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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

FACULTAD DE CIENCIAS QUÍMICAS

BIOQUÍMICA Y FARMACIA
FARMACOLOGÍA II

DRA. VERÓNICA SÁNCHEZ

CASO CLÍNICO: DIABETES MELLITUS TIPO 2

GRUPO N1
BF6-P1

INTEGRANTES:

• AUQUILLA VELASTEGUI LINDA DANIELA


• CASCO CACUANJO JEFFERSON PAUL
• CHUMA BEDOYA KATHERIN PAOLA
• GANCHALA ANDALUZ JHONNY FERNANDO
• PARRA GARCÍA AILYN MICAELA

2023-2023

1. INTRODUCCIÓN:
1.1. Diabetes mellitus

La diabetes es una enfermedad causada por alteraciones metabólicas debido a la deficiencia en


la producción/secreción de insulina o a su vez un defecto en la acción de esta que impide el
paso de la glucosa en la sangre hacia las células, esta enfermedad está caracterizada por la
hiperglucemia o altos niveles de glucosa en la sangre y trastornos en el metabolismo de hidratos
de carbono, grasas y proteínas. Esta puede ser de dos tipos:

Diabetes mellitus tipo 1: Suele manifestarse antes de los 30 años (edad infanto-juvenil), en su
gran mayoría son de origen autoinmune. Se caracteriza por un defecto de la secreción de
insulina y constituye un 5-10% de todos los casos de diabetes (Mediavilla, 2020). Siempre es
subsidiaria de tratamiento insulínico. Aquí lo que sucede es que existe destrucción por parte
del sistema inmune contra las células β-pancreáticas ubicadas en el islote de Langerhans
(células altamente especializadas, capaces de sintetizar la hormona insulina), por consiguiente,
no se secreta insulina.

Diabetes mellitus tipo 2: Es la forma más frecuente de diabetes, ya que representa el 90-95%
de los casos. Suele presentarse después de los 40 años, está ligada a la obesidad (presente hasta
en el 80% de los pacientes diagnosticados) (Enderica et al., 2019). Para su tratamiento se
necesita dieta y ejercicio solos o asociados a antidiabéticos orales y/o insulina. Siempre va
precedido de la resistencia a la insulina, que se produce debido a que la insulina no puede unirse
a sus receptores, en consecuencia, la glucosa no puede ingresar a la célula, por lo tanto, existe
un deterioro progresivo de la producción de insulina, dándose así una acción inadecuada de la
hormona en los tejidos diana.

Diabetes mellitus gestacional (DG): cuando es diagnosticada en el 2º o 3º trimestre del


embarazo sin antecedentes de DM.

1.2.Epidemiología

Esta enfermedad afecta aproximadamente a quinientos millones de personas a nivel mundial


con una incidencia de aumento constante, más del 90% de ellas tienen diabetes mellitus tipo 2
(DM2) (Sun et al., 2020), siendo cada vez más común en los ancianos (20%) y en la población
adulta (9%). La Organización Mundial de la Salud, en el 2019, calcula que la diabetes en
personas mayores de 65 años es de 111 millones y que alcanzará 276 millones para 2045. La
diabetes, es una de las principales causas de mortalidad en todo el mundo, debido a que si no
es controlada adecuadamente tiene consecuencias graves para la salud. Se estima que cerca de
4 millones de muertes al año están relacionadas directamente con esta afección 2045 (Zhou et
al., 2020).

1.3.Fisiopatología
1.3.1. Síntomas y signos
• Poliuria (aumento en las ganas de orinar).
• Polifagia (aumento del apetito).
• Polidipsia (aumento de la sed).
• Pérdida de peso sin razón aparente.
• Visión borrosa.
• Cansancio y somnolencia (Barquilla, 2017).

1.3.2. Diagnostico

Podemos usar cuatro pruebas distintas para diagnosticarla:

1. Hemoglobina glucosada (HbA1c) (≥ 6,5%).


2. Glucemia basal en ayunas (GB) (≥ 126 mg/dl).
3. Glucemia a las 2 horas de una prueba de tolerancia oral a 75 gr de glucosa (SOG) (≥
200 mg/dl).

