Está en la página 1de 33

GERARDO BOTERO ZULUAGA

Magistrado ponente

SL4085-2017
Radicación n.° 46856
Acta 10

Bogotá, D. C., veintidós (22) de marzo de dos mil


diecisiete (2017).

Decide la Sala el recurso de casación interpuesto por


ALFREDO ZWINGGI GRANADOS, contra la sentencia
proferida por la Sala Laboral del Tribunal Superior del
Distrito Judicial de Bogotá D.C., el 10 de Marzo de 2010, en
el proceso que instauró el recurrente contra CREDIT
SUISSE.

I. ANTECEDENTES

ALFREDO ZWINGGI GRANADOS llamó a juicio a


CREDIT SUISSE, con el fin de que se declare: que existió
entre las partes un contrato de trabajo a término
indefinido, que se ejecutó en Bogotá, en el que el
demandante fue representante del banco demandado en
Colombia; que en virtud del principio de territorialidad, la
Radicación n.°46856

normativa aplicable es el Código Sustantivo del Trabajo;


que la demandada no le canceló ninguna de las acreencias
que reclama, ni los aportes al sistema de seguridad social
integral; que su salario mensual fue de $25.600.000, y que
se le adeudan por el empleador $188.323.000, por concepto
de anticipo al impuesto a la renta del año 2004.

Como consecuencia de lo anterior, solicita se condene


al banco demandado a pagarle cesantías, intereses de
cesantías, indemnización por la no consignación de
cesantías, primas de servicios, vacaciones, indemnización
moratoria, traslado de reserva actuarial a un fondo de
pensiones por no afiliación, devolución de anticipo de
impuestos, indexación, lo que resulte probado por las
potestades ultra y extra petita, más las costas y agencias en
derecho.

Fundamentó sus peticiones, básicamente, en lo


siguiente: que el banco demandado tiene domicilio en
Zurich (Suiza) y oficina de representación en Colombia,
según autorización de las autoridades colombianas; que se
vinculó laboralmente con esa entidad a través de un
contrato laboral a término indefinido entre el 1º de abril de
2004 y el 31 de octubre de 2007, cuando renunció; que su
cargo fue el de representante del banco empleador en
Colombia, promoviendo sus productos en el país; que
prestó el servicio en Bogotá D.C.; que no obstante el
principio de territorialidad, el banco llamado al proceso
nunca cumplió la legislación colombiana y no le reconoció
las prestaciones laborales a que tenía derecho, las cuales

2
Radicación n.°46856

reclama; que no disfrutó de vacaciones y tampoco recibió


compensación por ello; que como retribución de sus
servicios devengaría una suma anual de 180.000 francos
suizos, suma que a la tasa de cambio de 2007, cuando
terminó el vínculo, equivalía a $308.340.000 anuales, o
$25.695.000 mensuales; que con antelación al vínculo
laboral, es decir, en el año 2003, constituyó un anticipo,
imputable al impuesto de renta del año 2004, que ascendió
a $188.323.000; que se pactó que esta suma la asumiera la
demandada, pero en la liquidación del impuesto del año
2004, del valor del impuesto a pagar, esta dedujo el valor
del anticipo mencionado, beneficiándose injustificadamente
de un pago que no cumplió, y que ha reclamado
infructuosamente el pago de los créditos que ahora
demanda (fls 2-10 y 55-68).

Al dar respuesta a la demanda, la parte accionada se


opuso a las pretensiones, afirmando que el actor suscribió
en el exterior un contrato laboral con la demandada, que
tuvo un suplemento donde se comprometió a prestar sus
servicios en Colombia, quedando vigente, no obstante, el
nexo contractual original, en el que se acordó que su
asignación en Colombia podía finalizar, sin terminar la
relación en Suiza. Agregó, que lo que el demandante
pretende es que se le aplique lo mejor de las legislaciones
laborales de Suiza y de Colombia, y que en todo caso, lo
acordado con el demandante en materia de retribución de
sus servicios fue un salario integral, por lo que no pueden
prosperar las pretensiones relativas a prestaciones sociales,
aparte de que, las vacaciones fueron reconocidas al

3
Radicación n.°46856

demandante y disfrutadas por él, mientras las cotizaciones


a pensiones se hicieron por el banco al sistema suizo,
deviniendo en ilegal que el reclamante pretenda pensionarse
en Colombia y en el exterior.

En cuanto a los hechos, aceptó que es un organismo


financiero, con sede en Suiza; que suscribió con el
accionante, en Zurich, un contrato de trabajo para la
prestación de sus servicios, el 1º de abril de 2004, con el fin
de que este fuera su representante en Colombia; que el
lugar de prestación de servicios fue Bogotá; que no dio
aplicación a la legislación laboral colombiana, sino a la de
Suiza, sujetándose al contrato suscrito en Zurich; que es
cierto que no pagó al demandante las prestaciones sociales
demandadas, pero porque el contrato laboral se pactó con
referencia en las leyes suizas; que la remuneración anual
inicialmente pactada fue de $180.000 francos suizos, pero
que posteriormente la misma se varió a 5.833.33 francos
suizos mensuales. Negó que la legislación colombiana
reconozca algún derecho al demandante, así como que le
adeude a este, vacaciones. También negó que la oficina del
banco demandado en Colombia hubiera asumido
obligaciones laborales o fiscales con el accionante, y que se
hubiera hecho reclamación laboral alguna al banco
demandado, pues la que se hizo fue a la oficina en
Colombia.

