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Si San Agustín es el que inicia esta defensa de las artes de las liberales y de la necesidad del cultivo de las artes liberales
para que el ser humano cultive su razón, Boecio es el que va a crear el plan de estudios y es el que va a sistematizar
esas artes liberales en un trivium y un cuadrivium. E Isidoro de Sevilla es el que va a hacer los manuales con sus
etimologías. Es una forma que sirve para no mezclarlos y recordarlo.
Aquí entroncamos con todo el aristotelismo y lo que vamos a encontrar son definiciones de la
filosofía centradas fundamentalmente en la metafísica y en el conocimiento metafísico.
Tenemos un Al Kindi, que dice que la filosofía era el conocimiento de las cosas en su
realidad. Y además añadía en la medida en la que sea posible para el ser humano. Y dentro
de esa filosofía, de ese conocimiento de las cosas en su realidad, decía que había una filosofía
primera, una ciencia primera, que era el estudio de la causa primera. Al introducir esa deriva
teológica y conectarlo a la causa primera, establecía dentro de la filosofía una clara influencia
de la metafísica aristotélica. Esto se ve en el texto, "ser la causa es más noble que conocer el
efecto" o filosofía primera dedicada a la causa primera.
Al Kindi tiene una reflexión sobre lo importante que es reconocer las prestaciones de los
anteriores. Al final esto va a ser una idea recurrente. Recordemos cuando Bernardo de
Chartres dice la famosa frase de que somos enanos subidos a hombros de gigantes y que si
vemos más lejos no es por una agudeza visual mayor, sino por estar elevados a esa altura.
Al Kindi es en la filosofía árabe el equivalente a lo que San Agustín es dentro de la filosofía
escolástica, porque es esa primera fusión entre fe y razón, esa primera fusión entre una
tradición filosófica que se vincula de repente a una cosmovisión religiosa determinada. Al
Kindi lo que hacía era recuperar toda la filosofía griega, y simplemente hacerla compatible
con esa visión del mundo árabe, esa visión religiosa con la que empieza el Islam.
Entonces, claro, en este contexto se entiende que diga que es muy importante ser capaz de
reconocer y de apreciar lo que otros han hecho, aunque no hayan llegado a alcanzar las
verdades que ahora ellos sí alcanzan, y que obviamente están vinculadas a esas verdades de
fé y a ese reconocimiento de Alá como Dios.
Al Farabi decía que la filosofía es la ciencia de los seres en cuanto tales. Esta es la
recuperación más pulcra de la definición de la Metafísica de Aristóteles. Y dice que en esa
ciencia de los seres en cuanto tales, se incluye el estudio de los principios y de los
fundamentos. Así que a las causas le suma los principios y fundamentos. Además dice que
en la filosofía es la ciencia que reúne a todas las materias y que todas esas materias son
Metafísica, Física, Lógica, Matemática y Ética.
La matemática es la ciencia de la cantidad que es una categoría aristotélica.
Avicena ya habla de la filosofía en cuanto tal, porque el resto al fin y al cabo hablan de la
ciencia y utilizan muchas veces la expresión ciencia cuando se están refiriendo a filosofía.
Avicena ya habla de la filosofía y ya dice exactamente lo que la filosofía es, no la ciencia o
el conocimiento racional, sino la filosofía. Y él dijo que la filosofía es la ciencia del ser en
tanto que ser, por lo tanto, hace una asimilación directa de la filosofía a la metafísica. Y
añade, como hacía Al Kindi, que es esa ciencia que estudia el ser, en la medida de lo que le
es posible al hombre.
Es importante tener en cuenta que hay un punto común de ellas. Y es que la filosofía es
conocer con todas las capacidades del ser humano. Es la percepción y es el intelecto. Y
también intentamos conocer con esas facultades, tanto los seres con los que tenemos
contacto en la naturaleza, los otros seres humanos, como los seres que están más allá de
este mundo material. Pero con nuestras capacidades humanas.
10 Las tres vertientes de la filosofía: lenguaje (voces), naturaleza (rerum), comportamiento
humano (mores)
Introducción. Los tres pilares de la reflexión filosófica medieval: el lenguaje (voces), la naturaleza
(rerum) y el comportamiento humano (mores)
Para Buenaventura, siguiendo a San Agustín la filosofía es una facultad natural. San
Agustín, mezcla de neoplatonismo y cristianismo. El ser humano es cuerpo y alma. El alma
es fundamentalmente alma racional. Dios nos da el alma racional y es quien ilumina el alma
racional. Dios nos da una serie de verdades reveladas que tenemos en nuestra cabeza, que
además son el reflejo de esas verdades ejemplares que están en la mente de Dios.
La luz de Dios emite 3 rayos de luz y proporciona 3 iluminaciones al entendimiento.
"Esta luz emite tres rayos primeros. Porque hay verdad de las cosas, verdad de los signos o voces, y verdad
de las costumbres. ".
Lo que nos importa es mostrar esta forma de comprender la filosofía dentro de la Edad
Media después de diez siglos dándole vueltas.
En la verdad de las cosas habla de esencia y existencia que es metafísica y física.
