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Aristóteles

 384.-Nace en Stágira, en Macedonia, al norte de Grecia. Descendía de familias de médicos (su


padre fue el médico oficial de la corte de Macedonia).

 367.- Ingresa como alumno en la Academia platónica, permaneciendo allí hasta el 347, año de la
muerte de Platón.

 Abandona Atenas, a causa quizás de la creciente animadversión de los atenienses contra los
macedonios porque había comenzado ya la expansión militar de Filipo, rey de Macedonia, un
despliegue que amenazaba la supervivencia de Atenas como polis.

 Se refugia en Assos y Mitilene (en la isla de Lesbos) bajo la protección del rey Hermías, gran
defensor de la filosofía. Apartado de la Atenas convulsionada políticamente, se dedica con
tranquilidad a su gran pasión: el estudio de la historia natural.

 En esta última ciudad recibe el encargo de ser preceptor de Alejandro (que por entonces tenía 14
años), por lo que regresa a su tierra. Pasa dos años (344-342) en Macedonia instruyendo al futuro
emperador y a un grupo de adolescentes de la corte. No debió quedar muy satisfecho de su tarea
pedagógica, porque años más tarde escribiría las siguientes palabras sobre aquella experiencia:

“Los jóvenes son por carácter concupiscentes e inclinados a hacer aquello que desean…
También creen que ya lo saben todo…Las injusticias las cometen por insolencia y no por
maldad”.

 En el 335 lo encontramos de nuevo en Atenas con Alejandro ya emperador. Como no desea


volver a la academia platónica (dirigida en aquel momento por su amigo, el matemático
Xenócrates) funda la suya propia, el Liceo o escuela peripatética. Allí enseñó hasta la muerte de
Alejandro (323) porque al resurgir de nuevo el odio (bien orquestado por el gran retórico
Demóstenes) hacia los macedonios, ha de escapar de nuevo para que no le procesen por impiedad
(“para que los atenienses no cometan el tercer pecado contra la filosofía.”).

 Se establece en Calcis (isla de Eubea), en donde morirá un años después (322) a consecuencia,
quizás, de un cáncer o úlcera de estómago.

 Vivió 18 años menos que su maestro Platón.

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A)
Lo primero que cabría decir sobre la filosofía de Aristóteles en general, y la metafísica en
particular, es su postura frente a la filosofía de Platón, a quien debió conocer bien pues pasó
veinte años de su vida en la Academia, nuestro autor llega a afirmar, refiriéndose a los platónicos,
que, aunque le son muy queridas la verdad y a la amistad, ha de preferir, a esta última, la primera.
Aristóteles critica la teoría de las Ideas básicamente porque si el ser de las cosas es su
“eidos”, su esencia, y ésta se halla separada de aquella, ubicada en el Mundo Inteligible (cosmos
noetos), entonces no existe ni la más remota posibilidad de llegar a saber qué son los seres de este
mundo, los entes, los seres naturales (considerados sombras, copias por Platón); por otro lado, si las
ideas son inmutables y los seres naturales “tienen en sí mismos el principio del movimiento y del
reposo”, las Ideas no pueden explicar por qué las cosas de acá, de este mundo, cambian; por lo
tanto, la Teoría de la Ideas nos la podemos ahorrar.
“Pero la aporía más importante con la que cabe enfrentarse es ésta: ¿de qué sirven las
formas o Ideas para entender y explicar las cosas sensibles…? Desde luego, no son
causas de su movimiento ni de cambio alguno suyo. Pero es que tampoco aportan
ayuda alguna ni en orden a la ciencia de las demás cosas: no son, en efecto, sus
esencia pues si lo fueran estarían en ellas, ni tampoco respecto de su ser, toda vez que
no son inmanentes a las cosas que de ellas se dice participan. Y es que, ciertamente, las
demás cosas no pueden provenir de las formas en ninguno de los sentidos en que
usualmente se dice «provenir de». Y decir, a su vez, que las formas son modelos y que
las cosas participan de ellas no es sino decir palabras vacías de significado y formular
metáforas poéticas”.