Expresó no constarle los hechos 18, 19, 21 y 22 de la


demanda, todos relativos al anticipo al impuesto de renta
del año gravable 2004, del actor.

4
Radicación n.°46856

En su defensa propuso las excepciones perentorias de


Falta de causa y título para pedir, Inexistencia de las
obligaciones reclamadas, Cobro de lo no debido, Buena fe
de la demandada, y los hechos probados a favor de la
demandada que constituyan excepción, al tenor del artículo
306 del Código de Procedimiento Civil ( fls 81-99 ).

II. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA

El Juzgado Veinticinco Laboral del Circuito de Bogotá,


al que correspondió el trámite de la primera instancia,
mediante fallo del 30 de julio de 2009 (fls. 234 y 234 bis),
declaró la existencia entre las partes de un contrato de
trabajo a término indefinido, regido por la legislación
colombiana, que se ejecutó entre el 1º de abril de 2004 y el
31 de octubre de 2007, condenando a la demandada a
pagar al demandante cesantías, intereses de estas, sanción
por no consignación de cesantías y prima de servicios, todo
en francos suizos. Absolvió a la demandada de las demás
pretensiones de la demanda.

III. SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA

Previa apelación de ambas partes (fls 241-243 y 245-


249), la Sala Laboral del Tribunal Superior del Distrito
Judicial de Bogotá D.C., mediante fallo del 10 de marzo de
2010, revocó la sentencia de primera instancia y absolvió a

5
Radicación n.°46856

la demandada de todas las pretensiones de la demanda (fls


256-267).

En lo que interesa al recurso extraordinario, el


Tribunal consideró como fundamento de su decisión, que
en el trasfondo del proceso lo que se debate, es cuál
legislación laboral resulta aplicable, la de Suiza o la de
Colombia; que el artículo 2º del Código Sustantivo del
trabajo hace referencia a la aplicación territorial de ese
estatuto; que la jurisprudencia de esta Sala de la Corte
concuerda en que la norma referida acoge la teoría de la
Lex Loci Solutionis, es decir, que dicho Código se aplica
para las relaciones laborales ejecutadas en el territorio
nacional, en armonía con el principio de soberanía
nacional; que, sin embargo, esa teoría no es absoluta, pues
excepcionalmente, en casos específicos, se ha aceptado la
aplicación de la ley colombiana, en tratándose de servicios
personales prestados en el exterior, como ocurre cuando el
contrato se suscribe y se ejecuta parcialmente en Colombia
y luego el trabajador es trasladado a otros países, pero bajo
la continuada subordinación del empleador en este país,
caso en el que la legislación nacional se aplica en lo que
atañe a servicios prestados en el exterior; que el artículo 2º
mencionado extiende el imperio de la ley laboral
colombiana a todos los habitantes del territorio nacional,
esto es, a la persona que vive y reside en un determinado
lugar, mientras en lo que tiene que ver con el empleador el
precepto se refiere a la sede de la empresa, establecimiento
o negocio, al que el trabajador presta el servicio personal;
que del concepto soberanía forma parte las reglas de

6
Radicación n.°46856

territorialidad subjetiva y territorialidad objetiva, las cuales


operan en doble sentido, conforme lo ha explicado la
jurisprudencia de la Corte.

Además adujo, que en el acuerdo suplementario al


contrato de trabajo, traducido por perito a folios 162-204, el
Banco demandado transfirió al demandante como
representante suyo en Bogotá, señalándose en el numeral
tercero del mismo, que durante la transferencia éste sería
ubicado dentro de la oficina representante en dicha ciudad,
la cual podía establecer directivas generales y darle
instrucciones específicas sobre la realización del trabajo y la
conducta de los empleados en la organización; que en el
numeral 22 del mismo acuerdo, sobre ley aplicable y sitio
de las sanciones legales, se dice que se aplicará la ley suiza
en la interpretación del convenio, y que cualquier disputa
en relación con el mismo, será sometido a juicio de las
Cortes en el Cantón de Zurich; que de lo anterior surge
claro, que aun cuando el demandante prestó sus servicios
en Colombia, fue por las órdenes dadas por el empleador
desde el exterior, concretamente desde Suiza, cuando el
contrato primigenio estaba vigente, resultando aplicables
todas sus disposiciones; que la legislación suiza es la que
gobierna el caso, y no la colombiana, en virtud de lo
convenido por las partes sobre el juez competente para
resolver las controversias en torno a lo pactado por ellas,
en aplicación de los artículos 1602 y 1603 del Código Civil,
según los cuales el contrato es ley para las partes y debe
ejecutarse de buena fe, y que el actor, entre otras cláusulas,
acordó con su empleador suizo, en Zurich, ser trasladado a

7
Radicación n.°46856

Colombia, ser remunerado en francos suizos, depositados


en su cuenta personal en Suiza, así como ser beneficiario
de las regulaciones compensatorias legales de su
empleador, y vincularse al fondo de pensiones de su
empleador en aquél país, y ser repatriado al mismo a la
terminación de la transferencia, todo lo cual acredita que su
subordinación provenía del exterior.

