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Facultad de Medicina.
Escuela de Kinesiología.
Psicomotricidad
Niños de 1 a 4 años
INDRODUCCIÓN
Actualmente los niños como entes individuales y distintos de los adultos, son un
tema que seduce a muchos, conocer sobre su maduración y evolución, tiene
infinitas ventajas sobre todo ala hora de aplicar estos conocimientos en pro de la
salud de ellos mismos. Para nadie es una sorpresa que antiguamente los niños
eran considerados como adultos en miniatura, pero gracias a algunos personajes
que enfocaron sus estudios hacia determinar con exactitud cuáles son todos los
aspectos que determinan la naturaleza de la especial conducta de un menor, y
estudiar su relación con el crecimiento físico y mental, con el fin de ofrecerles
posibilidades a sus patologías y dificultades sociales, esta situación ha cambiado.
Uno de estos personajes fue Arnold Gesell, quien se constituyó en uno de los
investigadores pioneros en el área de la infancia. De profesión médico, fue capaz
de profundizar el conocimiento de la conducta y su evolución. Examinó una gran
cantidad de niños y bebés normales y niños que presentaban desviaciones y
defectos de desarrollo, y mediante estos estudios trazó los comportamientos del
feto, lactante, preescolar, escolar y adolescente; estableció y estandarizó etapas,
construyó hipótesis y teorías para explicar las secuencias del cambio conductual, y
aclaró diversas presunciones subyacentes referidas a la maduración y el
rendimiento. Elaboró una gran cantidad de publicaciones, entre las cuales destaca
“Embriología de la conducta”(1945). Siempre presentó una gran preocupación por
la condición psico-socio-cultural del niño, sin hacer diferencias entre los niños
considerados como normales y los que salen del espectro de lo normal, pero
poniendo un especial interés en estos últimos.
Entre tanto publica la primera versión completa de su Escala para la primera edad;
se extiende más sobre su composición estadística y prosigue sus trabajos sobre
grupos de mayor edad. Más tarde publica sus “Inventarios de Desarrollo” para 4,
6, 9, 12 y 30 meses; 2, 4 y 5 años; es entonces, cuando el autor reclasifica los
ítems ya no sólo por edades, sino en cuatro secciones o áreas del desarrollo que
medían diferentes aspectos:
Debemos tener presente que los test conductuales tienen la misma lógica que
cualesquiera de las pruebas funcionales de los que se vale la neurología clínica.
Sin embargo los test están destinados a establecer el estado normal y revelar
incluso las más leves desviaciones en niños relativamente sanos. Estas
separaciones conductuales puede ser más eficaces para descubrir lesiones,
defectos y retardos en la organización del sistema nervioso en desarrollo.
En el presente trabajo nos abocaremos a los niños entre uno y cuatro años y las
conductas que Gesell describió que estos debían realizar según su edad,
separándolas en las cuatro áreas del desarrollo que él describió.
Cabe destacar que por el hecho de carecer del test formal de Gesell y de la forma
como forma de objetivarlo y ponderarlo para obtener resultados óptimos y
fidedignos, para el rango de edad ya descrito, decidimos basarnos en su libro (***),
llevando lo que él describía como conducta que debe presentar el niño según
edad, a un formato de test de evaluación absolutamente arbitrario (ver Formato de
Aplicación) con el cual evaluamos a 10 niños.
EL NIÑO DE UN AÑO
Es una etapa intermedia donde debe perfeccionar los patrones que hacen su
aparición en el cuadro de las cuarenta semanas y que no se definirán
completamente hasta los 15 meses.
Características motrices
Gatea con gran presteza y adopta la posición de pie, pero no logra un equilibrio en
esta posición hasta cuatro semanas después, por lo tanto la mayor parte del
tiempo esta caminando sobre apoyo e intentando dar los primeros pasos sin
sostén.
La componente flexora del asir de la prensión está ahora compensada por la
componente inhibitoria extensora del soltar.
Características adaptativas
Alto grado de reciprocidad social (escucha las palabras con mayor atención y
repite las palabras más familiares).
Empieza a subordinar la acción a la palabra (entrega pelota a la orden).
Agrega dos o tres palabras a su vocabulario.
Cuando se acerca a su imagen en el espejo lo hace con vocalizaciones.
Conducta personal-social
Rasgos Evolutivos
El niño de un año percibe cada vez mejor el ambiente físico así como el ambiente
social. Una percepción socializada lo conduce a la imitación. Responde al ejemplo,
mira intencionadamente la expresión facial, reacciona a la música y a los
primitivos juegos ritmados y repite acciones riéndose.
