incapaz, y el En cambio el mandante debe ser capaz, en
agente oficioso debe ser capaz. cambio el mandatario puede ser capaz o
incapaz.
B. PAGO DE NO LO DEBIDO:
a. Definición:
Concepto: El pago de lo no debido es un cuasicontrato que tiene por objeto que aquel que ha recibido
indebidamente un pago que se le ha efectuado por error, tenga la obligación de restituir aquello que ha recibido
indebidamente.
Lo que sucede, es que todo pago supone la existencia de una deuda previa, sin embargo el que por error paga lo que
no debía, tiene derecho a repetir lo pagado. El que recibió el pago se enriquece injustificadamente, y el que lo
efectuó se empobrece, luego, quien efectuó el pago tiene acción para exigir de aquel que lo recibió, que se lo
devuelva.
Digamos que es de esta institución de donde se desprende el aforismo “del que paga mal paga dos veces”.
¿Podemos decir que hay pago de lo no debido cuando ello tiene su origen en un contrato que se anula o
resuelva?
R- NO, una persona que ha pagado en virtud de un contrato que posteriormente se anula o resuelve no puede exigir
del otro la devolución del pago, so-pretexto de la procedencia del cuasicontrato del pago de lo no debido, sin
perjuicio que de todas maneras el que pagó tendrá acción para exigir que se le devuelva aquello, pero la acción
encaminada para tal efecto están gobernadas por la nulidad o resolución y no por la institución del pago de lo no
debido.
b. Requisitos del pago de lo no debido:
1. Que se haya efectuado un pago: Es menester que una persona haya efectuado un pago, con el objeto de
extinguir una supuesta obligación.
2. Que no exista obligación (deuda) previa: Digamos que diversas hipótesis pueden darse, y en las cuales
llegamos a un mismo resultado, la inexistencia de una obligación.
¿Cuándo entendemos que una obligación o deuda no existe? R- En los siguientes casos:
1) Cuando la obligación jamás se contrajo. Eje. Cuando un heredero paga una supuesta deuda del causante en
virtud de un documento falso.
2) Cuando la deuda existe realmente, pero el deudor le paga a una persona distinta del verdadero acreedor.
3) El que paga una deuda ajena: Aquí la deuda existe realmente, pero quien la paga no es realmente el deudor.
Excepcionalmente no procede el pago de lo no debido cuando el acreedor que recibe el pago de lo que
realmente se le debe (y juzgándolo innecesario) destruye el título o lo cancela. En tal caso el acreedor no
está obligado a restituir lo que por error se le pagó, sin perjuicio del derecho que le asiste a aquel que
efectuó el pago a intentar contra el verdadero deudor las acciones del acreedor.
4) El pago que se hace en virtud de una obligación que está sujeta a condición suspensiva, mientras ésta se
encuentra pendiente. En este caso como la obligación no ha nacido, el pago de ella hace procedente la
institución del pago de lo no debido.
Cabe tener presente que respecto del plazo suspensivo no ocurre lo mismo, por cuanto, la obligación ha
nacido, el derecho también, lo que está en suspenso es su exigibilidad o ejercicio
¿Qué pasa respecto de las obligaciones naturales?
R- Digamos que, si el deudor (que tenía una obligación natural), paga la deuda no podrá posteriormente
solicitar al acreedor que se lo devuelva so-pretexto de que pagó una obligación natural, luego, no procede el
pago de lo no debido.
3. Que el pago se haya hecho por error: Para que tenga lugar el pago de lo no debido no basta la inexistencia de
una obligación; es preciso, además, que el pago se haya verificado por error. En efecto, lo que motiva a aquel
que paga una deuda es creer que ella existe, luego, si paga, y la obligación no existe es obvio que el pago es
producto de un error.
¿Qué sucede si el que paga no lo hace en virtud de un error, a pesar de que la obligación no existe?
R- Si falta sólo este requisito, se entiende que quien paga efectúa una liberalidad, esto es, jurídicamente una
donación.
¿A qué error nos estamos refiriendo?
R- Tanto a un error de derecho como de hecho.
c. De la prueba del pago de lo no debido:
Prueba de los requisitos del pago de lo no debido:
Concurriendo los requisitos señalados, el que pagó o sus herederos puede(n) entablar acción de pago de lo no
debido contra el que recibió el pago o sus herederos. El demandado (que es aquel que recibió el pago) puede
confesar el pago o negarlo. En efecto, veamos que sucede en estos casos:
a. Si el demandado confiesa que recibió el pago, el demandante debe probar que el pago era indebido.
b. Si el demandado niega que recibió el pago, tocará al demandante probarlo, y una vez probado se presumirá
indebido.
De la prueba del error: Digamos que al demandado le conviene probar que el pago no fue hecho por error, por
cuanto, si lo logra, se entenderá que hubo donación y con ello no tendrá que restituir lo que ha recibido. Luego, el
peso de la prueba le corresponde al demandado, quien tendrá que probar que, aquel que pagó lo hizo sabiendo que
no existía obligación alguna.
En el juicio mismo, el actor está obligado a probar que ejecutó el pago y que era indebido; debe suponerse
ejecutado por error. Al demandado corresponde probar que no hubo tal error, sino cabal conocimiento de las cosas
por quien efectuó el pago.
d. Efectos del pago de lo no debido:
El efecto es la restitución de las cosas indebidamente pagadas, y cuando esto no es posible, su equivalente en
dinero, pero la extensión de la obligación del que ha recibido el pago, varía según esté de buena o mala fe, pero es
necesario advertir que el que recibió el pago de buena fe contrae todas las obligaciones del poseedor de mala fe
desde que sabe que la cosa fue pagada indebidamente.
1. El que recibió el pago lo hizo de buena fe: El que de buena fe ha recibido el pago es obligado a la restitución de
otro tanto del mismo género y calidad, sin intereses. Además no responde de los deterioros o pérdida de la especie
que se le dio en pago, aunque hayan sobrevenido por negligencia suya, salvo cuando le haya hecho más rico. Por
último tampoco está obligado a devolver los frutos percibidos durante su buena fe, conforme a las reglas generales.
Si de buena fe ha vendido la especie que se le dio como debida, sin serlo, es sólo obligado a restituir el precio de la
venta, y a ceder las acciones que tenga contra el comprador que no le haya pagado íntegramente.
2. El que recibió el pago lo hizo de mala fe: El que ha recibido de mala fe el pago, debe restituir otro tanto del
mismo género y calidad, además debe pagar los intereses corrientes. Si se trata por el contrario de una especie o
cuerpo cierto, responde de los frutos, deterioros o pérdidas y, en general, contrae todas las obligaciones del
poseedor de mala fe.
e. ¿Qué sucede si quien recibió el pago lo enajena?:
La solución depende de dos factores; la circunstancia de que los terceros hayan adquirido a título oneroso u gratuito
y su buena o mala fe.
1. Adquirentes a título oneroso: Si adquirió la cosa de buena fe, quien pagó lo que no debía no podrá perseguir la
cosa, luego, el adquirente escapa de la acción, pero si adquirió la cosa de mala fe si se podrá intentar acción en
su contra.
2. Adquirentes a título gratuito: En este caso da lo mismo si el adquirente está de buena o mala fe, el efecto es el
mismo, esto es, que siempre el que pagó indebidamente podrá accionar en contra del adquirente a título gratuito,
en la medida que la cosa esté en poder del tercero adquirente y sea reivindicable -cosa susceptible de
reivindicarse-.

C. COMUNIDAD:
a. Introducción al tema de la comunidad:
Antes de entrar al análisis de la comunidad como cuasicontrato es necesario aludir a la comunidad en términos
generales. En efecto, lo que sucede es que el cuasicontrato de comunidad es una especie de comunidad, luego, es
una manifestación que se da en virtud de las circunstancias.
b. Definición de comunidad:
Antes de entrar al análisis de la comunidad, digamos someramente las diferencias que existen entre la comunidad y
copropiedad.
En efecto, digamos que comunidad y copropiedad no es lo mismo, la comunidad es el género y la copropiedad es
una especie de comunidad, así dicho procedamos a definirlas separadamente.
¿Cuándo estaremos ante la presencia de la comunidad?
R- Hay comunidad cuando 2 o más personas tienen un derecho de idéntica naturaleza jurídica sobre la totalidad de
un mismo objeto.
Este es un concepto más amplio que el de copropiedad, por cuanto, abarca todos los derechos reales, vale decir,
comunidad de propiedad, comunidad de usufructo, comunidad de uso o habitación, comunidad de servidumbre, etc.
ejemplo, hay comunidad cuando Juan y Pedro tienen el derecho de usufructo sobre un mismo bien.
¿Cuándo estaremos ante la presencia de la copropiedad?
R- Hay copropiedad cuando 2 o más sujetos tienen el derecho real de dominio sobre la totalidad de una misma cosa.
Como podemos apreciar, en la copropiedad sólo estamos ante la presencia del derecho real de dominio, y no los
demás, de ahí que la comunidad al recaer sobre el derecho de dominio adopta el nombre de copropiedad, de ahí que
ésta sea una especie de comunidad.
Ahora bien, como estamos dentro del tema del derecho real de dominio, digamos que si 2 o más personas tienen un
derecho de dominio sobre una misma cosa (copropiedad), esta no viene a ser una excepción a la característica de
exclusividad del dominio, por cuanto, la verdad es que los copropietarios o comuneros en forma individual son
dueños en forma exclusiva de su cuota, por lo que -respecto de la cuota- todos estarán ejerciendo su derecho de
dominio, aún cuando la cosa sobre la cual recae este derecho la compartan varias personas.
En definitiva, su derecho de dominio -cuota- no lo comparten.
c. ¿El código civil trata la comunidad?
Sí, y lo hace siguiendo a Pothier, tratándola como un cuasicontrato. Sin embargo debemos dejar bien en claro que
en ciertos casos la comunidad será un cuasicontrato y en otros casos no será así.
La comunidad será un cuasicontrato cuando los comuneros se dejen guiar por las normas del código civil no
estableciendo sus propias reglas. Sin embargo, si ellos establecen las normas sobre las cuales se van a regir ahí habrá
comunidad, pero no será un cuasicontrato.
d. Naturaleza jurídica de la comunidad o copropiedad:
Existen dos grandes posturas:
1. Postura mayoritaria: La postura mayoritaria en nuestro país es la que manejaban los romanos, y consiste en
considerar a la copropiedad como una especie de dominio o propiedad, vale decir, una modalidad del
dominio. Tengamos presente, que esta teoría es la que sigue nuestro código civil, de ahí su importancia.
En este caso, y tal como lo hace el código civil, para entender la comunidad debemos distinguir 2 situaciones,
que son, el derecho que tiene el comunero en la comunidad, y el derecho que tiene el comunero respecto de los
bienes comunes.
1) El derecho del comunero en la comunidad: El comunero tiene en la comunidad un derecho que se
llama "cuota". Ahora bien, respecto de su cuota, el comunero tiene un derecho de dominio el cual
cumple con las características de ser absoluto, pleno, exclusivo, perpetuo, siendo esta la razón del
porque todo comunero puede enajenar su cuota. Tengamos presente que si las cuotas no han sido
determinadas, regirá en tal caso el principio de igualdad de cuotas, digamos además que el comunero
respecto de su cuota, puede ejecutar todo tipo de actos jurídicos pudiendo donarlo, venderlo, etc.
Digamos también que respecto de aquel que adquiere la cuota por cesión, venta, donación, tiene
también el derecho de intentar la acción de partición en los mismos términos que podía ejercerlo aquel
que originariamente era dueño de dicha cuota. Por otro lado, la cuota de un comunero puede ser
embargada, por cuanto, la cuota consta en el patrimonio del deudor confiriéndole al acreedor el derecho
de prenda general. Por último, digamos que la cuota es protegida por distintas acciones las cuales
dependerán del tipo de bien sobre el cual hay una cuota de dominio; así dicho, podemos señalar que:
 Cuando la cuota se tiene sobre una cosa singular: Aquí procede la acción reivindicatoria.
 Cuando la cuota se tiene sobre una universalidad, como obviamente estaremos ante la
presencia de una comunidad hereditaria, la acción que protege la cuota es la acción de
petición de herencia.
2) El derecho del comunero respecto de los bienes comunes: Digamos que el comunero tiene respecto
de los bienes comunes los mismos derechos que los otros comuneros.
a. Respecto del uso: El comunero tiene derecho de usar los bienes comunes respetando el derecho de
uso de los demás comuneros.
b. Respecto del goce: El comunero tiene derecho de beneficiarse de los productos y frutos que genere
la cosa, en la medida que respete el legítimo derecho de los demás comuneros.
c. Respecto de la facultad de disposición: Aquí el comunero se encuentra fuertemente limitado, por
cuanto, por ejemplo, si quiere enajenar el bien común requiere del acuerdo de todos.
Digamos que los comuneros también tienen el derecho de oponerse a los actos de administración de los
otros comuneros, y además ninguno de los comuneros puede hacer innovaciones de los bienes comunes sin
el consentimiento de los otros, como además todo comunero está obligado a efectuar gastos de conservación
de los bienes comunes.
2. Postura minoritaria: Esta es la Teoría germana, según el cual, en la copropiedad, el copropietario o
comunero tendría un derecho parcial de goce, y no hay una cuota o fracción sobre el cual se ejerza el dominio.
En síntesis, si bien la primera teoría es la que sigue nuestro código civil, ambas han sido criticadas en un punto en
común, crítica que consiste en que ponen en peligro o limita la libre circulación de los bienes, pues en ambos tienen
que ponerse de acuerdo para enajenar la cosa.
e. Clases de comunidad:
La comunidad puede ser clasificada de diversas maneras, considerando diversos puntos de vista, así tenemos:
1. Según el objeto sobre el cual recae, tenemos: Comunidad sobre una cosa singular o comunidad sobre una
universalidad. Tengamos presente, que esta es la única clasificación que consagra nuestro código civil.
Respecto de la comunidad que recae sobre una universalidad, digamos que esta puede a su vez ser de dos clases,
universalidad de hecho y de derecho. En efecto, se han formulado como ejemplos de comunidad que recaen en
universalidades de derecho, entre otros, la herencia, lo que queda al disolverse la sociedad conyugal, lo que
queda al disolverse la sociedad civil o comercial, etc.
2. Atendiendo a su origen: La comunidad puede derivar de un hecho, como la muerte de una persona, que origina
la comunidad hereditaria; puede derivar de la voluntad de las personas, como por ejemplo, cuando dos personas
compran -para si- una misma cosa, o bien cuando un comunero cede su cuota en la comunidad; también puede
emanar de la ley, como sucede en la servidumbre, propiedad inmobiliaria, etc.
3. Atendiendo a su duración: Pueden ser temporales o perpetuas.
a) Comunidad que es temporal: Esta es la regla general, por cuanto, como nadie está obligado a permanecer
pro-indiviso el comunero en virtud de la partición puede poner fin a la comunidad, a menos que un
comunero haya pactado la indivisión (el cual aún así no podrá exceder de 5 años, renovable por una sola
vez)).
b) Comunidad perpetua: Estas son las establecidas por la ley, aunque en el fondo derivan más bien de la
naturaleza de la cosa, como lo es la propiedad inmobiliaria, por ejemplo, ¿de quién es el ascensor de un
edificio de departamentos? R- El ascensor como también las escaleras, son bienes comunes de los
respectivos dueños de los departamentos.
4. La comunidad puede ser activa y pasiva.
a) Comunidad activa: Estaremos ante la presencia de esta especie de comunidad cuando los comuneros se
han dado reglas en materia de uso, goce, administración y responsabilidad de cada comunero. Aquí los
comuneros establecen un reglamento, de ahí que esta comunidad no será un cuasicontrato de comunidad.
b) Comunidad pasiva: En este caso los comuneros no han dicho nada en cuanto a reglas en materia de uso,
goce, administración y responsabilidad de cada comunero de ahí que su regulación lo imponga la ley, por
ende, cuando nada dicen los comuneros y se dejan llevar por las reglas legales, estamos ante la presencia del
cuasicontrato de comunidad.
f. DEL CUASICONTRATO DE COMUNIDAD:
f.1. Introducción al tema:
Cabe tener presente, que nuestro código civil si bien considera la comunidad como un cuasicontrato, ésta no
siempre lo es. En efecto, lo que sucede es que la comunidad es el género y el cuasicontrato de comunidad es una
especie de comunidad, y esto por cuanto, el cuasicontrato de comunidad supone ciertamente una comunidad, pero
no toda comunidad constituye un cuasicontrato.

