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“LA CASA DE BERNARDA ALBA”

INTRODUCCIÓN
“La casa de Bernarda Alba” es una obra dramática de Federico García Lorca, probablemente el escritor más
reconocidos de la Generación del 27. Escrita en la primavera de 1936 y perteneciente, por lo tanto a la etapa de plenitud de
su autor, no se llegó a estrenar hasta 1945 en Buenos Aires y aún tardaría veintiún años más en representarse entre nosotros.
Esta obra conforma, junto a “Bodas de sangre” (1933) y “Yerma” (1934), una trilogía caracterizada -entre otros
aspectos- por presentar personajes femeninos “castrados” en sentimientos esenciales como el amor y la maternidad. Sin
embargo, en cierta medida, supone también una ruptura con estas dos obras anteriores pues, en este caso, Lorca ha preferido
escribir un drama en lugar de una tragedia. Este “drama de mujeres en los pueblos de España” –tal y como la subtituló su
autor- escenifica un violento y descarnado enfrentamiento entre mujeres en un ambiente rural, y ahonda en sus obsesiones y en
la personalidad conflictiva de ese grupo de muchachas que se ven obligadas por su madre, Bernarda, a vivir un encierro
sofocante para guardar el luto que corresponde a la muerte de su padre. No obstante, se trata de un drama que transciende lo
rural y alcanza una dimensión universal pues versa sobre la realidad humana vista desde la poética lorquiana.

TEMA CENTRAL Y MOTIVOS/TEMAS SECUNDARIOSsecundarios


Lo que impresiona al lector o espectador de La casa de Bernarda Alba es, más que la anécdota argumental, el mundo
interior representado en escena: las relaciones humanas y sociales que se establecen entre los personajes, los conflictos que se
desarrollan dentro de la casa, los sentimientos apasionados que provocan el drama...
El tema central de la obra es el enfrentamiento entre una moral autoritaria, rígida y convencional (representada por
Bernarda) y el deseo de libertad (encarnado por Mª Josefa y Adela).
Entre los temas secundarios o motivos sobresalen: el amor sensual y la búsqueda del varón; la hipocresía (el mundo de
las falsas apariencias); los sentimientos de odio y de envidia; la injusticia social; la marginación de la mujer; y la honra.
Analicémoslos más detenidamente:

Tema central
El enfrentamiento entre una moral autoritaria, rígida y convencional (representada por Bernarda) y
el deseo de libertad (encarnado por Mª Josefa y Adela)
La casa de Bernarda Alba plantea el enfrentamiento entre dos actitudes vitales y dos ideologías: la actitud que
defiende una forma de vida dominada por las apariencias, las convenciones sociales, la moral tradicional basada en el
autoritarismo; y la actitud que proclama por encima de todo la libertad del individuo para pensar, opinar y actuar.
La oposición se plantea desde el comienzo de la obra: Bernarda intenta imponer sus normas opresivas basándose en
la autoridad que le concede su posición de «cabeza de familia» tras la muerte del marido. Tanto Mª Josefa (la madre de
Bernarda) como Adela intentan rebelarse y hacer frente a su dominio. Las demás hijas —Angustias, Magdalena, Amelia y
Martirio— aceptan con resignación la suerte que les ha correspondido (aunque es cierto que Martirio parece enfrentarse a su
madre en alguna ocasión) y las criadas (Poncia y Criada), que viven bajo el dominio y la autoridad de Bernarda, la temen, no
se atreven a enfrentarse con ella y se limitan a murmurar a sus espaldas.
El autoritarismo de Bernarda se manifiesta ya en su primera intervención, está presente en las últimas palabras que
pronuncia, y constituye una constante de su actitud y de su carácter:
o Impone, en primer lugar, un luto de ocho años por la muerte de su marido.
o Marca rígidamente el comportamiento que han de mantener sus hijas en relación con los hombres.
o Restablece el orden cuando sus hijas discuten:
o En opinión de Bernarda, «una hija que desobedece deja de ser hija para convertirse en enemiga»
o Todas las mujeres de la casa deben someterse a su disciplina:
Aquí se hace lo que yo mando (ActoI)
¡Hasta que salga de esta casa con los pies adelante mandaré en lo mío y en lo vuestro!» (Acto I.)
Aquí no se vuelve a dar un paso que yo no sienta! (Acto II.)
¡Silencio digo! [...] Todavía no soy anciana y tengo cinco cadenas para vosotras [...] (Acto II.
Mi vigilancia lo puede todo. (Acto III.)