EL NIÑO DE 18 MESES
Características motrices
El niño ha logrado un dominio parcial de sus piernas, lo que le permite caminar sin
apoyarse, y subir con ayuda las escaleras. La destreza manual ha aumentado, lo
que se traduce en el manejo de los cubos (torre de tres cubos). El codo del niño
de año y medio es más diestro, posibilitándose volver las hojas de un libro, de dos
o tres a la vez.
Características adaptativas
Conducta personal-social
El niño de esta edad, comienza a distinguir entre tú y yo. Le gusta hacer pequeños
mandados. Es un tanto reacio a los cambios de rutina y a toda transición brusca,
esta oposición, más que agresiva, es autoconservadora. Por eso, prefiere golpear
el aire que al intruso. Empieza a adquirir el control voluntario de sus esfínteres.
Realiza juegos imitativos con muñecas.
Rasgos Evolutivos
Características motrices
Características adaptativas
Características motrices
A Tres le gusta la actividad motriz gruesa (en esto se sigue pareciendo a Dos)
aunque menos exclusivamente. Se entretiene con juegos sedentarios durante
períodos más largos, y comienza a demostrar interés por la manipulación más fina
del material de juego (como pueden ser los lápices por ejemplo).
Ante algún problema dentro del juego que realiza, prefiere estudiarlo antes de
seguir jugando, esto lo diferencia de Dos, y muestra un cambio de los intereses
motores. Tanto en el dibujo espontáneo como en el imitativo, muestra mayor
capacidad de inhibición y delimitación del movimiento. Sus trazos están mejor
definidos y son menos difusos y repetidos; los trazos controlados demuestran un
creciente discernimiento motor.
También en la construcción de torres muestra mayor control, esto se refleja en el
uso de 9 o 10 cubos, en vez de 6 o 7 como lo hacia Dos; lo anterior demuestra
una mayor coordinación en la dirección vertical, lo que se explicaría por la
maduración de un nuevo equipo neuromotor y no por una ampliación de los
alcances de la atención, como podría pensarse. Si bien su coordinación es
creciente en los planos vertical y horizontal, demuestra dificultad para
desarrollarse en los planos oblicuos.
Tres es de pies más seguros y veloces. Su correr es más suave, aumenta y
disminuye la velocidad con mayor facilidad, da vueltas más cerradas y domina las
frenadas bruscas. Puede subir las escaleras sin ayuda y alternando los pies.
Puede saltar con los pies juntos desde una altura de 30 cms. Y ya puede pedalear
un triciclo.
La razón de estas conquistas motoras se basa en el sentido más perfeccionado
del equilibrio y en el progreso céfalo-caudal. En el andar de Tres hay menos
balanceo y vacilaciones; ya esta mucho más cerca del dominio completo de la
posición erguida, y durante un segundo o más puede pararse en un solo pie.
Características adaptativas
A los tres años las palabras están separadas del sistema motor grueso y se
convierten en instrumentos para designar preceptos, conceptos, ideas, relaciones.
Las palabras de Tres se hallan en etapas de desarrollo muy desiguales. Algunas
son meros sonidos sometidos a prueba experimental. Otras tienen un valor
musical o humorístico. Y otras, por el contrario, son portadoras de un significado
bien preciso.
El soliloquio y el juego dramático, que tanto le complacen, tienen por fin ese
proceso de maduración, incubando palabras, frases y sintaxis. El niño es, a un
tiempo, actor y locutor y pone sus representaciones al servicio del lenguaje.
Muchas de sus preguntas son aparentemente insustanciales. Pero esta conducta
cobra un nuevo valor cuando la consideramos como un mecanismo evolutivo para
alcanzar el habla, para precisar las palabras.
Tres se halla menos absorbido por la acción que Dos, estando sus actividades
contrabalanceadas en un equilibrio más lábil. Esto le permite hacer seguir la
acción a la palabra y la palabra a la acción en su monólogo. Pero las palabras
también van dirigidas a él, porque mientras aprende a escuchar, escucha para
aprender.
Así cuando la palabra de alguien que no es él mismo ha alcanzado un mágico
poder de transformación, logrando que el niño reorganice espontáneamente sus
actividades, podemos decir que el niño ya ha abandonado los llanos de la primera
infancia.
Conducta personal-social
Con Tres se puede tratar. El sabe, con claridad que es una persona y que
nosotros somos personas. Es capaz de negociar transacciones recíprocas,
sacrificando satisfacciones inmediatas ante la promesa de un beneficio ulterior.