Cosmología, ontología, porque estamos en esa división entre esencia y existencia y porque
lo que hemos estado viendo es que a lo largo de todas las divisiones y de todas las diferentes
formas de comprender la filosofía, siempre había una parte que era la primera, que era la
ciencia natural, el conocimiento o el estudio de los cuerpos en movimiento. Era física.
Entonces estamos en física y metafísica, porque cuando hacemos la diferencia también entre
esencia y existencia, y cuando estamos haciendo la diferencia entre un ser creado cuya esencia
y existencia coincide frente a toda la creación, que resulta que son todos los seres a los que a
su esencia se le añade su existencia, lo que estamos es trabajando en la frontera entre la
metafísica y la física. Por lo tanto, este juego de esencia y existencia, esta verdad de las cosas,
digamos que es de las cosas terrenas y ultraterrenas. Está ahí metafísica y está ahí ciencia
natural.
"La verdad de las palabras es la adecuación de la palabra y del entendimiento".
Esto es el problema de los universales y de la significación, si los universales son
esencias, existen realmente, resulta que también tienen una significación porque son las cosas
que decimos, que predicamos de las cosas. Por lo tanto, también tienen una significación. Y
dependiendo de cuál sea la posición dentro del problema de los universales, la verdad se
entiende como adecuación, como correspondencia entre el lenguaje y entendimiento. Por lo
tanto, verdad de los signos o de las voces es la adecuación de la palabra y del entendimiento.
Filosofía de lenguaje cuando el vértice está y se le da importancia al lenguaje. Cuando le
damos más importancia al concepto, lo que tenemos es epistemología. Es el límite y la
frontera entre filosofía del lenguaje y epistemología.
"La verdad de las costumbres es la rectitud del vivir". Esto es filosofía moral y política. Con
San Agustín lo que vimos es que filosofía moral y política quedaban vinculadas a través del
agustinismo político y quedaba justificada la intercesión de la Iglesia dentro de todos los
asuntos morales, sociales y políticos.
"Y estas son las tres partes de la filosofía. Las cuales no existen porque las inventaron los filósofos. Sino que,
como dice San Agustín, ya existían en verdad y las advirtieron en el alma". Aquí ya se hace
explícito a San Agustín.
Entonces San Buenaventura, contemporáneo a Tomás de Aquino, hablando de tres partes de
la filosofía que si nosotros las tuviésemos que determinar serían metafísica-física ambas
vinculadas; filosofía de lenguaje y teoría del conocimiento, epistemología; y Filosofía moral y política.
Y esto sin ir en contra del hecho de que todo viene mediatizado por Dios.
"En cuanto que es causa del ser, razón de entender y orden del vivir" Causa del ser es principio
ontológico, razón del entender es principio epistemológico y orden del vivir es principio
moral. Ahí lo tenemos otra vez metafísica, epistemología y filosofía moral y política.
"En cuanto causa del ser, verdad de las cosas; en cuanto razón de entender, verdad de las voces; en cuanto
orden del vivir, verdad de las costumbres".
3 La relación de la teología-filosofía según Tomás de Aquino
8. La filosofía medieval escrita por mujeres frente a los “géneros” filosóficos medievales (Summa,
Disputatio, Comentario)
Para Tomás de Aquino hay dos tipos de verdades, unas verdades de razón y unas verdades
de fé. Las verdades de la razón son de las que se encarga la filosofía y las verdades de la fé
son las verdades de la revelación.
Y lo que tenemos entre ambas verdades es una intersección, es decir, un conjunto de
verdades que son accesibles tanto desde la razón como desde la fé y que son conocidas como
preámbulos de fé (preambula fidei).
Aquí, la filosofía y la teología se ayudan mutuamente, colaboran. Y por primera vez se
establece un modelo de colaboración entre fé y razón. La filosofía colabora con la
teología prestándole sus armas dialécticas y todo el aparato metafísico. Mientras que la
fe sirve de chivato, en el momento en que estamos haciendo un razonamiento y estamos
llegando a un punto contrario a lo que nos dice la revelación, es una alerta, es un chivato, de
que tenemos algún error de razonamiento por el camino. Es lo que hoy llamaríamos un
criterio extrínseco de verdad. La teología, las verdades reveladas muestran el camino que hay
que seguir y nos avisan si nos desviamos de ese camino.
Tomás de Aquino en el prólogo a la suma teológica establece cuál es el objetivo de la obra.
Exponer las verdades de fe en forma apta para la enseñanza de los principiantes. Es decir,
de forma razonada. Entonces, tenemos verdades de fe que se alcanzan a través de la razón.
El método adecuado es el de la suma que consiste en una exposición clara y sistemática de
problemas y soluciones.
La primera parte del texto es justamente la relación entre la teología y la filosofía.
Comienza planteando el problema: ¿si es necesaria una teología distinta de la filosofía? Y la
respuesta es que sí. Que es necesario que haya una doctrina más allá de la razón humana
fundada en la revelación divina.
Lo argumenta partiendo de que el ser humano está orientado a Dios como a un fin.