Así pues, la pretensión de Aristóteles será, ante esta perspectiva, el traer a las cosas lo que
Platón colocó fuera de ellas; si las ideas existen, o algo que se les parezca, se encontrarán en las
mismas cosas; en consecuencia, el objeto de las filosofía no será la Idea inmutable, universal...sino
la cosa singular, concreta y sujeta cambio: a esto es lo que llama el estagirita la substancia. El
objeto de la filosofía será, pues, hablar de la substancia, pero ¿qué es la substancia? (Texto 2)

“El ser se dice de muchas maneras” declara nuestro autor; en efecto, no es lo mismo decir
“esto es una mesa” que “esta mesa es marrón”; con la primera expresión nos estamos refiriendo a
una substancia “mesa” de la que predicamos (en la segunda) una cualidad, “marrón”, cualidad que
no podría existir si no existiese la substancia, soporte que da apoyo y fundamento a aquélla. Así
pues, existen seres que son substancias (esta mesa, este caballo, Sócrates… etc) y seres que son
accidentes (una cualidad, una cantidad, una acción, que no pueden darse sino en una substancia) que
podemos predicar de aquéllas. Por lo tanto, el ser más importante (y que debe ser explicado) es la
substancia, no la Idea platónica.
Se han puesto como ejemplo de substancia dos cosas, no obstante, bien distintas, a saber:
hemos dicho que substancia es “una mesa”, “un caballo” porque de ambas podemos predicar
accidentes (“bonita”, “veloz”). “Un caballo” existe “por naturaleza”, tiene en sí mismo un principio
de movimiento y de reposo. Por el contrario, “una mesa” existe, no por naturaleza sino por arte, y en
cuanto producto humano no posee tal principio, porque mientras un caballo puede (dadas las
circunstancias precisas) generar otro caballo, es imposible que de una mesa se produzca otra. De
todo lo que antecede se desprende que, cuando hablamos de substancias nos referiremos
fundamentalmente a la de los seres naturales (los animales, las plantas y los cuerpos simples como
el aire, agua, tierra y fuego), aunque incluyamos también, por comparación, los artificiales, que son,
obviamente, seres.

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Una vez establecido todo esto, Aristóteles se preguntará qué estructura y qué características
posee la substancia y recurre, para explicarla, a lo siguiente:

1. Teoría hilemórfica: Todo ser está compuesto de materia (“Hilé”) y forma (“morfé”); la
materia es aquello de lo que está hecho una cosa (el bronce en una estatua, por ejemplo; la
carne, en un caballo) y constituye el principio indeterminado de los seres. La forma, en
cambio, es aquello que informa o configura a la materia haciendo que una cosa sea esa cosa
y no otra (La Venus de Milo y no un Hermes; un caballo y no un burro); constituye, por
tanto el principio determinante de los seres. La forma es el principio definidor de la
substancia aunque el ser lo formen los dos.
Hay que señalar que estos principios son conceptos metafísicos, imposibles de separar porque
toda materia está informada siempre y porque toda forma se encuentra en alguna materia (esto
ultimo, a decir verdad, no está claro, porque Aristóteles admite la existencia de formas separadas,
como el Motor Inmóvil o Dios, pero esto es otra historia). La forma sería como la Idea platónica
encarnada en la materia.
2. Teoría de la Potencia y el Acto : Con estos dos conceptos intenta explicar a fondo lo que es
el movimiento: Todos los seres (excepto Dios) son una cosa, pero pueden ser a la vez otra:
así, por ejemplo, un grano de trigo que sembramos es eso, un grano ahora, pero si todo va
bien, de él surgirá con el tiempo una hermosa espiga, espiga que no aparece por generación
espontánea, sino que estaba de alguna manera presente en el grano; a esto Aristóteles lo
llamará potencia, aquello que algo puede llegar a ser, y cuando llega a ser, eso que estaba
antes en potencia se convierte en acto (espiga), pero el cambio continúa
ininterrumpidamente (los seres, las substancias, son así, inconsistentes, siempre trocándose
en lo que pueden ser, siempre actualizando sus potencias...). En consecuencia, el
movimiento se explicará como el paso de la potencia al acto, porque el cambio no se apoya
en el vacío, sino en algo que está ya en acto (del grano en acto surge la espiga, del bebé en
acto se genera el hombre, de la madera en acto se hace una mesa).
Comparando todo esto con la teoría hilemórfica diremos que la materia está en potencia
(dispuesta a recibir las nuevas formas para las que está en potencia), mientras que la forma
es acto. Si existiese una forma sin materia, por fuerza esta forma sería acto puro, sin
potencia (así es el Motor Inmóvil o Dios). Es más importante la forma que la materia y, de
igual manera, el acto que la potencia (vale más ser ya arquitecto en acto que poder serlo en
potencia).
“Habiendo quedado ya distinguido, dentro de cada género, lo que es en acto
(entelequia) y lo que es en potencia, el movimiento es el acto de lo que está en
potencia en tanto que tal: por ejemplo, la alteración ese el acto de lo alterable en
tanto que alterable; el crecimiento y la disminución lo son de lo que es capaz de
crecer y de disminuir…; la generación lo es de lo generable y de corruptible; el
desplazamiento de lo desplazable.Que esto es el movimiento resulta evidente por lo
siguiente: en efecto, cuando lo edificable –en cuanto decimos que es tal- se actualiza,
se está edificando, y en esto conste la edificación. Y lo mismo cuando se aprende, se
cura, se salta o envejece”. (Física).