Sin embargo, el deseo de libertad y el impulso amoroso de Adela son más fuertes que su temor a la autoridad
materna. Desde el comienzo de la obra Adela manifiesta su rebeldía:
o lleva un abanico de flores rojas y verdes en lugar del abanico negro prescrito por el luto;
o se prueba su vestido verde y lo luce ante las gallinas
o expresa sus deseos de libertad y su decisión de romper con las normas de Bernarda
¡Mañana me pondré mi vestido verde y me echaré a pasear por la calle! {Acto I.)
Nadie podrá evitar que suceda lo que tiene que suceder. (Acto II.)
¡Mi cuerpo será de quien yo quiera! (Acto II.)
Esto no es más que el comienzo [...] He visto la muerte debajo de estos techos y he salido a buscar lo que era mío, lo que
me pertenecía. (Acto III.)
o al final se produce el enfrentamiento directo con su madre; le arrebata el bastón, lo parte en dos, y defiende su recuperada
libertad:
¡Aquí se acabaron las voces de presidio! Esto hago yo con la vara de la dominadora. No dé usted un paso más. ¡En mí no
manda más que Pepe! (Acto III.)
Pero el tiempo de su libertad es efímero. Con el subsiguiente suicidio de Adela —último signo de rebelión en
defensa de una libertad imposible— se ciega para sus hermanas el camino de la libertad. Otra vez se impone la sombría y
oscura dominación de Bernarda y sus hijas se ven condenadas a vivir encerradas sin la más mínima esperanza. Si alguna de
ellas tuviese la tentación de soñar con el amor o con la libertad, se le haría presente el amargo final de Adela por haberse
atrevido a desafiar la autoridad de Bernarda.

Mª Josefa, por su parte da cauce a su rebelión a través de la locura, única vía de escape para un personaje maltratado
y enclaustrado en una habitación. Su prisión resulta aún más asfixiante que la de las hijas de Bernarda, al ver reducido aún más
su espacio vital.
Sin embargo, su locura le da fortaleza para proclamar sus anhelos de libertad, enfrentarse a Bernarda y denunciar su
tiranía y el sufrimiento y el sometimiento de las otras mujeres.
En síntesis, la opresión y el autoritarismo de Bernarda provoca dos respuestas , estériles, en búsqueda de la libertad: la
locura de M.'1 Josefa y el suicidio de Adela.

Motivos / Temas secundarios


a) El amor sensual. La búsqueda del varón
El drama de estas mujeres encerradas se concreta en la ausencia de amor en sus vidas y en el temor a permanecer
solteras. El dominio tiránico de Bernarda, que ha impuesto un riguroso luto de ocho años y que controla cada uno de los
movimientos de sus hijas, impide cualquier posibilidad de que éstas entablen una relación amorosa.
La irrupción en su mundo cerrado de Pepe el Romano desencadenará:
 las pasiones de estas mujeres solteras que desean casarse para liberarse de la tiranía de Bernarda y para vivir
alegres y felices
 el conflicto entre las hermanas:
- Angustias, la mayor y más fea de las hermanas, sueña, feliz, con su boda;
- Martirio se enamora del Romano y sufre por no poder atraer su atención.
- Adela, también enamorada, llega a mantener relaciones con el hombre más atractivo del lugar.
La presencia del hombre —como búsqueda y deseo del varón— y la pasión amorosa se concretan por dos caminos
diferentes:
 por medio de referencias y alusiones a historias amorosas acaecidas fuera de escena:
 La Criada, en su monólogo, alude a los requiebros eróticos del difunto marido de Bernarda: ¡Ya no volverás a levantarme las enaguas
detrás de la puerta de tu corral! (Acto I.)
 Poncia le cuenta a Bernarda lo ocurrido con Paca la Roseta:
Anoche ataron a su marido a un pesebre y a eila se la llevaron a la grupa del caballo hasta lo alto del olivar [...] Ella, tan conforme.
Dicen que iba con los pechos fuera y Maximiliano la llevaba cogida como si tocara la guitarra [...] Volvieron casi de día. Paca la
Roseta traía el pelo suelto y una corona de flores en la cabeza. (Acto I.)
 Amelia recuerda a Enrique Humanes, antiguo pretendiente de Martirio:
 Mª Josefa afirma que se quiere casar «con un varón hermoso a la orilla de mar».
 La Poncia rememora la declaración amorosa de su marido Evaristo el Colorín
 Al escuchar el canto de los segadores que vuelven al trabajo, la Poncia exalta las cualidades de los hombres (su virilidad y por su ardor
sexual: tras ellos viene “una mujer vestida de lentejuelas”), de manera que turba el sosiego de las mujeres
 El episodio de Los vecinos del pueblo quieren matar a la hija de la Librada a la que los vecinos del pueblo quieren matar porque ha
tenido un hijo de soltera, lo ha matado y lo ha escondido «para ocultar su vergüenza».
 por medio de vivencias auténticas de los personajes, especialmente, la pasión de Adela (VID. Personajes / Adela)