Para orientarse a ese fin los hombres necesitan conocer ese fin, pero Dios excede la
comprensión del entendimiento y entonces es necesaria la revelación de las verdades que
exceden la capacidad de la razón humana (artículos de fé).
Pero también es necesaria la revelación de los preámbulos de fé alcanzables por la razón
porque sólo son alcanzables por unos pocos después de mucha reflexión y con posibilidad
de errores por el camino.
En consecuencia, es necesaria la revelación de todas las verdades sobre Dios.
Y añade otro problema, si la teología es superior a la filosofía.
Y dice que sí, poniendo el ejemplo de la lechuza de Minerva, símbolo de la filosofía, que,
aunque es capaz de atisbar en la oscuridad ante la luz cegadora de la verdad revelada se ciega.
Otra cosa que hace Tomás en su texto que es muy importante tener en cuenta es la crítica a
Platón. Porque el lenguaje de Platón no es claro, es muy alegórico y por lo tanto no sabemos
exactamente qué es lo que quiere decir. Entonces, Tomás de Aquino en esta primera
cuestión de la suma, lo que nos dice es que es mejor el método aristotélico, porque nos
dice exactamente qué significan las palabras. Esto es muy importante para el tema de la
teoría de la significación. Esto es muy importante para el tema de los universales. Es decir,
hay una conciencia medieval permanente de que son mejor los autores que son precisos.
4 Las tres perspectivas sobre el origen del mundo que expone Maimónides
Tema 6. Filosofía Hebraica en el Al-Ándalus: La generación de las sustancias (Ibn Gabirol), el
intelectualismo de Maimónides y la Astronomía de Ibn Ezra.
En las teorías de la creación tenemos que Dios creó al mundo, pero resulta que desde la
filosofía griega nos están llegando desde las metafísicas neoplatónicos de que existe ya
una materia. Entonces Dios crea el mundo, pero no lo crea desde la nada.
Por otro lado, nos están hablando de la eternidad de los cielos.
Hay que resolver estas cuestiones y lo que hace Maimónides es explicar tres posibilidades
basadas en tres figuras, Moisés, Platón y Aristóteles. La interpretación mosaica, talmúdica, la
interpretación platónica, neoplatónica y la interpretación aristotélica.
La interpretación de Moisés es el dogma que a nosotros nos llega. Dios crea el mundo
desde la nada. Vamos a intentar hacer el razonamiento filosófico de fondo. Dios crea el
mundo desde la nada y no de otro modo, por la Unicidad, por el Uno, por la idea del
monoteísmo. Lo que hay de fondo en el monoteísmo es la unidad de Dios.
Tenemos esa unicidad y no puede haber nada antes de Dios, no puede haber materia
antes de Dios. Pero es que tampoco puede haber tiempo, porque Dios estaría fuera del
tiempo. Ya no es que sea eterno, es que estaría fuera del tiempo. El tiempo surge con la
misma creación. Eso no significa que Dios existe antes de la creación, porque ese antes no
tiene sentido. Dios existe. Y antes de la creación lo único que hay es Dios. El tiempo se
inicia con el acto de la creación.
Frente a ello tenemos, por un lado, la tradición griega basada en Platón y el platonismo, en
la que de alguna forma lo que se nos dice es que existe una materia originaria. Y que Dios
crea a partir de esa materia originaria. Llevado al ámbito filosófico, este tipo de creación sitúa
en un plano de coexistencia a Dios y a esa materia. Obviamente Dios y esa materia no
tienen la misma importancia, ni tienen la misma jerarquía, porque obviamente la materia es
inferior a Dios, pero está ahí preexistente. Y Dios lo que hace es ordenarlo. Entonces Dios
se configura como una mente ordenadora.
Esta no es exactamente la idea de Platón, porque Platón no sólo dice que hay una materia
originaria, también está el mundo de las ideas. Y el demiurgo, es un Dios hacedor, es un
artífice, es un artesano que anda por ahí, es un alfarero que decide copiar el mundo de las
ideas. Cuando se lleva esta idea al ámbito monoteísta, lo que nos dicen es de alguna forma,
el mundo de las ideas desaparece porque pasa a estar en la mente de Dios. Ahí tenemos a
un San Agustín.
Por último, si nos vamos a la versión de Aristóteles, lo que tenemos es que los cielos son
eternos. Por lo tanto, Dios puede crear el mundo sublunar pero no el mundo
supralunar, porque los cielos parecen eternos e incorruptibles. Así que tendríamos a Dios
a la altura de los cielos.
Y el problema no solo es la creación, sino también el carácter de esa creación. Y
dependiendo de cada una de las interpretaciones podemos encontrar diferentes versiones.
Desde la interpretación mosaica, frente al Uno de Dios lo que tenemos es la
contingencia absoluta de lo creado. Por lo tanto, lo creado en cuanto contingente no
puede ser eterno. Podrá mantenerse indefinidamente pero no puede ser eterno.
Si nos vamos a Platón, desde el momento en que tenemos una materia primigenia, el
mundo es preexistente, su materia estaba hecha. El mundo es preexistente pero es
corruptible. Porque la materia introduce también el principio de imperfección.