Todas ellas deben ser positivas en dos ocasiones. La HbA1c se utilizará si el método está
certificado por la National Glycohemoglobin Standardization Program (NGSP) y
estandarizado por el estudio Diabetes Control and Complications Trial (DCCT) (Barquilla,
2017).

2. NARRACIÓN DEL CASO CLÍNICO:


Paciente: Mujer española de 63 años sin alergias medicamentosas conocidas.
Factores de riesgo cardiovascular:
• Hipertensión arterial y cardiopatía hipertensiva en tratamiento con cuatro fármacos no
mencionados.
• Dislipemia en tratamiento con estatinas.

Antecedentes: Hace cinco años era fumadora (fumaba 1 paquete de cigarrillos por día), lo que
derivó en el diagnóstico de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y estuvo en
tratamiento inhalador con doble broncodilatación, además sufre de gonartrosis bilateral
(desgaste en la articulación de la rodilla). También fue intervenida por fractura de tibia derecha
debido a un accidente de tráfico hace 10 años lo cual no le permitió realizar actividad física
derivando en obesidad grado 3 (mórbida) por su índice de masa corporal ([IMC]= 47).

Diagnóstico:

En 2007 acudió al Hospital de Valencia, en donde se le realizó una prueba de hemoglobina


glicosilada (HbA1c). En el momento del diagnóstico de la diabetes, presentaba una
hemoglobina glicosilada (HbA1c) de 9,2% y un peso corporal de 112 kg, lo que asociado a su
estatura (1,55 m) constituía una obesidad grado III. Además, la paciente se encontraba muy
limitada para la realización de actividad física, uno de los pilares fundamentales de las medidas
higiénico-dietéticas establecidas para el control de la enfermedad. Por todos los factores antes
mencionados se le diagnosticó con diabetes mellitus tipo 2 y obesidad grado III (Romero et al.,
2019).

Tabla 1. Nivel de evidencia científica y nivel de recomendación

Nivel de
Titulo Nivel DOI/Link
recomendación
Effects of probiotics on
glycemic control and intestinal https://doi.org/10.1097/M
dominant flora in patients with
type 2 diabetes mellitus: Ia A D.0000000000023039

A protocol for systematic


review and meta-analysis.
The effect of Sancai powder on
glycemic variability of type 2
Ib A https://doi.org/10.1097/M
diabetes in the elderly: D.0000000000020750
A randomized controlled trial.
Diabetes Mellitus Tipo 2:
Incidencias, Complicaciones y https://doi.org/10.26820/r
Tratamientos Actuales IV C ecimundo/3.(1).enero.20
19.26-37

https://scielo.isciii.es/scie
Actualización breve en diabetes lo.php?script=sci_arttext
para médicos de atención IV C
&pid=S1575-
primaria
06202017000200004
https://www.elsevier.es/e
s-revista-medicina-

La diabetes mellitus Tipo 2. IV C integral-63-articulo-la-


diabetes-mellitus-tipo-2-
13025480

Diabetes mellitus y obesidad: la https://doi.org/10.32818/r


importancia de realizar un IV C eccmi.a4s1a3
abordaje integral de ambas
entidades

3. BÚSQUEDA DEL TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO


3.1.Objetivos
• Objetivo general:

Analizar el caso clínico de una paciente española según sus síntomas y diagnóstico presentes
al acudir al hospital de Valencia.

• Objetivos específicos:

Determinar el tratamiento farmacológico y no farmacológico que se puede suministrar a la


paciente.

Clasificar los fármacos de primera y segunda línea para el tratamiento de la Diabetes mellitus
tipo 2.

3.2.Hipótesis del caso

Hi: La liraglutida es el fármaco de primera línea como tratamiento farmacológico para la


diabetes mellitus tipo 2 presente en la paciente

Ho: La liraglutida no es el fármaco de primera línea como tratamiento farmacológico para la


diabetes mellitus tipo 2 presente en la paciente

3.3.Preguntas de reflexión

¿Cuál es el fármaco de primer y segunda línea a utilizar para el tratamiento de la Diabetes


mellitus tipo 2 en la paciente?

¿Es la liraglutida un fármaco de primera línea para tratar esta diabetes?


