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SÍNDROME NEFRÍTICO

Se denomina síndrome nefrítico agudo (SNA) a la presentación súbita de edema

asociado con proteinuria (de rango no nefrótico), hematuria (macroscópica o

microscópica, dismórfica o normomórfica, con cilindros hemáticos o sin ellos),

hipertensión arterial y moderada reducción de la función renal con oliguria, que

se observa en glomerulopatías con mecanismo inflamatorio predominante

Los signos característicos del síndrome nefrítico agudo son:

✓ Oliguria

✓ Proteinuria

✓ Hematuria

✓ Edema

✓ Hipertensión arterial

El síndrome Nefrítico Agudo (SNA) puede presentarse completo, con todos los

componentes de la definición, o bien sin algunos de ellos.

En ocasiones se asocia con un síndrome de insuficiencia renal aguda

(desarrollada en días) o de rápida progresión (en semanas), que en conjunto se

llama glomerulonefritis rápidamente progresiva. Del mismo modo que el

síndrome nefrótico, el SNA puede deberse a la glomerulopatías primarias o

sistemáticas.

El síndrome nefrítico agudo es una condición renal aguda caracterizada por la

inflamación de los glomérulos, estructuras cruciales en los riñones encargadas

de filtrar la sangre. Esta inflamación puede ser desencadenada por diversas

etiologías, incluyendo infecciones bacterianas, enfermedades autoinmunes y

sistémicas.
ETIOLOGÍA

Las causas más frecuentes de este síndrome pueden agruparse en

✓ Glomerulonefritis posinfecciosa (postestreptocócica u otras bacterias y

virus)

✓ Glomerulopatía por lgA (síndrome de Berger – purpura de Henoch –

Sch¡önlein)

✓ Glomerulonefritis membranoproliferativa

✓ Glomerulonefritis extracapilar/ con semilunas (de rápida progresión)

✓ Lupus eritematoso sistémico (LES)

El paradigma del SNA completo es la glomerulonefritis postestreptocócica. Se

trata de una infección faríngea aguda, en ocasiones respiratorias alta o de la piel,

causada por un estreptococo B hemolítico del grupo A, que desencadena un

mecanismo de inmunocomplejos circulantes con compromiso glomerular y que

tiene un periodo de latencia de entre 1 y 3 semanas hasta la aparición del

síndrome

Similar patología puede seguir a infecciones estafilocócicas, como las del shunt

ventriculoauricular, la endocarditis bacteriana aguda o subaguda, los abcesos

viscerales y la osteomielitis, y con menos frecuencia, a las virales producidas por

ECHO, HIV, adenovirus e influenza A

FISIOPATOLOGÍA

Distintos mecanismos de inflamación glomerular (inmunológicos, tóxicos,

infecciones) responsables de la hematuria llevan a una disminución del volumen

del filtrado glomerular, pero con conservación de la reabsorción tubular distal de

agua y sal que genera oliguria. Esta retención de agua y sal y otros mecanismos
no totalmente aclarados producen expansión del volumen LEC y el consecuente

edema. Por otro lado, la disminución del filtrado glomerular y la retención de agua

y sal producen hipervolemia ¿, que se expresa a través de hipertensión arterial.

La hipertensión arterial dependiente de volumen produce aumento del trabajo

cardíaco, lo que puede llevar a su claudicación. Así mismo, la HTA con el

aumento de la resistencia periférica asociado pueden producir encefalopatía

hipertensiva.

DIAGNÓSTICO

El diagnóstico del síndrome nefrítico agudo generalmente se basa en una

combinación de historia clínica, examen físico y pruebas de laboratorio en

ocasiones, biopsia renal

Esto puede incluir análisis de sangre para medir los niveles de creatinina y urea

en sangre, así como análisis de orina para detectar la presencia de sangre y

proteínas. Además, se pueden realizar pruebas de imagen, como ecografías o

tomografías computarizadas, para evaluar el tamaño y la forma de los riñones

PRONÓSTICO

El pronóstico del síndrome nefrítico agudo puede variar según la causa

subyacente y la respuesta al tratamiento. En muchos casos, el síndrome nefrítico

agudo mejora con el tiempo y un tratamiento adecuado, pero en algunos casos

puede progresar a enfermedad renal crónica o insuficiencia renal si no se trata

adecuadamente.

Es importante destacar que el manejo del síndrome nefrítico agudo debe ser

realizado por un médico especializado en nefrología, quien podrá determinar el

mejor enfoque de tratamiento para cada caso individual.