b) La hipocresía (el mundo de las falsas apariencias) que enmascara la realidad


La preocupación por la opinión ajena, el temor a la murmuración, el deseo de aparentar lo que no se es, y, en
definitiva, la hipocresía que enmascara y oculta la realidad constituye uno de los motivos recurrentes de a obra. Los rasgos que
configuran este tema son:
o la obsesión por la limpieza (la blancura de las habitaciones) que caracteriza a Bernarda
o el temor a la murmuración, que es una constante en la vida del pueblo y marca la conducta de Bernarda: teme lo
que puedan decir las mujeres que asisten al pésame - “¡Andar a vuestras cuevas a criticar todo lo que habéis
visto!”-; se avergüenza de la locura de su madre y la oculta por miedo a los comentarios de sus vecinas, etc

c) El odio y la envidia

Las relaciones humanas están dominadas por los sentimientos de odio y de envidia:
o hacia Bernarda
- la desigualdad y la injusticia social provocan el odio de las criadas hacia Bernarda.
- Su rigidez y su orgullo clasista e hipócrita le atraen también el odio de las mujeres del pueblo.
o entre las hijas
- los deseos de amar y de ser libres, y la imposibilidad de alcanzarlos las impulsan a alimentar fuertes
sentimientos de odio y de envidia: Angustias es odiada y envidiada por el resto de sus hermanas. Y, por su parte,
ella también las odia. Del mismo modo, el odio, la envidia, los celos, llevan a Martirio a acusar, finalmente, a su
hermana Adela.
Toda la obra está repleta de pasajes en los que se manifiesta el odio: en las acotaciones: («siempre con crueldad», «con odio», «con
odio envuelto en suavidad», «con intención», «fuerte», «con sarcasmo», «con odio contenido»...); por medio de insultos (¡Mandona!
¡Dominanta! ¡Pero se fastidia! (Poncia, acto I.); ¡Mala, más que mala! (Mujer 2.\ acto I.); [.,.] Buscas como una vieja marrana asuntos de hombres y
mujeres para babosear en ellos. (Adela, acto II.); ; por medio de insinuaciones; por medio de expresiones directas...

d) La injusticia social
A lo largo de la obra, y, especialmente, durante el primer acto, Lorca pone de manifiesto las tensiones de la sociedad de su época.
Denuncia:
o la injusticia y las diferencias sociales
o la conciencia y orgullo de clase
o la crueldad que preside las relaciones de la sociedad.
En la obra aparece una jerarquía social bien definida. En el estrato más elevado Bernarda (y su familia), a
continuación la Poncia, después la Criada, y finalmente, en una posición ínfima, la miseria absoluta, la degradación social, la
injusticia humana, representadas por la Mendiga.
Las relaciones humanas están jerarquizadas y dominadas por la crueldad y la mezquindad del que ocupa el estrato
superior con quien se encuentra en una posición inferior; y por la sumisión resignada —teñida de odio— de quienes están en
los escalones inferiores .Cada personaje tiende a humillar al que se sitúa en el estrato inferior de la jerarquía social. Por eso, la
mezquindad no afecta exclusivamente a Bernarda. También la Criada se mostrará ruin con la Mendiga que viene pidiendo «las
sobras» (Acto I).

e) La marginación de la mujer en la sociedad de su época


Para denunciar este hecho, Lorca enfrenta dos modelos de comportamiento femenino:
o el basado en una moral relajada (Paca la Roseta, la prostituta a la que contratan los segadores, y la hija de la
Librada): estas mujeres llevan una vida de aparente libertad, pero son condenadas moralmente y repudiadas
socialmente
o el basado en una determinada concepción de la decencia (a la que Bernarda somete a sus hijas): El
comportamiento femenino basado en la honra y en la decencia aparentes implica una sumisión a las normas
sociales y convencionales, que discriminan a la mujer en beneficio del hombre.
f) La honra
Ligado al tema de las apariencias y vinculado al tema del amor, se desarrolla en la obra la problemática de la honra.
Bernarda se mueve guiada por unos principios convencionales y rígidos —apoyados en la tradición—, que exigen un
comportamiento público inmaculado, es decir, una imagen social u honra limpia e intachable. Por eso:
o Bernarda recrimina el comportamiento de Angustias, que mira a los hombres durante el funeral, o proclama, al
final de la obra, la virginidad de su hija Adela.
o La Poncia - igualmente preocupada por la honra, por no mancharse, aconseja a Adela que deje al Romano:
Este sentido de la honra que guía a Bernarda y a Poncia es el mismo que impera en el pueblo: el que hace posible el
linchamiento de la hija de la Librada.