¿Cuál sería el tratamiento no farmacológico más aceptable y con una evidencia visual clara que
se podría aplicar a la diabetes mellitus tipo 2?

3.4.Análisis de Fármacos
3.4.1. Fármaco de primera línea: Agonistas de la GLP-1

Tabla 2. Nivel de evidencia científica y nivel de recomendación.

Nivel de
Titulo Nivel DOI
recomendación
https://doi.org/1
Análogos del péptido de tipo 0.1002/1465185
glucagón para la diabetes Ia A
8.CD006423.pu
mellitus tipo 2
b2
NUEVOS FÁRMACOS EN Ia A 10.1016/j.rmclc.
DIABETES MELLITUS 2016.04.013
https://doi.org/1
Manejo de diabetes mellitus
tipo 2 con análogos GLP-1: una IV C 0.53853/encr.5.
experiencia real 1.338
Según el diagnóstico de la paciente, presenta hemoglobina glicosilada (HbA1c) de 9,2% y un
índice de masa corporal de 47, es decir, obesidad de grado III, con ello en el tratamiento
farmacológico inicial se prescribe metformina 850mg cada 12 horas. Sin embargo, se suspende
el tratamiento debido a intolerancias gastrointestinales. de igual manera, muestra factores de
riesgo cardiovasculares como la hipertensión arterial y cardiopatía hipertensiva. Con todos los
datos previos, se realiza un análisis sistemático para encontrar el mejor tratamiento para
mejorar los niveles de glicemia, la hemoglobina glicosilada, asegurar una pérdida de peso
teniendo en cuenta la presión arterial de la paciente.

Por ello se elige como fármaco de primera línea a los agonistas del péptido de tipo glucagón 1
(AR-GLP1) ya que, así como la metformina, fármaco perteneciente al grupo de medicamentos
denominados biguanidas, son hipoglucemiantes capaces de ayudar en la pérdida de peso así
disminuye la resistencia de insulina asimismo regula los niveles de glucemia en la sangre.

El GLP-1 es una incretina, hormona gastrointestinal endógena, secretado por las células L del
íleon y el colon que se libera en la circulación en respuesta a la ingesta de alimentos lo cual
ayuda a regular los niveles de glucemia a través de la biosíntesis y responsable del 50-70% de
la secreción de insulina dependiente de glucosa en las células β pancreáticas. Además, inhibe
la secreción de glucagón de las células α pancreáticas, produce el retraso de la evacuación
gástrica por ende aumenta la saciedad al suprimir el apetito. (Shyangdan et al., 2011; Aylwin,
2016)

En la Figura 1, se detallan los AR-GLP1 según las características farmacocinéticas y el efecto


glicémico que ejercen en estado de ayuno o post ingesta.

Figura 1. Características farmacocinéticas de los agonistas del péptido de tipo glucagón 1.


(Aylwin, 2016)

El agonista del GLP-1 de acción larga seleccionado es la Liraglutida (LIR), análogo sintético
obtenido por tecnología ADN recombinante de la GLP-1 humana. Su molécula consiste en una
sustitución de la lisina por arginina en la posición 34, además de la incorporación de cadena de
ácidos grasos en el espacio de la lisina en la posición 26. Figura 2.
Figura 2. Molécula de la Liraglutida. (Usmani,2017)

Gracias a esta variación en la molécula de incretina se otorga resistencia a la Dipeptidil


peptidasa tipo 4 (DPP4), enzima encargada de la degradación de las incretinas tales como el
DPG-1, de igual manera logra unirse de manera no covalente a la albumina lo que prolonga la
vida media a 13 horas con una duración de la acción a 24 horas. En la figura 3 se detalla las
propiedades farmacológicas de los diferentes agonistas de la GLP-1 entre ellas la Liraglutida
cuya dosis inicial es de 0,6mg/día, vía subcutánea independiente de las comidas, capaz de
aumentar semanalmente hasta los 1,8 mg/día dependiendo de la tolerancia al fármaco.

Figura 3. Características farmacológicas de los agonistas de GLP-1.


