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El mundo de la moda es altamente competitivo.

Más allá de Victoria Secret o de


grandes marcas como Christian Dior, constantemente surgen emprendimientos, los
cuales pueden tener tiendas físicas o simplemente desarrollarse desde alguna cuenta
de una red social. Es posible procurar vender los productos a una marca o crear una
propia, fijarse en un solo producto o en una línea de los mismos, pero de cualquier
manera, será necesario pensar en un mercado en específico. Por ende, todas las
decisiones tendrán que razonarse de forma especializada en el campo de la moda.

Dado que el mundo de la moda se caracteriza por contener diferentes estéticas


viviendo dentro de sí, en el seno de un producto es que debe estar lo que será el
desarrollo de su estrategia de marketing. Debe haber una comunicación entre el
diseñador y el publicista, que en no pocas oportunidades es la misma persona. ¿El
público es masculino o femenino? ¿Es infantil, juvenil, adulto o de todas las edades?
¿Está pensando para una situación en específico, como lo puede ser la playa? Son las
preguntas que ambas figuras deben plantearse.

Según sea el tamaño de la empresa, puede variar el nivel de responsabilidad. En el


caso de una mujer que haya diseñado unas carteras en su tiempo libre y quiera
venderlas por Instagram, tendrá que ser diligente con las publicaciones y responder
todos los mensajes que le envíen los posibles clientes por mensaje privado. Pero si
estamos hablando de una firma de mayor tamaño, posiblemente, le tocará coordinar
con fotógrafos, organizar listas para eventos, realizar notas de prensa y comunicarse
con periodistas que deseen escribir sobre la nueva línea de ropa que han sacado. En el
segundo caso, muy probablemente, estaríamos hablando de un equipo de trabajo.

Cada marca vende producto autónomo y debe tener una estética particular. Para un
proyecto de inspiración selvática, como unas botas para hacer actividades en entornos
naturales, una sesión de fotos ambientada en una ciudad puede que quizás no sea lo
más pertinente (a menos que sea para buscar contraste, aunque esto puede variar). En
el mundo de la moda, la imagen es fundamental: mediante ella el público se conecta
con las sensaciones que se buscan transmitir, que el diseñador quiere hacer sentir a
los portadores de su obra. Por eso la fotografía es una aliada indiscutible en este
medio: esas imágenes podrán estar en las redes, en las revistas o en los catálogos, en
cualquier sitio, le darán visibilidad al trabajo. Además, es posible que hasta trasciendan
su objetivo original: muchos fotógrafos del género han llegado a los museos debido a la
calidad artística de sus trabajos.

Dado que estética de la marca determina todas las decisiones de marketing, hay que
pensar en continuar con la imagen a transmitir más allá de las fotos. El contenido de las
redes sociales, los anuncios y los comerciales que se realicen tienen que tener una
coherencia con esas capturas: retornando el ejemplo de las botes para el aire libre, si el
comunity mannager de esa marca pública un post en la cuenta de Instagram hablando
del día de la Tierra o aportando algún dato ecológico, estaría siendo coherente con el
tema de trasfondo, que aunque no tenga una relación directa con el producto, ayuda a
mantener una continuidad conceptual. Es un compromiso con el estilo elegido.

La diseñadora venezolana Carol Leal, por ejemplo, lanzó una línea de moda de
productos waraos titulada En extinción. Con apoyo de la fundación Tierra Viva,
estableció contacto con mujeres de algunas comunidades indígenas del estado Delta
Amacuro para usar las cestas que ellas hacen e intervenirlas. El resultado es una
marca de carteras y joyas en el que está reconocido el trabajo de las artesanas sin
restarle importancia a la autoría de la diseñadora. Con su mano de orfebre, realiza
diseños que aluden a elementos de la naturaleza y a símbolos de la cosmogonía del
grupo aborigen con el cual trabaja. Quien revise su cuenta de Instagram no solo verá
fotografías en las que la vegetación es parte importante de la composición, sino
también una actividad constante en la que siempre resalta los objetivos de su línea.

Dado que Carol es consciente de que una marca de que en su área el trabajo
publicitario debe ir más allá de lo digital, en noviembre del 2019 realizó un evento que
se llamó ----------- en ---------, Chuao. Allí, además de colocar mesas para que las
personas identificaran sus productos, también le dio espacio a las artesanas de la etnia
warao que trabajaban con ella para que mostraran los procesos de sus creaciones al
público: todo gracias a la Fundación Tierra Viva que se tomó la responsabilidad de
trasladarlas hasta Caracas. Esa clase de iniciativas son las que se deben pensar a la
hora de realizar una estrategia de marketing de moda.

Si tienes interés en aprender a realizar marketing de moda, quizás te interese el taller


Programa de Fashion Marketing Reloaded que será dictado online que dictará
coordinado por la profesora Sofia Esqueda, el cual está enmarcado en los cursos del
IESA de finales de año. Estará orientado para emprendedores que quieran lanzar
proyectos de moda en el mundo posterior a la pandemia del COVID-19. La gestión, las
estrategias, la imagen y todo lo concerniente a la industria estarán presentes en los
contenidos. Una oportunidad única para aprender las herramientas necesarias para
destacar en uno de los ámbitos más competitivos del siglo XXI.

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