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edad pediátrica
1. Lavado de manos:
Lavarse las manos con frecuencia con agua y jabón durante al menos
20 segundos, especialmente:
o Después de ir al baño.
o Antes y después de comer.
o Después de cambiar pañales.
o Después de tocar animales.
o Después de toser o estornudar.
o Antes de preparar alimentos.
2. Vacunas:
Mantener al día el calendario de vacunación del niño según las
recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y
las autoridades sanitarias locales.
3. Lactancia materna:
La lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de
vida proporciona al bebé una protección inmunológica natural contra
muchas infecciones.
4. Alimentación:
Preparar los alimentos de forma segura, lavando bien las frutas y
verduras y cocinando bien las carnes.
No compartir alimentos ni bebidas con el niño.
5. Higiene personal:
Enseñar al niño a toser y estornudar en el codo o en un pañuelo
desechable, y a tirar el pañuelo a la basura después de usarlo.
Bañar al niño con regularidad.
Mantener las uñas del niño limpias y cortas.
6. Entorno limpio:
Limpiar y desinfectar con frecuencia las superficies que toca el
niño, como juguetes, mesas y sillas.
Lavar la ropa del niño con regularidad.
Ventilar la casa con frecuencia.
8. Educación:
Enseñar al niño sobre la importancia de la higiene personal y la
prevención de infecciones.
9. Consultar al médico:
Consultar al médico si el niño presenta síntomas de infección, como
fiebre, tos, diarrea o vómitos.
Lavado de manos frecuente: este acto único sigue siendo la defensa más
crucial contra los patógenos.
Vacunas actualizadas: Proteger a los niños de enfermedades específicas
mediante vacunas específicas reduce significativamente los riesgos.
Hábitos saludables: Amamantar a los bebés, mantener la higiene de los
alimentos y practicar la etiqueta adecuada al toser y estornudar contribuyen
a un ambiente saludable.
Limpieza e higiene: Limpiar las superficies con regularidad, lavar la ropa
y mantener una buena higiene personal minimiza la propagación de
gérmenes.
Limitar el contacto con personas enfermas: Aislar a los niños enfermos y
evitar áreas concurridas cuando no se encuentran bien minimiza aún más la
transmisión.
Educación y concientización: Dotar a los niños de conocimientos sobre
higiene y prevención fomenta hábitos saludables para toda la vida.
Buscar atención médica: consultar rápidamente a un médico ante los
síntomas garantiza un diagnóstico y tratamiento oportunos.
Medidas adicionales: El uso de repelentes de mosquitos y protección solar
refuerza aún más las defensas contra amenazas específicas.