significado.
Hjelmslev también añadió que la forma que
TEMA 13. RELACIONES SEMÁNTICAS ENTRE LAS
PALABRAS: HIPONIMIA, SINONIMIA, POLISEMIA,
HOMONIMIA Y ANTONIMIA. LOS CAMBIOS DE
SENTIDO.
0. INTRODUCCIÓN
Se entiende por Semántica el estudio del significado
lingüístico expresado por medio de unidades simples y sus
combinaciones.
El término fue acuñado en 1883 por Bréal para el estudio
de la evolución del significado de las palabras, como rama
de la lingüística histórica. La lingüística postsaussureana
abandonó al principio esta materia por ser un hecho mental
y psicológico con vinculaciones hacia el mundo exterior y
por faltarle un método lingüístico. Con Trier (1931), años
después se trasladó la idea central de Saussure de que en
una lengua, en un momento dado, los significados de los
signos también constituyen un sistema solidario, de forma
que descubrió que el vocabulario de una lengua se divide
en sectores (campos semánticos) constituidos por palabras
interrelacionadas. Este descubrimiento planteaba el
problema de la significación fuera de los términos lógicos o
psicológicos habituales, y de esta manera se incorporó la
semántica al conjunto de actividades estructurales.
Así, en relación con la semántica siempre han estado
vinculadas diferentes disciplinas, como la filosofía,
interesada por los valores de verdad de las proposiciones
lingüísticas y la capacidad que tiene para conocer e
interpretar la realidad. Wittgenstein en Investigaciones
filosóficas, llega así a la conclusión de que el significado de
las palabras viene dado por su uso en el lenguaje, no como
algo previo.
La semántica ha sido de dos tipos: teórica y descriptiva. La
semántica teórica se ocupa del estudio de la construcción
de la forma del contenido y su estructuración en el lenguaje
tal y como la formuló Hjelmslev, la materia del
pensamiento. Se trata de establecer una teoría general del
significado. Dentro de ello, entra la discusión respecto a la
hipótesis Sapir-Whorf sobre hasta qué punto la
estructuración lingüística, especialmente en su vertiente
semántica, de una lengua estructura el pensamiento,
finalmente aclarado que, a pesar de que esos
condicionamientos existen, el conocimiento humano
puede trascender esos límites. Saussure fue quien primero
se dio cuenta de que la lengua es un conjunto de relaciones
basada en identidad y oposición, con la que se configura el
1
SIGNIFICACIÓN: el significado de un signo lingüístico puede ser definido
como la información que a través de él se transmite en el acto de
comunicación, pero también tiene que ver con lo que el oyente interpreta.
Así, se halla integrado por el conjunto de los rasgos significativos comunes
a la generalidad de los hablantes de una lengua. En el significado de un
signo lingüístico se distinguen un elemento conceptual, un elemento
imaginativo y un elemento afectivo. Estos factores se combinan de diversas
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adopta un contenido difiere de una lengua a otra (como en
el campo de la madera o los colores). Por su parte, la
semántica descriptiva se ocupa de explicar el
funcionamiento del sistema semántico de cada lengua
particular.
1. LA SEMÁNTICA
Antes de pasar a analizar los conceptos fundamentales del
tema (las relaciones semánticas y los cambios de sentido),
es preciso hacer un breve recorrido por la semántica y sus
nociones básicas, con el fin de poder entender después esos
otros conceptos.
1.1. La semántica generativa
En la semántica generativa y transformacional, en lugar de
manejarse un sistema de elementos como en la estructural,
se utiliza un sistema de reglas. El primer intento lo llevaro
na cabo J.J.Katz, J.A. Fodor y P. M. Postal, quienes parten
del postulado de que lo que hay que describir es la lengua
y no la producción de la palabra, de modo que lo primero
es captar la capacidad combinatoria del hablante. Hay
indicaciones que se escapan a la sintaxis y solo puede
proporcionar la semántica a través del diccionario y de las
reglas de proyección.
Más adelante, la semántica interpretativa de Chomsky o
Jackendoff restringe las reglas de transformación y tiene
muy en cuenta las diversas competencias del hablante y del
oyente. La sintaxis sería, pues, independiente de la
semántica, dado que si se formulan adecuadamente las
reglas de interpretación semántica, las propiedades que se
derivan de ellas dan cuenta de todos los significados. Para
ellos el significado puede ser tratado de acuerdo a rasgos
semánticos.
