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Definiciones Kant

Imperativo
Es un mandato de carácter constrictivo conforme a reglas que guían nuestras acciones. Kant
distingue entre mandatos y máximas; los primeros son principios prácticos objetivos, aspirando a
servir para todo sujeto racional, mientras que las segundas son principios prácticos subjetivos.
Los imperativos pueden ser hipotéticos, condicionados a fines específicos, o categóricos, que
prescriben la acción moral como un fin en sí mismo. Según Kant, solo el imperativo categórico es
propiamente moral, formulado como "Obra solo según una máxima tal que puedas querer al
mismo tiempo que se torne en ley universal".

Libertad
La libertad, según Kant, es esencial para la Ilustración y se manifiesta en la posibilidad de
expresar la opinión públicamente sin restricciones. En la razón práctica, la libertad es un
postulado fundamental, siendo la condición necesaria para la moralidad al permitir la
responsabilidad y la conducta moral. Kant distingue dos sentidos de libertad: la acción
independiente de lo natural y la capacidad de los seres humanos para determinarse a obrar
según leyes dadas por su propia razón, equivaliendo la libertad a la autonomía de la voluntad. La
moralidad, según Kant, se fundamenta en la libertad idéntica a la ley moral, no en el libre albedrío.

Ilusión trascendental
La ilusión trascendental puede definirse como el error de la metafísica. Esto consiste en atribuir
categorías a las ideas como si fueran fenómeno -realidad que podemos percibir a través de
nuestras categorías- cuando son noúmeno -lo que no podemos apreciar, es decir, la cosa en sí-.
De este modo, concluimos que la metafísica no puede hacer juicios sintéticos a priori
-conocimientos que aportan información nuevas sin depender de la experiencia- y, por tanto, no
sea una ciencia.

Revolución copernicana
El giro copernicano, asociado a Kant, representa una revolución epistemológica donde el sujeto,
no el objeto, es el creador del conocimiento. Según esta perspectiva, el conocimiento proviene de
los sentidos y las estructuras cognitivas del sujeto, limitándonos a conocer fenómenos afectados
por dichas estructuras. Kant argumenta que no podemos conocer la realidad en sí misma
(noúmeno), ya que solo accedemos a nuestras propias ideas sobre las cosas, no a las cosas en
su esencia, dando lugar al fenomenismo.
Relaciones

Contractualistas
Hobbes, Rousseau y Kant exploran el paso del Estado de naturaleza al Estado civil mediante el
pacto social. Kant coincide con Hobbes en la naturaleza agresiva de los individuos, pero se
distancia de Rousseau, quien los ve como bondadosos. En cuanto al contrato social, Kant se
alinea con Hobbes al respaldar un pacto a favor de un gobernante, pero introduce la noción de
los individuos como colegisladores, aunque por representación, acercándose a la perspectiva de
Rousseau. En relación con el Estado civil, Hobbes aboga por el absolutismo, Rousseau por la
democracia directa, mientras que Kant defiende una constitución republicana. En este marco, los
ciudadanos eligen representantes y se establece una división de poderes, reflejando la
preferencia de Kant por un gobierno equitativo y participativo.

Racionalismo-empirismo
Kant desafía tanto al empirismo como al racionalismo al proponer una "revolución copernicana"
que coloca al sujeto en el centro del conocimiento. A diferencia del empirismo, que ve la mente
como pasiva y moldeada por la experiencia, y del racionalismo, que aboga ideas innatas, Kant
argumenta que la mente posee elementos innatos que solo cobran sentido cuando se aplican a la
experiencia. Aunque comparte con el racionalismo la idea de elementos innatos en la mente, Kant
sostiene que estos solo son significativos cuando se aplican a la experiencia, distanciándose así
de la posición puramente deductiva del racionalismo. Además, contrasta con el empirismo al
considerar que las leyes de la física no son solo simples hábitos, sino estructuras necesarias y
universales creadas por nuestras categorías mentales al organizar la experiencia.

Aristóteles
Kant, como defensor del idealismo, se enfrenta al materialismo aristotélico. Para Kant, el sujeto
que conoce es más relevante que el objeto a conocer. Sostiene que el sujeto nace con
herramientas para construir su realidad (fenómeno) utilizando la información que obtiene de los
objetos y organizándola con sus instrumentos cognitivos. En contraste, Aristóteles considera la
mente humana como una "pizarra vacía" que se llena gradualmente con la realidad hasta
descubrir la esencia. A diferencia de Kant, Aristóteles no distingue entre la realidad percibida
(fenómeno) y la realidad en sí misma (cosa en sí o noúmeno), adoptando un realismo "ingenuo".
En ética, Aristóteles ajusta la virtud según las circunstancias, mientras que Kant, con el
imperativo categórico, sitúa la acción humana más allá de causas y consecuencias, enfocándose
en la toma de decisiones racionales independientes de los resultados.

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