PERSONAJES
Junto a los personajes que aparecen en escena, existen otros cuya presencia es sentida por el espectador, pero que no
se dejan ver en ningún momento Por eso podemos clasificar a los personajes en tres grupos: personajes visibles, invisibles y
aludidos:
Visibles Invisibles Aludidos
Protagonistas secundarios
BERNARDA  Pepe el Romano
 Criada  Los segadores  Marido muerto de

criada Hijas
 Mendiga  Hija de la Librada
Bernarda (Antonio María
Benavides
Madre  Prudencia
 Novio de Martirio
Angustias  Mujeres de duelo Muy importantes
(Enrique Humanes)
Magdalena
Amelia  Paca la Roseta
Martirio  Mujer de las lentejuelas
ADELA 
Poncia Etc.
JOSEFA
Entre los personajes más destacados de la obra están:

Bernarda

Es una mujer viuda madre de cinco hijas, una de su primer matrimonio y cuatro del segundo. Autoritaria, dominante
Intransigente, de moral tradicional, orgullosa, clasista, hipócrita, odiada y temida, es una mujer desgraciada cuya razón de ser
es el odio y la represión que impone a los demás.

Su relación con las criadas está dominada por el miedo y el resentimiento de clase. Tanto Poncia como la Criada
murmuran contra Bernarda y desean su mal, pero, en la medida que la temen, no se atreven a enfrentarse con ella.

Su relación con sus hijas está presidida por el autoritarismo y la rigidez de una educación que condena a las hijas a
obedecer sin cuestionar las órdenes maternas.

Pertenece a una burguesía acomodada (dispone de un fuerte capital para comprar muebles a su hija y es propietaria de
campos de cultivo y animales) y su poder también estriba no sólo en su carácter agresivo, sino en el conocimiento de la vida
íntima y pasada de sus vecinos

Para su caracterización - además de la propia acción y el diálogo- Lorca recurre a técnicas como:

o La caracterización onomástica: su nombre -Bernarda alba- tiene un valor simbólico. “Bernarda”, de origen
germánico, significa “con fuerza de oso” y tiene relación con la violencia y el vigor del personaje; “alba”
significa “blanca” y puede relacionarse con su obsesión por las apariencias.

o La caracterización por los objetos: el bastón con el que se hace acompañar este personaje simboliza el poder, la
autoridad, y de él se vale para imponer silencio y golpear a sus hijas
La Poncia

Es una criada de Bernarda que tiene la misma edad que ella (60) y que lleva 30 trabajando en su casa, lo que le
autoriza a tomarse ciertas libertades, que Bernarda corta bruscamente cuando cree que se extralimita. Espía para Bernarda y le
cuenta todos los chismes, pero se siente explotada por ella y le engaña y le insulta en su ausencia. De ahí que la relación con su
ama pueda definirse como de temor-odio. Con ella se muestre provocativa, insinuante y ambigua hasta que es humillada y
pasa, entonces a la defensiva. No obstante, coincide en algunos rasgos con Bernarda: es clasista (el pasaje de la mendiga en el
Acto I), de moral tradicional y vive también preocupada por el honor y por el qué dirán.

La Poncia domina a las hijas de Bernarda, a las que aconseja, advierte y amenaza, hasta que Adela le pierde el respeto
(“Te he tenido miedo. Pero yo soy más fuerte que tú”, Acto II)
En su nombre también se puede apreciar una caracterización onomástica pues está en relación con Poncio Pilatos y su
tendencia a “lavarse las manos” y ser “gobernanta”.
Angustias

Es la hija mayor (40 años) de Bernarda Alba, fruto de su primer matrimonio. Es vieja, enferma, rica y envidiada por
su dinero y por su boda con Pepe, el Romano. Por su parte, Angustias odia a sus hermanas; se siente envidiada y se muestra
recelosa

En su caso resulta también fácil de ver la relación entre el nombre y la caracterización: se trata de un personaje triste,
apagado que suscita odios por su carácter.
Magdalena

Es otra de las hijas (36 años) de Bernarda aunque se trata de un personaje que pasa desapercibido. Bondadosa y
llorona en abundancia (es la única que llora después del funeral de su padre) guarda este parecido con el personaje bíblico del
que recibe el nombre. Se siente inclinada al bien y se ve sumida en la resignación.
Amelia

De 27 años, es la más simple de las hijas de Bernarda. Tampoco tiene un papel relevante, pero se caracteriza por la
sumisión y el temor a la autoridad materna (“¡si la hubiera visto madre!, “¡Si te ve nuestra madre te arrastra del pelo!”, “¡Ay!
Creí que llegaba nuestra madre!”) y un pudor ingenuo ante los hombres.
Martirio