Hay que destacar aquí también la semántica de los
prototipos de Kleiber. El prototipo, en la red de significados
formada por las relaciones léxico-semánticas, es el
concepto que recoge los elementos comunes a los ejemplos
indiscutibles y ocupa un lugar central. Tiene su fundamento
en la lingüística cognitiva y la gramática generativa.
Conceptos relevantes de semántica teórica
Para la teoría semántica se ha tomado una serie de
conceptos de la Filosofía que ayudan a configurar la noción
general de SIGNIFICADO.1
Forman la intensión los rasgos semánticos que constituyen
la realidad denotada, definitorias del contenido de una
palabra. Se opone a la extensión o conjunto de objetos a
los que una palabra puede ser atribuida.2 Cuanto mayor es
maneras según el contexto. El valor significativo que reciben los signos
lingüísticos son consecuencia de sus relaciones con los restantes signos del
sistema, también y los elementos de significación gramatical (clasema).
2
La ambigüedad extensional se da por las relaciones entre el contenido de
las palabras y el mundo extralingüístico (la pragmática), mientras que la
ambigüedad intensional se refiere a las propiedades definitorias del
contenido de las palabras (semántica).
1
la intensión de un signo, menor es su extensión. Por
ejemplo, la unidad léxica «hombre blanco» tiene más
intensión que «hombre» y, consecuentemente, menos
extensión, se puede aplicar a menos individuos.
Otra oposición es la de sentido y significado. El sentido es
el contenido asociado, la relación que un lexema mantiene
con otros. Se trata de una asociación paradigmática (vaca,
animal, toro, ternero…), relacionado con el significado
discursivo. Se caracteriza por cambiar de una situación a
otra, depender de los hablantes y del contexto y estar en el
habla. El significado, por su parte, es convencional, fijo,
independiente y codificado en la lengua.
Se distingue también la denotación y la connotación,
dentro de la intensión. La primera sería el significado
primario (ej. besugo = «pez teleósteo, de carne blanca), la
operación mediante la cual determinamos por medio de un
enunciado cada uno de los objetos y conceptos de la
realidad extralingüística con el fin de distinguirlos de los
demás («lo que da un diccionario», según Martinet). El
significado trasladado es el connotativo (ej. besugo
=«individuo necio, majadero»). Es un significado adicional
del signo lingüístico, formado con conjuntos de
sugerencias, asociaciones y valores afectivos propios de la
vida emotiva de las personas. Estos conceptos entran en
juego en la sinonimia, que veremos más adelante.
Por último, tenemos la distinción entre figura y fondo, que
hacen referencia a distintos niveles del plano de
representación. El fondo o base sirve de referencia para
comprender lo que designamos, el primer plano del
significado o perfil.
Semántica estructural
Hemos hablado más arriba de ella, pero conviene retomar
conceptos que resultarán fundamentales para la
presentación tradicional de los elementos citados en el
epígrafe del tema.
La semántica estructural o lexicológica analiza los
significados de las unidades léxicas y de las relaciones que
estas mantienen entre sí desde dos perspectivas, una
sintagmática y una paradigmática. El estructuralismo de
Bloomfield en EE.UU. no prestó en un principio atención al
significado debido al antimentalismo, así que no lo
consideró por ser algo extralingüístico.
Hernando Cuadrado y Hernando García-Cervigón (2013)
definen la lexicología como una parte de la lingüística que
estudia el funcionamiento de los componentes léxicos de la
lengua y sus relaciones con los restantes elementos
lingüísticos y con los medios de elocución.3
3
Desde el punto de vista de su cometido, se distinguen la lexicología
descriptiva, encargada de la recopilación exhaustiva y la explotación
rápida del léxico; establece los campos léxicos y trata estadísticamente el
léxico. La lexicología aplicada se proyecta sobre la enseñanza de las
lenguas estableciendo una lista de frecuencias de voces y giros
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Este análisis se lleva a cabo fundamentalmente siguiendo
tres aproximaciones:
1) Análisis sémico o componencial
2) Análisis de las relaciones semánticas.
3) Agrupaciones léxico-semánticas.
