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Catorce años después, en el año 1888, Santiago Ramón y Cajal señaló que la estructura cerebral
está compuesta de subunidades más pequeñas o neuronas; contrario a esta tesis, Camilo Golgi,
explicó la estructura cerebral como un gran sincitio. De esta manera, en solo 30 años,
comprendidos entre 1860 a 1890, se originaron las principales teorías de la neurociencia moderna,
concernientes a la corriente localizacionista (Broca y Wernicke), que indica que toda función
motora, sensorial y cognitiva posee una ubicación específica.
Las principales teorías que han explicado la estructura y funcionamiento del sistema nervioso son:
• La Teoría Neuronal (Ramón y Cajal), que plantea que las células tipo neuronas son las
unidades estructurales y funcionales del encéfalo;
• la Teoría Reticular (Golgi), en la cual el encéfalo se visualiza como un gran sincitio y un todo,
sin unidades individuales;
• y más recientemente, la Corriente Conexionista (Donald Hebb), que describe el
funcionamiento cerebral a través de redes y subredes cortico-subcorticales distribuidas y
altamente interconectadas,
https://www.youtube.com/watch?v=uiU_Nfo4Xbk
Ernesto Lugaro está considerado como autor (1906) del término Plasticidad Cortical, referida a que el
paso del impulso nervioso probablemente deja una huella física o química en una célula nerviosa.
Donald Hebb
En 1938, Margaret Kennard mostró, por medio de lesiones quirúrgicas en la corteza motora de
primates jóvenes y adultos, que el déficit motor es menos severo en los primates jóvenes, concepto
que en la actualidad se conoce como Principio de Kennard, el cual indica que las lesiones
cerebrales a temprana edad producen menor nivel de alteración por la presencia de una mayor
2 CONCEPTOS GENERALES
2.1 Neuroplasticidad
La neuroplasticidad cerebral es una función realmente fascinante. Se refiere a la capacidad del
sistema nervioso para cambiar su estructura y su funcionamiento a lo largo de la vida como
reacción a la diversidad del entorno. Esta magnífica capacidad consiste en que el tejido nervioso
puede cambiar su forma y actividad como resultado de activaciones sucesivas, experimentando
cambios adaptativos o reorganizacionales en un estado fisiológico con o sin alteración.
La neuroplasticidad también ha sido definida, de manera global, como toda respuesta cerebral que
se origina frente a cambios internos o externos, y que obedece a modificaciones reorganizacionales
en la percepción y en la cognición.
Una de las definiciones más completas fue descrita por Mary L. Dombovy en 2011, quien refiere
que la plasticidad son cambios en las redes neuronales en respuesta al entrenamiento, la injuria, la
rehabilitación, la farmacoterapia, la estimulación eléctrica o magnética, y a las terapias génicas y
de células madres. La plasticidad del sistema nervioso central incluye la neurogénesis, la
apoptosis, los brotes dendríticos y axónicos, la potenciación a largo plazo de la transmisión
sináptica, la depresión a largo plazo de la transmisión sináptica, entre otros. A partir de lo anterior,
se sabe que el sistema nervioso posee más de un mecanismo de neuroplasticidad. El nivel de
complejidad es tan elevado que la comprensión de este fenómeno biológico requiere del enfoque
Cabe señalar que los taxistas de Londres tienen que superar una durísima prueba para obtener la
licencia. Se llama The Knowledge y consiste en memorizar 25.000 calles y miles de lugares. El
aprendizaje medio es de 3 a 4 años y solo la mitad de los aspirantes a prueba.
Eleanor Maguire
Por tanto, el cerebro cambia constantemente por efecto del entrenamiento y la experiencia y la
plasticidad continua toda la vida, si bien con menor vigor que en los primeros años. De tal manera
que el cerebro cambia de forma, según las áreas que más utilizamos, según nuestra actividad
mental. Por ello, nunca es tarde para aprender.