Digamos que el mapa conceptual refleja la gran variedad de comunidades que pueden existir, pero sólo se hace a
modo de ejemplo, por lo que es posible que queden fuera del mapa otras comunidades. Lo importante es que
cualquiera sea el origen de la comunidad, esto es, de un hecho, la voluntad o la ley, esta puede ser un cuasicontrato o
no, y ello va a depender de si los comuneros han o no regulado la manera de cómo han de administrar la cosa
común, luego, si no lo han hecho, la comunidad será un cuasicontrato de comunidad, sino lo han hecho será
simplemente una comunidad cualquiera, pero no cuasicontrato.
f.2. Definición de cuasicontrato de comunidad:
El cuasicontrato de comunidad, es aquella en virtud del cual 2 o más personas tienen un derecho de idéntica
naturaleza jurídica sobre la totalidad de un mismo objeto, sin que hayan convenido la forma o manera de administrar
la cosa común, dejando su regulación a la ley, independiente del origen de la comunidad.
f.3. ¿La comunidad es o no persona jurídica?
R- La comunidad no es persona jurídica, luego, los bienes comunes pertenecen a los comuneros pro-indiviso; carece
de un patrimonio propio.
f.4. Derechos de los comuneros en la comunidad:
1. Cada comunero tiene derecho a usar la cosa común: Esto será en la medida que el comunero respete el uso
ordinario que tiene la cosa y sin perjudicar el legítimo derecho que tienen los demás comuneros de usar la cosa.
2. Cada comunero tiende derecho a las expensas de conservación: Cada comunero tiene derecho para obligar a
los otros a que hagan junto con él las expensas necesarias para la conservación de las cosas comunes.
3. Respecto de las innovaciones de los bienes comunes, se requiere del consentimiento de todos: Por ejemplo,
si el inmueble común está destinado al cultivo de árboles frutales, se requiere el asentimiento unánime para
destinarlo al pastoreo, lo mismo sucede para hacer innovaciones estructurales.
4. Cada comunero tiene derecho de oponerse a los actos administrativos de los otros comuneros: Por ejemplo
si existen 10 comuneros y 9 quieren vender la cosa común, y uno se opone, no podrá llevarse a cabo el contrato
de compraventa respecto de la cosa común, no así respecto de sus respectivas cuotas.
f.5. ¿Cómo se reparten los beneficios y las cargas entre los comuneros?
1. Respeto de los beneficios: Los comuneros participan de los beneficios de la cosa común proporcionalmente a
sus cuotas.
2. Respecto de las cargas: Cada comunero debe contribuir a las obras y reparaciones de la comunidad
proporcionalmente a su cuota.

f.6. ¿Las deudas contraídas por un comunero grava a los demás?


Las deudas contraídas por un comunero, en interés de la comunidad, gravitan exclusivamente sobre el comunero
que las contrajo. El comunero que contrajo la obligación es el único responsable ante el acreedor, pero tiene acción
contra los demás comuneros para que le reembolsen lo pagado.
Sin embargo, si la deuda fue contraída en forma colectiva por los comuneros, dicha deuda se dividirá entre todos
ellos por parte iguales, a menos que se haya estipulado solidaridad, o bien otra forma de pago. Pero el comunero que
ha pagado más de lo que le corresponde, de acuerdo con su interés en la comunidad, tiene acción de reembolso
contra los otros.
f.7. Responsabilidad del comunero:
En la administración de los bienes comunes, el comunero debe conducirse como un buen padre de familia y
emplear, en consecuencia, una mediana diligencia, luego, responde hasta de culpa leve.
f.8. Situación de los acreedores del comunero:
Los bienes comunes pertenecen a los comuneros pro-indiviso; en consecuencia, los acreedores del comunero
pueden perseguir la cuota que le corresponda en la cosa común y rematarla para pagarse de sus créditos.
f.9. Terminación de la comunidad
1. Por la reunión de las cuotas de todos los comuneros en una sola persona.
2. Por la destrucción de la cosa común.
3. Por la división del haber común. La división del haber común se sujeta a las mismas reglas que la partición de la
herencia.
4. Por prescripción adquisitiva de la cosa común, en virtud del cual un poseedor se hizo dueño de ella.
f.10. La comunidad v/s prescripción adquisitiva:
En primer lugar, digamos que ningún comunero está obligado a permanecer en la indivisión, por ello es que,
cualquier comunero puede pedir la partición de la cosa en cualquier momento.
¿Pueden los comuneros acordar que permanecerán en la indivisión? o dicho de otro modo, ¿pueden los
comuneros acordar que no intentarán la acción de partición?
R- Sí, pero dicho pacto no podrá exceder de 5 años, lo que pueden ser renovables.
Por todo ello se dice que la acción de partición es imprescriptible.
Sin embargo, la comunidad puede extinguirse como consecuencia de que un comunero o tercero extraño, haya
ganado el dominio exclusivo de la cosa común por prescripción adquisitiva, luego, al reunirse la cosa en manos de
una misma persona, consecuentemente se extingue la comunidad. En tal caso, obviamente la acción de partición se
extinguirá pero no porque haya prescrito, sino porque dejó de tener razón de existir.

CAPÍTULO II: DE LOS DELITOS Y CUASIDELITOS


1. Introducción al tema: De partida, digamos que los delitos y cuasidelitos además de ser fuentes de las
obligaciones, son hechos, específicamente hechos del hombre jurídico ilícito que produce consecuencias
jurídicas. Por ello es que incluso se considera al hecho ilícito como fuente de las obligaciones, y de
responsabilidad.
2. Definición de delito y cuasidelito civil:
1. Delito: Es el hecho ilícito cometido con la intención de dañar, y que causa daño a otra persona.
2. Cuasidelito: Es el hecho ilícito culpable cometido sin la intención de dañar, y que causa daño a otra persona.
Como podemos observar, las semejanzas entre ambas instituciones, es que ambos son hechos ilícitos y ambos
causan daño, y la diferencia es que en el delito hay dolo, en cambio en el cuasidelito hay culpa, luego, la diferencia
que hay entre ambos -diferencia que en el ámbito civil no tiene mayor trascendencia- es un factor psicológico del
sujeto, donde en uno hay intención dañina y en el otro falta de diligencia, negligencia, o hechos imprudentes. Ahora
bien, digamos que esta diferencia es intrascendente, y como dicen algunos autores, es ociosa, por cuanto, las
consecuencias de ambas fuentes de las obligaciones son idénticas, de ahí que, obligarán en los mismos términos a la
reparación del daño causado. Luego, será la magnitud del daño, la que determine la extensión de la obligación de
indemnizar y no si el sujeto quiso o no hacerlo.
Tal es lo dicho precedentemente que nuestro código civil somete a ambas instituciones a una misma
reglamentación, y como lo dice Arturo Alessandri, siempre los menciona conjuntamente.
Por su parte, digamos que en la práctica, ante los tribunales de justicia, las demandas de responsabilidad
extracontractual civil se fundamentan más en cuasidelitos que en delitos civiles.
Por último digamos que, tanto el delito como el cuasidelito civil pueden provenir de la ejecución de un hecho o de
una abstención. Eje. Delito como consecuencia de la ejecución de un hecho sería matar a otro, y cuasidelito como
consecuencia de la ejecución de un hecho sería manejar imprudentemente un arma de fuego y herir a una persona.
Por el contrario, delito por omisión sería el caso de que, debiendo una persona mantener un puente en estado de
servir, dolosamente lo tiene en estado de causar daño y causa daño, y será cuasidelito por omisión el mismo caso,
pero que por negligencia o imprudencia causó daño. En éste último caso, depende de si hubo malicia o
sencillamente negligencia.
3. De los delitos y cuasidelitos civiles y penales:
Lo normal es que un mismo hecho ilícito, constituya paralelamente un delito civil y penal, o un cuasidelito civil y
penal, es más, será generalmente la materia penal la que arrastre consigo la materia civil. Eje. Un delito de robo,
cuasidelito de homicidio, ellos conjuntamente constituirán delitos o cuasidelitos penales y civiles.
Excepcionalmente habrá casos de delitos exclusivamente penales y delitos exclusivamente civiles.
¿Cuándo un delito o cuasidelito será exclusivamente penal?
R- Cuando tipificado por la ley penal no causa daño. Eje. Manejar bajo estado de ebriedad sin causar daño, la
tenencia o porte de armas sin la autorización pertinente.
¿Cuándo un delito o cuasidelito será exclusivamente civil?
R- Cuando causando daño no se encuentre tipificado por la ley penal, siendo estos casos más frecuentes que el
anterior, por cuanto el delito y cuasidelito civil es mucho más amplio que el penal. Eje. El adulterio, el dolo -fraude-
pauliano, la ingratitud del donatario, el incumplimiento doloso de una obligación contractual, la injuria atroz del
alimentario.
4. Paralelo entre delitos y cuasidelitos civiles y penales:
Delitos y cuasidelitos civiles Delitos y cuasidelitos penales
Semejanzas
Ambos son hechos ilícitos
Diferencias
Son hechos ilícitos dolosos o culpables que Delito: Es toda acción u omisión voluntaria
causan daño. penada por la ley.
Cuasidelito: Es toda acción u omisión culpable
penada por la ley.
La ley civil no es casuística, luego, establece La ley penal es casuística, esto es que hay que
una formula genérica, sancionándolo con una analizar caso a caso para saber como se
pena única, el cual es la indemnización de sanciona, pero en términos generales podemos
perjuicios. decir que la sanción es de presidio o reclusión,
libertad vigilada, firmar una vez al mes,
efectuar trabajos a
la comunidad, multas, etc.
Los delitos y cuasidelitos civiles enfrentan al Los delitos y cuasidelitos penales enfrentan al
autor del daño con su víctima. responsable con toda la sociedad.