Y si nos vamos a la interpretación de Aristóteles como lo que tenemos son los cielos eternos
e incorruptibles, tendremos un mundo eterno e incorruptible.
Aunque Maimónides está haciendo todo el entramado filosófico, no va a ir en contra de
ninguna de las interpretaciones hegemónicas en el momento del judaísmo. Va a
explicar conceptualmente por qué la necesidad de que esa creación efectivamente sea desde
la nada. Pero obviamente, desde el momento en el que asume que hay un Dios que es uno
y que dice que "yo soy el que soy", todo lo demás tiene todo el sentido del mundo. Pero
claro, esa asunción implica una creencia religiosa. Y si le añade que además de ser desde la
nada, es por un acto de voluntad, es causa eficiente.
9 Las divisiones del conocimiento expuestas por Escoto de Eriúgena
Tema 3 Gramática y Naturaleza: Las Etimologías (Isidoro de Sevilla) y Sobre la naturaleza-
Periphyseon (Juan Escoto Erígena)
Escoto de Eriugena presenta una división con una idea que es la de la naturaleza totalizante que
engloba todo el ser y el no ser. El problema es el mismo, cómo conjugar la idea de la creación
con una metafísica neoplatónica.
Hay que pensar que estamos en Escoto de Eriúgena que sigue a San Agustín. Ya vimos esa fusión
entre neoplatonismo y cristianismo.
¿Cómo soluciona el problema? Pues a través de una especie de explicación racional de la
naturaleza en la que lo que tenemos es que la naturaleza es un todo global globalizante que
reúne todo lo que es y lo que no es.
Y esto parece muy complicado y muy enrevesado, pero es una lógica, una lógica que tiene sentido.
Es un razonamiento metafísico dialéctico.
Entonces partimos de una naturaleza que puede ser no creada o creada, y a su vez cada una de
ellas puede crear o no crear. Esto nos va a dar cuatro posibilidades, la naturaleza creada que crea,
la naturaleza creada que no crea, la naturaleza no creada que crea y la naturaleza no creada que no
crea. A esas cuatro posibilidades lo que tenemos es que organizarlas y jerarquizarlas, teniendo en
cuenta que de fondo lo que hay es una metafísica neoplatónica.
La primera naturaleza es la naturaleza no creada y que crea, que es Dios y es la primera.
La segunda será la naturaleza creada que crea y que es la primera inteligencia, el nous, la primera
esfera de las inteligencias creadas. Esa esfera de las inteligencias creadas que ya van a ser en
plural, compila todas las Ideas Ejemplares que resulta que estaban en San Agustín en la mente de
Dios. Lo que tenemos es que Dios crea las Ideas Ejemplares en un primer momento. En esa esfera
de las inteligencias creadas van a estar los ángeles. Todo esto es cristianismo. Y en esa esfera de las
Inteligencias creadas también va a estar el alma humana.
En tercer lugar, tenemos la naturaleza creada que no crea. Y aquí está el Mundo Creado en general.
El mundo real. Es una gradación, es una escala en la que se está intentando jerarquizar y ordenar el
mundo. El mundo es una naturaleza creada pero que ya no va a crear por sí. Lo que pasa es que va
a tener esas razones seminales que hace que todo se mueva.
Y, por último, tenemos la naturaleza no creada que tampoco crea.
Tenemos una división de la naturaleza cuatripartita, y una gradación.
Estas cuatro naturalezas se oponen en pares de dos. El uno Dios frente al tres el Mundo. Y el dos
frente al cuatro.
La naturaleza no creada que crea es ser, frente a una naturaleza creada que no crea que es no ser.
Porque si esta naturaleza creada es creada por otro, es naturaleza por otro y por lo tanto es
contingente. Puede ser o no ser, porque depende de su creación, depende de que algo la cree.
Y por otro lado tengo una naturaleza creada que crea y una naturaleza no creada que no crea. En
este caso el Ser es el cuatro y el no Ser es el dos.
Así tenemos que dos y tres que es naturaleza creada, independientemente de que cree o no, en
cuanto naturaleza creada pertenece al ámbito del no ser, porque es contingente, es creado por
causa de otro, pertenece al ámbito del no ser porque puede ser o no ser. Mientras que la naturaleza
no creada, ya sea que cree o que no cree, pertenece al Ser, porque es ser por sí mismo, es
naturaleza no creada. La Naturaleza no creada que crea hemos dicho que es Dios, Dios Creador,
Causa eficiente. Y esta naturaleza no creada que no crea es Dios Redentor, Causa final. Uno es
causa eficiente del que todo sale y otro es causa final al que todo vuelve.
Sólo nos falta decir que el primer proceso es creación (Dios crea una primera naturaleza creada),
el segundo es ejemplificación (las ideas ejemplares que están en esta naturaleza creada son las que
crean las leyes del mundo) y el último si lo conseguimos es redención, porque es el descubrimiento
de Dios como causa final a lo que todo va. Es como un camino de ida y vuelta.