Análisis sémico o componencial
Iniciado en primer lugar por la escuela estructuralista de
Pottier y Greimas y después por Heger y Baldinger. Parte de
que el significado de una unidad léxica es equivalente a su
contenido semántico, constituido por una serie de unidades
mínimas, los semas, que hay que descubrir mediante el
análisis sémico. Tiene su antecedente en los estudios
taxonómicos y es capaz de dar cuenta de la homogeneidad
estructural de las lenguas y de las intuiciones de los
hablantes, pero tiene limitaciones evidentes que parten de
esa misma intuición y que plantea la dificultad del análisis
completo del vocabulario de una lengua.
Los componentes semánticos se agrupan en matrices
semánticas. Estos semas:
• Son un conjunto finito. Son recurrentes por economía
lingüística.
• Aparecen de forma positiva (+), negativa (-) o
indiferente (±), por lo que se puede decir que son
binarios.
• Los semas actúan de forma simultánea
• Los semas o componentes pueden expandirse a
medida que se expande la comparación en parejas por
oposición, por lo que son un conjunto posiblemente
cerrado pero de extraordinaria amplitud.
Vidal Lamíquiz (Lingüística española) es el principal
discípulo de Pottier en español, y distingue entre los
elementos nominales, con referencia ontológica, y los
verbales, con referencia dinámica.
Son elementos del análisis sémico:
Ø Sema: rasgo mínimo de significación que se manifiesta
en oposición en un conjunto léxico.
Ø Semema: conjunto de semas que constituye un
significado. El de un sustantivo es una abstracción de
la realidad. Los semas constituyentes pueden ser:
o Constantes o denotativos
o Variables o connotativos (virtuema)
Ø Semantema: signo lingüístico complejo, en sus dos
caras de significante (lexema) y significado (semema).
Ø Archisemema: conjunto de rasgos distintivos o semas
comunes a varios semas. También se llama género
próximo. Su forma sería un archilexema o significante
de un archisemema. El ejemplo clásico de
pertenecientes a distintos niveles de uso y formulando ejercicios
sistemáticos de vocabulario; el estudio de los textos literarios; y el terreno
de la traducción automática.
2
 archisemema es el que opera sobre el campo
semántico de “asiento”. Sin embargo, no todos los
archisememas tendrán correspondencia con un
archilexema, aunque será posible expresarlo mediante
una lexía compuesta. 4
Agrupaciones léxico-semánticas
Campo asociativo: Según Saussure, «un término dado es
como el centro de una constelación, el punto donde
convergen otros términos coordinados cuya suma es
indefinida». De acuerdo con ello, podemos afirmar que el
campo asociativo (denominación de Ch. Bally) se halla
constituido por el conjunto de vocablos que se relacionan
con ella, sea cual sea el tipo de conexión. Tomando como
modelo la palabra calor, tendremos los siguientes grupos de
asociaciones teniendo en cuenta la estructura tripolar del
signo:
a) Por el significante: color, dolor, favor, pavor, valor.
b) Por el significante y el significado: calentura, calientapiés,
caliente, calorcillo, caloría, calorífero, calosfrío.
c) Por el significado: en «Defiende sus ideas con mucho calor»,
podemos sustituirlo por ardor, energía, entusiasmo, fervor,
etc., pero ninguno de esos términos podría sustituirlo en otros
contextos como «Hoy hace mucho calor» o «El calor le hacía
sudar». (Relaciones de sinonimia)
d) Por el significado y el referente: fresco, frío, templado, tibio,
aluden a ‘temperatura’. (Relaciones de antonimia).
e) Por el referente: playa, siesta, sol, vacaciones, verano.
f) Por el referente y el significante: menos frecuente. En este caso
podríamos señalar sudor.
Campo semántico: en 1931 Trier lo define como un
conjunto de elementos delimitados mutuamente sin
sobreponerse, como las piezas de un mosaico.5 El campo
semántico de una palabra está constituido por todas las que
se relacionan con ella en el plano del significado, con
algunas limitaciones:
a) Cuando una palabra posee varios significados, cada uno
de ellos pertenece a un campo semántico distinto.
b) Misma categoría.
c) Un rasgo significativo (sema) común.
d) Una palabra puede formar parte de todos los campos
semánticos que se construyan sobre cualquiera de los
rasgos significativos que se descubran en ella.