Hija de 24 años, apasionada y físicamente defectuosa. Tuvo una historia con Enrique Humanas pero su madre no
permitió que progresara.
Encarna el resentimiento y la envidia, sobre todo, a Adela, por su juventud y belleza, y por sus relaciones con Pepe el
Romano
Adela

(Nota: para desarrollar la caracterización de este personaje, hay que recurrir a aspectos ya tratados en puntos anteriores: temas)

Es la hija pequeña de Bernarda Alba, junto con esta, uno de los personajes principales de la obra. Su nombre significa
“de carácter noble” y representa:

o la fuerza de la pasión amorosa, la llamada del instinto

o el deseo de libertad y la rebeldía frente al autoritarismo materno

El deseo de libertad y el impulso amoroso de Adela son más fuertes que su temor a la autoridad materna. Su
rebeldía se va manifestando paulatinamente a lo largo de la obra.

Ya en el acto primero se nos ofrecen algunos indicios de la pasión de Adela: el abanico de flores rojas y verdes —que
simbolizan amor y pasión— contrario al luto; el traje verde, con el que acude al corral —lugar de sus posteriores encuentros
amorosos— a mostrarse ante las gallinas; y su reacción al enterarse de que Pepe el Romano quiere casarse con Angustias:

Pienso que este luto me ha cogido en la peor época de mi vida para pasarlo [...] No, no me acostumbraré. Yo no quiero estar encerrada. ¡No quiero que se me pongan
las carnes como a vosotras! ¡No quiero perder mi blancura en estas habitaciones! [...] (Acto I.)

En el segundo acto se produce la evolución de Adela: la muchacha pasa de los deseos a los hechos. Poncia intenta
advertirla y amonestarla. Pero Adela arde en pasión amorosa:

No por encima de ti que eres una criada, por encima de mi madre saltaría para apagarme este fuego que tengo levantado por piernas y boca. (Acto II.)

Ella misma define su pasión como un fuego que le quema y arde en su interior. Un fuego que la lleva a expresar en
lenguaje poético su deseo sexual:

Mirando sus ojos me parece que bebo su sangre lentamente. (Acto II.)

En su enfrentamiento con Martirio en el segundo Acto, Adela justifica su pasión amorosa señalando que la causa de
su pasión está en la fuerza del destino, que la priva de libertad y de juicio:

MARTIRIO.—¡He visto cómo te abrazaba!


ADELA.—Yo no quería. He ido como arrastrada por una maroma. (Acto II.)

En el acto tercero, se insiste en el entusiasmo amoroso de Adela aludiendo al caballo semental (símbolo de la pasión
erótica) y a las estrellas y la belleza de la noche.

Al ser descubierta en el corral, Adela se enfrenta con su hermana Martirio y expresa su aceptación de las
consecuencias –repudio y marginación- de su relación con Pepe, el romano:

Pepe el Romano es mío. Él me lleva a los juncos de la orilla (...) Todo el pueblo contra mí, quemándome (...) perseguida [...] y me pondré delante de todos la
corona de espinas que tienen las que son queridas de algún hombre casado. (Acto III.)

Del mismo modo, el enfrentamiento directo con su madre queda plasmado en el momento en que le arrebata el bastón, lo parte en
dos, y defiende su recuperada libertad

¡Aquí se acabaron las voces de presidio! Esto hago yo con la vara de la dominadora. No dé usted un paso más. ¡En mí no manda más que Pepe! (Acto III.)
Pero el tiempo de su libertad es efímero. Con el subsiguiente suicidio de Adela —último signo de rebelión en defensa
de una libertad imposible— se ciega para sus hermanas el camino de la libertad. Otra vez se impone la sombría y oscura
dominación de Bernarda y sus hijas se ven condenadas a vivir encerradas sin la más mínima esperanza. Si alguna de ellas
tuviese la tentación de soñar con el amor o con la libertad, se le haría presente el amargo final de Adela por haberse atrevido a
desafiar la autoridad de Bernarda.
María Josefa

Locura y senilidad caracterizan a la madre de Bernarda. Pero se trata de

o una locura lúcida porque, por una parte, observa y comenta la pasión de las mujeres de la casa y, por otra, es la
única que, desde el principio se enfrenta con Bernarda , rompiendo el silencio y saltándose sus normas. Al
denunciar el sufrimiento de las hijas denuncia la tiranía de Bernarda.

o una locura simbólica porque, en su vejez, desea casarse a la orilla del mar.