La actividad filosófica está en el creado creador que no alcanza a la divinidad porque está
más allá del ser. Es fundamental darse cuenta de que en ese no poder alcanzar a la Causa
primera, radica toda la fuerza intelectual del alma, que busca el conocimiento de la physis.
Por eso el libro se llama Periphyseon sobre la naturaleza.
El ser primero o el Creador, la divinidad, está más allá de toda existencia y que no se
puede categorizar denominar ni alcanzar con ninguna de nuestras facultades.
18 El Hilemorfismo Universal de Ibn Gabirol
Tema 6. Filosofía Hebraica en el Al-Ándalus: La generación de las sustancias (Ibn Gabirol), el
intelectualismo de Maimónides y la Astronomía de Ibn Ezra.
A Ibn Gabirol se le conoce también como Avicebrón. Ibn Gabirol escribe el Fons Vitae
que es la fuente de la vida. Y en este texto lo que hace es como una mezcla de
neoplatonismo y misticismo.
En verdad, el Fons vitae es un texto de metafísica. El Fons Vitae está intentando resolver
los problemas a los que se enfrenta también el judaísmo de cómo conjugo la creación
como una teoría emanatista, un Dios Uno frente a una creación múltiple.
Entonces el Dios Uno de Ibn Gabirol es la fuente de la vida. Y este Dios Uno crea, por
un acto de voluntad. Lo creado es una manifestación de esa creación.
De este Dios Uno sólo va a decir que es esencia divina que no es material y que tampoco
es formal, porque no puede haber materia sin forma ni forma sin materia.
¿Y qué crea Dios? Dios crea la materia y la forma universal. La materia universal es la
misma que tenía Platón cuando decía que el Demiurgo se encontraba con una materia
primigenia. Pero no sólo crea la materia, sino que crea la forma universal, que es el
conjunto de todas las formas posibles. Es forma de todas las formas. Y esta es la teoría que
se va a conocer como hilemorfismo universal.
Dios crea la materia universal y la forma universal. Las vincula esencialmente e
imprime un dinamismo. Esa imprimación del dinamismo resuena casi al primer motor
de Aristóteles. Y a partir de esa materia y de esa forma, en una escala de emanación, se
va a desprender toda la realidad.
Hay una ruptura entre Dios y todo lo creado. Y esto fue bastante cuestionado sobre todo
por los teólogos cristianos que llegaron a conocer el “fons vitae”.
De alguna manera tiene esta condición de incognoscibilidad. Es su concepción del creador.
Muy parecida a la de Scoto de Eriúgena porque precisamente nada de lo creado lo puede
representar. Entonces la esencia se mantiene separada e independiente.
La obsesión de la filosofía y naturalmente de la teología es cómo acceder al conocimiento.
Pareciera que en la teología hay esta idea de que se puede alcanzar este conocimiento pero
realmente hay filósofos como Escoto de Eriúgena, como Ibn Gabirol que dicen que este
conocimiento es imposible. Grandes autores de la filosofía moderna llegan a lo mismo.
Pareciera entonces que si no es accesible al ser humano, al conocimiento o al alma humana,
entonces como hipótesis de la creación o como hipótesis cosmológica es imposible. Pero
realmente para ellos es al contrario, es porque no es cognoscible por lo que podemos
pensarlo como hipótesis generadora de todo.
Establece una jerarquía de lo superior hacia lo inferior. Es muy importante esta idea de
que hay unas sustancias superiores y unas sustancias inferiores.
A medida que va emanando esa escala de emanación, se va concretando, vamos teniendo
es una jerarquía en los modos de ser que van de una perfección hacia algo cada vez más
imperfecto. Las sustancias simples que son espirituales. Y aquí están los espíritus y los
ángeles, tienen materia y forma porque la materia puede ser incorpórea.
Y a medida que descendemos lo que nos encontramos es que la materia tiende a la
corporeidad, al cuerpo, mientras que la forma cada vez se desvirtúa más, hasta llegar a
las sustancias sencillas que son las corporales.
Para Ibn Gabirol esto que es metafísica es también la forma de explicar la posibilidad del
conocimiento hasta las formas simples remontándonos en la cadena de formas, pero no
hasta Dios que no tiene ni materia, ni forma.
¿Por qué de repente nos dicen que Dios Uno es la fuente de la vida y que lo único que se
puede decir es que es esencia divina y voluntad y no más? Porque dentro de la filosofía
judía predomina la teología negativa, a diferencia de la cristiana en la que lo que hay es un
gran desarrollo de la teología positiva de lo que se supone que es Dios, sus dones y sus
atributos. En la teología negativa no se puede decir lo que Dios es.
11 La teoría de las tres visiones según Agustín de Hipona
Tema 1. Agustín de Hipona: El alma, la percepción y el aprendizaje de las Artes Liberales.
Pedro Abelardo y Juan Salisbury son de los pocos autores que hemos visto en ética.
Ambos autores tienen una base común que va a ser Sócrates. Se ve mucho más claro en Juan de
Salisbury porque es mucho más fiel a Sócrates.