Así, puede definirse como el conjunto de palabras de la
misma categoría que pueden aparecer en un punto
determinado de la cadena hablada.
Cada lengua, en la medida en que responde a una cultura
propia, expresa una visión particular del mundo, que se
manifiesta sobre todo a través del léxico. Es frecuente que
4
Así, podemos hablar desde una perspectiva sémica de los adjetivos,
como palabras con semas constantes o internos y semas externos, que
pueden figurar o no junto a un semema simple dado. Se dice así, que cubre
las lagunas sémicas del sustantivo. Si todas las manifestaciones
sustanciales de la lengua estuvieran presentes en la lengua, el número de
sustantivos se multiplicaría, por lo que su existencia obedece a razones de
economía lingüística. La significación adjetiva está sujeta a la variabilidad
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en unas lenguas aparezcan distinciones léxicas o sémicas
que en otras no tienen ninguna relevancia. Además, dentro
de una misma lengua, cada grupo social tiene unas
necesidades o intereses particulares que lo llevan a
distinguir ciertos aspectos significativos.
COSERIU define el campo léxico como el paradigma léxico
formado mediante una estructura lexemática opositiva que
se caracteriza por el hecho de que resulta de la repartición
de un contenido léxico continuo entre varios lexemas que
se oponen de manera inmediata por un rasgos mínimo.
CORRALES ZUMBADO en El campo semántico de la edad en
español realiza una distinción novedosa e interesante entre
los campos semántico objetivos, que se delimitan de forma
clara y precisa por que su realidad está fuera de la mente
(campos terminológicos); y los campos subjetivos, en que
los límites de separación entre términos son difusos.
Los campos semánticos pueden adoptar distintas
estructuras:
- Ramificantes: cada uno de los elementos establece una
relación jerárquica con los demás.
o Taxonomías: relaciones en función de las nociones
‘clase/miembro”. Hiponimia transitiva
(coche/berlina).
o Meronomías: las relaciones que conforman la
jerarquía se establecen en función de las nociones de
‘todo/parte’. La hiponimia es local y no transitiva
(cazuela/menaje).
- No ramificantes: configuran estructuras lineales,
elementos ordenados según uno superior, otro inferior e
intermedios.
o Lineales: acotados por arcónimo y telónimo
(concepción-muerte).
o Circulares: no están acotados (lunes, martes,
miércoles, jueves, viernes, sábado, domingo,
lunes…)
Campo morfosemántico: Se pueden establecer reuniendo
los morfemas derivativos que tengan algún rasgo
significativo común. Proporcionan una extraordinaria
economía al idioma, y por ello facilitan el aprendizaje de
lenguas.
Análisis de las relaciones semánticas entre palabras
Las relaciones léxico-semánticas son de tipo paradigmático.
Pottier (1969) considera que son el objeto central de la
semántica lexicológica y única aproximación aceptable.
Los tres autores fundamentales de tipologías son Odgen y
Richards (1923/1972), Duchačk y Spitzova (1971) y la de
que le impone el oficio de determinante del nombre, por lo que se podría
definir al adjetivo como un «sema lexicalizado».
5
Escribe en 1934: «El valor (Geltung) de una palabra solo puede
determinarse definiéndolo en relación con el valor de las palabras vecinas
con las que contrasta. Solo tiene sentido (Sinn) como parte del todo; pues
hay significado (Bedeutung) solo en el campo».
3
Lyons (1967), que estableció seis relaciones en un análisis
del vocabulario de Platón y que consideró universales.
Actualmente son consideradas las clásicas, con algunas
variaciones.
2. RELACIONES SEMÁNTICAS ENTRE PALABRAS
2.1. HIPONIMIA E HIPERONIMIA
Los significados de otras palabras guardan entre sí una
relación jerárquica. El término genérico es conocido con el
nombre de hiperónimo, mientras que son sus subordinados
o incluidos los hipónimos. Desde el punto de vista
extensional, la clase designativa del hiperónimo es más
amplia que la de los hipónimos. Desde el punto de vista
intensional, el conjunto de rasgos que definen al hipónimo
alberga las propiedades de contenido que caracterizan al
hiperónimo.