Son típicos su fuerte deseo de agradar y la docilidad con que se aviene a la gran
mayoría de las exigencias, en este caso, del examinador.
Presenta un espíritu de colaboración muy positivo; sin embargo, esto no es una
blanda sumisión, sino, por el contrario, una activa adaptabilidad.
El niño de tres años usa palabras para expresar sus sentimientos, sus deseos y
aún sus problemas. Presta oído atento a las palabras, y las indicaciones surten
efecto. A esta altura debe poseer cierto sentido del yo y de la posición que ocupa,
porque manifiesta cierto desdén ante las proposiciones simples e infantiles.
Pero su noción del yo personal y de otros yo personales es imperfecta y
fragmentaria. Mientras por un lado tiene para su madre referencias llena de
sonrisas y cariño, altamente sociables, por el otro es capaz de dirigir violentos
ataques contra un objeto físico, una silla o un juguete.
Dado que su experiencia emocional sólo se halla integrada en parte, sus temores
están, a menudo, altamente localizados.
Existe una cualidad fragmentaria y pasajera en sus reacciones emocionales.
Habla mucho consigo mismo, a veces a manera de práctica experimental del
lenguaje, pero también como si se dirigiera a otro yo o a una persona imaginada.
Proyecta su propio estado mental sobre los demás.
Su deseo de agradar y adaptarse lo familiariza con lo que el medio social espera
de él.
Como en todas partes, la naturaleza busca el equilibrio. Y así, estas reacciones
sociales están contrabalanceadas por otras muchas egoístas y
autoconservadoras. Aunque manifiesta un interés creciente por el juego con otros
niños, todavía le gustan los juegos del tipo solitario y paralelo. Su naturaleza social
crece poco a poco, y estas breves experiencias sociales lo llevarán, con el tiempo,
a un mayor discernimiento.
A los tres años el término medio se halla bien acomodado a las exigencias
normales de la vida hogareña. Se alimenta solo y raramente necesita ayuda para
terminar una comida.
Su propensión natural a imitar y a adaptarse hacen, de ordinario, que sea
obediente.
Sus rebeliones, aunque violentas, son menos infantiles y menos frecuentes. Se
sobrepone a los berrinches mucho más pronto que en edades anteriores.
Cuando desea resistirse se vale comúnmente del lenguaje, en lugar de los
métodos más primitivos de patalear, morder y arañar. Como ésta, da otras muchas
muestras de facilidad para adecuarse a las exigencias culturales; así como
también lo demuestra su lenguaje.
Tan fundamental y natural es la tendencia hacia la adaptación cultural, que la
persistencia marcada de dificultades en la conducta después de los 3 años es
índice de un funcionamiento deficiente.
Merced a su dominio recientemente adquirido sobre las palabras como
herramientas, como vehículos del pensamiento y como sustitutos, incluso, de la ira
y la oposición a ciegas, Tres ha empezado a superar las trabas de la infancia. Las
palabras empiezan a ser aceptadas también, como medio de cambio. Esto torna
su conducta más sociable, así el niño ingresa a una vida social mucho más
amplia.
El mundo exterior está lleno de cosas maravillosas y extrañas. Mucho es lo que
hay por descubrir y asimilar y muchas son las generalizaciones por hacer.
Si constitucionalmente es inestable y si su modo de crecimiento presenta
fluctuaciones amplias y erráticas, será en este momento cuando se hará presente
la falta de adaptación del niño.
Rasgos Evolutivos
Los tres años marcan una especie de culminación en el proceso de desarrollo
infantil. Está más seguro de sí mismo. Durante algún tiempo estará bien adaptado
a la cultura en cuyo seno se hallaba, más o menos flotante, cuando tenía 18
meses. Los choques de la primera época y la confusión de los 2 años han sido
superados por un bien definido sentido del yo, de apreciación de los otros y por la
comprensión de exigencias sociales.
Muestra interés en la rutina doméstica. Tal interés se extiende a los
acontecimientos y al ambiente fuera de la casa. Es un buen compañero y le gusta
agradar. Presta atención a las palabras y las usa como instrumentos, con los que
construye frases. Su lenguaje, ciertamente, está imitado a situaciones concretas.
A menudo pregunta “¿esto está bien?” o “¿se hace de esta manera?”. Tales
interrogantes revelan su madurez y la tendencia en desarrollo a proyectarse
ampliamente en el medio cultural. Demuestra comprensión de las exigencias de la
sociedad; desea mantenerse dentro de los límites adecuados.