3. Teoría de las Causas: Hasta ahora se han explicado los principios constituyentes de los
seres (substancias) y )en qué consiste el movimiento, pero no por qué; es hora ya de tratar
esta cuestión: el movimiento existe porque existen las causas ( de lo contrario todo estaría en
reposo). Su número es cuatro: causa material que responde a la pregunta de qué está hecho
un ser (el bronce en una estatua); causa formal que contesta a la pregunta sobre qué sea un
ser (el Auriga de Delfos); causa eficiente que responde a la pregunta sobre quién o que lo
hizo (el escultor), y, por último, la causa final, que explica el fin para el que está hecho el
ser en cuestión.
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Es relativamente fácil distinguirlas en los seres producidos por arte; con los naturales,
en cambio, es mucho más complicado porque no se detectan claramente las cuatro causas del
movimiento ya que la causa formal será, además de la causa correspondiente, la causa
eficiente (la energía que hace moverse a los seres) y la causa final, el término, el “ telos”
propio, al que todos los seres se dirigen internamente.
“Es preciso adquirir la ciencia de las primeras causas y principios pues, en efecto,
decimos que sabemos una cosa cuando creemos conocer su causa primera. Y las
causas se dividen en cuatro, una de las cuales decimos que es la substancia y esencia…;
otra, la materia o el sujeto; la tercera aquella donde procede el principio del
movimiento, y la cuarta. La que se opone a ésta, es decir, la causa final o el bien, pues
este es el fin de cualquier generación y movimiento. Aunque hemos tratado
suficientemente de las cusas en la Física, recordemos, sin embargo, a los que se
dedicaron antes que nosotros al estudio de los entes y filosofaron sobre la verdadera
realidad, pues es evidente que también ellos hablaron de ciertos principio y causas.
Esta revisión será útil para nuestra actual indagación; pues o bien descubriremos
algún otro género de causa, o tendremos más seguridad en las que acabamos de
enunciar”. (Metafísica

Ahora ya estamos en disposición de decir que el grano de trigo se mueve porque a)


posee internamente una energía que le impulsa al movimiento (causa eficiente) y b) para
alcanzar la forma que persigue, todavía en potencia, ser espiga. El sueño, pues, del grano,
como de todo ser, es alcanzar su perfección como ser; dicha aspiración es una causa, el fin o
el “telos”, y es a la que Aristóteles concede la máxima importancia: todos los seres tienden a
su fin, a su forma más perfecta; es, pues, el fin, lo que todavía no es en acto, lo que atrae
(mueve) a las substancias hacia su consecución. A todo ello se le llama teleología. Por eso
las cosas se mueven, y por eso la naturaleza “no hace nada en vano”; todo está ordenado a
su fin propio. Todos los seres, incluso el universo entero, se mueven porque tienden, sin
conseguirlo, (es obvio, dada la limitación de su esencia), hacia un Ser que los atrae y que los
mueve como Causa Final: este Ser es Dios, Motor Inmóvil, una causa que mueve al mundo
como objeto de deseo, sin preocuparse ni hacer nada por el mundo.
“Pero desde el momento en que hay un ser que mueve, permaneciendo él inmóvil, aun
cuando exista en acto, este ser no es susceptible de ningún cambio. En efecto, el cambio
primero es el movimiento de traslación, y el primero de los movimientos de traslación es el
movimiento circular. El ser que imprime este movimiento es el motor inmóvil. El motor
inmóvil es, pues, un ser necesario, y en tanto que necesario, es el bien.” Metafisica VII

Antropología aristotélica

Naturalmente el hombre es una substancia y como tal está, de igual manera, compuesta de
materia y forma (resultante de aplicar la teoría “hilemórfica”); la materia es el cuerpo y el alma es la
forma. El alma es el principio vital, y el cuerpo, al estar informado por el alma, se encuentra en
movimiento, o sea, está vivo. El cuerpo y el alma, en principio no pueden separarse sin que se
destruya el compuesto, el hombre (de donde se seguiría, frente a Platón, que el alma no puede existir
sin el cuerpo, luego no sería inmortal).
“El alma es aquello por lo que vivimos, sentimos y razonamos primaria y radicalmente.
Luego habrá de ser definición y forma específica, que no materia y sujeto. En efecto,
dado que, como ya hemos dicho, la entidad se entiende de tres maneras, -bien como
forma, bien como materia, bien como el compuesto de ambas, y que por lo demás, tal