De acuerdo con Aylwin (2016), estudios del programa LEAD (Liraglutide Effect and Action
in Diabetes) en la cual demuestran que la monoterapia con LAR, en forma dosis dependiente,
provoca una disminución del 0,84% del HbA1c al administrar 1,2mg y 1,14% con 1,8mg.
Además, presenta menor riesgo de hipoglicemia y mejores efectos sobre el peso con una
pérdida entre 2,1-2,5Kg. Por otra parte, al comparar la eficacia de LIR 1,8mg/día con
Exenatina, AR-GLP1 de acción corta, en una dosis de 10mcg dos veces al día en pacientes con
Metformina, Sulfonilureas o combinación de ambos, LIR es más efectiva en el control de
HbA1c y en la reducción de glicemia en ayunas, por otra parte, se exhibe una la pérdida de
peso de 3kg en ambos fármacos. En adición, los estudios un perfil metabólico favorable sobre
los lípidos y la disminución de la presión arterial sistólica debido el efecto beneficioso de los
AR-GLP1 sobre marcadores de disfunción endotelial y de riesgo cardiovascular, como la
proteína C.
Por otra parte, en el estudio descriptivo y retrospectivo realizado por Polanía et al. (2018), en
pacientes adultos con diagnóstico de DM2 de ambos sexos, atendidos en consulta externa de
endocrinología de la Fundación Clínica Valle del Lili, entre 2013 y 2016, se ha demostrado
que Exenatida semanal y Liraglutida pueden reducir la HbA1c en 1,5%. En el estudio realizado
por Polanía et al. (2018), registraron una la disminución registrada de HbA1c de 2% para
Exenatida semanal y 1,3% en Liraglutida. Además, reconocen el uso de análogos de GLP-1
como una buena opción terapéutica en el tratamiento de pacientes con DM2, tanto por su
reducción del HbA1c, del peso y su mejoramiento en el perfil lipídico.
En cuanto a su seguridad y tolerabilidad, los principales efectos adversos comunes descritos
son náuseas, vómitos, diarrea y reacciones locales en el sitio de aplicación del medicamento
asociados a los agonistas semanales, sin embargo, tiene menor incidencia en LIR. Las náuseas
se presentan en el 8-57% de los pacientes y dependen de la dosis y son más comunes en AR-
GLP de acción corta. (Aylwin, 2016)

Debido a estos hallazgos se decide seleccionar la Liraglutida como el fármaco de primera línea
en el tratamiento de Diabetes mellitus tipo 2 en la paciente de 63 años con obesidad tipo III,
tomando en cuenta las necesidades de la paciente tales como: limitación física, pérdida de peso
y la negación a la terapia insulínica. Así con la evidencia científica se conoce sus beneficios al
potenciar la secreción de insulina y regular la glicemia en sangre, de manera que ayuda a
disminuir la hemoglobina glicosilada entre el 1,1-1,5%, así como una disminución en el peso
entre 2,5-3kg. Por otra parte, presenta un perfil metabólico favorable sobre los lípidos de esta
manera se logra una mejora en la pérdida de peso y por ende disminuye la resistencia a la
insulina. Con respecto al riesgo cardiovascular se evidencia una disminución de la presión
arterial sistólica y el mejoramiento de los marcadores de riesgo cardiovascular. En un estudio
realizado por De Lucas et al., (2013) que incluyeron a 12 pacientes con DM2 obtiene resultados
significativos en la disminución la presión arterial sistólica, sin un cambio aparente en la
presión arterial diastólica, lo cual siguieren que se debe a un aumento en la distensibilidad
arterial y una disminución en la rigidez arteria. Además, se evidencia menor incidencia de
intolerancia gástrica.

3.4.2. Fármaco de segunda línea: inhibidores del cotransportador


de sodio y glucosa tipo 2 (SGLT2)

Tabla 2. Nivel de evidencia científica y nivel de recomendación.