Este positivo interés en adaptarse es un síntoma de maduración psicológica.
Representa una ganancia evolutiva. Sin duda, la naturaleza se preocupa de que
ese conformismo no se exceda; y así, el niño de 4 años, mostrará a su debido
tiempo, una tendencia a rebasar los límites. Pero a los 5 años, la naturaleza
nuevamente fijará los límites, y el niño a esta edad será más sumiso en las
situaciones formales y a las convenciones sociales.
Tales fluctuaciones de año a año, y a veces de semana a semana, son parte de la
fisiología del desarrollo. Son como el recíproco balanceo de flexores y extensores,
de derecha a izquierda, de asir y soltar, de inhibición positiva y negativa.
Algunas de las responsabilidades sociales del niño de 3 años están basadas en su
mayor madurez psicomotriz. Ha dominado lo esencial de la marcha, carrera,
escabullida, tirar, parar y volverse. Cuando camina lo hace teniendo en mente un
lugar de destino. Ha adquirido el control de los principios de la palanca; maneja
cucharas, sostiene adecuadamente un lápiz, etc.
En verdad, la figura psicológica del niño de 3años recuerda oscuramente las
primitivas etapas culturales de la evolución de la raza humana.
Pero el niño de 3 años engloba muchos de los rasgos de comportamiento
fundamentales de la cultura humana. Ya reconoce a otros y la existencia de cosas
y seres distintos de él. Puede esperar su turno; puede discutir o tratar; puede
cooperar en el juego con otros niños. Le agrada tanto participar como jugar solo.
Está adquiriendo la posibilidad y disposiciones posturales. Esto lo capacitará, a su
debido tiempo, para emplear la palabra como vehículo de sus ideas; lo cual
constituye el supremo modo de conducta del hombre como creador y constructor
de la cultura.
Es necesario hacer una apreciación diagnóstica de la madurez emocional, tanto
como de la madurez motriz del niño. Al igual que en los aspectos sensorio-
motrices del desarrollo, en el terreno emocional ocurren retardos y desviaciones,
los que se reflejan, particularmente, en el comportamiento personal-social.
Tres era una edad de transición, cuatro ya está avanzado en un nuevo camino. El
niño de cuatro años tiene una gran seguridad verbal, que puede llevarnos a creer
que tiene más conocimientos de los que en realidad posee.
Características motrices
Corre con mayor facilidad que el niño de tres, puede realizar el salto largo desde el
reposo o con impulso, mientras que el de tres sólo lo hace hacia arriba o abajo. Al
niño de cuatro años le gusta salir airoso de las pruebas. Posee una musculatura
de piernas más independiente, hay menos totalidad en sus respuestas corporales,
pierna, tronco, hombros y brazos no reaccionan tan en conjunto, haciendo parecer
que sus articulaciones son más móviles. Le proporcionan placer las pruebas
relacionadas con la coordinación fina. No hay preferencia unilateral tan dominante.
El dominio motor en la dirección oblicua es todavía imperfecto.
Características adaptativas
Conducta personal-social
Cuatro años representa una combinación de independencia y sociabilización.
Realiza las tareas con más cuidado y efectúa más comentarios sin que se lo
pidan. Ya puede vestirse y desvestirse casi sin ayuda Ya no hace siesta (si
continúan, son siestas largas de una hora a hora y media)
Por la noche trata de dilatar el momento de ir a la cama, pero una vez que se
acuesta se duerme enseguida y no necesita llevarse juguetes u otras cosas
consigo. Duerme ininterrumpidamente durante toda la noche sin tener que
levantarse. Va al baño solo y es muy poca la ayuda que necesita. Maneja sus
ropas sin grandes dificultades.
Es excelente para encontrar pretextos: “yo no puedo hacerlo porque mamá no me
deja”.
Demuestra cierta conciencia de la aptitudes y opiniones de los demás.
A despecho de sus crecientes poderes de razonamiento y su capacidad crítica, se
halla inclinado a lo que se ha dado en llamar temores irracionales, tales como el
miedo a la oscuridad, el miedo a los viejos, el miedo a los gallos, a las plumas y a
los copos de algodón. Los temores de este tipo pueden servir para recordarnos
que cuatro no está todavía tan maduro como su lenguaje parece indicar. Es
incapaz de realizar una distinción entre la verdad y la fábula.
El niño de cuatro años es hiperactivo: salta, brinca, trepa. Bulle de actividad
mental.
El niño de esta edad es voluble porque la red de neuronas que sustenta el
lenguaje florece con brotes que toman la forma de nuevas conjunciones, adverbios
y adjetivos, y una nueva sintaxis.