Relacionados con este personaje aparecen dos de los símbolos más característicos de la obra.

o El mar, que simboliza la fuerza de la libertad frente al enclaustramiento asfixiante de la casa (espacio cerrado)
o La oveja con la que aparece en el Acto III y que simboliza:

 El instinto maternal frustrada por la imposibilidad de conocer varón


 La imagen del sacrificio (cordero pascual)

Además, asume un papel profético: “(Pepe) os va a devorar”


Prudencia
Como su propio nombre indica, se trata de una vieja prudente y sabia qu eparece en el Acto IIIy que se caracteriza por
se la única que mantiene un trato afectuoso con Bernarda

Pepe el Romano

Entre los personajes invisibles destaca la figura de Pepe, el Romano, sin cuya presencia el drama carecería de
sentido.
Se llama “personaje invisible” a aquél que no aparece en escena, pero influye directamente en el desarrollo de la
acción dramática. Precisamente, el personaje invisible se diferencia del “personaje aludido” en que éste último no alcanza
categoría dramática puesto que no hace progresar la acción.

Este personaje invisible de Pepe, el Romano es uno de los elementos dramáticos más interesantes de la obra porque en
torno a él Lorca crea un drama centrado en una relación amorosa oculta y prohibida: Pepe, el Romano planea casarse –por
dinero- con Angustias, pero mantiene –a escondidas- relaciones con Adela. Se trata de un personaje que no aparece en escena
-aunque al final podamos oír su voz- pero domina la acción dramática porque desencadena el conflicto en el interior de la casa.

ESPACIO, TIEMPO Y ESTRUCTURA EXTERNA


“La casa de Bernarda Alba” presenta una estructura clásica en tres actos, que se corresponden con el esquema
tradicional de presentación, nudo y desenlace.
Cada acto tiene lugar en un cuadro diferente y en un tiempo distinto::
o Acto I Presentación; espacio: “Habitación blanquísima del interior de la casa de Bernarda”; tiempo: “12 de la
mañana” (del día «A»)
o Acto II Nudo; espacio: “Habitación blanca del interior de la casa de Bernarda”; tiempo: “3 de la tarde” (del día
«B»)
o Acto III Desenlace; espacio: “Cuatro paredes blancas ligeramente azuladas del patio interior de la casa de
Bernarda”; tiempo: “Noche” (del día «C»)
Un análisis más detenido de estas acotaciones escénicas permite descubrir que, bajo la sencillez y sobriedad de sus
elementos, se esconde un significado más profundo que podríamos resumir en tres aspectos:
1.- El movimiento simbólico hacia el interior de la casa y un alejamiento del mundo exterior: I habitación interior > II
habitación interior > III patio interior
2.- La degradación de la blancura: blanquísima > blanca > blanca ligeramente azulada
3.- La pérdida de luminosidad: de la luz del mediodía (acto I) a la oscuridad de la noche (Acto III)
Todo ello permite postular el tratamiento espacio-temporal de la obra como un símbolo del aislamiento de las mujeres
de la casa cuyas vidas va adquiriendo tintes sombríos y desdibujados

Del mismo modo, es evidente que Lorca juega, espacialmente, con la oposición espacio visible (la casa de Bernarda )
y el espacio aludido (el mundo exterior). El primero representaría un mundo cerrado, la privación de libertad, la ausencia de
amor, la tristeza y la soledad, la frustración y el mundo femenino (mujeres); el segundo, por su parte, simbolizaría el mundo
abierto, la libertad, los impulsos eróticos, la alegría y vitalidad, la felicidad y el mundo masculino (hombres)

REALIDAD Y POESÍA en L.C. B.A.


En “La casa de Bernarda Alba” se combinan realidad y poesía. No se puede hablar exclusivamente de drama
realista porque la obra supera los límites del realismo. Es cierto que se toman datos de la realidad, que la acción dramática se
sitúa en un marco realista, que Lorca ha procurado crear la impresión de verosimilitud. Sin embargo todo está contemplado
desde una dimensión poética manifiesta en la proliferación de metáforas e imágenes, el uso de la hipérbole, en el dominio de
los contrastes o en la carga simbólica presente a lo largo de todo el texto, en el habla del los personajes … . Se trata, por tanto,
de la poetización de una realidad.

El mayor mérito de Lorca reside en haber integrado su lenguaje poético en el habla de los personajes, de manera que
parezca natural y espontáneo. Es la acertada combinación de lenguaje popular y poético.

Muestra del lenguaje popular son


o los insultos, maldiciones y amenazas que lanzan los personajes (suave, dulzarrona, yeyo, oledora, pérfida,
ladrona,¡mala puñalada te den, mosca muerta!, ¡es la cama de las mal nacidas! …)
o vulgarismos como la anteposición del artículo al nombre propio (“la Poncia”) o el término “gaznate”
o Las fórmulas de tratamiento: se reserva el “tú” para personas de la misma edad y el “usted” para personas de
más edad.
o ejemplos de habla rural y campesina: la utilización del sustantivo “madre” sin artículo, la expresión “la noche
requiere compaña”
o el uso de refranes, frases hechas y dichos populares: “vinieron a verle muerto y le hicieron la cruz”, ¿es
decente que una mujer de tu clase vaya con el anzuelo detrás de un hombre?