IV. RECURSO DE CASACIÓN

Interpuesto por el demandante, concedido por el


Tribunal y admitido por la Corte, se procede a resolver.

V. ALCANCE DE LA IMPUGNACIÓN

Pretende el recurrente que la Corte case totalmente la


sentencia recurrida, para que, en sede de instancia,
principalmente, confirme la condenatoria del juez de primer
grado, pero la revoque en cuanto absolvió a la parte
demandada de la pretensión sobre indemnización
moratoria por el no pago de prestaciones sociales a la
terminación del contrato de trabajo y, en su lugar, imponga
la condena que corresponda. En subsidio, impetra se
confirme íntegramente la sentencia de primera instancia
( fls 5-6).

Con tal propósito formula tres cargos, por la causal


primera de casación, el primero por la vía indirecta, en la

8
Radicación n.°46856

modalidad de aplicación indebida, y los restantes por la vía


directa, en la modalidad de interpretación errónea y
aplicación indebida, respectivamente. Dichos cargos fueron
replicados.

La Corte examinará inicialmente el primer ataque, y si


corresponde hará lo mismo con el segundo y el tercero, pero
conjuntamente, pues están dirigidos por la misma vía,
comparten esencialmente la misma proposición jurídica, así
como su argumentación de sustento, y persiguen el mismo
objetivo.

VI. CARGO PRIMERO

Acusa la sentencia del ad quem de ser violatoria de la


ley sustancial, por la vía indirecta, en la modalidad de
aplicación indebida, de los artículos 2º del Código
Sustantivo del trabajo, 1602 y 1603 del Código Civil, en
relación con el artículo 4 de la Constitución Nacional, lo que
condujo a la falta de aplicación de los artículos 13, 14, 39,
43, 47, 55, 65, 249, 306, 186, 189 del Código Sustantivo
del Trabajo, 1º de la Ley 995 de 2005, 1º de la Ley 52 de
1975, 99 numerales 2 y 3 de la Ley 50 de 1990, 174 del
Código de Procedimiento Civil y 145 del Código Procesal del
Trabajo y de la Seguridad Social, lo últimos como violación
de medio.

La transgresión normativa denunciada, la atribuye la


censura a que el Tribunal incurrió en los siguientes errores
de hechos, que califica de manifiestos:

9
Radicación n.°46856

“1. Dar por demostrado contra la evidencia, que el demandante


prestó los servicios al Banco demandado en la ciudad de Bogotá en
cumplimiento de una orden emanada del Banco en Suiza.”

“2. No dar por demostrado estándolo, que la única razón de ser


del contrato de trabajo celebrado entre el demandante y el Banco
demandado fue que el primero prestara sus servicios como
representante en la ciudad de Bogotá.”

“3. Dar por demostrado sin estarlo, que en ejecución del contrato
de trabajo en Colombia, el elemento de la subordinación se ejerció por
el Banco desde la ciudad de Zurich (Suiza).”

“4. No dar por demostrado estándolo, que desde la celebración


del contrato de trabajo que tuvo como única finalidad el que el actor
prestara sus servicios en Colombia, se estableció una “línea
responsable de la transferencia” a través del señor Michael Bucher,
acodándose expresamente que en la oficina de representación del
Bogotá se establecerían las directrices generales y se darían las
instrucciones específicas acerca de la realización del trabajo en
Colombia.”

Estos errores de hecho los hace residir la acusación,


en que el juzgador colectivo de segundo grado, apreció
indebidamente el contrato laboral de folios 45-46, traducido
a folios 174- 175, así como el acuerdo suplementario a ese
contrato de folios 39-44, traducido a folios 162-173, en
tanto además no apreció los interrogatorios de parte del CD
No 2 de la audiencia del 1º de julio de 2009, ni la
declaración de Mónica María Acevedo Jaimes, registrada en

10
Radicación n.°46856

el mismo CD, y tampoco la declaración de renta del


accionante, que aparece a folio 14.

Para demostrar el cargo, básicamente argumenta que


no desconoce que la testimonial no es prueba calificada
para fundar yerros en casación, pero que la Corte ha
admitido su examen en casos excepcionales, cuando se
demuestran los desaciertos de hecho con las pruebas
calificadas, como acontece en el caso; que a pesar de que el
Tribunal cita abundante jurisprudencia de la Corte sobre la
aplicación de la ley colombiana a relaciones laborales
iniciadas en el territorio colombiano, que posteriormente
continuaron ejecutándose en el exterior, siempre que la
subordinación se haya ejercido desde Colombia,
inexplicablemente al aplicar esos precedentes al caso
concreto, no obstante no existir pronunciamientos de la
Corte en los que se haya dicho que a una relación laboral
ejecutada íntegramente en Colombia no le sea aplicable la
legislación del país, declaró como aplicable la ley de Suiza.