Nivel de
Titulo Nivel DOI
recomendación
Los inhibidores del
doi:10.3265/Nef
cotransportador sodio-glucosa
IV C rologia.pre2010.
tipo 2 en el tratamiento de la
Sep.10494
diabetes mellitus.
Inhibidores del cotransportador
https://www.sci
de sodio y glucosa tipo 2
elo.org.mx/pdf/
(SGLT2), el riñón como
Ia A mim/v33n3/018
objetivo en el control
6-4866-mim-33-
glucémico de la diabetes
03-00363.pdf
mellitus tipo 2
Informe de Posicionamiento https://www.ae
Terapéutico de canagliflozina mps.gob.es/med
(Invokana®) en diabetes icamentosUsoH
mellitus tipo 2 umano/informes
Ia A
Publicos/docs/IP
T-
canagliflozina-
invokana.pdf

Según los análisis realizados en la paciente se obtuvo una buena tolerancia al tratamiento con
el fármaco de primera línea, este tratamiento consistía en la administración de Liraglutida
subcutánea una vez al día; por otra parte, luego de seis meses la paciente fue revisada en
consulta externa observándose una importante mejoría en el control de la diabetes y en el peso
corporal. La HbA1c descendió de 8,3% a 7,3% y el peso se redujo de 114 kg a 106 kg. Pero
para conseguir el objetivo de control glucémico establecido (HbA1c < 7%), se decidió en dicha
visita un inhibidor del cotransportador sodio-glucosa 2 (iSGLT2).

Los inhibidores del cotransportador de sodio y glucosa tipo 2 (SGLT2) son una nueva familia
de fármacos que reducen la reabsorción renal de glucosa e incrementan su eliminación urinaria,
disminuyendo las concentraciones de glucosa; en base a lo anterior, la inhibición de SGLT2
constituye una opción atractiva para el tratamiento de la diabetes, así mismo los inhibidores de
SGTL2 reducen el transporte máximo de glucosa, de modo que se reabsorba menos glucosa en
el túbulo contorneado proximal; también disminuyen el umbral renal de glucosa, por lo que la
excreción urinaria de glucosa ocurre con menores concentraciones de glucosa en plasma. El
resultado neto es un incremento en la glucosuria y un decremento en la glucemia. Además de
contribuir potencialmente a la disminución de los síntomas de hiperglucemia y complicaciones
de la diabetes mellitus, la normalización de las concentraciones plasmáticas de glucosa puede
reducir los efectos adversos de la glucotoxicidad, la resistencia a la insulina y la
gluconeogénesis, y potencialmente mejorar la función de la célula beta pancreática. (López
Hernández, 2016)

Los iSGLT2 constituyen el grupo de agentes orales de más reciente incorporación aprobados
para el tratamiento de la DM2 en Estados Unidos y en Europa. En general, son medicamentos
de segunda o tercera línea, por lo que establecen una adición útil a las opciones terapéuticas
disponibles para el tratamiento de la DM2, los agentes iSGLT2 aprobados por la FDA y por la
EMA para pacientes con DM2, se encuentran en fase comercial y aún están en pruebas clínicas
de seguridad a largo plazo (Hernández, Arnold, & Moncada, 2010). Las propiedades fármaco
cinéticas y farmacodinámicas de ellos se presentan en la Figura 4.

Figura 4: Fármacos inhibidores del SGLT2 aprobados comercialmente en USA y Europa.


(Hernández, Arnold, & Moncada, 2010)

Por lo tanto, el fármaco de segunda línea elegido es Canagliflozina este está indicado en adultos
con DMT2 en monoterapia, cuando la dieta y el ejercicio por sí solos no logren un control
suficiente de la glucemia en pacientes en quienes el uso de MET se considera inadecuado por
presentar intolerancia o contraindicaciones. También está indicado como tratamiento
complementario administrado con otros medicamentos antihiperglicemiantes, como la
insulina, cuando estos, junto con dieta y ejercicio, no logren un control glucémico adecuado.

Así mismo, la Canagliflozina está disponible en comprimidos recubiertos de 100 mg y 300mg,


administrados una vez al día y de acuerdo con la Sociedad Española de Diabetes (2017), se
menciona que con respecto a su farmacocinética, la Canagliflozina se absorbe de forma rápida,
alcanzándose la concentración máxima (Cmax) a las 1-2h tras la administración de la dosis;
además, su absorción no se ve afectada por la administración conjunta con comida; por ello su
distribución en los tejidos es amplia, con una afinidad por la unión a albúmina, de >98%. La
principal ruta de eliminación es la glucuronidación, con escasa participación de los citocromos.
Aproximadamente un 60% y un 33% de la dosis administrada se excretan vía heces y urinaria,
respectivamente.