CAPÍTULO III:LA LEY


De partida digamos que la ley la debemos analizar como fuente mediata y también inmediata de las obligaciones.
¿Qué debemos entender de la ley como fuente mediata?
R- Lo que sucede es que muchos autores han sostenido que la ley es la gran y única fuente de todas las obligaciones,
así las obligaciones emanadas del contrato, lo son porque la ley lo establece, lo mismo sucede respecto del
cuasicontrato, delitos y cuasidelitos.
¿Qué debemos entender de la ley como fuente INMEDIATA?
R- Aquí nos estamos refiriendo a las obligaciones que directamente impone la ley, esto es obligaciones legales,
luego, es en este sentido como analizamos la ley como fuente de las obligaciones.
Tradicionalmente, se denomina obligaciones legales aquellas que no reconocen como causa generadora ninguna
otra fuente. Forman una especie de residuo en que se comprenden diversas obligaciones que no logran encontrar
cabida en otras categorías. Las obligaciones legales, nacen de la sola disposición de la ley, luego, la ley es un
antecedente único, directo, inmediato, como lo son por ejemplo, aquellas obligaciones emanadas del derecho de
familia, como las que median entre cónyuges, entre los padres y los hijos de familia, los alimentos que se deben
por ley a ciertas personas, etc. Fuera
ya del campo del derecho civil, se destaca, por su importancia excepcional, la obligación legal de pagar impuestos o
contribuciones.

CAPÍTULO IV: DE LA RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL CIVIL


I. DEFINICIÓN DE RESPONSABILIDAD EN GENERAL Y CLASES DE ELLAS:
Concepto de responsabilidad: En el derecho civil la expresión "Responsabilidad" se define en atención al
resultado, es decir a las consecuencias jurídicas que un hecho genera para su autor. Por ende esta persona será
responsable en la medida que esté obligada a indemnizar el daño que ha causado a otra persona, luego, podríamos
definirla como la obligación que pesa sobre una persona de indemnizar el daño sufrido por otra . (A. Alessandri R.
De la responsabilidad extracontractual en el derecho civil chileno, pág. 11). o como se ha señalado en su
oportunidad (recordar principios generales del derecho, responsabilidad), constituye la “necesidad en que se
encuentra un sujeto de tener que reparar el DAÑO que le ha ocasionado a otro”
Clases de responsabilidad:
1. Responsabilidad Moral: Esta responsabilidad se origina por la infracción de normas de carácter moral e
incluso religioso generando problemas de conciencia a aquel que ha incurrido en su infracción, es por ello que a
aquel que se le ha imputado la transgresión de tales normas sólo se podrá encontrar frente a una necesidad
moral o ética de reparar el daño causado no generando obligación alguna ante la ley civil. Así por ejemplo en
materia de derecho de familia específicamente con relación a los esponsales el Art. 98 C.C. al definir esta
institución sostiene que es una promesa de matrimonio mutuamente aceptada, un hecho privado que la ley
somete enteramente al honor y la conciencia del individuo NO generando obligación alguna ente la ley civil.
Esto significa que si una de las partes se arrepiente de contraer matrimonio sólo podrá reparar el daño causado a
partir de lo que le dicte su propia conciencia, no pudiendo la otra parte hacer valer la promesa para que se lleve a
cabo el matrimonio. Por ende la necesidad de reparar el daño no es jurídica ya que no es impuesta por la ley,
sino que por parámetros éticos y morales.
Cabe tener presente, que si bien la responsabilidad moral no genera obligación alguna ante la ley civil,
excepcionalmente se hace procedente por ley cuando el daño que se ha provocado es moral, así sucede respecto
de un delito, donde en virtud de la responsabilidad extra-contractual se puede solicitar la indemnización del
daño material y moral.
2. Responsabilidad Jurídica: Es aquella impuesta por el ordenamiento jurídico, como consecuencia de la
transgresión de sus normas, luego, Arturo Alessandri, la define como aquella que proviene por la violación de un
contrato, de la comisión de un delito o cuasidelito civil o de un delito o cuasidelito penal o simplemente de la
ley. En los dos primeros casos y en el último estamos ante la presencia de la responsabilidad civil, y en el
tercero, ante la responsabilidad penal.
1) Responsabilidad penal: Estamos frente a la responsabilidad penal cuando una persona natural comete un
delito o cuasidelito penal. Ahora bien, podemos definirla, tal como lo hace Raimundo del Río como “el
deber que tiene el individuo imputado física y moralmente, de responder de sus actos.
Cabe tener presente, que la responsabilidad penal se hace efectiva mediante el ejercicio de una acción penal
que nace del propio delito o cuasidelito.
2) Responsabilidad civil: Es la obligación o necesidad jurídica en que se encuentra una persona de tener que
indemnizar los daños producidos como consecuencia de su conducta antijurídica, el que, tradicionalmente se
ha sostenido que proviene de infracciones al contrato, infracción a obligaciones legales, comisiones de
delitos o cuasidelito, no incluyendo en esta concepción de responsabilidad al cuasicontrato, el que será
analizado en otra parte de la materia, pero independiente de las fuentes que pueden engendrar
responsabilidad civil, la jurisprudencia está conteste en que, este tipo de responsabilidad es UNA SOLA,
que tiene distintas manifestaciones.
Cabe tener presente, que la responsabilidad jurídica comprende además de las responsabilidades ya señaladas, otras
responsabilidades como la política, o administrativa, etc, sin embargo, como el objeto de nuestro estudio es la
responsabilidad civil aludir a ella importa referirse a la penal, luego, esta justificada su importancia y exclusivo
análisis.
La responsabilidad civil se puede clasificar en pre-contractual, contractual, postcontractual y extracontractual, las
que analizaremos separadamente, es más en esta primera parte de este trabajo, se optará por el análisis exclusivo de
la responsabilidad extracontractual civil, por cuanto, están íntimamente ligadas.

II. DE LA RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL CIVIL:


Título Primero: Nociones generales de la responsabilidad extracontractual civil
1. Introducción al tema:
La responsabilidad extracontractual civil está, como tradicionalmente se ha estudiado, íntimamente ligada con las
fuentes de las obligaciones, específicamente con el delito, el cuasidelito y la ley como fuente inmediata de
obligaciones. En efecto, aun cuando, lo normal y la regla general es que esta responsabilidad proceda como
consecuencia de la comisión de un delito o cuasidelito civil.
2. Definición de responsabilidad extracontractual civil:
Se define como la necesidad jurídica en la que se encuentra una persona de tener que indemnizar los perjuicios
ocasionados a otro por su conducta antijurídica, proveniente de la comisión de un delito, cuasidelito civil o bien por
infracción o incumplimiento de obligaciones legales.
3. Responsabilidad extracontractual v/s responsabilidad penal:
Responsabilidad Extracontractual Responsabilidad Penal
(Delictual o cuasidelictual civil)
Semejanzas
Ambas provienen de un hecho ilícito.
Diferencias
En cuanto a las personas a quienes En cuanto a las personas a quienes afectan la responsabilidad: La
afecta la responsabilidad: Puede ser responsabilidad penal sólo afecta a las personas naturales, y específicamente
responsable tanto una persona natural como a quien personalmente actuó como autor, cómplice o encubridor.
jurídica, y respecto de la persona natural,
puede serlo el que cometió el ilícito como
también aquel que no lo cometió, ejemplo
sus herederos.
En cuanto a quienes pueden interponer En cuanto a quién puede perseguir la responsabilidad penal: Para saber
la acción: Puede hacerlo la víctima, sus aquello
herederos o cesionarios. debemos hacer la siguiente distinción,
a) Acción penal pública propiamente tal: Esta puede ser ejercida por el
ministerio público, la víctima, el cónyuge o sus herederos, y cualquier
persona en casos de delitos que afecten o comprometan a la sociedad
toda, como por ejemplo, delitos de pedofilia, delitos terroristas, delitos
cometidos por funcionario público, delitos de probidad pública, etc.
Digamos que en estos casos, donde cualquier persona puede perseguir la
responsabilidad, la acción adopta el nombre de acción penal pública
general.
b) Acción penal pública de previa instancia particular: Algunos sostienen
que esta acción es la que en el antiguo procedimiento penal llevaba por
nombre acción penal mixta. Esta acción en términos generales, consiste
en que, para su procedencia requiere de la actividad de la víctima
denunciando el hecho ante los órganos encargados de recepcionar la
denuncia, tribunal, fiscalía, policías. Por su parte, esta acción procede
sólo en aquellos delitos que taxativamente establece la ley.
a) Acción penal privada: Esta sólo puede ser ejercida por la
víctima por los delitos que la ley expresamente establece, como los
delitos de injuria, calumnia, riña, provocación a duelo y además, por
un hecho que a nosotros nos interesa, consistente en el menor que
contrae matrimonio. En efecto, respecto el menor cuyo funcionario
llamado a legalizar su matrimonio lo contrajere sin el
consentimiento de sus padres o de las personas que para el efecto
hagan sus veces, será castigado con reclusión menor en su grado
mínimo . En este último caso, aún cuando no es de nuestra
competencia analizarla, es necesario decir que, quien puede
perseguir la responsabilidad penal del menor son precisamente
aquellos que están facultados a prestar el asenso prescribiendo esta
acción cuando no formulan acusación dentro del término de dos
meses contados desde el momento en que tomaron conocimiento del
matrimonio.