Esta es una etapa de crecimiento, el niño cuenta historias exageradas,
fanfarronea, chismea, inventa coartadas, insulta, estos son rasgos que se
compensan con sus atractivos. En ocaciones el niño parece tener conciencia del
proceso de crecimiento, se demuestra interesado en cumplir cinco años
Nombre Niño..............................................................................................................
Fecha Nacimiento.......................................................................................................
Edad.......................................................Edad corregida............................................
Antecedentes del parto ..............................................................................................
Antecedentes Mórbidos..............................................................................................
Nombre de la Madre.(o cuidador)..............................................................................
Asistencia a Jardín Infantil.........................................................................................
TEST NIÑO DE 1 AÑO
ACTIVIDAD
CARACTERÍSTICAS MOTRICES SI AI NO
Permanece sentado, erecto y sin ayuda, frente a la mesa de examen
Se le entrega un juguete desde un costado. El niño lo recibe
Entrega el juguete al examinador cuando éste se lo pide
Se le entregan los cubos de a uno (son tres). Los reúne rápidamente y los
golpea o empuja unos contra otros.
Cuando se le presenta el aro con la cinta, se dedica inmediatamente al
extremo de la cinta, la toma con facilidad y se apodera del aro. Maneja y
transfiere el aro y lo sacude tironeando de la cinta: sostiene el aro colgante
por la cinta.
Niño sentado en el suelo, se le ofrece la pelota y la acepta y, a pedido, se
la alcanza al examinador sin soltarla: ofrece la pelota sin soltarla.
Torsión en posición sentado y pasaje a la posición de gateo.
Puede pararse sosteniéndose de un mueble y trasladarse apoyándose en
el y luego vuelve a sentarse.
Puede caminar cuando se le sostiene de una sola mano.
CONDUCTA ADAPTATIVA
El examinador trata de inducir al niño a que haga una torre dos cubos. El
niño manipula los cubos, lo intenta, pero fracasa.
Aplica un cubo sobre otro sin soltarlos.
Sobre la mesa se colocan unos 6 cubos: el niño hace una aproximación
bimanual, se familiariza con ellos y los maneja en una forma controlada,
combinándolos uno a uno, sucesivamente agarra y suelta hasta cuatro
cubos.
Se coloca una taza a la izquierda del montón de cubos: toma la taza y
mete un cubo dentro de ella, pero sin soltarlo, luego el examinador deja
caer un cubo dentro de la taza; inmediatamente el niño extrae ese cubo y,
a su vez, deja caer un cubo dentro de la taza.
Sus ojos siguen la bolita mientras el examinador la coloca dentro de la
botella. El niño toma la botella, señalándola a través del vidrio, e intenta
sacarla: la bolita cae fuera de la botella.
Se le presentan la bolita y la botella (bolita a la derecha), el niño tome
correctamente la bolita e intenta, sin éxito introducir la bolita dentro de la
botella
Le es presentado un tablero con el agujero redondo hacia la derecha, el
examinador sostiene el tablero en su lugar y ofrece al niño el bloque
redondo. Este lo acepta y observa, selectivamente, el agujero redondo.
LENGUAJE
Ante el espejo observa, sonriente, su propia imagen, emitiendo sonidos
vocales, inclinándose hacia delante y acariciando el vidrio. Acepta y retiene
la pelota colocada en sus manos y la acerca a la imagen del espejo
aplicándola contra el vidrio.
Dos palabras además de papá y mamá.
Imita sonidos.
Responde a su nombre.
Responde a la expresión dame o alcánzame.
CONDUCTA PERSONAL – SOCIAL
Se informa que puede beber al menos un poco de leche de la taza.(*)
Come solo un galletita.
Exhibe varias gracias (chao).
Coopera en el vestido. (*)
TOTAL PRUEBAS
OBSERVACIONES................................................................................................................................
............................................................................................................................................................
- Las actividades deben ser realizadas en un ambiente tranquilo para el niño que
tenga las siguientes características:
- Superficie plana: de acuerdo a la edad esta corresponde al lugar donde el
niño pueda exhibir sus capacidades posturales y motrices gruesas. En
niños menores se utiliza una superficie de pruebas adaptada, mientras que
en los niños de edades avanzadas el piso se convierte en el lugar para el
despliegue del control postural.
- Superficie de menor dimensión: una silla y una mesa, sobre esta se colocan
los materiales que sirven como reactivos para estudiar la conducta
adaptativa y motriz fina.