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materia es potencia mientras que la forma es entelequia, y, puesto que, en fin, el
compuesto de ambas es el ser animado, el cuerpo no constituye la entelequia del alma,
sino que, al contrario, ésta constituye la entelequia de un cuerpo, Precisamente por esto
están en lo cierto cuantos afirman que el alma ni se da sin un cuerpo ni es en sí misma
un cuerpo. Cuerpo, desde luego, no es, pero sí algo del cuerpo.” (Acerca del Alma).

En la forma humana está incluida tanto la función vegetativa (crecimiento, nutrición...etc)


como la función sensitiva (que corresponde actividades estrictamente animales), además de la
función intelectual, específicamente humana. Así el hombre es un animal racional, un animal que
piensa; el hombre es un ser vivo que ha de actualizar sus potencias congénitas, un ser que ha de
elegir (asunto de la ética) una entre muchas posibilidades de la vida humana. (Texto 1.6)

FACULTADES DEL ALMA

Nutrición sensación Intelección

Plantas Animales Hombres

De esta consideración antropológica se derivan dos importantes consecuencias:

1ª.- Su epistemología o teoría del conocimiento: Al formar el hombre una unidad substancial
alma-cuerpo conocemos la realidad a través de la sensación, esas “ventanas” que el cuerpo posee y
que nos comunican con el mundo. No existen ideas innatas como Platón había sostenido.
Aristóteles mantendrá que el hombre conoce a través del cuerpo, que nada hay en el entendimiento
que no haya pasado antes por los sentidos (por cierto, algo muy parecido van a afirmar los
empiristas).
“Por naturaleza los animales nacen dotados de sensación; y ésta engendra en algunos
la memoria, mientras en otros no. Y por eso los primeros son más aptos para aprender
que lo que no pueden recordar…Los animales viven con imágenes y recuerdos y
pueden así tener experiencia. En cambio, el género humano dispone, además, de arte
y del razonamiento”.

Ahora bien, si lo primero que conocemos es algo que nos entra por los sentidos, o sea, algo
que es singular, concreto (abrimos los ojos y aparecen en la pantalla de nuestra retina árboles, o
mesas, o coches...etc, todos contables por ser singulares); aquí, sin embargo, no se agota el
conocimiento humano, que es universal, conceptual (hablamos de árbol en abstracto, o de la mesa,
o del coche, sin referirnos a ninguno en especial, sino a todos ellos), fundamento del conocimiento
científico. Cuando un científico habla de un tipo de bacteria, no se refiere a la que acaba de
observar al microscopio sino al todo universal, a todas las bacterias de ese tipo.
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“Del recuerdo nace en los hombres la experiencia, pues muchos recuerdos de la
misma cosa llegan a constituir una experiencia. Y en cierto modo, la experiencia
parece semejante a la ciencia, pues ésta llega a los hombres a partir de la
experiencia…, ya que, en efecto, nace cuando de muchas observaciones singulares de
la experiencia surge una noción universal sobre los casos semejantes”.

En Platón las ideas son innatas y universales, de tal manera que quien conoce la idea conoce,
a su vez, los singulares a los que engloba; en Aristóteles, en cambio, dada su concepción
antropológica, lo universal debe ser “construido”, “fabricado” a partir de los singulares.
¿Cómo llega el niño a captar el concepto de “árbol”? Simplemente, viendo, es decir, teniendo
experiencias de muchos árboles y percatándose de que en todos ellos hay algo que tienen en común
(aquello que los hace ser árboles y no otra cosa, su forma común). Pues bien, un concepto se
construye a partir de lo que tienen en común: así funciona el entendimiento humano y así resulta el
conocimiento del hombre (frente al de los animales que siempre es singular.

El paso de lo singular a lo universal es lo que cualquier psicólogo actual llamaría “proceso de


abstracción” (que no es otra cosa de separación, análisis entre lo esencial y lo accidental de un
conjunto de cosas) este proceso de abstracción es tan importante, que lo realiza el Entendimiento
Agente, al que Aristóteles considera “divino” y que parece ser que es la única “parte” del alma que
es inmortal.

