Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
com
Artículo número 2
Introducción
Una consideración importante, antes de describir el uso de antibióticos como promotores del
crecimiento, es que su acción es bastante considerable en ambientes contaminados, pero los
animales alcanzan su máximo rendimiento en ambientes libres de microorganismos.
Otra acción de algunos antibióticos puede ser sobre el metabolismo, un ejemplo de esto es el
uso de tetraciclinas, antibiótico que aumenta el glucógeno muscular, mejorando la calidad de la
carne. La clortetraciclina aumenta la síntesis de grasas hasta 50 g/día en el período final de engorde
(Magalhães et al., 1998).
Los antibióticos también pueden reducir la descomposición, por parte de las bacterias, de los
aminoácidos en amoníaco, trimetilaminas, indol y otras toxinas, aumentando el suministro de
aminoácidos en los grupos de animales que los reciben.
La pared del intestino delgado también disminuye, favoreciendo el riego sanguíneo y un
mayor aporte de oxígeno a la mucosa, por lo que los antibióticos, añadidos a los alimentos, mejoran
la absorción de monosacáridos, aminoácidos, minerales, vitaminas A, E y complejo B (Magalhães et
al., 1998).
Los ionóforos (monensima y lasolacid) alteran el flujo de iones a través de la membrana de los
microorganismos, modificando el equilibrio hidroelectrolítico celular, además de agotar las reservas
de energía de los microorganismos que se gastan en un intento de mantener la homeostasis. Los
ionóforos se utilizan en las aves para actuar como
1douglashaese@bol.com.br
dosbalexandersilva@bol.com.br
Evidencia experimental
El antibiótico Zinc Bacitracina está clasificado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como
aditivo, y Colestin es un antibiótico de uso limitado en medicina humana. Considerando los resultados
sobre crecimiento, que se encuentran en la tabla 3, se puede concluir que no hubo mejora
significativa en el rendimiento de los animales, en las diferentes fases estudiadas, cuando se les
suministró en el alimento los antibióticos colistina y/o bacitracina zinc. . Es probable que estos
resultados demuestren un entorno libre de patógenos, donde el efecto del antibiótico no puede
expresarse en su magnitud.
Tratamiento A B W. CV A B W. CV A B W. CV
Peso inicial
12 12 12 - 26.2 26.3 26,9 - 54,5 54.4 54,6 -
kilogramos (medio)
peso final
26.2 26.3 26,9 - 54,5 54.4 54,6 - 93,4 90,9 89,9 -
kilogramos (medio)
Duración
28 28 28 - 42 42 42 - 56 56 56 -
exto
Ganancia de
508El 503El 533El 7.34 674El 669El 657El 582 705El 652El 618B 4.79
peso, g/día
Consumo
1.07El 1.11El 1.09El 5.66 1,76El 1,79El 1,77El 6.11 2.52El 2.40B 2.27B 5.74
kg/día
Conversión
2.11El 2.21El 2.04El 7.44 2.61El 2,68El 2,70El 4.68 3.57El 3.68El 3.67El 4.34
alimentar
Dionizio et al. (2002) llevaron a cabo un experimento con pollos de engorde utilizando cuatro
prebióticos alternativos como promotores de crecimiento alternativos al antibiótico. Los tratamientos
consistieron en seis dietas: Basal (RB) sin prebiótico, RB con 0,9% de fructooligosacáridos (FOS), RB
con 0,5% Lactosa, RB con 0,05% Manosa, RB con 2,0% Sacarosa y un alimento antibiótico (Avilamicina
10 ppm). ). Los resultados de este experimento se presentan en la tabla 4. Los prebióticos estudiados
no alteraron significativamente el consumo de alimento por parte de las aves, y el uso de prebióticos
resultó en ganancias de peso y índices de conversión alimenticia similares a los obtenidos con el uso
de antibióticos. Si comprobamos por separado el efecto del antibiótico en relación con la dieta basal,
observamos un efecto positivo en el consumo de alimento, el aumento de peso y la conversión
alimenticia. Mostrándose así claramente una mejora en el rendimiento del animal con el uso de
antibióticos.
Vassalo et al. (1997) realizaron un experimento con lechones de 10 a 30 kg de peso vivo, con el
objetivo de evaluar el desempeño de dos probióticos y un antibiótico en alimentos comerciales para
lechones.
El experimento se realizó con un total de 160 lechones, siendo las dietas experimentales: 1 -
dieta basal, 2 - dieta basal que contiene Bacitracina de Zinc 1 (15% - 30ppm), 3 - dieta basal que
contiene probiótico 1 (Lactobacillus acidophilus, Streptococcus facium, Sacharomyces cerevisae, 70 g/
100 kg) y 4 - alimento basal que contiene el probiótico 2 (Bacillus toyoi, 200 g/100 kg).