MANIFESTACIONES CLINICAS

En el SNA de cualquier causa que evoluciona con oliguria, se produce un balance

positivo de agua y sal que determina edema, primero palpebral y escrotal y que

luego suele extenderse. También se asocia con hipertensión arterial del tipo

volumen dependiente (actividad reducida del sistema renina – angiotensina). La

hipervolemia producida genera ingurgitación yugular y congestión pulmonar, que

en ocasiones llega al edema agudo de pulmón.

Un 30% de los pacientes con SNA tiene hematuria macroscópica. La falta de

algunas de estas alteraciones clínicas no debe excluir el diagnostico de este

síndrome. Siempre hay que considerar la posibilidad de un SNA incompleto en

presencia de proteinuria, microhematuria y elevación de antiestreptolisina e

hipocomplementemia.

Cuando el síndrome se debe a enfermedad sistemática, se agregan los signos

y/o síntomas propios de la enfermedad (fiebre, púrpura, hemoptisis, artralgias,

artritis, etc.).

COMPLICACIONES

Las complicaciones del SNA resultan de la expansión intravascular, la magnitud

de la insuficiencia renal aguda y la gravedad de la hipertensión arterial. Las de

mayor frecuencia son:

✓ Insuficiencia cardíaca congestiva

✓ Hiperpotasemia

✓ Encefalopatía hipertensiva
HALLAZGOS DE LABORATORIO

Se observa una moderada disminución de la hemoglobina, el hematocrito y la

proteinemia por efecto de la hemodilución secundaria a la ganancia de líquido.

La proteinuria es moderada, aunque en ocasiones puede llegar al rango

nefrótico. En la mayoría de los pacientes se observa un leve incremento en los

niveles de urea y creatinina séricas

El sedimento urinario muestra hematuria dismórfica, en especial con acantocitos

y cilindros hemáticos. La eliminación urinaria de sodio está reducida, y si se

calcula su excreción fraccional, resulta menor de 1%.

Es importante destacar que el manejo del síndrome nefrítico agudo debe ser

realizado por un médico especializado en nefrología, quien podrá determinar el

mejor enfoque de tratamiento para cada caso individual.

Los hallazgos de laboratorio en el síndrome nefrítico agudo pueden incluir:

1. Análisis de orina:

• Hematuria: Presencia de glóbulos rojos en la orina, que pueden ser

detectados mediante un examen microscópico o pruebas de tira reactiva.

• Proteinuria: Presencia de proteínas en la orina, que puede indicar daño en

los glomérulos.

• Cilindros granulosos: Formaciones cilíndricas que contienen material

granular y pueden indicar daño tubular renal.


2. Análisis de sangre:

• Niveles elevados de creatinina y urea en sangre pueden indicar disminución

de la función renal.

3. Pruebas de función renal:

• Filtrado glomerular (FG): Puede estar disminuido en casos de disfunción

renal.

• Concentración de electrolitos: Se pueden observar alteraciones en los niveles

de sodio, potasio y otros electrolitos debido a la disfunción renal.

4. Estudios de coagulación:

• Puede ser necesario evaluar los tiempos de coagulación, ya que algunos

pacientes con síndrome nefrítico agudo pueden presentar tendencia a la

trombosis debido a la hipercoagulabilidad asociada.

Estos son solo algunos de los hallazgos de laboratorio que pueden observarse

en el síndrome nefrítico agudo. Es importante tener en cuenta que los resultados

de las pruebas pueden variar según la causa subyacente y la gravedad de la

enfermedad, y deben ser interpretados por un médico especializado en

nefrología.

TRATAMIENTO

El tratamiento del síndrome nefrítico agudo depende de la causa subyacente y

de la gravedad de la enfermedad. En casos leves, el tratamiento puede incluir

reposo en cama, una dieta baja en sal y medicamentos para controlar la presión

arterial y reducir la inflamación, como los corticosteroides. En casos más graves,

puede ser necesaria la hospitalización para recibir la terapia inmunosupresora.


El tratamiento varía según la causa subyacente e incluye control de la presión

arterial, tratamiento de infecciones concomitantes, manejo de la inflamación y

control sintomático. En casos graves, la diálisis puede ser necesaria para mitigar

la insuficiencia renal aguda hasta que la inflamación disminuya y la función renal

se restablezca. La atención médica oportuna es crucial para un diagnóstico

preciso y un manejo efectivo.

SEGUIMIENTO Y MANEJO A LARGO PLAZO

Después del diagnóstico y tratamiento inicial del síndrome nefrítico agudo, es

importante realizar un seguimiento regular con un nefrólogo para evaluar la

función renal, controlar la presión arterial y detectar cualquier signo de

recurrencia o progresión de la enfermedad. En algunos casos, puede ser

necesario un manejo a largo plazo con medicamentos inmunosupresores para

prevenir la recurrencia de la enfermedad.

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