Todos los hipónimos subordinados al mismo hiperónimo
son cohipónimos (por ejemplo, rosa, clavel, camelia, etc.,
son cohipónimos de flor).
La hiponimia y la cohiponimia pueden ser representadas
mediante árboles jerárquicos que visualizan de manera
inmediata las relaciones creadas. Además, pueden ser
representadas en términos de componentes semánticos: A
es hipónima de B cuando, en su matriz semántica, aparecen
al menos todos los componenentes intensionales de B más
algunos otros.
Hay palabras que siendo cohipónimas no tienen un
hiperónimo que las abarque intensionalmente a todas, es
decir, tienen un hiperónimo virtual. Una de las formas más
frecuentes de reequilibrar este desequilibrio semántico es
que uno de los cohipónimos asuma también la función de
hiperónimo (hermano-hermana> hermanos, caballo-
yegua> caballos). En otros casos, se puede expresar con una
lexía compuesta (“muebles para guardar objetos” =
armario, guardarropa, alacena…)
2.2. SINONIMIA
A un significado pueden corresponderles varios
significantes. La sinonimia define una relación de igualdad
semántica entre distintas unidades de un mismo nivel de
lengua, especialmente léxica. Suele producirse entre
palabras (retama e hiniesta), entre palabras y palabras
derivadas (pizarra y encerado), entre palabras y palabras
compuestas (anís y aguardiente) o entre palabras y frases
(morir y pasar a mejor vida).
LYONS afirmaba que si los sinónimos desaparecieran, no se
alteraría la estructura general de la lengua, aunque se
empobrecería. POTTIER llamaba a esta relación homonimia.
6
Quine (1968) considera que la sinonimia total es prácticamente
imposible: es una cuestión de grado con variantes estilísticas, para cuyo
estudio destaca las propuestas por Baldinger (las dimensiones dependen
del contexto), por Coseriu (cuatro variantes de la homosemia
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La sinonimia es siempre un valor relativo que atañe a uno
de los significados de la palabra, pero no a todos. Existe,
pues, un problema en la identidad total entre unidades
léxicas. Se distinguen tres:
- Perfectos o absolutos: La sinonimia total es muy
rara en la lengua común, aunque sí existe en el
lenguaje técnico y científico (hematíes y glóbulos
rojos).
- Pefectos parciales: son los más comunes según
Duchačk. Constan de varios sememas con semas
en común.
- Aproximados: producidos por variaciones
estilísticas.
La sinonimia afecta a la denotación, no a la connotación, y
su frecuencia constituye un indicio de los intereses y
preocupaciones de una comunidad. Sus fuentes son
diversas; gran parte resulta de la extensión de usos que en
principio estaban limitados a grupos sociales reducidos,
como ocurre con la difusión de cultismos (coagular y
cuajar), arabismos (almanaque y calendario), préstamos de
otras lenguas peninsulares (nostalgia y morriña), dialectos
(pomarada y manzanar) o las hablas jergales (mujer y
gachí).6
2.3. MONOSEMIA Y POLISEMIA
Cuando a un solo significante le corresponde un solo
significado (como en cenicero, electrón o reloj), la eficacia
de la comunicación es óptima. En tal caso se da una
relación unívoca entre significante y significado, la llamada
monosemia, que se da sobre todo en lenguaje científico.
Por su parte, la polisemia presenta el caso en que a un
significante le pueden corresponder varios significados.
Favorece la economía del lenguaje, ya que una misma
palabra puede expresar distintos conceptos. Por otro lado,
sin embargo, puede presentar ambigüedad.
La polisemia tiene su origen en la evolución semántica de
una palabra, por ello los significados de un término
polisémico guardan siempre una relación más o menos
clara entre sí.
2.4. HOMONIMIA, HOMOFONÍA, HOMOGRAFÍA
Definen relaciones de identidad de significantes. Dos
términos son homónimos cuando tienen el mismo
significante, esto es, coinciden en la forma, aunque
transporten significados totalmente dispares. Según
Ullmann (1968) el origen de los homónimos se debe a
diversas causas, entre las que destacan:
1) Evolución divergente de dos significados de una
misma palabra hasta que finalmente se rompe el
nexo entre ellas y acaban por ser consideradas
diasistematica, que sería la que proponemos (diatópica, diacrónica,
diastrática y diafásica), Weinreich o Ulman (escala comparativa de 8
elementos).