TIPOS DE SABERES: Saberes técnicos - Saberes prácticos - Saberes teóricos

2ª.- Su Ética y Política: Ya se ha señalado que el hombre es una substancia, un ser natural
que posee en sí mismo el principio del movimiento por poseer una forma. Este movimiento persigue
un fin, un “telos”, o lo que es lo mismo, adquirir la forma que le es propia y sea, a la vez, la más
perfecta, dadas sus potencialidades; desde el punto de vista estrictamente biológico, el fin viene ya
determinado, como en cualquier otro animal instintivamente, dado que el fin al que todos los seres
tienden es su bien ya que “el bien es lo que todos los seres apetecen”. Desde el punto de vista
humano el bien, el justo bien al que se aspira, como el justo medio, se eligen. La ética trata de eso:
cuál sea el bien al que los hombre deben tender; se trata de establecer los bienes-puentes (medios y
el bien (fin) último (éste no se elige, se impone porque todo ser y todo hombre desean la felicidad).
La ética trata, en consecuencia de los medios que nos conducen a tal fin (es una ética
“eudemonista”).

El hombre es un ser dinámico, ya lo hemos dicho, pero hay que distinguir entre hacer cosas
(una casa, un examen, un libro) y hacerse; en el hacer cosas, “el hacer” es distinto de la obra, del
producto (una cosa es hacer una casa y otra su producto, la casa ya hecha). En el “hacerse”, por el
contrario, no hay distinción hacer-obra. Todos los hombres tienen una obra que hacer y esa obra es
su propia vida, vida que no está determinada sino que se elige (por eso es tan importante elegir
bien); a este hacer, que es un hacerse, lo llama “praxis”, saber vivir (más urgente, por supuesto, que
saber hacer cosas). La Ética consiste, pues, en saber vivir.

¿Cómo ser felices? Podemos ser felices desarrollando las capacidades que nos son propias.
Pongamos un ejemplo: si a un caballo se le pudiese preguntar por su felicidad, nos diría que a él lo
que le gustaría sería retozar, comer buena hierba, y todo aquello que se supone que debe hacer un
caballo. ¿Cuál la actividad propia del hombre? No es la nutrición (aunque nos sea muy necesaria)
que nos es común con animales y plantas; tampoco la sensación, que compartimos con los animales.
Debe ser, pues, la razón, por ser aquello que nos caracteriza.

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“Después de haber tratado acerca de las virtudes, la amistad y los placeres, nos resta
una discusión sumaria acerca de la felicidad, puesto que la hemos colocado como fin de
todo lo humano (…)

Dijimos que la felicidad no es un modo de ser, pues de otra manera podría pertenecer
también al hombre que pasara la vida durmiendo o viviera como una planta…Ya que
esto no es satisfactorio, la felicidad ha de ser considerada, más bien, una actividad,
como ya explicamos antes. Y si, de las actividades, unas son necesarias y se escogen por
causa de otras, mientras que otras se escogen por sí mismas, es evidente que la felicidad
se ha de colocar entre las cosas que son deseables por sí misas y no por causa de otras”.
(Ética a Nicómaco).

Ahora ya estamos en disposición de afirmar que sólo podemos ser felices realizando nuestra
actividad propia, la actividad racional o intelectual, la actividad más elevada. No basta con llevar a
cabo esta actividad, es preciso hacerla bien, o sea, con virtud, porque ésta es la disposición por la
que algo cumple bien su función (por la virtud, el ojo ve bien); así, nos dice Aristóteles que el bien,
la felicidad para el hombre, es el cumplimiento, conforme a la virtud, de la función que le es propia.

“Algunos creen que los hombres llegan a ser virtuosos y buenos por naturaleza, otros
por el hábito, otros por la enseñanza y el razonamiento. Ahora bien, está claro que la
parte de la naturaleza no está en nuestras manos alcanzarla, sino que está presente en
aquellos que son verdaderamente afortunados por alguna causa divina, El
razonamiento y la enseñanza no tienen, quizá, fuerza en todos los casos, sino que el
alma del discípulo, como tierra que ha de nutrir la semilla, debe primero ser cultivada
por los hábitos…Por eso, la educación y las costumbres de los jóvenes deben ser
reguladas por las leyes, pues cuando son habituales no se hacen penosas.” (Ética a
Nicómaco).

