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aprendizaje de la Geometría
José Antonio Mora Sánchez
Centre de Professors d'Alacant
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décadas, la geometría ha ido desplazándose ha-
cia el final de los libros en primaria para desapa-
recer en secundaria.
La opción elegida para el nuevo Sistema
Educativo ha sido la de un currículo abierto que
ofrezca un amplio margen de libertad a los
centros y al profesorado. El grado de libertad es
amplio, siempre y cuando dispongamos de los
materiales y los medios adecuados para cubrir la
distancia entre lo legislado y la práctica del aula.
1. Primer trabajo. Triángulos. De no ser así corremos el riesgo de quedarnos en
¿Cuántas clases distintas de triángulos un cambio de nombres sin transformar las prác-
podemos construir con tres varillas unidas ticas educativas.
por los vértices?.
El trabajo de construcción de los prime- El papel de mediador entre el curriculum
ros triángulos hace que aparezcan las prime- pretendido y el real lo ha ejercido el libro de
ras preguntas: ¿qué significa clases distintas?, texto. Esto puede ser válido en una concepción
¿qué criterios se eligen para clasificar?. de la enseñanza en la que hay que decir al
Normalmente los estudiantes ya han profesor exactamente lo que ha de hacer, si es
estudiado alguna clasificación en cursos ante- posible en cada momento, como ironiza D. Fielker
riores, y recuerdan nombres de triángulos refiriéndose al sistema educativo francés "don-
asociados a su forma, aunque no siempre de de, al menos hasta hace poco, el Ministro de
forma correcta. Esto ayuda a que vayan Educación podía mirar su reloj y decir lo que
obteniendo una colección de triángulos "fa- estaban haciendo en el colegio los niños de cada
miliares". Los primeros en aparecer son el edad".
equilátero y algún que otro isósceles y
escalenos. POR QUÉ LOS RECURSOS.
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man: "podemos sustituir la vieja cuestión de si del sistema cuando una de las varillas se
son convenientes o no por la de cómo podríamos mantiene fija: balanzas, columpios, etc. son
hacerlo mejor". muestras de ello.
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los modelos intelectuales.
que, cuando se les pide que los nombren, *Vinculan el conocimiento formal de las
los llaman: cometa al primero y punta de matemáticas con el conocimiento corporal,
flecha o boomerang al segundo. con los esquemas sensorio-motores del estu-
*La clasificación lleva aparejada un domi- diante.
nio de los conceptos implicados que va
más allá de recordar la definición, es nece- En una concepción constructivista del
sario que se convierta en un valor de uso aprendizaje, las personas necesitan de experien-
para dirimir cuestiones como: ¿todos los cias y modelos sobre los que sustentar los cono-
cuadrados son rombos?, ¿todos los rombos cimientos que adquieren. Mediante la manipula-
son cuadrados?, o ¿son trapecios los ción, el estudiante adquiere una percepción más
paralelogramos?. Preguntas que llevan a dinámica de las ideas.
ardientes discusiones y que, para encon- Otro argumento que apoya la utilización
trar respuestas satisfactorias hay que pro- de los recursos didácticos proviene de la dificul-
fundizar en la definición. tad de las matemáticas. Los conceptos matemá-
ticos son difíciles y normalmente no es posible
Esto vuelve a introducirnos en el pro- captarlos completamente la primera vez que se
blema de cómo definir en matemáticas. Cuan- nos presentan. Por regla general se necesitan
do algunos libros intentan definir rombo, varias aproximaciones y desde diversas perspec-
hablan de un cuadrilátero con cuatro lados tivas para comprender los conceptos, ponerlos
iguales, pero añaden el que tenga los ángulos en relación con otros conocimientos, utilizarlos
iguales dos a dos -lo que resulta redundante- con confianza y poder generar nuevos conoci-
, o el que las diagonales sean de distinta mientos a partir de ellos.
medida, con el fin de trazar una línea de
separación entre los rombos y los cuadrados. ALGUNAS IDEAS ACERCA DEL CÓMO.
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resantes provienen de la carencia de rigidez La utilización de recursos obliga a trabajar
de los cuadriláteros. Con cuatro varillas igua- en grupos tanto por problemas de cantidad de
les podemos construir: material -no hay suficiente para que cada estu-
diante trabaje individualmente-, como de espa-
cio e incluso la imposibilidad de que el profesor
atienda a todos los estudiantes individualmente.