Que el Tribunal asume que existió un contrato


primigenio entre las partes, para que el actor prestara
servicios diferentes a los derivados de la transferencia a
Bogotá, afirmando que el acuerdo suplementario no supuso
que el contrato original no siguiera siendo válido, lo cual no
tiene soporte fáctico, pues lo que se deduce del documento
de folios 162-173 y los interrogatorios de las partes, es que
el reclamante fue contratado exclusivamente para ser
representante de la demandada en Colombia, prestando
íntegramente sus servicios en el país, como lo acepta la

11
Radicación n.°46856

entidad demandada; que es equivocado razonar, como lo


hizo el tribunal, que la subordinación del demandante se
hacía desde Suiza, por lo que debía aplicarse la legislación
de este país, no obstante que el servicio se prestó en
Colombia, pues aparte de que una afirmación tal carece de
respaldo en las pruebas, es contraria a lo que enseñan
estas, pues el numeral 3º del acuerdo de transferencia deja
ver que el actor estaría dentro de la organización del banco
empleador en Colombia, la cual establecería las directrices
generales y ejercería la subordinación de rigor.

Adujo que el testimonio de Mónica María Acevedo deja


ver que Michael Bucher, quien tenía el cargo de
representante de la oficina del banco demandado en Bogotá,
era quien impartía órdenes al accionante, lo cual desdice
del aserto de que la subordinación en comento se ejerciera
desde Suiza; que el pago del salario al trabajador en Suiza,
no demuestra que el trabajador estuviera subordinado a
órdenes e instrucciones desde ese país, pues la
remuneración es un tema extraño al que se examina; que
no obstante los artículos 13 y 14 del código Sustantivo
Laboral, el a quo dirimió el caso con apoyo en el artículo
1602 del Código Civil.

Precisó que la circunstancia de que la cláusula 22 del


acuerdo entre las partes, asignase a la justicia de Suiza
resolver las controversias en torno a su ejecución, no hacen
aplicables al caso las leyes de ese pais, pues ello
contraviene el artículo 4 superior, y los artículos 2, 13, 14 y
43 del código Sustantivo del Trabajo; que aunque en la

12
Radicación n.°46856

valoración probatoria en procesos como el presente, existe


libertad de valoración probatoria, la misma debe ser
ejercida respecto de las pruebas regularmente aportadas al
debate, sin que en el sub júdice exista una sola prueba que
indique la existencia de subordinación laboral ejercida
desde Suiza, y que en aplicación de la norma sobre mínimo
de derechos y garantías, se deben imponer las condenas
solicitadas, aplicando la legislación laboral colombiana (fls
6-11).

13
Radicación n.°46856

VII. LA RÉPLICA

Sostiene el opositor ser cierto que el Tribunal


consideró que la legislación aplicable al caso del
demandante era la de Suiza, pues no otra conclusión puede
extraerse del numeral 22 del acuerdo entre las partes,
cuestión que ratificó el representante legal de la demandada
en el interrogatorio que absolvió, registrado en el CD de
folios 210-211, en el que dijo que el actor estuvo
laboralmente vinculado con el banco empleador, pero en
Suiza, como trabajador expatriado.

14
Radicación n.°46856

Afirma que en el caso no se estructura confesión del


representante legal de la demandada; que el hecho de
prestar servicios en Bogotá no apareja a priori que el
demandante estuviese regido por las leyes colombianas; que
está demostrado que la subordinación del demandante no
estaba condicionada a ser ejercida en Colombia, sino que la
misma podía realizarse desde un país diferente, en este
caso Suiza; que si en hipótesis de discusión se asumiera
que la legislación laboral aplicable al demandante es la
colombiana, debe entenderse que la remuneración pactada
fue la integral, de acuerdo con las documentales de folios
174 y 176 a 179; que el pago de doce mensualidades
acordada por las partes, fue incluso admitido por el
demandante; que un pago de esa manera acordado, excluye
las prestaciones sociales, como incluso lo expuso la Corte
en una sentencia en un caso similar, radicada bajo el
número 10837, del 18 de septiembre de 1998; que así las
cosas la remuneración pactada fue la integral, como incluso
así lo asumió el demandante durante la ejecución del
contrato, y al final del mismo, cuestión relevante si se tiene
en cuenta que éste es una persona ilustrada.

15
Radicación n.°46856

Advierte que la declaración de Mónica María Acevedo


Jaimes es irrelevante para lo que se discute; que en todo
caso no son aplicables a favor del demandante las normas
de los artículos 65 del Código Sustantivo del Trabajo y 99-3
de la Ley 50 de 1990, pues las indemnizaciones moratorias
a que se refieren, no se pueden aplicar por los jueces de
manera automática, máxime si la demandada actuó de
buena fe, a partir de la existencia de un contrato laboral
celebrado en el extranjero, bajo el imperio de las leyes
suizas, cuyas controversias sobre su ejecución las definiría
la justicia de Suiza, por fuera de que la conducta del
demandante no permite albergar duda de que su
remuneración siempre fue integral (fls 22-26).

16
Radicación n.°46856

VIII. CONSIDERACIONES

Como lo expresó el ad quem en la sentencia gravada


con el recurso extraordinario, el debate de fondo en el caso
concreto atañe con la aplicación de la ley laboral
colombiana en el espacio o, lo que es lo mismo, con la
aplicación de esa normativa en el territorio del país, con
apego a lo que regla el artículo 2º del Código Sustantivo del
Trabajo.

