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A lo largo del siglo XI los burgos (fortalezas militares) y las ciudades (sedes episcopales) se
irán perfilando como centros administrativos y políticos sobre los que se irán asentando el
desarrollo de la actividad comercial y el desarrollo de las ciudades medievales, ya con otras
funciones y significado.
Por otra parte, la nueva clase de burgueses expresará su religiosidad creando cofradías
adheridas a una parroquia o convento, lo que se plasmará tanto en la buena acogida que
las nuevas órdenes mendicantes, franciscanos y dominicos, (afincadas en la ciudad y no en
el campo, a diferencia de Cluny y del Císter) obtienen en las ciudades, como en la
construcción de las catedrales góticas del siglo XIII.
Nace cerca de Aquino, en 1225, de origen noble. A los cinco años lo llevan a estudiar a
Montecasino, uno de los monasterios más importantes de la Italia medieval. Luego
estudiará artes liberales en la Universidad de Nápoles. Posteriormente se hace dominico y
estudia en Colonia con Alberto Magno. Enseña en las universidades de Paris, Roma,
Bolonia y Nápoles.
Sus escritos más importantes son la Sumas, en las que resume la filosofía teológica, acerca
de Dios, de su época: Suma teológica y Suma contra gentiles.
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Un problema clásico de todo el pensamiento judío, cristiano e islámico es el de las
relaciones entre fe y razon. En general la solución de este problema pasa por la
subordinación de la razón y por lo tanto de la Filosofía, a la fe (y, por lo tanto, a la Teología).
Tomás de Aquino reaccionará negando que pueda haber contradicción entre razón y fe.
Pero, al mismo tiempo, lo hace también contra la falta de claridad en este tema.
2. Por el método de que se valen para acceder a los mencionados contenidos: la razón se
vale de la abstracción, mientras que la fe se vale la revelación.
3. No hay contradicción entre ambas: para empezar, Dios es el autor de todo, del mundo
natural accesible para la razón y del sobrenatural accesible para la fe; pero además Dios es
el autor de la misma fe y de la misma razón. No tendría sentido, entonces, que a través de
un órgano de conocimiento (fe) se nos condujese a un tipo de verdades, y a través de otro,
razón, se nos condujese a otras contradictorias con las primeras.
Sin embargo, a veces hay contradicciones entre fe y razón, hay que creer en cosas que no
parecen razonables o que parecen imposibles, en ese caso Tomás de Aquino sostiene que
la contradicción solo puede ser aparente y habrá que revisar la razón, debido a que la fe no
puede engañarnos en ningún caso, puesto que es revelación divina (proviene directamente
de Dios); aunque la razón tampoco puede engañarnos, sí pueden engañarse los hombres al
usarla (cuando elaboran juicios).
El ser humano tiene en común con el resto de los seres naturales la posesión de ciertas
tendencias o inclinaciones . Ahora bien, el ser humano se distingue del resto de los seres
naturales por su racionalidad, porque sólo él es capaz de conocer sus propias tendencias y,
por tanto, puede producir ciertas normas de conducta encaminadas a dar a estas el
cumplimiento adecuado. De este modo se demuestra, a juicio de Tomás de Aquino, la
existencia de la ley natural. Para Tomás, el hombre sabe por naturaleza lo que ha de hacer,
si no adopta malas costumbres, el hombre quiere hacer el bien y rechaza el mal, sabe en su
interior que : “Ha de hacerse
el bien y evitarse el mal”.