Dado este experimento, como nuestro objetivo en esta revisión es evaluar el uso de antibióticos como
promotor del crecimiento, nos centraremos en los resultados observados en la dieta basal y en la
dieta basal más antibióticos.
Así, en los resultados vistos en la tabla 5, podemos observar que no hubo diferencias
estadísticas significativas entre la dieta basal y la dieta antibiótica, pero sí hubo una tendencia de la
dieta antibiótica a mejorar en relación con la conversión alimenticia y la ganancia de peso en
comparación con la dieta antibiótica basal sin antibióticos. Cuadro 4. Comportamiento de pollos de
engorde a los 21 días de edad.
Cuadro 5. Rendimiento promedio de lechones de 10 a 30 kg de peso vivo alimentados con dietas que
contienen probióticos y antibióticos.
Tratamiento
numero de animales 40 40 40 40 --
Brasil viene superándose cada año, como podemos ver en los gráficos 1, 2 y 3, y dando
ejemplo de cómo producir sin subsidios, gracias a las tecnologías modernas. Sin embargo, la falta de
políticas gubernamentales serias deja a la población en manos de productores deshonestos, que
aprovechan la situación para utilizar productos ilícitos, o prohibidos en la alimentación animal.
Los desechos son sustancias químicas o metabólicas, acumuladas en el interior de las células,
capaces de producir un determinado efecto. Actualmente, mediante la introducción de la
cromatografía de gases y el radioinmunoensayo, se pueden detectar residuos de antibióticos en
fracciones de partes por millón (ppm), por mil millones (ppb) e incluso por billón (ppt).
Gráfico 1. Producción de carne de cerdo en Brasil. Gráfico 2. Producción de carne de pollo en Brasil.
Los antibióticos utilizados en la alimentación animal no deben dejar residuos en los tejidos, es
decir, cero residuos o tolerancia cero, lo que hace casi imposible con los métodos analíticos actuales
no encontrar algunos residuos en la carne, la leche y los huevos. Por tanto, incluso cuando se respeta
el momento adecuado para suspender el antibiótico u otra sustancia prescrita, existe cierta tolerancia
por parte de los órganos de control.
Según Booth (1988), se considera que las IDA son la ingestión diaria de un fármaco o residuo
químico que, a lo largo de la vida de una persona, parece estar libre de un riesgo apreciable para la
salud.
Para la mayoría de las respuestas biológicas, se supone que existe un nivel umbral sin efecto
(LMR). Antes de poder establecer un nivel o concentración de tolerancia a un fármaco o residuo
químico, es necesario obtener la concentración sin efecto del compuesto en la mayoría de las especies
de mamíferos sensibles. Esto es necesario para poder establecer un cómodo margen de seguridad
entre el nivel de exposición que no afecta a los animales de experimentación y la cantidad de
exposición permitida para los humanos (Booth, 1988).
Para los antimicrobianos, además de las pruebas de toxicidad que se realizan, son necesarias
otras pruebas que permitan inferir la seguridad de los residuos de antimicrobianos en la microflora
del tracto gastrointestinal (TGI) humano. El Codex Alimentarius estableció una fórmula adicional para
calcular la IDA, definida en este caso como la mayor cantidad de residuos de un antimicrobiano que
se puede encontrar en el TGI sin observar presión selectiva sobre las bacterias de la microflora.
Resulta pues evidente que el Codex llega a dos valores de IDA para los antimicrobianos,
calculados mediante métodos toxicológicos y microbiológicos, siendo el menor el elegido para fijar los
LMR de estos medicamentos. En este contexto, los análisis farmacocinéticos se vuelven
fundamentales, ya que aún es necesario establecer el tiempo de espera, es decir, el intervalo de
tiempo necesario, después de la retirada del fármaco, para que los niveles de sus residuos en los
tejidos de los animales tratados con él sean menores. que los valores LMR fijados por el Codex para
ellos.
Resistencia bacteriana
Cuando hablamos de contaminación por antibióticos debemos considerar dos puntos clave: los
posibles efectos del contacto de los residuos de antibióticos con la microflora del tracto
gastrointestinal humano (colonización) y la aparición de cepas de bacterias resistentes a los
antimicrobianos en alimentos derivados de animales tratados con lo mismo (contaminación).
Según Neto et al. (2002), la microflora del TGI humano está formada por una comunidad
compleja pero relativamente estable de microorganismos, cuyo número
supera las 1011 bacterias por gramo de contenido fecal, estando representada por más de 400
especies diferentes. De ellos, aproximadamente el 80% son anaeróbicos, representando este
porcentaje alrededor de 30 especies diferentes. La Tabla 6 muestra las bacterias predominantes en el
TGI humano. Se sabe que esta microflora es un componente esencial de la fisiología humana ya que
representa una barrera esencial contra la colonización del TGI por bacterias patógenas; también
participa activamente en los procesos de digestión de alimentos y metabolismo de fármacos.