En cuanto a la capacidad para ser En cuanto a la capacidad para ser responsable penalmente: La plena
responsable: La plena capacidad se capacidad para responder penalmente se adquiere a los 18 años, sin embargo,
adquiere a los 16 años, sin embargo, si el hay que tener presente la ley -20.084- que regula la responsabilidad penal
que incurrió en responsabilidad es mayor adolescente en el que en su artículo 3º establece que, serán responsables
de 7 años pero menor de 16 años, habrá que aquellos que, al momento en que se hubiere dado principio de ejecución del
proceder a un juicio de discernimiento, que delito sean mayores de 14 años y menores de 18 años.
permita determinar si logra o distinguir
entre lo bueno y lo malo.
En cuanto a las sanciones: La En cuanto a las sanciones: Las sanciones pueden ser diversas dependiendo
responsabilidad civil se sanciona con una de la gravedad del delito, así por ejemplo tenemos presidio, inhabilidad para
formula única, que es la indemnización de ejercer cargos públicos, firmar en el patronato de reos, etc.
perjuicios.
En cuanto a la jurisdicción o tribunal En cuanto a la jurisdicción o tribunal competente: Son competentes para
competente: Son competentes para conocer de la responsabilidad penal únicamente los tribunales con
conocer de la responsabilidad civil, jurisdicción penal. Eje. Tribunal de garantía, tribunal oral en lo penal.
tribunales con jurisdicción civil y penal.
En cuanto a la prescripción extintiva: La En cuanto a la prescripción extintiva: La acción de responsabilidad penal
acción responsabilidad extracontractual prescribe desde los 6 meses a los 15 años dependiendo del delito o
civil prescribe a los 4 años contados desde cuasidelito, sin perjuicio de reglas incluso especiales, donde se pueden
la fecha de la comisión del hecho ilícito. encontrar prescripciones penales de corto tiempo.
4. Responsabilidad extracontractual v/s Responsabilidad contractual:
1. Respecto de la existencia de un vínculo previo:
a. La responsabilidad contractual: Proviene del incumplimiento o cumplimiento imperfecto de una obligación
contractual, sea una obligación de la esencia, de la naturaleza o accidental. Luego, supone la existencia de
un vínculo jurídico previo, del que ha nacido una obligación que se ha incumplido o cumplido
imperfectamente cualquiera sea la naturaleza de la obligación. Luego, la responsabilidad de indemnizar es
sólo una sanción por el incumplimiento de una obligación preexistente.
b. La responsabilidad Extracontractual: Esta proviene de un delito o cuasidelito o infracción de una obligación
legal –algunos agregan la obligación cuasicontractual Rene Ramos-, luego, no hay vínculo jurídico previo
que una al autor del daño y al que lo sufre. Cabe tener presente que Planiol sostiene que en
la responsabilidad extracontractual sí hay un vínculo jurídico previo, por cuanto, el autor del daño infringe
una obligación de no hacer.
Aprovechemos la oportunidad para señalar que Planiol sostiene que esta clasificación de responsabilidad
contractual y extracontractual no debería existir, sostiene que el incumplimiento de una obligación contractual
supone ciertamente un delito o un cuasidelito, en la medida que el incumplimiento se deba a dolo o culpa, luego,
en tal caso también procedería la responsabilidad extracontractual emanada del incumplimiento de una
obligación del contrato. Así para Planiol la responsabilidad sólo puede ser extracontractual.
2. Respecto de la gradación –orden- de la culpa:
a. Responsabilidad contractual: En esta materia la culpa admite gradaciones, esto es, culpa grave, leve y
levísima. Luego, el deudor sólo responderá de la clase de culpa que le corresponda de acuerdo a la
naturaleza jurídica del contrato, esto es, si es oneroso o gratuito, y en este último caso -gratuito-
dependiendo a quien beneficia.
b. Responsabilidad extracontractual: Aquí la culpa no admite gradaciones, por lo que se responde de toda clase
de culpa o negligencia, y como –siguiendo las reglas de código- como es culpa a secas, sin otro calificativo,
se ha de entender culpa leve.
3. Respecto de la capacidad relacionada con la edad:
a. Responsabilidad contractual: La capacidad de ejercicio se adquiere a los 18 años de edad.
b. Responsabilidad extracontractual: La plena capacidad -en este supuesto circunscribámonos a la capacidad
delictual y cuasidelictual civil- se adquiere a los 16 años, sin embargo, entre los 7 años y menos de 16 años,
procederá un examen de discernimiento a fin de determinar si es capaz o no lo es.
¿Por qué el legislador es más riguroso respecto de la capacidad –con relación a la edad- en materia de
responsabilidad contractual que de la extracontractual? R- Sin duda la capacidad en materia de
responsabilidad contractual es mayor que la exigida para la responsabilidad extracontractual, y esto es porque se
entiende que celebrar un contrato implica madurez intelectual en torno a darse cuenta de las consecuencias
económicas que puede reportarle el acto en su patrimonio, en cambio, en materia de responsabilidad
extracontractual la ley exige una capacidad menor, por cuanto, sólo basta que el sujeto sepa discernir ente el
bien y el mal.
4. Respecto del peso de la prueba:
a. Responsabilidad contractual: El peso de la prueba recae en la persona del deudor, luego, el acreedor sólo
debe probar que existe la obligación -el vínculo que los une-, el incumplimiento se presume culpable,
presunción simplemente legal que afecta al deudor, por lo que tocará a éste tener que probar que cumplió la
obligación.
b. Responsabilidad extracontractual: El peso de la prueba recae en la persona de la víctima, quien tendrá que
probar la existencia del hecho ilícito y de la concurrencia de los elementos que hacen procedente la
responsabilidad, luego, como ello es difícil, la ley lo auxilia estableciendo ciertas presunciones de culpa
en contra del autor del daño, en este último caso -que es de excepción- el peso de la prueba recaerá en la
persona del autor del daño.
5. En cuanto a la solidaridad:
a. Responsabilidad contractual: Por regla general si hay varios deudores provenientes de una misma obligación
contractual, responden de forma simplemente conjunta y no son solidariamente responsables, por cuanto, la
solidaridad no es un elemento de la naturaleza, sino que hay que expresarla.
b. Responsabilidad extracontractual: Los varios autores de un delito o cuasidelito civil son por ley
solidariamente responsables.
6. En cuanto a la prescripción extintiva:
a. Responsabilidad contractual: La acción para perseguir esta responsabilidad está sometida -como lo dice
Enrique Barros- al estatuto general de prescripción de las acciones personales ordinarias, luego, prescribe a
los 5 años contados desde que la obligación contractual se hizo exigible, sin perjuicio de las prescripciones
de corto tiempo que consagra la ley.
b. Responsabilidad extracontractual: La acción para perseguir esta responsabilidad prescribe a los 4 años
contados la comisión del hecho ilícito -perpetración de hecho que provocó daño-.
7. En cuanto al daño que ha de ser indemnizado:
a. Responsabilidad contractual: Se responde de los daños previstos, salvo que se pueda imputar dolo o culpa
grave del deudor, y no de los imprevistos (esta es la concepción clásica), daño emergente y lucro cesante.
¿Qué sucede con el daño moral? R- Además procede –así ha sido la tendencia de la jurisprudencia en los
últimos años- la indemnización de daño moral, en la medida -como lo dice Enrique Barros- que el
incumplimiento de la obligación contractual afecte otros intereses cautelados por el contrato que no tienen
porque circunscribirse exclusivamente al ámbito patrimonial. En efecto, estamos hablando de algunos
contratos donde el deudor asume –como dice Barros- una obligación de seguridad, que ya lo dijo alguna vez
Arturo Alessandri, respecto de la persona del acreedor, como lo es por ejemplo, contratos de trabajo,
contratos de transporte, contrato médico, todo porque se ha entendido que estos daños son previsibles,
luego, el daño moral se indemnizará en materia contractual en la medida que el incumplimiento al contrato
provoque (desde el punto de vista moral) un daño PREVISIBLE, de ahí que el daño moral y el daño
previsto estén tan relacionados en esta materia.
Por último si bien el artículo 1556 pareciere dejar afuera casi imperativamente y sin discusión el daño
moral en materia contractual, la jurisprudencia se ha inclinado a considerarla como no excluyente al daño
moral, aún cuando se refiere a un daño estrictamente patrimonial, como lo es el daño emergente y lucro
cesante, incluso se ha sostenido que el daño moral es una especie de daño emergente -CS, 5.11.2001, RDJ, t.
XCVIII, sec. 1ª, 234 al señalar que daño emergente comprende no sólo al daño pecuniario sino también al
moral-, lo que de todas maneras ha sido criticado.1.
En definitiva, si bien lo último pudiera para algún sector de la doctrina ser exagerado, de todas maneras se
ha concebido la indemnización del daño moral en materia contractual.
b. Responsabilidad extracontractual: El autor responde de los daños previstos como imprevistos, daño
emergente, lucro cesante y daño moral, daño este cuyo análisis será estudiado más adelante.
5. Casos de procedencia de responsabilidad extracontractual en torno a los contratos:
Hay ciertos hechos que ha pesar de estar en relación con contratos originan responsabilidad extracontractual, así
dicho, mencionemos algunos ejemplos.
1. La responsabilidad derivada de la nulidad de un contrato es extracontractual cuando la declaración de nulidad es
motivada por un hecho imputable a dolo o culpa de una de las partes, error, fuerza, dolo, etc. Como lo dice
Alessandri, una vez anulado el contrato se reputa nunca haber existido -entre las partes- vínculo jurídico previo,
luego la fuente de la responsabilidad es un hecho ilícito que fue la que en definitiva provocó la acción de
nulidad que finalmente se declaró, en tal caso la responsabilidad es extracontractual.
2. La responsabilidad que surge a propósito de la celebración de un contrato simulado es extracontractual.
3. En un accidente ocurrido en un contrato de transporte, la acción ejercida por los parientes de la víctima por el
daño personal es extracontractual; pero si la acción la ejerce el heredero de la víctima “en calidad de tal”, la
responsabilidad que deberá perseguir es contractual.
4. Si el daño es provocado por un tercero por quien el contratante es responsable, la responsabilidad será
extracontractual.
5. La responsabilidad por accidentes del trabajo es extracontractual, aun cuando hay entre las partes un contrato.

6. Accidentes sufridos por personas en virtud de la ejecución de un contrato: Naturaleza de esta


responsabilidad.
Como no es de extrañar, es perfectamente posible que, en virtud de la ejecución de un contrato, una persona pueda
salir herida en virtud de un accidente, de ahí que, si el accidente se produce como consecuencia de la ejecución del
contrato es interesante saber a que responsabilidad nos enfrentamos.
Para saber aquello debemos siempre tomar en consideración las siguientes dos reglas, consistente en que la
responsabilidad será contractual si el contrato:
1) Por expresa disposición de la ley obliga a uno de los contratantes a reparar el daño causado por los desperfectos
de la cosa que enajena -vicios redhibitorios- o bien la obligación que pesa sobre aquel contratante por los riesgos
que importa una actividad llevada a cabo por el otro contratante, pero en su beneficio.
2) O, como consecuencia de la voluntad de las partes, la ley o la costumbre genera en el contrato una obligación
de seguridad, esto es, como lo dice Alessandri, asegurar la integridad del otro contratante.
Veamos algunos casos:
 Compraventa: Cuando por vicios redhibitorios la cosa provoca daño al comprador, en la medida que se cumplan
con los requisitos para que estemos ante la presencia de vicios redhibitorios. Luego en este caso, el vendedor
deberá o restituir el precio o rebaja de él más la respectiva indemnización proveniente en este caso de la
responsabilidad contractual.
 Arrendamiento: Si el arrendatario sufre un accidente en virtud de la mala calidad de la cosa arrendada (se salió
el gas de la cañería, están mal puesto los enchufes y quedó electrocutado) la responsabilidad del arrendador será
contractual.

1 Idea extraída del Tratado del profesor don Enrique Barros Bourie, Tratado de Responsabilidad Extracontractual, Pág. 342. Primera
Edición, Junio de 2007, Editorial Jurídica de Chile.
 Comodato: El daño que la cosa prestada ocasiona al comodatario debe ser indemnizada por parte del comodante,
y donde la responsabilidad será evidentemente contractual.

6. Opción de responsabilidades:
La opción de responsabilidades –que tradicionalmente se conoce en manuales de derecho civil como cúmulo u
opción de responsabilidades- debemos circunscribirla al ámbito contractual, pues es allí donde podríamos imaginar
la posibilidad de optar, sea, entre la responsabilidad contractual o bien extracontractual como consecuencia del
incumplimiento de la obligación emanada del contrato, siendo éste el tema que debemos abordar.
Por lo anterior, es que se ha preferido emplear en esta materia el término “opción” o bien si así se desea de
concurso de responsabilidades en lugar de “cúmulo” de responsabilidad por cuanto, aquello puede acarrear
confusión puesto que, la palabra
“cúmulo” nos lleva a pensar en la posibilidad de solicitar ambos tipos de responsabilidad en un sólo acto, hipótesis
cuya respuesta no se plantea en esta materia, de ahí la necesidad metodológica de sacar aquella expresión.
Teniendo presente lo anterior, podemos señalar que para abordar este tema debemos hacernos la siguiente pregunta,
¿es posible optar -frente al incumplimiento contractual- entre una u otra responsabilidad?, la verdad es que esta
pregunta no es formulada de manera antojadiza, puesto que no son pocas las voces que visualizan -al haber dolo por
parte del deudor en el incumplimiento de la obligación- un hecho ilícito, luego, ¿por qué no habría de proceder –en
materia contractual- la responsabilidad extracontractual y poder optar entre esta última en lugar de la primera?.
Por lo anterior es que debemos señalar que, variadas son las hipótesis donde se puede presentar esta figura, basta
con observar, por ejemplo, la negligencia medica donde además hay un contrato entre paciente y médico, y donde
cuya negligencia provocó daño al paciente, luego, como sostiene Enrique Barros, un mismo hecho puede ser
calificado como incumplimiento contractual como asimismo hecho ilícito que origina la extracontractualidad, luego,
ambos estatutos de responsabilidad estarían presentes.
Ahora bien, se ha sostenido que no es posible optar entre una u otra responsabilidad, luego, si el incumplimiento de
la obligación contractual es asimismo un hecho ilícito que insta a la extracontractualidad, necesariamente habrá que
aplicar el estatuto de la responsabilidad contractual, en virtud de la aplicación del principio de la especialidad – al
haber contrato, éste prima por sobre la extracontractualidad-. Por su parte, en casos excepcionales nuestros
tribunales han aceptado en materia de responsabilidad medica (contrato médico paciente) como asimismo en casos
de accidentes del trabajo (contrato de trabajo) –institutos que responden al ámbito más bien contractual- la
procedencia de la acción de responsabilidad extracontractual, escapándose con ello de la regla en que de haber
contrato necesariamente será la responsabilidad contractual la que deba intervenir.
En síntesis, es necesario decir que, la doctrina en términos generales no está de acuerdo con la posibilidad de optar
entre una u otra responsabilidad, luego, sostienen que, si el incumplimiento es de una obligación contractual será la
responsabilidad contractual la que gobierne aquella materia, y sólo excepcionalmente la doctrina está de acuerdo con
la opción de responsabilidad en los siguientes dos casos:
1. Cuando las partes así lo han estipulado, gobernando –en este caso- el principio general de derecho de la
autonomía de la voluntad.
2. Cuando el incumplimiento de la obligación contractual es a la vez un delito penal o cuasidelito penal, toda
vez que en tal caso nace una acción civil que no es otra que la acción para perseguir la responsabilidad
extracontractual, como los sería el caso de los delitos tipificados en los artículos 470 Nº 1del C.P. –
apropiación indebida- o bien la consagrada en el artículo 491 del mismo cuerpo legal -relacionada con la
negligencia medica-.
Cabe tener presente, que estos casos son de excepción a la regla general que impide la opción de responsabilidades,
pero no por ello se debe creer que, se pueden demandar conjuntamente ambos tipos de responsabilidad, ya que
aquello significaría enriquecimiento injusto. En efecto, en estos casos de opción de responsabilidad una excluye a la
otra, por lo que ambas no se pueden demandar conjuntamente, lo que no obsta -y aquí está lo interesante- en
demandar una y en subsidio la otra, en tal caso no habrá problema, pero jamás ambas conjuntamente, por cuanto el
daño es uno sólo.
7. Superposición o coexistencia de responsabilidad contractual y extracontractual:
A diferencia de la opción de responsabilidades, es perfectamente posible la superposición o coexistencia de la
responsabilidad contractual y extracontractual –no es lo mismo-, dado que no se ve inconveniente alguno en que
entre dos personas vinculadas por una relación contractual puedan verse enfrentadas por la comisión de un delito o
cuasidelito civil donde una de las partes es el autor y el otro la víctima. Esta superposición supondrá, en todo caso,
que el ilícito extracontractual carece de todo vínculo con el incumplimiento de la obligación preexistente, puesto
que, por el contrario, si ambas acciones indemnizatorias tienen por fundamento el mismo daño, evidentemente no se
podría demandar conjuntamente por cuanto aquello implicaría amprar el enriquecimiento injusto.
Ahora bien, cuando en un contrato ocurre entre las mismas partes un hecho ilícito la superposición o coexistencia
de ambas responsabilidades es posible, puesto que la fuente extracontractual tiene un origen distinto y como se ha
dicho carece de vínculo con el incumplimiento contractual, como lo sería por ejemplo el propuesto el caso del
arrendador que tiene dos propiedades, una al lado de la otra, en una de ellas vive y la otra la arrienda, el arrendatario
a su vez, por su negligencia –dejo un cigarro mal apagado- incendia la casa arrendada –incumplimiento de la
obligación contractual de cuidar la casa diligentemente- y a su vez el fuego se propaga a la casa donde vive el
arrendador –cuasidelito civil-. Lo mismo sucedería si, en un comodato una persona presta su auto a otra, esta otra
negligentemente deja las llaves del auto puestas, su hijo menor de edad sin saber manejar toma el auto y atropella al
dueño del auto –comodante, en tal caso hay responsabilidad contractual –incumplimiento de la obligación de cuidar
la cosa- y extracontractual –responde por hecho de su hijo menor de edad- por los daños ocasionados al comodante.
En definitiva, en estos casos, cada una de las responsabilidades deberá -como dice Alessandri-, proceder cada una
dentro de sus respectivos campos.
8. De la responsabilidad extracontractual subjetiva v/s objetiva:
La responsabilidad extracontractual puede ser objetiva (se funda en el riesgo creado y en el daño provocado) o
subjetiva (se funda en la culpa o dolo del agente).
8.a. Responsabilidad extracontractual subjetiva:
La teoría clásica o subjetiva, seguida por nuestro código civil supone que sin culpa o dolo no puede haber ni
exigirse responsabilidad. La víctima debe asumir los riesgos de todo caso fortuito o fuerza mayor. La dificultad de
probar esa subjetividad ha hecho que haya ido surgiendo correctivos destinados a aliviar la carga probatoria a la
víctima. En este contexto hay que entender las presunciones de culpabilidad, que pueden ser simplemente legales o
de derecho, y que podremos visualizarlas en el tema de las presunciones de culpa, que analizaremos más adelante.
8.b. Responsabilidad extracontractual objetiva:
La teoría de la responsabilidad objetiva o del riesgo creado como también se le ha llamado, se traduce, en términos
simples, en el hecho de que, quien provoca una situación de riesgo debe responder en el evento de que se produzca
el daño que se arriesgaba, aún cuando no haya habido dolo o culpa de su parte.
Digamos que esta responsabilidad se encuentra consagrada dentro de nuestra legislación, no dentro del código civil,
pero si en leyes especiales que están inspiradas en ella.
Esta teoría se sustenta en la causalidad y no en la imputabilidad -reprochabilidad del agente por haber
eventualmente actuado con dolo o culpa-, donde su ventaja más sobresaliente se visualiza en torno a la víctima
puesto que bastará con demostrar que sufrió un daño para que éste deba ser reparado dentro del contexto
indemnizatorio, por lo que en torno a la prueba misma él descansa bastante.
Ejemplos de responsabilidad objetiva en nuestra legislación:
1. Existe un convenio sobre responsabilidad internacional por los daños causados por objetos espaciales que caen a
la tierra.
2. En el Código Aeronáutico hay varios casos de responsabilidad objetiva tanto en la responsabilidad por daños
durante el transporte aéreo (Art. 143) como por daños a terceros en la superficie (Art. 155).
3. La Ley No 18.290 del Tránsito establece en algunas materias responsabilidad objetiva, como la del propietario
del vehículo por las infracciones o perjuicios (Art. 174).
4. La ley de abusos de publicidad establece la responsabilidad objetiva del propietario del medio (Art. 29).
5. La Ley General de Ferrocarriles (Decreto No 1157, de 1931) también establece responsabilidad objetiva de la
Empresa de Ferrocarriles del Estado (en virtud de la extensión del DFL No 16 de mayo de 1931) por el hecho de
los administradores y empleados o dependientes.
Críticas la responsabilidad objetiva:
Para los autores clásicos (Planiol, Mazeaud, Colin, Ripert, y Capitant), la teoría de la responsabilidad objetiva tiene
los siguientes inconvenientes.
1. Suprime de la responsabilidad civil el elemento moral, que es el que crea en el hombre la conciencia de su
deber de reparar el daño causado. Es decir, se hace indemnizar sin que exista la convicción de un deber en
tal sentido.
2. Reduce la indemnización a un problema de causalidad y no imputabilidad.