En efecto, en la sentencia que ahora se confronta


principalmente con dicha normativa sustantiva, el Tribunal
concluyó que en el conflicto jurídico laboral que juzgó, la
legislación laboral aplicable no es la colombiana sino la
suiza, toda vez que desde su apreciación del documento
nominado “Supplementary Agreement To Your Employment
Contract With Credit Suisse”, visible a folios 39-46,
traducido por perito (flos 154 y155), conforme aparece a
folios 162-175, concluyó que en ese acuerdo suplementario
al contrato de trabajo, el banco empleador transfirió al
demandante como su representante en Bogotá,
consignándose en el numeral tercero que durante la
transferencia, éste sería ubicado dentro de la oficina
representante en tal ciudad, la cual podía establecer
directivas generales y darle instrucciones específicas sobre
la realización del trabajo y la conducta de los empleados en
la organización.

17
Radicación n.°46856

Dedujo así mismo que en el numeral 22 del mismo


acuerdo, sobre ley aplicable y sitio de las sanciones legales,
se dice que se aplicará la ley suiza en la interpretación del
convenio, y que cualquier disputa en relación con el mismo,
será sometida a juicio de las Cortes en el Cantón de Zurich;
que de lo anterior surge claro que aun cuando el
demandante prestó sus servicios en Colombia, fue por las
órdenes dadas por el empleador desde el exterior,
concretamente desde Suiza, cuando el contrato primigenio
estaba vigente, resultando aplicables todas sus
disposiciones; que la legislación suiza es la aplicable al
caso y no la colombiana, en virtud de lo convenido por las
partes sobre el juez competente para resolver las
controversias en torno a lo convenido por ellas, en
aplicación de los artículos 1602 y 1603 del Código Civil,
según los cuales el contrato es ley para las partes y debe
ejecutarse de buena fe, y que el actor, entre otras cláusulas,
acordó con su empleador suizo, en Zurich, ser trasladado a
Colombia, ser remunerado en francos suizos, depositados
en su cuenta personal en Suiza, así como ser beneficiario
de las regulaciones compensatorias legales de su
empleador, y vincularse al fondo de pensiones de éste en
aquél país, y ser repatriado al mismo, a la terminación de la
transferencia, todo lo cual acredita que su subordinación
provenía del exterior.

18
Radicación n.°46856

La censura, en contraste, enrostra que el ad quem en


las anteriores consideraciones incurrió en cuatro yerros
fácticos protuberantes, pues esencialmente argumentó: que
no está demostrado que el demandante prestó servicios en
Bogotá por órdenes emanadas del banco demandado en
Suiza; que la única razón de ser del contrato laboral entre
las partes fue que el demandante prestara servicios como
representante del banco empleador en Bogotá; que tampoco
está acreditado que el elemento subordinación del contrato
laboral se ejerció desde Suiza, y que está probado que con
la transferencia del accionante a Bogotá se estableció una
línea responsable a cargo de Michael Bucher, acordándose
que en la oficina de esta ciudad se establecerían directrices
generales y se darían instrucciones específicas sobre la
realización del trabajo del demandante en Colombia.

Sin embargo, a juicio de la Sala, el primer ataque así


formulado no está llamo a prosperar, pues la conclusión
central del Tribunal de que el demandante suscribió un
contrato laboral con el banco demandado, en cuya
ejecución fue transferido a prestar sus servicios como
representante de esa entidad en Bogotá, no obstante lo cual
continuó laboralmente subordinado a su empleador en
Suiza, motivo por el que la legislación aplicable a ese
vínculo de trabajo es la de este país y no la de Colombia, es
razonable, en la medida que tiene respaldo en las pruebas
regularmente aportadas al proceso.

19
Radicación n.°46856

Se hace la anterior afirmación, porque en cuanto a lo


fáctico probatorio, el contrato laboral de folios 45-46 del
plenario, traducido a folios 174-175 del expediente, cuya
existencia no controvierte la censura, así como el acuerdo
suplementario de folios 39-44, traducido a folios 162-173,
permiten con visos de razonabilidad colegir que el actor fue
contratado laboralmente por la institución bancaria
llamada al juicio, en la ciudad de Zurich (Suiza), y que en
desarrollo de ese vínculo jurídico fue trasferido por voluntad
de su empleador, en uso de su poder subordinante, a
prestar sus servicios en Bogotá, quedando sujeto al
contrato de trabajo de marras, así como al convenio de
transferencia que lo complementa, escenario en el que es
potísimo que no se estructura el primer yerro fáctico que
adjetiva como manifiesto la promotora del recurso
extraordinario.

20
Radicación n.°46856

Ahora, en relación con el lugar desde el cual el


empleador ejerció la facultad de subordinar laboralmente al
demandante, aspecto medular del examen de legalidad del
segundo fallo, respecto de lo cual la censura endilga al ad
quem el tercer y cuarto error de hecho, exaltándolos como
protuberantes, tampoco encuentra la Sala que se hayan
configurado, pues los puntos 5, 9, 11 y 12 del contrato
laboral de folios 45 – 46, traducido a folios 174-175, así
como el acuerdo suplementario de folios de 39-44 y 162-
173, concretamente en sus acápites 1, 2, 3, 17,18, 19 y 24,
dan pábulo a concluir, que así sea que el demandante
prestara sus servicios al banco empleador en Bogotá,
estaba fundamentalmente subordinado jurídicamente a lo
que se le ordenara, instruyera o dispusiera en el lugar
donde suscribió el contrato de trabajo, esto es, Suiza.