Esta resistencia bacteriana puede ocurrir mediante la adquisición de genes resistentes, mediante
recombinación de ADN exógeno en el cromosoma de la bacteria o mediante mutación.
En este contexto, existen pruebas de que la exposición de un organismo a dosis terapéuticas de
antimicrobianos administradas durante un período prolongado puede provocar una alteración de la
microflora normal del TGI, con repercusiones en el metabolismo de sustancias endógenas y
exógenas, y sobre la susceptibilidad a los patógenos. Este efecto es más evidente cuando el uso
terapéutico de los antimicrobianos se realiza por vía oral, y también puede desarrollar una presión de
selección sobre la microflora autóctona del TGI de tal manera que aumente el potencial de desarrollo
o adquisición de resistencia a estos antimicrobianos o a otros del mismo grupo, o que tienen idéntico
mecanismo de acción.
Conociendo el efecto terapéutico de los antibióticos sobre la microflora, está claro que existe
una preocupación acerca de los residuos de antibióticos como una forma potencial de causar presión
de selección con el tiempo.
Otro factor importante es la resistencia bacteriana procedente de alimentos de origen animal. La
resistencia más preocupante es la llamada resistencia adquirida. De hecho, destacando las especies
Enterococcus faecalis y faecium. Tras adquirir resistencia a los antibióticos glicopéptidos (enterococos
resistentes a la vancomicina), adquirieron gran relevancia en el ámbito médico, pudiendo provocar así
brotes de infecciones hospitalarias de difícil control. Estudios anteriores han demostrado que el uso
de avoparcina puede seleccionar estas bacterias en aves y cerdos. En la tabla 7 se muestran algunas
bacterias y antibióticos a los que existe resistencia. Entonces, la gran preocupación es que estas
bacterias, que con el tiempo están siendo seleccionadas mediante el uso de antibióticos como
promotores de crecimiento, se están convirtiendo en un contaminante de gran preocupación, no sólo
por su resistencia adquirida, sino también por su potencial para transmitir esta enfermedad.
característico de su descendencia.
Luego de reportar estos problemas, se deben tener en cuenta los siguientes puntos respecto al
uso de antimicrobianos: 1 - implementación de programas para monitorear la existencia de
resistencia a los antimicrobianos; 2 - creación de normas técnicas para el uso de antimicrobianos; 3 -
en uso terapéutico, se debe tratar de utilizar el antibiótico correcto para esa bacteria; 4 - respetar el
tiempo mínimo de utilización; 5 – buscar mantener un registro de los animales tratados; 6 – en
relación a los antibióticos como aditivos, deben ser aprobados en condiciones fijas de uso; 7 –
respetar el período de gracia, etc. Sin embargo, como consideración irrelevante, debemos evitar el
uso de antimicrobianos en animales de producción que se utilizan para tratar a seres humanos,
especialmente aquellos considerados de segunda o tercera elección.
presente
Monesina enterococo No
Salinomicina
Lincomicina coliformes
Antimicrobianos
avoparcina cloranfenicol
Furazolidona nitrofuranos
nitrofuranos penicilinas
Hoy en día, en Europa sólo cuatro productos pueden seguir formando parte de la dieta de aves
y cerdos. Para el año 2007, deberían prohibirse todos los antibióticos utilizados como promotores del
crecimiento. Se concluye que a partir de 2008 no se podrán utilizar antibióticos promotores del
crecimiento en la Unión Europea (UE), como
Se está preparando un nuevo reglamento que complementa la legislación existente y que, en esencia,
establece la prohibición del uso de los únicos cuatro antibióticos todavía permitidos en la UE como
promotores del crecimiento (esto se debe a que no se utilizan en medicina humana, suponiendo, con
los que presentan menor riesgo de desarrollar resistencia cruzada), es decir, monensina sódica,
salinomicina sódica, avilamicina y flavofosfolipol.
Existe un problema muy grande entre el uso o no de antibióticos, ya que muchos quieren
prohibir su uso por las razones aquí mencionadas en esta revisión, sin embargo hay quienes
defienden su uso, demostrando que si se usan correctamente su nivel de contaminación sería
insignificante, ya que estos antibióticos se absorben mínimamente en el intestino y no tienen acción
sistémica directa en el cuerpo. Magalhães (1988) demuestra que por efecto del calor (cocción) y la
congelación, muchos de los antibióticos residuales se destruyen. Con excepción de las penicilinas, el
cloranfenicol y la estreptomicina, los demás antibióticos son termolábiles y es poco probable que sus
metabolitos produzcan efectos adversos, aunque se desconocen su destino y sus toxicidades.