Título Segundo: Elementos de la responsabilidad extra contractual civil


Antes de analizar los elementos, recordemos que la responsabilidad extracontractual civil se define como la
necesidad jurídica en la que se encuentra una persona de tener que indemnizar los perjuicios ocasionados por su
conducta antijurídica, proveniente de la comisión de un delito, cuasidelito civil y en ciertos casos por el
incumplimiento de obligaciones legales.
Así dicho, procedamos a analizar los elementos de la responsabilidad extracontractual civil.

1. Dolo o culpa:
Respecto del dolo: De partida digamos que el dolo es el elemento psicológico que ha de estar presente en el
delito civil, esto es, hecho ilícito cometido con la intención de dañar y que causa daño, luego, el dolo en esta
materia está manifestada en la intención de dañar, por lo que su definición responde a lo señalado en el código
civil definiéndolo como la intención positiva de inferir injuria a una persona o propiedad de otro, -44 inciso
final-. Luego, si hay dolo, obviamente hay una intención preconcebida para provocar daño, el cual puede ser
fruto de un acto –no tomado en sentido jurídico- o una omisión.
¿Toda conducta o acciones dolosas constituyen delito?
R- Lo normal es que sí, sin embargo, esta regla no es absoluta, luego, habrá casos de hechos dolosos que no
constituyen delito, así, por ejemplo, la ruptura dolosa de los esponsales.
Respecto de la culpa: Digamos de partida que nuestro código civil establece una clasificación tripartita de la
culpa, esto es, culpa grave, leve y levísima.
 Culpa grave: Negligencia grave, culpa lata, es la que consiste en no manejar los negocios ajenos con
aquel cuidado que aun las personas negligentes y de poca prudencia suelen emplear en sus negocios
propios. Esta culpa en materias civiles equivale al dolo.
 Culpa leve: Descuido leve, descuido ligero, es la falta de aquella diligencia y cuidado que los hombres
emplean ordinariamente en sus negocios propios. Culpa o descuido, sin otra calificación, significa culpa
o descuido leve. Esta especie de culpa se opone a la diligencia o cuidado ordinario o mediano. Eje. El
que debe administrar un negocio como un buen padre de familia es responsable de esta especie de culpa.
 Culpa levísima: Culpa o descuido levísimo es la falta de aquella esmerada diligencia que un hombre
juicioso emplea en la administración de sus negocios importantes. Esta especie de culpa se opone a la
suma diligencia o cuidado.
Ahora bien, respecto de la culpa digamos que en materia de responsabilidad extracontractual no se admite
gradación de la culpa, esto significa que cualquier negligencia que provoque daño, constituye un hecho ilícito,
específicamente un cuasidelito civil, siendo la culpa el elemento psicológico de esta fuente de las obligaciones,
sin embargo, digamos que lo normal será que el cuasidelito requiera que el autor incurra en culpa leve, por
cuanto, así de deduce del código civil, al sostener que el empleo de la palabra culpa sin otro calificativo ha de
entenderse culpa leve.
2. Daño (perjuicios): Es todo menoscabo que experimenta un individuo ya sea en su patrimonio o en su persona.
Tengamos presente, que el daño es un elemento de la esencia del delito y cuasidelito, y por su puesto de la
responsabilidad extracontractual civil, luego, si falta el daño la acción de indemnización de perjuicios no tendría
razón de ser.
Características del daño:
1.- El daño debe ser cierto: Luego, un daño eventual o hipotético no debe considerarse.
2.- El daño debe ser real (efectivo): Esto es que lo sufra realmente la persona.
3.- El daño debe ser presente o futuro: El daño presente es lo que la víctima ha perdido en su patrimonio como
también lo que ha dejado de percibir. Y el daño futuro es lo que la víctima perderá en su patrimonio en el futuro
y lo que dejará de percibir, todo como consecuencia del hecho ilícito.
Clases de daño o perjuicios:
1) Daño material: Es el menoscabo que sufre una persona en su patrimonio, tanto por lo que sale de su
patrimonio como lo que deja de percibir.
a. Daño emergente: Es el menoscabo que una persona sufre en su patrimonio, esto es lo que ha
desembolsado, como también lo que tendrá que desembolsar en el futuro. En síntesis, es todo lo
que sale o tendrá que salir del patrimonio de la víctima. De lo dicho podemos decir que no
debemos confundir daño emergente con daño presente, puesto que el daño emergente puede ser
presente o futuro.
Para entender se ha dado el siguiente ejemplo, en un accidente automovilístico el daño emergente
presente son los gastos de reparación del automóvil, los gastos de hospitalización, los
medicamentos, es decir, todo aquello que la víctima ha tenido que desembolsar como consecuencia
del hecho ilícito, en cambio, el daño emergente futuro, serán los gastos del tratamiento médico
hacia el futuro. Como podemos observar, daño emergente es todo desembolso económico que sale
del patrimonio de la víctima.
b. Lucro cesante: Es todo lo que la víctima ha dejado y dejará de percibir como consecuencia del
hecho ilícito. Luego, al igual que el caso anterior, el lucro cesante puede ser presente o futuro,
presente es lo que hasta la fecha a dejado de ganar o percibir por el hecho ilícito, y futuro es lo que
dejará de percibir en el futuro como consecuencia del hecho ilícito.
2) Daño moral: Es el dolor, la aflicción, el pesar que causa a la víctima la comisión del hecho ilícito. Cabe
agregar, el dolo puede también ser físico.
¿Debe indemnizarse el daño moral?
R- La respecto tenemos 2 posturas, sin embargo, la mayoritaria está de acuerdo con la indemnización del
daño moral, lo mismo que la jurisprudencia.
Postura mayoritaria: La mayor parte de la doctrina como también la jurisprudencia está de acuerdo con la
indemnización del daño moral, dándose los siguientes argumentos:
1) Sostiene que el código civil señala expresamente que todo daño debe ser indemnizado -Art. 2329-,
luego, al no distinguir, debemos entender que el daño moral también debe ser indemnizado.
2) La Constitución Política en su Art. 19 N° 7 Letra I, dispone que si una persona ha sido sometido a
proceso, o condenada, y con posterioridad la Corte Suprema declara error judicial, la víctima de error
judicial tendrá derecho a ser indemnizado por el Estado, tanto desde el punto de vista patrimonial como
moral.
3) Digamos que en el caso del delito de injuria o calumnia, (lo normal) es que el daño moral tenga un
tratamiento especial, tal es la regla que se deduce del código civil –Art. 2331- con relación al artículo
34 de la ley 16643 sobre abuso de publicidad.
Centrémonos en el análisis de los delitos de injuria y calumnia:
¿Procede indemnizar el daño moral respecto del delito de injuria o calumnia?
R- Hay que distinguir si la imputación injuriosa se hizo mediante medios de comunicación o no.
Si fue mediante medios de comunicación, procede la indemnización de daño moral, año emergente y
lucro cesante, en cambio, si no se efectuó por medios de comunicación social, la regla general es que
no da derecho para demandar ninguna indemnización pecuniaria, excepcionalmente si la víctima
prueba que hay daño emergente o lucro cesante procede la indemnización de ese daño, pero el daño
moral no podrá indemnizarse.
Cabe tener presente, que si el autor de la imputación injuriosa (demandado) prueba que lo dicho es
verdad (verdad de la imputación) no tendrá lugar indemnización pecuniaria alguna.
Postura minoritaria: La doctrina minoritaria sostiene que no procede la indemnización por daño moral y
esto por dos razones:
1. Porque no es posible reparar con dinero un daño de esta naturaleza,
2. Porque no hay forma de avaluarlo, por lo que sería caprichosamente fijado por la víctima.
3. Relación de causalidad entre el dolo o culpa y el daño: Consiste en que haya una relación de
causa y efecto entre el dolo o la culpa del autor del ilícito y el daño causado. En efecto,
digamos que debe ser la actitud dolosa (elemento del delito) o culposa (elemento del
cuasidelito) la que traiga como consecuencia directa y necesaria el daño.
Cabe tener presente, que una cosa son los hechos materiales de donde la víctima pretenderá derivar la relación
de causa y efecto -la historia de cómo sucedieron los hechos- y otra cosa muy distinta es la existencia de la
relación de causa y efecto como elemento de la responsabilidad. La primera es una cuestión de hecho, en
cambio la segunda es claramente una cuestión de derecho, siendo ésta la que podría ser susceptible, al término
del juicio por sentencia, de recurso judicial.
¿Qué consecuencias jurídicas acarrea la necesidad de que exista relación de causa y efecto? R- Es simple,
si falta este elemento no se configurará –en el ámbito de la responsabilidad subjetiva- la responsabilidad
extracontractual civil, eximiéndose de toda responsabilidad el –a estas alturas- eventual autor del ilícito.
Recordemos finalmente que esta relación de causalidad -dolo, culpa y daño- no existe en el ámbito de la
responsabilidad objetiva de la culpa.
4. Capacidad: Como consecuencia lógica del sistema subjetivo que el código adopta, es
condición esencial de la responsabilidad extracontractual que el autor del delito o cuasidelito
tenga suficiente discernimiento -distinción entre lo bueno y lo malo-.
Concepto: La capacidad para ser responsable extracontractualmente es la aptitud que tiene un individuo para
discernir entre el bien y el mal, en la medida que tenga 7 años o más.
Digamos que, la capacidad extracontractual –en cuanto a la edad- es diferente de la capacidad que se exige en
materia de contratos, y esto es, porque la capacidad contractual supone un grado mayor de madurez intelectual
para comprender las consecuencias jurídicas que un contrato le puede reportar en su patrimonio, en cambio, la
capacidad extracontractual o delictual como también se le conoce, sólo supone discernir entre el bien y el mal,
de ahí que sean diferentes. En efecto, en materia de contratos la capacidad de ejercicio se adquiere a los 18 años,
en cambio en materia de responsabilidad extracontractual, la capacidad se adquiere a los 16
años, y si tiene entre 7 años y menos de 16 años él sujeto también puede ser responsable en la medida que, en
virtud de un examen de discernimiento, se pruebe que el sujeto es capaz de discernir entre el bien y el mal. Por
su parte, si el sujeto tiene menos de 7 años es incapaz siempre. Luego, como podemos observar la capacidad
delictual se rige por reglas propias.