21
Radicación n.°46856

Lo anterior se corrobora con que desde ese país se


decidió que prestara sus servicios en Bogotá, sujeto a las
regulaciones de los miembros de la administración senior
del banco, más otros apéndices, e incluso se le precisó que
una promoción suya al cargo de Vicepresidente se
sometería a la aprobación de la Junta Directiva del ente
bancario, siempre y cuando cumpliera los requerimientos
exigidos para el efecto, sin dejar de reparar que según el
acuerdo en comento, la fecha de iniciación de la
transferencia del trabajador a Bogotá se dispuso y se
condicionó desde Zurich, Suiza, así como su duración,
líneas de responsabilidad (acápite 1), continuidad de los
términos y condiciones del contrato laboral con el banco a
pesar de la transferencia y el convenio suplementario
( acápite 2), posibilidad de darle directivas e instrucciones
en la oficina representante del banco en Bogotá (acápite 3),
efectos del cambio de función o posición del trabajador
durante su trasferencia a Bogotá (acápite 17), la discusión
de la repatriación del trabajador a Suiza o la ampliación de
la transferencia del mismo ( acápite 18), la reserva del
derecho del banco empleador de hacer volver a Suiza al
trabajador o a otra locación por razones de negocios,
desempeño pobre o conductas inapropiadas ( acápite 19), y
la reserva del empleador de adaptar en cualquier momento
las disposiciones y principios del convenio suplementario de
transferencia, como consecuencia de circunstancias
cambiantes, sin infringir retroactivamente derechos del
servidor ( acápite 24).

22
Radicación n.°46856

En este escenario, y en relación con el cuarto yerro


fáctico imputado al fallo controvertido en casación, apunta
la Corporación que la circunstancia de que en el acápite 3
del convenio suplementario en reflexión, se faculte a la
oficina representante en Bogotá para dar directrices
generales e instrucciones específicas al demandante acerca
de la realización de su labor, no desdice del aserto del
segundo juzgador de instancia de que el banco demandado
subordinaba al actor desde Suiza, país en el que
suscribieron el contrato laboral y el convenio sobre los que
se discurre, pues en el contexto que acaba de describirse es
predicable que tales direccionamientos e instructivos
devienen en subalternos de las líneas gruesas de mando,
control y vigilancia que la empleadora suiza se reservó para
ejercer desde su sede extranjera, conforme acaba de verse.

23
Radicación n.°46856

Cumple tener en cuenta que en un tipo de vinculación


laboral como la del demandante con la demandada, según
la cual el actor fue enviado a prestar sus servicios
(trasferido), a un país distinto al de suscripción del vínculo
laboral, es apenas comprensible, por necesario, que en esa
sede reciba algunas órdenes e instrucciones, con el objeto
de cumplir con el objeto del contrato laboral, sin que ello
apareje a priori, como parece entenderlo la atacante, que el
empleador resignó ejercer desde su sede, en este caso
Suiza, las potestades de sometimiento jurídico del
trabajador que el derecho laboral le autoriza, debiéndose
agregar como insumo del examen que hace la Corte, que
tampoco se puede soslayar que el cargo para el que fue
trasferido el demandante a Colombia, fue el de
representante del banco demandado en este país, cuestión
que es pacífica en la demanda y en su contestación (flos 56
y 83), lo cual devela que la posición del demandante en la
estructura organizacional del banco demandado es cercana
a la cúspide de decisión en el mismo, desde donde es
racional asumir que emanan las líneas matrices a partir de
las cuales debía desarrollar su gestión en Bogotá.

24
Radicación n.°46856

Y a todas estas, poca incidencia tiene entonces en el


control de legalidad del fallo que se examina, que la única
finalidad del contrato laboral suscrito entre las partes, fuera
que el demandante prestara sus servicios en Bogotá, como
lo propone en el segundo yerro fáctico el impugnante, pues
al tenor de lo visto, lo verdaderamente trascendente es que
esa atadura jurídica, con tal objeto o sin él, se pactó en
Suiza y, como lo dedujo el Tribunal, el banco empleador
dispuso y ejerció desde allí sus potestades subordinantes
sobre el trabajador, incluso enviándolo a laborar en
Bogotá, dentro del territorio colombiano, conforme lo
enseñan las pruebas que acaban de examinarse, cuya
valoración al respecto entonces, no queda afectada por lo
que sobre tal punto del debate hayan declarado las partes o
la testigo Acevedo Jaimes, referidos en el primer ataque
como pruebas no apreciadas por el juzgador colegiado de
segundo grado.

Así las cosas, el Tribunal no cometió los erros de


hecho que se le increpan, pues tampoco cayó en los yerros
de valoración probatoria que se le señalan en el primer
cargo, por lo que este no prospera.