Muestra del lenguaje poético son


o Los símbolos
Nota: llamamos símbolo a un elemento físico que alude a una experiencia psíquica interna (un sentimiento, un estado de ánimo, un instinto
…). Dentro de la obra un símbolo puede aludir a más de un campo nocional.

 El contraste entre la casa cerrada y el exterior : la casa, aislada mediante gruesos muros del exterior, es
símbolo de la falta de libertad, mientras que todas las referencias de lo externo están cargadas con
sugerencias de alegría, vitalidad y libertad.
 El agua: como “mar” o “río”indica libertad, vitalidad y erotismo; como “pozo” implica muerte
 Las flores: simbolizan amor, relación sexual, pasión
 (ejs.: Adela tiene “un abanico redondo con flores rojas y verdes”; Paca la Roseta, después de mantener relaciones sexuales en el oliva,
regresa al pueblo con “el pelo suelto y una corona de flores en la cabeza”; Mª Josefa aparece en el Acto I diciendo que se quiere casar y
viene “con flores en la cabeza y en el pecho”; en la canción de los segadores “el segador pide rosas para adornar su sombrero”
 El caballo: expresa pasión sexual, deseo amoroso, instinto
 La oveja: simboliza la imagen del niño y, por tanto, el instinto maternal (frustrado en las hijas por la
imposibilidad de conocer varón y en Mª Josefa por la edad); también puede aludir a la imagen del sacrificio
(cordero pascual)
 El contraste de colores blanco-negro : el blanco se utiliza para simbolizar la alegría,el amor y la libertad; el
negro, para acentuar la tristeza, el odio, la represión y la muerte.
(ejs.: las paredes, las sábanas que cosen y bordan las muchachas, los encajes para la boda. Las enaguas de Adela cuando va ala corral
a encontrarse con Pepe, el Romano, el caballo semental, la oveja que porta Mª Josefa … son blancas. Esto contrasta con los trajes de
luto, los abanicos, la noche “oscura y negra”…
 El color verde se relaciona con rebeldía y muerte.
o Las comparaciones
Ejs.:
- Poncia quiere poner a Bernarda “como un lagarto machacado por los niños”
- Mª Josefa “tiene unos dedos como cinco ganzúas” Acto I
- El párroco que oficia el funeral “subió la voz que parecía un cántaro de agua llenándose de agua”
- Los segadores son “como árboles quemados” (es decir, fuertes, altos, vigorosos y morenos) (Acto II)
- De adela se dice que está “como si tuviese una lagartija entre los pechos” (Acto II)
- La Poncia habla de “un muchacho de ojos verdes apretado como una gavilla” (Acto II)
- De Pepe, el Romano se dice. “ahí fuera está respirando como si fuera un león” (acto III)

o Las imágenes y metáforas


Ejs.:
- La identificación de la casa con un “convento” (por la reclusión en su seno de cinco mujeres vírgenes que dependen de una misma autoridad
femenina), con un “presidio” (por estar las mujeres encerradas), con el “infierno” (por el sufrimiento inmenso de las mujeres) y con la
“guerra” (por la violencia, el odio y la lucha interna de las mujeres). Se trata de cuatro acertadas metáforas definidoras del ambiente de la
casa. (Acto II)
- Adela para expresar su pasión y deseo dice. “Mirando sus ojos me parece que bebo su sangre lentamente” o “Déjame que el pecho se me
rompa como una granada de amargura”

o Las hipérboles, que algunas veces se combinan con la metáfora (metáfora hiperbólica)
Ejs..
- “era la una de la madrugada y salía fuego de la tierra” o “siegan entre llamaradas” (metáforas hiperbólicas del calor)
- Adela dice: “A un caballo encabritado soy capaz de poner de rodillas con la fuerza de mi dedo meñique”
- Poncia a Adela: “con la cabeza y las manos llenas de ojos cuando se trata de lo que se trata”

CONCLUSIÓN
“La casa de Bernarda Alba” es, en resumen, ejemplo máximo del mundo dramático y la concepción teatral de García
Lorca. En ella aparecen sus obsesiones y temas más profundos -el conflicto autoridad-libertad y la frustración amorosa- junto
con los aspectos sociales que cobran protagonismo en su última etapa. Pero, por encima de todo, la obra se ajusta a la
perfección a aquella concepción del teatro como “poesía que se levanta del libro y se hace humana”; encarnada en unos
personajes vestidos “con un traje de poesía” y a los que les vemos, a la vez, “los huesos, la sangre”; la tan reconocida
dimensión poética y humana del teatro lorquiano.
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CUADROS ESQUEMÁTICOS
QUE PUEDEN FACILITARTE EL ESTUDIO