¿Quiénes son capaces de responsabilidad extracontractual? R- Son dos:


1) Las personas jurídicas: Las personas jurídicas son capaces de delito o cuasidelito civil, luego, deben
indemnizar los perjuicios provocados con culpa o dolo de las personas naturales que obran en su
representación o que están bajo su cuidado o servicio. Ahora bien, es necesario que la persona jurídica de
todas maneras tenga plena existencia legal, de lo contrario habría una responsabilidad personal del autor o
solidaria de los autores y no de la persona jurídica. También son responsables de los delitos o cuasidelitos
por hechos ajenos o de las cosas en los mismos términos que si se tratase de una persona natural.
2) Las personas naturales: Respecto de las personas naturales, digamos que la regla es que todos son capaces
excepto aquellos que la ley declara incapaces.
Ahora centremos el análisis respecto de las personas naturales.
¿Cuándo se adquiere la plena capacidad extracontractual?
R- Se adquiere a los 16 años, sin embargo, si la edad del sujeto fluctúa entre los 7 años y antes de cumplir 16
años, se observará si obró o no con discernimiento, esto es, la facultad de poder distinguir del bien del mal.
Ahora bien, si tiene discernimiento según criterio del juez de familia la persona es capaz extracontractualmente,
si no lo tiene es incapaz.
Ahora bien, poniéndonos en el caso de que el sujeto tenga 8 años y comete un ilícito civil y se determina que
tiene capacidad –distingue entre los bueno y lo malo- la pregunta frecuente que suele surgir es la siguiente ¿y
cómo va a responder la pobre criatura? ¿Con qué bienes va responder si probablemente no tenga nada el
angelito de Dios? R- En este caso, la respuesta es simple, la acción deberá ir dirigida contra el menor y contra el
que lo tiene a su cuidado, luego, si es el padre y madre, estos deberán responder por hecho ajeno, sin perjuicio
de los derechos que le asisten a estos de defenderse en el juicio (véase más adelante las presunciones de culpa).
Personas incapaces: En primer lugar digamos que la típica clasificación de incapaces relativos y absolutos que
se maneja en materia contractual, no procede respecto de la responsabilidad extracontractual, por cuanto, tal
como se ha dicho, ésta tiene sus propias reglas. Ahora bien los incapaces son los siguientes:
1) Los infantes: Estos son las personas menores de 7 años, y son incapaces por cuanto, se presume de
derecho que estas personas no pueden discernir entre el bien y el mal, a tal punto que ni siquiera pueden
adquirir la posesión de cosas muebles.
2) Los que han cumplido 7 años en adelante pero tienen menos de 16 años que hayan obrado sin
discernimiento: En este caso, será el juez ante el cual se pretende la responsabilidad, quien determine si el
sujeto obró o no con discernimiento, si determina que obró sin discernimiento significa que el sujeto no
puede distinguir entre el bien y el mal, luego es incapaz y en tal caso igual responden los padres o la
persona que lo tenga a su cuidado pero por hecho propio –sin perjuicio de los derechos que le asisten para
defenderse en el juicio- lo que significa que habrá que probar que los padres no emplearon debidamente el
deber de vigilancia, y si obró con discernimiento significa que el sujeto será capaz, y donde la regla a
seguir ya se vio anteriormente.
3) Los dementes: Esto es, personas privadas de razón permanentemente, luego, para que estas personas sean
incapaces es necesario que se encuentren privadas de razón a la hora de ejecutar el hecho ilícito. De ahí que,
si al momento de ejecutar el hecho ilícito existía decreto que declaraba la interdicción, por ese sólo hecho es
incapaz, si no tiene decreto de interdicción será necesario probar que el sujeto se encontraba demente al
momento de la comisión del hecho ilícito. Luego, la importancia del decreto de interdicción es la relevación
de la prueba, por cuanto, con ella basta para acreditar la incapacidad, excluyendo con ello todo otro tipo de
prueba.
¿Qué sucede si el sujeto actuó en un intervalo lucido?
R- Si ello se prueba, el sujeto será responsable aun cuando haya estado declarado en interdicción, por
cuanto, no es aplicable a esta materia lo dispuesto por la ley a propósito de los contratos. En efecto, es a
propósito de los contratos la regla de que si el sujeto demente celebra el acto en intervalo lucido, sigue
siendo incapaz, no así en materia de responsabilidad extracontractual.
Persona ebria al momento de cometer el hecho ilícito: Éste es siempre responsable de su delito o cuasidelito, ya
sea que lo haya embriagado un tercero o él mismo.
Persona hipnotizada al momento de cometer el ilícito: Hay dos posturas al respecto, algunos plantean que, si no
consintió en la hipnosis, no será responsable, en tal caso lo será quien lo hipnotizo, sin embargo, si el sujeto
consintió culpablemente en quedar privado de razón sí será responsable, por cuanto se le aplica una regla similar
a la del ebrio, puesto que de lo contrario sería muy fácil intentar eximirse de responsabilidad por un hecho ilícito
amparado en una causal como ésta. La segunda postura plantea que jamás responde puesto que su voluntad está
completamente anulada, luego, no estaba en condiciones de distinguir entre los bueno y lo malo de ahí que,
hacerlo responsable iría en contra de las reglas clásicas en torno al discernimiento. (Está última postura es la
minoritaria).
¿Si los incapaces cometen un ilícito, significa que la víctima quedará indemne? R- Ya algo hemos dicho,
luego, la respuesta a esta pregunta es que no, en tal caso, la víctima aun cuando no pueda dirigir su acción
contra el incapaz, de todas maneras podrá exigir la indemnización a aquella persona que lo tenía bajo su
cuidado, esto es, el guardián del incapaz. En efecto, los incapaces no responden de los daños causados por ellos,
pero pueden ser responsables de esos daños la persona a cuyo cuidado estén, siempre y cuando pueda
atribuírsele a culpa del guardián –a esto me refería cuando hablaba de “sin perjuicio de los derechos que le
asiste a estos para defenderse”-. En efecto, el guardián será responsable cuando ha faltado a su deber de
cuidado o vigilancia que debió guardar respecto del incapaz.

Título Tercero: Nociones importantes con relación a la culpa:


Cabe tener presente, que los temas que analizaremos a continuación, pudo haber sido estudiado dentro del elemento
de "dolo o culpa", lo que no hubiese significado que entraríamos a analizar la culpa en sí, sino que la culpabilidad,
término en esta materia es distinto. En efecto, por ello es que, metodológicamente parece más correcto verlo acá, a
fin de evitar confusiones, luego, se advierte que la palabra “culpa” empleada acá no la tomamos en el sentido dado
por el artículo 44 del código, sino que más bien, como sinónimo de “culpabilidad” esto es, reprochabilidad o
imputabilidad.
1. Abusos del derecho:
Digamos que el abuso del derecho constituye también un ilícito que causa daño, y tiende a configurarse en dos
casos:
1. Hay abuso del derecho cuando el titular del derecho lo ejerce sin tomar en cuenta su finalidad, luego, si
transgrede la finalidad o espíritu del derecho que tiene, hay abuso de él.
2. Cuando el titular del derecho lo ejerce dolosamente con el objeto de causar un daño.

Requisitos para que estemos ante la presencia del abuso del derecho: Digamos que la doctrina está muy dividida
al respecto, sin embargo, la generalidad de ella está de acuerdo que los requisitos son 3:
1) Que el titular tenga un derecho: Si una persona no tiene derecho alguno, y causa daño a otra persona,
debemos aplicar las reglas generales, esto es, las reglas de los delitos o cuasidelitos civiles.
2) Que el derecho sea relativo y no absoluto: En efecto, digamos que existen derechos absolutos y relativos.
a) Derechos absolutos: Son aquellos que la ley concede a su titular un libre y arbitrario ejercicio. Luego, en
este caso, no procede aplicar el abuso del derecho. Eje.
• Respecto del asenso o disenso para contraer matrimonio, el padre o madre son libres para ejercer su
derecho de dar el disenso sin dar razón alguna de ello, sin que aquello configure una manifestación
de abuso del derecho.
• El derecho que tiene el padre o madre de excusarse de la tutela o curaduría cuando tienen a su cargo
el cuidado cotidiano del hogar.
• El derecho que tiene el propietario de un predio para cortar las raíces o ramas que penetra en su
propiedad y que provienen de otro predio.
• El derecho del comunero a pedir la partición.
• El derecho que tiene una de las partes en un contrato bilateral de interponer la acción resolutoria
tácita cuando la otra parte no ha cumplido su obligación.
b) Derechos relativos: Esta es la regla general, y consiste que el titular de tal derecho puede ejercerlo pero no
arbitrariamente. Luego, para que proceda el abuso del derecho es necesario que sea un derecho de carácter
relativo. Como esta es la regla general aquí hablamos de derechos que si bien están establecidos a las
personas esto no significa que aquellos puedan ejercerlos a su antojo, sino que, mirando el cumplimiento de
ciertos fines preestablecidos por la ley, fines que apuntan al bien común. Luego, son estos derechos los
cuales, si su titular los ejerce prescindiendo de su finalidad o dolosamente a fin de causar daño, abusa de
ellos. Ejemplo, un juez no puede ejercer su cargo para satisfacer sus propias pasiones –Alessandri habla de
funcionario público-. Otro ejemplo lo encontramos en el ejercicio irracional de la facultad de disposición
material del dominio quemando la cosa en el patio de su casa y donde el humo –que se prevé por una
persona normal que será de gran magnitud- se extiende a la casa vecina donde funciona una sala cuna.
3) Que el ejercicio del derecho (relativo) sea ABUSIVO: Hay abuso del derecho cuando su titular lo ejerce
prescindiendo de su finalidad o espíritu, y cuando lo ejerce dolosamente con el objeto de causar daño.

Responsabilidad a que da lugar el abuso del derecho:


Digamos que la responsabilidad que procede respecto de aquel que, como consecuencia del abuso de su derecho
provoca daño, es la responsabilidad extracontractual civil, luego, la sanción por el abuso del derecho será, por regla
general, la indemnización de perjuicios, excepcionalmente hay casos en que procederá una sanción diversa, así por
ejemplo, el socio de una sociedad civil no puede renunciar a ella intempestivamente o bien de mala fe, si lo hace, se
entiende que está abusando de su derecho de renunciar, luego, procede la nulidad de la renuncia.

2. Culpa derivada de las relaciones de vecindad:


Las relaciones de vecindad plantean un problema en relación con el ejercicio de las facultades que confiere el
derecho de dominio, porque una de las limitaciones que se señalan para el derecho de dominio son las que derivan
justamente de las relaciones de vecindad. Así, hay numerosos casos en que la obligación de indemnizar los daños
causados a vecinos se fundan en el abuso del derecho de dominio.
El problema es que en la actualidad los roces entre vecinos pueden ser muy frecuentes, lo cual nos lleva
necesariamente a exigir un mayor respeto hacia el derecho ajeno. Donde con mayor frecuencia se pueden plantear
estos problemas es en los inmuebles acogidos a la ley de propiedad horizontal (recordar que ésta no sólo se aplica a
los edificios en altura, sino que también a los condominios). Es por ello que la ley en materia de propiedad
horizontal exige la dictación de un reglamento de copropiedad, reglamento que generalmente contiene numerosas
prohibiciones para prevenir molestias a las personas que viven en el propio edificio, estableciéndose sanciones para
el caso de infracción, sin perjuicio de las indemnizaciones de perjuicios que procedan.

3. La culpa por omisión:


La culpa no sólo puede provenir de una acción, sino que también puede originarse en una omisión, es decir, por no
actuar. Lo normal en estos casos va a ser que la omisión se produzca en el ejercicio de una determinada actividad,
principalmente por no adoptarse una precaución que debió tomarse o por preverse un determinado peligro. Algunos
la llaman "culpa-negligencia", para oponerla a la "culpa-imprudencia", que sería la culpa por acción.
También se sostiene que hay culpa no sólo en la omisión, sino también en la abstención de realizar un hecho, como
sería el caso de un médico que sin una razón fundada se niegue a atender a un herido en un accidente.

4. PRESUNCIONES DE CULPA:
Lo que sucede es que, para que sea procedente la responsabilidad extracontractual civil es necesario que la culpa se
pruebe, prueba que recae en la persona de la víctima, luego, será comprensible que en muchas ocasiones la víctima
sucumba ante la tarea de acreditar (probar) la culpa del autor de un ilícito, más aun considerando que regularmente
la víctima tampoco cuenta con los medios económicos que le permitan enfrentar un juicio adecuadamente, que
sumado a la carga emocional que implica exigir lo que en derecho le corresponde, y la tarea que aquello significa –
tiempo, dinero y paciencia- viene en suma, a provocar en la víctima un sensación de soledad y de desprotección
legal muy fuerte, de ahí que, por lo menos con el objeto de ayudar – aunque sea en parte- esta sensación, es que la
ley viene en ciertos casos en su auxilio, estableciendo que el peso de la prueba recaiga en la persona del autor del
ilícito a través de lo que se conoce con el nombre de “presunciones de culpa” del victimario.
En efecto, en estos casos, la víctima sólo tendrá que probar las circunstancias que sirven de fundamento a la
presunción, probadas estas circunstancias se presumirá (presunción legal) culpable al autor del daño, luego, le
corresponderá a él, probar que empleó la debida diligencia y cuidado, y que no existe una relación de causa a efecto
entre la culpa que se le imputa y el daño.