En ética Pedro Abelardo hace un análisis lógico del lenguaje aplicado a las cuestiones éticas
y él lo que quiere es dilucidar exactamente qué es el pecado y qué es la culpabilidad. Y él lo
que dice es que el pecado es desprecio a Dios, pero sólo desprecia a Dios quien no lo conoce
y ahí está el intelectualismo moral socrático. Sólo puede querer el mal el ignorante.
Pedro Abelardo le da una vuelta de tuerca y convierte el intelectualismo moral socrático en
un intencionalismo moral.
Y analiza quién es el culpable, quién es el agente moral. Aquel que actúa a sabiendas. No el
ignorante por naturaleza, no el que no conoce, no el que no sabe resolver un problema
matemático y es ignorante, no el que por naturaleza no puede tener ese conocimiento. Esas
personas no son agentes morales, no son imputables, no se les puede responsabilizar.
El agente moral y el único al que se le puede responsabilizar es aquel que actúa en contra y
que va en contra sabiendo que lo está haciendo en contra.
Hay una clara influencia dentro de Pedro Abelardo de su propia vida y su relación con
Eloísa.
El intencionalismo moral de Abelardo es una corriente ética que va a entrar en contradicción
con todo lo que es la bondad de resultado, que es un consecuencialismo y que es la base
del utilitarismo.
Igual que entra en contradicción con un imperativo categórico estilo kantiano en el cual
la acción moral se hace en función del deber.
Los universales son signos, orales y escritos que asignamos a términos concebidos
mentales, naturales, conceptos.
Para Ockham las nociones más generales sólo existen en las palabras.
No son esencias, no pueden considerarse ideas puras y sólo se obtienen por medio de la
abstracción.
Se atribuyen a un conjunto de singulares ya establecido pero también pueden predicarse de
otros singulares que se van a unir a su conjunto.
Tenemos acceso a estos significados por medio del contacto con los singulares.
Es muy importante tener esto en cuenta, porque es lo que más diferencia a Ockham.
En el texto se pregunta cuál es la naturaleza del universal.
En el texto se habla de Duns Scoto que es realismo moderado y que dice que hay una
realidad existente fuera del alma, existente en cada singular como esencia de las cosas.
Este realismo moderado iba a ser la postura hegemónica.
Y Guillermo Ockham por otra parte sin embargo dice que ninguna cosa realmente
distinta e intrínseca a las cosas particulares es universal. Lo que tiene el particular no
es un universal.
Va contra el realismo al decir que no es necesario, no hace falta para hacer esa
predicación presuponer o decir que esa cosa que estamos predicando tiene ningún tipo de
realidad distinta.
Por ejemplo, en el caso del magnetismo, una vez abstraído se lo puedo atribuir a dos
rocas, pero no se lo puedo atribuir a cualquier roca.
Con el conocimiento abstractivo obtenido a partir del ente concreto, por sí solo, no
se puede conocer con certeza ninguna verdad contingente. Por ejemplo, conocer a
Sócrates y a su blancura en su ausencia no nos permite saber si Sócrates existe, si es blanco
o no, y, en general, otras verdades contingentes. Y es que, para saber estas cosas con certeza,
siguiendo con el ejemplo, es imprescindible la intervención del conocimiento intuitivo (de
los sentidos) y, en consecuencia, que Sócrates esté presente. Sólo de este modo, por
experiencia, o sea, cuando se produce el contacto con los objetos, se podrá tener un
conocimiento del singular de Sócrates, o sea, combinando el conocimiento intuitivo y el
conocimiento abstractivo.
Conocimiento es conocimiento intuitivo más conocimiento abstractivo que es abstraído de un
conjunto y predicado de otros.
20 Las filósofas medievales: pensamiento e influencia
8. La filosofía medieval escrita por mujeres frente a los “géneros” filosóficos medievales (Summa,
Disputatio, Comentario)
Aunque parece que no, realmente existieron filósofas medievales. En este caso son mujeres
religiosas que desarrollaron la mística, que se puede entender como una expresión del
sentimiento.
La expresión del sentimiento recuerda al Romanticismo alemán. Y es curioso, que todas
las de la lectura menos la Eloísa de Pedro Abelardo son alemanas. Y también podemos lanzar
conexiones con la fenomenología de la religión. A la filosofía de la religión de un
Schleiermacher, con la expresión del sentimiento religioso como punto fundamental de la
experiencia religiosa, hay un paso.
Vamos a tener es el desarrollo de una mística vinculada a la expresión del sentimiento
y en especial al amor de Dios, hasta el punto de que en muchas ocasiones las formulaciones
y las expresiones que se llevan a cabo van a rozar la herejía.
El texto de estudio sugiere que los conventos también eran centros de saber y había libros
y mujeres que se formaban dentro de las tradiciones filosóficas. Por lo tanto, estas mujeres
conocían y desarrollaban también sus observaciones metafísicas.
Pero estaban subordinadas a las órdenes masculinas, y para no atentar en contra de la
jerarquía eclesial, en vez de hacer grandes tratados especulativos, utilizaban la mística como
expresión del sentimiento situándose en un género filosófico totalmente diferente y más
vinculado a una poesía, a la alegoría y a la metáfora. Es otra forma de manifestación distinta
del desarrollo discursivo dialéctico, es manifestación y expresión del sentimiento.