El científico español Álvaro Pascual-Leone llevó a cabo un estudio muy interesante en el que se
enseñó a la mitad de un grupo de voluntarios a tocar una pieza de piano con cinco dedos. Tras el
entrenamiento continuo se observó un aumento en el volumen en la región correspondiente a la
corteza motora que era responsable de mover esos dedos. Aunque ese resultado constituía una
muestra clara de neuroplasticidad, no era novedoso porque otros experimentos habían llegado a
conclusiones similares. Lo verdaderamente interesante resultó al analizar las imágenes cerebrales
de la otra mitad de voluntarios a los que se puso a imaginar que tocaban la pieza, observándose
que la simulación mental de los movimientos activaba las regiones de la corteza motora que se
requerían para la ejecución de los movimientos reales. Sorprendentemente, la práctica mental era
suficiente para promover la neuroplasticidad.
Podemos decir, en conclusión, que la última revolución en la neurociencia nos dice que el cerebro,
tanto en su estructura como en su actividad, no es algo fijo que no se puede modificar sino que, por
el contrario, es muy moldeable, lo que se denomina neuroplasticidad. Si bien ya sabíamos que el
cerebro se iba formando durante el desarrollo en la infancia, hoy sabemos que también se puede
modificar a lo largo de toda la vida. En otras palabras, ahora sabemos que el cerebro no es “hard-
wired” sino que es “soft-wired” por las experiencias que vamos teniendo a lo largo de nuestra vida.
Así, el cerebro está cambiando continuamente. De tal manera que el cerebro está en constante
cambio a lo largo de toda la vida sin importar la edad que tengamos o las vivencias que hayamos
tenido. Por ello, mediante el control de los pensamientos, las emociones y la conducta (como se verá
en el Módulo 4) se puede conseguir que se produzcan aquellos cambios cerebrales que hacen que
nos sintamos felices. Este conocimiento, basado en las últimas investigaciones en Neurociencia y
Psicología sobre la neuroplasticidad del cerebro, nos posibilita reestructurar nuestro cerebro
disfrutar de un mayor bienestar y felicidad.
COMPLEMENTARIAS EN CASTELLANO
P Ansermet, François, Magistretti, Pierre, A cada cual su cerebro: Plasticidad neuronal e
inconsciente, Katz, 2006.
P Begley S. (2008). Entrena Tu Mente Cambia Tu Cerebro: Como una Nueva Cienca Revela
Nuestro Extraordinario Potencial Para Transformarnos A Nosotros Mismos. Editorial
Norma.
P Davidson RJ. (2012). El perfil emocional de tu cerebro: Claves para modificar nuestras
actitudes y reacciones. Imago Mundi.
P Dispenza J. (2008). Desarrolle su cerebro: La ciencia para cambiar la mente. Editorial Kier.
P Doidge N. (2008). El cerebro que se cambia a sí mismo. Editorial Aguilar.
P Jensen, E, (2004). Cerebro y aprendizaje: competencias e implicaciones educativas, Narcea.
P Ramón y Cajal S. (2014). Estructura de los centros nerviosos de las aves. Rev Trim Histol
Norm Patol. 1888; 1:1-10. 128 Revista CES MEDICINA Volumen 28 No. 1 Enero - Junio
P Romo Vega M. (2014). Entrena tu cerebro: Neurociencia para la vida cotidiana. Editorial
Alienta
P Valdez R. (2007). Maduración, lesión y plasticidad del sistema nervioso. Primera edición
2007, México (pág:20-62).
COMPLEMENTARIAS EN INGLES
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• Dorjee D (2013). Mind, brain and the path to happiness: A guide to Buddhist mind training
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• Hanson R (2013). Hardwiring Happiness: The Practical Science of Reshaping Your Brain-
and Your Life. Rider
• Hanson R., Kornfield J (2011). Buddha’s brain. The Practical Neuroscience of Happiness,
Love and Wisdom. New Harbinger Publications.