1) Presunciones de culpabilidad por hecho propio:


Como introducción al tema, digamos que la regla general, es que una persona tenga que responder de sus propios
actos, esto es, de su delito o cuasidelito civil, o bien, si se es heredero, de los actos que el causante haya cometido,
luego, en virtud de la responsabilidad subjetiva que gobierna al código civil, toda persona que por malicia (dolo) o
negligencia (culpa) provoque daño, debe ser indemnizado por esta misma persona. Sin embargo, lo normal es que
frente a estos hechos, aún cuando una persona responda de sus propios actos, será de todas maneras la víctima
quien deba probar los elementos copulativos de la responsabilidad extracontractual civil, y no el autor del daño.
Sin embargo, excepcionalmente habrá casos en que se presume culpable al autor del daño, lo que provoca en la
víctima mucha felicidad, por cuanto, será el autor de dicho daño el encargado de demostrar que empleó la debida
diligencia o cuidado, y que no existe relación causal entre la culpa y el daño, luego, la víctima descansará y sólo
deberá probar el hecho que motiva la participación del tribunal. Son en estos casos donde estamos frente a la
presunción de culpa por hecho propio.

1. Se presume la culpa de quien remueve las losas de una acequia o cañería en calle o camino sin las precauciones
necesarias para que no caigan los que por allí transitan de día o de noche.
2. Se presume asimismo la culpa del que obligado a la construcción o reparación de un acueducto o puente que
atraviesa un camino, lo tiene en estado de causar daño a los que transitan por él.
3. El que en forma imprudente dispara un arma de fuego.
4. Accidente que un sujeto manejando un automóvil o cualquier vehículo de tracción mecánica o animal, provoca
a un peatón en el cruce de una calzada.
5. Accidente que provoca un sujeto que manejando un automóvil o cualquier vehículo de tracción mecánica o
animal, a un peatón, dentro de los 10 metros antes de una esquina.

2) Presunciones de culpabilidad por hecho ajeno:


La regla general es que una persona responda por sus propios hechos, esto es, por sus propios delitos o
cuasidelitos, o bien si se es heredero que responsa civilmente de los delitos o cuasidelitos cometidos por el causante,
sin embargo, excepcionalmente una persona puede verse expuesto a responder por hechos de terceras personas, es
más, además de responder por ellos, se presume su culpabilidad lo que agrava más la situación.
En efecto, esto ocurre cuando una persona tiene a su cuidado a otra, siendo esta otra el autor del delito o cuasidelito,
luego, se castiga al cuidador del autor del ilícito por no haber empleado la debida vigilancia respecto de aquel que lo
tiene a su cuidado.
Fundamento de esta presunción de culpa por hecho ajeno: El fundamento de esta presunción de culpa por hecho
ajeno radica en que la ley estima que cuando una persona tiene a otra bajo su cuidado o dependencia, aquélla tiene
que vigilar a esta última para evitar que cause daño. En efecto, la ley supone que, si una persona -que está sometida
a vigilancia o cuidado- causa un daño, es porque el guardián de aquella persona (quien debía vigilarlo o cuidarlo)
no empleó el cuidado suficiente para evitar que el hecho se produjera. Luego, como podemos observar, la ley hace
presume en estos casos que el daño se produjo porque no se empleó la debida diligencia para cuidar o controlar a la
persona que se tiene a cargo, ya que si la hubiere empleado el daño no se habría producido.
¿Es efectivamente una presunción de culpa por hecho ajeno?
R- La doctrina ha estimado que no, por cuanto, más que sea por hecho ajeno ciertamente es por un hecho propio, ya
que es el cuidador -guardián- quien no empleó el debido cuidado al momento de vigilar a aquel que causó el daño,
respondiendo nada más que por su propia negligencia.
Por su parte, cabe tener presente, que el deber de cuidado o vigilancia puede nacer de un hecho voluntario como
por disposición de la ley, en este último caso encontramos a modo de ejemplo el deber de cuidado y vigilancia que
los padres deben tener respecto de los hijos.
En nuestro código civil, la presunción de culpa por el hecho ajeno constituye un principio aplicable a todos los
casos en que una persona tiene a otra a su cuidado o que dependa de él.
Requisitos de la presunción de culpa por hecho ajeno:
1. Que exista un vínculo de subordinación o dependencia entre el autor del daño y aquel que se le presume
culpable: La persona que causa el daño debe estar subordinada a la persona que –por ley- se le presume
culpable civilmente, luego, hay relación de autoridad v/s obediencia, relación o vínculo que ha de ser de derecho
privado. ¿Quién debe probar este vínculo? R- La regla general es que es la víctima quien deberá probar este
vínculo, excepcionalmente en los casos de los padres, tutores y curadores, jefes de colegio, y empleadores,
bastará a la víctima probar la situación prevista por la ley, por lo que se presume culpable al que tenía el deber
de cuidado.
Ahora bien, apartándonos un poco del caso que estamos analizando, puede ocurrir que no existiendo vínculo
alguno de todas maneras una persona se vea en la obligación de tener que responder por los hechos de otros, así
por ejemplo, si una persona deja abierto su automóvil con el motor encendido y con las llaves puestas y entra un
niño –que no conoce- y procede a manejar el auto causando finalmente un accidente, se presumirá al dueño
culpable por lo ocurrido.
¿En el caso del mandato hay vínculo de subordinación o dependencia? R- NO, luego, si el mandatario
actuando por orden del mandante comete un ilícito, responderá el mandante, pero por hecho propio, no por
hecho ajeno.
2. Es necesario que el autor del daño y su guardián sean capaces: Lo que sucede es que el autor directo del
daño como quien lo tiene a su cuidado deben ser capaces para que proceda la presunción de culpa del guardián,
si el autor del daño es incapaz, de todas maneras responde quien lo tiene a su cuidado por aplicación de las
reglas generales, pero la diferencia es que en el segundo caso no procederá la presunción de culpa del guardián
por lo que la víctima tendrá que probar que el guardián no empleó la debida vigilancia o cuidado. Ahora bien, si
el autor del daño es capaz, se libraría la víctima de tener que probar la negligencia del guardián.
3. Que el subordinado cometa un hecho ilícito: Esto revela la falta del deber de vigilancia del guardián. En este
caso, respecto del autor del delito deben concurrir todos los elementos de la responsabilidad extracontractual.
4. Es necesario que se pruebe la culpa del subordinado: Digamos que la víctima debe probar la responsabilidad
o culpabilidad del subordinado, ello no se presume, probada esta se presumirá la responsabilidad del guardián
por su falta de vigilancia.

Efecto de las presunciones de culpa por hecho ajeno:


El efecto de las presunciones de culpabilidad por el hecho ajeno, consiste en que cumplidos los requisitos anteriores
se presume legalmente la culpabilidad del guardián y el vínculo causal entre esa culpa y el daño. Por ello, no será
necesario acreditar la culpa del guardián. Sin embargo, digamos que, como la presunción que opera es simplemente
legal, es perfectamente posible que el guardián tenga la posibilidad de probar que sí empleó la debida diligencia y
que a pesar de ello no pudo evitar el hecho ilícito por parte del subordinado.
¿La responsabilidad por hecho ajeno extingue la responsabilidad del autor del ilícito?
R- NO, ambas responsabilidades coexisten, luego, la víctima o sus herederos puede demandar a ambos
conjuntamente u optar demandar separadamente, para que cualquiera de ellas repare el daño causado –sin perjuicio
de que, una excluye inmediatamente a la otra- por cuanto de lo contrario podría haber un enriquecimiento injusto.
Digamos que si el civilmente responsable indemniza el daño causado por el subordinado, tiene acción de reembolso
en contra de él, en tal caso, podrá dirigir su acción sobre los bienes del subordinado si tuviere. Cabe tener presente,
que esta acción de reembolso no procederá si el autor del daño obró por instrucciones del civilmente responsable o
si es incapaz.
Casos de presunciones de culpa por hecho ajeno:
1. Responsabilidad del padre y en su defecto la madre por los actos o hechos de los hijos menores que habitan
en la misma casa: En este caso, digamos que en primer término la responsabilidad le toca al padre, y en
subsidio a la madre, sin embargo, si el cuidado personal lo tiene otra persona, ejemplo los abuelos, serán ellos
los responsables.
Respecto del menor, la presunción se aplica tanto respecto de aquel que esté o no emancipado, en la medida
que el menor sea capaz –extracontractualmente-, pero menor de edad (menor de 18 años) y que habite la misma
casa de los padres. Por su parte, si el menor es incapaz, obviamente no procede la presunción a pesar de que
habite en la misma casa (en tal caso la víctima tendrá que probar que el padre no empleó la debida vigilancia o
cuidado).
Tampoco se aplica la presunción cuando el menor ejerce un empleo, oficio profesión, o industria, y en el
ejercicio de ello se produce un hecho ilícito, por cuanto, la ley lo considera mayor de edad en virtud de su
peculio profesional o industrial (responde el menor).
Ahora bien, la presunción legal opera cuando el menor que siendo capaz y viviendo en la misma casa comete un
delito o cuasidelito civil, luego, el padre que bajo su cuidado está el menor, puede defenderse aduciendo que
empleó la debida diligencia o cuidado, y que a pesar de ello no se pudo impedir el hecho. Eje. El menor saca a
escondidas el auto de los padres y choca.
Excepcionalmente hay una presunción de derecho, cuando el menor que siendo capaz y viviendo en al misma
casa, comete un delito o cuasidelito civil, pero como consecuencia de la mala educación o hábitos viciosos que
los padres le dejaron adquirir. Eje. El menor fuma pasta base a vista y paciencia de los padres, y comete un
delito estando en ese estado.
En estos 2 casos el padre responde civilmente por el hecho ilícito del hijo, ya sea que la presunción que opere
sea legal o de derecho, sin embargo, respecto de la presunción simplemente legal podrá el padre excusarse en la
mediada que pruebe que a pesar de emplear la debida diligencia o cuidado no fue posible impedir el hecho, en
el caso de la presunción de derecho el padre es culpable sí o sí, no pudiendo excusarse.
2. Responsabilidad de los tutores y curadores por hechos ilícitos de sus pupilos: Para que se presuma culpable
al tutor o curador del hecho ilícito de su pupilo es necesario que esté bajo su vigilancia o cuidado, a pesar de que
no viva en su misma casa, luego, sólo procede respecto de curadores o tutores que tengan por encargo el cuidado
del menor, y no respecto de los curadores de bienes del menor.
Tengamos presente que al igual que en el caso anterior es necesario que el pupilo sea capaz
extracontractualmente, ya que de lo contrario, no procede la presunción de culpa por hecho ajeno, lo que no
obsta para que la víctima pueda probar la falta de cuidado del tutor y curador con lo cual también podría llegar a
constituirlo responsable.
Ahora bien, si procede la presunción -como es legal- puede el tutor o curador eximirse de responsabilidad
probando que ha empelado la debida diligencia o cuidado, y que a pesar de ello no pudo impedir el hecho.
3. Responsabilidad de los jefes de escuelas por los hechos ilícitos de sus discípulos: Lo que sucede es que los
jefes de colegios o establecimientos educacionales deben ejercer autoridad y mantener con ello la idea de
disciplina en el respectivo establecimiento, luego, el jefe puede ser el rector, director o cualquier persona que
haga sus veces, y se aplica a los hechos ilícitos cometidos tanto a personas menores como mayores de edad en la
medida que sean capaces. Ahora bien, si el discípulo comete un delito o cuasidelito civil estando bajo el cuidado
del jefe del colegio o establecimiento se presumirá culpable al jefe de dicho establecimiento. Sin embargo, él
podrá eximirse de responsabilidad si prueba que ha pesar de su autoridad no le fue posible evitar el hecho ilicito.
4. Responsabilidad del empresario: Aquí se comprende a todo aquel que tiene bajo su subordinación y
dependencia a trabajadores, luego, los hechos de aquellos, de ser ilícitos, hacen presumir de culpa al empresario
por la falta del deber de vigilancia, ejemplo, el dueño de una empresa de automóviles es responsable del ilícito
cometido por aquel que estando bajo su cuidado manejaba su vehículo, a menos que pruebe que el vehículo le
ha sido tomado sin su autorización.