4
 como dos términos independientes (como la
palabra pupila, alumna, y pupila ‘niña del ojo’). Él
las llama fisíparas.
2) Evolución convergente de los significantes de
palabras distintas.
Dentro de la homonimia distingue entre homofonía (dos o
más unidades de idéntica pronunciación pero distinta grafía
(vasto/basto, pollo/poyo, vaca/baca) y homografía, con
idéntica grafía (haya árbol y del verbo haber, o vino bebida
y del verbo venir).
En español son homógrafas las palabras de distinta
significación con la misma grafía mientras que en inglés son
palabras que, además de tener la misma grafía y distinto
significado, poseen diferente pronunciación.
En lexicología no está clara la diferencia entre homonimia
y polisemia. Para algunos, la polisemia se diferencia de la
homonimia en que en la primera todos los sememas o
acepciones tienen algún sema o rasgo común en cierto
sentido (por ejemplo ala de pájaro y ala de avión). Para
otros, es el criterio etimológico el que sirve (por ejemplo,
casar una sentencia, derivado del francés casser y casar
(«los casó un juez») son ejemplos claros de homonimia,
siendo también válida la prueba de derivados, casación en
el primer caso y casamiento en el segundo).
2.5. ANTONIMIA
Existen palabras que tienen significados opuestos. Relación
léxico-semántica que se establece entre significados
haciendo intervenir el operador lógico llamado disyunción
exclusiva; en lógica se dice que dos proposiciones p y q se
encuentran en disyunción exclusiva cuando no pueden ser
verdaderas y falsas a la vez, por ejemplo, soltero y casado,
blanco y negro, etc. Junto con la sinonimia, es la relación
léxico-semántica más universalmente aceptada.
Los miembros que forman parte de una antonimia se llaman
antónimos. De los miembros de una oposición, uno es
«entendido o aprehendido como positivo por poseer un
determinado rasgo del que carece el término entendido
como negativo» (Jameson, 1972). Leech (1969), la llama
«relación polar». Puede decirse que dos antónimos forman
el campo semántico mínimo.
Se distinguen dentro de la antonimia tres conceptos :
1) Complementariedad: la negación de un término
implica la afirmación del otro (vivo/muerto).
2) Antonimia propiamente dicha: términos de una
oposición entre cuyos extremos cabe la existencia
de grados intermedios (caliente y frío).
3) Reciprocidad: un término implica al otro (comprar
y vender).
La antonimia morfológica (agradable/desagradable)
presenta muchos problemas. Hay palabras negativas que no
tienen antónimo morfológico positivo (por ejemplo,
indeleble) y en otros casos, si existe formalmente, no se trata
de antónimos (por ejemplo, pedir/impedir,
mentir/desmentir, diferente/indiferente).
La naturaleza y los mecanismos que intervienen en el
nacimiento de la relación de antonimia no siempre están
claros y tienen que ver con el conocimiento del mundo para
establecer de forma subjetiva, por asociaciones fortuitas,
dos términos con exclusión de otros, es lo que sucede con
los antónimos culturales, como «la cigarra y la hormiga»,
«Don Quijote y Sancho Panza» o «Racine y Molière».
3. EL CAMBIO SEMÁNTICO
El cambio semántico consiste en la modificación del
significado de una palabra, tanto cuando afecta al
significado en cuanto tal como cuando atañe a las
relaciones entre el significado y el significante o entre el
significado y el referente. Las principales condiciones que
explican el cambio semántico son:
a) La naturaleza compleja e imprecisa del significado,
así como el hecho de que la polisemia contribuya
a que una palabra pueda perder alguna de sus
acepciones o recibir otras.
b) La variedad de contextos en los que sea susceptible
de integrarse una palabra, que destaca, anula o
modifica determinados semas.
c) La evolución fonética, por la que a veces una
palabra es apartada de una familia léxica,
perdiendo las relaciones asociativas que
delimitaban su significación.
Los cambios semánticos se pueden agrupar en dos grandes
grupos: lingüísticos y extralingüísticos.
3.1. CAUSAS LINGÜÍSTICAS
7 1. Debidas al instinto conservador de la lengua: tiene su
origen en el cambio del objeto nombrado sin que por
ello cambie el nombre. Ej., una pluma es el instrumento
para escribir aunque ya no sea de ave.

