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Los diseños por los que se le acusa a Wes Gordon, director creativo de
Carolina Herrera
La colección Resort 2020, con tonos veraniegos, fue inspirada por el estilo de
vida de la fundadora de la casa de modas, quien es venezolana, y por su idea
de cómo sería una "vacación latinoamericana", dijo Wes Gordon, el director
creativo de la marca CH. Gordon comentó que él y su esposo habían viajado a
México hace poco y que quedaron "cautivados por su belleza". La colección fue
presentada en privado con notas descriptivas que hacían referencia a "el
atardecer en Tulum, la luz en Lima, las caminatas en Ciudad de México, las olas
en la uruguaya playa de José Ignacio, el bailar en Buenos Aires y los colores de
Cartagena".
Internet reaccionó de manera muy negativa esta semana a las prendas reveladas
por Carolina Herrera. Cuando Gordon publicó imágenes de la colección en su
cuenta de Instagram, hubo varios comentarios críticos.
Este es el ejemplo más reciente de gente que le exige a la moda tener más
consideración; en 2017, Chanel también fue acusada de aprovecharse de
tradiciones aborígenes de Australia tras poner un búmeran a la venta. Sin
embargo, en los últimos meses esas denuncias públicas han tenido más
resonancia, gracias a que las redes sociales han permitido que más personas se
pronuncien y a las que antes no se escuchaba en este ámbito.
En noviembre, Dolce & Gabbana tuvo que cancelar una pasarela en China
porque los videos promocionales tenían a una modelo china a la que le
"enseñaban" a comer pasta con palillos. Luego Prada se metió en problemas por
un aparador de llaveros para bolsas de mano que eran incómodamente
parecidos al personaje Little Black Sambo, considerado un estereotipo racista. A
principios de junio el comediante Hasan Minhaj dijo durante su presentación en
la ceremonia de Council of Fashion Designers of America que Gucci era
conocida por "ponerles turbantes a hombres blancos".
No obstante, en el pasado tales ofensas han sido expuestas por seguidores de
la industria y por grupos que vigilan a las casas de moda. Esta es la primera vez
en la que se involucra directamente un gobierno nacional.
La marca Carolina Herrera, que es propiedad del grupo de modas español Puig,
no ha dado respuesta pública a lo sucedido en sus redes sociales ni ha difundido
disculpa pública alguna o planes para reparar a las personas cuyos bordados
usó. En vez de eso lanzó un comunicado insulso en el que indicó que la colección
siempre fue pensada para rendirle tributo a México y para celebrarlo. Parte del
comunicado decía: "La emblemática casa de moda reconoce el trabajo textil y
artesanal, diverso y maravilloso, de los artesanos mexicanos en su colección
inspirada por los ricos colores de su cultura y técnicas artesanales".
En otra parte del texto, la casa de moda indica que Herrera es una "gran
admiradora de México" y en una cita atribuida a Gordon dice: "Quise mostrar mi
profundo respeto a las diversas técnicas y elementos tradicionales de la
artesanía mexicana y celebrarla en la destreza de alta costura".
En una entrevista telefónica, Gordon dijo después que la marca está discutiendo
internamente sobre qué acciones conviene tomar en respuesta a los
señalamientos.
"Queremos hacer lo que sea necesario para que todos sientan el mismo júbilo
respecto a esta colección que yo sentí cuando la estaba desarrollando", dijo.
Hizo notar que Herrera y él no lo han discutido mucho porque es responsabilidad
de él como director creativo.
"Estamos viviendo un gran ajuste social en cuanto a cómo hablamos del género,
la cultura y la identidad", añadió. "Estas son discusiones importantes que se
deben tener y nos tomamos esto muy en serio".
De hecho lo sucedido en este caso ha sido por mucho tiempo la fórmula de los
diseñadores: tomar un toque de alguna silueta desde acá, un detalle de
decoración de por allá y mezclarlo con una pizca de arte o arquitectura y, voilà!,
ahí está la nueva colección. Eso definitivamente sucedió en este caso con
Herrera; Gordon tomó el vocabulario de moda básico de la casa —prendas
esenciales al estilo gala que puedes usar en el patio de tu casa— y los mezcló
con diseños inesperados para darles vida.
Excepto que ahora, en nuestro mundo tan conectado, quienes terminan por dar
indirectamente esa "inspiración" se dan cuenta de ello como no lo hacían antes
y consideran que el resultado es menos un tributo y más un robo. Además, sí lo
están expresando en esos términos. Porque aquellos diseños inesperados en
realidad son el vocabulario básico de alguien más. Solamente porque no
pertenezca a una marca específica no significa que pueden ser tomados sin más.
Un problema es que muchos diseños no tienen protecciones de propiedad
intelectual, por lo cual no hay muchos recursos en caso de que alguien sea
afectado más allá de poder denunciarlo públicamente.
El tema es cómo hacer que los diseñadores de moda se den cuenta de esa
realidad a diferencia de que solo asuman posturas defensivas.