Está en la página 1de 2

Desconexión Hemisférica

La desconexión hemisférica, un fenómeno intrigante en el ámbito de las neurociencias, se refiere a


la interrupción o disminución significativa de la comunicación entre los hemisferios cerebrales. Este
fenómeno puede deberse a diversas causas, y comprender sus mecanismos es esencial para
desentrañar los misterios de la organización cerebral y los síndromes de desconexión asociados.
Una de las principales causas de la desconexión hemisférica es la lesión o interrupción del cuerpo
calloso, la estructura fibrosa que facilita la comunicación entre los hemisferios izquierdo y derecho
del cerebro. Las lesiones en el cuerpo calloso pueden deberse a traumatismos, tumores, accidentes
cerebrovasculares o intervenciones quirúrgicas. La desconexión resultante puede manifestarse en
síntomas variados, desde dificultades en la coordinación motora hasta disociaciones perceptuales.
(Kolb,2017).
Otro factor crucial es la epilepsia, una condición neurológica caracterizada por la actividad eléctrica
anormal en el cerebro. En algunos casos de epilepsia intratable, los médicos pueden recurrir a la
callosotomía, una cirugía que implica la sección parcial o completa del cuerpo calloso para prevenir
la propagación de las convulsiones de un hemisferio al otro. Aunque esta intervención puede ser
efectiva en términos de control de las convulsiones, también resulta en una desconexión
hemisférica significativa, con implicaciones en la comunicación interhemisférica.
Además, trastornos neuropsiquiátricos como la esquizofrenia también han sido asociados con
alteraciones en la conectividad interhemisférica. Estudios neuroimagenológicos han revelado
cambios estructurales y funcionales en el cuerpo calloso en individuos con esquizofrenia, lo que
sugiere que la desconexión hemisférica podría contribuir a ciertos aspectos de los síntomas y
déficits cognitivos observados en esta condición.
Desde una perspectiva funcional, la desconexión hemisférica puede afectar varias redes corticales y
funciones cerebrales. Por ejemplo, la comunicación entre los hemisferios es esencial para la
integración sensorial y la coordinación motora bilateral. La interrupción de esta comunicación
puede resultar en problemas de percepción espacial y coordinación motora fina (Castellar, 2010).
Además, la desconexión hemisférica puede influir en procesos cognitivos superiores, como la
memoria y la atención. La interacción entre los hemisferios desempeña un papel en la transferencia
de información entre las áreas especializadas para funciones cognitivas específicas. Por lo tanto, la
desconexión puede tener efectos significativos en la capacidad de procesamiento de información y
la ejecución de tareas complejas que requieren la colaboración de ambos hemisferios.
Es fundamental destacar que la investigación sobre la desconexión hemisférica también ha revelado
fenómenos sorprendentes relacionados con la plasticidad cerebral. Aunque la desconexión inicial
puede tener efectos adversos, algunos estudios sugieren que el cerebro tiene la capacidad de
adaptarse y compensar en cierta medida la pérdida de conexión interhemisférica. Este fenómeno de
plasticidad puede ser especialmente notable en individuos que experimentan la desconexión en una
etapa temprana de la vida (Victoria, 2018).
La desconexión hemisférica es un fenómeno complejo con múltiples causas y consecuencias que
afectan las redes corticales y las funciones cerebrales. Ya sea debido a lesiones, epilepsia u otros
trastornos neuropsiquiátricos, la comprensión de este fenómeno es esencial para avanzar en
nuestra comprensión de la organización cerebral y mejorar las intervenciones clínicas. Además, el
estudio de la plasticidad cerebral frente a la desconexión hemisférica destaca la asombrosa
capacidad del cerebro para adaptarse y remodelarse, ofreciendo perspectivas prometedoras para la
rehabilitación y la comprensión de la complejidad de la conectividad cerebral (Fernandez,2007).
Bibliografía
Kolb, B., & Whishaw, I. (2017). Neuropsicología Humana (Séptima Edición). Editorial Medica

Panamericana.

Castellar, J. V., & Muñoz, P. G. (2010). Introducción a la psicofisiología clínica. Psicothema, 355-356.
Victoria, M. (2018). Psicofisiología.
Fernandez, A. M., Dufey, M., & Mourgues, C. (2007). Expresión y reconocimiento de emociones: un
punto de encuentro entre evolución, psicofisiología y neurociencias. Revista chilena de
Neuropsicología, 2(1), 8-20.

También podría gustarte