Pasemos, pues, a la virtud; sabemos que forma parte, debe hacerlo al menos, de la actividad
racional. El que actúa racionalmente sacará de las circunstancias siempre el mejor partido posible, a
la manera del capitán que, por débil que sea su ejército, lo conduce a la victoria. Existen en
Aristóteles dos tipos de virtudes:

 Virtudes éticas: Forma permanente de obrar (hábito) que tiende a huir tanto del exceso como del
defecto, ajustándose al término medio; o bien un hábito selectivo que consiste en un término
medio relativo a nosotros, determinado por la razón y por aquella por la cual decidiría el hombre
prudente: actitud racional que ordena nuestras pasiones y acciones según lo conveniente; el
valiente no es aquél que no tiene miedo sino el que lo supera si la ocasión así lo aconseja, y huye
tanto del exceso de miedo (la cobardía) como de su defecto ( la temeridad); ser glotón es comer
más de lo necesario, el inapetente ingiere menos alimentos de los que necesita, por eso la
moderación es la virtud. No es fácil ser virtuoso porque, si nos dejamos abandonar lo frecuente
es sobrepasarse o no llegar o, lo que es lo mismo, caer en los vicios. La virtud es el resultado de
la práctica y se aprende con el ejercicio (hábito), como el escultor perfecciona su técnica, con un
entrenamiento constante, para hacer una obra de arte. Todas las virtudes éticas forman lo que se
conoce con el nombre de Sabiduría Práctica.

 Virtudes dianoéticas: Como, según el estagirita, todos los hombres tienen deseos de saber,
aquél que desarrolle mejor sus capacidades intelectuales será, en consecuencia más feliz. El
sabio aspira, no a los justos medios, sino al justo fin: la actividad más alta : la “theoría”, la
contemplación; en esto consistiría la Sabiduría Teórica.

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“Si la felicidad es una actividad conforme a la virtud, es razonable que la máxima
felicidad sea una actividad de acuerdo con la virtud más excelsa, y ésta será una actividad
de la parte mejor y superior del hombre. Ya sea, pues, el intelecto, ya otra cosa, lo que, por
naturaleza, parece mandar y dirigir y poseer el conocimiento de los objetos nobles y
divinos, siendo esto mismo la parte más divina que hay en nosotros, su actividad de acuerdo
con la virtud que le es propia será la felicidad perfecta. Y esta actividad, como ya ha
quedado dicho, es la actividad de la mente que es puramente contemplativa…Ella,
entonces, será la perfecta felicidad del hombre.” (Ética a Nicómaco).

Naturalmente, Aristóteles no está pensando en santos ni en monjes: La virtud sólo es posible, y


así la felicidad, si se tienen los suficientes recursos materiales.

POLÍTICA

Pero el individuo aislado no puede alcanzar la felicidad porque no se basta a sí mismo;


necesita de la “polis”, de la sociedad, y de esa forma la Ética desemboca de manera natural en la
Política, techo lógico de todo el entramado filosófico aristotélico. Lo que se le pide a la “polis” son
dos cosas: a) que permita el desenvolvimiento de la vida personal, que haga posible la felicidad y b)
que sea estable, que dé seguridad.

La concepción organicista del Estado hace que Aristóteles considere a la sociedad, frente a
los sofistas contemporáneos o a los ilustrados del XVII, como algo natural (y no producto de una
convención humana). De igual manera, el hombre es para él un “animal político”, un animal social.
Esto es muy importante porque sólo así se puede entender su afirmación de que la Ciudad es el fin
(“telos”) de la familia, de la aldea y, por supuesto, del individuo. La polis es una especie de
organismo, una totalidad donde las partes (individuo, familia, aldea) están en función del todo y son
posteriores a él. Por eso una parte no pude existir sin el todo (el que es capaz de vivir al margen de la
sociedad o es un animal o es un dios). La sociedad es anterior al individuo (como el cuerpo es
anterior al hígado, por ejemplo, y no puede vivir fuera de aquel). La sociedad no es, en consecuencia,
un agregado de partes. La sociedad no es algo artificial sino natural. La sociedad es superior a la
aldea y a la familia porque es el extremo de toda suficiencia (autarquía): ni una familia ni un
conjunto de aldeas podrían vivir satisfactoriamente, requieren la protección del Estado, de la polis.

Aunque el Estado sea algo natural, no por ello se sigue que cualquier estado sirva al objetivo
de “vivir bien”; es fundamental su organización política, su constitución. Aristóteles no impone,
como Platón, el gobierno de los mejores; su realismo le obliga a decir que cualquiera forma de
gobierno es positiva si tienen en cuenta el bien común.
Divide así los gobiernos en aquellos que procuran el interés común y aquello que tan sólo se
preocupan de su propio interés.