En base a estudios realizados en México por el Dr. Marco Antonio López Hernández (2016),
donde se administró la Canagliflozina a dosis de 50 a 300 mg una vez al día para evaluar como
monoterapia en pacientes con diabetes mellitus tipo 2 sin tratamiento previo o en terapia de
combinación con metformina, otros antidiabéticos orales o insulina, se logró obtener como
resultado que la Canagliflozina redujo de forma significativa las concentraciones de
hemoglobina glucosilada y de glucosa de ayuno respecto a la línea basal en estudios de 12 a 52
semanas de duración, con reducciones modestas del peso corporal (2.9 kg comparado con los
grupos control). La presión arterial sistólica con Canagliflozina sola y combinada se redujo
entre 0.8 y 6.8 mmHg; cabe recalcar, que en el estudio realizado los pacientes presentaron
infecciones genitales micóticas y fueron más altas en pacientes con tratamiento de
Canagliflozina (3-15%) que con placebo (0-6%), pero de intensidad leve a moderada, y ninguna
llevó a la descontinuación del estudio.

De igual manera la Sociedad Española de Diabetes (2017), realizo estudios con comparadores
activos; en el primero de ellos, en el que participaron pacientes en tratamiento previo con MET,
con un índice de masa corporal (IMC) de 31 kg/m2, HbA1c basal de 7,8 y media de edad de
56 años, la combinación Canagliflozina (100mg) + MET demostró ser no inferior a glimepirida
(6-8 mg/día) + MET en la reducción de la HbA1c (margen de no inferioridad 0,30%).
Canagliflozina 300mg mostró superioridad respecto a glimepirida con una reducción de HbA1c
modesta (diferencia entre ambos tratamientos de -0,12%). En el segundo ensayo, realizado en
terapia triple en una población con un IMC de 31,6 kg/m2, HbA1c basal de 8,1 y media de
edad de 56 años, se excluyeron los pacientes con enfermedad cardiovascular e hipertensión no
controlada. Finalmente, en el tercer ensayo junto con MET y SU, Canagliflozina 300mg
demostró superioridad frente a Sitagliptina 100mg, obteniendo una reducción de HbA1c
respecto al valor basal de -1,03% frente al -0,66% observado en el grupo de Sitagliptina
(diferencia entre grupos: - 0,37% (IC95% -0,50 a -0,25).

En este estudio realizado por la Sociedad Española de Diabetes (2017), el mecanismo de acción
de Canagliflozina orienta sobre su potencial de efectos adversos, ya que la glucosuria está
relacionada con el aumento de las infecciones genitales fúngicas y la diuresis osmótica puede
producir depleción de volumen. Las reacciones adversas notificadas con más frecuencia
fueron: candidiasis vulvovaginal infección urinaria, poliuria o polaquiuria e hipoglucemia (en
los tratados con la combinación Canagliflozina /insulina o Canagliflozina /SU). En general, la
incidencia global de reacciones graves o de aquellas que motivaron el abandono fue baja y se
distribuyó de forma equilibrada entre los distintos grupos de tratamiento.

Debido a la investigación y estudios realizados se determina que el fármaco de segunda línea


es Canagliflozina en el tratamiento de Diabetes mellitus tipo 2 en la paciente de 63 años con
obesidad tipo III, tomando en cuenta que, tras el inicio de dicho fármaco, la paciente presentó
buena tolerancia al tratamiento, sin signos de depleción de volumen o infecciones de tracto
urinario, los efectos adversos más frecuentemente descritos en los iSGLT2. En noviembre de
2015, a los 6 meses del inicio de Canagliflozina, la paciente acudió a consultas externas de la
Unidad de Riesgo Cardiovascular presentando por primera vez desde su diagnóstico una
HbA1c inferior a 7% (6,9%, lo que supone una reducción de 0,4% con respecto a la visita de
junio de 2015) y un peso de 100 kg (disminución de otros 6 kg).