Y entonces, gracias a eso, había hombres religiosos que concedían que con esa sensibilidad
especial que tenían las mujeres algunas podían alcanzar verdades interesantes.
Tenemos varios ejemplos:
Hildegarda de Bingen que habla de visiones místicas que muestran una extraordinaria
conexión entre Dios, el cosmos y el ser humano, y además esas visiones místicas lo que
reflejan es una imagen puramente agustiniana. Es decir, que lo que tenemos es filosofía
de San Agustín llevada a una plasticidad propia de la mística y no del aparato especulativo.
La idea del ser humano infinitamente inferior a Dios resuena mucho a la formulación de
Schleiermacher del sentimiento de absoluta dependencia.
Defiende la interconexión alma y cuerpo y la igualdad del hombre y la mujer ante Dios.
Frente a la idea de que Dios crea el hombre que está supeditado a Dios y después crea a la
mujer supeditada al hombre.
En el texto se ve la ironía y el artificio de la indefensión declarada ante estas experiencias que
se padecen sin ser buscadas. Y que es una forma de moverse en un mundo hostil a estas
ideas.
Eloísa de Paráclito tiene como profesor a su amante Pedro Abelardo, uno de los grandes
maestros del momento. El hecho de que exista una Eloísa pone de manifiesto que había
mujeres que accedían al conocimiento.
Cuando Eloísa se recluye en un convento sigue manteniendo una relación epistolar con
Pedro Abelardo durante toda su vida en la que se siguen profesando su mutuo amor.
Y en esas cartas lo que había también era una revalorización del cuerpo comocreación de
Dios, y de las pasiones humanas, lo que constituye un desarrollo de la ética que también
tenemos en Pedro Abelardo. Eloísa dice que se hace mucho caso al hombre interior y nos
estamos olvidando del hombre interior.
Las místicas de Helfta con Matilde de Hackeborn, Gertrudis la Magna y Matilde de
Magdeburgo.
Esta última nos muestra es una visión cósmica del inicio de los tiempos y el amor como un
medio necesario para huir del purgatorio y liberar las almas.
Margarita Porete escribe “El espejo de las almas simples” por el que muere en la hoguera
porque en ella habla de la libertad para elevar el alma a Dios, lo que va en contra de la Iglesia
y de la jerarquía eclesiástica, pues la Iglesia es el único camino para la salvación.
1 La noción de “experiencia” para Roger Bacon
10. La ciencia medieval: entre la experiencia y la técnica
La experiencia va a ser el fundamento de la ciencia.
Hay que tener en cuenta que en la Edad Media se entiende la ciencia en un sentido
aristotélico, sería el conocimiento de las causas y de los principios fundamentales. Y
el método científico por excelencia va a ser la demostración silogística, la
argumentación.
Se generan tensiones con la experiencia y la postura hegemónica es que si el razonamiento
y si la argumentación está bien realizada y no ha caído en ningún tipo de falacia, la
conclusión debería de ser válida a pesar de la experiencia. Esto cambia con Roger Bacon.
La ciencia para Roger Bacon es ciencia experimental, en el sentido de experiencial,
basada en la observación. Roger Bacon considera que existen diferentes tipos de ciencia y
lo que hace y es realmente novedoso es poner a la ciencia experimental, experiencial
por encima del resto de las ciencias. Y el método en vez de la argumentación será la
observación.
En cuanto a la experiencia, hay dos tipos de experiencias, una basada en los objetos
presentes y la otra basada en los objetos ausentes. La primera es la experiencia sensible.
La basada en los objetos ausentes es la experiencia humana y filosófica que se adquiere
por el saber acumulativo basado en las experiencias que han tenido otros.
Entre estos dos tipos de experiencia para Roger Bacon va a tener prioridad la sensible, y
esa es la inversión, lo que supone una diferencia muy significativa frente a los
planteamientos anteriores.
Durante toda la Edad Media las artes liberales son las artes que cultivan los hombres
libres, y es superior al arte mecánico. Lo que hay de fondo es una noción de que lo
propio del alma, es el alma racional.
Esto se rompe cuando empieza a desarrollarse la técnica. Cuando empiezan a aparecer los
instrumentos que nos van a dar un aumento de las capacidades sensibles. Y empieza a
comprenderse la ciencia como dominio, como control.
Roger Bacon, en realidad no es la comprensión hegemónica ni de la ciencia ni de la
experiencia, sino que precisamente lo que estamos es ante un precedente del empirismo
moderno y de lo que luego va a ser la ciencia moderna.
Bacon ofrece varios ejemplos: el fuego, la geometría, el magnetismo, y la observación astronómica.
Bacon dice del fuego que puedes conocer la definición del fuego, pero si no tienes un
contacto directo con el fuego, esa definición sigue incompleta.
Respecto a la geometría, son las definiciones y teoremas que ha hecho Euclides y sobre ellos
tú puedes tener una experiencia que describe la construcción de una figura geométrica. Es
por medio de esa construcción con regla y compás que conoces realmente esas definiciones.