 Cuidan el bien común:


o La monarquía: o gobierno de uno solo; uno que fuera lo suficientemente
noble y sabio para sobresalir de entre todos los ciudadanos (lo que ocurre que
esto es sumamente difícil encontrarlo).
o La Aristocracia: o el Gobierno de unos cuantos hombres cuya excelencia en
la sabiduría y virtud los hiciese respetables (esto también es difícil dar con
ello).
o La politeya: o el gobierno de la clase media que sea capaz alternativamente de
mandar y obedecer, eligiendo siempre a aquellos que puedan desempeñar bien
su función pública. Quizás sea esta la forma mejor de gobierno por ser la más
estable y duradera.

 No protegen el bien común:


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o La tiranía: lo contrario de la Monarquía.
o La oligarquía: lo opuesto a la Aristocracia.
o La democracia: que sería el régimen que permitiese a todo el mundo, incluido
ignorantes, a intervenir en la vida pública, y que sería la desviación de la
Politeya.

Un estado debe satisfacer las necesidades de los individuos (necesidades materiales) y atender
(o, al menos, poner los medios) a sus necesidades espirituales. Como señala Julián Marías en el
prólogo a la Política de Aristóteles: “lo que se le pide a la politeia son dos cosas: desde el punto de
vista del individuo, que permita el desenvolvimiento de la vida personal y, por consiguiente, haga
posible la felicidad; desde el punto de vista de la polis, que exista efectivamente y que sea estable,
que tenga seguridad”.

LA JUSTICIA

JUSTIC JUSTICIA JUSTICIA PARCIAL


INTEGRAL/
LEGALItA
-Cumplimiento de la LEY, Tiene que ver con el respeto de la igualdad de
(Símbolo del orden los ciudadanos.
INTEGRAL/ LEGAL
cósmico). (“Cuando se trata ente iguales, lo bueno y lo
- Hace mención al orden justo es que tengan partes iguales y
global de la polis. semejantes”).

JUSTICIA
CONMUTATIVA
JUSTICIA DISTRIBUTIVA
- Igualdad aritmética.
- Ordena las relaciones - Igualdad en las
contractuales. proporciones.

- Ordena la distribución de
bienes y honores según

La educación de cuerpo y del alma que son la base de la hechura de los ciudadanos
excelentes. A esta educación solo asistirían los ciudadanos libres, naturalmente.

http://www.youtube.com/watch?v=VMV4mXuSMMo&feature=relmfu

CUESTIONARIO ARISTÓTELES

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ÉTICA A NICÓMACO Libro II, 4-5-6

1. Comienza Aristóteles por señalar que existen tres cosas en el alma: las pasiones, las
facultades y los hábitos. Pues bien, ¿qué son las facultades, las facultades y los hábitos?
¿A cuál de estas cosas correspondería la virtud y por qué?
2. Cuando llamamos a alguien bueno, ¿lo hacemos por sus pasiones? ¿por sus facultades?¿ o
por algo distinto? Explíquese brevemente.
3. Si la virtud no puede ser ni facultad, ni pasión (no se nos llama buenos por tener una u
otra pasión, ni por disponer de una u otra facultad), entonces, ¿qué es?
4. Definición genérica de virtud (no olvides que los griegos entendían por virtud la
“excelencia”).
5. Después de poner varios ejemplos de excelencia, le corresponde ahora determinar la
excelencia humana; ¿en qué términos lo hace?
6. A partir de aquí, Aristóteles nos prepara para que entendamos la virtud ética entendida
como “término medio” de un continuo en el que se puede distinguir teóricamente entre un
exceso y un defecto. Pero hace una distinción en ese continuo (tomando como criterio dos
puntos de vista diferentes); ¿En qué consiste dicha distinción?

7. ¿A qué se refiere por “término medio de la cosa” y por “relativamente a nosotros”?


Póngase otro ejemplo distinto del que utiliza el autor en este párrafo.
8. Entonces, ¿hay que buscar el término medio de la cosa, o el término medio relativo a
nosotros?

9. ¿Por qué se utiliza aquí el ejemplo de la obra de arte? ¿tendría que ver todo esto con la
sofrosine? Explíquese. ¿Será acaso que el autor cree que debemos de hacer de nuestra
propia vida “una obra de arte”?
10. La virtud ética, se nos dice, tiene que ver con la forma como administramos (bien o mal)
nuestras pasiones y nuestras acciones. Señálense ejemplos de pasiones y de acciones en el
propio texto (o de propia cosecha).
11. A la luz de las líneas que siguen, ¿qué es más fácil: equivocarse o acertar? ¿Por qué?
12. Definición de virtud. Después de definirla (y memorizarla), explíquese “hábito selectivo”,
“determinado por la razón”, “y por aquello por lo que decidiría un hombre prudente”.
13. Así es la virtud ética entendida como término medio; sin embargo si tomamos la virtud
“desde el punto de vista de lo mejor”, entonces nos debemos referir a un extremo y no al
medio (piénsese en esto cuando definamos la virtud dianoética).
14. Sin embargo hay restricciones a la doctrina del término medio, porque no debemos
aplicarla sin más a todas nuestras acciones o pasiones, ¿cuáles y por qué?