7
Destaca el intento de C.K. Odgen para clasificar la antonimia:
1) Antónimos por definición: Cualquier elemento puede servir de objeto
antitético de otro, si mediante una abstracción que fije nuestra mente
en dos, por medio de una disyunción, uno es antónimo de otro. Son
menos universales, pertenecen a clases abiertas e ilimitadas y forman
parte de los dialectos de un grupo (médicos, abogados, etc.), de una
región o incluso de un idiolecto particular (visión de la vida de un
poeta, artista o escritor)
2) Antónimos graduados: que pertenecen a series escalonadas o
jerarquizadas (caliente, templado, tibio, frío, etc.)
3) Antónimos por división: hay una línea divisoria entre lo que es y lo
que no es (vivo/muerto)
Martín (1973) completa la clasificación con los antónimos formados por la
inversión espacial de posiciones (derecha/izquierda, dentro/fuera, etc.), la
inversión de la dirección del movimiento (ir/venir, subir/bajar, etc.) y la
inversión temporal (antes/después, principio/fin, etc.)

5
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2. Debidas a la innovación lingüística: son los verdaderos
cambios lingüísticos. Comprenden cuatro tipos que
engloban la bipolaridad del signo lingüístico y la
naturaleza psicoaciativa del proceso por semejanza o
contigüidad de las imágenes mentales asociales.
a. Transferencia del significante por semejanza entre
los significados. Comprende la metáfora.
i. Sustancial: similitud entre una “hoja” de un árbol
y una “hoja” de papel, las “sierras” como
instrumento y la “sierra” como cadena
montañosa, la “cabeza” de un hombre y el
“cabeza” de familia, de un clavo, de cartel.
ii. Sinestésica: “voz cálida”, “color chillón”.
iii. De abstracción: “alma” se refería originariamente
a “aliento”, “materia” ha dado “madera” y
‘cualquiera clase de material’…
b. Transferencia del significante por contigüidad de los
significados. Su forma es la metonimia. Reposa sobre
una asociación entre dos ideas. La contigüidad
puede ser:
i. Espacial:
1. Traslación del nombre de lugar propiamente
dicho a la cosa: pergamino < piel de Pérgamo
2. Traslación del nombre del continente al
contenido: focus era el hogar, donde se
conservaba el fuego; “tomarse una copa”.
3. Traslación de la cosa localizada al lugar: “a los
pies de la cama”, “cuello de la camisa”
4. Traslación del nombre del contenido al
continente: “una gramática”. “Iglesia”,
“ayuntamiento” o “concejo” designaban en
origen reuniones de personas.
ii. Temporal: “vísperas” ‘rezo de la tarde’ de vespera
‘tarde’, “siesta” de ‘hora sexta’, “tener buena
pluma”, “dar palos”.
c. Transferencia del significado por similitud de los
significantes: Cambios que se producen por una
semejanza accidental debido a su etimología popular
(nigromancia es una interpretación basada en
“necros”, muerto).
d. Transferencia del significado por contigüidad de los
significantes: La elipsis y la contaminación sintáctica
tienen su fuente en la asociación entre dos nombres
contiguos en un mismo contexto. Un solo concepto
puede ser expresado por dos palabras “barco de
vela” y de ahí “velero”, o “pruna cereolada” >
ciruela.
En el paradigma, la pérdida o introducción de un vocablo
en un campo semántico dado, provoca un reajuste total del
mismo. Por ejemplo, la introducción de bolígrafo alteró el
campo de ‘elementos para escribir’
3.2. CAUSAS EXTRALINGÜÍSTICAS
1. Causas histórico-sociales: tienen su origen en el
cambio de las ciencias, las técnicas y las instituciones.
Por un lado el léxico se empobrece cuando
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desaparecen palabras, pero por otro se enriquece con
la formación de neologismos. Los neologismos,
frecuentemente, nacen de la necesidad de nombrar
alguna cosa o del esfuerzo de expresarse con más
precisión de lo que normalmente permiten las palabras
(“aparcar”, “estacionar” un coche). Normalmente, el
neologismo semántico se produce por un proceso de
metaforización o catacresis, es decir, se transponen
consciente e intencionalmente los significados
basándose en la similitud de aspectos, usos o
funciones, como en el caso de “los dientes de una
sierra” o “el ojo de la cerradura”.