Tema central y Temas secundarios


TEMA CENTRAL TEMAS SECUNDARIOS O MOTIVOS

Rasgos configuradores Personajes afectados

1. El amor sensual. (1) Vivencias auténticas Adela


La búsqueda del varón (2) Historias amorosas narradas en la obra Las hermanas
Poncia
ENFRENTAMIENTO 2. La hipocresía (el (1) Obsesión por la limpieza Bernarda
ENTRE mundo de las falsas (2) Miedo a la murmuración Martirio
LA MORAL AUTORITARIA, apariencias). (3) Hipocresía y necesidad de aparentar
RÍGIDA Y 3. El odio y la envidia (1) Odio hacia Bernarda Poncia, Criada, Mujeres
CONVENCIONAL (2) Odio y envidia hacia Angustias Bernarda
(representada por Bernarda) (3) Odio entre Martirio y Adela Hijas
Y 4. La injusticia social (1) Mezquindad Bernarda
EL DESEO DE LIBERTAD (2) Desigualdad social Poncia
(3) Crueldad y humillación social Criada
(encarnado por Adela y Mª (4) Sumisión resignada Mendiga
Josefa)
5. La marginación de (1) Condena de las mujeres de moral Paca la Roseta, la mujer
la mujer relajada vestida de lentejuelas y la
(2) (2) Sumisión de las mujeres hija de la Librada. Adela.
honradas Hijas de Bernarda
6. La honra (1) Se apoya en la tradición Bernarda
(2) Impone un comportamiento rígido Hijas de Bernarda
(3) Se ve afectada por las relaciones de Poncia
Adela

Estructura externa, espacio y tiempo


ESTRUCTURA o ESPACIO TIEMPO
ACTO ACCIÓN DRAMÁTICA (3 Cuadros)
clásica
I Presentación Habitación interior (= 12 de la mañana del día «A»
antesala) blanquísima
II Nudo Habitación interior blanca 3 de la tarde del día «B»
III Desenlace Patio interior de paredes Noche del día «C»
blancas azuladas

Estructura interna: cíclica y repetitiva


ESTRUCTURA ACTO SITUACIÓN DE CALMA CONFLICTOS VIOLENCIA
INTERNA
 Silencio. Doblar de  Imposición del luto de ocho años.  Mª Josefa, arrastrada a la
campanas.  Intentos de rebeldía (Adela). fuerza hasta su habitación.
I  Conversación de criadas. /  Violencia de Bernarda con Angustias.
la Mendiga  La herencia.
CÍCLICA Y  Pepe el Romano.
REPETITIVA Otros aspectos (no conflictos)
 Historia de relación Martirio - Enrique
(Todo empieza y Humanes > comportamiento de los
acaba con la hombres (Paca la Roseta)
muerte)

 Mujeres cosiendo  Enfrentamiento de Adela/Poncia .  Linchamiento de la hija de


II  Conversaciones sobre los  Episodio del retrato. la Librada.
hombres (Poncia rememora  Insinuaciones de Poncia.
la declaración amorosa de  Enfrentamiento de Adela/Martirio.
su marido / canto de los
segadores)
 Mujeres cenando.  Conversación de Bernarda/Poncia.  Escopeta y disparo.
III  Visita de Prudencia.  Encuentro de Martirio/Mº Josefa.  Suicidio de Adela.
 Enfrentamiento Adela/Martirio.
Simbología
CONTRASTE CASA (cerrada)- falta de libertad vs alegría, vitalidad y libertad.
MUNDO EXTERIOR
AGUA “mar” o “río”: libertad, vitalidad y erotismo
“pozo”: muerte
CABALLO pasión sexual, deseo amoroso, instinto
OVEJA imagen del niño y de la fertilidad
también puede aludir a la imagen del sacrificio (cordero pascual)
FLORES amor, relación sexual, pasión
CONTRASTE BLANCO– NEGRO Blanco: alegría, amor, libertad vs Negro: tristeza, odio, represión y muerte
COLOR VERDE rebeldía y muerte

ESPACIO VISIBLE ESPACIO ALUDIDO


casa El mundo exterior
ámbito simbólico ámbito simbólico
 mundo cerrado  mundo abierto
 privación de libertad  mundo libre
 ausencia de amor  impulsos eróticos
 tristeza, soledad  alegría, vitalidad
 frustración  independencia y felicidad
 mujeres  hombres

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