Sesti (2002), en defensa del uso de antibióticos, informa que podemos esperar cambios en el
desempeño zootécnico en lotes de pollos alimentados con piensos sin aditivos antibióticos y/o
agentes anticoccidiales. Esto ya se ha observado a gran escala en algunos países europeos, donde la
gran mayoría de estos aditivos ya han sido prohibidos en los piensos para pollos de engorde.
Principalmente en aves, se produciría un aumento de los casos de enteritis necrótica por Clostridium
perfringem y la consecuente disminución de las ganancias. Otro problema planteado por Sesti sería
en relación con la mejora genética, ya que todos los animales genéticamente mejorados son más
susceptibles a las enfermedades cuando no se crían en ambientes adecuados, y de esta forma
perderíamos en producción, ya que habría que buscar animales más rústicos. , pero menos eficiente.
Otro alegato es que no existen estudios que demuestren la existencia de resistencia microbiana
mediante el uso de antibióticos como promotores del crecimiento.
En Brasil existen actualmente tres laboratorios para comprobar que no existen residuos de
antibióticos prohibidos en cadáveres de animales destinados a la Unión Europea, uno de ellos está en
Campinas y forma parte del Ministerio de Agricultura. El otro laboratorio acreditado está en la
Universidad de Río de Janeiro (UFRJ), y el tercero es el laboratorio privado Analitical Solution, ubicado
en São Paulo. Normalmente las pruebas se realizan en muestras destinadas a la exportación, y esta
medida se tomó principalmente después de que se confirmara la presencia de nitrofurano en canales
de aves de corral exportadas a la Unión Europea (Veríssimo, 2003).
Conclusión
Esta revisión demostró la situación actual en el tema de los antibióticos, dejando en claro que
su uso promueve mejoras en el rendimiento animal, y que sin lugar a dudas esto dejará residuos,
pero se deben realizar estudios para demostrar científicamente si realmente existen. Problemas
relacionados con la resistencia bacteriana.
Lo que se sabe es que existe un mercado muy grande desde la perspectiva de la seguridad
alimentaria y que la UE está actuando rápidamente para proteger sus
población de residuos químicos indeseables presentes en los alimentos. Sin embargo, desde una
perspectiva económica, el continente abre importantes brechas para que los competidores
internacionales satisfagan la demanda europea. Sin embargo, para ingresar a este importante
mercado, Brasil debe seguir, con mucho rigor, los preceptos de calidad y trazabilidad definidos por la
UE. Es decir, el mercado europeo es comprador, pero siempre que ofrezcan productos seguros, libres
de antibióticos promotores del crecimiento y con otras diferencias como el equilibrio medioambiental
y el bienestar animal. Con esto, el mercado está abierto y Brasil sólo necesita desarrollar políticas
serias sobre el uso de antibióticos y monitorearlas a través de sus órganos competentes.
Referencias bibliográficas
BOOTH, NH, MCDONALD, LE, Farmacología y terapéutica veterinaria. 6ta edición. Río de Janeiro:
Editora Guanabara, pág. 933-980., 1992.
DIONIZIO, MA, et. al., Prebióticos como promotores del crecimiento de pollos de engorde:
Rendimiento y rendimiento de la canal. http://www.editora.ufla.br/revista/suple_2002/art28.pdf .
ESPINOSA, HS, et. al., Farmacología aplicada a la medicina veterinaria. 2da edición. Río de Janeiro:
Editora Guanabara, pág. 360-385, 1999.
FRANCIA, S., Simposio sobre resistencia bacteriana a los antimicrobianos. En: Anales. Río de Janeiro,
junio de 2003.
GOMES, PC, et. al., colistina y bacitracina zinc como aditivos para cerdos. Comunicación técnica
Embrapa – CNPSA. 1981.
MAGALHÃES, HM, et al., Farmacología veterinaria. Rio Grande do Sul: Editora Agropecuária, 191-213,
1998.
NETO, JP et. al., Antimicrobianos como aditivos en animales de producción. Farmacología veterinaria.
Río de Janeiro: Editora Guanabara, pág. 558-575, 2002.
NETO, JP et. al., Residuos de antimicrobianos en los alimentos. Revista del Consejo Federal de
Medicina Veterinaria. Brasilia, Año 7, n.22, abril de 2001.
ANEXO 1
ANEXO 2
fungistáticos
- Ácido propiónico
- violeta de genciana
- Propionato de calcio
Coccidiostáticos
Antioxidantes
-B HT
-BHA
- Etoxiquina
- Galato de dipropilo