Esto, lejos de ser un inconveniente, podemos
aquí también muchos niños y niñas dirán: convertirlo en un factor que influya positiva-
rombo, rombo, cuadrado, rombo, rombo. En mente en el aprendizaje de los estudiantes.
cursos posteriores podemos aprovechar para La organización de la clase ha de favorecer
estudiar comparaciones entre el perímetro y el intercambio de ideas entre el profesor y los
el área de estas figuras y relacionarlo con el estudiantes y entre los mismos estudiantes que
ángulo. han de exponer argumentos para explicar sus
Los cuadriláteros cóncavos tardan en ideas, convencer a otros, confrontar opiniones y
aparecer: atender a perspectivas distintas a la propia.
La interacción entre los estudiantes es más
fructífera que la que se da entre profesor y
estudiantes. Por una parte, se da sin la mediación
de la autoridad moral o intelectual del profesor y
esto redundará en la autonomía de los estudian-
y a veces llevan a situaciones extrañas cuan- tes. Por otra, cuando un estudiante tiene que
do, fruto de la manipulación aparece: defender sus soluciones ante sus compañeros,
habrá de clarificar mejor sus ideas y organizar su
pensamiento de forma más coherente y precisa.
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C. Kamii (1985) resume de forma gráfica en un excelente artículo en el que afirma: "el
este estilo de enseñanza cuando relata la conver- que sea o no un cuadrilátero puede depender
sación entre dos estudiantes mientras trabajaban de lo que pretenda la profesora, lo mejor sería
en la tarea propuesta: "No se lo preguntes a la dejarlo abierto y estar así libre para adoptar
profesora, te va a responder, ¿y tú, qué piensas?". cualquiera de las dos opciones según las nece-
P.Halmos (1991) añade: "Lo que se puede sidades especiales de la situación particular
enseñar es la actitud correcta ante los problemas, en que surjan".
y enseñar a resolver problemas es el camino para El hecho de que sea o no un cuadrilátero
resolverlos (...). El mejor método no es contarles puede ser relevante en matemáticas y sus
cosas a los alumnos, sino preguntárselas y, mejor implicaciones teóricas -en caso de que lo
todavía, instarles a que se pregunten ellos mis- fuera tendríamos un cuadrilátero en el que la
mos". suma de los ángulos interiores difiere de 3600-
. Pero, aunque los argumentos teóricos nos
Hay una tendencia bastante generalizada llevaran a la conclusión de desecharlos como
entre el profesorado de matemáticas a conside- cuadriláteros, de ello no se seguiría su exclu-
rar que la utilización de recursos en las clases sión de las matemáticas escolares, como nos
corresponde a niños pequeños, como mucho, a muestran sus interesantes aplicaciones tecno-
estudiantes de bajo rendimiento. Este es un plan- lógicas:
teamiento que contradice la realidad de muchas
clases. Como señala el informe Cockroft (1985),
"tan perjudicial resulta insistir en que un estu-
diante continúe empleando material práctico para
un proceso que comprende y puede desarrollar
mediante símbolos, como esforzarse por que
otro pase a la representación por medio de también en la construcción de instrumentos
diagramas o símbolos, cuando aún no está en de dibujo como el inversor de Hart y el
condiciones de llevar a cabo la tarea con material cardiógrafo o en la construcción de engrana-
práctico". jes elípticos.
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*(2-1-1) a,b,a,c: hay muchos cuadriláteros, cerrados en los extremos, que servirán para
pero sólo uno tiene forma especial, el trapecio unir unas varillas con otras mediante trozos
isósceles. de cuerda, podremos construir los armazones
de los poliedros, con la consiguiente amplia-
ción al espacio de conceptos estudiados en el
plano: rigidez, simetría, regularidad y otros
nuevos como la obtención de las medidas de
las aristas de los poliedros regulares para
inscribir unos dentro de otros.
*(2-1-1) a,a,b,c: cuadriláteros, algún trape-
cio. La utilización de recursos no se queda
aquí, como se expresó en el Simposio de Valen-
cia (1987): "No es la incorporación de tres o
cuatro herramientas espectaculares lo que carac-
terizará la nueva organización de las clases, sino
el uso habitual y cotidiano de una gama amplísi-
ma de materiales, que hagan del aula de matemá-
*(1-1-1-1) a,b,c,d: cuadriláteros. ticas, tanto en la escuela primaria como en la
secundaria, un verdadero laboratorio-taller".
BIBLIOGRAFÍA BÁSICA.
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DIRECCIONES DE INTERÉS
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