Finalmente, se pudo observar que la paciente de 63 años con obesidad tipo III tuvo una buena
tolerancia a ambos fármacos de primera y segunda línea; además, no se produjo ningún efecto
adverso reseñable como se produjo en los estudios realizados con anterioridad por el Doctor
Marco Antonio López Hernández (2016) y la Sociedad Española de Diabetes (2017),
igualmente primera vez se consiguió un adecuado control de la enfermedad, ligado muy
directamente a la significativa pérdida de peso.

3.5.Tratamiento no farmacológico:

Tabla 4. Nivel de evidencia científica y nivel de recomendación

Nivel de
Titulo Nivel DOI
recomendación
Dietas bajas en hidratos de https://dx.doi.or
carbono para diabéticos de tipo Ia A g/10.20960/nh.9
2. 99
DETERMINACIÓN DEL
ÍNDICE GLICÉMICO DEL http://dx.doi.org
ALIMENTO IIa B /10.4067/S0717-
NUTRIDIABETIC® 7518200600010
DESTINADO A 0002
DIABÉTICOS TIPO 2.
https://www.me
Sobre el índice glucémico y el
IV C digraphic.com/p
ejercicio físico en la nutrición
dfs/residente/rr-
humana.
2013/rr133b.pdf

Debido a los antecedentes personales de la paciente como enfermedad pulmonar obstructiva


crónica (EPOC), gonartrosis bilateral e intervención por una fractura de tibia derecha como
consecuencia de accidente de tráfico sumada su obesidad de grado III, se imposibilita la
realización de ejercicio físico adecuado, por lo tanto, el único tratamiento no farmacológico
para la paciente es la dieta.

Dentro del tratamiento de la diabetes, tradicionalmente se ha recomendado seguir una dieta


baja en grasas, si bien últimamente se considera que la dieta debe estar basada en el estado de
salud y preferencias de la persona. En las últimas recomendaciones de la American Diabetes
Association (ADA) de 2016, no se especifica la cantidad exacta de carbohidratos que debe
contener la dieta, aunque sí se establece que la cantidad de grasas debe oscilar entre un 20-35%
de las calorías totales diarias y la cantidad de proteínas debe estar alrededor de 0,8g/kg de peso
y día, por lo que la dieta recomendada es alta en carbohidratos en alrededor de un 45% de las
calorías totales diarias ingeridas. (Mencía, 2017)

En la revisión sistemática realizada por Mencía en 2017 en 15 estudios clínicos hacia personas
obesas o con sobrepeso, se analizó el efecto de las DBCH (dietas bajas en carbohidratos) con
respecto a dietas bajas en grasas (DBG) u otras, en tratamientos de corto a largo plazo, en
cuanto a glucemia basal, hemoglobina glicosilada (HbA1c), peso corporal, colesterol total y
triglicéridos, llegando a la conclusión que las dietas bajas en hidratos de carbono pueden ser
una buena alternativa a las dietas bajas en grasa en diabetes de tipo 2, especialmente en
personas con sobrepeso. Las dietas bajas en carbohidratos han demostrado ser efectivas en el
control glucémico, ya que obtienen buenos resultados tanto en cifras de glucemia basal como
en hemoglobina glicosilada, si bien estos resultados son mejores a corto que a largo plazo. Para
disminuir el peso corporal, las dietas bajas en hidratos de carbono también parecen ser más
efectivas que las bajas en grasas, si bien en muchos estudios en los que se comparan ambas
dietas, estas no son isocalóricas, por lo que hay que considerar la posibilidad de que las
diferencias que se produzcan puedan deberse a esto.

Por otra parte, Aguirre (2006) asocia el índice glicémico de los carbohidratos con la dieta para
mantener niveles estables en pacientes con diabetes mellitus de tipo 2. Así, alimentos de alto
índice glicémico promueven un aumento de la glicemia, y lo opuesto sucede con los de bajo
índice glicémico. En el manejo dietético de diabéticos tipo 2 es necesario considerar a la carga
glicémica como un índice más apropiado para estimar la respuesta glicémica, dado que
combina el índice glicémico con la cantidad de carbohidratos del alimento.