Respecto al magnetismo era un fenómeno muy nuevo en aquella época. No sabían qué era
y no había definición. Sin embargo, ya sabían que había una fuerza atractora entre dos
piedras, una compuesta de hierro y otra que tendía a atraer por cualquiera de sus polos a esa
piedra. Sólo contaban con la observación. Bacon dice que, a pesar del desconocimiento, la
experiencia ya nos ha mostrado el magnetismo. Es muy interesante cómo, sin tener una
noción exacta de qué era el fenómeno, ya la experiencia lo ofrecía para la observación y el
estudio.
Por último, está el uso de instrumentos astronómicos, que es muy interesante, porque esto
ya nos dice que Bacon sabe que los científicos utilizan no sólo sus capacidades naturales, sino
herramientas. Por lo tanto, la experiencia puede ser mediatizada, instrumentalizada. En
la actualidad, la ciencia casi que no es nada sin instrumentos, y esta es la primera vez que un
filósofo en el siglo XIII vincula experiencia con instrumentos científicos.
2 El conocimiento del singular de acuerdo con Ockham
9. Guillermo de Ockham: el conocimiento de los singulares
El conocimiento del singular son dos noticias.
Por un lado, es la noticia intuitiva que es la presencia del singular. El conocimiento del
singular es un conocimiento intuitivo, es experiencial y está vinculado a la percepción de lo
sensible, que es por donde comienza siempre el conocimiento (por detrás está Averroes y
en último término Aristóteles).
Por otro lado, es la noticia abstractiva. De esa experiencia del singular por el
conocimiento intuitivo llegamos a esos términos concebidos, que son los conceptos y que
son términos naturales que nosotros tenemos en la mente.
La noticia abstractiva a su vez tiene dos condiciones.
o Lo que se dice de un conjunto de objetos.
Es decir, cuando yo digo de un cierto conjunto de objetos un atributo, un
predicado, lo abstraigo de ellos.
o Pero la noticia abstractiva también se puede decir de otros singulares. Y es que
al ser abstraible, es susceptible de ser atribuido a otros objetos.
Pero a su vez estos términos y estos significados, necesariamente deben ser
cotejados, analizados con los singulares. Por lo tanto, el conocimiento es un viaje
de ida y de vuelta.
Por ejemplo, en el caso del magnetismo, una vez abstraído se lo puedo atribuir a
dos rocas, pero no se lo puedo atribuir a cualquier roca.
Con el conocimiento abstractivo obtenido a partir del ente concreto, por sí solo, no
se puede conocer con certeza ninguna verdad contingente. Por ejemplo, conocer a
Sócrates y a su blancura en su ausencia no nos permite saber si Sócrates existe, si
es blanco o no, y, en general, otras verdades contingentes. Y es que para saber estas
cosas con certeza, siguiendo con el ejemplo, es imprescindible la intervención del
conocimiento intuitivo y, en consecuencia, que Sócrates esté presente. Sólo de este
modo, por experiencia, o sea, cuando se produce el contacto con los objetos, se
podrá tener un conocimiento del singular de Sócrates, o sea, combinando el
conocimiento intuitivo y el conocimiento abstractivo.
Ockham diferencia entre ciencia real y ciencia racional que es la misma diferencia que hay entre
conocimiento intuitivo y conocimiento abstractivo.
Dice que la ciencia real parte de las noticias intuitivas, del contacto directo con los
singulares. Y avisa que es un conocimiento imperfecto. Pero, aunque sea un conocimiento
imperfecto, es lo que hay.
El conocimiento intuitivo muestra si la cosa existe o no. No es por el conocimiento
racional que yo puedo decir si la mesa existe o no. El conocimiento intuitivo directo es el
que me da la existencia y la no existencia.
Lo que yo hago al pasar al conocimiento abstractivo es a ese término mental darle un
nombre, un universal, y empezar a predicar sobre él.
Entonces el conocimiento racional parte de proposiciones cuya significación debe ser
analizada en cada caso en relación con singulares.
El conocimiento abstractivo no nos muestra la existencia o la no existencia y tampoco nos
da la verdad o falsedad de verdades contingentes. La mesa es amarilla cuando vuelvo a la
realidad y compruebo que la mesa es amarilla o no es amarilla. Porque el conocimiento
abstractivo no me va a dar ningún tipo de verdad que sea contingente.
Guillermo de Ockham postuló que todo conocimiento empieza con la experiencia de los objetos
individuales (los "singulares"). Sostenía que sólo conocemos directamente las realidades individuales
y concretas, y que cualquier concepto general o universal es una abstracción de estas realidades. Según
Ockham, los universales no existen en el mundo externo, sino sólo en la mente como
conceptos abstraídos de los objetos singulares.
Esta posición contrasta con la de los realistas medievales, como Tomás de Aquino, que creían
en la existencia real de los universales fuera de la mente. Para Ockham, los universales son solo
nombres ("nominales") que usamos para describir una colección de objetos con características
similares.