2. Causas psicológicas:
a. Eufemismo: Emplear una palabra suave o decorosa de
ideas cuya recta y franca expresión sería dura o
malsonante, que evoca una asociación molesta. Por
ejemplo: “estar en estado” por “embarazada”, “tercera
edad” por “ancianos”, “países en vías de desarrollo”
por “países subdesarrollados”…
b. Tabú: Es una forma especial de eufemismo. Es la
palabra evitada por el hablante porque designa una
realidad desagradable o de carácter sagrado. Los
tabúes sociales o religiosos y las palabras que los
designan están condicionados por los valores
culturales (convenciones sociales, religión y
supersticiones) de cada comunidad de hablantes, que
proscriben la mención de determinados referentes e
imponen su enmascaramiento verbal a través de los
recursos antes citados. En la cultura occidental el tabú
lingüístico gira en torno a conceptos como el sexo, la
religión, la muerte y las funciones fisiológicas, y
ocasionalmente también se extiende a ciertas
enfermedades o deficiencias físicas o psíquicas. La
sustitución de la palabra tabú ha llevado a sustituir
“siniestro” por el vasquismo “izquierdo”, ya que se
consideraba de mal agüero. Lo mismo ocurrió con la
palabra “covachuelista”, antiguos funcionarios antes
del siglo XIX en España, cuyo término pasó a ser
despectivo, por lo que se importó del francés
funcionario.
3.3. CLASIFICACIÓN
S. Ullman en Semántica (1968) habla de que los factores
que lo producen son la ampliación y la restricción de
sentidos. Se trata de la clasificación lógica. Hemos visto
cambios que se han producido por restricción del
significado (banderilla, antes ‘cualquier bandera pequeña’,
lidiar, antes ‘combatir’, república ‘antes, ‘cualquier tipo de
gobierno’). Por el contrario, se han registrado cambios con
ampliación del significado, en voces como artista (actores,
cantantes y artesanos) o maestro (antes solo ‘maestro de
escuela’). No se ha dado ni restricción ni ampliación en
vocablos del tipo loco (‘contentísimo’), verde (‘obsceno’).
La clasificación psicológica se funda en que el mecanismo
psíquico que gobierna las innovaciones semánticas
descansa en la estructura del signo lingüístico y del campo
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asociativo del que está rodeado. Este sistema comprende
cuatro subdivisiones:
a) Semejanza entre los significados (metáfora)
b) Contigüidad entre dos significados (metonimia)
c) Semejanza entre dos significantes (contaminación
fonética y etimología popular)
d) Contigüidad entre dos significantes (elipsis)
4. CONCLUSIONES
Más allá de la semántica de un corte más tradicional, como
el que acabamos de comentar, existe una semántica
pragmática y textual que supera el nivel de la palabra o la
lexía para comentar el significado desde un punto de vista
global en un mismo discurso.
El significado sigue siendo uno de los pilares clave de la
lingüística y de la filosofía, al fin y al cabo se trata de la
configuración de nuestro pensamiento individual y
colectivo, por lo que además está estrechamente ligado a la
semiótica. Hoy en día empiezan a tomar más valor otras
formas menos estructuralistas de contemplar el significado,
como puede serlo la semántica veritativa de Escandell, con
la que se llega a conclusiones interesantes respecto no solo
a las relaciones semánticas, sino a una aplicación práctica
como puede serlo la traducción y el aprendizaje de
segundas lenguas, apoyadas en la estructura conceptual
que media entre la representación de la realidad yla
estructura semántica.
Las relaciones entre palabras y las alteraciones de las
mismas son, asimismo, las que posibilitan un uso literario
del lenguaje, por lo cual resultan interesantes ya no solo a
nivel comunicativo.

5. BIBLIOGRAFÍA
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COSERIU, E. (1997) Principios de semántica estructural,
Madrid: Gredos
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campo léxico, Madrid: Gredos
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CERVIGÓN, A. Curso de lengua española (2011),
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de Sevilla.
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Barcelona: Teide

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Ana Fernández. http://olasdeplatayazulblog.wordpress.com