Tecnología:

Balenciaga comenzó a publicar las imágenes en sus redes sociales el 16 de

noviembre.
Se hicieron virales rápidamente, especialmente en EE.UU., donde muchos acusaron a
la marca de "hipersexualizar" alos niños pequeños.
A medida que aumentaban las críticas, un tuit sarcástico de la youtuber June Nicole
Lapine ganó mucha tracción y Balenciaga borró todas las imágenes poco tiempo
después.
Luego de esto, algunos medios de comunicación estadounidenses de derecha publicaron
la historia y acusaron a la casa de moda de "respaldar la pornografía infantil".
Balenciaga se disculpó con sus 14 millones de seguidores en Instagram y dijo que
los bolsos de osos de peluche "no deberían haber sido presentados con niños".
Dijo que había retirado los artículos de la venta y eliminado las imágenes de todas
las plataformas y redes sociales.

Información analógica:
La bolsa de Ikea que lo comenzó todo
Como muchas otras marcas de haute couture, los creativos de la marca acostumbran a
rediseñar accesorios y ropa del día a día, ponerles 'Balenciaga' en un lado y
cobrar por ellos cinco veces más de lo habitual.La primera polémica de Balenciaga
en la lista se dio por uno de estos 'rediseños' en 2017. La afectada fue Ikea, y en
concreto, sus famosas bolsas. Balenciaga presentó unas idénticas, con el mismo tono
azul, el mismo tamaño y un material muy parecido. Eso sí, cobrándolas por 1.700
euros

Niños, osos de peluche y arneses sadomasoquistas

El 16 de noviembre de 2022 se publicó la campaña de invierno de la marca. Cada una
de las imágenes mostraba a un niño o niña frente a gran cantidad de objetos. En el
caso de las niñas, estas sujetaban unos peluches-bolso con forma de oso y ataviados
con un arnés sadomasoquista. No solo es repulsivo que a alguien se le ocurra la
idea de juntar en una misma fotografía niños pequeños y sexo, lo preocupante es la
cantidad de personas que dieron el visto bueno a esta campaña como para que llegase
a publicarse.Por su parte, el fotógrafo se desvinculó por completo de los objetos
dispuestos en la escena. Gabriele Galimberti dijo no tener ningún poder de decisión
sobre la elección de los mismos. El trabajo de Galimberti tiene un estilo claro: en
todas sus fotos podemos ver a una persona que se muestra junto a las cosas que más
le gustan. Por eso la elección del fotógrafo y el mensaje que este estilo manda
hace todo aún más turbio.
Al viralizarse la polémica, la marca retiró las imágenes y emitió unas "disculpas",
en las que culpaba a la empresa productora, de la campaña de todo y anunciaba que
iniciaría los trámites legales para denunciar a la misma, cosa que finalmente no
sucedería.

PLANEACION ESTRATÉGICA:
La planeación estratégica en el contexto de la polémica de Balenciaga fue el cómo
la marca decide abordar las críticas y controversias sobre el uso de ciertas
publicidades considerados culturalmente insensibles. En lugar de simplemente
reaccionar a cada incidente, la planeación estratégica implicó la creación de
políticas internas y procesos de revisión de diseño más rigurosos para evitar
futuras controversias, así como establecer estrategias de comunicación proactivas
para abordar cualquier problema que surja de manera rápida y efectiva.
ANTECEDENTES:
Antes de las polémicas, Balenciaga era una icónica casa de moda reconocida por su
elegancia atemporal, artesanía excepcional y un enfoque revolucionario en el
diseño. Fundada por el legendario diseñador español Cristóbal Balenciaga en 1919,
la marca se ganó rápidamente una reputación por su innovación en formas y
estructuras, así como por su enfoque minimalista pero impactante. Durante décadas,
Balenciaga mantuvo su posición como uno de los líderes indiscutibles en el mundo de
la moda de lujo, atrayendo a una clientela internacional de élite y estableciendo
estándares inigualables en la alta costura.

Sin embargo, después de enfrentar varias polémicas, la marca Balenciaga pudo haber
experimentado un cambio significativo en su percepción pública y reputación. Estas
controversias podrían haber surgido de decisiones de diseño consideradas
insensibles o culturalmente inapropiadas, como el uso de simbología religiosa o la
apropiación cultural. Estas acciones podrían haber generado críticas y reacciones
negativas por parte del público, así como un escrutinio más amplio de la ética y
responsabilidad social de la marca.

En respuesta a estas polémicas, Balenciaga probablemente se habría visto obligada a

tomar medidas correctivas y adoptar una postura más proactiva en cuanto a su
responsabilidad social corporativa y prácticas de diseño. Esto podría haber
incluido la revisión de sus procesos de diseño y desarrollo de productos para
garantizar una mayor sensibilidad cultural y social, así como la implementación de
políticas internas más estrictas para evitar futuras controversias. Además, la
marca habría tenido que comprometerse con una comunicación transparente y auténtica
con sus clientes y el público en general, reconociendo sus errores y demostrando un
compromiso genuino con el cambio y la mejora. En última instancia, Balenciaga
habría tenido que trabajar arduamente para reconstruir la confianza y restaurar su
reputación como una marca líder en la industria de la moda de lujo.