IX. CARGO SEGUNDO

25
Radicación n.°46856

Acusa la segunda sentencia de instancia de violar la


ley sustancial por la vía directa, en la modalidad de
interpretación errónea, el artículo 2º del Código Sustantivo
del Trabajo, lo cual condujo a la falta de aplicación de los
artículos 13, 14, 39, 43, 47, 55, 65, 249, 306, 186, 189 del
mismo ordenamiento, 1 de la Ley 995 de 2005, 1º de la Ley
52 de 1975, 99 numerales 2 y 3 de la Ley 50 de 1990, en
relación con los artículos 1602 y 1603 del Código Civil, y 4
de la Constitución Política.

Para demostrar el cargo argumentó, que no discute los


extremos entre los cuales el demandante prestó sus
servicios al banco demandado; que el lugar de prestación de
esos servicios fue Bogotá; que el salario pactado fue de
180.000 francos suizos al año; que el empleador no pagó al
demandante ninguna acreencia laboral prevista en la ley
colombiana; que las partes nunca pactaron salario integral;
que el empleador se obligó a sumir el valor del impuesto
relacionado con el empleo; que el actor había constituido
desde 2003 un anticipo para el impuesto a la renta del año
gravable 2004; que el banco demandado utilizó ese anticipo
en su beneficio.

Destaca que el mayor error del Tribunal en el fallo


confutado, es que las jurisprudencias en las que soportó
este, dicen exactamente lo contrario a lo que él concluyó;
que tales jurisprudencias y otras más han sido uniformes
en señalar, con base en el artículo 2 del Código Sustantivo
del Trabajo, que si el contrato laboral se ejecuta en
Colombia, la legislación aplicable es la colombiana, con

26
Radicación n.°46856

independencia que las partes hayan acordado que fuera


otra, pues aquella normativa es de orden público, por lo que
su aplicación no pende de la voluntad de los contratantes;
que en ningún caso la Jurisprudencia de esta Sala de la
Corte ha inaplicado el principio de territorialidad de la ley
laboral colombiana a relaciones laborales íntegramente
ejecutadas en el país.

Precisó que el juez colectivo de segundo grado aplicó


de manera inversa los derroteros fijados sobre el tema por
la jurisprudencia, y que aún en el evento de que lo anterior
fuera viable, ello no sería aplicable al caso, pues no se dan
los presupuestos fijados por la Corte para hacer aplicable o
entendible la legislación laboral colombiana, ya que no se
está frente a un contrato inicialmente ejecutado en Suiza,
en cuyo desarrollo el trabajador fue trasladado a Colombia,
sino que por el contrario, el asalariado reside en Colombia,
va a Suiza a definir su contrato de trabajo, que se iniciaría
el 1º de abril de 2004, en el lugar de su domicilio, esto es,
Bogotá, Colombia.

Concluyó expresando, que el yerro del Tribunal es tan


protuberante, que termina por aplicar al caso normas
civiles, que son contrarias a las leyes laborales,
circunstancia que condujo a dicho juzgador a no aplicar
normas de orden público ( fls 11-13).

X. LA RÉPLICA

27
Radicación n.°46856

Dice la oposición que confronta este ataque con los


mismos argumentos con que respondió el primer cargo,
pero agrega que estando dirigido el segundo por la vía
directa, en la modalidad de interpretación errónea, no es
posible que, como lo hace la censura, termine cuestionando
los soportes de la sentencia confutada, relativos a que el
contrato laboral entre las partes se celebró en el exterior,
sometido a la legislación de un país extranjero (fl 26).

XI. CARGO TERCERO

Acusa la sentencia del Tribunal de ser violatoria de la


ley sustancial por la vía directa, en la modalidad de
aplicación indebida del artículo 2º del Código Sustantivo
del Trabajo, lo cual condujo a la falta de aplicación de los
artículos 13, 14, 39, 43, 47, 55, 65, 249, 306, 186, 189 del
mismo estatuto, 1 de la Ley 995 de 2005, 1º de la Ley 52 de
1975, 99 numerales 2 y 3 de la Ley 50 de 1990, en relación
con los artículos 1602 y 1603 del Código Civil, y 4 de la
Constitución Política.

Para demostrar este cargo, la censura formuló similar


argumentación a la que expuso para sustentar el segundo
ataque (fls 13-15).

XII. LA RÉPLICA

El opositor se remite, para cuestionar este cargo, a las


mismas argumentaciones que expuso para criticar el
segundo.