3) Presunción de culpa por hecho en las cosas:


Se refiere a situaciones en que el dueño de una cosa, o bien que una cosa estando al servicio de una persona, causa
daño. Luego, se funda en que el propietario o el que se sirve de una cosa debe vigilarla y mantenerla en estado de
que no cause daño. Si la cosa produce daño se presume que fue culpa de su propietario o de quien se está sirviendo
de ella, por cuanto, se estima que no empleó el debido cuidado o vigilancia y por ende, la ley presume la
culpabilidad de quien la tiene a su cargo.
Casos en que se presume culpable por el hecho de las cosas:
1. Responsabilidad por la ruina de un edificio: Consiste en que el dueño de un edificio es responsable de los
daños que cause la ruina de un edificio, luego, es obvio que quien es dueño del edificio debe emplear el cuidado
debido, por ello es que se presume que si la ruina del edificio provoca daño, el responsable es su dueño o quien
se sirve de ella mejorando con ello la situación siempre desmejorada de la víctima.
Digamos que hablar de ruina de un edificio implica hablar de destrucción o caída de él, no así la caída de un
ascensor o de incendio que claramente puede producirse respecto de edificios que para nada están en ruina.
Ahora bien, para que al dueño se le presuma culpable de la ruina de un edificio es necesario que haya omitido
ejecutar reparaciones o dejado de otra manera de emplear el cuidado como un buen padre de familia. Digamos
que el responsable es precisamente el dueño, aun cuando él haya contratado a una persona para que haga las
reparaciones necesarias, luego, si responde el dueño en tal situación tendrá derecho que la persona obligada por
contrato le restituya lo pagado.
¿Qué sucede si son varios los dueños del edificio?
R- Todos son responsables de manera simplemente conjunta a prorrata de sus cuotas.
Caso en que la víctima sea un vecino:
El dueño del edificio es responsable a terceros de los daños que ocasione su ruina; pero la situación de los
terceros está sometida a reglas especiales cuando invisten la calidad de vecinos. El vecino sólo puede invocar la
responsabilidad del dueño del edificio siempre que el daño ocurra después de haberle notificado la querella de
denuncia de obra ruinosa.
¿Cómo se puede eximir de responsabilidad el dueño de un edificio si la ruina de él causa daño?
R- El dueño se puede eximir de responsabilidad si prueba que la ruina del edificio se debe a FUERZA MAYOR
O CASO FORTUITO.
2. Responsabilidad por la cosa que cae o es arrojada de lo alto de un edificio: En este caso hablamos de cosas
que no forman parte del edificio, ejemplo un macetero, luego, si formaran parte del edificio estaríamos en el
caso anterior. Aquí debemos distinguir si la cosa cayó o es arrojada. Si la cosa cayó todos los que habitan en
dicha parte del edificio serán responsables en forma simplemente conjunta, si la cosa es arrojada, y ello se
prueba, sólo será responsable aquel que lo arrojó.
3. Responsabilidad por el hecho de los animales: El dueño de un animal es responsable de los daños causados
por el mismo animal, aun después que se haya soltado o extraviado. La responsabilidad del dueño del animal
cesará si prueba que tomó adecuadas precauciones para impedir el daño o, en otros términos, que el daño,
soltura o extravío no puede imputarse a culpa suya o del dependiente encargado de la guarda o servicio del
animal, por ejemplo, entraron a robar a la casa y los delincuentes soltaron al animal.
También es responsable del daño causado por un animal quien se sirve de él, aunque no sea su dueño. De este
modo responde del hecho de un animal el arrendatario o comodatario. Sin embargo, de todas maneras la persona
que se sirve del animal puede repetir contra el dueño sea este una persona natural o jurídica.
¿Qué sucede si el daño lo causa un animal salvaje o fiero?
R- De tales daños responde la persona que tenga el animal, aunque no sea su dueño y aunque no se sirva de él.
Digamos que la presunción de culpabilidad en este caso es de DERECHO.

Título Cuarto: De la acción para perseguir la responsabilidad extracontractual


1. Características de la acción de responsabilidad:
1. Es una acción patrimonial. De esto derivan las siguientes sub-consecuencias.
1) Esta acción es transferible.
2) Es transmisible.
3) Es transable.
4) Es renunciable. 5) Es embargable.
2. Es una acción personal. Esto es, que sólo puede reclamarse respecto de ciertas personas, especialmente el autor
del daño.
3. Es una acción mueble: Por cuanto, persigue una reparación pecuniaria.
4. Es prescriptible. Responsabilidad extracontractual será de 4 años.

2. Objetivo de la acción:
El objetivo que persigue esta acción es la reparación del daño, luego, busca que se le aplique a quien corresponda la
obligación de reparar el daño, y la ley para tal objetivo estableció como formula genérica, denominada
indemnización de perjuicios.
3. Titulares de la acción de indemnización de perjuicios:
1. Si el daño no se ha producido y hay sólo amenaza de daño debemos distinguir: 1) Si el daño amenaza a
personas determinadas la acción corresponde a estas.
2) Si el daño amenaza a personas indeterminadas la ley concede acción popular.
2. Si el daño se ha producido, la acción corresponde exclusivamente a aquel que lo sufrió, (la víctima), sus
herederos o cesionarios o legatarios. Si los perjudicados son varios todos ellos tienen derecho a la
indemnización.
3. En el caso de daño en las cosas la acción corresponde a todos los que tengan sobre ella o respecto de ella un
derecho real o personal que resulte lesionado por el delito o cuasidelito.
4. En el caso de daño moral en las personas: Pueden demandar su reparación la víctima directa y los que sin tener
esa calidad sufren también una lesión profunda y verdadera en su ánimo o espiritualidad. El daño moral hay que
acreditarlo siempre, sólo que cuando el ofendido es pariente cercano de una víctima, la prueba será más fácil,
toda vez que se gozará de "presunciones judiciales". Pero todas, rebatibles. Es decir, si el demandado (autor del
delito o quien corresponda) logra acreditar que la muerte del hijo o del padre o del cónyuge NO CAUSÓ
LESIÓN en el alma, pese al vínculo, el juez no debe acoger la demanda indemnizatoria por daño moral. El
demandante debe acreditar que su daño fue producto de la lesión a un interés legítimo. De ahí que la doctrina
niegue lugar a la posibilidad que demande daño moral un concubino por la muerte de la concubina o viceversa.
¿Procede la acción solidaria?
R- NO, es más, no existe solidaridad activa, lo que no obsta a que los titulares si hay varios de ellos, interpongan la
acción separadamente o conjuntamente, pero si optan interponerla conjuntamente será el juez quien deberá fijar un
mondo para cada víctima.
Si hay varios titulares que ejercen su acción conjuntamente ¿la renuncia a la acción por parte de uno de ellos afecta
a los demás titulares?
R- La renuncia no afecta a las demás acciones, luego, su efecto es personal, y tampoco podrá producir cosa juzgada
respecto de los demás eventuales demandantes.

4. Sujetos pasivos de la acción:


Los sujetos pasivos de la acción son las personas contra las cuales se dirige, de ahí su importancia. Pueden ser
sujetos pasivos los siguientes:
1. El autor directo del daño: Digamos que por autor debemos entender todo aquel que contribuye al delito, es autor,
cómplice o encubridor.
2. Contra las personas civilmente responsables.
3. Contra aquella persona que siendo autor o tercero se aprovecha del dolo ajeno. En estos casos la acción solo
podrá perseguir hasta la concurrencia del provecho.
4. Puede intentarse la acción contra los herederos de cualquiera de los anteriormente mencionados. Respecto de los
herederos si son varios, cada uno de ellos sólo será responsable a prorrata de su cuota hereditaria, y si a algunos
de los herederos por disposición testamentaria se le ha impuesto la carga de responsable de la indemnización de
perjuicios, ella no obliga al titular de la acción, esto es, que a pesar de dicha disposición testamentaria, el titular
de la acción podrá -si quiere- de todas maneras puede dirigirse contra todos los herederos a prorrata de su cuota
hereditaria.
¿Puede intentarse la acción contra un legatario?
R- No se puede, salvo que por disposición testamentaria se le haya asignado al legatario la carga de responder
de los perjuicios demandados, pero aún en este caso el actor si quiere puede desestimar la disposición
testamentaria y no demandarlo, optando por los herederos.
5. Puede intentarse contra personas jurídicas.

5. De la solidaridad en la responsabilidad extracontractual civil:


Si un delito o cuasidelito ha sido cometido por dos o más personas (como autores, cómplices o encubridores), serán
solidariamente responsables de todo perjuicio. Para que esto ocurra es preciso que se trate de un mismo y único
delito o cuasidelito. Ahora bien, respecto de los efectos que produce debemos decir, que se producen como efectos
los mismos que cualquier solidaridad pasiva. El co-autor que en definitiva paga toda la indemnización, tiene acción
en contra los otros, para lo cual queda subrogado en el lugar del acreedor (víctima o titular de la acción), para
accionar en contra de cada uno de ellos por partes iguales (en silencio de la ley).
¿Cuándo no procede la solidaridad?
1. En caso de daños causados por la ruina de un edificio.
2. En caso de cosas que caen o son arrojadas desde la parte superior de un edificio.

6. Extinción de la acción:
1. Como la acción de responsabilidad extracontractual es un derecho personal, se extingue por los modos de
extinguir obligaciones.
2. Por renuncia.
3. Por desistimiento.
4. Por transacción.
5. Por prescripción extintiva: Digamos que la acción prescribe al cabo de 4 años contados desde la fecha de la
comisión del hecho ilícito. Además esta prescripción no se suspende a favor de los menores pero si se
interrumpe.

Título Quinto: Eximentes y atenuantes de responsabilidad extracontractual civil

1. Eximentes de responsabilidad:
El autor del daño puede eventualmente eximirse de responsabilidad, lo que en definitiva significa que no será
obligado a indemnizar, esto puede ocurrir por dos causas, en primer lugar cuando concurre un eximente de
responsabilidad, lo cual sucederá cuando no hubo culpa o dolo, y en segundo lugar por haberse estipulado una
cláusula de irresponsabilidad.
¿Cuando opera un eximente de responsabilidad?
R- El autor del daño no se verá obligado a indemnizar cuando opera un eximente de responsabilidad, y esto se
producirá cuando no ha habido dolo o culpa por parte del autor, luego, el fundamento de los eximentes de
responsabilidad es que cuando operan se entiende que no se configura el delito o cuasidelito. No así en el caso de las
cláusulas de irresponsabilidad, donde existe el delito o cuasidelito civil, pero que no es indemnizable en virtud de la
autonomía de la voluntad.
¿Cuáles son las causas que eximen de responsabilidad civil?
R- En materia civil existe sólo una causal genérica de eximentes de responsabilidad, y es la falta de dolo o culpa,
siendo ella la que traiga como consecuencia otras causas que eximen de responsabilidad.
1. La fuerza mayor o caso fortuito: Es el imprevisto imposible de resistir, ya sea que provenga de hechos de la
naturaleza (caso fortuito) o hechos del hombre (fuerza mayor). Como podemos observar esto es aplicación del
aforismo de que nadie está obligado a lo imposible, luego, como consecuencia de ello si la fuerza mayor o caso
fortuito es la causa única y directa del daño ocasionado, a quien se le imputaba la responsabilidad podrá
eximirse en virtud de ella.
2. La falta de culpa por parte del autor: Esto se produce por ejemplo en el caso de las presunciones de culpa por
hecho ajeno, específicamente en el caso de la responsabilidad de los padres por los delitos o cuasidelitos de los
hijos; en este caso los padres se eximen de responsabilidad si prueban que emplearon la debida vigilancia y
cuidado y a pesar de ello no pudieron impedir el hecho.
3. Se exime de responsabilidad por culpa exclusiva de la víctima: Cuando es la causa exclusiva del daño es
causa eximente de responsabilidad. Si no es causa exclusiva pero sí concomitante (culpa compartida), autoriza a
una reducción de ella (atenuante de responsabilidad).
4. Exime de responsabilidad los hechos de terceros por cuyos actos no se responde: Digamos que esto se
asimila a la fuerza mayor.
5. Exime de responsabilidad la legítima defensa: Si una persona esta frente a una agresión ilegítima y se
defiende empleando medios proporcionales a la agresión se exime de responsabilidad, siendo este un caso
particular de falta de culpa.
6. Exime de responsabilidad el estado de necesidad: Cuando una persona está expuesta a sufrir un daño e intenta
evitarlo, pero como consecuencia de ello provoca daño, se exime de responsabilidad. Eje. Una persona al verse
expuesta a ser asaltada ingresa por la ventana de una casa, causando daño al dueño de dicha casa.
7. Exime de responsabilidad: El error o el engaño (dolo) de que pudo haber sido objeto el agente (autor del
daño), y que lo movieron a actuar, en este caso sólo lo eximirá de responsabilidad si no hubo de su parte
negligencia en haber incurrido en ese error o caído en ese engaño.

2) Cláusula de irresponsabilidad:
En cuanto a las cláusulas de irresponsabilidad, estas actúan en el ámbito de la responsabilidad extracontractual a
priori. Esto es antes del daño, si fuera a posteriori (después del daño) más bien sería una renuncia o transacción.
Digamos que si bien en doctrina la validez de las cláusulas de irresponsabilidad son bastante discutidas, se ha
sostenido que son válidas en la medida que se trate de la culpa leve o levísima, pero no de la culpa grave, esto es que
no se puede eximir anticipadamente a una persona por culpa grave, porque la condonación del dolo futuro no vale, y
como la culpa grave es equivalente al dolo, tal cláusula adolecería de objeto ilícito y por ende de nulidad absoluta.
Digamos que, a demás de lo dicho anteriormente, cuando el daño ha de recaer en las cosas nada impediría que
anticipadamente se establezca una cláusula de irresponsabilidad no así si el daño ha de recaer en las personas, en tal
caso se ha considerado inadmisible la cláusula de irresponsabilidad. Ejemplo, contratos donde pueda darse la figura
de un hecho ilícito, y donde se pueda establecer una cláusula de irresponsabilidad, tema que ya vimos en su
oportunidad.

2. Atenuantes de responsabilidad:
La responsabilidad proveniente de un delito o cuasidelito será atenuada por alguna de estas 2 circunstancias
1. Cuando el daño se debe a culpas compartidas, esto es, parte de ella la tiene el autor y parte de ella la
víctima.
2. Por la estipulación de una cláusula atenuante de responsabilidad, Ejemplo, contratos donde pueda
producirse un hecho ilícito, tema que ya vimos en su oportunidad.

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