Finalmente, Franco (2013) en su artículo de revisión-opinión, establece la tabla de alimentos


clasificados según su índice glucémico. Figura 5, la cual es una herramienta importante para
los profesionales en el área de la salud que se encargan del manejo de los pacientes con
diabetes, para las personas que padecen esta enfermedad y para aquellas que aún no la
manifiestan, pero tienen factores de riesgo importantes.
Figura 5. Tabla de alimentos clasificados según su índice glucémico (IG).

Según lo recopilado en los anteriores artículos, para la paciente de 63 años con diabetes mellitus
tipo 2, obesidad grado III y con incapacidad de realizar actividad física, se elige como
tratamiento no farmacológico una dieta basada en carbohidratos cuyo índice glucémico sea
inferior a 40, es decir, se recomienda una dieta que contenga frutos secos (nuez, almendras),
verduras (lechuga, coliflor, espinaca, aguacate, pepino), en menor porción: granos (quinoa,
lenteja, frijol), frutas (manzanas, peras, mandarinas), espárragos, leche de soya y yogurt
natural. Debido a su grado de obesidad tipo III (mórbida) se debe evitar cualquier alimento
cuyo índice glicémico sea mayor a 55 tales como arroz, miel, mayonesa, gaseosas, azúcar
blanca, chocolate, pan blanco, papas, pastas y cerveza.
4. CONCLUSIONES
Al analizar el caso clínico de una paciente española se conoce sus síntomas tales como poliuria,
polifagia, polidipsia, pérdida de peso sin razón aparente y visión borrosa, además se realizó
con la prueba de hemoglobina glicosilada ≥ 6,5% (HbA1c), glucemia basal en ayunas ≥ 126
mg/dl, glucemia a las 2 horas de una prueba de tolerancia oral a 75 gr de glucosa ≥ 200 mg/dl
y un [IMC]= 47, se le diagnosticó con diabetes mellitus tipo 2 y obesidad grado III. Con ello,
el tratamiento inicial con metformina administrada no fue la adecuada debido a que producía
daños gástricos, asimismo debido a los factores de riesgo cardiovasculares.

De este modo, se determina como tratamiento farmacológico de primera línea mediante un


análisis sistemático la liraglutida siendo la mejor alternativa a la metformina ya que es capaz
de potenciar la secreción de insulina, regular la glicemia en sangre, ayuda a disminuir la
hemoglobina glicosilada y el peso corporal, presenta un perfil metabólico favorable sobre los
lípidos y se evidencia menor incidencia de intolerancia gástrica. De igual manera, se considera
como fármaco de segunda línea a la Canagliflozina ya que al inhibir el cotransportador de sodio
y glucosa tipo 2 (SGLT2) reduce la reabsorción renal de glucosa e incrementan su eliminación
urinaria, disminuyendo así las concentraciones de glucosa. mostrando buena tolerancia al
tratamiento sin signos de depleción de volumen o infecciones de tracto urinario.

Finalmente, se recomienda como tratamiento no farmacológico seguir un régimen alimenticio


balanceado considerando el consumo de carbohidratos con índices glucémicos menores de 40,
por ejemplo, frutos secos, verduras, frutas y yogurt natural, evitando el consumo de cualquier
alimento cuyo índice glicémico sea mayor a 55. Sin embargo, se imposibilita la realización de
ejercicio físico adecuado en vista de los antecedentes presentes en la paciente.

Así, con lo anteriormente mencionado, se acepta la hipótesis de investigación pues se determina


que la liraglutida es el fármaco de primera línea como tratamiento farmacológico de la diabetes
mellitus tipo 2 presente en la paciente siendo un agonista del péptido de tipo glucagón 1 (AR-
GLP1) capaces de ayudar en la pérdida de peso por ende disminuye la resistencia a la insulina,
asimismo regula los niveles de glucemia en la sangre generando su efecto hipoglucemiante.

5. RECOMENDACION
En este caso clínico se debería recopilar más información de la paciente e investigar más de los
mecanismos de acción de cada fármaco, así también en consecuencia sus efectos adversos,
tener en cuenta también información de las insulinas, muy usados para el tratamiento de esta
enfermedad.
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