ÉTICA A NICÓMACO Libro X 6-7-8

1. El fin (telos) del hombre es la felicidad. Ahora bien (nos aclara) la felicidad no puede
considerarse un hábito sino una actividad, pero hay actividades que realizamos con vistas
a poder llevar a cabo con ellas otras actividades (por ejemplo las diversiones y los
placeres); por contra, la actividad que nos hace felices ¿la elegimos por ella misma o la
consideramos un medio para otra actividad posterior? ¿Por qué?
2. Cuál es esa actividad que nos hace felices? ¿Y cuál es “la parte mejor del alma”?

3. Define la “actividad contemplativa”. ¿Qué características posee dicha actividad? ¿Por qué
es la más excelente?
4. Esa actividad que nos perfecciona nos proporciona la “autarquía”. ¿Qué es? ¿Por qué la
virtud contemplativa, frente a las virtudes morales, no precisa de nadie salvo de uno
mismo?
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5. Por otro lado, se nos dice que mientras las virtudes morales no se quieren por sí mismas
sino con vistas a conseguir algo con ellas, la actividad contemplativa sí se ama por ella
misma. ¿Por qué se relaciona todo esto con el ocio?
6. Líneas más abajo hay una frase inquietante:”…en cuanto hay en él (el hombre) algo
divino, y en la medida en que ese algo es superior al compuesto humano”. ¿A qué se
puede estar refiriendo? ¿Se podría relacionar esta frase con la actividad del Motor
Inmóvil? ¿cómo?
7. Las virtudes morales, leemos más abajo, son humanas porque organizan la vida en lo que
tienen que ver con las acciones y los sentimientos, y por ello son las virtudes del
compuesto alma cuerpo; si se consigue vivir conforme a ellas se obtiene una felicidad
humana. No le ocurre lo mismo a la virtudes dianoéticas o intelectuales (que están
separadas del compuesto) para las que esas cosas (fuerza, riquezas…etc) son más bien un
estorbo.
8. Las virtudes morales, leemos más abajo, son humanas porque organizan la vida en lo que
tienen que ver con las acciones y los sentimientos, y por ello son las virtudes del
compuesto alma cuerpo; si se consigue vivir conforme a ellas se obtiene una felicidad
humana. No le ocurre lo mismo a la virtudes dianoéticas o intelectuales (que están
separadas del compuesto) para las que esas cosas (fuerza, riquezas…etc) son más bien un
estorbo.

9. En el párrafo final del texto se rebaja la autarquía del hombre contemplativo porque
incluso el sabio, aunque pocas, posee también necesidades que deben ser satisfechas con
bienes exteriores. ¿necesitará el sabio superabundancia de ellos para ser feliz?

POLÍTICA, Libro I, 1-2-3

1. En las primeras líneas ya se nos informa que la polis es una comunidad y que, como toda
comunidad, está constituida con un objetivo: conseguir un fin, un bien. La polis también es
una totalidad (nos dice unas líneas más abajo) pero para entenderla bien nos propone pasar a
analizar las partes de ese todo empezando por las relaciones básicas entre individuos primero,
para pasar, después, al estudio de sus elementos esenciales: la familia y la aldea.
2. Háblese de los dos tipos de relaciones: hembra-macho y señor-esclavo.
3. ¿Qué fin persigue la familia (la casa)?
4. ¿Qué constituye la agrupación de varias casas?
5. ¿Cómo se llama la comunidad compuesta de varias aldeas?, que sea “el extremo de toda
suficiencia”, ¿qué querrá decir? En la misma línea nos dice que la polis tiene un objetivo
claro ¿Cuál?
6. La polis es una de las cosas naturales y el hombre es un animal social. Pero Aristóteles señala
la diferencia radical entre la sociedad humana y otros animales gregarios como las abejas. ¿en
qué consiste dicha diferencia?
7. El hecho de que Aristóteles entienda la polis no sólo como algo natural sino como una especie
de organismo, hace que afirme que ella, la polis es “anterior a la casa y a cada uno de
nosotros”. ¿Por qué será?

8. Qué le pasará al que no pueda vivir en sociedad o no necesite nada?

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