28
Radicación n.°46856

XIII. CONSIDERACIONES

Después de decantar los temas propuestos por la


apelación, sobre los que debía pronunciarse, y concluir que
el fondo del debate procesal atañe con el tema de la
aplicación de la ley en el tiempo, contexto en el que citó
prolijamente jurisprudencia de esta Sala de la Corte, de la
que extrajo que para esta fuente del derecho, el artículo 2º
del Código Sustantivo del Trabajo, acoge la teoría de la “Lex
Loci Solutions”, la que sin embargo no es absoluta, el
Tribunal dejó asentado en su fallo lo siguiente, que es
medular para resolver los cargos que se estudian:

“De lo anterior, es claro para la Sala de decisión, que


aun cuando el demandante prestó sus servicios en Colombia,
fue por las órdenes dadas por su empleador desde el
exterior, en este caso la Demandada, quien tiene domicilio
en Zurich, Suiza, por lo que, es desde ese país donde se
ejerce el poder subordinante frente al Actor, y aun cuando
prestó sus servicios en Colombia, el contrato primigenio
estaba vigente, y en consecuencia se aplicarán todas sus
disposiciones.” (fl 265)

La censura, conforme a la vía de ataque por la que


optó, que es la del puro derecho, sin cuestionar el aserto
fáctico del Tribunal de que el actor, no obstante prestar sus
servicios en Colombia, estaba sometido a la subordinación
de su empleador ejercida desde el exterior, imputa al
Tribunal interpretación errónea (2º cargo), y aplicación
indebida (tercer cargo), del artículo 2º del Código Sustantivo
del Trabajo, por no atender a las pretensiones de la

29
Radicación n.°46856

demanda en aplicación del principio de territorialidad de la


ley laboral colombiana, ínsita en esa normativa, a pesar de
que el accionante es trabajador colombiano y prestó sus
servicios en el territorio nacional, conforme, dice, lo ha
orientado la jurisprudencia.

Sin embargo, no halla la Sala dislate jurídico en la


sentencia del Tribunal, pues siendo incontrovertible que el
trabajador demandante es un connacional y prestó sus
servicios en el territorio colombiano, también es pacífico,
como lo coligió desde las probanzas dicho juzgador, que su
contrato laboral, suscrito en Suiza – lo cual tampoco se
discute-, lo ejecutó sometido a la subordinación jurídica
que ejerció su empleador desde dicho país, configurándose
así una excepción a la regla de territorialidad del artículo 2º
bajo análisis, respecto de la que esta Sala de la Corte ha
orientado que no es absoluta, sino relativa, como puede
constatarse en la SL 12447 del 20 de septiembre de 2015,
radicación 43278.

En esta perspectiva, tampoco aciertan los ataques que


se consideran al imputar al ad quem rebelión respecto al
precedente jurisprudencial en torno a la aplicación
territorial de la ley laboral colombiana, puesto que si se
ausculta el criterio de la Corte, por ejemplo en la sentencia
que se acaba de citar, se advierte que su línea de
pensamiento ha sido la de aplicar la legislación de trabajo
del país a trabajadores colombianos que prestan sus
servicios personales en el extranjero, sólo siempre y
cuando la subordinación jurídica propia del contrato

30
Radicación n.°46856

laboral, se continúe ejerciendo por el empleador desde


Colombia, o las partes de ese vínculo expresen con claridad
su voluntad de mantener el ligamen que venían
desarrollando en Colombia, si el contrato empezó a
ejecutarse en su territorio, lo cual significa que para la
Corporación, como lo infirió el Tribunal con acierto de su
jurisprudencia, el lugar desde el cual se ejerce la potestad
de sometimiento jurídico del trabajador al empleador, en
casos como el sub lite, que es el de un trabajador
colombiano contratado en el extranjero para laborar en
Colombia, así como el del trabajador colombiano que sirve
laboralmente a una empresa, establecimiento o negocio en
el extranjero, en cumplimiento de un nexo contractual
laboral pactado en el país, es determinante para establecer
qué normativa laboral le es aplicable, como también lo es,
se insiste, la expresión inequívoca de la voluntad de las
partes, de mantener la relación que venían desarrollando.

Así las cosas, no empece que el demandante prestó


sus servicios laborales en Colombia al banco demandado,
no le son aplicables las leyes laborales colombianas, pues
su empleador ejerció desde el territorio de otro estado
(Suiza), donde se le contrató laboralmente, su potestad de
subordinación y dependencia jurídicas, como no se
cuestiona en el recurso extraordinario, en los ataques que
se examinan.

En consecuencia, los cargos no prosperan.

31
Radicación n.°46856

Costas en casación a cargo del demandante, pues su


acusación no salió avante. Como agencias en derecho se
fija la suma de $3.500.000, que se incluirán en la
liquidación que el juez de primera instancia haga, con
arreglo a lo dispuesto en el artículo 366 del Código General
del Proceso.

XIV. DECISIÓN

En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de


Justicia, Sala de Casación Laboral, administrando justicia
en nombre de la República y por autoridad de la ley, NO
CASA la sentencia dictada el diez (10) de marzo de dos mil
diez (2010) por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de
Bogotá D.C., dentro del proceso ordinario laboral seguido
por ALFREDO ZWINGGI GRANADOS contra el banco
CREDIT SUISSE.

Costas en casación a cargo de la parte demandante.

Cópiese, notifíquese, publíquese, cúmplase y


devuélvase el expediente al tribunal de origen.

GERARDO BOTERO ZULUAGA


Presidente de la Sala

32
Radicación n.°46856

JORGE MAURICIO BURGOS RUIZ

FERNANDO CASTILLO CADENA

CLARA CECILIA DUEÑAS QUEVEDO

RIGOBERTO ECHEVERRI BUENO

LUIS GABRIEL MIRANDA BUELVAS

JORGE LUIS QUIROZ ALEMÁN

33

También podría gustarte